LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: ¿UNA PARTE DE LA LEYENDA NEGRA SUIZA? Isabel Trinidad Lafuente Prácticamente todos los países sufren en su historia el peso de una leyenda negra más o menos conocida, en su mayor parte originada en el mismo seno del Estado que impulsa con su silencio toda una serie de críticas y de cábalas a la hora de intentar responder a una serie de interrogantes que la postura oficial se niega a facilitar. Esta negati va puede obedecer a razones diversas: en muchos casos, por ignorancia o dejadez y en otros tantos, por el temor a que las informaciones derivadas de la investigación no tuvieran, de cara a la opinión pública interior y exterior, el efecto deseado ... transformando lo que hasta ahora era tan sólo una leyenda en una verdadera historia negra. La guerra española del 36 al 39 no fue una guerra civil en el sentido estricto de la palabra, al menos no como la que se entiende cuando se habla de lucha armada que mantienen entre sí los ciudadanos de una misma nación, puesto que, aunque las batallas se produjeran en suelo español, aunque la rebelión viniera de manos de militares españoles en un intento de derrocar a un gobierno español y la mayor parte de sus contendientes fueran españoles, sus consecuencias y repercusiones, así como las políticas y diplomacias que se desarrollaron y se enfrentaron durante los años de la contienda y los inmediatamente posteriores, nos hablan sin paliativos del carácter internacional que llegó a alcanzar este conflicto, sin duda alentado por la enorme carga ideológica de la que estaba dotado. Para muchos historiadores, la guerra española, jugó sobre el plano político mundial un rol primordial: el de ser el primer enfrentamiento armado entre, una alianza de demócratas y de fuerzas de izquierda y de extrema-izquierda, contra la extrema derecha, capitaneada por las pujantes ideologías fascistas de la Europa de entreguerras. El conflicto español fue visto como una guerra entre «las dos Españas» y Historia Contemporánea 19, 1999, 355-379 356 Isabel Trinidad en la que cada una de ellas se convertirá en el símbolo de uno de los dos campos mundiales cuyo enfrentamiento se estaba preparando: L'imprévisible était une guerre entre «deux Espagnes» dont chacune avait toute chance de devenir le symbole d'un des deux camps mondiaux dont l'affrontement se préparait, par-dela leurs contradictions internes l . Todo ello, concede a la guerra española una peculiaridad y una repercusión que la diferencia a nivel internacional del resto de las guerras civiles y que no se ha visto superada hasta la reciente guerra de Yugoslavia. Algunos de los países que se vieron involucrados en ella, aún siguen sufriendo sus repercusiones. Para ellos, la guerra civil española, o más concretamente, su actuación durante el conflicto, sigue siendo tema tabú, o al menos, escasamente alentado desde las esferas oficiales que aún parecen temer las consecuencias que pudiera acarrear hoy su política de antaño. Es el caso de Suiza, uno de los países cuya relación y posición con respecto a la guerra civil más se desconoce hasta ahora, hecho incomprensible si tenemos en cuenta que fue la primera democracia europea en reconocer de jure al Gobierno franquista, al acreditar ante el Gobierno de Burgos, en sesión celebrada el 14 de febrero de 1939, un ministro extraordinario y plenipotenciario, a la vez que se informaba al representante de la República en Berna acerca de la apertura de relaciones diplomáticas con la España de Franco y del final de las relaciones entre Suiza y su Gobiern0 2 • Así, Suiza, cuya bandera ha sido y sigue siendo la de la neutralidad, se adelanta, sin embargo, en su reconocimiento al bando sublevado a las principales potencias democráticas; Francia e Inglaterrra no reconocieron al Gobierno de Burgos hasta el 27 de febrero y los Estados Unidos pocos dias más tarde. Si el hecho de haber sido Suiza el primer país democrático europeo en reconocer de jure al gobierno de Burgos hace inexplicable la escasa atención prestada por la historiografía española sobre las relaciones entre ambos países durante la guerra civiP, aún lo hace más incomprensible Vilar, P. La Guerre d'Espagne (1936-1939). PUF. París, 1986, pp. 111-1l2. Jean Fran¡;ois Bergier y André Jaeggi (eds.), con la colaboración de Marc Perrenoud. Documents Diplomatiques Suisses, vol. 13 (1939-1940). Berna, 1991, pp. 60-63. 3 Como estudio centrado en este tema, tan sólo cabe destacar la tesis doctoral de Martín Gavira Brandt, Suiza y la guerra civil española, Universidad Complutense de Madrid, 1991. Del mismo autor, el artículo «Las relaciones entre la España franquista y la Confederación Helvética durante la guerra civil», incluido en las actas del Congreso Internacional 1 2 La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 357 para la investigación helvética, teniendo en cuenta que la guerra española se tradujo en la crisis internacional --exceptuando las dos guerras mundiales- que mayores efectos produjo en la sociedad y la vida política suizas de la primera mitad del siglo veinte. Así lo ponen de manifiesto investigadores como lean Batou~. Llegado a este punto, plantearemos las tres cuestiones fundamentales sobre las que girará el presente artículo, a lo largo del cual intentaremos repasar los puntos básicos de lo que podría ser una investigación posterior: l. Comprobar la inclinación que el Consejo Federal, máximo órgano de gobierno de la Confederación Helvética, demostró por uno de los dos bandos enfrentados. 2. Las causas que indujeron al gobierno suizo a mostrar sus preferencias hacia el bando nacional y gobierno de Burgos. 3. Los porqués de ese largo silencio que, de manera consciente o inconsciente, ha mostrado la historiografía oficial helvética con respecto al conflicto español. l. Apoyo del Consejo Federal de la Confederación Helvética al bando nacional español El estudio de toda una serie de acontecimientos, decisiones y actitudes del Consejo Federal a lo largo de los años durante los que transcurre la guerra civil, nos llevarán a poder afirmar que realmente existió esa inclinación del poder oficial hacia el bando nacional español. Y ello, a pesar de tener la casi absoluta convicción de que con sus acciones provocaría la crítica airada de una parte importante de la población, sobre todo de aquella proveniente de los sectores de la izquierda, y que incluso tal actitud podría hacer peligrar, o al menos cuestionar, la política más defendida a lo largo de su historia, la de su neutralidad, columna básica del pensamiento estatal suizo: El régimen de Franco ( 1936-1975 J, Madrid, 1993. pp. 245-258. Exceptuando ambos trabajos, el país helvético tan sólo aparece como mera referencia en algunas obras de historiadores españoles. referencias centrada, en su mayor pane en la actuación de miembros de las Brigadas Internacionales. 4 «Regards suisses sur la.guerre civile d'Espagne», in Reme Suisse d'Histoire, Basel, 1997, p. 27. lean Batou coordina un proyecto de investigación, desde 1997, financiado por el Fondo Nacional Suizo para la Investigación sobre la actuación de la Confederación Helvética en la guerra civil española. 