naconai - Historical Papers - University of the Witwatersrand

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naconai
Manuel Rosa Recuerda, guardia civil
El delito de pensar
f
1 pasado mes de noviembre, el cabo,
I---- - Rosa Recuerda, abandona la pri-sion
militar de Alcala de Henares con la salud
quebrada por sus prolongadas estancias en las
celdas de internamiento. Poco despues volvia
a visitar una por unas declaraciones realizadas
al diario "El Independiente” en el mes de
marzo.
Poca diferencia hay entre los dos ultimos
meses de la vida de Rosa Recuerda y todos los
anos que ha dedicado a defender el derecho a
la libre sindicacion en el seno de la Benemerita,
primero a traves del sindicato Unificado de la
Guardia Civil (SUGC) y ahora con la Union
Democratica de Guardias Civiles (UDGC).
Desde 1986, el juez togado militar de Sevilla
mantiene confinado a Rosa Recuerda en la
capital andaluza, ciudad que solo ha podido
abandonar para cumplir penas de prision por
el delito de expresar sus ideas y defender
derechos recogidos en la Constitution. Por
este motivo, no pudo recibir en persona el
premio "Derechos Humanos”, aunque remitio el
siguiente escrito:
“Rogando encarecidamente sepan disculpar
mi obligada incomparecencia en el presente
acto por razones de seguridad juridica para mi
persona, quiero agradecer sinceramente el
presente galardon, que sin duda constituye un
apoyo moral a mi persona y a la de mis
companeros, a quienes, en ocasiones, se les
somete a identicas situaciones de privacion de
libertad por todos conocidas.
Deseando, igualmente, felicitar al resto de los
premiados quiero aprovechar la ocasion para
dejar constancia del profundo agradecimiento ,
chos fundamentales, al haber sido
objeto de numerosa sanciones
—incluida la privacion de liber­
tad— por expresar sus convicciones y promover el sindicalismo en la Guardia Civil”, segun
el acta de concesion de los premios.
Quien si acudio a recibir su
galardon fue el magistrado Baltasar Garzon, premiado por haberse
destacado "en la defensa de los
valores democraticos y de los
derechos humanos de los ciuda­
danos mediante una actitud pro-
que debe este humilde miembro de la Guardia
Civil al Sindicato Democratico de Policla (SDP),
sin cuya solidaridad desde hace tiempo hubiera
sido imposible mantener el esfuerzo que exigen
las presentes circunstancias.
Del mismo modo, es obligado agradecer,
con admiration, la tutela efectiva que me ha
sido otorgada en reiteradisimas ocasiones por
la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior
de Justicia de Andalucia, que, en todo momento
y con encomiable ejemplo, ha sabido resolver
las complejas situaciones que crean las normas
legales referidas a la Guardia Civil y sus
miembros, normas que estan en continua fric­
tion con los principios y preceptos constitucionales.
Finalmente, y como no podia ser de otra
manera, quiero dedicar el premio que me ha
sido concedido a todos los ciudadanos espanoles porque ellos son, en defmitiva, los
beneficiarios de la pugna por la obtencion de
los derechos fundamentales y las libertades
publicas que corresponden a los miembros de
la Guardia Civil, siempre dentro de la Constitu­
cion y de la legalidad vigente.” ■
fesional valiente, rigurosa e inco­
rruptible en asuntos sumamente
delicados y de gran trascendencia publica".
Para los miembros del jura do,
resulta encomiable "su decidida
voluntad de investigar actividades sospechosas realizadas por
el propio poder; su actitud ha
sido especialmente ejemplar en
casos como la instruction del
sumario sobre el grupo terrorista
GAL denominado “caso Amedo”,
donde ha tenido que afrentar
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-
multiples dificultades que se han
intentado oponer a su labor".
Garzon, como siempre, fue muy
escueto en sus palabras. Agradecio “con un especial sentimiento
de satisfaction" el reconocimiento
a su labor otorgado por la APDH
y, acaso por primera vez, se
permitio una debilidad al afirmar
que "siempre he perseguido de­
fender los derechos humanos, a
pesar de algunos impedimentos
y obstaculos que he encontrado".
Una denuncia que quedo flotando
en el ambiente. ■
Eduardo Luis Duhalde, peridista militante de los derechos humanos
Perseauir el fantasma
de los desaparecidos
Por L. F. Rodriguez Guerrero
Los ciudadanos de la Republica Argentina pueden volver a tropezarse en las calles
de sus ciudades con los responsables de las Juntas Militares que aterrorizaron al pais
tras el golpe de Estado de 1976, condenados tras la instauracion del actual regimen
democratico. Para el periodista Eduardo Luis Duhalde, abogado y militante en la
defensa de los derechos humanos, esto significara arrojar sobre la sociedad
argentina el fantasma de los desaparecidos, mientras que los culpables del delito de
lesa humanidad obtienen una injusta reparacion.
ual es el grado de
respeto a los dere­
chos humanos que
se observa hoy en
la Argentina?
—Estrictamente, no p u e d e decirse q u e en m i p a ls h a y a h o y las
p e rsec u cio n es pollticas a las q u e
nos tienen acostum brados las dictaduras militares.
—^Podemos entender, entonces, que los derechos humanos
gozan en su pais de buena salud?
—No, p o rq u e h ay una violacion
estructural propia d e un sistem a
social injusto, q u e crea en orm es
d esig u ald ad es sociales, d o n d e la
geograGa d el ham bre c r e c e todos
los dias y la pobreza, en grandes
cap as d e la poblacion , e s realm en te extrem a; d on d e h a y millon es d e p o b r e s en la m as absoluta
indigencia, con un esp ectacu lar
aum ento d e lo s In dices d e m endicidad infantil.
A dem as existen atropellos concretos restringidos al cam po d el
d erec h o a la vida, p o r la impunid ad con q u e la p olicia e je r c e la
represion d e la delincuencia c o ­
mun, s o b r e todo juvenil. Todos
los dias h ay "enfrentamientos"
con delicuenten en los q u e £stos
p erecen , com o si existiera una
p en a d e m uerte no escrita.
—iPor que parece entonces
que lo mas importante es, en
injusticia con ell os, cuando son
ellos qu ien es han d eja d o profund as heridas en nuestra sociedad.
