“2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” CONGRESO NACIONAL CAMARA DE SENADORES PRORROGA DE SESIONES ORDINARIAS DE 2014 ORDEN DEL DIA Nº 884 Impreso el día 11 de diciembre de 2014 SUMARIO COMISION DE SALUD Y DEPORTE Dictamen en distintos proyectos de ley de varios señores senadores, sobre Ejercicio de la Actividad de Acompañantes Terapéuticos. SE ACONSEJA APROBAR OTRO PROYECTO DE LEY. (S-444, 1233 y 2140/14) DICTAMEN DE COMISION Honorable Senado: Vuestra Comisión de Salud y Deporte ha considerado el proyecto de ley del senador Daniel Persico registrado bajo expediente S.444/14, sobre ejercicio de la profesión de acompañantes terapéuticos; el proyecto de ley de la senadora Sandra Gimenez, registrado bajo expediente S.1233/14, incorporando a las actividades de colaboración de la medicina previstas en el artículo 42 de la ley 17.132 y decretos complementarios a los acompañantes terapéuticos; y el proyecto de ley de la senadora Ada Iturrez de Cappellini, registrado bajo expediente S.2140/14, sobre regulación de los servicios del acompañante terapéutico; y, por las razones expuestas en sus fundamentos y las que dará el miembro informante, aconseja la aprobación del siguiente PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,… EJERCICIO DE LA ACTIVIDAD DE ACOMPAÑANTES TERAPÉUTICOS Articulo 1°- Reconócese como actividad de colaboración de la medicina, la que desarrollan los acompañantes terapéuticos y consecuentemente, incorpórese dicha actividad al listado contenido en el artículo 42 de la ley 17.132 y sus modificatorias. Art. 2º- Entiéndase como acompañante terapéutico aquel agente de la salud que actúa como soporte cotidiano de las personas que se encuentran en alguna de las fases de tratamiento, rehabilitación y/o reinserción social ante padecimientos de salud. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” Art. 3º- Podrán ejercer la actividad de acompañantes terapéuticos aquellas personas que posean el título habilitante, en el marco de las disposiciones del artículo 44 de la ley 17.132 y sus modificatorias y en las condiciones que se establezcan. Art. 4º- Los acompañantes terapéuticos estarán facultados para: Ejercer su actividad de conformidad con lo establecido en la presente ley y su reglamentación. Formar parte de los planteles de personal actuante del sistema de salud -público, privado o de la seguridad social-; educativo -de gestión estatal o privada-; y de desarrollo comunitario. Realizar acciones de divulgación y promoción en materia de su competencia, bajo indicación y supervisión de profesionales de la salud. Negarse a realizar o colaborar en la ejecución de prácticas que entren en conflicto con sus convicciones religiosas, morales o éticas, siempre que de ello no resulte un daño a la persona. Contar con las medidas de prevención y protección de su salud en su ámbito laboral. Art. 5°- Los acompañantes terapéuticos trabajarán en equipos dirigidos por profesionales de la salud, que abordan las problemáticas relacionadas con las leyes 24.901; 26.934; 26.657 y 26.061; y en todas aquellas situaciones que, a juicio del profesional de la salud, requieran su intervención. Las prestaciones que los acompañantes terapéuticos brinden en el marco de lo dispuesto en este artículo, quedan incorporadas al Programa Médico Obligatorio. Art. 6°- La aplicación de la presente ley, en cada jurisdicción, quedará supeditada a la adhesión o a la adecuación de la normativa de cada una de ellas a lo establecido en por la presente. Art. 7º- El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley dentro del plazo de ciento ochenta (180) días, a partir de su publicación. Art.8º - Comuníquese al Poder Ejecutivo.” De acuerdo con lo establecido por el artículo 110 del Reglamento del Honorable Senado, este dictamen pasa directamente al orden del día. Sala de la comisión 2 de diciembre de 2014. Silvia B. Elias de Perez – Ines I. Blas - Marta T. Borello – Julio C. Catalan Magni – Liliana B. Fellner – Silvina M. Garcia Larraburu – Jorge A. Garramuño – María L. Leguizamon – María I. Pilatti Vergara “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” ANTECEDENTE (I) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados… EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DE ACOMPAÑANTES TERAPÉUTICOS CAPÍTULO I DISPOSICIONES GENERALES Artículo 1°- Se define acompañante terapéutico como agente de salud complementario de asistencia para personas que, por su estado de salud biofísicomental, requieran de asistencia