Homenajes al jenio : estudios históricos

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Biblioteca del "Diario de Cundinama.rca. .•.
- ~ --
HOMENAJES
ESTUDIOS
AL JENIO.
HISTORICOS
POR
FELIPE
PÉREZ.
1876
BOGOTÁ
ULI'RENTA DE GAITAN.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
ESTUDIOS HISTORICOS.
,
_._ .•...._ ....•....~._..........•.._ ..••..........•....... _ .........•
1
L~ tribuna es un puesto alto en el espacio desde el cual
el orador, como el águila, domina las rejiones que quedan
a sus piés.
La tribuna hist6rica es más que cso aún: eil la tripode
de los oráculos modernos, desde donde so lanza el veredicto dc la posteridad al rcspecto de las sociedades que fneron. Este vercdicto cs Eonocasioncs una voz de oprobio, i
cn ocasiones UDgrito de aplauso.
Yo no soi más <¡ue un escritor; i sinembargo, al trepar
la8 gradas de la tribuna histórica, debido a la. naturaleza
del ministerio qnevoi a.ejercer, me siento filósofo, i me
siendo juez I Fil6s01o para investigar; juez para decidil'.
Miro en torno i columbro a la Grecia delante de mí. Los
si~los retroced~n ; i a la sola evocacion de mis recner~o8,
Milciades, cel'ilda la frente con el laurel de Maraton, 1 el
cadáver de Leonídas trasplJ.sado por la8 espadas de los
persas, acuden a mi voz, penden de mi labio, i me escu·
chan con el silencio del respeto: tal es el privilejio de la
historia!
Dcscubro detras de ellos la figura aU8tera de S6crate8 ;
diviso a PlatoD, la divina lengua del cual calla en tanto
que hablo yo; i veo a Safo i a Oorina que me sonrien con
la gracia de 8U8~XOi la inspiracioo de r~poesía. Alcibiades parece desafiarme con la seguridad de la grandeza j
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-4Pericles con el eSp'lendor de 6U siglo; Epaminondas con
108 trofeo8 de Léutres ; i Aristídp.8 osa dormir en su cama
~: f:~b~~rie~\,~~~:~~e
ni na?aes¡:era
del juicio
t
i Qn~'podet 4h~DÍa~~J¡h~~.,~,
Y(rhabYo, i mi
da vida a 108 muerto8';~;lla~~a'JDta~pel';6ion
res-
TOZ
ponde en coro una nacion qtté1í.ao¡- mil i tantos' anoe
que pe.reció ·bajo la planta conqnlstadora
de los hijos de
Rómulo!
..• 1 por :¡l1é? qué es lo que voi a hacer o a
decir? Ah ! C8 qne he cojído la plnma i he eBcrito la palabra GRECIAal frente de unas cuantas hojas de papel.
La pluma hace tambien úniversos:
ella tambien es crea~
dora COmO Dios,
Qué fué la. Grema fFtté--1anacion
de las leyes, de las
armas, de 108filósof08 i de~os poetas, , .. fuá el pa.ís en donde toda idea g¡'ande tUTO sU,cnearnacion ; i es boi aún la
flor cuyo perfnme embriaga, &1 astro' más bello del cielo
orie~tal, la. vírj,~n más g~f.9~~d~1a.!'Ili~ertade9a.ntigua8
,
V 1.8ta a: lo lCJos, la Gremll no es m4e que un peda.zo de
tierra bafiada por las 0la8 dél mar, -"~ cnyo¡ estrecho recinto no alcanza llno a comprender c6fIll?_ ha podido encerrarse lo má.s grande que ha teni~o -el' ihlmdornás
aIrá. de
108 anales de la pruz, 0)10 Jlllll,o'aella;
érl el mapá, el Bolo
corazQnd~r :Alejandro es diez:Veces mayor I Empero, de
ese pefiasco' en medio del O~lI.nOl como brotan de nn tallo
en el. desierto ~il hác~~ .~$.:,'~
~·,X.~8~bi'O~Óa )~ ~_Ú,mant~i1d
ad¡Dlrada el Ohmpo con ¡¡ijl'J.te¡Qta mll dlVlnIda.des.· De,
allí brotaron tambien las ley~~~'~ll¡pqe, 'LiClirgo- i Solori';'
i de allí, en fin, b¡'otaron lUa prilDe,i;~l~á.s$re.pdes
chis-
pasde \a ciencia moderna, cuyos
resptandores,
a' ros dfll Bol en 108 cielos, han ido
~m~~
'semejantes
hasta toda remota
..
es-
'
N~.cion,'pi'ovid~pci~l
qh_~;U~~iterepcia' d~ Rom~ 9ue
subY\lg¡Jba,c6u la e8PQ(la,!H}~¡tigaQIL con el"entcnd¡m¡en,
to; i Elil la- #~lla.ai~Cfá,"ftll .valor, -elpatriotislDo
iJa
abnegll.~ion raYll.btl.}le'ó'el delirio de la. má.scolosal de Jaa
grandw;.a~. DespueJ de ella, el ¡p':1ndo.4~a?,ig1l'do
e4 pu'
seno pu~bl~B herói~o8, pueblos 8a~'~rr~i>~btp~.~~a.dores;
pero mUl ~OC08 o D1llgun~que, COq1~~~P~l~,~, ~ldo todo
e¡¡t~ a 11n tleiDPo o a Ia vez."
'" : "'-''''~ :/••. :" .
*, El.territorio de 4ténl\llDO wy.ia 114w,)3,lll~1lII&Qe largo sobre ,9
de a1icho,
-.. - _.'
' ..
-
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Notables son BllB sal vajes-los pelasgol-coo sus 1ll01)\1mentos de jigantes.Notables
sus colonos -JJécfQpe,G!\d.
IDO' i Danao, projenitores
de Las Casasi Penu. :,No~ablea
sus estadistas- Epicides, Temíiitocles" Gimon. ·Notables
Slltl gnerreros, porq Ile Grecia fué siempre la Clllla de los
grandes capitanes. Notablcs
BUS sabios i i entre los más
notables Aristóteles, Horódoto, Thalc8, Platon, Pitágoras,
Arquimédes.
Notables SIlS artistas:
Fidías, Apeles, Sen·
xis, Praxitéles,
Parracio,
N olables SllBpoetas: Esquilo,
Sófocles, Píndaro i Homero.
Jamas, pucs, pueblo. alguno sobre la tierra fué más fe·
cundo cn jellios ni en injenios. J amas pais alguno se ostentó más hermoso, más poético, más encantador.
S,Ul!
hombres fueron tipos de grandeza, sus mujeres'trasuDtos
de beldad; i ántes qne nacíon, parcce la Grecia nn ca.pri.
cho de las Musaa o un CllSllefio de Apolo.
Todo lo llenÓ aquel pueblo con Sil gloda : la tierra con
SIlS héroes i el cielo con SllS divil!lídades. Todo lo alcanzó
con su fuerza; i SIlS mujeres millmas casi amcnguan la
~randeza de las romanas, pues Lucrecia 110 eB al lado de
Cecilia de Argos sino nna uíf'ía irritada!
La madre de Pansanias
carece de paralelo en la hiatoría; i Aspasía i Artemilm dejaD atra3 a la enamorada de
los Césarcs, brillante náyade del Nilo.
llé ahí por qué IIlJOsolo de BUS hombres, el más pequefio de los hechos de Grecia, fatiga la pluma de la historia
j quebranta
el buril. El solo enojo de Aquí/es enjendró a
Hornero, i eon él la epopeya, .. , el hijo afortunado de
Olimpia i de Filipo tendíií su espada soare el globo í resultÓ más lal'ga que el diámetro de éste! Jerjes lanzó sohre el A tica tres millones de 110mbres e,)ooo lanza el tUl'·
hioll sus granizales sobro un verjel, i bast.ó el simple soplo
del patriotismo para disiparlos!
En vista. de csto, es bien
difícil a la verdad que se encnentre la palabra, el brazo,
l!l eompas quc alcance a mcdir esa nacion mOllumental!
Debe pues uno inclinarse vencído ante la grandiosidad del asunto, i limitarse a la solucion do esta~, importan~eB cllcstiones:
Por qué ha dejado la Grecia de exiatir? i Cuál ha
sido su influjo en las sociedades modernas?
1.•0 primero, porquo a la simple villtll, parece que pueblos de semejante mérito no debieran acabar, ya que no
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pnedén ser i'eemplaaados; Y!'.qne la humanidad neceáita
máá ~ ~1l~8 rh~tnOl1qU'edeitl, memoria; ya, El~fiD"porqne DO lla1 tumba ptIlt-ble f>ara.ctmeo~r ,ríe, oenUllft. ,Mas
~es la muerte lID mJítWió;ooyo,a,et.BO
nopódrelM8 peIlétrlir
-nUnca'
-. '. ,
\ ,',
,
JPor qJlé le ápaglltloQtroetié1 tOrasow'Hlas nQ~~
Por <t•• é le mlLtebitau1i~tbr'-en,éi\Jeoo dei;lGs-jal'dillei'Y
Po\- qó~ mueré una a';e i 'entbudeoe'Uti'I,' lttpa , •.••
t Qué deidad envidiClélÍ prIva a 'lA tielTa,~· e6tó6 do.
casi del cielo 1 Yo no lo sé, ni podré décirlo.
La Grecia lIÓ ha debido deje.r de exiei1l': el ~nndo de
la politicá, de la libertld, de ,la filosofía neee8Ítat!.a dé ese
pan COD.ljuntó de parfeoeiOBée;de 'a1goql18 reepetar ique
Itm'kl'. Sin~b/i:tgo, pliB6-~O 1m 'tDeteo~; desapareció
como' niiallombraqne
&tt détvliJl8ée. i Será. qne nada
puede ni debe prevalece!' dehuite.d.Diosjporgrande, por
bUeno, por' maravilloso
qlle' ea*-! ~ Osoo
~t'l naciones
lllces de palo, simples relttnpá~oí en lá sucesión de tos
ei~:: ~sto ea asi t de dbnde vienen i paradó~de van~ Ea
el solo albor de tlll& tnlÍllana t i Hai un 'Jn(Ú
al/tí para ellas como se Anuncia. otro ptra.lM driatlll"1l6 ~
6\1 existencia
qué la GreCia. nO es boi más que un cadáver,
como cadáveres 80n hol 8US guerreros, ausleji8ladorea, .sus
artilltas; 8118sabios, 8U8 monumentos ~ Un cadá'8er, i aún
( li Por
aos oriltascon IA,sangre de SalaminB !
cadtírtJér, i aúli s,e aspiTa el tibió aliento de ens •.ea-
elltát~fo el mal" dé
Un
tales!
'
C!3rrernos los ojos por nn momento, prescindAmos de
108 últimos treinta siglos, i 8e notará qtte aún ee oye di atintam~nte la. algal'acla del pueblo en el foro de Aténaa. ,.
que parece que aún ha.bla Demóstene6, i que se estremecen las cuerda8 de la lira de AnfioD. 1 si esto es BSÍt por
qué todo oso ha desl\pai'ccido 1 Porqu(lba:d-e'ser boi iná.s
. real ta memoria de 1011 hechOll que loa hechos miemoU.
, i Habrá pasado la GreCia ei'lttiaslfacbtt'o llnivereome-.
j~!~ o Dios" cans~do de 1,: ingratitudi velei~~s $3 los'
hIJOS de Atenas, lmpondl'18 a todo su pueblo la pen.'de
nn ostracismo perdurable t
'
i Por qué no hai hoi más qne tumbas doude ántcs hl1b~
ce~a~ulos, ?i'lllantesJ . for q1lé solo h-ai l'ninasdónde
e1uBt1an n1arffiolee en pfé
i!
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-7Bueno seria que algunos pue1;llosd.es.apareciesen del haz
do'la tierra si en cambio dieran lugar a otro8 mejores que
ellos: esto seria un co08uelo i ona e8p~ranza; ma8 poeas, o
tal vez ninguna nacion moderna" escépto'Colombi.';ign1i:lt.
ni rivaliza aquella gran nacion, toda o6jinal, toda superior, toda heroica. Se dice que el mondo mareha, qu'Cel
mundo mejora; i esto que tal vez es cierto por lo que re8~
pecta a la colectividad, exije demostraoioQ con ~cto
a las individnalidades, pues los hombres dcl siglo XIX no
80Il mojores que lus Foci0ncs o los Epaminondas, salvo
que cadll.zona tenga sus tipos humanos obligados comOllUcede con la fauna i las plantas.
Se habla de mil batailas, pero nada iguala ,a Maraton i
Platea. Se habla dE'!poetas, oradores i filóSofos; i solO en
Grecia era todo grandioso, el lenguaje, el buril, cIpineol,
los mitos, la espada, los sistemas. Atén88 es el bello ideal
do ~as ciudades; Solon el modelo de los lejisladores; Ajesilao el orgullo do los soldados.
Amor, deleite, sabiduría, austeridad, grandeza; nna
rama de laurel, otra de mirto; un dardo: una lira, una
ánfom con perfumes, un coturno, un oscndo, arreglado
todo por la mano de las Gracias, son el blason de' la Grec'ja i simbolizan sus más notales caractéros ..
La. Grecia vivió bien i doblemente porque vivi) para. el
espíritu i para loa sentidos. Aristipo i Epicuro, P¡a~oli i
Sócrates son el fac-símil de su jonio. Amor i gloria fueron
BUS pasiones; i amor i gloria Bon los adornos del coraZOD.
II
Veamos ahora, aunque rápidamente, cuál ha sido el influjo de la Grecia en las sociedadcs modernas.
Para e~to empezaremos por decir que BIl nombre es conocido de todos los puebloa do la tierra, i que su h~toria
se enseña a los niños en todos los idioma.s llOllOCidos,COmo
el aprendizaje obligado de las jencraciones. 1 esto porqué ~
Porque sus grandcs hechos se quieren tener siemprap",sentes a los ojos de todos como los mejores modelos que
pueden presentarse. Nada. de lo que perteneció a aquel
pueblo se ha olvidado; i la poesía, la elocuencill, la pinEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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-8tara, la escultura, I~ cona~rucciQjl, todo está 11e1)odi>,;~
grand.e&. recuerdos 4e aqu~ltP.&Ís•..L,sombra.de8u~hér.OO!J
anima a 108 héroe¿Hl~ dia,; ¡iQ8l>~1l46.ir.omáQti~s tra"
dicioDe8 son eLftlJl~l. de.lasalroaa.elevada,¡. Un dia
c~6,éa C~~$() i _"~-iJ.áje~fq6boriada del map. d~ la
tierra, ~roella dio al ~~~Q
~i.m6'q\\e la abaprbia, su
nombre, su leDgna, sorelijion.í ~D8 CQstuwbr-ea. 'V .,nci4a
en .la materia ivencedora ep-e! espíritu, daba 'nplé al
grillete eatranjero, pe,t¡o :dominaba a Sil dlleflo con 811
~~
..
Todo lo de la Greciallos e.sfamiliar como las cosas inti·
mas i queridas de nnestra Calla •.
ll:l influjo de 108 pueblos mod~nos es por)o CQJnlUl el
inftujo de un a!iOtcdedi~,.i a.1o más .~ nn siglo. Iiis~
pañal moderJIa ~a,;
fué senora del orbe; pero perdió
pronto la direccion, en lllj). d~tinos de la. humanidad.
Inglaterra domh1a en los mares, pero en tierra firme le
faltan gracia i poderio. Francia- acaba de rendir el cetro
del mnndQ a los nietos de los bárbaros del Norte. Por el
contrari9, la Grecia. predomina siempre; i es tanta la.
fuerza de su mérito, que, bastlJ, éste por sí para ocultar la
enormidad de sus faltas.
¡Bendito seas pues, pueblo admirable i admirado, poseedor de una tierra, vírjen i l'illUefia, fascinado por una reli·
jion puética HIena de encantos voluptupsOi I Pueblo en
don<ha la mujer cel'li9unas veees la (rente con la 'yedra
de los amantes felices i regalaba su oido \loQcast()sepitlL"
lamios, i otras disputaba en el circo, sin más traje q,ueel
óleo del gl~diador, la palma del triunfo a los Hércules i a
los Teseos. Pueblo en donde los reyes se coligaban i ha·
cian la guerra por décadas de anos en servicio de llna
hermosura criminal, sin que por esto tuviese para su
décÍtna musa, la seDsibl~ i- ardiente enamorada de Faon,
máB que la roca tremenda de los desesperados!
N aciol'l de contraste¡¡ dramáticos, mezcla de cínicos i de
justos, donde habia Diójenes 9ue humillliban a los hijos
de Júpiter, i eetoicQS que se relaD del dolor. Nacion pró,
di~a hasta. la magnificencia como lo fué en UD tiempo con
. Hip6crates, a quien .dió una corona de oro de 5,000 libl"8s;
i otras &vl!.ra i sucia como lo .fué con Milciades i Fidias.
Pueblo de impresioncs de momento i dQcaprichos, qne
brinda a 8US hóroes. frasca. heróioaa, copas de cicuta o
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mandamientos de depol'tacion. Tal fuó la Grecia; la. Grecia, cuya conducta ha dado lugar al dicho de que las RepÚblicas son ingratas, i a la cual el lujo; la ambicion i las
atrevidas empresas, desunieron, corrompieron i aniquilaron segun el severo fallo da la hiBtoria, del!pue!lde una.
existencia de 2,154 an08. Qué queda hoi de ella ~ Las
agnaa, las rocas, su cielo de paraíso; el á.rea en fin. Por
ella vagaD en la. sombra i entre el polvo de los siglos, la.
sombra i el polvo de sus grandes hombres. Roma vit'e al
ménos; mas no so puede decir qne Grecia viva, pues los
grieg08 modernos Bon a los grandes griegos, a los griegos
antiguos. lo que 108 pelasgos a Cimon i a Trasibulo :
NADA!
Hubo una época en que el solo tesoro ¿el templo do
Delfos valía más que las rentas de Persia, el más poderoso do los imperios conocidos entónees: hoi bs fondos púhlicos de Grecia Becuentan por óbolo¡;! llu·.:>oun tiempo
en que su Areópago era el primer tribuna} del mundo,
110 obstante la condena de Sócrates por haber enseñado
la existencia de un 80loDios i la inmortalidad del alma!
Hubo nn tiempo en que sus reycs i príncipeB Becoligaron
vara llevar el tcrrO!' de BUSarmas delante de los muros de
Troya, como ya se ha dicho, ell servicio de 1ma hermosura sio virtud; más tarde vírjencs princesas Ga oríjen griego fucron voluntariamente a aumentar el serrallo de
Constantinopla. A tal pnnto suele llegar la docadencia de
las naciones!
.
En fin, vino un dia en qne Grecia no pudiendo soportar el peso del mundo, sucumbió para siempre, dando
paso a otras grandezas i a otras civilizaciones. Más afortunada qne ella, Colombia no sucumbió al peso ajeno Bino
al peBo propio, i nI) sintió' en su garganta la espada de
ningun vencedor propio ni estrafío.
nI
Por lo qne hace a la Grecia moderl:a ¡, qué diremos de
ella, simple enjambre de piratas en !!uerra andaz contra
todos loa pabellolleo de Europa? Cierto es qno de cse triste e6tado la aacó el combate de Navarino; pero tambien
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-lO lo es que ese laurel no es ~\1.YQsino inglés, i qoe"~'¡:.;
tnlr~e nuevarn~~
ell~cion,
.no empRfi6 laE!rieDdasde-au
gobierno on nuev;oPericlea 81Roun ,Diiio estranjero.
'
E6; por esp qoe;~
il9bre elJiilioe en -llaoed&nia; e<>bre
el Olimpo,,;el, .Fi-'¡-~:el- OeAj el B-emu¡penl'esalia;
sobre· el Parpa.so 811 Aj;iea ;,1 el H-:eli<loa8-i el Oiw~n en
Beocia, - no h.ai - ,afa8IRe"rii templó., nideJdad.-t -El '
por eso támbien qae lu ondas del Enrota8) 'el Plplto ¡-'el
PamiBOS, DO repiten ningun eco de glOl'ia, ni ofrecen on
8U8 márjenes las bellas guirnaldas
que en otro tiempo ei~
fteron las frentes de la¡ v1rjenea de Aténae !
__
Ea por eso q ne BYl'on miemo, más grande pero ménoe
feliz que Til't~o e~ preeenci~ dc.lo~ ~eBeDios! no pU'd~
haeer brotar vIUtonude
80 lira, 1 rindió en Mu¡eolooghl
Ulm existenoia consagrada
a la libertad i a las letras.
1
Todo pueblo estraordinario cOmo todo hombre grande,
tienen una miaion qne Qumplir 8Qtlre la ti~rra. M~sion de
gloria, mis ion de riqueza~ mieion de valor, m-isionde ~nquieta, mi&ion de cie'neia; pero siempre ilnll mision ..
El rei sobre BU tron(), el Jeneral'sobre en espada, el ora~
dorsobre
8U tribuna,
el poeta sobre su lira, los pueblos
en fin sobre el territorio que les cabe por cuna, todos cumplen con la lei jeneral e inapefab-le de su destino.
Pero no a todos corl'e8ponde ni el mismo esfuerzo ni ~l
mismo resultado. Unos luchan má.a i otl'OS m6n08; unos
cosechan el fruto, i otros piorden la semilla.
Tal es la diversidád de snelte-I
.
Hai pUéblos i hombres que nacen para ser grandes, i
pueblos i hombres que nacen para ser peq,uenos; de ahí
la gloria, i de ahí tambien eaa ausencia de gloria que ee
llama el olvido.
Escojiendo pues a los romanos entre lOa hombres i 8
Roma entre los pueblo81 hagamos aJguDaa Hjeras retioxioEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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-11-
nes sobre este eslabon de la caden& humana, i deduzca.mos de ellas las ensefiaBzas lójic8a que piduL las artes, la
política, la literatura, la filosofía i la lejislacion, que es
precisamente lo que constituye el nervio de la historia.
Querer abarcar con una sola mirada la larga cadena de
108 pueblos del mundo, seria tan absurdo como pretender
rccojer todas las aguas del ocóano en el hueco de las manos. Ese poder solo lo tiene Dios o la naturaleza, que os
8U más cspléndida manifestacion.
II
A orillas de un rio, entre colinas, bajo el cielo más bello de la Europa, hacc boi vcintiseis siglos so levantó llna
ciudad. Sus muros, dostinados a envolver el mundo antiguo como un aro de bronce, fueron amasadoa con sangre
inocente i hermana, como en otro tiempo el primer altar
lcvantado al Sef'íor por los hijos de Adan. Llamaron a
esa ciudad Roma, de su fundador; i a semejanza de una
caverna en el dosierto, fuó el asilo de todos 103 malvados
do la comarca.
Un dia 811rei, que no era más que un jefe de bandidos,
estaba tendido perezosamente a la entrada de su tienda, i
viendo a SIlS8oldados tristtl6, les dijo :-Qllé tenciB '-No
tenemos mujeres, scl'íor, i ya hemos fundado una ciudad.
-No las teneis vosotros, pero 106sabinoslas tiencn i her·
mosas, observó Rómulo; tom'adlas donde las encontreis.
Los soldados no se lo dejaron repetir, i cada uno tomó
a 811 yecino la mujer que más le acomodó, aprovechándoso de la confusion de una fiesta. Quejál'onac lolÓsabinos, i
Rómlllo respondió a cada queja con una victoria. No
quedaba plles más partido a 108 d08 pueblos que vivir del
odio o vivir del amor .... la prudencia i la neccsidad
Icjitimaron el delito.
Rómulo tuvo despues un socio 8abino en el poder, i lo
hizo ascsinar.
A 8Uvez el senado, temiendo la grandeza de Rómnlo,
lo asesinó tambicu, asegurando que no habia muerto sino
subido a los cielo8 a ulla evoeacion del Olimpo.
Ha8ta aquí, aunque muial prineipio, 8010tenemos que
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-12 -
r~cojcr d~ la. historia del pueblo r,~i, tres hechos tan. dolorOBOS como cardinaleS: el a_~,
lau8ur'pacio~U.a
impos.ttera i i nos apreaur~m08 a re<;9j~rl98P9rqu,e sOQr:e
e8~ tres hechos, co~o sobJ'&o.t»ali tantas piedrasangn~
lUeB, se levantó tollo ..e,l .edHicio del p()d~r.ido l. gloria.
. romanas.
liI
Tl'es épocas distintas i bien delimitadas comprende la
historia de la nacíon latina. La época de los reyes, la do
los cónsules, i la de los emperadores ...
. La. primera duró 245 anos, i fué nna. época. de prosperidad siempre cr:ecientEj. para Roma. Rómulo le l,iiÓ organiz8cion i pl'cstijio ; Numa prndencia iunion; Tulio:-lI()s"
tilio ensanche; Anco.Marcio I&ureles; Tarqui,n<> .el aoti,
guo Dlajestad; ServiQ:-Tulio patricio8; i Tarquino el so"
berbio deshonor i lágrimas.
Durante ceto8 dos lIiglos i medio de la existencia r9maDa, el trono se vió manchado más denDa vez QQIl la.5an. gre de SIlS reyes; hé aM el as~sinato! Se promovieron
gucrras injustas i se trajo a la csclavitud a los sabinos, a
los albanos i a los laci08; bé ahí la usurpacioIl!
1 8e dió
un poder inmenso a los. fals0S sacerdotcs i a 108 adivinos;
hé abí la. impostura!·
,
No parecia sino <¡ne R6mnlod.e8.~e el otr91~d().w~
pulcro, o desde los sen08 delemplreo'Gop)o lo p~~ja.la
credulidad antigua, preajdia los desUnos de &mll, iera
el alma de 8118 pasiones i de ~n politica,
Talla babía. formado él, tal se mantenia.
Sinembargo, esta época de Roma tiene una faz grandiosa cn la larga vida de esa nacion monumental; i e8a
faz es la de la gloria, pnesenella. los.tres hermao98 Horacio8 vencen a 108 Curiác~,?llj. Cóqlca, jenitor de Bayardo, deticne un ejército entero en un puente 'Om8ilO
i salv'a la ciudad ; Cl~lia atraviesa el Tí~er l;ajo.una nnbe
de dardos; Mucio, bajo la forma del jenio de la, patria,
penetra cpn el. puftalde la República en las tieqdas de
Porcen~; i Lllcrecia muere mártir ,del honor conyugal,
haciendo Jlacbr de 8uaangre a Junio-Bruto, primer vengador de la libertad. en Itali~ l
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13-
Esa fuá la obra de los reyes: veamollahora la obra del
pueblo;
.
IV
La segnnda época de la historia de la nacion romana
mide sobre 510 aflos, i se abre con Bruto para cerrarse
con C68ar! Esto quiere decir que se neceojitaban dos hombres como ellos, el uno para fuudar la República, el otro
para destruirla!
En el uno habia toda la. intencion de la
democracia, en el otro toda la intensidad del deapotismo.
Bruto vence sobre el fria i herm080 cadáver de Lucrecia,
i César vence en Farsalia i sobre Pompeyo. El uno recoje el poder público de manos de los reyeE i lo devuelve al
pueblo; el otro lo quita de manos del pueblo, i lo devuelve a los reyes I
La obra de Bruto dura cinco siglos; la de Oésar quince.
Pues bien, mucho de grande i mucho de trascendental
debe de haber en csta segunda época de la historia romana. Tal principio i tal fin, prometen sucesos admirables.
Vcámoslo.
El pueblo despues de derrotar al enemigo comun sobre
los campaR de batalla, corre a las puertas del senado i le
pide pan i tCl'l'itorio. El senado no le oye, lo en~afía, i
Esciniv i Lucio-J unio lo conducen almoute
Aventino.
Los patricios se espantan, temen por el porvenir de la gran
ciudad, i ceden al fin vencidos. Se crean 108 tribunas populares; i 6stos, sentados a las puertas del palacio seuatoria.l, niegan o dan 811aprobacion a las leyes.
La aristocracia i la plebe, representante cada una de un
estremo do la balanza. pública, Be equilibran en lo venidero. 10s Babios discntian ; el pueblo aceptaba.
Pero esta luz de armonía brilla. poco en el horizonte de
la pMria. Coriolano; cuya piedad filial lo ha heooo tan
célebre como los má.s grande8 hombres de la tierra, levanta el pendan de la nobleza i se 'presenta como 8n vengador. El pueblo lo cita para ante BUtribunal, lo acusa i
lo castiga. Ooriolano toma entónces la via del destierro,
se refnjia'cntre
10BVOlBC08,i levantando lacan~a del parricidio nacional, vuelve irritado a la cabeza de un
ejército contra los muros de Roma.
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=HLa ciudad Uorj!.af!ijlda,.i el ejér~itQ d~Jlfiad~
SlJ..ntigua snerte. en la victoria; empero, el pueblo q¡¡e-aah,e
sentir, sabe tambien o.brar. El pueblo arma nnamujer
co.n la debilidad de la¡ lár!imas, la dota con la hiel de
IQSsuspiro.8, i la atavía-con él cre.poD-de lo.s muertos.
E,a mujer así lIorpsa i pálida, sale de Roma cpntra el
8old~dQ ameDaZ!W,te. Su-pa~o es tr~IQuJo, nWl'a4a~·
gur_;'pero a un jesto 8UjQ Corio~no recqje j¡,ll.~.i
sus bandera,e, huye aterrado. el alia~ invasor, i Ve~
trillDfa de su hijo i de 1~_aiglOílI
- .
Más tarde el pueblo. quiere leyes escritas, tUDa comilliQD 'Wlendida sale a bniQalll~sJXlt tpdas las naciones
del'orbe •.
'
Br~O, el gran gau> que ~habaBu e1P~ sobre ioapla-_
tos de<la balanza por toda razo~, de julticiai derecb,o;:
Br~ peoetra hasta el ~rado 4el Oapitolio, deatru,ye la
ciudad, aseBina al Benado. ; pero. de en medio.mismo. .de las
cenizas. d~ esa. nacion po.dero~.CODlQel f4~i'x'.de la fá.hnla, brotaG~ilo, ,CamUo:elproaetito,CalDilQ ,el'héroe ; i
leipJand8fSiente de patrio. ~~or i de eorajjl,venoe al bá.r·
baro, lo.arroja más allá de lQi Alpes, humilla a I!ns~nlas, i vuelve a pOBer Bo.bie la frente romaDa eJ.Íl:68QO lantel de lijlS pr~Uleros dias 1
.;
..
, Trat de Brepo viene Pino; Pino el imitador de AlejJDdro, i a quien a~omp.an.an jeQerales ~UlO Cineas, i
ejérai.to. ~~
lo.s~encedQrfi!a,~ Líli~l ~~ul(;) ;Pirrp,.en
fin, a quien cada tr1l1DÍo So.Qr8 lo~ j~ralea
r~:>ll1
hacia csclamar :-" OttA--vic~ia ~~9 éii~.ieoi F9r~do
sin remedio." Pero Rom~ seenc¡¡enk.4-.enf.Ónoes, en el vi.
gor de sus afío,8 i en la plenitud de su fuer.za, i }-iabricio,
a quien ~a1tabacasi siempre el p&1l del día ~íglÚellte,lo
pasma eQn au virtu.d~ i 0l1rio.-Den.tatolo4-eli,peda~8can
sus armas ..