358 Isabel Trinidad " .En la neutralidad ven los suizos un producto de la razón de Estado, que procura el bienestar de éste y de la comunidad nacional en él incluida... s o en el lenguaje mucho más grandilocuente de Camille Gorgé, a través del cual asegura que la neutralidad significa para Suiza el escudo que la proteje contra la jabalina mortal, «La neutralité... est le bouclier qui nous protégera contre le javelot meurtrier. Serrons-en, comme hier, la courroie a notre bras qui ne tremble pas et attendons, l'épée nue au poing, que l'orage passe.'»6 Son varios los hechos que hablan y demuestran esa inclinación hacia el bando nacional. El primero y quizás más rotundo, por ser decisivo, ya ha sido mencionado. El 14 de febrero de 1939, Suiza se convierte en el primer Estado democrático en reconocer de jure a la España de Franco y en romper toda relación diplomática con la República, un mes y medio antes de la caida de Madrid y del final del conflicto armado. Con ello, se estaría rayando en la infracción de uno de los principios básicos de la neutralidad helvética, aquel que reconoce Estados no gobiernos. Esta fecha hay que asumirla como la del reconocimiento público y oficial, puesto que los trámites se desarrollaron dias antes. La proposición del Departamento Político Federal, máximo órgano de política exterior y cuyo jefe era el mismo Presidente de la Confederación, Giuseppe Motta, data del 29 de enero. Desde la reunión mantenida el 8 de febrero, el Consejo Federal tenía previsto reconocer al gobierno de Franco sobre la proposición verbal de Motta7 . Una decisión que fue vista como apresurada incluso por miembros del mismo gobierno helvético de la época. Así lo reconocía incluso Camille Gorgé, colaborador de G. Motta, miembro destacado del Departamento Político Federal y de la delegación suiza en la Sociedad de Naciones, por lo tanto alguién al que no se puede reprochar de ser una persona «politicamente incorrecta» cuyas relaciones con el Presidente de la Confederación: «... le Conseiljédéral s'était un peu haté...de reconnaftre officiellement le gouvernement de Franco... »8. El reconocimiento de jacto, a nivel local, fue acordado mucho antes, tan sólo un mes después de estallar la guerra. El 27 de agosto de s Gavira Brandt, M. ob. cit, p. 25. 6 Gorgé, c., La neutralité helvétique. Son évolution politique et juridique des origines ala Seconde Guerre Mondiale. Éditions Polygraphiques, Zürich, 1947, p. 474. 7 JAEGGI, A. «La Suisse officiel1e face a la guerre d'Espagne», in Revue Suisse d'Histoire, Basel, vol. 30, 1980, n° 3-4, p. 418, not. 50. s Gorgé, c., ob. cit., p. 442. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 359 1936, el Jefe de la División de Asuntos Exteriores del Departamento Político, autoriza al representante consular en Sevilla para reconocer de hecho al gobierno local incorporado al bando naciona19 . Sin embargo, fue el «asunto Toca» el hecho sobre el cual el Presidente de la Confederación y su política tuvieron que soportar los más duros ataques y críticas. Bernabé Toca fue reconocido, a comienzos de 1937, por las autoridades helvéticas como representante oficioso de la España nacional en Berna. concediéndole. a excepción de figurar en la lista del Cuerpo Diplomático. los mismos privilegios, inmunidades y exenciones que los otorgados a aquellas Misiones diplomáticas de los países reconocidos formal y jurídicamente por Suiza: ...el representante del Gobierno Nacional en Berna, además de la extraterritorialidad, inmunidades y privilegios, como el circular en su automóvil con la placa CD del Cuerpo Diplomático, ostentando en el mismo los colores nacionales y la exención de impuestos ... ha conseguido hoy en su última visita al Departamento Político la autorización para colocar en el exterior de la Oficina de la Representación el escudo y la bandera nacionales. cuyos colores ondearán el próximo dia 18, aniversario del Gloáoso Movimiento Salvador de España... 1O Efectivamente tanto el escudo como la bandera llegaron a ser colocados en las oficinas de dicha representación, hecho que fue interpretado por la prensa socialista como prueba del reconocimiento de la Confederación al Gobierno de Burgos. Estos símbolos externos provocarían las iras de los sectores de la izquierda suiza, motivando los sucesos del 19 de agosto con el robo del escudo y asta de la bandera. Pero será a raiz precisamente de estos incidentes. cuando se produzca un mayor entendimiento entre ambas administraciones. Por despacho fechado el 30 de agosto de 1937, Toca informa sobre la reafirmación de estas concesiones por parte del Presidente del Consejo Federal y ello a pesar de las críticas recibidas: ...Por lo que se refiere a las relaciones de esta Representación con el Departamento Político Federal que debido a los hechos expuestos en el despacho 391...se habían enfriado algún tanto, tengo hoy la satisfacción 9 Mauro Cerutti, Jean-Claude Favez y \1ichele Fleury-Seemüller (eds.l, Documellts Diplomatiqlles Sllisses. vol. 1l (1934-1936). Berna. 1989, p. 825. 10 AMAE E R-59ü, despacho de Berna n'295. carta remitida por el representante del Gobierno Nacional en Berna, el 7 de julio de 1937. a la Secretaría de Asuntos Exteriores en Salamanca. 360 Isabel Trinidad de poder informar que, por iniciativa del citado Departamento, dichas relaciones han vuelto a ser reanudadas de modo más cordial e intenso que nunca. Esto se debe principalmente al Consejero Federal, Sr. Motta, en cuya ausencia tuvieron lugar los hechos... ...El Sr. Motta, alarmado ante la campaña de Prensa y ante la indecisión de los funcionarios del Departamento Político durante su ausencia, interrumpió sus vacaciones y se presentó en Berna en su Departamento y personalmente comunicó a la Policía cantonal y municipal que el que suscribe, debía ser considerado como Representante del Gobierno Nacional español y se le debían conceder todos los privilegios e inmunidades inherentes a un Jefe de Misión... ll En el «asunto Toca», Suiza llegó a sentar precedente en la política mundial, al reconocer oficiosamente a una representación de un gobierno sublevado, formado por militares que se levantan contra un gobierno democrático, otorgándole a ésta todos los privilegios diplomáticos oportunos: ...en el Departamento Político de que, a su vez, los Representantes de diversos países se han dirigido a él para tratar de conocer el estatuto que aquí se me concedía. Estos países han sido, entre otros, Austria, Hungria, Holanda, Bélgica, Rumanía y Brasil. Hoy, en la visita que he hecho al Jefe de Negocios Extranjeros del Departamento Político, Dr. Froehlicher, hemos tratado la cuestión y este señor me ha expresado la profunda satisfacción que acaban de tener, pues, parecer ser, que el Ministro de Inglaterra les ha pedido igualmente un informe sobre el precedente sentado por las Autoridades Federales con respecto al Representante Español en Berna. El Dr. Froehlicher considera que es motivo de orgullo para un pequeño país como Suiza, servir de ejemplo en un caso como éste, máxime tratándose de una gran potencia democrática como Inglaterra, y ha aprovechado la ocasión de felicitarme por la parte que me toca en el establecimiento de dichos precedentes... 12 La censura en la prensa funcionó igualmente en este sentido. El 20 de abril de 1937, la Legación de España en Berna eleva una protesta al Departamento Político Federal ante la confiscación de 18 periódicos republicanos y de los impresos de propaganda del Gobierno de Valencia, sin que se produjera ninguna medida similar dirigida a los centros de propaganda nacional: AMAE E R-590, despacho de Berna n° 408, 30 de agosto de 1937. A AMAE E R-590, despacho de Berna n° 503, carta remitida por Bernabé Toca al Secretario de Relaciones Exteriores en Salamanca, 12 de octubre de 1937. 11 12 La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 361 .. .11 n' y a dans l' énumération de l' Administration des postes suisses aucune publication paraissant dans la zone occupée par les rebelles. Ces journaux de propagande factieuse entrent Iibrement en Suisse et ils peuvent etre achetés sans entrave chez les marchands de journaux... 