Proyecto ELSA: Encuesta Longitudinal Sobre Alcohol Identificación

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Proyecto ELSA: Encuesta Longitudinal Sobre Alcohol
Identificación de trayectorias de consumo de alcohol y otras sustancias en población universitaria: detección de
grupos en riesgo a desarrollar patrones problemáticos de consumo.
Responsables del Proyecto: Dra. Angelina Pilatti y Dr. Ricardo Pautassi (docentes de la Facultad de Psicología,
UNC; investigadores CONICET).
Contacto: angepilatti@gmail.com // 156-655324
Objetivos del Proyecto de Investigación.
El objetivo general del presente proyecto es (i) determinar trayectorias de consumo de alcohol de estudiantes
universitarios desde el ingreso a la universidad y durante los años de formación universitaria, e (ii) identificar
factores que permitan discriminar sujetos que progresarán a un consumo problemático de aquellos que
mantendrán un consumo controlado. La investigación se engloba en el marco más general de “trayectorias” que
derivan en abuso y dependencia a sustancias. El conocimiento derivado del proyecto podrá utilizarse para diseñar
esfuerzos preventivos primarios, secundarios o terciarios.
Tradicionalmente la investigación sobre uso y abuso de alcohol asumía que estos eran trastornos de la
adultez, determinados principalmente por causas genéticas (Deas et al., 2000; Ducci y Goldman, 2008). El uso y
abuso de alcohol, sin embargo, es ahora conceptualizado como resultado de una historia de exposición al alcohol
(directa, indirecta o modelada por el uso de terceros) durante el desarrollo, y que, en combinación con factores de
vulnerabilidad, llevará a un mayor o menor riesgo de uso y abuso de alcohol (Masten et al., 2009). Estos estudios
cambiaron la conceptualización de los trastornos por abuso y dependencia al alcohol, que son ahora considerados
patologías del desarrollo, originados durante la infancia y la adolescencia (NIH, 2008).
En otras palabras, la exposición a la noxa (el alcohol) no necesariamente lleva a la patología, sino que la
transición a la misma está afectada por factores genéticos, biológicos, del entorno social y de personalidad
(Masten et al., 2009). El foco de la literatura epidemiológica y biomédica ha virado al análisis de trayectorias de
consumo que derivan en consumo patológico. La pregunta es determinar qué sujetos escalarán a un consumo
regular y luego abusivo, y cuáles mantendrán un consumo social aún luego de la exposición repetida (Pautassi et
al., 2009). Estudiar estas trayectorias o recorridos del uso de alcohol y conocer estos factores de vulnerabilidad y
resiliencia permitirá generar herramientas de prevención primaria, secundaria y terciaria basadas en la evidencia,
y sensibles culturalmente.
De esta manera, los objetivos de este trabajo son:
(i) identificar las trayectorias de consumo de alcohol, de los problemas asociados al consumo y del
consumo de otras sustancias durante los años de formación universitaria,
(ii) caracterizar los patrones de consumo de alcohol de los estudiantes universitarios considerando
simultáneamente múltiples indicadores de consumo de alcohol (cantidad, frecuencia, episodios de ebriedad, etc.)
y de problemas asociados
(iii) analizar el efecto predictivo que factores de riesgo (percepción del uso de alcohol de pares, edad de
inicio del consumo, historia familiar de alcoholismo) mantienen sobre el posterior uso de alcohol y de otras
sustancias y sobre la prevalencia de problemas asociados al consumo de alcohol,
Planificación futura del proyecto Proyecto ELSA (“Identificación de trayectorias de consumo de alcohol y otras
sustancias en población universitaria: detección de grupos en riesgo a desarrollar patrones problemáticos de
consumo”): el proyecto propone realizar un seguimiento a lo largo del tiempo de la conducta de consumo de
alcohol de los alumnos que, durante el año 2016, se encuentren matriculados en alguna de las carreras de la
Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Específicamente, se planifican dos mediciones por año durante los
cinco años de formación académica (ver sección procedimiento). Asimismo, se planifica continuar este estudio
en los años siguientes (2017 y años siguientes), con las nuevas cohortes que realicen los cursos de ingresos en las
diferentes carreras de la UNC. El objetivo final es contar con mediciones sistemáticas que aporten datos válidos
y confiables sobre este fenómeno.