- '
Por sobre la sombra. del' v~nai4~),4\pirota,,1eYMta O8rtago. laeno~m~ cabeza ;C,QUlO u~· P.lO~D,~ m.e.ri~ m,s,Ia,s
play.as de la Libia; i a FlJ,~rwi~j ••¡b~lllt¡to.~iglJe~.1lé'
g111~i.Escipion.Oartag. o ~. ci~4Ml,de;~isv.-;Rég)llo
i
ESClplOn.los 8olda,do8liomél'1~
I .•.
'
,
Esefllé el m~mento8\1preIJlO Ae Roma, i ~e rnomentp
duró cien ~fjQ81 DUI:a.nt~ ól pR~iQ_AJ}ibal, i :v.inoJántJpv
desde L~d~monia ~~~&,.~ll.tlae:.i~lpr.imerp,jl
••ra t,.iunfar en ItalIa 1 Ber vencl.40 '. ~;i~
.UJjlI19 plU'.enEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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senar el arte de la guerra i dar la victoria a los cartajineDe Cartago DO quedó luego más que una Vista ruina a la orilla del mar africano, sobre la cual vino Mari()
a llorar su caida i a amamantar· SUB odios; pero las águilas
romanas, cuyo nido eNaba en el penondel Capitolio, vo·
lando luego del sur al norte i del poniente a la aurora,
llevaron su raza i SU8 garras haeta los confines del mundo. 1 08 la verdad que solo el brazo hercúleo de una Re·
pública podia producir semejantes maravillas de conquista, i uncir a un mismo carro de victoria a Breno, a Pirro
i a ADíbal !
Nin~un otro pueblo ha alcanzado jamas tanta gloria
sobre la tierra!
Pero no es esto solo. Durante la época republicana,
Cincinato, ese patriarca de la honradez, astro sin compafiero en el cielo do la inmortalidad, trazó en el JUundo un
camino nuevo que nadie ha acertado a seguir; i la sangre
de otra romana, la sangre de Virjinis, volvió a fecundar
las raices del árbol de la libertad. Murieron 106 Gracos
por los derechos i el bien del pueblo, i Espartaco con cien
soldados juntó cien mil, i sclló con su muerte su gloria i
BU derecho.
i Qué importa entre tanto que Mario i Sila, como los
verdugos precursores de la monarquia, aniquilasen a Roma con sus degiiellos i sus proscripciones ~ Ese no fuá
más que el delito público llevado hasta les horrores del
infierpo, terrible i pasajero como la cólera de Dios!
Mas, a pesar de la grandiosidad del período de la República, a peaar de SU8 héroes, a pesar de BU.S altos hechos
de justicia, a pesar de sus leyes, sicmpre el ascsinato, la
usurpacion i la impostura, siguieron imprimiendo sus
huellas de muerte en toda la superficie del vasto orbe romano. Era que esos tres caraetóres de su naturaleza escepcionsl, era que eso dcstino implacable como .eldel hijo
de Yocasta, no debia abandonar al pueblo de Quirino
hasta su postrer aliento, i hasta no acabar 000 él como los
insectos con las plantaBa que se apegan.
Echemos abora una mirada sobre la obra de los CéBares.
8e6.
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v
Deedeel momento que un' }ltie\)lo abdioa'Supodet i IU
volantad a la plle~tá&'delpálaOio~de onrei, law.&oria
no es ya la vida de~mismo~",sill()'''v.id
•.:{
•• -'tie
h()mbre coronaoo, el cual está adentrO'como la "·:en
Sil guarida. Las virtudes ilos vicios de la multitt~
todo
desaparece. Ya no son mil figuras, sino una sola; Y",DO
es el senado, ui el comicio, ni el ejército; e8 801061. Es
Luis XIV diciendo, "-el; istado eoi yo;" i son vei~ millones de hombres repitiendo: "el Estado=e¡ él.", -,'
Eala total suplanta6ioo de la nnidad al número.
En 1118 Repúblicas todos piensan, todos hablan, todos
obran. Las Repúbliess 80n la escnela, el teatro i la coro'na de todos. En las monarquías nO' sucede lo mismo. En
éstas el amo piensa, babta i obra por todos 8US esclavos.
Ré abi por qué. la historia de las monar~ uías Mea más
que la historia de ]os reyes. Los r~es aosorben a su jene'raeioD,a su pueblo.i a sn J'~a. lié ah1 por qué8ueto·
nio al escribir la historia de Roma desde Angllltlo baso
ta, Domiciano, la escribió bajo el nombre de Tosd~(Je
0(J8fW88.
"
,
Roma babia desaparocido; no quedaban más que sus
tiranos.
"
,
Roma fuá una nacion desde el último de 108 Tarqni!l08
hasta el pr~mel'o de 108 Césarss; la dictadura mía_no
pudo haeel'1a cambiar de earáoter ; pero' desde R6mulo
ha&ta ase Tarquino, i desde C68al' hasta Mahomet 1I, que
tremoló sobre el.Bó¡foro la mMía IUDa voneadora, Roma
DO es a los ojos de l&historia
más que el patrimonio de
nn hombre, llamado UlÍas veces rei, otras cé8a~, otras
emperador, otros f~!
'
"
, Es que' la DaoiQnalidad de los pueblos desaparece a la
SOinbra del de8po~ismo.
',,"
,,'
Elablar plles de ROUla en 8S.tti - tercer ~poca'de BU vida,
DOes ya ha.blar del pueblo que vellci6 a Carta~0;'depn8o
a sus', más al'l'ogantcstribunos,
acus6 a 8US consules, se
vengó de ]os dcsenviros i produjo los Fabricios, 108 Man- ,
líos i los Decios; del pueblo en fin que produjo a Curcio,
esa Doblo figura del sacrificio público, más graude en el
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corazon do su sima, que Rórnnlo sobre la pirámide de su
gloria!
Hablemos
pues de los hombres i prescindamos de la
nacion.
Antes de espiral' la República' en los brazos de César,
tuvo nn momento de heróica agonía. De esa agonía nao
cieron Pompeyo para morir por ella, i Caton para cubrirla de l¡¡ta; pero sobre la tumba de esos hÚroes se plegaron
todas las anroras de ]11. libertad, i no '1neJó sobre el cielo
rOIIl:mo rnlÍB astro qnc el de los rcycR.
Oésar fué COlllOel hombre nacido para intentarlo todo
i para conseguirlo todo. Su frente la ciñe una triple corona. Si no hubicra sido gucrrero, habria sido político, i de
\la cticritor.
Era la concep(:ion /IlH.3 hella del despotismo,
i el Único hombre a quien so podia conc'3der el derecho
de tiranía en gracia a su mérito. POI' eso no uccesitó de
cetro ni de púrpura; i confiÓ siempre en sí mismo como se
confía en el dc1'ccllO. Esta confianza real levantó cvntra
sí los puiialeti de BflltO i de Casío; pero Oésar no
tuvo la culpa : él no podia haccr a su er emigos grandes
como él.
A. Oésar sucedió Augusto, tirano al pié del trono, magnífico baj (1 cl dosel.
Despucs de Augusto fueron grandes Tito, Vespasiano,
Alltunino, l\Iarco-Allrelío
i Trajino; pero aliado de estos
emperadoreil do virtud i justicia, figuran Tiberio, cuyos
favoritos eran ta.n criminales como él; Calígula, quien
tenia por amante a ]a luna, sevestia con las ¡'opas de VélIUS, i repartia la ínajcstad imperial clItl'e él i SIl caballo;
Claudiu, el digno i cstúpido cOlllpniicro de Mesalina;
Neroll, quien no tllvo para el cadávcr de 8U madre más
(}llCun grito sacl'Ílego; Vit01io, más hambrionto i fiero
que un ehacal; Domiciano, degollador de hombres i cazador de moscas; Cómodo, vendedor de patente,; de vengalllllL; Dido-J uliano, rcmatado!' en pública Sil basta del
imperio;
Cal'acal\a, adesill(, de su hermano Jeta en los
brazos mismos de su madrc; Huliogábalo, quien\l. \01'> 1'0
afios contaba ya scis esposas repudiadas, i que consultaba
el porvenir, COlllll en otro ticmpo los aztecas, en las entrañas de las más hermosas jóvenes du la Italia. ...•
Mas para q llé seguir en esta cllumeracioll avergonzante? i En qué otra época de la historia del mundo, ni en
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quó otro pueblo el delito coronado se exhibió jamaB bajo
formas tan odiosas i· criminale&~ Ningl)qa imajinacion
humana, ni el Danta en su Inflemo, ni Pfut.oa en snTál'taropudierOlLigualar
el. escándalo""vertijinoso de los re·
yes romanos; ioaeideblCra, dudsIseáe talei crímenes si
no estuvieran sustentado8 por el teetimonioirrecnsableda
la historia.
,
Tal es el cuadro del imperio romano bajo el cetro de
sus emperadores. Sus águilas victoriosas sé habian convertido en cuervos i en buitres, i en vez de revolar sobre
el cielo de la gloria, yacian ahit~ i sllcias sobre charcas
de sangre en el osario uuiversal.
VI
Mas i cómo encerrar uua nacion que DO cupo en todo el
orbe de los antiguos, en nn millar de palabras 1 AOómo
abarcar a Roma imperial i.republicana con UDa- simple
mirada ~
'
Pondremos pues punto a nuestras reflllxicmes.
La mieion deLpueblo rOUlanono fuá UDa mieioo simple
sino compl~ia. No fué la gloria, ni la riqu.eza, ni el valor,
ni la conquista, ni la ciencia: fué todo al mismo tiempo;
i ~ué tamb~e~ algo ~,!.Semejante al Luzbel. del c.ielo1
DIOS pcrmltlo a RotDa~,J'I~Luzbel de las naclones.~un
poder de grandeza i devittnd, i nn poder de dolori de
muerte.
"
~a nacion Ú.ni~aen á~~os .~os,
no eBtll~o.pues
baJO el p,atrocIDlO de J uplter ~;))aJo el patroclDlO de
Dios. Ouando el gran Sér la u'imba con ojos de amor,
era madre de grandes hechos; cuando la miraba con ojO!
de castigo, era ej~ntora de grandes crímenes.
Era nna e8peci4jlfl~\leplo escojido e~tre los paganos
para poner a prueói1-~etUuaJehumano, baJOeI90Ql~ensayo del bien i del mal. ':~;
,
Esa. prueba no so repetirá mlÍs. No volverá a haber
otra. Roma; i si hoi todav,ía el TIber arrastra en su viejas
ondas en polvo i en ped,¡,zos l08harapos de aqnella reina
del mundo, no es para qne revin dtts\1tl cenizas, sino para
que su esqueleto sirva de ~CitiUl9iiioa las jeberaciones; i
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para que el viajero vaya a medital' al pió d::l SIlS columnas
i en el ángnlo de SHa foros, sobro la iostabilidad de los
imperios i lo feble del poder del hombre sobre la tierra,
Homa es pues un ejemplo viviente, tocante, escepcional
para los otros pueblos del orbe, Es \lna lecciou terrible
escrita en piedrn, i eterna como los sepulcr08 de 108Farao·
ne8 i Ptolomeos en los desiertos del Ejipto,
••••••••••••••••••••••
'O ••••••••••••••••
'O
•••••••••••••••
'O'O
••••••••••••••••••••
'O ••••
En las artes nos dejó Homa el coliseo i el capitolio,
obras más qne snficientús para servir de huellas de una
gl'an nacíon;
i tantos obelíscos, columnas, templos, basílicas, 8rC08 de triunfo, circos, scpu!cros í acueductos, que
la vista se encanta i el alma so pasma pensando cuándo i
cómo híze. todo eso 111\ pueblo que no tenia más OCI¡pacion qnc la gIHl1'l'a! Es por eso quc lo que se llama Loi
la Hrllua n:wderna,;lO es sino lIlJ agregado de colinas, de
recncrdos, de poh'o de gloria i polvo de mármol!
En política nos dejó noma los me.iores modelos i las
más heróieas ensei'íanzas. N os dejó a N urna, a Cincinato,
a Oamilo, a Curdo. a Antonino i a Tito.
En literatura a Virjilio, a lIMacio, a Ovidio, a Lncnno)
a Marcial, a Plntarco í a Tácito.
En filuwfía a Caton i f\ Brllto.
En estoicist:w a Hégulo,
En ~I'a.toria a Ciccl'on.
En prndencia a Fabio.
1 on virtud a Séncca.
Otros pucblos son grandcs por nna saja circunstancia,
por un 5010 hecho, por un solo homure: noma t'né grande por tojo.
Sol maravilloso cn su ol'Ícnte, en Sil zenit i en su ocaso.
Señora Úntcs por la cspuda lo es hoi por la. relijion ; i
donde lÍntes estaba el truno dc César, está hoi la silla de
San Pedro. Al tridente La sucedido el !lÚculo,
Antes el capitolio con sus pretoríanos, hoi la basílica
con sus obispOf. Antes el clarín, hoi la bnla.
lnclinémollos an te la q ne de8pnes de haber sido sefiora
del mundo casí por treinta siglos, continúa siéndolo por
haber esparcid u cn él lo~ p\::dazos de las tros mil placas
de bronce en que tenia eseulpiL\a 1011 lejislacion inmortal!
i Qué semejanza hai entre noma i Colombia? La que
pncue haber entre todo \In drama sublime i una sola escena
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en cua.nto a la. hi8toria. En cuanto a la filosofía podemos
decir que 108 romanos Gran esclavos de sus vicios, i 108
bárbaros & ellos8lljeble,esclav08 de los roman08. Qnéha
quedado ~ un puebkf.,coinpleta
dejeneracion. Colombia
no ,solo fuá madre de hombres jenC1'080S,sino de hombres
libres. Oayó es oierto, pero sus vásta~08 engastados en lka
rocas de los Andes, gana.n cada dia. en vigor i hermosara.
El colombiano canta a laluz del sol de Ayacucho i JuniD;
el romano llora a !~sombra eterna de, una ruina absoluta I
La grandeza de Ro-ma desapareció con sus colonias, que
eran el mundo co.nocido; la. de Colombia está en los Re·
públicas que fund6,i líQcrtó, i que en vez de desapareoer
crecen i se desarroll&n ~n el,porvenir con la. fnerza de las
jelleracionoslibrca !
COLOMBIA.
1
Hemos llega.do P. la tercera etapa de nuestro viaje, i hemos trazado con miedo la palabl'atema de nueetro trabajo
de hoi. Con miedo? Sí. La pat.ri¡Les la verdadera madre
del hombre, i no 8e puede hablar de ella sin qne los aentimientoB i 1ll.8 {deas, enardecidos por la emocioo, borboteo
en nosotros como las olas en no mar ajitado. Ademas, hablar de Colombia, es hablar de Oolon; de los conquisto.dote8; de los reyes de Espatla; de la lnquisicion ; del
oprobio político i del oprobio social; de N arino i de los
derechos del hombre ; del 20 de julio i do Acevedo; de la
clocuenciai del martirio de Camilo Tórres; do Oíí.Ldasi
do Morillo, sabio el uno, asesino el otro; de Madrid i de
su dulce lira., de Santander i de Jirardot; de San Matao
i de las QUe8m:.sde Eomedio; de Zea i del Congreso de
Angostura ; <Ul,{,Jamboboi del Congre8o del ROBariode
CÚCllta.,;de Sucreiide 'Pichincha; de Junin i Ayacocho ;
de Soto i Azuero ; dePáez i de:Blóres ; do los Andes; de
108 dos océanos, 01 de Alcídesj el de.Balboa ; de la lei ide
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la ospada; del Avila i del Potosí; del llanero intrépido i
del irlaudes heróico; de la goerra a muerte de 1813 i de
la jcnerosa capitlllacion do 1824. Es hablar de mil triunfos
i de mil derrotas;
i sobre todo, es hablar de BOLíVAR, al
jonio colosal de la victoria, sublime sobre las cumbres del
'Ohimborazo, verdadero Marte en Junin, i nuevo :Mario,
pOI' último, llorando las veleidades del favor, no ya. sobre
las.ruinas de Oartago, sino sobre sus deaengaños a orillas
de nn mar solitario.
i 1cómo abrazar tan vasto cúnjUIlto? Discursos, ba.tallas,
leyes, proclamas, penas, alegrías, crímenes, heroismo, todo
como que vuelve a ser i ajitarse al simple recucrdo de
nacían tan pOI·tentosa! Al BOlo nombre de Oolombia, la
Grecia de los Mílcíades i de los Perícles so estremece en
su tumba; levanta su cráneo frio medio cefíido aún con el
yelmo de la guerra la Roma de los Gracos, i envidia unas
hazañas que 1I0.~onoció, plles Colombia, simbolizada en el
íris de sus banderas, espedicionaba para romper coyundaa,
i la ciudad poderosa, si.mbolizada en fUS águilas, para
imponel'1aa .... Ilolllcro, OssÍan, Dyron - el eicgo cantor
desde el tope del Finuo; el bardo fantástico
desde Edn
la verde; i el lord llrdiente desde el lugar de su último suspiro * - se apoderan del tema sagrado, i el aplauso de 108
jenieos del Viejo Muudo a los jeníos del Nuevo, cae sobro
la tumba de Iluestros próceres como una lluvia de flores
consagradas a la virtud, la a.udacia i el martirio!
Safo
sonrie a la Pola al traves de los siglos; Espartaco abraza
al esclavo vencedO!" en América como abrazó al csclavú
vcncido en Europa;
Gnillermo TeIl acl:.ma a Dolív:\l';
Platon comprcnde a Oamilo Tón'cs ; i Sócratcs, sacrificado
}lar el fanatismo I'elijioso, tiende Sil mano a Cáldas, víctima
del fanatismo político!
t Qué plumll, quó voz, qué lira aoria capaz de semejante>
tema? ¿ Qué decil' de Colon, abismador
de las columnas
de Hércules?
¿ ni qué de Bolívar, libertador i. fundador
de cinco República8'~ ¿ Qné decir de Accvedo, que dcsde
el Sinai de la plaza de Bogotá promulgó al mundo la Re·
públie!\ americana en la nuche del 20 de julio de 1810; e
hizo brotar de su auréola patricio. chispas e incendios qne
.1Ievaroll lo. luz i el consuelo a Buenos Aif03s en 1811 al
Paragnai cn 1813, a Méjico éD 1820, i a Oentro-Amé:ica
'" Vénsc el poema de Dyron intitul:a.do "La Edad de bronce."
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- 22en 1821 ~ Por qué 1 porque sin el 20 de julio i su gran
tribuno, no habria habido Colombia, la Colombia de Bogotá, Olu'ácas i Quito. Sin Colombia, 110 habria hal:Jido
Ayacucho;
i sin Ayacl1cho no habria habido emaueipacion de las rejiones latinas en 106 homti;fcrioB modernos.
, C<Ñombia no e8 en la historia sino una lejioo de Repú-
Nk~ ...
Es por cso que se marca el 20 de julio de 1810 corno
la gran fecha entre nuestras fechas inmortales;
i cs por
CEO qne las almas
agradceidas
lo proclaman i ensalzan.
Es por cso que la República
toda, semejante a una arpa
cólica desde el darien al quillasinga, ostenta cn aurora
tan feliz todo linaje de alegrías.
Colombia es ]11. gran sOIlsaeion de la América.
Rios,
fuentes, aves, brisas, bosques, nif'ios, hombres, vírjencs,
soldados .... todo lo que siente, todo lo qne /'e~pira la
canta i so entusiasma a su nombre. Basta nOlllbrarh\ para
que al momento se hinche la onda en Maracaibo i amenace de nuevo las rotas quillall de La Borde; para que so
estremezca Angostura ti. ]as voces de Zea, crujan los Lla·
DOS bajo los cascos del bridon de Páez, tl'llene San Mateo
en el espacio, relinchen los caballos tri\}ufadores de Junin,
i palpite desde el Bárbllla el corazoll despedazado pero
caliente aún de Jiral'dot.
Qué hombres i qué hazañas! Páez, Hicaurtc, Bolívar,
Bantandor, Sucre, Soto, Azuero, Madrid, Zea, Tóncs,
Nariño ..•• Plutarco mismo se veria confuso ante tan
ilustres varones. Qué monton de hechos i do glorias! qué
maravillas
de arrojo i de vÍl·tud! Cáldas pide nna hura
no a la vida sino a la ciencia; í sc lo uaeo marchar al pa·
tíbulo;
1I.co la cabeza de Oamilo Tórrcs en hescarpía
sombría corno la estrella de los grandes desti[}ós del hombre; i el númen de Oimedorivaliza
con las mnSl1S antiguas!
Despues de 14: af'ios de gncl'Cas cOlltin~~a8, peleando sobre las agnas i sobre las montai"ías, baJO el ardor do la
canícula ientre las nieblas de los páramoB, desdo GlIayana
hasta P¡chiucha, ... Despues do vencer a los afortunados
de Bailen, la onda de los mams ibél'icos, dilatada un día
hasta el cstrec'lO de Magallanes, vuelve atras í se va a Tllnjil' hnmillada í redulJida 60bre E1I alltigllf\ mtLrjen en Andaluci,,; i el sol español, :l.nteR din ocaso, pierde al esfuerzo
de nuestras arma.s la mitad de Sil cclíptíca !
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23-
A la conquista Bucetle la gnerra ; a ésta In ¡eL
Antes de Colombia éramos un pais dependiente de tiranos cstraíios, cn dondo la ignorancia era sistema, i medios
de gobiel'l~o la muerte i los pechos. HabiA. sangre noble
i saugre plebeya; regalías i esacciones. No hai para qué
decir quiénes llevaban la peor parte en esta distribucion
de presa que hacia el leon de Castilla. Padeciamos de
miseria en el seno de nuestra madro opulenta, i no habia
manos amigas que estrecharan las nllcstra:!. N o teniamos
comercio ni industt'ill, i gobernados
ca3i siempre por prelados, llO él'amos en pnridad do verdad sino una vastÍ8ima
PCt}·¡'oquia. Colombia vcnció i no hubo más pucblos opd·
midos ni hombres esclavos; la tcz no fundó derecho ninguno, ni constituyÓ ninguna humillacion;
se rcconoció la.
propiedad;
se e;;tilllllló la industria;
se honrÚ el trabajo;
se ouultació la conciencia libro, el pensamiento libro, la
palabra libre; jU7.g:>el jnoz i no el sátrapa ;.Ia República p~'na i perfecta fllé come) nunca lo habia fido en la tierra. Prc.clamóse al hom brc sefíor de sí mismo, i fué la socieduu política un ngregado de hombres libres. No hubo
más Inquisicion
ni mÚs verdugos; i asi como Prometeo
habia robado en Qtl'o tiem]Jo el fuego del cielo, nuestros
padret3lc robaron el iris, símbolo úo la paz, pa.ra hacerla el
emblem'l. de sus banleras. Esat3 bandcras flamearon tl'Íunf",dura,; en el Cuzeo i en Bogotá, en Carácas i en Quito.
A lzáronse a Sil sombra libres i rejeneradot3 los incas i
108 mOSC:ils; sintióse fucrte el hijo del Popocatepelt
; i desatados a la libertad los millares de leguas de eosta de
IIllestro fértil continente, brindaron
productos desconocidu:! i puertos espaciosos a las naves de todas las naciones.
Si Colon, Vaseo de Gama, Bal'tolomé-Dlaz,
Alvarez
Cabral, La Una. N úl1Cz-Balboa, Elcano, Magallanes, Dering, Freycinet, La PO'yrousc i mil m~.s doblaron con SllS
C}ll!llas el diámetro de la ticrl'a, Ulíus al ncrte i otros al
mediodia, ét,tos al oeeidente i ~qnéllus al oriente;
01 diámetl'o político i (liorál del mundo fué dob:ado tambien
por los arnel'Ícanos del N ortc encabezados por el gran patriarca de la liberta!,
el iUlllortal \Va.sl1ington, hombre
sin semejante conocido en la modestia humaLa ; i los americanos del SUI' acauuillados
pOI' Bolíval',
j'~nio singular
devorado por su prupia grandeza, como devoran al volcan
sus propias cntrai1as!
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Marcs desiertos i costas ignoradas dividian ántes el mun·
do de los reyes del mundo de loa salvajes; i estas dos potestades, una del a\,¡uso i la otra de las sel vas, alentaban sin
conocerse i sin siquiera proscntirse debajo del mismo paralelo i calentadas con un mismo rayo del sol. La igno·
rancia i el terror - úuico non plU8 ultra que ha existidomantenian cstos mundos en clausura absoluta; pero lleg6
el siglo de los navegantes i de las esplol'aciones intrépidas; i los navegantes loo!donnneial'on uno a otro; i Morso
crió la lenguá en que debieran hablarse l!ls naciones, no
ya al tl'aves ni por encima de los mares, sino por el cara~onmismo de est08 vÓrtices continuos .. El mundo material
qnedó completo. El hombre visitó ámbos polos i estampó
su huella en torno al ecuador. Eso fué mucho; pero fué
-igual sin duda si no más grande, la obra do IOl! implantadorcs de la Rc¡.¡ública desde donde Bel'ing tritur610s árticos hielus hasta dunJe Magallancs navegó entre ondas de
fuego i peraci6 vjctima de jas ánsias gloriosas de la ~iencia. Pero fué igual sin duda la obra delos próceres del
Norte i del Sur; de los quo crearon cl derecho individual,
la república, la f(~deracion, el imperio de la lei popular
para el mundo que aparecía despues de seis mil afios en
la cscena deluuivcl'w,
rompiendo, ántcs las cadenas oprobios!\s del coloniaje en una lid q \le carece de pal'alelo, salvo qne se busque en los tiempos heróicos de la fábuja o
se pida al plectro inventor de los cantores inmortales. Las
cucrdas de la lira del ciego de EBmirna prouujoron Boneii;
de eS06 sanes naeicron Aquiles i Hector. Mas, e6 preciso
confesado, Jirardot, D'Eluyal', Ricaurte i Pácz no son hi·
jos de los cantos; 110 es Sucre ulla simple armonía en la
historia; no es Córdova un verso, sa!\'o que nos remOlltemas lllui alto i hablemos de los sonidos del harpa de
Dios!
Ha habido pues unos grandes hombres, unos grandcs
obrcl'os quc han completado el mundo político, i que han
denunciado al mundo el mundo del derecho individual;
i
esos hombreg !lO ooll solo los héroes del 4: de julio de 1776 :
6011 tambiell ]os héroes meridionales
llamados comuneros en
1781, prolllulgadoJ'('s de los del'cchos del hombre en 1794,
pat1'iota8 CII 1810, 1:11S1l1jentes ell 1816, iJYI'ócere8 hace medio sigl~. Son Miranda, N,arino, ~)j~r, ~oií~ar, San n;r~rtin,
O'Higgms, Santander, Rlvadavla 1 unl mas, que hICIeron
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25-
de nn continente cautivo un hemisferio independiente,
i
donde ántes se sentaban 10Bcapitanes jeneralcB i los adelantados, pusieron ellos 108 congresos i los jueces; i como Colombia era el espil'itu de todas estas grandes cosas, i estaba
personificada en Bolí \Tai' q ne iba de aq ui para allí i no se
cstaba quieto en la creacion de la libertad americana, Colombia es la nacion más grande de la histOfla en el Nuevo
:Mnndo. Como guerrcra, ningnna otra hizo más que ella,
ni venci6 en más rndos ni hcróicos combates. Sus huellas
60n otras tantas maravillas
marciales. Maraton, Platea,
las Tel'mÓpilas son las únicas batallas que pueden compararse con las suyas, porqne en ellas era la libertad o la
dignidad el objeto de la disputa; pero ninguua de ellas es
superior a 13oyacú, Carabobo, Pichincha, Junio i A.yacu.
cito. Cada uno de los golpes de la diestra colombiana
libertaba
una rejion entenL i fundaba una República.
Jamaa se dieron más brillantcs ni fccnndos combates: Caraboho fundó f1. V cHezuela, Boyacá a N neva Granada,
Pichincha al ECllador, Junin al Perú; Ayacucho a la
Amél"Íca toda! Culombia representaba
la. causa de toda
S\1 raza;
Colombia combatia i vencia por todos SUB hermanos, Su sentimiento era el de la libertad de veintc millones de hombres oprimidos;
i S\l corazol' el qne palpita'
ba en cada hU,ia, cn cada flor, en cada onda de todas las
hoja~, de todas las flores i todas las aguaE de la mitad de
la tierra. Ciel·to es <t"e 8010 vivió nn dia: pero vivió demasiado PaI'(J, su gloria,. i rniéntras duró 8U misi()n, liesdc
luego providencial,
"con nn pió sobre el A tlántil:<) i otro
sobre el Pacífico, viéronla la Europa i el Asia más grande
que el impcrio <.le los lllcdas i de los asirios, más gra.nde
qllc los imperios de Alejandro i de AU~llsto, multiplicar
las produccioncs del jenio i de la;¡ artes," poblar los mares
con sus bajeles, llenar los campos con sus lejiones, i dictar
leyes con la pfofnndidad de los grandes oráculos. No' el'a
pues el coloso de bronce de los rodios: em la pitonisa de
las naciones alzada en medio de los leviathanes i venciendo
allcviathau
de los Fclipcs e¿pañoles, para anunciar al lUundo la libertad i la democral,ia de las sociedades modernas ~
Corno lej isladora, CololH hia creó la g,:an nacíon de BU
nombre, hizo libros los parto3 de las eeclavas i abolió la
jn~am: trat~ de los, negros, creó la6 es(~uetaB primarias,
brmdo su cllldt\dama a los hombres de toda! las rallas i de
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todas las condiciones, dió libro la imprenta í el comercio,
creó el impue~to directo, abolió el tributo, mandó navegar
los rios por medio del vapor, estableciÓ museos, distinguió
a Boussinganlt, abolió los c;liezmos i los mayorazgos, celobró alianzas i tratados con el Perú, Chile i Río de la Plata, con Méjico, Estadoa Unidos del Norte, con ~~rl\ocía,
Paises-Bajos i ciudades Ansiáticas, con Inglaterra i Roma
&,a; i reunió en Panamá un Congreso o consejo afictiónico, compuesto de SlIS diputados' i do los del Perú, CentroAlllél'ica i Méjico, Eso i más hizo Colombia en el bufete,
dospucs de liberta¡' al Perú, de crear a Bolivia i de amenazar con sus escuadras vencedoras l\ los tiranos de la isla
de Ouba, "la sola triste entre tantos aleg¡'es ; la Bola cautiva entre tantos libres,"
Semejantes prodijios en rr¡énos de diez ailos son nn fenómeno en la historia antigua imoderna;
i justifican mui
bien el paralelo rápido que hemos hecho de estos tres
pueblos colosales-Grecia,
Roma i Colombia. No perjudica a esta última sino 10 modernísimo de sus hechos i
hazafías. Mas, pasarán los afios i tras de ellos los si~los ;
i el tiempo, que pone II todo su sello augosto, rodeará a
esta nacion con los prestijios. de la antigíiedad ; i para entónces absorto el ánimo de las jeneraciones
por venir, si
no se achaca a fábula nnestra vida de 1819 a 1830, no sabrá la posteridad decidil'~e entre Cllrcio i Ricanrte, ni ent.¡'e .Mluaton i Ayacncho, ni entre Leónidas i Páez! Pero
lo que sí culminará
sobre todos estos nomb¡'es como
culmina nna pir{tmidc en Ejipto sobre los bloques erráticos qlw la circundan, es que CÓSR¡'fué un tirano i BotíVal' un libertador;
que Alcibíades
fuó IIn ambicioso, i
Santander el hombre de las leyes; que Arquimédes no
lleva ventaja a Cáldas;
que Grecia halagó 108 sentidos, i
Oolombia fortaleció los altos dones del espíritu; qne ROllla
inundó al mundo en sangre inocente i venció pueblos debilitados, i qne Oolombia perdonó a sus verdugos i midió
armas con los soldados que ongrandecieron
a Cárlos V i a
Felipe
i quc vencieron a 108 audaces mariscales de Napoleon. Lo qne quedará en pió, solo, grande, exacto como
un axioma, vigoroso como una. montai'ia, es que ninguna
nacion de veinte siglo!:! a csta parte ha hecho por la libertad i la dignidad
humanas, lo qne Colombia hizo sobre
los campos de batalla i en el recojimiento de los COIlSCjOS
n.