13 Un nuevo asunto acercó aún más las posturas y relaciones entre ambos gobiernos. Según informa Bernabé Toca, en despacho remitido el14 de diciembre de 1937 14 , el Departamento Político Federal ordenó a la Agencia Telegráfica Suiza sustituir en sus comunicados a la prensa l'a denominación aplicada hasta la fecha de «rebeldes» o «insurrectos» por la de «fuerzas nacionalistas», así como. la de «ejército gubernamental» por la de «fuerzas del Frente Popular»1). Uno puede llegar a imaginarse lo que supone políticamente para un gobierno legítimo, que ha sido derrocado por un golpe de estado, el que, por orden oficial en un estado extranjero se prohiba la palabra gubernamental al referirse a éste, máxime cuando la prensa aliada con las más altas esferas de poder e incluso los propios responsables de la dirección política de la Confederación, ya no hablan de ejército del Frente Popular o zona republicana, sino que califican a la España republicana de «España roja» y ello con la más absoluta de las impunidades: .. .le Conseil fédéral reconnut officiellement, en fevrier. le gouvemement national 16 en lui demandant I'agrement pour la nomination d'un ministre plénipotentiaire en Espagne. De ce fait, nos relations avec l'Espagne rouge prenaient officiellement fin .. .J7 Otros hechos. con un carácter distinto a los expuestos, dejan relucir el trato desigual dado a los dos bandos en contlicto. En abril de 1937, se desarrolla el primer proceso organizado contra los militantes comunistas acusados de haber reclutado combatientes para las Brigadas Internacionales. Otto Brunner. Andreas Weber de Schaffhouse y Henri 13 Osear Gauye, Gabriel Imboden y Daniel Bourgeois (eds). DoclIments Diplomlltiqlles SlIisses, vol. 12 (1937-1938). Berna 1994. p. 141. AMAE E R-590, despacho de Berna n' 581. 14 de diciembre de 1937. Mona había sugerido en el mes de noviembre de 1936 este cambio de denominación a la Agencia Telegráfica sin obtener resultados (ver la carta dirigida. el 2 de noviembre de 1936, por el Jefe de Asuntos Exteriores, G. Mona. al Jefe del Departamento des Postes et de Chemins de fer, en DoclImellts Diplomlltiqlles SlIisseJ. vol 11. ob. cit.. pp. 902-903). En esta ocasión Malta no lo sugiere lo ordena a una Agencia subvencionada por el Consejo Federal. 16 Las palabras que aparecen en cursiva han sido resaltadas por la autora. 17 Gorgé. e, ob. cit.. p. 442. 14 15 362 Isabel Trinidad Trüb de Ginebra, junto a otros militantes del PCS, fueron condenados a diez meses de prisión y a cinco años de privación de los derechos cívicos, además de sanciones económicas dependiendo de su rango. Sentencias que no podemos comparar a las sufridas por los voluntarios suizos que combatieron en las filas nacionales. André Rauber nos cita el caso de dos de estos voluntarios condenados por el Tribunal de División 4; su condena fue de 14 dias de prisión con indulto 18. Es difícil evaluar la cuantía del contingente suizo que luchó con las tropas de Franco, según algunos autores que han manejado fuentes helvéticas proclives a la República, fueron 37 los suizos combatientes en el ejército de Franco, aunque menciona tan sólo a diez, algunos de ellos de padre o madre españoles, como los únicos que se corresponden a datos fiables 19 . Aunque sin poder cuantificarlos de manera exacta, el número de voluntarios suizos que lo hicieron en las filas de las Brigadas Internacionales fue de 700 a 900, de ellos 150 murieron en España y los que pudieron ser identificados por la policía a su regreso a Suiza sufrieron severas penas de cárcel. Al contrario que otros países europeos, la Suiza oficial rechaza, en febrero de 1939, una petición de amnistía para los voluntarios suizos en las Brigadas Internacionales condenados por los tribunales militares, dicha petición iba apoyada por 80.000 firmas 20 . Hemos ido repasando toda una serie de medidas y acciones de carácter político, propagandístico e incluso humanitario, pero éstas quedan igualmente reflejadas en su aspecto económico. El 1 de abril de 1939, la Dirección general de la Banca Nacional informa al Departamento de Finanzas y Aduanas del aumento de un crédito concedido por la Sociedad de Bancos Suizos (SBS) en octubre del 38 al Gobierno de Burgos 21 , se trataba de un aumento de 400.000 libras esterlinas a 500.000. Una suma nada despreciable, concedida en forma de paquete de obligaciones con un margen de crédito de 12 millones de francos suizos y de 400.000 libras esterlinas. Curiosa fecha la elegida por la Banca Nacional Suiza, 1 de abril de 1939, para informar al Departamento de Finanzas del aumento de dicho crédito al Gobierno de Burgos, la misma que Franco escogió para escribir de su puño y letra sus escuetas aunque más famosas palabras: «En el día de hoy, cautivo y de18 Rauber, A., Histoire du mouvement communiste suisse. Éditions S1atkine, Ginebra, 1997, pp. 388-389. 19 Mesa, J.L. de, Los otros internacionales. Voluntarios extranjeros desconocidos en el bando nacional durante la guerra civil (1936-39). Ediciones Barbarroja, Madrid, 1998, p.176. 20 Rauber, A., ob. cit., pp. 361-362. 21 Documents Diplomatiques Suisses, vol. 13, ob. cit., pp 138-140. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 363 rrotado el Ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado». 2. Causas que indujeron al Consejo Federal Suizo a apoyar al Gobierno de Burgos Las causas principales para llegar a entender el porqué de las cada vez mayores simpatías de este gobierno centroeuropeo por el bando encabezado por Franco, serán mayoritariamente de índole económica e ideológica. A. Causas de índole económica La enorme importancia otorgada por el poder oficial a los intereses económicos helvéticos mantenidos en España, es puesta de manifiesto por el hecho de que sean los agentes comerciales los que asuman responsabilidades consulares y que esta labor no sea desempeñada por diplomáticos de carrera. El 24 de septiembre de 1936, la División de Asuntos Exteriores del Departamento Político notifica el nombramiento como cónsules a Roulet, director de Suchard en San Sebastián, y a Perret, director de la Nestlé en Torrelavega (Santander)::. El 19 de febrero de 1937, el Consejo Federal informa del nombramiento del delegado del Office Suisse d'Expansion Commerciale. Paul Brand. como representante de Suiza en Burgos n . Los importantes intereses económicos y comerciales que la Confederación mantenía en España. así como. una política económica suiza basada en la defensa de las empresas y del capital privado, acercarán más las posiciones de la Confederación hacia el gobierno de Burgos, alejándola cada vez más de la política que se desarrollaba en el campo republicano. Comenzando por nuestra primera afirmación y si hacemos un repaso por las fuentes económicas de la época. podremos comprobar que Suiza tenía efectivamente grandes intereses económicos en suelo español antes del estallido de la guerra civil. Una encuesta realizada en el mes de junio de 1936 por la Asociación Suiza de Banqueros y la Unión n Docume1lts Dip/omatiques Suisses. vol. 11. ob. cit., pp. 857-861. Docume1lts Dip/omatiques Suisses, vol. 12, ob. cit, pp. 68-70. c3 364 Isabel Trinidad Suiza de Comercio y de Industria, estima el valor de las inversiones helvéticas (Acciones y obligaciones, créditos y participaciones en distintas sociedades) en 69.729.543 de francos suizos 24 . Daniel Haener sugiere un montante global mucho más elevado de 320 millones, es decir, el 16% de los capitales extranjeros invertidos en España. Esta importante inversión se explica si tenemos en cuenta que después de la Primera Guerra Mundial, España experimenta un importante y rápido crecimiento económico que la convierte en uno de los nuevos países industrializados de moda de los años 30 y para Suiza en un cliente particularmente interesante25 . Tesis que mantiene Beatriz Sánchez Femández en su estudio sobre las relaciones comerciales entre España y Suiza: ...La mayoría de los comerciantes suizos estaban de acuerdo en afirmar que España, aún dentro de su política económica marcadamente proteccionista, seguía