INFORME EcInCo Optimización Económica, Innovación Técnica y Comunicación, fundamentos estratégicos de la defensa en el siglo XXI. Los BMR como referente. “Think-Com UCM” Instituto de Pensamiento Estratégico Universidad Complutense de Madrid Julio 2008 2 “Think-Com UCM: Instituto de Pensamiento Estratégico” es un “ThinkTank” creado como agrupación sin ánimo de lucro en 2005 por un grupo de profesores complutenses con el objetivo de romper la “espiral del silencio” en el pensamiento y opinión dominantes, es decir, contraponerse y mostrar los tópicos y el conservadurismo presentes en el pensamiento y en la opinión pública más común así como en los medios científicos y de información más oficiales. Interviene por iniciativa propia o de otros en aquellos asuntos que libremente considera de interés colectivo o con errores conceptuales que pueden incidir en la evolución y futuro de la sociedad española. Autores del presente Informe***: Rafael Calduch Cervera Catedrático UCM de Relaciones Internacionales. Coordinador y responsable de este Informe José Molero Zayas Catedrático UCM de Economía Aplicada. Para capítulos de optimización económica Jesús Timoteo Álvarez Catedrático UCM de Periodismo. Para capítulos de comunicación. *** Los autores aquí referidos son responsables exclusivos de la información recogida y de las opiniones versadas en el presente informe 3 ÍNDICE 0º.- INTRODUCCIÓN 1º.- EL ESCENARIO ESTRATÉGICO EN EL INICIO DEL SIGLO XXI 1.- De la bipolaridad nuclear a la emergencia de nuevas amenazas 2 .- ¿Como serán los conflictos armados de las próximas décadas? 3 .- La configuración de una nueva estructura estratégica mundial 2º.- ESPAÑA ANTE LA EVOLUCIÓN DE LA DEFENSA EN LA SOCIEDAD INTERNACIONAL ACTUAL 1 .- La posición de España en el mundo actual 2 .- La política española de paz y seguridad: 2.1.- Las Fuerzas Armadas españolas y su contribución a la paz y la seguridad internacionales 2.2.- Las Fuerzas Armadas españolas, imagen de España en el exterior 3.- La modernización de las Fuerzas Armadas españolas: una tarea inconclusa 3º.- CONDICIONES PARA LA OPTIMIZACIÓN DE LA DEFENSA ESPAÑOLA: 1.- Requerimientos económicos e innovación tecnológica 2.- Potencialidades y limitaciones de las capacidades de defensa 3.- Cuidado y Gestión de la Opinión Pública 4 4º.- EL CASO DE LOS BMR COMO REFERENTE ESTRATÉGICO DE LA DEFENSA ESPAÑOLA 1.- El binomio protección – transporte en la operatividad táctica de las misiones de paz 2.- Características técnicas y limitaciones operativas de los BMR 3.- Las necesidades de transporte de tropas en las nuevas misiones de pacificación 4.- Elementos de valoración de una decisión estratégica: la sustitución de los BMR. 4.1.- Criterios de seguridad y operatividad 4.2.- Criterios económicos y de innovación tecnológica 4.3.- Criterios sociales y políticos 4.4.- Criterios de eficacia e imagen internacional 5º.- ANEXOS ESTADÍSTICOS 5 INTRODUCCIÓN El presente informe aborda sin complejos, ni ataduras, uno de los temas tabú que todavía se mantiene al margen del debate político y, en consecuencia, de la opinión pública: la política de Defensa. Con pactos entre los principales partidos o sin ellos, la realidad es que el Parlamento español queda, como se ha demostrado reiteradamente en nuestra historia reciente, bastante relegado en buena parte de las decisiones que adopta este y otros gobiernos anteriores, tanto desde el punto de vista de la estrategia presente y futura en el ámbito nacional y del concierto internacional como en las resoluciones que acompañan las compras de material bélico, que debieran estar en coherencia con el protagonismo que quiere jugar España en el mundo y, fundamentalmente, los escenarios actuales y de futuro para nuestros soldados en misiones de paz. En los últimos años, el debate sobre la política de Defensa se ha situado en primera línea de actualidad a pesar del deseo contrario de nuestros gobiernos. Los Balcanes, Líbano, Afganistán, Irak,…, son claros ejemplos de las preocupaciones de las familias de los soldados y de los españoles en general, junto a los quebraderos de cabeza que comportan para los miembros de cualquier gobierno. Estos conflictos han puesto de manifiesto las condiciones obsoletas de una parte fundamental de los vehículos del Ejército de Tierra de España, específicamente los denominados BMR, cuya necesidad de sustitución no se puede demorar más y tampoco debiera hacerse con cualquier vehículo de los que existen en el mercado, puesto que deben responder a las necesidades presentes y futuras de nuestro Ejército y no parece, a la vista de numerosas informaciones, que las últimas adquisiciones respondan a estos criterios. Sorprende en este sentido el silencio y la ausencia de interés de los partidos políticos, principalmente de la oposición, así como de los diputados y senadores de los grupos políticos representados en las Comisiones de Defensa, Industria y Economía del Congreso de los Diputados y del Senado. 6 Ante semejante realidad, una potencia mundial media como España, debe definir su política de seguridad y defensa asumiendo las obligaciones que se derivan de su plena participación en las principales organizaciones estratégicas internacionales como la ONU; la UE, la OTAN y la OSCE, pero también asegurando sus intereses nacionales, tal y como aparecen recogidos en la Constitución. Una de las principales consecuencias de esa activa participación internacional de España ha sido la presencia de la tropas españolas desde 1989, en 52 misiones internacionales de pacificación, realizadas en 32 países, de las que 9 permanecen todavía activas. El mayor número de bajas en estas misiones se ha debido a accidentes aéreos y terrestres. En el desarrollo de las operaciones terrestres, las FAS han utilizado los blindados medios de ruedas (BMR), desarrollados y producidos por la industria nacional desde finales de los años setenta. A pesar de su acreditada utilidad y sus prestaciones, su antigüedad y los cambios experimentados en las operaciones de paz aconsejaban su sustitución desde 1994, año en el que se inició el plan de modernización del Ejército. Sin embargo se optó por una adaptación técnica que se llevó a cabo por Santa Bárbara Sistemas. Resulta sorprendente la demora que ha experimentado la decisión de sustituir los BMR, principal vehículo blindado de las tropas españolas en misiones de paz, y más sorprendente todavía la polémica que desde hace un año se ha suscitado en torno a esta decisión. No es un debate nuevo, como queda demostrado, porque es ya larga la polémica en torno a los vehículos blindados BMR y su renovación. En Think-Com hemos permanecido atentos al debate y no han dejado de sorprendernos las elementales argumentaciones y mensajes sobre el caso, que apenas se referían a cuestiones meramente técnicas: si su vida útil todavía podía prolongarse, si su diseño era o no eficaz para las misiones encomendadas, si disponían o no del blindaje necesario para aguantar las amenazas de la insurgencia y, 7 fundamentalmente, si se justificaba o no (técnica y económicamente) remozarlos para prolongar su potencial utilidad otros 30 años más. El informe realizado por “Think-Com” evalúa los requerimientos que deberán reunir los blindados medios de ruedas que utilicen las tropas españolas, a partir de las características de las misiones de paz de los próximos años y las operaciones tácticas que deban desarrollarse en ellas. De acuerdo con el análisis realizado, se concluye que: 1.- La diversidad, complejidad, duración y localización de los conflictos armados y las actividades terroristas de la próxima década, introducirán modificaciones en las operaciones de paz. (págs.18 y 24) 2.- En la actual situación y previsibles actuaciones de las FAS en los próximos años, el tipo de vehículos como los BMR seguirá siendo la clave de la actuación de las tropas terrestres (movilidad, seguridad, logística, etc.) (págs. 64 y 65) 3.- Su mantenimiento o sustitución es, por tanto, una decisión estratégica en la política de defensa que requiere un amplio apoyo político y un planeamiento basado en criterios militares, tecnológicos, económicos, sociales y de imagen. 4.- Considerando la diversidad de misiones y teatros de operaciones en los que intervendrán las tropas españolas, la sustitución de los BMR no puede demorarse en el tiempo (la tercera fase está prevista para 2015-2017), ni concentrarse en un solo modelo. 5.- Debido al coste presupuestario que exigirá, el proceso de sustitución deberá cumplir dos condiciones: a.- Que los productos a evaluar sean de similares prestaciones. Esto es, la administración no puede imponer decisiones de adquisición basadas en un mal entendido 8 “nacionalismo” económico-tecnológico, sino que debe velar por el mejor uso de los recursos públicos comprando lo mejor en cada caso. b.- Dado lo anterior, sí es, a nuestro juicio, obligación de los responsables políticos y militares buscar soluciones que optimicen los retornos económicos y tecnológicos para nuestra industria. (pág. 71) 6.- Los vehículos blindados MRAP o antiminas de escuadra 4x4 que se ha decidido adquirir en la primera fase -el Lince de IVECO- constituyen una sustitución de los vehículos de alta movilidad táctica (VAMTAC) y de los todoterreno Aníbal, pero no pueden considerarse equiparables a los BMR que pretenden sustituir. (págs. 65-66) 7.- Los blindados antiminas de pelotón 4x4 -el RG-31 MK5E Nyala de BAE Systems- gozan de mejor protección contra los explosivos IDE y las minas que los actuales BMR, pero carecen de su movilidad, tienen un alto consumo de combustible y no protegerán eficazmente contra los EFP y armas convencionales. (págs. 69-70) 8.- Tomando en consideración todos estos datos, se puede afirmar que esta primera dotación con vehículos MRAP, tanto del tipo escuadra como de pelotón, no debería asumirse ni siquiera como una solución de urgencia para mejorar la seguridad de las tropas desplegadas en el Líbano y Afganistán ya que no remedia la excesiva demora que se ha producido en el proceso de renovación de los BMR. Sería un error mucho más grave extender esta opción a la renovación de la totalidad de los BMR. (pág. 67-68) 9.- La decisión debería incluir otros blindados tipo 8x8, disponibles actualmente en el mercado y que gozan de más protección frente a misiles antitanque y EFP, además de armamento más potente y mayor capacidad de transporte, tal y como ya lo ha hecho la Armada española. (pág. 68) 10.- ¿Son útiles los actuales BMR a estos efectos?. La opinión que transmiten es que son “viejos”, “inestables” y 9 faltos de mantenimiento. Desde el punto de vista de la reputación se trata de una condena. (pág. 75) La política de defensa, en mayor medida que otras políticas, exige una estrategia de comunicación proactiva y no reactiva como ocurre actualmente. En el marco de la política de defensa, la intervención en operaciones de paz constituye uno de los principales instrumentos que consolida la reputación, nacional y exterior, de las FAS junto con la imagen internacional de España. Sin embargo, se está todavía muy lejos de explotarlas eficazmente para potenciar la marca España en el mundo. El desarrollo de la política de defensa que se pretende impulsar desde el Gobierno, tal y como ha señalado la Ministra Carme Chacón en su comparecencia en el Congreso el pasado mes de Junio, deberá contar con el compromiso político más amplio posible y un esfuerzo presupuestario continuado que, a pesar de la crisis económica que atraviesa el país, mantenga la modernización de las FAS si se pretende garantizar la eficacia, operatividad y seguridad de las tropas en las misiones en las que intervengan. Desde Think-Com queremos contribuir a este debate, con intención constructiva, a partir de un análisis retrospectivo, presente y previsiblemente del futuro y la tipología de los conflictos en los que estarán presentes los soldados españoles. Sin la menor duda, un caso óptimo de reflejo de lo que es la estrategia y política de Defensa de un país como España. 10 1º.- EL ESCENARIO ESTRATÉGICO EN LOS INICIOS DEL SIGLO XXI La realidad político-militar mundial de nuestros días conserva una importante herencia de los sistemas estratégicos que dominaron las últimas décadas del siglo XX y de cuyo seno está emergiendo una nueva configuración estratégica de alcance planetario. Por ese motivo, la política de seguridad y defensa de una potencia media como España, debe basar sus principales decisiones en un análisis de los conflictos armados actuales y su previsible evolución durante las próximas décadas, conjugando los elementos que concurren en el escenario estratégico internacional con las características que definen la configuración interna de los países, pues la interacción entre ambas realidades será la que determine los objetivos, medios, formas y límites de los enfrentamientos bélicos presentes y futuros. 1.- De la bipolaridad nuclear a la emergencia de nuevas amenazas Tanto la doctrina estratégica que sustentan las principales potencias, como las investigaciones desarrolladas por los más avanzados centros de pensamiento de seguridad y defensa, coinciden en destacar que el escenario mundial surgido tras el fin de la bipolaridad, se ha modificado sustancialmente respecto del que existió en las décadas posteriores al final de la Segunda Guerra Mundial. 1 La realidad internacional de nuestros días está dominada por la globalización, la transición estructural y la aceleración de los procesos de cambio. La globalización, entendida como la consolidación de procesos caracterizados por su mundialización, su complejidad y su interdependencia. La transición estructural que resulta de la progresiva transformación de la bipolaridad política y militar; la universalidad del modelo económico capitalista y la creciente interacción cultural entre las diversas sociedades que ocupan el espacio del viejo y superado debate ideológico. Tanto la globalización como la transición estructural, se están produciendo con una aceleración histórica que jamás había experimentado la Humanidad. Ello provoca la eclosión de incertidumbres y riesgos que los gobiernos no logran gestionar de forma satisfactoria y que las sociedades no son capaces de asimilar, provocando un desarraigo identitario que trata de paliarse mediante el 1 .- Ministerio de Defensa de España.- Revisión Estratégica de la Defensa.- Madrid, 2002; págs. 37-49. White House.- A National Security Strategy for a New Century.- Washington, 1999; pág. 1 The National Security Strategy of the United States of America.- Washington, 2002; págs. 29 y ss. The National Security Strategy of the United States of America.- Washington, 2006; págs. 47-49. Ministry of Defence.- Delivering Security in a Changing World. Defence White Paper.- Londres, 2003; págs. 4-6. Cabinet Office.- The National Security Strategy of the United Kingdom. Security in a Interdependent World.- Londres, 2008; págs.. 3-5. La documentation française.- Défense et Sécurité Nationale. Le libre blanc.-. París, 2008; págs.. 13-43. 11 recurso a las ideologías radicales o el enclaustramiento cultural, con frecuencia conflictivo y violento. Globalización, transición estructural y cambio acelerado son procesos protagonizados tanto por los Estados como por actores no estatales transnacionales y colectividades subestatales, que alteran los fundamentos de un orden internacional basado durante siglos en la supremacía del Estado y una concepción cuasi-absoluta de su soberanía. Naturalmente las consecuencias de estos tres procesos son contradictorias. Por una parte ofrecen nuevas oportunidades de avanzar en el desarrollo humano de las personas y la solidaridad de los pueblos enfrentando colectivamente nuevos retos, como el hambre y las graves pandemias que afectan a los países más pobres, el deterioro del medioambiente, las consecuencias de las catástrofes naturales, el agotamiento de las materias primas y los recursos energéticos, etc. Por otro lado, dichos procesos también desencadenan efectos perniciosos, como el aumento de las desigualdades de riqueza en y entre los países; el desarraigo social y la marginación personal, la difusión mundial de ciertas formas de violencia, practicada por grupos terroristas o por la delincuencia internacional organizada, y, sobre todo, la valoración de nuevas amenazas para la seguridad de los países y las personas. Durante la segunda mitad del siglo pasado, la defensa de los estados y la seguridad de los pueblos se abordó conjugando tres sistemas estratégicos mundiales: el sistema de autodefensa; el sistema de disuasión nuclear y el sistema de seguridad colectiva. Aunque en términos generales el sistema de autodefensa se identificó con el sistema de defensa de los estados, semejante identidad resultó tanto más errónea cuanto que buena parte de los conflictos bélicos de este período, especialmente los asociados a la descolonización, combinaron progresivamente las guerras por la defensa de los estados con la guerra por la defensa de las sociedades frente a los estados. Desde esta perspectiva, la guerra civil y la guerra internacional se articularon en una compleja continuidad de formas bélicas cada vez más dinámica y difícil de diferenciar estratégicamente. El sistema político-estratégico de la autodefensa seguirá plenamente vigente en el siglo XXI mientras los estados sigan constituyendo los principales actores en el uso de la fuerza. El ataque de Estados Unidos al régimen talibán de Afganistán en 2001; la intervención anglo-americana en Irak en 2003 o la más reciente invasión del Líbano por Israel en el verano de 2006, son casos recientes de semejante vigencia en el ámbito de los conflictos bélicos internacionales. No obstante, el desarrollo y utilización del arma atómica por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, provocó la irrupción de una nueva realidad político-estratégica que dominaría la escena internacional durante la segunda mitad del siglo XX: la disuasión nuclear. La ventaja militar que concede la 12 disponibilidad y uso del arma nuclear no sólo queda anulada cuando los contendientes disponen de arsenales nucleares, sino que genera un efecto político y militar paradójico: la reducción o eliminación de las oportunidades de su empleo y, al mismo tiempo, la necesidad de su plena disponibilidad y la permanente demostración de la voluntad de utilizarla, aunque sólo sea en situaciones excepcionales, para tener credibilidad disuasora. En cambio, la eficacia de la disuasión nuclear respecto de la guerra convencional es muy limitada. En efecto, la experiencia de los últimos cincuenta años, desde la intervención en Corea, demuestra que las potencias nucleares se han visto envueltas en conflicto bélicos convencionales que nunca han escalado hacia el empleo del arma nuclear. Ello se debió, en parte, al enfrentamiento bipolar entre Estados Unidos y la URSS pero también al hecho de que la nuclearización de un conflicto bélico clásico, tendría unas consecuencias imprevisibles que los dirigentes de las propias potencias nucleares no han estado dispuestos a asumir. La importancia del valor disuasorio de los arsenales nucleares decrece en proporción directa a su proliferación entre los países y a la asimetría en las características de las armas nucleares a su disposición. Resulta evidente que con cada incorporación de un nuevo país al grupo de potencias nucleares, el sistema aumenta su complejidad y la eficacia de la capacidad disuasoria de cada una de ellas se hace más incierta debido al incremento de la probabilidad de utilización de las armas nucleares, siquiera sean tácticas, en la escalada de un conflicto bélico convencional. Por ese motivo, la no proliferación nuclear y la limitación o desarme de los arsenales ya existentes se convierte en nuestros días en una prioridad política y funcional del sistema que, no obstante, tiene pocas probabilidades de satisfacerse plenamente a medio plazo. 2 Finalmente, tras la Primera Guerra Mundial, el Presidente norteamericano Woodrow Wilson formuló en la última propuesta de su Programa de los Catorce Puntos, presentado en su discurso del 9 de Enero de 1918 ante el Congreso, “la creación de una sociedad de naciones....con el propósito de garantizar mutuamente la independencia política y la integridad territorial, tanto de los Estados grandes como de los pequeños.” Este fue el origen de un nuevo sistema político y estratégico que se instauró con la creación de la Sociedad de Naciones 3 y que, tras su fracaso, se abordaría de nuevo por la Carta de las Naciones Unidas en 1945, el sistema de seguridad colectiva. Este sistema descansa en dos principios esenciales: la prohibición general del uso de la fuerza en las relaciones entre los Estados y el derecho de la comunidad internacional a utilizar la fuerza contra el agresor. El desarrollo y eficacia de este sistema, exige la resolución de una serie de cuestiones muy diversas y complejas que van desde la determinación del órgano o institución autorizada para decidir el recurso a la fuerza en nombre de 2 En efecto, si el interés básico de las potencias nucleares es el de mantener restringido su número y capacidad, es también el motivo último por el que nuevos países aspiran a disponer de su propio armamento nuclear, provocando de este modo una carrera armamentista nuclear que, hasta el momento, no ha llegado a su límite como lo demuestran los recientes casos de Corea del Norte e Irán. 3 .- Parte Primera. Arts. 1 a 26 del Tratado de Paz de Versailles. 13 la comunidad internacional, hasta la instauración de procedimientos de solución pacífica de controversias y conflictos, pasando por la regulación del uso de la fuerza y la adopción de sanciones, graduales y proporcionadas, contra el agresor hasta alcanzar las operaciones de imposición de la paz (peace enforcement). Junto a ambos principios, el sistema de seguridad colectiva presenta una característica que le distingue de los restantes sistemas políticoestratégicos, a saber: goza de la supremacía y exclusividad legal. Precisamente la tensión dialéctica entre el alcance y efectividad político-militar de los sistemas de autodefensa y de disuasión nuclear, de una parte, y la supremacía y exclusividad legal del sistema de seguridad colectiva, de otra, constituye el epicentro del proceso de transformación que está experimentando la seguridad y la defensa de la sociedad internacional desde hace medio siglo. Una tensión que se ha agudizado tras la desaparición de la bipolaridad y cuya incidencia sobre las características y evolución de los conflictos armados en las primeras décadas del siglo XXI está ya siendo evidente. A pesar de las constantes afirmaciones en sentido contrario de importantes documentos estratégicos, 4 el final de la bipolaridad no ha hecho emerger nuevas amenazas, sólo ha permitido que las principales amenazas no nucleares ya existentes pasasen a ocupar un lugar dominante en la agenda de la seguridad internacional. En efecto, ni las armas de destrucción masiva, el terrorismo internacional, el radicalismo islámico, las crisis energéticas, el deterioro medioambiental, los conflictos asimétricos, el genocidio y la violación masiva de derechos humanos, la difusión internacional de epidemias y pandemias, las migraciones masivas o el crimen organizado, constituyen nuevas realidades mundiales surgidas tras la caída del muro de Berlín. Lo que sí ha cambiado en las dos últimas décadas es la conciencia política y social de la vulnerabilidad ante estas amenazas en proporción directa a la reducción del riesgo de una contienda nuclear y la paralela oportunidad de enfrentarlas y resolverlas mediante acciones colectivas surgidas de procesos de decisión multilaterales. La conclusión es evidente. El mundo no se ha hecho más conflictivo y violento que en épocas precedentes, pero sí se ha incrementado su inestabilidad funcional debido al incremento de los actores internacionales y de su protagonismo en la dinámica global, lo que introduce mayores incertidumbres en los procesos de decisión y mayores riesgos en la resolución de las amenazas existentes. 5 4 Consejo Atlántico (Roma,1991).