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27 .-:-
de Estado. Que ningnna nacion tn\'o nunca UlI ll1ásgrande ni hel'lnoso territorio,
ni una mayor fuerza, ni un mayor corazon [ 1 <¡\le poc'1\ o ninguna eB la vcnta:a que el
Areópago i el senado de Roma llevan a la tribuna co·
lomhiana inaugll1'ada por Zea, honrada por Bolh-al' i Santauder, i mantenida
en destcllo
perpetuo
por Tól'l'cs,
Soto, Azuero, Restrepo i mil más, En fin, cuaudo solo
queden los grandes ¡¿¡Jcltos'blos grandes ¡¿amores, cntónees
i solamente entúuces tomará Culombia el pue¡;to que le
corresponde,
Única i sin rival, en es gran eCllwlltorio de
I,)s pueblos que se \lama la lli:,toria.
Ruma fuÓ en sn oríjclI una congl'cgacion de handidos ;
Greda en Sll tin lIna horda de pimtas, O()lombi \ no: Oo·
)f)ll1bia nació ell los con~rcsos, se dedarro\lú en l!ls campos
rle batalla, i se delShizo sin sangre i sin crímenes, Nada la
jJl'ostitny');
i n~uriellt\o de repente 00\110 eljenio que la
habia creado, no tuvo Ili decadencia ni agonia !
E F E :\1 E U 1 D E ~ .
1
Colombia no saliÚ del congreso je Angostnra
eulera i
:trnmda co']\o I'Úlas del ccrebrn del II1:\YO\'de los diodlJS.
Du L8 l!.l n, 1:-124: \'an c:i1lC:" afios, i e;su fné el tic m po de la
jestaeiún de la gl'all lt,.~pÚblic:a, Zea la anunciÓ en AnO'ostll!':\, i Sucre la iíl1Dn,;Oen
Avacuchú,
Sio'ámosla
l)a~O a
,
,1
b
paso en su existcncia de dos lustJ'<i;s,
.I~lJllnid(,s en 17 de li{'icmbre de 18U) en la. ciudad veIlezolana de An;.{ostlll'a i cn el p~¡acio del soblJrano Congreso los padres de la patria Zea, Hosl_~io,UI'baneja, Cardozo, Mu¡'ioz, Hasalu, AizllI'U, Machado, Garc::a-Cádiz i
V allenilla, cn nombre i bajo los allspieios del Hér Supremo declar:uon "rItle las l~u¡>Ública~ de Venezuela i ~ue·
va Granada (lllcdasen desde ese día cOllstitnilas CIl una
sola bajo el título ~lol'io;s() do REPÚBLICA DE COLO\rBIA,"
E6ta gra.n RepÚbliea bañada por los Jos má6 grande6
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28-
océanos i amuralla?8. por la cordillera más colosal del globo, de una superficie mayor que el duplo de E13pana, debia
tener por capital una ciudad que habia de fundarse luego
llamada Bolívar. Fiestas nacionales celebradas de ano e~
ano en premio a las virtudes i a-las lnces como las de la
antigua i renombrada Olimpia, debian recordar a la posteridad sn egrejio natalicio.
La lei fundamental de Oolombia esredida 132 dias despues de la batl\lla de Boyacá i 189 ántes de la de Oarabobo, fué mandada ejecutar por Bolívar como el primer
majistrado de la Hepública naciente. Zea fué el segundo
en el mando.
II
Más tarde, cn el af'ío XI, correspondiente a 1821, el primer Oongreso jeneral colombiano reunido en la villa grao
nadina del Rosario de Oúcufa, rcconociendo la necC¡lidad
i el acierto con que el Oongreso de Angostura
había hecho ]11. célebre proclamacion de 1819, ratificó ésta, basando la union de los dos pueblos en un gobierno popula1'
1'eprC8entativo, libre e independiento
de toda potenci(~
caterior.
Dívidióse el poder público para su mejor ~jercicio en
lejislativo, ~iecutivo i judicial; i adoptárollse
e.l pabellon
tricolor de Venezuela i el escudo de Nueva Gra.nada, como
slmbolo soberano de la nueva nacioll .
.M:andál'ODSC celebrar con fiestas públicas los aniversarios de la cmancipacion e indopendencia de Oolombia ; el
de sn UDion en una sola Rej)úbHca ; i el de sus grandes
trinnfos e inmortalcs victorias.
N arino despues de largos ai'los de Pl'ision en Oádiz,
reemplazó a Zea en la vicepresidencia de Oolombi a. Oastillo-Rada r~emplaz6 a N arino.
El acto lejislativo de qne nos ocupamoil lleva la fecha
de 18 de julio de 1821.
.
Bolívar fné nombrado nuevamento presidente de Colombia i Santander Vicepresidente.
El primero dijo a los
pueblos al pl'tlsentarles .la lei fundam.ental :
.
" Oolombianos!
el hbro de la lel, que tengo la glorIa
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de ofreceros como la eeprcsion de vuestra voluntad i arca
santa de vnestros derechos, fija para siempre los destinos
de Colombia. Vuestros representantes, penetrados dol
oríjen sagrado do su autoridad, conservaron la mayor suma de poder para el 8oberaDo, que 08 el pueblo j al depositario do la fuerza pública le han cometido la dulce facultad de haceroe bien sin que pueda dal'íaros - Colombianos! el Congreso jeneral ha dado a la Nacíon 10 que ella
necesitaba: una leí de un¡on, de igualdad, de libertad j
ha formado de lllucho~ pueblos una sola familia; ha consultado un centro comun para todos, fijando la residencia
del Gobierno en Bogotá, en donde todas las estremidades
lo vcrán de cerca."
La Con@titncion, despnes de promulgada en la capital,
se promulg6 el 24 i 25 de diciembre en la provincia de
Noiva; el 25 i 26 del rriismo en las de Amioquia, Popa·
yan i Tunja; el 2 de enero en las de ramplona i Socorro;
el 6 i 1317en la de Casan are ; el 7 í el 8 en la de CartajeDa; el 12 en la del Choc6 ;'el 24 de febrero en la de Panamá, i el 26 i 27 de marzo on la de Maracaibo.
En 13 de octubre de 1821 se dispuso por el Congrcso:
"1.0 que todos los colombiallos muertos tm los cam,pos
del honor i de la gloria defendiendo la independencia de
la patria, fuesen beneméritos de ella en grado eminente, i
que Sll mcmoria se conservara en los anales de la ~epúhlica; 2.° que los que por sns servicios i Sil úpinion perecieron en los patíbnlos condenados en odio a la virtud,
fueran mártires ilustres de la libertad de la patria; 3.°
que 108 que sirvieron con hOllor a la HepÚblica, fucran
llignoB de las cons'ideracwnes que le8 merecieron 8U8 mismos servicios, i acreedores a un grato recuerdo de sus conciudadanos; i 4.° que las viudas, huérfanos i padres desamparados, se tomaran bajo la proteccion de la República."
El 28 de noviembre de 1821 incorporó Fábrega el iatml>
de Panamá a la República.
El 8 de marzo do 1822 Monroe, Presidente de los
Estados Unidos del Norte, pidió a la Cámara do Representantes permiso para reconoce¡' como independientes i
soberanas, las naciones americanas que habían roto el yugo colonial. La Cámara se lo acordó, i Colombia fué reconocida.
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En 7 do abril de 1822 ganó Bolívar la. ba.talla de Domboná cm las faldas del volcan de Pasto, i el 24 de junio
del mismo Sucro Ja de Pichincha
Eobre las faldas del
volcan de esto llombre. A estas batallas sigilieron las capitulacioncs de Pasto i Quito, i ]0. incorporaeion del antiguo pajs de Quito a Colombia.
El 6 de julio de 1822 se aj Hstaron tratados públicos con
le Perú ..
El 31 de julio de 1822 se agregó GnayafJuil a Co]ombia.
El 21 do octubre de' 1822 60 celebraron tratados públicos con Chile.
En ello mismo año declaró la Inglaterra qne protcjeria
la independencia
de las Repúblicas Sur-americanas.
El 5 de junio de 1823 dió el Oongreso permiso al Libertador para dirijir la campana contra los españoles del
Perú; i éste dijo al representante
de aquella nacion en
respuesta a sus demandas: " Diga usted a Sil Gobierno q ne
los soldados de Colombia están volando ya en loa bajeles
de latRepÚblica, para j¡. a disipar ]as nubes que eclipsan el
Bol del Perú."
En 8 de noviembre de 1823 rindió Páez la importante
plaza de Puerto·Cabello
qne resistia desde los tiempos del
Jeneral
Miranda. Los primeros disparos de 108 independientes
a IOl!l cspal'ioles se habian hf'r>110 pUl' Baraya
contra Tacon en Palacó en 28 de marzo de 1811 ; los últimos se hicieron en aqnella formidable plaza despues de
4,725 dias de una Inclla azarosa i mortal. Colombia quedó reintegrada ..
El 8 de marzO de 1824 se presentaron al Gobicmo los
primeros ajentcs públicos de Inglaterra.
El 5 de agosto del mismo año alcanzó Bolívar la victoria de Junill, hermosamente cantada por Olmedo.
El 9 de diciembre del mismo, Sucre venci6 en Aya-
cucho.
.El 1.0 de abril de 1825 el triunfo de Tumuela dió libertad al Alto-Pcrú por el brazo de Suere, i \lna nueva República - la de Bolivia - al continente. Trofeo de esta últiIDa campbña fueron las cinco banderas que se conservan
en el museo de Bogotá pertenecientes a 108 más antiguos
rej'imicntos espafíoles. Uojido tam bien el cf>talldartc con
que Pizarro entró al Cuzco trcs siglos ántes, Bolívar lo
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31-
obsequió a la municipalidad, de Oarác8B, como la de Lima
habia obsequiado a Sanmartin, Protector del Perú, el estandarte orijinal de aquel célebre conquistador.
El 23 de enero de 1826 el tenaz Rodil, desplleB de ha.ber sacrificado sobre cinco mil personas, rindió lse fortalezas del Callao a Sslom, Illingrot i Blallco-Ciccron.
Con
este hecho terminó la gnerra española en el N llevo Mundo.
El 22 de junio del mismo 0.1'10 Bereuni6 en Panamá una
lUlambleB americana compuesta de diputados de las Repúblicas de Colombia, Perú, Méjico i Centro-América,
para.
ocuparse de negocios relativos al contine:1tc.
En 1826 reconoció a Colombia la Oorte pontificio.; i el
Gobierno frances mandó a ella \lll cúnsul.ielleral.
En ese mismo afío Colombia resolvió aYlldar a la independencia de Cuba i Méjico. El ausilio a Cnba lo estorbÚ
el Gobierno de los Estados G nidos; el de Méjico lo hizo
innecesario la rendicion a los patriotas del castillo de San
Juan dc Ulúa.
111
El 14 de noviembre de 1826 entró Bolívar a la capitgl
dcspucs de ulla anscncia de 5 aflos i 11 m(,ses, i salndó así
a la Hepública: "Mal'ché a la cabeza del ejÚrcito libertador
desde las ribcras del Canca hasta las cimas arjentinas del
PotosÍ. Un millon de hom bres idos Repúl.licas hermanas
han ,)btenido sn independencia
a la sombra de nnestras
banderas - el mundo de Colon ha dejado de Bel' esclavo
Tal ha sido nuestra ausencia!"
El 25 de s~tiembl'e de 1828 estalló UDa conspiraeioD
COIl tra la vida del LibertadO!'.
'
El 27 de febrero de 1829 Sucre derrotó 18S tropas del
Perú en el Portcta de Tarqni, comandadas por el maris·
cal Lamar.
En este mismo afto se pcnsó sériamcute en el esta.blecimiento de una monarquía en la América meridional.
El 4- de abril de 1830 anunció Bolívar al Congreso su
resolncion de dejar el suelo de Colombia. El Ecuador ofreció a éste un asilo para que terminara
sus dias, i Venezuela, su patria, acordó su ostracismo perpetuo.
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El 13 de mayo de 1830 so prollullció Quito contra Colombia bajo los auspicios del Jenoral Juan José Flóros; i
el 4 de junio siguiente fuá asesinado Suero en la montaña
de Rerrueeos.
En 13 de Junio de le30 tomó Joaquín M08quera pose·
aion de la PrcBidedcia de la RfiPública;
pero pCl'dida la
batalla del Santuario - 27 de agosto de 1830 - declaró por
sí junto con el Vicepresidente
Caiccdo en 4 de setiembre,
que ceBaban en el ejercicio de 8U8 poderes públicos.
El 5 del mismo mes i afto Urdaneta Be encargó del
mando dictatol'Íalmcnte.
El 17 de dicierubte de 1830 murió el Libertador a la
una del dia, ccrca de Santamarta, en la. hacienda de San
Pedro Alejandrino.
El 28 de abril de 1831 se reconoció el Gobierno lcjítinAO por 108 tratados
do Apulo.
En 10 de noviembre del mi¡;mo ai'ío, las provincias del
centro de Colombia Be constituyeron
en E¡;tado separado
bajo el nombre de "República
de Nueva Granada,"
i
Colombia quedó dividida.
IV
Colombia sucumbió al peso de sus héroes como el
Olimpo al peBo de sus divinidadcs. Todo contribuyó
l\
perderlll.: el proyecto semi-monarquista
de la cODstitucion
boliviana, el pcn¡;amíento del imperio de los Andcs, la inBubordinacion de Páez, la alUbicion de Flóre8, las desavenencias entre Santandel' i el Libertador, el 25 de e,eticlllbre, el Perú - funesto a. Bolívar más q uo Cápnl\ lo había
sido al vencedor eil Cannas - la lUuerte de Bolívar i el
asesinato de Sucre.
La imajinaron i crearon Bolívar i Zea; Santander
introdujo en ella el saludable imperio de las leyes; i Sucre
i sus gllerreros la impusieron i -la hicioron temer i respetar
sobre los campos de.batalla.
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nOLJ.VAR
33-
J.ALEJANDRO.
1
Para.. estimar a un hombre grande en toda la fuerza de su
jénio, no basta declamar eloeueutementc al respecto todas o
de cada una de SUB obras. La filosofia i el criterio exijen,
ademas, el que no se pierdan de vista estas dos importantes
cuestiones:
1.' de qué recursos propios o ~jenos disponía
ese hombre; i 2.' qué cooperacion o resi6tenc' as le presen tó
de suyo ]a época o el pais en que figuró.
Dcsdu luego que el jénio por sí solo es mucho en ]08
hombres superiore6; pero nada puede eljénio sin elementos. Arquimédes pedia un punto de apoyo para su palanca., i ofrecia en cambio remover el mundo. Nada hizo 00lon miéntras no pudo dil:lponer de tres miserables carabelas
para arrancar sus misterios al océano.
Los dementos disponibles tienen necesariamente
quc
engrandecer,
si son pocos i malos, las obras deljénio, o
que disminuirlas
si son mnchos i buenos. No debemos
PUC3 dejarnos
tocar de maravillosidad respe~to de las hazañas de los héroes sino cn tanto que ellas hayan 6ido ejecutadas en las proporciones
de lo maravilloso. llorado
Cócles i 13ayardo deteniendo con solo Sil espada ejércitos
enteros;
Páez con cien lanzas apurerías desordenando
huestes numerosas tenidas por invencibles;
los suizos defendiendo en Morgarten con solo 1,500 hombres su libertad
contra 20,000 austriacos;
unos pocos bllques ingleses
echando a pique en Trafalgar la primera escuadra del
mundo, no Pllede negarse que son hechos magníficos, i
sobre magníficos sorprendentes.
Así mismo, Oáldas construyendo con alambres i astillas, léjos de todo ausilio científico i humano, los instrumentos de 8USgrandes descubrimientos, es superior a 108 sabios del viejo mundo rodeados
de todos los recursos de la civilizacion i trabajando entre
sabios.
Los elemento8 i la época, he ahí la piedra de toque de las
notabilidades de todas las naciones. ~1 la fortuna?
Ah!
esa. no es 8iempre la. compai'íera del jénio. La tuvo 06sar,
la tuvo Napoleonj pero ha faltado a muchos hombres verdaderamente grandes. Sinembargo, la fortuna debe tener-
:3
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se en cuenta, i por mucho, en el juicio del hombre por el
hombre.
:Filipo educado bajo la dircccion de Epaminondas;
FiIipo, rei i hombre diestro en el manejo de los negoeÍos pú.
bli::os; de carácter cnérjico i grandes ambiciones, fué el
padre de Alejandro.
La madre de éste fué Olimpia, princesa de Epiro i parienta de Aquiles.
El maestro de
Alejandro fué Aristóteles;
i Queronea, donde mandaba
una ala del ejército, Sil primer ensayo. En esa gran batalla.
el héroe-nifio dC6hizo el batallon sagrado de los tebanOB.
Cuán distinto Bolívar! Bolívar no fné hijo de reyes, ni
sus padres fueron notabilidades en la historia ni en la fá·
bula. No lo cducó ningnn sabio, i sus primeras armas no
las hizo mandando alas de batalla. Alejandro nació pues
grande por decirlo así: Bolívar nació como todo hombre
comun;
ni más que Guillermo Toll, ni más que Jc:rje
Washington.
Su padre, Juan Vicente Bolívar i Ponte, fué
UD simple rejidor en el cabildo de Oarácas, empleo dc herencia entre los e~pañoles; i su madre dOfia María Concepcion Palacios i Sojo, nada más que una digna señol'a.
Huérfano de padre a los dos anos i de madre a lo~ quiuce,
no tu va por tutor a Epaminondas sino a dun Oárlos Palacios, quien lo envió a Espafía a completar su educacion.
Don Simon Rodríguez, su maestro, aunque hombre virtuoso i <fntendido, estaba mui distante de ser un Aristóteles.
Príncipe mimado, Alejandro tuvo desde su nifiez pilC;tos distinguidos en el ejército de su padre: Bolivar era simple coronel de un batallan de milicias alas 27 años de edad.
Filipo entusiasmado
por el valor de su híjo esclamó un
dia: " Alejandro, procúrate otro imperio porque el que yo
te deje no es digno de tí." .Bolívar no recibió ninguna herencia de poder ni uu gloria, ni tuvo otro estímulo que el
empuju de su propio lllél'ito.
Alejandro nueiú rei ; Bolivar esdavo.
Alejimuro se coronó a 108 veinte años; i Bolíval' a esta
misma edad gozaba apénas de 18S delicias del amor tranquilo en el seno de su hogar junto a una esposa adorada.
N ada sabia cntónccs de batallas, nada do gobierno, ni conocía otras conquistas que las de la juventud.
So nos ha hablado mucho del juramento de Bolívar en
el monte Sagrado de Roma - juramento de libertar a BUpatria o morir por ella; - pero de¡¡conocemos la solemnidad i
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verdad que tuviese ese hecho ...•
acaso no sea más qne
una uella ínvencion. Mas no: Bolívar tenia magníficas
escentricidades,
i ese juramento que tuvo lugar de 1803 a.
1806, debió ser el primer albor de aquella alma eléctrica,
sacudida patrióticamente
a los vcintc años! La hi¡;toria.
nos dirá algun día quién es más digno dI) la admiracion
de la posteridad, si el príncipe macedon scfíando conquis·
tar la India, rendir a Tiro i hacerse proclamar hijo de los
dioses; o Bolívar jurandu sobre las cenizad de los Césares
la lib,;rtfl.d del mundo de Uolon, e imajinando en las soledades de Sll alma la Colom bia de Angostura i de CÚcuta.
Mensnjero el "t1ll0 de cadenas; mensajero el otro de leyes
i Hcpúblieas, hai entre 108 dos un abismo
Quitándole a la historia de Alejandro tedo lo que tiene
dc fltbllloso, i es mucho, siempre es ciertll qne fué de los
más ~:randes cavitanes de la antiguedad ; pcro tambien lo
cs c¡lit ('ontaba con los mejores oficiales de su tiern po, con
el alltil¡o importante de ulJa disciplina mi itar completa,
con lr,,; l:'jércítús ngnerridus de su padre, j con la Grecia
,mida i ¡;ngralldeeiLla por Filipo;
a lo que hai que agregar fj ne tu vo por ud vcrsurios montoneras armadas, príDci.
ves J()biles i sorprcndidoe, i snperabundalJcia
de recur80S
sacados de Sll prupio reino i de los reinos tributaric,s. Bolívar !lO contaua con !lada de esto. Al 13stallar nuestra
gucrra de iudepcndcTlcia hacía trescientos años que no so
vdeaba tll América;
Bolívar !lO tenia pJes oficiales ni
soldar'o3;
ios colonos no tenían armas ni:iinero ; i Bi hemos de dcejr la vcrdad, ni opinioD, porque ésta no la levantó ~Iorillo hasta 1816 tenielJdo por ajellte el patíbnlo.
Los ¡;,~:=~;;
insurreceionados
no formaban un solo cuerpo
d~ lll),ciOll ui obedecían a nn solo gobiel'llo. Faltaba la
gran fuerza de la guerra i dc la administra<:Íon : la unidad; j sohre el campo de batalla esperaban a pió firme no
hordas sino lejiones ; no sal vajes medio armados, sino europeos arrogantes, engreidos con los lauros de Covadonga
i Zaragoza. En uua palabra, Bolivar nada:enia:
sus Buldados eran labriegos; sus armas, lanzas mal forjadas; sus
oficiales, jóycnc6 entusiastas que iban a prlJveerse de charreteras a las cimas abrasadas del Bárbnla i .Jl1anambÚ; i
que nunca tuvieron por trofeo de batalla los ricos despojos
de Hll.licarllaBo, Gordio, Tiro, Gaza, Jerusa]clJ, llelióp')!is,
Ménfis, Persépolis, Babilonia i Damasco!
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Qué diferencía pues de época i de recursos I Alejandro
en el Asia era el primer monarca de su siglo, divinizado
por él mismo para sus empresss, opulento en recursos,
engreído í feliz. Bolívar era un Boldado oscuro, sin más
suelo que el que pisaba su planta, sin prestijio de rei, sin
pretensiones celestiales, í careciendo de tiendas, de frazadas, de pólvora, de plomo, de racion! Darío, el gran rei
de Pareia, no tenia talentos, ni conocim~entos del arte ea·
prichoso de I.~ gll~rra, ni 8oldados; B~ mejor. caudillo,
:Memnon, muna al empezar la campaña, 1 sus baJáes o gobernadores
eran jentes poco entendidas i nada dóciles.
Venciólo plles fácilmente Alejandro en el Granieo, en Iso
i en Arbelas. Mas i qué son hoi para el mundo aquellas
carnicerías
horribles 1 i ni qué pueden ser para el filósofo
aqnellos imperios que se desmoronaban
en un segundo
como los alcázares de naipe de los niiíos?
¿ Qué importa que en Boyacá i Carabobo no hllbiera
como en Arbolad seiscientos mil combatientes,
si en Arbelas se venció a un príncipe afcmi,nad"o i se reemplazó un
despotismo por otro; i en Boyacá i Oarabobo se dió existencia i libertad a dos naciones, poniendo término a nn
despot.ismo tres veces secular?
Alejandro
110 encontró
resistencias sensibles comparadas con su poderío. No sucedió lo mismo a Bolívar. Alejandro COllE;umólas obras de su capricho militar en doce
aíiol!. .Bolívar sn mi6ion en veinte. Alejandro atravesó el
lIele6ponto (hoi Dardanelos) i fnó hasta Babilonia, donde
murió. Bolívar fué de Guayana al Cuzco, i cruzó las crestaS heladas de los Andcs en todas· direcciones. Tambien
pcleó, como el héroe ant;guo, en las orillas del mar i de
105 rios, en las suledadcs tétricas i delante
de fucrtos capitales.
En cuanto a carácter personal j qué diferencia entre los
dos adalides! Bolívar no se embriagó jamas con sangro ni
con .ino. Alejandro
pasó a cuchillo 8,000 tirios, vendi6
30,000 de éstos como esclavos, i crucificó 2,000 sobre las
playas del mar que ellos mislDos habían hecho famoso con
su opulencia; mandó quemar a Persépolis, maravilla del
mundo; mató a Clito con su propia mano, e hizo matar a
Ilermolao a pedradas; i mandó asesinar Q Parmenion, el
más ilnstrc i fiel de 6USjenerales. Bolívar no ejecutó niogun acto de intemperancia, ni se ~anch6 _directamente con
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- 37la sangre de nadie. Hizo sí degollar una vez en Venezuela cerca de 900 hombres, pero más que él, hízolo la cruel
nccesidad de la guerra, i la tenacidad de Monteverde qne
no quiso eanjearlos por el coronel Salon i nnoa cuantos
patriotas.
llai un rasgo qne si es completamente igual en la. vida da
los dos héroes:
la muerto de Filotas i la de Piar. El primero acusado de conspirador, fué sentenciado por u~ consejo de guerra í condenado a ser atravesado
por tleel&nza8. El segundo cay6 atravesado por balas patriotas siendo él mismo patriota;
mas sobre esto corramos el velo
más denso que podamos hallar, i dejemos que la historia
sea inexorable con el que deba serIo.
Cuando estuvo Alejandro en Ftijia rompió con su espada el nudo gordiano, el cual ataba el yugo i los collares
al pértigo de un carro de guerra, mereciendo por esto el
imperio del Asia segun los pronósticos. Bolívar cortó tambien eOIl su cspada el nudo gordiana de la tiranía, i mereció por cllo el imperio de una justa inmortalidad.
Alejandro tenia la condicion comnn a los hombres grandes: el talento del mando civil i del marido militar. Sll estilo era claro i puro; i de noche al acostarse ponia debajo
de BU almohada los poemas de Homero ju,nto con su espada de combate. Dos ánjelea pues velaban su. testera: el del
cstermínio i el de los cantos. Bolívar fué guerrero i majistrado eminente. Como escritor dej6 obras maestras, i sus
proclamas llevan el sello de la elocuencia brevo, entusias·
ta i enérjica del soldado;
i si DO lcia los poetas con frecuencia, él mismo era ~~
como lo prueban su delirio
sobre el Chimborazo, 1 :aJgunos gritos que 6e escapaban
de su alma, solemnes i profundos como 106 del volcan
que se ¡¡iente abrasar.
Las campailas de Alejandro hasta el Hidaspe i el Cáucaso, cambiaron la faz del Asia, pues dieron a esta rejion
nuevas dinastías, nuevas leyes i costumbres, i hasta nueva
lengua. Las campañas de Boliv~ en la América del Sur,
partc nOlllcnor que la. Pcreia i la llulia,arruinaron
la. oo\onlll.
para establecer la Hepública, i ~caron
a. muchos millones de hombres abyectos con lagi'andeza de la libertad.
Justa. es sin dnda la alta reputacion de Alejandro, quien
fascina tanto por la malJ'nitud de sus empnl!!88s, como por
su audacia i su orgullo~ raros atributos_un
hombre de
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- 38veinte al'íos; pero no es ménos justa la fama de Bolívar,
quien resiste, sin eclipso mayor, el parangon con los primeros capitanes del mundo. Su obra fué mui grande, porque ~ran'tle es, porque es fenomenal ser libertador i padre
do CIDCO Repúblicas
en el difícil siglo XIX. No combatiendo persas, no llamándose descendiente de Hórcules i
Aquiles, no contando con lejiones invencibles, sino combatiendo tercios españoles, apellidándose insurjente i comandando paisanos ineJmes i desnudos 1 Qué no, hubiera
hecho Bolívar con la mitad siquiera de los soldados del
héroe macedon ?
.Alejandro no fué nnnca vencido; Bolfvar fué pocas veces vencedor, pero sostuvo más frecuentes i reñidos combates, no ya a flechazos i pedradas, sino a las tres armas
modernas, manejadas con la habilidad de nn arto consumado . .Alejandro era el primero en chocar con 01 enemigo; Bolívar el más audaz en buscarlo i acorneterlo sin reparar en número, posicion ni recursos.
En resúmen : .Alejandro dispnso de más elementos i la
época le fuó má$ favorable. Tuvo tambien más fortuna
que Bolívar. Fuá éste en cambio más austcro;
i aunque
con ménos pompa, brilló más que .Alejandro por la majestad moral quo le dieron las grandes situaciones en que
se encontró.
Aún siendo mui jóven, Alejandro domó el célebre caballo de Tesalia nombrado BU((.ifalo. Mui jóv.en tambien,
Bolívar alarmó al virei de MéJico por el vuelo atrevido i
político de SUB pensamientos.
,,',
Alejandro dejó sn imperio allI,l"B6 digno; Bolívar legó
a Oolombia al Gobierllo lejítimo;
esto es, a sí misma.
Poco ántes dc morir dijo: "Habeis preseneiado mis esfuerzos para plantar la. libertad donde reinaba ántes la
tiranía ... , Al desaparecer de en medio de v:>sotros, mi
cariño me diee que debo hacer la manifestaciou de mis úl'
timos deseos; no aspiro a otra gloria qne a la consolidacíon de Oolombia. Mis últimos votos son por la felicidad de
la patria. Si mi muer~CFcontribuye a que se consolide la
unian bajaré tranquilo al ¡;epulcro!"
Est~s votos de la agonía fueron ineficaces, i Colombia
se desmoronó 5Qbre el sepulcro de su padr~, como el imporio de .AlejandrO,sobre las cenizas de este falw hijo de los
dioses.
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BOLIVAR
39-
I CESAR.
Pocos son los puntos de contacto entre estos dos hombres, separados uno de otro por cerca de dos mil afios, i
representantes
de dos causas opuestas: la libertad i el despotismo, Empero, no buscamos en ellos más paralelo que
el dB la grandeza, i Bolívar soporta este paralelo como
soportó el de Alejandro.
Dcsde Ajan hasta nuestros dias vienen exhibiéndose en
todos los paises del mundo tipos magnifieos del linaje humano; empero, pocos de estoil tipos reunen las condiciones
del j ónio en todas sus f()rmas. Admiramo. en ~Iínos, Confueio, MoisC3, Licurgo i Solon a los lejislad'>res ; en Nemrod,
Semírami~, UÓmulo, Cadmo i Penn 1I. los fundadores; en
Zingis.Khan,
Tamerlan, Cortés, Quesad;l i Pizarra a 10B
~on1uistadores
felices;
en Mahoma a 108 impostores
afortunados;
en Pirro i Aníb'l.l a los c¡;pcdieionarios herúieos; en Humera, Virjilio i Dante a los poetas épicos;
en 86crates, Pl:tton i Aristóteles la cul miuancia del filosotismo; en Culon la audacia en la inmensidad;
en Séneca
la drtud en el martil'Ío ; en :Fabio la prudencia en el afan j
en Plutarco el criterio ;. en Ciceron i D(,mó¡,tenes la. palabra; en A.ristídee la justicia; en Paseal l en Humboldt la
ciencia; en Guzman i Hicaurte el patriotismo;
en Bayardo, Púez i el Cid el valor; en Lucrecia la honestidad;
en
Isabel de EspaDa el arte del gobierno; en Cárlos V la majestad; en I,nis Xl V el orgullo real; en .Federico de Pru!:lia la ciencia militar, i punto, pues la -3u\lUleracion seria
interminable ; pero a la verdad pocos son los hombres que
brillan en la historia como poseedores de más do una o de
mnchas dotes rQnuidas. Xo pertenecen a este rarísimo .ié·
nero sino A.lejandro, Oésar,"\V ashington, N apoleon iBa·
líva.r, porque solo ellos fuel'on gnerreros,
lejisladores) gobernantes,
escritores ipradores
eminentes; porque bien
pudiera grabarsc sobre sus tumbas a manera dc eímbolo
de sus cualidades, una espada, una pluma, un baston i una
tribuna, Solo ellos han salido del carril ordinario de la
grandeza humana, porque solo ellos cambiaron la faz, no
ya de una o do dos nacioncs, sino de continentes enteros.
