El Sermón del Monte (Parte 19) El Padre Nuestro (Parte 2) “Santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad” I. Introducción a. Contexto del Sermón del Monte i. Dirigido a un grupo llamado los Fariseos 1. Grupo increíblemente rígido en su apego a la ley 2. Movidos por a. Miedo b. El qué dirán c. Rendimiento ii. La oración del Padre Nuestro se encuentra en una sección del sermón del monte donde Jesús está haciendo ver que el único “que dirán” que importa es el de Dios 1. De allí que las tres cosas de las que habla en esta sección (ofrendas, oración y ayuno) son precedidas por “vuestro padre que ve en lo secreto…” 2. Acabamos de ver la serie “El Dios de lo secreto” b. Sobre el Padre Nuestro i. Esta es seguramente una de las oraciones más famosas o conocidas del mundo ii. Muchos han tenido una negativa inconsciente ante ella porque la sentimos como si fuera un rezo o un mantra 1. Jesús mismo advirtió en contra de esto (Mat 6:7 “Y orando, no uséis vanas repeticiones…”) 2. El Padre Nuestro es más un modelo de oración que una oración para ser repetida vanamente iii. La manera en que Jesús nos enseña a orar comienza por establecer nuestra identidad y relación con Dios 1. Sobre la primera frase a. Padre i. Antes de ser siervos, somos Hijos ii. Dios, antes de ser Señor, es Padre b. Nuestro i. Nos hace un llamado a una relación personal e intima con Dios ii. Nos pone a todos en un mismo nivel c. Que estas en los cielos i. Pone el balance en la ecuación ii. Dios es Padre pero también es Señor 2. Todo parte de allí 3. Si no entendemos bien esto, nuestra vida de oración y como cristianos en general esta destinada a ser muy frustrante “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Mateo 6:9-10 II. “Santificado sea tu nombre” a. La importancia del nombre de una persona i. El nombre de alguien es la “denominación lingüística para referirse a alguien” ii. A través del tiempo el nombre de alguien 1. Lo representa 2. Revela su carácter 3. Revela su reputación 4. Muestra su autoridad iii. Es por esta razón que Dios no le revelaba o daba su nombre fácilmente a alguien 1. Prefiere bendecir a Jacob antes de revelarle su nombre (Gen 32:29 “Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.”) 2. No se lo reveló al papá de Sansón (Jue 13:17-18 “Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre… Y el ángel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?”) 3. Uno de los diez mandamientos habla específicamente de esto (Exo 20:7 “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano…”) b. ¿Cómo recibo o participo del nombre de alguien? i. El nombre representa pertenencia y una relación y/o asociación con alguien ii. Como iglesia participamos del nombre de Dios al menos de las siguientes maneras 1. Matrimonio 2. Adopción 3. Autoridad delegada c. Dios hace muchas cosas por amor a su nombre i. Nos guía por sendas de justicia (Sal. 23:3 “… Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”) ii. Perdona nuestros pecados (Sal. 25:11 “Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande.”) iii. Nos ayuda (Sal. 79:9 “Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.”) iv. Nos salva (Sal. 106:8 “Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder.”) v. Nos favorece (Sal. 109:21 “Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre…”.) vi. Nos vivifica (Sal. 143:11 “Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás…”) d. Nuestro llamado a santificar su nombre i. Debemos santificar su reputación ii. Debemos dar, con nuestra vida y comportamiento, la imagen correcta de quién es Él iii. A traves de nuestra vida damos testimonio de que Dios es quien dice ser (Isa 43:12 “Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.”) iv. Cuando nuestra vida no es congruente traemos vergüenza al nombre (fama o reputación) de Dios (Rom 2:24 “Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.”) v. Cuando hacemos las cosas bien hechas Dios es glorificado (Jn. 15:8 “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.”) e. Cuando oramos “santificado sea tu nombre” lo que estamos diciendo es “Señor, que mi