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p ar a l a
Homilía y guión para la Santa Misa
3 domingo de Adviento
Ciclo C. Color: Morado
13 de diciembre de 2015
Año XIX - Nº 1113
Aportes para la homilía
La gente preguntaba
al Bautista:
¿Qué debemos hacer?
Sof 3, 14-18; [Sal] Is 12, 2-6;
Fil 4, 4-7; Lc 3, 2-3. 10-18
El domingo anterior el evangelio concluía: Todos verán la salvación de Dios.
Adviento es tiempo de espera del ¡Bendito que viene a salvarnos en nombre del
Señor! A salvarnos del pecado, del miedo
y la tristeza. El Señor viene a decirnos:
¡Levántate y anda!, y a enviarnos como
misioneros entusiastas de su Reino. Es
tiempo de conversión, de hacer morir al
hombre viejo y renacer a la vida nueva,
a imagen y semejanza del que viene a
darnos fuerzas para todo lo justo y verdadero, lo puro y santo, el amor y la paz,
a desterrar las peleas y las ambiciones
desordenadas, de las guerras por la supremacía y el poder, que causan tantas
amarguras. Dios es Padre y goza acariciando y besando a sus hijos, y deseando
para nosotros lo mejor de lo mejor. Hay
quienes permanecen indiferentes mientras otros lo rechazan, o lo sustituyen por
Papá Noel.
Juan Bautista anunciaba al que iba a
perfeccionar la ley de Dios, y daba como
adelanto una ley de amor, la del fuego del
Espíritu que quema toda cizaña de individualismo egoísta, la que sabe compartir
lo que tenemos con aquel que nada tiene
y todo lo necesita.
San Francisco decía que en Navidad
habría que esparcir granos para que hasta los pájaros hagan fiesta. Entre nosotros
se suele convidar con dulces y juguetes
a familias carenciadas. Pero, después de
Navidad, ¿seguiremos abiertos al que
necesita un pan, un remedio, un trabajo,
una gauchada, un perdón reconciliador,
un buen ejemplo, un poco de paciencia,
de alegría, de esperanza? Cantamos
que es Navidad cuando acompañamos
al que marcha solo en el camino o iluminamos las tinieblas del que va en busca
de una estrella y Adviento es tiempo para
analizarnos en presencia del Señor y
a la luz de su Espíritu, revisar nuestras
motivaciones más profundas, el porqué
hago lo que hago y el porqué no hago lo
que debería hacer, meditar qué me está
pidiendo el Señor y qué estaré dispuesto
a ofrecerle en Nochebuena, agradecido
por todo cuanto me da a manos llenas.
Analicemos esto también en grupos, junto
al Amigo que nunca falla y nos bautiza en
el Espíritu Santo, como dice el Bautista,
ayudémonos a ver con más claridad, a
corregirnos mutuamente, orando unos
por otros, alentándonos a dar nuevos
pasos hacia adelante, creciendo como
comunidad comunicadora.
(Continúa en la p. 4).
Aportes - 1
Guión para la Santa Misa
1) introducción
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
Hermanos: Hoy, tercer domingo
nuestros pecados y nos lleve a la
de Adviento, llamado “Domingo de
vida
eterna.
Gaudete”, es decir de la alegría, el
Señor nos exhorta al entusiasmo 4) lecturas
y la alegría por el gran gozo del Señor
Primera lectura (Sof 3, 14-18):
que viene, y a entrar por la Puerta de
En el año 600 antes de Jesús, las
la Misericordia, porque él está siempre
calamidades hacían pensar que
a nuestro lado, sosteniéndonos en las
Dios se olvidó de su pueblo, pero
adversidades, levantándonos de nuestras
Sofonías
exhortaba a la perseverancia y
caídas, reavivando la esperanza en la
la
confianza
en Dios.
eterna salvación.
Salmo ([Sal] Is 12, 2-6): Un siglo antes
Cantemos…
de Sofonías, Isaías alababa al Señor por2) saludo de bienvenida
que él es nuestro Dios y Salvador, nuestra
Hermanos: Las lecturas de este fuerza y salvación, él ha sido grande con
domingo nos animan a la alegría, nosotros.
porque llega el enviado de Dios a
Segunda lectura (Fil 4, 4-7): Pablo excumplir la antigua promesa de salvación hortaba a los filipenses a vivir con alegría
que hiciera el Padre. Estemos alegres por y agradecidos a Dios, que está cerca y
aquella alegría del Evangelio, que brota cuida de nosotros en Jesucristo, porque
de la unión con Dios.
él es misericordia infinita.
Que el gozo y la paz de Dios nuestro
Evangelio (Lc 3, 2-3. 10-18): Ante la
Padre, que en Jesucristo ha dado la llegada del Mesías, el Precursor nos inverdadera alegría al mundo, estén vita a la conversión del corazón. ¿Cómo
con ustedes.
realizarla en lo concreto?, él mismo nos
da testimonio.
3) acto penitencial


