tu d s in d ar muestras de estar decididos a empeñar el com bate, antes bien parecía que trataban de escoltarnos. Cuando y o hacia alto, el enemigo ejecutaba la misma tna*niobra , caminando de este modo por espacio de legua y me­ dia. N o queriendo que los marroquíes consiguiesen una v e n ­ taja moral , de la que habrían sacado un gran partido sus cor­ religionarios, me decidí á tomar la o fen siva , y en bre ve hi­ cimos retroceder á aquella caballería indisciplinada. N o se han manifestado audaces , habiéndose notado, por todos que se mostraban menos animosos que en los primeros combates. Solo una pequeña parte de nuestros tiradores ha peleado con ellos , aunque hemos teni lo ocasión de hacer a l g u ­ nos acertados disparos con el obús de montana. Cuando llegué á la altura del ca m pam ento, de donde me había retirado por la mañana, nos pareció que su infantería se retiraba por la orilla izquierda del O u e d - I s l y , y entonces no vacilé en hacer que avanzase mi caballería. Pero la del enemigo estaba de tal modo dispersa por nuestro movimiento olensivo , que ningún Temor tíos infundía su uúmero superior. Sin embargo , apoyé nuestros cazadores y spahis con lá mayor parte de la infantería sin m ofcbik s, quedando la, restante custodiando estas y los bagajes. L a carga de nuestra caballería siguió hasta mas allá de O u ch d a , que habíamos dejado a la izquierda , pero no en-* contró mas que gioetes que huían desbandados en todas. d ir e c - ; í iones. Se les hicieron algunos muertos , tomándoles algunos caballos', no se encontró uidguua infantería. . _ A caso nos equivocásemos cuando creimos verla, ó bien p u ­ do haberse dirigido á la izquierda y llegado I las huertas de O u ch d a sin q u e lo notásemos por efecto de la polvareda. H a ­ biendo desaparecido enteramente el enemigo, conduje las tro­ pas al campo donde estuve el día anterior. Eran las once de la mañana cuando verifiqué esta operación. Este combate ha tenido m uy pocos resultados materiales, porque el enemigo do se ba sostenido, y potque no hemos pe­ leado mas que con la caballería ; pero nos ha dado ciertamente una ventaja moral considerable. Por lo menos habremos proba­ d o á los marroquíes que d o tememos la guerra, y que por su parte son incapaces de conseguir sobre nosotros una victoria completa. Había en mi campamento muchos gefes de la provincia de Oran que voluntariamente vinieron á visitarme. Ellos podrán decir en el interior del pais el modo como tratamos á los mar­ roquíes: esto puede contribuir mucho á manteoer la tranquili­ da d en el territorio de A rg e l. Mas bien por consideración á este punto que por el placer de batir á los marr oquíes, apro­ vecho las ocasiones legítimas de entrar en un combate. ^ Bugeaud. P. S . = Se me olvidaba deciros que la fuerza del ene­ migo en el combate de hoy era de unos 4® caballos , de los cuales 3$ de tropas regulares. L a infantería estaba detras y á bastante distancia, y no ha sido posible empeñarla en la pelea. Se asegura q u e A b d - e l - K a d e r estaba presente. ( Debats.) L as señoras se presentaron con macha elegancia y la con­ currencia fue muy proporcionada al local , siendo toda ella dbrna del alto obsequio coa que los Sres. oficiales franceses quisieron distinguirse , en los que notamos un esmero sin igual á favor de todos los concurrentes, y la mas fina educación. Ademas del continuo y variado refresco que los marineros servían 5 so b r e la una y m e d i a se a v i s ó á las señoras para qua pasaran al a m b i g ú , do n ie fueron obsequiadas en extremo por la o fic ia li d a d de los buques , y en c u y o lugar los reemplazaron en s e g u id a los demas caballeros" convidados. E l bordeaux y e! c h a m p a g n e fueron muy abundantes. D e s p u é s del ambigú se volvió á bailar dé n uev o , siendo las danzas preferidas el rigodón y el Wals , dando fin á. todo coa el cotillón, después del c u a l , que seriao como Las cuatro y m e d i a de la madrugada, empezaron á marchar las señoras. E n este momento están dando los buques de la estación SS. MM. y A . 00 acudieron al baile conm se habia dicho; francesa uo magnífico b a i le , al que han sido convidadas las pero apesar de esto no faltaron todas las notabilidades diplomá­ autoridades y muchas personas notables de esta ciudad. (fd>) ticas y las personas de la mas alta categoría. Esperamos que los Sres. oficiales del L a v o issie r y del P¿*— lin iiré no tornarán a mal qué nos hayamos ocupado de sa baile en este articulo, pues deben creer qáie solo lo hace mui Idem 19. para demostrar el buen gusíto , tino y delicadeza que co a s a obsequio acaban de acreditar, po r lo que les felicitamos ; p u Magnífico ha estado el baile que ha dado esta última noche diendo estar bien convencidos de qué todas las personas qua la oficialidad de la mariha francesa á bordo de sus respectivos asistieron al bailé quedaron' sumamente complacidas; ( L L ) buques le L a P o is ie r y