siendo un país interesante para hacer negocios, máxime cuando la moneda española aún estaba por encima de la de los otros países...España seguía interesando por ser un país con una economía de marcado acento agrícola e incapaz de concurrir con los artículos suizos. Eran las relaciones entre país industrializado y país de economía agraria y por tanto con bases de dependencia característica entre países industrializados y no... 26 Según esta misma autora, la industria de máquinas (generadores y locomotoras), la química (farmacia, colorantes y perfumes) y la relojera se situarán a la cabeza de las exportaciones suizas 27 . A ello hay que añadir la fuerte presencia de capitales helvéticos en las minas (como la fábrica de Celulosa de Attisholz), ferrocarriles, textiles, banca, seguros y alimentación. Una de las sociedades con mayor presencia en España es la Compañía Hispano-Americana de Electricidad (CHADE), con un capital de 260 millones de pesetas-oro. Su Consejo de Administración está formado, entre otros, por el vicepresidente y el director general del Crédit Suisse, asi como, por destacados representantes de la Elektrobank, sociedad que controlaba la Compañía Sevillana de Electricidad. En cuanto al sector alimenticio, destacar, por ser una de las más importantes y de mayor capital de las empresas suizas, a la Sociedad NesDocuments Diplomatiques Suisses, vol. 11, ob. cit., pp. 744-748. Batoll, 1. ob. cit., p. 29. 26 Sánchez Fernández, B. Proteccionismo y liberalismo. Las relaciones comerciales entre Suiza y España: 1869-1935, Francfort, 1996, p. 158. 27 1bidem, «Apéndice estadístico», pp. 275-314. 24 25 La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza') 365 tlé, que contaba con sucursales de esta firma en diferentes regiones españolas. Según consta entre las informaciones de la Secretaría General del Jefe del Estado, con fecha de 8 de mayo de 1937~s. la Nestlé controlaba en España las siguientes sociedades: La Sila de Barcelona, la Sociedad lechera montañesa «El Niño». Queserías Reunidas S.A. de Torrelavega (Santander) y la Granja Poch S.A. (Madrid). Por último, destacar las compañías de seguros helvéticas que mantienen en España una fuerte presencia de capital. Entre ellas; la Compañía Zürich, con una recaudación en nuestro país de 15 millones anuales de primas; la Suisse, con 2 millones de recaudación por el mismo concepto; o la Rückversicherungs Gesellschaft, entre otras. Una vez analizada la importancia que a nivel económico representaba España para Suiza y conociendo la política económica que la Confederación practicaba inspirándose en la defensa fundamental del capital privado, es lógico pensar que, el Gobierno Helvético, entonces dominado por el sector conservador, junto con los medios económicos más importantes y los círculos profesionales y sociales relacionados con éstos, prefirieran mantener unas posturas y relaciones que no hicieran temer al partido franquista. al que además auguraban una pronta victoria. Pero dicho entendimiento habría de hacerse llegar a la opinión pública con las debidas explicaciones y justificaciones para que ésta lo aceptase sin demasiadas críticas. Y para ello se hace entrar en juego a la prensa. sobre todo a la prensa «burguesa» con la que el Presidente Motta mantenía inmejorables relaciones. Desde practicamente el inicio del enfrentamiento armado, una parte de la prensa helvética, junto con los propios representantes del poder político, alertan a la opinión pública contra lo que ellos califican de gobierno débiL incapaz de controlar una situación insostenible de caos y anarquía que se vivía en España. El diario ginebrino Le Courrier de Genhe, atribuye la responsabilidad del levantamiento militar al hecho de que la República española cayó bajo las órdenes de los jefes comunistas y anarquistas quienes, con la colaboración de la liLa InternacionaL sembraron en toda España el desorden socioeconómico que hizo temer a muchos españoles por su seguridad. La prueba de tales afirmaciones las encuentra el redactor en el hecho de que el gobierno diera armas a las masas populares: "8 AMAE E R-595, Oficina de Información de la Secretaría General del Jefe del Estado, 8 de mayo de 1937. 366 Isabel Trinidad ...Quelle démission de la légalité! Elle illustre mieux qu'aucun autre exemple la collusion du gouvernement actuel avec les pires éléments de désordre... 29 La cuestión social, la colectivización de la propiedad, junto a la descristianización de España, son los argumentos más utilizados por una parte significativa de la prensa en su intento de ganarse a la opinión pública suiza: ...Ce sont deux conceptions de la vie qui s'affrontent. De la victoire de l'un ou de l'autre dépend l'essor ou l'anéantissement du commu. 30 msme... Se trataba de una parte de la prensa helvética que apoyó, desde prácticamente los inicios de la contienda, a los militares sublevados. Los políticos que ejercieron la representación del bando nacional en Suiza, durante los años de la guerra, supieron utilizar hábilmente este hecho, procurando un estrecho acercamiento a los medios de comunicación, sin duda sabedores del gran poder e influencia que ésta podía ejercer sobre la opinión pública y sobre el mismo gobierno. El 3 de febrero de 1937, Bernabé Toca remite un despacho a la Secretaría de Relaciones Exteriores de Salamanca, en el que le detalla minuciosamente cada uno de los periódicos correspondientes a los cantones de habla alemana, francesa e italiana; en dicha lista incluye la base social a quién va dirigido, la tendencia ideológica, así como, y con particular hincapié, «si son o no adeptos a la causa nacional»31. Como fórmula más idónea para ganarse a la prensa conservadora, próxima a los círculos económicos, los representantes del bando nacional se ayudaron de un elemento fundamental en el pensamiento suizo y que a su vez fue el estandarte de todas y cada una de las justificaciones que, el Consejo Federal y su presidente esgrimían cuando su política era atacada: la salvaguarda de los intereses suizos. De nuevo el representante del gobierno de Burgos en Berna nos confirma este supuesto en su despacho remitido el 30 de agosto de 1937: ...Con objeto de contrarrestar la intensa propaganda desencadenada por la Prensa suiza marxista y de izquierdas contra esta Representación del Gobierno Nacional en Berna, campaña que en el fondo era sola29 30 31 Le Courríer de Geneve, 21 de julio de 1936, «Le coup d'Etat du général Franco». Ibídem, 7 de agosto de 1936. AMAE, E R-590, 3 de febrero de 1937. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza'? 367 mente un pretexto para atacar la política que con tanto acierto desarrolla en la Confederación su digno Presidente y jefe del departamento Político, Sr. Motta, he tratado por todos los medios de ponerme en estrecho contacto con la Prensa burguesa de este país, para lo cual he utilizado las Empresas suizas que tienen cuantiosos infereses 32 en nuestra Zona y el influjo personal de los numerosos suizos que residiendo en la Zona roja española se encuentran en la actualidad refugiados en su Patria. No sin dificultad he conseguido una viva reacción de dicha Prensa burguesa en favor de la necesidad evidente de conceder todo género de facilidades a nuestra Representación en Suiza. ya que ello redunda en beneficio de los intereses sui:.os en España... 