Universidad Rafael Landivar Facultad de Humanidades Psicología clínica “NIVELES DE DEPRESION Y ANSIEDAD EN PACIENTES EPILÉPTICOS QUE ASISTEN A CONSULTA EXTERNA DE ADULTOS AL DEPARTAMENTO DE NEUROCIENCIAS DEL HOSPITAL GENERAL SAN JUAN DE DIOS” TESIS Maria José Paiz Aparicio CARNÉ 120800-05 GUATEMALA DE LA ASUNCION, ENERO DE 2012 CAMPUS CENTRAL 1 Universidad Rafael Landivar Facultad de Humanidades Psicología clínica “NIVELES DE DEPRESION Y ANSIEDAD EN PACIENTES EPILÉPTICOS QUE ASISTEN A CONSULTA EXTERNA DE ADULTOS AL DEPARTAMENTO DE NEUROCIENCIAS DEL HOSPITAL GENERAL SAN JUAN DE DIOS” TESIS Presentada al Consejo de la Facultad de Humanidades Por: Maria José Paiz Aparicio Carné: 120800-05 Previo al título de: PSICÓLOGA CLÍNICA En el grado académico de: LICENCIADA GUATEMALA DE LA ASUNCION, ENERO DE 2012 CAMPUS CENTRAL 2 AUTORIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR Rector P. Rolando Enrique Alvarado López, S.J. Vicerrectora Académica Dra. Lucrecia Méndez de Penedo. Vicerrector de Investigación y Proyección P. Carlos Cabarrús Pellecer, S.J. Vicerrector de Integración Universitaria P. Eduardo Valdés Barría, S.J. Vicerrector Administrativo Lic. Ariel Rivera Irías. Secretaria General Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena. AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos Vicedecano M.A.Hosy Benjamer Orozco Secretaria M.A. Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón Directora del Departamento de Psicología M.A. Georfina Mariscal de Jurado Directora del Departamento de Educació M.A. Hilda Díaz de Godoy Directora del Departamento de Ciencias de la Comunicación M.A, Nancy Avendaño Director del Departamento de Letras y Filosofia M.A. Ernesto Loukota Representante de Catedráticos Lic. Ignacio Laclériga Giménez Representante del Consejo de Facultad Licda. Melisa Lemus ASESOR DE TESIS Dra. Edna Karina Vaquerano Martínez REVISORA DE TESIS M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos. 3 4 5 DEDICATORIA A mi padre Ariel Paiz Gálvez †, por enseñarme que todo sueño se puede alcanzar con esfuerzo y dedicación, por creer siempre en mí y estar a mi lado apoyándome en todo momento y nunca dejarme sola, por ser el mejor ANGEL que alguien puede tener y porque desde el cielo me alienta a seguir adelante. A mi madre América Aparicio de Paiz, por ser mi amiga, mi apoyo, por el esfuerzo y la pasión, por la fortaleza de ayudarme en todo momento a salir adelante, por su aliento para no dejarme vencer, y por el valor de salir adelante ante cualquier obstáculo. 6 AGRADECIMIENTOS A DIOS Por ser siempre mi guía y darme las fuerzas para seguir adelante. A MIS PADRES: Ariel Paiz Gálvez † y América Aparicio de Paiz por sus enseñanzas y apoyo incondicional, sobre todo por alentarme para alcanzar mis sueños. A MIS HERMANOS: Ariel Paiz Aparicio por estar conmigo en todo momento y apoyarme. Andrea Paiz Aparicio pos su apoyo. A LA ITA, JANINA, JOSÉ, ENANO, DIEGO Y PONCHO Por estar siempre en cada momento de mi vida apoyándome, dándome su cariño y por no dejarme vencer y animarme a alcanzar mis sueños. A MIS AMIGAS Y AMIGOS Por siempre estar el pendiente de mí, por brindarme su apoyo incondicional, por los momentos compartidos y su cariño. A DRA. EDNA KARINA VAQUERANO Gracias por su apoyo en todo momento, por sus palabras de aliento, por ser un gran ejemplo de profesionalismo y dedicación, por ser una guía, y por darme los ánimos para no darme por vencida y alcanzar mis sueños. A TODOS GRACIAS POR SU CARIÑO Y APOYO. 7 INDICE RESUMEN............................................................................................................................. 10 INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 11 I. Historia de la epilepsia: ....................................................................................... 18 1.1 1.1.2 Epilepsia: ................................................................................................................. 19 1.1.3 Causas de la epilepsia: ......................................................................................... 20 1.1.4 Síntomas de la epilepsia: ................................................................................... 23 1.1.5 Crisis Epiléptica ...................................................................................................... 24 1.1.6 Clasificación de crisis epilépticas ........................................................................ 25 1.1.7 Convulsiones: ......................................................................................................... 33 1.1.8 Tipos de epilepsia: ................................................................................................. 36 1.2 Depresión.................................................................................................................... 38 1.2.1 Depresión en pacientes con epilepsia ................................................................ 41 1.3 Ansiedad: ................................................................................................................... 45 1.3.1 Ansiedad en pacientes con epilepsia .................................................................. 47 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ....................................................................... 49 II. 2.1 Objetivos ..................................................................................................................... 50 2.1.1 Objetivo General: ................................................................................................... 50 2.1.2 Objetivos Específicos: .................................................................................. 50 2.2 Elementos de estudio ....................................................................................... 50 2.3 Definición de elementos de estudio.............................................................. 51 2.4 Alcances y límites .............................................................................................. 52 2.5 Aporte .................................................................................................................... 52 MÉTODO ................................................................................................................... 54 III. 3.1 SUJETOS .............................................................................................................. 