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i Qoién podrá. decir que no es mucha la diferencia entre
el hombro> del titll.n que agoanta. un hemisferio, i el de
una simple cariátide qlle Ile.•.aen eleoyo un jarron etrosco o un hacecillo de flores' Fnertes, i mucho, necesitan
ser las manos que puedan asir i sujetar un ángulo del mundo. Hai hombres grandes que contaron desde su cuna. con
poderosos recursos: César, W 8shington, N apoJeon i Bolívar lo debieron todo a sn propio eefuerzo j i Ah>jandro,
aunque soberano, pasma por su cstrema juventud i 811 estrema audacia. Los hombres a 108 veintll ailos solo piensan en los placeres: el heredero de Filipo emprendió a esa
edad la. conquista del mundó !
Verdad es que la ocupacion dominante en estos hombres
fué la guerra; pero tambien lo es que no era la guerra de
la matanza estÍlpida. Se trataba, nada ménos, que de cambiar el curso de la humanidad. No fueron p~s 10BAquiles de una 601a jornada, ni simples bárbaros batalIadores
como Atila: fueron demoledores de civilizaciones envejecidas e implantadoras de otras nuevas. Oerraron i abrieron époc!\; crearon sistemas de poUtica i de gnerra; i
bien léjos de ser los abortos de la casualidad, fueron los
!wmÓ7'e8 nece8a1'io8 a su continente i a Sil .iglo.
Julio César le vanagloriaba de descender de dioses i de
reyes. Era audaz, díscolo, querido de la~ mujeres i favarecida de las vestalea, libertino, av,,~turer.), pródigo, i ántes de entrar en la carrera. púl:llics"debia cerea de millon i
medio de pesos, estipendiO' de &Us liviaodadel. A lDSdieziaiete ailos contaba con el favor de 10'8 Dobles i se atrevió a
desobedecer a Sila. Llevaba la toga al dEJllgairei padecia
de los nervios. Bolívar pocas O' ninguna~ reminiscencias
hacia de sus antepasadDs - en América lDS hDmbres no
tienen más estirpe que 6US propias aecionés j- i era comedido, severo, digno, eaaeto, trabajador i e(jonó1l1ico.
Capturado César una vez por piratas, di6 a ésto8 más
de lo que le pedian por BU rescate, i los trat6 como sefior;
i habiendo ofrecido castigarlos l08-hizo'lnego crncificar .
.Bolívar estuvo a punta de qllitar~)a vidA para no caer
en poder de Sus enemigos.·~
- :,'
"Tenia César un gran talento i lo eultivó con esmerO'.
Bolivar descuidó bastante su educacion en la primera parto de Sil vida. Empezó César su carrera. levantando el
pendan de los oprimidos CDn.tralos opresores, sin escepEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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toar a los estranjeros, llamados M1'btw08 por los romanos,
a los esclavos ni a los mismos gladiadores. Tributó a la
mujer honores públicos, cosa desconocida en IU país; i
derribó por deeirlo así los muros que habia levantado
Rómulo en torno de la. ciuda.d eterna para que la humanidad entrase a ella por todas partes. Oon efecto, ántcs
de César las frases los gal08 están a las ~ta8
de Roma,
eran frases de peligro para la patria. Oésar las cambió por estas otras: ya no hai gafOR, i apellidó ciudadano8 a 106 bárbaros.
Dolívar empezó tambien su carrera levantando el pecdon de los oprimidos contra 106 opresores; i si no coronó
estatuas de mujer en homenaje al bello sexo, rindió culto
a himeneo. Tambien fué cosmopolita como el héroe romano, pues su ojo vió siempre más allá del horizonte de su
snclo natal, i dejó de pensar ¡¡olaen Veneznela para pensar
en Oolombia i en la América. Si Oésa.r llamó ciudadanos
a los bárbaroB, Bolívar llamó /¡,eN/tan08 a. los negros, i
hombres libres a 108 esclavos.
Sila vió en los pliegues de la vOl,tidura de César, muchos Marios ocultos. Oatulo lo dcnunció al Senado como
enemigo de' la República; i Oieeron preY'ióen él nn tiraDO.... tirano al cual lamió despucs las plantas como
un lebrel!
Miranda vió en Bolívar un jóven peligroso i el virei do
Méjico una alma a.trcvida. Ya lo hemos hecho notar.
César dcsde niño caminaba con pa80 hábil i franco a su
ob.ieto: la ambicion satisfecha. Bolívar on 1l1lS primeros
anos tenia 6implcs insomnios de libertad; i pensaba eú su
patria no para subyngarla sino para redimida. César era
un verdadero tipo romano de su actualidad: brillante,
audaz, pródigo, simpátieo, temible; algo como el hijo de
la fortuna i de la conquista, como el enjendro del oro i la
licencia, el valor i la audacia. Bolívar era un jóvcn pronto, inclinado al amol' casto, e ineonciente de BU fuerza, de
su .iooio i de sus destinos.
Despues de haber sido César edil, CtlC8tori pretor, ob·
tUYOel gobierno de AndaluciA. i Portng:'l.I, rejian conocida
ent6nces con el nombre de España Dlterio·r, donde hizo
la guerra por ambicion i codicia, pues necesitaba hacerse
célebre i.pagar BUB dendas,que eran enormes. Más tarde fué
cónsul. En el consulado se ganó el favor popular con sus
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proyectos de reparticion de tierras i de despojos de las con·
quiotss en Asia; i habiéndose hecho dar el vasto gobierno
de la Galia i de-la Iliria por cinco arios, vino en ocho dias
de los bordes del TíoCl' a los del RódaDo~ para hacer frente por esa parte a los enemigos de la República, que lo
eran los suizos i los alemanes. Bolívar encargado por el
congreso de Cundinamarca
de la atrevida empresa de
libertar a V cnczucla, en ménos .de sesenta dias atravesó
los Andes i ocupó a Carácas, peleando en Niquitao,
Agua-obispos, Horcones, Tagnanes i Bárbula.
Se dice q \le César puso las alas de Mereurio a los piés
de S\lS soldados. Bolívar anduvo cuatrocientas
legnas, de
Guayana a Boyad, para caer como el rayo sobre las huestes espaflolas, las que desbarató en la mál'jen del Teatinos;
fué dcspues de Bogotá a Carabobo, i venciendo allí, vino
de Cara bobo a J unin! Cimas heladas, páramos ríjidos, valles abrasados, arenales ardientes, rios impetll,osos, soledades lúgubres, cordilleras espantosas, todo lo atravesó Bolívar en el Nuevo Mundo, como lo habia atravesado Oésar
en el Viejo; i tanto las huestes del uno eomo del otro,
traídas i llevadas sin descanso como furias inquietas, eran
un verdadero Bimoun de hombrcs dcsolando los hombres. *
César venció a 108 belgas e hizo arreglos con la Bretafla ;
i permaneciendo
en su gobierno siete ailos al fren te de
50,000 veteranos, fué el blanco de SUB émulos de Homa i
de sus víctimas espoliadas;
pero lo superó todo, dando
veinte millones para un foro, ocho millon¡:s a nn cónsul i
doce a un tribuna;
i desbaratando
adem2.s ejércitos de a.
doscientos mil hombres, tomando 1,800 plazas, matando
un millon de guerreros i aprisionando otros tantos. Bolívar
110 fué depredador;
tomó para la gucrra i no para él; no
trató de comprar a 811S enemigos, ni lo hebiora conseguido ; i cnundo los agradecidos hijos de los incas le regalaron uu millon de pe~os, él lo cedió a la ciudad de Carácas,
su patria natal. 1('joB de ejercer Bolívar ninguna pública
espoliacÍon, el primer sacrificio que hizo IL la patria fllÓ el
de BU cuantiosa fortuna.
César ganaba la imajinacion de las multitudes con 801a
una palabra:
tenia la certeza. del gol pe, i la frase de la.
" César dccia que en las cmprcsll.Satrevidas i I1eligtO!!.\ll!.
erll.lleee¡;",ri.o
obrar i no deliberar, porquo la prontitud es el todo en ellas. La rofie.xion, ngrcgaba, en fria el coraje i hace al hombre tímido.
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ocasiono Habiéndosele
perdido su espada la. encontrÓ IlIl
día en un templo galo, i doteniendo a. sus Baldados que
querian tomarla les dijo: " Dejadle ahi: cs sagrada." Vencedor' escribió al Senado:
"Vine, ví i veucí." Laconia.
misma se 113.bria sentido orgullosa con talea frases.
Si César hubiera muerto en las Galias, no habría sido
síno un Anibal o un Cmso; pern lo elevó sobre todos los
hombres conocidos el paso atrc\'ido del Rubicon ; o lo que
es lo mismo, la grandiosidad de las últimas escenas de Bll
vida. El mundo eutero pas6 a ser su teatro en momentos
en que Cieero!1 - Narciso de la historia *- se mostraba el
más nulo de los estadistas, i en que faltó a Pompeyo hasta por dos veces el áni 1110para ser el primer césar de los
rvmanos. Lo mismo decimos de Bolívar:
si solo hubiera
pensado en Veneznela, habría sido nn Piar, un Miranda,
un N ariño, nn \¡Vasa; pero él pensó en todo: en los suyos,
en los moscas, en los incas, en la América;
él tambien se
abrió en la escena un radio infinito; i tambien se confluístó la admiracion del mundo al frente :le cien lejiones vencedoras. (Jomo (Jésar, era tambien LO solo el primero en
los campos de batalla, sino UlI eIJcilcnte
orador del
boldadu.
César batall6 i dominó en las Galias igual tiempo que
T30lívar ea Colombia;
pero estaba al trente de las leiíunetl
romanas vellceuoras del mundo, i cUlllbatia, como Alejandro, a multitudes
sin disciplina, sin estratejia, táctica, lIi
otra conJir:illo para la guerra fplC \lll ¡;¡Ipremo ...alo:-.
Iblh-ar luchó contra C\lropeos agnerri,l .~ i CIIgrei,lus c'n la
prot'csio1l de las armas JcsJe lus tilllll)('" de Pelaya, i l.)
hizo 011 \llI piÚ de completa dC6iguald,d. C~3ar 110eeperimcntÚ rcvl'''U; ~eriv~ Ill:1S411e el1 13retaiía.; Bolívar 10:3 esp¡;rim'·ntÍl terribles h:lf;ta 1819, i enl,eHsiolles pel'diÚ e1l un
<lia lo (iue hal>i;i gana 11) cn lIn tliío; ;ll"S ~II clJII:;tuncia en
la desgracia, SlI ten:ll:idad ell gucrrcar. i ~ll dClllleJo para
arrostr"r
11II
peligro Ir,IS otro, suu las rll)tt~Smás adllli!':lblcs de Sil clrácter llIi:itar. César en:raoa ea pelea seguro
de la \·ictorÍ:l gl'a:;ias a 11) agllCl'!'ido de sus 11lIestes; Bl)líval' entraba en lid atenido a Sil aHda¡~ia i a lo incontra6tablc del valor colombiano,
* Conocida es la frASe de 0.,te orador
l'on~"lli nata!
célebre
O f(lrt/lna.t,~
Rom't,
·nM
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44-
César fué hombre de pensamiento
i de !\Ceíon; i leja,
escribia, dictaba,
oía i pensaba a un tif;mpo; hubo vez
de emplear sim nItáneamente
siete secretarios. J30lívar
leia. i dictaba a 1m tiempo, i 10 hacia con sllma facilidad.-Su
elocuencia de soldado tiene pocas iguales.
César cscribió sus comentarios,
obra ete:na como los
lauros de Farsalia. Bolívar eSCl·ibi6 su delirio sobre las
capas de hielo del Chimborazo i bosquej6 las hazanas
de Sucre. :No hai en nucstras letras mejores páj¡nas. Ellas
serán eternas como "el atalaya. del universo." Escribió
ademas Sil disc\lI'so al Congreso de Venez1lela, digno de
Montesqnicu;
i su Mirada 80bre la América española, publicada en Ouenca, i que puede considerarse como una
venganza titánica.Jamas
se ílajeló un contincnte con mano más vigorosa. Era el jenio despechado ante las resil:ltencias del esp!ritu liberal.
Hecha gbstraccion
de los tiempos i de las circunstancias; i prescindicndo dc la causa personal de Oésar i de la
causa pública de Bolívar, i poniendo nada más que estol;
hombres uno en frente del otro - Oésar, u8!wpado'l', sobre
el capitolio de Roma i con 1m: trofeos de Fl\rsaliu, Tapso
i Mnnda a sus piés; i Bolívar, libet>tador, sobre la cumbre
del Chimborazo, " envuelto en el manto dol iril"," i con
los trofeos de Taguanes, Várga8, I3oyacá, Carabobo i
unin 80bre sus siencs - i quién podrá. encontrar débil o
pálida la figura del uno en presencia del otro? Fué más
vasto el campo de César, pero más hermos·) d de Bolívar.
César ver:ció al mundo antiguo, cuyo espíritu subió al
Olimpo con el alma de Caton, el {¡!timo de los grandes
romanos:
Bolívar venció al mundo sombrio de la edad
médía, coyos a.busos desaparecieron ante el derecho humano formulado en las leyes.
Asi como las montañas al llegar a la plenitud de su
fuerza producen árboles capaces dc cubrir con SllS famas
nna comarca, de la misma manera los pueblos al llegar al
apojeo de su grandeza, producen hombres que son verdaderos fenómenos. César fué de 6stos ; pero se diferencia de
Bolívar i Washington,
en qne 6stos últimos no son simples abortos de la naturaleza, sino creaciones verdaderamente providenciales.
César C8 la más bella cspresion de
la unidad dcspótic8, el yp POdCfO¡¡O; Bolíva.r i Wa"hing-
.r
ton Bon el tipo de la colectividad libre; a.lgo ~omó 105jcEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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melos de 10.'3 sociedades que han empezado con el siglo
XVIII i terminarán en la. República universaL La.s obraa
de los primeros pasan como los arreboles del cielo o las
tempestades
del Ular; mas no las de 105 segundos:
esas
obras quedan, son fecundas, i se esplican i sostienen al
traves de los siglos i de las vicisitudes. Nada influye hoi
N apoleún - aunqllo héroe de aycr - en los destinos del
mundo; nada N clson cn los de los mares; nada Cárlos V
en los de España;
mvla Federico en 10:3 de Prusia ; pero
sí mantiene la libertad helvético. el recucrdo inmortal de
Guillermo Tcll! Sí e8 el nombre de \Vnshingtoll i lo será
por ml1cho tiempo, el balllo.l·to de las gn.ndezas del Norte.
En los 11110Sla fuerza ciega: en los otros la fuerza dirijida; () en otros términos:
en los nnos el dedo de luz de
Dios; ell los otros el dedo de barro d'3 los intereses momentáneos !
}[arco-Alltonio
presentó ún dio. a César durante los
i\legoa l\lpcrcales una corona de 01'0 entretejida de laurel,
i Céaar la rechazó diciendo qn8 solo JÚpiter podio. ser reí
de loa romanos. Bolívar 80 gloriaha d·.) haber reehazado
siempre la corona ofrendada a SIIS si(~nes. Sillembargo,
Clsflr cayó víctima del plIllal repllbliell.llo. Bolívar estnva a punto de caer tllmbiell, acusadJ, no de haber pasado
el Rubicon, sino de quercrlo pasar .. Mas i quién lo creyera! la sangre de César sirvió solo para fundar i consolidar
el imperio. El amago contra Bolívar abrió en su alma las
fuentes del desengal'io, i lo hizo morir Ucvánd08c al sepulera la nacion que él babia fundado i qt.e habia necesitado
de todo un hemisferio para dilatarse. Ironías de la po·
lí tiea 1
El lenguaje de César en las ocasiones :lolemnea fué semejante al de Búlívar. El primerú decía: " Una vez vencidos
los enemigos de la Patria, depondré mi espada ... conserva·
ré sí los ejé¡'cito8, no ya para mi defensa sino para. la defensa de la Hepúhlica." Bolívar dijo al Congreso de AngoBtu1'80en 1819 al devolverle las insignias del mando en jeucl'al:
" Serviré a la República en cualquier grado militar; pero
jamas volveré a aceptar una autoridad a que para 6iempre
he renunciado de todo corazon por principios i por 6entimientos ;" i en 1821 al Congreso de Cúcuta : " Yo os rnego a1'dienteruente no os most.rcis 6or¿oa al clamor de mi
conciencia i de mi honor, que me piden a grandes grito\!
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que n o sea más que ciudadano. Yo siento la necesidad de
dejar el primer puesto de la República al que el pueblo
sefia1e comO al Jefo de su corazon. Yo Boi el hijo de la
guerra; el hombre que los com bates han elevado a la majistratura - la fertuna me ha sostenido en este rango i la
victoria lo ha confirmado. 1'ero no son estos 106 títulos
consagrados por la justicia, pOI' la dicha i por la voluntad
nacional. La espada que ha gobernado a Colornuia DO es
la balanza de AS~l'ea; es un azote del jenio del mal, que
algunas veces dCJa caer a la tiona para castigo de los tiranos i escarmieuto de los pueblos. Esta espada no puede
servir de nada el día do la paz, i este debe sor el último
de mi poder, porque así lo he jurado para mí; porque lo
he prometido a Colombia; porque no puede haber República doude el pueblo no c8tá seguro del ejercicio de sus
propias facultades.
Un LOlllbre como)"o 06 un ciudadano
peligroso en un gobierno popular - es l!Da amenaza inmediata a la soberanía naciúnal. Yo qlli,::ro ser ciudadano
para ser libre i para line todos lo seall. Prefiero el titulo
de ciudadano al de Lihertador,
porque éEte emana de la
guerra i aquél de las leyes. (;ambiadmc todos lllis dictados por el de ouen ciudadano." \Vashiogton ménos esplicito i elocuente que e6t05 dos <:apitam:s, 61 dia de la paz
disolvió en YCrdad los ejércitos) i subió al soliú sin ostentarse violentado, i 6in sUf.pirlir por los campamentos.
Al
entrar al templo de la lei, deJÓ Sil eBpada en el atrioamuleto a la gloria civil- i jamas volviÓ a ceDirla porque
de véra8 la soltaba. Eso es lo que lo ha puesto sobre todos
i lo mantendrá sobrc tod.:>s.
Aun 6uponiendo sinceras las palabras do César i BoJívari para qué necesita un soldado vencedor las in vestiduras del mando civil? Brenos dd las na~iones, ellos saben
que su espada inclinará siempre 10B platillos de la balanza
pública. por encima de los maji6trados, loe parlamentos
i las leyes.
César, a scmejanza de Cromwell, reinÓ sin ser rei, pues
eus partidarios no 8010 lo revistieron de todos los poderes
i le decretaron todos los triunfos, sino que pusieron su
estatua en el capitolio a la par do la de .JÚpiter, apoyada
en el globo tcrregtre i con esta inscl'ipcion:
Oésar, 8emidio8. Bolívar despues de haber dicho: "Lejisladore8,
a
nombre de Colombia
08
ruego que a imájen de la Provi-
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dencia, que reprcsentais,
DOS deis para el pueblo, para el
ejército, para el .i ucz i para el majistrado j leyes i71fXOraMes!" asumió el título de didador, empleo que no alcanzó a ejcrcer dos unos i que hizo levanta,r el puñal de Bruto 60brc sn }Jecho. Bolívar respondió con la muerte a sus
encmigos; pero hai que bacerle la justicia de confesar que se
separó voluntariamcnte
del gobierno di~crecionaJ. Si Bolívar fusiló parte i parte destcrró de lús hombres del 25
de setiembre,
falta saber qué hubiera Le:.:110 César con
1Gs hombres de IUb idu8 de ma?'zo si éstus no le hubieran
degoIJadu .... 11ai más: Bolívar siemprc ':)riliante cn sus
palabras, siempre (l¡-ijinal en su eloeucncia, dijo a los pueblos al asumi¡- 111 díetudnra:
"Bajo la dictadura ¿ quién
pnedehablsr
de libertad ~ Compadez(,úmonos mutuamente dd pueblo qne padece i del hombre qlw manda 80lo /"
P(,r lo dcmfis, la filosofía aplicada a la ~listoria nos dirá
alguna \'cz si, como parece a toduti IIlCCS probable,
el 25
de llotiemure ceÚó por tierra el pensamicllto de la mODarq \líu; o sí, l;in ~ 1, ba 11ian tomado aliento los libcrtícíd&s,
i Culombia tendría l¡oi borrollcs en sn frente corno los que
k'e ha pretendidu lJollcr en la frente de M,')jico.
HOLIV A1~ I NAl:~OLEON.
Pocos siglos tan IlotaLlcs como el XV:]I, siglo de ciencia, do filosofin, de política, de literatura, de música, dl::
¡.\uerra, de revulucion &.'; i en el (~lIal, destacados a distancia como miras coloeales de la hieturia, nacieron Washivgton en el primer lcrdo, K apolelJll er el segundo, i Dolivar i San Martín en el tercero. Esos tres natalicios de
jigantcs por sí solos hul"iall del siglo X VIII el primer siglo en las edadcs modernas; pero tambicn figuraron en
él Popo, N('wton, Franklin,
Priestlcy, Voltaire, los dOB
Rousseau, FcneloD, :Montesquieu, Bartelemy, Buffon, La
Gl'angc, Bernct, Mctastasio, Galvani, Goethc, Schiller,
Hoff'man, Mozart, Becthovcn, \V cber, \V csncr, Linneo &."
Pero DOtl cstraviamos:
nuestro objeto es hablar de Napolcon í Bolívar.
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Ningnn paralelo directo cabe entre est08 dos hombres,
representant!'ls de sociedades i de causas enteramente distintas. Azote el uno de 108 pueblos i el otro de los tiranos.
Lleno elUDOde las impresiones de Alejandro, Oésar, Carlomagno, Cromwell i Ta.merlan,Boflando coronas i haciéndose
servir por reyes; e imbuido el otro en las ideas que inspira la libertad e independencia. de las naciones. Jurando
el uno sobre el monte Sagrado sacar a su patria de la esclavitud; pensando el otro trepar al tope de las pirámides
en cspectacion inmortal de cuarenta. siglos ! Vencedor de
los terribles senoree de Venecia.; aniqniladorde los caballeros de Malta i do los mamelucos; J enera! adolescen te
creador de repúblic6S j varon consular de por vida; rei de
reyes; hurtador de la espada de Federico i de la c·orona de
hierro de Mila.n ; lejislador prudente; tirano admirable j
PericIes constructor i Eróstrato insemato de los imperios;
restaurador de los altares i mortificador del Papa j plebeyo desposado con la hija de los Oésares j degollador de la
humanidad i dioa de las batallas en fin, Bonaparte cs el
ápice dol eaificio humano en seis mil aUos de poderosas
jestaciones. Italiano como Oésar, franees como Carlomagno, jermano por su segundo hogal', cosmopolita por su
poder, N apoleon cs el resúmen de todos los linajes i de
todas las fl~erzas. Hombre del centro i de los polo8, de la
antigiiedad i del prCBcnte,de Pllltarco i de 93, tiene todos
10& caractéres de la historia. Vinculad,) por su jouio !lui·
versal a todos los jenios de la tierra, N apoleon no es estranjero en ningun pnnto de ella. Por donde quiera se ve
8U estatua; en donde quiera está su retrato. Los viejos ~e
admiran, los nifios pronuncian su nombre .al empezar a
hablar; los soldados todos veneran BU memoria, i Sl1 recuerdo es el mejor talisman en la guerra.
Bolívar se manifestaba mortificado con el ejercicio del
poder público, i renunciaba con frecuE:neia las majistraturas: Napoleon creia que nadie podia gobernar el mundo sino él; i lo decía. N nnca renunciÓ el mando ni se
pintó como un Prometeo encadenadoaIsillon del gobierno;
no se lloró víctima del poder ni ns6 de ningun disimulo
pa.ra impoDerso a. los hombres. Abdicó cuando no podo
más; i ei le hubiem sido posible volver de Santa. Elena.
como en otro tiempo habia vuelto de su primer destierro,
habría ido derecho a hospedarse a las Tullerias, i se ha.-
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bria despertado al dia siguiente mni de madrugl&da para
montar a caballo í trastornar el mundo.
t Qllé tiene pues N apalean de comun con Bolívad Su
cuna, hnmilde en ámbos; BU tumba - nna playa en las
soledades del mar.
Byron cantó a Bolivar i execr6 a Napoleon; uno i otro
fueron héroes cristianos ..
Completaremos este cuadro con las huenas pinceladas
de nn autor anónimo. "N apoleon ha ejecutado sin duda
grandes cosas; 1m poder májico parece acampanar a su
espada, pero él estaba a la cabcza de la nacion más grande
del mundo; rodeábanle 19 mal'iscales, a quienes los pue·
hlos ofrecian reinos i que merecían un imperio; cada uno
de sus jenerales era más hábil que los reyes sus contemporáneos ...• Bolívar era grande en la desgracia; N apolean lo era mónos. Despues de Moseon una abdicacion i
otra despues de Waterloo. Despuc8 de la derrota de la
Puel·ta, la empresa de la Popa; despues de las dcsgraeia8
de Cartajena, la espedicion de los Cayos i la toma. de Guayana. .... i Quó dejaron estos hóroes a los pueblos que
asombraron? N apoleon a la Francia humillada - ]as tiendas del cosaco en las calles de Paris; Bolivar cinco Repú~
blicas brotando de su espada."
Hai un punto sí en que N apalean i Bolívar son dignos
rivales: en.la elocuencia militar, i en los docnmentos que
salieron directamente de su pluma. Nadie los ha i~uala·
do; ninguno los sobrepujará. La elocuencia militar ha
existido siempre, poro no aj ustada al mismo tipo. En 108
tiempos antiguos i en la edad-média, épocas ámbatlllin literatura ni ciencia en jenerales ni soldados, ella no
podia pasar de meras frases heróicas u oportunas, pues
otra cosa estaba fuera de la sabiduría del jefe i de los alcances de los bárbaros que peleaban por una i otra parte.
Nada, por tanto, de lo qne nos refiere la historia i las leyendas a este respecto de AI~iandro, Escipion, Anibal &.&
debe l~reerse; i acaso sea Oésar el Pl'imer jeneral i el único cutre los antiguos capaz de arengll.l' a eu~ le\\one~, pnei
César no era solo un soldado notabilísímo sino nnhom·
bre elOinente. Despues de Oésar la elocuencia militar ba
ido ereciendo con la difnsion de las luqes, i es hoi más o
ménos notable segun las razas i las zonas. Es probable
que Tamerlan no arengara n nnca. Por el coutrario, al
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presente,. arcnga a SU8 floldados el más humilde i oscuro
capitan.
Bolívar corno orador militar tenia arranque, incision,
novedad, beIlp-za i profundidad.
Anunciándose por primera vez en 1813 a sus conciudadanos de Yeneznela como su
libertador, les decia :
"Soi uno de vosotros, que, arrancHdo prodijio8amente por el Dios ge las misericordias
de manos de los
.tirano8 qne nos agobian, vengo a redimiros del duro cautiverio en que yaceis ••.. Prosternaos
delante de Dio8
omnipotente, i elevad vuestros cánticos de alabanza hasta.
su trono, porque os ha restituido el augusto carácter de
hombres!"
1 n lus suldados granadinos que lo l\compallaban: "Vosotros, fieles republicanos, marchal'cis a redimir
la cnna. de la indepcndencia colom biall!L, como los cruzados libertaron a .Jerusalen, cuna del criotianismo."
A )05 lIallcros en 1818: "V osotro~ sois in vcncibles i
yuestros cabalJo~, vuestras lanzas i vuestros desiertos os
libran de la. tiranía;"
i en otra oc~sioi1: "llevais la. victoria en la punta de vuestra6 lanzas." En ese mismo afío
a. los granadinos:
" Ya DO existe el ejército de .Morillo.
Más de veinte mil espalloles han erppapado con su sangre
la tierr::. de V cnezuela ..•. El mundo a:lom brado contempla con gozo loa milagros dela libertad i el vaJor ~olJtra
la tiranía i la fuerza .... La Espalla; que híli.i~ Ferll!\ndo
~on su dominio estcl'minl1dor, toca a Sil t{ruJillo. Enjambres
dé nuestros con¡l1rios aniquilan SIl comercio; SllS campos
están desiertos porque la lDUel'te ha segado sus hijos; liUS
tesoros están agotadús por veinte años de guen'u ;_el espíritu nacional cBtá anoJladado por los impnestos, las levas,
la Ínq uisieÍoll i el uespotismo!
El sol no com pletará el
curso de Ell aetnal período, sin ver en todo vuestro te1'l'itorio altares levar.tadoa a la libertad."
A los irlandeses en 1819: "Vuestra
más justa i subli·
me recompensa os la prepara la histort~l i las benuiciones
del mundo modemo." Al ejército libl~rtador en 19 de
abril de 1820, aniversario
del grito de independencia en
Venezllela:
"Diez años de libertad ee liolemnizan en e6te
dia. Diez al'ios consagrados a los combates, a los sacrificios heróicos, a uoa muerte gloriosa! Pero diez años qlle
hall librado del oprobio) del infortunio, de las cadenas a
la mitad del mundo. Soldados!
el jónero hum~no jemia
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por la ruina de su más bella porcion: era esclava, i ya es
libre. El mundo desconocía al pueblo americano:
vosotros
lo habeis sacado del silencio, del olvido, de la muerte, de
la nada 1 Ouando ántes era el ludibrio de 108 tiranos, lo
habeis hecho admirar por vuestras hazanas, i lo habeis
consagrado
a la inmortalidad
por vuestra gloria. El19
de abril nació Oolombia;
de cntónees acá contais diez
arios de vida! "
En 1821 a los habitantes del Sur de Colombia:
"Pas·
tUBOS!
Habeis costado llanto, sangre i cadeDf.1'l al Sur;
pero Colombia olvida Sil dolor i 6e cOllsnela acojiendo en
sn regazo matemal
a sus desgraciados hijos. Para ella
todos son inocentes; ninguno culpable. No la temais, que
SU8 armas son de custodia, no de parricidas. Quitefl.os!
la gnardia col(jmbiana dirije sus pasos hácia el antiguo
templo del padre do la luz. COllfiadle vuostra esperanza.
Bien pronto vereis las banderas del iris sostenidas por el
ánjcl de la victoria."
.