33 Pero este argumento no sólo será utilizado como atracción de los medios de comunicación. En una carta confidencial remitida al secretario de Relaciones Exteriores, el 17 de enero de 1938, Toca manifiesta que la mejor manera de presionar al Gobierno helvético para que éste conceda el reconocimiento de jure. sería el de amenazarlo con el futuro que pudieran correr sus intereses económicos en España: ...creo que la única manera de hacer reaccionar a este país es dándole la sensación de que si no continúan, sin vacilación, avanzando en sucesivas decisiones, hacia un reconocimiento de jure y si no por lo menos, una ruptura con el Gobierno ambulante rojo... su mercado en España corre gran peligro... me permito insistir en la conveniencia de tomar alguna medida o cuando menos hacer patente a los Cónsules suizos en esa y a las empresas industriales y comerciales que tantos intereses tienen en España, nuestro descontento ante las vacilaciones de este Gobierno... Los suizos, por regla generaL reaccionan favorablemente ante la amenaza de posibles represalias o de trato desigual que pueda perjudicarles. sobre todo en su negocio y de ello tengo yo buena experiencia. Por algo Kaiserling los compara a los judios en su «Espectro de Europa» ... ·l4 El representante del Gobierno Nacional en Berna parece no equivocarse al utilizar el tema de los intereses helvéticos como argumento principal en su afán por ganarse el favor de poderosos aliados (a la inclinación del Consejo federal por los nacionales españoles se unen los más importantes círculos económicos de la banca, de la industria, del Las palabras han sido remarcada, por la autora. AMA E E R-590, despacho de Berna n° 408 de 30 de agosto de 1930. 34 AMAE. E R-590, carta confidencial del representante del Gobierno de Burgos en Berna, 17 de enero de 1938. 32 33 368 Isabel Trinidad comercio, así como, los sectores católicos). Así al menos lo demuestra el discurso que G. Motta dirigió al Consejo de los Estados, en respuesta a unas interpelaciones formuladas a propósito de la política exterior del Consejo Federal con respecto a España, en sesión celebrada el 30 de septiembre de 1937 y que significaba el reconocimiento oficial de Jacto del Gobierno de Burgos por parte de Suiza: ...la politique du Conseil fédéral a été dictée par le devoir de sauvegarder les intérets suisses en Espagne... Les circonscriptions territoriales ou nos agents exercent leurs fonctions sont entrées graduellement sous la souveraineté de Franco. De la le devoir impérieux pour le Conseil fédéral d'entrer en rapports de fait avec lui pour la sauvegarde des intérets suisses... Quel gouvernement serions-nous donc si nous avions fermé les yeux pour ne pas voir la réalité et pour oublier qu'environ les deux tiers de l'Espagne avaient échappée au commandement de Madrid et de Valence?... 35 Por otra parte, los mayores temores de la sociedad helvética pasaban por los anunciados embargos y colectivizaciones que se pudieran producir en Cataluña. El 20 de julio del 36, tan sólo dos días después de estallar la guerra civil, el vicecónsul suizo en Barcelona informa al jefe del Servicio Consular del Departamento Político sobre las medidas adoptadas por el Consulado Suizo en esta ciudad para proteger los bienes helvéticos de los posibles embargos 36 . El 6 de noviembre, en el Departamento Político Federal, se celebra una conferencia sobre la defensa de los intereses suizos en Cataluña amenazados por un decreto sobre la colectivización de empresas 3? Será precisamente ese temor, el que reafirme el favor de los círculos económicos y políticos conservadores hacia la España nacional. Hasta Suiza comienzan a llegar informes de los agentes y cónsules helvéticos que hablaban sobre la situación desigual de las colonias suizas dependiendo de quién, de los dos bandos enfrentados dominara la región. E14 de diciembre de 1936, el Jefe de la División de Asuntos Exteriores del Departamento Político, P. Bonna, explica cómo los intereses helvéticos están salvaguardados en aquellas ciudades que han caido bajo la dominación del bando nacional, mientras que la situación es di35 Estracto recogido de la Gazette de Lausanne de 1 de octubre de 1937 que, bajo el título «Le Conseil fédéral et la guerre d'Espagne», reproduce íntegramente el discurso que Motta pronunció el 30 de septiembre de 1937 ante el Consejo de los Estados. 36 Documents Diplomatiques Suisses, vol. 11, ob. dt. pp. 791-792. 37 Ibidem, pp. 910-911. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 369 fícil y caótica en las zonas dominadas por el gobierno republicano, anunciando que. la previsible colectivización de empresas industriales y comerciales, así como, el control de las empresas particulares en Cataluña, marcaba una nueva etapa hacia el comunismo integral: ...Par suite du manque de vivres el des attaques aériennes continueIles. la présence a Madrid de nos compalrioles devienl de jour en jour plus critique. A la demande de la Légation, nous avons autorisé celle-ci a recommander formellement aux Suisses de quitter la ville et d' organiser l'évacuation progressive de la colonie... Le Consulat continue a protéger les tres nombreux et importants intérets suisses en Catalogne. mais sa tache s'avere de jour en jour plus difficile et le décret du 24 octobre prévoyant la collectivisation des entreprises industrielles et commerciales ainsi que le contrOle des entreprises particulieres n'a marqué qu'une nouvelle étape vers le communisme intégraL. Les derniers rapports du Consulat de Suisse a SeYille indiquent que la situation est redevenue normale dans cette partie de l'Espagne et nombreux sont ceux de nos compatriotes qui ont regagné ¡eur domicile a Seville ou dans les environs.. 3S Noticias que el propio Presidente de la Confederación, Giuseppe Motta, se encarga de hacer públicas. En sesión plenaria celebrada ante el Consejo de los Estados, el 30 de septiembre de 1937. aseguraba que, mientras los suizos que vivían en los territorios dominados por Franco tenían plenas garantías de seguridad y no habían solicitado jamás la ayuda material de la Confederación, ésta había tenido que organizar ayudas para enviar a los ciudadanos helvéticos que residían en los territorios dominados por la República, especialmente en Cataluña, dónde las medidas de confiscación y colectivización, según manifestaciones del propio Motta, habían sido ya efectuadas 39 . Ante estas informaciones, llegadas de la mano de sus máximos responsables políticos. que alertaban de los daños sufridos por los ciudadanos helvéticos en las zonas dominadas por el Gobierno de Valencia y de la inminencia, si no comienzo, de la confiscación y colectivización de empresas, sobre todo en Cataluña donde según el cónsul helvético en Barcelona, A. Gonzenbach. se concentraba el 65lJc de los intereses Documents Diplomatiques Suisses, vol. 11, ob. cit., pp. 952-954. Discurso de G. Motta recogido en el diario ginebrino La Suisse del 1 de octubre de 1937, bajo el título «M. Motta réfute victorieusement la campagne de l'extreme-gauche. A propos des relations de la Suisse avec les deux Espagnes». 38 39 Isabel Trinidad 370 suizos 40 , es fácil de imaginar por cual de los dos contendientes tomó partido no sólo el propio Gobierno si no la mayor parte del poder económico de la Confederación. Bastante revelador a este respecto resulta el despacho remitido el 29 de junio de 1937 por Bernabé Toca al Secretario de Relaciones Exteriores: ...Las Empresas suizas que tienen intereses en España han celebrado en Zürich una reunión para ponerse de acuerdo y dirigir un escrito al Consejo Federal, llamando su atención sobre el decreto emitido por el llamado Gobierno de Valencia, relativo a la colectivización de Empresas extranjeras y solicitando del mencionado Consejo Federal, que en el caso de que dicha colectivización de sus Empresas en la España roja, llegue a tener lugar, rompa el Gobierno suizo las relaciones diplomáticas con el de Valencia... 