para desenvolverse en la vida cotidiana, social y laboral. Que haya obtenido títulos otorgados por instituciones reconocidas por autoridad competente en función a sus respectivas competencias. Art. 2º: Como complemento de tratamientos médicos de atención de la salud física o mental, los acompañantes terapéuticos se desempeñan en tareas de sostenimiento y asistencia de personas en sus actividades individuales, sociales y ocupaciones de su vida cotidiana. A modo enunciativo y nunca taxativo las actividades de la vida diaria, educación, trabajo, recreación y participación social de acuerdo a las indicaciones que impartan al profesional los equipos interdisciplinarios que atienden a la persona. La actividad profesional del acompañante terapéutico incluye la docencia de grado y posgrado y tareas sanitarias, sociales, educativas y comunitarias. Art. 3º- El acompañante terapéutico está habilitado para ejercer su actividad profesional en forma autónoma o integrando equipos interdisciplinarios, por indicación del profesional de la salud a cargo de la persona asistida ya sea por disposición judicial o por prescripción del mismo profesional médico a cargo de la atención del paciente. Art. 4º- Las autoridades competentes de las respectivas jurisdicciones provinciales, son las encargadas del otorgamiento de la matrícula respectiva y del control del desarrollo profesional del acompañante terapéutico. Art. 5°- Para el ejercicio profesional de acompañante terapéutico, las universidades e instituciones educativas y sanitarias reconocidas por el Ministerio de Educación de cada jurisdicción, son las encargadas de otorgar los títulos pertinentes. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” CAPÍTULO II ALCANCES E INCUMBENCIAS DE LA PROFESIÓN Art. 6°- El título habilitante permitirá a los acompañantes terapéuticos a: a) Realizar acciones de atención, prevención y rehabilitación de la salud de las personas asistiéndolas en las actividades de la vida diaria, educación, trabajo, recreación y participación social de acuerdo a las indicaciones de los equipos interdisciplinarios que atienden a la persona asistida. b) Realizar entrenamiento con técnicas específicas de las destrezas necesarias propias de las actividades y ocupaciones de cuidado de sí mismo básicas, instrumentales, educativas, productivas y de tiempo libre. Tendiente a brindar asistencia al paciente para sobrellevar o recuperarse de su situación de vulnerabilidad a causa de su estado psiquicofísico, cualquiera fuere la causa del mismo. c) Promover el fortalecimiento de los vínculos familiares, amistades, relaciones laborales y sociales en un proceso de integración y vida independiente. d) Participar en la elaboración, implementación y evaluación de planes, programas y proyectos de desarrollo comunitario que tiendan a la integración personal, educacional, social y laboral de las personas asistidas. e) Diseñar, evaluar y aplicar métodos y técnicas para la recuperación y mantenimiento de las capacidades funcionales biopsicosociales de las personas asistidas. f) Participar en el diseño, ejecución y evaluación de planes, programas y proyectos destinados a evaluar, prevenir y tratar enfermedades psicofísicas. g) Brindar asesoramiento, contención y rehabilitación a personas con necesidades especiales, a su familia e instituciones en lo referente a la autonomía personal y social a fin de promover su integración, mejorar su calidad de vida y propender a evitar las internaciones e institucionalizaciones de las personas asistidas. Así como en la capacitación y entrenamiento en el uso de equipamiento protéstico para la ejecución funcional de las actividades y ocupaciones de la persona y su entorno. h) Planificar, organizar, dirigir, monitorear y participar en programas docentes, carreras de grado y posgrado de acompañantes terapéuticos. i) Ser auxiliares de la justicia para tratamientos y seguimiento de personas que tengan procesos judiciales abiertos debidos a su salud bio, físicos mentales. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” CAPITULO III DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS PROFESIONALES Art. 7º.