ÍNDICE Presentación, por MANUEL CASTELLS La importancia del conflicto De la violencia Beneficios y costes de los conflictos Agresión y cooperación El caos de las denominaciones. Razones y consecuencias Las expresiones del conflicto Del conocimiento La Teoría del Caos De la Política De la justicia y de la ética De las guerras, de las grandes y las pequeñas De la lucha Orígenes y causas de los conflictos Factores biológicos que determinan conflictos Los factores psicológicos y pedagógicos CONFLICTOLOGÍA Los problemas filosóficos. Más allá del dualismo Aspectos antropológicos de los conflictos Elementos pedagógicos y políticos en la solución de conflictos La televisión y los conflictos Aproximación a la Conflictología Tratamiento y transformación de conflictos Cuestión de razonamiento, cuestión de método Guía práctica de solución de conflictos Medicina que pacifica La importancia de la mente: el perdón, la reconciliación y la serenidad Arbitraje, conciliación, mediación y negociación no coactiva A la búsqueda de una cultura de paz Simplicidad Afecto Diccionario de Conflictología Bibliografía Básica recomendada Selección general Revistas, Boletines y algunas web’s 2 PRESENTACIÓN por MANUEL CASTELLS La historia humana es una constante práctica conflictiva. Y sin embargo, cuando intentamos entender conflictos y solucionarlos, solemos buscar las causas y consecuencias de los conflictos fuera del proceso mismo del conflicto. En realidad, el conflicto tiene su propia dinámica que no se reduce al contexto en que se genera ni se agota en la representación que nos hacemos de las causas de un conflicto. De ahí que la «conflictología», o teoría y práctica de la resolución de conflictos, es un campo de las ciencias sociales en rápida expansión en los últimos años, un terreno de investigación con un extraordinario potencial de útiles aplicaciones en todos los ámbitos de nuestra existencia. El libro del profesor Vinyamata constituye una aportación importante en este campo fundamental, aún poco conocido en nuestro país. Está basado en una amplia bibliografía especializada y en un conocimiento profundo del tema. Pero va más allá de las fronteras académicas: está también impregnado de filosofía humanista y de una pasión lúcida por una nueva cultura, la cultura de la paz. Una cultura que necesitamos más que nunca, porque los albores de la era de la información están marcados por un dramático rebrote de la violencia, tanto en el ámbito local como en el global. Y es que la violencia, como argumenta el profesor Vinyamata, es la degeneración destructiva del conflicto. El conflicto en sí es un estado normal de la sociedad y de las relaciones interpersonales. El conflicto es sano y tiene funciones positivas, para las personas y para las instituciones. Pero la incapacidad para asumirlo y para tratarlo puede derivar hacia la violencia, un proceso siempre destructivo. Esta es tal vez una de las más polémicas afirmaciones conte- CONFLICTOLOGÍA 4 nidas en el libro, una posición por la que también me inclino personalmente: la negatividad intrínseca de la violencia. Es una posición tradicional del pacifismo y del movimiento de no violencia y resistencia civil, pero a lo largo del tiempo ha recibido la mofa burlona de muchos militantes de izquierda y derecha, para quienes el fin justifica los medios y según los cuales a la violencia injusta hay que oponer la violencia justa. El profesor Vinyamata invierte la proposición y argumenta, convincentemente, que son los medios utilizados los que en último término determinan el resultado de la acción social. La observación empírica y la experiencia histórica parecen confirmar esta evaluación. La experiencia de los países comunistas y de regímenes nacionalistas revolucionarios son un trágico testimonio de cómo la violencia utilizada en nombre de la transformación de la sociedad acabó por devorar no sólo a los propios revolucionarios, sino a sus ideales y principios. Y en lo personal y cotidiano, desde los divorcios a la competición profesional, se sabe que aunque se gane en un conflicto, en realidad se pierde cuando los medios agresivos utilizados para una triste victoria representan un costo de vida y de recursos excesivo. Por ejemplo, en la práctica empresarial es tan importante la competitividad como la capacidad de cooperación, dentro de la empresa y entre las empresas. Lo cual no excluye el conflicto, sino que, como saben bien los sindicalistas, la presión social sólo fructifica en un proceso de negociación positiva. Y aquellas empresas que quieran prosperar en la economía-red necesitan saber articularse con otras en torno a proyectos específicos, lo cual incluye la negociación como forma de prevenir eventuales conflictos de interés. Asimismo, la política de consenso es el más eficaz antídoto contra la violencia, en sus distintas formas, desde la guerra al terrorismo. Una política de ordeno y mando es fuente de violencia en sentido simétricamente opuesto. Pero el consenso no es sólo en torno a valores e intereses sobre los que hay acuerdo: en ese caso es fácil el acuerdo. El verdadero desafío consiste en consensuar la convivencia y la gestión del bien común a partir de posiciones, valores e intereses distintos e incluso conflictivos. Y es aquí donde los conceptos y métodos presentados en este libro aportan su contribución. En una sociedad fundada en el conocimiento, tenemos la capacidad de utilizar un conocimiento específico, tanto teórico como técnico, en el tratamiento positivo de los conflictos, a través de los procesos de mediación y transformación del conflicto, traducidos en una serie de técnicas específicas que el profesor Vinyamata describe, explica y sitúa en su contexto. De ahí que este libro tiene una PRESENTACIÓN 5 rara cualidad: ser teórico y práctico a la vez, combinar la ética de la paz con las técnicas de mediación y resolución de conflictos. No suscribo todos los análisis presentados en las páginas que va usted a leer, no creo que el lector lo haga y tampoco pienso que el autor lo pretenda. Pero el valor de esta obra es que nos hace reflexionar en profundidad sobre las causas, orígenes y procesos del conflicto, tanto en lo individual como en lo social, nos hace ver la dinámica propia del proceso conflictivo y nos permite entrever la posibilidad de un tratamiento del conflicto en términos que no sean puramente intuitivos o burocráticos. En una sociedad cada vez más dinámica y diversa, abierta a la confrontación constante de intereses y valores, la capacidad de gestionar los necesarios conflictos que surgen cada día se convierte en instrumento esencial de manejo de la vida, de las instituciones, y del desarrollo humano en último término. El libro que tiene usted en sus manos proporciona materiales básicos a partir de los cuales podemos construir esa capacidad. Tal vez las ciencias sociales estén llegando a la posibilidad de contribuir a la práctica de la cultura de la paz. La paz en las relaciones internacionales. La paz en las relaciones sociales. Y hasta esa paz interior que usted tanto anhela. LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO El dinero puede darte medicinas, pero no salud. Puede darte cómodas camas, pero no descanso. Puede darte comodidades, pero no dicha. Puede darte adornos, pero no belleza. Alcanza la riqueza de la sabiduría; lo tendrás todo. (SIVANANDA) Media humanidad vive dedicada a fabricar y contribuir al bienestar, la otra mitad a protegerlo. Desde los confines del tiempo, media humanidad se halla dedicada a la creación de bienes para vivir. La otra mitad, con peor o mejor fortuna, se dedica a la solución de conflictos. Buena parte de los esfuerzos humanos están dedicados al cultivo de tierras, la producción y transporte de alimentos, de vestido, casas donde vivir, sistemas de transporte y comunicación así como de infinidad de objetos y sustancias para poder vivir cómodamente y de manera digna. Son los oficios dedicados a la construcción de edificios, de máquinas, dedicados a la agricultura, la pesca, la fabricación de vestidos, de medicinas… La otra parte de la humanidad se dedica, bien o mal, a ofrecer sistemas de seguridad, protección, restauración y defensa frente al peligro de conflicto y agresión por parte de otros; ayudar, prever y buscar remedio a los conflictos o las crisis con uno mismo, hacer las paces entre familiares, hacer de mediador o de facilitador entre colegas y compañeros de trabajo, a pacificar, solventar litigios, solucionar problemas de comprensión o de relación, facilitar la comunicación, mediar, conciliar, prestar ayuda psicológica, resolver problemas de significación… La lista resultaría interminable. Son en definitiva aquellos que, de una manera u otra, acertada o desafortunadamente procuran por el restablecimiento del equilibrio, de la armonía, de la salud psicológica o del estado de ánimo, la superación de crisis sociales… Aparentemente no producen nada, pero CONFLICTOLOGÍA 8 hacen posible que otros puedan producir y que en general podamos aspirar a disfrutar de la vida, a perseguir la felicidad, a salvaguardar la vida y los bienes. Estos son los consejeros y psicólogos, muchos médicos, pedagogos, sociólogos, abogados, trabajadores sociales, filósofos, policías, militares, personas tal vez sin un oficio definido pero que saben restablecer la concordia, tranquilizar, solventar crisis, levantar el ánimo. También lo son los religiosos, jueces, funcionarios de instituciones sociales. La cuestión estriba en que hemos separado, tal vez sin darnos cuenta, la razón de tales oficios, hemos seguramente olvidado el sentido de su existencia y función ya que en demasiadas ocasiones han acabado transformándose, justamente, en funcionarios de la discordia, del conflicto, de la guerra, de la confusión, de la angustia. No resulta difícil constatar como en muchos casos la política no es un lugar de concordia sino de discordia, que el ejército no evita las guerras sino que las hace; que la Justicia acaba justificando e imponiendo la injusticia social, limitando la libertad o sirviendo como herramienta de venganza; que la religión también ha servido y sirve para ofuscar y angustiar los espíritus, que la policía se torna represora e incluso encubridora del delito o de la corrupción. En la realidad conviven ambos sentidos, los dos extremos, y los innumerables matices entre los mismos. Los conflictos están presentes en todas las manifestaciones de la vida. El conflicto en su sentido más amplio, aquel que engloba guerras y disputas, crisis y problemas que provocan conflictos y crisis. Únicamente tiene interés entender el conflicto como un fenómeno universal con infinitas expresiones pero que conserva una unidad conceptual, los elementos comunes que los identifican entre sí. Un fenómeno que podríamos decir se manifiesta en el primer y último acto de la vida, en el momento del nacimiento y en el de la muerte. Sin embargo, podemos entender que los conflictos pueden poseer, como mínimo dos significaciones simultáneas. Cuando los conflictos significan y representan crecimiento, oportunidad, posibilidad de innovación, cambio, regeneración, estímulo, mejora, descubrimiento y serenidad… Los conflictos, como las enfermedades, nos indican que alguna cosa está sucediendo y que, a lo sumo, podemos retardar pero no impedir. En este sentido, los conflictos son elementos que nos permiten avanzar, mejorar, prever su función regeneradora y sacar provecho. Pero el conflicto también puede significar destrucción, dominación, alineación, frustración, guerra, desgracia, dolor, sufri- LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 9 miento, angustia, ofuscación, bloqueo, violencia. En estos casos podemos pensar que se está produciendo una disfunción, un error más o menos grave que forzará cambios traumáticos que acabarán perjudicando en mayor o menor medida a todas las partes implicadas. La frontera entre ambas significaciones no está bien definida, resulta ambivalente, relativa y tan sólo podremos determinar su bondad o maldad en función de los resultados finales observados desde un cierto distanciamiento. Lo que sí podremos determinar como positivo o negativo serán los métodos empleados para efectuar los cambios que los conflictos plantean. Todo medio que posea un coste superior a los resultados obtenidos puede llegar a pensar que es equivocado, inconveniente o negativo. Es decir, cuando el remedio es peor que la enfermedad. Me refiero en todo momento a costes globales, a costes humanos no únicamente a costes económicos. En este sentido, podemos pensar que la violencia, cualquier forma de violencia resulta inconveniente, perjudicial y negativa por este mismo motivo. La vieja discusión de si los fines justifican los medios empleados creo que puede llegarse a la conclusión fácil de que resulta a la inversa. Serán los medios los que determinarán el fin, el resultado. A la inversa, si los medios resultan nocivos y perjudiciales, los resultados acabarán siendo una suma y difícilmente podría resultar diferente. La afirmación que los medios pudieran justificar los fines no es más que una falacia, un engaño urdido con la finalidad de obtener carta blanca incluso cuando resulta del todo evidente que lo que se está produciendo resulta claramente ineficaz e inconveniente. 10 CONFLICTOLOGÍA De la violencia Señor, conviérteme en un instrumento de tu paz. Donde haya odio, permíteme sembrar amor; donde haya herida, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya oscuridad, luz; y donde haya tristeza, dicha. Oh, divino maestro, otórgame no tanto buscar el consuelo, como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar; porque cuando damos recibimos; cuando perdonamos somos perdonados; y cuando morimos nacemos a la luz eterna. (FRANCISCO DE ASÍS) La violencia es un elemento central en el conflicto y permite distinguir entre los procesos conflictuales positivos y negativos. Sin violencia, aunque pueda existir tensión, los conflictos adquieren un carácter positivo. Contrariamente, los conflictos en los que la violencia es presente acabarán siendo negativos para todas las partes implicadas. Aunque los conflictos incorporen niveles de tensión y dificultad más o menos elevada no representa forzosamente que exista violencia. De manera parecida a como podemos distinguir entre fuerza y violencia. Fuerza posee como sinónimos conceptos y realidades como energía, coraje, decisión determinación, potencia; conceptos que en sí mismos no comportan odio ni el objetivo de perjudicar. Definir la violencia no resulta fácil. Pero es necesario hacerlo, con todos los riesgos que puedan derivarse. Desde mi punto de vista, violencia es todo aquello que pueda representar o significar perjuicio, producir, por efecto o por defecto, un mal a otro, a uno mismo o al entorno; ya sea realizado o llevado a cabo de manera consciente o inconscientemente. No siempre se ejerce violencia a través de la fuerza ni desarrollando niveles significativos de tensión. De parecida manera a como cuando se ejerce la fuerza no representa que se lleve a cabo con violencia. Pondré algunos ejemplos: Los códigos de circulación prevén condenar como cómplices de asesinato a aquellas personas que han negado el auxilio a personas accidentadas aunque no hayan sido estas mismas las que hayan podido ocasionar o intervenir en el accidente. Es decir, si circulando por una carretera nos encontramos con una persona accidentada y no actuamos en su socorro previniendo a los servicios de emergencias o procurando de alguna manera por su estado, incurriremos en un delito de consecuencias penales. Esto es, también, violencia. LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 11 La negación de auxilio es una forma de violencia en cuanto nuestra actitud, nuestro comportamiento, representará un perjuicio grave a una persona a la que se lo hubiéramos podido evitar. La negación de auxilio no incluye el desarrollo de ningún tipo de fuerza ni una especial tensión; simplemente habremos actuado de una manera irresponsable, insolidaria; en este caso la violencia habría sido por omisión. Habríamos sido cómplices de las consecuencias que se derivarían de la pasividad frente al problema de un tercero. No hace mucho, durante la lectura y defensa de tesis de la que formaba parte del tribunal, la doctoranda acusó a los hombres de ser los actores de los actos de violencia armada, de las guerras. Esta afirmación pienso que es en buena parte cierta, tan cierta como que la otra mitad de la humanidad, las mujeres, han sido cómplices de los hombres de todas las barbaridades cometidas. Cómplices pasivos que no han contribuido a detener las guerras, a evitarlas o a reducir sus consecuencias. Para perjudicar a otro ya sabemos que no es necesario actuar, en ocasiones se consiguen iguales o superiores resultados dejando de actuar; ocultando información, negando el auxilio o la solidaridad, mintiendo, huyendo o adoptando una actitud pasiva. La violencia posee tantas expresiones como capacidad de acción y de expresión posee el género humano. La violencia física es el ejemplo mejor conocido pero no el único. Resulta fácil identificarla. Sin embargo, la mentira, el engaño, la falacia, la tergiversación poseen efectos equivalentes o similares a la violencia física y pueden llegar a destruir físicamente a una persona. Imaginemos las consecuencias que pueden producir rumores malintencionados que acabarán afectando la honorabilidad, la dignidad y la integridad de alguien y que todo ello puede derivar con facilidad hacia la pérdida de su credibilidad, de su trabajo o en el divorcio. Incluso con rumores se puede llegar a encarcelar a una persona basándose en aportar pruebas o declaraciones falsas. En estos casos el resultado final únicamente es una pequeña parte, si tenemos en cuenta el largo y doloroso proceso de deterioramiento psicológico y social de una persona sometida, tal vez durante años, a una situación de estrés constante producido por actos de violencia psicológica, judicial o estructural continuados. La exposición continuada a una situación de estrés debido a conflictos que no encuentran solución acabará reportando enfermedades graves a las partes implicadas, al margen de las consecuencias sociales de ver reducidas las posibilidades de mejorar profesionalmente o, incluso, de perder empleo o pareja. Actos de violencia de esta tipología son los que se ejercen cotidianamente y de manera constante en los procesos conflictuales fa- CONFLICTOLOGÍA 12 miliares o entre compañeros de trabajo. En algunas universidades de Barcelona, en algunas facultades o centros concretos, los conflictos entre profesores han llegado a cristalizar en forma de querellas criminales debido a amenazas, destrucción de obra como, por ejemplo, introduciendo virus o borrando el trabajo preparado en la redacción de una tesis de doctorado; o falsear e impedir el acceso a equipos de investigación o departamentos, incremento o disminución de la dedicación docente, robar los resultados de investigaciones, desprestigio sistemático. Incluso podríamos decir que las actitudes insolidarias son también una muestra de actos de violencia sutil, tal vez justificada por la necesidad de protegerse o bajo los efectos del convencimiento de la bondad del espíritu competitivo. De todas maneras, bajo la excusa de hacerlo en defensa propia han empezado todas las guerras. Lo que me parece claro es que ninguno de tales actos puede justificarse por razones «ideológicas», de pertenencia a un grupo o partido político, ni mediante razonamientos pretendidamente intelectuales. Las razones, las causas de los conflictos, no se sustentan nunca en las diferencias sino que son, únicamente, las razones de la violencia ofuscada por los intereses y la incapacidad de sobreponerse a sensaciones incontroladas de miedo; debido también a la incapacidad de desarrollar recursos cooperativos con la finalidad de equilibrar las tendencias competitivas excesivas. Raramente relacionamos violencia con odio, con rencor, venganza o engaño. Pocas veces pensamos que el sistema político o judicial o los medios de comunicación pueden transformarse en sistemas tremendamente violentos que pueden llegar a perjudicar gravemente a poblaciones enteras. La venganza puede ser consumada mediante procesos judiciales manipulados o con el único objetivo de castigar. El mismo juego democrático puede convertirse en un eficaz sistema para reducir, e incluso anular, la expresión social de las minorías o transformar en irrelevante la expresión mayoritaria. Tanto la Justicia, como la Política o la Democracia son medios que pueden ver tergiversada su función con la finalidad de obtener resultados contrarios a la función para la que fueron instituidos. La competitividad, el esfuerzo por sobrevivir o de superación comporta tensión pero no tendría por qué representar el ejercicio de la violencia. La competitividad puede ser estimulante si no la confundimos con el objetivo de eliminar o reducir al competidor; si no ejercemos mediante métodos violentos como puede ser el espionaje, la descalificación o el desprestigio del otro, si no desarrollamos estrategias «legales» pero inmorales como pueden ser «Opas» LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 13 hostiles que pretenden la absorción y la asimilación con la finalidad de destruir o alienar. Con frecuencia la competitividad se ejerce con violencia y pocas veces se equilibra mediante la introducción de iniciativas cooperativas. Por esta razón las sociedades competitivas se familiarizan con la violencia y se incrementan los niveles de estrés. Cuando nos referimos a las culturas de paz, convendría promocionarla no tanto a través del discurso esquizofrénico que proclama valores pero no los practica; conviene desarrollarlo de manera integral, que las palabras coincidiesen con las actitudes, objetivos y formas de vida solidaria y cooperativa, en especial en los entornos próximos como el familiar, laboral y de vecindad, sin olvidar por ello los entornos lejanos a la mayor parte de individuos, propios de las relaciones internacionales. Odio, venganza y rencor son emociones que tienen como objetivo liberar la angustia o el estrés que generan mediante la provocación de un mal o perjuicio al que consideramos causante próximo de nuestra angustia o del mal que interpretamos nos ha ocasionado. Biológicamente podríamos observar como la aportación de mayores cantidades de adrenalina permite desarrollar actividades agresivas que planificaremos desde nuestras capacidades intelectuales. Si las tensiones derivan hacia situaciones de estrés continuado, normalmente, ello acabará transformándose en una forma u otra de violencia ejercida hacia nosotros mismos o hacia terceras personas o traducido por actitudes antisociales; lo que acabará desencadenando, a corto o largo plazo, una respuesta similar, a la que acabaremos por responder de manera parecida. Y así sucesivamente. Los comportamientos individuales resultan similares o equivalentes a los colectivos. Las pequeñas pero crueles guerras cotidianas entre familiares, compañeros de trabajo o de ideología, entre vecinos o entre miembros de una misma comunidad, no son tan diferentes de las guerras entre naciones. Únicamente varía el número de personas involucradas, el escenario en que se producen y algunas de las armas o instrumentos utilizados. Los motivos son parecidos, así como los objetivos que se persiguen. El miedo a no ver las necesidades satisfechas, la obsesión por impedir, reducir o incluso eliminar al causante de nuestras angustias… Los resultados también acaban siendo similares. La violencia1 surge como una deformación, una exageración de 1. Anatol Rapoport posee una obra excepcional dedicada a esta temática: The origins of Violence, mencionada en la bibliografía, además de otras. Muchos otros pensadores han dedicado buena parte de sus esfuerzos a intentar entenderla. Ra- CONFLICTOLOGÍA 14 nuestra capacidad de reacción, de las capacidades vitales por superar las dificultades y desarrollar esfuerzos de sobrevivencia. La generación de actitudes y comportamientos agresivos y violentos encuentra su origen en la pérdida de control sobre las sensaciones de temor que poseemos con la finalidad de autoestimularnos para la acción, frente a la necesidad de obtener satisfacción a nuestras necesidades vitales y existenciales. El exceso de miedo incrementa en grado sumo los estímulos para la acción que derivan en una creciente agresividad y, finalmente, en una violencia que ya no se halla capacitada para mantener el equilibrio y desarrollar procesos de raciocinio sobre el propio comportamiento y sus consecuencias. Este proceso no es un simple proceso psicológico sino que intervienen factores diversos de tipo biológico, social, psicológico, antropológico e incluso medioambientales, por citar algunos. Frente a la constatación de la existencia de violencia en el comportamiento humano, las ideologías han desarrollado una justificación a la misma, al mismo tiempo que instruían instituciones y métodos específicos con el objetivo de contenerla, reducirla o gestionarla. Buena parte de la actividad social y política posee como objetivo el control, de una manera u otra de la violencia, control que en ocasiones pasa por el monopolio de la misma por parte del Estado a través del sistema judicial y los cuerpos de seguridad y del ejército. Para Freud, el instinto de muerte, la frustración o el malestar producido por una cultura represiva es el origen de la agresividad y la violencia. Marx sitúa la violencia en el seno de unas relaciones sociales, en las cuales se produce una apropiación del poder de los medios de producción por parte de un grupo o clase social que se instala en el seno del Estado con la finalidad de administrar sus intereses. Maslow a través de su Teoría de las Necesidades llega a conclusiones parecidas a las de Marx.2 Lo mismo sucede con aquellos poport es conocido por su Teoría de Juegos y la relación de ésta con la Resolución de Conflictos. Representa, por tanto, una de las líneas de pensamiento dentro de la Conflictología. Sus aportaciones parece que han sido superadas en parte desde la Teoría del Caos, sin embargo, no hay motivo alguno para reconocer ni renunciar a las aportaciones de Rapoport. 2. El principio de alienación marxista se basa en la separación de los trabajadores del control de los medios de producción; de manera similar podría decirse que la incapacidad social o política de poder satisfacer las necesidades causa alienación; de manera parecida a como la separación entre el ser humano de la naturaleza que le rodea causa alienación y ésta es causa de sufrimiento según los puntos de vista del budismo. LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 15 que sitúan la violencia en la existencia de un instinto agresivo que explica la necesidad de la violencia como sistema de sobrevivencia; estas teorías surgen de la mano de antropólogos y etólogos, que formulan el instinto como una cuestión puramente biológica que condiciona irreversiblemente las actitudes y comportamientos sociales. Aparentemente de manera contraria, existen otras explicaciones del fenómeno de la violencia que la sitúan en el ámbito del aprendizaje social; es decir, la agresividad se adquiere a través de determinados estímulos sociales y culturales, sin los cuales no existiría, dicen. La promoción de actitudes violentas a través de los medios de comunicación, así como de valores agresivos y conducentes al beneficio mercantil como único objetivo de los negocios, o la justificación de la mentira y de la ocultación de la verdad como métodos aceptables para la cultura política, facilita indiscutiblemente el desarrollo de comportamientos violentos. Las condiciones de miseria, de marginación y la desestructuración familiar también configurarán resultados violentos equivalentes. Cuando Darwin publicó su controvertida obra en 1859, El origen de las especies, se estableció la justificación de la violencia como parte de la lucha por la sobrevivencia, el poder del más fuerte o del más hábil y, con ello, se exculpaba a los más débiles de su incapacidad de adaptación a la dureza de la realidad de la vida. Con Darwin se instalaba una explicación y una justificación de la violencia que permitía aceptarla intelectualmente. Aunque hoy en día citar a Darwin con esta intención resulta del todo políticamente incorrecto, ello no significa que muchas personas continúen pensando lo mismo. No se habla tal vez de fuerza física como sinónimo de fortaleza, sino de aquellas «habilidades» que permiten imponerse a otros ejerciendo otras formas de violencia como puede ser el engaño, el uso del dinero de manera corrupta o con finalidades de influir en los procesos democráticos, o la capacidad represora del Estado. Plagiar o copiar sin citar —citar es una manera de agradecer, de reconocer— es una manera de robar, de desposeer, de ejercer la violencia que, asimismo, generará respuestas violentas del que resulte perjudicado y como sistema de defensa. Existen innumerables maneras de ejercer la violencia: todo aquello que pudiera perjudicar en el sentido más extenso de la palabra es un acto de violencia. La ocultación de información, el no reconocimiento de la existencia del otro, de su dignidad y de sus necesidades, la insolidaridad, la negación de auxilio, la indiferencia, el engaño, la descalificación, el improperio, son formas y maneras de ejercer la violencia… De hecho, cuando alguien habla mal de otro, lo que se está produciendo no es CONFLICTOLOGÍA 16 un acto informativo sino un acto de agresión mediante la capacidad comunicativa; el medio es el mensaje, citando a McLuhan. Existe una tendencia acusada a intentar establecer una de las explicaciones como superior al resto de esfuerzos por entender, cuando me parece que todas las explicaciones forman parte de visiones parciales en el tiempo o el espacio de una misma realidad, de una misma verdad. La aceptación de una tendencia o explicación no tiene por qué representar el rechazo de las otras. Esta tendencia a la exclusividad no tiene nada que ver con los procesos de conocimiento sino que forma parte de mecanismos de aceptación o rechazo fundamentados en las luchas que protagonizan los seguidores de una u otra tendencia, del miedo que genera la sensación de inseguridad cuando no existe una sola explicación a las cosas. Las diversas explicaciones sobre el origen de la agresividad y la violencia acaban resultando complementarias. Me parece del todo razonable partir del convencimiento que las características biológicas de los seres vivos desarrollan mecanismos de sobrevivencia que acaban afectando al comportamiento y, asimismo, a la acción social y política. El instinto no es más que el proceso y las reacciones que se producen en todos los organismos vivos frente a la necesaria satisfacción de necesidades y frente al peligro de no verlas satisfechas; así pues, la vida ya viene predeterminada por elementos que permiten el desarrollo de la agresividad y su transformación en violencia, pero ello no quiere decir que los seres vivos seamos y poseamos actitudes violentas, simplemente poseemos la capacidad de serlo, pero también de controlarlo por nosotros mismos o socialmente. Por otra parte, la violencia también se aprende, cuando las circunstancias sociales nos obligan a desarrollar capacidades de autodefensa y agresión y cuando no somos capaces de desarrollar, paralelamente, aquellas capacidades de superación o de liberación de temores. La frustración es causa frecuente en la generación de conflictos. Una frustración frente a las expectativas de satisfacción de determinadas necesidades, incluidas aquellas propias del ámbito psicológico: necesidades de autoestima, de aceptación social, de prestigio, de posesión de sentimientos de seguridad y de afecto. Existe, asimismo, un elemento importante en el desarrollo de la violencia: el Miedo. El temor que puede producir los esfuerzos de otros por vivir, el miedo a no ver satisfechas nuestras necesidades, no únicamente aquellas de tipo material sino también las necesidades afectivas, a ser desposeídos del fruto de nuestros esfuerzos. El miedo que genera la íntima disociación entre la propia existencia y la existencia de los otros, entre la vida y la muerte, entre el conoci- LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 17 miento y la ignorancia o el desconocimiento. Todo ello puede parecer muy abstracto pero la Humanidad lo conoce desde sus mismos orígenes. Prácticamente todas las vías místicas al conocimiento han llegado a las mismas conclusiones y, de manera parecida, todas las filosofías y métodos psicológicos también. El conflicto primigenio es aquel que explican todas las tradiciones filosóficas que se produce entre el Ego y su entorno, allí donde se generan los primeros y ancestrales miedos y de donde surge la agresividad más elemental. Al concebirse o imaginarse a sí mismos como seres aparecidos en un entorno que nos parece hostil, nos llevará a establecer unas relaciones también hostiles. La creencia en una pretendida independencia con relación al entorno en el que vivimos genera sensaciones de angustia y miedo y justifica cualquier violencia que consideremos necesaria para satisfacer nuestras necesidades y asegurar la sobrevivencia. Por entorno me refiero tanto al social como a la naturaleza misma. El miedo a la muerte no es más que el miedo al vacío, a cosas que nos son desconocidas porque no nos reconocemos formar parte de las mismas. El pensamiento es terreno fácil para el desarrollo del miedo que conducirá por los caminos de la violencia. De una violencia que intentará destruir las causas aparentes del temor, que acabarán desarrollando tendencias autodestructivas o capacidades de agresión y desprecio por la vida y la dignidad de los otros, o de la sociedad en general. Únicamente el que siente miedo agrede, ataca. La violencia es consecuencia directa de un temor incontrolable. Así, de esta manera, podemos conocer ambas cosas, al agresor y a su causa. El poder se configura, básicamente, como el resultado de un proceso de organización social fundamentado en el miedo de algunos, con la finalidad de establecer formas coercitivas que procuren no sólo por la coordinación de intereses sino que, al mismo tiempo, impidan el desarrollo de poderes alienos que se perciben como amenazas potenciales que necesitan ser previstas, con la intención de establecer las condiciones necesarias de seguridad. La acumulación de capital o de poder de cualquier tipo se asemeja a la acumulación de alimentos o de combustible, que una familia temerosa del invierno, pudiera prever durante el verano. Si la acumulación se circunscribe a los cálculos racionales no pasará de ser moderada; por el contrario, si el temor es la guía de la acción acumulativa, se sobrepasarán sobradamente las necesidades y se procurará acaparar más de lo necesario, incluso las posesiones de otros si fuera posible. La violencia ocupa todas las expresiones de la vida en sociedad. La manera de combatir la violencia se hace desde planteamientos y CONFLICTOLOGÍA 18 aplicaciones también violentas. El sistema penal se fundamenta, en la práctica, en la sistematización del castigo. La política en la coerción de las leyes, en la lucha entre grupos ideológicos o de intereses, en la usurpación de la soberanía. La Religión, en el control de la libertad a través de la doctrina y la moral y en el desarrollo de miedos y fobias justificados por una mitología al servicio más de la sumisión que de la liberación del espíritu. Lo que se desarrolla desde los poderes establecidos acaba también expandiéndose a todos los niveles: violencia doméstica entre esposos, maltrato de niños, drogas, estafas encubiertas tras la apariencia de servicio, explotación, corrupción, contaminación del medio ambiente y de los alimentos a través de los sistemas productivos que acabarán afectando gravemente la salud humana y el acceso a los recursos naturales fundamentales, como la luz solar filtrada por el ozono, el agua potable, la tierra productiva… Veamos un esquema de las paradojas que se establecen en el ejercicio de la violencia: Oficialmente legitimada Por el Gobierno Por las empresas Contra los niños Contra los inmigrantes Contra los independentistas Contra el medio ambiente Por la policía Ilegítima oficialmente Contra el Gobierno Contra las empresas Por los niños Por los inmigrantes Por los independentistas Por la Naturaleza Contra la policía Cuando hablamos de violencia cada cual lo hace desde una perspectiva diferente. Algunos se centran en los elementos estructurales como la política, el desarrollo económico o el funcionamiento de la Justicia, lo que les lleva a menospreciar los factores psicológicos e individuales. O al contrario, se fijan únicamente en los elementos éticos del comportamiento humano y no conceden importancia a los factores políticos que consideran consecuencia de la moral individual. Si los primeros intentan eximirse de sus responsabilidades personales en el desarrollo de los conflictos en que puedan verse implicados, los segundos pretenden hacerlo en relación con sus responsabilidades sociales. No existe razón alguna para llegar al convencimiento de la importancia de ambos factores, de aquellas responsabilidades individuales como de aquellas otras sociales. LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 19 Lo cierto es que mientras existen posturas extremadamente críticas con los comportamientos institucionales y el desarrollo de la política, no siempre la actitud individual se corresponde y a la inversa. Se da con frecuencia que mientras se critica decididamente la industria armamentística, por ejemplo, no existe limitación ética alguna para difundir infundios o dificultar la labor de aquellas personas que llevan a cabo ocupaciones parecidas y, por tanto, se las considera competidores que conviene reducir. De la misma o parecida manera a como personas que proclaman el valor de la moral no tienen, en el ejercicio de su profesión o de sus obligaciones políticas, ningún escrúpulo para regirse por principios de eficacia y beneficio muy alejados de toda consideración ética. El cúmulo de experiencias, temores e interpretaciones sobre la vida contribuirán a configurar las ideologías desde las cuales regir la acción colectiva. Éstas procurarán prever sistemas de administración, concebirán el bien y el mal y determinarán los objetivos políticos. Con mayor o menor fortuna el establecimiento de mitos, valores y prioridades motivarán su defensa y desarrollo y, al mismo tiempo, justificarán la necesaria defensa e implantación de las ideas establecidas. Cuando el desarrollo de una ideología se relaciona con un territorio o una población determinada, la denominamos Nacionalismo. Todos los estados independientes poseen grados elevados de ideología nacionalista que explica y cohesiona una manera básica de entender la vida en sociedad determinada por las formas políticas y administrativas del Estado, diferenciadas, opuestas o separadas de las «realidades» nacionales vecinas. Cuando parte de la población resulta marginada de la ideología nacional establecida por el Estado o de los beneficios que reporta su pertenencia, surgen movimientos de liberación que, con la finalidad de poder llevar a cabo el rechazo que consideran necesario o conveniente, adoptan ideologías similares y opuestas.3 La reivindicación de una identidad4 diferenciada nos muestra la importancia que se concede a la 3. Resulta interesante conocer la obra del japonés Kenichi Ohmae en su libro The end of the Nation state, Londres, Harper-Collins, 1955. De hecho, el nacionalismo debe referirse a las ideologías propias de los estados independientes de manera especial. Los movimientos de liberación nacional que pretenden separarse del Estado al que están sometidos desarrollan una ideología basada en la libertad que, en todo caso, evolucionará hasta convertirse en ideología nacionalista en cuanto se acerque a la obtención del objetivo de constituirse en Estado. 