Hoy el Bautista nos exhorta a cam- 5) oraciones de los fieles
biar el mal por el bien, la verdad y
La presencia del Señor, siempre
la caridad, que al reconocer nuesllegando a nosotros, debe ser motros pecados, reconozcamos también la
tivo de continua alabanza y acción
alegría de ser perdonados.
de gracias.
* Tú, el Dios de la paz que vienes a
Elevemos nuestra oración al Padre
salvarnos, Señor ten piedad.
diciendo:
* Tú, que has manifestado la miQue tú seas nuestra alegría,
sericordia y la ternura de Dios con
Señor.
nosotros, Cristo ten piedad.
* Tú, el Esperado de las naciones, que 4 Por el Papa, los obispos, pastores
y laicos; para que haciendo eco del
alumbras nuestras tinieblas y somllamado de san Pablo a la alegría,
bras de muerte, Señor ten piedad.

Aportes - 2

trabajen siempre con la esperanza y 6) presentación de las ofrendas
el gozo que nace de anunciar el EvanEn la última Cena Jesús consagró
gelio. Oremos.
pan y vino como memorial fraterno
de su redención. Pidamos ahora
4 Por los consagrados; para que renueque nuestra ofrenda se convierta en
ven siempre desde Cristo su compromiso de anunciar con la propia vida su Cuerpo y Sangre, y que, comulgando
y sus carismas el evangelio y sean juntos como hermanos, vivamos muy
reconfortados con el ciento por uno. unidos a él y entre nosotros. Cantemos…
Oremos.

4 Por nuestra patria; para que desde
un sano optimismo, todos trabajemos
por el progreso de la misma, siempre
desde el servicio a los más necesitados. Oremos.
7) comunión
Que esta comunión nos haga
instrumentos de reconciliación,
caridad y paz, y que así seamos
cooperadores eficaces en la manifestación del Reino a los hermanos,
4 Por aquellos que han perdido la alegría especialmente a los que han perdido la
a causa de las injusticias, del olvido y alegría. Cantemos…
la marginación; para que atraviesen las
puertas de la misericordia a través de 8) bendición final y envío
la caridad de todos. Oremos.
Monición: Pablo decía: Si Dios
4 Por nosotros, que aguardamos expecestá con nosotros, ¿quién podría
tantes la venida de Cristo; para que
estar contra nosotros? No hay deno nos soltemos de la mano de quien recho a desesperanzas ni tristezas. Que
nos llama a la alegría y a la esperanza. la alegría del Evangelio nos anime a amar
Oremos.
con obras de misericordia.
Bendición final
Padre Dios, fuente de toda alegría,
Envío: Que la alegría del Señor inunde
atiende el clamor de tus hijos amados, que aguardan de tus manos nuestros corazones y nos aliente en el
la bendición y la paz anhelada. Por obrar, vayamos en paz.
Jesucristo, nuestro Señor.
EN CAMINO
Para una teología de
la peregrinación
AnselmGrün
AnselmGrün alude continuamente a textos de
la Sagrada Escritura y de
la tradición monástica
para ayudar al lector a
comprender la dimensión
religiosa del peregrinar, como una forma física de meditación sobre nuestra existencia
cristiana.