- Los acompañantes terapéuticos tienen derecho a: a) Ejercer su profesión de conformidad con lo establecido en el marco de la presente Ley y su reglamentación asumiendo las responsabilidades. b) Negarse a realizar o colaborar en la ejecución de prácticas que entren en conflicto con sus convicciones religiosas, morales o éticas, siempre que de ello no resulte un daño a la persona. c) Percibir honorarios, aranceles y salarios que hagan a su dignidad profesional. d) Contar con las medidas de prevención y protección de su salud en su ámbito laboral. e) Formar parte de los planteles de profesionales del sistema de salud, educativo, comunitario, de la seguridad social, de medicina privada, prepagas y mutuales, ya sea que la actividad se desarrolle en el ámbito público o privados f) Acordar honorarios y aranceles con obras sociales, prepagas, mutuales y otras, de manera individual o a través de sus Colegios Profesionales, Asociaciones Civiles y Federaciones según corresponda en cada jurisdicción. g) Integrar tribunales que entiendan en concursos y selecciones internas para la cobertura de cargos de acompañantes terapéuticos. h) Realizar acciones de divulgación, promoción y docencia e impartir conocimientos sobre acompañamiento terapéutico a nivel individual, grupal o comunitario i) Ejercer la docencia y tanto en instituciones terciarias como universitarias. Artículo 8º.- Los acompañantes terapéuticos están obligados a: a) Respetar las prescripciones previstas en la ley N° 26.529 de Derechos del Paciente y en la Ley 26.657 de Salud Mental. b) Asistir y proteger, en cuanto se encuentre a su alcance, a las personas asistidas y efectuar interconsultas con otros profesionales de la salud cuando la situación de la persona asistida así lo requiera. c) Aconsejar al profesional médico responsable del paciente derivaciones hacia otros profesionales de la salud cuando la naturaleza del problema así lo requiera. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” d) Abstenerse de realizar indicaciones o acciones ajenas a su incumbencia. Así como propiciar, inducir o colaborar en prácticas que signifiquen menoscabo a la dignidad y/o salud humana. e) No delegar en personal no habilitado facultades, funciones o atribuciones privativas de su profesión. f) Abstenerse de anunciar o hacer anunciar su actividad profesional publicando falsos éxitos terapéuticos, falsas curas, prometer resultados infundados, hacer manifestaciones que puedan generar un peligro para la salud de la población, un desprestigio para la profesión o que estén reñidas con la ética profesional. g) Guardar secreto profesional con sujeción a lo establecido por la legislación vigente en la materia. h) Evaluar y realizar informes sobre el desarrollo de sus tareas de asistencia y la evolución del paciente a su cargo y remitir dichos informes al profesional médico responsable o a los equipos profesionales interdisciplinarios encargados de atención de la persona asistida. i) Prestar colaboración cuando les sea requerida por las autoridades sanitarias y judiciales en caso de epidemias, desastres u otras emergencias. j) Fijar domicilio profesional en la jurisdicción que corresponda. Artículo 9º.- No pueden ejercer la profesión, en ninguna jurisdicción, los acompañantes terapéuticos que: a) hayan sido condenados judicialmente por delitos dolosos a penas privativas de la libertad e inhabilitación absoluta o especial para el ejercicio profesional por el transcurso de un tiempo igual al de la condena. b) estén sancionados con suspensión o exclusión en el ejercicio profesional, mientras dure la sanción. c) padezcan enfermedades incapacitantes, invalidantes o infectocontagiosas determinadas a través de una Junta Médica mientras dure el período de contagio. Artículo 10º.- Las incompatibilidades para el ejercicio de la profesión de acompañante terapéutico sólo pueden ser establecidas por Ley. Artículo 11º.- Las personas que sin poseer título habilitante ejercieran la profesión de acompañante terapéutico serán pasibles de las sanciones que pudieren corresponderles por esta ley y su conducta denunciada por infracción a los artículos 208 y 247 del Código Penal. Artículo 12°.- Queda prohibido a toda persona que no esté comprendida en el artículo 5° de la presente ley participar en las “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” actividades o realizar las acciones propias del ejercicio de la actividad del profesional comprendido en la presente ley. Art. 13°.- Las instituciones y los responsables de la dirección, administración o conducción de las mismas que contrataren para realizar las tareas propias de la actividad del acompañante terapéutico a personas que no reúnan los requisitos exigidos por la presente ley, o que directa o indirectamente las obligaren a realizar tareas fuera de los límites que establece esta normativa, serán pasibles de las sanciones previstas en la ley 17.132, sin perjuicio de la responsabilidad civil, penal o administrativa que pudiere imputarse a las mencionadas instituciones y responsables. CAPÍTULO IV MATRICULACIÓN Y REGISTRO DE SANCIONADOS E INHABILITADOS Art. 14°.