1 TABLA DE CONTENIDOS Abstracto 1 Agradecimientos 2 Introducción 7 Características de los lenguajes 9 Lenguaje Periodístico 9 Lenguaje Literario 11 Periodismo y Literatura 12 Marco histórico 14 Marco Teórico 19 Metodología 25 Análisis 27 Conclusiones 42 Bibliografía 46 2 ABSTRACTO Este trabajo explora de qué manera el lenguaje literario y el periodístico emergen en una sola línea, aunque en muchas ocasiones tienen una frágil línea divisoria. Esta investigación se concentra en el análisis de discurso de dos obras de la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska: Hasta no verte Jesús mío, una novela narrada en primera persona sobre la vida de una mujer de clase humilde y explotada, y La noche de Tlatelolco, testimonial oral de una matanza de estudiantes en 1968. Con este análisis se muestra como Poniatowska mezcla el lenguaje literario y el periodístico en sus obras, por lo que se puede considerar un ejemplo del llamado nuevo periodismo, o literatura periodística. Este trabajo deambula por la historia del periodismo y la literatura como medios de expresión escrita que surgen de una misma rama, y que a través de la historia se han ido separando pero que hay muchos grandes escritores y periodistas que han practicado ambas disciplinas con éxito. El análisis de las obras de Elena Poniatowska es un ejemplo de como una periodista incursiona en el mundo de la literatura y cruza la línea divisoria para con su discurso literario y periodístico abrir espacio a las voces que tradicionalmente han sido silenciadas, aquí se demuestra que con sus narraciones literaria-periodística deja escuchar a ‘los otros’, a quienes han sido callados. Este trabajo plantea como las bases teóricas de Mijail M. Bajtín sobre el Dialogismo se ejemplifican en las obras de Poniatowska planteando como sus discursos narrativos y periodísticos dejan espacio abierto para que los enunciados que une en su narración sean el espacio de ese dialogo de los ‘otros’. Asimismo se demuestra como el Análisis de Discurso 3 multidisciplinarío planteado por el teórico Teun van Dijk muestra como la obra periodística literaria de Poniatowska es un ejemplo de la lucha contra el discurso de dominación y racismo en la prensa que tradicionalmente reflejan los medios de comunicación masiva. 4 AGRADECIMIENTOS Este trabajo sin duda representa el fin de un camino, pero al mismo tiempo es la apertura de muchas puertas para otros proyectos que inician precisamente aquí. Como cada etapa en la vida, esta investigación es el resultado de muchas horas de trabajo, de consultas, de charlas, de largas noches frente a la computadora no solo mías sino de aquellas personas que dedicaron su tiempo, paciencia, intelecto y esfuerzo para la producción de este material. Muchas son las personas a las que con sinceridad agradezco infinitamente su tiempo, apoyo, consejos, pero sobre todo por darme la oportunidad de compartir este tan importante proyecto de mi vida académica. Agradezco a todos y cada uno de los profesores del Programa de Maestría de Español en el Departamento de Estudios Modernos de la Lengua (Modern Language Studies) de la Universidad Estatal de San Marcos (CSUSM) por los fructíferos conocimientos que aprendí en todos sus cursos. Sin duda, son invaluables todas las enseñanzas que nos dieron cada minuto dentro de las aulas universitarias. A todos, muchas gracias por su dedicación y tiempo. Muy en especial quiero agradecer a la Doctora Silvia Rolle-Risseto quien no solo es el pilar más importante en el Departamento de Estudios Graduados del Programa Español de CSUSM, cuyos cursos fueron una base muy importante en mi proceso de aprendizaje. Además, gracias a sus consejos y guía se forjaron las bases que cimientan esta investigación. Sin su colaboración, apoyo y dirección no se hubiera logrado concretar este trabajo. Muchas gracias doctora RolleRisseto por ser, no sólo parte de la planta docente que me formó en esta carrera, sino de ser el eslabón de base de mi proyecto de investigación. Siempre estaré eternamente agradecida con usted. 5 No quiero dejar de mencionar y agradecer a la persona que ha sido la principal arma en el proceso de producción de esta investigación, quien se ha convertido, sin duda, en la segunda madre de este proyecto. Muchas gracias doctora Michelle Ramos-Pellicia por su tiempo, consejos, talento, y conocimientos. Su presencia y dirección en este trabajo es realmente invaluable. Gracias porque la existencia de este trabajo se debe al impulso e interés que usted puso en el proceso de producción de este material académico. Ninguna palabra de gratificación que exista en este mundo puede expresar realmente lo mucho que significa su ayuda en esta investigación, mi sincera admiración y respeto. Asimismo, quiero expresar mi agradecimiento a quien fungió como segunda lectora en el consejo evaluador de esta investigación, doctora Karina Miller, sin sus comentarios, aportaciones y dedicación nunca hubiera sido posible la culminación de este trabajo. Desde el fondo de mi corazón muchas gracias. Quiero agradecer a todos mis colegas y amigos universitario su apoyo en este camino de aprendizaje compartido, siempre recordaré nuestras ‘tertulias literarias’ para prepara nuestros exámenes y trabajos de investigación, gracias compañeros. Un especial reconocimiento para el grupo de madres voluntarias del Club de Padres de la Escuela Primaria Oak Hill, a todas muchas gracias por sus enseñanzas diarias, cariño y apoyo. Finalmente, agradezco a quienes son la parte motora de mi existencia, mi bella y adorable familia. A mi inspiración diaria, mi mamita amada doña Josesita López Cárdenas; a mi padre y cómplice intelectual Eduardo Barceló, a mi alma gemela, mi amado esposo Greg Feldman, y mis adorados hermanos Elsa, Pepe, Lalo y Luis; y por supuesto a mis maravillosos sobrinos, gracias a todos por su amor incondicional, y por simplemente siempre estar junto a mi. Pero principalmente doy gracias a Dios por mi entereza y fuerza interna para cumplir esta meta. 6 A mamá Ada Feldman y mamá Marcela Porque su presencia está siempre conmigo… Con amor a mi familia… 7 INTRODUCCIÓN El presente trabajo explora de qué manera el lenguaje literario y el periodístico emergen en una sola línea y en muchas ocasiones tienen una frágil división entre ellos. Esta investigación se concentra en el análisis de discurso de dos obras de la periodista y escritora mexicana Elena Poniatowska: Hasta no verte Jesús mío, una novela narrada en primera persona, y La noche de Tlatelolco, testimonial oral de sobrevivientes y testigos de una matanza de estudiantes en la Ciudad de México en 1968. Este análisis enfatiza cómo Poniatowska mezcla el lenguaje literario y el periodístico en sus obras, por lo que se puede considerar un ejemplo del llamado nuevo periodismo, o literatura periodística. En esta investigación, se hace el análisis de discurso para demostrar que, a través del lenguaje periodístico-literario, Poniatowska muestra una lucha contra el control de la ideología de la sociedad que ejercen los medios de comunicación. A través de sus narraciones, la autora mexicana emite sus ideas para hacer una crítica a la sociedad y a los grupos en el poder. Poniatowska abre espacio al discurso de oposición al poder; da voz al oprimido que critica y denuncia a la sociedad y sus injusticias utilizando un código lingüístico que fusiona el periodismo y la literatura. Esta línea de investigación surge a partir de un interés personal para determinar la forma en que se fusionan en un discurso narrativo el lenguaje literario y el periodismo novelado. En un estilo narrativo novedoso que navega entre ambas disciplinas, se retrata, recrea y critica la realidad social. Se usa la fusión de dos estilos comunicativos con características diferentes. Este estudio surge para mostrar cómo ambos discursos son poderosas herramientas que los escritores utilizan en la creación de sus obras. Por lo tanto, este trabajo demuestra cómo las 8 obras contienen un lenguaje nuevo y único pues une las técnicas del periodismo y la literatura. Los mensajes se convierten en una forma de resistencia o fuerte oposición al control ejercido por las instituciones en el poder que tradicionalmente se manejan de manera sublime en los mensajes de los medios de comunicación. Para lograr este objetivo, se resalta primeramente las características del lenguaje periodístico y literario, se delimita las diferencias que los separan y los que las unen. Asimismo, se hace un breve recorrido histórico del periodismo y la literatura, disciplinas que surgen de una misma rama y que, a través de la historia, se fueron separando. Sin embargo, a pesar de esta separación, hay grandes escritores que han vinculado ambas disciplinas con éxito, y han creado novelas no ficticias, o reportajes periodísticos novelados. Las obras de Elena Poniatowska son ejemplos de esta combinación ya que sus obras fluctúan entre el periodismo y la literatura. Para fines prácticos de este trabajo, primeramente se definen las características del lenguaje periodístico y del literario. Asimismo, es menester aclarar que esta investigación se centra en las bases teóricas de Mijail Bajtín como los géneros discursivos, dialogismo y la polifonía. Además, se utiliza la técnica del Análisis de Discurso Multidisciplinario desarrollado por van Dijk. Posteriormente, se habla de la metodología que plantea cómo las narraciones periodísticas-literarias, en específico de la autora mexicana, hacen uso del lenguaje literario y periodístico para crear un discurso que emerge de ambas disciplinas. A partir de estas delimitaciones, se entra al análisis de la novela narrada en primera persona Hasta no verte Jesús mío, y al documento testimonial La Noche de Tlatelolco. Ambas obras reflejan la mezcla que hay entre el periodismo y la literatura cuyos discursos narrativos son espacio de expresión de voces que tradicionalmente son silenciadas y oprimidas. 