Luis R. -Palacio •.. - Mis V'ersos Bogotá CASA Itn.TOllUL DI •• LA PIl&NSA" lWllVIIl Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ~uLs R. Palaj;;io . BOGOTA CJ\sA~t~ DE •• LA ~,ª,,; PRENSA " Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A MANERA DE PROLOGO Canciones por Luis R. Palacio (" REVISTA LITERARIA" DE BUENOS AIRES) Siempre hemos desconfiado de las poesías col~ cionaJas por un tercero. Y mucho más cuando el a~ tor vive aún. Bien está que después de muertoel~ ta, surja un bedel, haga un legajo con los versos.[~ imprima y trate de llegar á la inmortalidad ca~ gando sobre un prólogo. En ese caso se explica y~~ ta s~ disculpa la intervención. Pero ct:ando el .~ está todavía de pie forj':1.ndo endecasílabos y m,' .' cando rimas, la oficiosiditd del bedel se hace m y hast:l agre5iva, porque, 6 el autor no se síutí(f~ energí:is para afrontar sus versos y aguard6 la Uet~ da de otro qu,~ tuviera más :mdacia, ó Jesprecia~-~ to al público y se estima U.nto á sí, que el juicio..4j1 los hom brc:s le tiene sin cuidado. -.:~ 'CC --- cle:rtft En el foUata qne nos ocupa se lee, después tulo, lo :;iguiente: Coler:cionados por F. F. C. Decidfdi mente preferimos aquellos autores que publican~ obras accedíe¡záo ti las reiteradas instancias de sus a~~ Sin embargo, los versos son buenos. SumejOi elogio csti hecho con decir que ha sabido borrari:<iJ das las r0celOS3$ prevenciones que nos sugiri6 la piit~ tada. Cit'llllOS esta estrofa; Quisiera en estas horas de amargura Hasta la esfera de los muertos ir, y entre las grie~as de la roca dura Cavar mi fosa y descansar allí. También es hermoso el canto á la bandera de ~ ba. que termina con este verso; iPostrado ante el jirón de tubandCllq Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia u Bogota,3 de septiembre de 1908 D. Luis Rafael Palacio. ;~()T i'!:-:=:- Mi querido amigo: _.._ Ni usted me ha declarado el menor deseo de que .¡.Q:asocie mi nombre al suyo en los Versos que quiere ~~blicar, ni yo presumo que eso pudiera servir al libro ~~recomendaci6n. Prescindi0ndo de la debilidad del >y:,,"imiento, los d03 como que estamo,> de acuerJo en iUt,.ya los prólogos, de puro llevados y traídos en ~ de esta clase, van produciendo fastidio y pasan· S~ de moda. :---Fijado así, pues, el al~mce U0 estas líneas, per~{t~me usted me valga de ellas p::\ra expresad,} mis ~ril-bienes. Se los dirijo sin permiso y sin otro titulo ~lJ13,eel de mi antiguo y fraternal cariño, que basta por ~$t-sol(1para qne yo no mire los 1unare;; que tendrá su Só~; como cualquiera otra, sino sus varias bellezas y t~preciables cualidades Entre ellas no puedo dejar de ~~.íl1:l~erarla ternura y pureza de sentimientos, la mot1'4Jidad de los conc~pt0s y la forma vigor"sa y racio'~~exe.nta de los resabios de cierta literatura, boyan~-hoy desgraciadamente, que ti~ne por única regla :1á~faltade 'reglJs tanto en el fondo como en la forma. Su amigo de corazón, Mitrco Fidel SU A.REZ Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Hogar Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 7 . m1 padre A la sombra de los sauces de nubladas lobregueces, Don devine yo á llamarte otro tiempo, padre santo, Vuelvo triste, con el alma desmayada por el llanto, A ofrendar al Sér Supremo mis congojas y mis preces. y me envuelven las tinieblas de la noche con su manto, No muy lejos del ,antuario do te llamo muchas veces, A. la sombra de los sauces de nubladas lobregueces, A que cares de mi vld:t d t::rrible dcsenc:lllto. y contemplo con ternura que en mis sueños apareces Entre auroras divinales, y que luégo resplandeces Cuando escucho de la iglesia los acentos de quebranto Que resuenan en las tu lIuas de los muertos, con espanto, A la sombra de lús sauces de nubladas lobregueces. ~.........•..... ,.._., ..... ~ mi maclre •. Mi agonía "S la hárbull agonia Del que quiere evitae lo inevitable." CAMPOAMOB Suena de la oración el toque lento Que lanza al aire lÚgubre campana, y de~parece el rey del firmamento Entre arreboles de zafiro y grana, Las encendidas y purpÚreas nieblas Que flotan en el cóncavo azulado, Como lagos de fueg,) entre tinieblas, Decoran el confin anubarrado. La fuente no retrata ya en su seno La hermosa flor de la pradera umbría Que dobla el cáliz de perfumes lleno' y al soplo cierra de la tarde fría. Mustia la noche silenciosa llega Como triste viajera de los montes: y sombras vaga" de pavor despliega En lejanos y torvos horizontes. ' La alondra en el jaral adormecida Sus cantares melífiuos no gorjea, y el ave de la muerte entristecida En tomo del ciprés revolotea. Coma crespón de perlas recamado Que las altares del santuario. enluta . I>e.astro~~e .oatenta el, cielo.tacho~do ... Este Libro fue Editado por la~~~su~~ Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 8 La luna entre vapores y neblina. Extiende de fulgor nublosas alas, Semejándose al cirio que ilumina De muerta virgen las funéreas galai. Se ve desde las crestas de la cumbre La tenue luz vagar en la espesura, Como de insectos la bullente lumbre Suele brillar en negra sepultura. Inquieto el pensamiento errante vaga En pavoroso y lóbrego mutismo, Cual fragmento de mundo que divaga Por el inmenso espacio del abismo. Tristes y yertos guarda la memoria Los instantes felices del p~sado, Como restos de ofrenda gladiatoria En la arena del circo ensangrentado. La cruel ausencia del hogar aumenta De audaz ecepticismo el desenfreno, Que al alma de la duda le presenta Con torpe saña el infernal veneno. Amor y fe, ternura -y patriotismo y todas las virtudes yo contemplo, Cual ficciones vulgares de egoísmo Que á mentira falaz elevan templo. Entre congoja tal ]a Nada viene A establecer en la Razón su imperio, y á borrar la Verdad que se contiene En la órbita sacra del misterio. El lago de pesar y de amargura En que se ahoga mi deseo y muere, ~o refleja ni un lampo de ventura, Ni hay ilusión que en su contorno impere. El sentimiento que hasta el cielo sube, Que el corazón me oprime y amuralla, Cual tempelitad oculta entre la nube, Por el dolor deshecho, en llanto estalla. y herido por fatal melancolía Me repite el espíritu implacable : •• Mi agonía es la bárbara agonía Del que quiere evitar lo inevitable." Mas tu recuerdo ¡madre idolatrada ! Solemne se alza ante visión funesta, Cual si fuera pirámide sagrada, Al torbellino del simún opuesta. Tu imagen en mi horrible desventura, Radiante de virtud y amor materno, Me persigue con intima ternura Mostrándome el camino de lo eterno. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia y marchando por senda descubierta Mitiga los tormento!' de mi duelo, De la verdad abriéndome la puerta, Llenando mi infortunio de consuelo. Cual reflejo de luz esplcndorosa Veo la infancia en sus horas de akgría, Cuando á rezar llamándome gozosa Invocabas el nombre de María! ¡María! _.. Reina que á sus plantas rinrle El intinito, el cielo, el mar, 13.tierra, El atC'Í~rnoque de Días prescinde, y hafta el infierno que la mente aterra. Nomhre sublime que el amor predica, Símbolo de verdad y sacrificio, Que el camino del cielo nos indica, Con la virtud aniquilando el \"Ício. j Recuerdo de mi madre y mi alegría: Olímpica visión de mi delirio QLle ha<ta el nI)' ser en sér convertiría! j No me dejeis en mi fatal martirio! j Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 13 Con paso vacilante, Marcha la novia por la nave oscura Trémula, palpitante; A taviada con blanca vestidura, Dejando ver de amor la rutilante • Llama fugaz, do la esperanza alumbra. Su frente coronada Con azahares de nupcial diadema y con gazas velada, Parece absorta en la pasión buprema, Cual paloma en su vuelo arreLatada A las regiones dc b luz fel.ll:;'¡. ':us (joc pudibundos Revelan el ca,tbimo delirio, De éxtasis profundm', Do se funden la dicha y <:lm;lrtil io, Como Ilotas de an:¡,V s crraLuIldos Que llenan con sus ritmos el vacío. Su perfumado aliento Con los suspiros en el templo \uela Llevado por el viento, y tn el cáliz