- Para el ejercicio profesional los acompañantes terapéuticos deberán inscribir previamente el título habilitante expedido o revalidado conforme al artículo 5º de la presente ley, por las autoridades competentes reconocidas y en el organismo jurisdiccional correspondiente. Artículo 15°.- El Ministerio de Salud de la Nación de cada jurisdicción debe llevar un registro de acompañantes terapéuticos y mantenerlo actualizado respecto de los sancionados e inhabilitados, al que tendrán acceso solamente las autoridades de aplicación y los colegios profesionales de cada jurisdicción según lo determine la reglamentación. Art. 16°.- Son causas de cancelación de la matrícula, las siguientes: a) Petición del interesado b) Sanción del Ministerio de Salud de la Nación, o sus equivalentes en cada jurisdicción, que inhabilite para el ejercicio de la profesión o actividad. c) Por decisión judicial. Art. 17°.- A los efectos de la aplicación, procedimiento y prescripción de las sanciones y la determinación de inhabilidades e incompatibilidades, se debe asegurar el derecho de defensa, el debido proceso y demás garantías constitucionales. Para la graduación de las sanciones por incumplimientos de la presente ley se debe considerar la gravedad de la falta y la conducta reincidente en que hubiere incurrido el matriculado; en su caso se aplicarán artículos 125 al 141 de la Ley n° 17.132 de ejercicio de la medicina y sus modificaciones. CAPÍTULO V DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” Art. 18°.- El Ministerio de Educación de la Nación deberá promover ante los organismos que correspondan la unificación de las currículas de todas las universidades de gestión estatal o privadas, conforme la presente ley. Art. 19°.- Instrúyase al Ministerio de Salud a los fines que incorpore al Listado de Especialidades Médicas conforme mecanismos resolutivos. Art. 20º.La aplicación de la presente ley en cada jurisdicción quedará supeditada a la adhesión o a la adecuación de su normativa, conforme lo establecido en cada jurisdicción. Art. 21°- La presente ley será reglamentada por el Poder Ejecutivo en el término de 180 (ciento ochenta) días desde su publicación en el Boletín Oficial. Art. 22°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Daniel R. Pérsico. – FUNDAMENTOS Señor presidente: Los acompañantes terapéuticos (AT) propician al ser humano y a la sociedad en el pleno ejercicio de los Derechos Humanos, entendiendo el bienestar psíquico como uno de los principales. La tarea de los AT es promover la igualdad en el mayor nivel de calidad posible y con el sólo límite de la ética y la ciencia. Por medio de una actitud responsable, lúcida y comprometida frente al ser humano concreto y sus condiciones, promueven una rehabilitación y reinserción en todos los aspectos bio, físico, mental y social. El resultado de la intervención del acompañamiento terapéutico en personas con variedad de dolencias (padecimientos mentales severos, adicciones, depresiones, pacientes oncológicos, geriátricos, de cuidados paliativos, como sostén escolar, etc.) evidenció altos grados de resultados positivos frente a la necesidad de aplicar respuestas clínicas y comunitarias alternativas y complementarias de un equipo interdisciplinario. La Ley Nº 26.657 de Salud Mental, sancionada por el Congreso de la Nación, representa un cambio significativo, no sólo por modificar la concepción de los pacientes con enfermedades mentales, sino también por contener reformas sustanciales respecto del tratamiento: reconoce abordajes diversos para pacientes con patologías psiquiátricas, tendiendo a la desinstitucionalización de las personas, el fomento de los lazos familiares y sociales del paciente, evitar internaciones, en su caso reducir su duración, integración del paciente mental a la atención en establecimientos médicos generales, entre otros. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” El texto promueve entre otras cosas la atención y contención integral de los enfermos psiquiátricos, desalentando la internación tradicional como única intervención posible en casos de crisis, desplazándola como un recurso a utilizar sólo en situaciones excepcionales y no de modo indefinido. En éste marco, las internaciones domiciliarias, los hostales de medio camino, los hospitales de día y el acompañamiento de pacientes constituyen una red de servicios basados en la atención integral de la salud mental. Es importante tener en cuenta que el AT es un agente de salud que debe estar en condiciones de interactuar, tanto con el paciente y sus familiares, como con los médicos psiquiatras y psicoterapeutas tratantes. Por lo cual, debe adquirir competencias para comunicarse eficazmente con todos sus interlocutores, convirtiéndose en una figura confiable para cualquiera de ellos, utilizando el nivel de lenguaje adecuado en cada situación. Asimismo para comprender y poder intervenir correctamente ante cada situación en particular debe poseer conocimientos de psicopatología, psicofarmacología, biología, intervención en urgencias y crisis. Esto le permite saber qué sucede y qué debe informar al terapeuta que ve al paciente en espacios y tiempos acotados, o a quién recurrir en caso de requerir intervenciones especializadas. El acompañante terapéutico, tiene la capacitación adecuada para mejorar la calidad de vida de personas que requieren asistencia por enfermedades o discapacidades físicas o mentales, permanentes o provisorias, propender a su independencia, fomentar y favorecer la interrelación familiar laboral y social. Se trata de un agente de salud entrenado e instruido para sostener y compartir actividades, angustias e inestabilidades de los pacientes de enfermedades mentales, como así también de las personas que no puedan valerse por sí mismas por otras circunstancias. Pero la tarea del AT no termina ahí, coopera en la contención, guía y asesoramiento del familiar de la persona asistida, ya que brinda - por sus conocimientos y experiencia- orientación y consejo para afrontar el proceso de recuperación o el mantenimiento del tratamiento de pacientes crónicos. La labor del AT ha registrado grandes logros en cuanto a la desintitucionalización, la prevención de internaciones psiquiátricas crónicas, evitar la marginación social, favorecer la integración del asistido a una vida y una cotidianeidad, ayudar a sostener la continuidad y eficacia de tratamientos crónicos, evitar recaídas, el aislamiento y la estigmatización. Atento los resultados favorables que ha arrojado la intervención de los AT, consideramos importante que la capacitación del futuro Acompañante Terapéutico esté sustentada por contenidos teóricos, por el análisis de casos clínicos y la observación de pacientes, hecho que le permitirá adquirir un repertorio de experiencias que le sirvan de referencia a la hora de actuar en casos nuevos y le faculten poner en “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” práctica el conocimiento pertinente en el momento adecuado. Por lo cual, la participación del Ministerio de Educación en este proceso de formación y unificación es esencial. La Ley 17.132 referida al Ejercicio de la Medicina, odontología y actividades en colaboración encuentra en la facultad resolutiva del Ministerio de Salud, la posibilidad listar las especialidades. La realidad es que el desarrollo de la práctica médica ha generado una gran cantidad de profesiones, auxiliares del servicio de salud, como en el caso que nos ocupa en esta oportunidad, por lo que se encuentra cada vez más difundida, la implementación del servicio de acompañamiento terapéutico. Por otro lado, el rol de Rectoría del MINISTERIO DE SALUD en el desarrollo y calidad de los Recursos Humanos en Salud, en el marco del Plan Federal de Salud, teniendo en cuenta también los procesos de integración regional. Tienden a que el ordenamiento racional, la planificación y distribución de los Recursos Humanos en Salud, son un componente central en las modificaciones y reformas que propone el Plan Federal de Salud. Siendo que la profesión médica ha desarrollado diversas modalidades de formación de post grado y esto ha determinado la existencia de numerosas especializaciones en la profesión. Es necesario determinar y validar aquellas especializaciones que constituyen especialidades médicas. Fundamental para armonizar con las jurisdicciones provinciales cuáles especialidades deberán ser reconocidas en todo el país, con el objeto de estimular su formación en función de las necesidades de la población. Toda vez que el reconocimiento de especialidades es dinámico y requiere de actualizaciones periódicas por la evolución científica y las necesidades de recursos humanos caracterizados. Es necesario desde esta