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Po~
ADolfo 4 0}\
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M,c.~~~x~
é:I
A la memoria del gran mexicano don
VENUSTIANO CARRANZA,
en mi des tierro.
Pocas veces un poeta me ha hecho sentir tan intensamente a su patria Con sus versos, cual lo ha conseguido León
Ossorio. Su lira magnífica y la visión eterna que de su pueblo lleva en las pupilas, contribuyen por modo admirable a
provocar la sensación de su tierra bravía y heroica~ sentimen··
tal y plena de ternuras.
León Ossorio, cruzado del americanismo, es ante todo
y sobre fodo mexicano. Si ama a Cuba porque allí su madre
escuchó la palabra del viento y porque en esa querida tierra
el poeta fue acogido como hijo, y si dedica a otros rincones
del mundo de Colón la ofrenda afectuosa de su corazón sen··
sible, no por ello olvida que nació en Monterrey y que galopó
jadeante, sobre el corcel guerrero, niño aún, bajo el sol mexicano luminoso, desde Sonora hasta Yucatán y desde Tamaulipas y el retiro de Diaz Mirón hasta Colima, luciendo los dorados galones que dábanle alta categoría en el ejército al lado
de Carranza y protegiéndose del hielo serrano con un sarape
-7-
•
LEON
OSSORIO
de Saltillo; ni le es dable olvidar sus noches de vigilia, cuando contemplaba extasiado los ojos tapa tíos de alguna morena que, con amor, le brindaba el huacamole, las tortillas
elaboradas por ella misma en el metate, o el mole de guajo··
lote, todo acompañado de los ricos tamales · jarochos con
abundoso chile, el consabido trago de tequila y los "ates" de
Morelia.
Imposible que olvide este soldado-.poeta a la Virgenci
la insurgente del Padre Hidalgo que dice el Duque Job, ni la
elegancia fachendosa del charro típico, como no se borra· de
su visión, a pesar del destierro prolongado con demasía, la
china de gruesas trenzas y pies desnudos y limpios que, alegre, ayuda a su hombre en las faenas del campo y ya en el
jacalito, durante el descanso, pone un remiendo en las ropas
o los huaraches del marido, mientras circula el pulque de labio en labio, arrobándose en la contemplación de las gayas
chinampas de Xochimilco y en los prados henchidos de suculenta mies.
y de sus días de revolucionario y arengador de multitudes arrebatadas, no puede arrancar de la memoria los sones
de "La Adelita" y "Cielito Lindo," ni mucho menos-pues
eso está muy adentro del corazón-aquello de: "Mexicanos,
al grito de guerra," que sacude y agita hasta el delirio de la
pugna agonística . . . . Eso es su ambiente; y artista congénito como es, arranca a su caramillo la melodía vernácula
y hace surgir las lágrimas . . . ¡ y yo he visto llorar a una
mujer a quien le leí los versos de Adolfo León Ossorio, gran
poeta de tropical inspiración!
Miraflores, 1929 .
ENRIQUE D. TOVAR y R.
J
Del Ateneo de Ciencias y Art es de 11,11éxic0.
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•
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S A S
D E
MI
T I E R R A
Adolfo León Ossorio luciendo el típico traje de Charro
Dibujo de Salvador Bagüez, tomado
de la gran revista nacional "México"
que se edita en Los Angeles, Cali.
fornia.
- 9-
•
Prólogo
ADOLFO LEON OSSORIO da hoy a las prensas un libro en
el que sin que medie propósito deliberado de ello, se saca triunfante una tésis muy vieja y que será siempre nueva: la de ser
la esencia del arte, la sobriedad y el sentimiento. Ocioso fuera··
buscar en COSAS DE MI TIERRA preciosidades de última o de
penúltima hora, transplantes más o menos felices de lo que tal
Monsieur o Mister o Herr pensaron y escribieron, ni aquellas reminiscencias estudiadas con que el autor se acredita de hombre
versado en propias y extrañas literaturas: echarás e de ver, eso
sí, a poco que uno las lea, que es un verdadero poeta quien las
ha escrito; se caerá prontamente en cuenta de que, pese a ser
(y aun puede que a veces con desen su totalidad mexicanas
tomadas en conjunto,
apoderado empeño de mexi~anismo),
cumplen con la condición de universalidad
que distingue al
arte del artificio.
-
11-
•
LEON
OSSORIO
No es de ahora que la poesía culta o erudita o de remedo
y la popular o espontánea o propia vienen librando en las letras castellanas reñidas batallas. Inclinarse a una u otra va en
opiniones, en gustos, de los cuales, según reza el refrán, no haya
nada escrito. Más como quiera que cada cual goz,a el derecho
de tener el suyo, no habrá por qué se llame a juicio a quienes
se inclinen a lo del pueblo por considerarlo más viviente, verdadero y perfecto, con esencial perfección estética ya que no retórica.
Hay en el ejercicio de la poesía popular, cuando no es el
mismo pueblo el que lo emprende, gravísimo escollo que a pocos
es dado sortear. Porque sucede que por irse a lo sencillo se cae
en lo chabacano; que se toma del modelo aquel no preocupar..
se de la forma y no se alcanza a tomarle ni una partecilla del
alma de Juan de Todos.
No adolecen las composiciones de Adolfo León Ossorio de
ese defecto, lo que se debe, a mi juicio, a que no IMITA al pueblo sino SIENTE a la par de él.
Si
y tú
i qué
i qué
yo hubiese
la preciosa
borrachera
borrachera
sido el Rey
Xóchil:
de pulque!
de amores!
Para subir a Maltrata
hay que llevar la cobija;
para subir a tu alma,
díme, ¿ qué se necesita?
Un toro de Piedras Negras,
o uno de Tepeyahualco:
así me ponen los celos
cuando estás a otro mirando.
-
12-
•
COSAS
DE
MI
TIERRA
No es aventurar profecía el decir que a vuelta de unos años
han de oírse éstos y otros versos de COSAS DE MI TIERRA en
boca de cantores del pueblo mexicano, el que, de puro sentirlos
suyos propios, no ha de curarse de recordar que fue León Ossorio quien los escribió. Lo cual, como ya alguien lo ha apun tado, debe mirarse como a suprema gloria de un poeta.
A más de este género, el de la copla cuya concisión la ha··
ce medio preferido de nuestros pueblos, halla la musa que inspira a Adolfo León Ossorio otro, en el que aparece como heredera legítima de la que inspiró los romances españoles. Pertenecen a él composiciones como GUADALUPANA, INDIA, LA SILLA VAQUERA, UN RANCHO y varias más. La segunda de
ellas encierra en sus veintiocho octosílabos todo el sentimiento
trágico que bastara en un poema culto para llenar otras tantas
, .
pagmas.
En LAS CHINAPAS el final tiene verdadero "sabor de grandeza épica:
M éxico es un a chinampa
de flo res r ojas . . . bogand o
va la chin ampa encantada
sobre un Xochimilco trá gico . .
Hay libros que se leen porque es preciso enterarse de ellos
ya que vivimos dentro de una civilización en la que se pierde la
mitad de la vida en aprender y practicar cosas perfectamente
inútiles; otros hay que una vez leídos se guardan a la mano, sin
propósito de consulta interesada, para ir a ellos cuando un gran
júbilo o un gran dolor nos afinan la sensibilidad y despiertan en
el alma la sed de lo bello. En la categoría de estos últimos coloco, sin comparar ni establecer paralelos, las RIMAS de Bécquer, el TABARE de lorrilla de San Martín, los DIALOGOS de
-
•
13 -
LEON
OSSORIO
Platón, la GENTE POBRE de Dostoyevski, el INTERMEllO de
Heine y algunos más que alcanzan a contarse con los dedos de
las manos, uno de los cuales reservo para COSAS DE MI TIERRA, previa supresión de algunas, muy pocas, de sus páginas.
DMlTRI IVANOVITCH.
Panamá la Risueña,
30 de enero de 1928.
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R R A
UNA CARTA DE MARIA ENRIQUETA C. DE PEREYRA,
LA ALTA POETISA Y NOVELISTA MEXICANA
Madrid, a 25 de marzo de 1929.