4. Manuel Castells, en su trilogía recientemente publicada, aporta una idea de identidad que resulta muy sugerente dentro de sus planteamientos en relación con la llamada Sociedad de la Información. CONFLICTOLOGÍA 20 libertad como fundamento necesario para poder satisfacer necesidades vitales y, más concretamente, la capacidad de ser uno mismo, de gobernarse por uno mismo. La violencia se caracteriza por su carácter instrumental y sus métodos de ejercerla, sin un instrumento o una técnica no sería posible ejecutarla. La guerra, el castigo y el crimen, como formas extremas de violencia poseen motivaciones similares, se desarrollan de manera parecida y se ejecutan con métodos y objetivos equivalentes. Así, pues, la no violencia, esta acción, esta fuerza carente de odio que pretende beneficiar, también se caracteriza por una tecnología y una metodología. No se trata de simples enunciados filosóficos, situados al margen de la concreción práctica. Si la violencia se distingue por ser una acción estimulada por el miedo, el resentimiento o la venganza y pretende destruir, reducir o dominar al que se considera generador de tales emociones y percepciones, existe una no violencia, lo contrario del odio, del rencor y del miedo que también actúa, que pretende beneficiar sin imponer nada, sin forzar a nadie, en ocasiones, incluso dejando de actuar, de luchar. Como respuesta a los planteamientos violentos surgen expresiones diversas de pacifismo, a mi modo de ver todos ellos resultan complementarios. Veamos algunas simplificaciones de las principales corrientes:5 Pacifismo personalista. Inspirado en valores del cristianismo primitivo, sus principales exponentes fueron Tolstoy, Thoreau, Gandhi, Martin Luther King propone la desobediencia civil, la no participación ni complicidad con las instituciones que practican la violencia o que se preparan para ejercerla, el respeto escrupuloso de los derechos civiles y humanos, el rechazo de todo tipo de violencia y el desarrollo de sistemas de resolución y transformación de conflictos que lleven a la transformación de las formas de vida y de sociedad. Existen versiones equivalentes en otras tradiciones culturales y espirituales como en el budismo, bahaismo, Testigos de Jehová, determinadas corrientes del hinduismo y otras religiones de paz. Objeción de conciencia. Proveniente del pacifismo personalista, la Objeción de conciencia adquiere personalidad propia como una forma más de oposición al Estado de la mano 5. De la obra de Anatol Rapoport, The origins of Violence. Approaches to the study of Conflict, Transaction. LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 21 de movimientos libertarios a los que acabó sumándose buena parte de una juventud que no entendía ni compartía la obligación de realizar el servicio militar obligatorio, lo que contribuyó, sin duda, a que éste fuese finalmente abolido en algunos países y sustituido por voluntarios y profesionales. Pacifismo político. Opuesto a la militarización de las sociedades y de las relaciones internacionales; propugna la democratización, el desarrollo de procesos políticos y de negociación en la solución de conflictos, la promoción de los Derechos Humanos y el Desarrollo económico de los países del Tercer Mundo. Durante la Guerra Fría contó con el apoyo de la Unión Soviética. Defensa Civil y Defensa No-provocativa. El reconocimiento de la existencia de peligros potenciales de agresión y, a la vez, del carácter grave y erróneo de la guerra, lleva a considerar la posibilidad de creación de organizaciones y cuerpos no armados para la intervención directa en conflictos armados, fundamentados, principalmente, en la movilización, organización y resistencia civil no violenta. Actualmente existen iniciativas en este sentido en Europa y los Estados Unidos, de la mano de grupos de ong’s. Pacifismo selectivo o Abolicionismo. Los movimientos de ideas y de oposición a determinadas formas de guerra como el uso de la energía atómica, la guerra biológica y química. Propugnan el respeto por los tratados internacionales referentes al trato de los prisioneros de guerra, el desarrollo de acciones de ayuda y socorro de carácter humanitario como la intervención de la Cruz Roja, etc. Lo cierto es que las mutuas influencias, trasvases de militantes y colaboración entre las diferentes expresiones pacifistas son un hecho que relativiza los intentos de clasificación, aunque subsisten motivaciones y propuestas de carácter plural, como puede observarse. 22 CONFLICTOLOGÍA Beneficios y costes de los conflictos Liberarte del odio es lo mismo que liberarte de tu miedo, pues el miedo es lo que produce el odio. (ANTHONY DE MELLO) Los conflictos resultan fenómenos ambivalentes, de efecto relativo. Cuando el planteamiento de problemas o el incremento de la tensión debido a los cambios sirve para anunciar y propiciar la adaptación a una nueva situación, los conflictos que se derivan pueden resultar útiles para mejorar, restaurar, corregir, innovar o aprender. De hecho la vida ya es esto, la consecución de nuevos niveles de aprendizaje en base a la experimentación de éxitos y fracasos. Sin embargo, pocas veces se producen situaciones en las que las partes contendientes asumen las consecuencias de los conflictos habidos como algo positivo del que han aprendido. Las secuelas de los conflictos acostumbran a ser los deseos de venganza, la frustración, la depresión o el rencor. Instalaciones, maquinaria, sistemas organizativos, conceptos o acuerdos, un día u otro, pueden acabar obsoletos, dejan de servir para las finalidades por las cuales fueron creados o instituidos y exigen ser renovados, restaurados o corregidos. La resistencia a cambiar acabará produciendo un incremento elevado de la tensión y conflicto hasta los límites que sean necesarios para provocar los cambios y las adecuaciones necesarias. De la misma manera a como el dolor posee la función de advertir sobre procesos disfuncionales orgánicos, el conflicto posee una función similar. El uso de analgésicos únicamente representa un sistema paliativo para poder mantener niveles convenientes y dignos de calidad de vida, pero no curan. La curación se produce cuando eliminamos las causas que provocan las sensaciones de molestia o de dolor, cuando facilitamos la recuperación de la normalidad, del estado de salud, de armonía con nosotros mismos o con el entorno. Es una cuestión de equilibrio constante, de atención permanente a los procesos de cambio y de aprovechamiento de la energía que se libera con el incremento de las tensiones. Una tensión que no es aconsejable sobrepase los límites del autocontrol. Un autocontrol que se determina a través del cálculo de riesgo y de la evitación de perjuicios de los que tengamos claro poder aceptar, así como por el control de los niveles de angustia y de estrés. Si se producen perjuicios, las reacciones que se generarán resultarán pro- LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 23 porcionales al grado de gravedad del perjuicio ocasionado. Los niveles de miedo o de angustia son directamente proporcionales con la pérdida de las capacidades racionales y el incremento de las actitudes agresivas. Adam Smith, a través de dos de sus obras fundamentales: Teoría de los sentimientos morales y La riqueza de las naciones, nos indica la existencia de un conflicto latente debido a la tensión producida por los intercambios, el comercio o el mercado. Si bien es cierto que el Mercado como concepto económico genera tensión y conflicto político no por ello debe derivar ineluctablemente hacia la guerra como única posibilidad de regulación de los excesos. El mismo funcionamiento económico deberá tener en cuenta su propio equilibrio como un valor económico como pudiera ser para un mercado de abastos la existencia de sistemas que garanticen la seguridad y la eficacia en el funcionamiento, así como la necesaria existencia de una población con capacidad adquisitiva suficiente como para poder consumir y absorber la producción agrícola o industrial. Con frecuencia se ha pretendido culpar a las ideas y a los sistemas políticos o económicos de los errores y de la inestabilidad humana. Me resisto a pensar en la maldad o la bondad congénita de los sistemas económicos y políticos, prefiero pensar que las personas somos seres frágiles con habilidades complejas que nos hace llegar a ser peligrosos para nosotros mismos. Entre los teóricos modernos del conflicto se describen algunos procesos conflictuales como saludables para el desarrollo social. Algunos intelectuales actuales creen que teorías sobre el conflicto forman parte de la producción intelectual norteamericana contemporánea. Ello no es cierto. George Simmel, filósofo alemán de principios del siglo XX, autor del muy interesante ensayo Conflicto, subrayó la importancia de los procesos de cooperación y de conflicto en las relaciones sociales y llegó a afirmar que «Un cierto grado de desacuerdo, de divergencia y de controversia es lo que facilita la cohesión y la profunda cooperación del grupo». Otro teórico destacado, Lewis Coser, autor de la obra Las funciones del conflicto social, abundó en las descripciones del conflicto como un elemento consustancial de las relaciones humanas que posee una función específica de cohesión y estímulo que no puede ser negligida. Según Coser éstas pueden ser resumidas en los puntos siguientes: • El conflicto sirve para el mantenimiento de la identidad de sociedades y grupos. CONFLICTOLOGÍA 24 • Los conflictos no siempre son disfuncionales, en ocasiones posee la función de estímulo en el interior de las relaciones. • El antagonismo forma parte de las relaciones íntimas. • Los conflictos entre grupos estimulan a estos en la movilización de energías y de la cohesión. • Los grupos en lucha o tensión constante con el exterior acaban resultando intolerantes en sus relaciones internas. Raramente nos detenemos a reflexionar sobre los costos producidos por los conflictos no resueltos. Frente a un conflicto armado, por ejemplo, acostumbramos a contabilizar únicamente aquellos que pueden haber reportado beneficios, procurando omitir o reducir los costes humanos y económicos que se han producido. Se puede prever que la victoria nos aportará la posibilidad de apropiarnos de los bienes y ventajas del vencido, que nos puede aportar también niveles superiores de libertad o de seguridad. Ciertamente eso es así. Lo que no es cierto es que la vía armada, los métodos violentos, representan la manera menos costosa y eficaz de conseguirlo. Toda acción violenta comporta unos costes elevados que difícilmente resultarán compensados por los posibles beneficios que obtengamos y teniendo en cuenta la posibilidad de conseguirlos igualmente por métodos no violentos; sin que ello quiera decir que, normalmente, siempre hay alguien que obtiene provecho de las guerras y de los conflictos; sin embargo, la mayor parte de la población afectada no me parece que obtenga beneficios que justifiquen los perjuicios que se obtienen. La violencia es extremamente cara en costes humanos y económicos, y poco eficaz; obtiene resultados a un coste mucho mayor que mediante el uso de sistemas pacíficos. De manera parecida a como resulta mucho mejor prever que curar, también acaba siendo preferible el uso de métodos pacíficos que violentos. El uso de la violencia no está justificado por su mayor eficacia frente a otros métodos sino por procesos colectivos en los que el temor de ver reducidos o amenazados los privilegios, ventajas o oportunidades engendra. En el ámbito de los conflictos armados, el balance resulta ser fácilmente valorable. Las muertes, la destrucción, los padecimientos y las secuelas de estos mismos repercutirán gravemente y durante largos períodos de tiempo en la economía de los países afectados. La pérdida de profesionales preparados para el ejercicio laboral, las familias incapacitadas para valerse por ellas mismas en la creación de riqueza, las cuantiosas hipotecas que deberán abonarse para re- LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 25 construir físicamente el país y su capacidad productiva obligará a invertir durante años, a realizar esfuerzos suplementarios y a someterse a todo tipo de privaciones que, en algunos casos, pueden representar décadas o siglos. Cada año de guerra puede llegar a representar diez de reconstrucción. Seguramente, con el mismo esfuerzo invertido en la guerra serviría para evitarla o prevenirla con la diferencia que, al final del proceso, no contabilizaríamos los costes de la destrucción producida. No me estoy refiriendo únicamente a los países vencidos. Los vencedores también deben pagar facturas muy por encima de lo que les hubiera costado resolver los conflictos mediante métodos no violentos. Los resultados no pueden contabilizarse dentro del ámbito estricto del conflicto sino que deben incorporarse también los efectos colaterales, las repercusiones y los costes adicionales que se producirán en el entorno o como consecuencia de los conflictos. Los vencedores también contabilizarán pérdidas de vidas humanas, económicas y repercusiones políticas que pueden transformarse en nuevos conflictos en el futuro. Tal vez la economía del país vencedor se verá potenciada por el desarrollo industrial o la conquista de nuevos mercados gracias a la guerra, pero no podemos olvidar ni el coste que ello ha tenido ni la posibilidad real que, por un precio humano y económico sensiblemente más reducido, hubiera podido conseguirse lo mismo sin hacer uso de las capacidades destructivas. Se trata de una cuestión que tiene que ver con la buena administración de los asuntos políticos y de gobierno, una cuestión de cálculo, una cuestión de método. La moral no es una razón abstracta que poco tiene que ver con las consecuencias de los actos, sino que fundamentalmente es un conocimiento ancestral basado en la experiencia acumulada que enseña sobre la trascendencia de nuestros actos y nos orienta a mejorarlos en relación con la eficacia y sus repercusiones prácticas. Lo que sucede, con frecuencia, es que la moral se ha visto trastocada y transformada en un código deontológico, normalmente incumplido sistemáticamente por sus mismos promotores, ya que tiene por objetivo atemorizar, confundir o alienar a la población a la que se intenta imponer. En los conflictos dentro del ámbito de las relaciones laborales, no solucionar la conflictividad latente o manifiesta representa pérdidas multimillonarias. Los conflictos representan incremento del absentismo, baja de la productividad, incremento de los actos médicos, desarrollo de actos de boicot sobre el proceso productivo, pérdida de confianza del consumidor o usuario. En una investiga- CONFLICTOLOGÍA 26 ción reciente sobre las causas de los conflictos en las organizaciones,6 los factores que mayoritariamente se citaban era dos: problemas de carácter organizativo y déficit de comunicación. Los problemas organizativos se referían a las interferencias de funciones que se producían y que contribuían a provocar tensiones y molestias entre las personas afectadas. El déficit comunicacional nos indicó la falta de reconocimiento que se producía con relación a los resultados del trabajo realizado. Ambos problemas resultan fáciles de solucionar si dedicamos una atención mínima. Contrariamente, subvalorarlos e intentar atajar la conflictividad mediante medidas disciplinarias y represoras acabará provocando problemas adicionales, estimulando niveles más altos de conflictividad y transformándose en un problema crónico, endémico y soterrado difícilmente localizable. Los que detentan el poder predican la paz como sistema de mantener sus privilegios; los que aspiran a ocupar el poder que ocupan otros, asumen la necesidad de conflicto que les permita modificar las condiciones adversas en las que viven. Unos y otros, normalmente, desarrollarán sistemas violentos; coercitivos y represivos unos y de ataque y subversión otros. La historia de las revueltas nos muestran, como mínimo, la importancia y función positiva del conflicto al propiciar los cambios necesarios para mejorar y, al mismo tiempo, los efectos negativos e indeseables de los métodos violentos empleados para producirlos y gestionarlos. La finalización de los conflictos podría resumirse en estas diversas posibilidades: • • • • • Desaparición del objeto de conflicto. Victoria de una de las partes / Derrota o sumisión de la otra. Compromiso entre las partes / Acuerdo. Conciliación / Reconciliación. Irreconciliación / Irredentismo. Con las dos primeras la finalización es estrictamente temporal, puesto que no habremos contribuido a eliminar las causas profun- 6. El Centro universitario de investigaciones e intervención en Resolución de Conflictos de la Universidad Ramon Llull desarrolló una investigación aplicada de estas características a lo largo del año 1999 que estuvo subvencionada por el Departamento de Trabajo del Gobierno catalán, aunque sus resultados no pueden considerarse más que como preliminares y una investigación sistemática en este campo nos aportarían datos de valor económico y social incalculable. 27 LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO das del conflicto; la tercera posibilidad abre el camino al aprendizaje en la solución de los conflictos por una vía eficaz y sólida. La Conciliación nos mostrará una capacidad ya adquirida que puede garantizar un sistema de relaciones que, sin eliminar las tensiones y los conflictos, asegure que éstos no sobrepasarán los límites de lo razonable. La última posibilidad nos muestra una incapacidad absoluta de superación de los problemas de relación y convivencia y la continuación de procesos conflictivos descontrolados y en incremento. Recientemente el Congo ha protagonizado un ejemplo paradigmático: el dictador Bokasa fue derrocado y obligado al exilio después de una guerra sangrienta protagonizada por el líder opositor Kabila que indujo a buena parte de la población a revelarse animados por ideas de cambio y de justicia. Una vez conquistado el poder, el nuevo líder prescinde de las ideas y promesas hechas a sus seguidores y adopta la misma manera de hacer que su predecesor. A los pocos años éste fue asesinado por parecidos motivos por los que derrocó a Bokasa y ocupó el poder, las personas que lo hicieron no han modificado las circunstancias políticas y la población continúa sumida en un régimen dictatorial y de barbarie. La mayor parte de revoluciones han partido de motivos incuestionables pero sus métodos han sido parecidos a los que utilizaba el poder para perpetuarse y, por tanto, han acabado por restablecer, después de la revuelta, un régimen equivalente al derrocado. La cuestión no está en los objetivos enunciados sino en los métodos utilizados para lograrlos. Toda revolución empieza el día antes de ser decretada, no el día después, ni mucho menos el día en que se conquista el poder para establecerla. Aunque la violencia de la víctima pueda ser comprendida, no por ello será mejor método para lograr sus objetivos. Agresión y cooperación Es mejor encender una humilde vela que maldecir en la oscuridad. (CONFUCIO) Con el arrojo se disimula un gran miedo. (LUCANO) La frontera entre la competitividad y la agresión es difuminada. Mientras la observación del otro nos estimule a emularle, los resul- CONFLICTOLOGÍA 28 tados serán positivos. Cuando la actividad del otro genere envidia ésta nos llevará a practicar formas agresivas con el objetivo, no ya de obtener lo mismo que el otro obtiene, sino a intentar desposeerle e incluso dominarlo o destruirlo a fin de poder sobreponernos a la tensión y el temor que nos genera con su actividad. El progreso humano se basa en la capacidad de cooperación.7 Una cooperación que no excluye los estímulos competitivos y que pueden llegar a establecerse incluso de manera inconsciente. Los juegos, cuando son simplemente juegos, son una buena manera de entender la posibilidad de conjugar competitividad y cooperación. El juego no existiría sino hubiera la colaboración imprescindible que se deriva de la decisión de compartir el entretenimiento y los estímulos que genera el esfuerzo por superarse constantemente y en relación con el que compite; sin embargo, únicamente participan en los juegos aquellos que son amigos, el juego es una forma expresiva de la amistad, sin el componente afectivo de la amistad dejaría de ser un juego y pasaría a ser simplemente una lucha. Entre amigos, la competitividad que estimula no posee objetivo destructivo alguno, no pretende dominar ni impedir el desarrollo del otro sino que la competencia se establece como un juego, como una pauta estimuladora gratificante que posee la función del desarrollo. Contrariamente cuando, incluso entre correligionarios, la cooperación se establece desde sentimientos de sospecha, recelo o envidia, los estímulos que surgirán aportarán desasosiego, envidia y, por tanto, los esfuerzos comunes se harán divergentes, producirán bloqueo mutuo. Competir sin el uso de violencia ni odio es una manera de cooperar; mientras que cooperar de manera obligada llegaría a transformarse en una forma más de violencia. Pongamos ejemplos: algunas empresas, a fin de autoestimularse y evitar una competencia desleal por parte de otros, llegan a crear empresas con objetivos similares con la finalidad de establecer una competencia entre ellas sin llegar a los extremos a que los sistemas ultraliberales propugnan. Ésta sería una forma de cooperación aparentemente competitiva. Por otra parte, cuando existe monopolio real, administrado desde el Estado o permitido por éste mismo, desaparecen tanto las 7. En 1948 Morton Deutsch centró su tesis doctoral y los trabajos de su grupo de trabajo sobre la Cooperación y la Competencia en el M.I.T. Deutsch posee, entre otras, una obra remarcable The Resolution of Conflict: Constructive and Destructive Proceses, que se cita en la bibliografía, exponente notable de sus esfuerzos por entender el conflicto desde la perspectiva de la cooperación y la competencia y la valoración de ambas posibilidades como generadoras y resultantes del conflicto. LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 29 capacidades competitivas estimuladoras como aquellas otras basadas en la colaboración y la cooperación entre individuos u organizaciones diversas. El problema, en todo caso, no está tanto entre la noción de competitividad y cooperación sino en los métodos utilizados. Pueden coexistir cooperación y competitividad pero difícilmente se obtendrán resultados positivos desde metodologías que violenten estos procesos. El pensamiento de Kropotkin, fundamentado en la noción de Apoyo Mutuo como motor del progreso resulta digno de mención. De hecho, los avances de la Humanidad se deben a las capacidades de cooperación, aunque ésta haya podido producirse de manera no voluntaria, inconsciente. Contrariamente, los retrasos y retrocesos en el progreso humano se deben a la falta de capacidad cooperativa. La cooperación suma, su déficit resta, retrasa, dificulta. Algunas personas creen que, en definitiva, las guerras como los conflictos, han reportado beneficios, al menos a los vencedores. Conquista de nuevos mercados, desarrollo científico y tecnológico, reducción o control de las amenazas. Si nuestra observación se reduce a unos cuantos elementos descriptivos previamente seleccionados tal vez si. Las guerras, es evidente, benefician a los comerciantes de armas, a las ideas de progreso basadas en el crecimiento económico, a las doctrinas nacionalistas expansionistas… Pero de ninguna manera beneficia a los caídos en combate, ni a sus familias, ni a la mayor parte de combatientes ni a aquellos que deberán hacer horas extras de trabajo para recuperar material y económicamente un país arruinado o destruido por la guerra; tampoco resultará beneficioso a las concepciones del progreso basadas en el crecimiento humano, en la distribución justa de los beneficios del trabajo y de los recursos de la naturaleza… El caos de las denominaciones. Razones y consecuencias La denominación Resolución de Conflictos o Conflictología, surge de la voluntad de reunir la diversidad de denominaciones, corrientes, técnicas y aplicaciones surgidas del esfuerzo por analizar, comprender y hacer uso de procedimientos de solución pacífica y positiva de los conflictos. Con la denominación Resolución de Conflictos todo el mundo entiende esto; sin perjuicio de la riqueza terminológica y conceptual que existen o de la innovación que se pueda en un futuro incorporar. En este sentido resulta ilustrativo citar algunos diccionarios y enciclopedias de Resolución de Conflictos CONFLICTOLOGÍA 30 editados desde prestigiosas universidades8 e instituciones de los Estados Unidos, así como léxicos, vocabularios y glosarios de procedencia diversa, tanto en Europa9 como en los Estados Unidos. El esfuerzo de compilación nos muestra un panorama plural, integrador de disciplinas y metodologías diversas, progresista e innovador que ofrece la garantía aportada por numerosas universidades, centros de investigación, agencias públicas y asociaciones profesionales especializadas en esta disciplina y de países diversos. Si, por un lado, en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Inglaterra, Holanda, los países escandinavos, etc., esta denominación resulta clara y generalmente aceptada, en el mundo latino, Francia, España o Argentina, el término mediación aglutina un movimiento, una tendencia, opuesta a la aceptación del concepto y la denominación Resolución de Conflictos o sus derivados y sinónimos con quien convive y comparte muchas actividades. El ejemplo más significativo es el de Jean François Six, prolífico autor de biografías de santas francesas, autor también de un par de obras sobre mediación10 que inspirándose en autores americanos centrados sobre la reflexión del conflicto, adopta la denominación Mediación con los contenidos propios de la Resolución de Conflictos de hace ya algunos años y de manera parcial. De todas maneras, en el estado español, la denominación Resolución de Conflictos también es suficientemente conocida y cada vez mejor aceptada por aquellas corrientes interesadas en reconocer el carácter común de todos los conflictos, así como la pluralidad de aproximaciones a los mismos. 8. Heidi Burgess y Guy M. Burgess, Enciclopedya of Conflict Resolution, ABCCLIO, 1997. Los autores son codirectores del Consorcio de investigación sobre Resolución de Conflictos de la Universidad de Colorado, Boulder, ambos son doctores en Sociología y especialistas en conflictos intratables. Douglas H. Yarn, Dictionary of Conflict Resolution, Jossey-Bass Inc Publishers. El compilador de la presente obra es abogado y mediador. El diccionario que se cita contó con el apoyo de la Fundación William y Flora Hewlett así como del Consorcio sobre Negociación y Resolución de Conflictos del estado de Georgia. Ambas obras son trabajos voluminosos, rigurosos y planteados desde una perspectiva plural e integradora. 9. Schmid, A. P., Thesaurus and Glossary of early warning and conflict prevention terms, Londres, Syntesis Foundation, Erasmus University, 2000. El Dr. Schmid es professor de la Leiden University en Holanda y la obra fue publicada por el Forum on Early Warning and Early Response de Londres. 10. J. F. Six, según él mismo confiesa en una de sus obras, Le temps de mediateurs, toma su inspiración de las obras de autores norteamericanos traducidas al francés por quebequeses. A pesar de fundamentar su obra en la producción anglosajona, no efectúa apenas citas y, posteriormente, muestra rechazo hacia las obras de quien tomó inspiración la suya. LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 31 Las razones de la diversidad de denominaciones y conceptos habría que situarlas, en buena parte, en la pluralidad de orígenes y aplicaciones. Diverso en cuanto a procedencia geográfica o de país, diverso también en cuento al origen formativo o disciplinario, plural en las aplicaciones, las técnicas utilizadas y las instituciones que los promueven. Todo ello impregnado de dos razones más de notable importancia: en primer lugar los valores y concepciones ideológicas de nuestras sociedades que determinan concepciones diferentes, unas orientadas a conservar las características de muestras sociedades, otras, justamente, a transformarlas. Tampoco podemos desdeñar un motivo de gran importancia. Las personas que nos dedicamos a la Mediación o a cualquier otra manera de solventar disputas somos personas como cualquiera otras y, por tanto, inmersos en sociedades donde la competitividad genera con frecuencia tensiones y conflictos que se traducen, en ocasiones, mediante discusiones aparentemente teóricas al entorno de las denominaciones, conceptos y maneras de entender lo mismo y que enmascaran una actividad competitiva deficitaria en capacidad de cooperación. La cultura competitiva extrema en la que estamos educados e inmersos y que nos genera sensaciones constantes de miedo a la agresión, es una causa frecuente de conflicto entre las personas que se dedican a la Resolución de Conflictos o a la Mediación. Todo ello no es alieno ni extraño a los profesionales que compiten por hacerse, por ejemplo, con la dirección de un curso que imparte otro colega o conseguir la misma subvención para efectuar una investigación o intentar hacerse con el uso de una determinada denominación o concepto que excluya o margine las utilizadas por otros, que podría representar, creen, hacerse con el control de un hipotético mercado de futuros posibles clientes o usuarios. La lucha no representa únicamente una compensación económica sino también posee unas implicaciones psicológicas que no podemos ignorar. La disciplina conocida con el nombre propio de Resolución de Conflictos nace gracias a influencias diversas. De una parte son los estudios de paz, de la Polemología,11 la Irenología12 o la Eudainomía13 o, simplemente, del estudio de los conflictos. De otra parte, la Dinámica de Grupos, de la Mediación, el Arbitraje o de la Concilia11. Polemología, ciencia o estudio de las guerras, en sentido clásico. 12. Irenología, ciencia o estudio de la Paz. 13. Eudainomía, del griego clásico: ausencia de felicidad, dificultades, infortunio… Hoy en día podríamos traducirlo por crisis personal, conflictos internos, baja autoestima, frustración, preocupaciones, hastío… CONFLICTOLOGÍA 32 ción, así como de corrientes específicas y no coactivas de la Negociación, la Estrategia o incluso de la Lógica aplicada a la solución de problemas. Actualmente todavía subsisten colectivos de profesionales, como algunos abogados, centrados casi exclusivamente en nociones reducidas sobre el arbitraje o la mediación como simple antesala y último intento antes de entrar de lleno en los procesos judiciales propios de su oficio. En estos casos, su labor modernizadora no va mucho más allá de intentar llegar a simples acuerdos entre las partes sin entrar a fondo en el problema ni promover procesos de reconciliación efectiva. De todas maneras, el interés estriba en procurar hallar un consenso e integrar a todos aquellos profesionales, a todas aquellas maneras de hacer, que incorporen métodos de mayor eficacia y, sobre todo, de mayor comprensión humana y científica al entorno de los procesos conflictivos. En definitiva podríamos constatar que, desde el interés por comprender y conocer los conflictos, se llega a la conclusión de que todos los conflictos, sean interpersonales o internacionales, armados o no, poseen más puntos en común que factores diferenciales fundamentales. Cambian las dimensiones, el armamento o instrumentos de lucha, el entorno, y se conservan parecidas actitudes, estrategias y objetivos primordiales que se traducirán por acciones encaminadas a tratar de dominar, reprimir, destruir o reducir al que se considera como enemigo o adversario, ya sea por la vía de la violencia física como por aquella otra de carácter judicial, psicológica, de la información o estructural, por citar sólo algunas expresiones de la violencia. La gran diversidad de denominaciones para definir conceptos iguales o equivalentes14 nos muestran básicamente dos cosas: de una parte la riqueza conceptual y terminológica, de otra, nos transmite una sensación caótica y desordenada, que afecta notable y negativamente la comprensión y las posibilidades de colaboración interprofesional, intelectual y procedimental. La necesidad de reunir, respetar y aprovechar la diversidad y, por otra parte, desarrollar un proceso de análisis riguroso sobre la significación y uso de los tér14. A título simplemente indicativo enumero algunas de éstas, en primer lugar en relación al carácter general: Resolución de Disputas, Resolución Alternativa de Conflictos, Mediación, Mediación Transformativa, Gestión de Conflictos, Gestión Alternativa de Conflictos, Mediación en Conflictos, Intermediación, Tratamiento de Conflictos, Transformación de Conflictos, Irenología, Polemología, Resolución de Conflictos… O en referencia a su aplicación: Mediación Familiar, Mediación Comunitaria, Negociación colectiva, Mediación escolar, Conciliación laboral, Mediación internacional… LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 33 minos que vaya más allá de la simple disputa terminológica enraizada en la lucha de intereses. Abrir un proceso de convergencia, de colaboración o de unión que, sin negar el carácter plural y diverso, contrariamente la potencie y permita la posibilidad de asumir como propias todas las aportaciones y denominaciones sin exclusión. Este es uno de los objetivos de la Conflictología. Desde una actitud integradora, conciliadora, un tanto ecléctica en cuanto a los referentes terminológicos. Avanzar en el desarrollo y el rigor conceptual, empírico y metodológico para hacer posible la comprensión de los seres humanos en situaciones límite, de conflicto, de crisis, aunque éstas sean cotidianas y de pequeñas dimensiones y alcance. El objetivo es clarificar no confundir con juegos de palabras, argumentar, no utilizar las palabras y los conceptos como proyectiles con los cuales negar o reducir los esfuerzos realizados por otros. Los términos Irenología y Polemología han caído casi en desuso y, en todo caso, se mantienen centrados en los estudios clásicos sobre conceptos de paz y el estudio de guerras y ejércitos, no hacen referencia a una concepción general, plural e integradora de los conflictos. De todas maneras, sus aportaciones se encuentran en la base de los actuales estudios conflictológicos y todavía subsisten instituciones con estas denominaciones. En cuanto al término Mediación, su uso se ha visto generalizado y ha llegado a perder su significación original. Mediar y sus sinónimos, se ha transformado en un verbo de acción parecido al de intervención, sin una significación ética y científica o filosófica precisa; aunque algunos autores hayan podido realizar esfuerzos en este sentido. No es extraño leer en la prensa cómo la CIA media en el conflicto entre palestinos o árabes, cómo la reina de Inglaterra también lo hace entre India y Pakistán por el conflicto en Cachemira, cómo el presidente de los Estados Unidos practica la Mediación en el conflicto de los Balcanes… También el término Mediación se lo han apropiado los vendedores de seguros, los abogados como preámbulo en el desarrollo de litigios o los diplomáticos como último aviso antes de pasar el expediente a los militares. Tanto en Francia como en Argentina, el término Mediación está en crisis. Las leyes de Mediación que se establecieron hace pocos años han servido más para la salvaguarda de los intereses mercantiles de gremios de mediadores, que para desarrollar una cultura de conciliación, una cultura de paz en el sentido en que fueron redactadas las declaraciones de la UNESCO con motivo del año 2000 como año internacional de la Cultura de Paz. CONFLICTOLOGÍA 34 En los países anglófonos el término Mediación todavía goza de buena salud. Se ha visto enriquecido con aportaciones diversas, producto de la fusión de corrientes de pensamiento y de procedimiento que han acabado haciendo de la Mediación algo consistente, sólido y sin complejos. La colaboración entre maneras de ver y de hacer, contrariamente a lo que algunos creen que debilita el rigor y la pureza conceptual, la fortalece y enriquece; parece muy conveniente establecer puentes de colaboración entre disciplinas diversas, promover el mutuo enriquecimiento conceptual y de los procedimientos; evitar cerrarse en actitudes numantinas, en torres de marfil o en concepciones gremiales completamente alejadas de una época de fusión, de intensas influencias mutuas, de trasvase de información y conocimientos. Me parece muy conveniente recuperar el concepto de Mediación, así como estimular sus habilidades aplicativas. Redefinirlo desde el rigor semántico y de la realidad de su práctica; situar el término dentro de la concepción general que le corresponde dentro de los procesos conflictuales que le otorga sentido y capacidad de intervención; relacionando Mediación con el resto de técnicas y métodos como Conciliación o Arbitraje, que contribuyen y facilitan la solución pacífica y constructiva de los conflictos, procurando en todo momento conciliar la diversidad con la necesaria identidad de quienes se identifican con maneras específicas de obrar y concebir. Me parece también muy necesario procurar incorporar y recuperar denominaciones y prácticas de solución no dirigista ni coactiva de conflictos procedentes de tradiciones y de ámbitos culturales diversos. En este sentido, en el Diccionario de Conflictología que forma parte como apéndice de esta obra, he recogido una muestra de sistemas similares procedentes de otras tradiciones. No se trata de coleccionar nombres exóticos sino de aprender los unos de los otros, de incorporar todos los conocimientos y habilidades que la Humanidad ha sabido crear con el objetivo común de hallar la paz con uno mismo y la buena convivencia en sociedad. La implantación de los estudios de Conflictología o Resolución de Conflictos y el posterior desarrollo de las prácticas profesionales en este campo exigen adoptar medidas de rigor conceptual, académico y aplicativo. Con frecuencia, las personas que se interesan por el tema pretenden, como en muchos otros ámbitos, conseguir recetas rápidas que permitan obtener éxitos fáciles. En los cursos que dirijo esta actitud se repite cada año. Desde las primeras sesiones formativas existe la urgencia por captar el «secreto» de cómo solventar disputas, al mediar el curso la exigencia se hace evidente y LA IMPORTANCIA DEL CONFLICTO 35 al finalizar el curso a muchos les sobreviene la angustia de no haber captado todavía la fórmula que permita su aplicación directa. Cuando lo comentamos entre los profesores del curso o entre personas dedicadas al tratamiento directo de conflictos, siempre llegamos a parecidas conclusiones. En esta disciplina resulta de importancia llegar a cambiar la manera de observar y comprender a las personas en relación a sus conflictos. La fórmula tal vez de mayor importancia para iniciarse en Resolución de Conflictos seguramente consiste en cambiar uno mismo previamente. En una ocasión, cuando fui a visitar los alumnos de una profesora y colega que se formaban en Resolución de Conflictos pude observar cómo este cambio de había producido. Los alumnos me hicieron notar cómo antes de iniciar el curso consideraban y catalogaban a las personas de su entorno como buenas o malas y que, a partir de la fina capacidad pedagógica de su profesora, entendían que las personas tenemos problemas y dificultades que nos inducen a determinados comportamientos que pueden resultar lesivos y conflictivos para nuestro entorno. En Resolución de Conflictos no existen fórmulas que puedan ser aplicadas indistintamente y que funcionen automáticamente. Se enseña