Raúl Feres Sh. Religiosidad popular y pastoral de multitudes OBSERVACION PREVIA Hablamos de "multitud" y no de "masa". La palabra "masa" evoca peyorativamente a un grupo numeroso, despersonalizado, maniobrado por un dirigente inescrupuloso para sus propios fines personales y partidistas. Entendemos por "multitud" una comunidad muy grande, pero de personas, que son respetadas en su personalidad. Los encuentros de multitudes se dan en las grandes festividades, en los santuarios, en las procesiones y congresos eucarísticos, etc. La masa anónima tiene que llegar a ser multitud consciente, es decir, comunidad de personas. 1. REALIDAD DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN CHILE Partimos en este enfoque pastoral de una constatación sociológica. Según una encuesta realizada por el Centro Bellarmino, 1980, alrededor del 75% de los católicos en Chile practica formas de religiosidad popular. Es un dato muy importante, que nos lleva a denominar este fenómeno como "catolicismo popular (Puebla 444). De allí que la labor de la Iglesia ha de apelar a la "memoria cristiana" (P. 457) de nuestro pueblo. Esta es la referencia básica de la pastoral en América Latina. Así como los evangelizadores cn Africa y en Asia deberán salir al encuentro de las "semillas del Verbo", en nuestro continente la búsqueda del Dios que vive en el pueblo ha de hacerse por las huellas de esa "memoria cristiana". 2. DIFERENTES VALORACIONES Evolución histórica. Frente a la religiosidad popular encontramos tres tipos de actitudes:, rechazo, tolerancia y aceptación. a) Rechazo: por considerarla alienante y obstáculo para llegar a una verdadera fe y compromiso cristiano. Una contraposición radical entre fe y religiosidad llevó a posturas de este tipo. 42 RAUL FERES Sh. b) Tolerancia: es una realidad que existe y no se puede prescindir de ella, pero no se hace nada por evangelizarla y orientarla. A veces hasta se llega a utilizarla, aprovechando sus organizaciones, su capacidad convocatoria y también su aporte económico. c) Aceptación: se descubren en ella valores cristianos y evangélicos insertos en una cultura determinada, que hay que asumir, purificar y dinamizar, buscando su integración en una pastoral global. Todo esto se ha dado en un contexto histórico. En la pastoral latinoamericana de los últimos decenios vemos una evolución progresiva, con un consiguiente cambio de actitud: 1945 -1960 - Junto con un descubrimiento de la pastoral "ambiental" y de lo que significa el espíritu misionero, tratando de impulsar una "pastoral intensiva" (formación de cuadros cristianos fuertes, de minorías muy fuertes para transformar el ambiente), se formula una crítica muy fuerte a la religión popular y a todo lo que es pastoral multitudinaria. Eso no calzaba con la idea de la comunidad, de lo intensivo de la élite cristiana. 1960 - 1969 - "Período Conciliar". El Concilio fue influido por las nuevas corrientes, pero las transformó y las devolvió purificadas. Temas como la Iglesia, pueblo de Dios, la misión y evangelización como servicio y diálogo, la reforma litúrgica, que se basa en la síntesis entre la palabra y el rito, marcan una apreciación distinta del fenómeno de la religiosidad popular. Sin embargo, no fue así en la aplicación del Concilio, orientada muchas veces por teólogos y pastora listas que marcando muy fuertemente la distinción entre fe y religión desprecian las manifestaciones de religiosidad popular. Pero Medellín sensibilizado en los elementos fundamentales del Concilio y teniendo presente lo masivo del fenómeno religioso reivindica lo popular, y sin ser muy fuerte en esta materia reivindica las formas religiosas del pueblo, las formas de pastoral, las formas multitudinarias. El documento sobre "Pastoral popular" afirma: "Esta religiosidad pone a la Iglesia ante el dilema de continuar siendo Iglesia universal o de convertirse en secta, al no incorporar vitalmente así a aquellos hombres que se expresan