instancia federal garantice en este proceso la participación de las jurisdicciones provinciales por sí mismas o a través de los Colegios de ley en los que se delegue el gobierno de la matrícula profesional en las jurisdicciones que así fuera delegado. Por lo cual, y conociendo la facultad resolutiva del Ministerio de Salud se le instruye a los fines de incorporar los AT al Listado de Especialidades Médica para garantizarles a estos profesionales de la salud un marco jurídico y proceso de registración, matrícula y desarrollo de la profesión acorde a su función dentro de la estructura de Salud Nacional. Generar un marco regulatorio acorde, en todo el territorio nacional, para el ejercicio profesional de esta actividad como agentes de la salud, no solamente responde a una necesidad de legitimar esa labor, sino que también pretende establecer los parámetros para su control, seguimiento, delimitación de incumbencias, determinar las “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” obligaciones a su cargo y, también, brindarle el marco legal para que estos profesionales puedan percibir sus emolumentos en legal forma. Por lo expuesto, señor Presidente, invito a mis pares a los fines de acompañarme en esta iniciativa. Daniel R. Pérsico. – (II) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,… Articulo 1º - Incorpórese a las actividades de colaboración de la medicina, previstas en el artículo 42 de la ley 17.132 y los decretos complementarios, a los acompañantes terapéuticos. Art. 2º - El Ministerio de Salud de la Nación, establecerá los límites del ejercicio del acompañamiento terapéutico en la reglamentación de la presente Ley. Art. 3º - Incorpórese dentro del Programa Médico Obligatorio (P.M.O.) vigente, o al que en el futuro le sustituya, el acompañamiento terapéutico que garantice el abordaje integral de la atención en salud mental según lo establecido por el artículo 8º de la ley 26.657. Art. 4º - Comuníquese al Poder Ejecutivo. Sandra D. Giménez. – FUNDAMENTOS Señor presidente: El acompañamiento terapéutico, entendido como un dispositivo de acompañamiento que asegura la asistencia profesional al paciente de salud mental en la integración social y/o el desarrollo de un proceso de rehabilitación, es un elemento fundamental en el abordaje terapéutico integral de la atención en salud mental. Sin lugar a dudas, la intervención de estos profesionales mejora la calidad de vida de las personas con padecimiento mental en sus diversas formas porque articula la integración del tratamiento con su vida cotidiana asegurándole una adecuada sociabilización y seguimiento. Por lo dicho, resulta imperioso incorporar el acompañamiento terapéutico no sólo al listado de actividades de colaboración de la medicina, asegurando la regulación, control y profesionalización del ejercicio de la referida actividad, sino también a la cobertura en el P.M.O. que garantiza que el sistema público y de obras sociales deberá garantizar el acceso a la asistencia de los acompañantes terapéuticos a todos los pacientes de salud mental, especialmente, en el caso de aquellos más vulnerables. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” Hasta hoy, la asistencia de un acompañante terapéutico, es un lujo de los pacientes de salud mental que tienen poder adquisitivo para pagar los servicios de estos profesionales. No podemos permitir que aquellos que no tienen recursos no puedan acceder a un tratamiento de abordaje integral que garantice el seguimiento y una adecuada sociabilización del paciente que mejore significativamente su calidad de vida. Todos los pacientes de salud mental que, a requerimiento del equipo médico que lleva adelante su tratamiento de abordaje integral, deben tener garantizado el acceso a la referida asistencia. La asistencia de un acompañamiento terapéutico garantiza la coordinación de las diversas formas de abordaje terapéutico del paciente de salud mental y la complementariedad del tratamiento con una adecuada inserción social favoreciendo la continuidad del tratamiento y su seguimiento permanente. Por lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen con su firma. Sandra D. Giménez. – (III) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,.. Articulo 1°.- Para prestar los servicios propios del acompañamiento terapéutico se requiere cumplir con los siguientes requisitos: A) Ser mayor de edad y no poseer antecedentes penales.B) Contar con título terciario o universitario de Acompañante Terapéutico, expedido o revalidado en la República Argentina.Art. 2°.