del' ardo se congela, Cuando del inccns,aio el J¡¡¡mo lcnto Entre los cirios del a:tar v"guLa. Su alma de amor henchida, Arrebatada á la mansión del cielo, En estupor Hlmloa, A Dios CO!1s:¡grasu v:rtud, Sil anhelo, Al 110m ]Jfl; !u pasi6n, su fe, su vid:" Hasta su mÚs n:cóndito deseo. La Nuvia á Dios ofrece La íntima pasi(,n desconocida Que oculta se ellardece, y con hechizos de ilusión Cluerida En el silencio de la ll.ente ¿rece Entre sueños de mística alegría. A la Novia las flores Ofrendan su fragancia fu~itiva El sollos resplandores De la luz que penetra por la ojiva, El hombre el casto amor de sus amores y Dios laa.urora del eterno día Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 14. La voz de la campana, Con acento pausado y argentino, Vuela á extensión lejar a, De los salmos el himno paulatino Con notas vibradoras se engalana y resuena en el cÓncavo sombrío. N o es ya de hogar paterno La encantadora y tímida azucena, La que-á su hermano tierno Con sUaves hechizos enajena, Es la heroína del deber eterno, Que el corazón y el porvenir entrega. Es arca incorruptible Do se salva la dicha apetecida Por corazón sensible Del n:lUfragio tremendo de la vida; Es angel de ventura indefinible Que á la inocencia por la tierra guía. 9)uda Como el ave del trópico abatida Que se estaciona en la región del hielo Gimiendo sola por su patrio suelo, Vi una tarde á mi amada entristecida. Con timidez y de ternura henchida Sus ojos enclavados en el Cielo, Como siguiendo de la dicha el vuelo, Que se pierde en mansión des<onocida. Cuando en su hermosa faz se reflejaba La nívea luz de tímido lucero, Interrogarla quise si me amaba ..•• y trémulo le dije "yo te quicro .... ' Mudo después ttmblanclo preguntaba: ¡Qué dijo! .... "sí?" Si dice ... , "nó," me muero. ~ómG es ella (A mi Madrl) Oh Madre! Madre mía! ~i vieras cómo es ella La púdica doncella, lE ensueño de alegría. Es· bella cual la rosa Purpúrea de los prados, Cual flor de los granadas, Es,su mejilla hermosa. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 17 Los días se han pasado, Como la hora en siglos convertida, y yo siempre abrumad ,) Por el pesar de tu fatal partida, Con la .mirada inquieta te he buscfld ') Entre brumas dt~ mustia lejanía, A vi<lo y vaga hundo cnvudlo en su trí3teza, S~ extiende por el mundo Donde e~pléudida luce la hellcz:!, y fa tigarlo po~ uoIO!' p¡-ofundo, Te C"OC:!, y nUC'NIS ilu.,íones (re;I, l\li pensamiento, Como fulgor J1~lllL~n,t' Ouc desoidc el voldn h:lcia los c:d,)~ ..•.• En lloche horripilantc', Se agita t\1 recuerdo en mis desvdo:;, Yel corar.Ún se mueve palpitaute Porque sin ti fdicidau uo vco, Dí ~por qué tardéiS tánto? tu mansión en tristeei(l<.!, Como envuelta en un manto De los que enlutA el sol en su cnírJa, Cuando entre los colores de ama.rauto Se hunde en ccaso con la'luz tld dín, Si viera:; Tus alctean, jrHl1a hennus,"! Gimen y llO gorjeull Con ]0' :¡cel\tos c:lUción preciosa, H nsta <:lUC vudvns y tu raBtri) vean P;¡ra hrinJarée pbc(';¡tera 10:1. y neollg'ljfld'l:i <IV";; en ~;tt ue flan:,,, C5?~lrdau Yá secas, sin colore,;, En las alas dd céfiro te cnví:1n La escl1(:ia virginal (le sus o~or"'-'. Como "¡lpor de !(¡nguida ag'¡¡lí;l, L:l:-i arOnl')sas Ucte cn (u cstané,ia perfumes Si vieras en tu aU5encin, Cómo paso l!ls horas de la vida. , .. Deseando tu presencia, temiendo esa eterna despedida, Que de 103 seres llena la existencia y De terrible ~ mortal melancolía, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 18 Efugitiva (A mi buen amigo Guilltrmo R. Calderón) ¿ Has visto á la que adora el alma mía ~ La ingrata huyó de mi verjel soñado Al despuntar de mí esperanza el día, y me dtjó mi corazón llagado. y vaga cual la tímida paloma Que el caro nido del hogar olvida Cuando trasmonta la arriscnda loma Por ave carnicera perseguida. iMe abandonó! ... , ¡Me abandonó mi amada! y la busco en los yermos del desierto, y entre la barca de la mar airada, Luégo que arriba al arenal del puerto. En la floresta y el gramíneo prado, Entre las muchedumbres de la gente y en las naves del tt'mpo desolado, Do se extasia ba en oración f.:rvien te .... Es mi amada cual rosa sin espinas: En sus labios revi ven los colores Con que fingt'D las cándidas oedinas El púdico rubor de sus amores. Luce en $Ú seno mármol dc Carrara, En sus pupilas brí1\os de diamante, y tiene un aire de belleza rara La casta morbidez de su semblante. Envidian su elegancia seductora Los mimbres que circundan Ú la fuente, y le roban los tintes de la aurora La nívea luz de su mirada ardiente. Sus cabelloB, cual ébano bruñido, Semejan de la noche la negrura Que enluta el bloquc'del nevado erguido Cuando la \lama del volcán fulgura, y en hebras se desatan enrizados Sobre el perfit de su garganta bella, Cual sombras en montones jironados Al rededor de vespertina estrella. El fingel r¡u~ custodia su existencia Arrulla sus etlsu¡·ños celestinles. y le pre!'ta d candor de la Hloceu.:ia Que tiñe sus mejillas virginales. No hay una entre las hijas de los hombres Que iguale en sus encantos á mi amada, Ni hay uno tan amado entre los nombres Como el que evoca á mi Visi6tI !lagrada. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 19 Vé María, esas flores que te dejo y á secas, sin aroma ni frescura; Ellas imagen son de mi. ventur8;' Si por cruel desdén de tI me aleJo. Ellas cuando lozanas y fragante, Ostentaban alegre gallardía, Semejaban la noble bizarría, De tus donaires suaves y elegantes. Acógelas y J!évalas al pcc~o Donde tu noble corazón palpIta, Que ellas te contarán c6mo se agita El pensamiento (lue se siente estrecho. Ellas revelarán la atroz batalla Que libran la ilusión y el desencanto Cuando el alma abrumada de quebranto, En angustiosas lágrimas estalla. Al Jin Ikgó la hora tan temida En Cjue al amor, por el pesar de$hecho, Con llanto inunda horrible despedida y allega en hit'! ellaccrndo pecho. Al mirar la ilusión que se deshoja, l\Ii corazón, henchido dc amargura, El hielo sicnte de Inortal congoja y deáalkcc de letal ternura. Adiós somura inflexible del destino! ¿Por qu¿: oscnreces la propicia llama Que apacible ilumina mi camino, Cuando piedad mi pena te reclama? Mi! ojos, anublados por el lloro y deliran tes, ven entre tinieblas Esptctros en el éter incoloro, Como la luz del iris entre nieblas. Mis labios balbucir tu nombre quieren Con el ardor que la pasión inspira, Pero sus Voces convulsivas mueren Con la esperanza que en el pecho espira. Mi mente delirando con ternura Apri:Jiona tu imagen hechicera, g;~;r:.d~==;:~ Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 20 y en mi alma tu rl'cuerdo palpitante Se oculta en el lurbió01 de mis pesares, Como gaviota solitaria, ertflntt', Que se escoJlde en lns rocas· de los mares. GuárLÍa este adiós, en lií~rimas bañado, Testigo fiel de mi infinito duelo, Llévalo oculto, de tu amor "liado, Cuando te VD yas á morar ~.¡ ciclo. O>tfandad Encadenado en mi dolor pro[unr]o No vislumhrc) el final de tu rnir~J(1a, y mi f~,sin consuelo en (~te Inundo, Se extingue pt)r tu amor abandonada. Véu presto, Ítng.:l hermoso de mi vida, Séca en 111;'; ojn~ d nccrln lloro, No tardc~ t{,nto, mi ilusii'>n qucridft, Que sólo de tu ¿lllor pie(lad imploro. Vén, derrÚma 1.'\1 mi b;.:o de amargnrn La suave placidez ,le tU3 (,l1eantos, Con efluvios dc eélica fre~cura Que call11l'Jl lo f .tnl de mis quchrantos. Vén, que me lIluero en orL.lI1dad Herido d pecho de dolor que mata Il')rrihle, . Haz quc palpite el coraz6n sensible: Acércate, por Dios ..... ¡No seas ingrata!! Aquí .•.• alaron mis cnsucílOS de oro Aquí el ángel voló de mi ilusión, Aquí resuena el eco de mi lloro, Aquí yace insepulta mi pasión. Aquí el trj~tc r~cuerdo del pasado, Como pálido cirio sin fulgor, Muere evncando al sér idolatt'fldo, En l~ lóbrega estancia de mi amor. Aquí, do tú cavaste con empeño La tum ba desolada para mí, Quizá del porvenir el negro CCilO, Se mostrará 6eV"ero para tí. No quierns olvidar que llaga abierta Siempre deja imborrahle cicatriz, y que en el (umho de la vida incierta Es virtud cousolar al infeliz. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 21 Al escuchar tu voz engañadora Oedí á su dulce y meloclio!!o acento, Creí en la dicha que mi mente adora y apenas encontré mortal tllrmento. Busqué (¡ tu arrimo placi<lez J calma y eIlcontré por trofeo en mi camino, Las desazones é inquietud del alma Las al1largum~ de fatn( destino. QI1ise orrobartc con mi lIlllor sublime y formarte un edén desconocido, Pefl' t t1 p~l!!1) la virtud deprime y arnjas somhrns de Luzhd caído. Ercs la forma que mi ~~r Llseinn, Eres imán de material belleza; Pero tc [alta el alma que domina Con el ¡.HH.!erde cspirilu:\l !,un:za. ¡Busca el hombrc en lejanu:! horizontes Aqud tr";O!"ll qlle !'IlI sér contiene, Cl1a~ bbrndur sin rumho entre los montes La jj(:~m[)sa plnl:t:1 <¡ue ('111:1 hucrto tienel (A En ,.¡tJllt W. Eern~) De ,.;u,.;ojos la idcd melancolía Es como los fulgores de la estr~lla Que Buple en el cresp6n de nurhe bella La tibia luz <]t1C le arrcbnta el día. La honda tristeza de ~1I faz sombría Ostenta del pesar la ingrata huelIH; y sin embargo, ('ti derredor de ello Se re"pira \lna mística alegrín. La casta palidez dd Llanco lirio, y el dudoso carmín de mustia rosa En IiUS tn~jillas lánguidas se advierte. Un amor de qucruu es ~u delirio y aparta las miradas de la fosa ~}9s lnbiQ!!_d~l beso de la muerte. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 22 geon O't4 . Allá en el confin de mi esperanza, Como en un yermo mustio y desolado, Donde no sopla brisa de bonanza y está del alma el lloro congelado. Ef!.tre las negras criptas del olvido Mudo el recuerdo, abrumador, huraño, y en su contorno sepulcral herido Por el dardo fatal del desengaño, Se alza tu imagen solitaria y muda, Al leño sacro de la Cruz asida, Cual misteriosa sombra de la duda Con los reflejos de la fe encendida. J.;a antioguetia Eres gallarda, y cual la flor que esparce Aromas de fragancia celestial, Brindas tesorPs de divino encanto Que guardas en tu !'eno angelical. Como ondina de límpida corriente Ostentas en tus IHbios el carmín, En tu frente el color de la azucena, y en tu faz el candor del serafin. Reverbera en tus ojos la alegría Que reaoilUrt la vida ecuatorial y flotan tus cabellos juguetones Como el éb'1no en mórbida espiral. No .tielles que envidiar á las palmeras De la selva su talle cimbrador, Tú tienes los encantos ]¡echiceros Que con larguez'l te brindó el amor. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 23 llrilla en la oscuridad de tus pupilas El tímido fulgor de lo~ amores, Cual reflejo de nubes opalinas En el (onfín de negros horizontcs. En hlondas hebras tu c~bello flota, Como cirrus sutiles que devana El viento perfumado de la [turora -\1 despertar sns invisibles ala!!. La (,::Ista pllicit!a de nn :llma pura En tu scmhJan le helénico se ostenta, Cual C!lsneñf> i¡¡(¡cenle de la C\loa \Juc en ('xpr('sióil divina ,.:e ¡-evela. Inflamas e!l la mente del tJoeta La llamn inc()!lsumiblc que ~uhlima, La fuerza fecu nd:w te de la idcn Q\l~ ('11 In h,:llcz;¡ y 1<1 \Tnl:ld SI:' inspira. ¿;/CIlCl. \-edla g;tldc1Ii.:\ inmacul:ula En el verjel de IdS purpúreas flores Exhalando del cáliz los olores Que vuelan con el aura perfumarla. ("()¡¡]I) Su casta timidez siempre "dada Por el ángel fdiz de los amores, Que encienden en su seno los ardores y en su faz d carmín de la alborada. En sus (,jos el ébano brillante Refleja el lampo de pasión incierta Cual luz opaca que los mOl1te~ dora, Desprendida del astro rutilante Que en la lejana oscuridad despierta La claridad de la 113ciente aurora. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 24 iJ 0lement¿na Díme mujer 11~C:lnt!Hlora y tierna Violetn inm.<lcnlada del pemiJ,: D6 crecen las divinas ilusiones Que hacen :í la espero nza revivir; Dímc paloma 8-i..:n tu casto nido Se aduertneTl los ensueños del amor, y si te abaten con tenaz empeño Como á mí los que el tiempo se rob6. Dímc si la ventura te ren~igue Con la constnnc;;¡ que el dolor á mí, y si es verdad quc cn tu ciclo brilla Mi estrella que Jln ha vuelto 'i relucir. Aquí pensé en tu niñez querida Yen los ensueñ()s de tu eelad pasada Que entre \;ts fhn:s dcl jardín Como perfumes que la vida desfilan halngan. Si tú supieras quc en silencio te amo, Quc mi nlmn triste de pasión se inflama, Iluminaras de mi vida el antro Con la ('splendente luz de tu min\fta. q;a'ta un áLbum Eres gallardfl, cual la nívea rosa Que ostentn en el pensil su lozaní<l; Eres altiva, cual la palma airosa, Qu~ se eleva en estéril serranía: Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 25 Es tu talle la envidia Que levanta sus copas Amparando el arbusto Al despedirse el sol <Id A tu rostro la Presta el blanco y :5 tu conjunto La majestad del Es tu mirada • Do brillan de la Ydados por los - Que reverhcran de la encina ¡¡obre el monte que HC inclina horizpnle. nieve del Tolima color de la azucena, escultural sublima leuto Magdalena. un ciclo de ventura gloria sus de!;tellos, Iatn¡:os de ternura en tm <jos bdlos. :Fluctúan en tu scno palpitante Los encantos de ¡¡mOfeS hechiceros, Como t'I aroma dd vrrjel errante, De 1[1 l:ll'dc cn ,l:nh:c!lles 1(I:.trillleros. El <¡U" la palma de tu ITInllO teca y ú tus pupilas seductoras mim, Eu su f<IZ{'!l ('ntl\'decid;) y loca, Siente <·~C()7.(\rcsd·: inihm:·rln "irn. CL( C.-g l' 'f'/l ('MI. a EstÚdia, mi lnesita t:ncantador:t, Los secretos que enseña la virtud. y yerás que á tu mente no devora El malestar que agita la inquietud. Míra que el mundo seductor engaña :Mostrando los Encantos del placer. y siembra con empeño la cil.afw. Que hace la inocencia perl'~er. ~ígue la senda de tu madre amada Que ella la dicha de tu vida hart., y nunca olvides, i1iña idolatrada. Que á la virtud la dicha seguirá. I,a marchitada planta no florece Ni recibe el rocío matinal, A esa planta la niña se parece Si no cs<:ucha el consejo maternal. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 26 6LLa Era mi corazón estéril yermo Desamparado de aromosas flores, Envuelto entre las brumas del invierno Que hiela de mi alma los amores. Sin fe, sin ilusiones ni esperanzas, Presa infeliz de un hado irresistible Miraba las oscuras lontananzo.s Del insondaole mar de lo imposible. Flotando en ese piélago sombrío Do el leviatán de las pasiones mata, La fe y la ilusión con el hastío Que asido al infortunio se dilata. Así cual otro Sísifo abatido En la pendiente que se elt:va al cielo, Eterno estaba en mi dolor sumido, Abrevando la hiel del desconsuelo. Cuando la luz de tu mirada bella El antro ilumin6 de mis pesares Con esos resplandores de 11l estrella Que riela en el abismo de los mares . • La soledad de mi existencia torna Alegre á convertirse en parafso, La oscura noche de mi vida se ama Con ensueños que nacen de improviso. y surge del averno la eSperanza, y el pesar se convierte en alegría, y el hastío en las horas de b::marza Que matan el dolor que me ahatía. Ah mujer! me has salvado del naufragio Mostrando el faro del amor divino; Eres mi amada, el celestial presagio Que sublima en la tierra mi destino. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Luchas Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 29 Q5g La jtlventu{) católica ¡Adelánte! ¡adalides de la ideal Los que lucháis por la verdad cristiana; Los que lleváis en vuestra frente ufana La enseña santa de inmortal presea. '¡Adel:mtc! En la cúspide flamea La hermosa luz que del Calvario emana, Iluminando la ciudad romana Centro de In. doctrina gigantea. Adclánte del mundo los proscritos! Sin trepidar, seguid hasta la tumba Despreciando bs farsas y los mitos Eu quc el orgullo humano se derrumba, Anhelando placeres in!:nitos: Ved, que la gloria brilla en ultr.1tumba! ;Oh rc~Palanca impo'¡dcrable y fucrte Que los torreOJ1CSdel error destruye. Si de la mente <:d cristiano hUYe L,.'