Universidad Mayor Facultad de Medicina Escuela de Salud Pública CARACTERIZACIÓN EPIDEMIOLÓGICA, DISTRIBUCIÓN Y ASOCIACIONES DE LA TUBERCULOSIS PULMONAR EN EL SERVICIO DE SALUD METROPOLITANO SUR ORIENTE: ESTUDIO DESCRIPTIVO Y ANALÍTICO (ENERO DE 2010 A JULIO DE 2012). Trabajo de Tesis para postular al grado de Magíster MARCELA CAROLINA MORALES ALVARADO DIRECTOR de TESIS: Leandro Emilio Biagini Alarcón CO-DIRECTOR DE TESIS: Viviana Sotomayor Proschle Santiago, Chile Diciembre de 2013 Dedicado a todos quienes apoyaron este gran desafío. A mis padres que siempre esperaron acompañarme en este momento. A mi hija, mi Niño y la Chonis. 2 Agradecimientos a todos quienes aportaron a la realización de este trabajo: Equipo de Tuberculosis del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente A Mirla Torres por su gran aporte 3 ÍNDICE CONTENIDO PÁGINA ÍNDICE…………………………………………………………………………………….. 4 ÍNDICE DE TABLAS Y GRÁFICOS……………………………………………………. 6 RESUMEN……………………………………………………………………………..... 10 INTRODUCCIÓN………………………………………………………..……………....11 OBJETIVOS .......................................................................................................... 13 JUSTIFICACIÓN DE ESTE ESTUDIO ................................................................... 13 DISTRIBUCIÓN DE PACIENTES CON TBC ......................................................... 14 MARCO TEÓRICO ............................................................................................... 15 DEFINICIÓN ...................................................................................................... 15 MANIFESTACIONES CLÍNICAS........................................................................ 15 DIAGNÓSTICO DE LA TBC ............................................................................... 16 EPIDEMIOLOGÍA............................................................................................... 17 FACTORES DE RIESGO DE TBC ..................................................................... 20 METODOLOGÍA ................................................................................................ 26 CONSIDERACIONES ÉTICAS..……………………………………………….………29 RESULTADOS ...................................................................................................... 30 1. CARACTERIZACIÓN DE LOS PACIENTES (SEGÚN PRESENTACIÓN DE CASOS, EDAD, GÉNERO Y FACTORES DE RIESGO).................................... 30 1.A) SEGÚN PRESENTACIÓN DE NUEVOS CASOS……………………………31 1.B) SEGÚN EDADA Y GÉNERO……………………………………………..……34 1.C) SEGÚN GÉNERO Y FACTORES DE RIESGO………………………………37 2. DISTRIBUCIÓN DE PACIENTES ................................................................ 39 2.A). SEGÚN COMUNA DE RESIDENCIA PERTENECIENTE AL SSMSO ....... 40 2.B). SEGÚN LUGAR DE PESQUISA APS VERSUS SU/H ............................... 43 4 3. ASOCIACIÓN ENTRE VARIABLES USANDO LA PRUEBA CHI CUADRADO ………………….. ................................................................................................ 44 3.A) GÉNERO / FACTORES DE RIESGO ........................................................ 45 3.B) FACTORES DE RIESGO / DISTRIBUCIÓN POR LUGAR DE PESQUISA..48 3.C) GÉNERO / LUGAR DE PESQUISA ........................................................... 50 3.D) EDAD / LUGAR DE PESQUISA ................................................................. 51 DISCUSIÓN .......................................................................................................... 53 CONCLUSIONES ................................................................................................. 66 RECOMENDACIONES Y COMENTARIOS…………………………………….…….69 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................... 70 5 ÍNDICE DE TABLAS Y GRÁFICOS Tabla 1. Casos incidentes de tuberculosis declarados por todas las causas en las comunas del SSMSO años 2000 a 2010………………………………..…………….19 Gráfico 1. Casos incidentes de tuberculosis por todas las causas en las comunas del SSMSO años 2000 a 2010………………………………..…………………….….20 Tabla 2. Distribución total de los casos incidentes de paciente con TBC pulmonar del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012…………………………………….31 Gráfico 2. Distribución mensual de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO en el año 2010…………………….……………….………..…32 Gráfico 3. Distribución mensual de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO en el año 2011…………………….………………….……..…32 Gráfico 4. Distribución mensual de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO en el año 2012…………………….………………………...…33 Gráfico 5. Distribución total de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012……...…..…………..…33 Tabla 3. Distribución total de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según edad y género………………………………………………………………..…………..34 Gráfico 6. Distribución de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según edad y género 2012………………………………………………..…………..……..…35 Tabla 4. Distribución anual de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según edad y género…………………………….…………………………………………..35-36 6 Tabla 5. Riesgo relativo para incidencia de TBC pulmonar entre géneros (M/F)……………………………………………………………………………………….37 . Tabla 6. Distribución de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según género y factores de riesgo……………………..…………………………….………..37 Gráfico 7. Distribución de FR de pacientes del SSMSO diagnosticados con TBC entre enero de 2010 y julio de 2012…………………………………………………...38 Tabla 7. Distribución de pacientes de TBC según comuna de residencia………..39 Tabla 8. Tasas de incidencia de tuberculosis pulmonar en hombres y mujeres declarados en las comunas del SSMSO entre enero de 2010 y diciembre de 2011……………………………………………………………………………………….42 Gráfico 8. Casos incidentes de tuberculosis pulmonar declarados en las comunas del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012…………………………………..40 Gráfico 9. Tasa de incidencia por comuna para los años 2010 y 2011 para la población total y para hombres y mujeres………...…………………………………..41 Tabla 9. Casos incidentes de tuberculosis pulmonar declarados en las comunas del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012, con tasa de incidencia respectiva para 2010 y 2011 para la población total y para hombres y mujeres para estos años……………………………………………………………………………………….42 Gráfico 10. Tasa de incidencia por comuna para los años 2010 y 2011 para la población total………………………………...……...…………………………………..43 Tabla 10. Distribución de pacientes según lugar de diagnóstico APS versus SU/H……………………………………………………………………………………….43 7 Gráfico 11. Distribución de pacientes según lugar de diagnóstico APS versus SU/H……………………………………………………………………………………….44 Tabla 11. Factores de riesgo de pacientes de TBC del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012 (datos absolutos)….……………………………………………45 Gráfico 12. Frecuencia y porcentaje de factores de riesgo (agrupados) según género de los pacientes con TBC...……………………………………………………45 Tabla 12. Test Chi cuadrado género / factores de riesgo……………………..……46 Tabla 13. Medidas simétricas: Género / FR……………...……………………..……46 Tabla 14. Factores de riesgo según género (excluyendo a los pacientes sin FR……………………………………………………………………………….…………47 Tabla 15. Test Chi-cuadrado género / FR (excluye a los sin FR)…….……………47 Tabla 16. Distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H) de TBC versus factores de riesgo (incluye a los pacientes sin factor de riesgo)……………………48 Gráfico 13. Distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H) de TBC versus factores de riesgo (incluye a los pacientes sin factor de riesgo)……………………48 Tabla 17. Test chi cuadrado para asociación de distribución según lugar de pesquisa versus factores de riesgo (incluye a los pacientes sin factor de riesgo)………………………………..……………………………………………………49 Tabla 18. Distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H) de TBC versus factores de riesgo (excluye a los pacientes sin factor de riesgo)………..…………49 8 Tabla 19. Test chi cuadrado FR / lugar de pesquisa (excluye a los pacientes sin factor de riesgo)………………………………………...…..….…………………....…49 Tabla 20. Pacientes según género y lugar de pesquisa (APS o SU/H)………...…50 Gráfico 14. Pacientes según género y distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H)…………………………………….…………………………………………...…50 Tabla 21. Test chi cuadrado género / lugar de pesquisa…..………………………51 Tabla 22. Distribución de pacientes según edad y lugar de pesquisa………….…52 Gráfico 15. Distribución de pacientes según edad y lugar de diagnóstico APS versus SU/H………………………………………………………………………………52 Tabla 23. Test chi cuadrado edad / lugar de pesquisa…………………...……...…52 9 RESUMEN La Tuberculosis (TBC) aún constituye una emergencia mundial. En Chile el Programa Nacional de Control y Eliminación de la Tuberculosis (PCT) asegura tratamiento y diagnóstico de casos (gratuito) a toda la población: la pesquisa se debe realizar en los Centros de Atención Primaria de Salud (APS). El equipo encargado de implementar el PCT en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (SSMSO) ha observado menos hallazgos de esta patología y ha encontrado que varios de los casos se diagnostican en urgencias u hospitales (SU/H) de la red. Se recopilaron datos de todos los pacientes con TBC pulmonar pertenecientes al SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012. Se caracterizó a los nuevos casos, se determinó su distribución y se identificó asociaciones estadísticas (chi cuadrado). El análisis arrojó 278 casos incidentes. La distribución mensual fue heterogénea y sin patrón definido. El riesgo relativo es siempre mayor para los varones. Se obtienen diferencias en la distribución comunal, según tasas. Se demostró que la mayoría de las TBC fueron diagnosticados en SU/H. Se determinó algunas asociaciones: Género y factores de riesgo: existe asociación, FR/ lugar de pesquisa, género/lugar de pesquisa, edad/lugar de pesquisa, no hay asociación. Hallazgos confirman necesidad de cambios en lugares donde se hacen más diagnósticos de la enfermedad y analizar situaciones que inciden en el rendimiento de la detección de casos. Entre las comunas del SSMSO hubo marcadas diferencias en incidencia, lo que puede deberse a influencia de las condiciones socioeconómicas y geográficas y al mejor o peor funcionamiento del PCT. También se evidenció la necesidad de diversificar acciones dependiendo de las características de cada comuna, ciudad y región del país. Si se busca eliminar la TBC, se debe ampliar estudios que aporten información para establecer planes de acción en la prevención y control de la patología. 10 INTRODUCCIÓN La tuberculosis pulmonar (TBC) persiste como un problema de salud pública a nivel mundial y esto incluye a Chile. A fines del siglo pasado ocurrió un resurgimiento de esta enfermedad en países desarrollados y en desarrollo, en parte por la pandemia de SIDA, por el aumento de las poblaciones vulnerables y de migraciones derivadas de guerras y hambrunas, pero, principalmente, por el descuido en que cayeron los programas de control en la mayoría de los países. Para afrontar este problema, los objetivos de desarrollo del milenio de la Organización de Naciones Unidas (ONU) han establecido en sus metas para el 2015 reducir a la mitad la incidencia de la tuberculosis encontrada en 1990 (14, 38). Actualmente la pesquisa de TBC en Chile se realiza principalmente en los Centros de Atención Primaria de Salud (APS) según indicación del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis (PCT), encargado del tema (11, 12). El PCT se basa en dos supuestos para su accionar en el diagnóstico de la enfermedad: 1) La consulta espontánea de los pacientes con síntomas respiratorios a los Servicios de Salud. 2) Que los médicos solicitarán 2 baciloscopías (BK) a los pacientes que tengan tos productiva por más de 2 semanas. Así, la búsqueda de casos o pesquisa, depende de la colaboración de los equipos de salud, especialmente del estamento médico (33). Tabilo y Peña en el año 2006, publican que la Norma del PCT de pedir 50 BK por mil consultas de adultos en la APS probablemente no esté apuntando al área donde se originan los nuevos enfermos, que parecen detectarse más frecuentemente entre los especialistas broncopulmonares, servicios de emergencia y médicos privados (33). Según lo observado, actualmente se estima que se debería lograr la aplicación de 325 BK diagnósticas para encontrar un nuevo caso positivo (esto en situación ideal en la Región Metropolitana). El Equipo ocupado en implementar este programa en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (SSMSO), ha observado una disminución en el hallazgo 11 de esta patología y que varios de estos nuevos casos se diagnostican en Unidades de hospitalizados y/o en Servicios de Urgencia (SU/H) de la red (con acceso a radiología inmediata), lugares en los que no existe el protocolo de BK diagnóstica preventiva sino sólo se realiza cuando existe una fuerte sospecha o certeza de la enfermedad (esto confirmaría los dichos de Tabilo y Peña (23)). Junto con esto, es conocido que un importante número de pacientes bacilíferos pertenecen a algunos de los grupos que no concurren comúnmente a los Centros de Salud a controles o chequeos regulares y serían los que tienen mayor riesgo de contagio de enfermedades infecciosas: extranjeros, personas en situación de calle, personas privadas de libertad, drogadictos, alcohólicos, VIH/SIDA, asociación de dos o más de estas características o el conjunto de todas ellas, sumando también que el mayor número de infectados son hombres con edades que oscilan entre los 15 y los 44 años, grupos difíciles de monitorear en los CESFAM por ser personas en plena etapa laboral (3, 7, 13, 16, 39). Todos estos individuos mencionados, si bien no concurren a la APS, sí asisten a las Unidades de Urgencia más cercanas a su trabajo o domicilio por cuadros agudos o son llevados a ellos por conocidos o familiares por problemas de salud. Si analizamos esta situación se podría pensar que la actual ejecución de screening de TBC pulmonar realizado en APS ya no aporta por sí sola el 100% de las incidencias del SSMSO, lo que me lleva a realizar la siguiente investigación para generar aportes y sugerencias al respecto. 