Revista Cubana de Medicina Intensiva y Emergencias Rev Cub Med Int Emerg 2006;5(2):355-371 TRABAJOS ORIGINALES Unidad de Cuidados Intensivos Hospital Universitario ''Dr. Gustavo Aldereguía Lima'' Cienfuegos FACTORES PRONÓSTICOS EN LA PERITONITIS Dra. Magalys de la Caridad Álvarez Bárzaga,1 Dr. Marcos Diosdado Iraola Ferrer,2 Dr. Pedro Ramón Nieto Prendes3 y Dr. Florencio Pons Moscoso.4 RESUMEN Fueron estudiados en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital provincial “Dr. Gustavo Aldereguía Lima” de Cienfuegos, 336 pacientes admitidos en la UCI, de los cuales 38 (11.3%) presentaban peritonitis. Se obtuvo el índice de peritonitis de Mannheimer y se correlacionó con el Therapeutic Intervention Scoring System (TISS) y el índice de disfunción orgánica múltiple (IDOM). En el análisis univariado sólo 2 factores se relacionaron significativamente con la muerte: la necesidad de ventilación mecánica (OR: 17.4; IC 95%: 1.17-545.8; p=0.02) y la peritonitis causada por úlcera gástrica (OR: 33.0; IC 95%: 1.35-1714.2; p=0.02). El IPM mostró una sensibilidad de 50%, una especificidad de 73.3% con un valor predictivo positivo de 18% y un valor predictivo negativo de 92.6%. La mortalidad fue de 10.5%. La ventilación mecánica y la úlcera gástrica resultaron los factores pronósticos más significativos para la predicción. El IPM demostró tener una buena capacidad para identificar correctamente a los pacientes con peritonitis y evolución favorable; sin embargo, mostró baja capacidad para identificar los pacientes con peritonitis que van a fallecer. Palabras claves: Peritonitis, Mortalidad, Factores pronósticos, Índice de peritonitis de Mannheimer. 1 2 3 4 Especialista de I grado en Anestesiología y Reanimación. Diplomado en Medicina Intensiva. Especialista de I grado en Medicina Interna y Especialista de II grado en Medicina Intensiva y Emergencias. Especialista de II grado en Medicina Interna. Diplomado en Medicina Intensiva. Profesor Asistente. Especialista de I grado en Medicina Interna. Diplomado en Medicina Intensiva. Correo-e: mif@gal.cfg.sld.cu 355 Más de 1000 años han pasado desde que se describió por primera vez, la sintomatología del proceso denominado en la actualidad peritonitis.1 Previo a la introducción del tratamiento quirúrgico, la tasa de mortalidad de la peritonitis alcanzó cerca del 88%. Esto pudo ser considerado su curso natural. En los años 20 cuando los principios de la terapia operatoria fueron comúnmente aceptados, la mortalidad disminuyó por debajo de un 50%. En décadas posteriores el pronóstico no fue significativamente afectado por los antibióticos y la mortalidad de la peritonitis reportada fue de 0-70%. Este amplio rango pudo estar relacionado con la gran heterogeneidad de estudios publicados, de los cuales surge la necesidad de ampliar las definiciones de peritonitis, establecer una sistematización nosológica y criterios bien definidos de elegibilidad. Pasados 15 años los avances terapéuticos han introducidos nuevas técnicas quirúrgicas, más agentes antimicrobianos potentes y el desarrollo de las unidades de cuidados intensivos (UCI). Como consecuencia de esto ha mejorado la tasa de supervivencia. Se han propuesto métodos aceptados para evaluar uniformemente los grupos de pacientes como diversas clasificaciones y publicación de sistemas clínicos que evalúan la severidad de la enfermedad, lo que ha permitido un análisis apropiado de los resultados.2 Una clasificación útil debe estar basada en: el concepto actual, la fisiopatología, microbiología, práctica clínica, ayuda del paciente al tratamiento e investigaciones clínicas, criterios diagnósticos y pronósticos. Muchas clasificaciones han sido propuestas. En 1987, una nueva clasificación de la peritonitis fue desarrollada (clasificación de Hamburgo), la que se apoya en aspectos etiopatogénicos2 y que utilizamos en nuestro estudio para conocer su utilidad en la práctica clínica. La habilidad de estimar objetivamente el riesgo de muerte u otros resultados para los pacientes, es una nueva tarea para la investigación científica. Las valoraciones de riesgo con base empírica para importantes hechos clínicos han sido extremadamente útiles para evaluar nuevas terapias, monitorear la utilización de los recursos y mejorar la valoración de la calidad. Los intentos de hacer predicciones, sin embargo, han sido mucho menos exitosos para predecir el riesgo individual