UD 7. SALUD Y ENFERMEDAD 1. Salud y tipos de enfermedades Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizada en su constitución de 1946, la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La salud de las personas depende de los factores siguientes: Estilo de vida: llevar hábitos saludables, descansar lo suficiente y realizar alguna actividad física mejoran el estado de salud. Características biológicas: algunas personas son más propensas que otras a padecer ciertos trastornos, en especial, las enfermedades hereditarias. Factores ambientales: tanto físicos como sociales. Produce reacciones alérgicas o afecciones derivadas de la presión de grupo y el estrés. Asistencia médica: los servicios de atención, la disponibilidad de medicamentos y el desarrollo de la tecnología sanitaria han mejorado la salud de las personas de forma que incluso es posible prevenir enfermedades mortales hasta hace pocos años. Salud mental E M R O EJ A EC AL RT O F Asistencia sanitaria Aceptación social Estado físico FAVORECE Factores que determinan el estado de salud Cuando falla algún órgano o función del cuerpo se producen enfermedades. La enfermedad se define como una alteración en la estructura o funcionamiento del organismo que afecta negativamente al estado de bienestar. Las enfermedades pueden ser producidas por muchas causas. Dependiendo de su origen, podemos diferenciar dos grandes grupos: no infecciosas e infecciosas. El tipo de enfermedad se reconoce por síntomas subjetivos que la persona siente (dolores, picores, mareos, etc.) y por signos objetivos medibles (fiebre, ritmo cardiaco, frecuencia respiratoria, presión arterial, erupciones en la piel, variaciones del número de células sanguíneas, etc.). La suma de síntomas y signos se conoce como cuadro clínico. Los síntomas y signos permiten el diagnóstico de las enfermedades. Para identificar una dolencia y someterla al tratamiento adecuado es necesario realizar pruebas físicas (radiografía, resonancia magnética nuclear, endoscopias, etc.), químicas (análisis de sangre u orina) y biológicas (cultivos celulares, biopsias, antibiogramas, etc.). -1- Las enfermedades que se producen rápidamente y tienen corta duración se denominan agudas, mientras que aquellas que aparecen más lentamente pero permanecen mucho tiempo se llaman crónicas. Cuando la enfermedad afecta a un número de personas superior al esperado en una población durante un tiempo determinado se habla de epidemia. Las epidemias pueden ser propias de una zona (endemia) o pueden afectar a grandes poblaciones humanas en distintas zonas del planeta (pandemia). En Andalucía, el Servicio Andaluz de Salud (SAS), organismo autónomo adscrito a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, ofrece servicios sanitarios desde la prevención y promoción de la salud, hasta rehabilitación y asistencia sociosanitaria. Se divide en dos Áreas Sanitarias que engloban tanto los centros de atención primaria, como los hospitales y los centros de asistencia especializada. Además, cuenta con una red de centros de transfusión sanguínea, un centro de coordinación autonómica de trasplantes de órganos y planes especiales para la atención a enfermos mentales y para urgencias y emergencia.] Mapa sanitario de Andalucía 2. Enfermedades no infecciosas Son aquellas que no son producidas por ningún germen patógeno y por tanto no son contagiosas. Las causas de este tipo de enfermedades son: Factores ambientales o sociales: la contaminación y la presión social causan tanto enfermedades físicas como mentales. Malos hábitos: incluye tanto el consumo de drogas legales o ilegales, como una mala alimentación. En ambos casos se pueden producir daños irreparables para el organismo. Golpes y traumatismos: causados por la actividad física o por accidentes. Pueden provocar graves lesiones para el organismo. Alteraciones genéticas: producidas por genes defectuosos que pueden causar alteraciones desde las primeras etapas de la vida. Envejecimiento: provoca el desgaste de los órganos y su progresivo malfuncionamiento. -2- 2.1. Tipos de enfermedades no infecciosas Enfermedades genéticas: daltonismo, hemofilia, espina bífida o cromosoma X frágil. Están causadas por genes mutados, duplicados o ausentes. El defecto puede ser adquirido a lo largo de la vida o heredado de los