o se pretende que las personas aprendamos sobre las dificultades de la vida que comportan tensiones y conflictos. Se intenta reflexionar sobre la facilidad de adoptar soluciones violentas que van mucho más allá de la simple y explícita violencia física y de las consecuencias nefastas que tiene su aplicación. Intentamos, con menor o mayor éxito, proponer soluciones alternativas al uso de la violencia, de cualquier tipo de violencia. Soluciones que, en ocasiones, consisten en cerciorarse de la existencia de otras maneras de entender la vida, de que solucionar problemas a veces no es más que modificar su planteamiento, cambiar de vida, de manera de pensar o de hacer; que resolver en este caso, no quiere decir imponer ni dirigir nada. Nuestras sociedades están habituadas a buscar soluciones a los problemas sin acudir a las causas que los originan, sin cambiar ni modificar aquello que lo provoca. Vivimos en una cultura de guerra que pretende disimularla bajo apariencias educadas pero igualmente violentas. La Conflictología propone, ya desde sus planteamientos iniciales, un cambio de paradigma, otra manera de entender las cosas, el mismo pensamiento, la manera de afrontar las dificultades, de buscar soluciones a las tensiones producidas por la convivencia. Y ésta es justamente su principal dificultad de transmitir y entender y su atractivo frente al callejón sin salida en que muchas veces nos hallamos en relación al esfuerzo de vivir y convivir. CONFLICTOLOGÍA 36 Éste es uno de los motivos que me han llevado a escribir este libro. Volver a explicar con la calma y la sistematización que representa la redacción y la lectura, profundizar en qué consiste todo esto de la Resolución de Conflictos. Insistir en la necesidad de incluirse uno mismo en el proceso de aprendizaje, repetir que aprender no significa únicamente memorizar fórmulas o definiciones para luego intentar aplicarlas, sino que aprender significa transformarse y que únicamente desde aquí podremos aspirar a comunicar alguna cosa nueva y útil. Otra de las razones consiste en el intento de ampliar horizontes. Con frecuencia se tiende a reducir y simplificar en exceso la significación del conflicto y de los intentos de facilitar su superación. Todo ello conduce a acabar pensando que los conflictos pueden gestionarse intentando llegar a un simple acuerdo; que los conflictos pueden tratarse desde la celebración de reuniones o del desarrollo de determinadas técnicas comunicativas y nos olvidamos que los conflictos poseen unas características, unos orígenes y unas expresiones tan complejas como la persona misma. No conviene olvidar, conviene recordar y tener presente cómo los conflictos conllevan aspectos que se relacionan con la salud, con los procesos psicológicos, con los fundamentos filosóficos de comprensión de la vida y de uno mismo; que los conflictos también poseen implicaciones sociales y medioambientales que no pueden ser subestimados ni relegados. Se trata pues de procurar hacer descubrir la amplitud de los horizontes que nos muestra el esfuerzo por aprender del estudio y de la reflexión sobre las personas y las sociedades en situación de conflicto. LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO Estamos acostumbrados a considerar los síntomas visibles como el problema en sí mismo; de manera parecida a como identificamos los conflictos con situaciones de violencia física que se producen entre varias personas o grupos de personas. Desde el punto de vista de la Conflictología, los conflictos van más allá de la descripción limitada de una palabra o de un concepto restrictivo. Conflicto también es sinónimo de crisis, de problema, de dificultad extrema, de alguna manera de violencia. Estas situaciones se producen de maneras diversas: conflictos entre personas, entre grupos, entre países… Pero también conflictos o crisis con uno mismo, en el ámbito psíquico o de la conciencia. La conflictividad también queda reflejada en muchas instituciones y organizaciones pensadas, justamente, para moderar, prevenir, tratar o gestionar las crisis y los conflictos. El sistema judicial, las prácticas y sistemas políticos, las organizaciones armadas, los ejércitos y policías, los mismos sistemas y teorías filosóficas, las iglesias y religiones, adquieren sentido cuando desarrollan su función de ayudar a encontrar solución a preocupaciones e inquietudes humanas, cuando intentan solucionar problemas y necesidades como la seguridad frente el peligro de agresión o las dificultades que se originan en los sistemas de relación y convivencia. La ciencia también adquiere sentido cuando se propone solventar necesidades y retos como la recuperación de la salud física o psíquica, cuando intenta responder frente a las dudas de la propia significación humana, cuando procura encontrar respuestas a las dificultades sociales, a los conflictos que se generan. Tal vez, el primer acto que los humanos llevamos a cabo sea en nuestra capacidad de pensar, de aprender, de conocer y tomar decisiones que luego intentaremos llevar a cabo. El pensamiento, la capacidad de conocer, recordar e imaginar, juega un papel muy importante que no siempre atendemos con la debida consideración. Lo damos por sobrentendido. Sin embargo, con frecuencia, es en el ám- 38 CONFLICTOLOGÍA bito del pensamiento y de nuestra capacidad de conocer donde se inician los problemas, donde se ponen las bases de futuros conflictos, donde se diseñan las posibles crisis. Luego, cuando la dificultad se manifiesta, tal vez intentaremos mejorar la comunicación con nuestro adversario o nos dedicaremos a mejorar las condiciones sociales esperando de esta manera solventar una desazón, encontrar solución a un problema que, tal vez, únicamente exista en nuestro pensamiento, en la confusión originada en nuestro conocimiento. Del conocimiento La más necesaria de todas las ciencias es olvidar el mal que una vez se aprendió. (ARISTÓTELES) El que está en el error intenta imponerlo a los demás. El que posee la verdad, se esfuerza en aplicarla a sí mismo. (LOUIS CATTIAUX) La diversidad es un patrimonio, no comporta conflicto; en todo caso serán las dificultades de entendimiento las que causarán tensiones y que podrían derivar en situaciones conflictivas. Con frecuencia los pretendidos debates científicos e intelectuales no son más que disputas entre las partes que los protagonizan, disputas y conflictos camuflados de diferencias de concepto o de metodología. Ninguna diferencia justifica un conflicto, aunque pueda personalizarlo; en todo caso, serán las desigualdades, la injusticia social, la lucha por el poder, el malestar con uno mismo debido a etiologías muy diversas las causas que los provocarán. Al principio fue la palabra… Con lo cual se pusieron los medios para entenderse, o para confundirse. La comunicación construye, desarrolla y promueve el intercambio de conocimientos en los cuales se fundamentarán las posibilidades de cooperar, de competir o, lo que resulta más frecuente, una mezcla más o menos equilibrada de ambos. De buen principio los esfuerzos por comprender el conflicto se plantean ya en el ámbito de expresión del conocimiento en sí. La adopción de sistemas de conocimiento que promuevan las certezas o las dudas ya nos indicarán las consecuencias que pueden derivarse. Creerse en posesión de la verdad llevará con facilidad a adoptar actitudes y planes tendentes a establecerla que se alejarán de la tolerancia y del respeto, de la diferencia y de la disidencia. La LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 39 duda persistente también puede conducirnos hacia un pesimismo así como a la indiferencia frente a los problemas ajenos. La estructura del pensamiento parece inclinarse hacia planteamientos binarios que sustentarán una lógica que establecerá actitudes beligerantes en un intento por imponerse, dentro de una lógica esquizofrénica que buscará desesperadamente certezas imposibles de establecer mientras exista la angustia por determinarlas. Parece que resulte imposible llegar a aceptar que el conocimiento pueda poseer capacidades expresivas plurales en las cuales la certeza y la duda puedan ser perfectamente compatibles. En realidad, cuando no existe interés específico, certezas y dudas se combinan sin tensión y nos ofrecen una visión serena y diferente de un conocimiento en el cual sus diferentes maneras de expresarse se unen sin perder su identidad. Entender los procesos de integración y unión de la diversidad, de conjunción de unidad e identidad significa haber superado el pensamiento binario, haber conciliado los conocimientos. El miedo a perder nuestra identidad nos lleva a oponernos a la cooperación y la unión; el miedo a la disgregación nos conduce al intento de destrucción o al control de la diversidad, de la diferencia, causas, ambas, de los miedos y angustias inconscientes que nos estimulan a actuar en búsqueda de soluciones. Seguramente, la opción a no exigir soluciones nos abre más posibilidades de hallarlas que la actitud obsesiva por obtener una respuesta concreta a nuestros planteamientos. A lo largo de la historia de la filosofía han sido expuestas diversas maneras de interpretar el ser humano, de entender el universo. Esta diversidad de maneras parece que lleve a la necesidad de escoger entre una manera u otra de entender, en un intento por encontrar aquella que nos parece superior a las otras. Ello nos llevará a dedicar nuestros esfuerzos de adaptación a una determinada y, al mismo tiempo, el esfuerzo de fundamentar o argumentar el rechazo del resto de opciones con el objetivo de asegurar y reafirmar la escogida. Difícilmente nos percataremos que nuestros criterios de selección de una u otra opción están en relación y supeditados a nuestras condiciones y circunstancias de vida variables. Así, de esta manera, cuando se modifiquen nuestras condiciones de vida, los esfuerzos de adaptación deberán redoblarse o caer en una situación de frustración y desconcierto que acabará afectándonos negativamente. Cada edad, cada circunstancia predetermina unas prioridades, unas necesidades y unos anhelos diferentes y equivalentes al mismo tiempo; así pues, en cada una de estas ocasiones nos será preciso contar con una escala de valores, con una interpretación global, con un pensamiento CONFLICTOLOGÍA 40 sensiblemente diferente del anterior mediante el cual poder planificar nuestra vida. Todas las teorías e interpretaciones han sido determinadas desde una circunstancia histórica, social e individual determinada, expresada siempre desde unas capacidades de lenguaje y comunicación limitadas y defectuosas que han llevado a sus autores a conocer e interpretar la realidad desde su ángulo de visión, desde sus limitaciones, traumas y condiciones. Algunos han hecho uso del razonamiento filosófico, otros tomando como fundamento el conocimiento económico o psicológico, atendiendo a elementos concretos, pocas veces intentando abarcar la totalidad o intentando conciliar las diversas perspectivas. Olvidamos, con frecuencia, que las ideas no pueden desligarse de las circunstancias de sus autores, de las circunstancias y condiciones de su vida y de su entorno social, o de las motivaciones que intervinieron en el momento de su concepción y en cómo fueron formuladas. Decía Stephen R. Covey que El modo que vemos el problema es el problema. Y Einstein, también se expresó en términos parecidos cuando estableció un principio que me parece de gran interés retener al intentar plantearnos soluciones a conflictos de todo tipo: Los problemas significativos que afrontamos, no pueden solucionarse en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando los creamos. Resulta de una importancia notable la atención que prestemos a nuestros procesos de pensamiento, a nuestras concepciones sobre el mismo. Todas las experiencias, las interpretaciones y teorías resultan complementarias. Cada una de éstas corresponde a una experiencia específica, difícilmente repetible, a unas circunstancias, capacidades y necesidades concretas. Todas resultan necesarias. De la misma manera que cualquier objeto o fenómeno natural puede ser explicado desde disciplinas diversas, por la física, la química, la geometría o la mecánica sin que necesariamente ello deba representar contradicción ni negación mutua. De la misma manera pueden observarse los fenómenos o las actitudes humanas desde disciplinas humanísticas diferentes, desde perspectivas distintas… Su estructura resulta complementaria con su análisis funcional y éste con una visión idealista o realista. Son partes, expresiones del conocimiento que surgen de experiencias concretas que, por sí mismas, no se niegan sino que se complementan. La tensión y la contradicción no surge del conocimiento, surge de las personas que interpretan los conocimientos, influidos por razones que no tienen que ver con el conocimiento en sí sino con las circunstancias, percepciones y expectativas en las que está viviendo y relacionándose. LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 41 El filósofo Richard Rorty15 aportó hace algunos años argumento suficientes para entender como, tras muchos debates intelectuales existen conflictos implícitos o latentes fundamentados en un déficit cooperativo o elementos competitivos que acaparan las capacidades de sus protagonistas. Los propios mediadores y militantes pacifistas no escapan de los estragos producidos por situaciones conflictuales sin remedio. Las órdenes religiosas, los partidos políticos, las asociaciones de amigos, las ong’s altruistas y humanitarias poseen grados similares de conflictividad interna a cualquier otra organización humana y su comportamiento es similar; de la misma manera en como familiares y correligionarios pueden protagonizar una disputa, también se produce entre grupos sociales, políticos o nacionales. Y los conflictos pueden conducir a idénticos resultados y comportar similares procedimientos. Dentro del campo propio del conocimiento, los conflictos se traducen por acusaciones mutuas en la utilización de determinadas metodologías o en el establecimiento de teorías y principios. En el ámbito de las ciencias sociales existe una desconfianza manifiesta hacia los análisis sociales próximos a la biología. Me refiero a la psicobiología y la sociobiología que en determinados momentos han suscitado agrias polémicas y se han producido acusaciones muy duras. Pero difícilmente podemos sustraernos a una realidad integral que no reconoce las divisiones que hemos hecho del conocimiento para poder obtener un pretendido beneficio a través de la especialización o la agrupación de intereses. De manera parecida a como el estrés producido por relaciones desiguales violentas afectarán la salud de los implicados, determinadas alteraciones en la salud afectarán también y de manera notable la vida social. Se trata de entender la necesidad de conciliar los conocimientos, de aprender a trabajar en programas y equipos pluridisciplinarios, de entender que, para hacer esto, resultará insuficiente aprender a colaborar entre personas con formación y experiencias diferentes si no que será necesario que ninguna disciplina participante pueda imponerse a las otras. A mi entender esto únicamente podría conseguirse cuando la labor a realizar se plantee de manera a-disciplinaria, cuando las diversas clasificaciones del conocimiento trabajen en comunión, cuando estén aliadas y posean objetivos comunes. 15. Richard Rorty, Consecuencias del pragmatismo, Madrid, Tecnos, 1996, traducción del inglés publicado en 1982. CONFLICTOLOGÍA 42 Los esfuerzos por la sobrevivencia en su sentido más amplio llevan a las personas a reaccionar con violencia frente a la posibilidad de hallar competidores. Ésta es una reacción instintiva amplificada por las capacidades inteligentes de los seres humanos. En el ámbito del trabajo intelectual y científico cuando se percibe el peligro que generan los competidores y los colegas, el esfuerzo de investigación y por hacerse con nuevos conocimientos deja paso a la tarea de controlarlo, se abandonan las capacidades investigadoras de manera gradual y se concentran los esfuerzos en la defensa o el ataque utilizando los argumentos y conceptos intelectuales como instrumentos de lucha. Se pierde la capacidad de investigar cuando existe miedo a lo desconocido, cuando lo desconocido plantea dudas, cuando la dedicación intelectual no es tanto indagar y descubrir sino apropiarse de los descubrimientos, de los conocimientos y obtener beneficio. Para llegar a conocer, a obtener nuevos conocimientos, parece aconsejable renunciar previamente a poseer y controlar, justamente, la capacidad de conocer, de aprender. La división disciplinaria del conocimiento ha significado beneficios incuestionables; la especialización ha permitido centrarse en la obtención de resultados concretos allá donde se consideraba necesario; el paso de una época en que la ciencia debía someterse a la doctrina eclesiástica y los principios teológicos representó un acto que liberó capacidades reprimidas por intereses políticos muy concretos. Sin embargo el cambio traumático que se produjo llevó a las sociedades nuevas a oponerse y renunciar a las posibilidades intuitivas de acceso al conocimiento. Los conocimientos ancestrales acaparados por las organizaciones religiosas se transformaron en anatema de manera similar a como el conocimiento científico deductivo lo fue durante la dictadura teocrática. Por otra parte, el desarrollo de la ciencia y la tecnología auspiciada desde concepciones económicas y políticas liberales tampoco está exenta de efectos indeseables. La ciencia no es aquella capacidad libre de acceso al conocimiento sino la sección de estudios de los intereses comerciales representados desde el estado o directamente por las organizaciones dedicadas a la producción de beneficios financieros. La división en disciplinas aisladas las unas de las otras, impide establecer una visión de conjunto capacitada para evaluar las consecuencias del desarrollo tecnológico y las implicaciones y repercusiones en el entorno social y de la naturaleza. Los esfuerzos interdisciplinarios no parecen ser suficientes para captar esta visión de conjunto y la necesaria colaboración. El crecimiento desigual y separado de las ciencias médicas y las sociales, por ejem- 43 LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO plo, nos llevan a conclusiones mediante las cuales se puede demostrar que, en muchas ocasiones, el causante de enfermedades o de muertes prematuras no tiene su origen en razones biológicas sino en decisiones políticas o en el funcionamiento económico. De parecida manera, acabamos concluyendo que en muchas ocasiones los conflictos no deberían ser competencia de la policía, por ejemplo, sino del sistema educativo o de las instituciones sanitarias. Que las guerras podrían resolverse y prevenirse desde planteamientos económicos o sociales diferentes o que la intervención de la Justicia o de la Política, es deficitaria de capacidades filosóficas que permitan la comprensión del ser humano, de la capacidad de gestión del cambio, de la transformación, y no de los intentos persistentes de represión y manipulación. La Teoría del Caos Es preferible vivir que definir, mostrar que demostrar. (SÓCRATES) Los primeros pasos en el proceso de configuración de lo que entendemos por Resolución de Conflictos o Conflictología se produce en un ambiente científico renovador junto al inicio de cambios sociales, políticos y económicos que resultarán determinantes para las últimas décadas del siglo pasado. En física, matemática, biología se producen aportaciones que contribuirán a modificar paradigmas establecidos hasta el momento. La Teoría Cuántica, el inicio del descubrimiento del genoma humano, la llamada Teoría del Caos,16 se producen junto al desarrollo de la Informática, de Internet y de la llamada Sociedad del Conocimiento; el ocaso de los regímenes comunistas, la llamada Globalización en el ámbito comercial, económico y de influencia política, curiosamente, las reacciones frente a estos cambios se parecen. En los Estados Unidos y en los países donde dichos cambios se llevan a cabo de manera más decidida, resurgen movimientos filosóficos y sociales anarquistas muy semejantes a los que surgieron durante la Revolución industrial y la ex16. La Teoría del Caos surge en los años 1960 de la mano de matemáticos. Las conductas caóticas se aplican en ámbitos muy diversos como en la medida de epilepsias, predicción atmosférica, modelos de fibrilización cardíaca, etc. La obra de D. L. Devaney, An Introduction to Chaotic Dynamical Systems, Nueva York, 1989, es una referencia. CONFLICTOLOGÍA 44 pansión colonial europea que significaron la constitución de la 1.ª organización Internacional socialista como alternativa al capitalismo, un movimiento integral que abarca lo político y lo espiritual, lo económico y cultural. Las teorías sobre el Caos surgen después de un largo período histórico marcado por la necesidad de contar con evidencias y con certezas. Sus precursores próximos en el pensamiento occidental fueron Poincaré y Birkhoff, al entorno de sus disquisiciones sobre los sistemas dinámicos no lineales que presentaban una alternativa muy interesante dentro del campo de la filosofía de la ciencia y en relación con los conceptos lineales y estáticos dominantes. La Teoría del Caos17 se inicia de la mano de matemáticos y físicos y únicamente más tarde será incorporada y aplicada por las ciencias sociales. Hoy se considera una aportación a la filosofía de la ciencia que nos permite abrir nuevas capacidades para poder entender mejor el funcionamiento del universo y del mismo ser humano que acaba siendo aplicado en medidas sobre la epilepsia como en comportamientos matemáticos, predicciones atmosféricas, modelos de fribrilización del corazón o en Conflictología. La aparición de estructuras autoorganizativas que crean complejidad a partir de la simplicidad y un orden superior a partir del caos a través de diversos órdenes de intercambio entre los elementos básicos que están en el origen del proceso […] El pensamiento de la complejidad debe considerarse un método para la comprensión de la diversidad más que una metateoría unificada. Su valor epistemológico podría derivarse del reconocimiento del carácter autoorganizativo de la naturaleza y de la sociedad (Manuel Castells, en La era de la información, vol. 1: La sociedad red, Alianza Editorial, p. 108). Según la Teoría del Caos, los comportamientos de los sistemas no son estudiados de manera reductiva a sus partes, como se ha venido haciendo hasta el momento. Los resultados de las observaciones no se presentan en la forma deductiva habitual y los sistemas no son tratados como si las descripciones instantáneas que se realizan resultasen descripciones completas e integrales. Un ejemplo claro de aplicación nos lo ofrece la psicología Gestalt, que influye 17. Resulta aconsejable la lectura de obras como las siguientes: R. L. Devaney, An Introduction to Chaotic Dynamical Systems, Nueva York, 1989. También la de Stephen H. Kellert, In the Wake of Chaos, The University of Chicago Press, 1993. Esta última obra al estar escrita por un filósofo resultará sin duda de mejor comprensión para lectores de formación humanista. Para matemáticos, físicos o filósofos de la ciencia, lo más recomendable consistiría en leer ambas obras. LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 45 de manera notable en las técnicas avanzadas de Mediación y Negociación, que acaban orientando su evolución hacia una comprensión holística e integradora centrada en el tratamiento y transformación de conflictos.18 Sigmund Freud y su teoría psicoanalítica contribuyó notablemente a fundamentar el desarrollo posterior de una visión holística de los problemas humanos. Una visión que supera la observación parcial del problema e intenta comprender lo que sucede a partir de las múltiples interacciones que se suceden en los sistemas vivos. De la misma manera a como la Biología aprendía a observar la vida de una manera no aislada sino en relación con el entorno en el que se desenvuelve la vida de los sujetos. Alejado en el tiempo, Sócrates reflexionaba sobre aspectos que hoy podríamos incluir en teorías avanzadas. En la obra de R. Safranski sobre El Mal19 muestra su contradicción con las ciencias sociales de su época al afirmar que éstas informan acerca de lo que es el hombre. Pero el problema del hombre está en que todavía debe llegar a ser lo que es. La hipótesis de si consta de fuego, agua o aire, y la de si al principio un torbellino se astilló en un conjunto de formas, nada cambia en el hecho de que el hombre debe dirigir su propia vida. […] La ciencia de la naturaleza no implica todavía un saber acerca de cómo hemos de dirigir la propia vida […] El saber es un no saber. De alguna manera viene a decir que hemos llegado a construir un sistema de conocimiento en base a nuestra propia capacidad de raciocinio y a esta capacidad le damos un valor universal, cuando no es así, en cuanto salimos de los límites de nuestro propio sistema de conocimiento e información sobre la realidad. El racionalismo y el empiricismo son corrientes muy útiles mientras no sobrepasen sus propias capacidades de conocimiento. A sus capacidades convendría añadir todas las otras que podamos reunir y llegar, de alguna manera, a comprender o sentir. Esta influencia no se limita a incorporar simples elementos discursivos o nominales, sino que modifica sustancialmente la manera de trabajar práctica así como los resultados obtenidos. En Gestalt, como en Conflictología, de manera parecida a como se plantea desde la Teoría del Caos, no se pretende obtener un resultado inmediato sino que observa la acción o proceso que se produce en un 18. La filosofía holística concede una categoría específica al sistema integral que supera la suma de las partes que la componen. Holismo contrasta con individualismo, con reduccionismo, atomismo y elementalismo como escuelas conceptuales. El término holista fue concebido por el filósofo John Dewey (1859-1952). 19. Editorial Tusquets, 2000. CONFLICTOLOGÍA 46 período más dilatado y, sobre todo, desde percepciones o puntos de observación diversos que aportan una visión de conjunto que va más allá de las conclusiones precipitadas e incompletas aportadas por observaciones y constataciones parciales. El sistema, el conjunto, la totalidad no puede reducirse a la simple suma de datos parciales sino que aporta un conocimiento adicional. El principio de incertidumbre en Teoría Cuántica (una cosa es la partícula, otra bien diferente la onda de la cual procede) posee una relación estrecha o parecida con la Teoría del Caos y con las interpretaciones místicas de todas las diversas tradiciones. La creencia de que la certeza es la condición básica para conseguir el equilibrio, la armonía o la seguridad tal vez no sea del todo exacta. Las actitudes basadas en la certeza supuesta deben procurar constantemente proteger su principio rector continuamente amenazado y cuestionado por un universo que se resiste a ser reducido a explicaciones surgidas del miedo a la inseguridad. La aceptación del factor de incertidumbre nos habitúa a vivir, a no sentir temor por la ignorancia y a confiar en aquello que desconocemos pero que, de una manera u otra, permite el desarrollo y evolución de la vida. Si fundamentamos el conocimiento en el significado semántico de las palabras y los conceptos, el alcance de nuestro saber se verá muy limitado, las verdades o certezas construidas con conceptos y términos serán transitorias, sometidas a los cambios, seremos esclavos de nombres y significados convencionales que nos sirven, a lo sumo, para evitar los sobresaltos que producen los descubrimientos pero veremos reducidas notablemente nuestras posibilidades de progreso… Si ya poseemos la verdad y el conocimiento, lo único que deberemos hacer será dejar de buscar, conservar y proteger los logros y morir de aburrimiento. En mis cursos sobre Conflictología recomiendo a quienes esperan intervenir en procesos conflictuales y de Conciliación que ni analicen, ni juzguen ni, por supuesto, sancionen. Mi consejo no es gratuito sino que posee un fundamento explicativo basado en la Teoría del Caos, en una comprensión holística que no juzga por actos específicos sino que intenta comprenderlos desde la amplitud y complejidad que aporta el conjunto y su proceso evolutivo. Analizar significa predeterminar, dejar de ser imparcial, tomar partido, formar parte del conflicto, renunciar a una parte importante de aquellas informaciones que únicamente puede facilitar una observación global en el tiempo y en el espacio. Frente a hechos conflictivos concretos, como por ejemplo un acto de agresión, la conclusión no debería ser tomada basándonos únicamente en este dato y sin cono- LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 47 cer el entorno y las circunstancias en que se ha producido. Sin pretender justificar, ni mucho menos aceptar la agresión como una forma más de la violencia, convendría conocer los motivos, las razones por las cuales se produjo la agresión. Si nos limitamos a sancionar, aunque fuera moralmente, perderemos la oportunidad de contribuir a solucionar un conflicto que no puede ser reducido a una de sus expresiones, a la parte más dramática y tal vez traumática, de su sintomatología. Evidentemente, la primera medida procurará evitar el ejercicio de las violencias explícitas y fácilmente localizables pero esto no es todo. Seguramente, un acto de agresión es la consecuencia de una dinámica conflictual mucho más compleja en la que es probable que ambas partes sean víctimas de errores múltiples y que el entorno en el que vivan influya también de manera importante. Conviene partir de la idea que nuestra capacidad de conocimiento resulta ser muy limitada, que el grado de certeza a que podamos llegar acaba siendo bastante relativo, que el universo no es, seguramente, un sistema predeterminado desde los conocimientos que posee la Humanidad, un organismo con leyes inexorables que pueda ser comprendido en su totalidad desde nuestras capacidades intelectuales. La sola existencia humana, capacitada para hacer uso de una capacidad transformativa inusual en otras especies ya es un elemento que contribuye a introducir la impredicción. El universo, la naturaleza en general, también posee una capacidad transformativa aunque, con relación a la vida humana, nos parezca extremadamente lenta y, por lo tanto, predecible, sujeta a normas inmutables. El lenguaje es como la pintura de la realidad, como dice Wittgenstein, y por tanto no siempre ciertas cosas pueden ser expresadas sino únicamente mostradas. Igual que el arte, el lenguaje posee buenas y malas interpretaciones y, en todo caso, su capacidad expresiva es muy diversa. Reflexionando sobre Teoría de la Comunicación y, en particular sobre el papel de la televisión en la construcción de la realidad, nos muestra cómo el discurso por sí mismo construye, al igual que el pensamiento, una realidad y, cómo este discurso se fundamenta en intereses, miedos, percepciones alteradas, mitos y algunas constataciones culturales. El conocimiento puede partir del análisis de los valores, de las certezas que profesamos… Todo ello equivaldría a describir la materia según las partículas que la conforman. También podemos observar las consecuencias que generan estos principios y la posesión de los conocimientos que poseemos. En este caso, estaríamos ana- 48 CONFLICTOLOGÍA lizando la energía, el movimiento de esta misma materia. Y también podemos observar el entorno en el que sucede y donde se desarrolla, su propia historia. Entre la percepción de poseer una botella medio vacía o medio llena, existe un elemento todavía más importante que la misma botella y el líquido que contiene. Ambas realidades descritas son ciertas, lo que varía es la valoración de la situación y esta valoración tiene más que ver con el estado del observador que con la propia botella. El sujeto que observa es el factor de mayor importancia, el objeto que observa resulta casual y secundario. Cuando utilizamos la lógica o la capacidad de pensar y racionalizar, olvidamos con frecuencia que ésta se encuentra en relación directa con nuestro estado y circunstancias, con nuestra experiencia y expectativas. El pensamiento no es una máquina y, en el caso de que lo fuera continuaría dependiendo de la función para la cual habría sido creada, su estado, circunstancias y la voluntad de quien puede modificar su función. La observación de las consecuencias de los actos, decisiones y actitudes adoptadas pocas veces se tiene en cuenta. Todo ello forma parte de una observación, de la adquisición de un conocimiento completo, de la actitud investigadora de la Conflictología. De la Política Todos los hombres sueñan con la libertad, pero están enamorados de sus cadenas. (KHALIL GIBRAN) Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz. (ALEXIS C. TOCQUEVILLE) La Política es una forma de hacer, una institución humana, pensada para rehuir la guerra, buscar soluciones pacíficas a los conflictos, soluciones consensuadas a la diversidad de intereses y la búsqueda del Bien Común. Sin embargo, con mucha frecuencia la Política no tiene mucho que ver con todo ello. La Política puede acabar siendo otra manera de hacer la guerra; una guerra en la que no se dispara ni un solo tiro pero que producirá perjuicios similares. El ejemplo más claro lo tenemos en aquellos regímenes dicta- LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 49 toriales o con déficit democráticos importantes, en los que la corrupción negará los principios del Bien Común, la reducción de las minorías, la manipulación de los medios de comunicación o el uso del secreto, la mentira y el poder en general con la finalidad de controlar, reducir o impedir el acceso a las tareas de gobierno a la mayoría o a los grupos adversarios. En el ámbito de lo político, toda agresión armada o no, posee una explicación, no una justificación. La mayoría de Estados independientes y de regímenes políticos han conseguido su estatus mediante actos de sublevación o de guerras contra el opresor o contra las tendencias liberadoras que se oponían a una unidad impuesta… Pero el problema no está en el deseo o la necesidad de libertad, sino en la manera en que se consigue. Si para poder abrir mercados nuevos, para poder gobernarse con democracia, para poder llegar a conseguir la independencia o para garantizar la propia seguridad hay que pagar con la moneda de la destrucción de vidas, de la dignidad y de la hacienda, este precio quizás sea excesivamente alto y convendrá encontrar una manera menos costosa, más inteligente, más rápida y eficaz de llegar a conseguir los propósitos. La peor crítica que, a mi modo de ver, se puede hacer a la guerra como paradigma más claro del conflicto es, justamente, su inutilidad, su elevado coste humano, moral y económico. No es suficiente nominar la Democracia para que ésta sea una realidad; los regímenes calificados como democráticos han llegado a pervertir y subvertir la significación conceptual del gobierno del pueblo y para el pueblo. El control de los medios de comunicación a través de sistemas indirectos y más o menos sutiles significa, en la práctica, la ocultación de los errores, crímenes y delitos cometidos desde el Estado que rara vez llega a denunciar una hipotética oposición política comprometida por faltas y errores equivalentes. Las denuncias y aportaciones de Noam Chomsky son suficientemente claras y explícitas en referencia a su propio país, los Estados Unidos; lástima que no exista un Chomsky en cada nación. La comunicación condiciona decisivamente la opinión pública y determina unos resultados electorales en cuyas consultas cada vez participan menos ciudadanos. Por término medio, en los países donde votar se ha transformado en el ritual que conjura todos los peligros de subversión, el porcentaje de población que participa en los procesos electorales se sitúa alrededor del cincuenta por ciento y, en algunos casos, ya está por debajo de esta cifra. La política es aquella capacidad de establecer un terreno de concordia, el foro desde el cual solventar tensiones y conflictos en- CONFLICTOLOGÍA 50 tre grupos y movimientos sociales, la manera de coordinar intereses, de administrar el bien común… Hasta que se transforma en una tecnología de control de la mayoría de la población. No resulta demasiado difícil percatarse de ello: el incremento de la corrupción desde el propio Estado, la intensificación de las medidas represivas de la libertad, el fomento del conflicto entre los ciudadanos (contra los inmigrantes, los disidentes políticos o los movimientos independentistas) o el patrocinio de conflictos exteriores, la intensificación del control y espionaje interior de la mano de los servicios secretos del Estado, la extensión de la influencia y condicionamiento partidista al sistema Judicial, los medios de comunicación y las Fuerzas Armadas. Todo ello son referentes inequívocos de la pérdida de cualidades políticas, de su perversión y de la transformación de la misma, su transformación en un sistema contradictorio que no pretende gobernar sino dominar. La Política posee sentido cuando sirve para resolver conflictos, no para generarlos; cuando los previene y gestiona en beneficio de toda la sociedad; cuando media entre los ciudadanos y las organizaciones sociales; cuando concilia las divergencias de intereses; cuando administra conjuntamente el bien común, no cuando se apropia del mismo. La incapacidad manifiesta de algunos sistemas políticos actuales de aportar soluciones a las necesidades básicas de seguridad, paz, respeto por la vida humana su integridad y dignidad, la libertad y, de manera especial por encontrar un sistema eficaz de solución de conflictos ha llevado a buena parte de pensadores dentro de la disciplina de Resolución de Conflictos a esforzarse por imaginar un sistema renovado. John Burton es, tal vez, uno de los exponentes, el cual se ha significado con mayor claridad en su propuesta de filosofía política en relación con la Resolución de Conflictos.20 El término Provención,21 del cual es autor, ya nos orienta hacia sus propuestas de filosofía política de la Resolución de Conflictos. «Provenir» es una manera de prevenir los conflictos, mediante la procuración de la extensión de la noción del bien común que impida el desarrollo de aquellas causas que en el futuro podrían generar con- 20. Conflict: Resolution and Provention, véase cita en la bibliografía. 