del paciente o para reducir la incertidumbre de la toma diaria de decisiones clínicas. Las estimaciones de riesgo objetivo son particularmente importantes en los ambientes altamente costosos y de alta demanda tecnológica como las UCI.3 Es por ello que el aseguramiento de la calidad y las estrategias de utilización son esenciales. En el caso particular de las peritonitis varios factores pronósticos de muerte han sido señalados y varios índices pronósticos validados como el índice de peritonitis de Altona II (IPA II), índice de Linder, índice de Hacettepe y el Índice de peritonitis de Mannheimer (IPM) entre otros, este último basado en parámetros clínicos de fácil manejo y buena correlación con la mortalidad.4 MÉTODOS Entre el primero de enero y el treinta de junio de 1997, fueron admitidos en la UCI 336 pacientes, de los cuales 38 (11.3%) tenían diagnóstico de peritonitis. Se realizó un estudio prospectivo observacional en todos los pacientes admitidos en la UCI con diagnóstico de peritonitis. Nosotros definimos la peritonitis como la inflamación del peritoneo o parte de él, en la cual no tenía que estar presente necesariamente la 356 infección.2 Se confeccionó un modelo de recolección de datos (anexo 1) que incluía: edad, sexo, tiempo preoperatorio, que fue definido como el tiempo transcurrido desde el ingreso hasta la intervención quirúrgica (< de 24 h o > de 24 h), estado físico (según la clasificación de la American Society of Anesthesiologist -ASA-),5 riesgo quirúrgico, clases de Altemeir (tabla 1),6 clasificación de Hamburgo de la peritonitis (tabla 2),2 causa de la peritonitis, proceso patológico y extensión de la peritonitis, Therapeutic Intervention Scoring System (TISS) al ingreso y egreso de la UCI (anexo 2),7 índice de peritonitis de Mannheimer -IPM- (tabla 3),4 índice de disfunción orgánica múltiple IDOM- (tabla 4).7 Los órganos y sistemas evaluados por disfunción fueron: pulmonar, renal, hepático, cardíaco, gastrointestinal, hematológico, neurológico y endocrino. La evaluación de la disfunción fue tomada en cuenta a partir de las 48 horas del arribo a la UCI, clasificándola en grado 1, 2 y 3 de acuerdo con los criterios que aparecen en la tabla 4. El índice individual de cada órgano fue sumado en cada paciente calculándose el IDOM que podría llegar de 0 a 24 puntos. La DOM fue definida cuando el IDOM era de 8 puntos o más. Se recogió además estado al egreso de UCI (vivo o fallecido), presencia de bacteriemia, la que fue definida por la presencia de un organismo en el cultivo simple de muestra de sangre o por Staphylococcus epidermidis en 2 cultivos de muestras de sangre o en muestra simple y simultánea de la punta del catéter,8 a todos los pacientes se les tomaron 3 muestras de sangre para cultivo dentro de las 24 horas que le siguieron a la admisión en la UCI. Tabla 1: Intervenciones quirúrgicas, según Altemier TIPOS Clase 1 o Cirugía limpia Clase 2 o Cirugía limpia contaminada DEFINICIÓN Incluye procedimientos que se ejecutan bajo condiciones óptimas: cierre primario de herida sin drenaje, no trauma, no inflamación, técnica hábil y no envuelve la orofaringe, tractus digestivo, sistema genitourinario o vías aéreas. Incluye procedimientos que involucran: sistema genitourinario con cultivo de orina negativo, las vías aéreas y el tractus digestivo bajo condiciones favorables y sin contaminación anormal (ej.: apendicectomía), la orofaringe o del tractus biliar cuando la bilis no está infestada. Procedimientos que comprenden un lapso mínimo de asepsia y drenaje mecánico también son incluidos en esta categoría. Clase 3 o Cirugía contaminada Incluye procedimientos que comprenden heridas por trauma reciente, apertura del tractus biliar o genitourinario donde la bilis u orina está infestada, grado elevado de contaminación del tractus digestivo, lapso mayor en la asepsia y la presencia de inflamación aguda sin pus. Clase 4 o Cirugía sucia (o infestada) Cirugía sucia o infestada, incluye procedimientos que comprenden tratamiento de heridas contaminadas o tardías, tejido isquémico, inflamación bacteriana con pus, contaminación fecal, cuerpos extraños y perforación de vísceras. 