progenitores. Enfermedades fisiológicas: son aquellas que afectan al funcionamiento de los distintos órganos. Así pues, encontramos afecciones cardiacas (infartos o arritmias), respiratorias (asma o bronquitis), óseas (artrosis o artritis) o musculares (contracturas o atrofias). Enfermedades traumáticas: provocadas por golpes derivados de accidentes de tráfico, domésticos o laborales. Destacan las parálisis del aparato locomotor o las lesiones cerebrales. Enfermedades metabólicas: obesidad o diabetes. Están causadas por un mal funcionamiento de las glándulas endocrinas o exocrinas. Enfermedades celulares: tumores benignos y cáncer. Se produce cuando las células comienzan a dividirse de manera incontrolada. Esta masa celular (tumor) puede tener un crecimiento reducido (tumor benigno) o crecer hasta invadir tejidos y órganos cercanos provocando su mal funcionamiento (cáncer). Enfermedades mentales: estrés o depresión. Se deben a alteraciones de la personalidad o de la conducta por trastornos neurológicos. 2.2. Prevención y tratamiento de enfermedades no infecciosas Para evitar la mayoría de enfermedades no infecciosas es necesario adoptar una serie de medidas y hábitos saludables, los cuales ayudan a retrasar o evitar totalmente su aparición: No fumar: previene el cáncer de pulmón. No consumir alcohol y otras drogas: evita la aparición de enfermedades cancerígenas, traumatismos o trastornos mentales. No exponerse al sol sin protección: previene del cáncer de piel. Descansar adecuadamente: permite al organismo recuperarse física y mentalmente, e incluso curarse a sí mismo. Mantener una dieta equilibrada: evita enfermedades nutricionales y metabólicas. Evitar los alimentos mal cocinados o en mal estado: reduce el riesgo de problemas digestivos. Consumir frutas y verduras: ayudan a eliminar sustancias tóxicas. Realizar ejercicio físico de forma habitual: mejora el estado de salud. Adoptar posturas correctas: previene de enfermedades del aparato locomotor. Acudir a revisiones médicas periódicas: permite detectar con antelación los posibles trastornos y acortar el plazo de recuperación. Entre las principales medidas de tratamiento encontramos la utilización de sustancias químicas (fármacos), la cirugía (extirpación o reparación) y la terapia rehabilitadora. En el caso del cáncer también se emplea la radioterapia externa o interna mediante sustancias radioactivas tales como isótopos de cesio, iridio, yodo o paladio. -3- 3. Enfermedades infecciosas Son aquellas enfermedades causadas por gérmenes (microbios o virus) que penetran en nuestro cuerpo y se reproducen en su interior. Se producen por infección, es decir, por la invasión de agentes infecciosos adquiridos. Dentro de nuestro organismo utilizan los recursos de la célula y provocan trastornos de salud. La capacidad de los gérmenes para causar trastornos en un organismo se denomina virulencia, y depende de dos factores básicos: Capacidad tóxica: facultad para destruir las células que parasitan bien directamente, o bien mediante la liberación de toxinas. Las toxinas son sustancias químicas que alteran el metabolismo celular. Capacidad de invasión: posibilidad de alterar los órganos por su facilidad para reproducirse y extenderse por todo el organismo. Como vías de transporte se emplean vasos sanguíneos y linfáticos. 3.1. Tipos de gérmenes Virus: agentes patógenos diminutos compuestos por material genético envuelto en una cápsula de proteínas. Los virus no son considerados organismos vivos, ya que no son celulares. Necesitan parasitar otras células para reproducirse, lo cual acaba causando la muerte de la célula infectada. Se han catalogado más de 1500 virus capaces de infectar a los seres humanos. Entre los más comunes están los virus de la gripe, hepatitis A, sarampión, rubéola o varicela. Bacterias: son organismos unicelulares sin núcleo (procarióticos). Sólo un 1 % son capaces de causar enfermedades. Se reproducen rápidamente en el organismo. Muchas excretan sustancias químicas llamadas toxinas, que pueden dañar los tejidos y órganos. Entre los ejemplos enfermedades bacterianas tenemos neumonía, meningitis, dermatitis bacterianas, salmonelosis o diarreas. Protozoos: son organismos unicelulares con núcleo (eucarióticos) que viven en ambientes húmedos. Causan infecciones intestinales y otras enfermedades