- Declaración de Roma sobre paz y cooperación. Nuevo Concepto Estratégico de la Alianza.- .http://www.nato.int/docu/basictxt/b911108b.htm . Una Alianza para el siglo XXI. Comunicado de la Cumbre de Washington. Emitido por los Jefes de Estado y de Gobierno participantes en la reunión del consejo del Atlántico Norte celebrada en Washington D.C. el 24 de Abril de 1999.- http://www.nato.int/docu/pr/1999/p99-063e.htm 5 “La mondialisation ne crée un monde ni meilleur ni plus dangereux qu’il y a deux décennies. Elle dessine en revanche les contours d’un sys-tème international nettement plus instable, moins contrôlé, et donc plus inquiétant, qui appelle des réponses à la fois globales et très spécifiques.” Défense et Sécurité Nationale. Le libre blanc.- op. cit.; pág. 33. 14 2.- ¿Como serán los conflictos armados de las próximas décadas? 6 Para conocer el perfil de los conflictos armados que se desarrollarán durante la próxima década, resulta imprescindible recurrir al análisis de los datos que nos muestran la tendencia histórica de la segunda mitad del siglo XX y los comienzos del nuevo milenio, ya que sólo de ese modo podremos alcanzar una conclusiones estructurales sobre las que basar nuestro análisis prospectivo, evitando así los condicionamientos debidos a circunstancias coyunturales o a condiciones regionales y culturales. Los datos procedentes de diversas fuentes científicas demuestran inequívocamente que entre 1946 y 2007: a).- Las guerras, ya sean tradicionales o irregulares, constituyeron un número muy reducido de la totalidad de los conflictos que se produjeron que, en su mayor parte, fueron de baja intensidad (no violentos) o de intensidad media (crisis o situaciones de violencia pre y postbélica). Gráfico nº 1 Fuente: Heidelberg Institute for International Conflict Research.- Conflict Barometer 2007.- www.hiik.de/en/konfliktbarometer/pdf/ConflictBarometer_2007.pdf 6 Puede contrastarse el perfil de los conflictos armados previstos para los próximos años con el que se definía en el capítulo 1 del Libro blanco de la defensa. Ministerio de Defensa de España.- Libro blanco de la Defensa 2000. (http://www.resdal.org/Archivo/d0000128.htm ) 15 Según el Conflict Barometer de 2007, en las últimas seis décadas el número de conflictos bélicos nunca supero el 25% del total de conflictos censados. Gráfico nº 2 Fuente: Center for Systemic Peace.- Global Conflict Trends 2008.http://www.systemicpeace.org/conflict.htm b) La mayoría de los conflictos armados no se produjeron en el contexto internacional sino en el ámbito interno de los Estados. La idea de que la centralización de poder del Estado, incluido el uso de la fuerza, reduce o limita el número de los conflictos armados en el interior de los países no encuentra evidencias empíricas que la respalden. De acuerdo con las estadísticas del Global Conflict Trends de 2008, los conflictos armados intraestatales acaecidos durante las últimas seis décadas fueron como mínimo tres veces superiores al de los conflictos armados interestatales. 16 Gráfico nº 3 Fuente: Heidelberg Institute for International Conflict Research.- Conflict Barometer 2007.- www.hiik.de/en/konfliktbarometer/pdf/ConflictBarometer_2007.pdf c).- A diferencia de los conflictos armados no bélicos, las guerras, intra o interestatales, presentan un alto grado de victimización y de duración en el tiempo. Ello las convierte en una de las principales causas de inestabilidad política regional y mundial, con independencia de la atención mediática que reciban. 7 d).- Destaca el significativo aumento de los desplazamientos de población generados por los conflictos armados, con un claro dominio de los desplazados internos sobre los refugiados internacionales, que demuestra el creciente valor estratégico que está adquiriendo el control territorial mediante la violencia específicamente dirigida contra la población civil. 7 La duración media de los 61 conflictos con hostilidades censados por Bloomfield y Moulton entre 1945 y 1994, fue de 11 años y 7 meses. Por su parte, los datos de Marshall establecen que de los 325 conflictos violentos censados entre 1946 y 2007, 26 se iniciaron en la segunda mitad del siglo XX y alcanzaron los primeros del siglo XXI. Entre estos últimos, 7 fueron guerras en las que se estima que en cada una de ellas el número de muertos fue igual o superior a 100.000, alcanzando un total de 4.900.000 víctimas. De acuerdo con esta misma fuente, sólo dos guerras de las desencadenadas en el siglo XXI han superado el umbral de los 100.000 muertos: la intervención anglo-americana en Irak y la guerra en Sudán, estimándose el total de ambas en 350.000 muertos. 17 Gráfico nº 4 Fuente: Center for Systemic Peace.- Global Conflict Trends 2008.http://www.systemicpeace.org/conflict.htm e).- La mayoría de los conflictos armados, incluidas las guerras, se generan por dos grupos de causas: las de raíz étnico-religiosa y las originadas por la inestabilidad política de los Estados, especialmente asociada a los procesos de cambios de régimen y de descolonización o secesión. En cambio la violencia pre o posbélica, además de las causas anteriores, también es provocada por causas de naturaleza social y económica. (Véanse tablas estadísticas 1 y 2) Ello significa que por sí solos los programas de reconstrucción posbélica y de fortalecimiento institucional del Estado, sólo garantizan la reducción de las amenazas y riesgos de conflictividad bélica, a medio plazo, en los conflictos generados por la inestabilidad política estatal, en cambio resultarán absolutamente insuficientes en los conflictos bélicos de raíces étnicas o religiosas, en los que el proceso de restauración de un orden de convivencia puede alcanzar largos períodos intergeneracionales. 18 Gráfico nº 5 Fuente: Center for Systemic Peace.- Global Conflict Trends 2008.http://www.systemicpeace.org/conflict.htm f).- Las áreas regionales donde se concentran la mayoría de los conflictos bélicos de los últimos sesenta años son: África subsahariana; Oriente próximomedio y Sudeste asiático-Pacífico. Todas estas regiones se encuentran en la periferia del centro internacional de poder estratégico integrado por las potencias euro-atlánticas. Ello introduce dos características en la gestión y resolución de tales conflictos bélicos: su marginalidad en la definición de los intereses estratégicos de dichas potencias, salvo cuando afectan a países con recursos energéticos, y la complejidad logística y de inteligencia de las misiones militares de intervención o pacificación. Ambas características tienden a demorar la adopción de las decisiones de resolución de los conflictos armados por parte de las grandes potencias y organismos internacionales que controlan. g).- No existe, en cambio, concordancia en los datos sobre la fase del ciclo histórico de conflictividad bélica en el que nos encontramos. Aunque el Global Conflict Trends y el Conflict Barometer coinciden en el hecho de que el período álgido se produjo en el entorno del fin de la bipolaridad y la desintegración soviética, es decir años 80 y principios de los 90, discrepan sin embargo sobre la evolución posterior de la tendencia. 19 Para el equipo del Center for Systemic Peace, la tendencia histórica posterior es claramente decreciente, mientras que para los miembros del Heidelberg Institute for International Conflict Research, la tendencia histórica se mantiene en términos estables desde hace más de dos décadas. Considerando todas estas evidencias, el perfil dominante de los conflictos bélicos de la próxima década tendrá las siguientes características: 1ª.- Un conflicto bélico de media o larga duración; 2ª.- Surgido en el ámbito interno de un país africano o asiático; 3ª.- Consecuencia de la escalada violenta de un conflicto previo basado en causas étnicas o por el control político del Estado; 4ª.- Que se desarrollará mediante la combinación de una estrategia militar tradicional y el empleo de tácticas irregulares, especialmente orientadas contra la población civil del adversario y la destrucción de las infraestructuras y, en su caso, contra las fuerzas multinacionales; 5ª.- Habrá un uso intensivo de la propaganda internacional utilizando los medios de comunicación de masas o Internet; 6ª.- Tendrá una continuidad en un conflicto armado postbélico de intensidad media y larga duración, durante el cual el riesgo o probabilidad de escalada a la violencia bélica será extremadamente alto. Por el contrario, cuando se analiza la tendencia histórica de la violencia terrorista, las conclusiones muestran significativas diferencias respecto de los conflictos armados. En efecto, el terrorismo muestra las siguientes características: a).- Es una violencia mucho más frecuente e internacionalizada que los conflictos armados por tratarse de una forma de violencia cuyas exigencias de recursos humanos, financieros, logísticos y operativos son sustancialmente menores que las requeridas por las formas más primarias de los conflictos armados, como la guerrilla, y, desde luego, que los exigidos por las contiendas bélicas. b).- Ello explica también la elevada proliferación de grupos terroristas que, a pesar de los cambios experimentados en las últimas cuatro décadas, han surgido de modo prioritario y en este mismo orden en Europa Occidental (25,7%), Oriente Próximo-Medio (20,6%) y el Sur de Asia (13,9 %). 20 Gráfico nº 6 : Grupos terroristas por regiones (1968-2006) Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism Knowledge Base (**) (**) Esta base de datos ha transferido sus contenidos al National Consortium for the Study of Terrorism and Responses to Terrorism (START). No obstante, los datos sobre actos terroristas al ser propiedad de la RAND Corporation le han sido transferidos, manteniendo START su propia base de datos: Global Terrorism Database (GTD) accesible en la dirección. http://www.start.umd.edu/data/ c).- A la luz de los datos anteriores resulta comprensible que la actividad terrorista se haya concentrado también en esas mismas regiones, sobresaliendo el área de Oriente Próximo-Medio que por sí sola acumula el 42 % del total de los atentados cometidos durante el período entre 1968 y 2006, frente al 16 % de Europa Occidental y el 15 % del Sur de Asia. d).- La concentración regional de los grupos y la violencia terrorista sólo se corresponde parcialmente con la distribución geográfica del grado de victimización de los atentados, ya que Europa Occidental sólo representa el 4,7 % de los heridos y el 2,8 % de los muertos, frente al 46,61 % de heridos y el 53,21 % de muertos que ocurrieron en Oriente Próximo-Medio y el 19,7 % de heridos y el 17,1 % de muertos provocados en el Sur de Asia. Estos datos en relación con los anteriores demuestran antiterroristas adoptadas en Europa Occidental no han proliferación de organizaciones terroristas ni la comisión de han resultado decisivas para reducir sus efectos que las políticas podido evitar la atentados pero sí de victimización 21 Gráfico nº 7: Número de actos terroristas por regiones (1968-2006) Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism Knowledge Base Gráfico nº 8 : Número de víctimas del terrorismo por regiones (1968-2006) 22 e).- Desde el punto de vista de la evolución temporal, el período de mayor actividad terrorista se produjo entre 1985 y 1988, lo que muestra una coincidencia significativa con el período de mayor conflictividad bélica, mientras que el nivel más alto alcanzado en el número de víctimas del terrorismo se produjo en el período 2001-2005. Esta tendencia del denominado terrorismo de cuarta generación a escalar en los efectos destructivos humanos y materiales de sus atentados, explica también el recurso coyuntural al empleo de armas de destrucción masiva, principalmente químicas y biológicas, que muestran los datos del periodo 19992002. f).- El estudio del terrorismo, atendiendo al carácter ideológico de los grupos que lo practican, demuestra que las causas nacionalistas y/o separatistas son las que han provocado un mayor número de atentados, el 38 %, seguidas del terrorismo de izquierdas (comunismo, socialismo, etc.) con un 31 %, y del originado en ideologías radicales religiosas con un 20 % de los atentados. Sin embargo, esta distribución de la actividad de los grupos terroristas no se corresponde con la violencia asesina de los atentados cometidos. En efecto, el terrorismo de carácter religioso ha provocado directamente el 50% de los heridos y muertos en atentados, mientras que el terrorismo de signo izquierdista tan sólo ocasionó el 10 % de las víctimas. Entre ambos se sitúa el terrorismo nacionalista y/o independentista que causó el 37 % de los heridos y el 36 % de los muertos. En un análisis de conjunto se aprecia claramente que el terrorismo practicado por grupos radicales religiosos constituye la amenaza más destructiva pero, en cambio, el terrorismo de las organizaciones nacionalistas configura la amenaza más duradera en el tiempo. g).- Finalmente y atendiendo al tipo de violencia empleada en los atentados terroristas, tanto domésticos como internacionales, se aprecia un claro dominio del uso de bombas y explosivos, seguido de los ataques armados, generalmente indiscriminados contra la población civil, demostrándose con ello la incapacidad de los grupos terroristas para desencadenar la escalada hacia la violencia armada y el conflicto bélico, junto con su voluntad de magnificar su violencia mediante un alto grado de victimización que asegure su difusión mediática. 23 Gráfico nº 9: Evolución temporal de los atentados terroristas (1968-2003) Nº ACTOS TERRORISTAS 1968-2003 700 665 635 600 612 530 499 500 565 300 434 437 375 269 355 304 363 322 275 200 426 395 413 282 440 431 487 296 297 274 198 216 166 100 190 111 0 19 68 19 69 19 70 19 71 19 72 19 73 19 74 19 75 19 76 19 77 19 78 19 79 19 80 19 81 19 82 19 83 19 84 19 85 19 86 19 87 19 88 19 89 19 90 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 Nº DE ACTOS 382 400 565 497 489 419 605 AÑOS Fuentes: Central Intelligence Agency.- Interntational Terrorism 1979.- Washington, 1980; págs. XIII-XXX. United States. Department of State.- Patterns of Global Terrorism.- Washington (1982-2002) 24 Gráfico 10: Número de víctimas provocadas por grupos terroristas agrupados según orientación ideológica (1968-2006) (*) (*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both domestic and international Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism Knowledge Base Tomando en consideración la tendencia histórica de las últimas cuatro décadas, el perfil de la amenaza terrorista para los próximos años es el siguiente: 1º.- La mayoría de la actividad terrorista se desarrollará preferentemente en países de Oriente Próximo-Medio; Europa Occidental y Sur de Asia; 2º.- Un número muy apreciable de los atentados más destructivos serán cometidos por nuevas organizaciones terroristas asociadas al radicalismo religioso aunque de escasa implantación social, mientras que persistirán los atentados terroristas cometidos por organizaciones nacionalistas y/o independentistas; 3º.- La mayoría de los atentados se producirán mediante el empleo de bombas o ataques armados indiscriminados en el ámbito interno 25 de los países, aunque subsistirá un limitado número de actos terroristas internacionales; 4º.- Aunque de forma cuantitativamente reducida, los atentados terroristas con armas de destrucción masiva seguirán produciéndose y serán especialmente importantes tanto por el número de víctimas ocasionadas como por la alarma social que causarán; 5º.- Las actividades terroristas experimentarán adaptaciones operativas de acuerdo con tres condicionamientos básicos: el desarrollo tecnológico y armamentístico; las conexiones y cooperación entre grupos terroristas, tanto doméstica como internacional, y la influencia de los atentados-símbolo realizados con éxito. El contraste entre las características de los conflictos armados y la violencia terrorista, ponen de manifiesto dos importantes conclusiones: a).- Que se trata de formas de violencia de naturaleza, lógica de evolución y consecuencias claramente diferentes y que, por consiguiente, no pueden abordarse con las mismas estrategias y tácticas operativas de respuesta. b).- No obstante, ambas formas de violencia no son necesariamente incompatibles y, por tanto, con frecuencia aparecerán asociadas coyunturalmente en una determinada región o país generando un escenario político-militar complejo y dinámico para el que se requieren estrategias, operaciones tácticas y medios militares verdaderamente innovadores. 3.- La configuración de una nueva estructura estratégica mundial Como puede fácilmente apreciarse, el escenario estratégico mundial ha experimentado cambios durante las dos últimas décadas. De la permanente y categórica amenaza del ataque nuclear exterior, se ha pasado a la recurrente violencia armada intraestatal conjugada con una difusa y dinámica violencia terrorista. Lógicamente, estos cambios en las prioridades de la seguridad y la defensa han desencadenado un proceso de reestructuración de las relaciones políticas y militares entre los países, especialmente entre las grandes potencias mundiales y/o regionales, ya que son ellas, en último extremo, las principales garantes y beneficiarias del mantenimiento de la seguridad del sistema internacional. Nos encontramos pues en las fases iniciales de la emergencia de un nuevo sistema político-estratégico internacional, cuyos principios, instituciones y características funcionales no están todavía claramente delimitados, pero del que ya podemos destacar algunos de los elementos claves que están incidiendo en el proceso de su gestación y desarrollo. Dicho sistema podemos calificarlo de sistema de seguridad colectiva intervencionista. 26 Gráfico nº 11 Este nuevo sistema emergente conjuga actores, principios estratégicos y medios militares de los sistemas heredados del siglo XX, pero tratando de adaptarlos a las exigencias de la seguridad mundial de nuestros días, mediante la definición de nuevas funciones internacionales y el establecimiento de nuevas reglas de conducta política y militar, que operan simultáneamente en tres niveles o escenarios diferentes: mundial, regional y local. A nivel mundial, destacan la Organización de las Naciones Unidas, como la principal aunque no exclusiva organización gestora de la seguridad colectiva junto con un naciente directorio o coalición tripartita de potencias mundiales. Este directorio tripartito está configurado por los Estados Unidos, que ejercen el liderazgo político y militar pero que carecen de los recursos y la capacidad necesarios para imponer su hegemonía de forma unilateral; la Federación de Rusia, que goza de los medios nucleares, la capacidad diplomática y los recursos energéticos para influir en la política mundial pero que se encuentra todavía demasiado limitada en sus capacidades económicas y tecnológicas y, finalmente, la Unión Europea que opera a escala mundial como una potencia comercial, financiera y tecnológica pero cuyas capacidades militares siguen estando controladas por los gobiernos de las principales potencias que la integran. La coyuntural articulación de este directorio tripartito, insuficiente para hablar todavía de la existencia de un nuevo sistema estratégico mundial, ha puesto de manifiesto su neta superioridad en las capacidades políticas y militares convencionales así como el control de la mayoría de los arsenales nucleares 27 estratégicos y tácticos actualmente existentes. Además domina, junto con la R.P. de China, el proceso de decisión del Consejo de Seguridad de la ONU y con ello la legalidad y el funcionamiento del sistema de seguridad colectiva. Los miembros de este directorio son, en definitiva, los que definen los parámetros básicos de decisión política y garantizan el funcionamiento estratégico del nuevo sistema mundial. No es una casualidad que en los principales conflictos bélicos internacionales que se ha desarrollado desde finales del siglo pasado, su intervención concertada haya sido necesaria y decisiva para alcanzar una solución política o militar de tales contiendas. Ya se trate de las guerras balcánicas, de las dos guerras del Golfo de 1990-91 y 2003, de Afganistán, de la guerra del Líbano o del conflicto palestino-israelí, la intervención concertada del cuarteto (ONU+EEUU+Rusia+UE) se ha revelado necesaria, aunque no siempre suficiente, para alcanzar la resolución definitiva de tales conflictos bélicos. Sin embargo, en la medida en que los objetivos estratégicos mundiales de las potencias que integran el directorio tripartito no siempre coinciden con sus intereses nacionales y tampoco existe siempre una armonía con la legalidad exigida por el sistema de seguridad colectiva que gestiona Naciones Unidas, resulta imposible evitar que alguna de las potencias de la coalición, puesto que poseen los medios militares para ello, realicen unilateralmente operaciones de intervención bélica al margen o en contra de los criterios políticos de otros miembros o violando la legalidad internacional. Las intervención bélica rusa en Chechenia (2000-2001), de Estados Unidos en Afganistán (2001) o del Reino Unido y Estados Unidos en Irak (2003) son una buena prueba de ello. Uno de los aspectos que introduce complejidad en este nivel estratégico mundial es la existencia de un organismo supranacional, como es el caso de la UE, en el que la configuración institucional de su PESD y el desarrollo de sus capacidades militares no ha concluido todavía, dificultando con ello las posibilidades de concertación con los otros dos miembros del directorio ya que en buena medida el poder diplomático y estratégico, incluido los arsenales nucleares, sigue perteneciendo a sus dos principales potencias, el Reino Unido y Francia. 8 El segundo nivel del nuevo sistema político-estratégico, lo constituyen las potencias regionales, entre las que destacan la R.P. de China;9 la India; 8 .- En el seno de la UE existe un núcleo militar articulado a partir del eje Francia-Reino Unido, que es el impulsor del avance en la integración que sustenta la PESD. Sin embargo, el eje vertebrador de la integración política y económica descansa en el entendimiento entre Francia y la R.F. de Alemania. Ello significa que todo progreso en materia de la PESD debe desarrollarse en el marco más amplio de la PESC y, por tanto, sólo se logrará cuando existe un entendimiento tripartito Francia – R.F. de Alemania – Reino Unido, como se ha demostrado en el reciente fracaso del proyecto de Constitución Europea y comprobamos ahora en el proceso de ratificación del Tratado de Reforma que, en materia de seguridad y defensa, contiene las mismas cláusulas que en el proyecto precedente. 9 .