9 CARACTERÍSTICAS DE LOS LENGUAJES No es lo mismo escribir una noticia que un relato literario, una poesía, un cuento, o una novela. Cada género presenta sus diferencias y una de ellas es el tipo de lenguaje utilizado, a continuación se describen el discurso periodístico y el literario. Por periodismo, se entiende la función social de recopilar, procesar y difundir por cualquier medio de comunicación, un acontecimiento, con la finalidad de informar y formar, así como también la de persuadir y entretener. De acuerdo a los periodistas-escritores Leñero y Marín el periodismo “es una forma de comunicación social que analiza los intereses públicos” (Leñero &b Marín 1986: 18). Los catedráticos señalan que el lenguaje periodístico transmite o comunica aspectos de la sociedad con objetividad y veracidad. En su “Manual de periodismo”, estos autores explican que el periodismo se divide en géneros tales como: el informativo, interpretativo (de opinión) o híbrido. El periodista utiliza un lenguaje con características propias, conocido como lenguaje informativo. La narración de las noticias de los acontecimientos que reporta es clara, precisa y comprensible para todas las personas sin importar su nivel educativo o estrato social. De acuerdo a Leñero y Marín, el género fundamental del periodismo es la nota informativa que se caracteriza por usar el lenguaje objetivo y directo de hechos no ficticios. Los autores señalan que la entrevista es la herramienta que sostiene todos los géneros periodísticos porque es la manera con la que el periodista obtiene información a través de diálogos coloquiales. En tanto que los géneros de opinión se convierten en híbridos porque no solo informan sino que aportan ideas y juicios de valor del periodista. El periodista, además, utiliza descripciones y narraciones literarias en reportajes narrativos, crónicas y entrevistas; combina técnicas literarias e informativas. Según Leñero y 10 Marín: (l) “Los géneros periodísticos se entremezclan y se enriquecen con elementos de otras disciplinas. Dentro de los géneros de interpretación, se destacan características del lenguaje literario como el cuento, el ensayo y la novela, que se encuentran en los reportajes demostrativos, descriptivos y narrativos” (Leñero & Marín 1986: 39). Un ejemplo del lenguaje periodístico es el primer párrafo de una nota periodística que se presenta como la entrada de la noticia donde se contesta, con un lenguaje claro y coloquial, las preguntas básicas de quién emite la información, qué fue lo sucedido, dónde, cómo y cuándo. La frase “La Secretaria de la Reforma Agraria informó ayer a este diario” da a entender que la información fue emitida por una institución gubernamental, es decir, que se está reportando lo que esta dependencia quiere que se dé a conocer sobre un acontecimiento que es real y no es producto de la imaginación o fantasía: La Secretaria de la Reforma Agraria informó ayer a este diario que las 5,220 familias que se trasladaron desde La laguna a tierras de Campeche han tenido que enfrentar graves problemas en sus nuevos centros de población, debido a las resistencia que los campesinos locales han puesto a este programa de colonización”. (Leñero /Marín 92) El mensaje periodístico, no solo es informativo sino que además cumple con la función formativa y recreativa: "El periodismo incluye comunicación por esencia, información por necesidad; deseo de orientar y entretener; con un estilo y técnica adecuada". (Acosta 54). El lenguaje periodístico tiene la función de informar sobre los acontecimientos a través de los ojos del reportero o periodista, que narra de manera objetiva, pero también en algunas ocasiones opina y valora situaciones de acuerdo a su experiencia y conocimientos personales. También, hay que destacar que toda labor periodística está subordinada a los intereses ideológicos de grupos de poder. Estos medios son monopolizados por dueños de empresas de comunicación masiva en donde los periodistas publican sus noticias o transmiten sus mensajes. 11 Por otro lado, el lenguaje literario es definido como “lenguaje figurado” por la serie de recursos expresivos o estilos que modifican la forma de presentar el mensaje del escritor. Existen varias definiciones sobre el discurso literario. Un poeta, por ejemplo, pretende comunicar sus ideas usando la belleza de las palabras, haciendo evocaciones en sus versos con significados diferentes. La finalidad del lenguaje literario es artística, y adquiere relevancia el estilo de la obra literaria de acuerdo a la forma en que los escritores lo utilizan en la época en la que viven o en la que son influenciados. El texto literario utiliza diferentes recursos estilísticos como metáforas, comparación, hipérbole, mímesis, etc. cuyo objetivo es estimular los sentidos, jugar con la imaginación, presentando diversas interpretaciones en el mensaje. La diferencia es que el propósito del lenguaje coloquial utilizado en el estilo periodístico es la comunicación precisa de hechos no ficticios o fantásticos. En tanto que, el estilo literario, el autor emplea un vocabulario simbolizado lo cual lo aleja de la lengua coloquial. Algunas de las características del lenguaje literario son: riqueza léxica, intensificación expresiva. Las narraciones utilizan la extrañeza, lo que sorprende o causa admiración, el uso de las palabras produce ritmo, musicalidad y están cargadas de significados connotativos (interpretativos). Los mensajes son polisémicos porque adquieren significados variados. Un ejemplo de este lenguaje es: Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal... (Jiménez 1997: 101-102) Este primer párrafo de la novela Platero y yo, la célebre obra del autor español Juan Ramón Jiménez, refleja un lenguaje literario puro donde se mezcla la fantasía, el habla figurada, que utiliza metáforas recrea la visión de algo sencillo, pero de una manera artística. Además, su 12 narración lleva implícita un mensaje lleno de simbolismos. Su obra se pensó en un principio como un libro infantil, sin embargo, el texto critica a la sociedad de su tiempo. Jiménez utiliza la metáfora del burro Platero para expresar su opinión del régimen gubernamental en España de principio del siglo XX. Asimismo, a través de la lengua literaria, se inventan mundos de ficción y se emplean diversas figuras literarias. Al respecto, Acosta Montoro define este lenguaje como “una búsqueda nueva de lo que suele llamarse fantasía" (Acosta Montoro 1973: 75). Una de las características del discurso literario es que se basa en la ficción más que en hechos reales. Sin embargo, las obras literarias recrean la realidad de manera simbólica con figuras literarias basadas en la significación. Para muchos investigadores, la característica más importante del lenguaje literario es la creación de la ficción y la estética. PERIODISMO Y LITERATURA Tanto el periodismo como la literatura comparten aspectos en común. Se ha resaltado a la fantasía y la estética como los elementos principales de la literatura. "El literato, el artista creador, puede deformar la realidad exagerándola (hipérbole)” (Acosta 1973: 248). El lector "puede pasar en un segundo de la realidad a la fantasía del mundo circundante" (249). En cuanto a la creación periodística, establece como regla cubrir la necesidad de transmitir un conocimiento integral, informativo y de entretenimiento de hechos no ficticios. El periodismo, aún el más profundo y revelador, tiene que someterse a reportar los acontecimientos de la realidad tal como suceden. Los textos periodísticos se pueden clasificar como no literarios porque se fundamentan en el mensaje informativo y coloquial que no tiene la intención de crear belleza en el lenguaje. Así, la nota periodística, y toda narración "no ficticia", es informativa, coloquial y verídica, y su función principal es la veracidad y la objetividad. Sin embargo, 13 dentro de ellos se producen mensajes literarios cuya información transmitida puede ser artística. Esta narración cruza la línea divisoria y se convierte en lenguaje literario. Este tipo de trabajo es ejemplo del llamado periodismo literario. Este nuevo género, nacido de las crónicas, reportajes a fondo o descriptivos, artículos narrativos, entrevistas, semblanzas, etc., tiene características diferentes. Estas características, productos de la veracidad del lenguaje periodístico, mantienen una calidad narrativa cuya belleza es estética. Su propósito principal es deleitar, entretener, persuadir y divulgar el conocimiento científico y la creación literaria. Algunos ejemplos de este estilo son el uso del ensayo como estructura, además del: humor, costumbrismo, narrativa, tiras cómicas, etcétera. Por otro lado, también existen las novelas literarias ‘no ficticias’ que cuentan con características diferentes porque relatan hechos que son producto de la imaginación, pero que nacieron a partir de acontecimientos reales. Sobre la relación de estas dos disciplinas, Acosta afirma que: "la literatura o creación literaria, es un lujo; y el periodismo una necesidad". (Acosta 1973: 249). Aunque la función de la literatura es distinta a la del periodismo, el autor puede ser el mismo, y solo busca diferentes estilos y estructuras lingüísticas para crear sus mensajes. Es en este tipo de obras en donde el periodismo y la literatura pueden emerger en un solo discurso. De esta manera, se habla de un periodismo literario, cuando el género es el periodístico (lenguaje informativo) secundado por la literatura (lenguaje estético), o bien, lo literario predomina ante lo periodístico. Hoy en día, hay cuentos o poemas que son publicados en un diario o revista; en tanto que un artículo o una crónica pueden ser un libro. Es así cómo existe una fusión entre ambos lenguajes. Un ejemplo de este tipo de trabajo es el reportaje de fondo escrito por el periodista Rafael Rodríguez Castañeda que fue publicado en la prestigiosa revista mexicana Proceso en la década de 1990 en la Ciudad de México, el reportaje periodístico literario incluye los tres mecanismos fundamentales 14 de este tipo de trabajos narrativos: demostración y descripción narración, como señalan en su Manual de Periodismo Leñero y Marín: Rodeado de casas de madera desvencijadas, en un suburbio de Atlanta, Georgia, un edificio moderno de ventanas polarizadas alberga el Centro de Records y Archivos Federales del gobierno de los Estados Unidos. Entre