12 OBJETIVOS Pregunta de investigación: ¿Es correcta la distribución de las pesquisas de primoinfección de tuberculosis pulmonar en el SSMSO? La hipótesis es que la mayoría de los casos nuevos de TBC del Servicio Sur Oriente son varones jóvenes que están siendo pesquisados principalmente en Hospitales o Servicios de Urgencia de la red de salud y no en la Atención Primaria. Objetivo General: - Caracterizar y definir distribución y asociaciones de la tuberculosis pulmonar en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente. Objetivos Específicos: - Determinar los nuevos casos de TBC pulmonar de los Centros de APS del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012. - Determinar los nuevos casos de TBC pulmonar de los Servicios de Urgencia y Centros asistenciales de mayor complejidad entre enero de 2010 y julio de 2012. - Caracterizar a los nuevos casos de TBC pulmonar del SSMSO (según género, comuna de residencia, edad, factores de riesgo) - Identificar relación de asociación entre variables cualitativas determinadas. Justificación de este estudio Al buscar bibliografía sobre la distribución de las pesquisas de TBC en atención primaria o servicio de urgencia/hospital no se encuentran estudios que verifiquen o refuten que haya aumentado el tamizaje en estos lugares, lo que le otorgaría a esta investigación un sentido de información inicial respecto al tema, además de permitir confirmar la necesidad de gestionar e implementar un protocolo regular de pesquisa de TBC tanto en APS como en Servicios de Urgencia adosados a éstos y en las Unidades de Urgencia pertenecientes a 13 hospitales de diversas complejidades, proceso que debería realizarse pero que no ocurre en la realidad. Todo esto mejoraría el índice de pesquisa de la Región (o en este caso, del SSMSO), permitiría quizás reorganizar y reorientar los recursos hacia la instalación obligatoria de BK en todas las urgencias (manteniendo y estimulando a la APS) y disminuyendo con esto la morbi-mortalidad del Servicio por TBC para lograr mantenernos en la etapa de eliminación avanzada. Distribución de pacientes con TBC El Equipo de TBC del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (SSMSO) que comprende las comunas de Puente Alto, La Florida, San Ramón, La Granja, La Pintana, San José de Maipo y Pirque, ha observado que la detección de los casos de TBC se está realizando cada vez más en los Centros asistenciales de mayor complejidad (hospitales, entre otros) o en los Servicios de urgencia, estando el paciente hospitalizado y/o al tomarle una radiografía de tórax, en vez de pesquisarse en APS. Esto se debería al hecho (supuestamente) de que un importante número de estos pacientes pertenecen a grupos de riesgo que no concurren comúnmente a sus Centros de Salud a controles o chequeos regulares por sentirse o encontrarse fuera del sistema de salud o porque son personas en etapa laboral. Cabe mencionar que el SSMSO comprende dos de las comunas, Puente Alto y La Florida, que cuentan con las poblaciones más numerosas del país. 14 MARCO TEÓRICO Aspectos generales de la Tuberculosis Definición La TBC, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad infecciosa que suele afectar a los pulmones (aunque también puede atacar al sistema circulatorio, el sistema nervioso central, los huesos y la piel, entre otros) (8) y es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis (MT) o Bacilo de Koch. Se transmite de persona a persona a través de gotitas que viajan por el aire generadas en el aparato respiratorio de pacientes con la enfermedad pulmonar activa que tosen o estornudan (8, 38). Aproximadamente en el 90% de los casos de infección por TBC, la respuesta inmune de los seres humanos detiene la replicación del bacilo de Koch y los focos se calcifican o desaparecen. Sin embargo, en algunos sitios propicios para la replicación de éste, como ápices pulmonares, huesos y riñones, pueden quedar focos residuales con bacilos vivos. Dentro del 10% restante que desarrolla la enfermedad, un 5% lo hará como TBC primaria progresiva. Este tipo de pacientes enferma inmediatamente después de la infección debido a una respuesta inmunológica insuficiente: Esta primoinfección pasa a enfermedad tuberculosa. El otro 5% se denomina TBC de reactivación. Este tipo de pacientes inicialmente controló la infección primaria, pero luego los bacilos que quedaron latentes podrán reactivarse y progresar a enfermedad, llegando a conformarse las clásicas cavernas (17). Manifestaciones clínicas En personas sanas la infección por MT suele ser asintomática debido a que su sistema inmunitario actúa formando una barrera alrededor de la bacteria. Se cree que la tercera parte de la población mundial podría tener tuberculosis latente, esto es, que aun cuando están infectadas por el bacilo, ellos no han enfermado ni son capaces de transmitir la infección (38). Cuando la enfermedad tuberculosa se 15 presenta, los síntomas pueden ser leves por muchos meses. Como resultado, los pacientes tardan en buscar atención médica y, en el intertanto, transmiten la bacteria a otras personas. Los síntomas de la TBC pulmonar activa son: tos, a veces con secreciones que pueden ser sanguinolentas, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre, mareos y sudoración nocturna (8, 38) (aunque estos síntomas no siempre están presentes). En el caso de un adulto mayor no es necesario que presente tos, expectoración, ni tampoco fiebre para sospechar una tuberculosis: síntomas como el decaimiento persistente, la dorsalgia inespecífica, cambios de humor y la descompensación de otra enfermedad (diabetes, EPOC, insuficiencia cardíaca o daño hepático crónico) deberían ponernos en alerta y hacernos decidir el tomar acciones diagnósticas (33). Diagnóstico de la TBC Hasta ahora, para el diagnóstico de la TBC en Chile, esencial para disminuir el riesgo de infección y la morbi-mortalidad, se ha empleado una estrategia de Salud Pública que permite, de forma simple, diagnosticar a la mayoría de los casos avanzados de tuberculosis: la baciloscopía y el cultivo de expectoraciones (métodos bacteriológicos) que se realizan a los consultantes espontáneos y activos de los Centros de Salud que tienen tos y expectoración por más de 2 semanas (sintomáticos respiratorios) y que se encuentran disponibles de manera gratuita para todas las personas en los Establecimientos de la red del Sistema Público, sin importar la condición previsional (12, 31). Además, se agrega en el “Manual de Procedimientos para la atención primaria” que se debe extender esta actividad a los grupos vulnerables (cárceles, hogares de ancianos, hospederías, extranjeros, pacientes VIH) (3, 7, 13, 16, 39) y expone claramente entre sus normas la localización de casos en los Servicios de Urgencia con este método (39). Igualmente, el tratamiento recomendado por la OMS (que tiene una duración mínima de 6 meses), también es proporcionado por el Estado, sin costo para el paciente, se administra en forma controlada y supervisada por el personal de salud capacitado y se realiza en todos los establecimientos de la red asistencial. La TBC es una Enfermedad de Notificación Obligatoria (ENO). Esta se debe realizar diariamente por parte de los recintos hospitalarios a la Seremi de Salud 16 correspondiente (31). El PCT, en todo el territorio nacional, tiene un sistema de registros estandarizado, donde cada Servicio de Salud debe informar: edad, diagnóstico, método de confirmación, información territorial y, sistemáticamente desde el año 2008, la presencia de factores de riesgo (FR) asociados (14). La búsqueda de enfermos con TBC prioriza los casos pulmonares bacilíferos, entre los cuales se encuentran los portadores de lesiones cavitarias que se supone eventualmente deberían consultar por sus síntomas en la Atención Primaria. Aquí se espera que los médicos descarten la tuberculosis como diagnóstico diferencial de una tos productiva de más de dos semanas de evolución (33). Existen dos estrategias de tamizaje en APS: la primera es la labor clínica que efectúa el médico (y el Equipo de Salud) en la consulta y la segunda es la encuesta baciloscópica que realiza personal sanitario entrenado entre los asistentes que, por cualquier motivo, se hallan en las salas de espera y otras dependencias de los consultorios (33). Epidemiología a) TBC como problema de salud pública a nivel mundial. La tuberculosis persiste como un problema de salud pública a nivel mundial. Se estimó que en el año 2007 hubo 13,7 millones de casos prevalentes, 9,27 millones de casos nuevos y 1,3 millones de muertes por esta enfermedad (14). En 2010, se produjeron 8,8 millones de casos nuevos y 1,1 millones de muertes y unos 10 millones de niños quedaron huérfanos a consecuencia de la muerte de los padres por esta causa. En el año 2011, 8,7 millones de personas enfermaron y 1,4 millones murieron por esta causa. Aproximadamente medio millón de niños (de 0 a 14 años) enfermaron y una media de 64 mil murieron. El Informe Mundial sobre la tuberculosis 2012 señala que la mayor carga de TBC corresponde a los continentes de Asia y África. India y China en conjunto representan casi el 40% de los casos mundiales de esta enfermedad. Aproximadamente el 60% de los casos corresponden a las Regiones de Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental. Las mayores tasas de casos y muertes corresponden a la Región de África con 24% 17 de los casos mundiales. En cuanto a la TBC multi-resistente, el 60% de los casos se concentran en India, China, la Federación de Rusia y Sud-áfrica (37, 38). En la actualidad, cada segundo se infecta una persona con MT y cada individuo con la enfermedad activa es capaz de contagiar entre 10 y 15 personas por año (6, 9, 10, 38) y si no reciben el tratamiento adecuado, hasta 2/3 de ellos pueden morir (38). b) Situación en Chile. Durante el siglo XX, la TBC significó un problema de Salud Pública de extrema gravedad para Chile, situación que fue cambiando con la aplicación de estrategias, planes y programas creados por los distintos Gobiernos y la OMS/OPS, hasta llegar a un proceso avanzado de control que nos conduciría finalmente a la eliminación de esta enfermedad en el país (29, 40). Sin embargo lo anterior, aún hay cientos de muertes y miles de enfermos que se presentan anualmente en Chile: entre los años 1997 y 2007 murieron 2.739 personas de tuberculosis (una muerte por cada día hábil), con una tasa de mortalidad de 1,7 por 100.000 habitantes (hbts) para ese período (14). En el año 1973 fue creado el Programa Nacional de Tuberculosis del Ministerio de Salud, el cual contiene normas basadas en las recomendaciones internacionales de medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento. Su objetivo fue reducir el riesgo de infección, morbilidad y mortalidad por TBC en Chile, hasta su eliminación como problema de salud pública (26). En relación a este tema, el Ministerio de Salud (MINSAL) fijó algunas metas enfocadas a la eliminación de la TBC: La primera fue lograr una tasa inferior a 20/100.000, la que se cumplió en 2000. La segunda, alcanzar la etapa de eliminación avanzada de la enfermedad (menos de 10/100.000) el año 2010, lo que no se logró, pero faltó poco. El gran desafío actual es alcanzar la etapa de eliminación (menos de 5 casos x 100.000 hbts) para el año 2020 (11, 12). En cuanto a la tasa de incidencia por regiones, el MINSAL entrega datos actualizados hasta el año 2010 - 2011 en que sitúa en el primer lugar del país a la región de Arica y Parinacota con una tasa de 37,1/100.000 hbts, en segundo lugar a la región de Tarapacá con una tasa de 34,5/100.000 hbts, en tercer lugar la 18 región de Magallanes con una tasa de 17/100.000 hbts y sigue la región Metropolitana con una tasa de 13,5/100.000 hbts. Las regiones con tasas de incidencia menores son: la región de Aisén con 8,5/100.000 hbts, región del L. Bernardo O’Higgins con 8,6/100.000 hbts y la del Maule con 9/100.000 hbts (25). Dentro de la RM, específicamente, el SSMSO se mantiene constantemente dentro de los primeros lugares en la lucha por la eliminación de la TBC, con diferencias claras entre sus comunas, que generan problemas en la administración de los esfuerzos y los recursos para este fin (24, 25) (tabla 1, gráfico 1). Tabla 1. Casos incidentes de tuberculosis por todas las causas declarados en las comunas del SSMSO año 2000 a 2010. Comuna 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Puente Alto 52 55 52 50 47 46 51 37 42 39 51 La Florida 73 48 44 50 34 36 35 35 43 37 47 La Pintana 29 38 28 33 30 30 27 27 34 29 32 La Granja 31 30 28 29 18 16 12 18 24 25 19 San Ramón 24 15 15 15 15 15 21 21 19 23 14 San José de M. 1 1 2 1 1 3 1 2 3 0 2 Pirque 1 0 0 2 1 1 1 1 0 2 2 211 187 169 180 146 147 148 141 165 155 167 Total 19 Gráfico 1. Casos incidentes declarados de tuberculosis por todas las causas en las comunas del SSMSO año 2000 a 2010. Casos incidentes TBC por todas las causas del SSMSO 250 200 150 Casos incidentes TBC 100 50 0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Factores de Riesgo de TBC Existen ciertos grupos de personas con características desfavorables que determinan un mayor riesgo de adquirir la TBC. Son grupos con FR variables, entre