- Aunque la R.P. de China dispone de capacidades políticas y militares para participar en el directorio, lo cierto es que durante las últimas dos décadas sólo ha aspirado a desempeñar un papel de potencia regional en el área de Asia-Pacífico. Previsiblemente esta política seguirá en la próxima década en la medida en que para los dirigentes comunistas chinos, la prioridad absoluta se sitúa en lograr el desarrollo socio-económico sin provocar una quiebra de la estabilidad política del régimen, en otras palabras, su 28 Pakistán; Japón y Australia en el área de Asia-Pacífico; Sudáfrica y tal vez Nigeria en el África Subsahariana; Turquía en la región del Cáucaso; Israel, Egipto y Siria en Oriente Próximo; Irán en Oriente Medio; Brasil en Latinoamérica; R. F. de Alemania; Italia y España en Europa Occidental y el Mediterráneo. Como puede fácilmente apreciarse, este segundo nivel presenta un alto grado de heterogeneidad política y militar ya que coexisten potencias con capacidad nuclear con otras con recursos militares convencionales, así como países con estrategias orientadas a la hegemonía regional con otros que sólo aspiran a mantener la estabilidad política y militar en sus áreas de influencia. Una de las diferencias más notables del nuevo sistema emergente respecto de períodos anteriores, radica en el hecho de que su funcionamiento político y militar descansa no sólo en la coordinación entre el directorio de potencias mundiales y la ONU sino también en la progresiva incorporación de las potencias regionales tanto al proceso de decisión como a las operaciones militares de pacificación o de intervención que se llevan a cabo. Es, por tanto, un sistema político-estratégico multilateral e incluyente, a diferencia de modelos anteriores basados en el bipolarismo y la exclusión. Por otra parte, el grado de compromiso estratégico de estas potencias regionales respecto de los miembros del concierto tripartito varía ostensiblemente. Desde los países que participan en una alianza multilateral como la OTAN, como es el caso de Turquía, a países que además constituyen, junto con el Reino Unido y Francia, el núcleo central de la PESD, como ocurre con la R. F. de Alemania, Italia y España, pasando por los países que mantienen un vínculo aliancista bilateral con Estados Unidos, como es el caso de Israel, Japón, Australia o la India, hasta las posiciones abiertamente independientes de potencias como China, Pakistán, Sudáfrica o Brasil y concluyendo en la cooperación con Rusia que caracteriza al régimen iraní. Por último, a nivel local, el sistema estratégico articula y apoya la actuación de aquellos países cuya estructura estatal está lo suficientemente consolidada para garantizar una capacidad de gestión político-militar de sus propios conflictos armados internos. Los casos de Argelia y Colombia resultan ejemplares sobre la importancia y el papel desempeñado por este tipo de países para la seguridad internacional y frente a los cuales aparecen aquellos otros cuyas estructuras estatales son incapaces de enfrentar el reto a la seguridad interior que suponen los grupos insurgentes o terroristas y las organizaciones de criminalidad internacional (narcotráfico; tráfico de seres humanos; etc.), constituyendo los que se denominan Estados fallidos (Failed States). Por lo que atañe al tipo de operaciones bélicas que se están desarrollando por el nuevo sistema estratégico en proceso de gestación, podemos destacar dos categorías: las operaciones de pacificación y las operaciones de intervención. Las primeras corresponden al ámbito de la seguridad colectiva que decide Naciones Unidas aunque, cada vez más, son ejecutadas por organismos principal preocupación estratégica no se encuentra en el nivel mundial sino en el ámbito interno de su propio país. 29 regionales de seguridad como la OTAN, la UE, la OSCE o la UA, mientras que las segundas se caracterizan por decidirse con criterios estrictamente políticomilitares por las potencias del directorio, incluso en abierta violación de la legalidad internacional, atribuyendo su ejecución bien a las propias potencias, a organizaciones aliancistas o a coaliciones multinacionales creadas específicamente para cada conflicto bélico. La amplia experiencia adquirida en las últimas dos décadas en las operaciones de pacificación, con 47 operaciones entre 1988 y 2006, ha permitido decantar una doctrina estratégica y operativa cada vez más depurada y eficaz. No ocurre lo mismo con las operaciones de intervención, especialmente a escala internacional, ya que las experiencias de Kosovo (1999) y de Irak (2003), que son las más significativas, no solamente fueron notablemente distintas en sus actores, evolución y consecuencias, sino que resultan excesivamente escasas para extraer lecciones aprendidas sobre las que sustentar una nueva concepción estratégica y operativa. Este análisis del panorama estratégico mundial a comienzos del siglo XXI evidencia cuatro rasgos característicos que la mayoría de la doctrina coincide en destacar: incertidumbre política, complejidad funcional, globalización operativa e intervención integral. La incertidumbre política es una resultante directa de la ausencia de un sistema político-militar mundial claramente dominante. Ello no sólo impide saber quién manda sino también los intereses prevalentes y las normas políticas y jurídicas que deben acatarse. El criterio del interés nacional que constituyó el referente político inexcusable de los gobiernos durante los siglos anteriores, se está diluyendo en un mundo en el que la seguridad nacional y la seguridad internacional resultan cada vez más difíciles de disociar y, por tanto, la seguridad, la estabilidad y la paz internacionales se convierten en objetivos prioritarios del interés nacional de cada país o, al menos, de las potencias mundiales y regionales. Ello impone a estas potencias, la necesidad de asumir como parte de su propia seguridad nacional, la defensa o la restauración del orden político interno de otros países bien sea porque afectan a sus ciudadanos, a sus intereses económicos o, simplemente, para evitar las amenazas o ataques procedentes de tales países. Sin embargo, es evidente que los límites entre las exigencias que impone este intervencionismo militar internacional, incluso cuando se realiza en el marco de operaciones de pacificación, y los esfuerzos compatibles con la propia estabilidad y seguridad nacionales son cada vez más difusos y, por consiguiente, más difíciles de plasmar en las decisiones políticas y estratégicas de largo plazo que son, por otra parte, las que necesita el sistema internacional. El resultado de esta incertidumbre política ha provocado la falta de objetivos políticos claros y la incapacidad para formular el estado final deseable 30 (desirable end state) que debe realizarse antes de cualquier intervención militar y que se puede apreciar en los principales conflictos bélicos que han jalonado las dos últimas décadas. Ello ha dejado como saldo la recurrencia de sucesivas guerras por las mismas causas y en los mismos lugares o la continuidad de los conflictos armados durante decenios. Ejemplos significativos de las primeras son las dos guerras de Chechenia; las guerras en Irak de 1991 y 2003 o las guerras en Croacia; Bosnia-Herzegovina y Kosovo entre 1991 y 1999. Como casos significativos de la segunda categoría se encuentran el conflicto palestino-israelí y las guerras en Afganistán; Sudán o Somalia. Una parte significativa de esta incertidumbre política está ocasionada por la creciente complejidad funcional que vienen experimentando tanto las sociedades nacionales como la sociedad mundial. En efecto, la tradicional distinción entre lo intereses y objetivos políticos, económicos o culturales que imperó durante las décadas precedentes, ha dado paso al reconocimiento de una concepción de la seguridad multidimensional y, por tanto, más compleja. Ello significa que los objetivos políticos de las intervenciones militares del presente siglo, deben incluir las prioridades económicas, sociales y culturales de los países y también del conjunto de la comunidad internacional, lo que no sería novedoso ni problemático a no ser porque en la actualidad, los antagonismos de intereses y grupos de estas tres dimensiones son, al mismo tiempo, nacionales e internacionales y se dirimen simultáneamente mediante actuaciones violentas y no violentas. La tercera característica del emergente escenario estratégico mundial consiste en el alcance global del teatro de operaciones. A diferencia de las grandes contiendas de la primera mitad del siglo XX, denominadas mundiales más por sus efectos que por el alcance de sus operaciones, la globalización operativa político-militar se desarrolló inicialmente asociada al sistema de disuasión nuclear aunque en las dos últimas décadas, y ello es lo novedoso, ha alcanzado también a la dimensión militar convencional. En la actualidad, cualquier guerra, tradicional o irregular, desencadenada en un país o una región del planeta, puede terminar internacionalizándose militarmente y amenazar los intereses y la seguridad mundial, exigiendo por ello una respuesta militar que debe disponer de una capacidad de proyección y operatividad militar a escala global y no sólo local o regional. Son muy pocos los países que cuentan con esta capacidad de proyección de fuerza a escala global y la necesaria sostenibilidad logística para enfrentar una contienda con una duración de medio o largo plazo. Ello convierte a estos países en las potencias dominantes del nuevo sistema estratégico mundial pero, al mismo tiempo, les impone la carga de garantizar la paz y estabilidad de dicho sistema movilizando sus recursos militares cuando tales condiciones se ven alteradas o amenazadas. La inmensidad del reto que supone la globalización operativa induce en las grandes potencias la necesidad de abordarlo de forma conjunta, lo que requiere un mínimo consenso político entre ellas, compartiendo las cargas con 31 las potencias de la región donde se desarrolla el conflicto armado. En otras palabras, la globalización operativa exige el multilateralismo ya que ningún país, incluido Estados Unidos, puede abordarla de forma efectiva y sostenible unilateralmente. Finalmente, el contexto estratégico internacional de los inicio del siglo XXI requiere que las amenazas o los conflictos armados se aborden con intervenciones integrales, es decir que incluyan todas las etapas del desarrollo de un conflicto amado, desde las situaciones de crisis hasta la gestión de las condiciones de reconstrucción y estabilización postbélicas. Como se ha podido comprobar en todas las contiendas que se han desencadenado durante los últimos años, las medidas de alerta temprana y de carácter preventivo que han podido resultar muy útiles para evitar la escalada de algunas crisis, se han revelado ineficaces para resolverlas. Sin embargo, también se ha podido constatar que el éxito militar por sí solo no ha bastado para garantizar la convivencia, la paz y la estabilidad política tras el conflicto armado. La naturaleza completa o integral que deben adquirir las intervenciones estratégicas de nuestros días, imponen la necesidad de contar con los medios y las actuaciones de distintos actores internacionales además de los estados. Junto a organismos intergubernamentales como Naciones Unidas o la Unión Europea, se requiere también la actuación de organizaciones no gubernamentales, empresas multinacionales o medios de comunicación, buscando alcanzar unos objetivos comunes y de conformidad con unos programas planificados conjuntamente que, sin embargo, hasta ahora no han logrado articularse más allá de las declaraciones oficiales bienintencionadas. La concurrencia de los tres sistemas de seguridad en los inicios del siglo actual está provocando una serie de consecuencias que introducen importantes variables de incertidumbre en la planificación estratégica y graves e imprevisibles riesgos en la actuación táctica y logística de las que se empieza a tener una clara conciencia aunque todavía no se sabe como abordarlas y resolverlas, en buena medida debido a que el nuevo sistema de seguridad mundial no ha terminado de decantarse y consolidarse todavía. 32 2º- ESPAÑA ANTE LA EVOLUCIÓN DE LA DEFENSA EN LA SOCIEDAD INTERNACIONAL ACTUAL Dibujadas las líneas maestras del escenario estratégico mundial y definidos los perfiles de las principales formas de conflictividad violenta que deberán enfrentarse durante los próximos años, disponemos de los elementos necesarios para evaluar la política de seguridad y defensa de nuestro país, así como los cambios que deberán realizarse para adaptarla a las nuevas realidades estratégicas mundiales. 1.- La posición de España en el mundo actual Es un lugar común la afirmación de que España, a pesar de sus limitaciones territoriales y demográficas ha alcanzado durante las tres décadas de su democracia una transformación política, económica y cultural que la sitúan como una clara potencia media a escala mundial y una importante potencia regional en las áreas euroatlántica y mediterránea. En efecto, desde la perspectiva mundial España contaba en 2007 con un PIB de 1,4 billones de euros en 2007 (8ª posición mundial) y, lo que es más importante, una distribución de esta riqueza más equitativa que la de Estados Unidos; Reino Unido o Italia. El Indice de Desarrollo Humano (IDH) español en 2005 era superior al del Reino Unido; Alemania o Italia. En el terreno de las nuevas tecnologías, los 952 abonados a teléfonos móviles por cada 1.000 habitantes en 2005, la situaba por delante de países como Francia; Estados Unidos o Japón. En el área euroatlántica, incluida Rusia, España constituye la 6ª potencia económica y la 9ª potencia demográfica. 10 El análisis de la situación militar de España la sitúa en una posición muy relegada (32ª) en el contingente de sus tropas, debido a su profesionalización, sin embargo el gasto en defensa que en 2007 ascendió a 8.052 millones de euros corresponde al de la 14ª potencia del mundo, a pesar de que este presupuesto sólo equivale al 1,1 % del PIB muy lejos de lo que corresponde a En definitiva, los datos evidencian que España constituye una potencia económica y político-militar media a escala mundial, una posición que se refuerza por su activa participación durante los últimos años en tres organismos con una decisiva proyección estratégica internacional: la ONU; la OTAN y la UE. Los compromisos políticos y militares derivados de su pertenencia a estas tres organizaciones, le imponen a España la necesidad de desarrollar su proyección exterior con una perspectiva acorde a su posición mundial. Lejos quedaron los años en los que el Gobierno español evaluaba su política de defensa en términos de intereses y amenazas procedentes de nuestro entorno regional 10 PNUD.- Informe sobre Desarrollo. Humano 2007-2008. La lucha contra el cambio climático: Solidaridad frente a un mundo dividido.- Nueva York, 2007; págs.. 231. 33 más próximo y el eje Baleares – Estrecho – Canarias constituía el centro de gravedad de la estrategia defensiva española. Sin negar la evidente importancia que posee el control y protección de este eje ante las nuevas amenazas como el terrorismo yihadista, las operaciones del crimen internacional organizado y los movimientos migratorios ilegales, ninguna autoridad política española puede ignorar que el interés de seguridad nacional incluye el compromiso de colaborar militarmente con nuestros aliados europeos, con Estados Unidos y con la ONU en aquellas misiones de pacificación, incluidas las de imposición de la paz, cualquiera que sea el escenario geopolítico en donde se realicen y la duración que requieran. 11 Esta doble dimensión de España como potencia, mundial y regional, todavía no asimilada plenamente por la propia sociedad española y sus dirigentes políticos, ha constituido la principal causa de confusión y disfuncionalidad en la elaboración y ejecución de nuestras políticas exterior y de seguridad y defensa. Mientras nuestros intereses estratégicos, económicos y culturales se han extendido al conjunto de la sociedad mundial, obligándonos a actuar en países y a enfrentar situaciones críticas a las que hace tan sólo dos décadas podíamos permanecer ajenos, los medios humanos y materiales habilitados para hacer frente a estas nuevas exigencias se mantienen en cuantía y condiciones similares a los de una potencia exclusivamente regional. 12 Esta discrepancia entre necesidades y medios disponibles, entre objetivos y actuaciones de nuestras políticas exterior y de seguridad y defensa, hipoteca la credibilidad de nuestros compromisos internacionales y con ello la posición internacional de España a la hora de defender sus intereses nacionales, sin que nos exima de tener que participar en las misiones militares que se deciden en los organismos internacionales a los que pertenecemos. Por ese motivo, su resolución además de requerir el tan reiterado pacto de Estado sobre la política exterior, que debería extenderse también a la política de seguridad y defensa, exige un acuerdo político básico para incrementar los recursos humanos y modernizar los medios materiales que hagan factibles tales políticas. Pacto de Estado y acuerdo político que resultarán difíciles de adoptar en una época de crisis económica y de restricciones presupuestarias, pero sin cuyo concurso seguirá deteriorándose la posición de España en el 11 .- Romero Bartumeus,L. .- “La relevancia del Estrecho en el planeamiento estratégico español”.- ARI Nº 181 (2004); págs.. 12 En el ámbito de la política exterior resultan verdaderamente reveladores dos documentos: “España en el mundo: La modernización del servicio exterior”. Conferencia del Sr. Ministro de Asuntos Exteriores en la Escuela Diplomática (13 Junio de 2001).- Revista Española de Derecho Internacional; Vol. 52, Nº 2, 2000 , pags. 639-652 Comisión para la reforma integral del servicio exterior. Ministerio de la Presidencia.- Informe sobre la Reforma del Servicio Exterior español.- 20 Junio 2005. (http://www.maec.es/SiteCollectionDocuments/Documentos/informe_CRISEX.pdf) Por lo que atañe a la política de defensa, véase: Ministerio de Defensa de España.Libro blanco de la defensa 2000.(http://www.resdal.org/Archivo/d0000128.htm ) Ministerio de Defensa de España.- Revisión Estratégica de la Defensa.- Madrid, 2002 (http://www.mde.es/descarga/red.pdf ) 34 mundo, sin que por ello mejoren las condiciones sociales y económicas internas. 2.- La política española de paz y seguridad Desde que en 1989 España se involucró en las primeras misiones internacionales de pacificación, progresivamente se ha ido desarrollando la dimensión de paz y seguridad como uno de los componentes centrales de la política de defensa. 13 La Directiva de Defensa Nacional 1/92 incluyó entre los objetivos de la defensa nacional: “Tercero. Contribuir a la seguridad y defensa colectivas con nuestros aliados, según lo dispuesto en los compromisos internacionales suscritos por España. Cuarto. Colaborar en el fortalecimiento de las relaciones pacíficas entre las naciones y especialmente en nuestro entorno geográfico” Durante los tres últimos lustros, la dinámica de los conflictos armados internacionales y la progresiva articulación del nuevo sistema de seguridad colectiva intervencionista, han terminado imponiendo una creciente participación de las FAS españolas en el escenario estratégico mundial. 2.1.- Las Fuerzas Armadas españolas y su contribución a la paz y la seguridad internacionales Desde 1989 hasta la actualidad las FAS españolas han participado en 52 misiones internacionales realizadas en 32 países, de las que 9 permanecen todavía activas, más una participación extraordinaria de cooperación militar con el Gobierno de Guinea Ecuatorial entre 1979 y 1989. 14 Este número de misiones resulta verdaderamente significativo si se compara con las 63 operaciones de paz realizadas por Naciones Unidas entre 1948 y 2008. 15 Desde el punto de vista de los contingentes militares movilizados para las operaciones de paz, la contribución española ha sido muy importante no sólo por la cantidad de las tropas sino también por la eficacia demostrada en las misiones realizadas. 16 Ello unido a la larga duración de algunas de las 13 Iglesias Velasco, Alfonso J.- “El rumbo marcado por la nueva Directiva de Defensa Nacional”.Revista Electrónica de Estudios Internacionales, nº 9 (2005) (http://www.reei.org/reei9/A.Iglesias(reei9).pdf ) 14 Véase el cuadro resumen elaborado por el Ministerio de Defensa en: http://www.mde.es/contenido.jsp?id_nodo=4403&&&keyword=&auditoria=F En las misiones realizadas por España se incluyen tanto las misiones de paz de NN.UU. como las realizadas por mandato de la OTAN; la UE y la OSCE. 15 Véanse los datos oficiales de Naciones Unidas: http://www.un.org/spanish/peace/dpko/bnote.htm Marrero Rocha, I.C.- La participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones de paz.- Edit. Plaza y Valdés, Villaviciosa de Odó;. 2007. 16 El total de militares que han participado en misiones de paz asciende a 72.000. El pasado 29 de Mayo de 2008 el Congreso autorizó el despliegue de 190 militares en el Chad y Líbano que sumados a los 2.853 soldados destinados en misiones internacionales superan el límite de 3.000 soldados establecido por el Gobierno, por lo que se ha decidido también retirar el número de militares que supera este límite. 35 misiones ha supuesto un importante esfuerzo humano y financiero para las FAS, pero también le ha proporcionado, tanto a la oficialidad como a la tropa, una decisiva experiencia militar en conflictos armados gracias a la cual han mejorado su operatividad y eficacia, incluyendo la participación en unidades multinacionales. 17 El peso decisivo alcanzado en la política española de seguridad y defensa por la participación en las misiones internacionales que, en buena medida, traduce nuestro compromiso como miembros de las principales organizaciones estratégicas, está fielmente reflejado en la Directiva de Defensa Nacional 1/2004 de 30 de Diciembre. Esta es una dimensión altamente apreciada por la opinión pública española que, sin embargo, se ha desarrollado carente de un marco normativo específico interno que regulase las competencias de los principales poderes del Estado en las decisiones y el control (ex ante y ex post) de su ejecución. 18 Hasta la reciente Ley Orgánica 5/2005 del 17 de Noviembre de la Defensa Nacional, las decisiones de participación militar en misiones internacionales se adoptaron por el Gobierno con escasa intervención del Congreso y del Senado que tampoco ejercieron un control político y jurídico importante sobre el desarrollo y consecuencias de tales misiones, al carecer de unos criterios de legalidad y oportunidad política claros. De este modo se consagró un creciente divorcio entre la importancia alcanzada por la actuación internacional de las FAS españolas y la intervención de instituciones políticas tan relevantes como el Parlamento que, a medio plazo, condicionó el necesario apoyo político, económico y social que requerían las tropas españolas desplegadas internacionalmente. Semejante discordancia ha incidido directamente en la coherencia de los objetivos asignados y la continuidad de la participación española en las misiones internacionales por las que las FAS han pagado un alto precio en vidas humanas. Desde que se inició la participación de las FAS españolas en misiones internacionales han fallecido 144 militares y 3 policías, de los cuales 81 han sido víctimas de accidentes aéreos y 14 lo fueron por accidentes con BMR, además de las bajas ocasionadas por ataques y atentados con explosivos y minas. El 75 % de los fallecidos, 109 víctimas mortales, se concentran en las misiones desarrolladas en Afganistán, con 85, y Bosnia-Herzegovina con 23. 17 El coste financiero de la participación española en las misiones de paz hasta el presente supera los 3.500 millones de €. 18 Véase los último estudio de opinión: Díez Nicolás, J.- La opinión pública española y la política exterior y de seguridad. Informe INCIPE 2006.- Edit. INCIPE. Madrid, 2006. Real Instituto Elcano.- Decimooctava oleada del barómetro del RIE (Junio 2008).(http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/!ut/p/kcxml/04_Sj9SPykssy0xPLMnMz0vM0Y_QjzK LN4k3dAoASYGYTn76kShCBvGOCJEgfW99X4_83FT9AP2C3NCIckdHRQBkABcu/delta/base64xml/L3 dJdyEvd0ZNQUFzQUMvNElVRS82XzRfTUU! ) Noya, J.- “La opinión pública española y las misiones de las fuerzas armadas en el exterior”.- ARI, nº 121 (2007). Véase en: http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT= /Elcano_es/Zonas_es/Imagen+de+Espana/ARI+121-2007 36 Sólo durante el año 2007 se produjeron 15 muertos en misiones internacionales de los que 9 lo fueron por atentados. 19 La importancia de estas cifras revela que la política española de paz y seguridad ha pasado a convertirse en uno de los principales instrumentos de la proyección internacional de España y el núcleo más importante de articulación de su política de defensa, con un alto coste humano que exige un planeamiento adecuado de las capacidades que el país deberá destinar a las misiones internacionales en los próximos años y, sobre todo, de los medios materiales que deberá poner a disposición de las FAS para que desempeñen sus operaciones con el menor riesgo posible. 2.2.