- Aquellos acompañantes terapéuticos que, al momento de la entrada en vigencia de la presente Ley, se encuentren prestando efectivamente sus servicios, podrán seguir desempeñándose en esta actividad. A todos los efectos de esta norma, quedarán equiparados a los acompañantes terapéuticos diplomados como tales en el nivel terciario y/o en el nivel universitario.Art. 3°.- Los planes de estudio que se implementen para las carreras de acompañamiento terapéutico deberán asignar a la formación ética del estudiante la misma importancia que la formación científica y técnica. En todos los casos, el proceso de enseñanza-aprendizaje se focalizará sobre los aspectos teóricos como también sobre los aspectos prácticos de la carrera de marras.Junto con los contenidos conceptuales y procedimentales que se establezcan dentro de dichos planes y sus respectivos programas, se deberán consignar los correspondientes contenidos actitudinales. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” Estos últimos, como mínimo, deberán estar referidos a la dignidad de la naturaleza humana, en todos los momentos y estadios de la vida; al respeto que dicha dignidad exige; a la especialísima consideración que merecen las personas enfermas y/o discapacitadas; y al esfuerzo, la responsabilidad, la vocación de servicio y el afecto con los que la profesión de acompañante terapéutico debe ser desempeñada.Las instituciones educativas que dicten la carrera de acompañante terapéutico, deberán evaluar la incorporación por parte de los estudiantes, de los contenidos actitudinales, con el mismo rigor con el que deberán examinar el aprendizaje de los contenidos conceptuales y procedimentales.Art. 4°.- La presente Ley entrará en vigencia a partir de un año de su dictado.Art. 5°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.Ada R. del Valle Iturrez de Cappellini. FUNDAMENTOS Señor presidente: En los últimos años, la actividad de los acompañantes terapéuticos se ha difundido notablemente en nuestro país. Se trata, evidentemente, de una actividad de enorme utilidad social. Los servicios de acompañamiento terapéutico son cada vez más demandados por diversos sectores de nuestro pueblo. Muchos son los expertos (médicos, psicólogos, psiquiatras, pedagogos, etc.) que atribuyen a este tipo de acompañamiento una importancia fundamental en el marco de los tratamientos terapéuticos de enfermos y discapacitados; así como también en los procesos de inserción social, educativa y/o laboral de los mismos. A ello debe añadirse el singular papel que los servicios prestados por los acompañantes terapéuticos han demostrado desempeñar en el alivio de la carga -a menudo, muy pesada- que la enfermedad y la discapacidad colocan sobre las personas que las padecen y sus respectivas familias. Al respecto, el Psicólogo Gustavo Pablo Rossi, especialista en el tema que aquí nos ocupa, ha expresado con contundencia: “desde el lugar del acompañante terapéutico pero también desde el profesional que lo indica, ha resultado cada vez más una herramienta clínica válida tanto para el terapeuta, como para el paciente y sus familiares, en la perspectiva de sostener un tratamiento posible.- (...) Su inclusión se extendió en forma paulatina hacia espacios impensados.- El campo de la educación especial es uno de los ámbitos donde tuvo una mayor expansión, permitiendo modalidades de intervención que se articulan al trabajo en escuelas, sean especiales o comunes, incluyendo actividades de integración escolar con acompañantes terapéuticos. “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” Esto amplía el trabajo que se realiza desde hace muchos años con discapacidad, autismo y psicosis infantiles, en el contexto de instituciones dedicadas a esta temática. También se va produciendo la inserción del acompañante terapéutico en ámbitos médicos donde inclusive para el psicólogo por momentos ha sido complejo su lugar, como ser el tratamiento de pacientes oncológicos, la cuestión de los cuidados paliativos, o el trabajo que se realiza en el ámbito de la geriatría.