21. Provenir significa facilitar o aportar satisfacción desde la política a las necesidades de las poblaciones administradas, es decir, procurar por el desarrollo del bien común. Por el contrario, el término prevenir, significaría aquellos planes para impedir, mediante la represión, la posibilidad de que las poblaciones sumidas en la escasez pudieran exigir su acceso al progreso. LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 51 flictos; es decir, procurar facilitar el bienestar y la libertad de toda la población y no como los poderes acostumbran a prevenir los conflictos a través de invertir grandes sumas de dinero en espionaje de sus propios ciudadanos para poder abortar y reprimir sus exigencias de participación en el progreso. Resulta interesante observar cómo la injusticia ya no se plantea tanto desde la propuesta de derrocamiento del grupo dirigente ni el cambio traumático de sistema político o económico sino que se intenta mejorar la situación proponiendo otra manera de ver, una filosofía política que no pone en cuestión la diversidad de concepciones y sistemas políticos sino la relación esencial de todos ellos con el uso de la violencia como método de gobierno, como forma de realización política, me refiero a la violencia política, a la que se practica mediante el infundio, el rumor, la manipulación de la opinión pública, la intromisión en la independencia judicial, etc. La inspiración para Burton tampoco surge del sueño utópico ni del rechazo de una parte de la sociedad, sino de la observación y la certeza empírica de que muchos de los sistemas políticos son incapaces de solventar los conflictos que se les plantea, que son los mismos sistemas políticos los que contribuyen a generarlos y expandirlos. Conflictos que no se limitan a las tensiones parlamentarias sino a la extensión de la violencia en todas las relaciones sociales. La nueva filosofía política surgida desde la Resolución de Conflictos pretende devolver las capacidades políticas a los ciudadanos, propugnar la autonomía de éstos con relación al poder concentrado por el Estado, modificar, en definitiva, las maneras violentas de comportamiento de la política actual por otras genuinas en las teorías y prácticas de la Resolución de Conflictos. Desde el análisis de los conflictos se llega a la conclusión de que no siempre los síntomas reproducen la complejidad de los mismos. La política tradicional otorga una gran importancia al sistema político; resume en éste los beneficios y perjuicios que puedan generarse. Sin embargo, los sistemas políticos tienen una importancia muy relativa. Pongamos un ejemplo. El País Vasco protagoniza desde hace décadas un conflicto en el que algunos millares de personas han perdido la vida o han sido condenadas a largas penas de prisión. Una parte importante de los vascos aspiran a separarse de España y ser independientes, a pesar de poseer un régimen autonómico muy favorable. El Gobierno español se opone frontalmente a la posibilidad del ejercicio del derecho de autodeterminación de los vascos y sus pretensiones de independencia. La confrontación produce una escalada conflictual gra- CONFLICTOLOGÍA 52 dual en la que los niveles de violencia, de una y otra parte, se incrementan y desarrollan. Para la mayoría de los vascos independentistas la solución a su problema está en la «euskaldinización» de la sociedad vasca y en la posesión de un Estado propio diferente del español; para la mayoría de vascos españoles la solución al conflicto vasco pasa por la españolización de la sociedad vasca así como impedir su independencia. Las soluciones están orientadas especialmente a los cambios estructurales como medio para influir en los ciudadanos. Sin embargo, no resulta difícil pensar que España podría mantener unas relaciones fraternales con un País Vasco independiente o que los vascos podrían sentirse plenamente realizados como ciudadanos con una identidad diferente dentro de una España unitaria, al igual que sucede con los ciudadanos españoles de Burgos o de Segovia. El problema no está en la independencia de Euskadi, ni en el carácter unitario de España, el problema no está en los vascos ni en los españoles; el problema está, en todo caso, en los procesos violentos seguidos, en la violencia utilizada para asegurar la unidad de España o para perseguir la libertad de Euskadi, en una violencia que impide el uso de la razón, que genera ofensas y deseos de venganza, que dificulta en gran manera la convivencia, la aceptación del otro, de su identidad y su libertad. El conflicto se enraíza en la no legitimización de las relaciones establecidas, en el no reconocimiento mutuo, en una historia de mutuas ofensas que no puede ser conjurado por ninguna medida política tradicional ni resuelta mediante ningún sistema de coerción y represión. Atengámonos a los resultados. Existe otra manera de hacer política, de intervenir en la solución de conflictos de carácter político, pero parte de postulados diametralmente opuestos a los enunciados tradicionalmente. La autoridad no se legitima desde lo alto, en todo caso se impone y con ello se establecen las bases de la necesaria subversión y rechazo. Las monarquías absolutistas invocaban a Dios como fuente de su razón y poder, hoy en día este argumento nos parece un engaño ridículo; sin embargo, los regímenes constitucionales invocan el mismo concepto inaccesible: la Constitución, la Patria o la seguridad del Estado. Los mismos temores con diferentes nombres. El quehacer político ya no debería justificarse mediante la creación de mitos semejantes, sino a través del desarrollo de medidas pedagógicas que procurasen por el bien común, la solución de los conflictos y el fomento de la convivencia y la cooperación. 53 LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO De la justicia y de la ética El sentimiento de miedo y el sentimiento de culpa deben servir para ayudarnos a sobrevivir y no para destruirnos. (COSTA-GAVRAS) Cualquier sistema de hacer justicia es un sistema de solución de conflictos. Sin embargo deberíamos analizar sus resultados para saber si realmente son efectivos. Si los resultados obtenidos nos muestran un incremento o una proporción notable de delitos y crímenes; si la población penal es elevada, si la víctima no recibe compensación por los perjuicios y males que le han sido inflingidos, si no se han producido procesos de reconciliación entre víctima y agresor, si el castigo es la metodología principal en el tratamiento del que delinque, si no ha habido reforma del criminal; si la Justicia deja impunes los delitos cometidos desde el poder; si el sistema Judicial se halla colapsado o burocratizado; si sucede todo esto, podemos convenir con facilidad que la Justicia ha dejado de ser útil, incluso que tal vez sea un engorro y que se haya transformado en un sistema más de practicar la injusticia. El objetivo de la Justicia no me parece que sea castigar ni tan sólo marginar de la sociedad a aquellos que han atentado contra ella. En primer lugar su función puede ser preventiva, para continuar desarrollándose en el ámbito de la solución de conflictos, el fomento de la reconciliación y de la recuperación de las víctimas. Frecuentemente se olvida de las prácticas judiciales la necesaria recuperación psicológica y moral de las víctimas, como tampoco se concede importancia a la reforma de los criminales y los que han delinquido, dejando a los criminólogos la tarea de readaptar a una sociedad injusta aquellos que no han dispuesto del suficiente poder para escapar de sus procedimientos. De manera parecida a muchas otras cosas, el poder y el Estado se han apropiado de la Administración de Justicia, transformándola en una manera más de mantener el orden social y la moral establecida. El resultado ha sido el progresivo alejamiento de la sociedad y el deterioro progresivo del prestigio y de la eficacia de los procesos judiciales. Con la aparición de las prácticas mediadoras y los planteamientos desde la Resolución de Conflictos, parece que estamos asistiendo a un proceso de recuperación del protagonismo de las partes implicadas en el desarrollo de soluciones menos lesivas y de mayor eficacia. CONFLICTOLOGÍA 54 Ya se trate de procesos de Mediación basados en ideas transformadoras, como de Justicia social, como de satisfacción de necesidades, como describen Baruch y Folguer,22 lo cierto es que las características comunes a los sistemas alternativos de solución de conflictos, ya sea el Arbitraje, la Mediación o la Conciliación, permiten superar dificultades y recuperar facultades. Veamos cuáles pueden ser algunas de éstas: • Reducir los costes emocionales de los procesos judiciales. • Reducir también los costes económicos de los mismos que recaen tanto en los usuarios como en el gasto público. • Reducir el tiempo de solución, simplificando su proceso. • Abrir la posibilidad de aprendizaje de la convivencia y recuperar el sentido de comunidad que con frecuencia llega a perderse con la excesiva delegación de poderes y funciones a políticos, funcionarios, profesionales y representantes de todo tipo. • Descubrir las causas que originan los conflictos y, por lo tanto, desarrollar la posibilidad de transformarlos en resultados positivos. • Aprender la noción de Justicia social como causa de frecuentes situaciones conflictivas, así como el valor de una cultura de paz basada en ésta. • Recuperar la autonomía del individuo frente a una sociedad acaparadora. • Aprender a conocerse a sí mismo y a conocer y valorar a las otras personas. Aprender también a respetar al adversario o a quien nos ha escogido como su enemigo. • Aprender a pensar de una manera distinta del pensamiento único, de los planteamientos binarios y de las filosofías basadas en supuestas certezas y descubrir, al mismo tiempo, las posibilidades de pensar en libertad. Lo expuesto es una simple muestra. Las diferentes aproximaciones y metodologías de Resolución de Conflictos nos abren oportunidades de mejorar la relación con nosotros mismos y con nuestro entorno. Cada caso, aunque guarde una relación de semejanza con otros, es sensiblemente diferente y, por tanto, merece un trato original, adaptado a las habilidades de quien interviene y a las carac- 22. En su obra La promesa de la Mediación, Barcelona, Editorial Granica, 1996. LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 55 terísticas de quien solicita o necesita ayuda. Las discusiones sobre cuál es el mejor sistema de Mediación me parece más un intento de acaparar el mercado de posibles clientes o cómo controlarlo desde un grupo de intereses, que una postura honesta de ser útil a quien lo necesita. No veo razón alguna para renunciar a hacer propias las reflexiones y las experiencias de otras personas interesadas en este campo y aprender a aplicarlas en la medida que se estime conveniente, citando eso sí, la paternidad de cada descubrimiento. Parece importante recuperar el sentido de lo justo del que se han apropiado los abogados como funcionarios judiciales y la jurisprudencia acumulada. Que, al menos en cuestiones de menor cuantía, sean las propias partes quienes ejerzan las funciones de solución de su propio conflicto y que lo hagan en la manera que mejor crean conveniente con la ayuda o no de una tercera persona en el papel de Mediador, Conciliador, Árbitro o Facilitador. El desarrollo de culturas de conciliación será la mejor garantía para poder prescindir de jueces, procuradores, abogados, mediadores y árbitros y permitir a las personas solventar sus propias dificultades y encarar sus conflictos y por ellas mismas. El interés social que está despertando la Mediación podría llevarnos a sustituir el ineficaz, y a veces corrupto, sistema judicial por un gremio mercantilizado de mediadores fuera de todo control moral que no contribuiría a solventar los problemas de relación y convivencia que motivan la intervención en conflictos difíciles por parte de terceras personas. La implantación de formas alternativas a las conocidas de solución de conflictos pasa, en buena medida, por desarrollar una cultura de paz y de conciliación que haga innecesario recurrir constantemente a terceras personas para resolver nuestras dificultades. Ello implicaría la transformación de maneras de pensar y de actuar que no se corresponden entre sí. Aunque la teoría se tenga clara y se lleguen al convencimiento de que son, justamente, los planteamientos binarios los que inducen a la confrontación del conflicto e incluso a algún tipo de violencia, si no poseemos la capacidad de aplicarlo en nosotros mismos, si no somos capaces de contribuir al desarrollo de formas de relación, de convivencia y de nuestra propia significación; de implantación de una cultura que concilie conocimientos, que infunda serenidad, que nos muestre la manera no violenta de luchar por lo que haga falta, de poco habrá servido el esfuerzo realizado en definir una teoría que no se corresponde con la dura realidad. No es suficiente contar con un código ético que proclame el valor de la verdad, que incite al diálogo, que permita la discrepancia CONFLICTOLOGÍA 56 sin que ello origine violencia, que reconozca la identidad y la originalidad del otro. No es suficiente construir una moral para luego no saber cómo aplicarla. Si la ética no se aprende de la experiencia directa con las dificultades de la vida, si no forma parte de una forma diferente de ver el mundo y de sentirnos libres de las ataduras del temor, del odio o del rencor. Si la ética no es la consecuencia a la que se llega por uno mismo no creo que resulte practicable. La historia de la Humanidad está llena de códigos éticos que nadie practica; morales que más que liberar someten, que más que esclarecer confunden, que en vez de suscitar su libre adhesión tratan de imponer sutilmente; que más que ser un código de convivencia acaba siendo una cuestión de conveniencia para quienes lo proponen. Cuando no se tiene la fuerza necesaria para imponer algo se opta por intentar controlar los principios morales o éticos a través de códigos de conducta que intentarán convencer de su bondad para ocultar sus objetivos reales. Si la ética no nos conduce de manera inequívoca al aprendizaje de nuestra propia liberación, no cumplirá otra función que someternos a los intereses de quienes la formularon. No se trataría tanto de plantear qué cambios y transformaciones deben promoverse a través de los procesos mediadores sino de permitir que sean las personas por ellas mismas que puedan encontrar la manera de concebirlo y de hacerlo. De hecho, volviendo al inicio de este capítulo y a la valoración general de la Resolución de Conflictos, lo que nos aporta este esfuerzo por comprender los conflictos, es decir, las dificultades de la vida, nos devuelve a los planteamientos primigenios de la Humanidad: hallar el propio sentido, redefinir las formas e instituciones sociales que poseen como objetivo primordial mejorar la convivencia, asegurar la paz, contribuir o ayudar a solucionar conflictos, recomponer y conciliar los conocimientos, recuperar a las víctimas, reconciliar a los enemigos, aprender la noción social de la justicia, redescubrir la manera de liberarnos del odio y de la violencia, procurar por una seguridad que no necesite prepararse para la guerra y que, justamente, sepa evitarlas. 57 LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO De las guerras, de las grandes y las pequeñas El hombre realiza malos actos recorriendo el camino equivocado a través del deseo, a través del odio, a través de la ilusión y a través del temor. (CANON PALI) Nos hemos situado en el confort de pensar que las guerras son siempre lejanas, y por eso las guerras siempre nos cogen desprevenidos y nos derrotan. Aquel principio que proclama «Si quieres paz, prepárate para la guerra» todavía no ha sido superado y me parece justo y acertado. En lo que difiero de manera inequívoca es en cómo prepararse para la guerra. Si conjurar la guerra consiste en hacer preparativos para hacerla me parece que no hemos entendido que de lo que se trata, justamente, es de procurar evitar la guerra preparándose para ello, para evitarla, no para llevarla a cabo. Evitar la guerra no es ignorar las posibilidades de agresión ni rehuir el conflicto, bien al contrario. Preparar la guerra de manera diferente a como se ha venido haciendo es procurar, o provenir, poner remedio a las causas que la originan, sistemas de solución pacífica de los conflictos cuando éstos lleguen a producirse y maneras de reconstrucción y recuperación cuando los conflictos no hayan podido ser evitados ni resueltos a tiempo. La manera fácil de entenderlo consiste en imaginar los recursos presupuestarios y humanos dedicados a los actuales sistemas de Defensa dedicados íntegramente a desarrollar estrategias diferentes dentro de las cuales violencia y armamentos deberían ser sustituidos por sistemas no violentos y por conocimientos sobre solución pacífica de conflictos. En este sentido, existen numerosas obras que aportan ideas concretas sobre cómo llevar a cabo una política de Defensa alternativa a la actual,23 el problema no es de ideas sino de método, de cómo llevarlo a cabo en unas sociedades dotadas de sistemas defensivos en estrecha relación con una filosofía de la agresión muy generalizada y una práctica mercantil que lo invade todo. De todas maneras, las universidades y centros de estudios militares de los países occidentales se interesan desde hace años por el conoci23. Cito algunos de los autores que han producido obras clarividentes: Gonzalo Arias, Franklin Zahn, Christian Melon, Jean-Marie Muller, Jacques Semelin, Michel S. Lund, Gene Sharp, W. Brinton, Souad Dajani o el clásico Sun Tzu y Gandhi, entre muchos otros que han dedicado o dedican a la acción y a la reflexión al entorno de la violencia y de la función desastrosa de los ejércitos. CONFLICTOLOGÍA 58 miento de tecnologías y concepciones diferentes a las actuales. Existe una cierta aproximación entre las instituciones militares y los centros de investigación de Resolución de Conflictos; también, por otra parte, algunas ong’s están recuperando para la sociedad civil la función de intervención en conflictos armados desde la perspectiva no violenta que se propone desde el movimiento de Resolución de Conflictos. Clausewitch decía que el militar debe someterse al político, como si ésta fórmula pudiera someter los militares a los intereses democráticos de la población… En una sociedad democrática ideal esta sería la mejor manera; sin embargo, en sociedades de democracia aparente la sumisión del militar al político no representa sumisión al sistema democrático sino a quien lo controla. La fórmula de Clausewitch funcionará cuando el político no dependa de quien lo financia, es decir de los intereses económicos dominantes. De la misma manera que parece aconsejable la independencia del poder judicial, también no estaría de más la independencia de un poder militar, diferente del actual, capacitado estrictamente para la protección civil, la solución pacífica y no armada de los conflictos y el desarrollo de estrategias de reconstrucción y reconciliación; una organización de estas características e independiente de los avatares e intereses de las políticas económicas sería la única manera de garantizar la seguridad que los ejércitos en su versión actual no representan. Si, por otra parte, la sociedad civil sabe hallar su lugar en un sistema político dominado por los intereses de las grandes compañías y de los grupos de poder internacionales, contribuiríamos decididamente a establecer niveles superiores de estabilidad y de gobernabilidad en el seno de sociedades complejas como las nuestras. En Europa existe un movimiento que propone la creación de un cuerpo civil, no armado, para la intervención directa en conflictos armados de todo tipo. Actualmente un grupo de ong’s,24 preparan una acción conjunta en relación a la próxima presidencia belga y sueca de la Unión Europea. También se han presentado proposiciones en este sentido en el Parlamento Europeo y en el Parlamento catalán, al menos. En los Estados Unidos, la Civil Defense Association promueve planteamientos similares. Los objetivos se centran en promover la protección efectiva de la población civil que los ejér24. Entre otras: Amnesty International, European Centre for Conflict Prevention, International Alert, International Crisis Group, Cruz Roja Sueca, etc. El documento base lleva por título: Preventing violent conflict: opportunities for the Swedish and Belgian Presidencies of the European Union in 2001. LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 59 citos convencionales se manifiestan incapaces de asegurar, el desarrollo de acciones encaminadas a obstaculizar toda acción armada provenga de donde provenga; acciones conducentes a facilitar sistemas de solución pacífica del conflicto a través de la mediación, la negociación y, por supuesto, desarrollar estrategias de prevención y alerta frente a los peligros de confrontación armada así como políticas de reconstrucción y reconciliación posteriores. De manera parecida a como sucede en ámbitos como la Política o la Justicia, la reflexión sobre los conflictos nos descubre dos aspectos importantes que se están produciendo: de una parte, la incapacidad o desinterés de los estados y las organizaciones internacionales que de éstos dependen por hallar soluciones reales, eficaces y viables a los temas cruciales e importantes como son los conflictos y lo que éstos representan en la vida de personas y sociedades. De otra parte, la presencia activa e innovadora de la sociedad que no cree ni participa de los intereses de los estados y que ha visto posible la participación e intervención en cuestiones hasta hace poco reservadas a los poderes públicos, me refiero al campo del desarrollo económico y social de los países en crisis, al de la Justicia en su vertiente más genuina de solución de conflictos; la Defensa, también en su versión más genuina como es la protección civil y la implementación de formas pacíficas de solventar conflictos y desavenencias y, por último, el uso del conocimiento con objetivos de crecimiento y liberación de los seres humanos y no como sistema de alineación y control social por parte de los poderes establecidos. De la lucha La perspectiva de la no violencia no cambia inmediatamente el corazón del opresor. En primer lugar actúa sobre los corazones y las almas de los que están comprometidos con la misma. Les proporciona un nuevo respeto hacía sí mismos, les exige una fortaleza y un valor que no sabían que poseían. Al final llega el oponente y sacude de tal manera su conciencia que la reconciliación se hace realidad. (MARTÍN LUTHER KING) La sociedad entera es un campo de batalla. Las guerras no se limitan al ámbito de las políticas de Defensa y de los ejércitos. Las relaciones humanas y sociales, el simple hecho de vivir, representa CONFLICTOLOGÍA 60 ya un esfuerzo jalonado por crisis y conflictos y también, qué duda cabe, por momentos de felicidad, de serenidad y de alegría. Sin embargo, lo que interesa es conocer en qué consiste todo aquello que nos impide, limita o reduce las posibilidades de crecimiento, de felicidad. De manera similar a como sucede en las relaciones internacionales, cuando alguien, bajo el pretexto de comentar o informar sobre alguien habla mal de aquella persona, lo que deberemos interpretar no son tanto sus palabras en sentido estricto sino su intención, las consecuencias que ello pueda desencadenar. Seguramente descubriremos que su objetivo no consiste en informar sino en producir un efecto determinado mediante formulaciones, palabras o sistemas no verbales de comunicación. Normalmente, cuando se informa de aspectos negativos, lo que se conseguirá será desprestigiar o generar suspicacias y temores. A la inversa, cuando nuestras comunicaciones se producen de manera positiva, los efectos que producirán irán en este mismo sentido. Resulta muy aconsejable la lectura de la obra de Marie-France Hirigoyen, El Acoso Moral25 en la que se describe esta extensa y profusa cultura popular sobre fórmulas de combate que hacen uso de la mentira, el rumor, el desprestigio, la ocultación de la información, entre muchas otras estrategias y métodos de lucha entre compañeros de trabajo, vecinos, familiares y correligionarios. En inglés cuenta ya con nombre propio: Moobing, es decir, todos aquellos conocimientos transmitidos oralmente, aprendidos de la experiencia práctica, instintivos, que pretenden eliminar al adversario, al competidor; producir daños morales y materiales a quienes nos han ofendido o quienes nos infunden temor… Maneras de ridiculizar a una persona, provocar que cometa errores que le lleven a perder el trabajo o a perder el control sobre sí mismo con la finalidad de desencadenar unas reacciones en cadena que lo incapaciten o le perjudiquen o hagan posible su sometimiento. Estas prácticas resultan habituales en la mayor parte de centros de trabajo y por motivos de un exceso de capacidades competitivas y un déficit importante de estímulos cooperativos. En algunas universidades, se han llegado a interponer querellas criminales por destrucción de obra; algunos profesores, por ejemplo, se han vengado 25. Se relaciona en la bibliografía, en todo caso, la editorial es Paidós y es de reciente publicación. Ésta es una de las pocas obras publicadas sobre el tema, todo y que existe una vasta cultura popular sobre las formas de «combatir» con armas como la mentira, el rumor, etc. LAS EXPRESIONES DEL CONFLICTO 61 destruyendo el trabajo de meses o de años depositado en la memoria de los ordenadores de determinados compañeros; algunos equipos de gobierno de facultades han desencadenado auténticas medidas vengativas hacia los profesores que, con la excusa de tener una ideología diferente o con cualquier otra razón, no se han sometido a sus dictados… Las consecuencias acaban siendo la pérdida de horas de clase, la marginación de grupos de investigación, el impedimento de dirigir tesis doctorales o de acceder a cargos y funciones determinadas y un largo etcétera. Dentro de los partidos políticos, las comunidades religiosas, las ong’s de carácter humanitario o entre grupos pacifistas la realidad no difiere mucho de lo que sucede en organizaciones dedicadas a la producción industrial o al suministro de servicios. Los conflictos no se producen únicamente entre organizaciones competidoras, si no que también tienen lugar en el seno de las propias organizaciones, de las familias, entre socios. Incluso, en el seno de movimientos que explícitamente se manifiestan en contra de la violencia también se producen actos de violencia al tratar de impedir el acceso a las fuentes de información o de obtención de recursos, al generar rumores y desprestigio al entorno de los que poseen objetivos similares y coincidentes con la intención de impedir el acceso a los niveles de decisión o con el objetivo de arrebatárselo a quienes desarrollan esta labor. Pienso que tales situaciones se producen cuando los planteamientos se establecen en el nivel estrictamente político, superestructural, al margen de consideraciones culturales y filosóficas que representen una transformación en las maneras de ver y hacer, en las actitudes y en las expectativas de las personas. Si los principios políticos y filosóficos no incluyen algún tipo de experiencia personal profunda difícilmente llegaremos a ser consecuentes con nuestras proclamas y objetivos y acabaremos actuando como si los principios enunciados no fueran nada más que objetos u objetivos a conseguir a toda costa y para satisfacción de nuestras necesidades de dominar, controlar o poseer. Todas las tradiciones filosóficas poseen respuestas a este problema que hacen de la política, de la relación con nuestro entorno social o de la naturaleza un simple objeto que podemos disponer sin condiciones. De manera parecida a como los problemas medioambientales tienen su origen en la consideración que la Naturaleza está a disposición incondicional del ser humano, que éste puede disponer sin tener en cuenta nuestra fundamental dependencia, los conflictos humanos también poseen, como base, la idea que las CONFLICTOLOGÍA 62 otras personas existen para satisfacer nuestras necesidades sin contar que, a la vez, dependemos los unos de los otros. El miedo a no obtener satisfacción a nuestras necesidades acaba ofuscándonos y nos conduce a intentar apropiarnos de todo aquello de lo cual dependemos. De aquí surgen los primeros conflictos. ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS Factores biológicos que determinan conflictos Algún día cuando hayamos controlado los vientos, las olas, las mareas y la gravedad, tendremos que dominar para Dios las energías del amor. Entonces, por segunda vez en la historia de la humanidad, el hombre habrá descubierto el fuego. (PIERRE TEILHARD DE CHARDIN) Con frecuencia se acostumbra a actuar directamente sobre la sintomatología de los mismos debido a la ignorancia de sus causas. El desconocimiento de los factores que los determinan nos impide ir más allá de una observación superficial. Esta manera inconsciente de afrontar los problemas acabará generando nuevos conflictos y nos llevará a cometer errores que hubiéramos podido prever y evitar. Uno de los errores consiste en considerar la comunicación como la única causa determinante de las relaciones. Todo y que es un elemento de notable importancia con frecuencia no es el origen de los problemas de relación sino una expresión, un síntoma más de la existencia de conflicto. En personas alteradas por crisis de estrés o de angustia, la insistencia, la intervención mediadora que pretende ayudar mejorando la comunicación podría ser claramente contraproducente. No conviene reducir las causas a cuestiones básicamente propias de la sintomatología, conviene ir hasta las causas últimas de las crisis, de los conflictos, si es que realmente queremos aportar soluciones, ayuda o socorro. En ocasiones, determinados conflictos pueden hallar solución o alivio atendiendo determinadas necesidades de orden psicológico, morales o materiales, como también procurando asistencia médica o facilitando a las personas o sociedades en conflicto puedan comunicarse de manera positiva. Existen casos en los que lo importante no es todo cuanto precede sino que de lo que se CONFLICTOLOGÍA 64 trata es de que puedan recuperar la serenidad y el dominio de sí mismas a través de procesos introspectivos o de comprensión de su propio significado o de adaptación a las pautas vitales que rigen la vida humana. No existe una sola razón, un solo origen y, por tanto, tampoco puede existir un solo método, un único instrumento para colaborar en el tratamiento de los conflictos. De poco serviría a una persona que padece una enfermedad que le produce irritabilidad y agresividad todos los razonamientos existentes a favor de la tolerancia. De poco serviría a una población hambrienta, oprimida y humillada los buenos oficios de alguien que les fuera a convencer del error de iniciar una revuelta armada. De poco sirve que a una persona que ha perdido el control sobre sí misma, un mediador intente mejorar la comunicación con las personas en conflicto. Se hace necesario hallar soluciones concretas para cada caso específico, encontrar la causa de mayor importancia, la primera. Sin que ello presuponga que, en ocasiones, también resultará conveniente actuar de urgencia sobre los mismos síntomas, para reducir los efectos bloqueadores o inhibidores de las soluciones propuestas, aunque ello no representará más que una medida de emergencia, provisional, no la solución al problema. El estrés es causa importante en el desarrollo de los conflictos. El esfuerzo que han desarrollado médicos, psiquiatras y biólogos en relación el estrés nos sirve decididamente en el análisis y tratamiento de conflictos tanto individuales como colectivos. Las personas, hoy en día, viven de manera cada vez más amenazada por su propia conducta y actitud; las formas de vida, los valores que rigen su comportamiento así como las exigencias sociales y profesionales y las dificultades de adaptación a una sociedad en cambio acelerado determinan niveles de estrés elevado. Enfermedad de las civilizaciones modernas, debido a una demanda excesiva de adaptación, el estrés se convierte en una de las primeras causas de mortalidad, de morbosidad y de agotamiento del organismo. El origen del infarto de miocardio, de hipertensión arterial, de úlcera de estómago, de depresión nerviosa, de agotamiento, de dolores de cabeza, de muchas alteraciones psicosomáticas e incluso de cáncer no resulta extraña al estado de estrés crónico.26 Con frecuencia, desde las ciencias sociales, los factores biológicos que inciden en los procesos sociales se han visto como peligrosos. Al26. Dr. Soly Bensabat. Director del Centro Médico François I, centro de medicina preventiva del estrés de París. Del libro coordinado por él mismo con el título Stress, Ediciones Mensajero, Madrid, 1998. ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 65 gunos autores han pretendido justificar la desigualdad social a partir de argumentos de carácter y origen supuestamente biológico, intentando demostrar que la raza o el género podían fundamentar un discurso científico que diese su apoyo a ideologías de talante racista. En mi caso, nada más lejos de esta posibilidad. Parto del convencimiento que la diferenciación biológica entre los seres humanos acaba demostrando que son muy pocas las cosas que nos separan, muchas más las que nos igualan y que si las diferencias pueden tener un carácter biológico, antropológico o ideológico, las desigualdades forman parte del ámbito esencialmente político y económico. Esta desconfianza hacia los elementos biológicos que afectan de manera notable la vida social e individual, nos ha llevado a ignorar o subvalorar factores importantes en el desarrollo de los conflictos y, por tanto, en su posible y correcto tratamiento. En muchas ocasiones, el origen de determinados conflictos pueden localizarse en causas de carácter biológico. Determinados problemas sociales pueden estimular o canalizarse a través de manifestaciones o procesos biológicos y de manera inversa, algunas disfunciones biológicas (enfermedades) pueden acabar generando conflictos sociales. El profesor Hans Selye determina los agentes productores del estrés crónico en aquellas agresiones violentas o, con mayor frecuencia moderadas, pero repetidas y próximas en el tiempo, que exigen una capacidad de adaptación continuada. La suma de pequeños estrés que acaban constituyendo a la larga una dosis total excesiva que sobrepasa la capacidad de resistencia. En todos los casos la respuesta del organismo se realiza en el plan físico, psicológico y evidentemente, en el biológico, repercutiendo en los diferentes niveles metabólicos y del equilibrio bioquímico. Entre los factores que detalla el profesor Selye27 destacan: la frustración como uno de los peores; la contrariedad y la coacción, el miedo, la decepción, la envidia, las obsesiones, las emociones fuertes sean éstas buenas o malas, el fracaso, las preocupaciones materiales y profesionales; los problemas afectivos, el divorcio, la muerte o la enfermedad de personas próximas, los celos… Además de factores físicos como el hambre, la enfermedad, la fatiga, el frío y el calor, el ruido excesivo, la polución o el trabajo nocturno. Entre los factores biológicos destaca la malnutrición y los desequilibrios alimentarios, el exceso 27. La denominación estrés proviene del Dr. Hans Selye, presidente del Instituto Internacional del estrés y de la Fundación Hans Selye de Montreal. Selye es profesor honorario y director del Instituto experimental de medicina y cirugía de la Universidad de Montreal, Québec. CONFLICTOLOGÍA 66 de azúcar, de grasas así como el exceso o la insuficiencia de proteínas o el consumo exagerado de sal, café, tabaco o alcohol. Todos los elementos citados forman parte o están relacionados con la actividad social, las formas de pensamiento y los sistemas políticos. Sin embargo, poseen un efecto sobre la salud humana directo e importante, lo que acabará afectando también a la vida social de manera también notable. La desnutrición o buena parte de las enfermedades guardan una relación directa con cuestiones económicas y políticas. Los problemas suscitados, por ejemplo, por las «vacas locas» en Europa están afectando de manera importante la salud humana y, al mismo tiempo, industrias como la ganadera, las fábricas de piensos, los sistemas de eliminación de residuos y de control de la contaminación, los gremios de carniceros, industrias cárnicas y mataderos, los hábitos y pautas culturales y los criterios comerciales en relación con la alimentación y la gastronomía. Como mínimo, tres premios Nobel han dedicado sus esfuerzos al estudio del estrés: los doctores y profesores Roger Guillemin, Sir Hans Krebs y Linus Pauling. Hans Krebs posee un interesante artículo relacionando estrés con delincuencia juvenil; Pauling sobre la relación del estrés y determinadas enfermedades y Guillemin sobre la intervención del cerebro en el desarrollo del estrés. Finalmente, es importante destacar la íntima relación existente entre los procesos biológicos, los psicológicos y los sociales, una relación que se produce de manera bidireccional que debería ser tenida muy en cuenta por los médicos que pretenden curar enfermedades que, en muchas ocasiones, podrían ser atendidas mediante medidas psicológicas, análisis sociológicos e intervenciones pedagógicas y, también, a la inversa: cuando psicólogos, políticos o pedagogos intervienen en sus campos propios, les resultaría extremadamente útil tener bien en cuenta los procesos biológicos que intervienen en el desarrollo y la vida social. Como mínimo aprenderíamos dos cosas: a percatarnos de la unión que existe entre las diversas disciplinas y aprender a establecer sistemas de colaboración real y efectiva. Recordemos como la lucha por la satisfacción de las necesidades, no únicamente de los propios intereses, genera sensaciones de angustia que poseen la función de generar estímulos que conducen a la acción. El desarrollo de procesos de angustia y de miedo es, básicamente, un proceso psicobiológico. La segregación de determinadas hormonas como la adrenalina, dopamina o serotonina poseen una función muy precisa que permite la generación de determinadas reacciones psicológicas e incluso de reacciones integrales de tipo mental, motriz, orgánico, verbal, actitudinal… ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 67 No podemos despreciar los procesos psicobiológicos que afectan notablemente las acciones y reacciones de las personas tanto en su dimensión individual como colectiva. Resulta interesante observar lo que sucede en relación con la segregación de las hormonas citadas y en relación con el desarrollo del estrés y de las tensiones que preceden al miedo. Se producen cambios importantes en la capacidad de razonamiento y de respuesta humana frente a los acontecimientos. Una situación aguda de estrés tiende a reducir las capacidades de razonamiento e incrementa aquellas otras de agresión y de desarrollo de la violencia. El estrés es la denominación para los estados de tensión que provocan los procesos de adaptación y de cambio que se producen en el entorno de las personas, ya sean cambios sociales, políticos o culturales o, simplemente, modificaciones radicales de las rutinas y del equilibrio emocional. El estrés se refiere al cambio, al conflicto que suscitan los cambios imprevistos, traumáticos, a las incapacidades crónicas de adaptación o a la falta de estímulos. Es a través de la incorporación de este campo del conocimiento biológico y médico de las causas fisiológicas de los conflictos, lo que permite pensar que la Conflictología posee también la voluntad de transformarse en la ciencia del Cambio. Existe una relación directa entre el organismo, las actitudes psíquicas y emocionales y las actividades sociales. Determinadas actitudes filosóficas y comportamientos psicológicos generaran reacciones orgánicas y conducirán a unas acciones sociales determinadas. Una situación social determinada generará una respuesta emocional concreta y ésta una reacción orgánica específica. La actividad física (alimentación, esfuerzo, sedentarismo) puede provocar determinadas reacciones emocionales y, éstas, al mismo tiempo, nos conducirán a adoptar determinaciones y comportamientos en nuestro entorno social. Ignorar o desatender esta íntima relación nos llevará a considerar una realidad fragmentada y descohesionada que nos impedirá poseer una visión de conjunto y unas capacidades e instrumentos imprescindibles para intervenir con menos error que los habituales. El hígado es uno de los órganos directamente implicado con las actitudes de envidia o los comportamientos agresivos y, por tanto, conflictuales… El problema se generará en tres ámbitos diferentes, o en alguno de éstos. Por ejemplo, en el caso de que en nuestra actividad social los conflictos son intensos y persistentes, seguramente se generarán tensiones emocionales que afectarán determinados órganos como el hígado que, al mismo tiempo intensificarán las actitudes agresivas que contribuirán a incrementar la actividad con- CONFLICTOLOGÍA 68 flictual, lo que llevará a elevar los niveles de respuesta emocional y las reacciones orgánicas derivadas que repercutirán en la escalada del conflicto. El hecho de alimentarse inadecuadamente y consumir elevadas cantidades de grasas y la ingesta de cantidades inadecuadas de alcohol o de productos tóxicos conducirán hacia el deterioro o la reducción de las funciones hepáticas, con lo cual provocaremos que la respuesta emocional se vea alterada y, con ello, nuestra actitud y comportamiento social en nuestro entorno próximo y en la toma de decisiones. El proceso puede invertirse. Si la actividad social resulta excesivamente estresante (tensiones, conflictos, contradicciones, cambios) las emociones alteradas acabarán afectando nuestra salud. Muchas enfermedades que, aparentemente no guardan relación alguna con lo social, de hecho lo tienen. El mal funcionamiento del hígado, por ejemplo, puede facilitar procesos mórbidos como la diabetes. El hígado interviene en la fabricación y almacenaje de determinadas vitaminas como A, B, D, E y K; también interviene en la reconversión del glucógeno en glucosa mediante las células hepáticas denominadas hepatocitos.28 En una ocasión en la que tuve que intervenir como asesor en un conflicto laboral, una de las personas afectadas, su médico de cabecera le diagnosticó una afección renal debido al estrés. El paciente en cuestión llevaba meses sometido a tensión constante a lo largo de su jornada laboral debido al conflicto planteado entre él y su jefe. Su director, con una calificación profesional inferior al subalterno, había desarrollado recelos y temores de verse desplazado por quien en aquellos momentos se encontraba a sus órdenes. Ello llevó al director a marginar a la persona que debía trabajar para él. 28. En la mayor parte de topologías de estrés clínicamente significativos, como el traumatismo o la infección, se observa normalmente un aumento de los índices circulantes de glucagón, de epinefrina, de cortisol, de la hormona del crecimiento, así como una disminución relativa o absoluta de la insulemia. Estas respuestas hormonales al estrés van generalmente acompañadas por un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático. La hiperglucagonemia tiende a aumentar la glucogenólisis, la glucogénesis y la cetogénesis. Un incremento de la secreción de epiferina posee una acción similar sobre el hígado y la lipólisis, lo que contribuye a incrementar la acetona en el organismo y reduce la eficacia con que los tejidos utilizan la glucosa. Finalmente, la epiferina puede incrementar la secreción de glucagón, mientras perturba la secreción de insulina. Dr. John E. Gerich (profesor de medicina y fisiología, director del Endocrine Research Unit, Mayo Clinic y del Mayo Medical School, Rochester, Minnesota, Estados Unidos. De su artículo en el libro Strees, Ediciones Mensajero, Bilbao, 1987). ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 69 Consciente o inconscientemente se percataba que, si no podía despedirlo, lo que sí podía conseguir era que fuese el mismo empleado quien abandonara su empleo agotado por el trato y el conflicto latente. Al proceso anterior se le conoce como acoso moral o moobing y los especialistas en conflictos lo tienen perfectamente tipificado en sus muy diversas expresiones y tipologías. De hecho, forma parte de nuestra cultura humana, de las reacciones y acciones que se desarrollan frente a temores y disfuncionalidades organizativas. Determinadas enfermedades generan actitudes agresivas. Úlceras, artrosis, artritis, enfermedades de origen hepático, etc. En otros es el dolor crónico el que contribuye a desarrollar irritabilidad, en otros son, simplemente, la simple segregación de adrenalina, por ejemplo, la que puede generar comportamientos molestos para las personas que conviven en su entorno (agresividad, tensión, hiperactividad). Si observamos el proceso a la inversa comprobaremos exactamente lo mismo. Las tensiones generadas por la envidia, la competitividad, el rencor o el odio llevarán a la creación de procesos emocionales agresivos y acabarán en una gradual degeneración o deterioro físico. La noradrenalina y la dopamina cerebrales desarrollan un papel intercerebral muy importante en el momento de producirse la reacción de adaptación. Estas hormonas dirigen la intervención de las diversas partes del cerebro y regularizan la conducta afectiva y emocional así como el grado de vigilancia.29 Así, de esta manera, el tratamiento de conflictos pasa por la adopción de medidas que pocos mediadores tienen en cuenta. En muchos casos, la intervención a través del arbitraje o de algunas sesiones de mediación no aportarán nada positivo y únicamente contribuirán a incrementar las sensaciones de frustración. Los conflictólogos convendrá que dispongan de una visión, unas capacidades y unos instrumentos que les permitan hacer uso de métodos de análisis y de técnicas de intervención más avanzadas y plurales. La inclusión de conocimientos sobre los procesos biológicos que intervienen en los conflictos aportarán ventajas considerables con relación a las personas monodisciplinarias o monotemáticas que seguramente tendrán dificultades para entender las causas, y por lo tanto las posibles soluciones de los problemas en los cuales intervienen. Ya no se trata de aplicar algunas técnicas aprendidas de la Dinámica de Grupos o de implementar las habilidades comunicativas. 29. Dr. Soly Bensabat. CONFLICTOLOGÍA 70 Según el fisiólogo francés Claude Bernard (1878) demostró que una de las principales características de los seres vivos reside en su capacidad de mantener la estabilidad del medio ambiente interno a pesar de las condiciones externas y las modificaciones que pudieran producirse. «La estabilidad del medio ambiente interno es condición indispensable para una vida libre e independiente.» Lo que distingue a los seres vivos del resto de objetos inanimados que se hallan en la naturaleza es, precisamente, sus facultades de adaptación a los cambios. Esta estabilidad y capacidad de adaptación biológica resulta muy próxima y similar a las recomendaciones de serenidad y armonía que muchos filósofos clásicos como Séneca o Aristóteles proponían como ideal para la vida humana. El interés de la Conflictología por los procesos de cambio y de resistencia al mismo está justificada por los parágrafos anteriores en los que se observa la relación que posee con los conflictos. El también fisiólogo belga Fredericq (1855) expresó una opinión similar a la anterior: «El ser vivo», dijo, «es de tal manera que toda influencia perturbadora provoca por sí mismo una actividad compensatoria destinada a neutralizar o a poner remedio a esta perturbación». El Dr. Canon (1939) insistió en la importancia del sistema nervioso simpático y en las descargas de adrenalina por las glándulas medulosuprarrenales que se produce cuando existen agresiones de cualquier tipo. Estas descargas de adrenalina modificarán las reacciones bioquímicas del organismo y conducirán a determinadas actitudes sociales relacionadas con la violencia. En la revista British Medical Journal del mes de mayo de 2000, se publicó un estudio conducido por los estadounidenses Ichiro Kawachi y su equipo de la Harvard School of Public Health y del Bringham Women’s Hospital de Boston, donde vienen a demostrar que las mujeres sometidas a un trabajo excesivo, con escaso control sobre el mismo y también escaso apoyo por parte de sus jefes, acaban viendo deteriorada su salud física y mental, junto con una pérdida importante de sus habilidades profesionales. Por su parte, el Centro Internacional de Salud y Sociedad y del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Londres también publicó un artículo similar en la revista The Lancet en el cual se demostraba que los trabajadores que poseen un escaso control sobre su actividad laboral tienen un riesgo significativamente mucho más alto de padecer afecciones cardíacas. El estrés laboral incrementa los síntomas de depresión y angustia, produce pérdida de energía, desinterés y problemas físicos varios. En Suecia, el estrés está considerado como una enfermedad y causa de baja laboral. 71 ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS En un estudio preliminar que dirigí30 sobre las posibles causas de insatisfacción y de origen de conflictos en el ámbito laboral, las razones y causas más citadas eran la escasa valoración y reconocimiento del trabajo que realizaban y los defectos de organización que generaban disfuncionalidades, roces, tensiones y equívocos entre los trabajadores y entre éstos y sus jefes. En general, también nos percatamos del notable desconocimiento y temor que se tiene por parte de los directivos de las causas de conflicto así como de los costes que éstos conllevan que lleva a desatender las soluciones frente a estos problemas. Los conflictos en las organizaciones representan miles de millones en pérdidas debidas a disminuciones de la productividad, en prestaciones sanitarias, en perjuicios causados por constantes boicots, huelgas y crisis. Como simple referencia formal, se considera que las bajas por enfermedad no deberían sobrepasar el 4 %, cuando parece ser que la mayor parte de las empresas lo superan. La baja laboral no se produce únicamente debido a una enfermedad ya adquirida sino que, con frecuencia, es el subterfugio para conseguir unos días de descanso o liberarse del estrés insoportable que representa asistir cada día al lugar de tortura psicológica que representa un centro de trabajo con conflicto latente constante. Los factores psicológicos y pedagógicos Ninguna persona feliz ha perturbado nunca una reunión, ni ha predicado nunca la guerra, ni maltratado a una persona. Ninguna mujer feliz ha sido indiferente con su marido y sus hijos. Ningún hombre feliz ha cometido un robo o un crimen. Ningún empresario feliz ha atemorizado a sus trabajadores. Todos los crímenes, todos los odios, todas las guerras, pueden reducirse a la ausencia de felicidad. (A. S. NEIL) Lo que percibimos está más en función de nuestra experiencia que del objeto observado. Interpretamos más lo que sentimos que 30. El año 1999-2000 en el seno del Centro Universitario de Investigaciones e Intervención en Resolución de Conflictos «Pau i Treva» de la Universidad Ramon Llull de Barcelona, financiado por el Departamento de Trabajo del Gobierno catalán. CONFLICTOLOGÍA 72 lo que llegamos a ver o lo que razonamos. Los criminalistas descubrieron que la mayor parte de violadores de menores habían sido violados ellos mismos en su infancia. El aprendizaje a través de la experiencia condiciona aquello que acabamos percibiendo psicológicamente y todo aquello que podemos estar comunicando de manera directa o indirecta a través del lenguaje verbal o no verbal, de las actitudes, las respuestas, los silencios, las interpretaciones e incluso de nuestras formulaciones. Observando las maneras de ejercer la violencia en cualesquiera de sus formas podremos determinar las experiencias vividas de quien la practica. Si invertimos el fragmento reproducido en la cabecera de este capítulo podremos entender las experiencias que han vivido las personas que engañan, que roban, que matan, que torturan o explotan. Conocer a fondo esta hipótesis nos confirmaría la necesidad de trabajar introduciendo reformas sociales, proponiendo valores y objetivos sociales y filosóficos diferentes y desarrollando terapias y procesos de rehabilitación social sistemáticos que permitieran prevenir y reconstruir procesos altamente destructivos y antisociales protagonizados por personas y grupos sociales que hoy en día no se les ha calificado y catalogado como tales. Este principio puede aplicarse tanto a individuos como a grupos y socialmente. Las sociedades también disponen de una experiencia psicológica compartida: traumas de guerras o de largos años de dictadura, de gobiernos corruptos, de dificultades o de ventajas que acabarán influyendo notablemente en la configuración de una identidad en constante transformación. Cuando la violencia es practicada por los mismos gobiernos haciendo uso de la policía o del ejército para reprimir la libre expresión y los deseos de participación social o proteger los intereses particulares de los grupos en el poder, la violencia acaba instaurándose en la misma población que la hace suya como sistema de solventar cualquier disputa; cuando la corrupción y la inmoralidad es el sistema normal de funcionamiento en las relaciones políticas, estos métodos acabarán formando también parte del sistema de relación civil. Con frecuencia no se trata tanto de mediar en procesos de comunicación defectuosa, puesto que el problema no radica en la comunicación, ésta tal vez no sea más que el síntoma, sino en las causas que han generado una percepción determinada que ha llevado al deterioramiento comunicativo; es en este punto en el cual convendrá disponer de una visión integral del caso y actuar desde una perspectiva del conflictólogo, facilitando a las partes en conflicto la recuperación de su propia autonomía, libertad y equilibrio ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 73 emocional y social. En algunos casos no conviene estimular la comunicación ya que, tal vez es esta misma la que puede facilitar el desarrollo de los conflictos. Dicen que hablando la gente se entiende, pero no podemos olvidar que también nos peleamos. No me refiero únicamente a la comunicación verbal, sino a toda forma comunicativa. Cada caso resulta diferente, cada situación merece un trato específico, no conviene generalizar y adoptar aspectos parciales de la realidad como si se tratasen de panaceas con un valor generalista. La comunicación es muy importante, no hay duda, pero los problemas de relación, las dificultades de la vida, no creo que puedan reducirse únicamente a cuestiones comunicativas. La satisfacción de las necesidades juega un papel también importante; así como los valores, concepciones filosóficas e ideológicas de la vida; el equilibrio emocional y físico y el entorno social también son cuestiones de notable importancia que no conviene minimizar. Ayudar, contribuir o facilitar que las partes en conflicto encuentren por sí mismas sus propias respuestas y soluciones no se reduce a procurar una comunicación asertiva, de hecho existen muchas otras causas de conflicto y, por tanto, también existen muchas otras posibilidades de contar con técnicas, métodos y estrategias que pueden ser aplicados. En este sentido la acción pedagógica nos puede aportar muchas capacidades que incluyen otras diferentes a la visión estrictamente psicológica. No se trata tanto de educar en unos valores preestablecidos por los dictados de la moda, una ideología o por el Estado, sino más bien de facilitar que cada una de las personas los puedan descubrir y construir por sí mismas. Se trata de educar en la felicidad, en la más profunda y amplia libertad, en saber combatir sin producir daño alguno, en amar la vida, en descubrir la serenidad en situaciones, a veces, turbulentas. Esto es el que, en todo caso, explica el sentido de los valores y de los principios éticos, lo que llevará a las personas a cooperar, a apoyarse mutuamente, a respetarse, a beneficiarse los unos a los otros. El miedo, la angustia de la incertitud, de la duda, obliga a los humanos a buscar certezas lo más exactas posibles. Parece que se hace necesario creer en algo. Para algunos será Dios, para otros la ciencia o, incluso, alguna teoría concreta. Otros encontrarán refugio en el ateísmo o en la seguridad de una organización ideológica determinada sea un partido, una iglesia o una sociedad. Incluso hay quien opta por creer que la felicidad está en función de las posibilidades de consumir, tener éxito o fama. Es cierto, existe la necesidad de seguridad, de satisfacción de necesidades, lo que puede resultar importante y diferente será la manera de hacerlo, de enten- 74 CONFLICTOLOGÍA der en qué consiste. Acostumbramos a pensar que únicamente puede existir una sola verdad, que la existencia de otras verdades las invalidaría todas y no nos percatamos que lo que existen son diversas expresiones sobre la misma cosa. Los problemas filosóficos. Más allá del dualismo Los hombres se perturban no por las cosas que les suceden, sino por sus opiniones sobre las cosas que suceden. (EPICETO) Buena parte de nuestro razonamiento filosófico se encuentra influido poderosamente por un esquema dual. Parece como si las cosas tan sólo pudieran ser blancas o negras, cuando, de hecho, tal vez no existan más que tonalidades grises o, mejor dicho, de todos los colores y tonalidades. Las actitudes duales acaban siendo excluyentes y configuran una expresión humana muy común. O es esto o lo otro. O eres nacionalista o no lo eres, o eres de esta nacionalidad o de la otra, o blanco o negro… Hace bastante tiempo, el pintor Salvador Dalí se definía a sí mismo como monárquico, anarquista, ateo y jesuita. En aquel momento entendí la frase más como un truco de marketing para llamar la atención que por sus contenidos filosóficos. Aunque Dalí no destacó por sus ideas sociales o políticas progresistas, sí lo fue en sus concepciones sobre el arte; el movimiento artístico del que formó parte rompió moldes y tabúes. Tomando por ejemplo esta frase de Dalí, lo que aparentemente nos parecería totalmente contradictorio, nos podría describir una realidad más allá de los nominalismos con los cuales acostumbramos a reducir la expresión del pensamiento o de la realidad que pretendemos comunicar. La necesidad crea la dualidad, es el yo y su entorno en el que satisfacer las necesidades lo que fundamenta actitudes dualistas. Solucionar la necesidad es romper el dualismo. Para romper el deseo se hace necesaria la acción sin finalidad, la acción desinteresada, sin objetivo preciso ni explícito. El miedo se incrementa cuando se incrementa la dualidad y se estimula el ego produciendo una disminución del sentido de unidad, del valor de lo colectivo de la realidad plural social y de la realidad de la propia naturaleza, del universo. Esto que nos puede parecer tan extraordinariamente abs- ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 75 tracto tiene una traducción en la vida práctica cotidiana, forma parte de una de las causas fundamentales de conflicto. La consideración, tanto individual como colectiva, de formar parte del entorno en que vivimos o de considerar éste como el lugar donde simplemente satisfacer nuestras necesidades y deseos, esta simple construcción mental predetermina actitudes bien diferentes. Todas las tradiciones filosóficas y las escuelas espirituales y místicas han formulado parecidas conclusiones y propuesto vías diversas para acercarse. Me remito a éstas. Nuestras sociedades son muy heterogéneas. La movilidad social, los sistemas de comunicación y de transporte eficiente y la globalización de la economía permiten una visión de conjunto que se resiste a ser reducida a patrones generalistas y estereotipados. Lo cierto parece ser que las personas somos muchas cosas al mismo tiempo y que, a lo largo de la vida, cambiamos constantemente, nos transformamos. No podemos negar que la anarquía, para poder llegar a ser realidad, necesita de unos niveles de orden bastante altos, que las monarquías no absolutistas pueden permitir niveles altos de libertad; que la filosofía atea de negación de Dios posee muchos puntos en común con las filosofías religiosas de búsqueda y afirmación del Absoluto. Resultan ser, de alguna manera, dos caras de la misma moneda; de similar forma en que el placer y el dolor poseen más puntos en común que de divergencia, aunque tengan signo contrario, ambos se determinan y definen por las sensaciones. Mani, el gran místico persa, así como sus seguidores, fueron acusados de dualistas, de aquí el concepto maniqueo, cuando justamente eran todo lo contrario y cuando sus acusadores y perseguidores que lo llegaron a torturar, asesinar y desacreditar se regían por una filosofía dualista llevada al extremo. Únicamente los que piensan de manera dualista pueden llegar a justificar y practicar los males inflingidos a otros. El mal debe ser combatido, los malos sacrificados, únicamente los buenos poseen derechos. Éste es el razonamiento y la justificación de quien ve la vida en blanco y negro y no reconoce grises, texturas, tonalidades ni colores. Mani y sus seguidores no desvinculaban la forma de pensar, de la manera de vivir; veían ignorancia o error y lucidez allí donde los otros dividían las cosas y las personas en categorías morales, como buenas o malas. Siglos más tarde, en Europa, los llamados Cátaros, de manera de pensar y vivir similar a la de los maniqueos históricos, siguieron la misma suerte. También fueron perseguidos y ultrajados por aquellos que asesinaban en nombre del bien y para combatir el mal. La 76 CONFLICTOLOGÍA Iglesia cátara apenas tuvo tiempo de perdonar y desaparecer, como anota Anne Brenon, historiadora de los movimientos heréticos occitanos.31 Las morales que determinan el bien y el mal difieren sustancialmente de aquellas otras que propugnan simplemente el bien y creen que los males son errores graves debidos a causas concretas como bien pudiera ser el miedo o la ignorancia que, evidentemente, conviene que sea conjurado, resuelto o establecido un remedio u otro. De todas maneras, parto del convencimiento ya expresado de la complementariedad de las diversas expresiones e interpretaciones y la necesaria conciliación de las mismas a través de una colaboración en la que las tensiones pueden servir de estímulo y no la excusa de su represión. Aspectos antropológicos de los conflictos Los seis errores del hombre: la ilusión de que las ganancias personales se consiguen aplastando a los demás. La tendencia a preocuparse por las cosas que no se pueden cambiar o corregir. Insistir en que una cosa es imposible porque no podemos conseguirla. No querer prescindir de preocupaciones banales. Rechazar el desarrollo y el perfeccionamiento de la mente y no adquirir el hábito de leer y estudiar. Intentar obligar a los demás a creer y vivir como nosotros. (MARCO TULIO CICERÓN) Determinadas culturas son proclives a la valoración del conflicto, mientras que otras parecen decantarse por fórmulas de denuncia de los mismos y el esfuerzo por hallar sistemas de conciliación. Las primeras son sociedades en las que se favorecen actitudes como el valor, el honor, la iniciativa y la lucha como parte de una filosofía y una concepción del modo de vivir que interpreta y traduce los esfuerzos por sobrevivir y la dureza del medio. Los Sikhs,32 representan el caso paradigmático de valoración positiva de la violencia, aunque de hecho, prácticamente todas las sociedades y de todas las épocas poseen elementos que contribuyen a lo mismo. En el caso 31. Brenon ha publicado diversas obras sobre los cátaros, una de éstas remarcable lleva por título Le vrai visage du Catarisme, obra traducida a otras lenguas. 32. Se refiere a la religión Sikh en Punjab, India y Pakistán. Fundado en 1469 por Guru Nanak. Son más de veinte millones. ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 77 de los Sikhs, es patente y evidente. La violencia acaba siendo un ritual, un ideal ascético que convive a lo largo de toda su vida y que da sentido al martirio y la inmolación. De hecho, también los primeros cristianos valoraban religiosamente el martirio, así como algunas de las corrientes radicales musulmanas o algunos bonzos budistas que se autoinmolaban cuando las circunstancias requerían un sacrificio de tales proporciones. Toda la literatura épica está llena de escenas, ejemplos y argumentos en favor de las actitudes heroicas que llevan al sacrificio cuando se trata de dar testimonio de una fe o un convencimiento a toda prueba o cuando se trata de sacrificarse por otros. La gran diferencia, en todo caso, radica en el lugar que se ocupa, si es como víctima o como verdugo, pero este componente violento que encontramos en muchas culturas posee elementos comunes. Seguramente, uno de los pueblos más pacíficos del planeta son los Semai, en Malasia. Los castigos son prácticamente inexistentes, los niveles de crímenes muy bajos, los homicidios inexistentes; las peleas anecdóticas. Por el contrario los más violentos seguramente son los Waorani amazónicos del Ecuador; en las seis generaciones últimas, el 60 % de las causas de muerte lo ha sido por homicidio, sin embargo sus características sociales, sus formas de organización resultan ser muy similares,33 así como el medio ambiente en el que viven y su régimen económico, alimenticio, climático, etc. Las diferencias entre unos y otros se sitúan en el ámbito, primordialmente, de lo filosófico, religioso o de las concepciones y valores sobre el mundo y sobre sí mismos. El pueblo Semai considera que vive en un medio hostil, mientras que los Waorani no; los Semai poseen creencias en espíritus malignos y en otros protectores que les confieren actitudes de prevención y de apoyo en determinadas situaciones; por el contrario, los Waorani, sus niveles de creencias se centran básicamente en sus propias capacidades y consideran el mundo a su entera disposición con la finalidad de conseguir sus propósitos; para éstos, los que no son Waorani, son considerados como enemigos potenciales, mientras que para los Semai, los otros pueblos son observados con curiosidad y asimilados a la propia condición humana. Mientras la idea de hostilidad hace a los Semai prudentes y les conduce a valorar la ayuda mutua, a los Waorani, su extrema con33. Waging Peace: The Psychological and Sociocultural Dynamics of Positive Peace, en Anthropological Contributions to Conflict Resolution, artículo de Clayton A. Robarchek y Carol J. Robarchek. Se cita en la bibliografía. CONFLICTOLOGÍA 78 fianza en sus propias capacidades les lleva a afrontar todo tipo de riesgos y despreciar la vida de quienes no son capaces de defendérsela. Mientras los primeros conceden una gran importancia al grupo, los segundos son individualistas e independientes. Las mujeres Waorani paren solas y sin asistencia, los viejos son abandonados a su suerte y los hombres jóvenes no ven inconveniente en salir a cazar solos durante días que transcurrirán en un medio selvático con muchos peligros objetivos. La relación sutil y determinante entre los valores y las formas de vida se muestran en los ejemplos precedentes con una claridad indiscutible. Sería absurdo tomar partido por los Semai o los Waorani, por sus concepciones y sus formas culturales; pero sirven como ejemplos paradigmáticos para saber qué conviene «recetar» en un caso u otro. Ambas culturas poseen valores y utilidades indiscutibles. Las culturas como la de los Semai son un ejemplo a seguir cuando se vive inmerso en culturas similares a los Waorani, y viceversa. Para ambos el peligro está en ellos mismos, los Waorani podrían verse autoaniquilados o suscitar el ataque de sus vecinos como simple acto de defensa; los Semai, por su parte, podrían ser aniquilados o sometidos por cualquier pueblo con alguna tendencia similar a un waorani. Los unos viven temerosos y los otros mueren seguros de sí mismos. Lo que resulta interesante destacar en este capítulo es la importancia que poseen los principios rectores filosóficos aunque éstos no sean explícitos, los valores y concepciones, su traducción en actitudes psicológicas y su adaptación a formas pedagógicas que acabarán implantándose en formas culturales globales que no siempre guardan una relación directa con el tipo de organización social o de actividad económica que se desarrolla. En la realidad de las sociedades occidentales u occidentalizadas sucede algo similar a como sucede en los ejemplos anteriores. Las actitudes más agresivas se corresponden con aquellas que se sienten formar parte del poder establecido o que poseen convicciones de su propia superioridad frente al mundo que les rodea y que consideran a su disposición. Pero las actitudes pacíficas, en ocasiones, se fundamentan en el temor y la represión social sutil. Convendrá conciliar ambos extremos, procurar por la colaboración entre estas dos formas opuestas de concebir el desarrollo de la vida y de las relaciones: vivir serenamente, luchar sin odio ni violencia, confiar en uno mismo y aprender a vivir en la incertidumbre y el respeto por lo desconocido. Japón fue en el pasado una nación belicosa que vivía en armonía. A caballo entre el siglo XIX y el XX Japón mantuvo guerras con ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 79 China, Rusia, ocupó Malasia y pretendió ser el líder de Oriente; al mismo tiempo, en la cultura japonesa, todavía hoy entre las personas mayores, responder negativamente a una pregunta es considerado un acto descortés y violento. Ello ha llevado a más de un gajin (extranjero) a verse envuelto en complicaciones. Recuerdo que cuando viví en Japón me advirtieron que nunca formulara preguntas en sentido afirmativo como, por ejemplo: ¿Este es el tren que va a Osaka? Puesto que la respuesta, tanto si lo era como si no, sería siempre afirmativa. Era necesario hacer la pregunta de manera interrogativa: Cuál es el tren para Osaka, con lo cual obtendría la respuesta correcta y necesaria. En Japón, los planteamientos, incluso la misma denominación Resolución de Conflictos, resultaba inadecuada. Los conflictos se rehúyen, como en Occidente no se acostumbra a hablar en público de temas escatológicos, sexuales, etc. Sin que ello no quiera decir que se ignoren y desatiendan; incluso la polémica, el debate o la crítica resultan estridentes e inadecuados culturalmente. Los japoneses, como en todo Oriente, el valor de la armonía es primordial de manera parecida a como en Estado Unidos, por ejemplo, lo es la eficacia. Tomar el té, el arte japonés notablemente influido por la filosofía zen, el mismo Aikido, una arquitectura que procura adaptarse al medio natural sin destacar, la gastronomía, todo forma parte de una concepción armónica, suave. La manera de solventar problemas o conflictos se desarrolla de manera indirecta, actuando más en el entorno que directamente. Se procurará buscar solución a problemas que puedan generar desazón o intranquilidad, se integrará el problema dentro del grupo, se insinuarán posibles soluciones, se intentará facilitar la calma, el sosiego como métodos de facilitar la solución de los conflictos sin incidir directamente sobre los protagonistas de los mismos, al mismo tiempo que se marginarán las manifestaciones agresivas y violentas y también se evitará hablar directamente del problema o del conflicto que genera. De manera bien diferente a como acostumbramos a actuar en otros países. 80 CONFLICTOLOGÍA Elementos pedagógicos y políticos en la solución de conflictos La impaciencia fomenta el miedo, el estrés y el desánimo. La paciencia se manifiesta en la confianza, en la decisión y en un sentimiento de pacífica satisfacción. (WAYNE W. DYER) Mientras la Mediación se inscribe dentro de procesos básicamente propios de la psicología del acto comunicativo interpersonal, pero no aporta alternativas a los conflictos colectivos y políticos mientras no sea reduciéndolos a sus dimensiones interpersonales; la comunicación social, el desarrollo de una pedagogía pacificadora y unas estrategias políticas conducentes a enmarcar los conflictos en contextos oportunos desde donde puedan gestionarse se hace necesario, dado que en muchas ocasiones los conflictos no pueden tratarse como conflictos entre personas concretas. Tanto la pedagogía de P. Freire34 como de Neil poseen elementos muy interesantes relacionados con los conflictos. Uno desde la perspectiva liberadora del oprimido, el otro desde una óptica libertaria a la búsqueda de la felicidad. Sus planteamientos sirven en los procesos educativos formales pero también poseen una capacidad de adaptación al medio político, el cual tan deficitario se encuentra de recursos pedagógicos con relación a los procesos de pacificación de la vida colectiva. El caso próximo del conflicto vasco resulta aleccionador. Desde el Estado, máximo responsable de la convivencia y la seguridad de los ciudadanos, se viene desarrollando sistemáticamente una pedagogía de la confrontación, una escalada conflictual basada en formas violentas retransmitidas a través de todos los medios de comunicación y como reacción y respuesta a los asesinatos de ETA. El fomento del odio, la desinformación y la mentira se combinan con acciones policiales e injusticias penales con el propósito de doblegar la capacidad criminal de ETA, una capacidad que puede ejercerse con extrema facilidad y que, el tiempo lo confirma, resulta extremadamente difícil reducir a pesar de los cuantiosos elementos represores con que cuenta el Estado. El conflicto vasco ha dejado de ser, con la colaboración del Estado, un asunto propio de un grupo armado marginado de la política y se transforma en un conflicto entre naciones. La formación de frentes, el llamado Constitucionalista o españolista 34. Me refiero a la obra Pedagogía del oprimido. ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 81 y el Soberanista o nacionalista (vasco) es cada vez más patente. Éste es un ejemplo a no seguir por lo que hace referencia al desarrollo de estrategias de solución de conflictos políticos violentos. En vez de reconocer la existencia de la disidencia, de identidades diferenciadas, de proyectos políticos distintos, se niegan. En vez de procurar por la valoración del diálogo se potencia la confrontación. En vez de procurar por el desarrollo de culturas de paz, de sosiego, se facilita todo lo contrario. En vez de facilitar la alianza y la reconciliación se procura redoblar la dureza de la vida política. Ganar una batalla no garantiza ganar una guerra. La televisión y los conflictos Los medios de comunicación juegan un papel destacado en la generación o solución de los conflictos. El caso de la antigua Yugoslavia es significativo. Milosevich, como secretario general de la liga de los Comunistas yugoslavos, aprovechando un mitin serbio en zona albano-kosovar ordenó preparar piedras y un grupo de serbios que se enfrentaran a los albaneses al finalizar el acto político con la intención de que los serbios presentes fueran atacados. Previamente había acordado con el director de la televisión serbia la necesidad de grabar la algarada. Posteriormente, la televisión serbia aprovecha la agresión con insultos y piedras a los serbios para poder justificar e iniciar un conjunto de hostilidades y decantar la opinión publica serbia hacia un cambio sustancial en la dirección política y el inicio de la guerra. Lo que hubiera podido resolverse mediante negociaciones políticas y estrategias de reducción de las tensiones, se optó por la peor solución. Los resultados han sido evidentes y desastrosos. Años de guerra, división y empobrecimiento del país y una desmoralización que tardará décadas en superarse. Este tipo de estrategias resulta común en muchos conflictos. Los Estados Unidos urdieron el propio hundimiento de uno de sus navíos de guerra fondeado en el puerto de La Habana para poder entrar en guerra con España y favorecer la independencia de Cuba que le permitiese transformar la isla en una colonia suya, como así fue durante un tiempo. Algo parecido pudo pasar en Pearl Harbor en relación con la necesidad de involucrar a Japón en la Segunda Guerra Mundial con la finalidad de poder derrotarlo y someterlo a las estrategias comerciales norteamericanas. El uso de la provocación para poder iniciar un conflicto es una táctica antigua utilizada en el ámbito tanto bélico como político y en conflictos interpersonales. CONFLICTOLOGÍA 82 En el caso del Japón, la televisión recientemente inventada también jugó un papel importante, en este caso como terapia de pacificación de una sociedad belicosa como la japonesa de aquella época. Sin embargo, durante el tiempo en que el general McArthur fue comandante de las fuerzas de ocupación del Japón fue él mismo el que se encargó de redactar de su puño y letra la ley que debía regir la recientemente inaugurada televisión japonesa. Una de las primeras series que emitió se denominó «Quiero convertirme en una ostra» que tuvo un éxito espectacular y que las personas de edad todavía recuerdan. Se trataba de un alegato a la paz y de un mensaje, en clave poética y cinematográfica, a olvidar y trabajar. La figura de la ostra es significativa, se encierra en sí misma en las profundidades del mar protegida por su caparazón y su ocultamiento y, con el tiempo, llega a fabricar una perla, representación del trabajo sistemático, de la belleza y de la riqueza. De hecho, la historia del Japón de posguerra siguió al detalle el proceso enunciado en el título de la primera serie televisiva japonesa. En la ciudad de Mostar, en Bosnia, una de las medidas que se tomaron consistió en facilitar al inexistente y destruido canal de televisión de la ciudad un equipo completo que facilitó TV3 (Televisión de Cataluña), con la finalidad de restablecer la comunicación social, cuestión básica para poder iniciar procesos de normalización de la vida social después de la guerra que destruyó parte de la ciudad y creó una separación profunda entre las comunidades bosnia y croata. El regalo en cuestión llevaba una dedicatoria, un manual de uso, por así llamarlo. La televisión debía regirse por el código deontológico del periodismo y no podía utilizarse como instrumento político y, mucho menos, con finalidad de agitación ni de promoción de la violencia. La ética de los periodistas deja bien claro que el acto informativo se basa en la veracidad, la objetividad y en el respeto. Durante la guerra, en toda Yugoslavia se había hecho uso de la radio y de la televisión con finalidades militares conducentes al desarrollo del odio y la venganza, la diseminación de la mentira y la desinformación de la población civil. Otras medidas encaminadas a la reconstrucción de la convivencia en una ciudad como Mostar dividida, donde cada persona conocía quién había asesinado a algún miembro de su familia o de su círculo de amistades, con la participación de asesores europeos, consistió en diversas medidas entre las que destaco algunas de ellas, auténticas formas de pedagogía política orientada a la solución de los conflictos: ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 83 • El restablecimiento de la seguridad en la ciudad aconsejó el despliegue de un sistema de policía. Dado que un mismo policía no podía cubrir el territorio de las dos comunidades puesto que sería asesinado por la comunidad a la que no perteneciera, se optó por organizar la vigilancia con policías de ambas comunidades por parejas; sin embargo, como ello podría producir enfrentamientos entre los mismos policías, se optó para que éstos fueran acompañados por un tercer policía de alguno de los países de la Unión Europea que evitaría el enfrentamiento y, al mismo tiempo, procuraría por establecer entre ambos lazos de camaradería. La manera en que algunos policías llevaban a cabo esta misión consistía en procurar momentos y temas de conversación «normales» que contribuyeran a normalizar las relaciones; así, de esta manera, conducían la conversación a hablar de temas salariales, de mujeres o de fútbol siempre y cuando no se refirieran a los equipos locales. • Restablecer las relaciones ciudadanas normales era sumamente difícil. Se optó por incidir en la población adulta que no hubiera participado por su edad en actos de violencia: los jóvenes de alrededor de quince años. Se organizaron fiestas en las que se contrató a conjuntos musicales de moda europeos, se levantaron carpas en zonas neutrales como uno de los puentes reconstruidos que unían las dos partes de la ciudad. El objetivo consistía en facilitar el encuentro de hombres y mujeres jóvenes en un ambiente festivo. La iniciativa no era original, de hecho las políticas europeas de intercambios juveniles iniciadas en la