357 La base de datos fue creada y analizada estadísticamente en el programa Epi Info versión 5.0. Los resultados fueron expresados en números absolutos, porcentajes, media, desviación estándar y comparación entre medias. Para medir la fuerza de asociación de las variables escogidas con el desenlace (la muerte) utilizamos el odds ratio (OR) e intervalo de confianza al 95% (IC 95%), por otro lado, para conocer el valor pronóstico del IPM hallamos la sensibilidad (S), especificidad (E), valor predictivo positivo (VPP) y negativo (VPN) que se detallan a continuación. Tabla 2: Clasificación de Hamburgo de la peritonitis, 1987. Peritonitis primaria • Peritonitis espontánea en niño. • Peritonitis espontánea en adulto. • Peritonitis en pacientes con diálisis peritoneal ambulatoria continua. • Peritonitis tuberculosa. Peritonitis secundaria • Peritonitis perforativa (supurada aguda): 1. Perforación del tractus gastrointestinal. 2. Necrosis de la pared intestinal. 3. Pelviperitonitis. 4. Después de translocación de bacterias. • Peritonitis post-operatoria: 1. Fuga de anastomosis. 2. Fuga de la línea de sutura. 3. Insuficiencia del muñón. 4. Otras fugas iatrogénicas. • Peritonitis postraumática: 1. Después de trauma abdominal cerrado. 2. Después de trauma abdominal penetrante. Peritonitis terciaria • Sin patógenos. • Por hongos. • Por bacterias patógenas en bajo grado. Abscesos intraabdominales • Absceso intraabdominal con peritonitis primaria. • Absceso intraabdominal con peritonitis secundaria. • Absceso intraabdominal con peritonitis terciaria. 358 Tabla 3: Índice de peritonitis de Mannheimer. Factor de riesgo Edad > 50 años Sexo femenino Disfunción visceral1 Enfermedad neoplásica Demora preoperatoria > 24 horas Origen no colónico Peritonitis generalizada Efusión cetrina Efusión turbia o purulenta Peritonitis estercorácea Valor (en puntos) 5 5 7 4 4 4 6 0 6 12 Tabla 4: Sistema de puntuación para la disfunción orgánica múltiple. Pulmonar Renal Grado 1 > 48 horas de VM1 Creatinina > 159 mcmol/l Bilirrubina 34.268.4 mcmol/l o Albúmina < 2.8 mg/dl Grado 2 > 72 horas de VM Creatinina > 221 mcmol/l Bilirrubina5 68.5-136.8 mcmol/l o Albúmina < 2.3 mg/dl o Tiempo de protombina > + 2 seg. del control Cardiaca Soporte inotrópico Soporte inotrópico moderado (dopamina 5-10 mínimo mcg/Kg/min.) (dopamina < 5 mcg/Kg/min.) Gastrointestinal Intolerancia Intolerancia enteral enteral mínima moderada o Ulcera gástrica de estrés. Hematológica Plaquetas Plaquetas < 50/109/l o 9 Leucocitos < 5000/mm3 50-70 /10 /l SNC6 Glasgow7 >= 14 Glasgow 8-13 Metabólico Requerimiento de Requerimiento de insulina = insulina < 2 uds/h 2-4 uds/h o triglicéridos 250350 mg/dl Hepática Grado 3 >72 horas de VM y PEEP2 > 10 o FiO23 > 0.5 o SDRA4. Creatinina > 442 mcmol o Hemodiálisis Bilirrubina 136.8 mcmol/l o Albúmina > 1.9 mg/dl o Tiempo de protombina > + 4 seg. del control Soporte inotrópico elevado (dopamina > 10 mcg/Kg/min.) Intolerancia enteral severa o sangramiento de estrés. Leucocitos > 25000/mm3 Glasgow < 8 Requerimiento de insulina < 2 uds/h o triglicéridos >350 mg/dl 1 = Ventilación mecánica; 2 = Presión positiva al final de la espiración; 3 = Fracción inspirada de oxígeno 4 = Síndrome de distres respiratorio del adulto; 5 = Sin obstrucción biliar; 6 = Sistema nervioso central; 7 = Ver escala de coma de Glasgow en anexo 3. RESULTADOS Y DISCUSION 359 La mayoría de los pacientes tenían peritonitis secundaria (84.2%) y el resto abscesos intraabdominales (15.8%). Dentro de la peritonitis secundaria la peritonitis perforativa tenía el mayor número de pacientes (60.7%), seguida por la peritonitis postraumática (39.3%) y la posoperatoria (12.5%). La mortalidad de cada una de las formas de peritonitis se muestra en la tabla 5. Tabla 5: Clasificación de la peritonitis.1 Peritonitis secundaria Peritonitis perforativa Perforación del tractus gastrointestinal. Necrosis de la pared intestinal. Pelviperitonitis. Después de traslocación de bacterias. Peritonitis posoperatoria Fuga de anastomosis. Otras fugas iatrogénicas. Peritonitis postraumática Después de trauma abdominal cerrado. Después de trauma abdominal penetrante. Abscesos intraabdominales Absceso intraabdominal con peritonitis secundaria. Absceso intraabdominal con peritonitis terciaria. 