los que destacan ser adultos mayores, personas privadas de libertad, individuos en situación de calle (indigentes) y personas con VIH/SIDA (14). Además, en este estudio se incluyen datos obtenidos sobre otros factores de riesgo, como son: el alcoholismo y drogadicción, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), caso social, diabetes mellitus, extranjeros y otros problemas de salud asociados, como las enfermedades mentales y otras enfermedades inmunosupresoras. A continuación se detalla la relación de estos grupos de riesgo con la TBC. a) Adultos Mayores Es sabido que ser adulto mayor es el principal factor de riesgo para TBC en nuestro país (14). En el año 2010, García publicó un estudio realizado en grupos con factores de riesgo para tuberculosis en la región Metropolitana. El investigador estableció de manera clara que el FR más frecuente en su estudio fue el ser 20 adulto mayor, que se asociaba significativamente a mayor riesgo de enfermar. Encontró que los casos nuevos estuvieron en una media de edad de 46 años, sin diferencias significativas entre ambos sexos (femenino 46,7 años y masculino 45,3 años). Se encontraron diferencias significativas entre las edades del grupo con FR y sin FR, siendo mayor en el primero para el total y para cada sexo, principalmente por tomar como FR el ser mayor de 65 años. Si se descarta el grupo de personas mayores de 65 y se compara la edad promedio entre los casos sin FR y los restantes que sí los tienen, se obtiene una media de 33,9 años. La edad de este grupo es significativamente menor que los que no tienen FR, lo mismo para cada sexo, lo que implica que la existencia de FR (sin considerar al adulto mayor) aumentaría la incidencia de TBC en edades más precoces. Es importante mencionar que dentro de los casos nuevos, 396 (41,3%) presentaron al menos un FR. Como conclusión García determinó que tener al menos un FR significaría tener una tasa de incidencia de tuberculosis de 33,4 por 100.000 habitantes, 2,4 veces mayor que la de toda la población de la RM (con y sin FR) y 3,4 veces más que la de las personas que no tienen ningún FR registrado. Seis de los 9 FR evaluados en su investigación presentaron tasas mayores de tuberculosis que el total de población de la RM: adultos mayores, infectados VIH, contactos, extranjeros, situación de calle y aquellos privados de libertad (14). Además de los datos nacionales, un estudio publicado por Susana Borroto y colaboradores (2) describe la distribución y tendencia de las tasas de incidencia de TBC por grupos de edades y municipios en La Habana, Cuba, el cual mostró que las tasas fueron más altas en sujetos mayores de 65 años (similares en todos los municipios). Apenas 0,6% de los casos notificados correspondían a personas menores de 15 años. Cabe destacar que las tasas de tuberculosis infantil fueron muy bajas en el período estudiado en este lugar (2). b) Personas privadas de libertad Gendarmería de Chile entregó datos actualizados hasta el 28 de febrero de 2013 sobre la población penal en su página web, donde informa: “En Chile existen 46.816 personas privadas de libertad (PPL), la gran mayoría del género 21 masculino; 43.130 hombres y 3.686 mujeres. Este número corresponde a los internos del subsistema cerrado en los que se encuentran detenidos, procesados y condenados. Además de estos internos se encuentran los del subsistema semiabierto y abierto (medidas alternativas, beneficios de reinserción y apremios). Si sumamos el total de la población penal, el número de personas asciende a 97.112 personas, de los cuales 85.603 son hombres y 11.509 mujeres” (15). En el año 2008 se elaboró la Guía para el control de la tuberculosis en centros penitenciarios de América Latina y el Caribe, la cual está dirigida a todos los profesionales de salud que trabajan en el Sistema Penitenciario y al personal de los programas nacionales de control de la TBC (PCT). Este documento fue revisado y actualizado en 2010 para incorporar nueva evidencia. El Programa de TBC de OPS/OMS monitorea su utilización a través de visitas a centros penitenciarios durante misiones de observación y evaluación de todos los PCT (27). En dicha guía encontramos un estudio realizado en el año 2004 por el Programa Regional de Tuberculosis de la OPS/OMS acerca de la situación y las acciones de control de la TBC en los centros penitenciarios de 17 países de la Región: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En dicho estudio se realizó una encuesta que recaudó información epidemiológica y operacional del control de la TBC en estos centros. Los resultados, sin embargo, presentaron algunas limitaciones debido a la debilidad o ausencia de métodos de información en los sistemas penitenciarios o por la poca coordinación entre estos centros y los PCT (27). Entre la información obtenida se encuentra que la incidencia de TBC en centros de reclusión es 22,2 veces mayor que en la población general; la implementación de TAES (Tratamiento Abreviado Estrictamente Supervisado o DOES, sigla en inglés) en los Servicios de Salud de los centros de reclusión era aún insuficiente. Aunque el 94% de los centros penitenciarios de los países encuestados contaban con servicios de salud, sólo el 41% de los existentes implementaban esta evaluación y únicamente el 26% de ellos capacitó a su personal en esta estrategia. El 87% de la TBC notificada correspondió a casos de TBC pulmonar; la coinfección TBC/VIH en los 22 centros penitenciarios de América Latina, a excepción de Brasil, es desconocida ya que las personas privadas de libertad no acceden a consejería y prueba voluntaria para VIH (27). Un punto importante a considerar en este factor de riesgo es el ambiente propio de los centros penitenciarios. Al ser pequeñas comunidades cerradas pero no herméticas, están compuestas no sólo por PPL, sino también por personal de custodia, de salud, técnicos y empleados quienes ingresan y egresan todos los días de los recintos, debiendo añadirse también a los visitantes que entran y salen después de mantener contacto con los reos. Estas relaciones intra y extramuros crean condiciones para la transmisión de la TBC a través de la llamada “población puente”, estableciendo la cadena de infección entre ambos medios (27). Se creyó que por tratarse de una población cerrada, los centros penitenciarios podrían ser blancos de medidas efectivas de control de TBC, pero la experiencia del Comité Internacional de la Cruz Roja muestra que la realidad es muy diferente. Los factores negativos de este control pueden estar ligados a problemas inherentes a las prisiones mismas, a los internos y a los servicios de salud penitenciarios que en conjunto influyen negativamente en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad (27). En los centros penitenciarios se da un fenómeno de mayor concentración y prevalencia de enfermedades de la que se puede ver en la población general, entre ellas la TBC. Esto es bien sabido y responde al hecho de que las P no son una muestra representativa de la sociedad externa y además están sujetas a factores de riesgo elevados de desarrollar esta enfermedad. Es necesario recalcar que estas poblaciones están aún más expuestas a contraer TBC debido a que en su mayoría se trata de personas que provienen de estratos sociales con poco acceso a educación; de poblaciones marginales y pobres donde existe importante transmisión del bacilo de la tuberculosis; personas con bajas defensas inmunitarias debido a varios factores como la malnutrición, alcoholismo, uso de drogas, altos niveles de estrés psicológico en prisión y elevada prevalencia de infección con VIH; un grupo con prolongada y repetida exposición a la enfermedad dentro de los centros de reclusión; provienen de lugares con condiciones de vida precarias (hacinamiento, carencia de luz y ventilación); detección tardía y 23 tratamiento no adecuado de la enfermedad en las cárceles; encarcelamiento prolongado que incrementa la probabilidad de contraer TBC; alta movilización de un centro penitenciario a otro en algunos países, así como corta estancia de presos sin condena, incrementando el riesgo de diseminación de la enfermedad y/o falla en el tratamiento (27). c) Personas en situación de calle En junio de 2012 el Ministerio de Desarrollo social presentó el libro “Catastro Calle” que recopila la información obtenida en esta materia en el año 2011. Este documento informa que existen 12.255 personas viviendo en la calle a lo largo de todo Chile, de las cuales 2003 son adultos mayores y 725 son niños. En la región Metropolitana existen 5.729 individuos en situación de calle. Del total nacional, el 2,5% padece de TBC. Además de la situación de calle, estas personas presentan otros factores de riesgo de adquirir la enfermedad: El 41,5% tiene problemas de salud en general; 19,9% problemas de drogas; 6,5% diabetes; y 1,7% enfermedades de transmisión sexual (23). d) Personas con VIH SIDA A fines del siglo pasado, cuando la TBC estaba iniciando un lento descenso en la mayoría de los países del mundo, irrumpió el VIH, que compromete preferentemente a los linfocitos CD4, que son los que nos defienden de las infecciones intracelulares como la tuberculosis. La aparición de esta nueva epidemia ha obligado a hacer una serie de cambios en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la TBC cuando ésta se asocia al SIDA (12). La combinación TBC/SIDA empeora considerablemente el pronóstico de ambas enfermedades. Es así como a nivel mundial una de las causas más frecuentes de muerte del SIDA es la TBC. Con razón se las ha denominado “la pareja diabólica” o “el dúo maldito”. Hasta hace algunos años en Chile aproximadamente la mitad de los pacientes con la combinación TBC/SIDA moría antes de completar su tratamiento antituberculoso. Otra principal causa de estas 24 muertes, además de la TBC, son las otras enfermedades oportunistas propias del SIDA, debido a que la tuberculosis determina un aumento del TNF - α que acelera la duplicación del virus. Afortunadamente la introducción de los modernos agentes antirretrovirales ha cambiado dramáticamente el pronóstico de esta asociación. Con estos tratamientos, la letalidad de la asociación TBC/SIDA no es muy diferente a la que tienen los tuberculosos VIH negativos, ya que logra reducirse alrededor del 5% (11). La asociación TBC/SIDA presenta algunos problemas concretos: Por el mayor número de medicamentos hay menos adherencia, más interacciones de drogas, más reacciones adversas y más abandonos; más reacciones sistémicas; cambios en el diagnóstico y en el tratamiento. La asociación TBC/SIDA también obliga a cambios en el diagnóstico, ya que ahora no basta encontrar bacilos alcohol - ácidorresistentes; puede ser necesario ir a la identificación de los que pueden corresponder a micobacterias ambientales, causantes de micobacteriosis. En estos pacientes es necesario tener presente este diagnóstico diferencial y emplear métodos de cultivo más rápidos y sondas genéticas específicas, ya que las micobacterias ambientales tienen diferente pronóstico y tratamiento. También hay que introducir cambios en el esquema terapéutico. Se tiende a recomendar la prolongación de éste a 9 meses, por la posibilidad de mayores recaídas que con el régimen estándar (11). e) Enfermos de TBC de origen extranjero Se ha planteado si la presencia en Chile de enfermos de tuberculosis de origen extranjero agravaría la situación epidemiológica de esta enfermedad en el país (39). Álvaro Yáñez publicó en el año 2010 sobre la tuberculosis en inmigrantes, específicamente el caso de Chile - Perú. Este autor refiere que en Chile se ha observado un aumento de la morbilidad de un 10 a un 15% que sería atribuible a enfermos foráneos, lo cual sería una situación manejable por el PCT. Si bien, los enfermos extranjeros con TBC determinan un riesgo elevado de contagio y 25 enfermedad para su grupo social próximo, este sería el mínimo para el grueso de la población general (39). La cobertura de la vacuna BCG, las buenas condiciones nutricionales de los niños en general, el diagnóstico precoz y la escasa población bacilar con lesiones primarias y post - primarias, permiten suponer que los esquemas esterilizantes actuales lograrán controlar la enfermedad en niños, incluso si son portadores de cepas TBC multidrogorresistentes (MDR) (39). En Chile nunca se ha planteado una política de admisión de extranjeros condicionada por la presencia o ausencia de TBC, por no tener los fundamentos técnicos ni epidemiológicos, además de resultar ser impracticables y atentar en contra de los derechos humanos. La política establecida es aplicar las Normas y Procedimientos del PCT, incluso con mayor eficiencia en este grupo de enfermos. Como todo residente en este país, los extranjeros tienen derecho al diagnóstico y tratamiento gratuito de la tuberculosis, conforme a las Normas del Programa de Control y, por supuesto, al estudio de sus contactos (39). Los inmigrantes procedentes de países con tasas de incidencia de TBC más elevadas que la chilena, debido al alto riesgo de enfermar que presentan, pasan a constituir un grupo vulnerable. Además en todo extranjero que presente la enfermedad activa, la condición debe ser registrada y señalada en la solicitud de examen bacteriológico, para que esa muestra sea sometida a estudios de sensibilidad a los medicamentos usados para tratar la tuberculosis, debido a la mayor probabilidad que esos enfermos tienen de albergar cepas MDR (39). Mientras el PCT mantenga su capacidad operacional actual, la tuberculosis en extranjeros no es un problema de salud amenazante para Chile (39). METODOLOGÍA A. Tipo de estudio (diseño): Estudio descriptivo y analítico de tipo retrospectivo que busca, en