En 1824: al empezar la campana del Perú: " Sol~ados !
vais a completa¡' la obra más grande que el ciclo ha podio
do encargar a los hombres: la de salva¡" Ull mnndo entero
de la esclavitud! Los ellernigos qne vais a destruir se jactan de 14 años do triunfos; ellos son pues dignos de me·
dir sus armas con las vuestras, qne han brillado en mil
com bates. Soldados! el Perú i la Amól'ica toua aguardan
de vosotros la paz hija de la victoria; i aun la Europa li·
beral os contempla
con encanto, porqll~ la libertad del
Nuevo Mundo es la esperanza. del nniverso ! La: burlareis1
N o: vosotros sois invencibles F'
A los pernanos despnes de J ;lllin: "Bien pronto visitaremos la cllna del impel'io peruano i el te/1Jplo del sol.
El Ouzco tendrá en el primer d;:l Lle su liberta:! más pla·
COI' i más gloria que bajo el dorado reino de sus incas."
A los peruano" despues de Ayacucho : "El Pe¡'ú había
sufrido grandes desastres militares. Las tropas que le quedaban ocupaban las provincias librea &1 norte i hacían la
guerra al Congreso;
la marina no obcdceia al gobierno;
el ex-Prcsidente
Riva-Agiíero, usurpador ¡rebelde, combatia a BU patria i a sus aliados;
los ansiliarea de Chile,
por el abandono lamentable
de nuestra cansa, nos privaron de sus tropas;
i las de Bucnos·Aircs
sublevándose
contra sus jefes, entregaron aquella plaza a' sus enemigos.
<f::PU911CA
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. (;f, ARANGO
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El Presidente Torretaglo llamando 8 108 espanolcs para
que ocnpasen esta capital (Lima) cOlupletó la destruccion
del Perú. La discordill, la milleria, el descontento i el
egoismo reinaban por todas partes. Ya el Perú no existia. :
todo estaba disuelto. En estas circunstancias el Oongreso
me nombró dictador para salvar las reliquias de BU espe·
ranza .... Peruanos! la paz ha sucedido a la guerra; la
union a la discordia; el Órdcn a la anarquía, i la dicha. a.1
infortunio; pero no olvideis jamaa, os lo ruego, que a los
ínclitos vencedores de Ayacllcho lo debeis todo f" A 108
soldados vencedores en aqnella gran batalla: "La Amé·
rica del Sur está cubierta con los tl'ofeos de voeiltro valor;
pero Ayacncho, semejante a.1Ohimborazo, levanta su cabeza erguida ¡¡obre todo 1 Soldad,)s colombianos! centena.res de victorias alargan vuestra vida hasta el término del
mundo."
Pero no 8010 poseia Bolívar ]a difícil elocuencia del
soldado: sus sentencias son dignas de figurar por la profundidad de concepto, en los labios de Plato n o en 106 do
Sócrates. Hé aquí algunas:
" La esclavitud es hija de las tinieblas, i nna per~ona
ignora.nte es por lo jeneral el <:iego instrnmcnto de su
ruina. La ambicion i la intriga Ile aprovechan de la credulidad i de la inesperiencia de hombros totalmente
ignorante" de tod:J8 los principios de economía política i
civil. Los ignorantes toman como realidad lo que no es
sino pura ilusion: toman la li,~encía por la libertad, la.
traicíon por el·patriotislllo, i la. venganza por la justicia."
" El hombre, dice Hornero, al perder 8U libertad pierde
la mitaa de su espíritu."
" Si no existe un sagrado respeto por el pais, por las leyes i por las autoridades constitucionales, la llociedad es
un cstado de confusion, un abismo, i un conflicto entre
hombre i hombre,i entre cuerpo i cuerpo."
"El sistema máa perfecto de gobierno os el que produce un grado mayor de dicha, de 3eguridad social i de estabilidad politica."
Su pluma brotaba siempre imájenes atrevida!!, mui
apropiadas para herir la imajinacion de un pueblo qne
abria por primero. VGZ los oi08 a las impresiones de las ciencias, )8S artes, la historia, la mitolojia i los más notables
emmeños de la libertad i de la. patria. "Una horrible, deEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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cia, atroz· e impía esclavitud cubria con Sil negro manto la
ticrra de Veneznelll., i nnestra atmósfera sobrecargada do
nubes espesas i tenebmslls amenazaba un fiero diluvio. Imploré la proteccion del Dios do la Natnra.leza, i a su poderosa palabra la tempestad se disipó." .
Sobre la union de Veneznela i Nueva Granada pro·
rumpió: "Al COlltemplar la union de este distrito inmenllO, mi espíritu se eleva con delicia a la altura cstupenda.
que sc necesita para podel' hacer bien una pintura. tan
loaravillosa. Abandonando los tiempos precedentes i cercanOi, mi imajinacion se arroja a las (da.dos más remotas,
des~e las que observo con a.dmiracion i pasmo, la prosperidad, el esplendor i la allimacion que habrá adquirido
eata vasta rejion. Mis ideas se dila¡;an i veo mi amada
patria en el centro del univer¡¡o estendiónliose entre sus
distantes costas, entre dos océanos separados por la na.turaleza i que la industria de mi pais habrá. unido por canales grandes i espaciosos. La veo corno si fuese el
vínculo, el centl'o i el emporio do la raza humana; la veo
trasmitiendo a los límites más rcmotos de la tierra los tesoros que contiene on sus montañas de oro i plata; la veo
distribnyendo con sus plantas, salud iV'ida. a 108 aflijidos
del V iejo Mundo; la veo comunicar a los sabioa de las
otras rejioncs 8US inapreciables secretos que hasta entónces ignoraban cuán superior era 611 ciell{!iaal esceso de Sn
riqueza. "Sí! la veo scntada en el trono de la Libertad,
tremolando el cetro de la Justicia i coronada de gloria,
mostrar al Antiguo Mundo la majestad del N ue\"o."
Esta orijinalidad, esta fuerza, este alcance de pensamiento, tanto en lo wilítal' como en lo político i filosguco,
lo dan mnchos puntos de contacto con la grandilocuencia
de Napoleon. Igualmente feliz i oportnno, sus pensamientos sin dej ar de ser profundos, obraban milagros sobre la
multitud, i a cada grande oca8ion oponia él una gran palabTll.. Así supo entusiasmar i vencer; así obró tantos prodijios!
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BOLIVAR
I "WASHINGTON.
Jorje Washington naci6 el 11 de febroro del ano de
1132 en Pope'a Creck e~ Virjinia; eeto es, 51 anos ántea
que Bolívar. Tuvo antepasados distinguidos i qued6 huérfano de padre a 108 once anot!o(Bolíva.r habia quedado a
108 doce.) Educado bajo la direccion de su madre, mujer
de un firme i digno carácter, alcanzó la perfeccion moral
e intelectual a que debe la justisima glorie. de que disfruta su Dombre. Washington era sencillo, ordenado i serio
como lo es el hogar in~lés,
.
WaahingtoD era stletico, erguido - imájen fiel del pIle·
blo jigantesco que debia fundar; - de OjOBazules i serenos
como 80 alma, i oe sondss atractivB como la bondad. A
loe 16 aríos era entendido en matemáticas i se distinguia
por sn amor al estudio. Bolivar a esa edad no tenia estudios ni aficion a ellos. A los 21 aríos se le confió una mi·
sion importante i peligrosa, la que deseDlpefi6 cumplida·
mente, venciendo una naturaleza irritada por los furores
del invierno, las a6echanzas de 108 salvajes i la cautela i
orgullo del franccs. Antes de comenzar¡w la gnerra. de in·
dependencia, Washington ee hizo célebre en el Canadá,
en el combate del fnel'te Necesidad; en el desastre de
.Braddock, donde tuvo dos caballos mnertos i cuatro balazos en el uniforme; i en la torna del fuerte Du Qnesne.
Mereció pOI' esto muchos aplausos i fué elejido para la
cámara de diputados. Re81l1t~de aquí que ántes de los
27 atlos, cnando Bolivar era simple coronel de milicias i
no conocia el fuego, Washington era ya coronel de fljército i notabilidad milita¡' en Sil pais,
Al dia siguiente de la batalla de Bunker-hill i cua.ndo
ya tenia VlT ashington 43 ailos, tomó posesion del destino
de Jeneral en jefe, para él cual lo habia nombrado el Oongreso por unanimidad, Bolivar fué nombrado brigadier
del ejército de la Union i honrado con el titulo de ciudadano granadino, a los 30 anos de edad. Comenzó pues
BU carrera cnando tenia 13 anos tné.oos que el ilustre pa·
triarca de la libertad americana. 'WBshington hizo la guerra con desigual fortuna por siete anos (de 1175 a 1781)
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combatiendo a los Jenerales ingleses HOWJ, Clinton, Burgoyne i Cornawalli8. Bolívar la hizo por doce ai'ios (de
1813 a 1824) con más tenacidad i de8astres, luchando
eon el feroz Monteverde i el sanguinario Bóve8, con Yá·
fiez i Morilla, el tcrrible verdugo de 108 patriota8, con
Barreiro, Latorre i Correa, con Cantcrac i I~ascrna. El
toatro de operaciones de Washington fuó red ucido rela·
tivamente; el de Bolívar fuÉl cuádmplo del de aquel.
WaBhington contaba con los recursos de IIn país o¡'ganizado; Blllívar estuvo contrariado por la anarquía que
reinaba entre los independiente8. Washington tuvo por
ansiliares a Franklin, que" arrebató el rayo a los cielos;"
a Lafayette, que representaba el entusiasmo i la·influencia de la Francia; al baron Stellben, antiguo ayuda de
campo i Teniente-jeneral del gran Federieo; a Hamilton,
Sullivan, Arnold, tan impetuoso como infeliz; a Lee,
Riddle, Lincoln, Jone8, Greene i D'Estraing. Bolívar 11.
Sántallder, Sucre, Pácz, Kariño, Piar, Mac-Gregor, Ríbas, Soublette, Anzoátcgai i cicn i cien más. En esto 1&
ventaja sí estaba por el héroo suramoricano, plles 8U8compafierotl de armas eran casi 8ernidioses en la gnerra.
La Francia reconoció durante la lucha la iudependeucia.
de 108Estados Unidos, i envió fuertes ausilios. La. Inglaterra ayudó a Bolívar aunque no con el apoyo de su fuerza oficial.
Washington libera, a Sil país 8ía más Bistema de gllerra
que la. prudencia, i no ganó personalmente más que dos
batallas campales: Monrnouth i Yorkt(lwo. Bolivar, reverso de aq¡¡el pru-dente capitan, era el ímpetn i la inconsideracion en la guerra; se halló en mil combate8 parciales, i venció directamente en Tagllane8, Bárbula, Várgae,
Boyacá., Carabobo, Bornboná i J unin. 'Vashiugton, despues de sei8 afios de ausencia, volvió al caliente i amado
hogar, i puso a los piéa de la más digna de la8 madres los
laureles del triunfo; llolívar era Bolocomo el fénix; i no
tewafamilia ni hogar. Las cien coron88 de 80 frente victoriosa fueron depositadas en los altares de la Patria.
TI na corona de rei fué ofrecilla a Washington por los
soldados de su ejército, i el grande hombre la rechazó resueltamente manifestando que la libcrtad i la República
eran mejores que el trono. Malos polítieoscstimnlaron a
~olíva.r a echar llQb¡:esQ.s bombros la púrpura; i deegraEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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ciadamente ee le hacen acusaciones a este respecto aún despues de cuarcnta años _• , •.
El 4 de diciembre de 1783 (ano mismo en que nació Bolívar) i a 108 51 anos de edad, se separó Washington de
sus antiguos compafleros de armas con estas sencillas palabras: "Con cl corazon lleno de amor i gratitud me des·
pido. de v080t~08 . .os deseo cOn el ma~Tor anhelo que el
resto de vuestros días sea tan próspero j feliz como el principio ha sido glorioso i honrado. N o puedo Ilegarme a
cada uno de vosotros para. estrecharlo en mis brazos, pero
os agradeceré que cada. uno venga a darme la mano."
Parte de estas frascs fueron repetidas For el conquistador
del siglo en su primera caida: " No puedo abrazaras a todos. pero abrazaré al ménos a vuestro jeneral."
W 8shington gozó muchos IÚlos de la tranquilidad
de la
vida. privada: Bolívar conssgr6 toda su e~istencia de hombre a 108 negocios públicos, i murió por decirlo así sobre
el bufete. En la batalla de Junin tenirL Bolívar 41 años;
'N aehington en la de Y orktown 49. v.' ashington fué elejido Presi~ente de la Union a los 57 años, i Bolívar PrejÚdcnte de Colombia a los 38. Washington
murió a los 67
anús; Bolivar a los 47. Washington
fué guerJ'ero i administrador;
Bolívar guerrero i fundador. Washington fuó
virtuoso, modesto, económico, i carecia, en su tipo, de semejante como patriarca público. Bolívar fué audaz, brío
lI1lIlte, pródigo i elocuente. En BcVívllr predominaba el
jén.io; en vV llshington el deber; pero tanto el coraza n dEll
uno como el del otro establUl llenos del amor a la Patria.
Sea que el carácter de los hijos del Ko,te así lo pe~mitiera; sea que la mansedumbre del grande hijo de Virjinia
valiese más que lo~ ímpetus del jeni().meridional
; sea, en
fin, que exista el destino, i que éilt6flea inexora.ble, el hecho ~s que a Washington le fllé dado con8tituir el pais que
hJl;bia libtlria.do i encaminarlo a las más brillantea prosperidades conocidas; i que Bolí var, con iguales títulos, ano·
q,ue vi:vió poco, vivió lú bastante para ae-istir a las agonías
de la gran Repúbli4& creada por su mcnte i parall brazo.
Casi puede decirseqne UDa misma tumba se abrió para recibir s una i otro; i hpi liO hai ni remotas esperanzas de
que vuelva a ser una la gran nacion batalladora, madre de
Repúblicas) libCl'tadora de lWpúb1ie~fl) i TQf.lced.orade todos, ménoB de sí misma.
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Bolívar, como Washington,
fué elejido Presidcute do la
República en dos períodos consecutivos;
pero el segllndo
terminó en paz, i no quiso ser gobernante
1/\ tercera vez.
Bolívar se bizo dictador, i ]os nombre¡¡ de sus tenientee le
hicieron competencia en las urnas elt!ctoralee. Washington vivió honrado los últimos afios de ilU vida, i su muerte
fué mirada como UDa gran calamidad llacional. Venezuela,
patria de Bolívar, dictÓ decretos de pmscripcion contra él;
SUB oficiales más distinguidos
levantaron armas contra él,
i eu muerte, casi repentina, fué apagando poco a poco ]a
exaltacion de 108 ánimos, perturbados
sérialllente de 1828
a 1832.
Es de hacerse notar, por último, no como contraste, pues
no es esta nuestra mente, sino como raago bien Beusible de
lus dos altos caractéres quc' comparamos, que Washington
fué federalista,.~ Bolívar 110; que el testamento politico dol
primero sub¡;isle g¡'abado cn 108 pccho<l de treinta millones
do hombres; al Va&O q \lO el proyecto de coustit\lcioll boli·
viana, con sn Presidente
vitalicio con derecho de darse
un sucesor, tnvo gran parte en 108 simabores que mortifi·
caron al ilustre campenn. Su jenio militar le abrió ampliamente ]as pnertas de la gloria; 811 política, disculpableen un hOlurJre engreido por el favor, i qne tanto en
Cl\l'ácas, como en Bogutá, Quito, Lima, Cuzco i La Paz te·
nia por asiento ordinario el dosel del Gobierno; i f\ quien
scrvian de eonsljcros, liO humbres de Estado sino militarcs
afol'tuuadoB i valientcs, Sil política, ]0 rcvetim08, ]e enajenó
las voluntades i le granjeó enemigos (ti 108 republicano8
que vieron en él, si no un presunto empl'rador de l08 .Andes,
sí un césar peligroso.
Washington cubrió con su estandartl3 estrellado un cuarto de la tierra - del polo boreal al eCl1a:ior; i Bolívar eOIl
el iris de SUB banderas, del polo austral al ecuador; i ámboB
con su nombre el mundo de la historia i de la admiracion.
Una ventaja inconteBtable lleva sí ,~l héroe meridional
al héroe del Norte: la libertad de los negrcs. Bolívar
redimió 110solo a los cBela\'OS, sino a los eBclavoB de éstos;
i la Patria asombrada lo vió subir al e:apitolio, más grande que el Chimborazo, llevando de UD lado la lei, i del
otro al hijo de la noche i de la desgracia, para proclamar.
lo hombre igual a los hombres, ciudadano igual a los ciudadanos. No en valde fué pues el íris de la alianza de
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Dios, su ensei'ía magnífica, pues Bolívar vino a la tierra
para celebrar la paz con todas las libertades ultrajadas.
Si Washington hubiera libertado a 108 negl'OBse habJ'ia
tal vez Mnjurado en parte la gran catástrofe de 1860. No
es posible preverlo todo ..
Do sangre inglesa i nacido en las frias rejiones del bó·
reas,educado no por el espíritu varonil do lID padre, ni
pOI'la rijidez de un claustro, sino por 106tiernos consejos
de nna ma<:lredel temple de alma de Cornelia, W 8shington es el tipo del hombre sencillo de la historia; i es su
sencillez, su grandeza. Sencillo en la guerra, sencillo en la
paz, sencillo en el gobierno i en el hoga.r, BU figura, atlética física i moralmente, proyecta sombras más o ménos
densas sobre la figura de todos.loa hombres grandes cono·
cidos. Bolívar, nacido de sangre latina e hijo de las J'ejioncs abrasadas de la zona tórrida, haérflUl~·dcsde temprano; muchacho impresionable observador l!e N apoleon en
lbs momentos de mnyor poder de éste; educado por 8í
mismo; amante arrcbatado e infeliz; audaz, impetuoso,
inq nieto de cuerpo i de espíritu, oriental de corazon i de
palabra, poético en la guerra i en la paz; impre8ionable, orgulloso no de soberuill. sino de dignidad; pobre
en la abundancia, magnífico, fascinador, retostado por'el
sol de las batallas, con los ojos del águila i )a espada pronta de Oésar, es el ca¡'tabon de los héroes hispano-ameriC8nos; -la mnestra de lo que 8erá la A mérica más tarde.i el fllndador de una raza de hombres públicos que nada
tienen qué ver con 108príncipes de :M.aquiavelo, ni con
los adalides de Romero, ni con 108 sátrapas del Asia, ni
con )os ambiciosos de Europa, ni con 108patriarcas del
Norte, puritanos en todas la8 situaciones de la vida.
Hombres poseidos de 8U propio mérito, que lo mismo
dejan que toman las riendas del poder; que ni aceptan ni
desdefían una corona, arrojando 80bre ella todos los des·
precios de la indiferencia; que pelean como Aquiles i
arengan como Cieeron; que les basta un pan para eu me·
S8; que 8e burlan de las insignias; que gana.n la batalla
de Ayacueho i luego van 8010sa la puerta de un cqa.rtel
para disipar un motin de sarjentos; que reqactan constituciones i dan proclamas; que aman como el Ta8130i se ha·
cen sabios por si mismos COUlO Cáldss; que inventan el
.nicidio de la historia i de 1011 ai~los eomo~icaurte;
lloe
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creen en Dios i en la Hepública;
i que un día bajo del
doael i otro en la barra del Senado, marchan siempre en
la vía pública con la frente alta, el corazon tranquilo i la
sonrisa en la boca. R6sas, el doctor Francia, 'Flóres, CastillB., J uárez, Obando, San-Martin, Sncre, U rdaneta, Rocafuerte, L6pez &.a mezcla de razas distintas,
productos
de fuerzas vigorosas i de sistemas enco::ltrados, inclinémonos delante de estos ti pos promíscuos i brillantes del
mundo que empieza!
T.)mamos de un vrofl1ndo escritor las siguientes líneas:
"La guerra de Washington so redujo a evitar combates con los soldados de la Gran Bretll.Da en un país que
108 odiaba. Dejábalos consumirse.
Es el Fabio moderno.
Bolívar debia. estinguir con fuertes i redoblados gol pos el
podcr colosal de sus contrari08. Los estermina como el
rayo. E8 el Ale;andro de esta edad .•• A cada uno de
8st03 hombres dió el cielo talentos para su empresa. Washington en un pais dcmocrático por derecho i costumbres,
necesitaba virtudes pacificas en voz de p:enda8 estraordi·
narías, juicio sólido en vez de imajinacion
ardiente, la
medianía que contenta la multitud, i no la superiorida(l
~le irrita la envidia i que no dcslumbr:\ al republicano.
Hombres soporioros convinieron en admitida
como in
jcfe. Balívll.r cn un pais aristócrata, toc:l.do por el jenio
oricntal i afl'Ícano de los espanolcs, re:Jt1eria para scducir
i arrastrar a 8\18 proyectos, el prcstijio del valor, 11\ má.iÚ\
de la elocncncia, el encanto de una imajinacion rica i brillante, el poder de increíbles hazanas i \'Íctoria8. Con lati
¡;ublimes cualidades de Bolívar, Washingt:m habría despertado temores entre los ardil~ntes pnrítallo8 del Norte;
con las modcstaa virtndes de vVa;;híngtoll, Bolívar no
habría adelalltado Dn dia la épo<.:a de la indcpendencia
del Sur."
Sony, escritor notable, miembro dellostitnto
nacional
de Francia, hizo el elojio de vVashington i Bolívat· en
estas cortas palabras: " En todos los paifes donde la libertad ha. perccido, ha sido por la espada de los jefcs militares. En Atéllas i en Siraensa fuéencadenada
por los guardias dtl Pisilltrato i de Diollisio. César la desterró de Roma; Francisco Sforcia. de Milan ; Mouk de Inglaterra;
i
!,ilipo la. arrebató a. 108 tebanos, que lo babian nombrado
Janeral de8pue8 de la muerte de Epaminondas.
Mario i
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Sila habían entrado a Roma por ]a fuerza ántea de César:
Sila enseñó a 108 jeuerales romanos a violar el asilo de la.
libertad, i para ioclipara los soldados a este gra.nde atentado pol1tico, 108 .corrompió repartiéndoles las tierras de
los ciudadanos, -Mioatender a que por 8US liberll.lidll.desespo]iadoras, introducia en los ejéreitoB dos azotes destructores de todas las garantÍ3s sociales: ]a codicia i la violencia. Los soldados que habian comenzado por vender la
libertad, acabaron por poner el trono en almoneda. Despues de haber dado muerte a los ciudadanos para apoderarsc de 8US tierras, degollaron a los emperadores para
di vidirse entre sí sus tesoros i vender su corona.
"Preferir la conservacion de la República i del príncipc a la de sus bienes, de su mujer, de 8US hijos i de 6U
propia vida; correjir las faltas i castigados crímenes de
sus súbditos; tener por los vencidos la cWDpasion que se
debe a ]a dei'gracia; tratar a. los puebloll eónquil\tados con
dulzura i equidad; manifestarse paciente en los trabajOil
i en las fatigas, modesto en la prosperidad, valeroso en
las desgracias; no tener otro objeto qnc la felicidad, la
libertad i la gloria de tlU pais, pero rehusarla si estos mismos bienes no pueden adq uil'il'se o conservarse sino por
medio del crímen ú de la injusticia: hé ahí lo que debe
ser un J elleral. La hi6toria antigua ofrece cinco o seis
ejemplos, i los tiempos modernos 6010 presentán dos:
VV ASllINGl'ON i BOLÍVAR."
" Cuando Bolívar se hallaba en los Llanos su vida era la d,
un Hanero. Levantábase con el dia i lueg{) montaba a caballo
para visitar los diferentes cuerpos de tropa que tlII~ban cercanos.
De paso animaba a cada uno con algunas pa1abru oariñosas o con
recuerdos lisonjeros. Seguía siempre las marcbas con su estado
mayor; a medio dia se apeaba para bañarse enando habia comodidad, almorzar carne como todos los demas i descansar en la ha·
maca. Ent6nces dictaba las órdenes que debia comunicar i despachaba BU correspondencia, lo que hacia moviendo constantemente la hamaca. Dcspues de haber comido las tropas 8n corta racion
de carne, se continuaba la maroha hasta las cinco de la tarde, hora
en que ordinariamente se aeampaba, escojiedo si era posible alguna mata o pequeño bosque. Si la escena no se variaba por alguo
encuentro con los españoles, cada dia sucesivo representaba con
monotonia los mi8m08sucesos, de lcnotar el c:ampo,marchar durante el dia i aoampar de nuevo por la tarde, eiempre a oielo ruo
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-61pues nunoa habia tiendas. Jeneralcs, jefes i oficiales eIltaban con
respeoto al modo de vivir sobre un pié de e1Itera igualdad aun con
el soldado; partioipaban de las mismas fatigas, oomian de las mismas raciones (agua i oarne). Hasta en el veslido eran todos iguales, sin que el Libertador usara en el Llano distincion alguna;
hubo veoes que estuvo eseaso de vestido ... J4Jntónoes gozaba el
Libertador d~ todo el vigor i robustez de su edad (36 años) i se
esponia " sufrir las mayores fatigas, como andar 15 o 20 horas se·
guidas a caballo, con gran rapidez."-( O'Leary).
"Bolívar pasó una gran parte de su villa pública en viajes,
unos militares i otros con objetos políticos. Cuando Bolivar tenia
que viajar se levantaba a las seis de In mañaLa, se afeitaba i vestia ántes de salir de su cuarto, pues era aseado en cstremo. Dea"
pues tomaba por desayuno un pooo de chocolate, hecho lo cual
entre siete i média i ocho de la mañana, montaba a caballo i 16guia su camino, algunas veoes mui aceleradamente. Gustaba pre·
guntar noticias a los transeuntcs, i sc molestaba si no se las contestaban a su satisfaocion. Iba siempre acompañado por su estado mayor i ordinariamente caminaba seis leguas segun las distancias do las poblaoiones. Comia lo que le tenian preparado en éstas,
i dosde el momento en que llegaba se ponia con algun soorotario,
oficial o esoribiente a despachar SUBórdenes o correspondenoia
particular. En los climas cálidos 10 hacia recostado en su hamaoa
i eu los frios en una oama o en un sofá, i siempre leyendo al
mismo tiempo en un libro. J amas su mayordomo lIeNabaprovision
de víveres, a.escepcion de unas pocas botellas do vino, 10 que muchas veces 10sujetaba a larga abstinencia i Dlolest811privaoiones.
Era parco en la comida, i solo bebia algun poco de vino lijero,
pues detestaba los licores espirituosos lo mismo que el tabaoo. En
la mella i despues de comer 8e entre tenia conversando familiarmente eon las personas do la ea8a donde se hospedaba o oon 80S
compañeros de viaje. Nunca jugaba a ninguna clase de juego, i por
lo comun 8e acostaba a la8 nueve de la noohe. Todos los dias se
repetia 10 mi8mo j 8010que en los olimas ardientes se bañaba oon
freouencia en cualquier rio, pozo o arroyuelo que enoontraba. Para
haoer con comodidad SU8viajes tenia escelentes mulo8 i oaballos de
silla. En so juventud i hasta 1824, Bolívar fué mui fuerte e infatigable en 8USviajes, pero despues de Ayacucho comenzó a decaer
i a. debilitarse en su físico, de modo que desde ent6noes caminaba
pOGasleguas al dia. i tenia que descansar con frecuencia; su ouerpo entlaqueci6, i era viejo no obstante el contar apénas 47 i medio
añOI! de edad."-(Reatrepo.)
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l!!IE!!JOSTRIS I
BOLIV AR.
Muchos son los hombres grandes que pueden entrar en
parangon con Bolivar;
mas t para qué compararlo con los
de segundo o tercer órden, soport&ndo, como soporta, un
estrecho paralelo con los más grandes varones de la tierra 1
Por otra parte, son tan antiguos algunos héroes; son tan
oscuras las proezas de otros; entra por tanto la fábula en
la vida de los más, q \le e,s bien peligroso i acaso difícil,
discrimina,r entre 10 cierto i lo inventado.
i Cómo comparar con la debida esactitud lo qne pasó
ayer, i que, línea a línea, ha recojido la historia, con lo
que aconteci6 ahora tres o cuatro mil anos, i que ha trasmitido hasta nosotros una tradicion en ocasiones crédula
o exajerada? Lo primero tiene el testimonio de lasjentes;
lo segundo no sean acaso más que las leyendas de ociosos
romanceros.
Eu 01 ano 2518 del mundo i 1491 ántes de Cristo, dícese que existió nn hombre llamado Sesostris, hijo de Amenofis, ahogado en el mar Hoja persiguiendo a los israelitas que volvian a Sil paie. Dícese tambien que este hombre conquistó el mundo conocido entÓnces al frente de
600,000 infantes, 24,000 caballoFl i 27,000 carros de guerra; i que despues de fundar éÍen templos i muchas ciudades so dió la muerte en la ancianidad por haber perdido
la vista. t Quó hai de cierto en esto ? No lo sabemos; ni
es posible saberlo a los cuarenta i cinco siglos de distancia. Simple héroe de invencion, simple mito o personaje
verdadero,
SC808tris no tiene de comun éQn Bolívar sino
la grandeza de los hechos que se lo atribuyen.
MAROMA
I BOLIV AR.
l Escribiremo8 el nombre de Malwma frente al de Bolívar? Por qué n01 aunque ningnn punto de semejanza
tienen 108 dos, formamos un gru po de jeuioB, i eada cnal
hará en ese grupo la fignra que le permita 8U mérito.
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:Mahoma o el Glorificado, fundador de la relijion mn·
anlmana, nació-a tine~ del siglo VI de nuestra éra. A los
5 al'1os quedó huérfano, í cstuvo hsstl\ 108 14 al cuidado
de un tio suyo, que era príncipe. Enrolado en las filas,mi·
litares, hizo la guerra. en la front\:Jra dt Siria. hasta los 25
anos, época en la cual se casó con Kadichah, viuda opu~
lenta. Permaneció despnes en la oscuridad i entregado al
estudio, i no fué grande como EpamiD')Ddas, corno yVil~hingtoD i Cromwell, sino hasta los 40 años cumplidos. Su
mision fné hacer una sola creencia del judaísmo, cl sabeísmo i la idolatría. Se impuso al grito dt: guerra de "cree
o muere." Terminó en MediDa víctima de un veneno a.
los 63 aflos de edad, i 23 de lucha.
Poseia este hom ore en BU mo grado, los rasgos que cons·
tituyen los cllrll.ctércs propios para dominar en Oriente;
imajinacion fecunda i audaz, enorjía, gravedad i paciencia. Bolíval', fundador cn América de la relijion de l~
independencia
de las naciones, se le parecía en la elocuencia, en el valor i en la perseverancia;
pero fué iuferior
a él en cuanto que no pudo constituir ni una República,
ni un imperio. Et poder de la espada ed pasajero; el del
libro queda. En tanto que Bulívar 110 pudo dictar reglas
estables ni fij\\8, Mahoma domina aÚn una gran parte del
mundo pOI' IIItJ<lio del Coran. El acero conquista, pero
solo la ¡¡Iuma rétiene. La pluma es la. ebucia i es la lei.
CAI~LOMAGNO,
TA:JUERLAN
ZI.NGlS-KHAN
•.
I HOLIVAR.
Todos sabemos qne Ca1'lomagno, hijo de Pepino el Breve, restauró el imperio de Occidente, d:ó gloria al imperio de los franco$, i se hizo famoso llO 8010 por la estcnsion
i rapidez de sus conquistas, sino por la sabidu/'Ía, de su
gobierno; que fué corúnauo emperador romano, i que dominó la Espa1ía, la Italia, la Francia, la Alemania i la
Hungría. Sinernbargo, Carlomagno nació rei i ducño do un
vasto imperio, i fué ademas heredero de 188 grandes dl.tes
de eu abnelo, el célebre Cárlos-Martel,
duqne de los fran-
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- 6-' coa i vencedor en Poitiers i N arbona. Si CllrIomagno
hizo grandes COS8S,es nn hecho que estaba en capacidad
de hacerlas.
