E L MOTÍN EL MOTÍN PERIÓDICO SEMANAL SE PUBLICA LOS SÁBADOS PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN MADRID ULTRAMAR Y EXTRANJERO Trimestre.. 1,50 Ptas. Año 10,00 Ptas. Semestre.. 3,00 > CORRESPCNS4LES PROVINCIAS 2 5 números. 1,50 Ptas El pago de las suscripTrimestre. 1,50 Ptas. ciones es adelantado. Semestre. 3,00 . 6,00 . Número suelto, 10 cts Los suscriptores directos tendrán derecho á recibir cuanto se publique en esta casa, con el 25 por 1 0 0 de rebaja. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Calle de Alberto Aguilera, núm. 52.-MAD =^10 Se jnevu á jueves Poco ha habido en estos ocho días que merezca consignarse. Llegaron á Madrid los Reyes de Italia. La situación en Marruecos es mejcr por ahora. Se ka admitido al almirante Pictado la dimisión del cargo de jefe del Estado Mayor Central de la Armada por Real decreto publicado en la Gaceta del martes 10. Tiempos y tUnpos Leo en un periódico católico, que á San Antonio lo escuchaban silenciosos los peces iPero, Dics miol ¡Lo que han variado los peces desde entonces! Los que nadaben en vida del tanto bendito no ae propasaban ni á decir: cjesta boca es mial>, mientns los de ahora no callan un segundo. jTodo lo cambia el tiempo, todo lo trastueca!... Hoy les pobres pescadores se ven negrcs para cot.vencerlos de que deben dejarse coger con resignación cristiana. iPero yl, sí! En cuanto ven la red ya están todos (hasta las sardinasl (hasta les bcqueronesl gritando como energúmenos... ¿Quién tiene la culpa de que los pe- ^eras tú, pelagatos, para casarte por ees hayín variado de ese modo? ¿Quién ¡ amor? ¿Pre tendías hacer imputemente ha de ser sino la picara masonería, el en tu íesigoifícancia lo que rara vez irfsme liberalismo, !a mala prensa. osan realizar, en medio de todas las EL MOTÍN en primer término? grandezas terrenas, las mistras testas Hacen muy bien los católicos en coronada;? tronar centra su maldecida icñuencia, —Yo nunca hubiera podi Jo... ya que ha llegado hasta pervertir á —(Si no tieres que decirme nada! squelics peces tan prudentes que DO ¡Te conozco hace tantos años! A tí te se atrevían á decir una palabra más al' ha podido la soberbia. Pero no se trata qae otra cuando San Antonio les! ta ahora de ID que fuiste, sino de loque predicaba. debiste ser. Si tú te hubietes prestado Ni cuando no k s predicaba. ¡ á oficiar de quitares nchas, tengo para mí que don Zenón se habría dado por JoiÉ NAKINS muy contento, entregándote la niña 1904 con una dcte de treinta mil duros. ¿Crees que exagero? —Cteo que no. —Treinta mil duros no son un Potosí, pero pueden ser un principio de al—Es triste llegar á les umbrales de go. Para sacír de ellos, negociando, la vejez, después de una vida de tra- un diez por ciento, no habrías necesibajos y privaciones, teniendo por tcdo tado acudir á la taja usura. Hete, presente la pobreza y por todo porve- pues, que entras en la vida con tres mil dure tes de renta. En seguida abres nir el hospital... — Pues, hijo, tú lo has querido. Na- bifete. die \e tiene la culpa. Siempre fué la —(Si yo nunca he sabido palabra de prodigíUdad madre de la indigencia. la práctica de la profesión! |Si no hubieras derrochado locamente —¿Y eso qué importa? Tendrías un una fortuna!... pasante, dos pasantes, tres pasantes, — ¿Una fortuna? ¡Pero si nunca tuve cuantos pasantes fueran menester. un cuartt I ¿No has conocido entre tus propios —Yo te puedo probar que has tira- compañeros de estudios una porción do á la calle un ca[ ital de un millón de muchachos listos y muertos de necejo de pesetas. cesidad? Ellos harían el trabajo. A ti —Venga la prueba; tengo curiosidad te bastaría con firmar los escritos y por saber cómo he podido perder lo llevar