los casos incidentes de TBC pulmonar, caracterizar (según presentación temporal de casos, género, residencia, edad, factores de riesgo), determinar distribución (según su lugar de diagnóstico, APS o Urgencias/Unidad de hospitalizado) e identificar 26 algunas asociaciones estadísticas entre variables para generar información de base para futuros estudios del Servicio. B. Población de estudio: Todos los pacientes diagnosticados y notificados de TBC pulmonar mediante el formulario de Enfermedades de Notificación Obligatoria (ENO) pertenecientes al SSMSO, validados por el Equipo de TBC del Hospital Dr. Sótero del Río. C. Muestra y participantes en el estudio: La muestra es la población total de pacientes diagnosticados y notificados por TBC pulmonar mediante el formulario de ENO pertenecientes al SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012 (fuentes secundarias). Esto corresponde a 278 casos nuevos (hombres y mujeres de todas las edades) ingresados en el registro nacional, analizados en el Servicio Suroriente y aceptados por el Equipo de TBC del Hospital Sótero del Río luego de ser confirmado el diagnóstico mediante BK, cultivo de expectoración y control con médico especialista. Además este Equipo verifica que el individuo pertenezca realmente a alguna de las comunas correspondientes al área sur oriente revisando toda la información disponible para determinar su lugar de residencia. Definición de caso nuevo: Individuo que pertenezca al territorio del SSMSO que haya sido diagnosticado y notificado de tuberculosis pulmonar por primera vez. Criterios de inclusión: Todo paciente diagnosticado y notificado (en cualquier parte del país) de TBC pulmonar que pertenezca o resida en el territorio del SSMSO. La residencia se determinará según la última dirección registrada en FONASA, la que se definirá usando el RUT del beneficiario. Si no existiese tal dirección, se asociará a domicilio de familiares directos. Criterios de exclusión: Todo paciente diagnosticado y notificado (en cualquier parte del país) de TBC pulmonar que no pertenezca o resida en el territorio del SSMSO. 27 D. Variables a medir: Los datos se obtuvieron del Registro de Pacientes con TBC del SSMSO, que a su vez se recogen desde el Registro Nacional. 1) Variables cuantitativas discretas: a) Número de casos nuevos: Se contabilizarán uno a uno los casos que cumplan con la definición. 2) Variables cualitativas nominales: a) Género: Selección dicotómica entre M (masculino), F (femenino). b) Comuna de residencia: Selección policotómica entre siete alternativas; LF (La Florida), LP (La Pintana), SR (San Ramón), P (Pirque), SJM (San José de Maipo), PA (Puente Alto), LG (La Granja). c) Factores de riesgo: según corresponda, persona privada de libertad (R), Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), alcoholismo (OH), drogadicción (drog), adulto mayor (AM), situación de calle (SC), Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), caso social (CS), diabetes mellitus (DM), extranjero (E), otros (O): problemas de salud mental, otras enfermedades inmunosupresoras. d) Distribución de casos (lugar de diagnóstico): Selección dicotómica entre APS (Atención Primaria de Salud), U/H (urgencia/Centro Asistencial de mayor complejidad). 3) Variables cuantitativas continuas: a) Edad: Consignada en años. b) Tasa: Valor por 100.000 habitantes. La información recolectada corresponde, en su mayoría, a datos de tipo cualitativo, por lo cual se debe tener en cuenta que cuando se analizan este tipo 28 de variables, es habitual representarlas en diferentes categorías a través de tablas de contingencia y gráficos que permitirán una mejor comprensión y resumen de la información del estudio. Aunque existe una amplia variedad de instrumentos para contrastar la hipótesis e identificar relaciones de dependencia entre variables cualitativas, en este estudio, con el fin de obtener valiosa información (18, 29), se utilizará el estadístico χ2 (Chi-cuadrado), cuyo cálculo permite afirmar con un valor de confianza, en este caso del 95%, si los niveles de las variables cualitativas influyen en los niveles de la otra variable nominal analizada. La variable edad se estratificará en subgrupos de menores de 20 años, 20 a 64 y 65 y más y se identificará la asociación entre éstos y el lugar de diagnóstico de la enfermedad. Así mismo, se evaluará la relación entre los factores de riesgo y el lugar de diagnóstico; la variable género se asociará con el lugar de pesquisa y con los factores de riesgo. CONSIDERACIONES ÉTICAS: Para la realización de este trabajo de Tesis se ha solicitado y recibido la autorización del Comité de Ética del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (que funciona en el Complejo Asistencial Dr Sótero del Río) para el uso de los datos de todos los pacientes diagnosticados de TBC y que están en manos del Equipo de Tuberculosis del SSMSO. Además se recibió la autorización del Comité de Ética de la Universidad Mayor. Para fines de este estudio no se necesitó entablar relación directa con los pacientes incluidos en él ni con sus familiares ni ningún tipo de muestra biológica, sólo se usó los datos ya obtenidos por el Equipo ya mencionado. 29 RESULTADOS Los datos se obtuvieron de un total de 278 casos de TBC presentados en el SSMSO entre enero de 2010 hasta julio de 2012. A continuación se presentan los resultados del total de la muestra de la siguiente manera: 1. Caracterización de los pacientes: 1.a) Según presentación temporal de nuevos casos 1.b) Según edad y género 1.c) Según género y factores de riesgo 2. Distribución de los pacientes: 2.a) Según comuna de residencia perteneciente al SSMSO 2.b) Según lugar de pesquisa (APS versus SU/H) 3. Asociación entre variables usando la prueba chi cuadrado (Xi2): 3.a) Género / Factores de riesgo 3.b) Factores de riesgo / Lugar de pesquisa 3.c) Género / Lugar de pesquisa 3.d) Edad / Lugar de pesquisa 1. Caracterización de los pacientes En primer lugar, y utilizando los datos recaudados de los nuevos casos de individuos diagnosticados y notificados por TBC pulmonar mediante el formulario de ENO pertenecientes al SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012, se caracterizó a este tipo de pacientes a través de la información detallada obtenida, según su presentación temporal de casos nuevos, edad, género y factores de riesgo presentes en cada uno de ellos. El análisis de los datos nos entrega un total de 278 casos en este período. 30 1.a) Según presentación temporal de nuevos casos: Tabla 2. Distribución total de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012. Género ENERO FEBRERO MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE 2010 M F 9 5 5 2 6 5 5 3 2 3 5 3 4 3 6 2 3 2 9 1 9 2 5 1 2011 M F 3 2 4 6 9 3 6 6 3 2 10 5 11 7 7 3 3 1 7 1 7 2 5 3 2012 M F 5 5 5 2 2 2 4 5 6 0 6 6 12 2 TOTAL TOTAL M F 17 12 14 10 17 10 15 14 11 5 21 14 27 12 13 5 6 3 16 2 16 4 10 4 La distribución total de los 278 casos incidentes de TBC mostrada de forma mensual según la tabla 2, arroja un total de 100 pacientes diagnosticados en el año 2010, de los cuales 14 fueron en enero (9 hombres y 5 mujeres), 7 en febrero (5 hombres y 2 mujeres), 11 en marzo (6 hombres y 5 mujeres), 8 en abril (5 hombres y 3 mujeres), 5 en mayo (2 hombres y 3 mujeres), 8 en junio (5 hombres y 3 mujeres), 7 en julio (4 hombres y 3 mujeres), 8 en agosto (6 hombres y 2 mujeres), 5 en septiembre (3 hombres y 2 mujeres), 10 en octubre (9 hombres y 1 mujer), 11 en noviembre (9 hombres y 2 mujeres) y 6 en diciembre (5 hombres y 1 mujer). Así mismo, en el año 2011 se diagnosticaron 116 casos: 5 fueron en enero (3 hombres y 2 mujeres), 10 en febrero (4 hombres y 6 mujeres), 12 en marzo (9 hombres y 3 mujeres), 12 en abril (6 hombres y 6 mujeres), 5 en mayo (3 hombres y 2 mujeres), 15 en junio (10 hombres y 5 mujeres), 18 en julio (11 hombres y 7 mujeres), 10 en agosto (7 hombres y 3 mujeres), 4 en septiembre (3 hombres y 1 mujeres), 8 en octubre (7 hombres y 1 mujer), 9 en noviembre (7 hombres y 2 31 mujer) y 8 en diciembre (5 hombres y 3 mujer). En 2012, el número total fue de 62 pacientes: 10 fueron en enero (5 hombres y 5 mujeres), 7 en febrero (5 hombres y 2 mujeres), 4 en marzo (2 hombres y 2 mujeres), 9 en abril (4 hombres y 5 mujeres), 6 en mayo (6 hombres y 0 mujeres), 12 en junio (6 hombres y 6 mujeres) y 14 en julio (12 hombres y 2 mujeres) (tabla 2, gráficos 2, 3, 4 y 5). Gráfico 2. Distribución mensual de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO en año 2010. 16 14 12 10 8 6 4 2 0 2010 HOMBRES 2010 MUJERES 2010 TOTALES Gráfico 3. Distribución mensual de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO en año 2011. 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 2011 HOMBRES 2011 MUJERES 2011 MUJERES 32 Gráfico 4. Distribución mensual de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO en año 2012 (enero a julio). 16 14 12 10 8 2012 HOMBRES 6 2012 MUJERES 4 2012 TOTAL 2 0 Gráfico 5. Distribución total de los casos incidentes de pacientes con TBC pulmonar del SSMSO entre enero de 2010 a julio de 2012. 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 TOTAL 2010 TOTAL 2011 TOTAL 2012 33 1.b) Según edad y género De los 278 casos de la muestra total, 183 casos son hombres (65,8%) y 95 son mujeres (34,2%), La mediana de la edad para el grupo completo fue de 45,5 años, presentando las mujeres una mediana de 48,0 años y los hombres una de 43. Los pacientes fueron estratificados en subgrupos según la edad: donde 18 pacientes tiene menos de 20 años (10 mujeres y 8 hombres) (con una mediana de edad de 16,5 para el total del grupo y de 16,5 y 17,0 para mujeres y hombres respectivamente), 203 pacientes tiene entre 20 y 64 años (58 mujeres y 145 hombres, de los cuales 28 (10,1%) y 88 (31,7%) respectivamente corresponden a individuos entre 20 y 44 años) (con mediana de 39,0 años para el total de la muestra y de 31,0 y 39,0 para mujeres y hombres respectivamente) y 57 pacientes tiene 65 y más años (27 mujeres y 30 hombres) (mediana de 72,0 años para el total de los pacientes, de 76,0 para las mujeres y 70,0 para el género masculino) (tabla 3, gráfico 6). Tabla 3. Distribución total de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según edad y género. F M TOTAL EDAD F % MED M % MED Frecuencia % MED < 20 años 10 3,6 16,5 8 2,9 17 18 6,5 16,5 20 a 64 años 58 20,9 31 145 52,2 39 203 73 39 > 65 años 27 9,7 76 30 10,7 70 57 20,5 72 TOTAL 95 34,2 48 183 65,8 43 278 100 45,5 34 Gráfico 6. Distribución de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según edad y género. Distribución en rangos etáreos (años) 160 140 120 100 80 Mujeres 60 Hombres 40 20 0 < 20 años 20 a 44 años 45 a 64 años > 65 años Tabla 4. Distribución anual de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según edad y género. Femenino 2010 Masculino 2010 EDAD Femenino % Masculino % < 20 años 20 a 64 años > 65 años TOTAL 4 16 12 32 1,4 5,8 4 10,8 5 46 17 68 1,8 16,5 6,1 24,4 TOTAL 2010 Frecuencia 9 62 29 100 % 3,2 22,3 10,4 35,9 Femenino 2011 Masculino 2011 TOTAL 2011 EDAD Femenino % Masculino % < 20 años 4 1,4 3 1,2 7 2,5 20 a 64 años 28 10,1 64 23 92 33,1 > 65 años 9 3,2 8 2,9 17 6,1 TOTAL 41 14,7 75 27,1 116 41,7 Frecuencia % 35 Femenino 2012 Masculino 2012 TOTAL 2012 EDAD Femenino % Masculino % Frecuencia % < 20 años 2 0,7 0 0 2 0,7 20 a 64 años 14 5 35 12,6 49 17,6 > 65 años TOTAL 6 22 2,2 5,4 5 40 1,8 14,4 11 62 4 22,3 Ahora, si evaluamos esta información de forma anual (2010, 2011 y 2012) con sus respectivas tasas (sólo para los años 2010 y 2011), encontramos que en 2010 se presentaron 100 casos nuevos: 9 en menores de 20 años, 62 en individuos entre 20 y 64 y 29 entre los de 65 años y más. Respecto a las tasas de incidencia (por 100.000 hbts para todas) para 2010, éstas son de 4 y 8,8 para el total de mujeres y hombres respectivamente y 17,3 para el total de diagnosticados en este año. Para los pacientes entre 20 y 64 años es de 3,3 para mujeres y 9,7 para hombres. Para los adultos mayores las tasas son de 18,6 para mujeres y 33,1 para hombres, con una incidencia de 49,2 para el total de personas de este grupo (tabla 5). En el año 2011, se presentaron 116 casos de TBC: 7 en menores de 20 años, 92 casos en individuos entre 20 y 64 años y 17 entre los de 65 años y más. Las tasas de incidencia (por 100.000 hbts) fueron de 5,1 y 10 para el total de mujeres y hombres respectivamente y 7,3 para el total de diagnosticados en este año. Para los pacientes entre 20 y 64 años es de 5,7 para y 13,3 para hombres. Para los adultos mayores las tasas son de 13,2 para mujeres y 14,6 para hombres, con una incidencia de 13,8 para el total de personas de este grupo (tabla 4). Para 2012 (enero a julio), hubo 62 nuevos pacientes, 2 en menores de 20 años, 49 casos en individuos entre 20 y 64 años y 11 entre los de 65 años y más (tabla 4). La tabla 5 muestra las tasas definidas específicamente para cada rango etáreo según género y agrega separadamente al grupo entre 20 a 44 años para 2010, 2011 y 2012. 36 Tabla 5. Riesgo relativo (RR) para incidencia de TBC pulmonar entre géneros (M/F). EDAD > 20 años 20-64 años > 65 años TOTAL TASA 2010 M TASA 2010 F RR 3,2 9,7 33,1 8,8 1,7 3,3 18,6 4 1,88 2,94 1,78 2,2 EDAD > 20 años 20-64 años > 65 años TOTAL TASA 2010 M TASA 2010 F RR 1,2 13,3 14,6 10 1,7 5,7 13,2 5,1 0,71 2,33 1,11 1,96 Si revisamos el riesgo relativo para las tasas de incidencia para 2010 y 2011 entre hombres y mujeres, observamos, según grupos etáreos, valores de 1,88 y 0,71 respectivos para menores de 20 años, 2,94 y 2,33 para individuos entre 20 y 64 y 1,78 y 1,11 para adultos mayores. Para las tasas totales el RR es de 2,2 y 1,96 para cada año en evaluación (tabla 5). 