millones de documentos microfilmados, ahí yace para siempre-en su calidad de caso cerrado- el expediente de la acusación por narcotráfico hecha contra Arturo Durazo Moreno en 1976, por la justicia norteamericana. Entonces comandante de la Policía Justicia Federal en México y jefe de seguridad de la campana electoral del presidente José López Portillo, Durazo Moreno fue acusado por trafico de cocaína en Miami Florida en 1976. (Leñero & Marín 1986: 249) Aunque parezcan disímiles, el trabajo literario y el periodístico tienen muchos puntos en común. Pueden cruzar las líneas que las delimitan cuando un escritor trasciende en la narrativa que va de la realidad a la ficción, y de la ficción a la realidad, o combinándolas en una sola narrativa. MARCO HISTÓRICO Desde sus orígenes, la literatura siempre alimentó al periodismo. En la historia, se presentan como aliados inseparables porque en el pasado uno surge a partir del otro. Hoy, ambos pueden surgir de la mano del mismo escritor. A pesar de que en la actualidad estas disciplinas se estudian por separado por considerarse que pertenecen a diferentes ámbitos: uno en las artes (literatura) y el otro en el socio-político (el periodismo), ambas pertenecen al estudio de las humanidades. En el pasado, la literatura puede ser vista como la base del periodismo ya que las noticias en la antigüedad y en siglos pasados constituían un pequeño centro de información sobre los acontecimientos de la vida diaria. Estos eventos eran narrados primero por los juglares que los cantaban o los recitaban. Después, los clérigos, encargados de escribir lo que sucedía dentro de los reinos, fueron los responsables de plasmar el diario vivir y 15 sus aconteceres. Posteriormente, se formaron los boletines y gacetillas al servicio monárquico y eclesiástico que son los predecesores de los periódicos. Algunos investigadores de la historia del periodismo y la literatura como Acosta Montoro (1973), Martín Vivaldi (1975), Dallal (1985) mencionan que estas disciplinas se separaron por una batalla en la lucha por el control del lenguaje escrito. Este lenguaje ya estaba establecido como una herramienta del poder para controlar a los pueblos. Al respecto, Acosto Montoro explica que: “la palabra es un poder. Durante toda la era capitalista clásica, del siglo XVI al XIX, los propietarios del idioma fueron los escritores” (Acosta 1973: 77-78). Los manuscritos tomaron fuerza en el control del poder ya que los mensajes emiten las ideologías sociales que han servido como herramientas de cohesión o de oposición. En la historia, existen contribuciones y colaboraciones que funden trabajos de ambas disciplinas que han servido como crítica y oposición, y por otro lado, de control y sumisión. En el recorrido histórico que hace sobre este tema Acosta Montoro en su extensa investigación sobre la relación de Periodismo y Literatura, describe que uno de los primeros trabajos periodísticos literarios se ubica en el siglo XVII, con la obra de Defoe El año de la peste (1660). La estructura discursiva de esta obra puede ser un ejemplo de un reportaje periodístico de esa época. Aunque ese trabajo, como muchos otros del Siglo de Oro, no se haya catalogado como texto periodístico, sí cuentan con características tomadas de los temas y problemas que atañen a los acontecimientos de esa época. Tanto escritores de ficción como periodistas, viven a la caza de historias que contar, inspiradas por los acontecimientos de la vida real. 16 En la historia del periodismo y la literatura figuran notables nombres de escritores que comenzaron su carrera redactando noticias y reportajes periodísticos, tales como: Hemingway, Wilde, Wolfe, Capote, entre otros grandes autores en Estados Unidos y Europa. En tanto, en el mundo hispano podemos ubicar a Darío, Carpentier, García Márquez, Vargas Llosa, Fuentes, Cela, Quiroga y Arlt, entre otros muchos escritores que incursionan en la literatura al mismo tiempo o después de haber ejercido la labor periodística. Muchos de ellos han expresado que el oficio periodístico fue la base que consolidó su formación en el mundo literario. Al respecto, García Márquez señala que “el periodismo escrito es un género literario […] pues el periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad” (García Márquez 2010: 105 y 118). Para los autores que han ejercido ambas disciplinas, la fusión entre ambos lenguajes ha sido un proceso de transición que ha ayudado a delimitar sus estilos narrativos. Tantos escritores de ficción como periodistas viven a la caza de historias que contar, muchas, aunque productos de la imaginación, narran eventos reales, o al menos que fueron inspirados en elementos que son parte de la vida real. De esta manera, surge el periodismo literario, o denominado Nuevo Periodismo, asimismo nace la literatura no ficticia. Los trabajos de Truman Capote, que narran una historia ficticia sobre organizaciones delictivas en Chicago en la década de los años 1940, son muestras de este género. En las obras de Capote, se retratan hechos tomados de la realidad, pero que son narrados en una novela catalogada como de noficción. Capote llama a su trabajo literario ‘non-fiction literature’, “un nuevo género que se apega totalmente a la realidad y que nada (o muy poco) toma de la fantasía o de la imaginación (Avilés Fábila 1999: 7). Por otro lado, en el 1990 el periodista Stephen Glass escribió una serie 17 de artículos que aparecieron en prestigiados periódicos. Una subsecuente investigación de algunos de estos resultó en la revelación de material ficticio en el que se basaban. El escritor corroboró que mucho del material había sido producto de su imaginación. Como consecuencia, Glass fue acusado de fraude. A través del tiempo, diversos escritores han basado sus narraciones literarias en acontecimientos de la vida diaria, tal como hacen los periodistas que salen a buscar información sobre los acontecimientos diarios para reportar en los medios de comunicación. Es así como los estudiosos del periodismo y la literatura coinciden en señalar que es muy sutil la división entre ambas disciplinas. En el libro Literature and Journalism in Antebellum America, Mark Canada reflexiona: “while journalists and authors continued to employ the same means—that is, language—they were using in different ways and for different ends” (Canada 2011: 4). Diversos investigadores coinciden en que el Nuevo Periodismo fue reconocido como tal con los trabajos de Wolfe, entre 1960 y 1970. Posteriormente, el estilo del nuevo periodismo ha continuado desarrollándose y tuvo gran crecimiento entre 1980-1990, no solo en Estados Unidos sino en toda Latinoamérica y Europa. Hoy en día, los editores de diarios y revistas abren espacio tanto a escritores y periodistas que han desarrollado el arte de la investigación o reportaje de fondo, que utilizan la técnica literaria de la narración novelística, así como las narraciones de ficción de investigación o suspenso, género en el que incursionaron autores como Poe, Stowe y Davis, y que actualmente se ha vuelto una forma narrativa de las publicaciones especializadas como revistas literarias y de corte artístico y cultural. Cabe notar que en la historia de periodistas-escritores sobresalen los nombres de escritores del sexo masculino. Poco se sabe de las mujeres que han incursionado en el mundo del periodismo literario o literatura no-ficticia a pesar de que la obra de las escritoras- 18 periodistas representa la voz femenina, una presencia que ha sido anulada o silenciada en la historia. En un breve recorrido por esta parte de la historia, se podría mencionar como precursora de este estilo a María de Zayas. Esta escritora española publicó Novelas Amorosas en el siglo XVII. En esta obra, Zayas denuncia las condiciones de las mujeres de su época. Sus historias relatan los abusos y las humillaciones a los que el sexo débil es renegado por la sociedad. Aunque muy poco se sabe de esta escritora del estilo barroco, la manera cómo narra sus historias tiene un toque de veracidad, y bien la podrían colocar como una periodista/redactora de su época. La autora es una ‘voz que fue silenciada’; en los datos históricos no se encuentran rastros de su fortuita desaparición. Sin embargo, una vez redescubiertas, sus obras han trascendido y forman hoy día parte de las historia del feminismo literario. Como más adelante se ejemplificará en el análisis de las obras de Poniatowska, la voz silenciada de las mujeres constituye uno de los elementos importantes que se destacan en este trabajo de investigación. La historia de las escritoras-periodistas se relaciona estrechamente con el feminismo. En este movimiento sobresalen nombres como Gertrudis Gómez de Avellaneda en Cuba y Virginia Wolf en Estados Unidos, cuyos trabajos son ejemplos del estilo periodístico–literario enfocado en la defensa de las mujeres. Entre las escritoras que utilizan una narración que fluctúa entre la ficción y la realidad para denunciar la condición y situación del sexo femenino, encontramos a: Rosario Castellanos, Ángeles Mastreta, Luisa Valenzuela y Elena Poniatowska. Estas escritoras han realizado trabajos tanto periodísticos como literarios y son consideradas como representantes de la voz femenina del estilo periodístico-literario en Latinoamérica. 