Señor don León Osario.
Panamá
M uy estimable señor:
Con verdadero encanto, y hasta con lágrimas, he leído
su hermoso libro "Cosas de mi Tierra."
Ajeno por completo a ese "mexicanismo amanerado," que
no es sino artificio, y que por tanto se viene abajo al punto,
el libro de usted, basado en la verdadera inspiración, sabe encontrar asuntoS-¡ empresa muy difícil !-y una vez hallados
sabe llevarlos de la mano por caminos lógicos, rectos, hasta
darles la salida mejor, la más conveniente, de acuerdo con el
arte y la inspiración. Es un verdadero primor su libro-que he
leído muchas veces ;-y por esa obra suya, tan sólida, felicito
a usted muy sinceramente. Es usted un poeta de verdad.
¡ Que la Guadalupana lo haga dichoso!
Gracias por tan bello regalo.
María Enriqueta C. de Pereyra.
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COSAS
DE
MI
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UNA CARTA DE ANA TERESA DE LA PARRA, LA
NOTABILISIMA CUENTISTA y NOVELISTA
VENEZOLANA
París, setiembre 8 de 1929.
Señor don León Ossorio.
Lima, Perú.
:Mi siempre recordado amigo:
Acabo de recibir su libro "Cosas de mi Tierra." Apenas
lo he hojeado y he visto que en sus versos vibra heroicamente
esa vida todo interés y color que es el maravilloso país de
~Iéjico. Ha escrito usted un libro que merece los más cálidos
elogios. Lo felicito sinceramente. Su amiga.
Ana Teresa de la Parra .
•
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L E O N
OSSORIO
"Cortejando en mi cuaco a las mucha~has"
Madera de D.'az· d e' L eon.
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LEJOS
Mientras haya un caballo pretensioso
de finas crines y de cola larga;
un caballo que tenga de estatura,
muy bien medidas, unas siete cuartas;
que no huya al sentir en las orejas
el agudo silbido de las ,balas,
y que sepa llevar a una ranchera
de rasgadas pupilas, en el anca:
¡ no me vengan a mí con automóviles
aunque sean mejores que los Packard!
En lugar de automóviles, caballos
para andar por las tierras del Anáhuac,
mirándome en los lagos diamantinos,
contemplando los rientes panoramas,
acudiendo en mi cuaco a los bochinches,
cortejando en mi cuaco a las muchachas,
lazando potros bravos en los ranchos,
bebiendo pulque en jícaras de .U ruapan,
llevando dos pistolas y cien tiros
para echar harto plomo en las montañas ...
-19 -
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L E O N
OSSORIO
Así soy yo: me gustan sobre todo
las varoniles cosas de mi Patria;
me seducen las tilmas de S al tillo
y los ricos sombreros de alas anchas,
los regios pantalones adornados
con los botones de luciente plata,
las canciones de amor (¡ y qué canciones
ésas que el pueblo arranca a sus guitarras !)
los toros, que también son fiesta nuestra
que nos dejó, con su valor, España;
los taquitos de rica barbacoa
y las incomparables enchiladas;
en vez de pan francés, quiero tortillas,
por un plato de mole doy el alma. ; .
Hay que vivir en México y sentirlo;
hay que probar las cosas de mi Patria,
para saber lo tristes que aparecen
a través del destierro y de las lágrimas ...
-
20--
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MI
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T
MADRE
Madre, yo siento tus besos
sobre mi vida caer ...
En todo 10 que yo miro,
tus dulces ojos me ven;
por los senderos que cruzo
van las huellas de tus pies;
al saborear una fruta
hallo tu boca en su miel,
tiembla tu amor en el agua
con la que aplaco mi sed.
Cuanto lnás de ti me alejo,
más te filtras en mi sér;
que una madre sigue al hijo
igual que al amo un lebrel ...
j Madre, yo siento tus besos
sobre mi vida caer!
Atravesando montañas
un lago me copié;
y el lago me dijo: ¿ Sabes?
j Tu madre siempre te ve!
~n
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.
"
J E
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R A
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OSSORIO
Después una golondrina
vino a mí al amanecer:
Soy un férvido recuerdo
de tu madre ... ; no lo ves?
Sentí en las sienes el roce
de una rosa de Aranjuez,
j y era un beso de tus labios
hecho flor por tu querer!
Madre, yo siento tus besos
sobre mi vida caer ...
En todo lo que yo rhirq
tus dulces ojos me ven,
que una madre sigue al hijo
igual que al amo un lebrel ...
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C
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T I E R R A
EL CHARRO
A mi hermano del alma el
General Rafael . Cárdenas
Varonil tipo el tuyo, compañero!
Símbolo de mi raza noble y fuerte,
tienes del trovador y del guerrero
vencedor en las luchas de la suerte.
j
Luce, palio de gloria, tu sombrero
donde el águila intrépida se advierte;
tu airosa chaquetilla, aunque es de cuero,
se hace coraza al afrontar la muerte.
En tu mano la reata es un trofeo;
gallardamente cruzas el paseo
con tus aires de indómita bravura;
y son tántas tus glorias y tus mañas
que las hembras inclinan las pestañas
por rendir homenaje a tu figura.
- :23
•
L E O N
o. s s
O R 1 O
GUADALUPANA
Tiene olor a madreselva
tu enagua azul de percal,
tu reboso huele a nardo:
toda tú a jardín nupcial.
En cada pupila tuya
tiembla una aurora boreal;
está escondido en tu pelo,
como un cocuyo, un cantar. .
Muchachita de ojos negros
cual noche de tempestad,
devota eres de la Virgen
gloriosa del Tepeyac,
en su basílica siempre
te ve la gente rezar.
Reza por tu linda Patria,
no la vayas a olvidar,
que entre todos los amores
la Patria primero está.
-24-
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Mt
'tIÉRRA
México se baña en sangre ..•
i reza por ~l, y verás
que a tí la Virgen te atiende
porque eres toda bondad!
En cada pupila tuya
tiembla una aurora bo real:
dile a la Virgen que sea n
las auroras de la paz.
-
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L E O N
OSSORIO
INDIA
India que vendes claveles
en la Plaz~ de San Tuan :
-Niña, mérqueme las flores
que se me van a acabar.
Vienes de lejanas tierras,
tal vez de Michoacán,
de niña tuviste un novio,
que fue arriero o caporal;
con él en las nopal eras
te escondiste a platicar,
vinieron los años malos
y para ganarte el pan
dejaste el pueblo llorando
para irte a la Capital.
En cada clavel que ofreces
hay dormida una ansiedad:
-Niña, mérqueme las flores
que se me van a acabar.
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T I E
Cada día es un perfume
que dejas evaporar ...
Son los catrines golosos
no más saben malorear;
aquí la vida es doliente,
aquí nadie te querrá
como el indio que dejaste
allá en tu pueblo natal ...
-Niña, mérqueme las flores
que se me van a acabar .
...- . .:
..
.
.
..... ....... •.
•
,
•
.
61 •
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LEON
OSSORIO
ESTATUA
Lupe: Eres un símbolo
del inagotable México,
con plata de Guanajuato
deben modelar tu cuerpo,
y en el pico de Orizaba
seri tu perfil de ensuefio
Jo .
floripondio hecho; mujer
que está perfttm"anáCl eéÍ delo.t
•
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S
A
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D
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M1
TIERRA
LA PISTOLA
Al
notable educador potosmo.
profesor Joaqwn C. Loredo
No falta en traje de charro
la buena pistola nunca;
orgullo son de mi tierra
canana, pistola y funda .
Para cuidar unos ojos
qu ... nos dieron su ternura,
una boquita risueña
tan dulce como las tunas;
echar naranjas al suelo
o bien quitarle unas plumas
con una bala certera,
y de noche, a una lechuza,
guarda siempre el mexicano
una pistola en su funda.
P a ra morir por la Patria
cuando se cubre de bruma~
y hay alguien que dice: ¡Guerra!
i nos invaden ... ahora o nunca !,
hay cien mil pistolas listas
de Texas a Tapachula . . .