el agua al molino. ¿Te figuras que no he poseído jamás. tú que hacen otra cesa muchos de los —Es muy sencillo. Pero á fin de abogados de mayor recombre? El que evitar que mi demostración degenere tiene fábrica de tfjidcs nunca teje. en una de tantas discusiones ociosas, Trjen por él sus obreros. El cobra, importa fijar bien los términos. Yo paga, se queda con la d;ferencia y se afirmo que quien encontrándose en la enriquece. Lo mismo pasa aquí. Dadas calle un dur J no se toma !a molestia las relaciones de tu familia por afinide ccgerlo, realiza un acto de tan in- dad, no juzgo temerario suponer que sensata prodigalidad como aquel que al cabo de algunos años tu bufete pusaca un duro del bolsillo y le tira en diera dejarte un beneficio de otros el arroyo. ¿Partimoa de ese principio? tres mil duros. — Partamos. — Bien podría ser. — Bien. ¿Te SLÍW rdss tú de Milagri- —Y van seis, Además serlas ditos, la hija de don Zenón? putada. — ¡Vaya ti me acuerd 1 • —¿Yo? —ÜQ gran partido, Li chica era —Es claro. Tú eras por entonces graciosa, >r.iviesa, Ji.>ita como un rayo. (¡cómo has cambi.ido, chico!) t n m o s a Belleza, Dios la dé. Malas lenguts de- guapo, elegante, distirguido, simpáticían que hibía en EU pasado una de co; algo encogido y huraño, ese ha esas manchas que no salen ni con ben- sido siempre tu defecto. Tu suegro cina. Tú no Is parecías á la niña cos- habría tratado de utilizar tus buenas tal de p ja. ¡Lo qu-í te perdiste, maja- cualidades. Un yerno ¿iiputado, viste. dero! Aquélla era tu m^dla naranja. Te habrías hecho conservador ó fusio—Peto yo no amaba á Milagros. nista; tanto monta... — ¡Amor! ¡Gran palabra, evocadora —¡Si yo siempre fui republicano! de ensueñoi! Pero, ¿qué tiene que ver — ¡Eso mát! ¿Conque no sólo preel amor con el mi.trimonio? ¿Quién tendiste casarte por amor, sino que te UN P R Ó D I G O PAGINA 2 A LA REDENCIÓN POR LA INSTRUCCIÓN EL MOTÍN iN ) habías de triunfirl El sacrificio has permitido el lujo de tener ideas? para que sirva de modelo á los de su j Y luego te quíjarás de tu indigencia! oficio que deseen adquirir órganos al siempre es fecundo y el sacrificio d? IY seras capaz de censurar á los que fiado y tener sus templos en perfecto los hermanos u"idos por rl l^zo mágiperdieron su fortuna en la ruleta de ¡estado de conservación y limpieza. ~ co de cristiaaa f<", nunca dej\ de surtir al cielo. Pues ohr • de sacrificio fraterMonte Cario! i nal era esta. Sí; ha sido obrí man o—Paro... munada, de -amores y de inmolacio—iQué pero ni q lé camuesol Te dines, de caridid y de fraterna unión, go que eres conservador ó fusionista de esfie'zos y de santos hermanay diputado. Pronto convierteo en promientos. Todos han tonado parteen pio tu distrito de ocasión. E J coser y ellí'; ricos y pob-ei, altos v humildes, cantar. Te haces esclavo de los caciy han tomado parte en calidad de hiques, agente d« neíocios de los amigos, correveidile de los electores, Es cierto, y, por cierto, consolador jos del mismo ho^ar, á título d? f'lihasta lograr qie los otros distritos en grado sumo; el martes -ríanse us- gr*ses ó de a m n e s de la Parroquia. envidieQ a tuyo su diputado. Ya sa- tedes del aire malenco de los mar- ¿Había de resultar baldía tan sugestibes fy sistema tes—, día 20 del florido Mayo, recibi- va of-enda? — S', sí; ya sé. Liego ¿quiéi medirá la altura de la mos de manos de un cariñoso amig} y —Una vez con distrito propio, an- feligrés, la cantidad de quinientas se- pirámide¡forjada á base de plegarias 6 cha es casti'la. Vienín los tuyos y te tenta y cinco pesetas, las que precisa- calculará las proporciones de as súplihacen alto fuacioaario, director, su*!