CINCO MINUTOS PARA DIOS
Roque Scheneider
A Dios se llega por muchos caminos y Dios
nos habla de muchas
maneras; cada hoja
de este libro trata de
ir descubriéndolo en
nuestra existencia,
para hacerla oración.
Además, pequeños relatos para la reflexión
y la meditación.
Aportes - 3
(Viene de la p. 1).
Y así, asistidos por el Espíritu Santo,
nos sentiremos como los apóstoles, que
a partir de Pentecostés, anunciaban a
Cristo resucitado, llamando a todos a
vivir por él, con él y en él, convencidos de
que ese es el único camino a la felicidad,
en la verdad y la justicia, alegres en las
pruebas, unidos en amor solidario, compartiendo gozos y esperanzas.
Lógicamente que esto requiere perseverar en esa conversión, como pide el
Bautista, porque el mundo piensa de muy
distinta manera y no va a permitir que
actuemos contra el desorden establecido.
Conversión llena de fe, afirmados en la
promesa de Jesús: Yo me gloriaré ante
mi Padre de quien me reconozca ante los
hombres y anuncie mi evangelio. El Bautista dio la cabeza por el Señor. También
los Apóstoles, y muchos otros en todo el
mundo y a lo largo de los siglos. Hoy nos
toca a nosotros dar testimonio. Quizá no
nos corten la cabeza pero tratarán de
hacernos volver atrás, de tentarnos con
triunfos pasajeros, con lujos, privilegios y
el poder que ostentan y a veces nosotros
envidiamos.
Recordemos que para hoy el Papa ha
dispuesto que “se abrirá la Puerta Santa
en la Catedral de Roma, la Basílica de
San Juan de Letrán. Sucesivamente se
abrirá la Puerta Santa en las otras Basílicas Papales. Para el mismo domingo
establezco que en cada Iglesia particular,
en la Catedral que es la Iglesia Madre
para todos los fieles, o en la Concatedral
o en una iglesia de significado especial se
abra por todo el Año Santo una idéntica
Puerta de la Misericordia. A juicio del Or-
dinario, ella podrá ser abierta también en
los Santuarios, meta de tantos peregrinos
que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia
y encuentran el camino de la conversión.
Cada Iglesia particular, entonces, estará
directamente comprometida a vivir este
Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual.
El Jubileo, por tanto, será celebrado en
Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión
de toda la Iglesia” (Misericordiae vultus,
número 3).
En nuestra (arqui)diócesis esa Puerta de la Misericordia está en la Iglesia
Catedral.
¡Señor Jesús!, el clamor de tu Precursor nos levanta de la comodidad y la
indolencia, nos pone de cara al bien y la
verdad, al amor fraterno y la tranquilidad
en el orden, nos recuerda que fuimos
bautizados para que trillemos el buen
trigo y echemos al fuego toda maleza de
mentiras y maldades.
Un día dijiste: “Quien no está conmigo, está contra mí”. Celebrar Navidad
es renovar el juramento de permanecer
siempre a tu lado, en tus cosas, sobre tus
huellas, arando y sembrando tu Evangelio, en continua conversión y esforzándonos también por convertir a ti a cuantos
cizañeros dan vueltas por tu campo.
Danos la alegre esperanza de que,
a pesar de las dificultades, el triunfo
está asegurado, y tu Padre también
nos asegura su asistencia salvadora:
“Pueblo mío, nada temas, porque gozo
en amarte y alegrarte como en día de
fiesta”. ¡Amén!
Aportes para la Celebración es un subsidio litúrgico preparado por el equipo de redacción de El Domingo, periódico religioso de
la editorial San Pablo, propiedad de sociedad de san Pablo (Paulinos). Riobamba 230, C1025ABF Buenos Aires, Argentina.
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