—Sin embargo, el movimiento
por los derechos humanos en
Argentina tambien se opone al
intento de instaurar la pena de
muerte.
—Claro. El p resid en te M enem
trato d e sancionar con la p en a
capital, h a c e s e is m eses, los secuestros segu idos d e muerte, prop io s d e la delincuencia comun,
aunque com etidos p o r ex agentes
d e l aparato rep resiv o d e l Estado,
lo q u e Uamamos 'la m ano d e obra
d esocu p a d a \q u e h o y s e dedican
a actividades d e delincuencia
comun.
Nuestra oposicion no s e produjo p o r q u e esto s secu estro s s e
com etiesen s o b r e s e c to r e s politi­
c o s a lo s q u e p u d iesem o s estar
estos momentos, oponerse a la
concesion de los indultos para
los responsables de las juntas
militares?
—P orque e s un h e c h o grave
q u e esta m as alia d e la libertad
d e tres o cuatro p erso n a s e s una
decision simdlica. Van a s e r p erdonados, sin h a b e r p a g a d o su
g rav e deu da con la socied ad ,
verdaderos g en ocidas autores d e
crim en es d e lesa humanidad; van
a s e r ‘r eparados' com o si s e hu-
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biera com etid o algun tipo d e
ligados, sino p o r q u e estam os en
contra d e la p en a d e m uerte m as
alia d e toda consideracidn, y p o r ­
q u e una v ez in corporado e ste
prin cipio a la legislacion, lu eg o
h a cerlo exten sivo a situaciones
d e rep resion politica y social e s
un sim ple paso.
—En esta ocasion, el intento de
Menem se dirige contra los mili­
tares implicados en las recientes
asonadas protagonizadas por los
“carapintadas".
—Si. El d en e con cien cia d e
q u e no hya un con sen so suficien te en la s o c ie d a d q u e le
perm it a aplicar la p en a d e muerte,
p o r ejem plo, a Seineldin, p e r o
con su insistencia va crean do las
co n d icio n es para sa ca r adelan te
la instauracion d e la p en a capital.
—i,Las fuerzas armadas argentinas son, hoy, un peligro para la
democracia de su pals?
—Las fuerzas arm adas no s e
plantean la direccidn d el Estado,
entre otras co sa s p o r q u e sa ben
q u e esta e s una 6 p o ca d e crisis
realm en te diScil, y p o r q u e en su
fracaso han visto no e l rech azo
d e la s o c ie d a d a su accion rep resiva, sino e l derru m be d e su
propia gestidn administrativa. Por
e s te m otivo aceptan la subordinacion al p o d e r civil, aunque sin
renunciar a las p resio n es cuando
una d e sus d ecisio n es le s afecta.
naoonai
—Vista la situation desde la
distancia, no parece el concepto
de subordination el mas adecuado para definir esa relation.
—No so lo eso, sino q u e tanto el
Ejecutivo d e Alfonsin co m o e l d e
M enem han d a d o una resp a ld o a
las fuerzas armadas, p o r q u e la
instauracidn d e l actual regim en
d em ocratico no s e b a s o en un
p r o c e s o d e ruptura. Se siguen
aplican do las m ism as leyes, y los
abu sos no s e han corregido.
—^Por que no hubo ruptura?
iComo se explican esas buenas
relaciones?
—P orqu e h a y com prom isos
contraidos ya d e s d e e l G o b iem o
d e Raul Alfonsin. Si ijo hubiera
sid o tan p recipitada su salida d e
la Casa Rosada, lo s indultos los
hubiera firm ado el. L os m ilitares
son p a rte d e la cla se dom inante
d e l pais, q u e esta m uy interesada
en reco m p o n er su dignidad. Sena
m uy dificil q u e e l dia q u e lo s
s e c to r e s priv ileg iad os vuelvan a
n ecesitar a las fuerzas arm adas
para realizar alguna tarea rep resiva, estas esten dispuestas a
realizarla si antes no consideran
saldada la deu d a p en d ien te q u e
para ello s rep resen ta e l ju icio a
las Juntas Militares.
—^Quiere ello decir que los
actuales sectores dominantes del
pais tambien estuvieron implicados en el golde de Estado de
1976?
—Claro. Estos s e c to r e s fueron
los q u e en a qu el ano tuvieron
q u e llam ar a las fuerzas arm adas
co m o so p orte para realizar una
recon version d e l m o d e lo capitalista. Tarea en la q u e habian
fracasado, p o r q u e e s e m o d elo
so lo p u e d e im p on erse m edian te
las bayonetas.
—Entonces, ^que significado tienen las asonadas de los "carapintadas”?
— Un am plio grupo d e militares
argentinos s e sienten utilizados
p o r lo s m ism os s e c to r e s econ dm icos y politicos q u e le s llamaron
para realizar e l trabajo sucio, y
lu eg o no solo no s e lo a g rad ecieron, sino q u e condenaron a sus
p ro p io s jefes. Mientras, co n sid e­
ran q u e e s o s s e c to r e s estan usufructuando la “p az" construida gracias al aniquilam iento d e toda
oposicidn sindical y politica.
—^Podrian ser los indultos una
manera de contentar a los milita­
res mas enfrentados al actual
sistema?
—Los indultos dejan sin bandera a los grupos m as reaccinarios d e la milicia argentina. Pero,
so b re todo, son un pu en te tendido
hacia el secto r liberal d el Ejercito,
p o r e l a p o y o q u e ha venido
prestan d o al p o d e r civil d e s d e el
p rim er dla d el G o b iem o Alfonsin,
a p e s a r d e ten er a q u ien es fueron
sus j e f e s presos.
—Lo militar parece seguir
siendo, segun sus palabras, un
problema de dificil solution, no
solo en la Argentina, sino en todo
el continente.
—No; la cuestion militar ha
p e r d id o cierta p rep on d eran cia
en nuestros paises. En la m ed id a
q u e todo e l m odelo, im pulsado
p o r lo s Estados Unidos, no bu sca
ya las dictaduras militares, sino
las dem ocracias formales, sin participacion popular; q u e son, d e
todos m odos, un avance.
