COLABORACIONES Más sobre el famoso tenor burguillano José Moriche Cubillo No usamos la palabra famoso por el natural amor a la tierra en que nacimos; escribimos famoso porque objetivamente lo fue, en España y en América. Y escribimos más porque La Talega en su nº 18 de agosto de 2005 reprodujo un artículo aparecido en Revista Española en el que se glosaba la figura del célebre tenor burguillano; por ello, sólo vamos a añadir algunas cosas con las que nos hemos tropezado y nos centraremos en quiénes fueron sus padres y su procedencia. Una curiosidad que hemos encontrado que no sabemos si será verdad es que “El Tenor de la Voz de Oro” montó un restaurante en Long Island, Nueva York, llamado El Caruso; en él, mientras que atendía a la clientela, solía cantar. También, que actuó junto a Gardel, el de los tangos, en sus películas Cuesta abajo y El tango de Broadway, filmadas en Nueva York en 1934. El Instituto de Estudios Almerienses publicó un libro sobre la vida y carrera artística de Luis Iribarne (1868-1928). En él, se cita al burguillano como uno de sus alumnos distinguidos. Parece ser que utilizó los seudónimos de José Álvarez de Alba, José Santos y Ramón Vives. En la revista Boletín Musical de 12 de julio de 1918 leemos: Hoy vamos a hablar de otros dos jóvenes tenores, que conceptuamos como "José Moriche, nuevo tenor, que cantó 'El barbero de Sevilla', obteniendo un gran éxito" sobresalientes: Jesús Gaviria y José Moriche (Teatro Real de Madrid, 1918-1919). Mundo (…) Son discípulos de Luis Iribarne, (…) que les Gráfico, 1 de enero de 1919. acompañó al piano (…) José Moriche es un tenor de los que hoy se califican de líricos; delicadísimo, verdaderamente admirable (…) Su voz es de un bello timbre, fácil y extensa, y lo más notable que posee es su media voz, a la cual pasa de modo perfecto. Hay momentos en que Moriche, que además sabe sentir hondo, emociona al oyente con su canto tenue y delicado, que llega al corazón (…) En la agilidad, que jamás rehúye, es sorprendente por la perfección y justeza con las ejecuta, como la dificilísima de la serenata de “El barbero de Sevilla” (…) Moriche es soldado, y si ha estudiado el canto ha sido merced a la protección que le ha dispensado en primer término su capitán el Sr. Montaner, que, convencido de la valía de aquel recluta, le dio todo género de facilidades para que pudiese seguir la carrera, y luego el marqués de Valderrey, que le costea sus estudios. La muy leída revista La Correspondencia de España, en su número del diez de julio de 1918 se expresa en términos muy parecidos. En su número del 28 del mismo mes vuelve a informar sobre José Moriche a propósito de un concurso organizado por la empresa del Teatro Real entre los alumnos de canto; a raíz de su actuación, la empresa le propone su debut en el Teatro Real la temporada siguiente, dejando al artista la elección de la ópera. En el número de 22 de diciembre, se hace eco del debut; copiamos algunos párrafos: La Talega. Nº 23. Ayuntamiento de Burguillos del Cerro. Agosto 2011. 51 COLABORACIONES Hace muy poco tiempo le veíamos con su uniforme de soldado de infantería, luciendo orgulloso sus galones de cabo. Pertenecía al regimiento de León, y estaba agregado como escribiente a las oficinas de la Capitanía General. Moriche tiene un miedo imponderable, a pesar de que en las provas ha gustado mucho a los aficionados más inteligentes. Pero, ¿quién es capaz de desechar la paura insuperable de presentarse al respetabilísimo público del Real, que lo mismo abre las válvulas del entusiasmo y de la admiración por un artista cuando lo merece, que da suelta a la expresión de su disgusto por otro que también lo merece…? Sigue el periodista con detalles de la vida de José, que no vamos a repetir por conocidos, y termina deseándole que la estrella del éxito guíe los pasos de José Moriche. El mismo periódico, en sus números del 29 y 30 de enero del 1919, comenta la “Función de la Prensa” en el Teatro Real, en la que interviene el burguillano. Fue un éxito. Asistió la Familia Real. Una de las ayudas que tuvo Moriche, además de la de su capitán, la del marqués de Valderrey y la de la Diputación de Badajoz, fue la del pueblo donde vino a nacer, Burguillos del Cerro. En una de las sesiones del verano de 1915 la Corporación Municipal (nuestro agradecimiento al Alcalde don José por permitirnos el acceso al Archivo Municipal), que entonces presidía don Juan Rodríguez del Puerto, acuerda el pago de doscientas cincuenta pesetas a favor de José Moriche Cubillo, cabo que fue del Regimiento de Infantería nº 16 y hoy se encuentra en la Capitanía General de Madrid sirviendo como los de su clase para que pueda cursar los estudios musicales en el Conservatorio de aquellas Cortes por su elocuente voz y ser hijo de aquí, cuya cantidad