- mente faltaban para cubrir por comple-1 ras dirigidas por infinidad de aimas »n secretario, consejar' de Estalo, mi- to el presupuesto del órgano de esta fjvor de la i lea? ¿Y podía quedar ianistro. ¿Por qué no? Otros mis tontos simpatiquísima parroquia de Sas Ss fructuosa taata llamada y tan insistenlo han sido. te v férvida oración? ba«tián... —Gracias. Ahí to tenéis ante los ojos; el milaRespiremos, lectores, mientras da —No las merece. Como aún no ha mos gracias á la amorosísima Provi gro y perdonad la pa'abra—se ha venido Silvela á dar á la opinión el ti- denciade Dios, que por modo tan cla- realizado. Es que, además, todos busmo de las cesantías, tú te pones en ro y patente acaba de bendecir la san- cábamos lo misatio, la mayor gloria dé condiciones legales para cobrar tus ta empresa, llevindola á felicísimo Dios, el realce ds su culto, la mayor treintimíl rea'it )s que unido lá lo} éxito. ¿Pjr qué nejar que saltamos de solemnidad de las funciones sacras, el brillo y esplendor de las fiestas m&% fleis mil duros da la suma anterior, gozo? hacen, si no mi engaño, siete mil qui¿Cómo no decir que es inmensa hermosas de la vid», de las fiestas familiares é íntimas de nuestra fe y de nientos. Corren los años, engordas, nuestra alearía? encanecss, tu espalda se encorva, tu Sí; el corazón se mueve hoy con nuestra devoción, que son las habidas barriga se redondea, y llega para ti la ritmo acelerado y una de las más pu en torno de'la cuaa rriuia-ia ó sea la hora del retira. Enton:ei pasas de la ras satisfacciones conmueve en estos pila bautismal, al calor del Sagrario baja á la alta Cámara. Ssnador ele:t<- instantes el fondo mismo de nuestra del templo centro de todos lo' tetiYO primero, vitalicia despué?, ex mi- alma. Aquel dorado sueño de días casi p'os, bajo la égida de esa cruz que nos nistro, hombre eminentemente respe- lejanos por lo intensamente vividas, recibió cuando el cielo nos daba por table, ¿será demasiado pretender qus es ya gozosa realidad... Aquella dulce el bautismo el beso primero de la grauua Compañía de ferrocarriles te brin ilusión que nos hizo mirar hacia lo al- cia en el Jordán regenerador, que nos de con una plaza de consejero que te to, es ya un hecho... El ideal acaricia- cobija siempre enj'aí horas más solemvalga otros tres mil duros? do en las ternuras de un sentimenta- nes de la vidajy que ha de extender —No, no es demasiado. lism} codicioso, dejó el secreto de'.la sus brazos generosos en el momento —Siete mil quinientos y tres mil, psnumbra ha^ta trocarse en consuelo de morir como cri tiaaos. Eso buscábamos, y porque buscábamos un mediez mil quinientos. Pongamos diez vigTizador... mil, cuenta redonda. Capitalizados al |01i fe, fe siempre triunfante por- dio de favorecer el reino de Dios, se cinco por ciento, diez mil duros repre- que aleteas y te mueves, no sibre es- nos ha dado—como siempre—lo dssentan una suma de un millón de pe- te suelo movedizo y resquebrajado, más, es decir, la victoria por añadisetas, que como hombre pródigo, de- obscuro y atemorizador de la incon- dura. rrochador y gastoso, has tirado por la sistencia humana, sino allá, en las aliGrac'as sean dadas á DiosI No ha ventana, puesto que no la has cogido turas de las divinas piedades, bendita, llegado aun el período del veraneo y del arroyo. Qae es lo que se quería bendita seas I Tú inspiraste este pro hemos llegado al fin. Del cielo vino demostrar. yecta, porque tú eres en medio d*^ las esta gracia. Del cielo y de la caridad —Bien; pero tú que has manejado f'ombras del vivir, luz; en medio ds la inmensa, asombrosa de los corazones toda tu Vida tantos intereses, eres tan falta de recursos, seguridad; en lo más cristianos, muy en particular de nuestros amadísimos feligreses. Testigos disipador como