- Las Fuerzas Armadas españolas, exterior imagen de España en el Desde nuestra perspectiva, una concepción actual y de futuro de la defensa y de toda la seguridad está relacionada, también y por encima de todo, con cuestiones de redes sociales, de información y conocimiento y de imagen y representación. Ya en 1927 opinaba Lasswell 20 que estos factores sociales eran una buena alternativa de control y orden social en relación con la policía e incluso con el ejército porque eran más eficaces, eran más baratos y además no dejaban sangre. El corazón de la defensa en la actualidad está en saber leer y anticiparse a las iniciativas adversas, en condicionar el movimiento de los rivales o reducirlos al silencio, en conocer al adversario o contrincante en sus razones precisas y más auténticas, en “saber” adaptarse a las emergencias, bien anulándolas a priori, bien redimensionándolas, en conseguir que adversarios u oponentes se avengan a pactos y renuncien a las hostilidades, en ganar márgenes de inviolabilidad. En nuestro tiempo, además, cuando las acciones de los ejércitos se llevan a cabo predominantemente en el exterior, en conflictos ajenos y con misiones de pacificación e intermediación, el papel de esas funciones de redes sociales, conocimiento e imagen se incrementan hasta convertirse en fundamentales. El ejército español en Kosovo o en Afganistán, por ejemplo, personifica por encima de todo el concepto, la imagen, la representación de España. Las Fuerzas Armadas son, en esas situaciones, un representante de España actuando como agente de intermediación y pacificación en conflictos ajenos y dentro de organismos y decisiones internacionales. Juegan, por ello, como “marca España” en varios terrenos: en el propio del conflicto –en relación a los contrincantes en Afganistán, por ejemplo-, en relación a sus aliados y en 19 .- Según datos oficiales de Naciones Unidas, en las misiones de paz desarrolladas desde 1948 hasta mediados de 2007, se produjeron un total de 2.474 bajas. En estos datos España aparece con 29 bajas sufridas en las misiones: UNTAET 1; UNPROFOR 15; UNOHCI 1; UNMIK 3; UNIFIL 7; ONUSAL 1 y MINUGUA 1, cifras que contrastan con las 114 bajas de Canadá, las 99 del Reino Unido, las 98 de Francia, las 63 de Estados Unidos y las 45 de Italia. Véase: http://www.un.org/spanish/peace/dpko/ops/fatalities.html 20 LASSWELL,H., Propaganda in the World War I, New York, 1927 37 cumplimiento de las misiones que los organismos internacionales –ONU u OTAN, por ejemplo- le han encomendado, en relación a sí mismos y la sociedad, nación y pueblo –español en este caso- a quien representa. En todas esas funciones opera y es eficaz sólo atendiendo a las facetas a que nos referimos de relaciones públicas, información, representación e imagen. Aparentemente no se trata de nada novedoso. Todos los ejércitos cuentan con unidades operativas encargadas de la información, de las relaciones con la población local, de la comunicación interna y cuidado psicológico de los soldados, etc. Siempre han sido estos factores componentes básicos de la estrategia militar y no es casual que la propaganda científica se haya desarrollado en relación directa con las guerras y con los grandes conflictos y haya tenido a los ejércitos como primeros protagonistas21. Lo que queremos aquí resaltar por ello no es que los militares se ocupen en sus operaciones de información y de las relaciones con la población implicada porque esas son prácticas antiguas, sino una cuestión de prioridades, de enfoque y de principios estratégicos. Los ejércitos, como la mayor parte de las grandes corporaciones, tienen asumido que es imprescindible ocuparse de la información y de la opinión pública. Pero suelen reducirlo a una concepción instrumental y de herramienta. Ninguna institución renuncia al conocimiento de la competencia: es el punto de partida de cualquier actividad de planificación. Pero suelen reducirlo a la recogida de información, al “mapeado” de opiniones, características y fuerzas del sector, a los valores y debilidades propias y del adversario. Tampoco ninguna institución renuncia al uso de su marca y a los juegos de influencia que la misma le permite, pero suele hacerlo con el uso de herramientas e instrumentos que desarrollan estrategias definidas desde otros parámetros que, aunque no puedan despreciarse, han dejado de ser dominantes. En definitiva, que aunque no convenga olvidarse de Clausewich ni de Tucídides o Napoleón, es más importante en los conflictos actuales conocer y manejar técnicas de redes sociales y de comunicación22. Una concepción moderna y de futuro de la defensa y de la seguridad es sobre todo cuestión de conocimiento (de información organizada) o de saber y es cuestión de reputación Reputación es un excelente y utilísimo concepto con una doble significación. Por una parte tiene un significado estratégico absoluto: responde al definitivo redescubrimiento del “cliente”y del público como entidad origen y objeto de cualquier actividad e iniciativa, a focalizar toda la actividad de las instituciones y empresas desde el cliente final (“market focus”). En el origen de cualquier actividad social y pública está la confianza, la credibilidad: eso es la reputación, la fe inicial y la respuesta, el retorno, que el individuo interlocutor da a la posición de la institución en la sociedad. Es por lo mismo el origen y el objetivo de las estrategias de cualquier institución. Por otra parte la reputación es un valor contable, un índice que –como los índices de bolsa de valores- fija y determina la posición, tanto relativa como neta, del valor de los intangibles de cualquier institución y empresa. Se trata de un índice contabilizable, medible y 21 TIMOTEO ALVAREZ,J., Historia y Modelos de Comunicación en el siglo XX, Ariel, Barcelona, 1987 y Círculo de Lectores, Madrid, 1989. Varias ediciones. 22 DEBRAY, R., Le Feu sacré, fonctions du religieux, Fayard, Paris, 2003 38 de referencia. El valor final y el precio de mercado de un bien, servicio o producto cualquiera viene determinado por su utilidad (valor de uso) más su valor inmaterial, de signo o equivalente. Es viejo pensamiento económico: Marx, reconociendo que los productos tenían un valor de uso y un valor de cambio; Schumpeter, dando por supuesto que los componentes de valor de un bien económico son materiales e inmateriales; Braudillard, añadiendo a los valores de uso y cambio el valor de signo, etc.. La fijación, la determinación de ese doble significado, estratégico y contable, viene establecida por una tetralogía, por la necesidad de gestionar –de manejar- hasta cuatro variables. La primera de ellas genera simpatía, proximidad, y queda establecida por la función “ser” (quién soy) o, en argot profesional, por la función “marca”; la segunda viene establecida por el reconocimiento de la eficacia, del saber hacer, de la utilidad (qué hago, en qué puedo ser útil); la tercera se define y regulariza directamente en las relaciones, en la interfaz, en el intercambio e interactividad entre “ofertante” de servicios y “fuente”/”reclamante”/demandante de tales servicios; la cuarta y última es el índice, el valor contable que mide y establece numéricamente el peso cuantitativo y cualitativo de todo el proceso: se trata con precisión de lo que en el argot profesional se denomina “reputación”. Estratégicamente, por tanto, la posición de una unidad de defensa en un concreto escenario viene valorada por un índice –reputación- que incluye el valor de la marca, la conciencia que ese escenario tiene de la utilidad y eficacia de la unidad más la colaboración, cooperación o implicación activa que dicha unidad consigue extraer de dicho escenario Gestión de Intangibles SER = MARCA ÆSIMPATÍA INTERFAZ COOPERACIÓN EFICACIA SABER HACER REPUTACIÓN 39 Cuando hablamos entonces de Gestión de la Reputación nos referimos a cuatro ámbitos de actividad: la gestión de la identidad corporativa y de la marca; la gestión (el manejo a favor de una significación positiva) de la eficacia, del conocimiento y de la experiencia; la gestión de las relaciones con el escenario y el entorno (asuntos externos, comunicación externa, relaciones públicas); y, también, la gestión de la reputación propiamente dicha, es decir, el cuidado y manejo de la respuesta que la sociedad ofrece a la triple oferta que la entidad le da y propone: no es prudente dejar que esa respuesta sea “pura” porque nunca lo será, porque agentes competidores y situaciones ajenas a la entidad en cuestión influirán voluntaria e involuntariamente sobre la reacción social, sobre la respuesta. Las Fuerzas Armadas se han situado como una Institución española de representación exterior con un peso propio, equivalente a otras instituciones oficiales (Asuntos Exteriores, Instituto Cervantes…) o para oficiales (Cámaras de Comercio…) y en paralelismo a marcas no institucionales que, en el caso de España, están incrementando en forma rápida su posición y presencia23 . La gestión de marca (“brand”) origina en primer lugar conocimiento (notoriedad), el que sea espontáneamente reconocida como un nombre (marca) que “suena”; en segundo lugar reconocimiento o identificación con valores propios de un país; en tercer lugar simpatía, proximidad, que se traduce en anhelo por entrar en contacto y desarrollar el proceso completo de reputación a que arriba nos referíamos24. El problema no menor está en que mientras la opinión reconoce al Instituto Cervantes, por ejemplo, un exponente normalizado de la “marca España” no suelen aparecer las Fuerzas Armadas españolas en los esquemas y casos de análisis al respecto. Un programa de Gestión de la Reputación implica por ello una visión integrada y, sobre todo, un posicionamiento estratégico de todo lo que en el argot convencional se define como gestión de marca, marketing corporativo, comunicación externa, asuntos públicos (“public affairs”), relaciones públicas y similares. Todos esos conceptos son más que un paquete de temas (“issues”) funcionales manejados por las ya existentes y separadas áreas de relaciones gubernamentales, comunicación, operaciones o similares. Se sitúan en el corazón de la dirección estratégica última, soportados por una estrategia unificada y horizontal que afecte a todos los “constituents”, es decir, a todas aquellas organizaciones o individuos cuyas actitudes y comportamientos influyan y faciliten el logro de los objetivos. 23 El estudio de la “MARCA ESPAÑA” está teniendo en los últimos años y por fin una atención digna a través sobre todo de dos programas o proyectos. Uno, menos conocido, dentro del Plan Estratégico del ICEX 2006-2010 (www.exportapymes.com) . Otro a través del “Proyecto Marca España” liderado por el Real Instituto Elcano y en colaboración con el “Foro de Marcas Renombradas Españolas” y con Dircom (Asociación de Directores de Comunicación de España). Según datos recientes de este Foro de Marcas, las de mayor reconocimiento como “marcas españolas” son “Real Madrid” y “FCBarcelona”, mientras que las de “mayor notoriedad espontánea” (los nombres más conocidos aunque no necesariamente identificados con España) son “Zara”, “Mango”, “SEAT”, “Camper” e “Iberia”. 24 Es sabida la identificación de determinadas marcas con los correspondientes países: Alemania es eficacia es Mercedes; Italia es diseño es Fiat o Ferrari, etc.. España carece aún de tal identidad y en buena medida se mueve todavía con viejos tópicos (toros, flamenco). Resultado de la gestión de la marca España debe ser identificada con los conceptos de “juventud, equipo, innovación, creatividad y talento”. Para ello son utilísimos la Selección de Futbol, Nadal, Corredor, como lo son el Banco de Santander o Telefónica o Zara o CustoBarcelona. 40 3.- La modernización de las Fuerzas Armadas españolas: una tarea inconclusa El proceso de modernización que ha experimentado el Estado español durante las tres décadas de democracia es un hecho indiscutible, como también lo es que una de las instituciones de la Administración Central que más ha contribuido a esa modernización son las FAS. En efecto, desde la Ley Orgánica 6/1980 de 1 de Julio sobre Criterios Básicos de la Defensa Nacional y la Organización Militar hasta la reciente Ley Orgánica 5/2005 de 17 de Noviembre de la Defensa Nacional, las FAS españolas han pasado de ser un ejército de recluta obligatoria a ser un ejército profesional. Los cambios alcanzan desde la concepción de una defensa del territorio nacional hasta la activa participación en el sistema de seguridad colectiva mundial. Desde la organización de las FAS como un poder autónomo dentro del Estado al pleno sometimiento legal, orgánico y funcional a las instituciones civiles del Estado democrático. Desde la configuración de un ejército adscrito territorialmente a las diversas capitanías hasta la articulación como unas fuerzas armadas capaces de proyectar sus operaciones a escala mundial y actuar en combinación con los ejércitos de las principales potencias mundiales. Este profundo, complejo y no siempre fácil proceso de modernización de las FAS españolas ha sido la resultante de dos importantes fuerzas impulsoras. Por una parte la instauración del régimen democrático y el Estado de derecho, que impuso la necesidad de cambiar no sólo la orgánica y el funcionamiento del Ejército sino también sus propios valores y principios, hasta convertirlo en el único instrumento del estado capaz de movilizar los recursos humanos y materiales necesarios para hacer frente a las exigencias de la defensa y la seguridad de la sociedad española, no sólo frente a posibles ataques o agresiones del exterior sino y muy especialmente para aquellas situaciones de riesgo o amenaza surgidas en el interior del país cuyo alcance social y/o territorial excede las capacidades de los órganos civiles de la Administración estatal. La segunda fuerza de modernización procedió del contexto internacional especialmente tras la desaparición de la bipolaridad político-militar y la recuperación del sistema de seguridad colectiva. En el nuevo escenario estratégico mundial, al que España se fue incorporando gradualmente como consecuencia de su incorporación a organizaciones como la OTAN o la UE, las FAS asumieron funciones que hasta ese momento no habían desempeñado y para las que se requerían una nueva formación de sus oficiales y de su tropa, una nueva estructura orgánica, nuevas doctrinas y, naturalmente, nuevos medios materiales. El proceso iniciado en 1983 con el Plan de Modernización del Ejército de Tierra (plan META), tenía como objetivo satisfacer las exigencias nacionales de modernización del pilar central de las FAS que era el Ejército de Tierra. Su objetivo principal fue la transformación de una estructura militar territorial a una estructura militar operativa siguiendo criterios de eficacia y funcionalidad. 41 “Sus principales logros fueron la reducción del número de capitanías generales que pasaron de nueve a seis, la disolución de 116 unidades y una espectacular rebaja del 50 % del contingente. Sin embargo, la meta final no se alcanzó, debido a que el objetivo propuesto – organizar un ejército pequeño y bien dotado de medios – se frustró al no programarse el plan complementario de inversiones armamentísticas que compensara la reducción de efectivos.” 25 El Plan RETO (1990) prosiguió los cambios iniciados por el Plan META al adaptar la orgánica de las unidades a la reducción del período del servicio militar y facilitar una modernización de material militar. Pero el cambio sustancial que crearía las condiciones para una profesionalización e internacionalización de las FAS se llevó a cabo con el Plan de Nueva Organización del Ejército de Tierra (Plan NORTE) desarrollado entre 1994 y 1999. El Libro blanco de la defensa 2000, constituyó el esfuerzo por sistematizar las necesidades, tanto humanas como materiales, orgánicas y funcionales de las FAS españolas a partir de un análisis prospectivo del escenario estratégico nacional y mundial en los inicios del nuevo milenio. La mayor parte del proceso de transformación experimentado por la política de defensa española y, como consecuencia de ello, del Ejército durante los años posteriores ha sido la ejecución de los objetivos y planes recogidos en este documento. Pero la experiencia adquirida durante el transcurso de los ocho años posteriores ha revelado algunas importantes limitaciones en la definición de los riesgos y amenazas que debía enfrentar la política de defensa española, ya fuese desde su perspectiva nacional como en su dimensión internacional. Ello está obligando al Gobierno a asumir una nueva evaluación estratégica más acorde con la realidad internacional del presente y con la posición que España ha adquirido en el mundo, tal y como expuso la Ministra de Defensa en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados el pasado mes de Junio: “Señorías, la nueva Directiva de Defensa Nacional (que supondrá el inicio del nuevo ciclo de Planeamiento) y que presentaré en esta Cámara en el próximo periodo de sesiones para así compartirla con esta Comisión antes de solicitar su aprobación al Presidente del Gobierno; la nueva Directiva Nacional, les decía, contendrá el mandato de elaborar la Estrategia de Seguridad y Defensa. Su elaboración supondrá, como ya indicaron otros Ministros en sus primeras comparecencias parlamentarias, un trabajo conjunto entre varios departamentos para poner en común objetivos y recursos dada la trascendencia y la magnitud de los nuevos desafíos de seguridad.” 26 25 Puell de la Villa, F.- “Política de defensa y política militar en el siglo XX”.- Claves de la España del siglo XX. Estudios.- Edit. Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. Valencia, 2001; pág. 16. 26 Comparecencia de Carme Chacón ante la comisión de Defensa del congreso de los Diputados para informar sobre las líneas generales de la política de defensa.- 30 junio de 2008. (http://www.mde.es/actu_ministro/intervenciones/COMPARECENCIA_08_JUN.pdf ) 42 Resulta crucial que se aborde esta nueva fase de la modernización de las FAS españolas con un amplio apoyo político y social, pero no menos crucial resulta la necesidad de que la evaluación estratégica y el planeamiento que de ella resulte se realicen basándose en un riguroso estudio de la evolución futura de los riesgos y amenazas en los escenarios nacional e internacional. Sólo de ese modo se podrán definir con precisión los objetivos que deberán cumplir las FAS y las capacidades necesarias para alcanzarlos. Si se desea que la modernización de la política de defensa española sea verdaderamente eficaz deberá realizarse pensando más en los retos de la España y el mundo de la próxima década que en los conflictos y las amenazas del pasado. 43 3º.- CONDICIONES PARA LA OPTIMIZACIÓN DE LA DEFENSA ESPAÑOLA La inevitable modernización e internacionalización de la política de defensa española, sólo será verdaderamente efectiva si genera una mayor seguridad para el Estado y la sociedad española y, además, refuerza la confianza y credibilidad de nuestros aliados. Para ello resulta imprescindible establecer unos criterios claros de optimización de la defensa, gracias a los cuales se corrijan las deficiencias que aquejan al proceso de definición estratégica y planeamiento de la política de defensa, se incrementen las dotaciones presupuestarias y el equipamiento de las FAS y se mejore su imagen y el respaldo de la opinión pública, desterrando viejos estereotipos sobre el militarismo propios del régimen anterior y de la época de bipolaridad. 1.- Requerimientos económicos e innovación tecnológica Aunque durante los últimos años se ha realizado un incremento de la dotación presupuestaria para Defensa, especialmente destinado a mejorar la retribución del personal militar y civil de las FAS, la cuantía sigue siendo claramente insuficiente si la comparamos con otros países europeos o si se contrasta con el número e importancia de las misiones que desempeñan las tropas españolas en el extranjero. Gráfico nº 12 : Evolución del Prespuesto de Defensa (2003 – 2007) Fuentes: Ministerio de Defensa Instituto Nacional de Estadística En 1998 el presupuesto de Defensa supuso el 1,25 % del PIB, diez años más tarde y con un ejército plenamente profesionalizado el porcentaje representaba tan sólo el 0,76 % el PIB. Si se analiza la evolución del gasto en defensa de los últimos cinco años (2003-2007) se observa que, a pesar del incremento real del 4,38 % del último año, la media del incremento anual fue tan sólo del 1,5 % ya 44 que durante los tres primeros años (2003-2005) los gastos en defensa apenas crecieron e incluso llegaron a reducirse (2003). 27 Resulta paradójico que al mismo tiempo que se incrementa la participación internacional de España en las misiones de paz y se aborda el proceso de modernización del equipamiento de un ejército profesionalizado, se esté reduciendo el gasto público. Ello todavía resulta más preocupante si observamos que el incremento en la partida presupuestaria destinada a Operaciones de Mantenimiento de la Paz, con una cuantía de 18.360.000 € en el 2005, fue del 0,0 % para el 2006, año en el que se decidió la intervención en UNIFIL, la misión de paz en el Líbano. Pero sobre todo es alarmante constatar que en el presupuesto de 2007, la cuantía de esta partida se redujo en 1 millón de € equivalente al -5,45 %, cuando durante ese año se intervino con importantes contingentes en las misiones de Bosnia-Herzegovina; Kossovo; Líbano y Afganistán. Gráfico nº 13 : Participación del presupuesto de Defensa en el PIB (2003-2007) Fuentes: Ministerio de Defensa Instituto Nacional de Estadística La evidente contradicción que existe entre la importancia que los Gobiernos le atribuyen a la política de defensa y la actuación que desempeñan las FAS en las misiones internacionales, de una parte, y la realidad de la constante limitación de recursos presupuestarios destinados a esta importante dimensión del Estado, no se pueden interpretar ni como resultado de la improvisación, dada la duración del proceso, ni tampoco al conocido argumento de que el gasto militar no es aceptable para la opinión pública, ya que ello no sería 27 AFARMADE.- El sector industrial de Defensa. Informe 2002.- (www.afarmade.com) Neuman, S.- Defense Industries and Dependency: Current and Future Trends in the Global Defense Sector.- Swiss Federal Institute of Technology. Zurich, 2006. (www.isn.ethz.ch/pubs/ph/details.cfm?lng=en&id=26896 ) 45 aplicable al gasto en operaciones de paz. Ni tan siquiera puede atribuirse a razones partidistas ya que las limitaciones financieras se ha producido con gobiernos del PP y del PSOE. Es necesario y urgente que los dos principales partidos asuman la necesidad de apoyar incrementos significativos del presupuesto de Defensa si se pretende evitar una progresiva descapitalización humana de las FAS y, sobre todo, una pérdida real de la eficacia y necesaria seguridad en su actividad en las misiones internacionales que realizan. No es una casualidad que el número de bajas haya aumentado espectacularmente durante estos últimos años, incluso si se comparan con las que se produjeron en los años 90 cuando el ejército todavía era de reclutamiento obligatorio y no se había alcanzado el grado de experiencia que actualmente se posee. Gráfico nº 14 :Variación del presupuesto de Defensa en términos nominales y reales (2003-2007) Fuentes: Ministerio de Defensa Instituto Nacional de Estadística Desde el punto de vista tecnológico, la situación de la industria de la defensa en España puede caracterizarse por tres rasgos principales 28 1. 2. 3. 28 Escasa dimensión Capacidades tecnológicas limitadas Vulnerabilidad Para ampliar lo que en estos comentarios se resume pueden consultarse dos textos recientes Carlos Martí Sempere: Tecnologías de la Defensa. Análisis de la Situación Española. Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de Investigación sobre la Paz, la Seguridad y la Defensa. Madrid, 2006. y Vicente Ortega et al: Investigación, Desarrollo e Innovación. I+D+i en el sector defensa. Análisis de la situación (1995-2005).ETSI. UPM & ISEDEFE, Madrid, 2007. 