54 3.2 INSTRUMENTO ................................................................................................... 55 DESCRIPCION ................................................................................................................... 55 3.3 PROCEDIMIENTO ............................................................................................... 59 3.4 DISEÑO....................................................................................................................... 59 3.5 METODOLOGIA ESTADISTICA ....................................................................... 59 IV. PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS ......................................................... 61 V. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS ...................................................................... 78 8 VI. CONCLUSIONES..................................................................................................... 80 VII. RECOMENDACIONES ........................................................................................... 81 VIII. REFERENCIAS BILIOGRAFICAS ........................................................................ 82 ANEXOS ................................................................................................................................ 86 9 RESUMEN La presente es una investigación que busca determinar los niveles de depresión y ansiedad en pacientes epilépticos que asisten a consulta externa de adultos al departamento de neurociencias del Hospital General San Juan de Dios. Es una investigación de tipo descriptivo. La muestra fue conformada por 30 pacientes epilépticos entre hombres y mujeres atendidos en consulta externa de adultos en el departamento de neurociencias del Hospital General San Juan de Dios, entre las edades de 18 a 79 años, seleccionados al azar. El instrumento utilizado fue la Escala de Depresión y Ansiedad en Pacientes Hospitalarios (HADS). Se pudo determinar que los pacientes presentaron niveles de ansiedad como de depresión, debido al desconocimiento de la enfermedad en general. Se observó que la muestra presento un total de 14 sujetos con niveles de ansiedad y depresión en puntuaciones similares en las escalas que miden los factores indicados. 10 sujetos obtuvieron puntuaciones altas en la escala de depresión y 6 sujetos obtuvieron puntuaciones altas en la escala de ansiedad. Los resultados de este estudio, demostraron que tanto la ansiedad como la depresión están presentes en los pacientes con epilepsia. 10 I. INTRODUCCIÓN El presente trabajo de investigación tuvo como objetivo medir los niveles de ansiedad y depresión en pacientes con diagnostico de epilepsia, que asisten a consulta externa de adultos al departamento de neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios. La epilepsia es una enfermedad crónica no transmitible, caracterizada por crisis recurrentes de diversos tipos y donde además pueden coexistir en los pacientes diversos trastornos de conducta que hacen más difícil la calidad de vida de los mismos. Según Stokes (2011), la ansiedad junto con la depresión son unos de los padecimientos psiquiátricos que aparecen con mayor frecuencia en la epilepsia. En la epilepsia, la ansiedad y la depresión pueden aparecer en los periodos periíctales o interictales, lo cual parece ser mayor según algunas características de la epilepsia. En Guatemala se han realizado diversos estudios sobre epilepsia, entre los cuales se pueden destacar los siguientes autores: Kuestermann (1995) realizo un estudio sobre los factores de riesgo para epilepsia, en la aldea Cerro Alto, San Juan Sacatepéquez, utilizo un cuestionario adaptado del Protocolo de Investigación de Desordenes Neurológicos en Países en Desarrollo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Dividió la investigación en 2 fases, en la primera encuesto a un total de 1,528 habitantes, detectando 10 casos positivos por medio del cuestionario, 8 fueron confirmados por diagnóstico clínico especializado. En la segunda fase escogió un grupo de control al azar; administro un cuestionario de factores de riesgo de epilepsia que incluían, antecedentes familiares de la enfermedad, problemas perinatales, factores obstétricos, convulsiones febriles, entre otros. El único factor de riesgo encontrado en el estudio asociado al desarrollo de la epilepsia fue el antecedente familiar de la enfermedad. 11 Ramírez (1980), investigó acerca de la personalidad obsesiva-convulsiva en pacientes epilépticos utilizando la prueba de personalidad MMPI. Los sujetos fueron divididos en dos grupos; el primero incluyo pacientes epilépticos y el segundo por personas sin el diagnostico de epilepsia, conformando una muestra de 86 pacientes, posteriormente de aplicar la prueba se puedo establecer que en esta muestra las personas epilépticas eran de personalidad obsesiva-convulsiva. Según Stokes (2011), al indagar en lo que sabe la población sobre la enfermedad y empezando por los propios pacientes, “es triste que ni éstos sepan qué es la epilepsia”. Ni el propio paciente sabe en qué consiste la enfermedad y sería bueno preguntarse por qué sucede esto. La mayoría de los pacientes diagnosticados en la infancia, llegan a la adolescencia con una baja autoestima, sintiéndose inferiores y 'únicos'. Y serán las crisis el tema 'menos importante' para ellos. Su mayor temor: es sentirse rechazados e inferiores en la sociedad. Y en la sociedad, aún hay gente que piensa que un paciente con epilepsia no tendrá autonomía o será incapaz de formar una familia. La enfermedad puede llegar a desencadenar síntomas psicológicos como la ansiedad que es la respuesta normal a conflictos que ponen en peligro la vida y, depresión la cual es la reacción de la persona ante una situación mezclando un sentimiento. Patzán y García (2005) realizaron un estudio sobre la depresión y ansiedad en pacientes adultos en pre y post operatorio de enfermedades cardiacas de UNICAR, utilizaron la escala para medir la Ansiedad y Depresión de Zung, se utilizaron 40 sujetos entre hombres y mujeres con un nivel socioeconómico diverso. El único requisito era formar parte de la muestra, ser pacientes de UNICAR. Luego de haber aplicado las pruebas se pudo determinar que los pacientes presentaron más ansiedad en la fase preoperatorio debido a la