No con v ien e olvidar q u e las
dictaduras son b u en as para end ed u d a r un p a is y las d em o cra ­
cias son m ejo res para pagar. Para
en g rosarla deuda, 'las dictaduras
no tienen q u e c o n v e n c e r a nadie;
en cam bio, para saldarla h a y q u e
p e d ir sacrificios populares, com p ro m eter al conjunto d e la so ciedad.
—iQue le queda a la sociedad
argentina de todo ese conflicto?
—Los desap arecid os, q u e p e san en la con cien cia colevtiva no
so lo p o r q u e no s e haya castigado
a lo s culpables, sino p o r q u e no
s e ha aclarado su destino, p e s e a
q u e toda esa inform acion esta en
p o d e r d e l Estado.
En la s o c ie d a d argentina esta
p r e se n te e l gran fantasma d e lo s
desap arecid os. El no s a b e r
cuando ni com o murieron, ni
d o n d e fueron a parar sus huesos,
no afecta so lo a lo s allegados,
sino q u e esta en la concien cia
social com o una herida q u e va a
costar restahar y q u e lo s insultos
van a reabrir y agravar.
Esto ha crea d o un m ied o interiorizado q u e esta ah ip resen te, y
funciona co m o un m ecan ism o d e
control so cial p rep a ra d o para s e r
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utilizado en cualquier momento.
A hora no s e g o b iem a m ediante
e l m iedo, p e r o este est& estrateg icam en te co lo ca d o para s e r activado en cuanto se a necesario.
—Cuesta mucho comprender
como pudieron los militares ar­
gentinos alcanzar tales grados
de brutalidad.
—Fue un m o d e lo estructurado,
no e l fruto d e una im provisacion
o d e la m aldad p erson al d e los
respon sables d e la dictadura. Pero
aun m as p reocu p an te e s e l consen so so cial q u e obtuvo en algun os sectores. G rave problem a, en
una s o c ie d a d com o la nuestra, en
la q u e no h a y una tradicion dem ocratica ni d e d efen sa d e los
d e r e c h o s humanos.
—iPuede ser ese el principal
caballo de batalla de las organizaciones sociales dedicadas a
estos temas?
—Si; su m as im portante trabajo
e s im buir a la s o c ie d a d civil d e la
n e c e s id a d d e d e fe n d e r los d e r e ­
ch o s humanos, d e la importancia
q u e tiene e l d e r e c h o d e l otro, el
d e r e c h o a la diferencia, com o
p arte d e la convivencia social.
—iOuedan aun razones para la
esperanza?
—Si. Toda Am erica Latina sigue
sien d o un continente postergado,
con gran des d esig u ald ad es s o ­
ciales, p e r o trescientos millon es
d e alm as cada dia m en os resign adas a su destino son dem asiadas razon es para p en sa r q u e esta
situacion no tiene salida. Pero no
s e p u e d e p en sa r en solu cion es
particulares h a y q u e recu p erar
un p en sam ien to continental en
A m erica Latina.
—En Europa circula el rumor,
tras la caida del "muro de Berlin”,
de que la utopia ha muerto.
—La utopfa no ha muerto, d e
ninguna manera. Acaso, tal v e z lo
hayan h e c h o algunos m o d elo s
en lo s q u e s e habian depositado
lo s ideales. La utopia en Am erica
Latina e s e s te d esafio d e fin d e
siglo d e com o estructurar los
m o d e lo s s o cia les y com o reconducir n u e v o s p r o c e s o s d e liberacion que, tal vez, ya no pu edan
ten er e l caracter d e las viejas
rev olu cion es rom anticas qu e conocim os, com o la e p o p e y a d e
F idel y e l 'Che' entrando en La
Habana. ■
ntrevisla
Entrevista con A bdelkader Taleb Omar, Ministro de Informacion de la RASD
“ La solucion pacifica
beneficia a todos”
Por Carlos A. Andion
Como Ministro del Interior,
secretos entre Marruecos
Marrakesh, entrevistandose
Saudi). Hoy Taleb es Ministro
Abdelkader Taleb Omar mantuvo uno de los contactos
y el Frente Polisario que precedieron a la cumbre de
en julio de 1988 con un tio de Hassan II en Taef (Arabia
de Informacion y Cultura de la Republica Arabe Saharaui
Democratica,
rroqui en lugar d e apoyo, enos graves acontecimientos ocurridos recientecuentra una clara con den a intermente en Marruecos con
nacional p o r sus violacion es d e
motivo de la huelga general ede
s o s derechos. Todas las Organidiciembre, reprimida violentazacion es Humanitarias y el propio
Parlamento eu ro p eo asi lo han
mente por la polida y el Ejercito,
igue lectura le merecen Polisaconstatado. Asimismo, libros
rio?
com o "mi am igo el rey" d e Guilles
Perrault, han d a d o a co n o c er a la
—No p u ed en sorp ren d er en
un regim en dictatorial com o e l
opinion pu blica a sp ec to s m uy
marroqul, ni han sido los prim eros
interesantes s o b r e la r e alidad d el
regim en marroqui.
qu e ocurre a lo largo d e los
Lo su c ed id o en M arruecos ultiultimos anos y d e s d e 1965, p u eb lo
m am ente e s la con secu en cia nor­
m arroqul ha protagonizado m am al d e la naturaleza d el regim en.
nifestaciones, hu elgas y rev u eltas
Hay qu e considerar, d e s d e nuesen dem anda d e m ejoras en su
tro punto d e vista, q u e e l 40 p o r
situacidn social, politica y econ ociento d e l p resu p u esto lo utiliza
mica; la respu esta d e l regim en
Hassan II en la guerra d e l Sahara.
ha sido invariable: la movilizacion
Mientras esto siga ocurriendo e s
d e la p o lid a y e l Ej6rcito, el
im p o sib le q u e m ejoren las confu eg o y la sangre. La llam ada
dicion es d e vida d e lo s marrooposicion le ha seg u id o e l ju e g o
qu les y aum ente la dem ocracia y
al regim en a lo largo d e estos
e l r e sp e to a lo s d e r e c h o s hum a­
anos, utilizando el tema d el Sahara
nos.