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L E O N
OSSORIO
LAS CHINAMPAS
Son primaveras que flotan
sobre las aguas del lago
mientras los indios elevan,
como una oración, su canto.
Chinampas de Xochimilco,
como cisnes encantados
váis cubiertas de amapolas,
de margaritas , de nardos ...
:México es una chinampa
de flores rojas ... bogando
va la chinampa encantada
sobre un Xpchimilco trágico ...
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LA MARIMBA
Tehuana de negros ojos,
pálida mujer sensual .
que estás enferma de ·amores
y te pones a pensar
en aquel a quien le diste
todo 10 que puedes dar:
la marimba está llorando
como tú sabes llorar,
es una mujer que tiene
la clara voz de cristal;
un nombre muy mexicano
y un alma de madrigal.
La luna en el Papaloapam
se ha querido retratar;
está aspirando el perfume
de tu cuerpo escultural.
. La marimba dice en tanto
una sandunga mortal:
tehuana, no seas ingrata;
tehuana, déjate amar ...
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L E O N
OSSORIO
LA SILLA VAQUERA
Para lujo, el que tú tienes!
No envidias oro ni plata
que te adornaron con gusto
manos expertas y sabias.
j
Sobre los cuacos rebddes,
eres un trono que baila
mientras que grita el ranchen l
j El mar es un buche de agua!
Para tí no hay to ros bravos,
mientras haya una reata
que se a fiance en tu cabeza
cuando el buen cauallo arranca.
L as priet a s se vuelven locas
por acomodar sus n algas
en tí, mi silla vaquera,
que erés un trono que baila.
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LA REATA
Una reata es una firma
de pasión y de tragedia;
ella sabe de arrogancias
en las tardes de la feria
y por los ojos enlaza ~
el alma de las trigueña"s.
Allá en el cuarenta y siete,
nuestros nobles charros eran
lazadores de soldados
extraños en la frontera;
lazaban hasta cañones ...
asaltaban las tricberas
con una reata en la mano
que era igual que una culebra.
Rancherita de falisco,
poblana de finas trenzas,
linda muchacha jarocha,
indómita oaxaqueña:
i una reata es una reata
en el amor o en la guerra!
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'.
.
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LEON
OSSORIO
EL SOMBRERO DE CHARRO
Te bonJaron con esmero
unas manos de mujer
y después el bravo charro
tt: lució en Chapultepec.
Lo mismo al güero del N arte
que al suriano, cuya tez
es pálida y melancólica,
le resulta tu altivez.
Te pudo lucir airoso
GuatemozÍn o Cortés;
para lucirte, · hace falta
alma valiente tener.
Cuando se baila el jarabe,
te rindes bajo los pies
diminutos y graciosos
de alguna linda mujer;
de rica plata y de oro
condecorado te ves;
eres símbolo glorioso
de valentía y querer.
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Rico sombrero de charro:
i qué soberano te ves!
i cómo triunfan tus galones!
i qué enorme es tu esplendidez!
T e bordaron las morenas
manos de azteca mujer
y después el bravo charro
te lució en Chapultepec.
-
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,)J _ .
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R
R A
L E O N
OSSORIO
EL SARAPE DE SALTILLO
Para envolverme en las noches
que en el campo hace frío
y está la chata muy cerca
y lejos el caserío
y sollozan los nlaizales
al paso del viento arisco,
no hay nada más cariñoso
que un sarape de Saltillo
~n
Eres sarape, un pedazo
de Patria que va conmigo;
sol que en iris se convierte
y que sobre el hombro mío
guarda el olor de la pólvora
y el calor de los suspiros.
Fuiste a las ferias del pueblo;
en mi caballo tordillo
flotabas sobre mis hombros
igual que un manto bendito,
i formas parte de mi vída,
sarape de mi ~a1tillo!
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LAS ESPUELAS
Al brioso periodista mexicano
E. Garda Tagle
Van sonando, van sonando
las espuelas de Amozoc
igual que suena tu nOlnbre
dentro de mi corazón ...
i Cómo fulgen las espuelas
bajo los besos del sol;
parece que son los ojos
de la niña que amo yo!
Llevan adornos de plata;
remedan una canción
que va alentando al caballo
en su carrera veloz.
Van s.onando, van sonando
las espuelas de Amozoc
ig ual que suena tu nomb re
dentro ele mi cora zón ...
L E O N
OSSORIO
UN RANCHO
Al gran dibujante mexicano
A. Pérez Soto
Una mujer hacendosa
que no me dé malos tratos,
que tenga siempre una frase
de cariño entre los labios;
que arranque notas sentidas
a las tedas del piano
y sepa decirme versos
con acento apasionado;
diestra en hacer las tortillas
y el sabroso champurrado
y los ricos chilaquiles
y los frijoles aguados
y el mole de guajolote
y el guacamole y los tacos;
que me presente, orgullosa
como Xóchil, en un jarro
el regio pulque de Apam
perfectamente curado.
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o.
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D
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Una vaquita lechera
que dé sus dos litros diarios;
además, un buen becerro
del mero Tepeyahualco
para darle los domingos
silvéticos capotazos
(a mí me gusta Silveti
porque es mismamente un macho).
Un loro de la Huasteca
para que se esté cantando
Mi Viejo Amor, La Adelita,
y Soy el Abandonado.
La montura de Colima;
el brioso y negro caballo;
una guitarra y un rifle
para hacer tiros al blanco;
un perro que me acompañe
y vaya tras de mis pasos.
y en una verde lomita,
como un juguete, mi rancho ,...
Lo demás... son puros cuentos
que vo no quiero escucharlos ...
i qué bonitas mañanitas
son éstas que estoy soñando!
39 -
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L E O N
OSSORIO
RANCHERIT A MEXICANA
Encuentro en tu belleza de primavera
todos los arrebatos ce mi bandera:
me seduce tu porte leve y airoso,
i eres una acuarela con tu reboso!
Ticnes los ojos verdes, niña preciosa,
y por tus ojos verdes eres mi diosa;
tienes el cutis blanco, de nieve pura
cual la que el IxtIacihuatl luce en su altura;
es tu boca tan fresca, que se me antoja
una ardiente amapola sensual y roja.
Falta el escudo, chula: bien lo asemejas
con los arcos tendidos de tus dos cejas,
que siendo de tu rostro precioso galas
del águila de México fingen las alas.
Por eso te acompañan, i oh mi ranchera!
todos los arrebatos de rni bandera.
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EL CORRIDO
Al Lic. don Ezequiel Padilla, Secretario de Educación Pública de
México, con mis aplausos.
Buscad e' alma del pueblo
adentro de una canción:
i mexicano que no canta
en M éxico no nació!
Con la guitarra en la mano,
sentimental, fanfarrón,
veréis al hijo del pueblo
lanzar al aire su voz.
El nombre de una mujer,
como el aroma en la flor,
va perfumando la copla
que sale del corazón.
En el amor y en la muerte,
en la dicha y el dolor,
el mexicano es el mismo
frente a los hombres y a Dios.
-41-
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L E O
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OSSORIO
Igual en tiempos de paz
que en los de revolución,
entona el pueblo el corrido
en cuyos versos quedó
presa la pena o el goce
de un anhelo o de un amor.
y hay en el corrido toda
la altivez de Díaz Mirón,
el misticismo de N ervo,
la gracia del Duque J oh ...
j porque está el alma de México
adentro de esa canción!
-42-
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Eres la reina de los jaripeos,
saltan por donde pasas los deseos ...•
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LA CHINA POBLANA
Tenías que ser poblana, china mía,
para llevar a México en tu gracia:
tienes, como la ardiente tapatía,
ojos de fuego y cabellera lacia.
J\1irarte nada más causa alegría,
rojos como las flores de la acacia
tus labios son, y vives de poesía
y del amor que en el amor se sacia.
Eres la reina de los jaripeos,
saltan por donde pasas los deseos,
una alborada enciendes cuando ríes;
y al bailar nuestro baile mexicano
son tus menudos pies dos colibríes
picoteando las rosas del jarano.
-45 _ .