1.c) Según género y factores de riesgo: Al evaluar la existencia de factores de riesgo en la muestra, se determinó que del total de pacientes, 143 de ellos presentaron por lo menos un factor de riesgo (51,4%) (123 sólo un FR y 20 de ellos presentaron 2) y los otros 135 pacientes (48,6%) no presentó ningún FR asociado (tabla 6). Tabla 6. Distribución de los pacientes con TBC pulmonar del SSMSO según género y factores de riesgo. N° FR 0 % 1 % 2 % Total % F 49 36,3 33 26,8 13 65 95 34,2 M 86 63,7 90 73,2 7 35 183 65,8 Total 135 100 123 100 20 100 278 100 El detalle de los factores de riesgo encontrados en los pacientes, según su frecuencia, es el siguiente: El principal factor de riesgo presentado fue ser adulto mayor (AM) con 57 casos en total (27 mujeres y 30 hombres); en segundo lugar, 19 pacientes con VIH (1 mujer y 18 hombres); tercer lugar, pacientes 37 privados de libertad (R) con 18 casos (todos hombres); diabetes mellitus (DM) 16 pacientes (8 mujeres y 8 hombres); 11 casos de drogadicción (drog) (5 mujeres y 6 hombres); 11 personas con otros factores asociados (O) (4 mujeres y 7 hombres), como cáncer o enfermedades mentales; alcoholismo (OH) 10 casos (2 mujeres y 8 hombres); 8 personas extranjeras (E) (5 mujeres y 3 hombres); 7 personas indicadas como caso social (CS) (2 mujeres y 5 hombres); 4 pacientes con EPOC (3 mujeres y 1 hombres); 2 personas en situación de calle (SC) (1 mujer y 1 hombre) (gráfico 7). Gráfico 7. Distribución de FR de pacientes del SSMSO diagnosticados con TBC entre enero de 2010 y julio de 2012. EPOC Total OH DM Masculino AM Femenino 0 20 40 60 38 2. Distribución de pacientes 2.a) Según comuna de residencia perteneciente al SSMSO: Se clasificó a los pacientes de acuerdo a su comuna de residencia. Del total de pacientes, la mayoría se concentró en la comuna de Puente Alto (PA) con el 32,7% del total de la muestra, correspondiente a 91 pacientes. En segunda mayoría, se diagnosticaron 78 casos pertenecientes a la comuna de La Florida (LF) lo que corresponde al 28,1% de los pacientes. La tercera mayoría la presentó la comuna de La Pintana (LP) con 55 pacientes (19,8%). En cuarto lugar las comunas de La Granja (LG) y San ramón (SR) con 25 pacientes cada una (9%). Luego San José de Maipo (SJM) con 3 pacientes (1,1%). Finalmente queda Pirque (P) con un solo caso de TBC residente en la comuna (0,4%) (tabla 7 y gráfico 8). Tabla 7. Distribución de pacientes de TBC según comuna de residencia. Comuna Frecuencia % PA 91 32,7 LP 78 28,1 LP 55 19,8 LG 25 9,0 SR 25 9,0 SJM 3 1,1 P 1 0,4 Total 278 100,0 39 Gráfico 8. Distribución de pacientes de TBC según comuna de residencia. 1% 0% 9% PA 9% 33% LF LP LG 20% SR SJM P 28% De los 278 pacientes del estudio, 100 casos se presentaron en el año 2010 (32 mujeres y 68 hombres), 116 en el año 2011 (41 mujeres y 75 hombres) y entre enero y julio de 2012 se presentaron 62 casos (22 mujeres y 40 hombres). Si vemos el detalle anual de estos casos incidentes por comuna, podemos ver que en 2010 se mantiene la tendencia mostrada previamente en que el mayor número de pacientes se encuentra en PA (31 casos, 6 mujeres y 25 hombres), luego LF (26 casos, 11 mujeres y 15 hombres), LP (20 casos (11 mujeres y 9 hombres), LG (11 casos, todos hombres), SR (también 11 casos, 3 mujeres y 8 hombres), SJM (1 caso, mujer) y P que no presentó casos ese año. Para el 2011, se mantiene el orden con PA y LF con el mayor número de diagnosticados, 41 y 31 respectivamente (16 mujeres y 25 hombres en PA; 8 y 23 respectivamente en LF), LP ocupando el tercer lugar con 21 casos (5 mujeres y 16 hombres), luego LG (11 pacientes, 6 mujeres y 5 hombres) y en el otro extremo las comunas de SJM con 2 casos (ambos hombres) y P, la que nuevamente no presentó casos de tuberculosis. En 2012 se observa un pequeño cambio, con la aparición en primer lugar de LF con 21 casos (7 mujeres y 14 hombres), luego PA (19 casos, 4 mujeres y 15 hombres), sigue LP (14 casos, 7 para cada género), sube SR con 4 40 casos (1 mujer y 3 hombres), aparece P con 1 caso (mujer) y SJM no tuvo casos en este período (tabla 8, gráfico 9). Sin embargo, si observamos ahora la distribución comunal ordenada según las tasas de incidencia (tasas por 100 hbts para todos) para 2010 y 2011, se obtienen diferencias en la tendencia: Según éstas, la mayor incidencia de TBC se manifiesta, para el año 2010, en SR (12,9); luego LP (9,9); después LG (8,8); sigue SJM (6,9); LF (6,5); PA (4,2); y finalmente P (sin casos). Para 2011, en cambio, se vuelve a modificar la inclinación, siendo SJM la comuna que presenta la mayor tasa (13,8), seguida de SR (11,9), LP (10,4), LG (8,9), LF (7,8), PA (5,6) y finalmente P (por no tener casos). Respecto a 2012, no se calculan las tasas por no tener los datos anuales de casos de TBC (tabla 9, gráfico 10). Gráfico 9. Casos incidentes de tuberculosis pulmonar declarados en las comunas del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012. N° de casos incidentes de TBC 140 Puente Alto 120 La Florida 100 La Pintana 80 La Granja 60 San Ramón 40 San José de M. 20 Pirque 0 2010 2011 2012 TOTAL 41 Tabla 8. Casos incidentes de tuberculosis pulmonar declarados en las comunas del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012, con tasa de incidencia respectiva para 2010 y 2011 para la población total y para hombres y mujeres para estos años. 2010 2010 Total 2011 2011 Total 2012 2012 Total Comuna Puente Alto La Florida La Pintana La Granja San Ramón San José de M Pirque TOTAL M F M F 25 6 31 25 16 15 11 26 23 9 11 20 11 0 8 M F 41 15 4 19 8 31 14 7 21 16 5 21 7 7 14 11 5 6 11 1 2 3 3 11 4 6 10 3 1 4 0 1 1 2 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 68 32 100 75 41 116 40 22 62 Tabla 9. Tasas de incidencia de tuberculosis pulmonar en hombres y mujeres declarados en las comunas del SSMSO entre enero de 2010 y diciembre de 2011. TASA TASA 2010 2010 M Comuna 7,2 Puente Alto 7,5 La Florida 8,9 La Pintana 18,1 La Granja 19,1 San Ramón San José de M 0 0 Pirque 8,8 TOTAL TASA TASA TASA Total TASA tota 2011 2011 2011 total 2010l F M F 1,7 4,3 6,9 4,3 41 5,6 5,5 6,5 11,5 4 31 7,8 10,9 9,9 15,8 4,9 21 10,4 0 8,8 8,4 9,4 11 8,9 6,9 12,9 9,7 14 10 11,9 14,7 6,9 26,1 0 2 13,8 0 0 0 0 0 0 4 6,4 9,6 5,1 116 7,3 42 Gráfico 10. Tasa de incidencia por comuna para los años 2010 y 2011 para la población total . 14 12 10 8 6 4 2 0 TASA 2010 TASA 2011 PA LF LP LG SR SJM P 2.b) Según lugar de pesquisa (APS versus SU/H) Este resultado es esencial en el estudio, pues es la razón de la hipótesis y la pregunta de investigación. Lo esperado en este punto es que se encuentre una clara inclinación de pesquisas en SU/H respecto de la APS. Según el lugar de pesquisa, los 278 pacientes fueron distribuidos en 2 grupos: Los pesquisados en atención primaria (APS) y los diagnosticados en algún servicio de urgencia o servicio de mayor complejidad (SU/H). Del total de individuos, la mayoría fue diagnosticada en SU/H. El 54,3% de los pacientes, que corresponde a 151 casos, fue pesquisado en SU/H y el 45,7% fue pesquisado en APS correspondiente a 127 casos (tabla 10 y gráfico 11). Tabla 10. Distribución de pacientes según lugar de diagnóstico APS versus SU/H. Lugar de pesquisa Frecuencia % APS 127 45,7% SU/H 151 54,3% Total 278 100% 43 Gráfico11. Distribución de pacientes según lugar de diagnóstico APS versus SU/H. 3. Asociación entre variables usando la prueba chi cuadrado (Xi2) 3.a) Género / factores de riesgo: De la muestra de 278 pacientes, el 65,8% son hombres (183 casos), de los cuales el 53% presentan factores de riesgo (97 casos). Del restante 34,2% de pacientes que son mujeres (95 casos), el 48,4% presenta factores de riesgo (46 casos). El principal factor de riesgo presentado fue ser adulto mayor (AM) con 57 casos en total (27 mujeres y 30 hombres); en segundo lugar, 19 pacientes con VIH (1 mujer y 18 hombres); tercer lugar, pacientes en condición de reo (R) con 18 casos (todos hombres); diabetes mellitus (DM) 16 pacientes (8 mujeres y 8 hombres); 11 casos de drogadicción (drog) (5 mujeres y 6 hombres); 11 personas con otros factores asociados (O) (4 mujeres y 7 hombres), como cáncer o enfermedades mentales; alcoholismo (OH) 10 casos (2 mujeres y 8 hombres); 8 personas extranjeras (E) (5 mujeres y 3 hombres); 7 personas indicadas como caso social (CS) (2 mujeres y 5 hombres); 4 pacientes con EPOC (3 mujeres y 1 hombres); 2 personas en situación de calle (SC) (1 mujer y 1 hombre) (tablas 3, 6 y gráfico 7). Los factores de riesgo, para efectos de análisis de asociación, se clasificaron en 5 grupos de la siguiente manera (tabla 11, gráfico 12): 44 1) Factores sociales: incluye ser extranjero, reo, caso social y situación de calle. 2) Factor Adulto mayor. 3) Factores de enfermedad preexistentes: incluye VIH, diabetes mellitus y enfermedades inmunodeficientes, respiratorias y otras. 4) Factores de adicción al alcohol y las drogas. 5) Sin factores de riesgo. Además, para evaluar la asociatividad, cada FR será considerado como caso individual, a pesar de que un paciente tenga uno o más factores (tablas 6 y 10). Tabla 11. Factores de riesgo de pacientes de TBC del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012 (datos absolutos). N° FR % 25,7 26 74,3 35 12,6 27 47,4 30 52,6 57 20,5 Enfermedades preexistentes (EPOC, DM, VIH, otras) 15 30,6 34 69,4 49 17,6 Factor alcohol y drogas 6 33,3 12 66,7 18 6,5 Sin factores de riesgo 49 36,3 86 63,7 135 48,5 Factores de riesgo F Factores sociales (E, R, CS, SC) 9 Adultos mayores % M % Gráfico 12. Frecuencia y porcentaje de factores de riesgo (agrupados) según género de los pacientes con TBC. 160 140 120 100 80 60 Masculino 40 Femenino 20 Tot al 0 45 El 48,5% de los casos (135 personas) no presenta factores de riesgo, 86 hombres (63,7%) y 49 mujeres (36,35). Los otros 143 individuos presentan uno o más factores de riesgo (tabla 6). De éstos, el 12,6% de los pacientes tiene asociado factores sociales (35 casos), el 74,3% de ellos hombres (26 casos) y 25,7% mujeres (9 casos); 57 de los pacientes es adulto mayor (20,5%), 30 hombres (52,6%) y 27 mujeres (47,4%); 49 pacientes tienen asociada una enfermedad preexistente (17,6%), 34 hombres (69,4%) y 15 mujeres (30,6%); y el 6,5% de los casos está asociado al consumo de alcohol y otras drogas (18 casos), 12 hombres (66,7%) y 6 mujeres (33,3%) (tabla 10). Se estableció la relación entre género y factores de riesgo mediante el estadístico Xi2, el cual indica que las variables están asociadas, sigma 0,028 menor a sigma 0,05. El valor de Xi2 es 10,8 y el valor esperado 4,78 (hay asociación al ser chi cuadrado mayor de lo esperado) (tablas 12 y 13). Tabla 12. Test Xi2 género / factores de riesgo Aprox. Sig. Valor Phi 0,198 0,028 V de cramer 0,198 0,028 Tabla 13. Medidas simétricas: Género / FR Valor Chi-cuadrado de Pearson Razón de verosimilitud Asociación lineal por lineal Sig. asintótica (bilateral) gl 10,874a 4 0,028 11,212 4 0,024 0,185 1 0,667 46 Luego se realizó el mismo ejercicio, pero esta vez sin incluir a los pacientes que no presentaron factores de riesgo (tabla 14). En este caso, podemos observar que existe asociación entre factores de riesgo y género, aunque débil, V de Cramer 0,27. Pero Sigma de Xi2 0,014 es menor a 0,05 confirmando asociación (tabla 15). Tabla 14. Factores de riesgo según género (excluyendo a los pacientes sin FR). Sig. Asintótica Valor Chi-cuadrado de Pearson Gl (bilateral) 10,676a 3 0,014 11,130 3 0,011 0,564 1 0,453 Razón de verosimilitud Asociación lineal por lineal Tabla 15. Test Xi2 género / FR (excluye a los sin FR) M Factores de riesgo F Frecuencia % Frecuencia % Total Factores sociales 26 64,7% 9 35,3% 35 Adultos mayores 30 52,2% 27 47,8% 57 Enfermedades preexistentes 34 Alcohol y drogas 12 81,6% 50,0% 15 6 18,4% 50,0% 49 18 47 3.b) Factores de riesgo / lugar de pesquisa: Mediante el test Xi2 se buscó la asociación entre los factores de riesgo presentados por los pacientes y el lugar en que fueron diagnosticados. Se determinó que no existe asociación entre estas dos variables, ya que el valor de chi cuadrado es menor a lo esperado y el valor de sigma es 0,4 mayor a 0,05 (tablas 16 y 17, gráfico 13). Tabla 16. Distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H) de TBC versus factores de riesgo (incluye a los pacientes sin factor de riesgo). Factores de riesgo APS % SU/H % Total Factores sociales 17 48,6% 18 51,4% 35 Adultos mayores 29 50,9% 28 49,1% 57 Enfermedades preexistentes 17 34,7% 32 65,3% 49 factor alcohol y drogas 7 38,9% 11 61,1% 18 Sin factores de riesgo 65 48,1% 70 51,9% 135 Gráfico 13. Distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H) de TBC versus factores de riesgo (incluye a los pacientes sin factor de riesgo). 48 Tabla 17. Test Xi2 para asociación de distribución según lugar de pesquisa versus factores de riesgo (incluye a pacientes sin factores de riesgo). Value gl Sig. Asintótica Chi cuadrado de Pearson 3,879a 4 0,423 Razón de verosimilitud 3,878 4 0,423 Luego se realizó el mismo ejercicio, pero esta vez sin incluir a los pacientes que no presentaron factores de riesgo y la prueba nuevamente arrojó que no existe asociación entre las variables, pues sigma de 0,73 es mayor a 0,05 (tablas 18 y 19). Tabla 18. Distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H) de TBC versus factores de riesgo (excluye a los pacientes sin factor de riesgo). Factores de riesgo APS Porcentaje SU/H Porcentaje Total Factores sociales 17 48,6% 18 51,4% 35 Adultos mayores 29 50,9% 28 49,1% 57 Enfermedades preexistentes 17 34,7% 32 65,3% 49 factor alcohol y drogas 7 38,9% 11 61,1% 18 Tabla 19. Test chi cuadrado FR / lugar de pesquisa (excluye a los pacientes sin factor de riesgo). Valor Chi-cuadrado de Pearson Razón de Verosimilitud 1,286 1,289 gl Sig. Asintótica 3 0,732 3 0,732 49 3.c) Género / lugar de pesquisa: Con los datos obtenidos según el género de los pacientes y la diferencia clara entre hombres y mujeres, se buscó relacionar esta variable con el lugar en que los pacientes fueron diagnosticados. Vemos que del total de los casos pesquisados en APS (127 pacientes, 45,7%), el 65,4% corresponde a hombres (83 casos) y sólo el 34,6% son mujeres (44). De igual modo, en las pesquisas realizadas en los servicios de urgencia y otras atenciones hospitalarias (151 pacientes, 54,3%), existe una marcada brecha entre géneros, con un 66,2% correspondiente al género masculino (100 casos) y un 33,8% a mujeres (51 personas (tabla 20, gráfico 14). Tabla 20. Pacientes según género y lugar de pesquisa (APS o SU/H). APS U/H TOTAL F 44 51 95 % 34,6 33,8 34,2 M 83 100 183 % 65,4 66,2 65,8 TOTAL 127 151 278 % 45,7 54,3 100 Gráfico 14. Pacientes según género y distribución según lugar de pesquisa (APS o SU/H). 