19 Finalmente, se puede destacar que actualmente se han resaltado las contribuciones y colaboraciones que han profundizado en la relación y unión que existe entre el periodismo y la literatura. Algunos investigadores son Lluis Chillón (1993), así como Carmen Espejo Cala de la Universidad de Sevilla (1994), que continuó con las ideas de Chillón para adaptar las teorías de Bajtín a los estudios lingüísticos de géneros. Ambos investigadores han propuesto la creación de la disciplina universitaria ‘Comparatismo Periodístico-Literario’ que se enfoca en los estudios y la creación de obras que exploran ambas disciplinas. MARCO TEÓRICO Ya en la introducción se explicó que este estudio se centra en el análisis de los discursos literarios de las obras de Poniatowska como ejemplo de la unión de ambas disciplinas. Para distinguir el acercamiento que existe entre ambos lenguajes, este trabajo de investigación sigue las teorías de análisis de discurso de Bajtín y van Dijk. Este trabajo, pues, intenta reconocer el poder que tiene el uso del lenguaje periodístico-literario que se ve ejemplificado en las obras de Poniatowska. Como se verá más adelante en el análisis de las obras de Poniatowska, los postulados de Bajtín y van Dijk sientan las bases para establecer el propósito de la estructura del discurso narrativo de la escritora mexicana, en otras palabras, qué es lo que interesa demostrar esta investigación. Las teorías de análisis de discurso tanto de Bajtín como de van Dijk han reconocido el poder que tiene el uso del lenguaje. Tanto el periodismo como la literatura tienen trabajos que han logrado cambios importantes en la humanidad. Siguiendo el acercamiento analítico de 20 Bajtín, se puede valorizar cómo las obras literarias han sido trascendentales porque son una poderosa arma de la evolución humana. Al respecto, algunos estudiosos de las teorías de Bajtín mencionan que este teórico aportó conocimientos sobre la importancia del lenguaje periodístico-literario “más que categoría artística o literaria, es una revolución que se verifica en cada uno de los enunciados ligados a esa praxis vital. Efecto y causa de esa resurrección es la palabra nueva con la que se escribió la novela, la ciencia experimental o el primer periodismo” (Romera 1995: 221). En el presente trabajo, mencionamos los postulados de Bajtín porque proveen las bases para determinar que el lenguaje periodístico y el literario se han unido en la formación y contenido de los discursos periodísticos que son trasmisores de las ideologías que han contribuido en el desarrollo humano. Para Bajtín, el discurso periodístico “también tiene que ver con la palabra y con el hombre portador de la palabra” (Bajtín 1998: 169). El investigador ruso enfatiza la importancia del periodismo como medio de trasmisión de ideas y de información, califica este discurso como un género retórico que tiene un sentido y una función especifica. Bajtín señala que el discurso (texto) 1 es una parte importante del lenguaje, es la unidad mínima del análisis. El concepto de texto o discurso se aplica, no solo a los mensajes naturales, sino a los fenómenos portadores de significado textual. Bajtín habla de géneros discursivos y hace una distinción entre el discurso oral y el escrito. Entre los ejemplos de los enunciados que explora Bajtín, se haya los textos periodísticos que recrean los diálogos cotidianos. El teórico menciona que los géneros discursivos son abstractos, sus componentes tienen una naturaleza verbal (lingüística) común, es decir, que son tomados de los diálogos cotidianos. Plantea un problema lingüístico general 1 Cabe señalar que en esta investigación se utiliza alternadamente el termino ‘texto’ como un sinónimo de ‘discurso’, concepto introducido en el Análisis del Discurso de Lozano, Pena-Marín donde se plantea que “el texto (discurso) es aquella realidad inmediata” (Lozano & Pena-Marin 1982: 16). 21 de los enunciados como una realidad concreta de la vida de la lengua. Los enunciados son la base del desarrollo del discurso, por lo que Bajtín asigna un carácter individual al enunciado que conforma los géneros discursivos. En la obra La noche de Tlatelolco, Poniatowska recrea estos diálogos y narraciones con enunciados concretos. Asimismo, Bajtín desarrolla el concepto epistemológico del ‘dialogismo’ 2 que es visto como el diálogo interno del autor en el que se considera y se manifiesta la presencia del concepto del ‘otro’. En el análisis que se presenta más adelante, se verá cómo Poniatowska se convierte en la voz de la persona a la que entrevista, interioriza las ideas que esa persona le trasmite para después crear una narración en primera persona. Con esta estrategia, las ideas y comentarios de una tercera persona se convierten en la voz que la autora emite en el discurso periodístico-literario. Al respecto, Bajtín destaca que: “el hombre no dispone de un territorio soberano interno, sino que está todo él y siempre, sobre la frontera, mirando al fondo de sí mismo el hombre encuentra los ojos del otro o ve con los ojos del otro ”(Bajtín 1986: 328). Bajtín plasma aquí su visión dialógica del discurso narrativo y de los problemas y metas que se traza un autor para crear una voz narrativa bajo la visión de otros dentro del discurso narrativo. Poniatowska recrea la voz narrativa como un diálogo interno de la protagonista Jesusa Palancares, quien narra en primera persona sus vivencias desde la perspectiva dialéctica bajtiriana. Por otro lado, los estudios de van Dijk desarrollan el concepto multidisciplinario de análisis del discurso. Desde una perspectiva textual, van Dijk resalta la importancia de la coherencia y de los significados en todos los tipos de discursos. En su obra Sociedad y 2 Asimismo, es importante distinguir entre ‘diálogo’ y ‘dialogismo’. El primero puede ser definido como parte de la comunicación social a través de símbolos, principalmente del lenguaje. En tanto, ‘dialogismo’, es una perspectiva epistemológica. Bajtín, caracteriza este concepto como una cualidad intersubjetiva del significado. Bajtín concibe ‘diálogo’ más allá del encuentro cara-a-cara. “Bajtín, ‘involucra múltiples voces’, es una ‘co-existencia con final abierto’, es una ‘interacción de diversidad’” (Torres Online). A diferencia del discurso, acción del habla; el dialogismo, es visto como una filosofía que representa las áreas del ser, pensar y actuar. 22 Discurso, el lingüista ofrece un acercamiento sistemático de las contribuciones psicológicas, sociológicas y multidisciplinarias que analizan contextos basados en el uso del lenguaje. Según van Dijk, “no existe un vínculo directo entre estructuras situacionales o sociales y las estructuras discursivas”, (van Dijk 2011: 5). Destaca que “la relación entre sociedad y discurso es indirecta y mediatizada por las definiciones de base social, aunque subjetivas, de la situación comunicativa tal como son interpretadas y actualizadas por los participantes, basados en la memoria y experiencia” (van Dijk 2011: 4). Los modelos del análisis de los contextos propuestos por el teórico explican el uso social del lenguaje. El uso del lenguaje discursivo en los trabajos de Poniatowska es de gran importancia porque emiten críticas sociales que se convierte en la voz de la oposición. Esto se plantea en el análisis de discurso de algunos fragmentos de la obra La Noche de Tlatelolco ya que tanto los testigos como las víctimas de la represión narran sus experiencias. Asimismo, van Dijk (1988) argumenta que el contenido y la estructura lingüística de los artículos periodísticos son formas de discursos de poder, ligados a las prácticas sociales e ideológicas de los reporteros e indirectamente de las instituciones y de las empresas que manejan los medios de comunicación. A través del estudio de diversos artículos periodísticos, el autor analiza a fondo las estructuras de forma y contenido. Gracias al estudio lingüístico y gramatical del lenguaje enfocado en el uso que le dan los medios de comunicación, se puede encontrar cómo son utilizadas las estructuras estilísticas y retóricas de los textos periodísticos para trasmitir ideologías que, según van Dijk (1988), están relacionados con las condiciones cognitivas y sociales de la producción de discursos noticiosos. Van Dijk argumenta que “The media holds up a mirror in which society can see itself reflected […] the mirror's reflections are sometimes seriously distorted. The media do not objectively record and describe reality, nor do they neutrally report their facts and stories. Rather, some media 23 practitioners socially reconstruct reality based on professional and personal ideologies, corporate interests, cultural and organizational norms and values” (van Dijk 1988: 91). Por lo tanto, este trabajo analizará los textos de Poniatowska para establecer la existencia (o ausencia) de una conexión entre el lenguaje periodístico-literario y la reproducción de las intenciones de aquellos que dominan los medios de comunicación. Tanto van Dijk como Bajtín establecen que no existe una separación entre lenguaje e ideología ya que el lenguaje reproduce las ideas de dominación. Van Dijk llega a esta conclusión como resultado del análisis de discurso que hace de diferentes textos periodísticos en Gran Bretaña como en los periódicos Daily Mail, Guardian, The Times, Independent y The Telegraph; el investigador señala que los artículos analizados en la prensa británica son el reflejo de las ideas de las instituciones. Estos textos periodísticos se convierten en muchos casos en agentes reproductores del discurso hegemónico del poder. En Racism and the Press (1991), van Dijk explica la importancia de las ideologías de dominación, reforzadas en los textos de los medios de comunicación. Además, demuestra que los medios de comunicación exhiben tendencias de racismo y discriminación. Estos las reproducen porque obedecen a las ideas de la clase dominante que, como consecuencia, se ven reflejadas en los artículos periodísticos. Tanto los reporteros como sus editores siguen una línea de investigación impuesta por los propietarios de los medios de comunicación. Van Dijk menciona que “if white readers show this kind of ambivalence, it is likely that the same is true for white journalists. Therefore, we should also analyze news reports with the aim of reconstructing the dominant interpretation frameworks for ethnic events among reporters and editors” (van Dijk 1991: 20). Los mensajes de los medios de comunicación son ambivalentes sobre los temas étnicos son 24 tratados de acuerdo a la filosofía o idiosincrasia de la empresa que los emite y, de alguna manera, son vistos discriminatoriamente: “Such frameworks, if confirmed through other kinds of research into the opinions of news-workers, may in turn explain why media discourse is ambivalent about ethnic affairs, and why an item about ethnic crime may appear side by side with an item about discrimination” (22). Cabe destacar que los estudios de van Dijk se basan en el análisis de artículos periodísticos publicados entre 1985 