•
L E O N
OSSORIO
LATAPATIA
Ardiente, apasionada, voluptuosa,
en sus ojos juntó la tapa tía,
.
con la esplendente luz del mediodía
la sombra de la noche misteriosa.
Es de nardo su tez, su boca rosa
de miel en la que el alma aspiraría
por libar de sus besos la ambrosía
a morir convertida en mariposa.
En las noches, oculta tras las rejas
sueña escuchando las sentidas quejas
que una canción de amor temblando exhala.
o se le nubla la serena frente
si interrumpiendo el canto, de repente,
en la noche al pasar sil&a una bala.
-46-
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TIERRA
LA NORTERA
Es himno la Norteña en
se hace mujer para exaltar
fiera y gallarda, su belleza
dej<:llldo el alma a su poder
que la vida
mi raza:
pasa
rendida.
El cauco más rebelde, si su brida
lo rige, a sus caprichos se acompasa;
la voluntad lllás firme, es leve gasa
que tiembla por su acento sacudida.
Hecha para triunfar, oculta el fuego
del mexicano sol en las pupilas;
sólo si del amor la ablanda el ruego
dulzura es su altivez, más la recobra
cuando al lado de su hombre, entre las filas
para mori.r con él, valor le sobra.
·
O
-
47'.
L E O N
OSSORIO
LA YUCATECA
¡ Oielia de mi México sonoro!
Su amor es una. aroma. que embalsama
ele ensueño el corazón, luz que derrama
sobre el dormido mar la luna de oro.
"
Hecho para el ¿Me quieres!... y ~~ ¡ T e adoro.,
su acento es uua música que llama
del mundo de los sueños . . . i Cuando ama,
entrega todo el sér, como un tesoro!
N acida en tierra de canciones, sabe
querer con la dulzura de una suave
canción que por la vida va pasando .
i Y si en su alma la ilusión rebosa,
se la mira temblar, como una r osa
que manos de ilusión van deshojando!
-- 48
•
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C
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S A
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D E
M
I
T
I
E
R
R
A
EL FANF ARRON
A mi hermano del alma el intrépido
aviador, Coronel Alberto Salinas
Carranza
En los fl oridos Estados
que componen mi país,
no hallas dos enamorados
de mi talla y mi carquís.
Yo con cualquiera me amarro
y habré de nombrarte mía,
pues soy el más bravo charro
de la tierra tapatía.
Para bailar un
y agarrarme con
(está mal que y o
pero a ver si hay
jarabe
el cuete
me alabe)
quién me ret\::o
P or conseguir tus amores,
probaré que soy de ley;
i testigos de mis valores
hay muchos en :M onterrey !
Aunque jamás me he rendido,
por tu querer t odo acato ;
pregunta si me he lucido
peleando allá en Guana juato.
-
49-
•
o s s
L E O N
O R"1 O
Por ser un charro de acción,
en un pleito maté a tal ...
me fuÍ a la Revolución
y he llegado a General.
Habrás de estar orgullosa
de darme el sí en la ventana;
si llegas a ser mi esposa,
has de lucir muy hermosa
al ir de china poblana.
Tendrás rebosos de seda,
aretes de oro macizo;
i ya sabes que mientras pueda
lo que es por mí no se queda
cubrir de joyas tu hechizo!
Sin tus labios de amapola
ya en el mundo no me hallo;
no más que empiece la bola,
verás si soy o no gallo.
Sobre mi cuaco retinto
irás, morena, a mi abrigo:
j verás, chula, cómo pinto
violines al enemigo!
Iremos a la frontera;
por allá me dicen Syla;
probaré que soy pantera
no más entrando en Coahuila.
Yo sé arriesgar el pellejo
con chaparros y con altos;
estando el suelo parejo
es de cobardes dar saltos
. .
-
50-
•
e o
S A S
o E
MI
T 1 E R R A
Junto a mi silla vaquera,
me está aguardando la reata;
ya sabes que no hay trinchera
para mi valor, ingrata ...
Sintiendo fuera las tripas
po r nu traidor charrascazo,
atravesé a Tamaulipas
y con quince me abrí paso.
¿ Ves esta herida en la nuca?
i\Ie la hicieron a la mala ...
i l\tlaté al traidor en Pachuca
y a su cómplice en Tlaxcala!
Con filo está mi chaveta,
por Dios, no me causes celos:
i por una mujer coqueta
colgué a catorce en lVlorelos!
T~ puedo llevar ahora
donde mis muertos están;
hay un m ontón en Sonora
y úna pila en Yucatán ...
l\Ii Virgen de Guadalupe
fue conmig-o a la campaña,
lo que es de miedo no supe
porque sé quien me aca mpana.
Por t oda s mis decisiones
he triunfado en las Huastecas;
ten go un millón en tostones
v otro millón en ~z tec as.
-
51
L E O N
OSSORIO
Por mí no te has de afligir,
hermosa y linda mujer:
yo nací para morir ...
j de parto no habrá de ser!
Después nos pintan un óleo,
y no te apures: soy rico ...
¿ de qué me sirve el petróleo
de mis pozos de Tampico?
-
52.J
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,-
e o
S A S
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E
M· I
TIEItRA
EL COMPADRITO
Don Ruperto y su familia,
los dueños de El Bulevar,
un conocido estanquillo
que existe en ht Capital,
se sentaban a la mesa
para eUlpezar a cenar
cuando llegó el compadrito
Espiridión del Corral,
viejo amigo de la casa,
quien de mucho tiempo atrás
no asomab::t las narices
por t oda la vel:indad.
Presentarse a aquella hora ,
como ustedes lo "erin.
era obligar al compadre
que 10 invitase a cen.l r.
-Ande L- sted , siéntese , cene ...
no se haga e stcd de r ugar ...
Decidióse el compad.rito,
pero antes de comenzar ,
haciendo mucho s r emi lgos
dijo con -olemnid ac1 :
-,.,'
.).) . -
•
L E O N
OSSORIÓ
-Bueno, por no desairarlos,
acepto, pero sabrán
que no hace ni media hora
que acababa de cenar,
y tomaré, 'por cumplido,
un taquito, nada lnás.
Esto dicho, nuestro hombre
sentóse; y para empezar,
primero tomó un pambaso;
en menos de un pestañear
se lo tragó ' de un bocado
v casi sin masticar;
después se sirvió su mole.
sus frijoles, su pipián,
acabó con el jocoqlle
con todo el chile además,
se bebió un jarrón de pulque
y aun buscaba que tragar,
entre tanto la familia
sin atreverse a objetar,
notaba que el compadrito
la dejaba sin cenar. ..
Después que acabó con ·todo,
al irse ya a levantar,
Don Ruperto, muy solemne,
le dijo: Venga Usted acá ...
Le advierto a U sté, compadrito,
que cuando quiera cenar
puede venir a esta casa,
-
54-
•
e o
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D E
MI
'tIERRA
que aquí se le atenderá,
pues nos sentimos honrados
con demostrarle amistad,
pero cuando U sté desee
echarse un taco no plás ...
j vaya Usté y échese el taco
en casa de su mamá!
L E O N
OSSOR10
TRAGEDIA
Pobrecíta Lupe, yo la vide muerta
junto a los nopales que cercan la huerta.
Se lo dijo a su hombre: No aceptes el reto,
que sí tú te metes, yo también me meto. ~ .
j
Siempre por los celos! No hay que hacer memoria
i todas las tragedias son la mesma historia!
Lupe era de otro. i Tántos hombres malos!
En lugar de besos, la mataba a palos;
la tenía lavando ropa de catrinas
pa gastar los clacos en sucias cantinas;
y por mucho que ella siempre 10 quisier~t,
quiso hacer esclava de la compañera.
Llegaba a deshora, le decía mecadas
y por cualquier cosa la hartaba a trompadas.
y hubo otro hombre bueno que habló de quereres.,
que ofreció sacarla de sus padeceres;
que dijo que ha tiempo mucho la quería,
que ofreció cariño que en su pecho había ...
-
56-
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Mí
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Hay cariños buenos y hay cannos malos :
Yo te daré mimos. l'otro te da palos.