posguerra europea poseían una finalidad similar. • También se ofrecieron subvenciones a personas que decidieran abrir una cafetería o restaurante con terraza, la idea consistía en facilitar lugares públicos de encuentro y relación, recuperar la normalidad de la vida urbana, ayudar a reconstruir los edificios destruidos, devolver la vida a las calles, procurar que las personas no tuvieran presente cada día los horrores de la guerra vivida… Algo parecido también se produjo en Ruanda y Burundi inmediatamente después de la guerra civil y de las matanzas indiscriminadas de población civil indefensa. La Fundación Search for Common Ground facilitó equipos de radio a grupos de periodistas mixtos, Utus y Tutsis, con la finalidad de restablecer la comunicación entre las comunidades enfrentadas. Los únicos requisitos consistían en observar escrupulosamente los principios de la ética perio- CONFLICTOLOGÍA 84 dística y desarrollar una estrategia informativa que permitiera reflexionar sobre lo sucedido desde la serenidad a la vez que se intentaba recuperar el hábito de convivir y compartir, al menos en los programas radiofónicos. En Sudáfrica, durante el período de transición entre el régimen de apartheid y de reconocimiento de derechos civiles para la población negra, se produjeron enfrentamientos violentos entre grupos étnicos africanos en pugna por un poder político que veían posible a través del proceso democratizador. Una periodista de la BBC familiarizada con los procesos de Resolución de Conflictos utilizó su labor informativa en una manera eficaz de contribuir a la pacificación de los grupos armados que competían con las armas en la mano en su lucha por alcanzar el poder político al que aspiraban. La realización del reportaje sobre estas bandas armadas se transformó en una auténtica terapia que contribuyó, en la escala que se produjo, a disminuir la tensión y los actos de violencia protagonizados hasta entonces. El reportaje preveía que fuese realizado por los comandantes de las diversas organizaciones armadas enfrentadas. Con ello se produjo, finalmente, un encuentro entre éstos que les ayudó a descubrir que, en definitiva, unos y otros tenían mucho más en común que en disonancia. Eran hombres jóvenes con problemas de marginalidad y acostumbrados a una cultura que valoraba la violencia, con parecidos problemas y muy similares expectativas. El trabajo de realización en equipo del reportaje también contribuyó a desarrollar lazos de solidaridad espontáneos al poseer objetivos comunes que alcanzar y contribuyó decisivamente a que reflexionasen conjuntamente sobre lo sucedido y sobre las posibles salidas al conflicto. Todos estos elementos que acabo de citar son los que adolecían y los que permitían el desarrollo de acciones violentas entre ellos. Las continuas acciones de represalia mutua contribuían a fomentar en ellos sentimientos de odio y venganza, la falta de objetivos comunes los enfrentaba, el mutuo desconocimiento generaba temores, la urgencia de la acción armada les impedía reflexionar sobre lo que estaba sucediendo y protagonizando y, por supuesto, les impedía pensar en la posibilidad que pudiera existir alguna otra solución más que continuar destruyendo la vida de quienes les amenazaba y destruía. En relación con el conflicto vasco, todo y ser de menor envergadura, está sucediendo algo parecido pero a la inversa. Los medios de comunicación social, prensa, radio y televisión están empeñados en difundir una visión de los adversarios políticos nefasta. La utili- ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS 85 zación del sarcasmo, la difamación, la mentira o la ocultación de la información veraz ha sustituido en buena parte el ejercicio periodístico independiente bajo la presión de los poderes públicos. Tales medidas, justificadas por la actividad criminal de ETA, transforman en corresponsable subsidiario al propio Estado y lo sitúan como parte beligerante de un conflicto que más que protagonizar debería contribuir a su resolución. La Guerra del Golfo fue el ensayo de una nueva forma de hacer la guerra que, más tarde volvería a aplicarse en Yugoslavia, en la llamada Guerra de Kosova. Fue, tal y como lo define Manuel Castells, una guerra instantánea35 en la cual la participación de la televisión y, en general los medios de comunicación social, resultan esenciales para conseguir el apoyo y complicidad de la opinión pública y la obtención de los recursos financieros necesarios. La noción de «Guerra instantánea» presupone, como dice Castells, asegurar tres aspectos importantes: • No debe implicar a los ciudadanos comunes, ha de librarla un ejército profesional. • Debe ser corta, incluso instantánea, de modo que las consecuencias no se extiendan, drenando recursos humanos y económicos y suscitando preguntas sobre la justificación de la acción militar. • Debe ser limpia, esterilizada, mantener la destrucción, incluso la del enemigo, dentro de unos límites razonables, debe ocultarse de la opinión pública y crear una imagen propia de las actuaciones bélicas. La acción política es fundamental en los procesos de prevención y solución de la violencia, pero no siempre es así. Prevenir conflictos, en el sentido que se otorga al concepto provención, significa dotarse de sistemas realmente democráticos de respeto, protección y promoción a las minorías; significa también facilitar la integración de las poblaciones inmigradas desde el respeto por sus características culturales; la existencia de políticas sociales que garanticen la recuperación de la marginalidad y la justicia social de los menos favorecidos en condiciones de dignidad. También debería representar la evitación sistemática de la corrupción, de los delitos cometidos desde el Estado y del cumplimiento escrupuloso de la ley y de to35. Manuel Castells, La era de la información, vol. 1: La sociedad red, p. 532, Alianza Editorial. CONFLICTOLOGÍA 86 dos los Derechos Humanos por parte del Gobierno, al mismo tiempo que se prevé una clara independencia del poder Judicial y la no intromisión de las Fuerzas Armadas en asuntos políticos. Favorecer la participación ciudadana en los asuntos públicos, el bien común y desarrollar pedagogías que reconozcan y valoren la pluralidad y la buena convivencia. Los problemas políticos no están tanto en los sistemas e instituciones políticas sino en el uso que se hace de las mismas; tampoco se encuentra tanto en las ideologías sino en la interpretación y aplicación que se hace de éstas. En nombre de la Paz, la Libertad y la Justicia se han cometido los peores desmanes. Es, fundamentalmente, una cuestión de método. Un método que no pueda estar en contradicción con los principios o valores proclamados. APROXIMACIÓN A LA CONFLICTOLOGÍA Conflictología es sinónimo de Resolución de Conflictos y de Transformación de Conflictos, denominación o disciplina en la que me he formado —y agradezco a quienes me enseñaron—, con la que me identifico por sus características plurales e integradoras, sus fundamentos epistemológicos y científicos y su carácter innovador y comprometido. Así pues, con el vocablo Conflictología, subrayo lo que ya se entiende internacionalmente con la denominación y concepto citado. La Conflictología es un paso más en el desarrollo de las ciencias del conflicto, del cambio, como concepto muy vinculado a las realidades conflictuales, una a-disciplina tal y como lo define Burton, una aplicación desde el concepto de Caos a las circunstancias humanas y sociales en las que se desenvuelve la vida adoptando la significación conflictiva de toda tensión, de todo esfuerzo. El término Conflictología y sus derivados como Conflictólogo, etc., solventa, a mi modo de ver, la dificultad en el uso de tres palabras para definir una disciplina, un concepto o quehacer como es en el caso de Resolución de Conflictos, así como facilitar una construcción semántica adecuada. También posee una intencionalidad explícita de contribuir a proponer un término lógico que reúna las diversas denominaciones para definir aquella ciencia, disciplina o quehacer que engloba toda la significación y la integralidad que hace referencia al Conflicto. Evidentemente no se trata de sustituir ni reducir la riqueza terminológica que se ha ido generando al entorno de los conocimientos sobre los conflictos, bien al contrario. Se trata de proponer su colaboración, su sistematización y su uso coherente como ya vienen haciendo algunos autores que han dedicado sus esfuerzos a confeccionar diccionarios y enciclopedias de Resolución de Conflictos… O Conflictología. La significación polivalente de términos como Resolución, Transformación o incluso Gestión, dificultan su comprensión inequívoca, lo que sin duda el término Conflictología podría llegar a re- CONFLICTOLOGÍA 88 solver. Creo también que empieza a ser hora de efectuar un esfuerzo por reunir las diversas aportaciones de disciplinas y corrientes diversas y expresar con claridad que todas ellas poseen más elementos en común que de divergencia. El carácter a-disciplinario y el creciente uso de programas interdisciplinarios facilita la colaboración de disciplinas muy dispares centradas en algo tan común e importante como es el conflicto humano. Desde la perspectiva de la Conflictología podemos profundizar, incorporar y desarrollar la cooperación de disciplinas y quehaceres científicos aparentemente distanciados y dispares como la matemática, la física, la biología junto con la filosofía, la sociología, psicología, historia o la antropología. El estudio de los conflictos integra todas estas perspectivas de manera explícita, razonada y conciliadora. Estos son algunos de los motivos para proponer el término Conflictología como la compilación de conocimientos y procedimientos de análisis e intervención pacífica referidos al conflicto, al cambio, a la guerra, al problema, la crisis o el caos. Cuando razonamos sobre un problema de la vida cotidiana o de relación, no hacemos más que hacer uso de la lógica, de nuestra capacidad de racionalizar, de analizar y de comprender con la finalidad de encontrar soluciones a los problemas de entendimiento, problemas que la simple formulación o la incapacidad de hacerlo, puede generar confusión, interpretaciones erróneas y, por lo tanto, conflictos. Conflictos que pueden derivar hacia procesos obsesivos o depresivos o, tal vez, estimular nuestra agresividad debido al malestar que nos produce. En ocasiones, aprender a razonar, a entender los procesos, puede ser una manera fácil y muy barata de ayudar a encontrar soluciones a los conflictos. Con frecuencia los conflictos dejan de tener sentido cuando modificamos su planteamiento o, en otras ocasiones, cuando recuperamos las facultades físicas o psíquicas normales después de un período alterado; de la misma manera como también, de manera muy frecuente, los conflictos se solucionan a través de la transformación de los mismos o basándose en efectuar cambios en la manera de ver, entender o vivir. La Conflictología se centra en el estudio y el análisis de los conflictos en su acepción más amplia e integral, abarca también todas aquellas técnicas, procedimientos, métodos, estrategias y tácticas que hacen posible facilitar ayuda a las partes en conflicto, de manera que sean los propios autores de los conflictos los que por ellos mismos encuentren solución y remedio. La Conflictología parte de la necesidad primera de conciliar los conocimientos que se enfrentan, a veces, desde las trincheras y los intereses disciplinarios, gre- APROXIMACIÓN A LA CONFLICTOLOGÍA 89 miales o de intereses. Hace uso de cualquier vía de conocimiento, ya sea en el campo de las ciencias sociales como de las ciencias de la naturaleza o de las ciencias exactas. Es, por lo tanto, un oficio transversal, propio de cualquier profesional y adaptado a su particular punto de vista. La Conflictología asume como terminología propia todos aquellos términos, conceptos y denominaciones relacionados con el conflicto, la crisis, el cambio; la terminología propia de Resolución de Conflictos, aquella que, a título simplemente indicativo y enunciativo, no limitativo, se hace referencia en el apéndice de esta obra, con el título Diccionario de Conflictología, glosario o vocabulario propio. El término conflictólogo designa al estudioso o experto en Conflictología; conciliador, facilitador o pacificador, por citar sólo algunos entre otros; designa a las personas con habilidades para intervenir en el arte de solucionar, mediar, resolver o gestionar situaciones de conflicto o de crisis. Una manera de comprender al ser humano o las sociedades que configura es desde las perspectivas que hacen referencia a los actores como tal, es decir, al estudio descriptivo de estas mismas personas y sociedades. Otra manera de aproximarse sería en función de sus necesidades, retos y problemas. La Conflictología se inscribe, más bien, en este segundo grupo; su interés no es tanto el estudio estático y neutro del ser humano sino de este mismo como actor y protagonista de sus actos, de sus actitudes, de su problemática existencial referida a los conflictos que protagonizará o en los que se verá implicado; es interés de la Conflictología reflexionar sobre las inquietudes humanas y sus esfuerzos por vivir, de una manera dinámica, integral, dentro de un universo por conocer. En el fondo, todo nos lleva a lo mismo, las visiones parciales siempre acaban complementándose y nos pueden llegar a ofrecer aquella visión de conjunto que siempre es motivo de búsqueda. La aproximación al ser humano y a la sociedad que configura a través de sus conflictos acabará por transformarse en una visión global, dinámica, una vía más de acceso al conocimiento, un conocimiento que debe ser plural aunque los métodos puedan ser parciales. En ocasiones algunas personas confunden los conceptos de Mediación y Resolución de Conflictos asimilando la una a la otra. Es normal que suceda puesto que el crecimiento y el desarrollo de las diversas maneras de ver y de intervenir con relación a los conflictos aprenden unas de las otras y se da la tendencia a asimilar lo ajeno a lo propio. Sin embargo, conviene dejar claro que mientras la Mediación está centrada en el desarrollo de las capacidades comunicativas para ayudar a las partes en conflicto, desde el punto de CONFLICTOLOGÍA 90 vista de la Conflictología ésta se define, desde sus principios, como aquel quehacer analítico, teórico y de intervención práctica global e integral, que no excluye ninguna aportación disciplinaria, ningún concepto ni denominación, ni ninguna habilidad aplicativa en relación con los procesos conflictuales y críticos de las personas y de las sociedades que éstas conforman. Existe una voluntad expresa de reunir los conocimientos y prácticas que la Humanidad ha acumulado y posee con relación a la reflexión sobre los conflictos, de ser la ciencia del conflicto, del cambio como proceso muy vinculado a los conflictos, al igual que la violencia, la crisis o la solución de problemas de razonamiento que derivan en conflictos. Si repasamos la bibliografía existente en el ámbito de la Mediación descubriremos su carácter repetitivo, centrado en el desarrollo de técnicas muy concretas de mejora de la capacidad comunicativa, con escasas diferencias entre una y otra modalidad y poca reflexión sobre el conflicto, su significación, su origen y causas; sin incluir capacidades analíticas ni procedimentales adicionales como las que se proponen desde una visión amplia que incorpora tanto la mística como la matemática o la biología. En el ámbito de la Mediación tampoco encontramos menciones a la importancia de la Justicia social como una de las causas posibles de conflicto, ya que el movimiento de mediadores procura situarse dentro de una cierta asepsia tecnológica desde una visión neutral más que imparcial. No existe una delimitación, para la Conflictología, a las capacidades comunicativas, ni una sola técnica o manera de abordar los conflictos como de hecho plantean el Arbitraje, la Mediación o la Negociación en sus también diversas modalidades, sino que abarca orígenes y causas de todo tipo como queda reflejado en esta obra: causas biológicas, razones filosóficas y orígenes psicológicos o metafísicos entre muchos otros, que en el caso de la Mediación o la Negociación, por ejemplo, distan mucho de sus planteamientos. Su interés se centra en el Conflicto como concepto que va más allá de su significación restrictiva y cualesquiera de sus manifestaciones, dimensiones o expresiones. No se detiene en los conflictos interpersonales sino que también se interesa por aquellas otras manifestaciones intrapersonales o conflictos o crisis con uno mismo y, por supuesto, también engloba los casos de conflictos sociales, políticos, internacionales, etc. Existen aportaciones teóricas que nos llevan a poder creer que existe una explicación general sobre el origen, la formación, el desarrollo y las manifestaciones de los conflictos que son comunes a todos ellos, aunque cada caso posea sus características propias y APROXIMACIÓN A LA CONFLICTOLOGÍA 91 sea aconsejable establecer tratamientos adecuados para cada uno. Entre las guerras internacionales y un proceso violento de divorcio existen muchos puntos en común y lo único que lo puede diferenciar son sus dimensiones, el escenario en el que se produce, el coste económico y las armas utilizadas para combatir. Las causas, estrategias, desarrollo y consecuencias acaban siendo equivalentes y muy parecidas. A lo largo de los, aproximadamente, cincuenta años en que viene desarrollándose esta disciplina, se está produciendo algo más que una convergencia de conocimientos al entorno de una problemática humana tan destacada como son sus conflictos. Junto a la toma de conciencia de los problemas medioambientales que acaban cuestionando el progreso tecnológico y el sistema de crecimiento económico común a todas las ideologías, no tanto sobre la base de presupuestos utópicos o partidistas sino a consecuencias graves explícitas de naturaleza biológica, junto a cambios de percepción de una ciencia que ha descubierto el valor de la impredicción, desde la Resolución de Conflictos se está repensando y replanteando la función de instituciones sociales ancestrales como la Política, la Justicia, la Defensa, la Religión, que parece conducir hacia otras maneras de hacer, de pensar y de vivir. Como resumen de este breve capítulo, se puede determinar que la Conflictología se define según las características siguientes: • Es una a-disciplina, es decir, posee un carácter pluri e interdisciplinario y lo supera en un esfuerzo por conciliar conocimientos, disciplinas y tendencias. Este carácter abierto no renuncia a incorporar ninguna fuente de conocimiento del campo de las ciencias sociales, de la filosofía, la mística, también de la matemática, la medicina o la biología. • Se centra en el conocimiento y la intervención práctica en el Conflicto, como sinónimo también de crisis, problemas, procesos de cambio y conceptos similares en relación con la significación de lo que representa el esfuerzo y la dificultad por vivir. • Es transversal y común a cualquier quehacer, ya sea reflexivo o aplicativo, con relación a las personas, grupos y sociedades en conflicto. • Abarca todas y cualesquiera de las corrientes, tendencias y concepciones teóricas, todas y cualesquiera de las técnicas, métodos, estrategias y sistemas pacíficos o no violentos, que contribuyan a ayudar en la solución o mejora de los conflic- CONFLICTOLOGÍA 92 tos, de las relaciones o de la convivencia, de los procesos de cambio y crisis. • El conocimiento genera transformación y, consecuentemente, una reacción espontánea de compromiso con uno mismo, el desarrollo de una actitud consecuente sin la cual la pretendida adquisición de un nuevo saber resultaría dudosa. TRATAMIENTO Y TRANSFORMACIÓN DE CONFLICTOS Los esfuerzos por entender un problema acostumbran a tener como objetivo la búsqueda de soluciones. Rara vez dedicamos nuestras energías sin esperar obtener algún tipo de resultado. Lo que no quiere decir dejar de actuar, todo y que, la no acción, también puede obtener resultados concretos. En la solución de conflictos, el error que acostumbramos a cometer es el de querer predeterminar una solución concreta, una solución al margen de las partes que están viviendo y protagonizando el conflicto, aunque pretendamos hacerlo con toda nuestra mejor intención. Perseguir unos resultados predeterminados representará actuar violentamente y, tarde o temprano acabaremos fracasando. Al intentar que dos partes en conflicto mejoren sus capacidades comunicativas, por ejemplo, estaremos implícitamente procurando facilitar que aquellas personas puedan solucionar sus problemas de relación por ellas mismas y a su plena satisfacción. Nuestra labor se limitará a facilitar, mediar o conciliar los puntos de vista diferentes, para que las personas implicadas puedan asumir sus propias responsabilidades y sus propias soluciones. El ser humano, durante toda su vida, está dedicado a encontrar satisfacción a sus necesidades, es el instinto de sobrevivencia. Todo el mundo aspira no únicamente a comer, beber y disponer de un lugar donde dormir cómodamente y en seguridad. También buscamos una vida emocional y social satisfactoria. Cada individuo, cada cultura, dispone de unos valores y unas expectativas propias, muy similares entre sí pero identificables individualmente. Para unos la felicidad o el bienestar puede consistir en adquirir niveles determinados de comodidad; para otros será la aceptación social, las relaciones afectivas, dinero o seguridad o, casi siempre, una mezcla de todo esto en una proporción que varía con el tiempo. De hecho estaremos hablando de lo mismo aunque situemos las prioridades en orden distinto. Cada edad de la vida posee prioridades diferentes. CONFLICTOLOGÍA 94 Los jóvenes seguramente concederán mayor importancia a encontrar un trabajo bien remunerado, las personas mayores valorarán más la estabilidad o el interés del trabajo en sí. Si la generación de conflictos se produce en el déficit, en la insatisfacción de alguna de las necesidades —no me refiero a intereses, sino a necesidades, es distinto— y de la angustia o estrés que ello comporta, la solución a este conflicto puede situarse fácilmente en la satisfacción o la corrección de este déficit. Ahora bien, no siempre se trata o se pueden satisfacer todas las necesidades o, incluso, los deseos.36 En nuestras sociedades actuales fundamentadas en el crecimiento y el consumo sin límites esto puede comprobarse con bastante facilidad. El crecimiento y el enriquecimiento se conciben para una minoría, si lo fuera la mayoría ya no tendría el mismo sentido ni tampoco la capacidad del Planeta sería suficiente para contentar a una población ilimitada con deseos ilimitados. Obtener cada vez más no significa llegar a satisfacer el deseo de poseer más. Se hace conveniente distinguir entre necesidad y deseo. Quien más tiene, más pide. Los drogadictos no conocen el límite en su necesidad adquirida de consumir estupefacientes. La solución no pasa por suministrar todo lo que puedan pedir sino en llegar a conseguir que no tengan necesidad de droga. Evidentemente, existen necesidades de las que no podemos prescindir como puede ser el alimento o el sueño. También conviene distinguir entre necesidad, deseo e interés, puesto que a veces hay quien lo confunde. Por necesidad me refiero a aquello que realmente es necesario para vivir, para sobrevivir, de manera íntegra, es decir, con dignidad. Por deseo se entiende aquello que puede parecer una necesidad pero que en realidad no lo es; es decir, se comporta como una necesidad puesto que produce angustia por satisfacerlo pero realmente es algo adquirido; el consumo de drogas, es un ejemplo paradigmático de ello, su consumo no es necesario para la vida pero quien se inicia acaba siendo como si lo fuera. Finalmente, por intereses entiendo cuando se produce un esfuerzo o una lucha por preservar o conservar los privilegios y ventajas conseguidas. Por ejemplo, es interés de los esta- 36. Los deseos se asemejan a las necesidades pero no lo son. Son pensamientos compulsivos que mantienen una cierta relación de semejanza con las necesidades básicas y que el único objetivo está en la satisfacción por sí misma y no responde a ninguna urgencia en el mantenimiento y desarrollo de la vida. El budismo posee razonamientos muy interesantes a propósito de los deseos como construcciones del pensamiento y relacionados con lo que los psicoanalistas llaman el ego. TRATAMIENTO Y TRANSFORMACIÓN DE CONFLICTOS 95 dos velar por sus intereses territoriales o comerciales frente a la posibilidad de secesión o de pérdida de un mercado determinado; o cuando una persona lucha por defender su influencia o supremacía en determinadas instituciones o en relación con el poder que ostentan personas concretas. Cuestión de razonamiento, cuestión de método «Si miras el problema no verás la solución». Esta frase resume una manera de hacer diferente a la que habitualmente llevamos a cabo en el planteamiento de los problemas, y facilita la comprensión sobre la existencia de otras maneras de observar, de analizar, de intervenir y de comprender los fenómenos humanos. Decía Einstein que «un problema sin solución es un problema mal planteado». Con frecuencia, los conflictos no son más que problemas mal planteados, su solución pasa pues por variar o modificar su planteamiento, hacerlo desde un ángulo diferente de percepción. En este sentido, solucionar conflictos adquiere una connotación que va mucho más allá de la significación restrictiva y semántica del término Resolución, que no es más que una forma de expresión enunciativa y no limitativa, nominación de algo que va mucho más allá de su simple expresión. La sabiduría popular también nos enseña que, en ocasiones conviene «consultar con la almohada». Es decir, buscar la manera de cambiar el planteamiento o las circunstancias o estado en que se produce. Nuestra experiencia personal, a la que me remito, nos facilita comprender estas afirmaciones. Cuando al final de un día ajetreado en el que se han desarrollado tensiones y nos hemos visto envueltos en dificultades, nuestras capacidades físicas y psicológicas se han visto alteradas y disminuidas, con lo cual cualquier planteamiento nos resultará excesivo y tenderemos a finalizarlo por la vía de calificarlo como irresoluble o de adoptar actitudes radicales arbitrarias. La solución acostumbra a pasar por algo tan simple como descansar. Después de unas horas de sueño reparador, los problemas continuarán exactamente donde los hemos dejado, sin embargo nuestra manera de observarlos, de comprenderlos y de imaginar soluciones puede ser totalmente distinta y decididamente positiva e imaginativa. Está claro que no me estoy refiriendo a problemas de envergadura; simplemente estoy apuntando una metodología que CONFLICTOLOGÍA 96 todos conocemos pero que muchas veces olvidamos o menospreciamos porque nos cuesta aceptar que las soluciones simples también pueden ser buenas. Si tomamos todo esto como ejemplo, podemos imaginar con facilidad soluciones más complejas a problemas y conflictos de mayor envergadura pero respetando el mismo método o sistema. El cansancio después de un día intenso puede ser comparado o asociado con la pérdida de aquella capacidad de sosiego que nos permite ver las cosas complicadas de manera no problemática. No siempre se hace necesario actuar, en ocasiones tal vez conviene exactamente lo contrario. Algunas veces parece mejor poner tierra y tiempo de por medio, intentar restablecer el propio equilibrio interior, la salud, el entorno en el que vivimos o nuestras expectativas vitales. En estos casos, podríamos decir que los conflictos ni se resuelven ni nadie media en nada, simplemente, los conflictos, los problemas y las crisis se diluyen por sí mismas, desaparecen, dejan de tener significación y apariencia. GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS Medicina que pacifica37 Una buena parte de las prácticas médicas poseen como objetivo restablecer integralmente un organismo alterado, desequilibrado, agotado y en crisis. Medicinas de culturas distintas llevan a través de métodos diversos hacia el mismo objetivo de restablecer la normalidad, este estado de actividad permanente que tiene capacidad de gozar plenamente de la vida. Los diversos tipos de depresión, la irritabilidad, los miedos, los estados de ánimo alterado, las preocupaciones abrumadoras, la incapacidad para gozar de la vida, la ausencia de serenidad, de sosiego o de felicidad, la dificultad de adaptación a los cambios, las ofuscaciones y obsesiones, apatía, la ausencia de paz interior a pesar de las dificultades, la agresividad persistente, la desorientación que angustia, los sentimientos sombríos y de culpa, el odio y el rencor, los miedos y fobias, anorgasmia, agitación, son síntomas y preludio de actitudes conflictuales y de crisis futuras o presentes. En ocasiones tales síntomas nos descubren conflictos latentes o presentes que difícilmente podremos resolverlos a través de otras técnicas y métodos y sin contar con la ayuda de las medicinas que pacifican. Al mismo tiempo, estas mismas afecciones también podrán ser «curadas» a través de procesos psicológicos, filosóficos y sociales. Algunos estados depresivos encuentran su origen en las dificultades de adaptación que las sociedades modernas exigen. Altos ni- 37. Conviene prevenir, como se acostumbra, que aunque los tratamientos que se proponen en esta obra son, por lo general, carentes de peligro y de efectos secundarios o indeseables, conviene consultar con personas convenientemente preparadas para aportar su consejo desde la relativa garantía de poseer los conocimientos necesarios imprescindibles. Médicos, farmacéuticos, enfermeras y personal sanitario en general así como personas formadas y con experiencia probada y acreditada en el campo de la fitoterapia, homeopatía, técnicas psicológicas, nutricionistas, etc. CONFLICTOLOGÍA 98 veles de competitividad, estrés, alimentación irracional, culturas represivas, culto al éxito, crisis espiritual... Ayudar a cambiar puede significar modificar procesos depresivos que, de otra manera, resultaría muy difícil erradicar. El uso de técnicas diversas y terapias combinadas y complementarias pueden incrementar la eficacia del tratamiento de conflictos que, mediante una sola técnica, llevaría mucho tiempo superar. Dormir y comer son dos actividades vitales fundamentales. Su mal funcionamiento será la causa o la consecuencia de crisis y conflictos. Actualmente estas dos actividades están objetivamente alteradas por ritmos de trabajo y formas de vida y debido a la contaminación y adulteración alimentaria a través del sistema de producción. No se trata únicamente de contraer la enfermedad de las «vacas locas» sino de las carencias graves en calidad nutritiva de la mayor parte de alimentos producidos o procesados industrialmente. Las carencias de determinados componentes (vitaminas, oligoelementos, proteínas) o el contenido elevado de sustancias perniciosas (DDT, metales pesados, exceso de grasas) acaban teniendo consecuencias en la salud humana, en el comportamiento y en la actitud frente a las dificultades y los conflictos, lo cual acabará generando situaciones críticas. Los neurotransmisores cerebrales son los responsables de que nos sintamos felices, tranquilos, motivados, con energía para afrontar las dificultades o, por el contrario, deprimidos, irritables, enfadados. El organismo encarga esta función a los aminoácidos entre otros nutrientes como la serotonina, encargada de producir sensaciones de bienestar y de inducción al sueño. Junto a la dopamina, la noradrenalina y otros, el cerebro se capacita para sentirse optimista o decae y las sensaciones acaban siendo deprimentes. La carencia de vitamina B3 está relacionada directamente con la irritabilidad, la inestabilidad emocional, la confusión y las manías persecutorias. Dicho de otro modo, las dietas que incluyen, por ejemplo, arroz integral, frutos secos, legumbres, verduras y cereales integrales favorecen las capacidades de concentración y la serenidad mental gracias a su riqueza en vitaminas del grupo B. El exceso de grasas, por ejemplo, dificulta el transporte de oxígeno, glucosa y micronutrientes hasta las neuronas lo que llegará a generar procesos de hipo o hiperglucemia que llegarán a afectar el estado de ánimo de manera notable. Una alimentación variada y equilibrada, que incluya cereales, leguminosas, fruta, frutos secos y, si se quiere, proteínas de origen animal, de calidad biológica garantizada, ingerida en un ambiente GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS 99 tranquilo, relajado y que aporte satisfacción su ingesta es una garantía a medio y largo plazo de equilibrio emocional, de buen estado de ánimo, de sensaciones de serenidad. El sobrepeso, la alimentación apresurada y en tensión, irracional y fundamentada en criterios publicitarios acabará produciendo unos efectos contrarios a los descritos anteriormente. El Hipérico o Hierba de San Juan (Hypericum perforatum) es el substituto del Prozac (fluoxetina) en el tratamiento de estados depresivos leves y carece de efectos secundarios. La función del Hipérico se centra en la regulación de la serotonina, responsable de los sentimientos y actitudes positivas, del estado de humor, del sosiego o de la irritabilidad, de los estados de miedo y ansiedad. Esta hierba medicinal aporta bienestar psíquico, autoestima, interés por la vida, mejora el apetito y la calidad del sueño. Además del Hipérico existen otras sustancias de fácil acceso y sin contraindicaciones como son las siguientes: • El Tilo, ayuda a calmar la mente, facilitar el sueño y es un buen remedio para el estrés y el miedo suave. Existen extractos y preparados de mayor eficacia que las infusiones. • La Melisa, indicada en estados de ansiedad, irritabilidad y desazón. • Kava-Kava. Utilizado por sus cualidades sedantes y para reducir los estados de ansiedad y combatir el estrés crónico. • Natrum Muriatricum, medicamento38 homeopático, apropiado para personas sensibles con tendencia a la tristeza, al resentimiento, con deseos de venganza, irritables. • Pulsatilla. Medicamento homeopático, para personas con problemas de autoestima, sentimientos de culpabilidad y semejantes. • Ignatia Amara, medicamento también homeopático, para situaciones en que las personas poseen sentimientos de odio, rabia y desesperación. 38. Para las personas incrédulas o que ignoran de qué se trata la homeopatía, conviene recordar que es una especialidad médica reconocida por las facultades de medicina, los colegios de médicos, avalada por una importante literatura clínica, la existencia de laboratorios farmacéuticos de prestigio, asociaciones profesionales. Los medicamentos homeopáticos se venden en las farmacias, su tratamiento está integrado en el sistema de la Seguridad Social de países como Alemania… Referencias bibliográficas: George Vothoulkas, Las leyes y principios de la homeopatía en su aplicación práctica, Editorial Paidos, Barcelona, y de Keith Souter, Homeopatía para los trastornos emocionales, Madrid, Editorial Edaf, 1981. CONFLICTOLOGÍA 100 • Esencia floral de geranio. Tratamiento conocido como «Flores de Bach».39 Tratamiento apropiado para las personas que les resulta difícil superar las dificultades normales de la vida. • Esencia de Narciso. Tratamiento de «Flor de Bach» apropiado para momentos de insatisfacción, de egocentrismo, de desánimo. • Esencia de Morgallana, tratamiento similar al anterior que conviene a personas con dificultades para olvidar ofensas y temores. • Rescue, tratamiento similar al anterior, de efectos inmediatos y eficaz frente al miedo y la angustia irracional. En general, los tratamientos con «Flores de Bach»40 y la homeopatía resultan ser muy apropiados para tratar estados de ánimo implicados en procesos conflictuales. Las depresiones suelen comportar un conflicto con uno mismo no resuelto, así como la incapacidad para superar los miedos y resolver las dificultades y problemas que se presentan. Tanto una como otra terapia o tratamiento estimulan las propias capacidades del organismo para que sea este mismo, y no la sustancia que se introduce, la que resuelva el problema. En este sentido, se asemeja a las técnicas normalmente utilizadas en Resolución de Conflictos, en las que el Mediador, Pacificador o Facilitador no sustituye a las partes involucradas en un conflicto, no dirige ni planifica la solución, sino que se limita a facilitar, ayudar o inducir a que las personas solucionen por ellas mismas sus propios problemas. Resulta extremadamente útil al iniciar una intervención procurar que las personas involucradas en el conflicto dispongan de las mejores condiciones posibles, tanto ambientales como de estado de ánimo, para poder acometer el esfuerzo de participar en sesiones 39. Los tratamientos con Flores de Bach se venden en farmacias, su creador fue el médico y botánico inglés Dr. Edward Bach. Su composición es muy simple, su utilización carece de riesgo y peligro, no posee efectos secundarios ni colaterales; la administración equivocada no produce efecto alguno. Existe bibliografía botánica y clínica abundante, así como laboratorios legalmente autorizados. 40. Existen 38 remedios ordenados en grupos que responden a las características de quienes se sienten abatidos, la hipersensibilidad, quien sufre incertidumbre, quien se siente indiferente, sentimientos de soledad, para el miedo y para los excesivamente preocupados. Se recomienda la lectura de: M. Pastori y R. Gracia, Enfermedades psicosomáticas y Flores de Bach, Editorial Índigo, y Susana Veilati, Tratado completo de terapia floral, Editorial Edaf. GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS 101 de mediación o en procesos más complejos de solución del conflicto. Nuestras mejores teorías pueden venirse abajo si no hemos sido capaces de prevenir y preparar las condiciones necesarias para intervenir en su ayuda. La importancia de la mente: el perdón, la reconciliación y la serenidad El organismo humano produce y administra una sustancia con la finalidad de producir sensaciones de bienestar próximas a lo que humanamente entendemos por felicidad, se trata de la Endorfina,41 de composición y efectos parecidos a la morfina posee la función de equilibrar los efectos de la lucha por la sobrevivencia y de superación de los esfuerzos y dificultades de la vida. Las mujeres en el momento del parto segregan importantes cantidades de endorfinas destinadas a contrarrestar los efectos dolorosos y angustiosos en el momento de dar a luz; ello explica las depresiones posparto al disminuir drásticamente la segregación de endorfinas, una vez concluido el parto. También puede contribuir a explicar las actitudes de algunas personas de acometer riesgos o, incluso, de provocar conflictos, puesto que en tales ocasiones también es probable que se produzcan segregaciones extras de endorfinas, además del incremento de la segregación de adrenalina que produce, combinadamente, sensaciones euforizantes. A diferencia de la morfina, la segregación de endorfinas no reviste riesgo alguno para la salud, aunque puede crear una cierta dependencia en la provocación de situaciones en que se produce un incremento de los niveles de esta droga natural endógena. Los sistemas de provocar de manera inocua y recomendable mayores aportes de endorfinas son a través de las técnicas de visualización, la meditación y el yoga. El PNL,42 la autosugestión y la fantasía,43 la sofrología, el hipnotismo, la musicoterapia, el ejercicio físico, la risa,44 etc., son sistemas carentes de riesgo que contribuyen a redu- 41. Lectura recomendada: Jeff Goldberg, Las endorfinas, Barcelona, Editorial Gedisa. 42. Programación Neuro Lingüística. 