le P a lin u re. Aunque tenemos un exac­ to conocimiento de los finos raudales y demas circunstancias que distinguen á dichos señores, casi hemos de confesar que 00 Esta tarde se ha embarcado el batallón del provincial da esperábamos ver una función tan bien dispuesta y con una com­ binación tan sorprendente como la que nos han presentado, ma­ T o ledo , que s*gun noticias va destinado al campo de San R o ­ nifestando lujo, buen gusto y etiqueta en todo , á la par que que para formar parte de la división-expedicionaria de A fr ica . Sale en el vapor Isabel H que lo conducirá hasta Almería* (Li*) venciendo todos los obstáculos q u e , por razón dei local y de­ mas circunstancias no proporcionadas en un baile de tal natu­ raleza, podían hacer vislumbrar menos brillo en la función. L o que mas sorprendía y alhagaba al entrar en los salones Mañana á las seis d e .la tarde SS. MM. y A . visitarán ei era ver el contraste que estos formaban, de modo que el baile fuerte de la Ciudadela, inspeccionando los cuerpos de la guar* parecía participav de sus dos extremos ca ra c t e r íc e o s , es d«-em nicion. ( W .) __ __ __ _ grave y festivo : grave por la etiqueta, el órden y la finura que por do quiera reinaba, y festivo por el gusto particular con Hábl ase de un proyecto de reglamento del cuerpo de sa ­ que se colocaron ciertos adornos y uaa infinidad de flores y ra­ nidad militar presentado al Sr. M in is t r o ; pero parece qua majes , que, junto con el velamen, y por la circunstancia de ser en el reducido espacio de un buque, le daban cierto aire de S. E , convencido de que los asuntos debeu meditarse m uy detenidamente para su mejor acierto, nada quiere resolver sia tiesta ó diversión campestre. Preferiremos dar á nuestros lecto­ res una relación circunstanciada ,- antes que explicar el efecto que primeramente pase como es justo á la junta consultiva. De este modo , y con los informes que tenga á bien tomar da que podia causar á los concurrentes* A la luz de las antorchas, y de ciertos farolillos que estaban quienes corresponda y puedan darlos con to la buena te no sé reseotirán los que con constancia se dedican al servic io del colocados muy simétricamente en torno de la puerta de entra­ militar doliente, y serán atendidos en tolos conceptos segmi da , se distinguía y a de lejos e l agradable y magestuoso aspec­ to que ofrecían los dos buques que , puestos uno al ladó dei sus servicios, antigüedad y disposición respectiva; y. c e r c á n ­ o tro , parecían un solo cu é r p o , adonde se entraba por uo lig e ­ dose asi á lo justo se evitarán observaciones y reclamaciones crue no pueden menos de resultar, como al parecer ha' sucedi­ ro y enramado pueüte que descansaba sobre la orilla del mue­ lle. E l L aP oisier , que era el que servia de antesala, estaba do coa otros reglamentos ya- íormados y presentados. ( L f ) ino con sincera efusión encargaron SS. M M . y A . que se Ies nanifestase lo mucho que agradecían su esmero y acierto. Idénticos elogios arrancó de todos los concurrentes la re~ erida comisión, cuyos individuos á todo atendían , y colma•on de fioos obsequios á las muchas y distinguidas persouas convidadas , á las cuales se sirvió uo abundantísimo y v a n a ’ io refresco. Después de terminado este abrió el baile el señor coronel del cuerp o , y hermosas y lucidas parejas dieron ani­ mación á aquel recinto con sus ligeros movimientos , al co m ­ pás de la música del propio regimiento, hasta que á las once y media dadas se retiraron los concurrentes á descansar de tan grata agitación. (Id.) NOTICIASNACIONALES. Figueras 16 de Julio . Tenemos en esta al frenólogo D . Mariano C iibí y Soler, sugeto de extensos conocimientos, el que después de haber hecho dos discursos explicando el origen , adelantos y bienes que reportará .algun dia la especie humana con el estudio de la frenología, ha abierto un curso en el que ensena dicha ciencia. E n lo qoe va del mes no había hecho c a l o r , pero hace dos dias que se deja seotir mucho. Ha llovido dos ó tres ve ce s, y las nubes parecía no querían dejar el firmarneuto. La cosecha tremeeina va bien. L a trilla muy atrasada, en terramos que por todo, el presente A go sto dudo que se concluya, {tm p.) B a rcelon a 18 de J u lio . L a necesidad de ser b r e v e s , para no sobrecargar de mate­ riales el p eriód ico , oos. obligó á concretarnos á ligeras indica­ ciones al dar a yer cuenta de los festejos con que obsequió á SS. M M . y A . el regimionTo de t a r a g o z a en la visita que es­ tas augustas Señoras ,se dignaron hacerle en su cuartel de la Merced. L a elegancia eñ los adornos, al par que sü profu­ s ió n , llamó de tal manera la atención de la Reiüa y de sus escelsa# Madre y Hermana, que por reiteradas veces e x p r e ­ saron al digno coronel D. Genaro Quesada la suma compla­ cencia q ue exponm m lobaú por los exquisitos obsequios que se Ies prodigaron , jr por la extraordinaria finura y no común buen