yo, ya que nunca se te recio de la lucha, confianza. ha ocurrido cargar con la caja y echar lOh fe, fe cristiana, siempre briosa hay que pueden certificar del hecho; á correr. y á todas horas tierna, deja que te ce- á veces hemos rechazado donativos —Si yo hubiera hecho eso que di- lebre uaa vez misi Es tan dalce mirar por considerar que era ya excesiva la ces, tal vez á estas horas estaría en la vida al trasluz de tus divinas reful- generosidad de algunos humildes. Tan presicfio, mientras que si tú hubieses gencias... Se ven tan lejos y se ve tan grande ha sido el espíritu de compehecho lo que digo... claro co» la lente de tu sobrenatural netración entusiasta... Después de -iQué? claridad... jAy, sil Mirar con los rayos Dios, á vosotros se debe el triuof3. —Ahora pertenecerías á la clase de de tu foco es ver todas las cosas orde- Un triunfo halaguen D en su aspecto aquellos que llevan á presidio á los nadas por la mano augusta y providen- externo y visible, pero mucho más sate del Padre que está en los cielos. Es tisfactorio aún en su parte íntima, ya demís. ir hacia El con la ingenua confianza que constituye, según arriba indicábaALFREOO CALDERÓN del pequeñuelo. Es dejarse caer en su mos, un plebiscito de ofrenda colectiEsto ha escrito en el número del amoroso regazo como en un mar de va y de prestación mancomunada á la día 24 de Mayo del Eco Parroquial de venturas y como en un abismo de bon- Parroquia, la madre común. Ante prueba tan manifiesta de nuesSan Sebastián su celoso párroco, á dades. ¿Qué nos faltará descansando quien admiro cada día mis por su in- en el poder mismo, en la suprema tros cariños, yo, que no he tenido superable habilidad para preparar y bondad? ¿Qué recelaremos si la Provi- otro mentó que el de alentaros infundencia vela? ¿Cómo no triunfar si deja- diéndoos confianza, f.é perfectamente dar piadosos sablazos. Y lo reproduzco al pie de la letra mos libre la diestra del Todopoderoso? el camino á seguir. Por lo pronto os ¡Sracias á DiosI ¡üa se hizo el milairo del ürsaHol PAGINA 3 EL MOTÍN "«seguro que, sin exigiros nuevos sa- ds un brinco á los pies de la cama, é ta chimenea en que ardían los haces crificios, los huecos que quedaron en instantáneamente cayó en profundo de sarmientos y los troncos de chopo. lacsjid''l órgano para ulteriores re- sueño, en el cual permaneció por es Y Mariquita, esquivando las mira gistros, D. m , se llenarán y no tardan- pació de cincuenta horas, al cabo de das de su padre, bordaba el gorro de do. En el otoño príximo heD^os de ce- las cuales se despejó un poco, le admi- cañamazo que había de regalarle el lebrar una Asamblea parroquial, nistraron la Extremauncióa, y ya besó día de su santo, y miraba de vez en cuyas líneas generales estamos ya tra- el crucifijo con verdadera fe dando cuando á Santiago que desmenuzaba zando, y confiamos tener ya en abso- señales de arrepentimiento. el tabaco que en un periódico tenia luto terminada, rffinadísima, h'-cha C'^ntenares de personas del Burgo entre las piernas, haciendo lentamente una alhaja la pa'^te complementaria del deOsma atestiguan que todo eso ha cigarrillos... órgano. ¿Có-no? No ncs lo preguntéis ocurrido, y yo pregunto: Y esto duró un invierno, en el cual ahora; ro sabríamoj responder, pero ¿Se ha hecho ya colectiva la locura los chicos spsnas se hablaron oorque aeréis que ello se hará. individual? el padre era muy severo y la chica no Y luígo... luego, ahora y siempre ¿Hasta dónde se pretende que retro- salía sino con él á misa, y con é! á patendremos puesta la mirada en todo ceda este pueblo ignorante y fanático? seo, y con él á la era, y con é' á ver cuanto sea trabajar y rf juver.ecer la coger la oliva, y con él á la