reacción ansiosa que el individuo desarrolla ante una intervención quirúrgica, se pudo determinar en el proceso los factores de edad, sexo, escolaridad, religión y estado civil influyen grandemente a aumentar más los síntomas 12 ansiosos y depresivos en los pacientes hospitalizados. La enfermedades del corazón producen mucha ansiedad y el miedo ante la muerte es constante. Stokes (1998), realizó un estudio sobre la prevalencia de epilepsia y enfermedad cerebro vascular, en la aldea el Rosario municipio de Rio Hondo Zacapa, se escogió al grupo poblacional por tener una estructura homogénea en cuanto al aspectos étnico, cultural y económico. Se utilizo los conceptos y lineamientos de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE SALUD. Los resultados del estudio de Epilepsia y Enfermedad Cerebrovascular, se encontró con una prevalencia similar a la de otros países en desarrollo. Con una prevalencia global para la Epilepsia de 15.55 por cada mil habitantes y Enfermedad Cerebrovasculares de 6.6 por cada mil habitantes. Sagastume (2002), realizó una investigación sobre los enfermos renales crónicos en Guatemala, en la cual buscaba establecer cuáles eran los estados de depresión y niveles de ansiedad de los pacientes diagnosticados con insuficiencia renal crónica. La muestra fue conformada por 12 pacientes atendidos en la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico, entre las edades de 21 y 66 años, con un estatus socioeconómico medio y bajo, fueron seleccionados al azar y que no se encontraran en tratamiento psicológico. Los instrumentos utilizados fueron los test de Depresión de Beck y los test de Ansiedad STAI-82 y una entrevista semiestructurada. La investigación se concluyo que un porcentaje significativo de los pacientes presentaron estado de depresión grave y niveles altos de ansiedad, así como coincidencia entre depresión y ansiedad; las mujeres están más propensas a estados graves de depresión y niveles altos de ansiedad. Mendizabal (1991), realizó un estudio para determinar la prevalencia de epilepsia en un área rural guatemalteca, en la cual diseño un estudio transversal en una comunidad del municipio de San Juan Sacatepéquez con una población aproximada de 2,000 habitantes. Realizo una encuesta de 13 puerta en puerta a todas las viviendas de la aldea con el fin de identificar casos sospechosos de epilepsia mediante el llenado de un formulario adaptado del Protocolo de Investigación de Desordenes Neurológicos en países en vías del desarrollo de la Organización Mundial de la Salud. Los casos sospechosos fueron reinterrogados individualmente y se les practico examen neurológico completo. El diagnóstico se hizo en base a la historia, antecedentes y clínica de la enfermedad. Del total de la población, 1,931 habitantes cumplieron los criterios de inclusión al estudio que eran todas aquellas personas de cualquier sexo. De este total se entrevisto a 1,882 personas ya que 52 personas elegibles para el estudia no participaron en el mismo. Un total de 16 pacientes epilépticos fueron detectados, 11 de los cuales presentaban la forma activa de la enfermedad. La tasa de prevalencia cruda de epilepsia, calculada para esta población, fue de 8.5 x 1,000. En estudios Internacionales, según Tango (2010), Algunas de las causas más comunes de epilepsia abarcan: Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio ( AIT) Enfermedades que causan el deterioro del cerebro Demencia como el mal de Alzheimer Lesión cerebral traumática Infecciones (incluyendo absceso cerebral, meningitis, encefalitis, neurosífilis y SIDA) Defectos cerebrales congénitos (Problemas presentes desde antes de nacer) Lesiones cerca del momento del nacimiento (en este caso, las convulsiones comienzan en la lactancia o primera infancia) Insuficiencia renal o hepática Enfermedades metabólicas con las cuales los niños pueden nacer (como fenilcetonuria) Tumores u otras lesiones cerebrales estructurales (como hematomas o vasos sanguíneos anormales) 14 El ser diagnosticado con la enfermedad de epilepsia, lleva a muchas personas a pensar que son las únicas que tiene este padecimiento, tienden a estigmatizarse por padecer esta enfermedad manifestando depresión y ansiedad. En la investigación de González-Pal, Quintana-Mendoza, Fabelo-Roche y González-Rodríguez (2004), en el cual realizaron un estudio sobre la ansiedad de un grupo de pacientes con epilepsia: compararon 100 pacientes con diagnostico de epilepsia frente a un grupo similar de pacientes con migraña y otro de sujetos supuestamente sanos, para observar la presencia de ansiedad en un grupo de variables biológicas y medicamentosas. A los pacientes se les aplico el test de Hamilton para determinar la ansiedad. Los resultados fueron que el 51% de los pacientes con epilepsia y el 54% de los que sufrían migraña tienen ansiedad. Según Blázquez (1989), la depresión es un trastorno que afecta los sentimientos, pensamientos y acciones de la población, de manera frecuente y constante. Las causas de la depresión son una combinación de factores biológicos, genéticos, sociales y psicológicos, por lo que debe tratarse de una forma integral, ya que pueden afectar la manera de reaccionar del paciente durante el tratamiento. Considero que son cuatro las principales causas: 1º. Síndromes depresivos que son producidos, por diversas patologías médicas; 2º. Trastornos depresivos que surgen como consecuencia de la reacción individual psíquica a la situación; 3º. Depresiones que son independientes de la enfermedad somática; por último, un cuadro depresivo que sugiere la posibilidad de factores desconocidos. Guerra (2000), Habla de factores referidos al entorno y la capacidad del individuo para responder a las demandas del medio ambiente. Se ha implicado a las circunstancias externas potencialmente productoras de estrés (los llamados acontecimientos vitales) como factores precipitantes de los trastornos afectivos. Estos acontecimientos vitales, al recaer sobre un 15 individuo que ya tiene una vulnerabilidad de base, desencadenarían el inicio de una depresión. Se piensa que los pacientes deprimidos experimentan más acontecimientos vitales en los meses que preceden al comienzo de los síntomas. Los acontecimientos vitales más potentes para precipitar una depresión serían aquellos no deseados, no controlables, inesperados, y que suponen una amenaza o peligro importante