12 San Lorenzo Diario del AltoAragón - Sábado, 10 de agosto de 2013 Ignacio ALMUDÉVAR Costumbrista Viene de la página anterior calcular”. Aunque más que el nú� mero “lo esencial es la actitud con que se realiza, las ganas, el entu� Influyó positivamente para siasmo que se refleja en las caras alcanzar la popularidad de las de los oscenses que llegan has� ofrendas de flores tal y como hoy ta la peana con su ofrenda. Cada las conocemos en los años 60. Co� año es distinta, porque también mo la de las fiestas del Pilar que, depende de la climatología de la según añade Pablo García, “fue tarde, del propio desarrollo de la promovida por un monegrino, fiesta... Desde los últimos años se Antonio Beltrán, catedrático de la nota que no hay tantos ramos de Universidad de Zaragoza y gran floristería, “pero se sigue mante� amante de las costumbres y tradi� niendo la esencia del acto, que es ciones de nuestra región. Por ello, lo principal. Tan válido es el me� hemos de suponer que en esa mis� jor de los ramos como las espigas ma época se irían formando otras de trigo cogidas en un campo al� y dándoles el carácter con el que toaragonés”, puntualiza Pablo Gracia. se conocen actualmente”. En otro momento manifiesta Para nuestro personaje este evento dispone de distintos com� que entre presentar la ofrenda o ponentes; por un lado tiene “una un recital folclórico, sin duda es parte religiosa en la medida que “más difícil lo primero, ya que se hace una ofrenda a un santo”; hay que estar atento a lo que se cuenta con otra parte “tradicional ve, a lo que se oye e intentar trans� o folclórica ya que se combina el mitir la emoción y los sentimien� hecho de ataviarse con indumen� tos del acto, que son muchos”. Y taria propia de nuestra región y recuerda desde pequeño cuando recoge la esencia de la conclusión este evento se emitía ya por Ra� de un ciclo agrícola”. También tie� dio Huesca, con la “cálida voz de ne parte cultural, “por supuesto Josefina Lanuza, quien además (el folclore�������������������������� ���������������������������������� , la tradición... son cul� de ser gran locutora era también tura) porque el acto se adereza amante de nuestros trajes y na� rraba con gran con actuacio� maestría la nes de grupos folclóricos de consecución del mismo”. la capital y de Desde siempre otros lugares Reconoce al llegar las que las repre� que nos visitan sentaciones en las fiestas y fiestas de con nuestros oficiales en es� tos actos no danzantes que nuestros ponen el bro� son tan esen� patronos ha ciales como che final al ac� la participa� to”. existido la “Yo perso� ción de la gen� costumbre te. “Está muy nalmente, no le haría ningún bien que estén de ofrecerles las peñas, las cambio, ya que una parte de mairalesas, el todo lo que se ayuntamien� puede mejorar aquello por lo o cambiar lo to... pero este tiene que de� acto es un acto que se les da del pueblo. Y cir el tiempo”. las gracias debe ser el fer� En un acto po� vor del pueblo, pular como és� te, en el que el la devoción de componente la gente la pro� principal es la devoción y la nece� tagonista. Todo lo demás, perfec� sidad de agradecer a San Lorenzo to, pero tampoco hay que añorar los frutos de nuestras cosechas, participaciones que representen “debe ser el propio transcurso a instituciones, porque las insti� del mismo el que vaya realizando tuciones somos todos”. A Pablo le gustaría animar a los cambios, dejando que las emo� ciones y sentimientos de este ac� oscenses a seguir manteniendo vi� to, dicte las propias normas. No vo este acto y a que sigan luciendo hay que actuar demasiado desde nuestra indumentaria aragonesa fuera”. A Pablo lo que más le emo� con la dignidad que ésta se mere� ciona es ver a los niños pequeños ce. “Y sobre todo que se intenta� ataviados con su ramo de alba� ra ir cambiando los mal llamados haca o de flores, algunos incluso trajes de baturro y de baturra, por dormidos en brazos de su madre las prendas que nuestros antepa� o de su padre. “Es una estampa sados han vestido en Huesca y en difícil de igualar, por lo que supo� su provincia. Al fin y al cabo, Ara� ne para Huesca y para el espíri� gón es una de las regiones más ri� tu