procesión, Josa NAKEMS parroquia que el señor n is ha confia y al baile del alcalde, y á confesar, y 1886 do. El altar mayor, el presbiterio, el á todo. • WWic^KW»»—«WX^»»' ornato y apeo del temn'o, hoy reneDe modo que los corasones se engrido y aviejadlsimo... No os asustéis, tendieron, los ojos se hablaron, pero ahora llega el tiempo de descansar y no hubo mái trato que eje de decirse no seré yo quien os inquiete en vuespalabras sueltas delante de la gen'e. tro descanso. Entre tentó soñaremos... De escribir no hablemos, porque ¿Y usted qué oplaa, doña Isidora, Que el Señor os bendiga y premie A", su sobrina Circuncisión? Santiago no pudo logr<iT que niñean á todos vuestra obra, -.oncediéndo s, ¡Jísús, Dios mío, cómo esti aliora! mozo, ni criada, ni j!>eón, co-no deci con otras gracias, la de oir por muchos ¡Pronto ht cambiado de vocación! mos por allá, llevase ni trajese un* años, felices, contentos y cada vez cartita ¡Bueno era el señor Manuel! Como qae nanea sale del templo más santos, el órgano que vuestra ra- si no la dicen: «Se vj i cerrar», IA t )zoladis los hubiera matadol ridad, secundada por la de otros her- ; á las devotis sirva de ejemplo Ds Santiago sabía todo el mundo manos de fe, acaba de regalar, conca siempre de hinojos ante ei altir. que había estudiado en Zaragoza, y Tácter definitivo, en este mes ds Maacabada su carrera de médico volvió ¡Ella qae era antes nna coqueta rta, á vuestra idolatrada parroquia de como en el pueblo no hibfi tres, al pueblo hecho un doctor á loi 34 ^an Sebastián. Tales son los votos tan casquivana, tan pizpireta, años, Pero daba la casualidad de que fervorosos de vuestro agiadeci Msimo, con cuatro novios en cada mes! en aquel pueblo tan sano y tan sobrio profundamente reconocido y con vuesnadie se ponía malo ni se moría nin ¡Y verla ahora cnidando Inees, tro al.ento confortado, gún vecino más que de viejo, y eso á sücando santos en procesión!... fuerza de ruegos para no estorbar. Y ¡Doña Isidora, yn me hago emees! EL CURA PÁRROCO Santiago no ganaba un cuarto. ¡Me vuelve loca C'rcancisión! Pero se sabía que era económico, ¿Quién cree qae es ella la que alegraba ahorrador, que allí donde había una con sas enredos la vecindad peseta perdi Ja, él se la encontraba y j de cualquiera se enamoraba que era una hormiguita para su casa; y con asombrosa facilidad? En el pueblo de Losana vivía en la chica del señor Manuel debía tener ¡Miren ahora la pobrecita completa miseria una mvjsr de sesen- que ;a no sabe lo que es amorl mucho dinero, segán decían. ta y dos años. Efecto sin duda de la E l vez de esencias, agna bendita, Ello fué que al fin de aquel invier •escasez de recursos y filta de resigna- y en vez de bailes, altir mayor. no el señor Manuel llamó una noch ción cristiana, renegaba constanteá Santiago después qae se acabó I Ya por ei pueblo dicen las gentes mente de su suerte, y con alguna fre- que si ella siicne por donde va, tertulia, se encerró con él y le dijo: cuencia preguntaba por qué no se la aun á despecho de sos parientes —Mira, Santiago; en los pueblos ha llevaban los demonios. mu malas lenguas, y á mí no me gus en nn convento se meterá. Hizo cama un ¿U que se vio acometan las murmuraciones, y ya estamos Yo no comprendo de ningún modo tida de terribles dolores, y al ver que qne sea monja Cirenneisión, en que si dicer^ ó no dicen que festejas no se cuidaba de cumplir sus deberes aunque estos días lo olvide todo con la María ¿Festejas ú qué? <le cristiana, el celoso párroco. Bar- y l'ore y rece con devoción. Santiago, feliz al ver que le abrían C6D de apellido, se presentó en su cacamino, respondió: Vamos á cuentas, ¿i qué viene eso? «a, y preguntóle si deseaba recibir los Si Dios se entera, ¿qué dirá El? —Sí, señor. aacramentOB, creyó observar algo pa < Siempre en la iglesia, ¿oo es nn ex'.eso? —Bueno; pues mira: yo veo que tú Tecido á un si, y mandó á los concu- ¿Se ha arrepentido, ó hace el papel? eres trabajador y persona decente, Trentes desalojar la habitación. que no tienes padre ni madre ni perri¿Usted qne opina, doñi hidora, Una vez solos aproximóse á la cabe dp tan extraño místico afín? co que te ladre, y que te conviene cácera y recibió una bofetada; llamó en ¿Eí qne se enmienda?