con este tipo de religiosidad" (Past. popular, 31, citado en D.P. 462). De este modo Medellín previene, adelantándose, a los problemas que iban a suscitarse, en contra de un elitismo que constriñe la vida eclesial a unas comunidades que se aíslan de la multitud y del pueblo. Pero estas reflexiones de Medellín tuvieron escasa repercusión práctica. El descubrimiento y la madurez reflexiva sobre la religiosidad popular necesitaban una base de sustentación. Para ello era insuficiente el planteamiento sociológico que ofrecía Medellín. De hecho, la postura de Puebla sobre religiosidad popular se sustenta en una afirmación sobre la identidad histórica de América Latina. Como pasos previos a Puebla está la "Evangelii Nuntiandi" (1975), que señala un hito importante, al aportar el elemento de la evangelización de la cultura. Y en seguida el Encuentro interdisciplinario del CELAM en Bogotá (1976 "Iglesia y Religiosidad popular en América Latina"). Este aplica a nuestra realidad pastoral las orientaciones del "Evangelii Nuntiandi". RELIGIOSIDAD POPULAR Y PASTORAL DE MULTITUDES 43 Podemos concluir que se ha avanzado notablemente en la reflexión teológico-pastoral sobre la religiosidad popular. Pero eso no ha coincidido siempre con las líneas pastorales concretas. Ha sido un proceso lento a nivel de los agentes evangelizadores, influenciados fuertemente por una teología centroeuropea de marcado cuño elitista. De hecho, sólo en los últimos años se ha introducido la religiosidad popular en los planes pastorales como un elemento relevante (Orientaciones Pastorales del Episcopado chileno 1982-1985 - 5~ Prioridad). Los pastores, en su gran mayoría, la aceptan, pero pocos descubren en ella sus elementos evangelizadores. El impulso pastoral en este nivel ha surgido más bien de algunos agentes evangelizadores, especialmente de los santuarios, muchas veces urgidos por necesidades puntuales o concretas. Digno de mencionarse es el trabajo realizado por la Comisión Nacional de Pastoral de Multitudes, Santuarios y Religiosidad Popular en Chile, única en su género en América Latina, y el Secretariado Coordinador de Santuarios del Cono Sur, que se formó en 1980, y ha organizado ya seis encuentros, de los cuales han surgido valiosos aportes para la reflexión y actividad pastoral en los Santuarios de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile, sumándose últimamente Bolivia, Ecuador y Perú. El tema de la evangelización de la cultura y el estudio de las raíces históricas de la evangelización en América Latina, como también su proyección hacia el futuro, teniendo en cuenta la celebración del 59 Centenario de la Evangelización en América Latina, han ocupado un lugar predominante (Cfr. Colección Informativo-Santuarios) . 3. MANIFESTACIONES DE LA FE DEL HOMBRE QUE VIVE LA RELIGIOSIDAD POPULAR a) En la vida personal: responde a sus necesidades cotidianas, de invocar y dar gracias a Dios, de venerar al santo de su devoción o la Santísima Virgen, de expresarse en signos exteriores (medallas, imágenes, escapularios, etc.) y en gestos (tocar, besar, etc.). Esta religiosidad capta su tiempo y 10 organiza en función de ella, ejemplo: peregrinación a Yumbel (cosecha), jueves de Pompeya, etc. b) En las manifestaciones colectivas: esto se muestra especialmente en las peregrinaciones a los santuarios y en la celebración de fiestas patronales o litúrgicas (Navidad, Semana Santa). Allí se experimenta el sentido comunitario amplio y la alegría de celebrar, uniendo la fiesta religiosa con la fiesta profana. Gusto por acudir en familia. Expresiones: oraciones y ofrendas, ritos y mandas. Son vivencias que marcan fuertemente y no se olvidan, aunque ocurran una sola vez al año. Valores de esta religiosidad a) Profundo sentido de Dios. Es una fe elemental unida a su vida diaria. Experimenta a Dios como una realidad permanente y cercana. Lo mismo vale para la devoción a la Virgen María y a los santos. En 44 RAUL FERES