gusto que «o m &omb¡aarioa acreditaron los Sres. gefes y oficiales cotí palabras de mera fórmula, m e jo r a q u e p r o g r e s o . S e a c o m o d e c í s .. .E l t ra b a jo , el tiempo y el arte ‘hao 'borrado ía j Sétraj ím pW 3£$ por el verdugo en el itíü&o d e ¿sí* fgpo m , el hierro encendido las quema iodrvía , y eo lauto que pueda moverlas, el m a l , y no el femó* d sLW A-l -e&tm palabras los ojos del tnónstruo ce ntelleabau de furor* ¡ ¿ « o temen qu e al con­ ta r m e cotí tan abominable cinismo tus malvados intentos los descubra* é h lm te por m i rnaao? N o lo haréis ett este tnotneoío, porqué uu gran ínteres os ocupa excluaívamente* L p demas ¿qué os importa? Mas ade­ lante aca>o estallará eoatfé mí la tormenta que se forma en Vuestra alma; peto st entonces me herís coa na golpe fatal, te­ ned entendido qué Vos sereis el que sufra mas q u e yo, ¿ Y no temes nada de Dios ? .— N o , porque ningún mal m&yov puede causarme que el de haberme entregado al demonio , , tai único y verdadero dueño. —.Respóndeme por última v e z , le pregunto William hor­ rorizado , ¿por qué me odias 4 mí mas que á ios demas ? — Porque me dais envidia. 1— Por que ? — Porque sois amado. ¡ Adiós! Y metiendo espuelas al caballo* W ü H a u i le perdió en bre­ ve de vista. Muchos dias duró en el poeta la penosa impresión que las palabras del horrendo escudero habian causado eü su ánimo, impidiéndole saborear á su placer toda la dulzura que podia haberle proporcionado el recuerdo de su entrevista con La be­ cubierto con un ancho toldo formado por diferentes banderas, colocadas de modo que sus escudos de armas servían de adorno al mismo tiempo, descubriéndose en el fondo del buque* con intención quizá muy acertada, el pabellón e spañol, cuyos cu a r­ teles se veian también en otros extremos, aunque en forma mas pequeña. E l suelo estaba entapizado y colgaban de difereutes puntos varias arañas q u e , junto con uu sin fin de candelabros, esparcían la claridad mas hermosa y animadora. En esta primera estancia había tres pabellones de armas formados con las de la tripulación , en los que sé ostentaba un gusto particular y cierto, capricho á la v e z , pues , ademas de las diferentes formas ó figuras que presentaba -el - conjunto de sables , pistolas > culebrinas y demas instrumentos marítimos, servían á la vez de candelabros las bocas de las carabinas , c a ­ da una de las cuales, sostenía un blanco y adornado cirio. En el centro dej buque sobresalía una magnífica mesa, en la qus h a ­ bía un riquísimo y abundante ambigú* y en la p opa, al frente de una porción de blandos almohadones , se divisaban trps me sitas, dos destinadas para el ju e g o , á lo que viraos pocos afi-*clonados, y otra conteniendo un escogido y variado surtido de cigarros. D el LaPoisier se pasa por un pequeño puente al P a lin u r e que servia de salón de baile , adornado con un gusto superior y mas exquisito y alfombrado de ricos y vaiiados tapices. A l fon­ d o , en la parte de p roa, estaba colocada la música, y al otro extremo donde estaba la escalera principal , con las mismas ve ­ las del buque y rodeado de aromática? flores, habia formado Un especie de templete ó cobertizo á fin de que pudies' n res­ pirar el airé puro los que se tnareaseu. Ademas dé los m ulli­ dos sillones que estaban colocados en torno del salón , destina­ dos para las señoras , habia en algunos puntos blandas y anchas otomanas puestas para los que desearen un excesivo grado de comodidad. El cuarto tocador y botiquín estaba arreglado Con mucha propiedad y bastante surtido, asi como otra pieza destinada para la lectura, en el que vimos algunos penó iicos y varias obras de buen gu sto, entre las que distinguimos el R oyal Keek7ia se. Mejor informados acerca de la llegada dé M r. W ashington* Trving á esta capital , hemos sabido que dicho señor ha llega­ do en clase de ministro plenipotenciario de los Estados-tJnidoi cerca de la corte de España ; y aunque dicho señor ha' escrito en lengua inglesa todas las obras que con general aplauso hati visto la luz pública erí la mayor parte de las naciones de E u ­ ropa, sin embargo es ciudadaoo de los Estados—Unidos » a c u ­ y a república pertenece la gloria de coatar entre sus hijos un escritor tan distinguido* G ran ad a 19 de J u lio . L leg a d a del em bajador extraordinario de la sublim e P u e rta A n te ay er á las siete de la tarde llegó á esta ciudad E u a d E fien di, embajador extraordinario de la sublime Tuerta. V e ­ nia en la diligeocia de Málaga acompañado de su cuñ a do , del Sr. Sousa , introductor de embajadores y oficial de la secreta­ ría de E stad o , y de Un criado. Una comisión del Excelentísi­ mo ayuntamiento, el secretario de la getalura política, un gc-;e de estado mayor y un ayudaute dei general le esperaban en A r milla , doúde le ofrecieron uu carruaje mas cómodo tirado por cuatro caballos, y escoltado por ílanqueadores de á caballo vestidos de gala. En