—¡Pnes no, señor»! sate, seguida á los que había mandado sa- ¡Se ha enamorado del sacristán! —Si, señor, y con una mujer como Ur, les refirió el caso, advirtiéndoles su hija de usted. SiNssio BELGADO que era de todo punto imposible que —Pues aquí se va á arreglar esto. aquella desgraciada pudiera desarroMí María tié diez y nueve años; sabe llar tanta fuerza. coser, (uisar, planchar, bordar, hacer emantecaos y gobernar su casa. ¿Te Cuando ya habla muchas personas' conviene? dentro de la habitación, dio el párroco { —¡Ya lo creo, señor Manuel! A besar el crucifijo á la vieja; mordióYa lo sabía el padre, ó lo que es lo —Bueno. Es buena cristiana, no tiele con rabia y lo arrojó muy lejos. mismo, ei señor Manuel, rico hacendaEntonces el párroco comenzó A reci • do de mi tierra; que los muchachos se ne amigas encismadoras ni langosteras, está acostumbrada á no salir más tarlos exorcismos que la eanta Iglesia querían. tiene establecidos para tales casos. Santiago acudía todas las noches á que conmigo y habla muy poco; como Y, |oh prodigiot, apenas terminó la ' la tertulia ds viejos que tenía el padre quien dice, nada. ¿Te conviene? —iQue sí señor I <Utima palabra, la paciente se trasladó al amor del fuego ante la ancha y al- Senío y | í 9 u r a H A C I A ATRÁS t\ cuento M novio PAGINA 4 LAS RELIGIONES DEGRADAN Y EMBRUTECEN EL MOTÍN —Yo le daré treinta mil duros de reuniones rientffícas que sólo sirven EduTdo MirtÍD, Sitti C:uz de la Paldote, y además viviiéis cocmigo hasta pata evidenciar sus contradicciones. ma, 4. que yo me muera, v luego sus lo de^ r é todo, ¿Te patee bien? Las ideas tienen su genealrgfa co- COEfiESPOlDOOIl IDlíIinSTRATIYl Santiago, á punto de desmayarse, mo kshembrep, pero al revés de la respondió temblando de emoción: aristocracia, es tatto más gloriosa A'wras.—Luis B^hamorde, abonada lu — |Sí señor, sil cuanto más corta, porque el genio se áfinAbril 1925. -k^ — Bueno. Pero ahora te voy á íecir enorgullece con justicia de no tener i>uscripción Castillo de los Guardas.—RtíitlUcTelo prencipal, y es que Mdrís. . es ion antepasados. ra, id. ifinNoviembre 1924. ta, pero tonta neg:tda y rematada; y Barcelona.—]utn Agniló, id. áfinDiun padre no tiene pa qué engañar á La virtud no daría jamás un paso si c'embre 1924, nadie. ¿Te conviene pa mujer siendo la vanidad no la acompí ñase. Higuera de la Sierra.—Teodoto Rafino, i^. áfinJQDÍO 1925. idiota? Bjdi, id. i fin Agoi— llY aunque no lo fuera!! -contesEn España la gente comienza por to /flíiva.—fcnriqoi 1924, tó Saütiago. indignarse de los abusos y concluye \ Gydn.—Elrque Arias, í i . áfinMaY se casaron á los veinte días. por reírse de ellos considerando los yo 1925 irremediables, lo Lual hace que losean. I Fuente la Higuera .—Juta del Canrpr, EnsBBio BLASCO id. áfinDiciembre 1924. Jd^ia.—Dmicl Virgti, id. áfinMaLos caiacteres tristes de suyo, ó enCZ, \ / A F ? í r~^ ^ tristecidos y amargados por injurias yo 1925. Santa Cruz de la Palma.-Eán&táo i ^ Y / \ r \ 1\ ^ ^ de la suerte, sen generalmente los que c, id. á ñn Maíz^ 1925, ,^^^^ cultivan el humorismo. El chiste es í Mkit Fuente la Higuera.-Rtmói Ferri, rela lágrima de los cjos que no lloran. cibido «n giro dt 7 20; coi forme. -; :-j, '•'') Es cof a convenida por te dos 1( s ob • ' La Felguera.