com o un argumento para "preserv arla union nacional" frente al
En Argelia las m ovilizaciones
en em igo extem o. Hasta ahora, en
p o p u lares han supuesto cam bios
profun dos q u e obligan a aumene l antiguo orden intem acional,
tar la dem ocracia. Los m ism o ha
d e la guerra fria, M arruecos s e
ben eficiaba d el apoyo d e algunos
su c ed id o en Jordania. Sin em ­
bargo, en M arruecos s e repiten
p a ises o ccid en tales para los q u e
Hassan II rep resen taba sus intelas su b lev a cio n es y no tienen
r e s e s frente al otro bloqu e. Pero
respuesta positiva; p e r o esta cada
la situacidn ha cam biado h a y
vez va a s e r m as diflcil p o r q u e la
otro orden mundial, s e han proe p o c a q u e hacia p o s ib le la exisducido cam bios a favor d e la
tencia d e un rSgimen m ed iev a l
dem ocracia y d e los d erec h o s
humanos, y h o y e l r6gim en ma-
L
31
ha pasado. El aislam iento d e Has­
san e s creciente y diversos p a ises
o ccid en ta les ya no estan disp u esto s a darle su a p o y o ni asum irlas constantes violacion es d e
los d e r e c h o s humanos.
Una d e las con dicion es para
q u e M arruecos saiga d e esta
situacidn e s la solucidn pacifica
al conflicto d e l Sahara, con la
aplicacidn d e las resolu cion es
intem acionales, q u e establezcan
la estabilidad en la region d el
M agreb arabe, algo q u e forma
p arte d e la seg u rid ad d e los
p a is e s m editerraneos.
Cuando lo s sindicatos hablan
d e reorientar lo s recu rsos destin ados a la guerra a lines s o cia les
quieren d ecir d e form a clara q u e
no estan p o r esta guerra y q u e
d e b e terminar. La m iseria y la
p o b rez a han a c a b a d o con e l falso
y forzado entendimiento qu e existla entre la "union nacional’ y la
"integridad territorial" d e Hassan
II y la p a cien cia d e l p u e b lo m a­
rroqul.
—En este momento existe una
tregua militar en el Sahara para
crear un plima favorable a la
aplicacion de las resoluciones de
la ONU. ^En gue fase se encuentra
la situacion previa al referen­
dum?
—La tregua militar s e ha observado para ap oy ar los esfuerzos
d e l Secretario G eneral d e la ONU,
ntrevisla
hasta q u e M arruecos m anifieste
d e form a clara q u e esta p o r la
aplicacidn d e l plan d e p a z d e
e ste organismo. Si Hassan lin o lo
hace, las o p era c io n es m ilitares
com enzaran d e nuevo.
Estam os en una etapa decisiva
s o b r e e l p r o c e s o d e p a z en el
Sahara. En 1988 P erez d e Cuellar
p resen to sus p ro p o sicio n es para
la solucion d e l conflicto. Las d o s
p a rtes las aceptaron en principio.
D espues, la ONUenvio una c o lli­
sion tecnica para estudiar s o b r e
e l terreno las n e c e s id a d e s para
ejecu tar dichas proposicion es. En
junio d e l 90 e l Secretario G eneral
p resen to un plan d e p a z al Cons e jo d e Seguridad q u e fue adoptado. En e s te plan s e contenian
las lineas g en era les para la solu­
cion d e l conflicto, incluso un calen dario q u e m arca las fa ses necesarias para su aplicacidn. En la
actualidad s e preparan las p recision es s o b r e eln u m ero d e efectivos d e la tropa m arroqui q u e
d e b e retirarse. Se esp era q u e
tras la ad op cion d e e s te inform e
p o r e l C on sejo d e Seguridad
e m p ie c e su aplicacidn. Si no estallan otros conflictos q u e atraen
la atencion mundial, co m o e l d el
Golfo, q u e d e s ea m o s q u e encuentre tam bien una solucion pacifica, p o r q u e d e lo contrario
todo lo d em as p a sa a un seg u n d o
orden.
M arruecos siem p re ha m aniob ra d o para crea r obstacu los p o r ­
q u e tem e e l referen du m y s a b e
q u e lo s saharauis quieren la ind epen den cia. Si e l rdgim en m a­
rroqui realm ente tuviera la m en or
confianza en q u e lo s saharauis
estan p o r la integracion, hubiera
a cep ta d o e l referendum en los
prim eros dias, y habria evitado la
p resion internacional s o b r e su
G obiem o. Pueden intentar nuevas
maniobras, p e r o la p a cien cia d e
la ONU, d e l Secretario G eneral ha
terminado.
—Desde hace meses Marrue­
cos intenta dar una imagen de
debilidad de la RASD, de divisibn
interna dentro del Polisario entre
las posturas tradicionales y otras
mas contemporizadas. De hecho,
en las comparecencias ante la
prensa de algun transfuga, hoy
El pueblo saharaui mantiene sus
tradiciones en medio del conflicto
instalado en Marruecos, se ha
afirmado que con motivo de estas
divisiones, usted y otros cinco
ministros de la RASD estuvieron
presos en Tinduf. Tambien en el
informe de Amnistia Internacional,
que es contundentfe respecto a
las denurtcias de conductas atentatorias contra los derechos humanos por parte del regimen de
Hassan II, incluyendo la desaparicion de 800 personas de origen
saharaui desde la ocupacion; se
menciona en un parrafo la preocupacion de esta organization
humanitaria por la "cuestion de
los presos y detenidos sin juicio
por el Frente Polisario” suscitada
ultimamente y por haber “recibido
informes segun los cuales algunos
de estos presos han sido torturados y alguno ha muerto durante
su detention”
—S ob re p r e s o s politicos en la
RASD e s la prim era noticia q u e
tengo. Si Amnistia Internacional
ha r e c o g id o alguna su gerencia
s o b r e esto m e interesaria verlo.
No ten em os p r e s o s p oliticos en
la RASD y tanto Amnistia Intem acional com o cualquier otra orga­
nizacion humanitaria p u e d e ir a
constatarlo. En la RASD incluso si
-
32
~
alguien qu iere ir a M arruecos
p u e d e hacerlo, p u e s los m ism os
q u e han difundido estos datos
falsos son lo s q u e han p a sa d o a
M arruecos sin q u e e l Polisario,
q u e p o d ia h a b erlos reten ido o
m antenido presos, lo haya hecho.