43. H. E. Stanton, El factor fantasía. Cómo utilizar la imaginación para resolver los problemas cotidianos, Editorial Plural. 44. David García Walker, Los efectos terapéuticos del humor y de la risa, Editorial Sirio. CONFLICTOLOGÍA 102 cir el estrés, recuperar el sosiego, incrementar los índices de endorfinas y aprender de procesos psicológicos profundos que afectarán positivamente el desarrollo de nuestra vida y la superación de situaciones de conflicto y crisis. Las actitudes mentales y las actividades satisfactorias que podamos prever influirán la producción natural de endorfinas y contribuirán a aprender a crear una cultura práctica del bienestar, de paz y de felicidad sin efectos indeseables, colaterales o contraindicaciones. Los sentimientos de odio, rencor, venganza o insatisfacción son causantes de actitudes que derivarán en conflictos que contribuyen notablemente al deterioro de nuestra salud psíquica y física. Hallar la manera de perdonar45 las ofensas, de liberarse de los sentimientos de culpa y rencor, de reconciliarse, puede ser la manera de superar estados de ansiedad y frustración, provocados o mantenidos por nuestra propia actitud hacia los resultados obtenidos en nuestras relaciones o en relación con nosotros mismos. Existen numerosas psicoterapias que pueden ayudar y contribuir a superar estos estados, cada una de éstas sirven a tipos de personas y situaciones diferentes, dependerá de la habilidad, los conocimientos y la intuición de quien intervenga, escoger o recomendar uno u otro método. Veamos algunos ejemplos:46 • Corrientes diversas psicoanalíticas. Útiles en conflictos inconscientes de génesis infantil. Es una técnica de introspección poco directiva que intenta descifrar las causas de los conflictos,47 en algunas ocasiones podría resultar inconveniente su aplicación, si se trata de personas con afecciones psicológicas graves. Conviene que la persona que lleve a cabo el tratamiento sea un profesional especializado. • Corrientes de concepción conductual o cognitiva, PNL. Posee un carácter directivo o autodirectivo cuya finalidad consiste en modificar respuestas inadecuadas y programar actitudes 45. Robin Casarjian, Perdonar, una decisión valiente que nos traerá la paz interior, Editorial Urano. 46. Bibliografía recomendada: Jonathan Zuess, De la depresión a la ilusión. Cómo recuperar el bienestar emocional por métodos naturales, Editorial Integral. También: la obra de la Dra. Sigrid Flade, Las causas físicas del desequilibrio interior: Bálsamos para la mente, Editorial Integral, y la de Diana Saltón, La conciencia de vivir. El ejercicio, los alimentos y la meditación. Propuestas para mejorar la calidad de tu vida y controlar las tensiones diarias, Editorial Alta Fulla. 47. Lectura recomendada: S. Arieti y J. Bemporad, Psicoterapia de la depresión, Editorial Paidós. GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS 103 nuevas. Útiles para aprender a manejarse con síntomas y carencias.48 Contribuye a estimular los aspectos positivos con la finalidad de equilibrar las respuestas negativas y autodestructivas y es aconsejable en personas con dificultades para sobreponerse a sus problemas. • Corrientes experienciales. Terapia Gestalt y Psicología Humanista, Psicología Transpersonal, Terapias o Dinámicas de Grupo. Se fomenta la recuperación de la autenticidad por la misma persona, el psicoterapeuta sirve de elemento de catarsis pero no dirige.49 • Terapias psicocorporales: Yoga, Tai-Chi, Aikido y otras artes marciales. A través del trabajo corporal se toma conciencia de las tensiones, de su significado psicológico y se procura resolver sus conflictos.50 Representan soluciones a medio o largo plazo, combinan los efectos saludables del ejercicio físico y de la introspección. • Meditación. Existen muchos sistemas, sus métodos son similares a los anteriores con la diferencia que no existe prácticamente actividad física. Su gran ventaja es la extrema versatilidad y sencillez aplicativa. Todas las tradiciones y culturas poseen formas de meditación e introspección vinculadas o no a expresiones espirituales. A través de las técnicas de meditación los conflictos acaban diluyéndose, desaparece la tensión y los aspectos problemáticos del esfuerzo.51 Al margen de la riqueza y variedad de las terapias resumidas anteriormente, existen infinidad de recursos que forman parte de los conocimientos populares de la Humanidad y que poseen objetivos similares encaminados a devolver la calma, resolver crisis, facilitar la solución de conflictos. A título simplemente indicativo, puesto que cada uno de ellos podría ocupar, como ocupa, una biblioteca 48. Lectura recomendada: D. Burns, Sentirse bien, Editorial Paidós; Joseph O’Connor e Ian McDermontt, Introducción al pensamiento sistémico, Urano. 49. Lecturas recomendadas: Claudio naranjo, Carácter y neurosis, Editorial La Llave. Stanislav y Christina Grof, El poder curativo de las crisis, Editorial Kairós. 50. Wilhem Reich, Análisis del carácter, Editorial Paidós; Alexander Lowen, Ejercicios de bioenergética, Editorial Sirio; Javier Vergara, Yoga, mente y cuerpo; David Fontana, Aprender a meditar, Editorial Oniro; Shakti Gawain, Visualización creativa, Editorial Acervo; Lam Kam Chuen, Tai-chi, paso a paso, Editorial Integral. 51. Integral, Meditación, Editorial Integral; en la misma editorial el libro de Elianne St. James, Simplifica tu vida, muestra diversas maneras de meditar y de aplicar la meditación a la vida cotidiana a través de su simplificación. CONFLICTOLOGÍA 104 entera de conocimientos teóricos y, sobre todo, de habilidades prácticas: • La expresión y la relajación a través de la creación artística. Algunos lo vienen en llamar «Arteterapia».52 • Musicoterapia. Escuchar música con finalidades terapéuticas con la intención de relajarse, inducir estados de ánimo positivos, etc.53 • Contar cuentos. Una manera muy antigua de situar el problema fuera de nosotros mismos y dejar en libertad a quienes lo escuchan para analizar y decidir. Una forma pedagógica efectiva en la que se utiliza la alegoría o la fantasía para reproducir situaciones conflictivas o críticas similares a las que se viven. Son las parábolas o los ejemplos.54 • Viajar. El esfuerzo por preparar un viaje y realizarlo se transforma en una auténtica terapia conocida, de hecho, desde siempre. Los viajes iniciáticos, las peregrinaciones, los períodos sabáticos o los viajes de vacaciones sirven eficazmente a recuperar energías y ayudan a ver las cosas de manera distinta, con lo cual llegamos a modificar la percepción de las cosas que nos podrían parecer problemáticas.55 • Ver películas, asistir al teatro… Prácticamente la mayoría de obras de teatro y de obras cinematográficas reflejan los problemas y dificultades de la vida. En algunas la referencia a crisis y conflictos es explícita. A través de las películas podemos aprender cómo han solucionado problemas similares otras personas o, cerciorarnos de las consecuencias que tienen ciertos comportamientos y, por tanto, instruir la manera de ponerle remedio. • Lectura. A través de la literatura de autoayuda o de ciertas obras de la literatura universal podemos aprender cómo otras personas han resuelto sus propios problemas o cómo han llegado a afectarles las consecuencias de determinados comportamientos. 52. 53. 54. crecer y 55. desafío, Paidós. Lectura recomendada: Pat B. Allen, Arte Terapia, Ediciones Gaia. Don Campbell, El efecto Mozart, Editorial Urano. Arthur Rowshan, Cómo contar cuentos. Un método para ayudar al niño a a resolver sus problemas más habituales, Editorial Integral. Jeffrey A. Kottlet, Viajar como experiencia transformadora. El viaje como crecimiento personal, autorresponsabilidad, recorrido interior…, Editorial GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS 105 • Practicar deporte, ejercicios físicos. Desde siempre la Humanidad conoce los beneficios físicos, psíquicos y sociales de la práctica del deporte y del contacto con la naturaleza. El deporte y la vida al aire libre ha formado y forma parte de programas pedagógicos en todas las culturas y épocas. • Cuidar y disfrutar del hogar. Ocuparse en tareas de mejorar el confort y el bienestar en el propio hogar, que duda cabe, influye en la recuperación física y psíquica de sus habitantes. • La relación social, las amistades, cómo el hogar es como el ecosistema social en el que vivimos, procurar por su equilibrio y armonía nos hace sentirnos partícipes de algo más que nuestra propia individualidad. Todas estas técnicas de intervención en la solución de conflictos poseen una aplicación práctica tanto a escala interpersonal como social. La diferencia estribará en el desarrollo y distribución social de los métodos adecuados a través de políticas educativas, los medios de comunicación social, la participación ciudadana en la planificación y ejecución de programas sociales especialmente designados con estas finalidades y la valoración que de todo ello se haga desde los poderes públicos y los que influyen sobre la opinión y las decisiones del gobierno de las ciudades. Arbitraje, conciliación, mediación y negociación no coactiva El arbitraje acostumbra a ser extremadamente útil en la solución de conflictos simples en los que no existe componente emocional. Dentro de lo que son reclamaciones en el ámbito del consumo, por ejemplo, seguramente suele ser la solución más rápida, sencilla y barata, al igual que sucede con la Conciliación. La existencia de tribunales arbitrales, de conciliación y de la aceptación previa y voluntaria de los mismos por parte de los gremios y asociaciones empresariales facilita la presentación de reclamaciones y su resolución. Se tratará simplemente de adecuar un reglamento que permita la presentación de las reclamaciones y su pertinente trámite desde el sentido común, el carácter ecuánime y la presentación de las pruebas necesarias para que el árbitro pueda fundamentar su decisión.56 56. Aconsejo acudir a los tribunales arbitrales de la localidad o aquellos citados en el directorio de este libro con la finalidad de conocer sus procedimientos y prácticas arbitrales, como el mejor sistema de profundizar en el tema. CONFLICTOLOGÍA 106 En los conflictos interpersonales con implicaciones emocionales leves, la Mediación resulta extraordinariamente eficaz al facilitar en pocas sesiones la recuperación de las capacidades comunicativas deterioradas por malentendidos y pequeñas ofensas.57 Si, por añadidura, se combinan con indicaciones de seguir determinadas terapias psicológicas, los resultados pueden contribuir a solucionar conflictos de intensidad baja y media; ayudando a recuperar la propia autoestima, a entender lo sucedido y a mejorar las relaciones, sin la intervención directiva de terceras personas. El mediador jugará un papel neutral como Facilitador y de conciliador de acuerdos y del consenso entre las partes. Normalmente, no siempre dependiendo de la escuela o estilo de cada mediador, las intervenciones mediadoras acostumbran a finalizar con el redactado y aceptación de un acuerdo satisfactorio para ambas partes que detallará los aspectos conflictivos y sus correspondientes soluciones. El proceso de mediación no reviste mayor complejidad que su propio desarrollo con la paciencia y habilidad suficientes por parte del mediador, procurando en todo momento no sustituir el protagonismo de las partes, fomentando la empatía, la búsqueda de soluciones que contengan los intereses propios y los de la otra parte, evitando incrementar las tensiones emocionales con la finalidad de proponer respuestas ponderadas y reflexivas; no personalizando el problema, observando éste de manera objetiva e intentando comprenderlo mediante ejemplos, simulaciones o cambios de rol que el mediador puede proponer a las partes con la finalidad que puedan entender las razones y las emociones de la otra parte. Con la práctica, los mediadores desarrollarán sus propios métodos y comprobarán la eficacia de los mismos. En conflictos complejos o de intensidad alta, la Mediación únicamente tendrá un papel secundario. Será necesario efectuar un planteamiento global y de mayor profundización y alcance, que cuente con la aportación de recursos diversos propios de la Conflictología. De hecho, conviene recordar que no hace mucho, la Organización de las Naciones Unidas determinó la existencia de, como mínimo, diecinueve técnicas o sistemas de ayudar en la solución de conflictos. Prácticamente, en realidad, casi cualquier cosa puede ser útil con la finalidad de contribuir a la solución de conflictos, lo importante será conocer el proceso conflictual, su origen, causa y poseer algunas habilidades aplicables. 57. Helena Cornelius y Shoshana Faire, Tú ganas, yo gano. Cómo resolver conflictos creativamente… y disfrutar con las soluciones, Editorial Gaia. GUÍA PRÁCTICA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS 107 En conflictos entre instituciones u organizaciones, en los cuales los aspectos emocionales sean inexistentes o irrelevantes, la Negociación no coactiva puede representar la técnica más adecuada para encarar el problema planteado y llegar a soluciones satisfactorias para ambas partes. La negociación implica, simplemente, racionalizar y sistematizar procesos de aproximación de intereses, procurando evitar las suspicacias y favoreciendo la cooperación y el establecimiento de objetivos comunes. Las obras de Ury y de la Escuela de Derecho de Harvard que se mencionan en la bibliografía o en el directorio de este libro son una buena referencia para quienes deseen conocer a fondo las técnicas de negociación no coactiva y sus aplicaciones prácticas en el mundo de los negocios y de la política. Los intentos de negociación en conflictos de alta intensidad no me parecen los más adecuados, puesto que en tales casos, la negociación se transforma en una manera más de combatir y de incrementar la escalada conflictual. En estos casos, convendría recurrir a planteamientos de mayor calado a los cuales supeditar las técnicas de diálogo que pudieran llegar a implementarse, al mismo tiempo que se establecen las oportunas estrategias. Para familiarizarse con las técnicas de arbitraje, mediación o negociación pueden resultar útiles cursos de corta duración, de unas 40 horas,58 como los que vienen organizándose en muchos países. Ello les facilitará aprender algunas técnicas de simulación, juegos de rol y la forma de facilitar la redacción de documentos de acuerdo y consenso. Sin embargo, aquellas personas que sientan interés por profundizar en una visión interdisciplinaria sobre el Conflicto en sus diversas manifestaciones y aprender estrategias complejas y métodos y técnicas diversas de intervención, será necesario seguir cursos de posgrado de, como mínimo, doscientas horas. Las universidades norteamericanas y algunas europeas ofrecen programas de formación en Resolución de Conflictos o Conflictología que se detallan en el directorio de esta obra. Lo que diferencia a la Conflictología de la Mediación o el Arbitraje es el conocimiento pluridisciplinario y en profundidad del con58. En Argentina, la mayoría de los Mediadores se han formado en base a cursos de esta duración. Asimismo, en Europa y los Estados Unidos, los cursos de Mediación, Arbitraje o Negociación no acostumbran a sobrepasar estas medidas. Por el contrario, los cursos en Resolución de Conflictos acostumbran a ser Maestrías y Doctorados, puesto que incorporan muchos otros métodos y se fundamentan en un análisis de los conflictos pluridisciplinarios, lo que marca una diferencia notable entre el conocimiento de conjunto y en profundidad de los conflictos y el desarrollo específico de una técnica o sistema concreto. CONFLICTOLOGÍA 108 flicto, el conocimiento de habilidades y técnicas muy diversas, lo que permite al conflictólogo intervenir a distancia o en conflictos intratables, en los cuales las partes se niegan a cualquier tipo de intervención mediadora o negociadora. En este sentido, la reflexión sobre su significación resulta importante. Cómo puede intervenirse si las partes se niegan a todo tipo de intervención externa… Cómo y con qué fundamento ético. Veamos, cuando se produce un conflicto, éste acabará influyendo y afectando a su entorno, por lo tanto ello lleva implícita una motivación o justificación para la intervención muy clara. Si los conflictos de otros no nos afectan, el componente ético resultaría de menor importancia, pero no desaparecería. Tengo muy claro que, si observo como alguien ejerce violencia que pudiera representar un perjuicio grave para la víctima, mi conciencia no tendrá dudas sobre la necesidad de intervenir, no hacerlo me convertiría en cómplice del agresor, significaría también intervenir desde la pasividad. También lo veré muy claro cuando los conflictos de mis vecinos puedan llegar a afectarme de alguna manera, puesto que, desde este momento, sus conflictos acaban siendo también míos. Sin embargo, desde la perspectiva en que me muevo, la propia de la Resolución de Conflictos, las intervenciones no se producen mediante el ejercicio de la violencia e incluso tampoco de actitudes directivas ni manipuladoras. De hecho, la acción pedagógica y educativa son maneras de prevenir e intervenir en la búsqueda de soluciones a los conflictos y a las crisis sociales. La intervención a distancia no tiene otro secreto que el uso de terceras personas, de los sistemas de comunicación personal o social o de muchas de las técnicas y métodos enumerados. A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ Cuando las olas se han aquietado y el agua está en calma: entonces se refleja la luz y se puede vislumbrar el fondo. (S. W. VIVEKANDA) El conflicto surge cuando llega la derrota en nuestros esfuerzos por vivir, en nuestra búsqueda de la felicidad. A partir de este momento se nos ofrece la posibilidad de aprender lo que ni la victoria ni el éxito no enseña: a vivir en paz.59 La historia de la Humanidad es la crónica de sus constantes intentos, sus esfuerzos, sus luchas por vivir, por hacerlo en paz, por acercarse a la felicidad.60 Los grandes pensadores, aquellos que han dejado estelas de seguidores, aquellos otros que han dejado millones de páginas escritas, todo su trabajo y su sentido no ha sido más que esto. La vida humana en su conjunto y en su individualidad ha consistido también en recorrer el mismo camino. Todas las expresiones de la vida cotidiana reflejan lo mismo: vivir, hacerlo en paz, buscando siempre lo que pueda considerarse feliz, luchar por ello, por la vida en plenitud, por la libertad, reaccionar frente a la derrota, intentar superar el conflicto, volver a empezar. Parece como si siempre estuviéramos en el mismo sitio, como si la Humanidad no hubiera avanzado ni un paso. Continúan las guerras, los con- 59. De la misma manera que las tinieblas de la noche permiten ver los astros del cielo, así también los sufrimientos permiten entrever el sentido de la vida. Henry D. Thoreau. 60. Para quien desee profundizar sobre el sentido y el acceso a la Felicidad, recomiendo las obras siguientes que le pueden servir para obtener mayores referencias: Josep Muñoz Redón, Filosofía de la Felicidad, Anagrama; Luis Rojas Marcos, Nuestra felicidad, Editorial Espasa; Francesco y Luca Cavalli-Sforza, La ciencia de la felicidad. Un enfoque moderno del anhelo más antiguo, Grijalbo; Wayne W. Dyer, La sabiduría de todos los tiempos. Cómo acercar las verdades eternas a nuestra vida cotidiana, Grijalbo. CONFLICTOLOGÍA 110 flictos de todo tipo, los esfuerzos por sobrevivir, por encontrar la felicidad, de manera parecida a como sucedía hace cien, mil, dos mil años… Poseemos muchos recursos para hallar ejemplos y fuentes de inspiración. Los místicos61 cristianos, hindúes, sufis, pensamientos y aforismos budistas, taoístas, confucionistas, de las diversas etnias nativas americanas, de chamanes africanos o siberianos, de los clásicos griegos, de intelectuales occidentales modernos de disciplinas diversas… Todos ellos son exponentes de la sabiduría generada por la Humanidad para lograr su aprendizaje de vivir. Sin embargo, nada suplirá la necesaria experiencia propia. Una experiencia cuya parte intelectual significa la parte más pequeña, como la punta del iceberg. Los resultados de la experiencia de vivir nos vendrán dados por momentos de alegría, por sensaciones de serenidad indescriptibles, por momentos de esfuerzo y de sufrimiento, por nuestra lucha, nuestras derrotas, la visión de la muerte y del sufrimiento62 de otros… La experiencia de la vida se compone de múltiples cosas aparentemente de escasa o nula importancia: instantes de silencio o de soledad, el desconcierto, descubrirse en la mirada de otro, respirar el aire caliente o fresco del atardecer de verano o de una mañana de invierno; los pensamientos de temor, el cansancio físico, la placidez, los sentimientos que nos estimularán una lectura o el acto de perdonar y olvidar, los conocimientos que se formarán en nuestra mente en el momento inesperado, o contemplar inadvertidamente el paisaje humano o un fragmento de la naturaleza pletórica o destruida. Los conflictos que vivamos serán nuestro temple, de muchos de ellos saldremos derrotados, hasta que aprendamos a luchar sin odio y sin propósito, con profundo respeto y hasta incluso veneración por aquellos que nos hacen el honor de escogernos como adversarios. Para entonces, los conflictos serán como la lluvia, el sol y el viento, que nos recordarán la vida, y nos ayudarán a descubrir la serenidad, la paz. Pero para saber en qué debería consistir esta cultura de paz, esta capacidad de transformar los conflictos, para conocer dónde hallar la felicidad, necesitamos de algo más que de palabras y frases que resuman la sabiduría adquirida por otros. Se hace necesario pasar de las declaraciones como las de la UNESCO 61. «El esquizofrénico y el místico se encuentran en el mismo mar. Pero el místico sabe nadar, y el esquizofrénico se ahoga», R. D. Lang. 62. «Sólo si aceptamos el sufrimiento podemos liberarnos de él», D. T. Suzuki, maestro budista introductor del zen en Occidente. A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ 111 con motivo del año 2000 como año internacional para una cultura de paz, a hechos concretos a formas específicas, prácticas y viables.63 Muchos autores contemporáneos han dedicado sus esfuerzos en este sentido, legándonos obras que apuntan posibilidades reales para conseguirlo: Arthur Schopenhauer,64 Bertrand Russell,65 Argyle,66 entre muchos otros que pueden localizarse como referencia en las obras que cito. Existen dos elementos que me parecen referencias importantes y generales en relación con la superación de conflictos, con la búsqueda de la felicidad y con la construcción de una cultura de paz práctica y viable para cualquier persona. No pretende ser ninguna fórmula mágica ni infalible, se trata de ofrecer referencias contrastadas con referencias del pensamiento y de la experiencia de personas que nos han precedido en la búsqueda de los mismos objetivos. Simplicidad Puesto que el mundo no va a ninguna parte, no hay prisa. (ALAN WATTS) Simplificar la manera de vivir de cada día es uno de los consejos más repetidos en todas las civilizaciones y, tal vez, de los más fáciles por lo concreto que resulta y sus efectos rápidos. Conviene conceder atención a los pensamientos de Aristóteles,67 Sócrates, Diógenes, Epicuro68 o Virgilio, filósofos de la Grecia clásica, de discurso diverso que generó escuelas de expresión plural pero que, leyéndoles desde la distancia del tiempo, aprenderemos a ver sus similitudes, en especial aquellas que acaban resumiendo su filosofía a expresiones y alegatos a la vida simple. También Epiceto, de la es- 63. Para conocer las propuestas sobre el desarrollo de una cultura de paz, recomiendo la lectura del libro de Federico Mayor Zaragoza, Un nuevo mundo, editado por la UNESCO. Asimismo, también es recomendable el libro de Vicenç Fisas, Cultura de paz y gestión de conflictos, Icaria. 64. A. Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de vivir, Editorial Debate. 65. Bertrand Russell, La Conquista de la Felicidad, Editorial Debate. Elogio de la ociosidad, Editorial Edhasa. 66. Argyle, M. N., La sicología de la felicidad, Editorial Alianza. 67. Aristóteles, Ética a Nicómaco, Instituto de Estudios Políticos, Madrid. 68. Epicuro, Sobre la Felicidad, Editorial Debate. CONFLICTOLOGÍA 112 cuela estoica, dejó bien clara la manera de proceder: «Si deseas desarrollar tu habilidad para vivir de manera simple, hazlo por ti mismo, silenciosamente, y no lo hagas por impresionar a otros» y «La vida feliz es posible si simplificamos nuestros hábitos y moderamos nuestros deseos». Su alumno, el que acabaría siendo el emperador Marco Aurelio escribió sus famosas Meditaciones69 alegato a la simplicidad de vida. Séneca también se expresó de manera similar al afirmar «Aprendamos a contener el lujo, a templar ostentación, a vivir sin ornamentos…» y una frase tan breve como contundente «Si nos hemos provisto contra el frío, el hambre y la sed, el resto es vanidad y exceso» que coincide con palabras similares recogidas en los Evangelios. Siglos más tarde, Rousseau70 también relacionó los conflictos humanos con la simplicidad de sus planteamientos y formas de vivir. Luego, los movimientos utópicos y libertarios europeos del siglo XIX volverían a insistir de manera teórica y pragmática sobre la necesidad de retornar a formas de vida simple y pacífica. Henry David Thoreau con su obra fundamental Walden (1854) fue seguramente el primer norteamericano que criticó y aborreció los valores de su país que negaban los valores de muchos de sus fundadores como William Penn.71 En Europa y los Estados Unidos volverían a resurgir los mismos planteamientos años más tarde a través del llamado movimiento Situacionista y el Ecologista, de significación distinta pero coincidente. En aquellos años, Erich Fromm y Shumasher publicaba dos obras de obligada referencia: «¿Tener o ser?» y «Lo Pequeño es hermoso», respectivamente. Posteriormente también surgieron en los Estados Unidos pensadores como Theodore Roszak y Alvin Toffler72 que de manera distinta llegan a conclusiones similares; ademas de críticos como Alan Durning,73 Jerry Mander o el libro de Carlos Fresneda que recoge abundante bibliografía y nos ofrece una exposición detallada sobre lo que puede consistir la vida simple.74 69. Marco Aurelio, Meditaciones, Editorial Debate. 70. Jean-Jacques Rousseau, Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres y otros escritos, Tecnos. 71. William Penn, fundador del estado de Pennsylvania, cuáquero. Las formas de vida de los cuáqueros se fundamentan en la vida simple, el pacifismo radical, el sentido de Justicia social, la inspiración a través del silencio… 72. Alvin Toffler, El cambio del poder. Conocimiento, bienestar y violencia en el umbral del siglo XXI, Plaza y Janés. 73. Durning, A., This Place on Earth, Sasquatch Books. 74. Carlos Fresneda, La vida simple, Editorial Planeta. A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ 113 A la simplicidad de pensamiento y de forma de vivir se llega a través de un convencimiento que surge de un conocimiento, culto o no, pero en que lo importante acaba siendo la manera en cómo se vive, no tanto la construcción intelectual que pueda hacerse de esta idea. La simplicidad resulta de vivir con poco, para dejar espacio a lo importante, no afanarse en acumular ni en poseer, disfrutar con lo que se hace y se tiene y hacer lo que produce dicha; predicar con el ejemplo; agradecer la vida, encontrar solaz en ella, ocuparse de otros tanto como de uno mismo. «Arriesgar la vida, esa es la cuestión» como dejó escrito Teresa de Ávila. Afecto Cuando llegas al final de todo lo que debemos conocer estaremos al principio de todo lo que debemos sentir (Keist). Vivimos en el mundo cuando lo amamos. No amamos porque no comprendemos o, más bien, no comprendemos porque no amamos… (TAGORE) Pero la influencia más destacada de todos los tiempos a escala mundial la protagonizaron personas como Jesús, ejemplo de vida austera y de ideas simples que llevó a la práctica, que resumidas se fundamentan en la capacidad humana de amar y ser amado. Buda, que llevó una vida de renuncia y de simplicidad, que aprendió a trascender el sufrimiento mediante la capacidad de desapego y de compasión, de significación muy parecida aunque expresada de manera diferente a la de Jesús. Confuncio, de vida simple y enseñanzas prácticas muy acertadas; Lao Tse, que como los precedentes nos dejó como herencia la sabiduría simple basada en la vida sencilla, la unión con todas las formas de vida, la ternura de sentimientos, la serenidad como mejor consejera.75 En sociedades como las nuestras en las que el exceso y la opulencia van de la mano de todo tipo de conflictos, se acaba pensando en la existencia de un claro paralelismo que nos traen a la memoria la afirmación de Gandhi cuando dijo que «… Necesitamos vivir simplemente para que otros puedan simplemente vivir». Existen 75. «El arte de vivir sólo consiste en proceder con sencillez», «La gran revelación: la calma», Lao Tse. CONFLICTOLOGÍA 114 infinidad de maneras de expresar el afecto sin citar la palabra Amar que tantos usos y abusos se le han otorgado, la de Gandhi es una más que así se expresa. El desapego y la compasión budistas son maneras de unirse a la vida sin esperar compensación ni propósito, de manera incondicional; de la misma manera en que Juan de la Cruz o Teresa de Ávila expresan en relación con Dios, o como los sufis, más concretamente Mevlana (el maestro) Rumi, se funde con El Amado, como expresión de la vida entera.76 El tantrismo hindú, en sus expresiones místicas de abandono del uno al otro; los revolucionarios no violentos de todas las épocas que han ofrecido sus vidas para mejorar la de los otros; la de todas aquellas personas que en silencio, anónimamente, inconscientemente, han sabido transmitir a otros instantes de calma o de felicidad a través de las formas de la vida cotidiana; a las personas que con su manera de vivir, su ejemplo, nos han enseñado caminos más cortos para aprender a vivir satisfactoriamente. Desde el punto de vista de la sociología empírica y la psicología moderna, se llega al convencimiento de que nuestra satisfacción con la vida depende menos de las cosas que tenemos que de nuestra actitud hacia ellas. Tan importante es el sueldo concreto como la satisfacción que sentimos con la compensación personal y profesional que percibimos en su realización… Y si no que se lo pregunten a las personas que están siendo objeto de acoso o que cobran el subsidio de desempleo. Obtener lo que queremos es tan importante como apreciarlo. Las personas con mayores ingresos no son las más felices, en ocasiones la posesión de riquezas acarrea preocupaciones que los que viven con lo suficiente no llegarán a conocer nunca. Si tomamos el suicidio como una causa de profunda insatisfacción, éste se produce más entre personas que viven en sociedades opulentas que entre aquellas otras en que las dificultades son mayores. Sin embargo, los valores actuales no van por aquí, la supremacía de la idea del éxito, la relación que se ha establecido entre la idea de felicidad y la de consumo superan cualquier otra consideración. 76. «Yo no soy ni del este ni del oeste, ni del mar ni de la tierra, yo no soy ni material ni etéreo, ni compuesto de elementos. Yo no existo, yo no soy una parte ni de este mundo ni de otro, no desciendo ni de Adán ni de Eva ni de ningún origen. Mi lugar no tiene lugar, una estela sin estela, ni cuerpo ni alma. Yo pertenezco al Bien Amado, he visto los dos mundos reunidos en uno solo el primero, el último, aquel de fuera, aquel de dentro, simples como el suspiro de un hombre que respira.» A LA BÚSQUEDA DE UNA CULTURA DE PAZ 115 Existen prácticas, actitudes y comportamientos que vale la pena experimentar. Indicaré algunos como ejemplo: la gratitud, lealtad a los propios principios, la amistad y el afecto, la acción desinteresada, el disfrute de lo que ya poseemos, de las cosas que no poseen valor mercantil… Y otros de signo contrario que sin duda habremos conocido: el rencor, los deseos de venganza, el odio, la insatisfacción por los deseos no conseguidos, la frustración, la envidia. En la experimentación de las emociones que generan tales actitudes y prácticas hallaremos, sin duda, un método de aprendizaje excepcionalmente práctico y asequible sobre la manera en que podemos llegar a vivir con una cierta serenidad, en paz con nosotros mismos y aproximarnos a la felicidad. ¡Suerte! DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA Este glosario es el resultado de recoger el uso que autores diversos y profesionales aportan con sus denominaciones. En un porcentaje muy reducido son aportaciones propias cuando no he hallado definiciones suficientemente clarificadoras o conceptos que describieran nuevas realidades e ideas. Es, por lo tanto, un resumen sistematizado de denominaciones, conceptos y terminología aceptados mayoritariamente y de los cuales se hace un uso generalizado. Muchos de los términos reunidos en este glosario constan en obras teóricas y en escritos técnicos que tienen como referencia el ejercicio profesional de autores diversos. En la bibliografía se mencionan y detallan las obras que han servido de referencia en la elaboración de parte de este diccionario y que aconsejo su consulta por parte de quienes deseen profundizar en el origen, semántica y significación de los diferentes términos expuestos o de otros de interés particular. Abogado Profesional del Derecho en posesión de una licencia para ejercer en el ámbito judicial. Originalmente, el término abogar del que se deriva, posee una significación cercana a la de facilitar, mediar, procurar por los asuntos relacionados con la Justicia, los conflictos y las normas o costumbres de convivencia. Actualmente, el ejercicio de la abogacía acostumbra a desarrollarse como el de especialista en el conocimiento de las leyes y de los procesos judiciales con el objetivo de procurar por la protección y el beneficio legal del cliente. Acuerdo Se dice cuando dos o más partes deciden dotarse de unas normas que regulen sus actuaciones o su relación. Los acuerdos previos pueden ser un buen sistema de cara a prevenir posibles conflictos futuros. En el caso de existencia de conflictos, los acuerdos CONFLICTOLOGÍA 118 sirven para establecer vías de solución gradual, si éstos van acompañados del desarrollo de actitudes y medidas concretas que incidan sobre las causas generadoras del conflicto. Si, por el contrario, los acuerdos se toman bajo la presión o la urgencia de culminar con un proceso iniciado o como una finalidad en sí misma, estos acuerdos resultarán de escasa eficacia. Adversario El que compite por conseguir parecidos objetivos y con el cual no se establecen relaciones de cooperación o colaboración. Fácilmente un adversario puede transformarse en enemigo si llega a desarrollarse la percepción de peligro que conlleva el establecimiento de unas relaciones altamente competitivas encaminadas a impedir el acceso de nuestro adversario a los mismos objetivos que nos hemos propuesto alcanzar. Agresión Atacar por cualquiera de las formas posibles, ya sea físicamente, verbal o psicológicamente. La agresión se ejerce mediante el ejercicio de la violencia en cualquiera de sus formas o expresiones y surge como estado alterado debido a la existencia de sensaciones de miedo que superan las posibilidades de autocontrol. Agresividad Capacidad de los seres vivos de reacción frente a la amenaza, el peligro y la dificultad por satisfacer las necesidades. Sistema de protección y de estímulo a la acción. Sin embargo, si los estímulos agresivos acaban reduciendo o eliminando la capacidad ética, de raciocinio y análisis, fácilmente se puede derivar hacia actitudes y comportamientos violentos que todavía dificultarán el equilibrio, la serenidad y la capacidad de razonar. Aikido Arte marcial no agresivo de origen japonés fundado por Morihei Ueshiba. Ueshiba fue soldado y militar, conocedor experto en diversas artes marciales y de combate con sable y cuerpo a cuerpo que acabó fundiendo y adquiriendo una clara connotación pacifista. El Aikido es un arte marcial suave muy eficaz basado en el conocimiento de la lucha como conflicto. Diversas personas, entre los que me cuento, han relacionado el Aikido con la Conflictología al poder establecerse paralelismos entre los conflictos y el combate así como entre las soluciones violentas y el combate no violento. El Ai- DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 119 kido, y tal vez todavía más el Ki Aikido es una buena manera de aprender a luchar eficazmente sin violencia. Alianza Acuerdo permanente entre dos o varias personas o entidades que los transforma en una actitud de no agresión y de apoyo mutuo con el objetivo de obtener y repartirse equitativamente aquellos beneficios o ventajas que aporta la cooperación. Althing Asamblea nacional islandesa de la Edad Media. Una de las instituciones más antiguas del mundo dedicada al desarrollo legislativo y judicial. Altruismo Cuando la ausencia de miedo así como de intereses permite a las personas actuar libremente a favor de otras personas o de objetivos sociales. Amenaza Aviso de ataque mediante el cual se pretende conseguir imponer algo, aunque en algunas ocasiones no se pretenda efectuar agresión alguna. Las amenazas acostumbran a ser percibidas por quien las recibe como un peligro inminente al que habrá que responder con prontitud; es por ello por lo que la amenaza surte un efecto similar al propio ataque con la notable diferencia que el que amenaza no cuenta con la reacción que provocará. Es preferible un ataque controlado y haciendo uso de la mínima fuerza posible que de una amenaza que no se haya previsto la reacción que provoca. Amigo Aceptación, confianza y afecto por otra persona. Normalmente los seres humanos tenemos la necesidad de intercambiar afectos, compañía y sistemas de apoyo mutuo y cooperación en todos los ámbitos de la vida. Esta necesidad nos conduce al establecimiento de relaciones de amistad y alianza implícita, que diversas consideraciones pueden alterar y, también, regenerar. Amigable componenda Sinónimo de acuerdo asumido de manera amistosa y no por presiones ejercidas por la urgencia de conseguir un acuerdo que resuelva un conflicto. CONFLICTOLOGÍA 120 Arbitraje Acto mediante el cual se solventa una reclamación, desacuerdo o disputa que las partes se ven incapaces de establecer una solución aceptada mutuamente. Su aplicación en el ámbito de los conflictos comerciales resulta bastante eficaz. Es la acción de discernimiento y de regulación de conflictos sobre la base de una normativa preestablecida que prevé la capacidad de arbitrar de una persona o institución determinada y constituida con esta finalidad. La acción arbitral se limita a aplicar las normas fijadas por la autoridad competente o por los acuerdos genéricos establecidos inicialmente, procura la neutralidad y la corrección desde la presión disuasoria que representa la aplicación de sanciones o la transferencia a las autoridades judiciales competentes. Arbitrario Se denominan así las decisiones establecidas por una tercera persona con poder para hacerlo, desatendiendo las razones y argumentos presentados por las personas que se consideran perjudicadas por tales decisiones. Árbitro Tercera persona que suple la incapacidad de las partes en conflicto por llegar a un acuerdo justo basándose en el sentido común y no tanto en las leyes. Los actos de arbitraje resultan eficaces en conflictos en los cuales no se han desarrollado perturbaciones emocionales y en los cuales se busca una solución rápida y eficaz. Son en los conflictos mercantiles donde el arbitraje resulta idóneo, no así en conflictos en los que el elemento emocional pueda ejercer una influencia notable. Armonía Equilibrio, serenidad, no denota tanto la ausencia de conflicto con uno mismo o con el entorno sino la capacidad de convivencia con los mismos. Conviene puntualizar, sin embargo, que la armonía no tiene por qué significar ausencia de conflicto sino más bien la capacidad de recuperar o conservar la armonía a pesar de la existencia de tensiones, problemas y conflictos; de manera parecida a como la idea de paz tampoco excluye ni ignora la realidad del conflicto, de la guerra. Las culturas orientales poseen como objetivo y valor implícito la armonía como ideal filosófico y de vida. También algunos pensadores occidentales como Aristóteles o Séneca la han valorado por encima de otras cualidades. DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 121 Asertivo Proactivo, cooperativo. Las maneras competitivas pueden ser asertivas pero no cooperativas. Las actitudes acomodaticias pueden ser cooperativas pero no asertivas. Las actitudes comprometidas son en parte asertivas y cooperativas. La actitud colaborativa es altamente asertiva y cooperativa. El concepto asertivo podría ser sinónimo de facilitar. Awase Palabra y concepto de origen japonés relativo a la particular manera de negociar o mediar mediante el cual se pone énfasis en las relaciones personales y de interdependencia, se recuerdan favores del pasado así como obligaciones futuras que se contrajeron. Ayuda Mutua Autores anarquistas como Kropotkin han reflexionado sobre los valores de la cooperación y la ayuda mutua como motor del progreso social superiores en eficacia a las concepciones competitivas y generadoras de violencia. Diversos autores contemporáneos del ámbito de la Resolución de Conflictos como el norteamericano Kenneth Boulding, también han dedicado buena parte de sus esfuerzos a reflexionar sobre lo mismo. El mismo Galtung, influido por José M.