50 Al utilizar el estadístico chi cuadrado, vemos que no hay asociación entre las variables, valor sigma mayor a 0,05 (0.879 y 0.980), El valor de chi cuadrado es menor a lo esperado (tabla 21). Tabla 21. Test Xi2 género / lugar de pesquisa Sig. Asintótica Valor gl (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 0,023a 1 0,879 Corrección por continuidad 0,001 1 0,980 Razón de verosimilitud 0,023 1 0,879 3.d) Edad / lugar de pesquisa: Del total de la muestra (278 casos), el 54,3% de los pacientes (151 casos) fue pesquisado en SU/H y sólo el 45,7% fue pesquisado en APS (127 casos) (tabla 9). De acuerdo a la categorización por edad se obtuvo la siguiente información: De los 18 pacientes con menos de 20 años, sólo 7 fueron pesquisados en APS (38,9%) (5 mujeres (27,8%) y 2 hombres (11,1%) y 11 en SU/H (61,1%) (5 mujeres 27,8%) y 6 hombres (33,3%); del tramo de pacientes que tiene entre 20 a 64 años (203 pacientes), 91 fueron diagnosticados en APS (44,8%) (26 mujeres (12,8%) y 65 hombres (32%) versus 112 que se pesquisaron en SU/H (55,2%) (32 mujeres (15,8%) y 80 hombres (39,4%) (de ellos, 47 personas entre 20 y 44 años equivalente al 40,6% fue pesquisado en APS (9 mujeres (7,8%) y 38 hombres (32,8%)) y 69 (59,5%) en SU/H (19 mujeres (16,4%) y 50 hombres (43,1%)); sólo en el tramo de edad de los 57 adultos mayores se logró equiparar esta diferencia, con 29 casos pesquisados en APS (50,8%) (13 mujeres (22,8%) y 16 hombres (28%)) versus 28 en SU/H (49,1%) (14 mujeres y 14 hombres con el 24,6% cada uno) (tabla 22, gráfico 15). 51 Tabla 22. Distribución de pacientes según edad y lugar de pesquisa Edad F APS M < 20 5 2 38,9 5 6 61,1 20a64 26 65 44,8 32 80 55,2 65ymás 13 16 50,8 14 14 49,1 83 45,7 51 100 Total 44 % F SU/H M % Total 18 (6,5%) 203 (73%) 57 (20,5%) 278 54,3 (100%) Gráfico 15. Distribución de pacientes según Edad y lugar de diagnóstico APS versus SU/H. Tabla 23. Test chi cuadrado Edad / lugar de pesquisa Sig. Asintótico Valor gl (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 3,131a 3 0,372 Razón de verosimilitud 3 0,370 3,142 Al buscar la asociación entre estas dos variables mediante Xi2, se determinó que el valor de significación es de 0,372 mayor a 0,05. No hay asociación entre edad y lugar de pesquisa, las variables son independientes pues los factores APS y SU/H se distribuyen homogéneamente entre los tramos de edad y no hay mayores diferencias entre las categorías (tabla 23). 52 DISCUSIÓN En este estudio se buscó caracterizar y definir la distribución y asociaciones de la tuberculosis pulmonar en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente y se logró determinar los nuevos casos de TBC diagnosticados en los Centros de APS y en los Servicios de Urgencia o Centros asistenciales de mayor complejidad del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012, clasificándolos según presentación de casos nuevos, edad, género, comuna de residencia y factores de riesgo, estableciendo, a su vez, la relación de asociación entre variables cuantitativas determinadas. La pregunta de investigación planteada en este documento surgió de una duda expuesta por el Equipo de TBC del SSMSO el que ha observado, de forma no cuantificada, que la mayoría de los pacientes pesquisados de tuberculosis pulmonar son varones adultos relativamente jóvenes que estaban siendo diagnosticados en la atención secundaria o en los Servicios de Urgencia de los distintos Centros de Salud y no en la APS (donde se encuentran destinados los recursos de tamizaje en la actualidad) como se esperaría si se siguiesen las normas establecidas en el Programa de Control de Tuberculosis. Previo a cualquier análisis, cabe mencionar a Tabilo y Peña en su artículo “Reorientación del Programa de Localización de Casos de Tuberculosis; Región Metropolitana, 2006”, que consideran que es importante conocer cuál es la proporción de pacientes tuberculosos derivados desde la Atención Primaria a los especialistas y la proporción de diagnósticos que se originan desde Servicios Broncopulmonares en consultas espontáneas y a partir de otros especialistas como infectólogos, internistas, etc. Ellos plantean que resulta necesaria una discusión en los equipos de TBC respecto a los cambios que deben efectuarse en los lugares donde se hacen actualmente más diagnósticos de la enfermedad y analizar una serie de situaciones que inciden en el rendimiento de la detección de casos (33). De este modo, esta investigación aportaría con nueva información respecto a la distribución de las pesquisas de TBC en las distintas comunas del SSMSO (entre otros datos), ya que no se encuentran estudios que verifiquen o refuten que haya aumentado el screening en estos recintos. Victorino Farga, en su artículo 53 “Hacia la erradicación de la Tuberculosis”, refiere que en este tiempo en que cada vez contamos con menos especialistas y en el que las principales acciones se efectúan en el Nivel Primario, es esencial reforzar el Nivel Central para que apoye y esté en condiciones de asesorar a los equipos intermedios y periféricos (11). En el inicio de este estudio se puede observar claramente que la distribución mensual y anual de los casos incidentes es heterogénea durante todo el período estudiado y para ambos sexos, sin mostrar patrones de presentación estacional o de otra índole. Esta fue la causa que impidió mostrar las tasas de incidencia para 2012 (tanto para hombres como para mujeres) puesto que no fue posible conseguir las tasas poblacionales semestrales para este año en particular (sólo se obtuvieron las anuales por comuna). Al evaluar los resultados cuali y cuantitativos, lo primero a mencionar es que el mayor número absoluto de pacientes diagnosticados con TBC pulmonar efectivamente está siendo diagnosticado en los Servicios de Urgencia / Centros hospitalarios y del total, el mayor porcentaje son del género masculino (lo que apoyaría la hipótesis de este estudio). En dos de los tres grupos etáreos fueron más los varones, excepto en el de menores de 20 años. Esto último se asemeja a los resultados obtenidos en 2011 por Pantoja y Roa que obtuvieron una diferencia entre hombres y mujeres de 2:1; no se pudo comparar los resultados en rangos etáreos por utilizarse diferentes grupos de edad en ambas investigaciones (28). En relación a lo mismo, en el estudio de García la distribución por género también mostró alto predominio del sexo masculino tanto en los pacientes antes tratados como en los nuevos casos. Misma situación se encuentra en los datos del CDC de Estados Unidos (USA) (5). En este estudio el alto número de varones asociado a que la mayoría de ellos (en valores absolutos) pertenece al grupo etáreo de 20 y 64 años, permitiría confirmar una de las ideas mencionadas en esta Tesis en el hecho de que, en general, la enfermedad se presenta más en varones (11), principalmente en hombres jóvenes (14), que éstos accederían menos a la APS por ser quienes trabajan dentro de sus familias y los mayores proveedores económicos del hogar, porque si están en edad laboral no tienen tiempo para controlarse en las redes de atención de salud y consultan sólo si sus síntomas son importantes o si no les permiten asistir a sus labores diarias. Todo lo anterior 54 aportaría al mayor diagnóstico de TBC en los Centros hospitalarios o Servicios de Urgencia. Para reafirmar más esta postura, al revisar el riesgo relativo entre hombres y mujeres se observa un claro riesgo de enfermar asociado al género masculino, siendo los mayores valores (asociación moderada) correspondientes al grupo de 20 a 64 años y en éste el de 20 a 44) (21). Sin embargo a lo anterior, si analizamos las tasas de incidencia calculadas y no los valores absolutos, éstas muestran que el mayor peso en la edad la obtiene el grupo de 65 años y más, lo que también se asemeja a los resultados alcanzados por García (14) y lo que nos confirma la adultez mayor como principal factor de riesgo para la TBC. Respecto a los factores de riesgo se debe incluir parte de las conclusiones de García en 2008 (14), en que menciona que “la identificación de los FR de enfermar de tuberculosis nos permitiría focalizar esfuerzos y aumentar la eficiencia de las intervenciones sanitarias”. Él considera que “es de vital importancia conocer el perfil de riesgo y la magnitud de éste en una población y que en el nivel de endemia de tuberculosis en que se encuentra Chile, esto es cada vez más importante para seguir disminuyendo las tasas de incidencia, porque a medida que disminuye el problema, se requieren esfuerzos cada vez mayores para encontrar un caso”. Esto es esencial en los CS, SC, D y OH que no serán fácilmente captados por el Equipo de TBC, ya que, en general, se encuentran fuera de todo sistema de salud. Para caso del análisis, y debido al número de la muestra, debió reagruparse los FR en cuatro tipos de acuerdo a similitud de características de sus vulnerabilidades: Caso social, que incluyó a todos aquellos pacientes extranjeros, PPL, casos sociales y en situación de calle; adultos mayores; enfermedades preexistentes, que involucró los diagnósticos de EPOC, DM, VIH y Otras; y factor adicción (OH y drogas). El principal FR encontrado entre los pacientes fue el ser adulto mayor (AM), esto en las tasas de incidencia para ambos géneros. Este resultado coincide con lo que García estableció en la Región Metropolitana y donde asoció mayor riesgo de enfermar de TBC al ser mayor de 65 años (14). Esto también se puede comparar con la información de Estados Unidos, que, a partir de información hasta 55 2012, mencionan que sus mayores tasas de enfermedad corresponden a este grupo etáreo (5). En el otro extremo, encontramos el hecho de ser menor de 20 años con el resultado más bajo de casos (también similar a USA (5)). Estos datos de la distribución de pacientes por edad, siempre con el predominio en ancianos, manteniendo muy baja la incidencia en niños y adolescentes coinciden con lo registrado en países desarrollados con un control adecuado de la enfermedad. En cuanto a los resultados obtenidos en la categorización por edades, el estudio de Borroto concluye que el número predominante de infectados adultos mayores se explicaría por la reactivación endógena, lo que a su vez se expresaría en un incremento en la TBC total (2). Éste es un elemento importante de considerar al momento de plantear acciones en contra de esta patología. El estado de hacinamiento es otra de las condiciones que favorece la propagación de enfermedades infectocontagiosas como la TBC (2, 27). En el estudio publicado por Borroto y colaboradores en que describe la distribución y tendencia de las tasas de incidencia de TBC por grupos de edades y municipios en La Habana, hacen referencia al éxodo masivo de población desde las áreas rurales a las urbanas en los últimos 50 años en Cuba. Describen como esta rápida expansión de los centros urbanos ha creado muchos problemas higiénicos, sanitarios y de hacinamiento asociados a bajos niveles socioeconómicos (2). En base a esto, podríamos comparar y explicar el hecho de que algunas de las comunas más sobrepobladas y otras con un alto índice de pobreza del presente estudio hayan evidenciado el mayor número de casos de tuberculosis. Es así como de las siete comunas que comprende el SSMSO, dos de ellas presentan poblaciones que están entre las más numerosas del país, Puente Alto y La Florida (5). Del mismo modo, también aparecen con las tasas más altas de incidencia de TBC cuatro de las comunas mencionadas por el Ministerio de Desarrollo Social como parte de las doce más pobres del país entre 2009 y 2011 (22), las que superaron la tasa de pobreza nacional, como son San Ramón, La Granja, Puente Alto y La Pintana en las que se supone un mayor número de habitantes por hogar, con algunos determinantes sociales que afectan de forma importante a la salud (desempleo, baja escolaridad, mal nutrición infantil y adulta, etcétera) (14). Existe alguna diferencia al comparar tasas crudas con las de incidencia por lo que se 56 consideró estas últimas para sacar conclusiones. En este estudio, SR es la comuna con mayor tasa de incidencia respecto a su población total, seguida por LP, LG y posteriormente PA en 2010; en 2011, SR nuevamente aparece en los primeros lugares del Servicio (segundo) también seguido de LP, LG y después PA. En el otro extremo tenemos a la comuna de Pirque (P) con un solo caso de TBC. Esta comuna es semi rural y con poca densidad poblacional si se contrasta con las demás. Similares resultados obtuvo Borroto en su estudio, con el caso de la comuna de Lisa, municipio periférico, con una parte semi rural y de baja población en comparación al resto de las comunas del estudio y mostró gran diferencia de comportamiento en relación a los otros lugares, donde