En lo q u e m e conciem e, yo nunca
h e sid o detenido. Quiza tenga
o b serv a cio n es q u e h a c e r dentro
d e nuestra polltica, p e r o no d e
orden decisivo, y en los objetivos
todos estam os d e acuerdo. Repito,
en la RASD no h a y p r e s o s politi­
cos, aunque si s e p u ed en dar
ca so s d e san cion es disciplinarias
sin q u e esto s ca so s p u ed an considerarse d e ninguna forma com o
d eten cion es pollticas.
C iertam ente h a y p erso n a s qu e
han p a s a d o a M arruecos con
diferen tes argum entos y pretextos, p e r o lo im portante e s don d e
esta la inm ensa m ayoria d el p u e ­
b lo saharaui, y esta p o r su derech o a la autodeterm inacion y a la
in depen den cia. Las divergen cias
q u e p u e d e h a b e r entre nosotros,
entre esta mayoria, no son s o b re
cu estion es decisivas, sino diferencias d e otro nivel, com o ocurre
en toda s o c ie d a d q u e no estan
excluidas d e contradicciones. Te­
n em os p ro b lem a s q u e solucionar:
la guerra y sus consecuencias, el
exilio, e l aprendizaje, p e r o esto
no influye d ecisivam en te s o b re
la m archa d e l Polisario ni s o b r e
su lucha.
—iQue opina el Polisario de la
visita del presidente del Gobiemo
espanol tras la represion de la
huelga general en Marruecos?
—La visita en e s o s m om entos
s e ha considerado, qu ierase o no,
co m o un resp ald o al regim en d e
M arruecos y a su polltica. N os­
otros p en sa b a m o s que, ya qu e
no s e suspendla, deberla al m enos
h a b e r m antenido una actitudm as
exigent e y, r e sp e c to al p ro b lem a
d e l Sahara, h a b e r p e d id o al Go­
b ie m o d e M arruecos q u e cumpliera las resolu cion es internacionales. P ero nada hu bo publicam en te al respecto.
Espana todavla tiene una respon sabilid ad historica y m oral en
e l Sahara y un p a p e l q u e ju gar en
e l cam ino d e la con secu cion d e
la p a z en nuestra tierra. ■
Destronada la
razon, es la hora
de la barbarie.
Claves de una negociacion truncada
La ONU y la CEE, las otras
vktim as de la guerra
Por Teresa Aranguren
r
1 29 de noviembre pasado el Consejo de SeI
guridad de las Naciones
Unidas aprobo la resolution 678
por la que se autorizaba el uso de
la fuerza contra Irak a partir del 15
de enero. Ese mismo dia el presidente Bush anuncio una espectacular oferta: su secretario de estado, James Baker, estaba dispuesto a acudir a Bagdad para
entrevistarse con Saddam Husein
y el propio Bush recibiria en
Washington al ministro de Exteriores iraqui, Farek Aziz.
Durante dias se hablo de suavizamiento en las posiciones de
unos y otros y se aventuraron
hipotesis acerca de una negocia­
cion que se estaria perfilando en
la trastienda de la crisis.
Pero Baker no ha ido a Bagdad
ni Tarek Aziz a Washington. La
I0UOOQUJ9QUI
Consumada la tragedia de la guerra del Golfo,
moralmente injustificable y cuya desproporcion entre
los fines (corregir la locura de Sadam) y los medios
empleados para lograrlo (los bombardeos sistematicos
y masivos con las mas sofisticadas maquinas de matar)
hiere la sensibilidad menos sutil, el orden juridico y
moral internacional ha quedado roto. Esta guerra atroz,
ademas de la muerte y la herida moral infligida al
pueblo arabe, llevando su frustracion hasta limites
insostenibles de desesperacion, deja otras muchas
victimas en el campo de batalla. La mas trascendente y
desmoralizadora es la de Naciones Unidas, organization
nacida para el mantenimiento de la paz, que invalidada
por EEUU en sus iniciativas ha quedado vatia de
contenido. Una vez mas ha quedado patente, pero en
esta ocasion de forma irreparable su inutilidad. El
patetico papel de su secretario general, obligado a
negociar a la desesperada, despojado por el "Imperio"
de todo poder y credibilidad, pone crudamente de
evidencia quien manda. Pero tambien EEUU, con esta
guerra, ha asestado un golpe definitivo al proyecto de
unidad de Europa, cuyos lideres han ido cada uno por
su lado, desmarcandose del espiritu comunitario,
poniendo de manifiesto que la "Gran Europa”, capaz de
hacer frente al "Imperio en declive", es una entelequia.
El pentagono censurara la
informacion de la guerra
El Pentagono, que no ha podido olvidar el efecto demoledor
que Vietnam tuvo en la opinion publica y responsabiliza a los
periodistas de la profunda herida que las tragicas consecuencias
de la guerra dejaron en la sociedad norteamericana, quiere
evitar-que se repita "el efecto devastador de la informacion”. Por
ello, como ya hizo en la invasion de Granada y la de Panama,
controlara rigurosamente a los periodistas y la informacion que
estos envien de la guerra del Golfo, El Departamento de
Defensa, que limitara el numero de periodistas en el frente a un
total de treinta y seis a los que se sometera a un riguroso
examen fisico ha establecido unas ferreas normas, de obligado
cumplimiento, que impediran a los periodistas hablar de la otra
cara de la guerra: muertos, heridos, mutilados o simplemente
aterrorizados o demoralizados; es decir, la imagen real de la
guerra, tan lejana al h6roe americano de pelicula. El sistema
establecido para controlar el numero de periodistas que
podran acceder al frente se realizara a trav6s de dos "pools”
(grupos” de dieciocho informadores cada uno, integrados por
norteamericanos, britanicos y algun europeo m^s. Los afortunados
que consigan pasar los “examenes” y la autorizacion para llegar
al frente tendran expresamente prohibido la libertad de
movimiento y el contacto con los soldados heridos. Es comprensible que estos campeones de la democracia y la libertad
ejerzan la censura para proteger la sensibilidad del buen
pueblo americano, evit&ndole las atroces imagenes de una
guerra terrorifica de la que ellos son los principales responsables.
inesperada oferta de dialogo quedo bloqueada por la pol^mica en
torno a la fecha de la visita de
Baker. La propuesta iraqui del 12
de enero era, a juicio de la Administracion norteamericana, una artimana de Saddam Husein para
conseguir en el ultimo momento
el aplazamiento del limite marcado por Naciones Unidas.
