Serie informativa sobre seguridad de los menores † Diócesis de

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Marzo, 2016
Serie informativa sobre seguridad de los menores † Diócesis de Colorado Springs
¿Puede detectar a un menor en situación vulnerable?
Todos sabemos que los bebés y los niños pequeños son especialmente vulnerables, pero los expertos dicen que, limitar
nuestra evaluación de vulnerabilidad sólo a la edad, es un error. Si consideramos que vulnerable significa la capacidad
de un niño para su autoprotección, creceremos siendo más hábiles en identificar a los menores, que pueden estar en
mayor riesgo de peligro.
•
Comience haciéndose unas preguntas para evaluar la vulnerabilidad de un menor: ¿Puede el/la menor
comunicar malestar o miedo? ¿Podría el/la menor defenderse a sí mismo/a de una agresión física? ¿Es capaz
de identificar una situación peligrosa? ¿Sabe cómo escapar de una situación de este tipo?
•
Los menores con discapacidades mentales o físicas pueden no reconocer las situaciones de peligro o no ser
capaces de escapar de ellas. Debido a ello, estos menores pueden resultar atractivos para los agresores. Por
esta razón las medidas preventivas definidas en los Estatutos del Obispo para la protección de niños y
jóvenes, incluyen a aquellos cuya capacidad de razonar es inferior a la de un niño de siete años de edad, sin
importar la edad que tengan.
•
Los jóvenes con un historial de abuso mental, físico o sexual son particularmente susceptibles a las tácticas de
los agresores. A menudo los que han sufrido abuso se sienten atraídos por circunstancias o personas similares.
Las señales de alerta podrían incluir un comportamiento provocativo o con tendencias sexuales a temprana
edad.
•
Los niños que presentan una baja autoestima o tienden a aislarse son vulnerables a la manipulación
emocional. Si un menor es particularmente pasivo o tiende a pasar desapercibido, puede convertirse en un
objetivo para alguien que alimente su necesidad de autoafirmación o atención.
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Los niños pueden estar ensimismados y desatentos a su entorno. Aquellos que están enfermos, estresados, que
son demasiado responsables, o van tras el éxito, por ejemplo, pueden pasar por alto las señales que están
presentes en las situaciones de peligro.
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Los menores que no tienen un entrenamiento adecuado en temas de seguridad podrían carecer de la aptitud o
confianza para manejar situaciones difíciles. El dialogar sobre entrenamiento en seguridad ayuda a
determinar su nivel de comprensión.
Los niños son los regalos más preciados que Dios nos da. Si bien la seguridad de un menor es tarea de un adulto, a los
menores también se les debe enseñar a manejar situaciones difíciles. Cuando reconocemos la vulnerabilidad de un
menor, podemos tomar medidas específicas para reducirla. Algunas acciones a tomar son: darles instrucciones sobre
seguridad que sean apropiadas para cada edad, proporcionarles instrucciones sobre seguridad ante situaciones
específicas, alertar a los padres sobre estas observaciones y ofrecer supervisión adicional.
Los abusadores son expertos en identificar y evaluar la vulnerabilidad de un menor y la usan para sacarle ventaja. La
manera como protegemos a nuestros menores puede hacer toda la diferencia en sus vidas hoy y en el futuro.
Oficina de Protección al menor
de la Diócesis de Colorado Springs
228 North Cascade Avenue
Colorado Springs, CO 80903
719-636-2345
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