de nuestra fiesta, también es la cas en indumentaria tradicional”. actuación de los danzantes frente Hay que intentar, pues, poner en al Santo en un momento que es valor “esa forma de vestir, de pei� narse, de aderezarse, como la he� muy significativo”. En cuanto a la cantidad de rencia de generaciones pasadas y participantes “es muy difícil de como una parte de nuestra cultu� S Pablo Gracia con el prior del Santo Cristo de los Milagros, Antonio Villacampa, durante la Ofrenda de 2012. FOTO PEDRO AGÓN ra popular. Indaguemos (que hoy es muy fácil), preguntemos a los que saben, interesémonos por ir bien vestidos, bien peinados y ha� remos que este acto siga vivo en nuestras fiestas”. Pablo Gracia Castel, cierra este reportaje con una de sus muchísi� mas curiosidades vividas. “Aun� que intento fijarme mucho en los trajes, puede ocurrirme (y así pasa) que me equivoco a la hora de calificar un tejido, una pieza concreta. Me ocurrió hace unos años que acudía a un comercio oscense y cuando pagué en caja, la dependienta, al entregarme los cambios me dijo: ‘Mi falda es de seda, no de algodón. El año que viene se fije usted más’. Yo sólo pude darle las gracias, a la vez que me quedaba extrañado, por� que yo no podía reconocerla pe� ro, lógicamente, ella a mí, sí”. Algún niño cofrade de escasa edad en la Ofrenda a San Lorenzo del pasado año. FOTO PEDRO AGÓN AN LORENZO fue sacri� ficado en Roma el año 258, en la persecución de Valeriano. Era Lorenzo el más importante de los siete diáco� nos, encargados de socorrer a los pobres y de administrar los bienes temporales de la Igle� sia, en aquellos tiempos en que el cristianismo cada día los iba aumentando. En aquellos tiempos, la Iglesia era propie� taria de enormes cementerios e iba aumentando una “Caja”, donde se acumulaban las apor� taciones generosas de los fie� les, lo cual hace pensar en una moderna sociedad de socorros mutuos. En la administración de estos bienes participaban siete diáconos, de los que Lo� renzo era el “diácono del Papa”. En estos tiempos actuales, pa� rece que nuevos diáconos estén administrando los alimentos al pueblo necesitado. Basta ver como Caritas reparte alimentos entre los que los necesitan. El Estado Romano codiciaba esos fondos y a sus administra� dores cristianos les atribuía, se� gún escribe el poeta Prudencio, “un siniestro rumor de orgías nocturnas... Frecuentaban es� tas orgías los adeptos de la fe nueva, según se creía, y que los presbíteros, en primorosos va� sos de oro labrados a cincel, be� bían sangre humana, en cenas como la mitológica de Tiestes; y que las salas de estos festi� nes nefandos, iluminábanse con antorchas de cera oliente a miel y a flora rupestre, fijas en áureos candelabros”. Había un movimiento eucarístico entre los cristianos, y el pueblo ex� pandía rumores de que los cris� tianos hacían orgías nocturnas, mientras el Estado sentía avi� dez por esos fondos y cálices de los cristianos. Ahora el Estado ahorra mucho dinero con las obras de Caritas y con la ense� ñanza. Y el poeta Prudencio de San Lorenzo, Mártir, decía “Veo a un Príncipe futuro, que ven� drá a su tiempo justo y cerrará los templos desiertos; obstruirá las puertas de marfil; condena� rá los nefastos umbrales y sus goznes de bronce ya no chirria� rán, limpios de sangre sucia se erguirán, no adorados ya ni su� plicados los bellos mármoles que ahora reciben culto idolá� trico”. Con esta sátira del lujo imperial romano, se acuerda uno de la vuelta en el siglo XXI de ese derroche del dinero, con el lujo en los edificios, con las cantidades abusivas de dinero con que la política pagaba a sus empleados y a los que dirigían tan torcidamente algunos pues� tos políticos, bancos y Cajas de Ahorro, que ha llevado al paro a multitud de obreros, de los que muchos están sufriendo el hambre; esa hambre que en Ro� ma combatía San Lorenzo, co� mo ahora está aliviando lo que puede Caritas y otros grupos. “Al cuitado Prudencio, el Ebro, que le dividía de los vascones, los Pirineos nevados, los Alpes altos y profundos, manteníanlo alejado de la ciudad de Roma, riquísima de huesos heroicos y de sepulcros santos”. Dice que el río Ebro dividía a Prudencio