Sh. ellos ven intercesores poderosos ante la faz de Dios, personas cercanas a su realidad. b) Fidelidad a sus tradiciones y compromisos. Los días y fechas religiosas se mantienen a toda costa. También cuando se trata de la pertenencia a un grupo u organización. c) Capacidad de sufrimiento y heroísmo para sobrellevar las pruebas y confesar la fe. El pueblo no escatima el sacrificio cuando se trata de responderle a Dios, darle gracias, hacerle una petición o reparar pecados cometidos. Puede pasar horas bailando en pleno desierto, o caminando muchos kilómetros para llegar al santuario, o soportando las inclemencias del tiempo. d) Conciencia de dignidad personal y fraternidad solidaria. Esto, como consecuencia de valorar lo que significa ser cristiano o hijo de Dios. El pueblo tiene un sentimiento profundo de su propia dignidad, aunque viva pobremente. La expresión "es un cristiano" o "este cristiano" marca no sólo lo religioso, sino también el valor que tiene cada persona como ser humano y racional. La solidaridad sella también el comportamiento de nuestro pueblo sencillo. Siempre estará dispuesto a recibir y tender una mano, a compartir y ayudar. Ejemplos de esto encontramos en la corriente de solidaridad desarrollada en los últimos años en nuestra patria; también el crecimiento rápido de comunidades cristianas a nivel popular. Es interesante a este respecto observar cómú ha sido posible en algunos santuarios orientar el cambio de manda tradicional de velas y flores por alimentos y ropa para los más necesitados. Un caso muy logrado es el del Santuario de San Cayetano en Buenos Aires. e) Fe expresada en un lenguaje total: es una fe que no se queda solamente en el intelecto, sino que se manifiesta a través de toda la persona con gestos como es el tocar y besar imágenes, entrar de rodillas, etc. También por medio del canto, la poesía, la danza y el color (bailes religiosos, poetas populares, fiesta de Cuasimodo, etc.). El mundo simbólico y de los signos es connatural a la cultura popular, marcada por lo sensible y con una mentalidad más afectiva que racional (P. 414). f) Activamente evangelizadora (P. 396), la religiosidad de nuestro pueblo no sólo es objeto de la evangelización, sino también sujeto de esta evangelización y "en tanto cuanto contiene encarnada la Palabra de Dios, es una forma activa con la cual el pueblo se evangeliza a sí mismo" (P. 540). Fehacientemente han mostrado esta realidad campañas misioneras como el "Cristo Peregrino", la "Virgen Peregrina", etc. g) Autonomía e independencia del laico: en muchas de estas formas de religiosidad popular encontramos espíritu de iniciativa y creatividad, surgido del mismo pueblo, que no siempre ha contado con el respaldo de la jerarquía. A veces el clero se ha sentido molesto al no poder imponerle sus propios moldes. Ej.: organización de bailes religiosos. h) Espontaneidad y gratuidad. No todo lo que se hace a nivel popular es programado o se ajusta a cánones estrictos de justicia. Su generosidad lo lleva a ir más allá en la demostración de su amor a Dios. Ejemplos: las velas, como símbolo de entrega, las peregrinaciones a pie, etc. RELIGIOSIDAD POPULAR Y PASTORAL DE MULTITUDES 45 Aspectos negativas o desvalores Los enumera Puebla en el N9 456. El pecado acecha al catolicismo popular bajo las formas de magia, fatalismo y opresión. No nos extendemos sobre este punto, porque nos interesaba más bien señalar los aspectos positivos o valores desde los cuales se puede evangelizar a la religiosidad popular. 