1 Fallecidos (n) (%) 4 12.5 3 17.6 2 17.6 1 1 1 100 25 100 Vivos 28 14 5 1 8 3 3 11 5 6 6 5 1 Según clasificación de Hamburgo de la peritonitis, 1987. En un intento por agrupar los pacientes con diagnóstico de peritonitis, utilizamos la clasificación de Hamburgo; basándonos en ésta, todos nuestros pacientes fueron clasificados como peritonitis secundaria o abscesos intraabdominales, y ninguno como peritonitis primaria o terciaria. Esta clasificación propuesta en 1987 toma en consideración avances más recientes, teniendo en cuenta la etiopatogenia, fisiopatología y conceptos microbiológicos suficientemente simples para su uso; sin embargo, el esquema no provee una categorización suficiente de pacientes elegibles para la investigación clínica sobre la base de la definición. El grado de extensión y severidad de la enfermedad no es definida y consecuentemente una estimación precisa del manejo de los pacientes y la evaluación del pronóstico no es factible. Algunos aspectos han quedado por debatir y recientemente fue posible proponer modificaciones más amplias sobre esto. La peritonitis puede ser una complicación de la diálisis peritoneal ambulatoria continua (DPAC) previamente incluida como peritonitis primaria, 360 basándose en estudios que han encontrado a pacientes en los que se aisló microorganismos grampositivos u hongos (Staphylococcus epidermidis, Enterococus y Candida) los que pudieron haber penetrado por la piel al peritoneo a través de una ruta periluminal, ha sido clasificada como peritonitis secundaria con otras infecciones iatrogénicas.2 Obviamente la eventualidad de una peritonitis secundaria debido a perforación del tracto gastrointestinal, debe ser considerada especialmente cuando microorganismos entéricos múltiples son aislados del fluido peritoneal. Una subdivisión más amplia del grupo de peritonitis posoperatoria no está clara aún, por ejemplo: la fuga de anastomosis, de la línea de sutura o insuficiencia del muñón, todos originados por la misma causa etiopatogénica debido a una técnica deficiente, fallo en el proceso de cicatrización relacionado con inadecuado suministro de sangre, tensión en la anastomosis o significativa contaminación bacteriana. Cualquiera que sea la causa y el sitio de origen, los aspectos clínicos y resultados de la peritonitis posoperatoria son completamente similares y dependen principalmente de la extensión del defecto.2 Además, en nuestra opinión, otras fugas iatrogénicas pueden incluir entidades patológicas tales como peritonitis secundaria a endoscopias diagnósticas o quirúrgicas, procederes radiológicos o paracentesis repetidas, que son completamente diferentes de otras peritonitis posoperatorias por sus características microbiológicas y mejor desenlace, con el propósito de esclarecer su ubicación en la clasificación ellos deben ser considerados como un grupo independiente. Los abscesos intraabdominales no representan una clase nosológica autónoma, pero uno de los posibles desenlaces en pacientes con infección bacteriana aguda del peritoneo proviene de la resolución de la peritonitis generalizada que le sigue a perforación de vísceras u operación intraabdominal. Toda la respuesta inflamatoria dentro de la cavidad peritoneal puede en primer lugar ser local o evolucionar a la generalización o formación de abscesos, después sigue un estado de equilibrio fisiológico entre las bacterias patógenas y los mecanismos de defensa del huésped. Es difícil evaluar globalmente el pronóstico de la peritonitis, esto puede ser explicado porque la mortalidad varía de 0-70% según su mecanismo etiopatógenico. Para patologías idénticas, la mortalidad puede variar considerablemente de un estudio a otro. Un esfuerzo en la estratificación es indispensable para sostener una clasificación clara, precisa y admisible de la peritonitis, que incluya el origen anatómico y los mecanismos fisiopatológicos, conociendo que esto influye profundamente en el pronóstico. La comparación de los tratamientos quirúrgicos o antibióticos impone una clasificación diagnóstica precisa de la gravedad.4 En el análisis univariado, las variables donde se encontró mayor mortalidad fueron: el sexo masculino (14.3%; OR: 2.37; IC 95%: 0.18-65.7; p=0.62), la edad mayor de 50 años (25%; OR: 4.67; IC 95%: 0.36-62.6; p=0.18), tiempo preoperatorio mayor o igual de 24 horas (18.2%; OR: 2.78; IC 95%: 0.23-34.1; p=0.56), riesgo quirúrgico malo (18.2%; OR: 2.78; IC 95%: 0.23-34.1; p=0.56), clase 4 de Altemier (12.9%), ventilación mecánica (37.5%; OR: 17.4; IC 95%: 1.17-545.8; p=0.02) y la presencia de bacteriemia (50%; OR: 11.0; IC 95%: 0.20-888.1; p=0.20). Dentro de la causa de la peritonitis se presentó mayor mortalidad en la úlcera gástrica (66.7%; OR: 33.0; IC 95%: 1.35-1714.2; p=0.02) y la pancreatitis (33.3%; OR: 