y 1989 en Gran Bretaña, Holanda, y Dinamarca donde se trataban asuntos relacionados a la inmigración: repatriación, admisión, expulsión, así como otros temas no-relacionados con la inmigración: crimen, desempleo, educación, salud, entre otros asuntos sobre relaciones étnica y raciales de grupos minoritarios, como: nigerianos, chinos, cubanos, hindúes, turcos, musulmanes, entre otros. Este fenómeno periodístico no se limita a los medios de comunicación en Europa. Tendencias similares se han observado en Canadá, por ejemplo, en Henry & Tator (2002) se habla que las ideas de poder sí son reflejadas en los mensajes masivos canadienses. En un análisis de los discursos periodísticos, las investigadoras determinaron que en los significados de los textos periodísticos se ven reflejadas las ideas racistas que discriminan contra grupos minoritarios. Los medios de comunicación emiten mensajes contradictorios ya que los reporteros y editores deben de seguir los parámetros ideológicos de las empresas y organizaciones para las que trabajan pues los artículos periodísticos en muchos casos no reflejan los pensamientos e ideas personales de los reporteros y sus editores: “journalists and editors contribute whether consciously or not to the marginalization and denigration of people of colour and other minorities…” (Henry y Tator 2002: 1) Las organizaciones son manejadas implícitamente en los mensajes masivos, tienden a discriminar o marginalizar a los sectores minoritarios de la sociedad. Las mismas reflejan la ideología racista sobre el poder. “By focusing on this narrow 25 aspect of racism we would be deflecting the problem of media representation away from the ideological centers and the historical, political, cultural, and institutional contexts within which racism in some of the media has functioned.” (Henry y Tator 2002: 1). Por lo tanto, es relevante concentrarse en los códigos de significados extraídos del análisis estructural de los artículos noticiosos para exponer así qué es manejado como verdad, hechos y realidades dentro de los mensajes periodísticos. Tanto los trabajos de Bajtín y Van Dijk como los de Henry y Tator, enmarcarán este análisis del lenguaje periodístico en la obra de Poniatowska porque sus discursos se convierten en una herramienta opuesta a los discursos de dominación y discriminación que tradicionalmente los medios de comunicación contienen. Las obras de la escritora mexicana se convierten en el vehículo que da voz a quienes nunca son escuchados: los silenciados y marginados. La forma en cómo presenta el contenido de sus narraciones, contenido que navega entre el lenguaje literario y el periodístico, evitó que sus mensajes fueran censurados por grupos en el poder. Dentro de este análisis de discurso, estos postulados teóricos permitirán que se determine cómo se presenta el lenguaje periodístico y literario en los textos de Poniatowska. Las ideas de Bajtín sobre teorías de géneros de discursos crean un marco conceptual que, junto con los análisis de discurso aportados por van Dijk, Henry y Tator, son utilizados en este estudio para analizar el contenido en las obras de la autora mexicana. METODOLOGÍA En este trabajo, se analiza la manera en que el periodismo y la literatura emergen dentro de los discursos de género. En las secciones anteriores, se ha proporcionado la descripción y definición de lenguajes que se usan en estos géneros. Igualmente, se ha explicado las 26 características que los separan y/o los unen. Además, se han descrito los cruces de ambas disciplinas a través del tiempo, seguido por una explicación de las bases teóricas que sustentan esta investigación. Tal como se menciona en la introducción, este trabajo se basa en el análisis del discurso narrativo de dos de las obras periodístico-literarias de Poniatowska. La primera, Hasta no verte Jesús mío (1969) es un trabajo narrativo que surge a partir de una entrevista periodística a Josefina Bórquez (o José-Jesu como en vida real le llamaba Poniatowska a su interlocutora), una mujer humilde que en la obra se convierte en la protagonista Jesusa Palancares. Ella fue soldadera en la Revolución Mexicana, empleada doméstica y trabajadora de maquiladoras. A través de la narración de la historia de esta protagonista, la novela presenta las voces silenciadas y oprimidas de la sociedad mexicana. El segundo trabajo es una crónica periodística novelada La Noche de Tlatelolco (1971) donde la escritora-reportera narra los testimonios de cientos de personas que vivieron la sangrienta masacre de estudiantes a fines de la década de 1960 en la Ciudad de México. Con estas narraciones, Poniatowska desafía el lenguaje hegemónico de poder dando voz a aquellos que nunca aparecen como protagonistas sino como sujetos de noticias que son menospreciados y discriminados por la ideología manejada en los medios de comunicación (Van Dijk 1988 & 1991). Este trabajo de investigación partirá del análisis del discurso desde una perspectiva narrativa /estructuralista para así determinar el valor del contexto social, político o cultural de la obra. El análisis del discurso narrativo se realiza siguiendo el marco teórico que se basa en los planteamientos de Bajtín así como en los parámetros de estudios de las estructuras del lenguaje en los medios de comunicación propuestos por van Dijk, Henry & Tator. 27 En este análisis, se analizará la narrativa lingüística identificando el lenguaje periodístico y literario en las obras de Elena Poniatowska, y se señalará de qué manera la autora mexicana establece, por medio de su discurso narrativo, factores comunes entre literatura y periodismo, logrando una “ambivalencia" entre estos dos códigos. Ambos discursos se entrecruzan; por lo que se logra confundir un trabajo periodístico que denuncia acciones represivas del gobierno con una narración novelizada que ayuda a evitar la represión que hubiera sufrido la publicación de un trabajo hecho por una periodista-entrevistadora. ANÁLISIS Como ya se ha explicado anteriormente, este análisis se centra en dos de las obras más famosas de Poniatowska Hasta No verte Jesús mío y La Noche de Tlatelolco. Ambos textos se abordan como ejemplos de discursos que fusionan el periodismo y la literatura. La primera obra es una narrativa literaria publicada en 1969 que surge a partir de la entrevista periodística a una mujer de clase obrera (Josefina Bórquez) cuya vida inspira la narración de sus experiencias de manera ficticia a través de la voz de la protagonista Jesusa Palancares. En tanto, la segunda obra se clasifica como una crónica periodística novelada sobre los acontecimientos ocurridos el 2 de octubre de 1968 en la Ciudad de México. Allí fueron masacrados miles de estudiantes quienes apoyaban el movimiento estudiantil. La obra fue publicada en 1971 como una novela de ficción para evadir la censura que los medios de comunicación sufrieron por el gobierno mexicano que ha mantenido un hermético silencio sobre estos hechos. 28 En ambas obras de Poniatowska podemos distinguir características del lenguaje periodístico cuyas estructuras lingüísticas incluyen la lengua coloquial (habla cotidiana), así como la técnica de la entrevista directa: un recurso periodístico básico en la obtención de información y datos que posteriormente la escritora materializa en sus textos. Asimismo, ambas obras reflejan rasgos característicos del lenguaje literario, como el uso de: metáforas, símiles, hipérboles, entre otros recursos literarios. Específicamente en Hasta no verte Jesús mío, la autora realiza una narración en primera persona. Cambia el nombre real de su entrevistada Josefina Bórquez transformándola en su protagonista, Jesusa Palancares; Jesusa (o José-Jesu) se convierte en la voz narrativa de toda la historia. Jesusa contará su historia y experiencias a través de un diálogo interno de retrospección. Asimismo, recrea diálogos con algunas de las personas con las que interactuó a lo largo de su vida. La voz narrativa realiza un monólogo que describe lo que experimentó, pero también emite su opinión sobre los acontecimientos que narra. Jesusa expresa lo que ella piensa y siente, hace juicios valorativos, por lo que su narración se convierte en una fuerte crítica a la sociedad mexicana desde una perspectiva subjetiva. Ella puede evadir las formas oficialistas que deben de seguir las estructuras periodísticas cuyas descripciones debe de ser presentadas bajo una visión objetiva. Poniatowska hace uso de recursos de narración subjetivos. De no ser así, esta historia debería de haberse contado con carácter periodístico, con estructuras objetivas que incluyeran no solo las denuncias de la persona entrevistada, sino los puntos de vista de las personas e instituciones mencionadas en la denuncia. Es decir, se manejaría la ideología del poder y dejaría de ser una denuncia de la voz de los ‘otros’, de los oprimidos, para convertirse en una narración de corte oficial, de hechos ‘reales-no subjetivos’ (van Dijk 1991). 