Ella dejó al malo y aceptó gozosa
aquella esperanza de color de rosa;
pero aquel verdugo de negra alma impía
la siguió los pasos de noche y de día;
la espió por las calles, y j oh fatalid ad!,
la encontró en las puertas de una vecindad.
Con modo altanero, a su nuev Ci amante
le mandó un mugriento papel insultante;
le llamo tiznado, y entre otras mecadas
lo citó pa darse muchas cuchilladas.
Fue el mezcal la causa del drama que habhJ,
porque en sus vapores anda siempre el Di2.blo ...
¡Pobrecita Lupe, yo la vide muerta
junto a los nopales que cercan la huerta;
'taba tinta en sangre como una amapola.
y ahora allá en Dolores debe estar tan sola!
-
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L
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OSSÓRIÓ
EL REBOSO
Qué chula se ve mi prieta
con el reboso terciado,
lleva colgando en los flec os
cien corazones de charros!
Ata sus trenzas listón
de colores mexicanos:
como la esperanza, verde;
rojo, como son sus labios
y blanco, como su frente
que ningún hombre ha besado.
Qué chula se ve mi prieta
con el reboso terciado:
al que la ve, se le van
los ojos tras de su garbo!
!Son los deseos lebreles
que cuando ella va pasando
husmean la presa y saltan
con ansia tras de su rastro!
j
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Mi
~I uchachita,
T 1 E R R A
chamaquita
que de amor me estás matando
porque eres chula y te quiero
como quiere el mexicano:
óyeme lo que te digo
y tente mucho cuidado:
puede tu reboso ser
velo nupcial .. , . o sudario,
que yo, que por ti me muero,
al que tú mires ... j]o mato!
-
59-
•
L E O N
OSSORIO
NOCTURNO DEL PAPALOAPAN
En una noche de luna
te vÍ por el Papaloapan,
ibas vestida de blanco
como una flor de Jalapa.
~I[e atravesé en tu camino
y con gentiles palabras
te fuí platicando cosas
que sonriéndote escuchabas.
Me dijiste que eras huérfana,
que triste vida llevabas,
que era para ti el amor
como una nube en el agua.
Yo, entonces, te conté todas
las soledades de mi alma
y desde esa noche fuimos
dos tristezas enlazadas.
Hubo después muchas citas
él. orillas del Papaloapan
algunas noches nos íbamo s
en una frágil piragua,
bogábamos por el río
llenos de santa confianza:
no sé qué raro misterio
tiene el amor en el agua.
-60-
•
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A S
MI
T
1 E
A í pasaron 10 días
y pasaron las semana
y en otra noche de luna
en que solita te hallaba
te fuiste a buscar recuerdos
en nuestra frágil piragua.
El río estaba crecido
y la corriente era bra a!
y te arrastró la corriente
te perdiste en el agua ..
y
6:1
R
R
A
L E () N
OSSÚR10
JAROCHA
La conocí cuando estuve
veraneando en Veracruz,
viejo amor hecho de ensueño,
de paz, de aroma, de luz.
Dulces tenía los ojos
cual Teresa de Jesús,
era su alma una perla
de las más finas de Ormuz
j viejo amor hecho de ensueño,
de paz, de aroma, de luz!
-
62 ·-
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EL FUSILADO
Cuando, el rifle aun humeante, por sorpresa
prisionero cayó cerca del río,
aceptó de lá suerte · el desafío
sin sombra de temor ni de flaqueza.
Firme el andar, erguidala .cabeza,
altanero el mirar, mudo, sombrío,
dignas de los jinetes del bajío
fueron su impavidez y su entereza.
Pero al ver que, apuntándole, se tienden
los rifles, las pupilas se le ellciénden
de rabia, y al mandar la ejecución,
su voz vibrante en la mañana clara
- ¡ Fuego !-grita- i respétenme la cara
y apúntenle sin miedo al corazón!
-63-
L E O N
OSSORIO
EL CANTOR CIECO
Al querido amigo y culto eacritol' per,uano. el gran mexicantsla don
ERrique D. Tovar y R.
Cieguito que vas cantando
adentro de nuestro tren:
-Una limosna, patrón,
para el cieguito 1\1iguel.
Yo estuve en la voladura
de Laredo a l\1onterrey:
j doscientos afusilados
en menos de un satiaménl
Mataron al maquinista,
al fogonero tétmLién,
acabaron con la escolta
y saquearon el express.
Allí me quedé sin vista,
aJIí perdí a mi mujer ...
Patroncito, una limosna
para el cieguito Miguel.
-64-
•
" Buscad el alma del pueblo
aden tro de una canción."
Dibujo de Monten e~ro
€:
o
S A
S
o E
MI
TIEItRA
. A la gloriosa c5criwr3 mexicana
Maria Enriqueta d. Pereyra con mi
admiraclóa.
~
Ibamos por la Alameda
una noche de posadas . . .
i Ah, recuerdos venturosos
que quedan en nuestras almas
como esas flores, que aun secas
algo de su aroma guardan!
Hervía la muchedumbre
en los puestos , enlazadas
en el cómplice gentío
van las parejas; fragancias
hay en el aire que invitan
al recuerdo o la esperanza:
porque es la n oche una fl or
y mariposas las almas
A mi lado, jubilosa,
vas buscando una piñata:
bajo las luces del puesto,
recuerdan tu s manos blancas
esas flo res que en lo s d os
se ven temblar e n el agu a
-
67-
•
L E O N
OSSORIO
i La fiesta de hoyes tu fiesta!
En t orno a ti congregadas
están t odas tus amigas
por celebrar la posada.
l.a frágil Ana 1\1aría,
de los ojos de esmeralda;
la travies a Nlargarita,
esbelta como una palma;
Lupe ,o la que dice versos
de Nervo y Gutiérr z Nájera,
y Leonor, la más iI g enua
de t odas las colegialas.
i Ah, recuerdos venturosos
de mi tierra mexicana;
recuerdos que se quedaron
en lo más hondo del alma
como esas flores, que aun secas
algo de su aroma guardan!
Después de la copla ingénua
para pedir la posada,
alguien se acerca y te pone
la nívea venda en la cara.
Son tus dos 111anos ahora
dos flores que se hacen alas;
y cuando por fin aciertas
y se rompe la piñata,
j qué hermosa te pone el júbilo,
qué cristalina, qué clara
es la risa de triunf o
qlle brota de tu garganta!
-
68-
•-
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S A S
D
MI
E
T
I ·E
R
i Ah, cuando recuerdo aquella
noche de amor tan lejana,
me digo que fue presagio
del dolor que me aguardaba!
Porque te dí el cor azón
y tú, con tus manos blancas ..
i también supiste romperlo
lo mismo que la piñata!
-
G0-
R A
L E O N
OSSORIO
LA TRISTEZA DEL INDIO
Hace ya tiempo que ví a un inaio
sentado al pie de su jacal;
el duro r ostro entre las manos,
sumido en hondo meditar ...
Bajaba yo del alto m o nte,
pues en mi loco caminar
quise subir hasta la cumbre
en donde el águila caudal
clavó su nido en la dureza
ele gigantesco pedernal.
i
GrallcÍloso era el panorama!
Del cielo trémulo en la paz,
flotaban ecos en que había
vago rumor de ct€rnidad ;
la tierra absorta de infinito,
era como una turbia faz
en que el asombro se anticipa
a la profética verdad ...
y el indio nludo, pe nsativo,
sombra de un mundo que se va,
era ]a esfinge de una raza .. .
i Y yo la quise interrogar!
-70 -
•
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MI
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I
É
¿ Piensas, acaso, en las macanas
que ya no has vuelto a manejar;
en la oxidiana de las flechas
de punta trágica y mortal
que disparaste en los combates
con pulso firme y magistral?
¿ Piensas, acaso, en los palacios,
ruinas del gran Chi-chen-it-zá,
por donde antaño discurrieras
lleno de pompa y majestad?
¿ Echas de menos las riquezas
adorno y prez de tu heredad:
oro macizo de los ídolos,
oro hecho gracia en el collar,
rútilas gemas en que había
un vago encanto sideral?