Cal'lomagoo combatió la barbarie con tenacidad; nniformó las pesas i medida!! en 808 vastos dominios; cultivó
i {avol'ceió !ss letras distinguiendo a los sabios i fundando
colejios i escnelas; estimuló 188 artes, ospecialmente la
arquitectura, a la que era en eatremo adicto; e hizo muchos C8fnerzoi por mejorar su lengua nativa, el tudesco.
Hombre del siglo IX, Carlomagno foé la espresion i la
necesidad de su época. j plles así como. las montafias marcan en el orbe las grandes transiciones jeolójica¡¡ de 6ste,
del mismo modo los héroes, los lejisladores i los sabios
marcan las grandes transiciones de la humanidad. El
mundo moral ca.mbi6 de forma i rumbo en el ano 900 de
nuestra él'a, i Oarlomagno apareció para cerrar la historia
antigua i dar principio a la moderna. Feliz privilejio el
de 108hombres providenciales 1
1Qué diferencia. entre este gran príncipe i el viejo Tamcrlan 1 Empero, aunque Tamerlanfigur6
cinco siglos
despues, cada continente es peculiar en sus h~mbrcs, como
lo es la tierra en 8Ue8trU(!tura i sus productos; i la raza i
)as civilizaciones de esto8 grandes hombres son de distinta i casi encontrada naturaleza. Europa í Asia son
d08 pájillas opuestas en el libro del universo; i i!i en el
mundo moderno )a primera obtiene la preeminencia, )a
segunda la obtuvo en el anti~uó. Europa. ha dominado
por sus ideas; el Asia por sus CImitarras. Una i otra continuarán aún por mucho tiempo siendo dos tipos, d08 sércs,
dos jigantes, dos congregaciones sin punto de contacto,
Bin semejanza alguns. Asia. e8 la. rejioll del marfil, la púrpura. i los diamantes, los ejército8 Dumeros1simo8e indis" .
ciplinados i lae cindades de má.riDol; i BU clima, 811 opulencia, SU8perfumes, 8USmujerell, su corazon, 8Usistema, están bien representad08 en 8U8sátTapas i en sus impostores.
Europa es la rejion de la industria útil, de )08 gobierDCil8
regulare8, de la. opulencia. nacida del sudor delbomble i
no arrancada a ]a8 conchas del mar o a las fauces del elefante., En Europa prevalece el hierro i no el oro; en Eu.
ropa los impo8tore8 no pasan de maniáticos ni 80juzgan al
hombre los sentidos; en Europa la mujer es sobetana en el
hogar i a vecee en el gobierno, i no la esclava de deleites
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65-
inmoderados. Ni el divan ni el alfanje ~iden de los d'e8tinos europeos, sino los parlamentos i el de~cho. En Europa la guerra es nna fórmula. matemática i no simples
matanzas de asesinos•..
Tipos civiliza.dores los grande8 hombres europeo~; tipos
conquistadores 108 grandes hombres asiá.ticos; i tipos li·
bertadorcs los grandes hombrci americanos, cada uno de
ell09 representa una zona moral en el mundo de las ideas.
Carl?magno, Tamerlan, BoIív~r, ;fa <1.u~no pol~B,son8Í
heulJsferioB del mundo de la hIstOrIa; 1 SIso les Junta eg
solo en las pájinas de ésta para completsl' el globo de la
grandeza en la humanidad 1
En )os vastos desiertos que qnedan cntre la gran mura.
lla de la China i el Volga, se levantó en el siglo doce un
guerrero estraordínario cuyo nombre fué Zingis-Khsn, o et
.má8 grande de t~do8. Organizó i glJ.1Óal combate este gue·
rroro las hordas que moraban en aquellas r~jione8 casi desconocidas de la historia i de la jeografía. Zingis no sabia.
leer ni escribir, i su ignoranci9. era igur.l a la de los tártaros i mogo]es, SUB súbditos. f(.eioó diezisiete arios, i en ese
tiempo conquistó la. Tartaria, la Persia. el Indostan, 1&
Transojiana i partes de la Arabia i la China. Murió jóven, i era hombre de hacer cocinar vivos a sus más dis.
tinguidos prisioncl'Os.. Héroe bá.rbaro e hijo de las rejiones
del simoun, O símonn él mismo, se formó de repente, se
hinchó <lomo ]80 ola de arona, devastó, i pasó barriendo
los pueblos como barre al desierto el soplo poderoso de
las tempestades. Su complemento fllé Tamer]an.
-
.
Tamerlan, apellidado el grande, nació a mediados del
siglo XIV en una aldea de Samarcanda, capital de Transojiana; i aunque poco conocido, es personaje casi de
nuestros dias. Fuó soldado a 108 doce anos i libertador 8.
los veinte i cinco. Sus dominios median al principio do&cicutas leguas cuadradas; que, baetalltéS para un hombre
que había nacido vasallo, no ]0 _ron para el guerrero
que debia ceñirse 21 coronas, conquistar la Rusia i libertar a Constantinop]a. Su ejército ocupaba seis leguas de
nna ala a otra, i tenia por ausiliares el fuego griego i los
elefantes combatientes ..
En cuanto a su carácter personal diremos de éll0 <Jtle
ee dice jenera]mente: llamaba rebeZdes a los que no venuUl
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66-
a pODer BU cabeza debajo de su piéj i apesar de haber destruido la aDtigua i magnífica Bagdad, e:apital de los califas,
'i de haber hecho levantar sobre 8llS .eecombl'Os una pirámide de nov~nta mil cabezas eussng!;cmtadas, se vanaglol'ia.ba con su cautivo I3aya~,
8nltallde Constantinopla,
de rendir culto a la DiviDidadgastando
gran c1cmencia
con los bom bre8 !
prescindiendo
de los instintos más qne ferinos Je algunos gflerreros, la verdad e8 que Taruerlan sc,ia UJás grande que Napoleon si no hubiera tcnido a Sil favorlaépoca,
el continente i el teatro bárbaro en q ne figuró. Alejandro seria tambien su inferior, si el hijo de Filipo 110 fuera
el más magnífico de 108 hombres de la antigiiedad. El
guerrero a quil;Jn alcanzó la muerte a 10870 arios de edad
'en viaje hác18 Pekín para conquistar la China; i que dominó el Asia·desdeel
Irtis i el Volga hasta e¡-Golfo-pér-aleo, idcsde el Ganjes hasta Damasco i el Archipiólago ;
-que gobernó elFJipto
i otras partes de Africa, i mui
chasporcioncs
de la Europa oriental, debiéndola todo a
BU
(:sp¡.da; ·f'sto €Ft 8 la fuerza ,de 6i mismo, puede mu
bien DO inelinar la cabeza delante del grau ll<t}dado de
ltalia i del Rhiu. Tamerl~,
como Napoleoll, de simple
particular
se ~i~o reí i se cinó dife~enteB coronas; como
N apaleon, dOllllDO un cuarto de la tierra, pu~s so daban al
antiguo imperio mogol 90 gradoe. jeográfico8 de área.
Empero, hai mucha diferencia entre loa conquistadores
bárbaros i los civilizados, annqne unos i otros no tengan
más jurisprudencia
que la de su sable. Los primero!! empujan hordas sobre hordas, como echa el mar olas sobre
olas. Los segundos fundanimperio6
i cambian el curso de
la humanidad:
la obra de los primeros perece con BUS
ejércitos. Mas sobre el tipo del conquistador civilizado i
civiljzador, está el tipo ('grejio i poco comun del héroe li·
bertador, que 68 el herllio8o tipo dcBolivar.
Loshombres
gustan más de imponer. cadenas que de romperlas, i·el
aplauso de las almas jenerosas, ¡>ur poco ruidoso que sea:
vale más qne las hnmillaciones fáustuo¡¡aa del esclavo. Es
por eso qnc la figura de Bolívar, libertador de un GontíDente, DO aparcce peqnefla delanted~ la de Tamerlan, ti.
rar,izador do otro continente, i apellidado el más grande
de todos . .l!:n cllanto a Zingi8-~h~n iBo1ivlI.r hai entre nno
i otro la diferencia q ¡te entro la'lh',i"del.rayo i la del aYltro.
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-6'1-
C.ROM."WELL
I.BOL1.VA.:R.
Oliverio Orvmwell nació en el condado de Huntingdon
en 1599 de padres bastante distinguidos, i fué puritano
de los más intolerantes. Perseguido como disidente, iba a
embarcarse para la América del N arte j unto con otros
mnohos ingleses que buscaban en las soledades de esta
parte del mundu OJayor libertad para sus creencías,cuando una Ól'dclldel reí se lo impídió. Orden funesta sin duda
para el monarca, pues estos hombres detenidos fueron los
que le vencieron i decapitaron.
Hai momcntos en que parece indlldable la predestína<:ion. llernan Cortés DO pudo embarcarse para Nápolcs
en busca de avcntmas i se elllb~rcó para Santo Domingo;
sin esta circunstancia ;,cuál hubiera. &idola .suerte del antiguo i poderoso imperio mcjiC3no1 i Quién lo habría con'1nistado? en IJ ué condiciones? Ahora bien, si OromweH
se emba.rca para Amé¡'ica, tal vez no babría rodado en el
cadalso la cabeza de Cárlos 1, i en vez del titulo de Protector de Illglatel'ru, se le daria boi cl de padre peT~flrino,
si por casualidad la historia hubierll recojido 8unombre
entre los colonizadores de N neva Inglaterra.
Diputado a los cnarenta i un añ('8 por la Univeraidad
de Cambriugc al largo parlamento, distinguiósc allí Cromo
well por SllS discnT80acontra el realisno i el papismo.
taslas hostilidades entre el parlamento i Jaime 1 -llamado
el Salomon ti;) Inglat&r¡'a por ¡lUS conocimientos aunque
completameute inhábil para el gobietno-OromweU levantó unrejimicnto, i como jencra~ de la caballería decidió en
Naseby la batalla en eontra dÚ"su rei, desbaratando una
despues deotl'a las dos armas con que eombatia el enemigo. Posteriormente, haciendo grandcs jornadas, despedazó a los cscoceses en PrestaD, .chizo prisionero al jClleral de éstO~1 que lo cra el duque"de Hamihon, al que hizo
ahorcar. Valien te, afortunado, audaz i fanático, Cl'OIllweU con el asccndiente que da latictoria 'cn el ánimo público i el apoyo de sassokla.dos, hiw q ne.la cámara baja
declaraso "qne la soberanía reside orijrnariarnente en el
pueblo," i que por lo 'mismo "sus repr~entantd 80n lo:.;
no-
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68--
únicos qne tienen la autoridad lejislativa." Promulgada
esta decision, cierta en el fondo pero contraria a todas 18s .
prácticas conocidas hasta ent6nces entre 108 inglesea,
rod6 la cabeza de Cárlos 1cortada por la. mano del verdugo en la plaza de Whitehall ellO de febrero de 1649, siglo i medio :'lotes de que rodase en la de la Concordia, en
Parie, la 4e Luis XVI. El primero de estos asesinatos fué
obra. del fanatismo re]ijioso, i el segundo obra del fanatismo politico ; i como obsel'va V oltaire, el hecho es tan raro
que es preciso retroceder trescientos años más allá de la
éra cristiana para hallar en la vida de ~gi8, rei de Lacedemonia, el ejemplo de una catástrofe igual. Razon tenian
los romanos de llamar emperador al jeneral triunfante,
porque nada es igual al poder de estos afortunados de la
tierra. Cromwelllo sabia, i snbió al trono haciendo pié en
las ensangrentadas cabezas de sus antiguos amos.
Hemos escrito trono, i asi es la verdad, aOllque Cromwell no se .coro1;ló jamaa, Trono en la acepcion moral
significa. el poder absoluto efectivo, i no el dosel ni la
silla de púrpura i oro. i Qué es el hombre armado do un
poder omnimodo? qué es un protector! qué un dictadod
qué un césar 1 qué nn primer c6nsul a la francesa 1 Poro
como el hombre suele en ocasiones pagarse más de las apariencias que del fondo de las cosas, se enfurece a la vista de
un cetro, un manto i una corona; i calla i tiembla ante
los mandatos de un deilpotillIDosin límites desposeído de
estas insignias inútiles.
L06 romanos mataron a César por,ue dijeron que qnería proclamarse rei, al tiempo mismo que 10 apellidaban
8emi-dios i que 10 colocaban al lado del padre del Olimpo;
que decretaban pa.ra él carros tirados por caballos blancos; que lo declaraban sagrado; i que alumbraban su ca·
mino en las procesiones con 40 elefantes cargados de
luces. ¿ Qué vale el titulo de reí para un hombre que ha
llegado a semejante altura' Ni quó hnmillacioD política
falta a los que se prestan gustosos a ostas cosas ~
:Más avisado Cl'omwell que César, o político más profundo dcspnes de dieziseÍBsiglos, se hizo ofrecer el titulo
de reí por el Parlamento inglés, i lo rehusó afectando republicanismo. Empero, era Gromwell demócrata1 No:
ee apoyaba. en el pueblo solo para vencer i sojuzgar 8. l()~
Dobles. Su si.etema era el dcspotis1nCl militar; i al efecto
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- e9por consejeros de Estado 14 militareil (sus compade ~rmaa) cada uno con mil libras de pension al
Diaol viII. a au agrado lus cámara.a, habitaba en el pade loa soberanos i se hacia dar el tratamiento de altéza. N o tenia el título de rei, pero nombró a su hijo Ricardo sucesor suyo en el mando, i recibió de manos del
presidente del Parlamento, el manto de púrpura, el bastan, la espada i una Biblia, slmbolod todos del poder real
en la ocasiono
Sustenido por el fanatismo i marchando con el Evanjelio en una mano i el sable en la otra, fué siempre un tiraDO hipócrita
i entendido, * i mUl"ió 110 del puñal levantado contra César i Bulívar, sino de fiebre a los 55 años.
Ménos jeneroso que César, llenó el pais de patibulos, vendió a sus prisioneros de guerra como esclavos, abusando
de sus triunfos en Dnmbar i Saverna ; i sostenido por 601dados engreidos como los de N apalean, por diez años de
triunfos, declaró que el cuerpo lejialativo estaba maduro
i lo disolvió, previa la arenga siguiente:
"El Senor no
tiene ya necesidad de vosotros, i ha escojido otros instrumentos para finalizar su obra. Tú,futano, ercs un borracho; tú, mengano, erCAnn libertino;
i todos, en fin, sois
unos caras de palo." En seguida CErró la puerta del Par1amento i se guardó la llave en el bolsillo.
Orornwell vivió ocho al'ios más qne Bolivar; i su capellan
Henry, presbiteriano,
dijo al verle morir: "No os asusteis: liliél ha prot~iido al pueblo de Dio6 miéntras ha es·
tado entre n060tros, más lo protejerá a.hora que ha subido
al cielo, en donde. está a la diestra. de J eaucristo." Se le
~icieron hono~es fúnebres semejantes a los de ~'elipe 1I;
1 exaltado
el fanatismo con su muerte, lo corono cadáver
ya. qne DO lo habia coronado sér vivo; i, rejicida i todo,
lo sepultó en el panteon de sus antiguos soberanos, i
al lado de ellos!
Cromwell coronado despnes de muerto fué tambicn ahorcado despucs de muerto por dispoaicion de Cárloa II. Apoteósis i venganza igualmente insensatas 1
tenia
fieros
afto.
lacio
•• Habiendo dado el Parlamento órden de disolver el ejéroito, Cromo
well hizo que los soldados se amotinarlUl i manduen una oomislon a de·
clarar que no estaban en á.nimo de deponer las arm8ll. Esto no impidió
el que Cromwell llorase en la sesioR al ver tan escandalosos desbordes militar.
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-70 Oliverio Cromwell fué verdaderamente un grandehomb.re ; i aunqne llegó tarde al pod-er supremo, lo hizo ven·
cIendo dos l'eyes i reduciendo la Esoocia i la Irlanda. La.
Franeia. le cedió 8 Dunquerque; sus escuadras tomaron a
Jamsica; i la Holanda, despucs de pagarle UD crecidotributo, se obligó a arriar BU pabellon delante del pabe110n de la marina inglesa. Cromwell descubrió todas la8
conspiraciones i previó todos los levantll.micntoll de su
tiempo; i redujo a los antiguos soberbios pares del reino
8 vivir oscuramente en sus tierras. Hacía viajar a sus hi·
jos acompañados de un solo criado; fuó austero, sóbrio,
moderado, económico, laborioso i eaacto en los negocios.
Tenia capellanes de todas las sectas; era. ontusiasta con
los fanáticos, i se burlaba de los presbiterianoB con los
deistas. Pagó siempre SU8tropas con un mes de adelanto;
tenia los almacenes provi8tos i el tesoro lleno de libras esterlinas. Dió fuerza a las leye8, dotó los tri.bunales con
buenos jueces, hizo florecer el comercio, i ee granjeó la
amistad de todos los soboranos de Europa, quiones buscaban~esta amistadi la 'pagaban a precio subido. Napoleon
aunque en más vasta· e8cala, BOle parece mucho, Bolo 61
que Napoleon no era fanático, i en vez de 8081ayarel manto, so quitó con BUB propias manos la clámide para echar
éste sobre sus hombros. Habiendo Cárlo8 Stuart, hijo del
rei sacrificado, ofrecido a Ol'omwell el perdon i todo lo que
quisiera si le restituia el mando, la mujer del Proteetor le
instaba para que acept!l.se, por lo que Cr<>mwellla dijo:
"No, porque si me perdona todo lo que yo he hecho COlltra él i Sil familia, 110 merece ceñirse la corona."
El Dutable ti po de Orornweil no tiene de comlln COll
Bolívar, sino el haberse hecho lino i otro grandes eOIl illl
propío esfuerzo. CárlOBV, .Fedel'Íco Il, Pedro 1" Soliman
llI, fueron grandes desde el trono en que estaban sentados: en esto no hui más qne la mitad del mérito. El mÓ·
rito completo corresponde a los que lo deben todo a BUS
accione!!. Cromwell se llamó Protector i engrandeció a su
pais: Bolívar fué llamado Libertador, i representó la más
hermosa de las causas del siglo - la independencia del
Nuevo :Mundo! Ambos opinaban porque el gobernante
vitalicio debia. nombrar su sucesor.
Bolívar era arrogante en en porte, i magnífico en sos arengas i convereacion familiar. Cromwell era de modales ru·
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71-
dos i mui vulgar en el trato ordinario. Su esterior no inspira.ba ni confianza ni simpatía; i estaba tan sat.isfecho
de Sll obra que se le oyó decir poco á.ntcB de su muerte·:
"Estoi seguro de Balvarme porque eierta.m~nte algnna.v6t:
estn ve cn est.ado de gracia." Co-mo cal vlniBta. que era,
creía en los escojidos del SeñOl'. Bolívar en ve~ de ser fanático era filosófic~mente cristiano.
SAN -MA.RTIN
I nOL1.V AR.
J()S}~ 1m SAN-MARTIN
n1l;cióen Yapegn, puebl~ de la¡,
MisiollcB del Paraguai, en 1778, siendo su padre a la
88.Zon gobernadol' de aquella provincia. A. 10B 8 anos de
edad pasó cou su fl\milia 8. Espal'ía.para educarse, i entró
;.lllel colejio de nobles de Madrid. Poco más o ménoB por
este tiempo estudiaba Bulivar en la misma ciudad, las
lengulls, las matem<iticaB, la historia i la. litera.tura. b9:10
10Bcuidados del marqués de Uzttiriz. Habiendo sentado
plaza cn el ejército español qne obraba coutra 10B francescs, alcanzó en Cádiz el cargo de edecan del marqués da
la Solana en mayo de 1808; esto es, a los 30 anos, edad
a la. cual ya Boli val' era persona notable en Venczuela i
Nueva Granada. Su cl)mportamiento llamó en Bailen la
atencion del jeneral Castanos, i sirvió a las órdenes de loa
jenerales H.omana, Coupigny i Wellington, hasta mereccr el grado de Teniente-Coronel. En 1811 dejó San
Martin las costas de la Europa po;- las riberas del Rio de
la Plata, i vino allí a alzar pendon por la libertad de la
Amériea del Sur. En Buenos-Airea se le confió la organi.
ZR.ciooi mando de nn cuerpo do granaderos de a caballo.
U nano dcS'pl1esfll6 ascendido a. coronel por su valor en
San Lorenzo del Pa.raná, donde impidió el desembarco do
.500 homlml8 ataf\ándoloB con solo 150 de BIlS granáderos,
sable en mano. En este choquc heróico recibió varias
heridaE.
Posteriormente fuó nombrado Jenera.l en jefe del ej.ér~
cito que obraba en el Alto-J!erú contra. las fuerzP.6d.el
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virei de Lima, ejército maltratado por la8 desgraciadas
rotas de Vilcapujio i Ayouroa. Habiéndose enfermado
de fatiga i por causa de lo malo del clima, fué desti·
nado al gobierno de la interesante provincia de Cuyo,
donde desplegó loa talentos de UB organizador i administrador eminente.
En 1816 i 1820 los negocios de )a Am6rica no tenian
un aspecto mui lisonjero: Fernando VII habia sido restituido al trono i Méjico estaba pacificado en parte; Vene·
zuela i Cundinamarca sojuzgadas por el terrible fl1silador
:Morillo; Chile tiranizada por Osorio; Montevideo en podQr
de los portugueses; el Paraguay segregado; el Alto·Perú
vencido en Sipesipe; i Buenos-Aires amagado por Marcó
i Pezuela. Empero, en esos momentos, criticos sin duda,
Bolívar alienta en los Oayos, i San-Martin, como el águila,
trepa a la cumbre de 108 Andes, i como el águila tambicn
furiosa i hambrienta, cae COIltres mil arjenticos sobre los
tiraDOS,i los despedaza en los declives de Chacabuco, el
12 de febrero de 1817. Sangrienta fué la lid: .Marqueli,
Jeneral comandante de la infantería cspafiola, quedó
muerto en el campo, i el uSUI'padorMarc6 fué hecho prisioncro. Chile respiró libre de los 8,000 guerreros que la
oprimian.
El paso dc los Andes por San-MarHn, es una pájina
brillante de la historia militar del Nuevo Mundo, como el
de )os Alpes i el del San Bernardo en el Viejo.
Chile agradecida ofreci6 por tres vcces al vencedor el
maDdo supremo; mas éste lo réhuBÓindicando a O'Ri·
~gini) corno el solo digno de empufíar las riendas del pail!.
Bol1var DOus6 en el Perú de la misma continencia. SanMartin regresó a su patria.
Nueve mil hombrcs al mando de Osorio amenazaron
más tarde a Chile en ] 818; i en la noche del 19 de marzo,
la sorpresa i el pánico dispersaron )8S fuerzas unidas de
San-Martin i O'Higgins. El cielo de la patria se anubló
por a.lgunos instantes. Las ~lmas grandes empero exhiben
mejor su fuerza en la dcsgracia; i solo quince dias bastaron
8- San-Martín
para vengar en las llanuras de Maipo el
desastre de la terrible noche de Talca. Oae como el rayo,
i Bolo73 hombres i Osorio escapan de su patriótica venganza. En Maipo quedó sellada para siempre la libertad
de Ohile i Buenos-Aires.
am
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-- 73Corria el año de 1820. Chilc exíjía a San·Martín que
volasc a independizar el Perú, para donde habia marchado
6U escuadra
al mando de lord Coehralle, i Bueno6-AirCB
para q ne fuese a tomar parte en SUB miserias intestinas. El
deber de Satl-Martin era claro, i no vaciló entre las dos
exijeneias. A unq ne enfermo, 8e hizo conducir en angarillas
i dió órdeu al ejército de su mando para qno le siguiese,
no en busca de sus compatriotas
estraviados aino de los
españoles, únicos enemigos que él reconc·cia en A mél'ica.
Nombrado por Chile .ieneralisimo del ej(lrcito unido libertador del PCI'Ú, se dió a la vela en Valparaiso el 20 de
agostu de 1820. Tenia entónces 42 auos: e iba COIl 3,700
hombres !l. combatir un ejército de 20,0(10. Ménos afortunado Bolívar o ménos prudente, se le viJ má8 de una vez
enca.bezando las eriminale8 luchas de herlllanos contra
hermanos,
Hemos escrito el nombro de lord Coehrane; i es prcciso
dal' a nuestros lectores ulJa idea de aq llelmarino, servidor
intrépido de la libertad en el mundo. Bastará para cllt.
un solo heehu: fué el que apresó la fragata de guerra
" Esmeralda," 81lcándola a vi va fuerza re la línea cspaño·
la bajo los fueg.)s -del Callao. Lurd Coc'lrllUe hizo incer..diar la flota francesa en Uochefort; CII 1:318 estuvo al frente de la armada de Chile eontraEspai1a;
en 1822 al frente de la del Brasil contra Portugal; i Bn 1826 socpl'1'ió a
los griegos contra los turcos. Borrado de la li¡;ta de la.
marina inglesa en 1814-, sus hazañas le merecieron más
tarde el titulo de allllirante de aquella Ilacion.
Antes de marchar San-Martin
para el Perú, Rulívar
desde Angostura habia mandado 8U saludo i ,\ln apllillso a
10Bhabitan tes del Hio de la Plata, diciéudoles:
"V nestros hermanos de Venezuela han seguido con vosotros la
gloriosa canera q \le desde el19 de abrii de 1810 ha hecho
recobrar a la América la existencia poHtica de que nos
habían privado los tiranos de Espat'ía. Venezuela ha .isto
con gozo i adrniracion vuestra sábia refilrllll\, vuestra gloria militar i vuestra felicidad pública .... La sabiduría
dal gobierno del Rio de la Plata en todos los depal'tament08 de su administracion,
811S transac~ione8 políticas con
las naciones estranjeras, i el poder de 8U8armas en el foudo del Perú i en la l'ejion de Chile, 80n ejempl08 elocuentes que persuadirán a 105 puebl?8 de la América a seguir
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74-
111. noble senda del honor i de la libertad
.•. La RevúbJi.
ea de Vellezne]a bien qne cubierta de luto, os ofrcce su
hermandad;
i cuando cubierta de laureles haya estiogllido
108 últimos tirano!!, os convidará
a la unidad en ]a América meridiona!."
Era esto en 1818, i Bolívar no sabia
ent6nces Iss glorias que el destino ]e tenia reservadas en
el imperio de los hijoB riel Sol, 'al 18~o de las huestcs
ehilenas i 3Jjentinas, no obstante BU profecía de Casa.
coima. '*
Alta empresa era la acometida por San-Martin;
pero
aunque triunfó en lea, Nascll., Ar.al'í. Chanquillo, Mayao,
Huancayo i Paseo; i aunque entró triunfante a Limael15
de julio, i allí se declaró en 3 de a~o8to en ejercicio del
mando snpremo forzado por el desgobierno en que se
ha] iaba el pais; i annque venció despues a Oanterac en
batalla campa],i arrancó del Oallao las rec«rgadas insignias
espaiíolas, 110 fuó a. él, sino a Bulívar, a qnicn el jeuio de
]08 grandes destinos ciñó más tarde la corona de supremo
libertador de] Perú i de la América toda.
Durante las campaflas de San-Martín en e] Alto Perú,
se pasó a sus filas, desertando de. las bandera6 del roi, el
batallo n "N urnancia," en homenaje a 00101ll bia, su patria
,. Era una nocho plácida de mayo, í Bolívar se hallaba en su hamaca p~n'¡iente de lo~ grandes castaños de las márjent:s del Orinoco.
La luolloi el vivac alumbraban la escena. En torno de él estaban
Soublette, Arismondi. Briceño i otros ofir:ia!es. La situacion de estos
hombres 110era buena, pero tenian 1110 jovialidad del soldado. Era ya
bien 8\"anzada la hora cuando Bolívar dijo a lo! que le oian :-" No
"é lo quo ten~a dispueqto la PrOVidencIa, pero ella me impira una.
confhnza sin límites. Salí de los Cayos con algunos oficiale~, sin más
Tccursos qU<J 1& e~peranzllo í prometiéndome "travesar un país enemigo i C(\lIquislarlo. Se ha realizado la mitad do mis ¡¡lanes: no~ hemos
sobrepuesto a todos los obstácul08, i estamos en Guayan& .... dentro
,le pocos dias rendiremos a Angostura; i entóDce~ in,mos a libertar a
Nueva Granada; i arrojando •• los encmig08 del resto de Venezuela,
constituiremos a ColombIa. Enarbolaremos despues el pabellon tricolor ,obre el Chimborazo, e iremos a completar nuestra obra de liberlar la América del Sur, llevando nuestr08 pcndones victoriosos al
PerÚ!" Los presentes callaron, i no faltó quien lo creyera loco de
atar; sinembargo, dos meses despues Bolívar habia tomado a Angostura; dos aiios despue8 entraba triunfante &Bogotá; cuatro años
má< tard" vencía en Carabobo el ejérCito de MorilJo; cinco años despue< estaba en Quito; i siete lIños más tarde, ondeaba en el Cuzco el
pa.be\lon de 108 independientes. La proCocía de (;asa.coitna quedó
l~urop)Jdll •.
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75-
glorioBa. Este hecho tuvo lugar el3 de diciembre de 1820 •
.Mal podian los colombianos
luchar contra la libertad de
la América I
San-M:utin
crijió la Ól'dell del Sol, i Bolívar la de
Lil.erladores j i, de caractércs opueBtisimos, el 8egllDdo,
.Marte cnfurecido, proclamó la gnerrJ. a muel'te, i el
primero propuso a La-Serna i Oanterac una conciliacioD
razonable, luciendo e1l lad conferencias I;ne se tuvieron al
efecto, la sencillez de sus claros talentos, BU vigoroso pensar
i lo clevl1.do de su al mil., En dicha cOllfercncia,cuyo objeto
rechazaron los subalternos cspal1oles, ofr>lció que 61 mismo
iria. a pedir al rei dc España el reconocimiento
de la
independencia de Amériull. Raro ejemplo de modestia en
un guerrero de 6U fuerza!
Sin amuiuioll i cubierto do nlla lejí1.ima gloria, San
Martin auandouí) a Bolívar la emprcsa uo indcj)endizat' el
Perú, en momentos en quo ésto, más tiero que é , negltba al
salvador del nin de la Plata, al libertador de Chile, al
reidudieaJor
cn parte del imperio de 108 ineas, el que
sirviese ba.io EIlS órdenes! De ello qlli:jábase
el noble
campeo!l de Chaeabllco iMaipo
en 29 dll agost;) de 1822
dosde Lima en Ins términos siguientes:
" En fiu, jencral,
mi partido está irl'c\'oeablemc:ute tomadll: par'\ el 20 del
mes entrante he convocado el primer COilgreso del Perú,
i al siguiente de Sll illstaJ¡v-:io!l me cmhf\ '(:,,1,6 para Ohile,
con venei<l\) de \j \le mi presenda es el solo obstáculo q ne le
impide a usted vcnir al Pl'rú con el ejército de SIl mando.