46 La escasa dimensión se refleja en que con la excepción de unas pocas empresas (Casa-Eads, Navantia, Indra y Santa Bárbara) el resto tiene un tamaño pequeño. Además, el sector empresarial de defensa se caracteriza por el continuo cambio de los agentes involucrados, en el que son corrientes las fusiones, cambios de nombre, nuevas empresas y desaparición de algunas otras. La productividad no es elevada y algunas empresas se han mantenido en el pasado más por razones estratégicas que por su rentabilidad. El tejido industrial es endeble porque la red de suministradores de piezas y componente que requiere la fabricación de los sistemas que producen es escasa, lo que obliga a acudir al exterior para obtener materiales, componentes o equipos de fabricación. Todo ello reforzado por una demanda interna relativamente pequeña par los costes de I+d y fabricación tan elevados como los que caracterizan al sector. En gran medida derivado de lo anterior y de la evolución histórica del conjunto del sistema industrial español, el sector de la defensa tiene claras limitaciones tecnológicas. Así, de 86 tecnología calificadas como críticas, las empresas españolas solo disponen de capacidades en 18, siendo en muchos casos reducidas en alcance y competencia de costes. La consecuencia es una vulnerabilidad tecnológica que limita nuestra capacidad de acción y la proyección de nuestra política exterior. La respuesta ha venido frecuentemente de la mano de acudir a suministradores extranjeros, bien mediante la adquisición de sistemas completamente desarrollados (EF-18) desarrollos internacionales con participación española (EF.2000) o a través de fabricación bajo licencia de todo o parte (Fragatas) o diseñando un sistema propio completado desde el exterior de elementos tecnológicos clave (Pizarro). Las ventajas de esos sistemas son claras pues reducen costes y pueden proporcionar otras ventajas en caso de que se negocien adecuadamente las contrapartidas industriales y tecnológicas. No estaría completo este panorama si no se hiciese una matización sobre la importancia cualitativa de este sector, a pesar de sus insuficiencias. Esta idea se fundamenta no solo por el nivel tecnológico de algunas empresas (v.g INDRA) y su capacidad de arrastre, sino porque todos los parámetros de innovación de las empresas contabilizadas en el sector, muestran un nivel claramente superior al que predomina en el conjunto de nuestro sistema industrial (Ortega et al, 2007). Por ello, además de razones de coste en el sentido estricto en la toma de decisiones debe también sopesarse este aspecto cualitativo de gran importancia en una industria manufacturera caracterizada por su escaso nivel de innovación. 2.- Potencialidades y limitaciones de las capacidades de defensa A la hora de realizar un balance del proceso de modernización acometido por las FAS españolas durante las tres últimas décadas y las exigencias de la política de seguridad y defensa de los próximos años, se aprecian significativas 47 potencialidades pero también importantes limitaciones que deberían ser resueltas de modo urgente y decidido. Entre las potencialidades destacan las siguientes: a).- La alta cualificación profesional de los militares Sin duda, el principal activo de la política española de seguridad y defensa es el alto grado de cualificación de sus militares. Los importantes avances en el proceso de formación académica y técnica de grado superior de los oficiales españoles, actualmente en proceso de adaptación al Espacio Europeo de Estudios Superiores, se ha visto reforzado con el proceso de formación especializada que recibe la tropa como parte de un ejército plenamente profesionalizado. En la actualidad, los niveles de formación y cualificación de los militares españoles son homologables con los de las principales potencias de nuestro entorno como Francia; Reino Unido; Italia o Alemania. Este decisivo avance en la formación se ha visto facilitado por el sistema de incorporación de los licenciados universitarios y los especialistas a las filas de unas FAS profesionales. b).- La apreciable experiencia operativa internacional Gracias al progreso en la cualificación de las tropas españolas, su participación en las organizaciones internacionales y las misiones de pacificación no sólo se ha incrementado sino que también ha prosperado hasta alcanzar el desempeño de funciones de mando. Ello ha permitido mejorar y completar la experiencia internacional adquirida por las FAS españolas y de este modo desarrollar un adiestramiento avanzado de los militares destinados a nuevas misiones. Con un total de 3.000 militares desplegados en misiones de paz y teniendo en cuenta la rotación semestral de las unidades, cada año intervienen aproximadamente 6.000 efectivos en la amplia gama de operaciones que requieren las misiones de paz, desde las tareas de observación hasta las de intervención para protección de la población civil, pasando por las labores de asistencia médica, ayuda humanitaria y reconstrucción de infraestructuras. c).- La disponibilidad de un material y equipamiento reducido pero tecnológicamente avanzado y en proceso de renovación Como en todo ejército, la alta cualificación de sus militares resulta inútil si no va acompañada de la disponibilidad de un material y equipamiento de sus unidades moderno y adecuado a los requerimientos de las misiones que le son encomendadas. El esfuerzo realizado desde los años 90 está dando sus frutos al dotar a las FAS de un material tecnológicamente muy avanzado, aunque debido a las 48 limitaciones presupuestarias resulta cuantitativamente muy reducido para garantizar la plena operatividad del ejército en las misiones que viene desempeñando. Programas como el del avión de combate Eurofighter; el helicóptero de combate Tigre; el helicóptero multipropósito NH-90 o el avión de transporte estratégico A400M, entre los sistemas aéreos; la Fragata F-100, el submarino S-80 o el Buque de Proyección Estratégica LHA, entre los sistemas navales; el carro de combate LEOPARD 2E, los vehículos blindados PIZARRO y CENTAURO, el Obús 155/52 (SIAC), entre los sistemas terrestres y, finalmente, los satélites SPAINSAT y XTAR-EUR, el Sistema Español de Comunicaciones por Satélite (SECOMSAT), los satélites de observación HELIOS y PLEIADES o los Vehículos Aéreos no tripulados (UAV’s), entre los sistemas de información y telecomunicaciones, constituyen ejemplos claros del significativo avance realizado en las capacidades materiales y el equipamiento del ejército español. Precisamente en este contexto de modernización del material, se inscribe la importancia estratégica del programa de renovación de los vehículos de transporte de tropas y de reconocimiento que actualmente corresponde a los BMR (Blindados medios sobre ruedas). Llama la atención que precisamente este tipo de vehículos, a pesar de ser los más utilizados en las misiones internacionales que vienen desempeñando las FAS en las dos últimas décadas, sean los que más retraso hayan acumulado en su modernización. Por ese motivo, el análisis del proceso de renovación de los actuales BMR constituye un test representativo de los criterios que deberían presidir los planes de armamento y material en los próximos años, aspecto que se ampliará en el apartado 4º. d).- La importante y positiva valoración social de las FAS La valoración favorable que reciben las FAS españolas por la sociedad en comparación con otras muchas instituciones del Estado, es un activo intangible que debe ser mantenido y ampliado. Como afirmaba la Ministra de Defensa: “Pero sus señorías convendrán conmigo en que no es bastante que seis de cada diez españoles se identifiquen plenamente con sus Fuerzas Armadas. Ni seis, ni siete, ni ocho de cada diez. No me conformo, no nos conformamos, con nada que sea menos que sentir a diez de cada 29 diez españoles arropando a nuestras Fuerzas Armadas.” No obstante, la necesidad de potenciar el apoyo social encuentra todavía importantes obstáculos en el arraigo de anacrónicas concepciones que identifican la defensa con el militarismo y el militarismo con políticas exteriores agresivas e imperialistas. Concepciones que si bien no son mayoritarias, siguen profundamente arraigadas en grupos elitistas de la sociedad con una 29 Comparecencia de Carme Chacón ante la comisión de Defensa del congreso de los Diputados para informar sobre las líneas generales de la política de defensa.- 30 junio de 2008. (http://www.mde.es/actu_ministro/intervenciones/COMPARECENCIA_08_JUN.pdf ) 49 nada despreciable influencia intelectual y política, a los que ha venido a sumarse en los últimos años la activa oposición de sectores del nacionalismo radical independentista. Por ese motivo, la cultura de la defensa se convierte en un instrumento decisivo para seguir consolidando el respaldo social a las FAS y con ello la propia política de seguridad y defensa. e).- La participación activa en los principales centros internacionales de decisión estratégica Atrás quedaron los tiempos de las ambigüedades sobre la participación de España en la Alianza Atlántica. En la actualidad, la plena participación española en organizaciones como la OTAN; la OSCE; la PESD en el seno de la UE y sistemas defensivos internacionales como la SHIRBRIG (Stand-by Readiness High Brigade) al servicio de las Naciones Unidas; EUROFOR; EUROMARFOR; el EUROCUERPO; la Fuerza Anfibia Hispano-italiana (SIAF); el Grupo Aéreo Europeo o el EUROGENDFOR, la Fuerza de Gendarmería Europea, ofrecen la oportunidad de intervenir en los procesos de decisión estratégica mundial y regional, aunque imponen la responsabilidad política y militar de respaldar y contribuir a la ejecución de las decisiones adoptadas. El compromiso internacional que corresponde a la participación en las iniciativas estratégicas decisivas, no siempre ha sido comprendido y asumido por los gobiernos españoles y, en ocasiones, ha sido motivo de controversias y debates políticos nacionales que han debilitado la credibilidad internacional de la política de defensa así como el status y reconocimiento de la labor de las FAS españolas por parte de nuestros socios y aliados. Entre las limitaciones, no pueden ignorarse las siguientes: a).- El reducido número de efectivos militares disponibles España cuenta en la actualidad con unos efectivos militares de 125.000 soldados para una población de 46 millones, frente a los 357.000 de Francia con 61 millones de personas y los 200.000 del Reino Unido para una población de 60 millones. De acuerdo con la ratio población efectivos militares existente en Francia, las FAS deberían contar con 269.213 militares, mientras que aplicando la ratio del Reino Unido, debería aumentar el número de efectivos hasta los 153.000. 30 Este reducido número de efectivos de las FAS españolas, impone serias limitaciones a la disponibilidad de unidades militares plenamente operativas para participar en las numerosas misiones internacionales en las que España ha comprometido su intervención. En semejantes circunstancias y atendiendo a la rotación semestral de tropas existente en tales misiones, el peso de su ejecución se concentra en un reducido número de unidades pertenecientes principalmente a la Brigada Paracaidista; la Brigada de Caballería “Castillejos”; 30 Para realizar estos cálculos se han tomado como ejemplos dos países europeos que también cuentan con ejército profesional. 50 la Brigada de Cazadores de Montaña “Aragón”; la Brigada de Infantería Ligera “Rey Alfonso XIII” II de la Legión; la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable “Galicia VII”; la Brigada de Infantería de la Marina (RAR) y la División Mecanizada “Brunete”, que se ven condicionadas a mantener, de forma reiterada, sus unidades en el extranjero. 31 Por otra parte, el reducido número de efectivos militares de las FAS es también la consecuencia de las dificultades de reclutamiento de los contingentes necesarios para mantener completas las dotaciones de las unidades. b).- La escasa dotación presupuestaria Como ya hemos demostrado, la evolución presupuestaria de los gastos de defensa durante la última década ha sido decreciente en términos del PIB y próxima al estancamiento en términos reales. El país se ha hecho más rico pero las FAS no han visto mejorada su dotación económica de forma paralela. Este hecho constituye una preocupante rémora al desarrollo de una política de defensa integral en la que la profesionalización de las tropas debe ir acompañada de un material y equipamiento tecnológicamente avanzados y ambos requieren de una financiación suficiente. Sin embargo, la experiencia desde que se adoptó la decisión de profesionalizar las FAS es que semejante decisión no fue acompañada de las dotaciones presupuestarias que requería. Primero fue la insuficiente retribución de los soldados en comparación con los Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil y Policía Nacional) cuando el grado de preparación requerido era similar y las tareas a desempeñar eran, con frecuencia, más exigentes. La evolución del crecimiento real (deflactado) del presupuesto de ambos Ministerios en los cinco últimos años, demuestra que mientras el de Defensa creció un 7,79 % el de Interior lo hizo un 31,1 %. Esta evolución explica perfectamente el hecho de que mientras en 2003 el presupuesto de Defensa suponía el 0,87 % del PIB y el de Interior tan sólo el 0,68 %, cinco años más tarde la situación se haya invertido y defensa tan sólo representaba el 0,76 % del PIB frente al 0,81 % de Interior. Iniciado el proceso de equiparación salarial, surgió el problema de los retrasos en la renovación del material y equipamiento con el que debía dotarse a las tropas. Probablemente el caso más llamativo sea el de la sustitución de los BMR. De nuevo, las restricciones presupuestarias demoraron la adopción de una decisión urgente y necesaria. El desarrollo de una política de defensa coherente, eficaz y sostenible exige una dotación presupuestaria suficiente y, sobre todo, continuada en el tiempo gracias a la cual se pueda realizar un planeamiento estratégico y se tenga la capacidad de ejecutarlo. 31 Un ejemplo representativo lo constituye la Brigada Paracaidista que durante el mismo año 2007 tuvo que desplegar una parte numerosa de sus tropas en el Líbano, donde sufrió 6 bajas por un atentado contra un BMR, y en Afganistán. 51 c).- La ausencia de un pacto de Estado que atribuya continuidad y estabilidad a las directrices básicas de la política de seguridad y defensa Precisamente los datos sobre la escasez de recursos presupuestarios constituye una evidencia más, entre muchas otras, de que las directrices y el planeamiento de la política de defensa no puede seguir manteniéndose sobre la realidad de los cambiantes criterios de cada Gobierno o de cada Ministro dentro de un mismo Gobierno. La seguridad de las tropas, la credibilidad del compromiso con nuestros aliados, la continuidad del proceso de modernización y profesionalización de las FAS así como la consolidación institucional del propio Estado, constituyen cuatro poderosas razones que avalan la necesidad de alcanzar un pacto de Estado con el mayor respaldo político y apoyo social posible. e).- El desarrollo incompleto de una doctrina estratégica específicamente española. Naturalmente, los cambiantes criterios sobre la política de defensa han dificultado la progresiva definición de una doctrina estratégica específicamente nacional que sea concordante con los requerimientos de las FAS del siglo XXI. Aunque no han faltado los intentos de elaborar dicha doctrina, alguno de ellos verdaderamente relevante, y la calidad de las aportaciones doctrinales son equiparables o, incluso, superiores a las de otras potencias, su incompleto respaldo político y su inadecuada difusión, especialmente en los foros internacionales, siguen lastrando la influencia del pensamiento estratégico español. 32 Ello es así a pesar de que existe un área de natural irradiación de la doctrina española que se extiende por Europa, el Magreb e Iberoamérica. El modelo de organización, operatividad, equipamiento material y, también, de reflexión e investigación estratégica que se viene realizando en España desde hace dos décadas está influyendo cada vez más en los países de esas regiones en la medida en que se va conociendo, sencillamente porque es mucho más próximo a sus necesidades y capacidades que los de potencias como Estados Unidos; el Reino Unido o, incluso, la propia Francia. La tarea de desarrollar una doctrina española en materia de defensa que ya se ha iniciado debe proseguirse incentivando la, todavía incipiente, colaboración civil y militar en la investigación científica y tecnológica, además de incrementar los recursos destinados a la difusión, nacional e internacional, de los resultados alcanzados. Con ello se reforzará la influencia y la imagen exterior de España en los círculos estratégicos internacionales, además de contribuir 32 A la labor desarrollada desde el Ministerio de Defensa por instituciones como el Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC); el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) y el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), ha venido a sumarse en los últimos años la destacable aportación de algunos centros de pensamiento estratégico como el Instituto General Gutiérrez Mellado; el Real Instituto Elcano o el Instituto de Cuestiones Internacionales y política Exterior (INCIPE). Un ejemplo verdaderamente significativo de articular un núcleo doctrinal en materia de defensa lo representó el conjunto de seminarios realizados y publicados con motivo de la Revisión Estratégica. 52 decisivamente a la cultura de defensa en la sociedad española dotándola de unos fundamentos teóricos y experimentales propios en lugar de ser el resultado de la mera importación de conceptos y doctrinas extranjeras. 3.- Cuidados y Gestión de la Opinión Pública Tal como venimos insistiendo (ver apartado 2.2), una concepción actual y de futuro de la defensa y de toda la seguridad está relacionada, por encima de todo, con cuestiones de redes sociales, información, relaciones públicas e imagen y comunicación. Los ejércitos, como la mayor parte de las grandes corporaciones, tienen asumido que es imprescindible –estratégico- ocuparse de la información y de la opinión pública. Pero suelen reducirlo a una concepción instrumental, de herramienta. Ninguna institución renuncia al conocimiento de la competencia: es el punto de partida de cualquier actividad de planificación. Pero suelen reducirlo a la recogida de información, al “mapeado” de opiniones, características y fuerzas del sector, a los valores y debilidades propias y del adversario. Se llaman estos modos de hacer “encuestas”, “estudios de opinión”, “análisis del escenario”, “barómetros de imagen”, “media tracking”, “análisis del riesgo” y similares. En este sentido, las Fuerzas Armadas españolas están sobreservidas33. Sucede sin embargo que a esa sobreabundancia de “gurús” o analistas del pasado reciente y del entorno, no se corresponden, o al menos no son tan evidentes, los correspondientes programas de actuación. Tal vez la defensa española tiene exceso de “think-tanks” y carencia de “action-tanks”34 La Comunicación es la estrategia, la práxis, las habilidades y la ciencia de las relaciones. Son atributos humanos específicos tal vez la risa o el llanto, pero aquello radicalmente humano, aquello de lo que no se ha encontrado el mínimo rastro en el mundo animal, es la capacidad de llegar al pensamiento de los otros, la habilidad de intuir y deducir lo que otros piensan, y, aún más, la capacidad de llegar a intuir o deducir aquello que los demás pueden opinar del pensamiento propio, de lo que uno puede pensar. De esta forma un individuo puede estar en condiciones no sólo de anticipar el pensamiento y en consecuencia la acción de los otros sino que está en condiciones de poder manipular todo el proceso. Esta es la esencia de la comunicación externa. Porque la comunicación social constituye el instrumento, la función más eficaz para estar presente en el espacio público, para ocupar poder de acción en la 33 Son constantes y periódicos los informes que “mapean” la posición de las Fuerzas Armadas y de la Defensa en la opinión pública española y europea: encuestas de las propias FAS, informes del CIS sobre la defensa nacional y el ejército, documentos de la Comisión PES de la Unión Europea, indagaciones en el Eurobarómetro y sus consecuentes análisis, especialmente a partir del Eurobarómetro de Noviembre a Diciembre de 2000 dedicado en exclusiva a este tema (Ver MANIGART, Ph., “L´Opinion Publique et l´Europe de la Defensa”, Com Eur. Avril, 2001) o los Barómetros del Real Instituto Elcano sobre la valoración de las misiones españolas en el exterior 34 No se puede despreciar ni minusvalorar el importante trabajo de comunicación externa ya desarrollado por la JUJEM, los sucesivos JEMES, otros organismos de las Fuerzas Armadas y por los Departamentos de Comunicación de los sucesivos Ministerios de Defensa. Es evidente y reconocido el cambio de imagen casi radical de los “militar” y de la defensa nacional entre la opinión pública española desde los años ochenta a la actualidad 53 medida en que ocupa capacidad de influencia. Aunque históricamente esas funciones, herramientas y capacidades se han utilizado desde siempre, su desarrollo “científico”, aplicado a sociedades masivas, urbanas y desconocidas es muy reciente. La gestión científica de la comunicación social, de la comunicación política y de la propaganda, de la comunicación comercial y el marketing o de la comunicación corporativa son así, ligadas como están a la comunicación de masas, todas muy recientes. Esta gestión profesional de la comunicación social va naturalmente unida a la solución de problemas que la sociedad plantea. Va unida a la competencia comercial, a la victoria electoral, a la fidelización y ampliación de mercados, pero, sobre todo, a resolver situaciones reales y duras de crisis, desmoronamientos, catástrofes y problemas graves de todo tipo. La mala gestión de la información en situaciones de ese tipo, en tiempos de crisis, puede deteriorar la vida de una sociedad (piénsese en la reacción al 11 M de New York o a los posteriores atentados terroristas en Madrid y Londres con sus diferentes respuestas), puede cambiar el futuro de una institución al determinar las relaciones que mantiene con sus públicos habituales (clientes, accionistas, empleados, poderes públicos, etc.), puede impedir su funcionamiento normal y poner en peligro sus posibilidades de desarrollo y hasta su misma supervivencia. Dentro de este marco general algunos sectores sociales y económicos tienen un riesgo mayor, están más expuestos que otros. Es evidente que está en mayor riesgo de crisis y por tanto de tener problemas de comunicación social un militar que un notario, un profesor de adolescentes que un jubilado y que son más vulnerables a las crisis industrias como las agroalimentarias, las nucleares, las químicas o las farmacéuticas que otras. El factor común a todas estas situaciones, reales, provocadas o virtuales es que ponen en peligro la reputación y la estabilidad de la organización afectada. Eso es una crisis: la desestabilización de las referencias de una corporación, la alteración de los comportamientos de la misma y, por encima de todo, la alteración o ruptura de las relaciones con los públicos y los espacios en los que la corporación se mueve, es decir, los ámbitos, territorios y públicos propios de la comunicación. Accidentes graves, fuego, explosiones, inundaciones, sabotajes, rehenes, defectos en las líneas de producción, distribución o relaciones con el cliente final, huelgas, despidos, Opas hostiles, terrorismo, polución y atentados contra el medioambiente, boicot, legislaciones hostiles, situación financiera crítica, virus informáticos, campañas recurrentes en la red, etc.. Podemos por ello decir que la gestión de las relaciones externas, de la comunicación social tiene su síntesis más eficaz en la gestión de la comunicación de crisis, específicamente para instituciones como los ejércitos, cuya función social básica se mueve en entornos de solución de crisis. Desde esta perspectiva y para una estrategia de defensa, situar la comunicación de crisis equivale a definir en buena medida tanto la salida a una crisis concreta en su conjunto como, además, las líneas esenciales de la evolución en la gestión de la comunicación en su conjunto. 