El indio alzó los negros ojos
y lentamente empezó a hablar:
-Mira mis tierras entregadas
al yanqui déspota y audaz ...
Los españoles me vencieron,
mas me dejaron al triunfar
su rico idioma de Castilla,
su Religión, toda Verdad;
y se mezclaron nuestras sangres
en besos cálidos de paz,
y se fundieron nuestras glorias,
j glorias que nunca morirán!
Pero los bárbaros que vienen
mis territorios a violar,
hablan en un dialecto hosco
que yo no acierto a descifrar;
-71-
R
R
A
t
É
o N
OSSOklO
anhelan , llenos de codicia
mi noble raza exterminar:
son como cardos que me punzan
en mi infinita soledad,;.
Llegan, cobardes, en sus barcos
mis ricas costas a bloquear;
tienden los wínchesters fatales
contra mis hij os, y quizás
destrozarán sus corazones ·
en nombre de la Humanidad. ,.
¿ Cómo no quieres que esté trlste
y rompa a solas a llorar
viendo que nace y muere un día
y viendo en cada despertar
cóm? ~e mustian mis plantíos
y mi nqueza v a a parar
a manos llenas de avaricia
que decidieron p rofanar
los monumentos que recuerdan
lo que de muchos siglos ha
Incas y Aztecas cincelaron
porque llegara a nuestra edad?
y alzó los ojos aquel indio
y vi en la luz de su mirar
una tristeza indefinible
que hizo mi espíritu enfermar.
-Mira-me dijo, arrebatado
con voz tronante de vo1cáncómo sucumben mis banderas ...
Los yanquis vienen a ganar:
-72-
•
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S A S
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R-R A
tomaron grandes extensiones
de tierra fértil, y allí están
chupando ansiosos mis herencias
como vampiros ... y caerá
al peso cruel de su rapiña
toda esta gran inmensidad
de suelo ri~o y perfumado
que no supImos conservar ...
Ofrecen préstamos gigantes,
pero los brindan en su afán
de conseguir las concesiones
que hagan sus arcas reventar;
mientras avanzan las legi ones
que vienen a civilizar,
nuestros hogares se derrumban
como si un hórrido huracán
arrebatase nuestros techos
en su vorágine fatal.
y mientras ellos nos dominan,
nos dedicamos a guerrea r
entre nosotros, los hermanos
con saña fiera, sin igual,
gastando en salvas nuestra pólvora
con una estúpida impiedad ...
¡ Cómo no quieres que esté triste
y rompa a solas a llorar?
El yanqui ve nuestras contiendas
y las enciende, por mirar
que unos a otros nos matamos ...
i así el camino abierto está!
L os indios vemos con angustia
nuestras desgracias, sin hablar;
esclavos somos del Destino,
-73 -
•
L E O N
OSSORIO
a padecer sin protestar
como Guahutémoc, que en las llamas.
quiso tan sólo murmurar
que era su hoguera · formidable
lecho de rosas nada más ...
i T odos mis pueblos van cayendo!
Mira a Colombia ... a Panamá ...
y Nicaragua está rendid3.
como tina esclava al capataz;
Santo Domingo se ha perdido
y Puerto Rico muerto está ...
La Filipina encadenada,
Haití solloza sin cesar;
en Costa Rica están los gnngos
comprando tierra hasta acabar .
y va en Honduras adquirieron
millas y millas con afán. ·
Cuba, la hermosa, también gime
con la maldita Enmienda Platt;
y sobre México el altivo
van los piratas a marchar ...
i Toda mi América sucumbe!
i Toda mi América caerá!
-Tienes iazón-díjele al indioya se avecina el funeral ...
Si a ellos les place, nos dan armas
con que podernos desangrar,
y si hoy levantan un Gobierno
mañana lo echan a rodar,
porque, ante todo. sus negocios ...
i para esa raza no hay ideal!
y uncidos van a sus carretas
perdida ya la dignidad
-74-
•
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S A S
TI);:R.RA
los fier os pueblos de la .A111érica
de los cóndores y el volcán,
porque Monroe dijo u.n día
que desde Chile al Canadá
era la América un bocado
que se tenían que tragar. .
y volvió el indi o a repeti rme
con su voz llena de pes ar:
- j Cómo no quieres que esté triste
y rompa a solas a llorar,
viendo que nunca nos unimos
para vencer al yanqui audaz?
j Viendo que nace y muere un día
y viendo a cada despertar
que somos frágiles chalupas
en esta horrible tempestad?
Los españoles me vencieron,
mas me dejaron al triunfar
su rico idioma de Castilla,
su religión toda verdad;
y se mezclaron nuestras sangres
en besos cálidos de paz,
y se fundieron nuestras glorias,
j glorias que nunca morirán!
De estos Procustos insaciables
mis hij os nada heredarán ...
Calló aquel indio su tragedia,
y yo en mi loco caminar
volverme quise a la alta cumbre
en donde el águila caudal
clavó su nido en la dureza
de gigantesco pedernal.
-75 -
•
L E O N
OSSORIO
Porque allá arriba, donde nadie
puede mis ansias ' estrujar,
seré el amigo de las águilas
de férreas garras de metal,
que matarán a picotazos .
al yanqui déspota y audaz
si es que se atreve en su locura
nuestros peñascos él. escalar ...
-76-
•
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D E
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T
I
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R
R A
------
OPALOS
En esta clara mañana
hay más miel en la colmena
y está el jagüey perfumado
porque te lavas las trenzas .
..
. ...
..
El Patio de los Aljibes
del viejo Tepotzotlán ...
i qué bello sitio, chamaca,
para poderte besar!
.
.. ..
La blanca mujer de nieye
dormida está en el volcán;
mi amor es el Ixtlacihuatl
y tú la mujer glacial.
-77-
?
L
~
o
N
OSSOR10
Si yo hubiese sido el Rey
y tú la princesa Xóchil:
j
j
qué borrachera de pulque!
qué borrachera de amores!
•
**
De haber salido de la Patria mía
he cumplido ocho años: hoy los cuell to .
i Y no puedo arrancarte todavía
de mi alma ni de mi pensamiento!
*
* *
Por una piedra de Teotihuacán
di todo mi dinero.
Esto pasó en París... i hosana! i hos.ana !
i Tuve en la mano a México!
Poderosos señores de mi Patria;
conoced el destierro ...
*
.* *
En Querétaro me diste
como regalo camotes ...
i a eso me saben los besos
que dan tus labios glotones!
*
* *
Gorrioncitos enjaulados
que venden en la Alameda:
j así viven mis recuerdos
por esa tamaulipeca!
-78-
•
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S A S
MI
D E
T I E R R
En un bastón de Apizaco
pienso tu nombre grabar,
penitente de tu olvido,
con él me voy a azotar.
.,
., .,
Jalisco es tierar de amores,
tierra de ensueños v ansias:
si Lohengrin vuelvé al mundo,
lanza su esquife en Chapala .
.,
., .,
Para subir a Maltrata
hay que nevar la cobija;
para subir a tu alma,
dime: ¿ qué se necesita?
*
**
Con un paliacate mío
secaste una vez tu 11:into :
j qué blanca tienes el alma
que el r ojo se volvió blanco!
•
**
Cn t oro de Piedras Negras,
o uno de Tepeyahualco:
j así me ponen los celos
cua ndo estás a otro mirando !
-79-
•
.Á
L E O N
OSSORIO
Las campanas de Regina
están llamando al rosario,
con lágrimas hice uno
y con él estoy rezando.
Fueron lágrimas de sangre
que de mis ojos brotaron
cuando te fuiste con ese
que te arrancó de mi lado ...
i Cómo lloran las campanas
de la iglesia de mi barrio !
*
**
Yo quiero, si me fusilan,
tu rostro cerca tener:
uno se lleva a la tumba
la última imagen que ve.
*
'" *
i Cómo te envidio, reboso
que envuelves a mi chamaca
cuando va a misa de cinco
muy solita y muy callada!
Cuida bien su corazón
y en él mis amores guarda,
que andan muchos gavilanes
robando palomas blancas ...