. cbra luz que la verdad nos' vierte. Estrdb refulgente que en la vida Il.tlllina bs noc'hes infernales Dcl'F1c padece irresistil>lcs males .... Al \cr b muerk deilusión,(lUerida. IJaloma mensajera ante el destino A que en el mUlldo condcn:¡dos vamos, Los que 1:1. se!1(b del dolor lIcvamos Si¡~coronar la cumbre del camino. ! 011 fe; Inflama con tu fuego el alma Del peregrino {lUCangustiado .llora La pena que al cspíritu dcvora Al no cncontr:J r la venturosa calma. Empápa con la sangre del Cordero, En la Cruz derramada para el hombre, Del Cristianismo el misterioso nombre y 9.e la tumba el eternal sendero. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 30 ¡Oh Cuerpo de Jesús! ¡Humano Verbo! Sublime simbolismo de la idea Que en las tinieblas de la duda crea La fe que brilla ante el error protervo! Guíame en la senda del dolor acerbo, Para que digno de tu gloria sea, Cuando ganada la inmortal presea, Luzca las vestimentas de tu siervo. En mi espíritu enciende tu divino Fuego: en mi corazón, inquieto, graba Las cruentas amarguras del Calvario; y cuando llegue al fin de mi camino, ],ibre de la cadena que me ataba ..•• Ampáreme la cruz en el osario! <fgnle La imagen de La cri-egen (A mi !urmalla Mercedes) Los ojos vuelvo á tí, ¡Madre querida! Abrumado de pena el coraz6n, Sin fe, sin ilusiones en la vida y enferma el alma de mortal pasi6n. ¿No ves en los raudales de mi llanto Amargo cual las aguas de la mar, Las hondas huellas de fatal quebranto En noches infinitas_de pesar? Mi madre cuando niño me decía Señalándote cerca de la Cruz: "Míra á tu Madre, dulce prenda mía, No olvitles que es la Madre de Jesús. Ella á tí como á EL te escucha tierna Cuando la llames tú con la oraci6n, De allá _•• _ de allá de la mansi6n eterna Ella oirá tu ferviente petición." Muchas veces mi madre, con dulzura, A mi oído estas voces repitió Entre coloquios de íntima ternura ...• IY leal á tí Y á ella he sido yo! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ¿Por- qué en.tODCes ¡Oh Madre. Madre mía! L&~VQzdemi-~aria no ~uchar, ... ? Siá tí vengo ~'mis h6USde alegría, y -vengo á ti mis penas á llorar? La noche aterradora del pecado Sus sombras en mi espíritu extendió ... ' En vano busco, inquieto y desolado, De la inocencia el tiempo que pasó. Giro en redor y por doquier extiendo Las miradas en husca del ideal De mi esperanza. El centro voy perdiendo •••• AlIado, arriba, abajo ... , todo igual. ... ! ¡La ceguedad! La ceguedad me abate Sin ver un lampo de la eterna luz, Desesperado y solo en el combate Ya no soporto el peso de mi cruz. En vano grito al Cielo, que responde Con su mutismo sordo á mi dolor; Parece que en sus bóvedas se esconde El eco b.stimero de mi amor. ~ Mis l{lgrimas derramo entristecido Allá lejos, en negra soledad, Cuando busca mi espíritu abatido De tu seno de Madre de piedad. y gimo triste al evocarte á solas Cuando siento en el alma rebmmar La borrasca impetuosa de las olas Que agita el torbellino del pesar. ¿No eres del mar la matutina estrella; La bíblica paloma de Israel; De Judea la púdica Doncella Que de su trono derrocó á LuzlJel? ¿Por qué tu luz no alumbra mi camino y arrullas de mi mente el padecer, y cambias el rodar de mi destino Haciendo un nuevo día aparecer? ¡Fragante Rosa del jardín del Cielo! ¡Envuélveme en tu aroma angelical! ¡Madre del desgraciado en este suelo, Aliéntame en la lucha contra el Mal! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ¡Exánime en la n:ra de] camino Por alevoso acero desgarrado, Me vio mi hermano, herido y desmayado, En Y¡lIlO le llamé .. _. siguió .... no vino! A ]a luz (le] lucero vespertino Vi pasar al amigo idolatrado En ]iger:t carroza reclinado. Le llamé ...• 11e miró .... Tampoco vino! y crto de frío, de dolor moría, Cuando la voz oí de mi enemigo Que lIe15a1,aa] lugar d~ mi agonía: Lavó \11\ herida, me IIc\'() cOllsigo, :Me cuhri(~ con las mantas que traía .... Cuál, cnlre todos, dí, ¿scrft mi amigo? (A mi tío el J'rcsMtcru Aldcmar Patacio) Todo predice confusión y llanto, El mundo de ]a idea se derrumba Por el alJismo horrible do retum 0.1El trucno del error y del espanto. E] ¡,c·¡:srtll1icntocomo el !llar hravío, En tcmpestau tcrriule se uesata, y atrevido en su oleaje se dilata Buscando la verdad en el vacío. Inquiétase el espíritu vagando Trns h ,ent\1r:1 que jam[,s a1cariza, Sin caridad, ,in fe, sin esperanza, Va en el caos sin rumbo zozobrando. De liLcrta<] <:lnol)le sentimiento, Enlodnallo cun el c'eno inmundo, Contra Dios se k"'anta furibundo, Sin norte, lliri;;iendo al pensamiento. Hipócrita tendencia se colora Con ]os tinte, de cí\'icas Yirtudes y mira como ;\ impuros ataúdes El ara santa do piedad se implora. L~\S torpcs y :1.trc\'idas bacanales Do la razón sin caridad maquina Contra el Cristo y ]a luz de Sll doctrina, Al inocente tienden sus dugales. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 33 --_l;llltfd.el Cri$tianismo, C~_ a fatal de la igIlÓrancia, y se ~ eon:-á,vida arrogancia Los engaños que forja el hipnotismo. De la duda la hipócrita falsía, Cqmo ásp'idq).1e entre flores se adcrmece, Con ~lM'iencia de verdad se mece Enforinas de social filosofía. Hasta Dios se confunde con descaro Con esa" PCf"sistmcía dc la Jittrza," Sin que el audaz sofisma se retuerza, Pues lo admite la dmcia por preclaro. y aun el puñal de Bruto se bendice, Como de redención símbolo sacro, y se tiene por torpe simulacro El madero que dicha nos predice. En la embriaguez de su delirio insano Intentan los histriones de L\ ciencia, O imponer nuevo fuero i la conciencia, O el muro derribar del Vati:J.r.o. Este siglo sediento de placeres Ambiciona la Roma de Galerio Con todas las hajezas del imperio En que lo· hundieron J úpiter y Cercs. Ya no cspcr:tn en nada las naciones Nutridas con la savia de Epicuro, y en los reflejos del placer impuro Míranse apoca1ípticas visiones. Se ve que i la soberbia se prefiere En desacato á la humildad sincera, y que del homuTé la razón impera. Donde la luz del Evangelio muere. A sentimiento y á pasión sublime Marco dorado el mundo les reclama, y con descaro la riqueza aclam¡l Reina del goce que al pudor deprime. La virtud, verdadera se desprecia A la par que se acata con decoro El vicio qw;se cubre con el oro, y com()~al criminal se aprecia. Víctima de epiléptica agonía El corazón se agita palpitante, y sa.ngrindosc instante por instante, Anhela los placeres de la orgía. La mente por la tisis agobi,'J,da De arrogante y falaz materialismo A sus creaciones quita el idealismo, y se rinde el}t~e dudas desolada. -.- - Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia De Dante y l\1iltoll ya las concepciones, Como fruto de loco fanatismo, Las mira con desprecio el ateísmo Que en toda forma busca "Evoluciones." Acongojado el hombre ya no mira En la grandela terrenal del mundo, Algo que calme su dolor profundo, Pues siempre el mal á devorado aspira. y el alma, cual espíritu proscrito, Arrojado del Cielo á los intiernos, Delira aquí con goces sempiternas Padeciendo la sed de lo iniinito. &jL gtan 920ntifice Como el rey de los astros que aparece Llenando de esplendor el valle y monte, Tál, León, tu palabra el hr¡rizonte Del pensamiento lóbrego esclarece. ¡Oh! tú del Or~e au;;usto Sob~rano El siglo diez y nueve te saluda Viendo en ti al Jefe que en campaña ruda. El pendón de la cruz tremoh ufano. Santo pendón con sangre enrojecido En los nefandos circos de Galerio, Cuando Roma, señora ctel Imperio, El Universo vio prostituído. Sacra insignia del cielo descendída Que en las cumbres del Gólgota fiamea, Con el fulgor de la cristiana idea Que en el cerebro de León se anida. Idea que en el mundo se dilata, Cual vibración eterna del vacío, Desalojando del error impío La negra sombra que á la ciencia mata .... Misterioso fulgor de lo infinito Do Pitágoras busca la arm'1n[a, Que ~ Sócrates envuelve en su agonía, Con luz (\:1 ciclo y 50mbra3 de delito. Fuente que apaga el infernal de:;eo En que se inflama el infeliz J ulíano Ante el poder de omnipotente mano Cuando exclama: '" Vencíste, Galileo!" Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - . NelJlllosa-del Dante inspiradcra FQrtaleza-de Carl0 y' de Tancrec1o, Vigor del ineansable Godofredo, y del débil la sombra protectora! Consuelo de Colón en ~u destierro Lejos del mundo que su fe levanta; Fuerza que aquí la libertad implanta y allá sepulta al Canciller de Hierro. Motor inerte de la ciencia' humana Que al hierro de la imprenta diviniz:l Cuando el furor del pensamiento atiza De Guttenberg la mente solJerana. Ráfaga e~erna de visión crc:iuora Con que Edison le roba al firmamento Los fulgores de eléctrico elemento Que disipan la somb:'a aterr3.dora. Radiante sol que en Víctor Hugo luce Cuando el rodar dd pensamiento gira Al rededor de la Ora,:Ílfn que inspira Al estro que en 5U mismo error seduce. Suave vapor de l:ígrima infinita ConVl~rtido en ambiente de tcrnll~a Cuando á la Madre de .T esús tortura La humana pe.na que en Sil pecho agita. Síntc.;is de lo grande y lo sulJlime Do encuentra alivio la sentida queja y do el pesar del alma se refleja Cuando el amcr al coraz6n oprime. Tal es el oriflama sacrosanto Que se alza en Roma y en la tierra ondea, Síml.lolo de la ciencia gigantea. Que engalana á la Historia con su manto. Cienci, suprema de infinitó yuelo Donde el error subsiste encadenado, Cual Prometeo á su tormento atado, En la montaña que se eleva al cielo. Fulgente luz que al Vaticano inflama, Cual la de Horeb incand'escente y suave, Cuando el piloto de batida nave La verdadera libertad proclama. Centro que calma el insaciable anhelo De las hondlls y horribles amarguras! Centro feliz de angélicas venturas Do siempre brillará Lumcn in codo-' ¡Esa' es la aureola que á Le6n circunda Do se refleja el pensamiento humano Entre las sombrll8 de .insonda.ble arcano y los destellos de verdad profunda! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Véd, como descendiendo va del trono Por inmunda, asquerosa gradería, Manchando el manto con el sucio lodo, y de venganza y de rencor henchida. La reina idealizada del progreso, La estrella refulgente de la ciencia, La que es de libertad feliz ensueño y su poder omnímodo acreÓenta. Oíd cuál ruge, hiena furibunda, Convertida en el monstruo de la ira Embrutecida por pasión impura, y por calumnia vil, envilecida~ El furor encendido en sus pupi.las, Congelado en su boca dete~table El veneno mortal de la mentira, y en su beodez flotando vacilante, Impúdica bacante deslenguada, PregoneIa infeliz de liviandades, Repríme presto tu pasión insana y déja la palestra del combate. Recóge los girones de tu veste Por la maledicencia desgarrada, Limpi.a la mancha que en tu faz se advierte y tus cabellos desgreñados áta. Cíñe á tus sienes la imperial diadema Plíega á tus hombros el purpúreo manto, Abrázate á la ciencia verdadera Inflama tn luz el pcnsamienio humano! Cual ave altiva que en su raudo vuelo El ala siente por la flecha herida, Al cruzar la mansi.ón desconocida Donde la vida busca con anhelo. Me agito en el abismo de mi d\:telo, Sufriendo los azares de la vida, Por nubes de pesar ennegrecida Bajo los dombos de enlutado cielo. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 31 En_vano lucho con tesón y brío y llamo al indolente despiadado Que me repele con su brazo fuerte. Puestas las manos sobre el pecho mío, Confuso miro al cielo .. " Encapotado! Miro á la tierra .... Soledad y muert~ I Repercute el clarín de la hata\la, El trueno horrendo del cañón se escucha, Cuando la vida el hombre á la metralla Rinde en el campo de tremenda lucha. Aquí agoniza el adalirl inerme, Allá cl caballo entre el fragor relincha y el héroe en brazos de la gloria duerme El ideal que sus anhelos hincln. Todos en la pale~tra confundidos, El bien supremo en la bltalla anhelan, y sólo en sueño eterno ya dormidos Con muda libertad sus tumb:ls \"elan. Allí rdl~ja en la sangrienta charca De la virtud el iris sacrosantt), Que con los tintes de la sangre marca A quien i:1frin~e el juramento s:mto. J4! o6rero Tú, el sacerdote del trabajo santo, Que al cielo ofreces oración ferviente Cuando entre luchas de fatal quebranto Das forma á. las creaciones de tu mente. Tú, el adalid que vence en las batallas Que libra la virtud contra el ocioso: Tú; aquél que nunca en la maldad encallas y alegre "ives del trabajo honroso. Tú, el que dibujas con soberbia mano En el dintel de la razón suprema Los símbolos del Arte soberano .~~ so~_de la verda~ ~terno_emblema. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 38 Alza tu f,g en el sudor ;j.niada ' y ostenta altivo la quemante gota, Que de tu augusta frente inmaculada Con las angustias del trabajo brota. y al orbe muéstra el hrazo infatigable Que encadena el poder de las naciones Al carro del progreso formidable, Brindando al mundo portentosos dones. y fórma tu falange prodigiosa Al rededor del pórtico sagrado, Donde la ciencia se le\'anta airosa Sobre los pedestales del pasado. y cánta allí tus himnos á la gloria, :Más sublimes que el cántico guerrero, Que.entona el hijo audaz de la victoria, Cuando destruye el arsenal postrero. C/,'/' • .:.;l / [cnl ncna Erguido está cn las cumbres del Pichincha El formidable genio de la gucrra, Que en fuego horrendo sus entrañas hincha, y devasta las pampas de la ,tierra, Do la ambiciÓn tiránicit se encierra. Cuando las sombr.\s de la noche oscura Las blanc~s nieves de sus crcstr:s vela, Del heroísmo el luminar fulgura, Como la estrella que en los cielos riela Al ver que el rayo en los espacios vuela. De la victoria al estentóreo trueno Repercute Cll el antro de su abismo; y de la patria el esplendor sereno Se ve brillar en el otero mismo Do rindió su poder el despotismo. Cuando la lihertad se siente heridl Por el férreo puñal de algÚn tirano, La raza de los Shires ¡¡batida Pide al volcán del monte soberano Sepulte en layas la atrevida mano. Luégo el a\'erno de inflamadas piras Entre los ecos de infernal rugido Al cielo lanza sus tremendas iras, y ostenta el lomo del nevado erguido, , En púrpuras de ~angre convertido. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 38 r"_ .. ;" ~l@,:cima®'1'aYos coronada, SÚ~~(:Il~loil ~les deja Historia, Apoyado en el pOíDo de su espada, Al pueblo que idolatra su memoria Los destellos señala de la Gloria. Cual esfinge apostada por los siglos Sobre la mole hirsuta de los Andes, Con gentileza oilropica se eleva .\ la regiÓn de la celeste esfera La nívea majcstad del Chimborazo, y de esplendores diamantinos llena El pedestal del monte sober,mo. En 1.1snoc:hcs oscuras del ilwierno, Cuando muere el lucero vespertino y el mar se agita en tempestad horrenda, y el rayo cruza el espantoso ahismo. La luz reful¡zc en su~ hruñ:(l'ls hielos, Cual faro opucsto (;n la mansión ctérea. La da <¡uese lanza rebramando A romper,;e en la roca solitaria, En broculL's d~ fuego convertida, Refracta en los crespones del nevado, Del hosco m~r. la lumbre fosforina. El na\'ci~:1I1te'li!e :mgustiado especta Entre congojas Y hórridos tormentos, Del furibundo y turbulento océano ./ Las borra5cas que surgen en su seno, y al monte eleva la mirada triste y alivio cobra su ~nigi(lo pecho Cuancio entre nubes de fulgor siniestro Ve en la c"m bre la luz que se retiñe; y cual si hlllara la deseada calma Que ambiciona el espíritu abatido .... Se realza de nuevo en la esperanza. _ ¡Oh mu,h centinda de los tiempos! Sobre tu homuro se yergue gigantesco El genio que á Bolh'ar inspirara En sus horas tremcndas de heroísmo, De libertad el ímpetu guerrero, Que rompió las cadenas y los grillos Que al bravo pueblo americano ataban Al fiero yugo del hispano suelo. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ¡Tu excelsitud, soberbio Chimborazo En las horas terríficas del mundo, Al llegar la catástrofe postrera, Irá rodando en el espacio oscuro, ¡'~ntre los cataclismos del océano, Velada por el genio portentoso Que es de la glorÚ,- inmarcesible escudo! éll . 