54 Nos referiremos, dentro de este contexto –estrategias de comunicación, defensa, crisis- a tres niveles en los que la comunicación externa y la gestión de la opinión pública está determinando su evolución y vanguardia: (1) la creación de herramientas y métodos;.(2) la gestión de la comunicación como una función estratégica; (3) el desarrollo de nuevas funciones estratégicas….( Nuevas Herramientas y Métodos En 13 de noviembre de 2002 un barco “pirata” (bandera en país de conveniencia, tripulación inidentificable, capitán griego) se rompe y va a pique en la costa de Galicia al noroeste de España. De forma inmediata el caso se convierte en una “cover store” en todo el mundo. Aunque el gobierno español no tenía nada que ver directamente fue condenado como culpable por la opinión pública española con un fracaso absoluto y reconocido de las estrategias y prácticas de comunicación de crisis al respecto. El gobierno de entonces no fue el culpable del hundimiento del barco pero abordó la crisis tan tarde y tan torpemente, que realmente lo pareció, proporcionando argumentos más que sobrados a sus adversarios políticos para que establecieran una relación metafórica entre el desastre ecológico más grave sufrido por España y uno de los más sonados fracasos que se recuerdan de un Gobierno en materia de comunicación. La razón de todo está en que los responsables del gobierno pensaron esta crisis como una crisis tradicional que merecía una respuesta convencional cuando se encontraron con una crisis de las nuevas, de las que podemos considerar propias del siglo XXI. El mundo moderno, la era industrial, era un mundo en cadena, metódico, normativizado. Cada cuestión, cada situación contaban con una respuesta de manual. Existían leyes en la Comunidad Europea –desde la normativa Sevesoa principios de los ochenta- que exigían manuales técnicos de crisis a las corporaciones en los que se incorporaba obligatoriamente un manual de comunicación para situaciones de crisis. Las crisis se solucionaban con un método reactivo, con reglas estables de aplicación obligatoria (un único portavoz, un único mensaje, unos medios definidos, apoyos institucionales y externos, etc.) que son conocidas por cualquiera. Con esos métodos se dieron solución a graves problemas y casos que encontramos hoy en los manuales de comunicación de crisis: la fábrica en Marion (Indiana, Usa) de Thomson con una durísima crisis laboral en la primavera de 1989, el conflicto sindicatos/dirección en la Banca Nacional de Paris (BNP) en diciembre de 1989 o el caso de las botellas Perrier con restos de benceno encontradas en febrero de 1990 son ejemplos conocidos. La respuesta a estas y similares situaciones era siempre reactiva ( a posteriori) y seguía pautas y métodos casi consagrados con poco margen a la creatividad comunicativa. Las crisis en la actualidad son siempre provocadas. Pueden ser inesperadas, no previsibles como un accidente o una explosión por ejemplo, pero inmediatamente, en unos segundos, aparecen agentes públicos que intentan aprovechar los hechos a su favor y convierten tal suceso accidental en una situación provacada, no inocente. Las crisis se desarrollan siempre ante la opinión pública porque es el resorte y territorio donde los citados agentes juegan sus bazas: toda crisis genera focos de activismo que se aprovechan de 55 la misma para fines muy diversos, grupos de presión que la distorsionan y prolongan y receptores activos que reaccionan con la agresividad que la situación y la acción de los agentes contrarios sean capaces de provocar. Las crisis en la actualidad son también siempre multifocales y multimediáticas, con estrategias contrapuestas de acción directa, con métodos profesionales de acción y reacción en medios, con modos de hacer propios para la televisión, con estrategias de actuación en las redes, con fuentes diversas que informan o desinforman a conveniencia. Las crisis en la actualidad son en tercer lugar y siempre un proceso multi-lenguaje donde el agente principal establece pautas que pretenden ser, como las convencionales, de transparencia, lógicas, de interés social, a corto y medio plazo, con la intención de resolver cuanto antes el problema y reconciliarse con la opinión pero los agentes contrarios pueden utilizar otros lenguajes que pueden buscar la confusión y la desinformación, otros intereses también sociales o políticos o económicos, operando siempre de modo llamativo en el corto plazo. Es claro entonces que la metodología y las herramientas han cambiado. En primer lugar y fundamentalmente porque estamos en un mercado de “campaña permanente” y por tanto los equipos y actuaciones en comunicación no pueden ser ocasionales sino que deben estar preparados y entrenados para prevenir, actuar y recuperar el prestigio e imagen perdidos. Unos modos de hacer, por tanto, en los que la “Unidad de Comunicación de Crisis” se concibe como permanente dentro de los “Team Crisis Management”, la prevención juega el papel más importante y la reacción atraviesa dos etapas, una de respuesta inmediata y otra de recuperación de lo perdido. Esa “Unidad de Comunicación de Crisis” está obligada a actuar: 1. Acción Preventiva y formativa: 1.1.Inventario y Mapa de situaciones: Auditoría de Responsabilidades y Riesgos, analizando la existencia de agentes contrarios e intereses contrarios de opinión políticos, económicos, sociales y mediáticos 1.2. Evaluación de la transcendencia informativa, conociendo los segmentos de opinión, los medios y sus lenguajes y reacciones 1.3. Creando y manteniendo preparado el equipo de crisis, capaz de responder a lo previsto, de contactar fuentes externas de credibilidad y de resolver todo el proceso con rapidez y eficacia 1.4. Creando y actualizando un documento estratégico de comunicación de crisis paralelo al manual técnico 1.5. Entrenando en simulaciones con objetivos definidos y casos reales 1.6. Preparando materiales, pactos con terceros y atención a prescriptores e intermediarios ante la opinión pública 1.7. Definiendo y preparando a diferentes portavoces, seleccionados teniendo en cuenta tanto los targets de opinión como los medios. No es lo mismo actuar en televisión que moverse en redes, webs y blogs, que entregar dossieres y convencer a periodistas de diarios y medios especializados 56 2. Reacción y respuesta en tiempo, en línea y en movimiento (time, line, mobile): 2.1. Actuar con una acción mantenida y siguiendo la estrategia definida (siempre es mejor una mala estrategia que ninguna estrategia o que dos estrategias y siempre lo coyuntural debe someterse a la estrategia) 2.2. Operar con diversos puntos de credibilidad y fuentes internas o externas de proximidad con la opinión 2.3. Establecer una “war room” donde la imaginación pueda ser más importante que las normas, aunque no las olvide. Es aquí donde se sigue el proceso y el mercado de opinión y de consumo, se marca la agenda de la situación, se reacciona y se provoca la reacción de los contrarios, se denuncia, se corrige según las necesidades, se crean situaciones de “newsmaking” y reacciones “spin” 2.4. Trabajar con calendarios de actuación tanto para los portavoces y fuentes como para los movimientos con prescriptores y medios 3. Recuperación y normalización 3.1. Promoción y difusión de las soluciones técnicas y de los resultados de la respuesta a la crisis una vez finalizada 3.2. Un programa a medio plazo de recuperación de los daños a la marca 3.2. Un programa a medio plazo de normalización de las relaciones con medios, administraciones, terceros agentes, opinión pública, etc. Las diferencias con los modos convencionales de hace quince años están en la complejidad de los escenarios, en la multiplicidad de agentes que aprovechan una crisis y en la necesidad, por ello, de la prevención y de un equipo en campaña permanente. Función estratégica de la Comunicación Hace más de diez años que la comunicación pasó de ser en las corporaciones un departamento de herramientas (tools) a ser un departamento de funciones estratégicas (functions), dependiendo directamente de Presidencia (CEO) y al mismo nivel que la dirección financiera, la de recursos humanos, la legal o la de sistemas. Este hecho, inicialmente relacionado con la importancia que la gestión de la comunicación en su conjunto ha venido alcanzando para la misión y objetivos generales de las instituciones, se ha incrementado precisamente por la situación de pre-crisis que los entornos generan y que tienen fundamentalmente que ver con todo el enorme cambio que en estos mismos y últimos años ha llevado a cabo el sector y negocio de los medios. Intentamos situar desde esa opinión el escenario en que la Comunicación de Crisis se desarrolla y desarrollará a nivel estratégico. 57 Los Medios son sistemas de distribución que generan en las instituciones una importante desconfianza y la preferencia por un perfil mediático lo más bajo posible. La razón está en que tales Medios convencionales (prensa, radio y televisión) son percibidos como un sector que avanza desorientado, muy poco independiente, con alejamiento de sus mercados y pérdida notable de credibilidad, operando con descaro en una estrategia “business to business” y viviendo bajo la presión de accionistas y cuenta de resultados. En su conjunto produce “miedo” más que confianza. Aunque formalmente todo responda a pautas lógicas y económicamente correctas los medios son hoy poco aconsejables como socios de confianza a un precio razonable y admisible. Las manifestaciones de esta situación son varias y conocidas. Basta con recoger las tres más notables. La más evidente tiene que ver con la comunicación basura. Los medios y en especial las televisiones se han dedicado a llevar a la sociedad hacia el funanbulismo y lo más nauseabundo del espectáculo y degradación del ser humano capaz de desnudar su intimidad por unos minutos de estrellato en la pantalla. En segundo lugar y estéticamente no menos llamativo es la actitud de los medios de calidad que han derivado hacia la magazinización o tabloidización, hacia la noticia espectáculo, hacia el “media bias”, la tendenciosidad y los prejuicios. E. Alterman35 culpa a la derecha neoliberal y a los neocom de la distorsión de la realidad y del ajuste de la misma a estrategias decididas de acción sobre la economía y la política mundial. Ann Coulter36 culpa a la izquierda de lo mismo. En realidad se trata de los medios y de su función en la vida pública. Hace más de diez años que se estableció el principio de que lo importante era desarrollar una rapidísima agenda donde la cosmética es más importante que la realidad y donde “abrir los telediarios” se convierte en objetivo predominante, siguiendo en consecuencia mucho más los intereses e ideas de los estrategas financieros y de marketing que las necesidades de la gente. Es la preferencia por el entretenimiento, las apariencias y lo virtual sobre lo real. Una tercera actitud de los medios, similar a la anterior es lo que conocemos como “periodismo de convalidación”. El que fue director de Le Monde durante diez años, E. Plenel, acaba de publicar un libro demoledor y lleno de pesimismo para la vieja prensa de élite: no es un arreglo de cuentas sino un libro lleno de amargura y de tristeza. Asegura que su querido Le Monde ha muerto para convertirse, después de la entrada en su accionariado de Hachette y de El País, en un “periodismo de convalidación”, un periodismo de comentario, que no busca ni la información ni los hechos sino ofrece paquetes cerrados y estables de ideas previsibles, “vende” mercancía ideologizada y sometida a intereses comerciales y políticos 37. A lo largo de los últimos años se han vivido situaciones similares en diarios del calibre del New York Times y del Washintong Post, la CBS y similares. 35 ALTERMAN,E., What liberl media?. The truth about bias and the news, Basic Books, Nueva York, 2003 36 COULTER, A., Slander: Liberal lies obout the American Right, Three Rivers Press, Nueva York, 2003 37 PLENEL, E., Procès, Stock, Paris, 2005 58 Las estrategias corporativas desarrollan sistemas alternativos de relación directa con los públicos finales y buscan “partners” o socios mediáticos más fiables que los convencionales, lo que empuja hacia un paulatino pero inexorable salto hacia el mundo de los “postmedia”y el mercado de lo individual. El sector o hipersector convergente de medios está, superada la breve crisis de los “punto com” entre el 2000 y el 2003 sobradamente consolidado. No es previsible a corto una especial crisis ni negativa situación para los “grandes” globales (TimeWarner, Disney, New Corp., Bertelsmann, Vivendi..) ni para los “grandes” locales (Prisa, Vocento, Planeta), reinando en sus ofertas de ocio, publicidad y noticias. Pero como se avanza deprisa y el negocio es apetecible, estos “grandes” comienzan a encontrarse con competidores a su medida como son los grandes Operadores de red (las Telecom), que ofrecen atractivos paquetes convergentes (telefonia, adsl, ocio, información…) y los grandes Operadores de contenidos (Microsoft, Google, AOL, MySpace, Yahoo…), que están en condiciones de casi “saturar” la demanda a bajo coste. Es una nueva revolución donde los viejos media, intermediarios y prescriptores comienzan a sobrar. La electrónica permite ya relaciones directas con cualquier tipo de públicos: los sistemas B2B y B2C de conexión y compra, los usos de Internet para presentar catálogos y ofertas, para el comercio electrónico, para descubrimiento de novedades, la Gestión Documental y de Bases de Datos, las CSM y CRM, que posibilitan el tratamiento individual de los clientes, la segmentación en minitargets, los usos de microcomunicación, el incremento del “cross-selling” y del “up-selling”, el conocimiento de las cifras reales de rentabilidad de cada cliente y de las ventajas de premiar y negociar sus partidas, el pensamiento de un “cliente para toda la vida” unido a la calidad acordada y al bajo precio. Son los “postmedia” ligados a la generación de una tecnología individual. Los grandes medios convencionales han sido y son por su origen medios de masas. La misma definición de “media” es inseparable del “mass media”. Incluso admitiendo que la digitalización y la TDT puedan multiplicar hasta el infinito el número de cadenas y de oferta, los objetivos de todas ellas, de la más temática de todas ellas, será lograr un “target” lo más grande y “masificado” posible. No existe otra opción mientras tengan que vivir de publicidad o de cuotas y “pago por visión”. Al ritmo en que la tecnología del movil nos lleve al bolsillo personal y a la muñeca de cada uno una pantalla básica como terminal autónomo y soporte exclusivo de toda la oferta imaginable (telefonía, internet, noticias, consulta, ocio,…) tendrá que ir cambiando toda la comunicación: formatos, lenguajes, técnicas de persuasión y venta, entendimiento del cliente, tecnología por supuesto. La única seguridad absoluta que hoy tenemos es que el cliente no será “masivo” sino individual. A partir de aquí todo deberá cambiar. La Consagración de la Reputación y la Marca como último baluarte frente a las crisis Y ¿a quién recurrir cuando, a pesar de todo lo previsto anteriormente, estalla una crisis sin control?. Una respuesta sensata es que a los superespecialistas. ¿Qué quiere decir “especialistas”?. Es evidente que profesionalidad, experiencia 59 acumulada, capacidad argumental, principios éticos y morales… Es decir a algo así como valores míticos. En el argot del sector tales “valores míticos” se identifican siempre con la Reputación tal como en el apartado 2.2 de este informe la considerábamos. En un entorno de poca credibilidad generalizada, Adidas propone “Impossible is nothing” para aquellos que piensan que todo se puede conseguir….con unas “buenas zapatillas”; “nightology” recoge para J&B una propuesta de valor para el tiempo libre de la noche, la frivolidad culturizada y la evasión personal dignificada; “today, tomorrow, toyota” es la fe en un futuro viajero, ecológico y mejor; “fresh banking” es la juventud, la frescura, originalidad y rapidez de la banca ING-Direct. La marca es genio y magia, es “mito”, es la capacidad de singularizarse en un mundo saturado de productos equivalentes, de conseguir que la calidad del producto, el envase, la publicidad, los comportamientos corporativos contribuyan a esa singularización, a la consecución de un nicho propio, conocido e indiscutible. Lo mismo sucede con la reputación. La reputación es la respuesta, el “feed back”, que la opinión y el mercado dan a un triple comportamiento de la institución (ver apartado 2.2). Ese triángulo de posicionamiento debe dar como resultado una respuesta, una recuperación, una ganancia, un índice que es la reputación. Reputación es el referente de todo un sistema de comunicación. Se trata por ello del refugio último en situaciones de crisis en modo tal que el más complejo, ajustado e inteligente programa de comunicación de crisis se identifica con el programa de reputación. Este programa implica una visión integrada de la comunicación externa y de los public affairs. Comunicación y public affairs son mucho más que un paquete de issues funcionales manejados por las ya existentes y separadas áreas de relaciones gubernamentales, comunicación, operaciones o similares. Comunicación y public affairs son el core management de la dirección, soportados por una estrategia unificada y horizontal que afecte a todos los constituyentes, es decir, a todas aquellas organizaciones o individuos cuyas actitudes y comportamientos influyan y faciliten el logro de los objetivos de negocio. Así es como comunicación y public affairs, estrategia y práxis de las relaciones con el entorno y todos los constituents, almendra y núcleo íntimo de la estrategia corporativa, no debe subordinarse a objetivos a corto ni a objetivos de las singulares unidades de negocio sino desarrollar sus propias estratégicas, sus propias rutinas, procesos y sistemas. La comunicación de crisis y su gestión es hoy el corazón de la gestión de la comunicación corporativa. Las reglas y modelos convencionales ya no sirven porque las crisis no son lineales sino complejas, como hemos visto en las páginas anteriores. Por eso, conocedores de un marco teórico realista será necesario en el futuro jugar mucho con la imaginación, aunque la mejor imaginación es aquella que está muy entrenada en responder a situaciones imaginables o inimaginables 60 4º.- EL CASO DE LOS BMR3 COMO REFERENTE ESTRATÉGICO DE LA DEFENSA ESPAÑOLA El caso de los BMR3 es un referente, un caso-factor en el que se está manifestando lo viejo y lo nuevo en estrategias de defensa. Se trata sólo de un vehículo blindado de transporte de tropa pero aglutina, como símbolo, los factores estratégicos que determinan el cambio referido, según hemos venido indicando, a principios de optimización económica, innovación tecnológica y reputación e imagen. En el amplio programa de modernización del material y armamento de las FAS, la demora en la renovación de los BMR constituye una excepción muy negativa, ya que afecta al vehículo blindado de transporte de tropas (pelotón) más utilizado por las tropas españolas en las operaciones de paz desde hace 20 años y porque evidencia, de forma indiscutible, las importantes disfunciones que provoca en la política de defensa la falta de un acuerdo político y las restricciones presupuestarias que se acumulan desde hace varios años. Por ese motivo, realizar una evaluación del proceso de renovación de los BMR que se dice acaba de iniciar, constituye un caso de análisis práctico de la argumentación teórica desarrollada en esta investigación. 1.- El binomio protección – transporte en la operatividad táctica de las operaciones de paz Atendiendo al estudio prospectivo de los conflictos armados en los que tendrán que intervenir las FAS españolas en los próximos años, se observa muy claramente que las contiendas bélicas tradicionales serán poco numerosas pero importantes por el grado de violencia y victimización que entrañarán cuando se produzcan. No obstante, las principales misiones internacionales que tendrán que desempeñar las tropas españolas serán operaciones de pacificación, prevención y gestión de crisis, tareas de ayuda humanitaria o de reconstrucción postconflicto en un contexto de hostilidad paramilitar y civil en la que serán frecuentes las emboscadas de grupos guerrilleros y los atentados terroristas. Resulta evidente que para los conflictos bélicos tradicionales, incluidas las operaciones de imposición de la paz (peace enforcement), los vehículos blindados medios son muy efectivos para el transporte logístico de las unidades de infantería y para tareas de exploración del terreno, pero requieren la cobertura y protección de los blindados pesados y la artillería de campaña, sin las cuales se convierten en blancos fáciles para el fuego enemigo debido a su escaso blindaje y a su reducida potencia de fuego. En estas condiciones operativas, la movilidad y capacidad de transporte son factores más importante que la protección de las tropas, sin que ello quiera decir que ésta última cualidad deba ignorarse. 38 38 Desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, se observa una clara tendencia estratégica a primar la capacidad de proyección de fuerza como uno de los factores decisivos para el éxito militar. 61 Sin embargo, cuando las operaciones deben desarrollarse en el escenario de las operaciones de paz, la gestión de crisis y la reconstrucción postconflicto, las condiciones operativas varían radicalmente. En efecto, en este tipo de misiones, la mayoría de las operaciones tácticas que realizan las tropas consisten en el patrullaje; establecimiento de controles; protección estática de edificios o zonas estratégicas; protección de convoyes militares o civiles; apoyo logístico a las tareas de ayuda humanitaria a la población civil; etc. Estas operaciones deben realizarse, con frecuencia, en un entorno hostil en el que la violencia puede abarcar desde las manifestaciones y algaradas populares hasta los ataques de unidades guerrilleras o paramilitares, pasando por los ataques terroristas con armamento o explosivos. De hecho el análisis de la evolución experimentada por las operaciones de paz en las que han intervenido las FAS españolas, demuestra una clara tendencia al incremento de la violencia desde las misiones de Bosnia Herzegovina hasta las más recientes de Afganistán o el Líbano, razón por la que el número de bajas por ataques o atentados se ha incrementado y la necesidad de protegerlas en sus operaciones tácticas también. Situados frente a este escenario operativo internacional, los vehículos blindados medios de transporte de tropas tienen y seguirán teniendo una importancia estratégica, ya que resultan imprescindibles para la mayoría de las funciones tácticas y logísticas que requieren las misiones de pacificación. Ello plantea el dilema de decidir si para este tipo de vehículos debe primar la característica de un alto grado de protección de las tropas, mediante la incorporación de importantes instrumentos de defensa (blindajes; armamento; sistemas de teledetección y tiro; etc.), en detrimento de su movilidad y capacidad de transporte o, por el contrario, incrementar ésta última reduciendo la seguridad y protección del vehículo. La verdadera dificultad de este dilema radica en que las condiciones de hostilidad y violencia varían de unas misiones a otras o, incluso, de unos períodos o zonas a otros dentro de la misma misión. Por tanto las necesidades de protección de los vehículos para garantizar la seguridad de las tropas no es única ni invariable. Por otra parte, la naturaleza de las operaciones tácticas que deben realizarse impone que los blindados dispongan de una alta movilidad y, al mismo tiempo, de una idónea capacidad de transporte de la tropa, obligada a pasar largos períodos en el interior de los vehículos, unas características de las que carecen los MRAP En la actualidad no se puede disponer de un vehículo blindado medio que combine los requerimientos de protección y transporte de modo satisfactorio Aunque esa proyección de fuerza descansa esencialmente en la disponibilidad de las necesarias capacidades aéreas, tácticas y logísticas, en el enfrentamiento terrestre depende en buena medida de las unidades mecanizadas y acorazadas. Desde la perspectiva de las exigencias de proyección de fuerza terrestre, se puede considerar que los programas del el carro de combate LEOPARD 2E, los vehículos blindados PIZARRO y CENTAURO, el Obús 155/52 (SIAC) cubren las necesidades de las FAS de una potencia militar media como España. 