Fundamentación del proyecto
El consumo abusivo de alcohol es uno de los problemas más importantes en salud pública a nivel mundial,
ya que involucra graves consecuencias para la salud física y mental del bebedor y también daña el bienestar y la
salud de las personas que lo rodean (WHO, 2010). Una persona intoxicada puede lastimar a otras o ponerlas en
riesgo de accidentes de tránsito, o de comportamientos violentos y agresivos. De acuerdo con un informe de la WHO
(2010) 2,5 millones de personas mueren cada año por el uso nocivo del alcohol, incluidos 320 000 jóvenes de entre 15 y 29
años de edad, lo que equivale al 9% de todas las muertes para ese grupo de edad. En Argentina, según datos de la
Secretaria de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico
(SEDRONAR, 2011), aproximadamente 25.000 personas mueren al año por causas relacionadas al abuso de
alcohol. En Argentina, el 37% de los gastos atribuibles al abuso de sustancias (4.477 millones de dólares) se
atribuyen al consumo de alcohol (Ministerio de Salud, 2011).
Estos datos reflejan el profundo impacto que el uso abusivo de alcohol representa para la sociedad. En
general, estas conductas tienen su etiología en la infancia tardía (Pilatti et al., 2011, 2012a; Pilatti et al., 2013a) y
la adolescencia (Pilatti et al., 2011, 2012b; Pilatti et al., 2013b). El consumo de alcohol entre los niños es
principalmente experimental (i.e., sorbos o pequeñas cantidades; Bekman et al, 2011; Pilatti et al., 2011, 2012a;
Pilatti et al., 2013a), si bien se ha sugerido que el mismo podría ser un precursor o elemento asociado al consumo
problemático posterior, particularmente cuándo es aprobado y validado por el entorno familiar (van der Vorst et
al., 2010). En la adolescencia se observa un consumo regular y un incremento del uso de alcohol (Cassola, Pilatti
et al., 2005; Pilatti et al., 2010; Pilatti et al., 2011, 2012b; Pilatti et al., 2013b; Johnston et al., 2010, 2011),
registrándose el pico de consumo entre los 18 y 24 años. Durante esta última etapa se observan no sólo los mayores
niveles de consumo de alcohol sino también de problemas asociados al consumo (Auerbach y Collins, 2006;
Masten et al, 2009). El consumo típico de alcohol durante este periodo se caracteriza por ser de una baja frecuencia
pero de una elevada cantidad (Auerbach y Collins, 2006; Pilatti y Cassola, 2003). Esta modalidad de consumo se
denomina consumo binge en la literatura anglo-sajona, y se diferencia del consumo adulto (Deas et al., 2000;
Reboussin et al., 2006).
El consumo excesivo de alcohol entre los estudiantes universitarios es señalado, precisamente, como un
importante problema de salud pública en distintos países, como Estados Unidos (Dawson et al., 2004; Johnston
et al., 2007), Italia (D’Alesio et al., 2006) y Suecia (Johnsson et al., 2008; Ståhlbrandt et al., 2010). Estos estudios
indican que aproximadamente la mitad de los estudiantes universitarios de Estados Unidos exhiben consumo
binge (definido como el consumo, en una misma ocasión, de 56/70 gramos de alcohol en las mujeres y en los
hombres, respectivamente) (Johnston et al, 2007). Asimismo, alrededor del 20% de los estudiantes norte
americanos alcanzan los criterios de abuso o dependencia al alcohol (Dawson et al., 2004). Los estudiantes
universitarios con patrones de consumo elevado de alcohol tienen una mayor probabilidad de experimentar una
gran variedad de consecuencias negativas que incluyen, pero no se reducen a, fallas en el rendimiento académico,
desmayos, relaciones sexuales inseguras y no planificadas, agresiones sexuales y físicas y accidentes (Masten et
al., 2009; Hingson et al., 2009).
El consumo elevado de alcohol durante la universidad tiene, además, consecuencias a largo plazo, ya que
algunos estudiantes mantienen este patrón de consumo problemático a lo largo de la carrera (Del Boca et al.,
2004; Greenbaum et al., 2005) y adultez joven (Del Boca et al., 2004). Por ejemplo, se encontró que el 43% de
los estudiantes de 18-19 años que fueron diagnosticados con desorden de abuso de alcohol continuaron
manteniendo ese diagnóstico siete años después, esto es, cuando tenían 25 años (Sher y Gotham, 1999). Aunque
sólo una pequeña proporción de las personas que consumen sustancias adictivas desarrollan dependencia (Oficina
de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2007), la dependencia de sustancias representa una enorme
carga para el individuo y para la sociedad (WHO, 2010). Diversos estudios han mostrado que los estudiantes
incrementan significativamente su consumo de alcohol durante el primer año de Universidad (Grekin y Sher,
2006; McCabe et al., 2005).