- Hay experiencias con madres embarazadas ante conflictivas particulares donde el trabajo del acompañante terapéutico ha tenido un lugar importante”. El buen desempeño de esta actividad, tan solicitada en nuestros días, requiere de una adecuada formación académica, que abarque tres dimensiones fundamentales: lo científico, lo técnico y lo ético. Dimensiones, éstas, que el proceso de enseñanza-aprendizaje debe abordar tanto teórica como prácticamente. Se trata, en efecto, de una actividad muy eficiente exige, además de una acendrada profundo sentido de la responsabilidad, la ciertos conocimientos especializados pedagógicos, etc.). compleja, cuyo desarrollo vocación de servicio y un posesión y el dominio de (médicos, psicológicos, Asimismo, el correcto ejercicio de esta actividad (sobre todo, en algunas de sus áreas más “sensibles”) requiere el desarrollo de ciertas capacidades físico-corporales y dotes psíquicas (no sólo intelectuales, sino también emocionales). Es que, tal como es sabido, los acompañantes terapéuticos, por la especialísima índole de su actividad, prestan sus servicios a todo tipo de enfermos y discapacitados, asistiéndolos frente a las variadas problemáticas que se presentan en la vida cotidiana de estos últimos. Además, interactúan necesariamente con todos los profesionales que tratan a los mismos; es decir, con sus médicos, psiquiatras, psicólogos, docentes, pedagogos, quinesiólogos, etc. A la luz de las observaciones precedentes, resulta muy sencillo advertir -entre otras cosas- cuán amplia y sistematizada es la instrucción que necesitan recibir los acompañantes terapéuticos para el buen desempeño de su encomiable función. En suma, cuán imperiosa es la jerarquización académica y la profesionalización del acompañamiento terapéutico. En consonancia con lo arriba expuesto, el ya citado Psicólogo Rossi ha destacado la necesidad y la conveniencia de: la “institucionalización” del acompañamiento terapéutico; su “reconocimiento legal” mediante “normativas específicas”; y su “inscripción académica”. A tales efectos, el mentado profesional propone expresamente, entre otras cosas, la “formación de una ‘capa profesional’”, la “conformación de un sistema de conceptualización de la práctica” (esto es, un “cuerpo teórico-clínico particular”), la “2014 – Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” implementación sostenida de “actividades de docencia, de capacitación, ligadas a la disciplina”, vale decir, “su inserción en la legitimidad académica y la sistematización de la enseñanza, con criterios comunes...”. Lo manifestado en los apartados anteriores, adquiere mayor peso aún no bien se advierte que, en la actualidad, muchas son las personas que se han lanzado a ofrecer los servicios en cuestión, sin contar con ninguna capacitación a tal efecto. En idéntico sentido, cabe destacar que, en los últimos años, se ha registrado, en todo el país, una innumerable proliferación de institutos educativos que ofrecen cursos de acompañamiento terapéutico, de variadísima duración. No existiendo, al momento, ningún control oficial respecto de la calidad de la calidad académica de los mismos. Esta situación es -a todas luces- precaria y peligrosa. La misma ha puesto en evidencia la necesidad y la conveniencia de los servicios del acompañante terapéutico, así como también la capacidad de nuestra “sociedad civil” para dar respuestas inmediatas a determinados requerimientos, frente a la eventual pasividad de las autoridades públicas y las consecuentes “lagunas” jurídicas. Sin embargo, no menos cierto es que, por su precariedad político-jurídica e institucional, la situación aquí apuntada permite y propicia el “bastardeo” del acompañamiento terapéutico; su “deformación”; amenazando con “abortar” los enjundiosos “frutos” que de estos servicios cabe esperar e, incluso, con provocar efectos contraproducentes. Esto importa un peligro muy grave, ante todo, para los pacientes y sus familiares. La misma precariedad entorpece y perjudica la actividad de los acompañantes terapéuticos y su efectividad. No en vano, voces expertas han advertido: “en Argentina y en Brasil el AT (acompañamiento terapéutico) se ha insertado cada vez más en el Sistema de Salud, tanto en el sistema público y de obras sociales aquí, como en el sistema privado, aunque esto dista mucho de estar a la altura de lo esperable. Se generan continuamente en esta inserción dificultades para ser contemplado como parte del equipo terapéutico, así como problemas a nivel de reconocimiento de sus honorarios en el nomenclador, y en la lista de prestaciones del sistema de salud”. Por esta razón, también urge la jerarquización académica y la profesionalización del acompañamiento terapéutico. Entonces y en virtud de todos los fundamentos precedentemente expuestos, solicito me acompañen en la sanción de la presente iniciativa legal. Ada R. del Valle Iturrez de Cappellini. -