62 para toda la gama de circunstancias en las que deben operar las tropas durante las misiones de paz. La habitual opción de estandarizar el material y el armamento que resulta idónea en la mayoría de los casos por las facilidades logísticas que proporciona y la reducción de costes de mantenimiento que entraña, no constituye la solución adecuada cuando se trata de los blindados medios destinados al transporte de tropas en misiones de paz. Ello obliga a los gobiernos y a los mandos militares a considerar muy seriamente la opción estratégica de diversificar la dotación de vehículos blindados medios, con objeto de poder equipar a sus tropas con los blindados más adecuados para las características de las misiones y los riesgos o amenazas que deban enfrentar en cada fase de la misión. 2.- Características técnicas y limitaciones operativas de los BMR Contemplado desde la perspectiva de las dos décadas de participación de las FAS españolas en operaciones de paz, hay que reconocer y valorar muy positivamente la eficacia operativa, tanto táctica como logística, que han desempeñado los Blindados Medios de Ruedas (BMR) a pesar de que no fueron diseñados y producidos para las misiones de paz en las que se han utilizado profusamente. En efecto, desde el diseño del primer prototipo BMR-600 de 1973, con sus variantes 3560 1/2/3/4, hasta el BMR-3562 como Vehículo de Exploración de Caballería (VEC), el objetivo fue la producción nacional de un vehículo blindado medio de ruedas útil para su empleo en conflictos bélicos tradicionales no para su uso táctico o logístico en misiones de paz. Resulta necesario dejar bien sentado que los BMR, que en sus distintas versiones empezó a recibir el Ejército en 1980, es decir en plena época de la bipolaridad y con la reciente experiencia de la guerra del Sáhara Occidental, no estaban pensados para los requerimientos de las misiones en las que realmente se han utilizado. Sin embargo, han demostrado su utilidad hasta que la antigüedad y el incremento de la violencia en las misiones ha puesto de manifiesto la necesidad de su sustitución. 39 Precisamente la utilidad y larga duración del BMR ha sido posible gracias a sus características técnicas básicas y a las constantes adaptaciones y mejoras de las que ha sido objeto por tratarse de un blindado desarrollado por la industria española. En su versión básica el BMR-600 porta-personal, disponía de un motor Pegaso de 306 cv de potencia, con un peso de 11,5 Tm., una carga útil de 3 Tm., una velocidad máxima de 96 Kms./h. con un radio de acción de 800 kms; capacidad 39 El Estado Mayor Central del Ejército al establecer los requerimientos básicos del proyecto BMR contemplaba la dotación de un vehículo blindado medio de transporte de personal para 10 ó 20 años. 63 de vadeo anfibia propulsada por dos hidrojets; protección NBQ; blindaje contra armas ligeras; armado con ametralladora pesada de 12,70 mm. o MG-42 S, manejables desde el interior, y capaz de transportar 1 conductor, el Jefe de vehículo y 11 fusileros. 40 La utilización del BMR en misiones de paz, especialmente a partir de la experiencia de Bosnia-Herzegovina, llevaron a la necesidad de una modificación de sus características técnicas iniciales para: a) mejorar su plataforma; b) incrementar sus posibilidades tácticas y de movilidad; c) reducir su mantenimiento y d) aumentar la protección de la tropa embarcada. Esta modernización técnica se realizó por la empresa Santa Bárbara Blindados (SBB), a partir de 1998 y dentro de las previsiones del Plan NORTE, y ha constituido la última fase de modificaciones destinadas a alargar la vida útil de los BMR, sin que paralelamente se adoptasen iniciativas para desarrollar nuevos prototipos de vehículos blindados medios que permitiesen la sustitución, a medio plazo, de unos BMR a los que las profundas modificaciones realizadas para su mantenimiento operativo demostraban que estaban llamados a ser reemplazados al cabo de unos años. 41 Buena parte de las modificaciones técnicas realizadas, trataron de paliar las limitaciones operativas que se habían detectado a partir del momento en que empezaron a ser utilizados en condiciones prebélicas y bélicas reales. La primera y más llamativa consistía en su escasa maniobrabilidad en terrenos abruptos o irregulares y la facilidad para provocar el vuelco debido en parte al desequilibrio entre la altura y el ancho de los ejes, pero también a la situación del motor en la parte trasera izquierda que potencia el desequilibrio causado por la inercia en los giros bruscos producidos a la velocidad media del vehículo.42 La segunda limitación importante radica en la debilidad originaria del blindaje de los BMR, concebidos como vehículo blindado de apoyo logístico, y que se ha revelado absolutamente insuficiente contra los atentados con minas anticarro, IED o dispositivos explosivos improvisados (Improvised Explosive Devices), como se comprobó en el Líbano en 2007, y contra los EFP o penetradores formados por la explosión (Explosively Formed Penetrators). En otras palabras, el blindaje exterior e interior con los que se ha dotado a los BMR después de su renovación, no ha logrado reducir su vulnerabilidad contra los ataques y atentados más frecuentes en Líbano; Irak o Afganistán. 43 40 Además de la versión portapersonal, se produjeron diversas versiones del BMR como portamorteros; de zapadores, de transmisiones; de ambulancia, de mando; de transmisiones; etc. En total se han entregado 700 unidades a las FAS españolas y otras 500 a los ejércitos de Egipto; Arabia Saudí y Perú. 41 El primer Consejo de Ministros de diciembre de 1996 aprobó la reconstrucción y modernización de 646 blindados BMR-600 y 625 VEC por un total de 19.380 millones de ptas. 42 Desde su utilización en misiones de paz han fallecido 15 militares como consecuencia de accidentes ocurridos con BMR. (http://laharkadeaspizua.blogspot.com/2007/10/del-bmr-al-mrap-datos-y-preguntas.html ) 43 Wilson, C.- “Improvised Explosive Devices (IEDs) in Iraq and Afghanistan. Effects and Countermeasures”.- CRS Report for Congress.- Congressional Research Service. The Library of Congress, 28 de Agosto 2007 (Order Code: RS22330) 64 Finalmente y como ya se ha señalado, la modernización de los BMR ha logrado prorrogar su utilización durante una década pero no ha podido impedir, por más tiempo, la urgencia de su sustitución por nuevos vehículos blindados medios. Gráfico nº 15 – Víctimas norteamericanas de IEDs (Julio 2005 – Diciembre 2007) Fuente: Gayl, Franz J.- Mine Resistant, Ambush-Protected (MRAP).- 22 Enero 2008 (http://pogoarchives.org/m/ns/mrap/mrap-gayl-20080122.pdf ) 3.- Las necesidades de transporte de tropas en las nuevas misiones de pacificación El análisis de las fortalezas y debilidades del BMR nos explica por qué ha resultado tan eficaz en las operaciones de paz de las décadas precedentes, a pesar de no haber sido diseñado para ellas. Sin embargo, su sustitución debe tomar muy en cuenta las necesidades y características del transporte de tropas en las nuevas misiones de paz. En primer lugar, de la naturaleza de los conflictos armados del futuro inmediato se desprende que las tropas españolas van a tener que operar en teatros geográficos muy distantes. Ello requerirá un transporte logístico aéreo de muy largo radio de acción del que ahora se carece y que está previsto tener disponible con el A400M. Por ese motivo, los vehículos blindados de transporte que deban utilizar las tropas deberán tener un peso y unas características que les permitan ser transportados en el mismo tipo de aviones con el fin de garantizar la plena operatividad táctica de las unidades terrestres desde el mismo momento de su aterrizaje. En segundo término, las acciones tácticas requerirán un uso intensivo de los vehículos blindados de transporte y por tanto unas características de movilidad, 65 estabilidad y maniobrabilidad mucho más avanzadas que las que poseían los BMR. Características que tampoco proporcionan los vehículos MRAP seleccionados por el Ministerio de Defensa. Al mismo tiempo los costes de mantenimiento, especialmente su consumo de combustible dados los precios que está alcanzando el crudo, y de reparación deberán ser similares sino inferiores a los del BMR. Tercero, el empleo de estos vehículos blindados tanto en terrenos rurales como en áreas urbanas, les impondrá disponer de unas dimensiones adecuadas de longitud, anchura y altura que les permite moverse sin dificultad ya que en caso contrario presentarán una excesiva vulnerabilidad a los ataques y atentados con explosivos. En cuarto lugar, puesto que la violencia de las misiones tiende a incrementarse, deberán disponer de unos sistemas de protección polivalentes que sirvan tanto para los ataques NBQ; con armas de grueso calibre; el empleo de minas o de IDEs y EFPs. Características que sólo reúnen actualmente los vehículos de transporte de tropas 8x8 de nueva generación. Los MRAP tampoco responden adecuadamente a estas exigencias. Quinto, deberán llevar un armamento de calibre medio y de medidas antidisturbios y con capacidad disuasoria, ya que enfrentarán una amplia gama de operaciones tácticas que irán desde el enfrentamiento armado directo hasta las actuaciones para el mantenimiento del orden público. El empleo del armamento deberá poder realizarse con manejo remoto para garantizar el máximo de seguridad frente al fuego enemigo. Por último, estos vehículos blindados tendrán que ofrecer una amplia capacidad de transporte de tropas, preferiblemente a nivel de pelotón, y unas condiciones de habitabilidad idóneas para largas estancias en su interior. Como podemos apreciar, parte del éxito de los BMR radicaba en que reunían algunos de los requerimientos imprescindibles para las misiones de pacificación de la última década. Sin embargo su creciente obsolescencia frente a las exigencias de las necesidades futuras ya se pudo apreciar en Afganistán y el Líbano. 4.- Elementos de valoración de una decisión estratégica: la sustitución de los BMR. La importante decisión de sustituir los vehículos utilizados por las tropas españolas en las misiones de paz fue ya iniciada por el Ministro de Defensa del anterior Gobierno, con las sucesivas adjudicaciones a la empresa IVECO de los 120 vehículos blindados antiminas de tipo escuadra, denominados Vehículos Ligeros Multirrol (LMV) Lince con los que se ha empezado a dotar a las FAS desde 2007. Estos vehículos blindados poseen un motor de 190 cv, un 66 peso de 6,5 Tms., chasis de acero resistente y protección antibalística y antiminas certificada por la normativa STANAG de la OTAN. 44 Considerando sus características técnicas y operativas, el Lince puede sustituir a los Vehículos de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC) y a los todoterreno Aníbal, pero desde el punto de vista técnico y militar no constituye una auténtica renovación de los BMR. 45 Conscientes del alcance estratégico y del coste económico de la sustitución de los BMR existentes, el Ministerio de Defensa ha optado por realizarla de forma escalonada en tres fases. La primera se ha concluido con la decisión del Consejo de Ministros del pasado 27 de junio de 2007 de adquirir 100 vehículos blindados tipo pelotón por un importe de 75 millones de €, que junto con los 120 vehículos blindados de escuadra, completarán una entrega en 2009 de 220 vehículos. La segunda fase se desarrollará entre 2009 y 2010 y prevé la adquisición de otros 355 vehículos blindados (275 de escuadra y 80 de pelotón). Finalmente, la tercera fase se iniciará en 2017 y tiene como finalidad dotar a las FAS de vehículos blindados 8x8 de nueva generación, garantizando una importante participación tecnológica e industrial de las empresas españolas. Previsiblemente, en esta tercera etapa se adjudicarían los aproximadamente 225 vehículos blindados que sustituirían a la totalidad de los BMR y de los VAMTAC. 46 Para los vehículos blindados de pelotón se ha optado en esta primera fase por el Vehículo protegido y resistente a las minas (Mine Resistent Ambush Protected Vehicle - MRAP-) RG-31 MK5E Nyala (Antílope) desarrollado por BAE Systems OMC con una licencia de fabricación para General Dynamics, a la que pertenece también Santa Bárbara Sistemas, y que no cumple los requisitos anteriormente mencionados. Aunque se ignoran los criterios últimos que se utilizaron en la decisión a favor del MRAP Nyala, se ha hecho público que en la selección técnica, realizada sin pruebas operativas, fueron descartados el Gold de la empresa israelí Rafael y el Dingo de la empresa alemana KMW. También es público que este modelo fue adoptado por las FAS de Estados Unidos y, por tanto, el principal referente experimental sobre su eficacia y adecuación a las misiones tácticas que deberá 44 Con la capacidad de transporte del A400M de 37 Tms. podría trasladar 5 vehículos Lince con todo su personal y equipamiento. 45 El Plan de Renovación de Vehículos Blindados aprobado por el Consejo de Ministros del 2 de Noviembre de 2007, contempla la adquisición en tres fases de un total de 575 vehículos blindados (395 de escuadra y 180 de pelotón) por un importe total de 321 millones de €. Como se puede apreciar esta decisión, que tal vez se pueda justificar con criterios de ahorro presupuestario, no responde a los requerimientos de las futuras operaciones de paz u otro tipo de intervenciones internacionales al priorizar los vehículos de escuadra sobre los de pelotón y, desde luego, resulta claramente insuficiente desde el punto de vista técnico y cuantitativo para reemplazar a los BMR, ya que los vehículos de escuadra tipo Lince carecen de la capacidad de los BMR y, además, el número total de vehículos contemplados en el Plan es muy inferior a los aproximadamente 700 BMR que se han entregado al Ejército. 46 En su comparecencia del 11 de Octubre de 2007 en el Congreso de los Diputados, la Secretaria de Estado de Defensa, Dª Soledad López Fernández en unas 800 unidades el parque de los BMR y VAMTAC. 67 desempeñar lo constituyen precisamente los informes de las tropas norteamericanas que ya lo han utilizado en Irak y Afganistán. 47 Las dudas y contradicciones públicas que se produjeron durante todo el período de evaluación y decisión de esta primera fase, evidencian tanto las dificultades para adoptar una decisión estratégica de esta magnitud como la falta de un planeamiento a medio plazo para la renovación de los vehículos blindados medios de transporte (BMR y VAMTAC), puesto que desde la última adaptación y mejora de 1998 se sabía que su vida útil no podría prolongarse más allá de una década, sin perjudicar la seguridad de las tropas españolas. La apresurada improvisación de los últimos meses para adquirir los MRAP de pelotón, viene a unirse a la errónea decisión a favor de los vehículos de escuadra en detrimento de los de pelotón y a la todavía más incomprensible demora en la adjudicación de los blindados 8x8. El resultado podrá constatarse a medida que se vayan desplegando en las misiones del Líbano y Afganistán durante los próximos dos años. La cuestión es saber si para entonces la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) junto con el Ejército de Tierra estarán dispuestos a revisar las decisiones adoptadas en esta primera fase si los hechos acreditan las limitaciones operativas de ambos tipos de vehículos, el Lince y el Nyara, respecto de los BMR, de los que en ningún caso se pueden considerar su sustituto. Existen opciones alternativas que deberían haber sido evaluadas ya que la Marina optó, en 2001, por el suministro de los vehículos acorazados anfibios portapersonal, 8x8 Mowag Piranha IIIC, desarrollados por la empresa suiza MOWAG perteneciente en la actualidad a General Dynamics. Esta decisión inicial fue ampliada en 2007 con la adquisición de otras 21 unidades. 48 Con ello se produce la paradoja de que las unidades del ET, que son las más directamente implicadas en las amenazas por ataques y atentados con minas e IEDs, carecen de unos vehículos antiminas con los que ya cuentan las unidades de la BRIMAR. 49 4.1.- Criterios de seguridad y operatividad Como indicábamos, la principal experiencia adquirida hasta el presente sobre la eficacia operativa y la seguridad ofrecidas por los MRAP la aportan las tropas norteamericanas. 47 En 2005 el cuerpo de Marines de los EE.UU. solicitó la adquisición de 1200 MRAPs y a principios de 2007 el Pentágono aprobó la adquisición de otros 17.100 MRAPs. Tan sólo unos meses más tarde, el 30 de Noviembre de 2007, la solicitud de 3.700 unidades para el Cuerpo de Marines fue reducida a 2.300. De acuerdo con un Informe del congreso de EE.UU., de las 6.415 unidades adquiridas, 531 lo fueron a BAE Systems. Feickert, A.- “ Mine Resistant, Ambush-Protected (MRAP) Vehicles: Background and Issues for Congress”.- CRS Report for Congress.- Congressional Research Service. The Library of Congress, 21 de Agosto 2007 (Order Code: RS22707) 48 Aprobado por el Consejo de Ministros del 23 de Noviembre de 2007. Este tipo de vehículos ha sido adquirido también por Canadá; Suecia; Dinamarca; Irlanda, Nueva Zelanda y Suiza. 49 Un análisis documentado de las características de los principales vehículos blindados 8x8 se encuentra en: Capt. Esteban Andrés Ravaioli.- Vehículos de combate 8x8. Tendencias actuales. (http://www.revistainfanteria.ejercito.mil.ar/articulos_editados_2004/Vehiculos%20de%20combate%208 %20X%208.pdf ) 68 El Informe elaborado por el Congreso de EE.UU. el 21 de agosto de 2007, recoge algunas de las objeciones que se han realizado a la seguridad y movilidad de los MRAP. En concreto alude a que: “Aunque los vehículos MRAP parece que ofrecen bastante más protección que la flota actual de HMMWVs blindados, algunos observadores advierten que los avances en diseño IED y el uso de misiles más sofisticados anti-tanques y de granadas de propulsión (RPGs) podrían hacer de los MRAPs tan vulnerables como los blindados HMMWVs (…) Algunos funcionarios militares están preocupados de que los MRAPs son demasiado grandes, pesados y difíciles de manejar en entornos restrictivos, y los Marines sostienen que los MRAPs no son vehículos para expedición por razones logísticas y no son compatibles para embarcar. También es posible que los MRAPs pudiesen tener problemas similares de transporte, que pueden tener impacto en las unidades de despliegue rápido durante operaciones de emergencia.” 50 El 22 de Enero de 2008, el exoficial de Marines y asesor civil para asuntos militares, Franz J. Gayl, elaboró un Informe en el que puso de relieve las numerosas irregularidades que habían plagado el proceso de adjudicación de los MRAP con objeto de dar una respuesta urgente a la sustitución de los Humvees que habían demostrado su vulnerabilidad a los IDEs y a los proyectiles perforantes en Irak. El impacto de este Informe indujo al Cuerpo de Marines a detener la investigación51. En el Informe se concluye: “En general, puede concluirse que una combinación de acciones e inacciones erróneas llevadas a cabo por los promotores de combate referentes a los MRAP en general y a las necesidades urgentes de los MEF (Fwd) para los MRAPs, crearon un importante impacto negativo en la capacidad de los GCE´s para llevar a cabo su misión” 52 El balance de la experiencia de los MRAP no resulta decisivo y se encuentra lejos de las expectativas generadas en los mandos norteamericanos desplegados sobre el terreno. Por una parte, los datos demuestran que los MRAP redujeron el número de bajas por los ataques y atentados con IDEs 50 “Although MRAP vehicles appear to offer significantly more protection than the current fleet of uparmored HMMWVs, some observers caution that advances in IED design and the use of more sophisticated anti-tank missiles and rocketpropelled grenades (RPGs) could render MRAPs just as vulnerable as uparmored HMMWVs. (…) Some military officials are concerned that MRAPs are too large and unwieldy to operate in restrictive environments, and the Marines contend that MRAPs are not expeditionary because of logistical requirements and are not shipboard compatible.21 It is also possible that MRAPs could have similar air transportability issues, which could have an impact on rapid unit deployment during contingency operations.” Feickert, A.- op. cit.; pág. 4. 51 USToday (28 de Febrero de 2008). 52 “In general, it can be concluded that a combination of flawed actions and inactions by combat developers pertaining to MRAP generally and the MEF (Fwd) urgent needs for MRAPs created a significant adverse impact on the GCE’s ability to accomplish its mission.” Gayl, Franz J.- Mine Resistant, Ambush-Protected (MRAP).- 22 Enero 2008, pág. 119. (http://pogoarchives.org/m/ns/mrap/mrap-gayl-20080122.pdf ) 69 pero, al mismo tiempo, también mostraron sus deficiencias en la movilidad y operatividad. No es una casualidad que a la reducción del pedido inicial del Cuerpo de Marines de este tipo de vehículo blindado, se agregase el hecho de que en el concurso para la adquisición de nuevos vehículos, abierto en el mes de Febrero de 2008, se incluyesen los siguientes requisitos: “EL MPC poseerá los siguientes atributos: un alto grado de protección escalable balística/minas/IED equilibrada al comportamiento robusto y a los requisitos de carga. La capacidad de carga para 2 tripulantes y 10 pasajeros. Un perfil de movilidad operacional y táctica superior a los existentes USMC Familia de Vehículos de Blindaje Ligero. Transportabilidad en avión C-17. Capacidad de vadeo de sesenta pulgadas sin preparación”53. En estas circunstancias, existen fundadas razones para que las autoridades españolas realicen una evaluación detallada y completa de las ventajas y limitaciones de las adquisiciones de MRAP que ya han sido realizadas, antes de ampliar su compra en la segunda fase del plan de modernización. Desde el punto de vista de la seguridad, los RG-31 Nyala (MRAP) han probado su eficacia contra los IDEs, las minas de potencia media y otro tipo de explosivos, pero la insuficiencia de su blindaje contra los EFPs y cohetes antitanques pueden llegar a constituir una seria dificultad a medio y largo plazo, ya que se ha constatado la evolución hacia el empleo de este tipo de explosivos por parte de los grupos insurgentes o terroristas. 54 En cuanto a la movilidad su velocidad máxima de 100 Kms./h. en carretera – en todo terreno su velocidad máxima está en torno a los 7 km/h., muy alejada de la velocidad del propio BMR en estos terrenos – y su radio de acción de 700 Kms., le asimilan a los BMR. Sin embargo, su peso máximo de 17 Tms. y su reducida capacidad para superar pendientes, 25 % de desnivel ascendente y 60 % de desnivel descendente, le diferencian muy claramente del tipo de blindado medio que viene a sustituir ya que carece de la movilidad operativa que han demostrado los BMR para operar en todo tipo de terrenos y condiciones climatológicas. 