41 Todos estos informes y noticias que iban llegando hasta la Confederación Helvética, acabaron con las posibles reticencias que pudieran haberse dado por parte de las empresas a definir claramente sus intenciones. Siempre y cuando las fuentes proporcionadas por el representante de la España nacional en Berna sean fiables, tres de las más importantes compañías de seguros helvéticas que mantenían intereses en España, anteriormente mencionadas, la Zürich, la Suisse y la Rückversicherungs Gesellschaft, habrían manifestado a Bernabé Toca su «buena disposición» con respecto al Gobierno Nacional «... convencidos de que con los rojos, desaparecerían todos los grandes intereses que en España tienen»42. Por su parte, la Sociedad Nestlé contribuyó con 1.800 francos suizos mensuales a la suscripción nacional abierta por el Gobierno de Burgos en su oficina de Berna43 . La carta remitida el 27 de agosto de 1937, por el Presidente de la Nestlé and Anglo-Swiss Holding, Eduard Müller a Bernabé Toca, parece mostrar las preferencias de la Nestlé hacia el bando nacional: ...Acabamos de recibir noticias de que las fábricas de productos lácteos que nuestros amigos la «Sociedad Nestlé A.E.P.A.» poseen en la provin- 40 Documents Diplomatiques Suisses, vol. 12, ob. cit., p. 142. AMAE E R-590, despacho de Berna n° 275, 29 de junio de 1937. AMAE, E R-590, carta remitida por Bernabé Toca a José Antonio de Sangróniz de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Salamanca, 18 de febrero de 1938. 43 AMAE E R-590, carta fechada el19 de abril de 1937, remitida por Bernabé Toca a la Secretaría de Relaciones Exteriores en Salamanca 41 42 La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 371 cia de Santander han sido liberadas por el heroico Ejército Nacional y que se encuentran intactas. en condiciones de funcionamiento inmediato. Teniendo la «Sociedad Nestlé A.E.P.A.» la exclusiva del uso de nuestras marcas de fábrica en España, consideramos un deber el expresarle nuestro agradecimiento más sincero por la liberación de estas fábricas que nos permitirá reanudar las estrechas relaciones comerciales que con la misma veníamos manteniendo. Rogámosle tenga la bondad de transmitir nuestras gracias más expresivas al Generalísimo haciendo nuevamente patente, como bien les consta, nuestra adhesión mas absoluta al glorioso movimiento salvador de España... 44 B. Causas de índole ideológica La simbología que a nivel internacional llegaron a alcanzar los dos bandos enfrentados durante la guerra civil española. « ... tomados como punto de referencia del activismo militante o simplemente de la sensibilidad política de decenas de millones de no-españoles... »~5, unido a las claras tendencias ideológicas del gobierno suizo, serán de nuevo argumentos claves para explicar la posición del Consejo Federal con respecto a los dos contendientes. Son numerosos los historiadores helvéticos que apuntan, como uno de los motivos de mayor peso de la clara tendencia del gobierno suizo hacia el bando nacional español, el antisovietismo que imperaba en la Confederación durante el período de la guerra fría. André Rauber. dirigente del Partido Comunista Suizo, manifiesta que la lucha contra el comunismo, después de la huelga general de 1918, se erigirá practicamente en doctrina y deber de Estado: ... Des la révolution bolchevique de 1917 et surtout depuis la greve générale de 1918. la lutte contre le communisme -le «bolchevisme» a répoque. coupable de tous les troubles et contestations a rordre établi- devient un leitmotiv national et est meme quasiment érigé en doctrine et devoir d·Etat.. ~ A partir de 1937 se promulgarán una serie de medidas, primero a nivel cantonal y después federaL que ilegalizarán al Partido Comunista Suizo. El 25 de abril del 37, el cantón de Neuchátel aprobará la ilegali- 44 45 -16 AMAE, E R-590, anejo al despacho de Berna nC 417. Hermet. G.. La guerre d·Espagne. París, 1989. p. 237. Ibídem, pp. 161-162. 372 Isabel Trinidad zación del PCS, Ginebra lo hará el 13 de junio y el cantón de Vaud el 30 de enero de 1938. El 6 de agosto de 1940, el Partido Comunista será ilegalizado en toda la Confederación a raiz de un decreto promulgado por el Consejo Federal, por el que se prohibía toda actividad comunista, anarquista y trotskista47 . Una nueva medida adoptada por el Consejo Federal, enfurece a los partidos y organizaciones de izquierdas cuando, el 25 de agosto de 1936, aprueba un decret0 48 por el que se adoptan medidas represivas y restrictivas contra el derecho de reunión y manifestación. Decreto con unas claras connotaciones de política interior, más cerca del deseo del gobierno helvético de censurar a la izquierda y a los medios de la inmigración antifascista, que de guardar o preservar una estricta neutralidad. J. Batou, nos recuerda que, el Consejo Federal manifiesta en un comunicado de prensa, aparecido en el Joumal de Geneve del 26 de agosto de 1936, que en el transcurso de una asamblea de protesta organizada por socialistas y comunistas en Ginebra, el presidente del Consejo de Estado y jefe del Departamento cantonal de Justicia y Policía, el socialista Léon Nicole, incitó al público contra el decreto del Consejo Federal, motivo por el cual, según dicho comunicado, el Consejo Federal se vió obligado a adoptar un nuevo decret0 49 . El peso que la evolución y marcha de la política interior pudiera haber tenido a la hora de influenciar al Consejo Federal en una siempre comprometida decisión de optar por el bando nacional o republicano, aparece en las tesis mantenidas por otros investigadores helvéticos. André Jaeggi, coeditor del volumen 13 de los Documentos Diplomáticos Suizos (1939-1940), nos habla igualmente de una posible relación entre la posición oficial de dejar fracasar a un gobierno democrático pero «rojo», como el republicano español, y su rechazo absoluto a las ideologías de izquierdas: ...Or, a la lumiere du refus constant et inébranlable de la Suisse officielle de normaliser ses relations avec l'URSS, il est pensable que la décision de laisser tomber un gouvemement démocratique (mais «rouge») avant son abdiction, ait aussi été une démonstration contre les milieux socialistes suisses, desquels émanait principalement la critique contre toute forme de relations avec la junte... 50 47 48 49 50 Rauber, A., ob. cit., pp. 383-388, 477-48l. Documents Diplomatiques Suisses, vol. 11, ob. cit., pp. 821-824. Batou, J. ob. cit., p. 32. Jaeggi, A. ob. cit., p. 419. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 373 Tesis seguida igualmente por P.H. Ehinger a la hora de explicar la ausencia de oposición «burguesa» contra la decisión del Consejo Federal de reconocer de jure al Gobierno de Burgos 51 , decisión que Ehinger cataloga como de precipitada y con un fuerte contenido de política interior. Para dar mayor validez a esta hipótesis, nos apoyamos en los documentos suscritos por representantes oficiales del Gobierno suizo en España durante la guerra civil que hacen referencia al citado asunto y a través de los cuales se nos confirma la fuerte incidencia de la política interior helvética en lo que respecta al reconocimiento del gobierno nacional. Así se lo exponía el representante del gobierno suizo en Burgos, Paul Brand, al Jefe del gabinete Diplomático de Franco, durante la reunión mantenida por ambos en la que el cónsul helvético insistía sobre la necesidad de la firma del acuerdo provisional sobre el intercambio comercial hispano-suizo: ...Para Suiza el problema del reconocimiento de la beligerancia al Gobierno Nacional no tiene apenas en el exterior aspecto político y si lo hubiera, de todas formas no serían otras las razones a ponderar que aquellas que pueden haber pesado en el ánimo del Gobierno Federal cuando reconoció el Imperio Italiano. En cambio, si existe un aspecto de política interior. Es justamente por ello y para iniciar un estado de hecho de relaciones amistosas con la España Nacional, para demostrar prácticamente al mejor sector de la opinión pública en Suiza, la diferencia existente entre las dos Españas, para preparar pues el ambiente político interior nuestro para el reconocimiento en su día, que existe en mi concepto. toda la conveniencia de firmar este acuerdo provisional... 