la tendencia total fue ligeramente ascendente (2). Cabe mencionar que este municipio, además, mostró un estable trabajo en la APS. El estudio de Borroto concluye que algunas de las diferencias entre las comunas estudiadas, además de deberse a las influencias de las condiciones socioeconómicas y geográficas, también podrían darse por el mejor o peor funcionamiento del programa de control de TBC en ellas (2). Lamentablemente no se cuenta con la información detallada del funcionamiento de los Equipos locales (comunales) de tuberculosis de las comunas del SSMSO, sólo se sabe que todas han ido disminuyendo el índice de pesquisa (índice que establece el número de BK solicitado por 1.000 consultas de morbilidad realizadas) a pesar de la insistencia del Equipo del Servicio para mejorar el tamizaje. Al encontrar distintos comportamientos en los municipios, este estudio mencionado concluyó que el programa necesita de acciones diferenciadas en estos lugares para lograr que disminuya la tasa de incidencia de tuberculosis (2). Así mismo podríamos señalar que en Chile necesitaríamos diversificar las acciones adoptadas dependiendo de las características socioeconómicas y geográficas que encontramos en las distintas comunas, ciudades y regiones a lo largo de todo nuestro país. Esta idea también es planteada en el artículo de Farga, donde se señala que en Chile, al observar las grandes diferencias en la morbilidad y mortalidad de la tuberculosis a lo largo del territorio nacional, se aprecia nuevamente la gran inequidad característica de nuestra sociedad. Mientras hay regiones que tienen cifras de esta enfermedad parecidas a las de los países más 57 desarrollados de occidente, existen otras que ostentan incidencias comparables a la de muchos países africanos (11). En vista de estas grandes divergencias en la presentación de la TBC en las distintas provincias y poblaciones, se hace necesario focalizar las acciones del programa, especialmente en lo que se refiere a la localización de casos, en los grupos de más alto riesgo (11). Aquí se puede volver a mencionar el hecho de que el mayor número de casos incidentes de esta patología son jóvenes que por diversos motivos no acceden a los sistemas de salud (APS), por lo que, dentro de la diversificación, se deben buscar estrategias para llegar a este grupo etáreo que no está siendo correctamente involucrado. Respecto a las enfermedades preexistentes asociadas a riesgo de TBC, en este estudio se registró a 49 pacientes con una o más de ellas, varias mencionadas también en el estudio de García (14). En primer lugar, los pacientes con VIH; luego los con DM; tercero, los con enfermedades asociadas (O), como cáncer o enfermedades mentales; y cuarto, los pacientes con EPOC. En ambos estudios se demostró asociaciones entre tuberculosis y estas comorbilidades, excepto por el hecho de que García no encontró relación con el FR de drogadicción. En este punto se hace necesario recordar que los síntomas que nos deberían hacer sospechar de una TBC pulmonar pueden ser tan generales y poco específicos como tos, a veces con secreciones que pueden ser sanguinolentas, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre, mareos y sudoración nocturna (8, 35) y que inclusive estos síntomas no siempre están presentes (esto es recalcado incluso por la OMS). Es más, Tabilo y Peña mencionan que en el caso de un adulto mayor ni siquiera es necesario que presente estos síntomas (tos, expectoración o fiebre) para sospechar de la enfermedad; simplemente el decaimiento persistente, la dorsalgia inespecífica, cambios de humor y la descompensación de otra enfermedad (diabetes, EPOC, insuficiencia cardíaca o daño hepático crónico) deberían ponernos en alerta y hacernos decidir el tomar acciones diagnósticas (33). Lamentablemente no fue posible rescatar datos poblacionales específicos del SSMSO para calcular tasas para los factores de riesgo en esta ocasión, lo que sí logró García en su estudio regional (14), éste habría sido un dato esencial para la comparación Servicio - Región y para obtener 58 más información para caracterizar a los pacientes de la zona sur oriente de la Región Metropolitana (RM). En este estudio se buscó determinar ciertas asociaciones significativas en la distribución de los pacientes según género y factores de riesgo, según factores de riesgo y lugar de pesquisa, según género y lugar de pesquisa y, finalmente, según edad y lugar de pesquisa. La intención de todo esto, es determinar si la hipótesis observada por el Equipo de TBC local acierta en el sentido de que las pesquisas se están orientando hacia los hombres jóvenes y hacia SU y hospitales (no APS): Con lo primero se busca interpretar si existe alguna relación entre ser del género masculino, principal foco de infección, y tener factores de riesgo. Efectivamente ambas variables tienen una asociación, aunque débil. La segunda relación intenta evaluar si alguno de los factores de riesgo se asocia al hecho de que el individuo asista o no a la APS (controles más regulares, mujeres dueñas de casa o adultos mayores jubilados) o si asiste a SU para mejorar sus patologías (jóvenes en edad laboral que por el horario de CESFAM y otros de APS no pueden o no alcanzan a recurrir a ellos). Este análisis no arrojó relación entre variables. La siguiente dupla busca evaluar si el ser varón generaría mayor número de visitas y por ende pesquisa en Servicios de urgencia u otros Centros de salud de mayor complejidad, sin embargo, tampoco se logró establecer relación entre ellos. El último par de variables buscaba corroborar que el grupo etáreo de 20 a 64 fuese el con mayor relación a la pesquisa en SU/H pero este dato sólo se logró averiguar usando los valores absolutos pues el test estadístico tampoco arrojó asociación. Si comparamos con lo obtenido por García, él y su prueba de asociación sí arrojó asociación significativa para los distintos tipos de TBC y el ser adulto mayor, infectado VIH, contacto, extranjero, situación de calle, alcoholismo y reo. El FR más importante fue el de pertenecer al grupo de los adultos mayores, categoría que se encuentra en casi la mitad de los casos con algún FR de la población en estudio (13). Como ya se mencionó, por la dificultad de la obtención de datos, no se pudo comparar ambos estudios con tasas. Si continuamos con la asociación entre TBC y comorbilidades, podemos encontrar en uno de los artículos de Farga que la combinación TBC/SIDA empeora considerablemente el pronóstico de ambas enfermedades, siendo la 59 tuberculosis una de las causas más frecuentes de muerte de los pacientes con VIH (11). García también encontró una fuerte relación de riesgo entre TBC y VIH, de hecho, fue la más alta asociación de su estudio (14). En el presente trabajo fueron 19 los pacientes de TBC que además presentaron este virus, lo que muestra la mantención de este virus como aporte para esta patología. Este dato es importante de considerar al realizar un buen seguimiento de los pacientes que son notificados con esta diada para reducir la mortalidad por TBC y otras enfermedades oportunistas propias del SIDA. Afortunadamente con los tratamientos antirretrovirales modernos la letalidad de la asociación TBC/SIDA ha logrado reducirse (11). Entre los resultados también encontramos a 18 pacientes de TBC PPL (R). Esta preponderancia mostrada en las personas privadas de liberad (también señalada por García en su investigación (14)), se explica en base a que los centros penitenciarios son considerados como grandes reservorios de TBC, concentran y empeoran la enfermedad al no proveer adecuada búsqueda de casos y tratamiento, crean resistencia por los tratamientos erráticos o no supervisados, diseminan la enfermedad entre la población más vulnerable a la infección y exportan TBC a través de visitas y otros contactos, convirtiendo a los centros de reclusión en una amenaza para la población general. Esta aseveración es planteada en la Guía para el control de la tuberculosis en centros penitenciarios de América Latina y el Caribe (27). Esta afirmación debiera hacer que el PCT pusiera un real énfasis en la pesquisa de casos en centros penitenciarios, destinando recursos eficientes en capacitar al personal de cárceles y profesionales del área de la salud en estos centros, ya que las condiciones propias de la reclusión aumentan exponencialmente a los reos diagnosticados de TBC encontrados en este estudio. Si esto lo llevamos a la realidad nacional, encontramos que en Chile las 97.112 personas privadas de libertad (dato entregado por Gendarmería de Chile en su página web) tienen una alta posibilidad de contagio (13). Nuevamente relacionamos este dato, además, con el hecho de que la mayor parte de la población de las penitenciarías son hombres jóvenes, nuestro mayor target para la patología, ya evidenciada en este y otros estudios. 60 Se ha planteado si la presencia en Chile de enfermos de tuberculosis de origen extranjero agravaría la situación epidemiológica de esta enfermedad. En el presente estudio el factor de riesgo extranjero (E) aparece en la quinta mayoría, inmediatamente después del factor alcoholismo y de las personas señaladas como caso social. Álvaro Yáñez publicó en el año 2010 sobre la tuberculosis en inmigrantes, específicamente el caso de Chile - Perú. Este autor refiere que en Chile se ha observado un aumento de la morbilidad de un 10 a un 15% que sería atribuible a enfermos foráneos, pero a la vez señala que esta situación sería manejable por el PCT. Si bien los enfermos extranjeros con TBC determinan un riesgo elevado de contagio y enfermedad para su grupo social próximo, este sería el mínimo para el grueso de la población general. Yáñez plantea que mientras el PCT mantenga su capacidad operacional actual, la tuberculosis en extranjeros no es un problema de salud amenazante para nuestro país (39). En Chile la política establecida es aplicar las Normas y Procedimientos del PCT (29), incluso con mayor eficiencia en este grupo de enfermos. Como todo residente en este país, los extranjeros tienen los mismos derechos al diagnóstico y tratamiento gratuito de la TBC, conforme a las Normas existentes y, por supuesto, al estudio de sus contactos. En base a los resultados obtenidos en el SSMSO y a la realidad de la población, podríamos plantear la discusión de si en realidad el factor de riesgo de ser extranjero se potenciaría por la calidad de vida que muchos de los inmigrantes tienen al llegar a nuestro país, sobre todo al entrar de manera ilegal. Vale decir, no pertenecer a ningún sistema de salud (sin acceso a la APS), cambiar constantemente de domicilio haciendo casi imposible su seguimiento por parte del personal de salud y vivir muchas veces en condición de hacinamiento y en situaciones económicas precarias. García, en su artículo “Tuberculosis en grupos de riesgo en la Región Metropolitana, 2008”, refiere que a pesar de que en general las personas nacidas en el extranjero provienen de países con tasas de TBC muy superiores a las de Chile (más de diez veces en países limítrofes) las tasas encontradas dentro de la RM, lugar de concentración del mayor número de extranjeros en el país, sólo son 2,6 veces mayores a la tasa total de la región. Por lo que podemos inferir que no habría influencia importante en las tasas finales de 61 la misma y del país. Por lo tanto, sería más importante mejorar las condiciones socioeconómicas y de calidad de vida que hacen que este grupo de personas se enferme más de tuberculosis, en vez de intentar identificarlos como potenciales fuentes de brotes epidemiológicos de manera injustificada y discriminatoria (14). Sin embargo, en nuestro estudio y en el del mismo García (14) este FR aún se mantiene en un grado importante para no dejar de tomarlo como dato relevante para sospecha de TBC. En nuestro estudio, un porcentaje de pacientes presentó como factor de riesgo la adicción al alcohol y las drogas. En el artículo de García se señala que a pesar de no existir una clara relación causal para el paso de infección a enfermedad en los pacientes alcohólicos, existen evidencias de que sería un factor de riesgo para la tuberculosis de infección reciente y debiera ser un factor a tomar siempre en cuenta, debido a las condiciones antisociales que acompañan al alcoholismo y por ser este un factor de mal pronóstico para la adherencia al tratamiento (14). Además, entre los pacientes en condición de calle del país, se encuentra un importante número de alcohólicos que no acceden a nuestras redes de salud primaria y que tampoco tendrían mayor contacto con familiares que los trasladen a centros asistenciales o de APS. Recopilando todo lo anterior, y en la intención de reconocer el tipo de paciente con TBC que fue pesquisado en SU/H versus APS, las características de los consultantes es muy similar en ambos grupos, con algunas pequeñas diferencias entre ellos. Para el caso de los Servicios de urgencia y hospitales, mayoritariamente fueron varones entre 20 y 64 años (principalmente entre 20 y 44), que en su mayor porcentaje no presentó factores de riesgo (de los que sí los tienen son, en orden decreciente, enfermedades preexistentes y adultos mayores). En la caracterización del individuo diagnosticado en APS disminuye el porcentaje de consultantes masculinos (igual el mayor número fueron hombres entre 20 y 64 años, aquí no hay tanta diferencia entre los más jóvenes respecto a los de edad media); también son principalmente personas sin factores de riesgo pero de aquellos que sí los presentaron ahora son más los adultos mayores que aquellos que presentaron otro FR. 62 Según todos los resultados obtenidos y sus análisis, se puede sostener la afirmación que Tabilo y Peña refieren