Para mí hubiem sido el (:il;rnv de h 1'tllicidad terminar la
gllelT:~ de la in,j,:peudlHH;ia
!FijO
a quie!! la .c\méri,:a del Slir ¡lehe
disFone
de otro modo,
modestia
j ()n:illta
las órde;us
de UlI .il:neral
d destino lo
i té3 preeisn eonfornarso,"
i ell<ínta grandeza
eu tan eortas
slllihertad;
Hncas! Si B"lh',ll' tenia la lL!'rogullcia dd jencral romano
qnr ,1<.)\:;,\ Cinc el Illundo enl cstl'eeho p:ll'a dus, él i Sil
I'inli; :::)¡lIl-Jbl'till,gtan,lc con la g'rand<.lz:t de lo;; héreos
liIÚsot',)S, se alejc) de 1<1e~eena feliz, ya <po [lO orgl1\!oso,
C'HI la eundencia
d<l sn prupio mérit.o. San-M,\rtin
Be
bastaba a "í lIli"IlW: 130iívar cra el l10mbn (le sjernpl'c~ qne
1\0 ad mit.ia l'i nll, como no lo había admitido en Piar ni en
Miranda!
El portaJor
de la cana q!le hemos citado, i Cjne ha
rccojido la biBtoriacotIlo un verdadero ffiOIlulOcnt(),
llevó
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76-
a Bolívar dc parte de San-Martin
en gaje de amistad,
una. escopeta, un par de pistolas i un caballo de guerra.
Presente de dos espartanos i no do dos jenerales que,
venido el uno del polo i el otro del ecuador, abrumaban
SIlS hombros con el despojo de cicn victorias!
San-Martiu
cumplió su palabra:
renunció el mando i
volvió a su patria; i eminente patl'Íota, gran capitan,
político profundo, administrador
feliz, dió de mallo al
poder i a sus pompas i pisó sonriendo 108 dinteles dc su
humilde hogar. Algo habia en el corazon de San-Martín
del coraza n de Cárlos V i de Sully.
San-Martin
era activo, minuciollo en el cumplimiento
de 611S deberes, vijílante, prudente i modcsto; parco, afable
en el trato i en cl mando; sevcro cou el soldado, jovial
con SIlS amigos, i hombre de mUDdo aunque mui sensible
a las censuras i a la calumnia de sus émulo" i envidiosos.
A diferencia de Bolívar, no gustaba de ningnn homenaje
público; i siempre que tuvo que entrar en Buenos-Aireil,
Mendoza, Chile o Lima comQ vencedor, lo hizo de noche,
esquivando
tpdo aparato i toda adulacion.
Regaló $
10,000 para la biblioteca nacional de Santiago;
cedió a
Lima la suya, que era mui buena, i dispuso de ¡¡lS joyas
de su csposa i de sus nncRs para socorrer al ejército en sus
más urjentes neccsidades.
En 1848 aún se veia a San-Martin
en Pal'is viviendo
como un simple vecino de la gran ciudad. Tenia cntónces
65 años, Hé aquí cómo lo describe un testigo prcsencial :
" Lo creia alto, i no es sino de una estatura regular;
lo
creia indio por lo que se me habia dicho, i 110 es sino un
moreno de temperamento
bilioso. Es más bien delgado
que grueso; i en vez de grave, es vivo i fácil en sus
ademanes i en su marcha;
su voz ea varonil i habla sin
ninguna clase de afectacion. La quietud lo estenúa i le da
vida el movimiento. Tiene una cabeza bonita i proporcionada, llena de cabellos encanecidos ; no usa bigotes, patio
llas ni balcarrota.
Su frente, que no anuncia un gran
pensador, anuncia sí nna intelijencia firme i despejada, i
Dn espíritu audaz en la deliberacion.
Sus grandes i negras
cejas suben i parecen crecer cada vez que abre los ojos,
llenos aún del fuego de la juventud. Su nariz es aguilefla;
iU boca, que ea chica i bien dentada, es tambien
graciosa
cuando Bonrie.
E8 aguda su barba. Viste de nogro, UaIl
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-'1'1-
zapatos grandes i lleva III corbata con descui do.N anca
habla de política, i aunque gusta departir sobre empresas
militarcs, guarda silencio absoluto sobre II\B suyas: podria
creerse que no ha hecho nada en cl mund.). Vive en BU
casa de campo de Grand-Bonrg a Jmis de sois leguas de
Paris, entre dalias i acacia8 blancas, cultivadas por la
mano de su hija única. En su habitacion Be encuentran
dos monumentos: su espada, que os de las lla.madas moruna8 i ostá colgada a la pared; cs corta, mui curva, sin
guarnicioll i con forro de cuero. Junto 1\ ella hai dos pistolas grandes, inglesas, sus compal'ieras en las guerras del
Pacifico. El otro monumento es el estandarte de Pizarro,
remitido a Sau-Martin por el cahildo de l.•
ima. con esta.s
notables palabras: " Acompaño a V. E. el estandarte real,
que no se enarb~ará ya más en el Perú. Oonsérvelo V.
E., i eon él la gratitud de la municipalidad, que so gloría
en ver a los individuos a (Iuicues reprcsmta, libres del
yugo español bajo la proteccion de V. K, libertador i
protector del Perú."
Aunquc Bolívar abandonó el mando de Colombia como
San-Martin el del Perú, ni las circunstancias eran iguales
en 103 dos paisos, ni Bolívar resistió a la quietud en la
vida. privada más de nn año, al paso que San-Martin vivió
en ésta más qnc en la pública. Del temple de alma de
Oineinato i \Vashington, el héroe merié.ional soltó llli
rienda.s del poder apaciblemente i con la sonrisa en los
labios. Bolívar, hijo de la zona~tórrida, fulminó su último
rayo ántes de tomar la escalera de deseen30 del capitolio.
La conviccion impulsó al nno; al otro el despecho. Bolivar era Némcsis; San-Martin ánjel. Véase el orgullo, el
enojo i la dignidad de Bolívar en su última palabra oficial:
" Temiendo que se me considere como un obstáculo
para asentar la Hepúbliea sobre la verdadera base de 8U
felicidad, yo mismo mo he precipitado de la alta majistratura a que vuestra bondad me habia elevado. Oolombianos! he sido víctima de sospechas ignominiosas sin que
haya podido defenderme la puroza de mia principios. l~oB
mis IDOS que aspiran al mando supremo se han empellado
en srrancarme do vuestros corazones atribuyéndome sus
propios sentimientos; haciéndome aparecer autor de proyectos que ellos han concebido; representándome, en fin,
.con aspiracion a. una corona. que ello8 me han ofrecido
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- 78más de una vez, i que yo he rechazado con la indignacion
del más fiero republicano.
Nunca, nnnea, os lo juro, ha
manchado
mi mente la 8mbicion de un reino, que mis
enemigos han forjado artificialmente
para psrdermo en
vuestra opinion.
Desengañaos,
colombianos,
mi único
anhelo ha sido el de contribuir a vuestra libertad i (\ la
coneervacion de vuestro. reposo. Si por csto he sido culpable, merezco más q no otro vneBtra in{}jgnacioll. N o cscu.
eheie, os ruego, la vil calumnia i la torpe codicia, que por
todas partes ajitan la discordia. tOs dejareis dcslumbrnr
por las imposturaB de mis detractores?
V Ot;(,tI'OSno sois
insensatoB! .... Compatriotas!
escuchad mi última voz al
terminar mi carrera pública: a nombre de Colombia os
pido, os ruego qne permanezcais unidos para que no seais
los asesinos de la Patria i vuestros propios verdugos."
1 en carta particular
algunos dias de8pues: "Estoi decidido a salir de Colombia sea lo que fuere en adclante.
Tambien cstoi decidido a no volver más, ni a servir otra
vez a mis ingratos compatriotas.
L'l dcsesperacion sol n
puede hacerme variar de l'eso]ucioD. Digo la dese!Jperacion
al verme ronegado, perseguido i robado por 108 mismos
a quienes he consagrado yeintc años de sacrificios i peligros. "
Sall-Martin Lizo siempre la guerra nO-'8010 con cnerpos
de ejército regulares, sino con grandesfuerz8s.
Bolívar
solo tuvo esta fortuna en los últimos dias de la magna
contienda. San-Martín
nobatall6 como BoIívar en medio
de la confusion i la anarquía, ni teniendo por oompafíeros
de armas jellerales heroicos aunque insubordinados.
San
Martin venció en dos o tres batallas campales; Bolívar
lucbó i venció en Tenerife, Cúcuta, Tagoanes, Vijirima,
Bárbula, Trincheras, Araure,San-;Mateo,
Oeumare, Oalabozo, Sombrero,
Ortiz, Gámeza, Do.DZs, V árgas, Boyacá, Oarabobo, Ibarra, Bomboná i Junin.
San-Martín
guerreó diez silos; Bolívar veinte. S~n-Martin
no tenia
que pausat· más que en el teatro de SUS Qperaciones ; ;Bol1var pensaba en toda Oolombia. &sn-Martin
fué de8,ren.
tnrado ml Talca; 13olívat' en cien campos de pelea. San
:Martín en t:! eL,:diictodc las batallas echaba manode¡6u
sa.ble, i Qe j r.neraJ se con vertia ellsoldado . .Boli var rehab-a
.pié. a,ticrru isccl'uzaha
de-brazos como en San Mateo.
No'era pues elhúaar 6ino la idea. en lD.~d¡o de las bala~.
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-79 CnI'áctéres esencialmente
distintos, uno i otro son coJo~alee-en BU línea, que lo es la soberbia en el venezolano i
la modestia en el aljentillo;
la brillantez deslumbradora
en el hijo de Curáea8, el vigor sencillo en el nacido en
Yapegu. Bolívar Ilunca se habria retirad él delante de otro
eapitan; San-Martin
se retiró delante de Bulivar. Mucho ménos habria ofrecido éste servir bajo las órdene~" de
níngun militar. El quiso ser siempre el primero; i e.8 por
e80 que la historia le cobra algo respecto de Mirands1
Piar, Santander i San-Martin .... J301Í"lar era el jonío
excelso que slIbía al Chirnborazo para delirar sobre e3e reí
de las montaña::;. San-Martín,
como álguien lo obaerva,
haul'ia visto arder los anales de su gloria individual
sin
tomarse el trabajo de retirarlos de las llamas.
Sabiendo Luis Felipe que San-Martín hacia largo tiempo que residia ell Paris, sorprendióse de habedo ignorado
i manifestó (leseo de verIo en la corte: mas el hombre
que estaba allí hnyendo del homenaje de 14 Repúhlieas,
se denegó a ello diciendo que nada tenil que hacer con
IOn reJo".
Dolí\'ur habria trat.ado a étltos corno a S!lS tgnales; tal vez no los huLiera buscado, pero uo los habria.
esquivado talllpoco.
Para tel'lllinal', vamos a trascribir a nnestros lectores el
jnicio (le San-:\-iartin respecto de Bolivar, asi completaremos cl cuadro <¡ue trazamos, pues el trabajo es do doble
efecto. Dice así:
" BOLIVAR. Solo tres dis8 he tratadc. a. este Jenoral en
la entrcvista qne tuve con él en Guayaquil,
por con sígu ¡ente, en t/m corto período es im po~iblc, o a lo ménos
mui difícil, formal' nna idea esacta e imparcial del cal·ác·
ter de un hombre, con tanto mús motivo cuanto que su
presencia no predisponia a primera vista en su favor. Sinembargo, cspondré mili obsen'acione8j las que unidas s
las de algunas personas imparciales quulo han tratado con
intimidad, puedcn suministrar datos para. formal' juicio
de un J ellera! q \le ha rendido sel'vicios eminentcs
a la.
indepen~encia de Sud-América,
i q\]~ pncde asegllrarso
es elp'l'imer lwmbre q \le ha producido l~ revolueiou. Los
signos más éaracterí~ticú8 del Jcneral
Bolívar, erfl,G un
orgullo mui marcado, lo que presentaba \lU gran contra8to
cOIl.nomirar de frente a la pers~na co.nquíen bablaba., a
m6nos que nofllCra ami inferior. S.u ñlta de frnuqueza.
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-.80 -
me {uó demostrada en las conferencias que tuve con él
Guayaquil, en las que jamas contestó 8 mjs propoestas rle un modo positivo, i siempre en términos evasivoI.
El tono que empleaba con sus Jclterales era estremadamente altanero, i poco digno de conciliaráe BU afaccion.
Noté, i él mismo me lo dijo, que BU principal confianza
la depositaba en los j~fes ing~
que tenia en su ~iérci.
to. Por otra parte, sus maneras eran distinguidas, i d~
mostraba haber recibi~o una buena edncacion; i aunque
BU lenguaje fuese algunas veces algo grosero, me pareci6
no le era natural el tenerlo, sino .que .10 empleaua para
darse un aire más militar. La opinion pública lo acusaba
de una arouicion desmedida de mando, i BU conducta confirmó esta opinion. La misma lo caracterizaba de un gran
desiuteres, i en mi concepto con justicia. Oomprneba esta
verdad el haber muerto en la iudijencia. Bolívar era mui
popular con el soldado, a quien permitia más licencias de
la8 que prescriben las leyes militares; por el contl'ario lo
era mui poco con los jefes i oficiales, a los que trataba
del modo más humillante. En cuanto a 108 hechos militares de este J eneral, puede asegurarse ser el hombre más
eminente qne ha producido la América del Sor; pero lo
, que más caracteriza el alma grande de este hombre estraordinario, fué una constancia a toda prueba en los diferentes contrastes que sufrió en tan dilatada i penosa guerra.
por el espacio de 13 arios de trabajos. En conclusion,
puede asegurarso que una gran parte de la América del
Sur debe a los esfuerzos del Jeneral Bolívar 8U actual independencia." ,
1lU
BOLIVAR I SANTANDEB.
Santander i Bolívar son dos tipos distintos: el uno representaba las leY«;9, el otro las armas; i por lo mismo
fueron"respectivamente complemento el uno del otro en
la ópoca en que figuraron. Colombia sin Santander DO
habría tenido adminístracion pública. Colombia sin Bolivar no hubiera sido libre. EllOS dos hombres faeron pues
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- 81-
árobos necesarios en el gran drama americano de principios
del siglo. El tiempo, que amortigua las pasiones públi"cas,
depura tambien el juicio de 108 pueblos, por lo que a su
simple trallcurso se debe el que se coloque a los personajel
históricos eo el puesto que les corresponde. Bolívar brilla
cada dia. más i má.acomojenio· Sll.ntander luce cada vez máa
i más como gobernante. En &Iívar el conjunto maravilloso- el vafon modelado a lo César, a lo Alejandro: en
Santander, el detal magnífico, profundo. En Bolívar, la
p"oclama que lleva sonriendo a la muerte; en Santander
la órden que impone i !\ujeta al cuerpo social. El uno es
Júpitcr en el seno de la nube encendida; el otro Neptnno
aplacando las ondas. Creador i condu~tor de lejiones el
ono ; el owo creador i fomentador de escnelas; en el uno
el cafior., en el otro la pluma; en Bolívar la tolda, en Santandcr el bufete; en el uno el estado mayor, en el otro el
consejo de ministros. Bolívar dominando laa multitu.
dcs armadas, Santander lidiando los congresos; el uno
con la vista en las cumbres del Potosí i en la vieja. ciudad
de 108 incRS) el otro con ámbas manos sobre el baston i
sin otro objetivo qne la lei ¡qué caractéres tan tipicos!
qué hombres para su siglo i para cnalqui<lr siglo! .•••
qué bien llenaron ámbos la mision gloriosa con quo los
obsequió la Providencia!
.
Venezuela i el Ecuador cada una con un hijo como Santander, habrian establecido su gobierno como nosotros;
per~ no lo, tuvieron, i hoi despues de cincuenta anos de
continua agonía están aún en el período de los caudillos) bien distante por cierto del período de la civilizacion cn el del'ccho popular, i de la grandeza anónima de 106 pueblos. En tanto que Bolívar lanzaba. a 108
cspal10les desdc los Ande¡¡ del alto i bajo Perú a las decrépitas playas de la Península, Santander daba. a. la República esa virilidad de nacion s6ria i versada en 108 negocios públicos que ha hecho de nosotros en el continente
un pueblo digno i respetado.
No se enganó pues la palabra profética del Libertador
cuando dijo:. "La leí ha scl1alado al Vicepresidente de
Oolombia pl&raqne sea el jefe del Estado miéntrasyo Boi
Baldado. El será justo, benéfico, dilijento, incontrastable,
digno cond~otor de Oolombia. Yo 08 a8*f}uro que hará
t1uutra dicha;')
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82-
Mál'quez, más tarde Presidente de la Repúb1ielleómo
Santander, decia a éste. al posesionarlo de la segunda ma.
jíatratura colombiana.: "Nadahabria
hecho el Congreso
dando consti tucion-i leyes a la República,
si no hu bies6
puesto al .frente de los negocios majistradús sabios, pru.
dentes i virtuosos. , '. V. E; ha disipado 108 males que
parecia iban a desplomarse 80bre Cundinarnarcll; i con ta·
len..to8 superiores aún a los ~'apricho8 mismos de la fortuna,
ha desconcertado las traroa. del encmigo, qne amenllzaba
una gran parte de Colom ia, .Baj.) el mando de V. E.
todo ha progrcsado : las rentas ban tenido nn notable in·
cremento, i las armas han obtenido brillantes trillnf08".,
V. E. recibirá 19s aplau80s de 108 hombres justos; i la
pOilteridad, ¡;iempre imparcial, le hará la justicia qrle me.
recen SU8 distingnidQs mérit08 i servicios. "
" La vida de lÚ8 hombres p\Íblicos <'-5 UIla propiedad de
la historia imparcialt" ha dicho el hombre estraordinario
de que 1\05 ocupamos;
i la vida del jencral Santander,
soldado dtl N ucva Granada, ¡.ihertador de V cnezuela, majistrado de Colombia, hombre do bufete ¡de campameuto,
orador ilUponente,
escritor distinguido, héroe on las grandes ocaBiones, sabiendo lo que queria i hácia dóndo caminaba; comprcndiendo
tod(} el valor de la independencia,
todo el alcance de la libertad, toda la fllerzn bcndactora
.de la lei ; la vida de e&te hombl'e, decimos, no 1'010 es UIla
propiedad sino RCaGO el m~ior timbre civil de la República.Páez
fllé un Icon en forma humana; Suero un g'llene1'0 Gin igual cn el continente;
~ro aunque Aquilea' el uno
i Belona el otro, ceden ámbos el paso a SlIntander, tipo
acabado de los homores na.cidos para el gobierno intelijentc,i firme dc las Goeiedades modernas. Organizador de
la viotoria como Cíl.J'not, aunque ausente de los campamelltos~ lucia cn todos ell08 POI" las Il'jionee qne sabia levantar í adestrar:
él era la fuente de 108 recursos, fuente
ql1e hacian inagotable su· actividad i su constancia.
N ada da una idea más completa. de Ja fues'za intelectual d6 IlJl horn brc q ne GUS propias obras; i a Santander
hai que estudia.do en lus suyas, que fueron magníficas.
Al tomal' posesion de la vicepresidencia de la República,
en 1821, dijosntc
el Congreso: .
"J amaS pensé tener 1& honra'de presental'me ante flste
augu8to
lugar COlllO segundo mlljistrado de Oolombia. La,
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83-
obediencia, el celo, elat:Dor a la P&tria, que desde mi tiernaj uventud ha. formado la esencia de mi etlpíritu i existencia, no me daban ciertamente derecho a csperar. un destino en que los talentos, las virtudes, las eminentes
cuali·
dades. son aún inferi~r~.a la8 gl·llD?es. oblig~ciones que
se le Imponen. Lsdl.:de
la Repubhca
csta ar:exa a la
sabiduría del primei.:Majistrado;
i cste mismo primer
Majietrado desconfiando de las grandes dotes con que lo
ha privilejiado la naturaleza i una mae~tl'a esperienci.,
se aleja de nuestro centro i \'a a las estrmnidades de Colombia a completar
la obm que habeis decretado, i que
él quiere cumplir.
" Esta ausencia me llena de un pánicc. terror. Cargado
yo con tina CUOl'me masa de responsabilidad,
me "eia
anonadado
en el departamento
de Cnn Jinalllarca,
i qué
seríL cuundo Culombia entera repose sobro mis hornbros1
Sefiol', vuestra confianza cs más grande que mi esperanza.
Me habeis encargado del timan de nna nave que aunque
al abrigo de los temporales ci viles, está fluctuando
en tro
íos CIH;(,lk,s uc la guorra i de la política.
"La España, aunque caduca, aunqne aniquilada; la Espaíía con sulo Sil nombro i su I'oprcsentacion cntl'e las nacionca, es todavía una potencia q lle puede llevar adelante
Sil lucha sanguinaria.
" ~ uestras relaciones políticas apéllas han nacido; i yo
mismo apénas he nacidu para la política, Ademas, Befior,
en,ayar, ejecutar, cumplil' la lei fundamental Jcl Estado;
dar a Colombia nna existencia legal; constituÍ!' el reino
de las leyes; hacer sumir en el seno de la obediencia
llOmorcs erguidos por la victoria, i en lÍntes combatidos
por las pasioncs serviles; llenar, en fin,' lasintenciooe8
del Congreso i el Vllto de todos los colombianos
por el
triunfo de la líberdad i de la igualdad, 110 es la. obra del
Vicepresidente
que h.abeis nombrado!
" Considol'ad, pues, mi angustia al verme colocado en.
tre la voluntad nacional, que me prescribe por el órgano
de la Constitucion el ejercicio llniver&al 'del bien, i la
imposibilidad
por mi "parte do colmar ia dicha quo todos
es:peran de ('se monumento sagrado i de cae motor único
de la prosperidad de Oolombia. Mas siendo la lei el orí.
,jen de todo bien, i mi Obediencia a ella el instrumento
de su más estricto cumplimiento, puede contar la Nacion
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-
84: -
con qne el espíritu del. Oongreso penetrarátodó mi Btr, i
coo que yo no vivirá sino pJLrahaeerlo óbrar .
.. "La Oo~tit.nciou hará el bien (¡amo 10 dicte; pero- Bi
en la obedlenClB Be encuentra ehI¡al, ,el mal será. ¡Dichoso yo si al darcnenta aJa, repreaentacion nacional al
pr6ximo Oongreso pnedó d~cir: ~ ;cum1!lido c~n l~ VQ·
l'tfl1itq.d del pueblo; la Nacwti AA; Btclo Ubre bOJo el 'tmpetio de la Constitucion i tan 8Olo t¡OM 8id<J esclavo -ie
Oolomlria. "
Pocas vcces se ha. hablado a un Coogl'eso con más propieda.d. N "da se ocultaba alojo avizor de Santander, i
nada ocnltó él alos representantes del pueblo. Habló d~
1•. España como fprmidable aún, pues presintió los cnatro
anos que faltaban do Incha, i 108 esfuerzos que debian
hacerse en Bon~boná, Pichincha, JuniD i A).acucho. Ha·
bló de hombres, ayer serviles i hoi engreidos, i fué acertado en su apreciacion; palideció ante la obra magna de
dar e;x;Í8tencia legal a Oolombia, hija de los campamento!.'
más que de las instituciones; j anunció el advenimiento
del reino de las leye8, como (lcbo anos atrae Bolívar habia anunciado el advenimiento del reino de la jU8ticia;
i 10 anunció no en gajes 1ft elocuanci9, r,ino a la verdad,
pues deB4:leese dia solo Santander t'ué esclavo en Colombia: el esclavo del deber en todas sus manifestaciones elevadas; En vp.z de decir, 108 -colombianos apéuas han naci·
do para la política, dijo que él or&tll apónaa nacido, para
representar en sn persona lG8 des.ciertos, flnctnaciones,
errorl..'Sc Inconvenientes a qne estaba suj~ta lwa Repúbli- .
ea tan vasta, tan poco hornojénea, tan poco preparada
para la libertad; ignorante, degradada, empobrecida, i
hecha un terrible campo de batallá desde Puerto-Cabello
ha6ta 10B confinea del alto Perú ••.• una República sin
amigos, sin aliados, sin tesor.<l,sin antecedentes; con leyes
escritas i Congresos reunidos, con Constitt~cion i Dic~'
dor; i sin otros ajentes que· wilitares más adheridos
a la. ordenanza qne a la leí. Sinerohal'go, Santander venció todos estos obstáculos; creó el Gobierno; sometió la
espa.da al baston; i fué el verdade!'i) padre de la Patria,
tomada éeta en su flcepcion civil .¡ administrativa.. Sin
61 ¡cuán distante estaría.mOsnoilOtros <te ser lo que somos
al presente!
.,
Escuelas, colejios,colTe08,
icetitQtos, C3aminos, rentas,
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-85tribunales, órden, regularidad, respeto, dignidad, m.jea·
tad, todo lo creó él i a todo dió cstabilid",d iprogr~.
1
ea sobre estos hechoe qne debe detenerse oon inte\leion
profunda i ánimo d(l8preocup.~do, la (,"Onni6Ilci~D~i<lIDtlal estudiar el carácter 6gl'eJlOde este hombre em~eJ)~
para hacerla la debid&jul!!tieia i colocarlo donde le OO~
ponda, ya que para algunos eapiritus poco pensadores n9 es
Santander sino el envidioso rival de Bolivar. Riva! lit r
pero en las grandezas de la República. Rival BíI porqQe la
cerviz del Libertador era indómita al yugo de la lel, i
Sa.ntander, contraria.ndo los arranques del deapotilnno
afortunado, salvaba el porvenir de BUpais encamiolÍndolo
por el sendero único q uo haco grandes a los pueblos en
edades como las presentes.
El J eneral Santander es un gran modelo que la juventud colombiana debe estudiar e imitar. Otros hombr~
pueden dar a su patria brillo, glorias máB o méno&efímeras, nombradía estéril. Santander le <lió algo Q1ás que
eso: le dió leyes que hizo ¡'espetar. Verdadero padre Gel
pOller civil, impidió en 01 centro de Cobmbia la militarizacion de la República, i desde 1821 hasta .su muerte sostuvo el poder i la majestad de los congresotl. Tales enseñanzas, aún vivas hoi dia, son la mejor salvaguardia de
la N acion. En Colombia la nueva ha habido pa.rtid(W~
pero ningnn hombre ba podido tiranizar, i la lei ha po.ado en ella más que 108 hombres, por alldacos que.o hayan
ostentado.
Cuando 108escándalos del 28 de agostv en Guayaquil i
del 6 de sctiembre en Quito sobre dictadura del Jener.l
Bolívar, Santander escribió a éste: " Prescindiendo de 10$
falsos argumentos en que se apoyanJ de la absoluta ignorancia de los principios del derecho público que manifiestan, bastaria para llenar de amargl~ra todo corazon patriota, el ver que se habla de dictadura en la Ropública de
Oolombia, donde existe uu código }X'líticoque l/l maYQf
i más respetable parte de la nacion ha protei>tado eoetener contra 10Bescandalosos atentados de Venezuela, i
donde hai un gobierno establecido i 'obedocido jenera.l·
meute.-·En medio de-.Ja afliccion que deben derl'amar ~n
todos los colombianos 1i~lesa SO pacto) 108 intemp~tivos,
tumultuarios e i1e~ales lWtOB de Guayaquil i Quito, qued.
el consuelo de que V. E, guiado CO!1etantemcnte pOl' 108
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-868~JudablC6 principios cODstituóionalél! qt16 ha sabido iosJ
p.lrsr a 8ns compatriotas, mirar' con horror los deseos emitIdos en aquellos docnmento8. V. E. no tiene necesidad
de 1•. horrible dictadura
para'8oBtener la unidad de la
Rep.úblíca, ell8 leyes i EU gobierno: le basta pre,sentarse
en Colombia para dar vida al sistema, restablecer la confianza nacional,
restituir
el órden legal donde se ha. al te-
rado, inspirar ánimo a 108 tí mid-os,dEÍea.rmar a los disidentee
i derramar la prosperidad pública. Si los enemigos comn.
nes llevaren 110 efecto sus miras hostiles, o si algunos perturbadores i descontentos quisieran ahondar el abismo en
que se ha querido sumerjir a Ja Patria, EN LAS LEYES encontrará V. E. toda la áutoridad suficiente para reprimir-
los i salvar la República. La Nacion no está en anarquía:
éxil!teel Gobierno nacional, i la lei exija su respectivo
imperio." i Quién otro si no Saotandel', ee hubiera atrevido 11. usar de tal lenguaje aldirijirse
al hombre que en
esos momentos se bailaba en el pináculo de la Il.mbicion
&~tisfecha., i soberbio de adn~acion i de fortnna i i Quién
en el Ecuador, quién en Venezuela, quién en él Perú se
habria atrevido a. tanto i No son pues- 108 servicios mili-
tares del Jeoeral Santander, impóttantes sin duda, los
<lue dcbe tener en más estima la Repú,blic~: son snB ser·
vicios civiles ..
Diputado por Bogotá a la Convencion de Ocana dijo a.
ésta:
" Yo he venido aquí paTa firmar el decreto de
salud para Colombia que se dictare en los consejos de la
mayoría; i no he tenido ánimo de concurrir a la ajita.cion
de los partidos, i creo qne he p~etirado
evitar todo lo
posible. Puedo estar equivocado en mis opiniones; mas
mi deber no paea de presentarlcs a. disc1l8ion i someterme
a las decisiones de la mayoría. Emp.ero, declaro solemnemente que no he estado ni estoi resuelto a transijir en
puntd8 cardinale~ que en alguna tÍlanera comprometan IR
libertad de la República i los derechos de los co!ómbill.nos. Si esta resolncion pudiera acárresrtne la pérdida de
mi fortuna, de los empleos qne he- adquirido en 18 anos
de Hervidos al pais, i aun de mi patrial estoi resnelto a
8ufrirlo todo ántes qncprcsentarme-delante
da C(,lombia
i del mundo liberal, como un hombre débil que ha eogaDado la confianza de sus conciudadano."
..•• " Respecto
de lo que ha pasado en la Convencíon, )'() Dunca me Ci~&·
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honro porqll"Elme hagan la impntacion de jcfe de partido.-:
mi causa es la de la libertad de 108 pueblos contra el réjimen arbitra.rio ...• " H Las provincias que me elijieron
no me enviaron aquí a hacer transacciones injl1l"Íoaas••
SIlS derechos ....
El dia de boi, que soi perseguido por la
más .grande animosidad i en que ya es tin deber inaultarme i un modo de acreditar 1i-delidadal Gobierno, el papel
de 108 !tenores diputados podrá servirme de proceso para.
proporcioosrme hasta la wisma muerte; pero el dia en
que la Patria pnoda Juzgar SUeal1S8libre de partidos, de
odioil i de venganztl.S, ese papel me servirá del mejor docnmento de mi carácter, de mis principios i de lo que he
servid<¡ a la causs de ls libertad. Si ya entónces hnbiere
muerto, no faltarán almas inflamadas dd amor de la patria,
que vayan a mi tumba a bendeeir mi memoria i a execrar
la de mis injustos perseguidores. Ahora Boi ma,vado porque no he hecho de los derechos del pneblu i del sacrificio
de mis dooeres páblicos, la ofrenda de migrati tud. Yo
seria hoi un hombre de bien i un escelente majistrado &
los Oj08 de mis perseguidores, si hubiese preferido homenajed efímeros, empleos i honores pasajeros, al desco de
pasar por un mnjistrado i un ciudadallo fiel 8 3UB prome8as i a sus deberes para con IQ patria; pero hu preferido
i prefier0 los odi06 i las persecuciones de un partido, ántes
que desmerecer en la opinion sana e imparcial de 108 co)ombialloa j uetos, i de los hombres libres de ·la tierra."