5.33; IC 95%: 0.0-136.7; p=0.29), en un paciente la causa de la peritonitis se produjo por fuga anastomótica el cual falleció, también la mortalidad fue mayor en la peritonitis difusa (12.5%; OR: 1.86; IC 95%: 0.14-51.7; 361 p=1.00) y en la inflamación aguda del peritoneo -peritonitis química- (16.7%) como causa del proceso patológico. Al analizar la severidad de la enfermedad encontramos que los valores medios del TISS al ingreso eran mayores en fallecidos en relación con los vivos (27.0 ± 2.94 vs 19.4 ± 6.51; p=0.02) de esta misma forma se comportó al egreso (30.7 ± 2.5 vs 8.0 ± 1.9; p=0.00), también en el IPM (26.2 ± 3.9 vs 21.1 ± 6.1; p=0.10) y en el IDOM (8.0 ± 2.16 vs 1.0 ± 1.4; p=0.00) (tabla 6). Tabla 6: Valor de las variables en la predicción de la muerte: análisis univariado Variables Sexo Masculino Femenino Edad > = 50 años < 50 años Tiempo preoperatorio > = 24 horas < 24 horas Riesgo quirúrgico Bueno Regular Malo Estado físico 1 2 3 4 5 Clases de Altemier 3 4 Ventilación mecánica Si No Bacteriemía Si No Causa de la peritonitis Trauma abdominal Fallecidos Mortalidad Vivos OR IC 95% Valor de p 3 1 55.0 ± 21.2 2 2 14.3 6.2 2.37 1 0.18-65.7 0.621 25 6.7 19 15 34.6 ± 14.7 6 28 4.67 1 0.36-62.6 0.012 0.181 2 2 18.2 7.4 9 25 2.78 1 0.23-34.1 0.561 8 18.2 2 23 9 1 1 2.78 0.23-34.1 0.561 20 33.3 16.7 6 13 8 2 5 1 1 1 1 1.93 0.0-31.1 0.511 4 12.9 7 27 - 3 1 37.5 3.3 5 29 17.4 1 1.17-545.8 0.021 1 3 50.0 8.6 1 33 11.0 1 0.20-888.1 0.201 11 1 2 2 2 1 1 - 362 Pelviperitonitis Apendicitis Ulcera gástrica Pancreatitis Coleperitonitis Fuga anastomótica Otras causas Extensión de la peritonitis Difusa Localizada Proceso patológico Inflamación aguda Absceso intraabdominal Exudado fecaloideo o purulento Necrosis tisular Variables Severidad de la enfermedad TISS al ingreso Clase I Clase II Clase III Clase IV TISS al egreso Clase I Clase II Clase III Clase IV IPM > = 26 puntos < 26 puntos DOM Si No 1 2 1 1 - 66.7 33.3 100 9 5 1 2 3 3 1 1 33.0 5.33 1 1 1 3 1 12.5 7.1 21 13 1.86 1 4 - 16.7 20 7 - - 6 - Fallecidos 1 Vivos OR 27.0 ± 2.94 4 30.7 ± 2.5 4 26.2 ± 3.9 2 2 8.0 ± 2.16 2 2 Mortalidad 28.6 100 18.2 7.4 100 5.5 19.4 ± 6.51 23 10 1 8.0 ± 1.9 28 6 21.1 ± 6.1 9 25 1.0 ± 1.4 34 1.35-1714.2 0.0-136.7 0.021 0.291 0.14-51.7 1.002 IC 95% Valor de p 0.022 0.002 2.78 1 0.23-34.1 0.102 0.561 0.002 - Test exacto de Fisher, 1 cola; 2 comparación entre medias. Valor pronóstico del Índice de Peritonitis de Mannheimer (IPM). 363 Nosotros utilizamos como punto de corte los 26 puntos, de esta forma los pacientes con un IPM menor o igual de 26 puntos tuvieron una mortalidad de 7.4%, mientras en los que tenían más de 26 puntos fue de 18.2%. El índice mostró una sensibilidad de 50% y una especificidad de 73.5% con un valor predictivo positivo de 18.2% y un valor predictivo negativo de 92.6% (tabla 7). Tabla 7: Valor pronóstico del índice de peritonitis de Mannheimer (IPM). IPM < = 26 puntos IPM > 26 puntos Sensibilidad Especificidad VPP2 VPN3 1 Estudio Mannheimer4 M1 = 5.9 % Estudio Tilburg4 M = 56.7% 84% 79% - M = 25% Estudio Munchen10 M = 7% Estudio Cienfuegos M = 7.4% M = 69.2% 69% 75% - M = 55% 86% 74% - M = 18.2% 50% 73.5% 18.2% 92.6% M = mortalidad; 2 VPP = valor predictivo positivo; 3 VPN = valor predictivo negativo. El interés de la evaluación pronóstica es disminuir la morbilidad y mortalidad a través del conocimiento de los factores que puedan influir en ésta (detalles diagnósticos y terapéuticos), disminuir el costo, favorecer la prevención mediante el tratamiento en frío (electivo) de hernias, úlcera gastroduodenal, litiasis vesicular, divertículos de colon, cáncer, coloscopia y celioscopia, comparar los resultados de diferentes estudios, evaluar las técnicas quirúrgicas, los antibióticos, las alternativas en la cirugía de urgencia: radiología intervencionista (drenaje por scanner), imponer estrategias quirúrgicas (por ejemplo, en la úlcera perforada: vaguectomía y piloroplastia vs sutura simple). La peritonitis representa un problema frecuente en las unidades de reanimación quirúrgica, ya que en ellas se toman decisiones costosas y el pronóstico vital inmediato es frecuentemente incierto.4 Con el fin de apreciar la gravedad de la peritonitis se han realizado estudios comparativos, teniendo en cuenta factores pronósticos generales y específicos de cada patología, los cuales han permitido predecir el riesgo de mortalidad de los