52 3. Los porqués del «silencio» de la historiografía oficial suiza cara al conflicto español Que la historiografía oficial helvética ha corrido un tupido velo en todo aquello que tuviera relación con la guerra civil española, es un hecho practicamente asumido por la mayoría de los investigadores suizos. 51 P.H. Ehinger, «Die Wahlen in Spanien von 1936 und der Bürgerkrieg von 1936 bis 1939: Ein Literaturbericht», in Reme Suisse d'Histoire, 25/3, 1975, p. 328. 52 AMAE, R-590, Burgos 13 de junio de 1937. Nota remitida por Paul Brand a José Antonio Sangróniz, Jefe del Gabinete Diplomático de Franco en Salamanca. 374 Isabel Trinidad A ello se suma entre otros, la falta de actos oficiales de homenaje a los voluntarios suizos que combatieron en España, práctica habitual en la mayoría de los países europeos que participaron en mayor o menor medida en este conflicto. Suiza no llevará a cabo ningún tipo de acto similar hasta prácticamente 60 años después, en la primavera de 1994 y en presencia de la Consejera federal, Ruth Dreifuss, se inaugura en Zürich una exposición sobre los voluntarios suizos. Pero, ¿cómo se puede explicar este «silencio»? lean Batou, apunta como uno de los motivos principales, el rechazo de la Suiza oficial, después de la 11 Guerra Mundial, a todo examen crítico de su pasado anterior a 1945 «notamment de ses sympathies avérées pour les puissances fascistes d'avant-guerre»53. Aún hoy se critica, desde las altas esferas de poder, a aquellos investigadores que tratan de hacer «examen de conciencia» y sacar a la luz todo lo referido al oro nazi y a los fondos judios. Otros historiadores, como P.H Ehinger, aluden al componente ideológico de la guerra civil española, del que ya hemos hablado en el apartado anterior, como motivo principal para que este conflicto haya permanecido durante tantos años como tema tabú para los historiadores helvéticos y en particular haya sido la causa fundamental de la ausencia de obras de la Suiza oficial con respecto a los sucesos ocurridos en la España de la época. Por otra parte, cuestiones de índole económicas parecen ocupar de nuevo un papel destacado entre las razones que llevaron a la historiografía helvética a rechazar todo trabajo de investigación crítico sobre nuestra guerra civil y el papel jugado en ella por el gobierno suizo. Motivado, sobre todo, por el éxito que tuvieron las relaciones comerciales hispano-suizas durante los años 50 y 60, que colocaron a la Confederación Helvética, al término de ambas décadas, a la cabeza de las inversiones extranjeras en España, por delante de las alemanas y americanas 54 . Este buen entendimiento comercial entre ambos países, del que la Confederación Helvética sale claramente favorecida, parece justificar para muchos, al menos desde el punto de vista material, el buen hacer político y lo acertado de las decisiones del Consejo Federal y de su Presidente durante los años 30 con respecto al conflicto español. En cualquier caso, creo que ha quedado suficientemente demostrada la importancia del componente ideológico, que hace que España y la guerra civil española participen activamente de la política interior de 53 54 lbidem, p. 37. Hopflinger, F. L'Empire suisse, Ginebra, 1978, p. 23. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza" 375 Suiza de 1936 a 1939. Para Jean Batou, el conflicto español se inscribe en el corazón de los antagonismos y ambigüedades que sacudieron a la sociedad suiza a lo largo de este período, provocando, en el plano interior, una polarización de fuerzas sociales y políticas. Por una parte, la de la posición oficiaL con una neta voluntad de control y represión del movimiento obrero, manifestado por una clara diferencia en lo que respecta al tratamiento dado a los partidarios respectivos de los dos campos enfrentados. En el otro extremo, la de los sectores de la izquierda suiza que criticarán con fuerza la orientación diplomática de Motta a propósito de la crisis de Etiopía y después las posiciones adoptadas con respecto al tema español, destacando la actuación del Partido Socialista Suizo que lanzó contra el Consejo Federal a amplios sectores de la población, en particular a aquellos procedentes de la clase obrera 55 . Sean unos u otros los motivos. lo cierto es que si damos un repaso a la historiografía helvética en todo aquello que se refiera a la contienda española, «la amnesia», sea ésta de manera conscientemente interesada o no, parece ser la característica más sobresaliente. La historiografía suiza, una vez pasado el gran impacto que produjo el conflicto español en sus inicios, opera un rechazo casi absoluto hacia el tema español, según Batou, posiblemente ante su propia incapacidad de justificar la actitud de la Suiza oficial: .. .l'historiographie opere un travail de refoulement presque complet. lncapable de prendre la moindre distance par rapport aux explications officielles, elle ne sait plus commment justifier l' attitud de la Suisse d'avant-guerre dans un monde profondément transformé par la victoire totale des alliés anglo-saxons et de l'Union Soviétique... 56 Hasta los años 70, tan sólo encontramos una treintena de páginas publicadas en el año 1967, en el estudio que Edgar Bonjour realiza sobre la neutralidad suizaS?, y unas cuantas referencias en el libro que sobre el mismo tema escribe Camille Gorgé 58 . Ya en los 70, hallamos varios estudios dedicados parcialmente a esta cuestión, en su mayor parte promovidos por los movimientos obreros y círculos universitarios. Pero tendremos que esperar hasta el año 1997, para comprobar como el interés por el tema tratado parece haber renacido entre los historiadores helvéticos. Será en el 97, cuando dé comienzo el proyecto de investiga55 56 57 58 Batou, J. ob.cit., pp. 27-28. Batou, J., ob. cit., p. 28 BonjouL E. Hisroire de la neutralité suisse. A la Baconniere, Neuchiitel, 1967. Gorgé, C. La neutraliré heil·érique. Editions Polygraphiques, Zürich, 1947. 376 Isabel Trinidad ción de la Universidad de Lausanne, coodirigido por lean Batou, anteriormente mencionado. Les Cahiers d'Histoire du mouvement ouvrier, dedicarán integramente su volumen 13 a la guerra civiI59. André Rauber, redactor jefe de La Voix ouvriere, órgano del Partido Comunista Suizo, dedica varios capítulos de su libro Histoire du mouvement communiste suisse al conflicto españo1 60 . Por último, cabe citar uno de los libros cuya publicación en Suiza ha levantado una de las más agrias polémicas de los últimos años, Du bonheur d' etre Suisse sous Hitler, de lean-Baptiste Mauroux 61 • A parte de las obras mencionadas, tan sólo podemos encontrar algunas biografías en las que se nos narra la vida de brigadistas suizos durante la contienda62 . Curiosamente estas últimas obras mencionadas no aparecen aún hoy en los fondos de algunas bibliotecas, incluso en ciudades universitarias 63 . La particular ideosincracia de Suiza obligaría en realidad a observar igualmente las actitudes frente al conflicto español no sólo a nivel federal sino cantonal. Así, por ejemplo, el cantón friburgués se distinguió durante la guerra civil parser una de las regiones que mayoritariamente defendieron al bando nacional español. En él se edita uno de los más importantes periódicos católicos y de mayor influencia, La Liberté64, que durante los años de la guerra civil se presenta como «Diario político, religioso y social». Sus páginas dedicaron una amplia información al desarrollo del conflicto español, basándolo, sobre todo, 59 «Dossier sur la Guerre d'Espagne, les brigadistes et leur écho en Suisse romande», Cahiers d'Histoire du mouvement ouvrier, vol. 13, Lausanne, 1997. 