como la toxoplasmosis o la malaria. Hongos: son organismos multicelulares eucarióticos que generalmente no representan ningún peligro para una persona sana. Dos infecciones fúngicas frecuentes son el pie de atleta y la candidiasis. -4- 3.2. Transmisión de infecciones Los gérmenes son seres vivos que se encuentran en todas partes. Sin embargo, a pesar de su presencia constante, rara vez invaden, se multiplican y producen infección en los seres humanos. Incluso cuando lo hacen, la infección es a veces tan leve que no provoca ningún síntoma. Para que se produzca una infección es necesaria la intervención de varios elementos básicos: Fuente de infección: son personas o animales afectados por la enfermedad y que albergan gérmenes infecciosos. Otras veces los gérmenes se encuentran directamente en el suelo. Mecanismo de transmisión: es el sistema por el cual los microorganismos pasan desde la fuente de infección al huésped. Puede ser de dos maneras: Directo o contagio: por contacto físico entre persona portadora y persona sana, o por vía respiratoria cercana (tos y estornudos). Indirecto: puede ser a través de utensilios contaminados (fomites), aire, agua, polvo o alimentos (vehículos) o animales portadores como gatos, ratones, o mosquitos (vectores). Huésped: es el individuo donde se desarrolla la infección. No todas las personas son igualmente sensibles o reaccionan de la misma manera ante una infección. La respuesta de cada persona depende de su estado de salud, edad, estilo de vida, etc. Las vías de entrada son las puertas de entrada a nuestro organismo. Pueden ser la piel, las mucosas (respiratoria o digestiva), el aparato urinario o los genitales. CONTAGIO directo Fuente de infección Huésped indirecto VECTORES VEHÍCULOS FOMITES Mecanismos de transmisión de infecciones Tabla 1. Ejemplos de enfermedades infecciosas y agentes infecciosos -5- AGENTE PATÓGENO ENFERMEDAD Hepatitis A Poliomielitis Virus Gripe Sarampión Rubéola Sarampión Varicela Rabia Bacterias Protozoos Hongos Cólera Difteria Legionelosis Meningitis Tos ferina Tuberculosis Botulismo Salmonelosis Tétanos Disentería Toxoplasmosis Enfermedad del sueño Malaria o paludismo Aspergilosis Candidiasis Pie de atleta MECANISMO DE TRANSMISIÓN Agua Aire Vectores Agua Aire Alimentos Fomites Alimentos Vectores animales Aire Fomites - La salmonelosis es la enfermedad producida un grupo de bacterias que se encuentran en la carne cruda de aves, huevos, y, algunas veces, en las frutas y vegetales sin lavar. Los síntomas incluyen fiebre, diarrea, cólicos abdominales y dolor de cabeza. El tratamiento habitual es a base de antibióticos. En casos graves causa la muerte. - La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii. Causa problemas serios en bebés de madres que contrajeron la infección durante el embarazo. - La malaria es transmitida por mosquitos infectados. La malaria es una importante causa de muerte en África, al sur del desierto del Sahara. -6- 3.3. Desarrollo de enfermedades infecciosas Una vez que se ha producido la infección, el organismo afectado pasa por tres estados antes de volver a recuperar su estado de salud inicial: Fase de incubación: es el tiempo que pasa entre que el agente infeccioso invade el cuerpo y éste manifiesta los primeros síntomas y signos. Su duración depende tanto de la cantidad como del tipo de germen infeccioso. En esta fase se producen las lesiones de tejidos y órganos. Fase de enfermedad inespecífica: no es posible determinar qué enfermedad se está produciendo ya que los síntomas y signos pueden corresponder a distintos tipos de dolencias. Fase aguda: aparecen las primeras evidencias características de la enfermedad. Si no se para a tiempo, algunas infecciones terminan por afectar a la mayoría de órganos y puede causar la muerte. Fase de convalecencia: es el tiempo que necesita nuestro cuerpo para recuperarse, una vez que la infección ha sido controlada. Este tiempo es depende de la cantidad y tipo de tejidos y órganos a reparar. 