pacientes, entre ellos se plantea la edad, enfermedades de base, clase de la ASA, tiempo preoperatorio, existencia de disfunción orgánica originada por la peritonitis, imposibilidad de erradicar el foco infeccioso o existencia de cáncer.11 También es interesante el estudio del pronóstico de las enfermedades según la edad. En nuestro análisis univariado la edad media de los fallecidos resultó mayor que la de los vivos, coincidiendo con otros estudios, incluso de análisis multivariado, donde se concluye que la edad es un factor discriminativo en la predicción de la muerte, y a pesar de asociarse otros factores de riesgo se considera el primer factor pronóstico. Es importante señalar que este aumento de la mortalidad según sea mayor la edad se asocia con frecuencia a gran número de enfermedades subyacentes, en particular 364 cardiovascular o cáncer y los escasos signos clínicos de infección abdominal o presentación atípica de éstos (extraintestinales) que se instalan mucho antes de la admisión en el hospital, lo cual causa retardo entre el debut de los síntomas, el diagnóstico preciso y el tratamiento oportuno, este retardo terapéutico inducido por dificultades diagnósticas es causa de sobremortalidad en pacientes de cierta edad.4,10,12-14 Varios estudios pronósticos de las enfermedades quirúrgicas de urgencia de causa intraabdominal en pacientes mayores de 80 años han reportado un aumento de la mortalidad en función de la clasificación de la ASA, en análisis multivariado la categoría de la ASA mayor o igual de III es un factor discriminativo en la predicción de la muerte. Otros estudios han encontrado que la mortalidad varía de una clase a otra, así: un 17.6% en la clase I, un 17.1% en la clase II, un 21.1% en la clase III, un 34.6% en la clase IV y un 100% en la clase V.4 En nuestro trabajo obtuvimos en la clase III una mortalidad de 20%, en la clase IV de 33.3% y en la clase V de 16.7%. Considerando que según esta clasificación en la clase V se agrupan pacientes moribundos, que no deben sobrevivir por más de 24 horas con operación o sin esta, contrasta la diferencia encontrada por nosotros, lo cual se relaciona con la interpretación subjetiva dependiente de la valoración individual de cada anestesiólogo en el momento de clasificar al paciente; estos mismos inconvenientes plantean otros autores al considerar que el resultado de la clasificación depende del observador (débil reproductibilidad) el cual puede emitir definiciones imprecisas, lo que conlleva que la mortalidad varíe según el estudio, así pues no permite una predicción exacta ni una comparación precisa entre servicios, hospitales o estudios,4 de lo cual se deriva la necesidad de realizar una valoración de mayor calidad en el momento de clasificar y seleccionar el riesgo de cada paciente al llegar al quirófano para proveer una clasificación lo más objetiva posible de la severidad de la enfermedad. Robert Hutchinson hace notar en 1934 que “de las tres grandes ramas de ciencia clínica -diagnóstico, pronóstico y tratamiento- el pronóstico es admitido como el más dificultoso”.15 En nuestro estudio se utilizaron tres índices que evaluaban la severidad de la enfermedad, 2 de ellos generales (el TISS y el IDOM) y uno específico para la peritonitis (el IPM). El promedio de puntuación del TISS al ingreso fue significativamente mayor en los pacientes que fallecieron (p=0.02), resultado que tiene concordancia si tenemos en cuenta que los pacientes más graves reciben un mayor número de intervenciones diagnósticas y terapéuticas; esto explica también que el promedio de puntuación del TISS al egreso fuera significativamente mayor en este grupo de pacientes (p=0.00). Resultó también significativo que el promedio de puntuación del IDOM fuera mayor en los fallecidos (p=0.00); como es conocido los pacientes que tienen diagnóstico de peritonitis pueden evolucionar al síndrome de disfunción orgánica múltiple, en este caso secundario,16,17 y que constituye, por lo general, el cuadro final que los lleva a la muerte. Estos resultados nos sugieren que ambos índices pueden ser utilizados rutinariamente en la evaluación pronostica de los pacientes con peritonitis. Como ya hemos mencionado el IPM es un índice utilizado para la evaluación pronóstica de la peritonitis; en nuestro estudio la mortalidad global de los pacientes con peritonitis fue de 10.5%, en otras palabras 1 de cada 10 pacientes