*
**
Como rosa de San Juan
me perfumó tu querencia;
de qué me sirve el perfume
si ya ni de mí te acu~rdas?
-80-
•
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MI
T I E R R A
Del maguey se saca el pulque,
también se saca el tequila,
y del amor que te tuve,
saqué la desgracia mía .
,.•,.
Por la sierra de Oxaca,
cantaba un indio en su burra:
cuando un amor se nos juye
no esperes que vuelva nunca.
,.
,. ,.
Siguiendo tus ojos negros,
me fuÍ derecho a la noche,
como la noche es oscura,
tus ojos no me conocen.
,.
,. ,.
De qué me sirvlO en la vida
ser un coyote baleado;
tus dos ojos de repente,
supieron ponerme un "cuatro."
Pág.
Prólogo ...
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OSSORIO
El Fanfarrón '" ... ... ... ... ... . .. ... . ..
El Compadrito . .. ' " ... ... ... .., .. : '" .. .
Tragedia . . . . . . . . . . . , ...... '" .... . . . . .
El Reboso . .. ... . . . .., . . . . . , . .. ... . ..
Nocturno del Papaloapán '" . . . '" '" ... . .. '"
Jarocha ...... '" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Fusilado '" ... ' "
...
El Cantor ciego ... '" ' " .. . .. . .. . .. . '" ...
Posadas .... .. ' " ' " ' " '" ' " ... '" .. .
La Trist eza del Indio . .. ' " . . ,
Opalos . ..... ' " '" .... . , ...... ' .. ' "
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COMO SE EXPRESA LA PRENSA DE MEXICO SOBRE
"COSAS DE MI TIERRA." - OPINION DEL
GRAN DIARIO CAPITALINO "EL GRAFICO"
México, 13 de mayo de 1929.
"León Ossorio, el joven me~icano que no hace muchos años, S~
destacara en nuestra agitada vida política como uno de los oradore~
populares de mayor fuerza de arrastre, acaba de publicar en la R epública de Panamá su último libro de poemas, intitulado "Cosas de mi
Tierra." La obra contiene un delicado prólogo del conocido literato colombiano Dmitri Ivanovitch, el que al analizar las composiciones
poéticas que figuran en la misma, 10 hace con una amplitud de crit e ric y una ecuanimidad di gna de t omarse en cuenta, supuesto que, al
contrario d e 10 que acont ece r esp ect o a la mayor parte de los "prolo-
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guistas" casi profesionales, se concrda a realizar un análisis sintético
del libro desde un plano de comprensión y exaltación sinceras, suprimiendo el capítulo de los elogios hiperbólicos para el autor, como es
de usanza, casi invariablemen t e en esa clase de juicios. En efecto, es
en tal proemio, en donde encontramos el concepto más acertado respecto a la obra literaria de L eó n Ossorio, casi desconocida en Méxie'J,
no obstante de que gran parte de ella se encuentra consagrada a cantar las cosas características de nuestra tierra, a reflejar en una palabra, todo cuanto contribuye a matizar el panorama espiritual mexIcano. Sintéticamente hablando, el prologuista opina {}ue Ossorio es
un poeta en el verdadero sentido de la palabra, supuesto que la esencia de su arte es la sobriedad y el sentimiento. Debido a tales cualidades, él conceptúa que este cantor de nuestras cosas vernáculas
constituye un valor en nuestra hora presente, y que si se analiza la
condición de su obra no es avcntu'rado hacer la profesía de que, a la
vuelta de algunos años, muchos de estos versos que se encuentran
en su libro, han de oírse en boca de cantadores del pu eblo mexican
"La poesía de León Osso rio-poesía transparente-irizada de bellezas inéditas y de emotividad es insospechadas, realment e viene
a
constituír un paréntesis de excepcióll entre las que, por lo ge ner,d,
se produce en México. Efectivamente, nada se encuentra más distint;,
que clb que estos castillos de artificio que suelen levantar poetas jóvenes
y aun viejos en la época !)rescnte, I)c rsi g uiendo ideales de rareza, ' me ·
tas de extravagancia para singularizar sus producciones. DiameÜ'a l';;
mente opuesta a estas formas de expresión, que generalmente " se
basan sobre la influencia d e otras literaturas que nada tienen de común con la nuestra, encierra, . prccisaniente por eso, elementqs de ¡(¡negable valor. El sentido d e la patria, en la más alta significaci ón dd
vocablo, penetra en la may o r parte de estas composiciones suyas, el
tal punto quc, para encontrarle un paralelismo espirtual, tenemos qll' ;
saltar por sobre la ctapa espiritual actual, a fin de recordar, por
<:jemplo, a ,Me rcelino Dávalos, o ti los autores anónimos de una serie de "corridos" esencialmente m exicanos que 11 0 obstante su simplicidad y su percepción inm ediata d e la vida, contienen más poesía,
más emoción, más b ell eza, que la obra de muchos poetas que confeccionan sus estrofas usando- "patrones" europeos. Véase si no la belb
composición que figura en "Cosas de mi Tierra":
INDIA
"India que vendes claveles
en la plaza de San Juan:
-Niña, mérqueme las flores,
que se me van a acabar. etc"
f) .
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Tal com o e ta compOSlClO n, cuya delicadeza es inn egable, exist en otras, qu e consid eradas desde un punto de vista netamente mexicano, constituye n, indudablemente, verdaderos valores. En efecto,
d entro de la obra de León Ossorio, es inútil que busquemos el preciosismo, la fl or escencia d e plantas trasplantadas de otras literaturds,
el artificio y el elemento exótico, más exactamente hablando. No. Tod a su producción literaria, exenta de estas lacras tan de moda hoy en
día, se encuentra construída sobre la plataforma de nuestra misma
yida ; está formada de cosas nuestras; contiene, en una palabra, este
ambiente nacional que, despreciado por la mayor parte de nuestros
po etas y escrit ores, tarde o temprano tendrán que prestar materIa
age~te para que se traduzcan las yerdaderas expresiones de la poesía
mexicana.
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ALGUNAS OPINIONES DE DIARIOS Y REVISTAS SOBRE
ADOLFO LEON OSSORIO
En todos los hechos sonados y múltiples turbulencias que de algún tiempo a esta parte se desarrollaron en ~féjico, tomó parte este
joven revolucionario y escritor de vida tempestuosa como la de un
héroe de novela. Su labor dispersa en las hojas efímeras de los penó. dicos, es enorme; pero aparte de ella, ha escrito también algunos libros interesantes, en los que son de estimar por igual la sonoridad y
belleza del estilo y la emoción e intensidad de los relatos.
("La Voz de Galicia," Coruña, España).
Adolfo León Ossorio ha cooperado como poeta al prestigio intelectual de su patria. Ha publicado algunos libros, a primera vista ingratos por sus portadas trágicas. El poeta hoy alejado de su país donde
en más de una ocasión ha actuado en jornadas de guerra y de exterminio, conserva la visión de la muerte y la pone a vivir en las portadas
de sus libros, donde si es verdad que hay mucho de desafío a lo Díaz
Mirón, hay también estrofas empapadas de la más sabrosa miel fl)mántica.
("Billiken," Caracas, Venezuela).
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Poeta, orador, trih11ll0, panfletario, dotado de una fuerza de agresividad y de un fervor de fanático por las causas que él abraza con
sus ardores de juventud. su nacionalidad que es por sí sola un factor de entusiasmo, hace de él uno de los más altos yalores f('preSClltativos d esta mérica criolla e indómita que se extiende del Río
Grande al Cabo de Hornos y en cuyo seno palpitan todas las earacterísticas para formar un solo pueblo, (:on un solo anhelo y una sola
('. piritualidad. El es León Ossorio.
("El Gráfico," Panamá).
El retrato y autógrafo de Adolfo León Ossorio ha venido a formar parte y a tomar preferencia entre los más estimables de nuestra galería de hombres pensantes.
Nos asociamos a las merecidas ovaciones que viene recibiend
en su jira por América el "pacta de palabra."
(El "Listín Diario," Sto. Domingo, República Dominicana).