para el sujeto; entre ellos, los acontecimientos que suponen una pérdida para el individuo (muerte del cónyuge o un familiar próximo, divorcio o separación, jubilación o pérdida de empleo, abandono del hogar por parte de algún miembro de la familia), son los más claramente asociados al inicio de un trastorno depresivo. También se han de considerar los problemas de salud física por suponer igualmente una pérdida. Sin embargo, se ven muchos sujetos con trastornos afectivos en cuyos antecedentes no se detectan acontecimientos desfavorables, también se ven personas que padecen dificultades y pérdidas considerables sin que manifiesten síntomas de enfermedad. De igual manera existen situaciones estresantes crónicas que requieren un gran esfuerzo del individuo para afrontarlas, y podrían relacionarse con el inicio de la depresión. Esto se debe a que hay pasos intermedios entre el acontecimiento vital estresante y la elaboración de respuestas psicobiológicas por parte del organismo, en el que intervienen procesos de pensamiento y estrategias de afrontamiento para enfrentarse al estresor. En el inicio de un episodio depresivo, por tanto, hay que considerar, a parte de los acontecimientos estresantes, la intervención de varios niveles (biológico-psicológico-social) de forma interrelacionada entre sí. Lazarus (1986), en el epígrafe “El estrés como fundamento de la atención psicológica en la epilepsia” explica cómo inicialmente, el estrés fue conceptualizado como respuesta adaptativa del organismo frente a los estímulos o situaciones nocivas que amenazan su estabilidad. Posteriormente, otros autores mostraron interés por establecer el valor relativo de los estímulos o eventos vitales que provocan esta respuesta, al 16 ser percibidos por el organismo como una amenaza o fuente de peligro, pero la concepción del estrés como proceso transaccional es mucho más amplio y funcional. Lazarus planteó que las causas del estrés no podían ser buscadas ni en el individuo ni en el ambiente, sino que estaban vinculadas a la relación entre ambos. De esta forma define el estrés psicológico como una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por este como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar. Fabelo (2007), realizo una investigación con el propósito de elaborar un Programa de Intervención Psicosocial para la atención de pacientes con epilepsia. Inicialmente diseño el Modelo Teórico Metodológico que lo sustenta, en el que se incluyeron dos sistemas de dimensiones que lo configuran: uno teórico explicativo del origen de la inadaptación evidente frecuentemente observada y otro metodológico que promueve una adaptación psicosocial aceptable. Fueron estudiados 400 pacientes con epilepsia y la intervención se ejecuto en los 200 asignados al Grupo Experimental. Aplico acciones educativas y psicoterapéuticas dirigidas para promover estilos de vida adecuados, prevenir las manifestaciones agudas de la epilepsia, potenciar la aceptación de la enfermedad y la adherencia terapéutica y adecuar los servicios de salida que reciben a sus necesidades. El resultado obtenido fue significativamente superior a los alcanzados por los pacientes del Grupo Control y demuestran la afectividad del programa aplicado. Chacón, Muñoz, Rivas y Miranda (2007), realizan un estudio descriptivo de la prevalencia de depresión en pacientes con epilepsia que consultan el Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle y la Liga contra la Epilepsia en Cali, Colombia, aplicaron la escala de Beck y Hamilton. La muestra fueron 100 pacientes con epilepsia, mayores de 18 años de edad, en el estudio el 17 59% de los pacientes estaban deprimidos, con asociaciones entre frecuencia de convulsiones y depresión. Las personas adultas con epilepsia deben de tratar con los aspectos psicológicos que les pueden llegar a afectar a su vida diaria, esto incluye la manera en que las demás personas que los rodean los presiden y como los pacientes se pueden llegar a sentir debido al ser diagnosticados con epilepsia. 1.1 Historia de la epilepsia: Según Bowman y Rand (1984), la epilepsia es un síndrome caracterizado por buscar alteraciones pasajeras de la función cerebral que produce síntomas motores, sensitivos, autonómicos o psíquicos, frecuentemente acompañados de pérdida de conocimiento. El termino epilepsia proviene de la palabra griega que significa “tomar posesión de” y refleja la idea, que todavía persiste en algunas sociedades primitivas y predominio en Europa hasta el siglo XVIII, según la cual los síntomas raros que frecuentemente presentan los epilépticos sin tratamiento son indicación de que el paciente esta poseído por el diablo. Pueden encontrarse referencias a esta enfermedad hasta 2,080 años antes de Jesucristo. Hipócrates, en 400 a.J.C., se opuso a la explicación sobrenatural de la epilepsia y la atribuyo correctamente a una función anormal de cerebro. En los tiempos de Galeno, la epilepsia se considero erróneamente relacionada con la Luna, y esta idea, y el convencimiento de que el trastorno estaba influido por las fases de la luna, persistió hasta el final del siglo XVIII. En tiempos de Hipócrates el tratamiento de la epilepsia incluida testículos de hipopótamo y sangre de tortuga. Durante el siglo XVII fue con enemas, purgantes y fomentos, o sea el tratamiento estándar para liberar el cuerpo de los demonios. Pero al llegar al siglo XVIII se abandono la idea de que la 18 enfermedad fuera de origen demoniaco, sustituida por otra idea equivocada, según la cual dependía de excesos sexuales y de masturbación. Esta idea alcanzo un máximo extraño a finales de siglo XIX, cuando se recomendó la castración como tratamiento de los varones epilépticos. Así pues, la preocupación con los genitales había “progresado” desde la administración de testículos de hipopótamo en tiempo de Hipócrates hasta la sugerencia de suprimir los testículos del paciente a fines del siglo XIX. Sin embargo, hecho paradójico, la concepción errónea acerca de la sexualidad de la etiología de la epilepsia, fue por azar el motivo del primer tratamiento medicamentoso eficaz en 1857. El adelanto mas importante en el tratamiento se logro en 1912 cuando Hauptman, en Alemania, describió la eficacia del fenobarbital en la epilepsia de gran mal. El siguiente avance importante fue un poco antes de la guerra de 1939-45 cuando se prepararon las hidantoínas