4. a) LINEAS PASTORALES Fundamento teológico "La religión del pueblo latinoamericano -afirma Puebla-, en su forma cultural más característica, es expresión de la fe católica. Es un catolicismo popular" (N9 444). Es una religiosidad ya asumida por la fe católica y además es una religiosidad encarnada en la cultura, porque cuando se habla de religión del pueblo o religiosidad popular, "se trata de la forma o de la existencia cultural que la religión adopta en un pueblo determinado" (N9 444). y en el documento de la cultura se afirma que "lo esencial de la cultura está constituido por la actitud con que un pueblo afirma o niega una vinculación religiosa con Dios; por los valores o desvalores religiosos. Estos tienen que ver con el sentido último de la existencia". De aquí que la religión o irreligión sean inspiradores de todos los restantes órdenes de la cultura -familiar, económica, política o artística-, "en cuanto los libera hacia lo trascendente o los encierra en su propio sentido inmanente" (N9 389). Esto, aplicado a la tarea propia de la Iglesia, va a significar que "la evangelización, que tiene en cuenta a todo el hombre, busca alcanzarlo en su totalidad, a partir de su dimensión religiosa" (N9 390). Evangelización que sigue el imperativo según el cual "la religión del pueblo debe ser evangelizada siempre de nuevo" (N9 457). Criterios de comportamiento y patrón para medirse que da Puebla (N9 459). Puesto que la religión del pueblo está impregnada y sellada por la evangelización pese al pecado y al deterioro (N9 445), la labor de la Iglesia ha de apelar a la "memoria cristiana de nuestros pueblos" (N9 457). Esta es una afirmación clara para la pastoral en América Latina. b) Algunas líneas de acción 1) La pastoral como pedagogía de la fe La pastoral debe hacer el puente entre el Evangelio y el hombre, el hombre que vive una cultura concreta. Por eso, y máxime en un fenómeno tan denso y complejo como la religiosidad popular, es necesario que los pas- RAUL FERES Sh. 46 tores sean pedagogos, que tengan conciencia de estar trabajando con una materia viva. Esto implica que toda evangelización se realiza desde adentro hacia afuera, vale decir, por una decisión interior y libre y no por una imposición externa; en un tiempo que no puede acelerarse más allá del ritmo del crecimiento, porque la vida crece lentamente (más aún a nivel de religiosIdad popular), y que se da siempre en el marco de una totalidad, que no se deja parcializar (lo que será el estadio final de un crecimiento está germinalmente en el inicio de este proceso). Pero ante todo la exigencia fundamental es la de tener un gran amor por este pueblo. Amor y respeto, conocimiento y sensibilidad para percibir ginales de expresarse que tiene el pueblo (N9 397). los modos ori- Conocimiento de los símbolos, el lenguaje silencioso, no verbal, del pueblo (N9 457) para poder "reanudar un diálogo pedagógico a partir de los últimos eslabones que los evangelizadores de antaño dejaron en el corazón de nuestro pueblo" y "lograr, en un diálogo vital, comunicar la Buena Nueva mediante un proceso de reinformación catequética" (N9 457). Actitudes correspondientes: "amor y cercanía al pueblo, ser prudentes y firmes, constantes y audaces para educar esa preciosa fe, algunas veces tan debilitada" (N9 458). 2) Reconciliación de las élites con su pueblo Puebla afirma que "la religiosidad popular latinoamericana sufre, desde hace tiempo, por el divorcio entre élites y pueblo. Eso significa que le falta educación, catequesis y dinamismo, debido a la carencia de una adecuada pastoral" (N9 455). Para superar este divorcio y lograr que "el catolicismo popular sea asumido, purificado, complementado y dinamizado" (N9 457), invita como algo urgente a una reconciliación de las élites con el pueblo (N9 462), siendo "fermentos en la masa" y lo cual exige "participar en las convocaciones y manifestaciones populares para dar su aporte" (ibid). 3) Puntos claves En la religiosidad popular se destacan como centros de convergencia la fiesta y los santuarios, correspondientes a la fe situada en el tiempo y en el espacio (N9 454). Estas son formas típicas de convocación del pueblo latinoamericano, que desarrollan su capacidad celebratoria, gesto fundamental para la subsistencia y crecimiento de los pueblos. En los últimos años y a partir de Puebla se ha desarrollado un trabajo rico y prometedor en los santuarios, descubriéndose cada vez más en ellos "un lugar privilegiado de evangelización" (N9 463). 