este verificó su entrada en la c iu d a d , y sé bajó en el palacio a rzobispal, donde se le tenia preparado el alojamiento. A poco vinieron á saludarle el Excm o. Sr. Don Laureano Sanz , capitán general dé este distrito, el s eg un io ca b o , el señor gefev superior p olítico, el gobernador eclesiás­ tico y una comisión nueva del ayuntamiento* R ecib ió á todos con mucho afecto y cortesanía * y habló largo rato en trances correctísimo con el Sr. S a n z , el Sr. Chacón y los demas que ie rodeaban. f reparada la comida cop gusto y elegancia no quiso que se retirasen la mayor parte de las personas que le asistían, y peranza se tiene de lograr el triunfo. Solo critica los pequeños yerros y siempre aplaude los grandes. Decidid. A g u a r d o con impaciencia vuestra respuesta.¿^Cárlos L o r e le t , barón de C í a — ris.mn h Shakspeare estuvo contemplando por mucho tiempo la c a r ­ ta i una idea repentina se presentó á su pensamiento. — Y bien , A rie la , dijo al fia rompiendo el silencio, ¿ q u é es lo que peti 9ais h acer? A rlela fijó en él sus hermosos ojos, manifestando con su mirada que no habia comprendido la pregunta* — S í , prosiguió con labio balbuciente i áqui se os ofrece una fortuna brillante , y lícito es no desecharla cuaodo se pre­ senta con fines honestos, y se admite en iguales términos. V ien do que Arñda guardaba silencio , añadió : — J E Í é aqui lo que he encontrado á poco de vuestra salida -—-Nosotros los artistas no tenemos mas que una prosperi­ de casa junto á La fuente. Leed : dad efímera* Cuando ha pasado la juventud ¿ q u é es lo qua W i l l i a m abrió el papel cerrado cott la cre , en el que habia nos queda de nuestros triunfos? U o vano recuerdo. estampado nn sello cou arm as, y leyó las siguieates líneas es­ El asombro tenia embargada la voz á Ariela *. los sollozos critas en un estilo un poco grotesco por su siuceridad aristo­ la sofocaban, y no queriendo dar rienda al llanto en presen­ crática. cia de Sha ksp ea re , ocúhó el rostro entre las manos, se d ir i­ A la hermosa A r i e la : gió hacia la casa , y se encerró desesperada en sú aposento. ^ Hija mía t las grandezas en que vivo desde mi infancia Cuando W i l l ia m se encontró solo empezó á pasearse coa me han disgustado de la misma grandeza, y soy demasiado pasos prcipitados , entregado á la mayor agitación y luchando rico para ambicionar riquezas. El tedio me mata. Solo vos me con sus encontrados pensamientos* Si A rlela consentía en dar faltáis para mi felicidad* N o pudiendo ser mi dama , primera­ la mano á lord Clarisson, Isabel quedaba libre y acaso no r e ­ mente por que no lo queréis, después por que esto no seria solvería contraer otros vínculos. E ra tamo lo que habia s u ttias que un afecto pasagero, y yo quiero asegurarme el vuestro frido al Ver al barón cerca de ella con el pensamiento de la par¿ toda la vida , he resu dto tornaros por esposa. Nada rne' unión proyectada entre ambos y con el continuado aguijón de importa que el mundo tache de locura mi pensamiento El los celos, qnr* U perspectiva que se L preseuUba le tenia des­ mundo es a s i , y cuanto m ayor es uua locura , tanta mas es­ lumbrado, T o ca b a * f término de sus p en a s ; pero al mismo lla hija de Southampton. Sin embargo, lo que mas contribuyó á atenuar el efecto de este recuerdo fue el que en las visitas que por espacio de un mes hizo al coude nunca tuvo la satis­ facción de v e r l a , lo que le indujo á creer que evitaba cuida­ dosamente su encuentro. A l volver un dia William bastante agitado del palacio de Southampton vió á A r ie la eu el jardín entretenida en cog^r grosellas y frambuesas, interrumpiendo á ratos sus alegres cánticos para reírse de los pensamientos que sia duda la ocupa­ ban. A cercóse a ella* y después de gustar, por complacerla, las frutas que le pre sentaba, la preguntó el motivo de su ale­ gría. A rie la le rogó se sentase en un banco de césped , y mos­ trándole una carta , dijo: al final de ella brin do por la «alud de los concurrentes , y ¿J pores. Su 9álida repentina fue producida póír la noticia de Ka- derechos políticos se presentan demandando libertad y protec­ Sr. D . Bonifacio Martínez le contestó brindando por la suya. ber llegado á las agitas de T á n g e r una escuadra inglesa y en­ ción ; libertad y protección qüe no pueden negarles las auto* Después se retiró á descansar* trado en el puerto un n aV ío : esto era hasta ciértó punto una ridades políticas si han de llenar leal y cum plidamente el pri­ E n nada se distingue ni en «u traje ni en sus costumbres violación del pacto que parece han hecho las armadas de las mero de sus deberes y la mas sagrada de sus obligaciones. P e * de un europeo ^ á no ser por un gorro grieg o rojo con borla dos n aciones, obligándose mutuamente á ño entrar en T á n g e r ro representantes al mismo tiempo del G obierno , cuando se azul que le cub re la cabeza siempre. mientras se hallen pendientes las