en Estados Unidos; luego en 1945, la primera de las succinimidas proporciono un adelanto importante en el tratamiento de la epilepsia de pequeño mal. 1.1.2 Epilepsia: La Liga Internacional Contra la Epilepsia (1981), define la epilepsia como “una enfermedad crónica producida por diferentes etiologías, caracterizada por ataques recidivantes”. Según Carlson, (1996), la epilepsia es un trastorno intermitente del Sistema Nervioso Central, debido presumiblemente a una descarga brusca, excesiva y desordenada de las neuronas cerebrales, la descarga da como resultado una perturbación casi instantánea de la sensibilidad, pérdida de conciencia o función psíquica, movimientos convulsivos o una combinación de todos estos trastornos. Lemus (2000), describe la epilepsia como un cuadro sintomático caracterizado por una descarga neuronal súbita, paroxística, recidivante que 19 se manifiesta en trastornos de conciencia, perceptivos, motores, autonómicos, mnémicos (memoria), emocionales y conductuales según el área donde se localizo el foco epiléptico. Gram y Dam (1995), comentan, que es importante destacar que la epilepsia no es una enfermedad sino un conjunto de síntomas que se manifiestan por crisis repetidas generadas en las células nerviosas. Así como una cefalea puede tener muchas causas diferentes, la epilepsia es un síntoma que puede ser resultado de muchas enfermedades diferentes en el encéfalo, la epilepsia no es contagiosa. En conclusión, la epilepsia se verá caracterizada por crisis epilépticas las cuales se deben a descargas anormales de neuronas, llegan a causar gran malestar y preocupación por la poca predicción del episodio, además de la angustia para la persona que lo está experimentando. 1.1.3 Causas de la epilepsia: Según Villarejo (1998), comenta que aproximadamente dos terceras partes de los casos de epilepsia no tienen un factor causal bien identificable. Actualmente se tiene la tendencia de clasificar la epilepsia y síndromes epilépticos en idiopáticos (relacionados con la edad de aparición, incidencia elevada de factores genéricos y de evolución en general benigna), sintomáticos (secundarios a lesiones no progresivas de origen pre y perinatal o de tipo progresivo asociados a trastornos metabólicos y/o degenerativos), y criptogénicos (de causa no establecida en los que el pronóstico suelen ser favorables o al menos incierto). Con la mejoría de las técnicas complementarias de diagnostico el número de casos criptogénicos va disminuyendo a favor de anomalías congénitas generales o de base genética. Esta división, clínicamente importante, no tiene por tanto más que un valor teórico limitado y no debe asimilarse a los términos lesional y no lesional. 20 Según la Asociación Andaluza de Epilepsia (2011), las causas de la epilepsia varían con la edad. Se puede producir crisis en una etapa determinada de la vida y con el tiempo cesan; otras causas producen epilepsia de manera crónica. En cualquier caso, no debe olvidarse que la aparición de crisis en una persona no siempre resulta de una evidente relación causa-efecto. Herencia Aun existe la creencia popular de que la epilepsia se hereda, no suele ser así. Esta demostrada esta causa solo en determinados tipos de epilepsia, como en el caso de la esclerosis tuberosa, la neuro-fibromatosis y la lipidosis. En otras ocasiones lo que se puede heredar es un umbral convulsivo mas o menos alto que es diferente en cada persona. Salvo en el caso de tratarse de una enfermedad neurológica hereditaria como las mencionadas, el factor genético de predisposición a padecer crisis convulsivas es muy limitado. Errores congénitos del desarrollo Malformaciones congénitas hereditarias: Comprenden las malformaciones arteriovenosas, los errores en la migración neuronal y las facomatosis. Algunas malformaciones congénitas presentes en el nacimiento no son hereditarias, como las deformidades sufridas por hijos de madres que han sido sometidas a productos tóxicos durante la gestación, o bien han sufrido algún tipo de infección, radiación, etc. Errores congénitos del metabolismo: Hiperglucemia, D-gliciricidemia, fenilcetonuria, ceroidopolipofucciosis, enfermedad de la Lafora, enfermedad de Huntington infantil, enfermedad de Gaucher, etc. 21 Anoxia cerebral El insuficiente aporte de oxigeno al cerebro puede ocurrir durante el parto, o en la infancia. Una convulsión febril puede ser responsable de anoxia cerebral y condicionar una ulterior epilepsia por el daño cerebral secundario. En edades adultas una enfermedad cerebro-vascular produce una lesión focal por anoxia y crisis epilépticas. Traumatismos cráneo-encefálicos (TCE) La lesión cerebral proveniente de traumatismo craneal puede provocar una epilepsia secundaria. Hay tres factores que indican un mayor riesgo de padecer crisis secundarias a un traumatismo cráneo-encefálico: Duración de la amnesia postraumática. A mayor duración mayor riesgo. La amnesia post-traumática puede durar entre breves minutos y varias semanas o meses. La presencia de signos neurológicos focales. La presencia de una lesión localizada en la superficie cortical cerebral. Si no existiese ninguno de estos factores, el riesgo de padecer una epilepsia postraumática se calcula en un 2% de los casos. En caso contrario, el riesgo asciende al 40%. Por otro lado, la aparición de crisis epilépticas tempranas, tras el traumáticos (en la primera semana), incrementa aun más la posibilidad de una epilepsia secundaria. Tumores cerebrales Primarios y secundarios Enfermedades infecciosas Meningitis de causas diversas, encefalitis, abscesos cerebrales bacterianos o parásitos, enfermedades priónicas. 