Finalmente, tras varias semanas
de tensi6n “in crescendo” y de
amenazas de destruction total
por una y otra parte, Irak acepto
una nueva propuesta. Baker y
Tarek Aziz se encontrarfan en
Ginebra el dla 9 de enero, una
semana antes de la fatidica fecha
del 15.
Pero la polemica en torno a las
fechas esconde una diferencia
mucho mas radical y quiza insalvable.
“Ni una sola concesi6n, la retirada debe ser total e incondicional”. El presidente Bush no se
cansa de repetirlo, y su insistencia
en el termino incondicional pa-
rece haber ido en aumento a
partir del 29 de noviembre. As!
que para Saddam Husein no hay
mas alternativa que la rendition
total o la guerra.
La sucesion de acontecimientos
durante estos meses parece habemos conducido de manera casi
automatica hasta este callejon de
direction unica.
Todo ha ocurrido ante las camaras de television del mundo;
cada paso publicitado, anunciado,
retransmitido como si asistieramos a un gran ensayo general
que nos garantizaba que llegada
la hora de la verdad estarian. El
ensayo ya sirvio efectivamente
para montar el "gran espectaculo"
que estamos contemplando una
guerra de ciencia-ficcion, con espectaculares efectos especiales
y isin muertos!”.
Cabe preguntarse si el desastre era inevitable. Si ya desde
aquel 2 de agosto en el que
comenzo la pelicula con la secuencia de las tropas iraqules
apoderandose en pocas horas
del emirato de Kuwait, la escena
del The End, con su atrezzo apocaliptico, estaba prefijada. Si ha
sido so lo la intransigencia de
Saddam Hussein la que ha ’cerrado la puerta a toda otra alter­
nativa.
En las primeras horas
de la crisis
La invasion parecio coger por
sorpresa a todo el mundo. El dia
anterior habian quedado rotas
las conversaciones entre los gobiernos de Irak y Kuwait en la
ciudad saudi de Yedah. Las reclamaciones de Bagdad respecto
de la politica petrolera del emi­
rato, al que acusaban de provocar
la baja de los precios del petroleo
al no respetar las cuotas de produccion asignadas por la OPEP y
de “robar” crudo iraqui a trav^s
de las bolsas de los campos
fronterizos de Rumailieh, quedaron en un segundo piano.
La invasion revelaba que la
principal aspiracion de Saddam
Hussein era de caracter territorial:
el logro de una salida al mar. La
misma aspiracion que en 1979
habia llevado a Bagdad a invadir
a su vecino Iran, para conseguir
la soberania sobre el canal de
Chat-el-Arab. Una invasion que,
por cierto, no s61o no fue nunca
condenada por Naciones Unidas
(pese a las repetidas demandas
de Teheran) sino que ademas
conto con el apoyo fmanciero,
logistico y diplomatico de Occidente y de la mayoria del mundo
arabe, en especial de las monarqulas del Golfo. Ahora, sin em­
bargo, la historia iba a ser muy
distinta.
Horas despues de que las tro­
pas iraquies entraran en el emi­
rato, el presidente Bush, con gesto
conmocionado, declaraba que los
Estados Unidos no estaban considerando una accion militar para
restablecer la soberania de Ku­
wait. Esta, sin embargo, serfa ine­
vitable e inminente si el ej^rcito
de Saddam Hussein penetraba
un territorio saudi. Tres dias des­
pues, el 5 de agosto, Washington
envio sus primeros contingentes
de tropas a la zona. La operation
tenia, segun palabras del presidente Bush, caracter exclusivamente defensivo. Se trataba de
proteger el territorio saudi de
una hipot^tica invasion del ejercito de Irak desplegado al otro
lado de su frontera norte.
Gestiones abortadas
i,Que ocurrio entre los dias 2 y
5 de agosto para provocar este
repentino giro de la actitud de
Washington? ^Manejaba el Pentagono informaciones que hiciesen temer un inminente ataque
iraqui a Arabia Saudita?
Saddam Hussein se preocupo
muy mucho en esos dias de
aclarar que no tenia intention de
atacar el reino de los Saudi. Claro
que las manifestaciones publicas
de Saddam Hussein no tenian
Manifestaciones multitudinarias en toda
Europa contra la guerra.
por que ser suficiente garantia. No
se suele anunciar la hora ni la
intention de invadir otro pais.
Pero el hecho es que en esos
dias si hubo otro tipo de movimientos, y no precisamente de
tropas, Se ha sabido despues,
gracias fundamentalmente a la
entrevista del rey Hussein de
Jordania a una cadena de televi­
sion norteamericana, y a informa­
ciones desgranadas poco a poco
en los medios de prensa (entre
ellas el libro del periodista estadounidense J. Salinger).
Segun declaraciones del monarca jordano que se entre visto
con Saddam Hussein a las pocas
horas de la invasion, este le habria
asegurado su disposition a retirarse de Kuwait, siempre que no
se produjese el envio de tropas
extranjeras a la zona y que la
Liga Arabe se abstuviese de realizar una condena contra Irak
-
35
-
mientras se trataban sus reclamaciones en un marco regional.
El rey Hussein habria transmitido esta oferta al Gobierno de
Washington donde aun contaba
con el ascendiente de los dirigentes llamados moderados y
pro-occidentales, pidiendo al presidente Bush un plazo de unos
dias, sin tomar ninguna iniciativa
militar, para permitir la continua­
tion de las gestiones.
Fueron momentos de intensa
actividad diplomatica por parte
de los paises arabes, en especial
Jordania, Arabia Saudi y Egipto.
Los esfuerzos se centraron en
la convocatoria inmediata de una
cumbre arabe en Yedah, en la
que se abordarian las reclamaciones iraquies; no solo las referentes a la politica petrolera, sino
sobre todo las de caracter territo­
rial: la posibilidad de una salida
al mar a traves de las islas de
Bubiyan y Warba y el litigio en
tomo a los campos de Rumailieh.