será satisfecha anualmente por trimestres vencidos para darle facilidades en su carrera. José Adolfo Moriche Cubillo nació el 31 de agosto de 1890. Según la partida de matrimonio del Archivo Parroquial (una vez más, nuestro agradecimiento al Párroco don José María), era hijo de Pedro José Moriche Manzanedo y Natividad Rosa Antonia Cubillos Vega, natural ésta de Valverde de Burguillos, casados en Burguillos el 17 de octubre de 1889. Abuelos paternos, Pedro Moriche Infante (éste murió en la calle Liaño, a los 59 años, en abril de 1875; era hijo de José Moriche Álvarez y María Infante Hernández), de Burguillos, y Juana (se lee Catalina, pero creemos que es un error del anotador parroquial) Manzanedo Chávez, de Villanueva de la Serena (ésta murió en Burguillos a los 52 años, en octubre de 1876; era hija de Manuel o Francisco Manzanedo y María Chaves Muñoz, natural ésta de Miajadas; vivía en la calle Liaño). Abuelos maternos, Matías Cubillos Cordero, de Valverde, y María del Carmen Vega Méndez, de Burguillos. Pedro Moriche Manzanedo murió a los 41 años, en junio de 1907, en la calle La Nave. No nos consta la muerte de la madre, Natividad, en Burguillos; tampoco, el matrimonio o muerte en Burguillos de ningún hermano de José. La Talega. Nº 23. Ayuntamiento de Burguillos del Cerro. Agosto 2011. 52 COLABORACIONES José Moriche y María (o Santa) Infante, bisabuelos del tenor, casaron en Burguillos, además de a los abuelos del cabo, a Juan Moriche (con María Francisca Aragón, el diecisiete de junio de 1837), a José Antonio Moriche (con Teresa Jurado, el 30 de octubre de 1837), a Pedro Manuel Moriche (con María Josefa Morgado, el 17 de septiembre de 1846), a María Juana Moriche (con Manuel Hermoso, el 25 de mayo de 1848), a Isabel María Moriche (con Juan Lobato, el cuatro de abril de 1852), a María Teresa Moriche (con Miguel García Rubio, el 31 de octubre de 1853), a Antonio Lucio Moriche (con María del Carmen Amaya Durán, el dos de febrero de 1858), a Francisco de Paula Moriche (con María Mesa, el doce de octubre de 1858), a Miguel Moriche Infante (con María del Carmen González Navarro, el 26 de mayo de 1859), a Carmen Moriche (con Juan López Olmedo, el dieciséis de junio de 1859) y a Juan Moriche otra vez, viudo de Teresa Jurado (con María Sánchez, el tres de octubre de 1860). Así pues, diez tíos abuelos, como mínimo, tuvo nuestro cantante por parte paterna, por lo que hay en nuestra villa muchas personas emparentadas con el tenor. Familiares más directos son los siguientes. Pedro Moriche Infante y Juana Manzanedo Chaves, abuelos de nuestro protagonista, también casaron en Burguillos a Catalina Moriche Manzanedo (con Ruperto Álvarez Guillén, labrador, el diez de agosto de 1867), a María Teresa (con Manuel Eloy León Burrero, veterinario, el doce de julio de 1874), a Ángel Manuel, labrador, (con María de los Dolores Peláez, el 22 de noviembre de 1876), a Isabel (con Javier Minero Domínguez, labrador, oriundo de Higuera la Real, el 17 de diciembre de 1876), a Luis Juan (con Concepción Clotilde Durán Bravo, el once de mayo de 1891) y a Amalia (con Antonio Leopoldo Álvarez Pozón, el 31 de enero de 1901). Tal vez, en nuestra humilde opinión, la Corporación actual pudiera considerar reconocer la valía del paisano dando su nombre a alguna de nuestras calles. Fue muy conocido en su tiempo y paseó el nombre de Extremadura y Burguillos del Cerro por toda España y América. ¿No nos llega más el nombre de este cabo que el de aquel otro cabo ovetense, casi de su misma edad, que murió en Melilla en 1909?; dicho sea sin quitar mérito al heroico cabo Luis Noval, que perseguido por los enemigos rifeños, gritó a sus compañeros: “soy Noval, tirad fuerte y bien pues conmigo vienen muchos moros”; Noval murió y pasó a la historia. Y ya que hablamos de nombres de calles voy a permitirme compartir con los lectores una reflexión sobre la calle en la que murió el padre de nuestro tenor: La Nave; esta calle no se llamaba así sino La Nava; nava es una voz prerromana que significa ‘tierra llana, normalmente sin árboles y pantanosa’; es la calle por la que se bajaba a la nava: de ahí su nombre. Con el paso del tiempo, la gente tiende a utilizar términos que tengan más sentido y así fueron cambiando nava por nave; lo mismo sucedió con Río Gordo, que debería de ser el nombre de su antiguo propietario, Rui Gordo (diminutivo de Rodrigo y el apellido); técnicamente este proceso se llama etimología popular. ¿Por qué nuestras jóvenes generaciones tienen que pensar que ahí habría alguna nave que diera el nombre a la calle? ¿No es preferible la verdad y, de paso, incorporan una nueva palabra a su vocabulario? Antonio Carretero Melo Prof. dr. Centro Univ. “Santa Ana” Almendralejo La Talega. Nº 23. Ayuntamiento de Burguillos del Cerro. Agosto 2011. 53