El consumo problemático de alcohol y las consecuencias asociadas a este consumo son temas relevantes
de salud pública en Argentina (SEDRONAR, 1999). Esta preocupación ha llevado a la programación de encuestas
nacionales por la SEDRONAR (1999), para describir la prevalencia a nivel nacional del uso de sustancias
psicoactivas. Sin embargo, y más allá del importante aporte que estos estudios continúan realizando, el tipo de
metodología empleado ha impedido establecer tendencias a partir de los datos y realizar análisis comparativos
(SEDRONAR, 2006). Aunque el consumo problema y sus consecuencias son temas centrales de salud pública,
en nuestro país hay una notable carencia de estudios epidemiológicos (Cremonte y Cherpitel, 2008; Pilatti et al.,
2012a, 2012b; Pilatti et al., 2013a).
En Argentina, dentro de nuestro conocimiento, no hay estudios epidemiológicos centrados en población
universitaria y tampoco hay estudios longitudinales que permitan analizar trayectorias de consumo y desarrollar
modelos teóricos respecto a las variables que tienen mayor incidencia sobre este consumo de alcohol. Sin esta
información es imposible identificar a aquellas personas con mayor riesgo de convertirse en dependientes, y
elaborar planes de prevención primaria y secundaria.
En este marco, estudios recientes han mostrado un marcado interés por determinar modalidades y
trayectorias de consumo de alcohol en adolescentes y en adultos jóvenes (Goudriaan et al., 2007; Johnsson et al.,
2008; Sher et al., 2011; Schulenberg et al., 2001; Ståhlbrandt et al., 2010). Para el trazado de las trayectorias de
consumo es necesario contar con tres o más mediciones del consumo de alcohol (y otras sustancias) en diferentes
momentos. Esta aproximación, que se empleará en el presente proyecto, ofrece la posibilidad de entender mejor
las causas, el curso o recorrido de la conducta de consumo, los factores de riesgo y las consecuencias del uso de
alcohol (y otras sustancias). Esto ha permitido progresar desde estudios meramente descriptivos, enfocados
principalmente en describir frecuencia y cantidad de consumo en tomas estáticas (SEDRONAR, 2006), hacia
seguimientos longitudinales de las trayectorias del consumo de alcohol, mejorando la comprensión acerca de los
mecanismos causales subyacentes a los cambios en el consumo de alcohol a través de los años (Del Boca et al.,
2004; Goudriaan et al., 2007; Johnsson et al., 2008; Ståhlbrandt et al., 2010).
Además de identificar las diferentes trayectorias del uso de alcohol durante el recorrido por la educación
superior, es importante identificar cuáles son los factores que separan a aquellos estudiantes con patrones
riesgosos de consumo de aquellos estudiantes que no presentan hábitos problemáticos de consumo. Numerosos
estudios han permitido identificar una serie de factores que influyen sobre el consumo de alcohol en población
universitaria. Entre estos factores se incluyen los rasgos de personalidad (McAdams y Donellan, 2009), el
consumo de alcohol de los pares (Borsari & Carey, 2001), la edad de inicio del consumo (Goudriaan et al., 2007),
las expectativas hacia el alcohol (Del Boca et al., 2004), el sexo de los estudiantes (Anderson et al., 2007; Jackson
et al., 2001), la religiosidad (White et al., 2006) y la mayor disponibilidad de alcohol (Ross y DeJong, 2008).
La estimación del riesgo y la determinación de los predictores de la transición del uso de sustancias hacia
la dependencia pueden proporcionar información acerca de la etiología y el curso de la adicción, y guiar a los
médicos en la identificación de personas con mayor riesgo de convertirse en dependientes, y ayudar en la
organización de servicios de prevención primaria y secundaria. Los estudios longitudinales, justamente, permiten
establecer relaciones de causa-efecto entre una serie de variables independientes (factores de riesgo) y las
variables dependientes (patrones de consumo y de problemas asociados al consumo de alcohol).