— FtiD»nio Vclasco, id. servadores, desie que eí rey salmista Nada desprestigia tanto las leyes co fde 25 « iu cuenta. d}0 Todo hombre es embustero, has mo una injusticia cometida sin infrac' i C/írera.—Eiriqutta Goizilez. id. de ta el misántropo que dijo Todo hom- ción de ley alguna. 4,85; co» f jrire. bre es malo, que la hun^^anidad en ge j Benaguacil —MtLutl Cabo, id. de 10; neral es muy viciosa, y que los pueHay hf mbres que no retroceden an- I cocí rtue. blos son receptáculos de pecados ca- te una fdlta siempre que les pro- Alcázar de 6an Juan,—Valerimo E«pitales. Por está tazón todcs hemos duzca algo y que transijen con el vicio I cribano, id. de 4,40 1 in cuer ta. de &ania Maria.—José MuSoz, tomado tuestro partido, y miramos á cuando no causa más que perjuicios ,1id Puerto (Xf 10 i i\i cnenti. nuestro vecino con tal desconfiínzi, materiales. i ¿oMío.-Ramón Várela, id. de 25; conque ponemos celosías á nuestias ven forme. tanas para ocultarle nuestra mujer, y .<l/oyo>-.—Rtfael Jnanico, id. de 15; conPor bien que uno hable uca lengua ceiroj s á nuestras puertas para ocul- (xtranjera, cuando te trata de b'a^fe- forae. Ferrer, id. de 50 i »n tarle nuestro dinero. mar ó echar maldiciones usa siempre C UBarcelona.—Jcsé :Ltl, la suya. Ca/a^os.—Jifé Chaparro, id. de 20,40; El que quiera estar tien con todo el corf rme. Como la melancolía tiene necesidad mundo, procure no dejarse engañar nunca, pero fii.ja que se deja engañar de alimento, el hombre prudente se «irwitOTMeawrwTKgogMMCKaMoo siempre. guarda bien de alimentar á este enemigo que, demasiado hambriento, deNo se juzgan bien las acciones de vora á su víctima, les demás, sino colocándose en el DE jCuántas ttai.iones, bi,jezas y vaniterreno en que estuvieron y conside rando su determinación con los mis- dades ha hecho cometer á los homCARICATURAS Y DIBUJOS mos pensamientos que ellos debieron bres el temor de p sar por necios, temor sin el cual icaso hubieran sido tener. P U B L I C A D O S EN honrados! "EL AOTÍN" Las gentes se conmueven mucho más por un hecho físico que por uno Los aplausos de las mui hedumbres moral. Los huesos rotos, la vista de la inconscientes suelen ser el silbido de sangre hacen desmayarse á muchas la conciencia humana. PRBeíOi 7 PESETAS personas que se reiiídn-de un dolor Tenemos tan poca seguridad en profundo de! alma. nuestrcs juicios, que el aplomo de un tonto nos deja algunas \eces suspen- iM^iQTOTQiflrorMrttnoniinor'BrBrwTÉrTflnQTMTiri Arrebatad al ladrón el bolsillo que sos. acaba de robar, y furioso gritará: ique me roban! (ladrón! lá ese! Toda acción loca ó prudente es pre- r»acKK8aflMwaoM9:KB:w»3g8e>MeiflBgagoa <( ciso llevarla á cabo con valor ó abste No se hace nunca tanto mal como neise de ejecutarla. cuando se hace para van: gloriarse de hiberlo hecho, El mundo exije continúes fingimientos, y bajo pena de oprobio nos man(Cuántas veces nos avergonzaría- da obedecer sus convencionalismos. FOK EL rRESDfTERO mos de nuestras bel as acciones, si el público viese los motivos íntimos que AMIGOS QUE H A N K N \ ÍADO C A N T I nos han llevado á ejecutarlas! PKECIO: TRES PESETAS DADES PARA AYUDAR A E L MOTÍN Varios salios reunidos incutren en FRANCX) DE PORTE Y CERTIFICADO más errores que un solo hombre que Daniel Vtrf;», Tipia, i pesi ta; Luig Pi^j^^wmypwpwByByBypypyBWBWByp^^mwli medita en el silencio de su gabinete. Bahamonde, Murar, 2*50; Iikbel Barrí s, Es de esperar muy poca luz de esas Barcelona, 5; Isabel Pérez, Alicante, 5; Imp. Juan Pérez.• Pas«)e de ValdeciUa, 3.-Madrid- D ÁLBUM PRIMERO • «^^•»*MWI»«M>^«»^S<^ »m0t^^^00m0f»má k la lerte" ConsDolo para la vida Don Ramón Sarmiento