4) Liturgia Hay una interacción entre liturgia y religiosidad Principio básico de Puebla (N9 465): popular. RELIGIOSIDAD POPULAR Y PASTORAL DE MULTITUDES 47 "Favorecer la mutua fecundación entre liturgia y piedad popular que pueda encauzar con lucidez y prudencia los anhelos de oración y vitalidad carismática que hoy se comprueba en nuestros países. Por otra parte, la religión del pueblo, con su gran riqueza simbólica y expresiva, puede proporcionar a la liturgia un dinamismo creador. Este, debidamente discernido, puede servir para encarnar más y mejor en nuestra cultura la oración universal de la Iglesia". Existen valiosos intentos de integración en la liturgia de elementos de la religiosidad popular, como también aportes de la liturgia a la religión del pueblo. Hacia el futuro tendrá que trabajarse más todavía para adecuar el calendario litúrgico oficial con el calendario de las devociones populares. Por ejemplo, en el Perú la Cuaresma se celebra prácticamente en octubre con las grandes procesiones penitenciales del Señor de los Milagros. Importancia y aprovechamiento evangelizador de los signos litúrgicos con las grandes convocaciones y en los santuarios. 5) María, estrella de la evangelización popular El Papa Juan Pablo n, en Zapopan, afirmó que "la fe y la devoción a María y a sus misterios pertenecen a la identidad propia de estos pueblos y caracterizan su religiosidad popular" (N9 283). La presencia de María es muy fuerte en nuestra América Latina. Hay todo un capítulo en Puebla sobre la Virgen María como Madre y modelo de la Iglesia (N°s, 282-303). Es muy importante su función de educadora en la fe de este pueblo, tanto que a veces ha sido el único vínculo con la fe y la Iglesia católica en sectores desatendidos pastoralmente (N9 284), y hacia futuro Puebla señala que "ésta es la hora de María" (N9 303). Ella ayudará a realizar una evangelización "en lo hondo, en la raíz de la cultura", haciendo que el "Evangelio permanezca encarnado y se encarne más hondamente en América Latina" (N9 303). Una devoción mariana orientada así ayudará a fortalecer la fe y el compromiso cristiano en la hora actual. Bastantes ejemplos tenemos de la acción de la Virgen María desde sus santuarios y en la vida de nuestro pueblo. Por eso concluye Puebla citando a Evangelii Nuntiandi: "Que María sea en este camino estrella de la evangelización siempre renovada" (N9 303). 6) Los medios de comunicación social Son muy importantes en nuestra época. Las expresiones multitudinarias de fe son una noticia que siempre interesa a los medios de comunicación social, pero no siempre se ha sabido aprovechar estos canales. Vale la pena diseñar una política en ese sentido, que contemple el trabajo con esos medios masivos y la capacitación de personas en los equipos pastorales para esa finalidad. 48 RAUL FERES Sh. 7) Desafíos a) Religiosidad popular, secularización y urbanización Algunos afinnan que la religiosidad popular va a desaparecer con el proceso urbano-industrial. Puebla consigna esta realidad y los desafíos pastorales que entraña (N°s. 460-461s). Responde en el N9 466, afirmando que la religiosidad popular tiene una fuerza como para redimir el proceso de industrialización y urbanización de trabas y defectos fundamentales. Hay un interesante trabajo del P. Antonio González Dorado, S.J., sobre la "función pastoral y evangelizadora de los santuarios en las ciudades de América Latina", en que muestra la importancia de los santuarios como promotores de la evangelización urbana. La emergencia de nuevos santuarios en las grandes ciudades corrobora esta afirmación, ej., Pompeya en Santiago, San Cayetano en Buenos Aires. b) Religiosidad popular y liberación Uno de los grandes desafíos en nuestra América Latina es la lucha por la liberación de las "estructuras de pecado" en la vida personal y