29 Por otro lado, La Noche de Tlatelolco presenta en un principio la narración de la sangrienta matanza a través de una metáfora. Posteriormente, se presenta la transcripción de las entrevistas cuyas narraciones son testimonio de todo lo vivido y pensado durante este macabro hecho. La narración de estos testimoniales se presenta de una manera cronológica. De esta manera, cada voz narrativa se entrecruza para proveer una visión desde distintos ángulos y recrear los acontecimientos de la tarde-noche del 2 de octubre de 1968. En Hasta no verte Jesús mío, Poniatowska crea una protagonista que cuenta la vida de una mujer pobre que padece de injusticias y discriminación. Así, Jesusa se convierte en la voz de una mujer restringida y oprimida tanto por su condición social como de género. Sin embargo, por su voluntad y espíritu libre, Jesusa sale adelante y supera sus carencias, enfrenta sus miedos y abusos para, con un carácter único y combativo, rechaza y hasta vence tanto a sus opresores como a las condiciones y circunstancias negativas que rodean su vida. Uno de los ejemplos más claros de la corteza oculta de Jesusa que aflora para hacerla vencedora es el diálogo que sostiene con su marido cuando se le enfrenta después de haber sido víctima de violencia doméstica. La bendita revolución me ayudó a desenvolverme. Cuando Pedro me colmó el plato ya me dije claramente: “Me defiendo o que me mate de una vez”. Y si yo no fuera mala me hubiera dejado de Pedro hasta que me matara pero Dios dice: “Ayúdate y yo te ayudaré”. Y yo oí que me dijo: “Defiéndete, ya es suficiente con lo que has recibido […] Y saqué la pistola […] Tan no me dejé que aquí estoy. Pero, ¡cuánto sufrí mientras me estuve dejando! (Hasta no verte Jesús mío 1991: 101). En esta cita, Jesusa narra haber sufrido abusos por parte de su esposo cuando combatían en las fuerzas partidarias del gobierno durante la Revolución Mexicana. Las experiencias en esa 30 lucha armada la ayudaron a tener el valor para defenderse del marido. Este valor se ve ejemplificado en las frases: “La bendita revolución me ayudó a desenvolverme” “Me defiendo o que me mate de una vez”. En su narración, podemos encontrar características del lenguaje literario y periodístico. A través de la voz narrativa, conocemos a Jesusa, un personaje ficticio, pero con características de un personaje real. Aunque las circunstancias son ficticias, la oración: ‘Tan no me dejé que aquí estoy’ tiene connotaciones reales ya que la obra se basa en una entrevista. Por eso, se puede intuir que el personaje menciona su condición actual; está ahí para contar su vida. Esta afirmación hace real su presencia, sigue viva; no murió a manos de su abusivo marido. En este ejemplo, se entremezclan como elementos del discurso narrativo de la obra la ficción con la realidad. Los enunciados y los diálogos utilizados por Poniatowska son enfatizados en la teoría de Dialogismo de Bajtín (1986) en el que se habla de diálogo del otro. Asimismo, Poniatowska usa la voz narrativa de un personaje ficticio (Jesusa), pero que en realidad se convierte en la poderosa voz de Josefina Bórquez, una mujer que cuenta su historia, sus vivencias, a la vez que denuncia las desventajas de su género. Jesusa critica en muchas ocasiones a la sociedad machista mexicana que es una institución de poder como señala van Dijk (1991). En la narración, la escritora formula juicios valorativos en la voz de Jesusa, que critica y denuncia las injusticias que sufren las mujeres en una sociedad donde los hombres tienen el poder. Cabe destacar que esta obra retrata los acontecimientos que la protagonista vive a lo 31 largo de su vida entre 1910 y 1960. Durante las décadas que Jesusa describe, las mujeres tienen menos derechos que los que tienen en la actualidad. Algunos ejemplos son las siguientes frases: -En aquella época las mujeres no trabajaban más que en su casa o de criadas. Ahora la mujer le gana al hombre en lo salidora. Ya no calienta casa: ‘Pues yo me voy por un lado y tú vete por otro, a ver qué consigues.’ -Y a los hombres no les llama la atención, más que para aprovecharse. Nadie estima a su mujer ni la cuida. (Hasta no verte Jesús mío 1991: 96). En lo que se evidencia que los abusos y la discriminación a los que ella se refiere eran conocidos, pero nadie se atrevía a señalarlos. Sin embargo, Jesusa expone esa situación. Las siguientes citas presentan algunos otros ejemplos: -Pedro me pegaba, ¿cómo le reclamaba yo?, No podía reclamarle [...] entonces yo era muy tonta […] Para todo golpeaba Pedro, como la mayoría de los hombres de la corporación que trataban así a sus mujeres a punta de cintarazos: ‘Camine, chencha, ándele’, el caso era traerlas a mal traer. -Pedro me daba con la chacha de la pistola, a mí me hervía la muina por dentro, pero no le decía nada, ni me tallaba siquiera para que viera que ni me había dolido” (Hasta no verte Jesús mío 1991: 9697). Con las frases: ‘¿cómo le reclamaba yo?, No podía reclamarle.’, Jesusa expresa que las mujeres sufrían desigualdad, por lo que no se atrevían a denunciar los abusos. En tanto, con el enunciado: ‘como la mayoría de los hombres de la corporación que trataban así a sus mujeres a punta de cintarazos’, la voz narrativa enfatiza que no solo su marido Pedro golpeaba, sino que era una costumbre entre los hombres con los que convivía. En esta última cita, Jesusa describe sus sentimientos que mantiene callados para que nadie supiera lo que pasaba en su vida matrimonial, tal como se describe en el párrafo de arriba. Pedro hacía con Jesusa (su mujer) lo que todos los hombres hacían con sus esposas sin que nadie les dijera nada. 32 En su narración, Jesusa denuncia que sufre de abusos por parte del sexo masculino desde su juventud, y plantea una relación de desigualdad entre sexos a nivel social, condición que se enfatiza en el matrimonio: Para ser malo el hombre, lo mismo es extranjero que mexicano. Todos pegan igual. Todos le dan a uno […] Así son los hombres, apenas la tienen a uno, y adiós Tarjetearía. “Ahorita mientras no le digo que si no halla dónde ponerme; el cedacito nuevo no halla uno dónde colgarlo. Ya cuando está viejo: ¿Dónde te aventaré? […]” Por eso a mí nunca me ha llamado la atención la casadera. Mejor pasar necesidades que aguantar marido. Sola. A mí los hombres no me hacen falta, más bien me estorban aunque no están cerca de mí. (Hasta no verte Jesús mío 1991: 101). Jesusa denuncia la desigualdad que había entre el sexo masculino y femenino: ‘Para ser malo el hombre, lo mismo es extranjero que mexicano. Todos pegan igual’. En el párrafo anterior, Jesusa menciona que en la sociedad mexicana en la época en la que ella vivía, las mujeres eran vistas como objetos no como personas. Describe con lenguaje literario, utiliza la metáfora y las similitudes para describir la validez que tiene la juventud en una mujer, que es comparada con la utilidad de los objetos que son solo valorados cuando son nuevos, pero son inservibles cuando pasa el tiempo: ‘los hombres, apenas la tienen a uno, y adiós Tarjetearía. Ahorita mientras no le digo que si no halla donde ponerme; el cedacito nuevo no halla uno dónde colgarlo. Ya cuando está viejo: ¿Dónde te aventaré?’. Por eso, ella abiertamente menciona que, para ella, las mujeres no tienen voluntad propia son vistas como objetos: ‘¡mil veces mejor ser hombre que mujer!’ (Hasta no verte Jesús mío 1991: 184). En el fragmento anterior, Poniatowska denuncia lo que su entrevistada piensa de la discriminación sexual. Presenta una dura crítica al matrimonio como una institución social 33 desigual entre sexos, ya que solo avala que la mujer tenga propietario, y no tenga derechos. Esta voz narrativa defiende su derecho de ser libre, su derecho a decidir que nadie la gobierne. Poniatowska, en su narración, se convierte en una voz opuesta a las ideologías del poder, citando la voz oprimida de una mujer. Sin embargo, esta voz opositora se logra, se crea y se desarrolla dentro del contexto de la narración de una novela ficticia, no como un hecho verídico escrito para un medio de comunicación. De acuerdo con van Dijk, si esta denuncia hubiera sido publicada en un periódico, Poniatowska debería haber utilizado el lenguaje y la estructura periodística para hacer de esta narración un recurso objetivo, no subjetivo. La autora entonces debería de escribir como reportera no como escritora literaria ya que en un artículo periodístico debería de haber encontrado un balance y proporcionado todos los puntos involucrados en esta denuncia. Por un lado, debería de citar lo que el gobierno hace por defender a las mujeres, dar el punto de vista institucional oficial, así como proporcionar la voz masculina que defendiera o contrarrestara esta denuncia. Sin embargo, la escritora decide narrar la historia de manera literaria: convierte una exhaustiva entrevista periodística en una novelatestimonial porque prefiere usar un lenguaje poético-estético, donde las características de la verdadera protagonista de la obra se narran en primera persona y con un lenguaje artístico (subjetivo, ficticio) que “cuenta una historia divertida y trágica, y al mismo feroz y emotiva” como la misma Poniatowska describe su trabajo en la obra biográfica y autobiográfica Elenísisma: ingenio y figura de Elena Poniatowska escrita en colaboración con Micahel Karl Schuessler: ‘Nosotros podemos darle a la realidad un valor y un sentido, le agregamos al mundo físico al que directa o indirectamente no le pertenece, quizá una respuesta al universo que nos rodea’ (Schuessler 2009: 189). 34 Uno de los pasajes más poderosos que muestran esta crítica es la descripción evaluativa de la lucha de poderes en la Revolución Mexicana descritos en Hasta no verte Jesús mío es: Yo creo que fue una guerra mal entendida porque eso de que se mataran unos con otros, padres contra hijos, hermanos contra hermanos; carrancistas, villistas, zapatistas, pues eran puras tarugadas, porque éramos los mismos pelados y muertos de hambre. Pero esas son cosas, que como dicen, por sabidas y se callan (Hasta no verte Jesús mío 1991: 93). Otra de las críticas más fuertes que esta obra contiene se relaciona con la corrupción del gobierno, la lucha de poder y la idiosincrasia de la sociedad regida por las ideas católicas y otras instituciones de poder. La mujer soldadera critica la forma en que la guerra hizo estragos en la sociedad mexicana, pero su denuncia es más profunda: ‘A mí esos revolucionarios me caen patada en los…bueno como si yo tuviera güevos, Son puros bandidos, ladrones, de camino real, amparados por la ley’ (Hasta no verte Jesús mío 1991:137). La voz narrativa denuncia cómo las noticias de la revolución eran manipuladas y estaban al servicio de quienes ocupaban el poder “los obregonsistas le volaron el tren, le quitaron el dinero y lo persiguieron y cayó en la ratonera […] Nomás que eso tampoco lo dicen por el radio. Anuncian lo que les parece pero no aclaran las cosas como son.” (Hasta no verte Jesús mío 1991:137). No solo narra las injusticias de los soldados y de los pobres que murieron en un ideal que fueron obligados a defender, sin recibir pago por su lealtad, sino la muerte y la pobreza. En su narración, comenta lo que ella observó como protagonista de esta lucha desigual, y cuenta: ‘Carranza se apoderó de la mayor parte del oro que había dejado Porfirio Díaz en el Palacio. Hizo cajas y cajas de barras de oro y de plata y se las llevó […]’ (Hasta no verte Jesús mío 1991:139). Al ser víctima de la avaricia de Carranza, Jesusa descalifica a los gobernantes que intervinieron en el periodo revolucionario. Jesusa acusa al ex-presidente de haberse robado el dinero del pueblo. 