22 Trastornos metabólicos adquiridos Hipoglucemia, hipocalcemia, hipernatremia, insuficiencia renal crónica, etc. Enfermedades degenerativas del sistema nervioso central Alcohol El consumo de alcohol crónico puede llevar a una epilepsia alcohólica. Tóxicos Exposición a elementos tóxicos como el plomo, mercurio, monóxido de carbono, etc. 1.1.4 Síntomas de la epilepsia: Según el artículo Zieve (2008), realizado en University of Maryland, la gravedad de los síntomas puede variar enormemente, desde simples episodios de ausencias hasta perdida del conocimiento y convulsiones violentas. Para la mayoría de los pacientes con epilepsia, cada crisis es similar a las anteriores. El tipo de convulsión o crisis epiléptica que una persona experimenta depende de una variedad de cosas, como la parte del cerebro afectada y la causa subyacente de dicha convulsión. En algunas personas, se presenta un aura, que consiste en una sensación extraña (como hormigueo, sentir un olor que no existe realmente o cambios emocionales), antes de cada crisis. Algunas personas que padecen epilepsia se dan cuenta de que van a tener una crisis horas antes de que suceda. Cambios como dolor de cabeza, variaciones de humor, letargia (pereza) o espasmos musculares involuntarios son algunos de los síntomas frecuentes que tienden a preceder a una crisis. Estos síntomas son diferentes a los de la aura o sentimiento que precede a una crisis convulsiva generalizada. Esta aura es, actualmente, parte de la 23 crisis y sobreviene segundos o minutos antes de la crisis actual. No obstante, en la mayoría de las personas las crisis son impredecibles y no están relacionadas con su situación actual. Sin embargo, algunos determinantes externos pueden disparar ataques. La falta de sueño, el estrés emocional, el saltarse comidas (hipoglucemia), la ingestión/abandono del alcohol, incluso la fiebre o algunas infecciones pueden pueden crisis convulsivas. En casos menos frecuentes, las crisis son provocadas por estímulos específicos como música, lectura o cualquier tipo de luces brillantes que parpadeen, también conocidos como epilepsia fotosensible. 1.1.5 Crisis Epiléptica Según Sánchez (2003), una crisis epiléptica es la manifestación clínica de una descarga eléctrica incontrolada en el cerebro. Por ello, según donde se produzca esa descarga (o a las áreas a las que se propague), así son las manifestaciones que tenga el paciente. Sánchez (2003), comenta que una crisis epiléptica es una manifestación clínica paroxística que aparece en una persona, de forma brusca e inesperada, y finaliza habitualmente de forma rápida, que se debe a una actividad anormal súbita, breve y transitoria, de un grupo de neuronas cerebrales. Las neuronas se comunican entre sí por impulsos que tienen alguna similitud con los impulsos eléctricos; pues bien, en una crisis epiléptica, algunas neuronas del cerebro descargan impulsos “eléctricos” excesivos (descarga epiléptica), debido a cualquier proceso que provoque una alteración en el funcionamiento normal de estas neuronas. En ocasiones, el proceso desencadenante de una crisis epiléptica es conocido, pero aislado, como ocurre ante una intoxicación por drogas o por una bajada excesiva de glucosa en la sangre y en el cerebro y no tiene por qué repetirse. En otras ocasiones, las crisis epilépticas aparecen de forma 24 espontanea, es decir, no provocada por una causa desencadenante concreta y conocida, y esta si tiene tendencia a la repetición. Las crisis epilépticas son de comienzo brusco y repentino y duran segundos o, a lo sumo, pocos minutos. Durante la crisis epiléptica se puede perder el conocimiento, tener movimientos rítmicos o no y la persona no se da cuenta de nada, o puede permanecer consciente y notar movimientos bruscos involuntarios o una sensación o emoción anormal. 1.1.6 Clasificación de crisis epilépticas La actual Clasificación de las Crisis Epilépticas es el resultado del trabajo de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) realizada en el año 1970, esta clasificación fue revisada en 1981. Crisis parciales Son las que afectan a una sola zona cerebral. Crisis parciales simples Son aquellas en las que los cambios clínicos y electroencefalográficos indican alteración de un sistema neuronal localizado a una parte del hemisferio cerebral y no existe afectación de la conciencia. Síntomas motores Focales motores: consisten en movimientos involuntarios tónicos o clónicos contralaterales, que se inician más frecuentemente en la extremidad superior, la comisura bucal, lengua o parpados. Su origen está en el área motora del lóbulo frontal. Si las crisis convulsivas progresan (inician las crisis en la mano seguidos por la cara y luego por la pierna) se llaman Jacksoniana. Posturales: se originan en el área motora suplementaria y se caracteriza por flexión y abducción del brazo opuesto al hemisferio 25 cerebral afectado, con rotación externa del hombro, desviación de cabeza y ojos (como si observara el movimiento del brazo y la mano). Versivas: se origina en el área precentral. Se caracteriza por contracción de varios grupos musculares bilaterales y sinérgicos; se desplazan los ojos y la cabeza en dirección opuesta al hemisferio que descarga (crisis controversiva) o hacia el mismo lado (ipsiversiva). Su significado topográfico es variable. Cuando existe una desviación tónica rápida de los ojos (crisis oculógiras) la lesión es atribuida al área 8, región frontal intermedia. Fonatorias: estas pueden ser crisis afémicas (el sujeto no puede emitir palabra) o anártricas (las pronuncia de manera defectuosa por la incoordinación motora). La descarga se localiza en el hemisferio dominante en el área motora suplementaria. Vocalizaciónes: articulación continua o rítmicamente repetitiva, crisis epiléptica palilálica (repetición involuntaria e incoercible de una palabra o frase). Síntomas somatosensitivos Las crisis con síntomas somatosensoriales se originan la corteza sensorial (circunvolución post-central) del lóbulo parietal. Se caracteriza por sensación de adormecimiento, hormigueo o trastornos de la propiocepción, sensación de calor o frío. Visuales: Se originan en la corteza del lóbulo occipital o áreas de asociación. El paciente puede ver relampagueos de luz, manchas o formas inespecíficas, escotomas (zonas o “manchas” en el campo visual), hemianopsias (ceguera de una parte del campo visual), amaurosis (ceguera completa). 