1 [1()L:aoI dL'·)""" . e 'e . ¡" l1IJlcttCl (A Gabricl Ro/dáll) Franja de fuego ciñe el horizonte, La bruma cubre el alto firmamento, Del hosco mar la palpitante mole Va en espumas las olas convirtiendo. El Larca cruza la ,=,xten.,ión umbría Cual la potente y pertinaz idea De la esperanza que la mente agita Cuando adherida al pen~amiento queda. En medio de esas dos inlllcllsidades Mi espíritu á la tierra tncadcnado El regional de lo infinito invade Transformando en un átomo el océano. E indaga allí su origen primitivo Yel fin de sus profundas ansiedades .... Mas ... :av! vudve á caer r.esfallccido El el ca~s' (Íc1 misterio inescrutable. Alas presta de nuevo al peusamiento, y rasga el velo opaco de las brumas, Para volar en el espacio inmens@ A do lo cmpuja d genio de la Duda. y busca en vano la quietud deseada Entre esas majestades que lo \,inrlen .... ¡Ellcielo que en lo eterno se dilata! y el mar tremendo que á mis plantas gime! Oh Patria ~ El eco ronco v la~tirncro Del hu¿:rfano '¡ue gime abnn~lonado ...• ¿No llega á vuestr<> oído? Véis que muero y muda est:1is ante mi amor s~grado! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ·,_ ~&otadelafuente .Los ·iJu:bi~aeI ~o. fugitivo . Goteaenlá corrienteQue rueda hacia su. origen primitivo, Gimiendo, cual la nota, tristemente, En el antro de 16brego vacío. El corazón herido Angustiado palpita y desespera En el dolor sumido, Cuando el silencio de celeste esfera Por el inmenso cóncavo esparcido La copa mustia del ciprés rodea. y el alma desmayada En el abismo de hondo pensamiento, Conmuévese asustada Con los rumores lúgubres del viento, Que agita quejumbroso la enramada, y se retuerce en su eternal deseo, Como en fatal suplicio Prometeo. <5 n eL Ci!tnenter{o (Al Plcsbíto·(. José Ruuen pa#ad#l'; Deseo descansar, hermano mÍn, En este yermo desolado y triste Donde la necia va.nidad. no existe y no se siente aurumador hastío. Aquí encallan la farsa y el engaño Del mundo despreciable y fementido; Aquí este cuerpo en polvo convertido, Ni inquieto busca el bien, ni teme el daño; Aquí en tranquila soledad y calma Quiero aguardar de la justicia el día En que humillando á la soberbia impía Levante al ciclo triunfadora palma. ~nte la bandeta de (Buba Ved el pendón de libertad sagrado Que altiva empuña la hija del Atlante Con sangre de sus hijos ·purpurado, ~¡e las olas de la mar flamante. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Símbolo Ee! de la justicia eterna, Representa de un pueblo ese derecho Que nunca ante la fuerza sé prostema Cuando' se abriga en altanero pecho. Cuba! Tierra de insignes lidiadores! El continente americano espera Ver de tu excelsa patria los albores i Postrado ante el gir6n de tu bandera! cfiJnocAeciendo (A bordo del 1Japor 11 O/miJo") Ya la noche descuelga su enlutado Manto sobre el azul de la montaña, y ostenta en el ocaso purpurado, La tenue luz que alumbra en la cabaña. La soledad en el confín oscuro Con pavorosa majestad impera, Inter yo el cáliz del dolor apuro, Al recordar tu imagen hechicera. En esas horas crueles el proscrito Eleva al firmamento su mirada, y ve del hado en el fatal circuito A lo imposible la esperanza atada. (P¡rdida de Panamá) Suene el clarín y el tambor guerrero, Despliegue sus girones la bandera, Símbolo fiel de gloria verdadera; Por Dios juremos por el mundo entero. Sucumbir! Sucumbir hasta el postrero! Para no ver que en nuestra Patria muera El sentimiento que en su seno impera, Cuando señala el inmortal sendero. y de furor el coraz6n henchido Juremos ante el Dios de la Victoria ¡Odiar! i Odiar al yanqui foragido! Que desprecia de Wáshington la gloria y con hazañas de ínclito bandido Empaña de la América la historia. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Patria t3ANCC ClfflLIOTE: ..J ;: ~ L ';,c I ;':;¡)UC/~ '.. I'R/¡NG{: CAT f~LOGAGOll Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia cfg {JaLón Cual gestación de un siglo portentoso Que en el seno del tiempo se alimenta, La aurora magna del Octubre umbroso Con majestad olímpica se ostenta. llañando en luz al tempestuoso Atlante, Que encadenado en su furor bravío Doblega el dorso al paso del gigante Que un nuevo mundo engendra en el vacío. Aurora que á Colón en gozo inflama, Al encontrar á la visión prolija, Que la raLón de Séneca proclama Cuando su mente en lo ignorado fija. Percibiendu otro suelo en lo futuro, Que al genovés levanta de la nada, Como del caos insondable, oscuro, Surge gallarda la natura creada. Colón! tu nombre gigantesco llena El ignorado cóncavo vacío, Donde la ola de la mar resuena Cuando se mece sobre el polo frío. Tal vez en esa inmensidad sombría Donde la humana planta no se interna, De ignota tierra llegará otro día Que se oiga el eco de tu fama eterna! .•..... ".1'.,. Oh, Bolívar 1 Tu gloria portentosa. Cual de fuego la ráfl'lga que alwnbra De los Andes la nieve que reposa, Se refleja del tiempo en la penumbra. y tu poder, cual ola gigantea, Que ltl altura. del cielo desafia, Entroniza en la AQ1érica la Idea .~.~.iJu~~~Jie7M~e!:t~tl_~ldj~l. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 5.0 -.' Idea que se eleva tremebuQda Cuando la astucia audaz de los serviles A la virtud, como á bacante inmunda, Enlaza al carro dc magnates viles; Bolívar! Tú que hiciste de civismo La más grandiosa y sin rival presea, Httz que reluzca en el tremendo abismo Donde sucumbe rlel debcr la idea. 1:'dl . P .c CJxcmo. (?J't .• e) '-1. t .. (7) (1) l a.J 1.. l.?at L ' C70 ClDO gtll.n (En el primo' anil'crsario de su muerte) Tu fama entre las sombras del pasado. Como el águila audaz que tiende el vuelo, Enseñoreada en la regi6u del cielo, Triunfante irá de tu recuerdo al lado Desde Colombia al extranjero suelo. Mostrando de elocuencia los raudales Que derramó tu genio esclarecido, Cuando en la prensa y la tribuna erguido, Grabaste de la Patria en los anales Tu pensamiento de vigor henchido. Tu nombre, cual la esfinge del desierto, Contrapuesta al simún de las pasiones, Señalará por todas las naciones De tu virtud excelsa el rumbo cierto Con el'noble ideal de tus acciones. Tu gloria entonces como sol fulgente, Destacada en los fastos de la historia, Reah:anJo entre los hombres tu memoria, Será evocada con amor ardiente Cuando huya de nosotros la victoria. (En .san Pedro AlejalllÍ,'i,IO) Cuando la ingratitud y la impostura Del héroe enemigos sem piternos, . Arrancan de su mano los gobiernos, c,~_ selv~ le ampara en la eSpeSUt'8. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Un puñal de dolor y de amargura Brilla con el fulgor de los infiernos, y un gemido solloza en los avernos De esa montaña misteriosa, oscura. Retumba el estridor de la tormenta Que el mar agita en ~u tremendo duelo Cuando la angustia el adalid ostenta. y abandonando de la tierra el suelo Que el furor de los odios ensangrienta StO eleva t'n ¡das de In gloria al cielo. Hijo dd trueno)' ue la Gucna hermano, Eclipsaste los lam pos ue h Gloria, y á tu paso rendiste la victoria En este continente americano. Ell el Pichincha y Ayacucho, ufano Grabaste en los ¡males de la lIistoria La libertad de un pueblo y la memoria Del H¿:roe entre guerreros soberano. Fuiste de Antioquia el óptimo tributo Oue á la Pa tria ofrendara el heroísmo Del hijo audaz de territorio hirsuto. y tu llluerte, á la faz del Pa'riotismo, Fue de ignomini'l el malhadado fruto ~2uenació de fatídico egoísmo. EPÍLO(;O Naciste entre el fragor Con los nimbos del rayo y como el genio de poder Tu ardor en los combates de la tormenta coronado, airado se acrecienta. jJeyenda (La "Belleza Ideal" de Ca1'4) Radiante sol de esplendorosa lumIne Que ilumina el Parnaso Americano, Orgullo noble y prez del mundo hispano, &.mueatr.~_~a:~_~" ...... :"'.", .. ... Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia " Varón fuerte, de insigne mansedumbre, Ceñido con In malla del cristiano, Lucha contra d error audaz é insano · desm<:lItir de amor la dulcedumbre.' S10 Enemigos sedientos de victoria Robar pr"etenden al poeta augusto De Belleza Ideal, ante 111. Historia La fama que tributa el ~iglo adusto A quien el tiempo brindará la gloria, y el Cielo, la mansi6n do habita el justo. (D,'s/u!s del 31 de Julio de ~900) ¡Padre comcripto (le ll! Patria ~lIevai En tu mano el pendón inmaculado De Libertad il1~igl1ia y del Derecho y la Justicia emblema, Despedazado por pasi6n impura, Para baldón de un pueblo soberano, Teñido con J¡. sangre Derramada en los campos del combate, y desgnrrado por traición infame. Tus verdugos no son los ambiciosos Que los peldaños del poder escalan, Ni los esbirros que el botín atrapan, Ni los guerreros que su honor mancharon Al volver contra tí desnuda espada; Son los hi!ltriones de la fe cristiana, Son h ambición v la calumnia viles Ql1e nombres sac;os Y virtud-profanan; Son el odio implacable y el perjurio Los que exhibiendo al inocente exhiben La torpe ~:"Iñade iofanal orgullo; Son honradez que del Honor se ríe La que con !laña sin igual te insulta, y para gloria de tu Dios perdura COIIel recl1cnlo de Caín)' Ju-las. "l Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 58 ~nte La lo/atila deL ::Dr. Ek3e't'tÍo Tu nomhre en los anales de la historia Como ti fulgor de los diamantes brilla y tu gobicTtlo fuerte, sin mancilla, Con respeto lo enslllza la memoria. En los campos de lucha transitoria Nunca esgrimiste bárhara cuchilla, Ni compraste enemigo que se humilla, Ni la codicia audaz manchó tu gloria. Fue la honradez tu anhelo predilecto al patriotismo El castigo lJue dieras al nhyccto. y el rumbo que marcaste Oficiaste <onlas arns del civismo Mostrando al mut1r]" tu carácter recto Que émulo flH>"ade Bo!ívllr mismo. JJJL l1Ul/J fl a n t '¡hl //cne'ía l 8beyed (En !.l 7ribllna y m Como león del territorio Ibero Que corre tremebundo en la llanura, ¡Reyes t, el sin rival en In bravurn, Se lanza á las b:lta Has el primero. Combate y vence con orgullo fiero Al que á la Patria sin piedad tortura .•.• Con frenesí, con sin igual ternura, Cambia en amur la furia del guerrero. Al enemigo á quien la sangre h:;ñn Al corazón le lleva entre sus hrn7.os, Sin mengua del honor yel patriotismo, Lo conduce á la tolda de campaña, Donde reanuda rleamistad los lazos ...• i Tal es el nd¿dirl del Cristianismo! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia litH!#"t c.f4L iLuóhe //enc'taL 8T0anu~L EB'ticeño (El 11 de JuliQ & 1893) Hoy Briceño la·Patria entristecida Evoca tu recuerdo sacrosanto, y riega tu sepulcro con e1llanto De una. generación agradecida, Que mira el sacrificio de tu vida y de quebranto, Como una ofrenda de heroísmo santo, En aras de su gloria enaltecida. y tus días de lucha j Oh! j l3riceño! Este pueblo generoso Hoy recucnta los hecho.; rlt' tu historia, y en multitudl?s corre presuroso A adnrnar c1111tar rle tu memoria Con las coronas de l!lurel frond()~(). Que para tí tejiera la Victorin. (~L {}eneraL 8TGuti.J Vedlc seguir como el ;:ondor herido El vuelo de sus nobles pretensiones, Erguido ante el furor de las pasione.; Que torturan la mente (Iel vtncido. Uo digno herm~no encuentra en el rendido Que pide amparo iÍ. nobles coraznne!', Cuando deshechas gratas ilusiones Su!'!pasos vuelve hacia el hng"r querido. Magnánimo al estilo de Tancn·do No se percibe cie enemiga ofensa Ante el reflejo de cristiana i,h·a. Es la honradez el lema <le sU en'do, El pa triotismo su ilusión intensa y su pasado naeinnnl preseR. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia i-\mistad Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Oh paloma del ci"lo fugitiva: Viniste al valle del dolor y clllanto Trayendo el verde ramo de la oliva Para dejado por r('cuerdo santo, y después remontaste el raudo vuelo A la regi6n desconocida, eterna, Do no se oye la voz del desconsuelo Ni la triste estación del lloro inviernn. De tu virtud las alas se mecieron Sobre d corrupto lodazal dd mundo, y nuevamente al ciclo se volvieron, Sin mallchar su plumaje en cieno inmundo. 870atÍa G91ntonia Fresco botón de inmaculada rosa Que guarda en gérmen la divina esencia, y el néctar de la savia misteriosa Que palpita al calor de la inocencia. Crisálida de amor y de esperanza En cuya forma angelical germina La bienhechora luz de la boaanza Que mundos de ilusiones ilumina. Inagotable fuente de ventura Que en raudales de dieha indefinible En el alma derrama la ternura Que hace el amor paterno inextinguible. Angel bendito del hogar sagrado, Nuncio feliz de místico consuelo Que vienes á este mundo desterrado Con los encantos que te brinda el cielo. Que rija tus destinos en la vida La pudorosa Virgen de Judea . y cuando veas tu lámpara extinguida, Tu sueño eterno el de los buenos sea. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ó8 J?g C()oto (En la muerte ti'e Silvia) Angel del cielo que á. la tierra vino A mostrarte el sendero de la vida y á entregarte al fin de su camino, De dos almas, la prenda más querida. Dejó del mundo la mansión impura y entre nimbos de luz inextinguible Voló á gozar de la inmortal ventura Que Dios reierva al corazón sensible. Conserva cauto de su amor la prenda Que es de tu amor la cel~stial presea, y cuando la esperanza en tí se encienda, Ella será tu inconsumible tea. EPÍJ.OGO Como luz de un crepúsculo sombrío Se va apagando t:n mi alma tu recuerdo y tu imagen cual sueño fugitivo Huye, entre sombras dd amot eterno. J1c'}jendo el 11 (6Cl11:plo anllinaoo" Je .q)iego c¿bdhe En los muros del Templo desolado Florece el alelí de las murallas, y tú, ausente de tu sé! amado, En hondo grito de dolor estallas. Tu inmaculada y tierna Margarita Que era orgullo del Santuario, y gala Del N úmen poderoso que te agita, Un ángel deshojóla con el ala. y al volar por la bóveda sombríaLa luz oscureció de tu ventura, Tu amor arrebatando y tu alegría A la -morada de celeste altura. Quedó tan s610 de la flor la aroma Que en sus ensueños el Poeta advierte -Cuando la nave del templo se desploma y la cubren las sombras de la muerte I Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ~.~~~_.... ~tVt4 - Ú álhum de mi .1tño'la !1J.a {5lementina, <.;g. de %"Ue Lindos botones de purpúrea rosa Nacida en el ve~el de los amores, Son Isabel y Clara primorosa, Así, sin las espinas de esas flores. Son él encanto de un hogar cristiano, Estrellitas que alumbran el camino De la vida y la orilla de un océano Que ondea entre lo eterno y lo divino. Que el Angel de la Guarda las custodie y les infunda místicos ensueños, Pan que el mundo infame no las odie y el cielo acuda presto á sus empeños. y cuando 3e oiga el ruido del combate Que ruge al rebramar de las pasiones, Libres al fm del formidable embate, Ornen sus frentes,nimbos de ilusiones. Un día de belleza esplendorosa Apareció en el Oriente el sol, Aves trinaron su canción hermosa Cuando de flores se adornó el amor. Sopló el vendaval del infortunio, En el ocaso se apagó la luz, y menguó de la dicha el plenilunio, y vino tras la sombra la inquietud. Mas de repente luz de un nuevo día Aparece radiando en el cenit, Cantan las aves himnos de alegría y florecen las rosas y d jazmín. y surge de lalucha y la esperanza La plenitud del indecible amor, Que á Juan y Emilia la ventura alcanza Al recibir la bendición de Dios. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 60 Cual una esfera de sedosas plumas U na flor de los céspedes tenía, Entre su blanca mano, La noble 1nés de esbelta gallardía. Yo me acerqué de su amistad ufano A preguntarle de la flor el nombre, y ella, con lucidez encantadora, Me contestó al momento: "AMOR DE HOMBRE." Y de su boca casta y seductora, Dejó escapar el perfumado aliento Que de la flor los pétalos de seda Dispersó entre las ráfagas del viento .... Entonces recordé Que así volaron De mi ilusión las prin1itivas flores, Batidas por el soplo de la ingrata Que la dicha del alma me arrebata y siembra en mi camino los dolores. ::Die/la,) deL CitmpO Unidos los labriegos y pastores Con febril é inocente devaneo, Miraban á sus hijos en recreo Alejados del mundo y sus dolores. Nacieron en los niños los amores, Puros como el angélico deseo. Luégo, al candor cual á otro Prometcn, Ataron en el bosque de las flores. Cuando las enramadas de la viña Ocultaban la luz del Occidente Murió el pasto! novel de la campitla Al apagar su sed en un torrente ...