A los cuatro vientos Domingo II de Pascua 15 de Abril de 2007 Suplemento de Full dominical Primeras comuniones habéis enseñado a participar, con los gestos, los cantos y las respuestas de la celebración, mientras les explicabais –de acuerdo con su edad– el profundo significado de la Liturgia. Así les transmitís la fe en el gran Misterio de la Eucaristía: Jesús es el Pan vivo bajado del cielo que da la vida al mundo. Ahora ya saben que cuando el sacerdote dice las palabras de la Consagración, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Aunque parezcan pan y vino, lo que se ve sobre el altar, ya no es pan y vino, es realmente el Cuerpo y la Sangre de Jesús, vivo y glorioso, que se nos entrega bajo esas apariencias para ser nuestro alimento. Un alimento muy especial, porque no es Él quien se transforma en nosotros cuando lo comemos, sino que somos nosotros quienes nos transformamos en Él. Este es el gran Misterio de nuestra Fe. la alegría propia de la Pascua se suma estos días la alegría de tantos niños y niñas que recibirán por primera vez a Jesús. Alegría participada por padres y catequistas, amigos y parientes, y que yo, como Arzobispo, comparto plenamente. A Semanas antes de la Primera Comunión, ya los padres habéis ido acompañando a vuestros hijos e hijas a la Misa dominical. Les Decía un hombre santo que todos los problemas de la Iglesia se arreglarían si supiésemos tratar a Jesús Sacramentado con la delicadeza de corazón enamorado con que los niños tratan a Jesús. Da pena ver que personas mayores lo tienen muchas veces abandonado. Por este motivo, he querido que cuanto antes se restaurara la Capilla del Santísimo de la Catedral. Enseguida, cuando las obras estén acabadas, dejaremos la puerta del claustro abierta para que a todas horas Jesús pueda estar bien acompañado. Tengo también la intención de establecer un turno de confesores en la Capilla para que estén bien atendidos los fieles que se acerquen a saludar a Jesús. Un sacerdote me proponía promover una campaña para que los niños y niñas que hacen la Primera Comunión contribuyeran con un pequeño donativo a la restauración de la Capilla. Así, me decía, la sentirán como una cosa suya. No me ha parecido conveniente promover más campañas. Pero que sepan que ya desde ahora la Capilla es suya, pues todo lo que es de Jesús es suyo. Lo dice bien claro el Catecismo: Toda la riqueza de Cristo «está destinada a todos los hombres y constituye el bien de cada uno» (n. 519). Si libremente colaboran, descubrirán que Dios no se deja ganar en generosidad. Muchas personas me comentan que hoy en día, para celebrar la Primera Comunión, se hacen demasiados gastos. No es que Jesús no se lo merezca todo y que, a fin de cuentas, se trata de celebrar uno de los días más grandes de nuestra vida, pero la experiencia demuestra que con tantos preparativos, obsequios y festejos, muchas veces ni los niños se preparan mejor ni le agradecen convenientemente su venida. Es mejor celebrar una fiesta sencilla y familiar, aunque eso signifique ir contra corriente de lo que es habitual en nuestra sociedad. A los padres y a los que preparan a los niños y niñas para recibir a Jesús por primera vez les recomiendo que intenten hacer una nueva “Primera Comunión”, que se preparen con una buena confesión y que se acerquen a comulgar con un gran deseo de recibir a Jesús. «Al que venga a Mi, yo no lo rechazaré», dice el Señor. Ojalá que siempre recibamos a Jesús con la ilusión de los niños que se acercan por primera vez. † Jaume Pujol Balcells Arzobispo metropolitano de Tarragona y Primado Pedid en vuestra parroquia el documento episcopal Creure en l’Evangeli i anunciar-lo amb nou ardor Lecturas del Domingo II de Pascua (c) (15 de Abril de 2007) LOS PODERES DE CRISTO El resucitado se aparece a los Apóstoles y les transmite sus poderes, frutos de su victoria pascual. Les da su paz y el Espíritu que vence al mal (Evangelio). Ellos realizan prodigios, signos de su presencia, y el número de creyentes va creciendo (1ª Lectura). Juan ve su visión al que estaba muerto y tiene el poder de las llaves de la muerte y del abismo (2ª Lectura). Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (Hch 5, 12-16) os apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los fieles se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacia lenguas de ellos; más aún, crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas, para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno. Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén, llevando a enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos se curaban. L Salmo responsorial (Sal 117) Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, él nos ilumina. Lectura del libro del Apocalipsis (Ap 9-1 la. 12-13. 17-19) o, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra, Dios, y haber dado testimonio de Jesús. Un domingo caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente que decía: «Lo que veas escríbelo en Y un libro, y envíaselo a las siete Iglesias de Asia. » Me volví a ver quién me hablaba, y, al volverme, vi siete candelabros de oro, y en medio de ellos una figura humana, vestida de larga túnica, con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verlo, caí a sus pies como muerto. El puso la mano derecha sobre mí y dijo:«No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde.» Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 20,19-31) l anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.» Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados! quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.» Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.» Contestó A Santoral litúrgico Octava o Domingo II de Pascua, 15 de Abril [Hch 5,12-16; Sal 117; Ap 1,911a.12-13.17-19; Jn 20,19-31]. San Crescencio, mártir en Mira por no haber querido dar culto a los ídolos. Lunes, 16 de Abril [Hch 4,23-31; Sal 2; Jn 3,1-8]. Santa Engracia, virgen y mártir de Zaragoza (s. IV). Martes, 17 de Abril [Hch 4,32-37; Sal 92; Jn 3,5a.7b-15]. San Aniceto, papa y mártir, contemporáneo y amigo de san Policarpo (†166). Miércoles, 18 de Abril [Hch 5,17-26; Sal 33; Jn 3,16-21]. San Apolonio, patricio romano mártir que delante del Senado dio razón de su fe. Jueves, 19 de Abril [Hch 5,27-33; Sal 33; Jn 3,31-36]. San León IX, papa, iniciador de la que se nombrará reforma gregoriana (aludiendo al papa Gregorio VII) (†1054). Viernes, 20 de Abril [Hch 5,34-42; Sal 26; Jn 6,1-15]. San Teótimo, buen conocedor de la filosofía griega y obispo de Escitia (siglo V). Sábado, 21 de Abril [Hch 6,1-7; Sal 32; Jn 6,16-21]. San Anselmo, benedictino, obispo de Canterbury (Inglaterra) y doctor en teología mística (†1109). Domingo III de Pascua, 22 de Abril [Hch 5,27-32.40-41; Sal 29; Ap 5,1114; Jn 21,1-19]. San Sótero, papa y mártir del siglo II († 174). Liturgia de las Horas: Salmodia de la II semana Tomás: «¡Señor Mío y Dios Mío!» Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto. Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengáis vida en su nombre. ¿Ya conoces la pàgina web de la Conferencia Episcopal Tarraconense? www.tarraconense.cat ¡Todo sobre la vida de la Iglesia! Un servicio de la Delegació diocesana de Mitjans de Comunicació Social de l’Arquebisbat de Tarragona