26 Auditivas y vertiginosas: Se originan en la circunvolución trasversa de Herschl del lóbulo temporal y se manifiestan por alucinaciones auditivas no organizadas: zumbido, tonos agudos o intensos, campanilleo, chasquidos, etc. Las crisis vertiginosas se expresan por sensación de desplazamiento o inestabilidad, sensación de que las cosas (o uno mismo) gira, sensación de caer. Olfativas: Se originan en el lóbulo frontal posterior más que del uncus del lóbulo temporal y se manifiestan por alucinaciones de olores desagradables y penetrantes (en ocasiones el paciente reconoce estos olores y en otras les son desconocidos y no los puede identificar). Síntomas autonómicos Las crisis con síntomas autonómicos se pueden manifestar con palidez, enrojecimiento, cambios en la frecuencia cardiaca y tamaño pupilar, alteraciones en la presión arterial y/o el ritmo cardíaco, vómito, sensación de malestar epigástrico, incontinencia de esfínteres, emisión de heces u orina. Síntomas psíquicos Crisis Afásicas: Se debe a una descarga de la región frontal inferior o temporoparietal, se caracteriza por la suspensión del lenguaje, en su elaboración, percepción o expresión. Crisis Dismnésicas: La lesión se encuentra en la isocórtex temporal y hasta de Ammon, los pacientes tienen sensación de familiaridad, que todo lo que está ocurriendo ya hubiera ocurrido antes ("sensación de lo ya visto"), el paciente siente como que las cosas se repitieran en una pantalla. En otras ocasiones el paciente presenta sensaciones de 27 extrañeza, objetos familiares se vuelven irreconocibles (“sensación de lo nunca visto”) como si nunca hubiera existido. Se asocian a una sensación de despersonalización, como si uno estuviera separado de su propio cuerpo y se estuviera viendo lo que sucede en un escenario. Crisis Cognitivas: El estado de ensueño es característico de lesión del lóbulo temporal; el paciente tiene la sensación de estar viviendo un sueño, ilusiones incoherentes e irreales. Pensamiento Forzado: El paciente tiene pensamientos que le llegan a la mente sin control, la cual olvida inmediatamente o puede repetir el mismo pensamiento una y otra vez. Estas sensaciones emocionales intensas pueden ser agradables o desagradables. Afectivas: Los pacientes tienen sensación de agrado o desagrado, miedo intenso, ansiedad, temor, o depresión con sentimientos de rechazo y minusvalía, generalmente de unos minutos de duración y seguidos de confusión postictal. La lesión se encuentra a nivel del sistema hipocámpico basal, en los accesos de origen temporal y el giro angular acceso de origen frontal. Gelásticas: una carcajada, risa patológica artificial inapropiada puede ser un signo de una crisis y formar parte de una sintomatología más rica, se debe a descargas temporales internas o giro cingular. Ilusiones: Los objetos reales son percibidos en forma alterada. Los objetos se alejan o se hacen pequeños (micropsias) se acercan o se hacen grandes (macropsias). Puede ser ilusiones de tipo auditivas, los sonidos se alejan o disminuyen (microacusia), se acercan o magnifican (macroacusia). 28 Alucinaciones Visuales organizadas: El paciente ve objetos ante sí, personas y acciones se debe a la participación de áreas de asociación del lóbulo occipital. Auditivas organizadas: Son musicales (tonadas cantos) verbales (frases conocidas o no, conversaciones), están causadas por la desorganización paroxística de las áreas asociativas vecinas al giro de Herschl. Olfativas: Los pacientes perciben olores desagradables (excremento) carne quemada, huevo podrido. Estas alucinaciones derivan de la participación del córtex temporal anterior. Somatognósicas: Sensación de ausencia del cuerpo, o de un segmento del cuerpo, aumento o disminución de peso, del tamaño de una parte del cuerpo, miembros fantasmas, visión autoscópica (puede ver partes de su cuerpo como si el mismo se estuviera examinando). Estas alucinaciones están en relación con lesiones del lóbulo parietal. Crisis Parciales Complejas Estas crisis tienen alteración aislada de la conciencia, el paciente pierde el contacto con el medio, no responde a los estímulos externos y una vez superada la crisis no recuerda lo sucedido (amnesia postictal). Generalmente se encuentra afectado el giro angular y las estructuras temporales internas. Pueden ser clasificadas en: Con alteración de la conciencia desde el inicio Sólo alteración de la conciencia 29 Seguidas de automatismos Oroalimentarios: Movimientos rítmicos, mastica, relame, actividad de degustación. Descarga del núcleo amigdalino. Mímicos: Expresiones faciales, actitud del cuerpo, muecas, manifestaciones de tipo tics. Gestuales Simples: Dirigidos hacia el mismo sujeto (rascarse, mover las manos) hacia el entorno (tomar un objeto, o una persona, rechazarlos objetos o personas) Se debe a una actividad paroxística del lóbulo temporal (probablemente del sistema límbico). Gesturales Complejos: Dirigidos hacia el sujeto (abrocharse o desabrocharse la ropa, hurgar en sus bolsillos) o hacia el exterior (desplazar un mueble, efectuar arreglos o movimientos estereotipados). Descarga córtex frontal anterior. Verbales: Son bastante variados: onomatopeyas, exclamaciones, repetición de frases cortas, canturreos, estereotipias de un mismo tema. Se relaciona con una descarga temporal o frontal anterior. Ambulatorios: contunua el acto en curso: caminar, ir en bicicleta, automóvil, etc., bien de una manera eupráxica (realiza los actos de manera correcta: conduce en su carril, se detiene en semáforos con la luz roja y despierta muy asombrado, son saber cómo ha llegado a ese lugar, ya que existe amnesia de los movimientos efectuados durante la crisis) o bien los movimientos son de tipo dispráxicos (no encuentra la acera, no respeta las reglas de transito, no puede hacer los cambios de marcha de manera adecuada, hace la maniobra correcta para estacionarse pero no frena al final). 2. 2 - De inicio como crisis simple y luego alteración de la conciencia 30 2.2.1 – Con sólo alteración de la conciencia 2.2.2 – Con automatismos (ver más arriba los tipos de automatismo) Crisis Generalizadas Pueden ser convulsivas o no convulsivas, los primeros cambios clínicos indican afectación inicial de ambos hemisferios. El EEG refleja descargas neuronales bilaterales y por regla general existe alteración de la conciencia. Ausencias: · Ausencias Típicas: Estas pueden ser simples y se van a caracterizar por alteraciones de la conciencia: el paciente detiene la actividad que se encuentra realizado (si estaba comiendo la cuchara puede quedar a mitad de camino a la boca, si estaba hablando queda bruscamente en silencia, si caminaba se queda quieto); no responde cuando se le habla (se queda “en blanco”). En breves segundos (generalmente duran 10 a 30 segundos), la crisis desaparece y el paciente reanuda lo que se encontraba haciendo con amnesia de lo ocurrido (termina de llevar la cuchara a la boca, termina la frase que estaba realizando, reanuda la caminata, etc.). Otras formas de presentación son aquellas denominadas: clónicas (a lo anterior se le agregar movimiento de grupos musculares: parpadeos, muecas faciales, etc.); atónicas (disminución del tomo muscular con: caída de la cabeza, de los brazos, relajación del tronco y/o extremidades, etc.); tónicas (contracción con aumento del tono muscular: el paciente puede ir para atrás, lateralizar la cabeza, contraer extremidades, etc.); automatismos (el paciente realiza actividades de manera inconciente: abotonarse la ropa, chasquidos de labios, búsqueda de cosas en el espacio, deambulación sin sentido, etc.). 