La cumbre de Yedah no llego a
realizarse. Los dos paises que en
un principio se habian mostrado
intemaoonal
mas interesados en su convocatoria, Egipto y Arabia Saudi, pasaron a encabezar la confrontation
arabe contra Irak, mientras el rey
Hussein perdia su imagen y su
condition de aliado para convertirse en una especie de “persona
non grata” en las esferas de poder
de Washington.
El 5 de agosto, a peticion del
gobierno saudi, Estados Unidos
envio su primer contingente militar de la operacidn “Escudo en el
Desierto". Dias despues, la cumbre
arabe se reunio en El Cairo y
emitio una declaracion de condena contra Irak. Fue tambien la
ocasion en la que se delimitaron
claramente dos campos en el
complejo entramado del mundo
arabe. Dos modos muy distintos
-de abordar la crisis suscitada por
la invasion iraqui de Kuwait.
En linea con la posicion estadounidense de "no concesiones",
las monarquias del Golfo, Egipto
y un caso muy particular, Siria. En
el otro campo, con diferentes
matices y gradaciones, pero con
.el denominador comun de intentar la solution negociada, el
resto.
La ruptura del Statu Quo
El alineamiento de Arabia Saudi
y Egipto con las posiciones estadounidenses no es demasiado
sorprendente si se tienen en
cuenta la confluencia de intereses,
tanto financieros como politicos
entre la familia real saudi y Was­
hington y la grave dependencia
economica de Egipto que, entre
otras cosas, en el transcurso de la
crisis ha conseguido la total condonacioi: de su deuda con los
Estados Unidos.
Con todo, ambos regim enes
son conscientes de encontrarse
en una posicion de “alto riesgo’1.
La peticion de ayuda militar
por parte de Arabia Saudi, que
permitio el envio "legal” de tropas
estadounidenses a la zona, respondio mas a una fidelidad de
aliado que a un aut^ntico temor a
una agresion iraqui. La decision
Las tropas espanolas en mision de paz
pueden ser bianco de las annas
fabricadas en Espana.
no fue facil y, sin duda, conto con
fuerte oposicion en el seno de
algunos miembros de la familia
real. Esto explica las sorprendentes declaraciones del ministro de
defensa, principe Sultan, en el
mes de octubre, pronunciandose
por un compromiso territorial con
los iraquies “porque las diferencias en el seno de la familia
arabe, las debem os solucionar
pacificamente con un dialogo en­
tre hermanos”.
El revuelo y el malestar causado por estas declaraciones en
Washington fue rapidamente acallado y el principe Sultan parecio
som eterse “disciplinadamente” a
las leyes del clan que exigen
respaldar las decisiones ya adoptadas. Con todo la opcion de la
negotiation no quedo totalmente
■36
descartada. Marruecos, Argelia,
Yemen, la OLP, Libia han intentado sucesivamente, a veces en
iniciativas separadas, a veces en
iniciativas conjuntas, recuperar
el terreno y la oportunidad que
perdieron desde ese 5 de agosto
en el que los primeros soldados
norteamericanos partieron hacia
el desierto saudi.
Una opcion que el transcurso
de los acontecimientos ha hecho
cada vez mas dificil.
La respuesta iraqui al envio de
tropas y a la declaracion de la
cumbre arabe de El Cairo fue la
anexion de Kuwait y su procla­
m ation como 19.a provincia de
Irak. Bagdad parecia haber roto
la baraja. Sin embargo, leida con
un poco mas de detenimiento,
esta anexion tiene matices que
hacen pensar en un doble juego
por parte de Saddam Hussein
que, por un lado, declara irrevocablemente anexionado el territorio kuwaiti y, por otro lado, deja
una puerta abierta para retomar
la cuestion en el punto en el que
estaba antes de su invasion.
Las islas de Bubiyan y Warba y
los campos petroliferos de Rumailieh no forman parte de la 19
provincia, sino que quedan adscritos a la provincia de Basora.
Una hipotetica retirada del ejercito iraqui de lo que enfaticam ente han declarado la 19.a pro­
vincia dejaria fuera los dos puntos
claves de sus reclamaciones territoriales que pretendian debatir
en Yedah.
En las semanas inmediatamente
posteriores a la aprobacion de la
resolution 678, la prensa israeli
lanzo una information rapida­
mente divulgada por el resto de
los medios de comunicacion occidentales: Saddam Hussein es­
taba preparando una iniciativa
sorpresa para momentos antes
del 15 de enero, consistente en
una retirada "partial” del territorio
conquistado. Una retirada de esa
19a provincia que no incluye ya
la ansiada salida al mar de las
islas de Bubiyan y Warba y las
bolsas de petroleo en litigio, los
campos de Kumailieh.
El interes de la prensa israeli
por esta hipotetica iniciativa es
comprensible. De producirse habria hecho dificil la intervention
militar de la fuerza multinational,
introduciendo de nuevo la alternativa de la negotiation buscada
por la mayorfa del mundo arabe
e insistentemente rechazada por
la coalicion anti-Irak y por las
resoluciones de Naciones Unidas.
Y, sobre todo, habrla roto el "status
quo” de la region. Un statu quo
que durante casi medio siglo ha
sido favorable a Israel.
La herida palestina
Porque mas alia de.las virtuosas
declaraciones de principios que
parecen alentar la voluntad de
hacer respetar a Irak el derecho
international, cueste lo que
cueste, lo que ha movilizado con
tanta celeridad y firmeza a los
EEUU, y detras de 61 al resto de la
comunidad international, ha sido
la necesidad de cortar de raiz un
movimiento que ponia un grave
riesgo el precario equilibrio de
fuerzas aceptado y asentado en
la region de Oriente Proximo.
Y ha sido precisamente esa
ruptura, lo que ha provocado una
movilizacion de signo contrario
entre gran parte de los pueblos
de la zona, que apoyan como a
un nuevo Nasser a Saddam Hus­
sein.
Consciente de que 6sta era su
unica fuerza frente al cerco inter­
national, el presidente iraqui
lanzo el 12 de agosto su famosa
"iniciativa de paz”. Irak estaba
dispuesto a tratar la cuestion de
la soberania de Kuwait en el
marco de una conferencia inter­
national que abordase todos los
problemas de la region, en primer
lugar la cuestion palestina.