contestaciones entre la F r a n ­ trate de elecciones exige la imparcialidad , la justicia y hasta la T ien e unos 34 años, es a l t o , moreoo-, de rostro aguileno cia y los marroquíes. A segú rase que él contralmirante frañces misma delicadeza que no tomen parte activa y directa en e llas, y ojos expresivos que brillan al través de los anteojos. Es aten­ ha hecho sobre este asunto las debidas reclamaciones , y que p orque por lo mistho que está ibteresado el G obierno en la t o , cortés , instruido y tnuy tolerante; parece un viajero fran­ habiéndosele dado una explicación satisfactoria del heúhó y 'coúti'eúda debe aparecer á los ojos de los pueblos mas frió , mas cés d e tós mas ilustrados. Apenas divisó á G ra n a d a preguntó oírecídose por parte de la escuadra inglesa qüe no se faltaría á fra^aViblé y mas desapasionado». Por esa razón estos asuntos por la A iham bra que desea admirar. T am b ié n q uería q u e se lo p a c t a d o , decidió retirarse á C á d i z , comO lo ha verificado, de elecciones están especialmente encomendados á las dip uta­ le proporcionasen todas las noticias de sus antepasados que en en espera* de las instrucciones de su Gobierno. N o nós fallan ciones y á los ayuntamientos 5 por eso las p r i m e r a s , con ab so­ esta hubiese, para lo q u e el Sr. géfe político ofreció presen* motivos para dar crédito á estas noticias» {Id.) luta iüdepéndeñcia de la autoridad p olítica, forman las listas tarle al distinguido jóven D . Miguel Lafuente Alcántara , ero- i électóráles , se entienden con los segundos y disponen y p re p a ­ nista del reino de G ra n a d a y uno de los mas á propósito para ran todo lo necesario para lleVar á Completo término las e l e c referirle la historia de todos los monumentos. Antes de anoche salió del Puerto de Santa M a ría , Con d'i*- cciones. Mas como los gefes políticos, prescindiendo de su c a ­ Cuando se le anunció que iba á ser alojado en el palacio ar­ reccion á C e u t a , la brigada de artillería de á lomo qüe sfc há rácter de representantes del G o b i e r n o , participan aun de otro zobispal 5 q u e se podían perdonar los anacronismos y la c o n - > úo menos respetable cuat es el de representantes de la sociedad, organizado en aquella ciudad. tradiccion en gracia de la comodidad y la extensión del lo­ T am b ié n salió ayer de esta bahía el bergantín de guerra tien en , corno-tales , atribuciones sagradas que no les es dado c a l , contestó * **que eran pava él de mucho aprecio todos M anzanares ^ mandado por S. A . R . el Sr. Infante D . Bau­ Olvidar ni desatender sin incurrir eú Una responsabilidad tan los obsequios que se le hiciesen en E s p a ñ a , eh este país emi­ grande como pudieran serlo las consecuencias de su descuido n q u e . (Comí) nentemente h o sp ita lario , y que los llevaría grabados en el punible Ó de su criminal abandono. Sin apelar á la coacción y corazón. Q u e por lo demas* solo sentía que el arzobispo no mucho menos á la violencia, sin imponer de modo alguno su opi­ viv iese pava recib ir su santa bendición como la habla reci* nión á lós d em as, atentos á la santidad de los principios mas b id o del de Barcelona.w bien que el ínteres mezquinó de las personas, deben ilustrar á M A D R ID 2 5 D E J U L IO . A y e r á las doce visitó la ca tedral y el monasterio de San los pueblos Sobre sus verdaderos intereses , deben proteger á . . . , , ... . 1 .. . « i t i : 1--— — 111 - — i. ................. Gerónimo. U n numeroso concurso del pueblo le acompañaba los electores contra tóda clase de demasías y de exig en cias, y a por todas partes y excitaba la curiosidad , esencialmente de las procedah de las regiones del p o d e r , y a vengan de la removida E ST U D IO S A D M IN IS T R A T IV O S . mugeres* A d m iró la suntuosidad del edificio de Siloe y esen­ arena de los partidos. Pero entiéndase que esta protección no cialmente la capilla m ayor y la música robusta y armoniosa de ha de ser la protección interesada que presta el que desea que D E LOS G EFES POLITICOS. los órganos. Examinó con ínteres las piuturas y esculturas de las elecciones sálgan á su f a v o r , sino esa otra más n o b l e , mas Cano , deteniéndose sobre la preciosa Concepción con notable generosa y que es de todo punto necesaria para que los ele cto­ Artículo tercero* co mplace ncia. L o mismo en la capilla R eal ante los sepulcros res depositen en la Urna el voto que exprese mejor su Volun­ del gran conquistador Fernaudo el V y de L ab e l la Católica. N o s ocupamos al terminar nuestro anterior artículo de las tad , sus opiniones y stls déseos. A l v e r las banderas con que se hizo la entrada triunfal en G r a ­ diversas atribuciones que concedía la ley a los gefes políticos Si no lo c r e y é r a m o s fuera de l desapasionado dom in io d e la nada , preguntó por los pendones ára b es, y después tomó con respecto al fomento material y moral de los p u e b lo s , y hoy c i e n c i a , í a T