Acusado Santauder sin razon como participe en la cons-,
piracion del 25 de setiembre, iba corriendo la misma snerte que Miranda ¡Piar; csto es, iba siendo Sa:lI;Ificadoa
un celo estraviado por la patria, o a nna ambicion profunda, revestida sospechosamente con <lstecelo, PUC8 fDé
condenado a muerte i eneerrado en la fortaleza de Bocachica, de donde dirijió a Bolívar aquella manifestacion
qlle con tanto aplauso ha recojido la historia. En eUa
decia: "i Qui~n habia de decirrne en 1820 j 1821, cuando
yo me desvelaba por asegurar el triunfo de las armas colombianas sobre la importante plaza de Cartajena, qoe un
dia habia de estar encerrado como criminal en una de las
fortalezal1 que tanto anhelaba arrancar del poder cspanól ,
tI quién podia presajiar qne habia de vcrmc condenado
!l. muerte en Colombia, sin derechos, sin patria i recluso
en prision,ea, yo qua tanto he trabajado por merecer la
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"id. con honor, por adquirir.i asegurar I~ dereehol del.
ciudlldano, i por conquistar nna patJii. donde jlUllae se
eclipsa el resplandor de la8 leyes l ...• Basta ya de· per.,
aeouoionee. Si la patria de los colombianos ha recibido en
el periodo de mi vida públieaalgun08 males que no puedan ser eecusad08 con mi iDeiperieDcia i falta de luces en
. la dificil cienoia del Góbierao, ya están bien pnrgado8"Con:
d08 anos de ultrajes i de calumnias, con leis meaea 4e '¡Ir
guroBa pri.ion, con 114 pérdida de los destinos qne la N•••
0ion i el Gobierno me confirieron, de mis dereclios, de ud.
goces sociales, i hasta de mi misma patr.ia I Yo no exijo de
V. E. que obre ahora como obró Augusto con el eonqnjs.
tador Cína, para que pudiera decir con él: 'Mi corte ha
ijido tu prision i mis favores tus eadenas; te hE"detenido
para colmarte de bienes.' No, sefior, yo DO quiero sino
frUsentarme de las riberas colombianas .... nada apetezco
liioo morir haciendo tristes memorias demi 8dorada patria.
Toda mi ambieíon miéntrll8 que fui su servidor estrib6 en
servirle con tidelidad i obrar de consnno para aeegurarIa
IUS derechos. Mi ambicionabora
que soi estranjero en mi
propio país, es vivir léjo8 de él i hacer vot08 por su pros"
peridad. Subordinado a V. E., mi ¡¡atisfaccioo era obede·
cer)e sin. vacilar; su amigo, mi delicia era oomp)aeerle~
6ecundar sus justos i benéficos proyectos, i elevar su gloria sobre la de todos 108mortales ..•Mllj.istr~do supremo, he
eidoindependiente
en mis opiniones, i guiado ooD8tantemente por la lealtad más aoendrada, porq ne la verdadera.
lealtad, segun la o.pinion de un profundo tiIósofo,u una
firme i leal adhuion a la conatitucWn i a las leyes dfJla
8()oiedad de que uno ea mieinbro .•.• Pidó mi libertad natural. Qué obra más aceptable a los ojos del mundo! La
libertad de UII antiguo colombiano, que gobern6 su país,
,que dió ens!,nche i vuelo al progreso de la8 ciencias i de
la educacion comllO, qne derramó 811 Bangre en 108 cam·
pos de batalla, que le sirvió durante,19 aríoa con fidelidad
1. desinteres, i que ha cooperado más o ménos eficazmente
a cuantol sucesos gloriosos, militares ipolítioos, le han dado existencia i gloria 1"
8antander salió del pais i no volvi6a Colombia sino.
OQando6,ta 00 existia Y'" Sus nnevOl eoncilldadanos 8(\a·
bab&D' de hacerle la justicia de nombrarlo primer Presi·
dente de Nueva Granada. Durante f!U o8uaciamo I'Csidió
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en Lóndres, Edimbnrgo', Berlin, Francfort sobre el Main,
Nnremberg, Ratisbona,. Mnnicb, Floreneia, Róms,Paris,
Altona i Hamburgo.
En Francia recibió bomelll\jes de
Oárl08 X i del gobierno de jnlio; cn Nueva York recibió
espléndidas manifestacio~e8 públiclls, i el Presidente J ack80n lo distinguió como merecía.
En 1839 S~ encargó Santander de la P!'esidencia de la
República, i su admil1istraeion debe considerarse como la
fundadora del gobierno; Ja lei por s1 sola no (:s bastante
si le falta la cooperacion de un administrador firme i en·
tendido. SRntander creó escuelas, universidades i academias, i 111.3 dotó con fondos suficientes; estableció periódicos oficiales, órganos do IOBgobiernos de ¡aB provincias;
levantó el CCDSO de la H.epúblíea;
mantuvo en buen pié
las relaciones e6terioreB'; reintegró el territorio nacional;
organizó la hacieuda;
dividió la deuda pública entre las
tres seccioncs colombianas;
redujo i moralizó 1Jl ejéreito ;
mantuvo el órdcn público, i puso át pais en la senda de
libertad i progreso en que se ba mantenido hasta el presente. Retirado despues 1I. la vida privada, fné el blanc()
de mil Bcu!Q8lones calumniosas - tuvo émulos terribles e
implacables enemigos; cmpero, nada pudo abatirlo. El
grande hombre contaba con sus grandes servicios a la patria, BU conciencia limpia, su jeuio COlnO hombre de Estado, i una dignidad a la altlll'fI. de su mérito. En 1837 dijo
a las personas que lo aconsejaban quo se retirara de los
negocios públicos i que viviera en paz: "Yo n(>debo acojer este consejo despues de habCl'me lanzado en la revoluclan i tomado una parte acti v,a ep -ella sin 8tendc¡' a los
riesgos i peligros que podían sobrevenirmc.
E! egoísmoque eso quiere decir para mlretirarse
de 108 negocios públicos - sí me hnhiera a!gllUa'vez convenido, habria sido
cuando la discordia di6 BU prilIler ~rito de alarma;
más
claro, cuando comenzó la. contienda con Bolívar, Si eutóncas no lIle resolv1 a ser ,egoista, ménos puede, resolverme ahora que he recorrido las dos terceras partes delo
más fragoso del, camino. Lafayette con 80 anos murió ¡¡in
a-baodonar 108 negocios pÚblicos, i la historia elojia como
d~e esta. ooul!agracion a Sil vais. César 'S6 empanó en
quéOiceroD se apartase de las c08aa'l'Úblic&s para remov~ ese obstáculo a sus miras, En ~a
hora q IIC yo me
al6Je du 108 pnestos elevados: este alejamiento ya 68 CQU-
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-00i etltrll. en mis planes' para 10 fnt\lro. M~8 no e8
yo me eOHvi~ta en est.raujerQ gnardando silencio 6ob,re la cosa p4blica.La
liQertarl
ea el pan que l08 pueblpa deben ganar con el8UMr de, &U
veniente
jnBto, ni útil, ni honroaoque
f1V,nte, i el que no trabaja 4ia,.j,a,~ no pu,d¡e C01ner.
Retirarme
ilOi de la esce~,a 8el1a p4u'ooermea aquellos
hombres inseosatos de que h~bla Lammenais, qllehabiendO'cdificado u[la casa para vivír desplle8 en ella,i puéa~
la en estado de tel:har, dejan de cubl'irla ¡mrqoe temen
i los arredr& un poco más de fatiga i de trabajo. No: el
último dia de mi vida será el primero en que la Nueva
Granada no me verá. _oen pado de su independencia, de Sil
honor i de suslibllrtades."
Santaodercllmpli6,
su palabm; i puede decirsa de él
que murió sobre la tribuna como lurd Chatharn. Atacado
en \lIla sesion del O':>ogreso de 1840 por el Diputado~_
Borrero, pudo 8l'énaa ~eplicarJe: "Navegaba el Jeneral
Jar:kson por uno de 101 rios,de los Estados Unidos; i no
sé por qué motivo un marinero atrevido le diÓ uoa bofetada. El Jm/cral, en vez de iudignarse, lo miró con desPl·ccio. No sé quóadmirar
más, si la insolencia dellllarinero o la prudt'ncill. del J cnera!." Pucos, dias dC8PUes 8l
lwmbre de las leYe8 reposaba en la capilla ardiente que
11abian levantado a 8118 restos su esposa i sus hijas.
Santauder {uó hombre del 20 de julio de 1810.
De la I'etira.dp.a los Llanos.
De la guerra,de V cllozucla.'
,
Del sitio de Oa.r~e.p_a.
De la traslllontada,qe 108 Andes.
De lalS batallas deVárga8~i Boyacá.
Aunque colombiallo, defendió aiemprelos derechos seccionaleB de Nueva Granaq..; i a. él, QOlnO a otros pocos,
se debe la feliz campana de: 1819. Padre de Colombia lo
es tambicn i CO,o mis claros titulos de la N neva Granada;
i si Boliv:al' represcnta la INDEP~.N,[)ENCIA,él representa
la
libertad. Por eso se e\1colltraron i chocaron más de nna
vcz; i por eso fné él más austero, más combatido, méIlR8
brillante, i ménos adulado por los admirad9¡'ee de la gl&ria militar. Ló¡;¡,sarvicios que se hacen a lalibeftad no_
(:~)tnprcnden, i ¡JQ~,~ Ipismo no se eBtimJ111. ~~jdamen~.
61110por la poster¡d~L08contempOl·án.ep
• .epaga.o~'B
deJ 8IJCCSP del dJ~tf'SiD~ll;lellgllar nada a Boli.vsl" enea
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jénero, Santander crece con los años; i Manto más se
ilnstren las jenera.ciones, mejor será. el.aplauso que se le
tribute. Fué, a la verda4, un hombre superior a 811 época _ tal como se necesitaba para fnndar una Dacion DO
sobre el humo de las batallas, sino sobre el granito de 111.8
instituciones.
Santander b08que~ BU vida del modo sigl1iente: "He
ob~ojdo en mi patria por largos años difel'entes deatit108
pÓ:blicos. He Bido oficial i jefe, vencedor i vencrdo. He
sido Vicepresidente
de Cnndinamarca
i de Colombia con
ejercicio del Gobierno, .convencional en Oe:al'ia i Presidente de la N neva Gran!loda; he ocupado el Bolio i pasado
por un jnicio criminal;
be sufrido prisioncs i dcstierros ;
he merecido muchas elecciones populare8 conformo 8 la8
leyes del pais; he recorrido las épocas más difícile8 i espinosas; he tenido relacioncs con 108 pereonajes más prominentes de esta tierra, i me he acercado a muchos de las
naeiones más cultaa; ganó la intima confianza del J enc·
ni Bolí val' i la perdí posteriormente;
tu ve verdaderos i
falsos amigos; hice la guerra a los espafioles, participé
de las contiendas civiles, i reprp.senté I1n papel principa.1
en la8 disputas políticae que ajitaron a. Colornl,ia.; ho lidiado muchos Congresos, contribuido
a la confecciún de
mm:has leyes i puéstolas en cjecncicn; he tratado con 108
primeros Gobiernos del mundo, he vcndlado cnestiones
importantes, celebl'ado tratado,;, transijido diferencias graves; en fin, he tenido \Ina parte no peqllcfía en todos 108
negocios públicos de cstos paiscs en 10827 afios quccucntan dp- haberse emancipado de Espl\fia. Tan ardna i larga
carrera empezada a la edad de 18 añoB i sin la preparacion corre::pondiente,
no pnede móno,; que estar llena de
faItas i defectos más o ménos notables, aunqlle conservo
la esperanza de que Be advertirá en ella un lunM tieddid(~
pOI' la independencia
i libertad de mi patria, \Ina conel\graciou ilimitada
1\ 811 servicio,
i una fidelidad a toda
prueba a mis promesas i juramentos. Me juzgarán el mun·
do actual i la posteridad, no por hechoil aislados, ni por
acciones inconexas entre sí, 8ino por e' conjunto de tod~
mi vida pública, teniendo 611 cuenta las circunstancias
qne en cada acto me obligaron a. tpmar un partido."
No hem08 entrado en el pormenor de los hechos qne
constituyen
la vida pública de Santander como militar i
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civil, porque esos son bien conocidóB de todos. Nuestra:
mira ha sido otra: evider;eiar el fl"an CflTtÚJterpolítieo de
este colombiano'esclllrecido,
iper eso 1-0hemos bosquejado en el Gobierno, 'en la. tribuna {ltlcial i en la oposiQion,
en ·Ia cumbre delpodcr- ien el oétracismo, valiéndonoB pO~
decirlo, así ,d"e SU8 propia~ pin~eIBdas. ~u vidll. tiene
iasperlpecI8s
de la grandeza, i en todas eUas 8e rnatJifi~
tan la gallardía i majestad imponentes que tenia 80 porte
<le 'hombre de gobierno i dcsoldado. SIl talla, su voz, BU
hermosura revelaban a primera vista el héroe homérico
de la anlign8 Colombia. Nadie podia verlosin adivinar
10 que era, Nació en la villa del Rosario de Cúcuta el 24:
de abril de 1792, i fueron SUl! padres don Agu8tin Santander i la senara Manl1ela Omana. Estudió en el Colejio de
San Dartolomé, i en 1809 obtuvo grados uIliver'sltario8 en
jurisprudencia.
Eu 181Q sentó plaza de subteniente
en
too.
108
cnerpos patriotas. Murió a los 48
ái'ío8;
esto es, vivió
\In ano más que Bolívar, de quien era menor D11e\'e, En
1857 se creó un Estado federal, '" qne se dió 811 nombre;
i una e8tatua suya·se ha mandado colocar en la plaza en
donde está la q ne t'nó su morada.
Al morir, Duque-Gómez
lloró representando
a la -pa.
tria s~bre sn tumba, SUB contemporsnílOs
le dieron el tí-"
tulo de HOMRRl'c DE LAS LEYES, más grande que el de Aris.
tídee, i más profundo a loa ojos del entendimiento
que el
de hombre de laa batallas. La pOitel'idad ha. confirmado
ese dictado orijillal de la Gran República; i lo presenta a
8U8 conciudadanos
i al mundo, como el tipo perfecto del
bombre de gobierllo, pues sin soltar nunca la balanza de
Aetrea, solia servirse de la espada, atributo tarnbien de la
deidad de la justicia ..
CotnQ hombreíi de Estado, no hai paralelo posible entre
Santander i Bolívar. Bajo este punto de "ilOta Bolívar era
de la escuela visionaria de Sieyes i RonsBeau, i por lo mis·
mo peneaba seriamente en mantener a la 80ciedad a pupilaje del Gobierno en asuntos de moral i c08tumbres.
En el espíritu de Santa[Jd~r no habia niugaD jénero de
estas aspiraciones clásicas e imposible8, especie de filosofiemo político más propio para disertar elocuentemente
sobre él que para plantearlo en la8 sociedades modernas
encaminadas
a la independencia
absoluta de la colectividad bajo la forma de la. soberanía oiudadana. Comprueba
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nncstro juicio 8U discl1rBO al Congreso de Veneznela, documento acaBO el más meditado de todo& los que sal.ieron
de su pluma ardiente, i sin duda u11o.de los más sinceros,
pues el Libertador hablaba. aún oon ilU corazon a los puebl{)s. Era el momento de 8UBg¡'andcs arra.:lques, i el cálculo no embozaba. todavía Sll8 pensamientos ni ~UBmiras.
Brillantes
60n la mayor parte de 10Bpasajes d~ cse notabilísimo escrito, mezcla hasta cierto punto incoherente de
verdades i errores, de conccsionc!:' a la libertau i al dc&potismo, de hechoB comprobad05 i de Sllll0siciones brillantes,
i de senteucias dignaB de figurar, como ya lo hemos observado, en los iioros de la filosofía m(~s elevada.
"Tomemos de Aténas sn areópago, decia, i b8 gllardianes de laB costnmbl'cs í de las leyes; tomemos do Roma
sas censores i tribunales domé~tico!:l; i furmando una eagt'ada aEanza de aquellas instituciones
morales, reno\"e!Uos en la tiena la idc:\ de un pueblo que [la está contento con Ber libre i fuerte, Bina qne tambien de¿ea ser virtuoso. Tomemos de Esparta BUSausteros establecimientos,
i formemos de estl\s tres fuentes un rescrvator.o de virtud.
Demos o. nuestra República un cuarto podel' con autoridad de presidir /:labre la inf,wcia i corazoT\es de los hombres; sobre el espíritu público, las buenas costumbres í
moralidad republícana.
Constituyamos este are6pago que
vele sobre la educacion de la jUTentud i sobte la instruccion nacional para purificar cuanto h~a de corrompido
en la ]{opública;
para acusar a la ingratitud, al egoismo,
a la indiferencia por la causa del pais, a la indolencia i al
ocio; i para condenar 108 primeros jérmenes de la corrul'cion i el ejemplo pernicioso ..
"Debemos
castigar las malas costumbres qon penas
morales, lo mismo que lae leyes castigan los crímenes con
peI!aB corporales: no solo lo q ne ofenda sino lo qne tienda
a rilliculizar ; no 8010 lo que asalte sÍno lo qne debilite;
no 8010 lo que plleda violar la Couetitocion, sino cllanto
quebrallte la decencia pública. La jurisdiccion
de este
tribllnal verda.deramente
sagrado, debe ser efectivo en
cnantollo renere a la educacion i a la instruccion, i solo
deliberativo respecto a las penas i castigos; i de eate modo
SUB an~e& i recuerdos, en los que se inscribirán
sus actos
i de!io~raciODea, i los principios, acciones i modales de lOS
ciudaltanoa, aerán los rejietroa de la virtud i del vicioEste Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
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- 9.l'cjietro8 que el pueblo consultará. en sus elecciones, 108
majitltrados en SU8 determinaciones i 108 jueces en 8U8 deciaiones. Una. in6titncion semejante,
por' quimérica que
. pate~ca, es mucho m6.s fácil de realizar que otras de méuos utilidad para la ·huma!lidad, c8tablecidas por algtlDos
lejisladores antiguos i modernos."
,
El Jeneral Santander no habria escrito nunclles8sl1neae, verdadera candidez del jonio, i que el mismo Bolívar
contradecía
en Sil discnrso, siu notarIo, cuando deeia;:
"t No dice el espíritu de las leyes que éfitas deben ser conformes al pueblo que las hace, i que es por nnl\ gran casualidad que las de una nacion con vienen a otra? t que
las leyes Jeben tener relacion oon el estado físico del pais,
con su clima, la calidad de eu suelo, 51l situacion, Sil estension i el método de vida de sus habitantes, i referÍl'se
al graJo de libertad que pueda soportar la constitncion, a
la relijion del pueblo, a sus inclinaciones, a su riq neza, a.
su número, a S11 comercio, a sns costumbres i a BU' moralidad ? ••• El libro de los ApóEltoles, la doctrina de J csus,
las Sagradas Escrituras, todos enviados por una providencia. llena de gracia para mejorar a los hombres, tan subli·
mes i ta.u santos, encenderían
nn océano de llamas en
Constantinopla,
i toda. el Asia arderia fnriosamente si so
le impusiesc de una vez el Libro de lá Paz por código dt
811 relijion, leyes i costnm bres."
De la misma manera, el Jeneral Santander tan comple
to en sus documentos 'públicos, i tan lleno del mod<
de ser del ciudildano del Eiglo XIX, no habria dejadt
nunca bnltar de su pluma oficial pensamientos tan graves
como los que siguen 'en punto a libertad: "La¡; ideas abs·
tractas orijinan la idca perniciosa. de la libertad ilimitada." -" Los ánjeles i no los hombres PIleden tan solo existir libres, tranquilos
i dichosos en el ejercicio del'podet'
aoberano." "Todas las náciones deja tierra hiln ·bosaado
.la libertad, las unas·con lasarm8a, las otras con las leyes,
pasando alternativamente
de la t.narqu-1a al despot'iamo, o
del despotismo a la anarquía;
pero pocas 8chan contentado con alcance moderado, o adoptado constituciones con·
formes a SllS medios, natura.lezl\ i circunstancias." "La
rcpública de Tóbas no existió aino dura,nte el tiempo que
vivieron Pelópidas i Epaminondas, pue8' 80n los MmlmJ8
i no l08 principios lo8 que form~n l08 gobietn08. PQr OltM
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sabios que sean los códigos, los sisterns& i los estatntosf
tienen mui poco influjo sobre la sociedad: son los hombre¡;
virtuosos, patriotas i sabios los que con8tituyen las Repúblicas .... Pisistrato,
un nsurpador i nn déspota, hizo
más bien a Aténas que todas 8US leycs ; i Periclesr alinque
tambien usurpador, fué el ciudadauo más útil ... , Aténas
nos prcsenta nn ejemplo de los más brillantes de llna ab·
soluta democracia, i l\l mismo tiempo es una prucba mclancÚliea do la e~tretna debilidad de acuetIa especie de
gobillrno .... ()lllrfe~etnos pnes qne 8.)100 ha desengafía.
do al mundo, i lIIostrado euán difieil <'8 gobernar a los
hombrcs simplcmente
eon leyes .... Un gobierno 1II01l1:ltrllOf!Oen sí i puramente guerrero. elevó::. noma al grado
más alto de virtud i de glllria, i formÓ del mundo el imperio romano, probando a los hombrcs la fuerza de las
virtudes polítieas, i el infJ.¡¡jo (i'i'vial de I9.s illstitueiones.
"Solo la demoeracia es en mi opillion sUf,ceptiblc de una
libertau eom pleta l pero q u6 gllbierno aellloerátieo ha uui·
do jUlllas
al lIIislllO tierllpo el puder, la prosperidad i la
estabilidad l Al cOlltruriu i /lO hemos visto la aristocracia,
i la ;>nonal'quía establecel' 'grandes i poderosos imperios
por siglos de si~¡os? i Qué gobierno es más antiguo que
el de ]a Ohina '1 ¿ Qn6 repúblieas han e¡,eedido C/l duracion a las de Esparta i Vencl:Ía? ¿ No Cal)qnistó al mundo
el imperio romano '1 ¿ Ko existió]a mor:arqnía on Francia pM catorce siglos '1 ¿ Qné Estado más poderoso que Illglaterra 1 Si nelll burgo, los gobiel"llos de estas naciones
eran o bien aristócratas o llIonárquicos."
Al tiempo mismo que Bolívar rednzaba
el senado
eleeti \"0 para reem plazarlo con el hcrcdithrio, base de ulla
nobleza inaceptable, Santa/loer formaba (~n las til:ls de los
lejisladorcs que estableeieron
en nuestr!lconstitllcion
el
célebre prillcipio de que el gobierno de la República seria
eleetivo, altel'llativo i responsable, i que no sel'Ía Dunca
el patrimonio'de
/linguna familia ni perscna. Bolívar llamaba el sellado hereditario,
la base, el víncnlo i el alma
de la República.
Estas tendcncias del J eneral Bolívar al respeeto de la
organizacion política, ]éjos de debilitarse
en él con el
trascurso del tiempo, diez anos despues subieron de pun·
to, llegando hasta (:1 Presidente vitalicio, con derecho de
nombrar un Vicepresidente,
eu sl1cesor, segnn consta del
proyecto de Oonstitucion boliviana.
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En tanto qne Bolívar vagaba perdido en el eSos do 8U~
propias ideas políticas, halagando unas veces el engreido
espíritu militar i otras 108 anhelos republicanos del pueblo, Santander se cenia él mismo a la cadena de la, leyes j
i ménoElprecipitado en su paso, o de cabeza más sorena.
conducia a Oolombia por el camino de lo posiblelsiu pretender siquiera dar Il la antiguedad en IOB destinos 109<lerDos,más inllnencia que la de una justa adÍDirllcion por
flUS grandes obras.
Si los siglos 8e renuevan como las olas, sus cara.ctéres
son así mismo tan distintos que nada hai en ellos 8e.
mejante, i ménos las institncione8. N o hai otro Proteo
que los pueblos, i Q cada forma nueva hai que adoptar
una fórmula nueva tambien.
El estudio hecho por Bolívar al principio del siglo sobre la Constitucion inglcsa, es elaro i profundo; pero las
consecuencias deducidas por él de ese estudio para la.
<>)'ganizacionpolitica de Oolombia no son aceptables.
Fluctuante eutre su deseo, no diremos precisamente de
mando sino de dcminio sin contradiccion, i las resistencias po]Hicas que lo acosaban por todas partes desde el
Cuzco i Lima en el Sur, hasta Bogotá en el centro i Oarácas en el Norte, se desmentil\ a si mismo con rasgos de una
elocuencia superior. "La continuacion de la autoridad
en un mismo individuo, habia dicho a los lejisladores de
Venezuela, ha sido frecuentemente el sepulcro de los goc
biernos democrá.ticos. Las frecuentes elecciones 80n ceenciales en los sistemas populares, pues no hai nada más peligroso que permitir que un ciudadano continúe iDvestldo
del p<>der por mucho tiempo: el pueblo acostumbrado
a obe~cer i él a mandar, dan oríjen a la usurpacion i tiranía. Una sospecha rigurosa es la gaTontía de la. libertad republicana." A los lejisladores de Bolivia dijo, atormentado ya por las 8.ospechas de monarquismo i justifi·
cando su idea de un Presidente vitalicio: " La libertad de
hoi más será indestructible en América 1 Véase la naturaleza salvaie de este continente, qne cspele por sí sola el
órden monárquico: los desiertos convidan a la independencia. Aquí no hai grandes nobles, grsndeilcclesiástiQOs; nuestras riquezá8 eran casi nulas, i en el día lo son
tadavía más. Aunque la Iglesia goza de influencia, ~tá
léjos de aspirar al dominio: eatá satillfecha en su cOQ"r~
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vacíon. Sin estvs apoyos, 108tiranos nO'80n p<,rmallcll~e8;
i Sl algunos ambicioso:! so empeñan en levantar illlpCI'lOS,
Des8alinos, Cristóbal, 1turbe lea dicen lo que deben c¡;per[\r. N o hai poder más dificil de matitenl.lr que el de Iltl
príncipe nuevo. Bonaparto, venceJol' de todos los ejél'ci.
tos, no logró triunfar de 03ta regla, más fuerto quo los imperios. Si el gran N apalean no logró mantenerse contl'a
la. liga de los republicanos i de 105 aristócratas ¿ qlli(m
alcanzará. en América a fuodar monarquías sohre IIU 611elo encendido con las brillantcs llamas de la libertad, i que
devoran las tablas que se ponen para elevar esos cadalsos
réjios1 No! lejisladores, no temais 105 pretendientes a coranas: ellos serán para sus cabezas la espada pendiente
sobre Dionisio, Los principes flamantes que se obceq uen
hasta construir tronos encima de los escombros de la.
libertad, erijiráu túmulos a sus cenizas, que digan a los
eiglos futtnos cómo prefirieron sn fatua ambicion a la
libertad i a la gloria! "
Partidario Bolivar del poder vitalicio, hecho ;¡, las pompas militares, queriendo un Senado hereditario escujido
por primera vez entre los próceres, no aceptaba de la democracia más que la igualdad de 108 hombres aute 111. lei,
basada sobre 11\desigualdad social. Sus dudas, sus rcaccionesmismas, le impidieron que fuera fundador. No pudo
dar un poder estable a Colombia, pues tuvo mui poca in:finencia entre los lejisladores de Cúcuta; tampoco pudo
dárselo al Perú ni a Bolivia; el imperio de los Andes fuó
su BUenO, iV enezuela corrió al abismo empujada por Páez.
Ya lo hemos dicho: ea porqne las cspadas conquistan
pero no retienen; i no habiendo sido Bolivar hombre de
bufete, vislumbraba gobiernos pero sin que le fuese dado
realizar ninguno. El Jeneral Santander, sobre cuyos hombros DO habria podido descargarse el peso militar de la.
gran República, fuó el más competente de los colombianos de su época para rejir los destinos políticos de nacían
tan poderosa. No hai pues que iuzgar al Jeneral Bolívar
por 8US faltas como hombre de Estado, pnes de sus condiciones asombrosB8 era ésta. la ménos elevada. Por una.
falsa induccion, se cree que todos los hombres que aparecen de repente a la cabeza de un pueblo, deben ser grandes catadistas i lcjisladores, i esto no es asi ; i de ahí de·
pende que se confuudan 106 caudillos con los hombres de
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EBtado. JCllios del tipo de ){uiscs i Napoloon
conquistadores felic06 loa hai todos 108 dillll.
son raros :
No dcbBmOB pues examinar a 108 hOlubrcs grandes Bino
bajo el punto de vi;;ta de Sil verdadera grandeza:
esto
es, buscaudo en ellos 811 condicion eicepcional o típica.
A los filósofos como a tales, lo mismo a 108 guerreros i a
los sabios ; i como la libertad es el amor del corazon de
loa hombres, errado es pretendel' que tambien lo sea de
los individuos que rayan en lo estraordinario
respecto do
BU especie.
Por desgracia los hombl'os grandes no rinden
culto sino a su volulltad, 'que e6 sicmI)re para ellos la voluntad del mejor derecho.
En resúmen :
.Bolívar no fué \1U hombre de Estado como Santandcr:
fué guerrero o simplemente Ull caudillo colosal. Oomo tal
lo hemos estudiado i admirado. Dictador si€mpre : el ano
de 13, como los auos do 20, 24 i 28; engreido, impaciente, superior, su naturaleza,
su carácter, sus hábitos, su
vida, todo lo alejaba rle las leyes i lo hacia el hombre de
los campamentos i de la espada. La filosofia exije pues
que se le juzgue no a la luz de la austeridad de la Repú.
blica, de las constitucioncs
ni de 108 congresos independientes, sino a 108 rcsplandores
de la gloda. Tllguanes,
Doy acá, Oarabobo i J unin, son SIlS obras: no lo fueron ni
lo pudieron ser nunca las in¡¡tituciones. ilai más, i es~
qne los qne fuimos granadinos
i hoi somos colombianos,
aomos los ménos a propÓsito para juzgar a Bolívar, porque somoB.los ménos induljontes. Nueva Granada, aleccionada desde mui atras por 108 hombres de 1810, hombres del temple de alma. de los antiguo;¡ romanos, csa e8
la llamada a fallar respecto del IIÉRO¡'~. Aquí fascina más
la lei que la espada, más el deber cumplido que el valor
ilush'c; los hombres dcsaparecen ante la majestad de la
Rc'públiea; i 'todo lo qne no es la honra, el brillo, la ~randcza de la colectividad,
la fucrza anónima del pucblo, si
halaga el corazon, no alcanza a reducir la mente fria, pensadora, casi austera. de 106 que llom08 republicanos
por
temperamento
i cOIlviccion. Si Bolívar volviera a vivir
j al
hab.ítar cntrc llosotros, lo haríamos ovaciones, iriamos
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8. vietorcarlo a las puertas de su hogar, le confiaríamos
nuestros ejércitos, lo mostrariamos como el mejor de nuestros trofeos, poro DO lo elejiriamos Presidente. Así somos;
as1 nos ha mantenido el respeto a la leí .... as1 entendemos la República. Ojalá ~ue seamos siempre lo mismo!
L08 colombianos-granadlDos vamos a la muerte al jesto
de un héroe en el campo de la guerra; pero no plegamos
en la paz a los caprichos de ese héroe, aunque él sea. el
mismo vencedor inmortal en Junio.
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