fallecieron, mortalidad que puede considerarse baja en relación con otros estudios.2 Al evaluar el valor pronóstico del IPM, encontramos que la mortalidad en los pacientes con 26 puntos o menos fue de 7.4% 365 resultado que no difiere sustancialmente con otros estudios (estudio Mannheimer y Munchen), excepto con el estudio Tilburg donde fue de 25%.4,10 En el caso de los pacientes con más de 26 puntos la mortalidad fue de 18.2%, mortalidad que resulta muy baja al compararla con los tres estudios mencionados previamente, lo que podría ser explicado por el hecho de que no todos los pacientes con peritonitis grave ingresa en la UCI. Por otro lado, el índice mostró una baja sensibilidad (50%), o lo que es lo mismo, una capacidad baja para identificar correctamente los pacientes con peritonitis que van a fallecer y una aceptable especificidad (73.5%) muy similar a los resultados de los estudios Mannheimer, Munchen y Tilburg, pero que difiere del estudio de Demmel que encontró una alta sensibilidad (93%) con una baja especificidad (16%)(ver tabla 7).18 De esta forma la mayor utilidad del IPM está en su capacidad de identificar a un gran número de pacientes con peritonitis que tendrán una evolución favorable. Organismos aislados en sangre y cavidad abdominal. En los cultivos realizados en las muestras de sangre obtenidas en los pacientes se descubrió la presencia de bacteriemia en el 5.3% y sólo 2 microorganismos aislados: Citrobacter diversus y Acinetobacter spp. De los microorganismos aislados en cavidad abdominal resultaron más frecuentes la E. coli (13.1%), seguida por Acinetobacter spp (2.6%) y Enterobacter aerogenus (2.6%) (Tabla 8). Tabla 8: Microorganismos aislados en sangre y cavidad abdominal. Fallecidos (n) (%) 1 100 Vivos Microorganismos aislados en sangre • Citrobacter diversus. • Acinetobacter spp. • Sin crecimiento bacteriano Microorganismos aislados en cavidad abdominal 1 3 8.3 • Acinetobacter spp. 2 • Escherichia coli. 3 60 • Enterobacter aerogenus. 1 100 • Staphylococcus coagulasa negativo. 33 2 1 Limitaciones del estudio La principal limitación se deriva del pequeño número de pacientes que participaron en la investigación, esto conllevaría a rechazar la hipótesis del estudio y a no rechazar la hipótesis nula (error de tipo I), en otras palabras las pruebas de significación estadística no eliminan la incertidumbre. No rechazar la hipótesis nula traduciría que los datos no 366 son lo suficientemente convincentes como para rechazar el supuesto de que no hay asociación entre las variables y el punto final de la medición (error de tipo II). El las UCI donde el número de camas es limitado y, por tanto, el número de pacientes que ingresan en un tiempo determinado (p.ej., 6 meses) es relativamente pequeño, ha permitido que se desarrollen investigaciones que incluyen a pacientes que ingresan en más de una UCI de un mismo país (estudios multicéntricos) o de varios países (estudios multinacionales), con el fin de lograr involucrar un gran número de pacientes en las investigaciones en un período de tiempo relativamente corto. En nuestro país aún no se han diseñado estudios como los referidos anteriormente, sin embargo varias UCI cuentan con la tecnología necesaria y existen programas que permiten crear bases de datos e introducir variables de gran número de pacientes (p.ej., Epi Info versión 5.0 y 6.0). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Hedberg SE, Welch CE. Peritonitis supurada con abscesos importantes. En: Hardy JD, editor. Problemas quirúrgicos graves. Ciudad de La Habana: Revolucionaria, 1985: 463-508. 2. 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Anexo 2: Sistema de puntuación de intervención terapéutica (TISS) 4 puntos: 1. Paro cardíaco y/o cardioversión dentro de las últimas 48 horas. 2. Ventilación controlada con o sin PEEP. 3. Ventilación controlada con empleo de relajantes musculares. 4. Taponamiento con balón de várices gastroesofágicas. 5. Infusión arterial continua (vasopresina, catéter gástrico para control de hemorragia digestiva). 6. Catéter en la arteria pulmonar (Swan-Ganz). 7. Marcapaso auricular y/o ventricular. 8. Hemodiálisis en paciente inestable. 9. Diálisis peritoneal. 10.Hipotermia inducida (para lograr temperatura menor de 33 o C). 11.Infusión de sangre a través de un sistema de presión. 12.Empleo de pantalón antishock. 13.Monitoreo de la presión intra craneana. 