conducta haga que los que no te conocen te puedan ver, como tu verdaderamente eres, en mi” III. Dos maneras en que Santificamos su nombre a. “Venga tu reino” i. El reino de Dios se caracteriza por tres cosas (Rom 14:17 “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”) 1. Justicia 2. Paz 3. Gozo ii. Cuando nuestras vidas son un ejemplo de estas tres cosas, estamos 1. Haciendo avanzar su reino sobre la tierra 2. Dando testimonio de lo que Dios hace 3. Glorificando o santificando el nombre de Dios con los que pueden ver esto en nosotros iii. Cuando oramos “venga tu reino” lo que estamos diciendo es “que mi vida sea un ejemplo de justicia, paz y gozo” b. “Hágase tu voluntad” i. Una vida de continua sumisión a la voluntad de Dios honra su nombre ii. Muchos creen que orar “hágase tu voluntad” es una oración derrotista 1. Ejemplos de esto a. “Señor sánalo por favor pero si no lo sanas entonces que se haga tu voluntad” b. “Señor que salga este negocio pero si no, entonces hágase tu voluntad” c. Etc. 2. Esto viene de un desconocimiento de la naturaleza de la voluntad de Dios (Rom 12:2 “… para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”) a. Buena i. La voluntad de Dios siempre tiene lo mejor en mente ii. Lo que Dios hace por y en nosotros, aun cuando su respuesta es NO, es lo mejor que nos puede pasar b. Agradable i. Esta es la parte más difícil de entender ya que el someterse no siempre es agradable ii. No debemos someternos a la voluntad de Dios solo cuando nos gusta iii. En su tiempo, podremos gozarnos en ella iv. Podemos experimentar gozo aun en medio de situaciones no tan agradables c. Perfecta 3. Entonces orar “hágase tu voluntad” es la mejor oración que podemos hacer iii. ¿Le tenemos que dar permiso a Dios para hacer su voluntad? 1. Dios e Dios y su voluntad soberana se va a hacer sobre la tierra 2. Luc 20:17-18 “Pero él, mirándolos, dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo? Todo el que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella cayere, le desmenuzará.” a. Cuando le entregamos, voluntariamente, nuestra propia voluntad podemos ser quebrantados b. Si él tiene que venir a imponerla (y lo va a hacer) nos desmenuza iv. Cuando hacemos la voluntad de Dios, aun en medio de la duda o el temor, Dios hace que las consecuencias sean de gran bendición para nosotros y el mundo 1. Mat 26:42 “Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.” 2. Es beneficioso a manera personal (Fil. 2:8-9 “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre”) 3. Es beneficioso de manera comunal v. Cuando oramos “hágase tu voluntad” lo que estamos diciendo es “reconozco que tu sabes mejor que yo lo que es bueno y me someto a ello” IV. El ejemplo de Ezequias a. El padre de Ezequiaas - Acaz i. Cerró las puertas del templo ii. Levantó altares a otros dioses en las equinas de las calles de Jerusalén b. Sobre Ezequías i. Comenzó a reinar a los 25 años (2Cr. 29:1) ii. En los primeros 30 días de su reinado abrió el templo (2Cr. 29:2-3) iii. Dios lo bendijo y prosperó en todo lo que hacía 1. 2Cr 31:21 ”En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.” 2. 2Ki 18:7 “Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió.” iv. Fue amenazado por el rey de Asiria “14Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová. 15Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. 16Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente. 17Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; 18y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los destruyeron. 19Ahora, pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios.” 2Re. 19:14-19 V. Conclusiones a. El secreto de la oración de Ezequías está en el “para que” del final b. Cualquier cosa que hacemos puede ser hecha con el propósito de exaltarnos a nosotros mismos o de santificar su nombre c. Llamados i. Aceptar el compromiso de santificar su nombre en todo lo que hacemos ii. Arrepentimiento por no hacerlo así hasta ahora 1. hay gracia 2. Para eso vino Jesús iii. El que está luchando por hacerlo en situaciones donde las voluntades no concuerdan