social. La pregunta es si la religiosidad popular ayuda o es obstáculo a esta liberación. Siguiendo el concepto dc cultura de Puebla, ésta involucra no sólo el aspecto religioso, sino una serie de otros comportamientos (N9 448). La religiosidad popular con su cal ga de fraternidad tiende a expresarse en una estructura correspondiente; aún más, lo exige por m propio dinamismo. Cuando no logra configurar la institución social "crea dentro de sí ... algunos espacios para ejercer la fraternidad... y, entre tanto, no desespera, aguarda confiadamente y con' astucia los momentos OpOJtunos para avanzar en su liberación tan ansiada" (N9 452). Muchos hoy día reconocen en la religiosidad popular un gran potencial liberador, que necesita ser encauzado y fortalecido. Aquí tendrá que producirse un encuentro de la teología de la liberación con la religiosidad popular para enriquecerse y fecundarse mutuamente. c) Religiosidad popular y desafío del final del milenio Puebla constata una especie de efervescencia religiosa para el final de nuestro milenio. "Aparecen en algunas partes sobre ella (la religiosidad popular) serias y nuevas amenazas que se presentan exacerbando la fantasía con tonos apocalípticos" (N9 453) y llama a "asumir las inquietudes religiosas" del final del milenio. Aquí se presenta el p;oblema de las sectas. Si la Iglesia no reinterpreta la religión del pueblo, esta inquietud religiosa encontrará una respuesta en "las sectas, los mesianismos políticos secularizados, el consumismo que produce hastío y la indiferencia o el pansexualismo pagano" (N9 469), porque lo "que no se asume en Cristo no es redimido y se constituye en un ídolo nuevo RELIGIOSIDAD POPULAR Y PASTORAL DE MULTITUDES con malicia vieja" (ibid.). La realidad muestra que popular y devoción mariana no prosperan las sectas. d) Integración de la religiosidad popular 49 donde en la pastoral hay religiosidad de la Iglesia Es un desafío grande, cuando se ha corrido por líneas paralelas. Puebla señala la necesidad del encuentro de ambas líneas (N9 462). Esto supone un acercamiento mutuo y un cambio de mentalidad a partir de lo que significa la evangelización de la cultura. Ambas pastorales, la de élites y la pastoral de multitudes pertenecen al conjunto del pueblo de Dios, cuyo único norte es anunciar la Buena Noticia y hacer presente el Reino de Dios en todos los pueblos y culturas. Podemos señalar como un avance positivo lo que está ocurriendo con los bailes religiosos en el norte y su integración en la pastoral de conjunto. CONCLUSION Este trabajo no ha pretendido ser una expOSlClOn exhaustiva de la pastoral de multitudes. Faltaría tocar lo que corresponde a la metodología concreta. De todos modos, lo que nos interesaba mostrar es que aquí se encuentran un campo muy vasto de la acción pastoral de la Iglesia, aún no muy trabajado, y una reserva grande de fe. Si sabemos acoger esas manifestaciones de nuestro pueblo y las orientamos con firmeza y audacia, tendremos una veta rica y nuestra labor evangelizadora será muy gratificante. BIBLIOGRAFIA Documento de Puebla. ALLIENDEL., Joaquín, Religiosidad Popular Fermento en la Masa NQ 10, 1980. C1'l Puebla, Eds. Paulina s, Santiago, Colección GONZÁLEZDoRADO, Antonio, "Función Pastoral y Evangelizadora la Ciudad", en Religiosidad Popular y Santuarios N9 15 ". de los Santuarios GALll.EA, Segundo, "Visión de América Latina en vista de la Evangelización", giosidad Popular y Santuarios NQ 15. en en Reli- CAMUSL., Carlos, "El Santuario en la Pastoral actual de la Iglesia", en Informativo Santuarios NQ 5, Comisión Nacional Coordinadora de Santuarios, Santiago, enero 1978. Obispos del Norte, Carta a las Sociedades de Bailes religiosos, 1978. la revista Católica * Dirigida por el Seminario Pontificio de Santiago de Chile * * Para sacerdotes y laicos Artículos y Docunwntos de Teología, Pastoral, Cultura y Ciencias * * * Reflejo de la Iglesia Interés por la cultura Al servicio del hombre