53 “The MPC will possess the following attributes: - A high degree of scalable ballistic/mine/IED protection that is balanced against a robust performance and payload requirements. - A payload capacity for 2 crew and 10 passengers - An operational and tactical mobility profile superior to the existing USMC Light Armor Family of Vehicles. - C-17 aircraft transportability - A sixty inch fording capability without preparation” (http://www.worldaffairsboard.com/land-forces/40892-marine-personnelcarrier.html ) 54 Las tropas canadienses desplegadas en Afganistán han sufrido ya varias víctimas como consecuencia de atentados contra los Nyala (MRAP). En Octubre de 2006 el tirador de un MRAP RG-31 fue muerto al ser penetrado por un EFP. En Junio de 2007 murieron 6 soldados canadienses y un traductor al ser impactado su MRAP por un IDE a 20 km. Al Suroeste de Kandahar. (www.defense-update.com/products/r/RG-31.htm ) Para prevenir los ataques de una amplia gama de explosivos y misiles, la nueva generación de vehículos blindados 8x8 incorpora protección contra misiles antiataque. 70 Desde la perspectiva logística, sus dimensiones y peso le permiten ser transportado por los C-130, lo que implica que también lo serán por los A400M, facilitando así su despliegue junto con las tropas que deban utilizarlo. No obstante, el elevado consumo de combustible constituye una serie dificultad tanto logística como económica. Además su altura de 2,63 mts., muy superior a la de los vehículos blindados de sus características, dificulta su utilización en operaciones urbanas, de contrainsurgencia y de ayuda humanitaria, al hacer muy difícil la relación de los ocupantes con su entorno ciudadano. Tomando en consideración todos estos datos, se puede afirmar que esta primera dotación con vehículos MRAP, tanto del tipo escuadra como de pelotón, no debería asumirse ni siquiera como una solución de urgencia para mejorar la seguridad de las tropas desplegadas en el Líbano y Afganistán que no remedia la excesiva demora que se ha producido en el proceso de renovación de los BMR, especialmente cuando existen disponibles vehículos 8x8 de varios fabricantes. Pero sería un grave error extender esta opción a la renovación de la totalidad de los BMR, pues lo más adecuado sería evaluar otras alternativas de vehículos como los 8x8, antes de proceder a la adjudicación de la 2ª fase. En cuanto a los vehículos blindados de pelotón del tipo 8x8 de la tercera fase, resultaría muy arriesgado para las tropas españolas, posponer la adquisición hasta el 2015-2017, ya que las características técnicas y las prestaciones militares de este tipo de blindados medios no pueden ser cubiertas plenamente por los vehículos del tipo 6x6 y, mucho menos, por los de 4x4. Gráfico nº 16 –Evaluación General de los MRAP por EE.UU. Fuente: Gayl, Franz J.- Mine Resistant, Ambush-Protected (MRAP).- 22 Enero 2008 (http://pogoarchives.org/m/ns/mrap/mrap-gayl-20080122.pdf ) 71 4.2.- Criterios económicos y de innovación tecnológica La reciente aprobación de la compra de 100 vehículos de pelotón marca de forma concreta el inicio de una mal llamada sustitución progresiva de los BMR, cuya obsolescencia y falta de adecuación a las exigencias de las misiones del ejército español ponen en riesgo a nuestras tropas y dificultan seriamente su eficacia. Tanto este hecho como el anuncio de una segunda y tercera fase en el proceso de sustitución – una entre 2009 y 2010 y otras en 2017- obligan a reflexionar seriamente sobre el mismo desde una perspectiva económica y tecnológica. En ambos casos deben distinguirse dos niveles de análisis en los dos momentos clave: por un lado, las decisiones a corto plazo frente a las de medio y largo plazo y, por otro, la combinación de la evaluación de los impactos directos e indirectos sobre la capacidad industrial y tecnológica de España. En la decisión a corto plazo debe primar el concepto calidad-precio, entendiendo por calidad la adecuación de la compra a las necesidades de los ejércitos y por precio no solo el desembolso monetario directo, sino todas otras cláusulas y condiciones asociadas a la compra; a modo de ejemplo cabe referirse al mantenimiento y actualización del producto (rediseño), la compra de bienes y servicios vinculadas, las condiciones jurídicas de garantía y solución de conflictos, los aspectos de la propiedad intelectual, etc. En las decisiones a medio y largo plazo, por el contrario, la importancia relativa de los distintos elementos cambia. Así, las repercusiones industriales y tecnológicas deben primar en la evaluación, así como la capacidad de interactuar con los posibles oferentes sobre las características del producto. Sobre el hecho concreto que nos ocupa, la discusión parte de la insuficiente adecuación del vehículo MRAP a las necesidades de las operaciones en el exterior para las que se contempla de forma principal. Estas deficiencias tienen que ver con un diseño que ha sido criticado incluso por importantes representantes de la política y el ejército de los Estados Unidos. Ante el hecho consumado de esta primera compra, hay que esforzarse porque la segunda y tercera fases tengan una mayor coherencia económica y tecnológica que acompañe a la propia coherencia político-militar. El árbol de decisiones parte de una pregunta esencial. ¿Existe la posibilidad de proporcionar en un corto periodo de tiempo (el marcado por la segunda fase del proceso) un producto de base tecnológica nacional que satisfaga las necesidades de nuestros ejércitos en los escenarios en los que probablemente se va a ver involucrado? Si la respuesta es, como parece, negativa, la decisión debe optimizar una doble característica de la compra: 1. Que los productos a evaluar sean de similares prestaciones. Esto es, la administración no puede imponer decisiones de adquisiciones basadas en un mal entendido “nacionalismo” económico-tecnológico, sino que debe velar por el mejor uso de los recursos públicos comprando lo mejor en cada caso. 72 2. Dado lo anterior, sí es, a nuestro juicio, obligación de los responsables políticos y militares buscar soluciones que optimicen los retornos económicos y tecnológicos para nuestra industria. De forma simple se pueden distinguir cuatro opciones: a) Compra directa del producto b) Fabricación total o parcial del producto bajo licencia c) Fabricación bajo licencia con retornos industriales y tecnológicos d) Diseño y fabricación nacional Si, como se ha dicho, las opciones a y d quedan fuera de la discusión, el debate debe producirse en el marco de las opciones b y c, es decir, cuál es el grado posible de participación nacional en la fabricación y cuáles son las repercusiones previsibles. Es importante señalar que estas repercusiones deben evaluarse no solo en la inmediatez de las decisiones (la participación de un fabricante nacional) sino que deben también considerarse las repercusiones indirectas tanto industriales (participación de subcontratistas y proveedores) como tecnológicas (absorción de la tecnología e incorporación de la mayor cantidad posible de tecnología de elaboración propia). Estos argumentos se entrelazan entre las denominadas segunda y tercera fase. De cara a la segunda fase, es necesaria una negociación amplia sobre los retornos económicos y tecnológicos y que, además, garantice una tercera fase en las mejores condiciones posibles. El asunto central tiene que ver con las características estructurales de nuestras empresas, mayoritariamente de tamaño relativamente pequeño y con posibilidades económicas, tecnológicas y humanas limitadas. Desde hace tiempo es una demanda del sector que para participar en condiciones competitivas en el proceso último de concurso, tienen que disponer de un tiempo suficiente para adecuar sus trabajos y equipos. Además, si como en la mayor parte del armamento moderno es difícil, sino imposible, pensar en una oferta basada exclusivamente en la oferta nacional, es razonable apostar por un planteamiento de consorcio internacional. No son solo razones de oferta las que avalan este planteamiento (recursos y tecnología) sino también de demanda, porque la estrechez del mercado español difícilmente permite amortizar unos costes elevados y una obsolescencia tecnológica rápida. Si la opción del consorcio se adoptase, debería tener dos características importantes. I. Tendría que contar con una notable presencia española que permita introducir en el consorcio los aspectos industriales y tecnológicos en los que tenemos alguna ventaja relativa. II. Debe garantizar un proceso de aprendizaje a largo plazo que permita entrar en otros productos o sistemas relacionados para el propio mercado nacional e internacional. Finalmente, una evaluación del coste de los MRAP RG-31 MK5E sitúa su adquisición en 750.000 €/unidad (aproximadamente 1 millón de $USA), sin los 73 necesarios sistemas de autoprotección (torre de control remoto y comunicaciones) que elevarían considerablemente el coste final. Esta cantidad resultaría justificada desde la perspectiva de la mejora de la seguridad de las tropas españolas, pero también resulta lo suficientemente importante para que las autoridades de defensa se hubieran planteado adelantar la sustitución real de los BMR por vehículos 8x8 ya existentes en el mercado, que responden a las necesidades reales de nuestras tropas, a la vez que proporcionan los necesarios retornos directos e indirectos que requieren las nuevas adjudicaciones. 4.3.- Criterios sociales y políticos Sin duda, la etapa de crisis económica que está experimentando España, inducida desde el contexto internacional pero agravada por las particularidades nacionales, introducen dificultades añadidas al proceso de renovación de los BMR. En efecto, el déficit público, las quiebras empresariales, el aumento del paro, la reducción del consumo y la inversión así como el aumento de la morosidad, evidencian las dificultades económicas de amplios sectores sociales. En semejantes circunstancias, la presión mediática y, por influencia de ella, la presión ciudadana para que se recorte el gasto en defensa durante los próximos años, será una realidad que las autoridades políticas deberán considerar sin renunciar por ello a mantener o, incluso, acelerar la ejecución del plan de renovación si se pretende garantizar la seguridad de las tropas españolas en las misiones internacionales, además de avanzar y ampliar el potencial industrial y tecnológico de las empresas españolas para el futuro y teniendo en cuenta que estas inversiones también representan empleo y riqueza, además de mejorar significativamente la seguridad de nuestras tropas. Este contexto económico adverso, que se mantendrá durante los próximos 2 ó 3 años, hace más imperativo que las adjudicaciones de las fases 2ª y 3ª del plan de renovación se realicen con criterios de maximización de la seguridad y la operatividad de los nuevos blindados medios que se adquieran pero también buscando también la participación de las empresas españolas con objeto de minimizar el impacto social mediante el mantenimiento o creación de nuevos empleos. En términos generales, la sociedad democrática española valora muy positivamente la participación de las FAS en las misiones de paz, aunque muestra un grado mayor de intolerancia que otros países europeos a las exigencias de esa participación, sobre todo ante la inevitabilidad de las bajas que se producirán y los costes económicos que acarrean. Ello provoca reacciones sociales que terminan siendo difundidas por los medios de comunicación y politizándose inevitablemente. Semejante círculo vicioso sólo puede atajarse evaluando muy bien las futuras adjudicaciones e informando a la sociedad de los criterios y razones que aconsejan la renovación urgente de los BMR, junto con la utilidad que posee el 74 adoptar las decisiones dentro de los plazos y con las condiciones más favorables posibles para la industria española. Paralelamente, las autoridades de defensa deberían consolidar el mayor grado posible de apoyo político y parlamentario para las fases pendientes de la renovación con objeto de evitar falsas o innecesarias polémicas partidistas que, sin duda, las demorarían o impedirían. 4.4.- Criterios de eficacia e imagen internacional La experiencia de dos décadas de participación de las tropas españolas en misiones de paz, ponen de manifiesto dos hechos indiscutibles: el desempeño de las misiones en teatros de operaciones muy distintos y la intervención conjunta con ejércitos de numerosos países. Ambas realidades conducen a la necesidad de que los nuevos blindados medios que se adquieran deben tener acreditada su capacidad operativa desde los terrenos desérticos de Irak o Darfur hasta las zonas tropicales de países centroamericanos como Nicaragua, El Salvador, Guatemala o Haití, pasando por territorios montañosos como los de Bosnia-Herzegovina o Afganistán, ya que los BMR han demostrado su eficacia en todos esos escenarios. Además, sus características técnicas y su rendimiento deben ser similares al que ofrezcan los blindados de otros países con los que se participará en unidades conjuntas, con el fin de evitar que la operatividad táctica de toda la unidad no se vea comprometida por el hecho de que las tropas españolas utilicen un equipamiento inadecuado. Por último, las FAS españolas han alcanzado un crédito internacional gracias a la profesionalidad demostrada durante décadas de participación en misiones de paz, que no sólo no puede arruinarse sino que debe potenciarse dotándolas de unos blindados medios de transporte dotados de las mayores medidas de seguridad y los instrumentos tecnológicos más avanzados. Si los responsables políticos lo asumen, la sociedad lo apoyará y las tropas cumplirán con su misión. De hecho se debiera aquí hablar de Reputación. Y como hemos visto en los apartados 2.2. y 3.3, Reputación significa “Marca España”, significa “Eficacia” y capacidad de hacer ver y demostrar la utilidad para las funciones que se le exigen, significa capacidad para generar colaboración, entusiasmo y apoyo activo con el entorno de operaciones y significa, finalmente, valoración en imagen y presencia de las unidades españolas. Todo ello con los públicos más próximos afectados de modo directo, con el enemigo y opositor a la presencia española en aquellas regiones, con las demás tropas de países aliados que observan los modos de hacer de las unidades españolas y con la opinión pública –medios de comunicación- que conoce a distancia sus posibilidades y comportamiento. ¿Son útiles los BMR a estos efectos?. La opinión que transmiten es que son “viejos”, “inestables” y faltos de mantenimiento. Desde el punto de vista de la reputación se trata de una condena. 75 ANEXOS ESTADÍSTICOS 76 Estadística nº 1: DATOS DE LOS PRINCIPALES CONFLICTOS VIOLENTOS DEL SIGLO XX ACTIVOS EN EL SIGLO XXI (1946-2007) Inicio Fin 2006+ Tipo (*) EW Magnitud (1 a 10) 4 1952 2006+ EW 2 Países involucrados Myanmar (Burma) India 1948 1965 2006+ EW 2 Israel 1972 1975 1975 2006+ 2002 2005 EW CW CV 3 6 1 Filipinas Angola Angola 1978 1983 1983 1986 1988 2002 2006+ 2002 2006+ 2006+ CW EW EW EV CW 7 5 6 2 5 1990 1991 2006 2001 EW CW 3 3 Afganistán Sri Lanka Sudán Uganda Somalia (EtiopíaEritrea) India Sierra Leona 1991 1991 1993 1996 1996 1997 1997 2004 2002 2005 2006 2006 2005 2006+ CW EV EW CW CW EV EV 4 2 4 2 5 1 1 Argelia India Burundi Nepal Zaire Indonesia Nigeria 1998 1998 2000 2003 IW IV 5 1 Eritrea-Etiopía Irak 1998 2003 EV 1 Islas Salomón 1999 2002 EV 1 Indonesia 1999 1999 2000 2006 EW EW 1 4 Etiopía Rusia Descripción Guerra Etnica (Karen, Shan y otros) Guerra Etnica (tribus nordorientales y separatistas Assam) Guerra Etnica (Judíos–Palestinos árabes OLP) Guerra Etnica (Moros) Guerra Civil (UNITA) Violencia Civil (separatistas Cabinda; FLEC) Guerra Civil Guerra Etnica (Tamiles) Guerra Etnica (islamistas - cristianos) Violencia Etnica (Langi y Acholi) Guerra Civil Guerra Etnica (Cachemira) Acciones bélicas civiles y étnicas (RUF/Mende) Guerra Civil (militantes islamistas) Violencia Etnica (hindúes - musulmanes) Guerra Etnica (hutus - tutsis) Guerra Civil (UPF “Guerra Popular”) Guerra Civil (destitución de Mobutu) Violencia Etnica (Aceh y militantes GAM) Violencia Comunal (provincia Delta; Ijaw; Itsekeri y otros) Guerra Interestatal Violencia Interestatal (ataques aéreos Reino Unido-Estados Unidos) Violencia Comunal (Malaita/isleños Isatabu) Violencia Etnica (Moluccas; musulmanes /cristianos) Guerra Etnica (separatistas Oromo) Guerra Etnica (separatistas chechenos) Nº Muertos 100.000 25.000 20.000 50.000 1.000.000 3.500 1.000.000 75.000 1.000.000 12.000 100.000 35.000 25.000 60.000 3.500 100.000 8.000 1.500.000 3.000 1.500 Número total de conflictos censados entre 1946 y 2007 = 325 (*) Tipos de Conflictos: Primer letra: C = Civil intraestatal; E = Etnico intraestatal incluyendo agentes estatales y grupos étnicos; I = Internacional involucrando a dos o más países Segunda letra: V = El uso instrumental de violencia sin objetivos necesariamente excluyentes; W = Violencia bélica; N = El empleo de violencia para remover forzosamente una dominación extranjera. Fuente: Marshall, Monty G. (comp.).- Major Episodes of Political Violence (1946-2007).Center for Systemic Peace (http://www.systemicpeace.org/warlist.htm) 100.000 1.000 500 3.500 2.000 30.000 77 Estadística nº 2: DATOS DE LOS PRINCIPALES CONFLICTOS VIOLENTOS DEL SIGLO XXI Inicio Fin Tipo (*) Magnitud (1 a 10) Países directamente involucrados Guinea Liberia 2000 2000 2001 2003 CV CV 1 1 2000 2005 CW 2 2001 * EV 1 Costa Marfil Indonesia 2001 * EW 1 Ruanda 2001 * IV 2 2001 2003 CV 1 2001 2004 EV 3 Estados Unidos República Centroafricana Nigeria 2001 2007+ IW 3 Afganistán 2001 2007+ CV 1 India 2001 2007+ EV 1 Pakistán 2002 2003 CV 1 2003 * CV 1 CongoBrazzaville Tailandia 2003 2007+ IW 6 Irak 2003 2007+ IW 2 2003 2003 2007+ 2007+ CV EV 1 5 Estados Unidos Arabia Saudí Sudán 2004 2004 2007+ 2007+ CV CV 1 1 Yemen Haití 2004 2007+ EV 1 Pakistán de Descripción Choques del pico del Loro Violencia Civil (ataques por las guerrillas LURD) Guerra Civil (divisions norte, sur y oeste) Violencia Comunal (Dayaks contra inmigrantes Madurese) Guerra Etnica (ataques por las guerrillas Hutu) Ataques de Al Qaeda en Nueva York/Washington Violencia Civil (ataques por seguidores de Bozize) Violencia Etnica (cristianosmusulmanes; regions de Plateau y Kano) Derrocamiento de los Talibanes y persecución de Al Qaeda Insurgencia Maoista (Grupo de la Guerra popular; Centro comunista Maoista; Ejército Guerrillero de Liberación Popular) Violencia Sectaria: Sunnitas, Chiitas y Ahmadis Violencia Civil (militants Ninja en la region de Pool) Campaña contra los traficantes de droga Derrocamiento del regimen Baathista de Sadam Hussein y enfrentamientos sectarios posteriors: Sunnitas, Chiitas, Kurdos y grupos de Al Qaeda Invasión de Irak y ocupación militar Militantes islámicos Violencia separatista comunal en Darfur Seguidores de al-Huthi en Sadaa Rebelión de los seguidores del depuesto Presidente Aristide Pastunes en las áreas tribales administradas federalmente, principalmente en el sur de Waziristan y el noroeste de la Provincia fronteriza Nº Muertos 1.000 1.000 3.000 1.000 2.500 3.000 1.000 55.000 25.000 1.500 2.000 500 2.500 150.000 4.000 700 200.000 2.000 2.000 1.500 78 2004 2007+ EV 1 Tailandia 2004 2005 2005 2007+ 2007 2006 EV EV CW 1 1 1 Turquía Pakistán Chad 2005 2007+ EW 2 2006 2007+ EV 2 República Centroafricana Chad 2006 2007 2007 * 2007+ 2007+ IV EV EW 2 1 1 Israel - Líbano Líbano Etiopía 2007 2007+ EV 3 Kenia Musulmanes malayos en la zona sur de la región (provincias de Narathiwat, Pattani, Songkhla, y Yala) Kurdos en el sudeste Rebelió en Baluchistan Rebeldes del Frente Unido para el cambio democrático (FUC) Rebeldes del APRD (noroeste) y del UFDR (nordeste) Luchas comunales entre los Toroboro (agricultores negros sedentarios) y las milicias Janjawid (pastores árabes) Israel contra Hezbollah Militantes palestinos islamistas Somalíes y militantes Oromo en Ogaden Violencia Comunal tras las elecciones presidenciales Número total de conflictos censados entre 1946 y 2007 = 325 (*) Tipos de Conflictos: Primer letra: C = Civil intraestatal; E = Etnico intraestatal incluyendo agentes estatales y grupos étnicos; I = Internacional involucrando a dos o más países Segunda letra: V = El uso instrumental de violencia sin objetivos necesariamente excluyentes; W = Violencia bélica; N = El empleo de violencia para remover forzosamente una dominación extranjera. Fuente: Marshall, Monty G. (comp.).- Major Episodes of Political Violence (19462007).- Center for Systemic Peace ( http://www.systemicpeace.org/warlist.htm ) 2.500 1.000 800 1.000 1.500 5.000 1.500 500 500 1.000 79 Estadística nº 3: Grupos terroristas por regiones (1968-2006) Terrorist Groups by Region Range: 01/01/1968 - 07/09/2006 (*) Region Groups Africa 120 East & Central Asia 23 Eastern Europe 48 Latin America & the Caribbean 139 Middle East / Persian Gulf 237 North America 77 South Asia 160 Southeast Asia & Oceania 50 Western Europe 295 TOTAL 1.149 % 10,4 2 4,2 12,1 20,6 6,7 13,9 4,4 25,7 100 (*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both domestic and international Estadística nº 4 Terrorism by región Range: 01/01/1968 - 07/09/2006 (*) Region Incidents % Injuries Africa 1161 3,41 9741 East & Central Asia 242 0,71 5584 Eastern Europe 1510 4,43 5151 Latin America & the Caribbean 3675 10,78 4008 Middle East / Persian Gulf 14420 42,31 55401 North America 588 1,75 4344 South Asia 5131 15,05 23498 Southeast Asia & Oceania 1794 5,26 5446 Western Europe 5558 16,3 5678 TOTAL 34.079 100 11.8851 % 8,2 4,7 4,34 3,38 46,61 3,65 19,77 4,58 4,77 100 Fatalities 3688 253 2010 2367 27380 3568 8778 1961 1441 51446 % 7,16 0,49 3,9 4,6 53,21 6,94 17,1 3,8 2,8 100 (*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both domestic and international Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism Knowledge Base (**) (**) Esta base de datos ha transferido sus contenidos al National Consortium for the Study of Terrorism and Responses to Terrorism (START). No obstante, los datos sobre actos terroristas al ser propiedad de la RAND Corporation le han sido transferidos, manteniendo START su propia base de datos: Global Terrorism Database (GTD) accesible en la dirección. http://www.start.umd.edu/data/ 80 Estadística nº 5: Actos terroristas con Armas de Destrucción Masiva (ADM) Fuente: Wayne Turnbull; Praveen Abhayaratne.- 2002 WMD Terrorism Chronology: Incidents Involving Sub-National Actors and Chemical, Biological, Radiological, and Nuclear Materials.- Monterrey Institute of International Studies; 2003 (http://cns.miis.edu); pág. 2 Estadística nº 6: Actos terroristas con ADM por regiones Fuente: Wayne Turnbull; Praveen Abhayaratne.- 2002 WMD Terrorism Chronology: Incidents Involving Sub-National Actors and Chemical, Biological, Radiological, and Nuclear Materials.- Monterrey Institute of International Studies; 2003 (http://cns.miis.edu); pág. 3 Estadística nº 7: Víctimas de actos terroristas con ADM Fuente: Wayne Turnbull; Praveen Abhayaratne.- 2002 WMD Terrorism Chronology: Incidents Involving Sub-National Actors and Chemical, Biological, Radiological, and Nuclear Materials.- Monterrey Institute of International Studies; 2003 (http://cns.miis.edu); pág. 7 81 Estadística nº 8 – Víctimas del terrorismo doméstico según el tipo de atentado Domestic Terrorist Incidents by Tactic (*) Range: 01/01/1968 - 07/09/2006 Tactic Incidents Injuries Fatalities Armed Attack Arson 4380 694 5216 174 7623 289 Assassination 1548 770 2222 Barricade/Hostage Bombing Hijacking Kidnapping Other 44 10570 14 901 125 745 43859 2 83 414 429 13651 2 828 105 Unconventional Attack Unknown TOTAL 38 316 18.630 85 238 51.586 22 381 25.552 (*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both domestic and international Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism Knowledge Base Estadística nº 9 – Víctimas del terrorismo internacional según el tipo de atentado International Terrorist Incidents by Tactic (*) Range: 01/01/1968 - 07/09/2006 Tactic Incidents Injuries Fatalities Armed Attack Arson 1608 297 7944 153 2110 93 Assassination 768 303 714 Barricade/Hostage Bombing Hijacking Kidnapping Other Unconventional Attack Unknown TOTAL 167 5884 218 1081 37 1464 34337 415 76 12 474 7567 574 380 44 18 33 10111 2355 14 47073 2982 54 14992 (*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both domestic and international Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism Knowledge Base