en su artículo que manifiesta que una manera de optimizar los recursos sería focalizar la pesquisa en los actuales grupos de riesgo para la tuberculosis: adultos mayores en hogares de ancianos, contactos íntimos de casos pulmonares bacilíferos, pacientes VIH (+) en programas de control del SIDA, inmigrantes, reclusos, vagabundos o personas en situación de calle, drogadictos, pacientes psiquiátricos internos en sanatorios, diabéticos en programas de control, pacientes EPOC en salas ERA, personal de salud y unidades vecinales organizadas escogidas (33). Esto es repetido por García quien también señala que visualizar a los grupos más vulnerables, permitiría reorientar mejor los recursos, establecer mejores estrategias y reforzar las acciones del PCT, para seguir avanzando hacia la eliminación de la tuberculosis como problema de salud pública (13). Esto es una de las actuales preocupaciones del Equipo de TBC del SSMSO en la constante intención de disminuir cada vez más la incidencia de TBC en el Servicio, la región y el país. El esquema primario de tratamiento de la TBC bacilífera es casi perfecto: es uno de los esquemas llamados 100% eficaces, porque es capaz de curar a todos los enfermos que lo siguen fielmente. Sin embargo, en Chile sólo recientemente se ha alcanzado apenas la meta de la OMS, que apunta a curar por lo menos el 85% de los casos bacilíferos. Farga señala que esto se debe, en gran parte, a problemas operacionales que dependen de la deficiente organización de algunos servicios que son incapaces de prevenir un número aún excesivo de abandonos de tratamiento. El problema es que por su larga duración, demasiados enfermos lo abandonan prematuramente. Así, no basta con indicar que el tratamiento se efectúe bajo observación directa; igualmente importante es asegurarse que los pacientes asistan regularmente a los Centros de Tratamiento Controlado y que éstos sean organizados para cumplir este propósito (11). No debemos olvidar, como hemos podido corroborar en este mismo estudio, que en gran parte la población infectada se compone de personas que podrían no tener mayor interés de recuperación, sin red de apoyo y/o con dificultades para acceder a atención y tratamiento como son personas en situación de calle, señaladas como caso social, adultos mayores con problemas de desplazamiento, drogadictos, alcohólicos, 63 personas con otras enfermedades preexistentes que también deterioran su calidad de vida, como EPOC, VIH, cáncer, enfermedades mentales, etc. Por todo esto, se hace útil agregar medidas facilitadoras, como la flexibilidad en el horario de atención de los CESFAM o Centros de Salud Primaria, administración del tratamiento cerca del hogar o del lugar de trabajo (atención domiciliaria), pagarles la locomoción a los que asisten o ayudar a resolver los numerosos problemas sociales y domésticos que tienen estos enfermos. Es esencial organizar sistemas de rescate de los pacientes que dejan de acudir a los consultorios regularmente. Como a pesar de todas las facilidades siempre existe una pequeña proporción de enfermos que no coopera, en algunos países existe la medida extrema de recurrir al llamado “confinamiento involuntario”, que consiste en alguna forma de encarcelamiento, para obligarlos, por razones de Salud Pública, a seguir su tratamiento hasta su curación. Aunque el Código Sanitario de Chile lo permitiría, en nuestro país rara vez se ha recurrido a medidas tan coercitivas (11). Ahora bien, a la luz de la información recopilada en este estudio, parece ser una práctica precisa si queremos evitar el abandono del tratamiento de algunas personas para así lograr eliminar la TBC de nuestro país. Farga en su artículo “Nuevos desafíos de la tuberculosis” del año 2011, plantea que los nuevos desafíos que enfrenta el control de la tuberculosis son numerosos, pero, como nunca antes, contamos ahora con nuevas y más eficientes tecnologías. El gran desafío actual es ponerlas al alcance de todos los países. Sólo si llegamos a disponer de ellas en nuestro medio y somos capaces de aplicarlas bien, estaremos en condiciones de alcanzar la conquista de la tuberculosis en el curso de una nueva generación (12). Tabilo señala que para permanecer en la etapa de eliminación avanzada en la que nos encontramos, se hace indispensable aumentar las medidas preventivas para la TBC, donde la colaboración del extrasistema de salud es trascendental para la pesquisa de casos incidentes. Indica a los medios de comunicación masiva como una de las herramientas efectivas para difundir el mensaje a la población. Refiere que de esta forma se puede acceder al eventual tuberculoso con un mensaje claro y breve. Además se podría hacer educación de la enfermedad, 64 incorporando la información en la malla curricular de los distintos niveles de estudio (33). Podemos hacer eco de las palabras de Farga, quien señala que durante los últimos decenios el mundo médico ha tomado conciencia que con los actuales Programas de Control de la Tuberculosis no seremos capaces de erradicar esta enfermedad durante el presente siglo. Hace falta algo más, hace falta la aplicación de nuevos avances técnicos y de nuevos recursos a escala mundial. En lo que se refiere a Chile, en la etapa actual se hace necesario reforzar la Estrategia TAES (DOTS), base de los actuales Programas de Control de la TBC (15) y mejorar aún más el acceso a la Atención Primaria. Además, una de las propuestas para modificar la estrategia de pesquisa es la implementación de un protocolo de toma de BK en cada servicio de urgencia en que consulte un sintomático respiratorio, sean éstos los SAPUs adosados a los CESFAM, los servicios de urgencia en los CRS o las urgencias de hospitales y clínicas (33). Esto debido a que la tendencia del hallazgo de casos de tuberculosis, según nuestro estudio que involucra uno de los Servicios de Salud más grandes de la RM, se está desviando claramente hacia estas unidades en vez de la APS. Entre las dificultades y limitaciones que afectaron este estudio, está el número de pacientes que formó la muestra. Si bien en un inicio pensar en casi 300 pacientes fue algo que generó entusiasmo, finalmente, para los análisis estadísticos fue una complicación, lo que provocó el reagrupamiento de los grupos de FR. Otro aspecto que limita esta investigación es la diferencia demográfica que tiene Chile y la RM en sí, lo que impediría que se pueda extrapolar la información obtenida de los pacientes del SSMSO a los demás servicios de salud. Sin embargo, estos datos sí pueden ser usados como referencia para futuras investigaciones. Si se busca eliminar la tuberculosis, se debe proponer ampliar estudios como este que aporten información que permita establecer planes de acción en la prevención y control de esta enfermedad adecuándola a las características específicas de cada región, servicio o comuna. Eso sí, se deben tener en cuenta elementos como la nueva ley de derechos y deberes del paciente lo que coartaría, 65 hasta cierto punto, el libre uso de datos privados que deben ser meticulosamente protegidos y que hasta ahora se utilizaban sin mayor reparo. Para finalizar, y en general, a pesar de no ser datos de evaluación de muchos años (sólo 2 y medio), la investigación nos permite revelar una inclinación leve hacia el aumento de la incidencia de la patología en el Servicio y de falencias, tanto locales como regionales, que han logrado trasladar la pesquisa hacia SU/H que se pueden modificar para generar estrategias que nos permitan, en los próximos años, eliminar la TBC de Chile. CONCLUSIONES El objetivo general de este trabajo investigativo fue caracterizar y definir distribución, además de identificar algunas asociaciones de la tuberculosis pulmonar en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente. Para conseguir este propósito se alcanzó una serie de objetivos previamente definidos. Este estudio muestra que la tendencia actual presentada en el SSMSO es que los pacientes con tuberculosis pulmonar estén siendo diagnosticados, en su mayoría, en los Servicios de Urgencia y atenciones hospitalarias y no en la APS. Esta es la principal respuesta a nuestra pregunta de investigación. Caracterizando a los pacientes que fueron diagnosticados ya sea en SU/H o en APS, para el caso de los Servicios de urgencia y hospitales, mayoritariamente fueron varones entre 20 y 64 años (principalmente entre 20 y 44), que en su mayor porcentaje no presentó factores de riesgo (de los que sí los tienen son, en orden decreciente, enfermedades preexistentes y adultos mayores) y en los de APS disminuye el porcentaje de consultantes masculinos (igual el mayor número fueron hombres entre 20 y 64 años, aquí no hay tanta diferencia entre los más jóvenes respecto a los de edad media); también son principalmente personas sin factores de riesgo pero de aquellos que sí los presentaron ahora son más los adultos mayores que aquellos que presentaron otro FR. Estos hallazgos confirman el planteamiento de la necesidad de cambios a realizar por los equipos de TBC en aquellos lugares donde se hacen actualmente más diagnósticos de la enfermedad y analizar las situaciones que incidan en el rendimiento de la detección de casos. Es esencial reforzar los demás niveles de la 66 red asistencial para que estén en condiciones de asesorar a los equipos y para que apoyen al Nivel Primario, que es donde actualmente se realizan las principales acciones en contra de la TBC. Entre las siete comunas del SSMSO que fueron estudiadas hubo marcadas diferencias en la incidencia de la tuberculosis. Estas diferencias pueden deberse a la influencia de las condiciones socioeconómicas y geográficas, y, además, podrían darse por el mejor o peor funcionamiento del programa en los distintos lugares. Este estudio nos permite evidenciar la necesidad de diversificar las acciones adoptadas dependiendo de las características particulares que encontramos en las distintas comunas, ciudades y regiones a lo largo de todo nuestro país. - Se determinó que fueron 278 los nuevos casos de TBC pulmonar diagnosticados en los Centros del SSMSO entre enero de 2010 y julio de 2012. De los cuales 100 casos se presentaron en el año 2010, 116 en el año 2011 y entre enero y julio de 2012, 62. Existe heterogeneidad en la presentación de los casos a lo largo de cada año, por lo que sólo se calculan tasas para los años 2010 y 2011 para ciertos datos. - Se determinaron los nuevos casos de TBC pulmonar de los Servicios de Urgencia y Centros asistenciales de mayor complejidad entre enero de 2010 y julio de 2012. Del total de pacientes, El 54,3% de los pacientes, que corresponde a 151 casos, fue pesquisado en SU/H y sólo el 45,7% fue pesquisado en APS correspondiente a 127 casos. - Se logró caracterizar a los nuevos casos de TBC pulmonar del SSMSO según presentación temporal de casos, edad, género, comuna de residencia y factores de riesgo y obtener algunas tasas de incidencia para los años 2010 y 2011. De los 278 casos de la muestra total, la mayoría son hombres (65,8%). Los pacientes fueron estratificados en subgrupos según la edad: donde 18 pacientes tiene menos de 20 años, 203 pacientes tiene entre 20 y 64 años y 57 pacientes tiene entre 65 y más. Según las tasas de incidencia, el grupo de mayor peso es el de los mayores de 65 años. De acuerdo a su comuna de residencia, la mayoría se concentró en las dos comunas de Puente Alto (PA) con el 32,7% del total de la muestra y en la 67 comuna de La Florida (LF) con el 28,1% de los pacientes. Sin embargo, revisando sus tasas, aparece un nuevo orden: para el año 2010, SR, luego LP, después LG, sigue SJM, LF, PA y finalmente P; para 2011, SJM es la comuna que presenta la mayor tasa seguida de SR, LP, LG, LF, PA y P. Del total de pacientes el 51,4% de ellos presentaron por lo menos un factor de riesgo. El factor de riesgo mayormente presentado es el ser adulto mayor (AM), seguido de ser portador de VIH, tener condición de reo (R) y tener diabetes mellitus. - Se logró establecer relación de asociación entre variables cualitativas determinadas mediante el estadístico chi cuadrado. - Género / Factores de riesgo: Se determinó que las variables están asociadas, tanto si se agregan o no los pacientes sin factores de riesgo. - Factores de riesgo / Lugar de pesquisa de la TBC: No existe asociación entre estas dos variables, igualmente si se agregan o no los pacientes sin FR. - Género / Lugar de pesquisa de la TBC: No hay asociación entre variables. - Edad / Lugar de pesquisa de la TBC: No hay asociación entre las variables. 68 RECOMENDACIONES y COMENTARIOS Si se busca eliminar la TBC, se debe proponer ampliar estudios como éste que aporten información que permita establecer planes de acción en la prevención y control de esta enfermedad. Aunque no se puede extrapolar la información obtenida de los pacientes del SSMSO a los demás servicios de salud, estos datos sí pueden ser usados como referencia para futuras investigaciones. Se recomienda utilizar este estudio como base para futuras investigaciones que cuenten con una mayor casuística que incluya, por ejemplo, a la población de la Región Metropolitana o a un mayor número de años de evaluación, ya que algunas asociaciones entre variables debieron descartarse por considerarse una muestra poco significativa, lo que causó la reagrupación realizada para el análisis final. Esta investigación ha sido un aporte respecto a la información conseguida de distribución de los pacientes de TBC y en entregar información sobre las características de este tipo de pacientes, correspondientes al SSMSO. 69 BIBILOGRAFÍA 1) American Thoracic Society. Control of Tuberculosis in the United States. 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