DEFICIT DE MARCHA Por Dr. Enrique Benet Canut Considero muy importante hacer algunas reflexiones sobre la salud de personas allegadas a nosotros y que en un momento u otro sufren de alteraciones biomecánicas que les provocan lo que se denomina el déficit de marcha. Es importante que ustedes sepan que el tratamiento Quiropráctico en este tipo de problemas del sistema neuromúsculo-esquelético puede serles de gran utilidad para recuperar y mantener una mejor calidad de vida. No hay que conformarnos con el hecho de que llegamos o llegaron a la vejez y así caminan los viejos o son achaques de viejos. Una de las principales causas que explica la dependencia en las personas mayores es el deterioro en su capacidad física, está bien aceptado por la comunidad científica que la disminución de su capacidad física contribuye notablemente sobre su capacidad funcional. Preservar la marcha es un requisito importante para mantener una calidad de vida satisfactoria en la vejez. Sin embargo la edad avanzada no es, necesariamente un sinónimo de alteración de la marcha. El déficit de marcha es un problema frecuente en las personas mayores contribuyendo al aislamiento social; muchas personas mayores limitan voluntariamente su actividad debido a la preocupación que les invade sobre su capacidad motora y el miedo a caerse. Frecuentemente la pérdida de la capacidad ambulatoria es el inicio de un progresivo deterioro de salud y funcional, redundando en un factor de riesgo de caídas y a lesiones relacionadas con las caídas, esto supone un riesgo importante para la salud y altos costos en su tratamiento de rehabilitación. La estadística nos dice que cada año se caen el 20-30% de los ancianos que viven independientemente. En el 25% de los casos se produce una lesión importante y en el 5% una fractura. La lesión accidental es la sexta causa de muerte en personas mayores de 65 años, siendo las caídas al principal causa de lesión en este grupo de edad. La marcha tiene dos componentes principales que son el equilibrio y la locomoción. El equilibrio es la capacidad de adoptar la posición vertical y de mantener la estabilidad. La locomoción es la capacidad para iniciar y mantener el ritmo. El hombre necesita alcanzar una postura de bipedestación estable antes de iniciar la marcha. En la posición erecta, la estabilidad mecánica se basa en soporte músculo-esquelético que se mantiene por un equilibrio dinámico en el que se encuentran implicados diversos reflejos posturales. Se deberá de realizar un estudio de postura ya que en el déficit de marcha se pueden presentar diversas manifestaciones como dificultad al caminar, asociación de dolor lumbar, irradiado o no hacia los miembros inferiores, debilidad, pesadez, se deberá estudiar la longitud del paso, separación de pie-suelo, balanceo de miembros superiores, arcos de movilidad pasiva, masa muscular, tono, fuerza, movimientos estáticos y dinámicos de columna cervical y lumbar, maniobra de talón-rodilla entre otros. Es importante recordar que más vale prevenir que remediar.