León Ossorio es un gran poeta pasional. Sus versos, hacen el
efecto de un perfume que se escapa del vaso que 10 contiene, o de
11na deliciosa emanación de flores aprisionadas en un hermoso jarrón
ele cristal. Sus estrofas vienen a constituir como un manojo aromoso
recogido en un surco de amor .
("La Tribuna," San José de Costa Rica).
León Ossorio es un poeta delicado, un escritor brioso y distinguido, un panfletario formidable.
("Heraldo de Cuba," Habana, Cuba).
León Ossorio, libelista, militar, novelista, poeta y muchacho elegante, todo de una pieza. Sus trajes impecables contrastan con su
dialéctica incendiaria y violenta. Hace versos de amor, dieciochescamente dedicados a las damas y da estocadas con pluma virulenta y
terrible. Tiene muchos amigos y muchos enemigos. En los exlibris
de sus obras, se ven calaveras atravesadas por una espada, y cala\'eras rematadas milagrosamente por una rosa.
("El Fígaro," Habana, Cuba).
León Ossorio es Ull personaje s\1~estivo en quien concurren dualidades extraordinarias, pues si por su talante ele trovador y de mozo dado a jugar la yida en la punta de una tizona toledana, sobre
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campos caballere!,cos, parece un señor feudal arrancado de las páginas de un cronicón medioeval, por otro lado es un denodado cab.:lllero andante de l.os ideales de la raza indohispana.
("El P o rvenir," Cartagena, Colombia).
"_-\guilucho real y tigre," como lo llamó Villaespesa, es un tlplCO
exponente de la intelectualidad de la raza mexicana; espíritu frenéticamente libre y heróicamente desafiador, en él el sentimiento despreciativo hacia la muerte, que hizo de la raza azteca el épico pueblo,
capaz de medir sus glorias con el mismo conquistador que la subyugó, tiene su más alta expresión y ejerce sobre su espíritu, sobre su
temperamento, impresión dominadora. Ha hecho de su vida, en todas
sus manifestaciones, un completo dinamismo revolucionario. Los impulsos de su arresto rebelde lo han hecho mirar de frente, en duelos
caballerescos, varias ve<:es a la muerte. Como intelectual su pluma
ha sido un látigo sangrante ' a la vez que 10 ha mostrado también como un recio cantor poético.
("El Diario de la Costa," Cartagena, Colombia).
León Ossorio ha descollado en todas partes por sus timbres intelectuales, por el vigor admirable de su palabra hablada y escrita y
por ese fervor apostólico con que viene consagrándose a una labor
racial a lo largo de la América.
("La Vanguardia Liberal," Bucaramanga) .
León Ossorio es un verdadero señor de la metáfora: su voz, su
gesto todo revela en él al gran sugestionador de masas.
("La Voz de Antioquia," Medellín).
León Ossorio es un veterano de todas las batallas: políticas, amatorias, civiles y recorr e nuestra América en misión de confraternidad
continental, animado por el fue go d e su lirismo incurable. Es uno de
los hombres más interesantes que hemos conocido: poeta, duelista,
militar, novelista, aut or teatral y tribuno. Hijo de las revoluciones
convulsivas que en su país se suceden como la actividad de sus volcanes ha aprendido en ellas el estallido, el arrebato, la fiebre visionaria que su palabra mágica traduce en la tribuna en cálida oración que
arrebata a las multitudes.
("El Tiempo," Bogotá).
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He aquí a León Ossorio el "Poeta de las Mujeres" como lo llamó Dmitri. Y a decir verdad, Ossorio parece escribir únicamente para mujeres. Sus versos tienen un encantamiento dulce y extraño que
le han hecho ser admirado por las mujeres de los países que hasta
hoy ha recorrido. Hay en sus poemitas una melancolía pasional que
cautiva. Pero León Ossorio, no es sólo el trovero de los madrigales
pedllmados y de los rondeles tristes; es, además, el tribuno de las muchedumbres. Las masas que lo escucharon aplaudieron delirantes SI1
oratoria encendida y violenta que en México, en los días trágicos de
la revolución carrancista, le diera fama y fuerza.
("Cromos," de Bogotá.)
León Ossorio pertenece a la falanje avanzada de la juventu(j
mexicana, esa legión que cada día dá una nueva lección de rebeldías
que hablan muy alto de nuestro origen indohispano. Ossorio, espíritu
audaz, intelectual de pulimentada y vibrante palabra tiene un lugar
conquistado como poeta y polemista de fuste, como conferencista e
improvisador, capaz de levantar con sólo el eco de sus frases el espíritu de las masas, cuya sicología ha aprendido a conocer. Lógico es
suponer que ha sido combatido. Y lo es. A México, su patria, cuyas
grandezas pregona en conferencias y lecturas, ya en teatros como en
plazas públicas, no ha podido regresar desde 1920, cuando, miembro
de la escolta del General Carranza, presenciara su asesinato. Sus ideales políticos de entonces lo arrojaron al viejo Continente, donde
aprendió a roer el negro mendrugo del ostracismo. Su intelecto lo
hizo pronto triunfar, para, convertido en un apóstol, retornar a las
naciones de la América, las que visita llenando su carnet de apuntes
que luego diluye en cromados artículos periodísticos para una veintena de diarios cuya representación lleva.
Como periodista maneja lo mismo la pluma que el ariete. Los
diarios de la ruta que ha seguido ostentan columnas enteras de sus
pulidos versos y de sus candentes invocaciones. Va dejando una ~ s­
tela fulgurante de vaporosas espumas, albas, salobres . . .
("El Telégrafo." Guayaquil, Ecuador) .
León Ossorio uno de los poetas más emotivos de México,
el
luchador infatigable ha llegado en un barco donde los marineros cruzan dos espadas s(;¡b.re la panoplia del corazón. Su palabra es como
un torrente sobré
multitudes ; es una garra que lleva prendidas
dos alas. Todos los pueblos a su paso le abriervn el homenaje de su
hospitalidad y fue entonces que su acentci cantó a México con la sinceri-
las'·
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dad de un mno ingenuo, que ante la imposibilidad de hatirse con '..In
caballero de capa y espada, arroja las annas para distraerse en el
jardín con las ancillas.
("La Reyista Semanal." Lima, Perú).
Bien conocida es en l\.mérica la personalidad de este jonn intelectual, formidable batallador y tribuno, panfletario y poeta, cuya
obra en pro de los intereses raciales le ha creado una sólida v envidiable reputación de paladín de la gran causa Indo-americana. Las
pasiones desencadenadas, la maledicencia y la envidia no podrán negarle nunca su acendrado patriotismo, su talento, su energía inquebrantable, y sobre todo, su obra apostólica en el destierro.
("La Raza," revista continentaL) .
El gran poeta-tribuno y gran mexicano Adolfo León Ossorio,
desde que salió al destierro no ha hecho otra cosa que la grandiosa
y trascendental de peregrinar por las Antillas, Centro y Sur América,
usando de su yerbo inspirado para honor y bien de ~[éxico en particular y de los países hennanos en general.
("~:[éxi("o." Revista ilustrada. Los Angeles. California).
León Ossorio, por su talento que le ha dado personalidad en el
campo de las letras, por su actuación como Hispano-americanista y
por sus vinculaciones con los más destacados sucesos de México, se
ha creado una reputación visible en América y sus comentarios dt"<;piertan necesariament e interés entre los element os cultivados y compresivos.
("La Ptensa," ~[ana gua, Nicaragua).
Adolfo León Ossorio, peregrina por la América India haciendo
Hna exaltación de los valor es espirituales de la Raza, tanto en sus
conferencias que son verdaderas vibraciones del espíritu, tanto por
la sonoridad lírica de su frase .
("La Prensa." Lima, Perú).
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Se
terminó
de
imprimir
este libro en Lima el
15
de
Diciembre
de 1929
Editorial "La Raza."
1 Ti rr •
ADOLFO LEON OSSORIO, Cosa d
S~9unda Edic!itSn Aumentada.
Editorial "La ' Raza"; La i 1930.
1 vol. 93 plga.,
Past T la.
Con algunas 11ustracione's .
· 550 ,
~
C05 S
P.
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