14.Transfusión de plaquetas. 15.Balón de contrapulsación aórtica. 16.Cirugía de urgencia dentro de las últimas 24 horas. 17.Lavado por hemorragia digestiva alta aguda. 18.Endoscopia o broncoscopia de urgencia. 19.Infusión de drogas vasoactivas (más de una droga). 3 puntos: 20.Hiperalimentación por vía venosa central. 21.Marcapasos detenido. 22.Tubos torácicos. 23.Ventilación mandatoria intermitente o ventilación asistida. 24.CPAC. 368 25.Infusión de solución de potasio concentrado por vía venosa central. 26.Intubación nasotraqueal u orotraqueal. 27.Aspiración intratraqueal directa. 28.Balance metabólico complejo (control frecuente de ingresos y egresos). 29.Múltiples estudios de laboratorio diarios (más de 4 por turnos). 30.Infusión de más de 5 unidades diarias de sangre o hemoderivados en 24 horas. 31.Medicación intravenosa en bolos (no programada). 32.Infusión de una droga vasoactiva. 33.Infusión continua de antiarrítmicos. 34.Cardiversión por arritmia (no desfibrilación). 35.Mantas para hipotermia. 36.Línea arterial. 37.Digitalización aguda dentro de las 48 horas. 38.Determinación del gasto cardíaco por cualquier método. 39.Diuresis activa por sobrecarga hídrica o edema cerebral. 40.Tratamiento activo de alcalosis metabólica. 41.Tratamiento de acidosis metabólica. 42.Toracocentesis, paracentesis o pericardiocentesis de emergencia. 43.Anticoagulación activa (48 horas iniciales) 44.Flebotomía por sobrecarga de volumen. 45.Cobertura con más de 2 antibióticos endovenosos. 46.Tratamiento de convulsiones o encefalopatía metabólica en las últimas 48 horas o antiguo. 47.Tracción ortopédica complicada. 2 puntos: 48.Control de la presión venosa central. 49.Dos catéteres endovenosos periféricos. 50.Hemodiálisis en paciente estable. 51.Traqueostomía reciente (dentro de las 48 horas). 52.Respiración espontánea por tubo endotraqueal o traqueostomía reciente (pieza en T o máscara traqueal). 53.Nutrición enteral. 54.Reemplazo de pérdidas hídricas excesivas. 55.Quimioterapia parenteral. 56.Control horario de signos vitales neurológicos. 57.Infusión de vasopresina. 58.Cambio múltiple de apósitos. 1 punto: 59.Monitoreo electrocardiográfico. 60.Signos vitales horarios. 61.Un catéter endovenoso periférico. 62.Anticoagulación crónica. 63.Ingresos y egresos normales. 64.Control de laboratorio de rutina. 65.Medicación intravenosa intermitente programada. 66.Cambios rutinarios de apósitos. 369 67.Tracción ortopédica normal. 68.Cuidados de traqueostomía. 69.Ulcera de decúbito. 70.Catéter urinario. 71.Oxígeno suplementario (nasal o máscara). 72.Antibióticos endovenosos (dos o menos). 73.Fisioterapia torácica. 74.Lavado extenso, debridación o cierre de heridas, fístulas o colostomía. 75.Sonda nasogástrica de descompresión. 76.Hiperalimentación periférica/terapia con lípidos. Situaciones que se tomaron en cuenta para la aplicación del TISS: • • • • Los datos fueron recogidos en el mismo momento cada día, preferentemente en la mañana y por el mismo observador. Cada artículo del TISS se chequeó si fue ejecutado o cumplimentado en algún momento durante las primeras 24 horas. Los puntos totales del TISS deben decrecer a medida que el paciente mejora, a la inversa se puede asumir con seguridad que si los puntos del TISS aumentan, más intervenciones o más cuidados intensivos se le están realizando al paciente e indican deterioro de las condiciones del paciente. Por tanto si los puntos del TISS aumentan mientras el paciente mejora o viceversa hay que chequear la posibilidad de error, ya que se deben estar adicionando intervenciones inapropiadamente. La enfermera del paciente puede ser de gran ayuda en este sentido. Cuando se aplican varias intervenciones similares en las mismas 24 horas, sólo se utilizará el valor de puntaje para la intervención máxima. Ejemplo: si un paciente se encuentra en ventilación controlada (4 puntos), luego se coloca en IMV (3 puntos), luego CPAC (3 puntos) y por último tubo en T (2 puntos), sólo se asignará el valor máximo. Anexo 3: Escala de Coma de Glasgow. Apertura de los ojos Espontánea. A estímulo verbal. Al dolor. Nula. Respuesta verbal. Orientado. Confuso. Palabras inapropiadas. Sonidos incomprensibles. Puntos 4 3 2 1 5 4 3 2 A B 370 Nula Respuesta motora. Obedece órdenes. Localiza el dolor. Retira el miembro al dolor. Flexión anormal al dolor. Extensión al dolor. Nula. Puntuación Rango de Coma ( A + B + C): 1 6 5 4 3 2 1 C 3 a 15. 371