v e z dfíriamos a lg o al l l e g a r aqui sobre los la m e n ta ­ veneración la espada del R e y católico y su cetro y corona. bles a busos á q u e en cierta s é p o c a s , y bajo la dom inació n d e vamos á eslabonar la interrumpida cadena de nuestra narración P or la tarde tuvo c o rte , bajó al salón de G e n i l , y á la no­ diciendo que todo lo qué corresponde á la policía urbana y cie rto s hom bre s de ideas las mas laicas y a va nza da s, se han entre­ che estuvo en el t e a t r o , donde satisfizo uno de sus mas vivos r u r a ! , cae bajo su inspección y entra en la estera de sus f a ­ ga d o a lgu n o s gefes p ol ítico s con m o tiv o de las e le ccio n es; abusos deseos, v e r b a i ’ar con ca stañuelas, pues el E x cm o . a yu n ta ­ cultades. D e mauera que no solo deben , como autoridades escan da losos q u e , lejos de o c u l t a r , haft presen ta do tnas de una miento dispaso q ue se bailasen cinco jaleos nacionales. v e z c o m o p ru e b a s de su c a p a c i d a d pata g o b e r n a r y c o m o ines­ paternales y pretectoras, seguridad y protección á sus subor­ tim able s títulos de g lo ria . R e s u lt a demasiado d e s c ré d ito p a ra e l (C. de la P\) dinados, sino que están inprescindiblertiente obligados a procu­ sistema r e p r e s e n t a t i v o , q u e si nceram en te id o la tra m o s , pa ra q u e rarles por todos los medios que están dentro dé su poder aque­ tratemos de le va n tar mas ese v e lo q u e e n c u b r e tanta a m b ic ió n llos goces y co modidades, que haciendo mas agradable y c ó ­ moda su existencia en la sociedad , aumentan en muchos y tantas miserias. C on te n té m o no s por lo tanto con V o lv e r los L a comisión de sanidad del E xcm o. ayuntamiento ha r e ­ ojos h ácia un ho rizo n te mas c o n s o l a d o r , y al v e r mas c a l m a ­ quilates el precio inestimable de esta, y contribuyen de un mo­ corrido ayer lodos los calés y Pondas , examinando escrupulo­ samente las vasijas de cobre destinadas á enfriar los sorbetes, ó do maravilloso á estrechar los Vínculos que unen al hombre d a s , a u n q u e ño de l to do d o r m i d a s , las p a s i o n e s , nos l is o n g e a la e s p e r a n z a de q u e las dig na s autoridad es q u e h o y se h a lla n á condimentar la co m id a , para ver si estaban estañads. Esta con el cuerpo social. N o es esto decir que los gefes políticos al frente de las p r o v in c ia s p ro c u ra rá n á toda costa con su c e ­ importante requisa hacia dos años que no se verificaba, con no­ son los únicos que dirigen este ramo importante é indispensa­ lo , con su p atr io tism o y con su C ondu cta de c o ro sa é i lu s tr a d a table perjuicio de la salud publica. Según nos han informado, ble en el estado.de cultura de nuestros d i a s , Uo es tampoco b o r r a r taü op rob io sas tnanchas de lá historia de los p a rtid o s . en el cafe llamado del Callejón 1 7 garrafas fueron desechadas desear que se despoje á los ayuntamientos de unas atribuciones L a libertad de imprenta, esa palanca poderosa de G o b ie r ­ por hallarse en mal estado. N o podemos menos de elogiar el que pueden llamarse esencialmente s u y a s , y que han ejercido no , esa fortaleza de la lib e r ta d , ese precioso vehículo de la celo de la autoridad municipal y de recomendarle que siga siempre con especial tino y general provecho. Nuestro objeto es solo manifestar que las autoridades políticas deben coopérar ilustración y del sabe r, viene en seguida demandando la p ro ­ perseverante por tan útil sendero. (/</.) con las municipales a perfeccionar este ramo, hoy de primera tección dé los gefés políticos. L a m ayor y mas eficaz que p u e ­ necesidad , y qüe y a con la vigilancia , y a con la excitación, den estos dispensarle es procurar no degenere en desenfrenada y a con el consejo deben contribuir á elevarle al grado porten­ licencia y en instrumento inmoral de motines y de trastornos. H a llegado á esta capital el entendido coronel D . Antonio toso de perfección que admiramos en otros países. A si cuando los impresos tieúdeü á promover el desorden , a V a l l e c i l l o , antiguo director del Archiva m ilita r , inspector Pero en ese tamo de poticía u r b a n a , c ü y o conocimiento es provoca r la sedición, los gefes políticos, Como autoridades en­ ahora en comisión para revistar las comandancias de c a ra b in e peculiar de las corporaciones municipales , se halla enclavado cargadas de la conservación del ó'rdén público , tienen la fa­ ros de las ocho provincias de A od alu c ía : viene acompañado de otro c u y a dirección exclusivam ente corresponde á los gefes po­ cultad de prohibir la circulación del escrito alarmante, contra­ su secretario el coronel graduado D . Domingo Portefaix» Teñe* líticos como autoridades superiores de las provincias , tal es el yen do eh este caso el de ber de llevar ente el júrado, en el tér* mos m u y buenas noticias del estado de moralidad y disciplina ramo importantísimo de sanidad» Las medidas sanitarias por lo mino de é 4 botas, el impreso sedicioso para que aquel declare de los carabineros de esta provincia , esencialmente de los de .g en eral traspasan los límites de uU ayuntam iento, no pueden sí há ó no lugar á la formación dé causa. Esta atribución , tan la costa de M o t r i l ; pero es de presumir que esta revista de ins­ encerrarse en tan estrecho c í r c u l o , y asi , tanto por la esfera i indispensable para sostener el órdén* ha sido fuertemente dis­ pecció n sea de grandes resultados , pues de todos son conocidas que se extienden como por el territorio que ocupan , tieüén que putada por álgutlos q u e , dando el pomposo nombre de cuarto la inteligencia con cien zu d a, la a c tiv id a d , el patriotismo y el ser de la atribución propia y exclusiva de estos gefes superio* podet del Estado á la libertad de im p re n ta , han pfeteudido celo del Sr. V a l l e c i l l o , que tantos servicios ha prestado al G o ­ res. P o r eso en las provincias marítimas y fronteriz as, donde que este p o d er, para distinguirse de los d e m as , camine libro bierno en todas ocasiones , y que tan lealmente ha combatido la necesidad de la vigilancia y de la precaución se hace sentir y sin ningún género de tr a b a s , lo arrolle todo én su marcha por la buena causa en los dias de mas peligro, (/(i.) con mas fuerza por la mayor Facilidad de los Contagios, los devastadora, v él G o b ie r n o , él verdadero poder público, con­ gefes políticos presiden las juntas de sanidad y tienen parte eh templé én tanto mudo ¿ im p asib le, sus excesós y xus d e sa ca ­ tos. A bsu rdo dé tahto bulto ni siquiera merece el honor de U su nombramiento. Someramente indicado lo que deben estas autoridades á la refutación. E n L o ja se detuvo E u a d - E f f e n d i media hora* aceptó ut O tra de las atribuciones, que én materia de libertad de im ­ protección , á la comodidad y á la seguridad de los ciudadanos, desayun o que le tenia preparado el ayuntam iento, y quiso vei prenta Confiere la ley á los gefés p o lítico s , és la de aprobar, estamos en el caso de saber hasta donde alcanza sn influjo res­ al padre del b ravo general N a r v a e z , para quien traia una car­ pecto del' ejercicio de los derechos políticos. Y nótese que después de tin prolijo eXámeri, las cualidades de las personas ta. Efectivam ente saludó á tan respetable a n cia n o , le dió afec­ aquí empieza lo mas alto y lo mas brillante de sus funcioues, que se presentén como editores responsables dé los periódicos, tuosísimas gracias por sus ofrecimientos, y se retiró m uy com­ atribución importantísima, sobre todo antes de la publicación y lo que propiamente les ha valido el dictado de autoridades placido para continuar su viaje. (/</.} políticas. A los derechos políticos , á esa gran conquista de la de la última le y , cuando personificado, pór decirlo a si, el uso de la libertad dé escribir en los editores responsables, intere­ civilización m o dern a, tan ensalzada por los unos que lá miran saba mucho que estos reuniesen las condiciones legales para que como origen de bienestar y de importancia moral y material A y e r noche dieron una magnífica serenata al disfingnidi !a ley no fuese deFraudada en sus disposiciones y en su objeto. para las naciones , como deprimida por los otros que la co nsi­ actor D . J u l i á n R o m ea sus amigos y apasionados» (/d») Pero h o y , notablemente aumentada la cantidad que se exige deran como funesto germen de desasosiego y de discordia , y como depósito pára publicar un periódico p o lítico , en ella tie­ que los pueblos alhagados y desvanecidos unas veces y pesa­ ne la sociedad la mejor g a ra n tía , y tib es necesaria tan exq ui­ rosos y escarmentados otras no sabed si a p fe ciar ó máldecir, sita vigilancia por lo que hace á los editores , si bien deben deben protección y defensa las autoridades superiores , porque C á d iz 20 dé Ju lio. pocas cosas ha brá que las necesiten mas ámplia y mas cuíb* procúrar siempre lós gefes polítiebs qüe reúnan las circunstan­ cias todas que la ley exige para que ese precioso elemento de A y e r ha vuelto á entrar en esta bahía la escuadra francesa plida. compuesta de tres navios* una f r a g a t a , un bergantín y tres va­ L as elecciones y la imprenta son los dos campos donde los ilustración no se convierta en máquina de guerra. tiempo reflexionaba que no correspondiendo A fie la al amor de ' L a jóven tomó el b il l e t e , lo rasgó* y proruiñpiendo eü Cjarisson no le era lícito abusar de la influencia que ejercía llanto dió rienda á su dolor y á su indignación. sobre el tierno corazón de la interesante actriz hasta el extre­ — W il l i a m , eso es horrible , exclamó. Habéis creído que á mo de inmolarla á sus intereses apasionados. Y al hacer estas la primera oferta que sé me hiciese iba y o á sacrificar todos los re flexiones, sus ojos se fijaban atentamente én la casita de la sentimientos de mi corazón para pensar únicamente en asegu­ a t r iz , en su fachada dorada por los rayos del s o l , en las v i* rar el descanso de esa Vejez de que con tanta galantería me drieras pintadas de graciosas imágenes , en los balcones ador* hablaisteis hace poco como si estuviera á dos pasos de mí. N o , nados de verdes pámpanos , en los cuales entonaban alegres mil veces no. W i l l i a m , y o os lo debo todo , os debo cuanto caóticos las avecillas , y después los dirigía hácia el gran p a ­ puedo tener de talento , de inteligencia y de fama: todo se há la cio dé C la ris s o n , masa de piedras so m bría s, edificio triste, y animado en derredor mió por el p oderoso encanto de vuestra p resen cia; habéis trasformadó á/una oscura comedíanla en una c u y o exterior revelaba el orgullo de su dueño , preguntándose á sí mism o, á vista de semejante contraste, en dóude residía muger feliz y n o b le ; mis horas se pasaban tristemente, y vos verdaderamente la felicidad para A rie la . habéis dado á cada una de ellas un Ínteres poderoso ; mi casa no era mas qué una humilde ca b añ a , vos la habéis convertido — ¡ O h ! perdona tierna y encantadora criatura , exclamó dirigiéndose á A riela como si le escu ch a se : t ú , cu y a sincera en una morada celestial*.. E n f i n , os debo mas t o d a v ía ; ¡oh! sí, amistad ha sabido dulcificar mis penas procurando consolarme mucho mas q u e esto : y o v iv ía entregada á la indiferencia a n ­ con los desvelos de una tierna hermana , perdóname por haber, tes de conoceros , y ahora.... ahora os amo*... ¡ A h , W i l l i a m ! lo que me habéis aconsejado es espantoso* ^ ; concebido un solo instante el pensamiento de perderte sin otro W illia m quedó petrificado al oir la sencilla confesión de fin que el de verme libre de la celosa pasión que rae atormen­ una ternura que sus preocupaciones no le habían permitido ta , y. de que esa cadena que me horrorizaba verla* en Isabel, te oprimiese á tí, á tí, débil criatura, que destruiría para siem* •sospechar hasta entonces. Temerosa Ariela de haber afligido á W i l l i a m , y confundida con la revelación que acababa de ha* pre tu a l e g r í a , tu confiada ju v e n tu d , y la libre y apaci­ cer á pesar s u y o , se apoyó suavemente en su hombre para l l o ­ b le felicidad que disfrutas. ¡ O b i p e r d ó n , p e r d ó n , una y mil veces. rar y ocultar su confusión. W i l l i a m rodeó su delicado talle cón E n seguida entró precipitadamente en la casa y se dirigió el brazo pata tra nq u iliza rla , y la miró coo d ulzura. Ü n a l á ­ al aposeuto de^ A riela , á quien encontró sentada junto á una grima brillaba todavía en sus caidas pestañas; sus cabellos, mesa con la vista fija en un papel. W i l l i a m llevaba en la mano humedecidos con las lá g r im a s , se alisaban sobre sus mejillas, la carta de Clarisson. cuyo contorno ovalado y co lo r trasparente estaban adm ira ~ A r i e l a , la dijo con resolución viendo que continuaba en blejnente guarnecidos por aquella línea negra y ondulante. la misma postura , eá precisó contestar á esta carta. H e aquí los Caprichos del corazón humano , decía W i ­ lliam contemplándola: c u a n i o nuestro corazón está vacío da amor, creemos que si una muger nos amase seríamos felices por tóda una eternidad» V sin e rilb a fg o , cuando Una muger dotada de uña alma tan purá y de un rostro tan interesante como el de e sta , nos dedica todos sus afectos, buscamos en otra parte una felicidad imposible de alcanzar. ¡Oh abismo del corazón!... A rie la , añadió alzando lá voz * perdóname, he sido demasiado crttel contigo» Guando una flor está cerca de nuestros ojos puede o cu l­ tarnos todo el horizonte t asi en aquel momento Ariela ocultaba á W i l l i a m todo el resto d¿l universo. J u r ó en su interior o l ­ vid ar á Isabel y amar únicamente á su dulce com pañera, como si él amor que se burla de los juramentos pudiese depender de una resolución. Cuando A r i e la vió el semblante risueño d e l poeta levantó su hermosa cabeza y se encontró mas consolada. Shakspeare sostuvo por mucho tiempo la palabra q u e se habia dado á sí m ism o, haciendo los mayores esfuerzos para olvidar á la noble miss y conservar todos sus sentimientos fi­ jos en Ariela. Dejó de asistir enteramente al palacio de S o u thampton, y E n riq u e , á quien veia en el teatro, le dijo un dia que su hermana estaba afectada de una tristeza sombría. YíG — lliaríi se extremeció al oir semejante n u e v a , y el demonio dei orgullo le sugirió el pensamiento de que su ausencia era la ca u­ sa de los padecimientos de I s a b e l ; pero tuvo el suficiente v a lo r para desechar esta id e a, y para combatir con mas eficacia un amor que él detestaba, entregándose con mas ardor al trabajo. ¡ V a n a tentativa ! E l mundo debió á esta resolución algunas obras maestras de mas; pero el poeta estaba condenado á no deberle un tormento de menos. (Je continuará )