3.4. Defensas contra enfermedades infecciosas Para defenderse de la infección, nuestro cuerpo dispone de dos tipos de mecanismos de defensa que se activan de forma secuencial en función del grado de penetración de los gérmenes infecciosos: Barreras o respuesta pasiva: son las barreras físicas (piel y mucosas), estructuras mecánicas (cilios de las vías respiratorias) y sustancias químicas (saliva, lágrimas o jugo gástrico) que utiliza el organismo para evitar la entrada de microorganismos. Sistema inmunitario o respuesta activa: son las defensas que se ponen en marcha una vez que los patógenos han penetrado en el organismo. Se basa en la actuación de dos tipos de glóbulos blancos o leucocitos: Inespecífica: la llevan a cabo los fagocitos, células capaces de atacar a cuantas células considere extrañas al cuerpo. Se desplazan gracias a la sangre y cruzan las paredes de los vasos sanguíneos para moverse entre los tejidos. Desencadenan la llamada respuesta inflamatoria cuando se produce una herida en la piel. Específica: la realizan los linfocitos (T o B). Reconocen cualquier sustancia o partícula extraña (antígenos) y fabrican anticuerpos que señalizan los cuerpos extraños para que sean eliminados por los fagocitos. Dado que los linfocitos mantienen la capacidad de producir anticuerpos después de la enfermedad, la próxima infección será controlada mucho más rápidamente. Se dice que el organismo ha quedado inmunizado. -7- Defensas pasivas y activas contra infecciones Respuesta inflamatoria Respuesta inmunitaria específica -8- 3.5. Prevención de enfermedades infecciosas Dado que las enfermedades infecciosas suponen un peligro constante para la salud de nuestro organismo es importante adoptar una actitud de prevención basada en hábitos saludables y revisiones médicas: Mantener hábitos de higiene corporal: en especial de zonas poco accesibles como repliegue de piel, uñas o espacios entre dedos. Consumir alimentos y bebidas libres de gérmenes: hay que lavar abundantemente los alimentos que se van a consumir frescos, y cocinar adecuadamente los que se consumen preparados. Mantener limpias las manos y los utensilios del hogar: es importante usar jabones o sustancias desinfectantes en los focos de posibles contaminaciones (aseo y cocina). Mantener la higiene de animales domésticos: es importante que se tenga una supervisión veterinaria. Desinfectar cualquier herida: se puede emplear alcohol, agua oxigenada o yodo. Taparse boca y nariz con un pañuelo al estornudar. No automedicarse: en especial con aquellas sustancias que requieran receta médica. Huir de opiniones de personas no especialistas en medicina: buscar consejo en centros de salud o farmacias. Seguir las campañas de vacunación: mediante las correspondientes vacunas se previene la aparición de muchas enfermedades entre la población mundial. Las vacunas es un preparado de antígenos sin virulencia obtenido a partir de virus o bacterias atenuadas. Antes de contraer la enfermedad, se administra una vacuna (inyectada o por vía oral) para producir una respuesta inmunitaria de baja intensidad mediante la producción de anticuerpos específicos. Estos anticuerpos generan “memoria inmunológica”, es decir, preparan a nuestro organismo para producir una respuesta eficaz si entramos de nuevo en contacto con ese agente patógeno. De esta manera, tras la vacunación somos capaces de eliminar agentes infecciosos incluso antes de enfermar. Las vacunas fueron descubiertas por Edward Jenner en el siglo XVIII, gracias a que consiguió inmunizar a personas sanas contra la viruela humana, utilizando extractos de viruela bovina.] -9- 3.6. Tratamiento de enfermedades infecciosas Cuando la prevención falla, y el organismo sufre la infección, es necesario contar con sustancias capaces de acortar el periodo de enfermedad visible y convalecencia. Para ello se cuenta con distintos medicamentos: Sueros: son preparados que contienen anticuerpos específicos contra una enfermedad. Se obtienen de organismos ajenos previamente infectados o son sintetizados en el laboratorio. Se usan cuando el enfermo requiere de forma urgente esos anticuerpos para luchar contra una infección. Se aplican en el tratamiento del tétanos o la rabia. Antibióticos: sustancias químicas producidas por un ser vivo o fabricadas por síntesis, capaz de paralizar el desarrollo de ciertos microorganismos patógenos, por su acción bacteriostática, o de causar la muerte de ellos, por su acción bactericida. Actualmente se conocen miles de antibióticos que son producidos de forma sintética en laboratorios farmacéuticos. Los antibióticos son específicos de un tipo de bacterias (no sirven