ª Tortosa, ha reflexionado sobre los aspectos cooperativos en relación con la paz y los conflictos. Se entiende por Ayuda Mutua las capacidades y habilidades de cooperación entre personas o grupos o sociedades con la finalidad de aprender unos de los otros y para trabajar en la consecución de objetivos comunes. La cooperación no representa sumisión a autoridad alguna, sino que las partes colaboran eficazmente sin que por ello pierdan su identidad ni libertad. Se considera que los instintos de mutua ayuda forman parte de todos los seres humanos libres de los temores que se suscitan en las relaciones humanas. BAPA Acrónimo en inglés: Best alternative to the proposed agreement. Literalmente: la mejor alternativa con relación a los acuerdos propuestos. Barangay Método tradicional filipino de conciliación y solución de conflictos anterior a la época colonial. Este método de solución de disputas se restableció posteriormente y hoy en día está vigente CONFLICTOLOGÍA 122 de manera similar a como en otros países existen instituciones arbitrales y conciliadoras. Baraza Llamamiento al coloquio de una población determinada con la finalidad de establecer un sistema de solución tradicional de problemas complejos de interés comunal en el Congo. Besara Método tradicional e informal de Borneo de solución de conflictos. El término podría traducirse literalmente por dejar las cosas claras. Incluye elementos de negociación, conciliación y mediación. Este método concede importancia notable a procurar evitar la mentira en el desarrollo del proceso. Bet Din Tribunal ortodoxo rabínico cuya traducción literal significa «Casa de Juicios» que decide sobre las disputas planteadas según la ley rabínica. Los orígenes de esta institución se mencionan en el Deuteronomio (16:18) cuando se establece la necesidad de disponer de tribunales que hagan justicia. El Bet Din representa, de hecho, un sistema arbitral inspirado en consideraciones morales inspiradas en la religión judía. Bicéntrico Cuando existen dos soluciones correctas que hacen referencia a ambas partes en disputa. Equivale al principio de «ganar-ganar» por el cual la solución no se halla en favorecer la razón y la solución a una de las partes sino en intentar conciliar ambas soluciones justas. También se acostumbra a utilizar el término Bilateral para designar lo mismo. Block Solutions Estrategia de prevención de conflictos mediante la cual se modifican estructuras, leyes o políticas con la finalidad de impedir el desarrollo de conflictos. Buenos Oficios Este término incluye todas aquellas maneras de intervenir en la solución de conflictos, es decir, resulta sinónimo de mediar, facilitar o intervenir de manera conciliadora. En los Estados Unidos los Better Business Bureau (BBS) son aquellas organizaciones sin fina- DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 123 lidad de lucro que desarrollan sus actividades en el medio empresarial y de los negocios con la finalidad de combatir las actividades comerciales inmorales o poco éticas y participar en la resolución de disputas entre consumidores y las empresas. Los BBS ofrecen conciliación voluntaria privada. CAM Acrónimo del inglés original: Computer aided mediation. Literalmente: mediación asistida por ordenador (MAO). Capitulación Contrato, compromiso o rendición con condiciones preestablecidas. Castigo Infringir un mal físico, económico o psicológico con la finalidad pretendidamente pedagógica de mostrar los límites en el comportamiento. Con frecuencia, el castigo se transforma en una forma de venganza que tiene como propósito disuadir o reprimir determinadas actitudes contrarias a los intereses establecidos en el poder o a las normas y leyes vigentes. Los efectos inmediatos del castigo parecen, en la mayoría de los casos, ser eficaces; sin embargo, a medio o largo plazo podrían considerarse como contraproducentes puesto que generan actitudes de odio y venganza y ponen en cuestión la categoría moral de quien los infringe. Coalición Alianza temporal con la finalidad de conseguir unos objetivos específicos establecidos de común acuerdo entre varias partes. Coerción / Coacción Amenaza de uso de la fuerza para conseguir la sumisión y la obediencia. El uso de la fuerza y de la violencia no se refiere únicamente a la fuerza física; la acción administrativa, las amenazas verbales y psicológicas, por ejemplo, pueden ser utilizadas para cometer actos que obligarán y llevarán a la sumisión. El uso de cualquier capacidad de poder para someter es, de hecho, un acto de coerción, de violencia. Colaboración Participación en los objetivos establecidos por otro con los que también nos identificamos o pretendemos apoyar. Las actitudes no CONFLICTOLOGÍA 124 colaborativas son aquellas otras encaminadas a minar, perjudicar o dificultar acciones similares emprendidas por otros con la finalidad de impedir o reducir la competencia y el miedo que ésta nos genera. Competitividad Sistema de progreso basado en la lucha con el entorno social o natural con la finalidad de lograr obtener satisfacción a las necesidades o los intereses. Cuando los estímulos competitivos nos llevan a la superación de dificultades sin menoscabar, reducir o perjudicar el entorno en el que nos movemos, la competitividad carecerá de efectos perniciosos. Sin embargo, si la lucha por la satisfacción de las necesidades se hace a costa de perjudicar el entorno, los efectos del esfuerzo realizado pueden volverse en contra de uno mismo, debido a la reacción que provocaremos. Compromiso Acuerdo moral o ético de respetar y llevar a buen término determinadas acciones desde actitudes concretas. Normalmente, en todo compromiso se establecen determinadas concesiones a favor de lograr un acuerdo o facilitar la alianza. Cooperación Capacidad de colaborar, de establecer objetivos comunes y realizarlos. Cuando el estímulo no es la lucha individual o de un grupo en relación con otros sino cuando el esfuerzo por la sobre vivencia o el progreso se consigue mediante el reparto equitativo de beneficios en base a la capacidad de acuerdo, colaboración y respeto mutuo. En Conflictología las nociones de cooperación y competitividad resultan fundamentales, puesto que es aquí donde pueden generarse los conflictos y donde pueden encontrarse soluciones definitivas a los mismos. Conciliación Acto o proceso ecléctico con el cual se establece, mediante acuerdos o no, un cambio de actitud que permite pasar de la confrontación a la colaboración que permite restablecer una relación positiva que se ha visto afectada por la existencia de un conflicto. El concepto guarda una relación con el término Reconciliación, cuando el proceso seguido ha necesitado de un esfuerzo todavía superior en el orden ético y psicológico. Mediante la Conciliación y la Reconciliación puede decirse que los conflictos específicos pueden darse por solucionados, por concluidos, a diferencia de los simples acuerdos que poseen un carácter eventual y transitorio. DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 125 Conciliador Se refiere a la persona que posee la capacidad de conciliar desavenencias y divergencias no tanto mediante el establecimiento de acuerdos coyunturales sino gracias al restablecimiento de relaciones normales en las cuales la capacidad de cooperación reequilibra el exceso de competitividad y los recelos. El Conciliador define las habilidades de un conflictólogo en el tratamiento y transformación de los conflictos de la misma manera a como también lo es una persona que pacifica, media o facilita la solución de los conflictos. Es similar a Pacificador, Mediador y Facilitador. Concordia Armonía, acuerdo, ausencia de hostilidades y presencia de capacidades de cooperación. En relación con los conflictos territoriales, se refiere a los acuerdos establecidos, a los ámbitos geográficos compartidos desde actitudes incluso cordiales. Conflicto Lucha, desacuerdo, incompatibilidad aparente, confrontación de intereses, percepciones o actitudes hostiles entre dos o más partes. El conflicto es connatural con la vida misma, está en relación directa con el esfuerzo por vivir. Los conflictos se relacionan con la satisfacción de las necesidades, se encuentra en relación con procesos de estrés y sensaciones de temor y con el desarrollo de la acción que puede llevar o no hacia comportamientos agresivos y violentos. Desde la Conflictología, el conflicto adquiere un valor universal que es abordado de manera integral, reconocido en todas las actividades humanas y sociales de todo tipo de sociedades y épocas que posee un factor común determinante en su análisis y comprensión. Conflictología Ciencia a-disciplinaria y transversal del Conflicto, el Cambio, la Crisis… Sinónimo de Resolución de Conflictos y de Transformación de Conflictos como sistemas integrales e integradores de conocimientos, técnicas y habilidades orientadas al conocimiento de los conflictos, sus posibles causas y maneras de facilitar su solución pacífica y no violenta. Conflictólogo Conocedor de la Conflictología. Profesional de la misma. Experto en tratamiento y transformación de conflictos. CONFLICTOLOGÍA 126 Conflictos intratables Cuando las partes en conflicto se niegan a aceptar, o las circunstancias dificultan, actos de negociación, arbitraje o mediación. En tales circunstancias existen recursos, técnicas y sistemas de intervención que permiten actuar sin ejercer violencia alguna ni interferir en la libertad y la intimidad de las personas. Conflicto de límites Cuando los conflictos se refieren al reconocimiento de los límites o fronteras, geográficos o territoriales. Construcción de la Paz (Peacebuilding) Proceso mediante el cual se pretende desarrollar iniciativas estructurales e institucionales y mecanismos sociales encaminados al desarrollo de instrumentos no violentos de solución de disputas. Normalmente se refiere a los conflictos entre Estados. Contrato Acuerdo escrito y regulado por normas aceptadas por ambas partes que se suscribe libre y voluntariamente y pretende regular los límites, condiciones y formas de resolver disputas cuando éstas puedan presentarse. Crueldad Obtener satisfacción psicológica con el padecimiento de otros seres vivos. En casos patológicos puede ser debido a deficiencias cerebrales graves. Desde el punto de vista psicosocial, la crueldad acostumbra a adquirirse al haber sido objeto y víctima de comportamientos similares durante los períodos de formación de la personalidad o en situaciones postraumáticas. Cultura de Paz Manera de vivir en paz. Vivir y dejar vivir. Costumbres, hábitos y actitudes sociales de relación inspirados en la no violencia y los procesos pacíficos de convivencia entre las personas desarrollados directamente por la ciudadanía. Acostumbra a suceder que en muchas culturas se hallan presente formas violentas de relación, convivencia y solución de controversias inspiradas en ideas de venganza, dominio, explotación, el uso normal de la mentira, la negación de ayuda y la insolidaridad. Contrariamente, las culturas de paz se inspiran en valores como el apoyo mutuo, la ausencia de temor, el altruismo, la cooperación, así como en métodos pacíficos de solu- DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 127 ción de conflictos como puede ser la Conciliación, la Mediación o los usos democráticos generalizados. Defensa propia Cuando se justifica el uso de la violencia para prevenir y protegerse de la violencia ejercida por otros en contra nuestra. Evidentemente que, frente a peligros y amenazas resultará necesario prevenirse, sin embargo, no me parece la violencia la mejor manera de hacerlo, puesto que ésta genera mayores niveles de violencia y conlleva pérdidas incalculables. Pienso que es posible defenderse sin ejercitar la violencia, o al menos éste sería el objetivo a asumir. Defensor del Pueblo Persona o Institución pública establecida para proteger a los ciudadanos de los errores de la Justicia o los abusos de poder de los gobiernos o las administraciones públicas. En Cataluña se le conoce con el nombre de Síndic de Greuges y, en los países escandinavos Ombusman, término también aceptado en los países de lengua inglesa. De hecho, el defensor del Pueblo es un Conciliador, Mediador o Facilitador en la solución de conflictos en relación con los Derechos humanos y los derechos democráticos fundamentales. Derecho de conquista Justificación de la imposición de la voluntad por la fuerza y de manera, si fuera preciso, violenta por el hecho de haber vencido en el pasado. Derecho del más fuerte Algunos conciben que son los más fuertes los que poseen el derecho, la razón o la justificación a dominar e imponerse al resto. Diálogo Capacidad de entenderse uno a otro a través de la comunicación. Diplomacia Ciudadana Término que se refiere al conjunto de prácticas multilaterales desarrolladas con la finalidad de intervención en la solución de conflictos de carácter social como pueden ser disputas entre comunidades o barrios, entre éstas y las instituciones o las empresas de servicios, etc., de manera pacífica. CONFLICTOLOGÍA 128 Enemigo Persona percibida de manera altamente negativa que inspira gran temor y peligro inminente. Los enemigos son objetivo potencial de ataque, reducción e incluso eliminación. En Conflictología resultan muy interesantes los estudios realizados sobre la creación de imágenes del enemigo en el desarrollo de los conflictos. Escalada Conflictual Sistema de análisis de los conflictos que permite predecir el proceso (desescalada) de solución de los mismos. Escucha activa Entre oír y escuchar existe una diferencia notable. Por oír entendemos el significado de las palabras, por escuchar el sentido, razón de las mismas y accedemos a la comprensión de la persona que las emite. La escucha activa no es más que la capacidad de comprender lo que nos pretenden comunicar. Sinónimo de diálogo. Estrés En el desarrollo de todos los conflictos existe un factor de estrés determinante. El estrés posee una relación estrecha entre los procesos físicos y biológicos y aquellos otros de carácter psicológico y social que contribuyen a establecer las condiciones de atención necesarias para afrontar las dificultades de la vida pero que, al mismo tiempo, pueden derivar hacia procesos morbosos que llevarán a la somatización de enfermedades o establecerán las bases de conflictos violentos. Facilitador Habilidad propia de la persona que interviene en procesos de pacificación, de mediación y de solución de conflictos. La intervención de un facilitador presupone que no desarrollará ninguna iniciativa de tipo directivo, que tampoco no pretende que las partes en conflicto lleguen a ningún tipo de acuerdo, que no propone soluciones ni su actuación se encuentra limitada por una única técnica de intervención. Los facilitadores hacen uso de cualquier método no directivo ni violento con la finalidad de facilitar que las partes en conflicto puedan descubrir por ellas mismas la mejor manera de solucionar sus propios conflictos. A diferencia de la mediación que también persigue idénticos objetivos, los facilitadores no se limitan, como en el caso de la mediación, al uso de técnicas comunicativas sino que incorporan capacidades pedagógicas no dirigistas. DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 129 Falacia Mentira con apariencia de verdad. Enredo, falsedad emitida con la intención de confundir y difamar. Fuerza Energía, capacidad de desarrollo de la acción. Fuerza no implica violencia. La violencia sería el uso de la fuerza con la finalidad de perjudicar o producir un daño. GAC (Gestión Alternativa de Conflictos) Con las siglas GAC algunas personas se refieren al uso de sistemas alternativos de solución de disputas en el ámbito de los conflictos colectivos y de las relaciones intragrupales o entre grupos sociales y las autoridades o el gobierno. Desarrolla estrategias basadas en el fomento del diálogo, la negociación y la mediación. Gestión de Conflictos Esta denominación acostumbra a ser utilizada en el ámbito militar y empresarial. En todo caso denota un objetivo por «administrar» o gestionar conflictos sin pretender ni transformar ni resolverlos, con la intención más de contención que de aprovechamiento de su capacidad de innovación y cambio cualitativo. Guerra Expresión máxima de un conflicto mediante la cual se hace uso de todo tipo de violencias sin límite y se persigue claramente el dominio o la destrucción física del enemigo. Guerra Justa Justificación de la guerra cuando ésta se desarrolla como protección frente a la amenaza percibida de enemigos potenciales o como venganza por los males recibidos encubierta de razonamiento moral o jurídico. Guerra Santa Justificación de la guerra mediante un discurso que pretende demostrar estar en posesión de la comunicación e interpretar la voluntad de Dios. Hostilidad Manifestación explícita de desacuerdo y de enfrentamiento. Amenaza. Proceso mediante el cual se provocan enfrentamientos y CONFLICTOLOGÍA 130 se incita al incremento y la escalada o desarrollo de los conflictos con la finalidad de promover el combate abierto y la guerra. Imparcial Que no juzga ni toma partido por ninguna de las ideologías implicadas en un conflicto, pero sí opta por defender de manera inequívoca a la víctima y se manifiesta claramente contrario al uso de la violencia en la solución de los conflictos. Imparcialidad no presupone neutralidad. De todas maneras, entre uno y otro término pueden existir similitudes. Intereses Posesión de privilegios, beneficios y control sobre los recursos que permiten la satisfacción de necesidades. Irenología Conocimiento o ciencia de la paz, del griego clásico. Éste es un término poco usual y en desuso, utilizado por algunos autores del ámbito de los estudios de paz hace algunos años. El problema al orientarse hacia el estudio de las situaciones de paz es que nos conduce a desatender el objeto preocupante que es el conflicto. En este sentido, el término Polemología intenta corregirlo, al menos en parte. Juez de Paz Persona de reconocida solvencia moral elegida por la comunidad o el pueblo para ejercer los buenos oficios y contribuir a la solución de conflictos entre los vecinos basándose en el sentido común y la ecuanimidad. Normalmente suelen ser personas de edad avanzada. Ley Ordenamiento legal, norma de obligado cumplimiento establecida por la autoridad competente, emane ésta de la voluntad democrática y libremente expresada o impuesta por el tirano o una oligarquía. En ambos casos, pretende ordenar la convivencia y establecer lo que está permitido o no, prever su administración y ejecución dentro de un sistema establecido. En determinados sistemas legales, corresponde al legislador el desarrollo legal, en otro como el catalán, su código civil se inspira en los usos y costumbres de la población que el legislador se limita a ordenar. DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 131 Mediación La Mediación ha sido definida por numerosos autores como un método que intenta superar el carácter binario de las disputas a través de procesos comunicativos en los cuales se utilizan técnicas asertivas no dirigistas y se pretende llegar a acuerdos como finalización de situaciones conflictuales que compete resolver únicamente a los actores del conflicto y no al mediador. En este sentido se diferencia del Arbitraje y se asemeja a la mayor parte de métodos utilizados en Resolución de Conflictos. Mediación Transformativa Frente a un concepto de Mediación centrado en la neutralidad y como simple técnica de intervención en los conflictos, surge la Mediación Transformativa proponiendo la necesidad de cambio, de transformación de los conflictos mediante un proceso por el cual se tratará de solucionar las causas de los mismos sin abandonar por ello los métodos mediadores originales. En este sentido se asemeja e identifica a lo propugnado originalmente por las corrientes de Transformación y a Resolución de Conflictos. Mediador Persona que media, que practica y es consecuente con los principios definidores de la Mediación como filosofía y como técnica de intervención en conflictos. Mentira Falsedad. Afirmación y razonamiento aparentemente verídico con la intención de confundir, inducir al error, desprestigiar y modificar las percepciones positivas por otras claramente negativas con el objetivo de perjudicar o de impedir el beneficio de la persona contra la que va dirigida. La mentira es una forma de violencia, arma muy usual utilizada en todo tipo de conflictos, incluso en los interpersonales. Moobing Del inglés: to move. Acción encaminada a desplazar y marginar a una persona con la intención de perjudicarla, apartarla de su puesto de trabajo, inducirla al error, desprestigiarla, provocarle una situación de estrés que la obligue a abandonar su empleo, etc., con la finalidad de apropiarse del mismo o de eliminar su capacidad de liderazgo o su influencia. CONFLICTOLOGÍA 132 Necesidad Todo aquello imprescindible para la sobrevivencia y el desarrollo integral de la vida individual o colectiva. Incluye elementos como la posibilidad de alimentarse correctamente, la seguridad, el uso de un lugar donde vivir, la dignidad, las posibilidades de desarrollo afectivo, social y espiritualmente, etc. Necesidad e interés difieren en cuanto los intereses no son forzosamente necesidades sino deseos de poseer, conservar o mantener el poder, beneficios o privilegios, etc. Aún a costa de desposeer de la satisfacción de las necesidades básicas de otros. Negociación Proceso bilateral o multilateral mediante el cual las partes representadas difieren en sus intereses y se muestran favorables a intentar hallar un acuerdo o compromiso a través de las capacidades comunicativas. Se diferencia de la Mediación en cuanto esta última cuenta con una tercera persona neutral que procura facilitar la comunicación, mientras que en la Negociación no existe esta figura y las partes, que no forzosamente se encuentran en conflicto, se representan por ellas mismas. Los procesos negociadores no son, forzosamente, de carácter pacífico pero sí pueden contribuir a evitar el acceso a muestras de violencia superiores. Neutral, Neutralismo Sinónimo de Imparcial, aunque algunos le otorgan un matiz algo diferente. Por neutral también se entiende cuando, siendo imparcial, no se expresa explícitamente rechazo moral por la acción de aquellas partes del conflicto que atentan inequívocamente contra los derechos humanos y fundamentales de las personas. No Violencia Manera de luchar sin perjudicar a nadie, sin el uso de ningún tipo de violencia, ni física, psicológica, estructural ni judicial. Sistema filosófico y acción encaminada a oponerse a los actos de guerra y de injusticia sin violencia y con justicia, procurando, al mismo tiempo, favorecer incluso a los que se consideran enemigos. Lo contrario de violencia. NPA / NMA / NFA Siglas (del catalán, español e inglés) para designar la relación elemental que existe entre las necesidades, el miedo al desarrollo de la acción como esquema básico de comprensión de la dinámica de los conflictos, su origen y desarrollo. Necesidades no significan exacta- DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 133 mente «intereses», ni el miedo hace referencia únicamente a temores abstractos. Inicié y propuse su uso en el Manual de prevención y Resolución de Conflictos del que soy autor. Pienso que resume la comprensión simplificada de un proceso universal básico en el que se fundamentan los orígenes y el posterior desarrollo de los conflictos y cuyo entendimiento resulta fundamental para poder desarrollar planes de provención, tratamiento, transformación y solución de los conflictos. Miedo Estímulo físico y psicológico encaminado al desarrollo de la acción orientada a la satisfacción de las necesidades por mantener, desarrollar y garantizar la integridad de la vida. Si por una parte el miedo resulta imprescindible como estímulo para la acción que asegurará la sobrevivencia, por otra parte, su exceso implicará el desarrollo de actitudes, comportamientos y acciones violentas que acabarán perjudicando el entorno y al propio agresor. Odio Emoción y sentimiento que induce a desear lo peor a la persona, el grupo o la institución objeto del mismo. Lo contrario del concepto Amor. Los sentimientos de odio acaban por destruir psicológica y éticamente a quienes no logran superarlos. Con frecuencia, los sentimientos de odio suelen justificarse y disimularse tras razonamientos de todo tipo. Orden Armonía social determinada por un sistema legal y asegurada por la organización policial o, simplemente, capacidad social de mantenimiento de la paz y el respeto necesario para el desarrollo de la buena convivencia. Pacificación Proceso mediante el cual, en situación de conflicto y de guerra, se llega a restablecer por métodos no violentos la paz. Pacificador Aquel que pacifica, que facilita el desarrollo de entornos pacíficos sin ningún tipo de imposición ni violencia. En algunas acciones acometidas por fuerzas armadas internacionales, con el mínimo uso de la fuerza y únicamente frente a situaciones de autodefensa, en intervención en situaciones de con- CONFLICTOLOGÍA 134 flicto armado, han sido calificadas de fuerzas de pacificación. El ideal, sin embargo, todavía está por alcanzar, cuando una organización no armada intervenga en la protección de la población civil amenazada por organizaciones armadas beligerantes y procure, al mismo tiempo, mediar pacíficamente entre los contrincantes. Paz Estado o condición de seguridad, justicia, tranquilidad, serenidad. Existen diversas maneras de definir la paz y todas ellas me parecen complementarias. La paz es un estado de ánimo personal e íntimo de desapego y de comunión; también es ausencia de conflicto y guerra; también es la capacidad de gestionar, tratar y transformar los conflictos; de convivir en relativa armonía, de alcanzar la serenidad… Paz y Tregua Movimiento popular y asambleario que se desarrolló en Europa alrededor del año 1000, en una época y unas sociedades altamente conflictivas debido a la crisis del poder, la autoridad y la justicia. En Cataluña enraizó profundamente y, con el tiempo, derivó hacia formas de administración y gobierno predemocrático que dio paso a la institución parlamentaria y de gobierno del reino de Cataluña y, posteriormente, de los sucesivos gobiernos democráticos de la nación catalana. Perdón Perdonar es el proceso de reconocer errores para corregirlos y recuperar los sentimientos de libertad y de paz con uno mismo necesarios para vivir en plenitud. Perdonar es aprender a olvidar las ofensas o los temores, es aprender a que los recuerdos traumáticos de las ofensas recibidas no nos impidan vivir en plenitud. Perdonar es restituir el mal producido. Perdonar es superar los sentimientos de culpa, odio y resentimiento, liberarse de los mismos y sentirse capaces de volver a convivir. No resulta fácil en aquellos casos en los que se han recibido ofensas graves (muertes, torturas, daños materiales y morales importantes), pero resulta aconsejable facilitar a las víctimas la recuperación psicológica y la dignidad que, seguramente pasa por procesos de reconciliación. PIR Siglas o acrónimo que resumen los conceptos de Prevención, Intervención y Resolución, es decir, el antes, durante y después del conflicto, ámbitos de actuación en Resolución de Conflictos. DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 135 Polemología Ciencia o conocimiento de la guerra. Evidentemente no se refiere a conocimientos militares para el desarrollo de la guerra, sino al análisis de las características, orígenes y condiciones de los ejércitos y de las guerras. No es un término muy utilizado actualmente, aunque sí lo fue en años anteriores. La razón es que no se centra en el estudio del Conflicto sino más bien en el análisis de los ejércitos (dotaciones, armamento, presupuestos, etc.). Todavía hoy en día subsisten algunos institutos de Polemología especialmente en Francia, donde se acuñó el término; también existe uno en Barcelona. Prevención Capacidad de adelantarse al acontecer conflictual con la idea de gestionar sus consecuencias mediante la represión, la coerción o la reducción de los actores potenciales de los conflictos futuros. Mantenimiento del statu quo a través de reformas. Forma tradicional de los gobiernos deficitarios en componentes democráticos y sensibilidad social. Problema Dificultad en la comprensión de las cosas. Con frecuencia, los conflictos se inician debido a la dificultad de comprensión de uno mismo o de la situación en que se vive. La solución de problemas pasa, en buena parte, por el buen uso de la lógica pero, también, por procesos intuitivos que nos ayudan a entender que la realidad es diferente a como la solemos percibir; por ello, el concurso de la filosofía puede ser muy útil. Provención Término y concepto propuesto por J. Burton que designa la manera de evitar la aparición de conflictos sin gestionar su represión sino mediante la solución de las causas que los generan como son la injusticia social, la provisión de las necesidades básicas de las personas, el ejercicio de la democracia real, etc. Psicodrama / Sociodrama Simulación de un conflicto mediante su interpretación por los mismos actores del conflicto invirtiendo o alternando los papeles o roles con la finalidad de inducirles la comprensión de la situación y condicionantes de la parte contraria. Suele ser efectivo en conflictos interpersonales. CONFLICTOLOGÍA 136 Reconciliación Cuando las partes involucradas en un conflicto inician un proceso de comprensión mutua de lo sucedido, se superan los sentimientos de odio y rencor desarrollados durante el conflicto y se establece el mutuo reconocimiento y un pacto tácito, espontáneo y voluntario de amistad. Conciliación de los intereses mutuos. Los conflictos finalizan mediante actos de reconciliación, los acuerdos únicamente podrían considerarse objetivos tácticos pero no llegan a solventarlos. Regulación de Conflictos Sinónimo de Gestión de Conflictos. Cuando se trata de regular la conflictividad mediante medidas preventivas, normas o leyes establecidas con tal finalidad. Generalmente las instituciones judiciales procuran la regulación de los conflictos. Rendición Sometimiento condicional o incondicional a la voluntad de la otra parte. Resentimiento Odio hacia quien nos ha inflingido un mal. Los sentimientos de odio y de resentimiento son tan naturales como contraproducentes y nocivos para el desarrollo de una vida feliz. Resolución Alternativa de Conflictos / Resolución Alternativa de Disputas Con estas denominaciones se resumen las prácticas de Arbitraje, Conciliación, Mediación y Negociación como métodos alternativos y extrajudiciales al uso de la imposición de la Ley o la coacción del sistema jurídico y legal. Representa los métodos tradicionales adscritos a los sistemas judiciales occidentales. Con el desarrollo de los estudios sobre los conflictos y la aparición de la Resolución de Conflictos, Transformación de Conflictos o Conflictología, estos sistemas se han visto enriquecidos con aportaciones nuevas provenientes de los estudios de paz, la Teoría de Juegos, Teoría del Caos, etc. Resolución de Disputas Este término, similar a Resolución Alternativa de Conflictos, es utilizado por muchos abogados de los Estados Unidos para definir una labor más psicosocial que judicial en el tratamiento de conflictos y disputas en el ámbito mercantil y cívico, especialmente. DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 137 RRR Reconciliación, Resolución, Restauración. Propuesta de proceso de J. Galtung como óptima solución a los conflictos, especialmente referidos a los de tipo político y bélico. Posee una obra con este título que se menciona en la bibliografía. Galtung es uno de los primeros y más destacados autores de los estudios de paz y de Resolución de Conflictos. Rumor El rumor siempre tiene como objetivo provocar un perjuicio a la persona, grupo o entidad con el cual se relaciona. El hecho de propagar una información verídica o falsa en unas circunstancias y maneras determinadas puede representar el inicio de una serie de perjuicios o males. El rumor es una de las armas o sistemas más eficaces, baratos y difícil de localizar a su emisor; frecuentemente utilizado por todo tipo de personas y en todo tipo de relaciones humanas y sociales con el ánimo de desprestigiar, humillar y desfavorecer a la persona objetivo del ataque. La difusión de rumores utiliza la comunicación como arma de generación y desarrollo de los conflictos. El objetivo pretende crear, mediante las técnicas comunicativas, una percepción negativa e influir en la opinión pública en contra de algo o de alguien. Dada la dificultad de demostrar el origen y la intención de quien genera el rumor, la respuesta acostumbra a ser parecida, es decir, se responde de igual manera utilizando el rumor como respuesta a quien ha agredido de tal manera. De todas formas, un procedimiento para localizar a su emisor es cuestionando a quien beneficia el perjuicio inflingido a otro. Saints En Pakistán, religiosos islámicos a los que se les solicita su intervención en la solución de conflictos. Schoeffen En Alemania, en los siglos XIII y XIV, personas encargadas por la comunidad para servir como jueces de paz. Solución de conflictos Solucionar un conflicto o un problema. Contrariamente a como la denominación Resolución de Conflictos designa una disciplina, hasta el presente al referirnos a la solución de conflictos únicamente expresamos una acción genérica, sin ninguna connotación adicional. CONFLICTOLOGÍA 138 Solución de Problemas (Problem Solving) Corriente dentro de la Resolución de Conflictos del entorno conceptual desarrollado por J. Burton y otros autores. Razona la importancia de las necesidades en la configuración conflictual y establece el carácter a-disciplinario como una filosofía política inspirada en planteamientos racionales, realistas y pragmáticos. Territorio Común, ámbito de concordia (Common Ground) En todo conflicto conviene buscar el territorio común que induzca y facilite la concordia, procurar plantear soluciones y concordancias en primer lugar y dejar para más tarde el planteamiento y análisis de las discordancias, los problemas y las dificultades de cooperación. Transformación de Conflictos Término inicialmente utilizado en el entorno universitario Menonita similar al de Resolución de Conflictos, en el que se insiste en la importancia de la transformación de las bases morales y espirituales que fundamentan actitudes generadoras de conflictos. En este sentido, podemos llegar a convenir que todas las tradiciones filosóficas, espirituales y místicas llegan a similares conclusiones, fundamentadas en el conflicto que se genera entre la separación del ego de su entorno del que forma parte. En la Teoría de Gaia se llega a parecidas conclusiones en la relación entre el ser humano y el planeta o la naturaleza. Tregua Detención temporal del combate y de las hostilidades con la finalidad de llevar a cabo iniciativas de carácter humanitario o con la finalidad de iniciar procesos de negociación de cara a la finalización del conflicto. De no establecerse pautas de solución del conflicto, el período de tregua finalizará y se reprenderán las hostilidades y los combates. Tribunal de Aguas En los territorios del antiguo reino de Valencia fundado por el rey catalán Jaume I y recogiendo tradiciones propias de las sociedades y cultura musulmanas establecidas anteriormente se crearon tribunales para la regulación del agua de riego, compuestos por los mismos agricultores y fundamentándose en la equidad y las habilidades conciliadoras. Todavía hoy, las decisiones de este Tribunal son soberanas e inapelables. DICCIONARIO DE CONFLICTOLOGÍA 139 Violencia Todo aquello que pueda perjudicar de una manera u otra a uno mismo, a otras personas o al entorno social o de la naturaleza. La violencia se ejerce físicamente inflingiendo heridas o la misma muerte; también se inflinge limitando la libertad, atentando contra la dignidad, impidiendo el desarrollo integral de las personas o la satisfacción de sus necesidades; así, de esta manera, se ejerce psicológica, estructural y económicamente, a través de la acción política y judicial o mediante cualquiera otra forma posible. La violencia es, normalmente, implícita en el desarrollo de los conflictos y, por tanto, motivo de interés preferente desde la Conflictología. 140 BIBLIOGRAFÍA Esta bibliografía pretende ofrecer una relación diversa y plural de obras relacionadas directa o indirectamente con la Conflictología o Resolución de Conflictos, sus diversas aplicaciones, teorías y aportaciones y, al mismo tiempo, aquellas obras clásicas que, sin estar en relación directa con estas denominaciones, significan aportaciones notables a la solución de conflictos, problemas y crisis humanas desde épocas, culturas y disciplinas muy diversas. También incluye obras prácticas que orientan hacia el tratamiento de los conflictos desde perspectivas diversas. Es, por tanto, una relación no exhaustiva de lo que podría ser una buena biblioteca generalista, concisa y especializada en la materia. Evidentemente, podría ampliarse con otros autores especializados en campos específicos, así como con las revistas y boletines de las organizaciones detalladas en el directorio de esta obra, también resulta imprescindible la conexión a las bases de datos específicas que se encuentran en Internet que también se relacionan en el directorio, así como las revistas especializadas, los directorios de organizaciones, diccionarios especializados y obras generales. Básica recomendada Burgess, H. y Burgess G., Encyclopedia of Conflict Resolution, Santa Barbara, California, ABC-CLIO, 1997. Burton, J., Conflict: Resolution and Provention, Virginia, Center for Conflict Analysis and Resolution, George Mason University, The Macmillan Press, 1990. Galtung, J., Peace Education: Problems and conflicts. Education for Peace, Science and Technology Press, 1976. — Tras la violencia, R: Reconstrucción, Reconciliación, Resolución. 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