En síntesis, numerosos estudios evidencian que el consumo problemático de alcohol entre los estudiantes
universitarios es un tema de interés central en salud pública. Sin embargo, la ausencia de este tipo de estudios en
Argentina, imposibilita establecer tendencias a partir de los datos, realizar análisis comparativos (SEDRONAR,
2006) y detectar aquellos sujetos más vulnerables al desarrollo de abuso y/o dependencia.
Así, el objetivo general del presente proyecto es determinar las trayectorias de consumo de alcohol de
estudiantes universitarios desde el momento del ingreso a la universidad y durante los años de formación
académica e identificar qué factores tienen mayor efecto en la predicción del consumo de alcohol, del consumo
de sustancias y de los problemas asociados al consumo de alcohol.
Material y Métodos a utilizar.
Marco muestral y procedimiento de muestreo: la muestra estará conformada por estudiantes universitarios, de
entre 18 y 25, que se encuentren matriculados en el ingreso para alguna de las carreras de la Universidad Nacional
de Córdoba (UNC).
Instrumentos: La muestra de estudiantes (se planea una muestra no menor a 4000 sujetos) será analizada por
prevalencia de consumo de alcohol y otras sustancias, así como un amplio espectro de variables de personalidad,
contextuales y biomédicas. Instrumentos destinados para captar información sociodemográfica: -Cuestionario
de datos socio-demográficos (CDSD): se recolectará información referida al sexo, edad, nivel socioeconómico,
lugar de origen y lugar de residencia, personas con las que vive. Instrumentos destinados para captar información
relacionada al consumo de alcohol y otras sustancias: -Cuestionario de Consumo de Alcohol (CCA): siguiendo
investigaciones previas (Pilatti et al., 2012b; Pilatti, Castillo et al., 2010; Pilatti, Godoy et al., 2010) este
cuestionario incluye diferentes indicadores de la frecuencia y cantidad de consumo regular de alcohol y la
frecuencia y cantidad de consumo problema (hasta la ebriedad y consumo de 5 o más vasos por ocasión de
consumo). Cuestionario de Consumo de Tabaco y Drogas (CCTyD): al igual que en trabajos previos (Pilatti
Castillo et al., 2010) se usarán preguntas para medir prevalencia, edad primer consumo, frecuencia y cantidad de
consumo de tabaco y otras drogas. Instrumentos destinados a la identificación de problemas asociados al
consumo de alcohol: -Cuestionario de Consecuencias del Consumo de Alcohol en Adultos Jóvenes (Young Adult
Alcohol Consequences Questionnaire, en inglés -YAACQ- Read et al., 2006): mide las consecuencias del
consumo de alcohol en ocho dominios: social/interpersonal, académico/ocupacional, conductas de riesgo, pérdida
de control, poco cuidado personal, auto-percepción deteriorada, olvidos por el consumo; dependencia
psicofisiológica. Instrumentos destinados a la medición de la percepción del consumo de los pares: -Ofrecimiento
de alcohol: siguiendo estudios previos (Borsari y Carey, 2001; Wood et al., 2004) se utilizarán preguntas para
medir la influencia activa de los pares sobre el consumo. -Percepción del consumo de los pares (PCP): siguiendo
estudios previos (Wood et al., 2001; Pilatti et al., 2012b) se usarán preguntas para medir la percepción de la
frecuencia y cantidad de consumo usual de los amigos más cercanos. Asimismo, se medirá la percepción de la
prevalencia de problemas derivados del consumo en los amigos más cercanos mediante 5 preguntas adaptadas del
YAACQ (Read et al., 2006). Instrumentos destinados a la medición de una historia familiar de abuso de alcohol:
-Cuestionario de Historia familiar de Alcoholismo o Abuso de Alcohol: siguiendo a LaBrie et al. (2009) se
preguntará a los estudiantes si alguno de sus familiares biológicos (madre, padre, abuela, abuelo, tío, tía,
primos/primas, hermanos hermanas) tiene o ha tenido una historia de abuso de alcohol.