para virus u otros patógenos), por lo que deben ser recetados después de una atención médica y ser utilizados de forma correcta. Si se emplean de forma incorrecta, causan resistencia en bacterias, y el antibiótico deja de tener efecto y no cura la infección. Antivirales: son sustancias químicas capaces de bloquear la acción de los virus. Su obtención es mucho más difícil que la de los antibióticos ya que los virus dependen obligatoriamente para vivir y multiplicarse del metabolismo de la propia célula que infectan. Por lo tanto, los fármacos que bloquean la replicación vírica alteran también el funcionamiento de las células normales, y los límites entre las dosis terapéuticas y las dosis tóxicas son muy estrechos. Fungicidas y antiparasitarios: son medicamentos activos contra hongos y protozoos. Su ingestión puede llegar a ser tóxica, por lo que lo normal es aplicárselos en forma de pomadas o bálsamos sobre zonas muy concretas de la piel (uso tópico). 4. Donación y trasplante El trasplante consiste en la sustitución de un órgano vital (o tejido) enfermo, sin posibilidad de recuperación, por otro sano. La donación de células, tejidos y órganos permite trasplantar estos componentes entre el donante y receptor para solucionar en éste último diferentes enfermedades. Cuando las células o tejidos proceden del mismo paciente se habla de autotrasplante, mientras que si procede de otra persona compatible de dice que es un xenotrasplante. La donación puede ser de: Células: las células más frecuentes son los gametos (espermatozoides y óvulos) para solucionar problemas de esterilidad. Sin embargo, cobran cada vez más auge las donaciones de células madre, las cuales tienen un gran potencial como posible cura de multitud de enfermedades. - 10 - Tejidos: son fundamentalmente de sangre (transfusiones), de médula ósea, de piel o de músculos. Generalmente se trata de autotrasplantes de tejidos de zonas sanas del propio paciente. Órganos: córneas, corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas o intestinos e incluso huesos. Órganos trasplantables Las células madre embrionarias son aquellas que forman parte de la masa celular interna de un embrión de 4-5 días de edad y que tienen la capacidad de formar todos los tipos celulares de un organismo adulto. Novedosos estudios han derivado en la obtención de células madre sin que esto implique la destrucción del embrión.] Para poder realizar un xenotrasplante, se necesitan personas que autoricen la donación de sus órganos antes de fallecer. En el momento de la muerte, también los familiares pueden autorizar la donación de los órganos de la persona fallecida. En España, primer país del mundo en número de donantes, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) es la encargada de coordinar tanto las donaciones como los trasplantes. Los problemas fundamentales del trasplante son los siguientes: Escasez de donantes: a pesar del gran número de personas solidarias e interesadas que donan sus órganos, aún existen necesidades continuas de sangre y otros tejidos. Es necesario realizar campañas de concienciación para que las personas sanas venzan sus reparos y acepten que sus órganos puedan algún día salvar a otras personas enfermas. Rechazos: se deben al ataque por parte del sistema inmunitario del donante hacia el órgano o tejido trasplantado, ya que se detecta como - 11 - extraño. Gracias a la elección de los donantes más idóneos y a los tratamientos inmunodepresores el receptor puede evitar el rechazo. Enfermedades oportunistas: debido a la falta de defensas del paciente, otras enfermedades pueden causar infecciones secundarias. Limitaciones técnicas: algunos órganos no son trasplantables debido a las dificultades que plantean las intervenciones quirúrgicas, o a la imposibilidad de conservarlos vivos durante mucho tiempo. 