60 Rauber, A., ob. cit., «La guerre d'Espagne», pp. 336-337; «Le role symbolique mondial du conflit», pp. 337-339; «La solidarité avec I'Espagne républicaine», pp. 358-362. Slatkine, Ginebra, 1997. 61 Mauroux, J-B., Du bonheur d'etre Suisse sous Hitler, Editions d'en Bas, Lausanne, 1997. A pesar de que la obra de Mauroux fue publicada por primera vez en París en 1968, el lector suizo no pudo tener acceso a la misma hasta el año 1997. Es posible que la polémica internacional surgida en torno a los fondos judios y el oro nazi haya obligado a los helvéticos a hacer frente a su propio pasado, haciendo posible esta nueva edición revisada y completada con documentos y testimonios inéditos. 62 Humbert-Droz, J. Dix ans de lutte antifascíste, 1931-1941, Neuchatel, 1970, pp. 172-182. Thalmann, P y c., «La guerre civile espagnole», Combats pour la liberté. Moscou-Madrid-Paris. La Digitale. París, 1983, pp. 125-234. 63 Es el caso de Friburgo, uno de los cantones católicos de mayor peso en la Confederación y cuyos dogmas y tradiciones se encuentran más enraizados. 64 El diario La Liberté, está editado por la imprenta católica de Saint-Paul. Su primer número data del l de octubre de 1871, después de la recomendación realizada por el Presidente de la «Association suisse de Pie IX», en el Congreso Nacional celebrado en Friburgo durante el 29 y 30 de agosto de ese mismo año. Sus propósitos, servir como órgano central de los católicos de la Suiza francófona. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 377 en la recreación de la quema de iglesias y asesinatos de eclesiásticos ocurridos en la zona republicana. Podríamos citar muchos artículos que hacen referencia a este aspecto; por la elocuencia del titular, resaltaremos una de estas informaciones. la aparecida el 23 de octubre de 1936 bajo el título "Le mar(rre des prétes et religieux en Espagne»65, en la que se ofrece una amplia y detallada información sobre los sacerdotes y religiosos muertos desde el inicio de la guerra. Fue en la misma Universidad de Friburgo donde Angel Herrera Oria, jesuita español, comenzó a impartir clases como profesor en 1937. Para los sectores de la izquierda suiza, «auténtica eminencia gris de la España nacional e instigador de la propaganda fascista en el cantón». El periódico socialista Bemer Tagwacht en su edición del 8 de septiembre de 1937, lo acusaba de ejercer en Friburgo, junto a otras destacadas figuras de la derecha suiza como Jean-Marie Musy, una «fatal actividad propagandista»: ...Como dirigente de los negocios financieros de los jesuitas en España, dispone de grandes poderes. Poco a poco, con los años, llegó a ser el verdadero inspirador de las potencias clerical-fascistas que fomentaron la rebelión... Su domicilio es el Albertinum66 . Hay que ser un niño de pecho en la política para creerse que esta persona ocupa sus días con ejercicios religiosos a la sombra del monasterio. cuando allí entran y salen fascistas alemanes, italianos y franceses. junto con Musy-Aubert-Wechlin... 67 En este mismo artículo. el Bemer acusará a Herrera de practicar habitualmente la compra de periódicos con fines políticos y propagandísticos. Con respecto a esta acusación, es interesante conocer el despacho que remite, el 2 de junio de 1937. el representante del Gobierno Nacional en Berna, Bernabé Toca, a la Secretaría de Relaciones Exteriores en Salamanca: ... Se ha presentado en esta Representación el Presidente de Acción Católica, Don Angel Herrera aria, que se encuentra en la actualidad haciendo estudios eclesiásticos en Friburgo. Me hizo todo género de ofrecimientos poniéndose en absoluto al servicio de nuestra causa. Corno yo le preguntara si podría intervenir cerca de un sector de Prensa cató65 La Liberté, 23 de octubre de 1936. "Le martyre des pretes et religieux en Espagne». El Albertinum fue la residencia y monasterio de los jesuitas en Friburgo, hoy se mantiene como Colegio Mayor. 67 Berner Tagl'.'acht, 8 de septiembre de 1937 «Motta-Toca-Herrera». El Berner, editado en Berna, es un periódico socialista dirigido fundamentalmente a la clase obrera industrial. 66 378 Isabel Trinidad lico que no nos es completamente favorable y en el que hasta la fecha encuentro gran resistencia en lo que a publicación de Propaganda se refiere, me manifestó que debido a los conocimientos que tenía en los círculos católicos suizos podría seguramente influir. En vista de esto le entregué un artículo para contrarrestar el daño que nos ha hecho la publicación en un periódico de Rapperswil de un escrito del canónigo Gallegos, que, como sabes, está al servicio de los rojos. Hoy me ha telefoneado comunicándome que La Liberté de Friburgo, que es el más importante periódico católico de Suiza, lo había aceptado... 68 Lo expuesto refleja la pobreza existente en la historiografía en lo que se refiere a las relaciones entre Suiza y España durante la guerra civil. Elocuentes son las palabras finales que sobre este tema pronuncia Jean Batou: «... L'essentiel reste el faire et les fonds d'archives pratiquement inexploités sont nombreux... »69 Al término de estas páginas, convendría preguntarse cuáles habrán sido las verdaderas razones que han motivado un vacío tal en la investigación helvética con respecto al conflicto español. Sín duda, no habrá sido esa «fatal coincidencia», a la que hacíamos alusión en páginas precedentes y en la que veíamos que la Dirección General de la Banca Nacional Suiza informa al Departamento de Finanzas y Aduanas de un aumento del crédito concedido al Gobierno de Burgos, el mismo dia, 1 de abril de 1939, en el que Franco informaba de la derrota del «Ejército rojo» ya «cautivo», la causante de la «amnesia» de la historiografía científica suiza sobre el conflicto español durante medio siglo, esto sería tan sólo una simple anécdota. Tampoco queremos pensar que, la causa principal de ese silencio, que aún hoy no ha sido destapado, se deba a razones de política interior y que, por esos motivos, ese apoyo prestado por el máximo órgano de gobierno suizo de antaño a unos militares sublevados no se quiera airear hoy. Ni siquiera, que las motivaciones económicas fueran la causa única y principal de este apoyo, máxime si tenemos en cuenta que, uno de los contenidos básicos de su neutralidad en política exterior, es el de la solidaridad y la cooperación internacional en la aplicación de medidas comunes que mantengan la paz y la prosperidad70 . Preferimos quedarnos con la idea de que un 68 69 Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores (AMAE) E R-590, 2 de junio de 1937. Batou, J., ob.cit. p. 45. 70 La neutralité de la Suisse sous loupe. La politique étragere suisse face ¿¡ un monde en mutation. Informe sobre el futuro de la neutralidad, encargado por el Consejo Federal a un grupo de estudios presidido por el director de la Dirección de Derecho Internacional Pú- blico en Berna, Mathias Krafft. Berna, marzo 1992, p. 8. La guerra civil española: ¿una parte de la leyenda negra suiza? 379 cambio de actitud parece estar operándose en los historiadores e investigadores helvéticos, incluso con un cierto apoyo oficial. Ya hemos mencionado que el profesor lean Batou coordina desde 1997 uno de los proyectos más ambiciosos en lo que respecta a Suiza y la guerra civil española, y que dicho proyecto de investigación está financiado por el Fondo Nacional Suizo, el organismo estatal de ayuda a la investigación más importante de la Confederación. Esperemos que ese cambio de actitud le sirva, a España para conocer una parte, hasta ahora bastante desconocida, de uno de los acontecimientos más importantes de su historia, y a Suiza para borrar de la suya una inquietante y vergonzosa leyenda negra que ha ido creciendo gracias a un silencio oficial que ha durado incluso más que el propio régimen totalitario instaurado en España.