35 Jesusa también critica a todos los revolucionarios: A mí esos revolucionarios me caen como patada en los…bueno como si yo tuviera güevos. Son puros bandidos, ladrones del camino real, amparados por la ley. Cuando se muere o se deserta un soldado, lo dan por presente en las listas que mandan al Defe […] los generales se sentaban con el dinero. Por eso se pelean todos por ser generales de caballería y en un año o dos ya están ricos (Hasta no verte Jesús mío 1991:137). Para ella, todos los militares y revolucionarios tomaron ventaja de las situaciones para sacar provecho, por eso los califica como ladrones y no los tolera. La protagonista narra los hechos que ella vivió. Jesusa los cuenta de una manera novelada, usando el lenguaje literario. Si esta información tuviera que ser presentada en un medio de comunicación masivo, debería de manejarse con un lenguaje objetivo proporcionando datos verídicos. Sin embargo, no es posible proporcionar este tipo de datos en esta narración porque los hechos oficiales que se conocen en la historia no dan cuenta de estas acciones. En este pasaje, vemos que el lenguaje periodístico se enfrenta al manejo de la ideología de poder (Van Dijk 1991), Poniatowska lo evita al narrar esta historia como un discurso literario con características ficticias porque no hay datos concretos que puedan ser evaluados e informados en una entrevista periodística. Asimismo, las características de un escritor periodista, y un periodista escritor son denotadas en la obra La Noche de Tlatelolco: Testimonios de historia oral. La obra expone las voces de las personas que fueron testigos de los sangrientos acontecimientos de la masacre de estudiantes: Son muchos. Vienen a pie, vienen riendo. Bajaron por Melchor Ocampo, la Reforma, Juárez, Cinco de Mayo, muchachos y muchachas estudiantes que van del brazo en la manifestación con la misma alegría con que hace días apenas iban a la feria; jóvenes despreocupados que no saben que mañana, dentro de dos días, dentro de cuatro, estarán allí hinchándose bajo la lluvia, después de una feria donde el centro del tiro al blanco lo serán ellos […] los niños para quienes todos los días son días-de-fiesta, hasta que el dueño de la barraca del tiro al blanco los forma así el uno contra el otro […] ¡Apunten 36 fuego! Y se doblan para atrás rozando la tira de satín rojo. (La Noche de Tlatelolco 2011:13). Desde estas primeras frases de su narración del libro, la autora manipula el lenguaje combinando la información periodística con el discurso literario. Como se recordará, ambos códigos se diferencian por la forma en que están estructurados, el lenguaje periodístico presenta claridad, veracidad y objetividad como en el siguiente pasaje: muchachos que apenas iban a la feria; jóvenes despreocupados que no saben que mañana, dentro de dos días, dentro de cuatro, estarán allí hinchándose bajo la lluvia, después de una feria donde el centro del tiro al blanco lo serán ellos (La Noche de Tlatelolco 2011: 13). El lenguaje literario maneja el lenguaje figurado, con uso de metáforas y símiles, como se ve en esta primera narración: ‘niños para los que todos son días de fiesta, hasta que se formaron junto con la tira de pollitos plateados que avanza en los juegos click, click ‘Apunten, fuego’ y se doblan para atrás […] ¡fuego! ¡Cayeron y ya no se levantan!’ ( La Noche de Tlatelolco 2011:13). Además, describe cómo cada persona que da su testimonio proporciona datos que ayudaron a recrear la historia bajo la óptica personal. Cada uno de ellos habla de las causas del movimiento, lo que vivieron antes, durante y después del dramático acontecimiento. Asimismo, proporcionan su opinión personal resaltando si estuvieron a favor o en contra del movimiento estudiantil. Los testimonios orales fueron transcritos de manera textual y se presentan ordenados cronológicamente: ‘…a pesar de los macanazos yo pienso que el movimiento nos hizo mucho bien a todos…A nivel personal, el problema político repercutió directamente en cada uno de nosotros’ (La Noche de Tlatelolco 2011: 20). 37 El texto provee una descripción de la autora que explica el método que le da seguimiento a los acontecimientos en cada entrevista. Posteriormente, se transcriben los testimonios que narran tal y cómo iban sucediendo las cosas. También, hay relatos que describen a esos testigos y /o sobrevivientes. Después de que los soldados me dieron el balazo- me lo dieron en el fémur y por pocos milímetros me rompen la femoral-, estuve meses en el hospital; jamás traté el tema abiertamente [porque se decía que había ‘orejas’ y ‘chivatos’ en todas partes y reinaba un ambiente de temor, de absoluta desconfianza. (La Noche de Tlatelolco 2011: 71). Los testigos describen su dolor físico y moral. Mencionan que, después de la matanza, reinaba un ambiente de represión; se sentía temor masivo. Para evitar el sufrimiento, o por miedo a morir, o ir a la cárcel, muchas víctimas prefirieron callar. Preferían callar a sufrir las represalias. El texto inicia con una serie de fotografías que fueron publicadas en los medios de comunicación desde el inicio del conflicto; Poniatowska describe los acontecimientos. Posteriormente, inicia la narración con un lenguaje periodístico subjetivo, pero lleno de detalles sobre este acontecimiento. La autora describe de manera general los datos obtenidos en la serie de entrevistas que realizó sobre este hecho. Describe de manera dramática sus experiencias como reportera presencial/testimonial. De esta manera, su narración abre la puerta para presentar los testimonios que obtuvo al hablar con cientos de personas que vivieron de diferentes maneras este movimiento. Con cada una de las entrevistas, la autora recrea episodios de estos acontecimientos: incluye diversas narraciones desde diferentes ángulos en cada uno de los momentos que vieron los estudiantes, sus simpatizantes, sus familias, los habitantes de la unidad habitacional y el pueblo en general. Ellos describen sus vivencias, sentimientos, frustraciones, pero denuncian, sobre todo, las acciones de poder y de opresión del gobierno 38 mexicano. La técnica usada por Poniatowska para presentar estos testimoniales logra que sea permitida la publicación de esta obra pues combina el lenguaje literario y periodístico. “Elena creó un coro de voces atónitas, que combinado con las noticias oficiales de la burocracia institucional, dio un libro decisivo.” (Shuessler 2009:195). La manera en que Poniatowska presenta los testimonios convierte a la voz de los oprimidos, de los ‘otros’, en la voz de aquellos que denuncian, juzgan y cuestionan el suceso. Sin embargo, el lenguaje usado no es solo periodístico, sino que los presenta llenos de detalles, donde se aprecian los sentimientos de frustración, enojo, miedo, esperanza y desesperanzas por todo lo vivido. No recuerdo cuánto tiempo me estuvieron golpeando: solo me acuerdo que decían que tenía que aceptar que estuve en la quema de tranvías, y que sino, me seguirían golpeando hasta hacerme aceptar, al fin que no me importaba que me mataran. (La Noche de Tlatelolco 2001:110) La autora describe el sentir de un pueblo que fue acallado, silenciado bajo una noche sangrienta, donde miles de personas, en su mayoría jóvenes, desaparecieron, fueron arrancados del seno familiar y social. Aunque el movimiento se presenta con fuerza, el desenlace violento y la opresión ejercida por el gobierno y experimentada por los entrevistados, no permite la vuelta a la lucha. “Pedro tenía un rostro tan doloroso que casi no lo reconocí por la intensidad que el sufrimiento había impreso en sus rasgos.” (La Noche de Tlatelolco 2001:111). Muchos de los sobrevivientes y los familiares de las víctimas sienten desolación con el silencio que recibieron como respuesta luego del macabro hecho. 39 Los testimonios son proporcionados en respuesta al silencio con el que el evento fue presentado en los medios de comunicación. Se tuvieron que acatar las órdenes del poder hegemónico del gobierno. Bajo el control nacional de la prensa, las señales de televisión y radio amenazaban la cohesión y manipulaban la forma en que se presentaba el reporte de los hechos. Así, las cifras exactas de todos aquellos que protestaron, murieron, fueron heridos o desaparecidos, al igual que las autoridades que participaron en esta masacre nunca fueron proporcionadas, ni siquiera han sido reconocidas oficialmente. De esta manera, los medios de comunicación proporcionaron al público la información medida, estudiada y preparada por un gobierno que finalmente decidió qué se daría a conocer y cómo se presentaría al público. El discurso de la prensa alimenta y representa la ideología del poder y dominación (van Dijk (1991), Henry & Tator (2002). Pocos periodistas como Poniatowska siguieron investigando y escuchado las voces de quienes sufrieron lo ocurrido. La periodista decide presentar estos testimonios en una forma literaria, como una historia novelada aun cuando desafíe a las autoridades. El lenguaje que la autora utiliza para presentar los hechos es literario: hace uso de excesivos detalles, lenguaje figurado, incluye metáforas, símiles, comparaciones y diálogos: -¿Con que no quieren policías ni granaderos? Pues, chánguense, hijos de su puta madre…” (La Noche de Tlatelolco 2001:111). Este lenguaje hace que la narración parezca poco verídica o subjetiva, contrario al efecto del lenguaje directo y subjetivo de los artículos periodísticos. Desde el principio de este libro, la autora comienza con la descripción de una historia, un cuento ficticio. Utiliza la metáfora de la feria, en donde la juventud disfruta, para luego con ironía narrar la atrocidad de los ‘felices jóvenes’ que son víctimas de la decisión y voluntad del 40 ‘dueño’. Poniatowska describe, con un lenguaje ficticio, un hecho crudo y real que ha sido manipulado y manejado enteramente