5. Accidentes y primeros auxilios. Se define como accidente cualquier suceso que es provocado por una acción violenta y repentina ocasionada por un agente externo involuntario, da lugar a una lesión corporal. Tabla 2: Accidente no mortales más comunes Edad de la Problemas Tipo de población más ocasionados accidentes afectada Quemaduras, caídas, Domésticos 1 a 6 años intoxicaciones y asfixia Viales Laborales 18 a 30 años Fracturas, heridas y contusiones 30 a 65 años Caídas, golpes, fracturas, intoxicaciones Causas Descuidos paternos No respetar las normas de tráfico, consumo de drogas y exceso de velocidad Falta de medidas de seguridad y ausencia de formación en riesgos laborales Para evitar los accidentes es necesario adoptar algunas precauciones básicas: Respetar las señales de circulación vial. Trabajar en condiciones seguras. No realizar actividades para las que no tiene formación. Ser precavidos con los aparatos eléctricos. Utilizar ropas y sistemas de protección adecuados. Realizar actividades físicas progresivas. Revisar los vehículos y dispositivos deportivos con frecuencia. Cuando una persona sufre un accidente es necesaria una atención inmediata, cual debe incluir la observación de posibles lesiones tanto externas como internas. Ante la duda es preferible solicitar ayuda médica cuando se observan diferentes síntomas: pérdida de conocimiento, dolores intensos, debilidad, palidez en la piel, sudoración abundante sin causa aparente, hemorragia, mareos, ingestión accidental de sustancias venenosas. Si requieres atención sanitaria, extinción de incendios y salvamento, seguridad iudadana o servicios de protección civil en cualquier parte de España o Europa, puedes utilizar el servicio telefónico gratuito 112. En caso de que la ayuda médica pueda sufrir algún retraso se debe auxiliar a la persona accidentada realizando diferentes actuaciones de primeros auxilios: - 12 - Golpes: acomodar a la persona accidentada y poner hielo en la zona afectada. Si se sospecha que puede haber daños en la columna vertebral, no mover al herido hasta que llegue la asistencia médica. Fracturas en los miembros: cuando la fractura no tiene herida abierta, se inmoviliza el miembro dañado con tablillas o pañuelos desde las articulaciones superior e inferior a la fractura. Si la fractura tiene herida abierta cortar la hemorragia, no usar desinfectantes (dañan al hueso) y tapar con paños limpios. Hemorragias: desinfectar la herida, taparla con una gasa. Si la sangre continua brotando, apretar la herida fuertemente, realizar un vendaje compresivo y acudir al médico inmediatamente. Quemaduras: si conserva la piel mojar la herida con agua fría, colocar crema hidratante o aceite. Si se ha perdido la piel, tapar con una gasa y acudir al médico rápidamente. Intoxicaciones por líquidos: se pueden producir por ingestión de sustancias alcalinas como la lejía o el amoniaco (se contrarrestan con abundante agua y vinagre) o por ácidos (se alivian con abundante agua y leche o bicarbonato). Intoxicación por gases: procurar la ventilación inmediata y la evacuación. Picaduras de animales: generalmente suelen ser muy molestas y causar enrojecimiento. De forma general, se debe lavar bien la herida con agua, retirar los restos de aguijones y aplicar hielo. En el caso de picadura de medusa no se puede aplicar agua dulce y es conveniente usar limón o vinagre. En los casos más graves es recomendable solicitar ayuda médica. Lipotimia: trasladar a la persona afecta a un lugar muy ventilado, aflojarle la ropa alrededor de cuello y cintura. Tumbarle horizontalmente con las piernas elevadas. Ansiedad: tranquilizar a la persona y utilizar una bolsa de papel para que respire en su interior. Estimularla a que respire lentamente y que cierre los ojos, durante al menos 15 minutos. Asfixia: se producen por el bloqueo de las vías respiratorias superiores. Es necesario abrir la boca del accidentado y liberar la obstrucción. Para objetos atascados en la tráquea se debe aplicar la maniobra de Heimlich. Parada cardiorrespiratoria: hay que actuar tanto sobre la ventilación pulmonar del paciente, como sobre el latido cardiaco (RCP). Para insuflar aire hay que elevar la nuca para extender bien la cabeza de la persona afectada. Se tapa la nariz y se aplica la boca sobre la del afecta soplando con fuerza. Se insufla aire cada 5 segundos. En caso de tener parada cardiaca hay que alternar la ventilación con el masaje cardiaco. Se coloca la palma de la mano sobre el esternón del accidentado y la otra mano sobre la primera. Se ejerce una presión sobre el esternón a un ritmo de 1 o 2 por segundo. Se deben intercalar 2 insuflaciones de aire cada 15 masajes. http://www.juntadeandalucia.es/empleo/recursos2/material_didactico/especialidades/ma terialdidactico_primeros_auxilios/index.asp: - 13 -