A nadie se le oculto el caracter
oportunista de esta propuesta,
pero tambien era evidente su
eficacia movilizadora. La position
maximalista, de defensa de los
principios, adoptada por la co­
munidad internacional frente a
Irak, casa mal con la ambigiiedad,
la indiferencia y a veces la complicidad de esa misma comuni­
dad ante una situation cuando
menos tan ilegal como la creada
por la invasion iraqui a Kuwait.
El presidente Bush se divierte con el _
Rey Fahd de Arabia Saudi.
Los ultimos acontecimientos en
los territorios palestinos ocupados
por Israel han reforzado esa impresion.
La dureza de las resoluciones
aprobadas por el Consejo de
Seguridad, en especial la del
bloqueo naval y la mas reciente
legitimando el uso de la fuerza, y
el convencimiento de que ambas
se consiguieron por iniciativa y
presion de los Estados Unidos
(no hay que olvidar que Was­
hington se declare en ambos
casos, el del bloqueo y el del uso
de la fuerza, dispuesto a actuar
por su cuenta si Naciones Unidas
no lo aprobaba) han dejado en
position muy dificil no solo a los
regim enes arabes de la coalicion
multinational sino a los paises
europeos que intentan mantener
un cierto ascendiente entre los
pueblos de la region.
Tanto el presidente Mitterrand,
cuya intervention ante la Asamblea de Naciones Unidas fue calificada de “positiva" por Bagdad y
-
37
-
provoco las iras de los dirigentes
de Tel Aviv, como el ministro de
Asuntos Exteriores italiano, De
Michellis, han intentado matizar
su "respaldo a Estados Unidos".
En una reciente entrevista con
el diario frances Le Monde, De
Michellis han intentado matizar
su “respaldo a Estados Unidos".
En una reciente entrevista con
el diario frances Le Monde, De
Michellis hizo unas afirmaciones
sorprendentem ente claras y contundentes con respecto a Israel.
“Una vez solucionada la crisis del
Golfo habra que tratar a Israel del
mismo modo que se ha tratado a
Irak, es preciso aislar a Israel, no
podem os permitir que este pais
siga dictando nuestra politica en
la region.”
Un mensaje directam ente dirijido al corazon del mundo arabe.
Una garantia de que a partir de
ahora las cosas no seguiran como
estaban.
Pero tambien un mensaje que
puede quedar vatio de contenido
tras esta guerra devastadora, al
final de la cual quiz& no quede ya
ni aliento ni fuerza para abordar
las viejas heridas por las que
desde hace tiempo se desangra.
Los ninos palestinos
alteman sus juegos
con una
participation activa
en la lucha por la
liberation de su
pueblo.
Los generates
de las piedras
Por Angela Nunez
U
na elevada pared de
bidones descoloridos
cierra el paso. Bidones
y piedras. Piedras en los resquicios, en los tejados, en los suelos,
en las manos. Elios viven detras,
Para entrar en un campo de
refugiados palestinos hay que
atravesar un muro de hojalata,
una valla de alambre. De uno en
uno, siempre bajo la mirada atenta
de los soldados israelies. Soldados
cerca, lejos, a pie o sobre los
tejados, con ojos de asombro,
temor, deprecio. "i,Que han venido a hacer a este sitio horrible?”
nos preguntan. Los campos estan
cercados y el parecido con lo
que conocemos como una prision
es algo mas que una casualidad.
Elios viven detras, o, mejor
dicho, sobreviven. “Los perros
incluso estan mejor”. La sensation
de encierro, la falta de infraestructuras, el hacinamiento, deberian hacer enrojecer a la bandera
azul de Naciones Unidas que
hondea a la entrada de cualquier
campo. A la bandera y a nosotros.
"Las condiciones aqui son muy
malas. Ustedes no nos ayudan
nada”, dice una mujer joven, en
ingles, a los periodistas. "Filman y
se van. No pueden ayudarnos en
nada.”
Casas pequenas, blancas, que
intentan dar cabida en su pequeno espacio a una poblacion
que no hace mas que crecer.
Crecer para pesadilla de los sol­
dados y del gobierno israeli.
C recer para tener ninos que a los
seis, a los siete anos son ya
protagonistas de una historia, de
una rebelion viva. Ninos que
llevan en sus pies, en sus ropas,
el polvo de sus calles, que llevan
en sus manos, en sus bolsillos,
dos o tres de las miles de piedras
que forman su paisaje, su tierra
ocupada. Son los generales de
las piedras.
Mezclan la sonrisa con una
mirada temerosa que tambi^n
sabe ser amenazante. “Los adultos
creeis que esta situation no nos
afecta. Pero en las clases, nos
hacen exam enes casi todos los
dias, a pesar de que el nivel es
38
muy bajo y, a menudo, cierran
los colegios, hay que repetir cla­
ses y perdem os el curso.”
Crecen en medio de la violencia, que pagan a veces con sus
propias y cortas vidas. Acostumbrados a jugar vigilados, a vender
perfodicos con toda normalidad
en ciudades tomadas por los
soldados los dias de huelga ge­
neral, a abuchear con silbidos los
movimientos de las patrullas, a
posar para las fotos haciendo el
signo de victoria con una mano
que no suelta dos piedras.
Y te sonrien, y te tocan, y te
hablan, seguros, con una inconsciente conciencia de que se han
ganado el derecho de tener voz
y de estar ahi, de ser protagonis­
tas, el centro de atencion. Seguros
tambien para decidir si quieren
que tu est6s ahi o no. “Los solda­
dos son cobardes. Solo tienen
fusiles. Este nino vale diez veces
mas que ellos", nos grita una
mujer mayor, que pudo perder la
cuenta de sus anos pero no su
vigor, a la que se le han marcado
las arrugas primero al abandonar
su tierra y luego haciendo crecer
Collection Number: AG1977
END CONSCRIPTION CAMPAIGN (ECC)
PUBLISHER:
Publisher:- Historical Papers Research Archive
Location:- Johannesburg
©2013
LEGAL NOTICES:
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Witwatersrand, Johannesburg, South Africa.
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