• i Era que el lloro acerbo de una niña Amargaba las aguas de la fuente ..•• ! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 61 8n la mue'tte d e La Jeno"Ca, úl,a ;;u Reclinaste la sién iUllIaculada Sobre el yerto regazo de la muerte, Exhalando la esencia regalada Que la virtud hasta en la tumba vierte. ] )cscansa allá Ya f}uc luchaste Por e,a li!'ertad En las regicncs en la Patria verdadera, tánto en este suelo que s<Í!o impera plácidas del Ciclo. Sí, cu:l! la maore (le los Gracos fuiste, IIcmur,l la má~ hostil á los tiranos, Otra Cornclia ;Í quicn la fama inviste Con el buro inmortal de los romanos. T tI;; hijos iicks á la Patria fueron \' corona's de y.loria perdurable Para n:lar lu loza entretejieron 1:n raplus de hercJísmo inimitable. De un hÚoe esposa, y madre de \ alientes En,efiaste las "cndas de la gloria :'\1 hijo qu,.: te de\'a entrc bs gentes ~,)l.Jre lils ¡liOnUl1lel>,oS de la historia. Uuérrne tranr¡lIila el Slleiio de los justos Bajo la c:rlll. dd yermo solitario, no á la sGI1l1Jra de ];inguidús aruusto~ Se desnwya el silencio L'1l el osario. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Variedades Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia La wmbra de la Se repliega á los Dejando el ciclo Que con primor Donde b 111/, ell noche abrumadora antros en jirones, ¿, la c,ti \ J i aurora rles!1wla L;s rv.~¡(óne, los e'p~":,,~ m:.)f;¡' y b luna se ond~a cntri:<tc,:iJ,1 Entre las nul>~s de \'aDoreS gri,;('.', Cual ilusión el>-: amor lles',a¡~ecíd;i, Que arroba los inst:mtes (k la \ id:t y nos deja recuerdos infdic('~. En el ramaj\~ de la. 5tha ll:llbr;l Se \'c que d('spar,~cc la !;;:Il:I'1l1,r,l Con I,)s aI1H.>rcs dd nar:ie!lt·, dia Que l:el nel'"lll<> la cimera a]lIlll[¡ra, Brillando allí con placidu sr)lll brin. El rosicler á las ca:npiCl:'S ba;-¡:) \' se (,swnta cn el glo]¡n (L me:" ()ue O'icila e:¡ el p;¡jar (L:: j:; (·J.uarl;\ y en los hilr¡s tejidos por 1.\ araña, Como un a:-tro crTa!JUnc!o ('11 el \'aeía, Las iinfas CIl corriente ]¡u¡¡;cÍosJ. Confunden sus rumores con el canto Del pajarilIo alegre que reposa Cerca de la morada siJenf:iosa ])0 se oye de: p:\,tor el himno salita. Los tintes de carmín desvaneciúo Con fajas de zafiro entrelazados, Como entre planos de metal bruñido, Forman con oro del dosel los lados Do brilla el sol en el azul hundido, Hebras de luz cn el confín se agitan, Cuallampos de mirada sempiterna Que en las pupilas del amor palpitan Cuando inquietudes de placer gravitan Entre la duda y la verdad eterna. Las flores pudibundastse estroneccn A los besos del céfiro ligero, y sollozan al ver que desparecen Las gotas de rocío en el albero Cuando las ramas del pensil se mecen. V éu, ábre la cerrada celosía y vé la vagabunda mariposa Que liba de los lirios la ambrosía y se aduerme embriagada de aleg,ría .~.el p~~lodel'g~n ~e Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Así muer~ ~n la tierra la esperanza Por las torturas del placer herida y reaparece y busca la bonanza, Como el ave la luz apetecida Cuando su vuelo hacia el espacio lanza. Vén y contémpla la tendjrb ¡¡,ID:!, Cual mole de esmeralda abr¡lhnt:\da, El sol, tras ella m:1je;,;tuos0::sCjm~ Envuelto en los cendales del aroma Que asciende en espienl de la hondonada. y mírale seguir su rutilante Senda, bajo el azul del aito abismo, En canos de zafiro y de diamante, Presidir de la tarde el paroxismo y continuar en su camino errante. Tal como la ventura y cual la gloria Es la mañana en su primer momento, Sigue al sol en su carro de victoria, Luégo, como una víctima' expiatoria, Se inclina ante el fulgor del tlrmamento • .JiJim David Herrera, Ismad Gatl:go, Miguel R¡¿¿?t R fld Vcrtfs, Manuel A. Jaramillo, Enri'ltu Gómez y Pedro J'cs/ILrrera De la muerte á la vida me volvic;teis, Oh nobles Profesores de la ciencia, y cual á otro Lázaro me disteis La salud nuevamente y la existencia. La gratitud del alma despertásteis Del negro sueño de la tumba fría, y de nuevo mi espíritu impulsásteis A redodar en la terrestre vía. Vosotros que lleváis en vuestra mano El bisturf-espada redentoraNunca esgrimida por instinto insano, Sois el poder que la salud implota. Héroes insignes que al dolor combaten, Vuestra lucha no es guerra que devasta; Ni las intrigas que el honor abaten Son la gloria que á vuestro nombre ba¡¡ta. El coraz6n agradecido altares Os levanta en el alma que pade<:t ~ Abrumada-de.angustlasy pesaree. ~lla~glO1iJ,.llUe enalteOeL Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 67 8yifanio {Jl(!jy'{a, Punzado por el dardo del destino El turpial de las selvas antioqueñas Se oculta COIlsu herida entre las breñas Que forjó la demencia en su camino. Luz del alba no brilla en las regiones Do se agita el horrible desconsuelo Que esteriliza el prodigioso suelo Do nacieron las bíblicas canciones. No hay encantos de Amelias hechiceras, Ni torcaces, ni alegres cazadores, Ni ceibas altas, ni aromosas florell, Do la locura implanta sus quimeras. Sólo el poeta en yermo desolado Oyendo elllantv de su triste Musa Arrebatado en su visión confusa V ive de los recuerdos del pasado. Cual adusto guardián de los panteones Busca inquieto la tumba de Vergara Entre el fúnebre musgo que la ampara Contra el humano olvido y las pasiones. En la mansión de su dolor espera A Núñez y González, Pamba y Caro, y á los que encienden del Parnaso el faro, A que oigan todos su canción postrera. :J)eJpUéd de la 0'(,9 ia Cual un corcel que desbocado vuela Por el zarzal de pedregoso campo, Desenfrenada la lujuria lleva El corazón á su carroza atado. Coronada de rosas y jazmines Danzando al s6n de músicas alegres, Se ostenta insana en lupanares viles y del instinto el incentivo prende. En esa hoguera de fuigor siniestro, La razón cual humilde mariposa, Quema sus alas .. " se hunde en el averno y desolada en el abismo mora. La Voluntad que á la indolencia abate, Del poder y la fuerza desenvuelta, Cual una virgen deslludada-yace "En la sala anatómica desierta." Sólo una sombra á penetrar se atreve En esa sala hórrible qel hastío .... ,~~~~~~~ Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 68 cf4 mt am'90 eL .q)t. "¡;uió l)'ea 9.htibQ V oló del nido de mi mp.nte oscuro Del Gundalupe, concepción querida, Cual la paloma por el dardo herida, A reposar en intelecto puro. Allí la vi~t¿, alegre, arrulladora; Por qué, mi noble amigo, no la vueh'es A su nido, y al Númen le devuelves La cara l'renrla que mi mente adora. Jljntc un teL2i Del tiempo inflexible financiero Uno á uno del hombre los momentos Anotas con tu rígido puntero Sin trastornar los mudos elementos. Tu tic-tac, cual la voz de lo infinito En mis oídos débiles resuena; Tál repercute en la conciencia el grito Que de estupor á la raz6n le llena. 9;t{ ,. Q/'¿CllatLca Como la planta viajera de los mares Que viene de regiones ignoradas, Flota en la inmensidad del pensamiento, De libertad la fecundante idea, Que nuevos mundos de heroísmo crea. (A Guillmllo Va.~eta) En el templo de las Musas languidece la armonía, El espíritu abrevado con la hiel del desconsuelo, Las coronas de los bardos deshojadas por el suelo, Apagados los albores de la tarde en agonía; En las tumbas repercuten los graznidos del mochuelo, Se descuelgan nubes hoscas en redor de la arquerla, En el templo de las M:usas languidece la armonía, Yen las cuerdas de las arpas vioradoras gime el Duelo. Cuando surgen los recuerdos del Poeta que vertía En el molde de la estrofa la ansiedad de su desvelo Persiguiendo los encantos de la eterna melodía .... Oh poeta infc;>rtunado. _•• 1 Grita un ángel desde el cielo ••• __ X:..§1e1 templo de las Musas languidece la armonía 1 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia