DE TODO, EL MUND O , POR CABLE, POR TELÉGRAFO Y TELEFONO DE TODO EL MUNDO, POR CABLE, POR TELÉGRAFO Y TELÉFONO m mas por la causa de Boulanger con aquella canción que todas las propagandas organizadas por los partidarios del brav' general. Paulus conoció entonces las suaves deliDAULUS' ¡Paulus ha muerto! El viejo cias del triunfo; las empresas le mimaban, * 1 cantor habíase retirado volun- el público aclamábale con delirio.'su nomtariamente y sólo de tarde en tarde hacía bre hacía correr á toda Francia... Calculan una rápida aparición en un escenario para los bien informados que Paulus ganó en regocijar al público, ya que no con las des- pocos años más de tres millones de francos. agradables entonaciones de su voz rota, con Pero la generación á que Paulus perteneel recuerdo que su presencia despertaba en cía, esa generación que ha doblado ya los los espectadores. Ver á Paulus y romper la sesenta y comienza á desaparecer, era meNUESTRO ENVIADO ESPECIAL A B C EN PARÍS > agotar algana vez? El artista no lo ereyó jamás... I,a cigarra cantaba... Y cantando, cantando, un día le faltó la voz, y el couplet comenzado alegremente ahogóse en su garganta... Cuando,pasada la crisis, se presentó de nuevo ante el público, Paulus no era Paulus; tanto había cambiado su tipo, que comenzaba ya á encorvarse; tan distinto era el metal de su voz, tembloua, insegura, casi desagradable... í/uego, la canción de gloria, aquel fatuo» so couplet En revenant de la Revue, que fue algo ' ZARAGOZA.EL ESTRENO DE «ZARAGOZA» LOS SRES. PÉREZ GALDOS (.) Y MAESTRO LAPUERTA (2) SALIENDO A ESCENA EN COMPAÑÍA DE LOS INTERPRETES DE SU OBRA PARA RECIBIR LOS APLAUSOS DEL PUBLICO Fot. Coyne. gente á reír, era la misma cosa, y el cantor, nos práctica que la actual; no se preocupa- así como el himno de la Revancna, no pomientras duraban las carcajadas, paseaba ba del amortizable ni de los títulos del 3 por día sonar en ningún teatro después del frasus miradas socarronas por todo el teatro y 100; vivía bien, gozaba, se divertía, y el di- caso «boulangista», pues á los franceses las trataba de erguir la figura, buscando en nero que fácilmente ganaba derrochábalo valientes notas de la marcha popular los recordaban sus entusiasmos excesivos, sus vano los desplantes y la seguridad de sus • con más facilidad todavía. Paulus tuvo hotel con muebles «de esti- esperanzas defraudadas. Hubo una larga días de gloria. De sus días de gloria, sí, porque Paulus lo»—como ahora se dice,—encerró en sus temporada en que á los parisinos los sucefue un artista glorioso. Cuando en los mo- cuadras soberbios troncos de caballos, hizo día con la marcha de Boulanger lo que á mentos críticos de la fiebre boulangista la competencia á los grandes duques rusos nosotros con la marcha de Cádiz después Paulus lanzó desde el tablado de Amhassa- y ordenó que en su mesa hubiera colocados del desastre. Pautas en tanto, el genial creador de la deurs su famoso couplet En revenant de la Re- siempre 20 cubiertos... ¿Quién le hablaba de vue, París entero glorificó al artista, que hizo economías? ¿Es que aquella mina se iba á patriótica eánción guerrera» moría artística-