Procedimiento: La primera recolección de datos se realizará durante el desarrollo de los cursos de ingreso que
tienen lugar durante el verano y antes del comienzo del primer año de universidad (Tiempo 1, pre-ingreso). Seis
meses después, aproximadamente, se realizará un nuevo seguimiento (Tiempo 2, segundo semestre). Se planifica
realizar dos nuevas mediciones por año durante cada uno de los cuatro años posteriores: al inicio del año
académico y a mediados del segundo cuatrimestre. De esta manera, se planifican diez mediciones en total (Tiempo
1 a Tiempo 10). En el Tiempo 1, los participantes completarán una serie de cuestionarios de papel y lápiz para
obtener información acerca de: datos socio-demográficos, percepción del consumo de pares, historia familiar de
abuso de alcohol, consumo de alcohol y otras sustancias. En el tiempo 1, y junto a la encuesta auto-administrada,
se solicitará a los estudiantes información de contacto (e-mail y teléfono) para seguir adelante con el estudio. En
los subsiguientes seguimientos (Tiempo 2 al Tiempo 10) la recolección de datos se realizará de manera online
(utilizando el Servidor de Encuestas de la Universidad Nacional de Córdoba). En las mediciones de seguimiento
se aplicarán los siguientes instrumentos: Cuestionario de Consumo de Alcohol, Cuestionario de Consumo de
Tabaco y Drogas y Cuestionario de Consecuencias del Consumo de Alcohol en Adultos Jóvenes. Se enviará un
mail a todos los estudiantes que completen la encuesta en el Tiempo 1 y se los invitará a completar las encuestas
de seguimiento. El e-mail contendrá un link (enlace) a la encuesta online que incluirá, nuevamente, una nota de
consentimiento informado donde se informará que las autoridades de la Facultad aprueban la investigación, y que
la participación en el estudio es voluntaria. Se destacará, además, que el manejo de los datos se realizará de
acuerdo a lo establecido por las normas éticas. Al aceptar continuar con la investigación los estudiantes estarán
brindando su consentimiento informado. El link del e-mail los direccionará a la encuesta que deberán completar.
Se enviará a los estudiantes e-mails de recordatorio, separados por una semana, para que completen la encuesta.
Cuando los participantes finalicen y envíen la encuesta podrán imprimir un cupón para sorteos de libros y otros
premios que se realizarán quincenalmente.
Análisis estadísticos: Objetivo 1: se realizará un análisis de crecimiento de clases latentes (LCGA en inglés) para
clasificar a los participantes en función de los patrones de consumo a través del tiempo (Goudriaan et al., 2007).
Los estudios longitudinales permiten establecer relaciones de causa-efecto, y proporcionarán información acerca
de la etiología y el curso del uso y abuso de alcohol. Estos análisis permitirán determinar el curso del consumo
de alcohol e identificar aquellos grupos de personas con mayor riesgo de convertirse en dependientes. Objetivo
2: se aplicará un análisis de clases latentes (LCA, en inglés). El LCA es un método estadístico utilizado con la
finalidad de encontrar grupos entre los datos (Uebersax, 1994). Permite identificar patrones o categorías de
consumo de alcohol más completas a partir de múltiples medidas observadas (Auerbach y Collins, 2006). Objetivo
3: se realizarán análisis de regresión jerárquica para determinar el valor predictivo de las variables independientes
sobre las variables criterio (consumo de alcohol y problemas asociados al consumo y consumo de sustancias).
Los resultados de la regresión permitirán identificar, racional y empíricamente, vías de intervención sobre factores
de riesgo.
Cuestiones éticas: se respetarán los lineamientos éticos para la investigación con humanos recomendados por la
Asociación Psicológica Americana (Ethical principles of psychologist and code of conduct, Washington, DC,
APA, 2010). Para ello, se utilizarán formularios de consentimiento informado y se tomarán medidas para
garantizar el respeto de los derechos humanos, el cuidado y preservación del medio ambiente y de las generaciones
futuras. Además, se realizará un estricto control para evitar cualquier riesgo emergente y para garantizar el buen
uso y manejo de la información. Los investigadores del presente proyecto declaran conocer y realizar las
salvaguardas previstas en todos los requisitos éticos, legales y jurídicos, establecidos en las normas bioéticas
nacionales –Disposición ANMAT 5330/97– e internacionales -Código de Nüremberg, Declaración de Helsinski
y sus modificaciones; así como también la Declaración Universal sobre Genoma Humano y Derechos Humanos
aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, del 11/11/1997, así como en la LEY 25.326 de Protección
de los Datos Personales.
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