por quienes ostentan un poder sin límites que no permite ser cuestionado. Los testimonios de algunos de los participantes fueron recogidos en entrevistas mientras estaban encarcelados. Muchos otros simpatizantes, obreros, madres y padres de familia en busca de un hijo desparecido denunciaron la impotencia de verse envueltos como protagonistas de una atroz pesadilla, por las arbitrarias e injustas acciones del gobierno opresor. Yo le entré al Movimiento Estudiantil porque un día, sin más, llegaron los granaderos a la Escuela de Bellas Artes con perros policías y cadenas y se llevaron a todo el mundo, así fíjate, con la mano en la cintura. Y el INBA ni siquiera había dicho abiertamente que si apoyaba o no al Movimiento (Yo creo más bien que no, ¿eh?). A muchos actores, esta invasión arbitraria nos hizo tomar conciencia y resolvimos unirnos a los estudiantes y ayudarlos, pero de veras, no solo yendo a las manifestaciones agarrados del brazo y gritando en los mitines… Entonces, constituimos una brigada de actores de teatro (La noche de Tlatelolco 2011: 15). En esta cita, denuncia las tácticas arbitrarias e intimidantes que el gobierno mexicano utilizaba para controlar a los jóvenes desde el inicio del movimiento estudiantil, como se ilustra a continuación: Desde un principio tuvimos una conciencia lo que iba a suceder-la represión, las detenciones masivas, las macanizas no se hicieron esperar. (La Noche de Tlatelolco 2011: 15) Es indudable que, con sus desmanes callejeros, los estudiantes dieron motivo para la intervención de las autoridad policiaca. (La Noche de Tlatelolco 2011:21) Poniatowska utiliza la cita directa para las descripciones que narraron los testigos y víctimas de los hechos. Transfiere estos testimonios orales a palabras escritas. Con precisión, hace uso de la técnica periodística de la entrevista, estas citas pudieron ser publicadas bajo el texto literario. Si hubiera tratado de publicarlas en una nota periodística, hubiera sido objeto de censura por parte 41 de los editores. Estos tenían la orden de los dueños de la empresa de comunicación masiva de no publicar este tipo de entrevistas por la presión ejercida por el gobierno: “Después de publicarse el libro no se le dio publicidad […] La editorial ERA recibo una carta diciendo que iban a poner una bomba a la imprenta si se publicaba el libro de Poniatowska.” (Shuessler 2009: 195). La autora desafía las órdenes de control de este contenido ya que publica estos testimonios como un texto periodístico, pero que se presenta con características literarias: usa el lenguaje de narración coloquial sin sufrir las modificaciones que un texto periodístico de carácter objetivo requiere para su publicación. 42 CONCLUSIONES Tal como se planteo en la introducción, en este trabajo, se analizó la manera en que el periodismo y la literatura emergen en una sola línea que da origen a discursos narrativos que puede tener características del denominado nuevo periodismo o novela no ficticia. A lo largo de la investigación, se proporcionaron algunos ejemplos históricos de la relación que existe entre el lenguaje periodístico y el literario, partiendo de la descripción y definición de ambos conceptos. Para ello, esta investigación se basó en el análisis del discurso narrativo de dos de las obras periodístico-literarias, de la escritora mexicana Elena Poniatowska. Hasta no verte Jesús mío (1969), un trabajo narrativo que surgió de una entrevista periodística. La novela representa las oprimidas de la sociedad mexicana a través de la narración en primera persona de la vida de la protagonista Jesusa. En esta obra, Poniatowska transmite no solo la voz de los silenciados sino su propia crítica sobre la desigualdad y la opresión social. La voz narrativa de Jesusa (o José-Jesu ) se convierte en una protagonista que revela la vida de una mujer que lucha desde la fase más baja de la sociedad para dejar escuchar sus pensamientos y validar su lucha por los derechos y la igualdad. Poniatowska utiliza el diálogo con su interlocutora y el monólogo de esta que se convierte en esa voz narrativa que da fuerza expresiva a un sector importante de la sociedad: los oprimidos. Además, este trabajo hace un análisis de la crónica periodística novelada La Noche de Tlatelolco (1971) donde la escritora-reportera narra los testimonios de cientos de personas que vivieron la matanza estudiantil perpetuada por el ejército mexicano en octubre de 1968. La obra relata el pensamiento y el sentir de las personas a favor y en contra del movimiento estudiantil, así como las inconformidades, los motivos de las rebeliones y un poco acerca de las vidas de las personas luego de este acontecimiento. El texto incluye los antecedentes y las consecuencias que se basan en entrevistas realizadas desde 43 octubre y noviembre de 1968 hasta 1971 cuando salió publicada la obra. Con sus narraciones, Poniatowska desafía el lenguaje hegemónico de poder ya que da voz a aquellos que nunca aparecen como protagonistas sino como sujetos de noticias que según los análisis de discurso de van Dijk son menospreciados y discriminados por la ideología manejada en los medios de comunicación. Este trabajo de investigación se basó en el análisis de discurso narrativo bajo la óptica de los estudios del teórico ruso Mijail M, Bajtín y los parámetros de estudios de las estructuras del lenguaje en los medios de comunicación propuestos por Teun van Dijk, Henry Francis y Carol Tator. Sus aportaciones fueron retomadas en este trabajo para demostrar que los textos de Poniatowska encierran una lucha contra el poder hegemónico que los textos periodísticos manejan de manera implícita. Poniatowska utiliza la sublime línea divisoria que existe entre el lenguaje periodístico y literario para evadir la censura, y para expresar libremente su ideología contra la presión y discriminación social que existe en la sociedad mexicana, sobre todo contra las mujeres y las clases trabajadoras. En este análisis, se lograron estudiar las tres vertientes mencionadas en la metodología de este trabajo, ya que se planteó la relación que existe entre el lenguaje periodístico y el literario en las obras de Poniatowska. La novela Hasta no verte Jesus mío se basa en una entrevista literaria en la que la periodista hace uso de la narrativa literaria para narrar en primera persona la historia de una mujer que puede expresar sus sentimientos y criticar las desigualdades de la sociedad en la que vive. En tanto que La noche de Tlatelolco es un documento histórico periodístico que desafía las hegemonías del poder al presentar los testimonios de víctimas y testigos de un atroz acto sangriento que es presentado con 44 características noveladas sin dejar de ser una crónica periodística de las entrevistas recopiladas entre quienes vivieron ese terrible acontecimiento. Asimismo, el análisis lingüístico de los discursos literarios permitió dar cuenta de que ambas obras de Elena Poniatowska establecen, por medio de su discurso narrativo, factores comunes entre literatura y periodismo, logrando trazar una pequeña línea divisoria entre estos dos campos. Este trabajo partió de la hipótesis de cómo el periodismo y la literatura emergen en escritos cuya importancia es comunicar de manera creativa y original un hecho o ideas de la realidad, donde el tiempo y el espacio no son limitados, donde la realidad se mezcla con la imaginación. Este trabajo enfatiza la manera en que la autora mexicana establece, por medio de su discurso narrativo, factores comunes entre literatura y periodismo. Los análisis que se llevó a cabo de las obras de Poniatowska son ejemplos donde se combina el lenguaje periodístico y el literario en un discurso de ficción (novela no ficticia) que reflejan el compromiso social de la autora mexicana, se pudo contrastar que, en la dimensión dialógica conversacional de su lenguaje literario, se unen a los propios horizontes ideológicos de la autora. Por su contenido y forma, las obras de Poniatowska son ejemplos de la creación literaria-periodística que abre los límites establecidos del canon literario y periodístico. Es decir, la escritora recurre a ambos lenguajes para producir un discurso literario testimonial e imaginativo que reafirma su compromiso con las clases sociales desprotegidas, silenciadas y discriminadas. 45 Hasta no verte Jesús mío, una obra de corte feminista, recrea la vida femenina que toma la contienda de una lucha convirtiéndose en una mujer opuesta a todos los cánones sociales porque es rebelde, original, poseedora de una libertad personal y espiritual, que es sin duda, la imagen opuesta de todo parámetro social. La Noche de Tlatelolco devela las múltiples voces acalladas, hace que la historia de su sobrevivencia y experiencias se conviertan en un aspecto de la memoria nacional silenciada, pero nunca olvidada. Esta obra cumple la función de la diseminación de lo prohibido, la denuncia y la autocrítica. Uno de los valores máximos alcanzados por esta obra es que responde a la lucha contra el poder hegemónico de control social absoluto que existe en los medios de comunicación. En suma, las dos obras de Elena Poniatowska aquí analizadas conducen a una visión del valor y la dignidad del ‘otro’. La autora crea sus obras haciendo uso de las técnicas expresivas que tiene tanto el lenguaje periodístico como el literario para contribuir con la lucha social que ella apoya desde la trinchera de sus palabras y visión como periodista y literata. 46 BIBLIOGRAFÍA ACOSTA MONTORO, JOSÉ. 1973. Periodismo y Literatura. Colección Universitaria de Bolsillo, Punto Omega. Ediciones Guadarrama, Madrid. AVILÉS FÁBILA, RENÉ. 1999. La incómoda frontera entre el periodismo y la literatura. Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-Xochimilco) México D.F. BAJTIN, M. MIJAIL.1998. Estética de la creación Verbal. Traducción Tatiana Bubnova. Siglo Veintiuno Ediciones, Octava Edición en Español. México,. BAJTIN, M. MIJAIL. 1986. Problemas Literarios y Estéticos. Traducción Alfredo caballero. Editorial Arte y Literatura. La Habana, Cuba. BALL, F. ARNETHA and Warshauer Freedman, Sarah. 2004. 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