31 Ausencias Atípicas: manifestaciones similares a las anteriores pero más marcadas en cuanto a su intensidad y/o duración. Mioclonías: Se caracterizan por crisis aisladas o repetitivas de varios grupos musculares, consisten en contracciones bruscas de los músculos (a veces son referidos como “temblores”) de forma súbita e involuntaria. Si el paciente tiene un objeto en la mano en el momento de la crisis se le cae el objeto o es arrojado súbitamente, si se afectan los miembros inferiores el paciente puede caer al suelo; se pueden asociar a crisis de ausencia o tónicas-clónicas. Clónicas: Se caracterizan por contracciones de grandes grupos musculares de manera repetitiva. Tiene una fase poscrítica muy breve y en ocasiones puede estar asociada a crisis de tipo tónica, constituyendo las denominadas crisis tónico-clónicas. Tónicas: Se caracterizan por una contracción forzada de la musculatura axial y de las extremidades, puede ser en flexión o en extensión. El paciente se encuentra inconsciente, puede presentar paro respiratorio y secundariamente cianosis por la contracción de la musculatura toráxica. La crisis dura de unos segundos a 2 o 3 minutos y luego pasa a la fase clónica; estas crisis son bilaterales y afectan los músculos faciales, glosofaríngeos, axiales (esta es la fase cuando la lengua puede lastimarse y aparecer espuma en la boca). Pueden presentarse incontinencia vesical o rectal (el paciente orina o defeca) y abundante salivación (sialorrea) Tónico - Clónicas: Existe una brusca contracción muscular de tipo intensa y constante. En ocasiones se acompaña de gritos o estridores (cuando existe compromiso de los músculos respiratorios). El paciente generalmente cae al suelo y suele aparecer la cianosis (coloración obscura lilácea de la piel) debido a la inhibición de la respiración por compromiso muscular. Luego de un periodo de tiempo variable, pero 32 breve, aparecen las contracciones de tipo clónicas, acompañadas en ocasiones de emisión de orina y/o heces y sialorrea. Luego de cesar los movimientos convulsivos el paciente se relaja y queda, generalmente, sumido en un profundo sueño del cual despierta con sensación de cansancio, dolor muscular y frecuentemente cefaleas. Atónicas: Estas crisis se caracterizan por la pérdida súbita del tono postural, de la cabeza o de todo el cuerpo, con caída posterior. Frecuentemente se asocian a una crisis de ausencia o pueden ser precipitadas por fenómenos de reacciones reflejas a "sorpresas" visuales o auditivas. 1.1.7 Convulsiones: Bruni (2006), define la convulsión epiléptica como una disfunción neurológica transitoria secundaria a una descarga eléctrica anormal y excesiva de las neuronas cerebrales. Sus manifestaciones clínicas son numerosas, incluyendo trastornos de la consciencia, cambios en las emociones, alteraciones de las sensaciones, movimientos anormales y trastornos de las funciones viscerales o de la conducta. Tanto las convulsiones generalizadas (ausencias y convulsiones tonicasclónicas) como en las convulsiones parciales complejas, en el cuadro clínico existe una alteración de la conciencia. Las convulsiones atónicas que suelen presentarse en pérdida de consciencia tiene una duración muy breve. En la mayoría de los pacientes es posible hacer un diagnostico correcto mediante la anamnesis, la exploración física y el EEG. Según Mendizábal, (1991). Existen diferentes tipos de convulsiones, cada uno con características y perfil electroencefalográfico propios. Algunos pacientes tienen convulsiones que son autolimitadas como parte de una entidad médica, neurológica o neuroquirúrgica agudas. Otras personas 33 tienen una única convulsión durante su vida sin que se logre determinar su causa exacta; estas convulsiones no constituyen epilepsia. Convulsiones Provocadas y no Provocadas. A. Convulsiones Provocadas. En los estudios de Sandler & Shorvon (1987) se propuso que ante la presencia o ausencia de un daño agudo precipitante, se permite la distinción entre dos posibilidades: Crisis sintomática aguda: Esta ocurre en asociación temporal con un daño agudo al Sistema Nervioso Central de tipo estructural (infección, evento cerebro-vascular [ECV], trauma craneal, postoperatorio de neurocirugías), metabólico (desequilibrio electrolítico, hipoglicemia, uremia, anoxia cerebral, eclampsia, fiebre) o tóxico (sobredosis o supresión de drogas recreacionales como cocaína y alcohol o de drogas prescritas como imipramina y benzodiacepinas, exposición a monóxido de carbono, alcanfor, órgano fosforados, etc.). B. Convulsiones Febriles. Crisis epiléptica que ocurre desde la edad de 1 mes hasta los 5 años asociada con una enfermedad febril no causada por infección del SNC, sin crisis neonatales previas o crisis previas no provocadas, y que no reúne criterios para otras crisis agudas sintomáticas (Comisión de Epidemiología y Pronóstico por la Liga Internacional contra la Epilepsia, 1993) . En 1980, la Conferencia para el Consenso sobre Crisis Febriles desarrollada por los Institutos Nacionales de Salud en Bethesda, se definió la edad de 5 34 años como el límite superior para ser diagnosticadas como tales (Bethune, Gordon, Dooley, Camfield, Camfiel, 1993). Una convulsión febril es simple si se trata de una crisis única y su duración es de menos de 15 minutos y no presenta focalización ni déficit neurológico persistente. Cualquiera de las siguientes situaciones constituye criterio para una crisis febril compleja: 1. Manifestaciones focales 2. Más de una crisis febril al día 3. Duración mayor de 30 minutos 4. Más de 3 crisis febriles en la vida Las convulsiones febriles recidivan en un tercio de los pacientes; estudios recientes han reportado que el riesgo ulterior de epilepsia no sobrepasa el 4%. Un tratamiento profiláctico prolongado orientado a prevenir la recidiva de convulsiones febriles está indicado solamente en la minoría de los casos, siendo el de elección el ácido valproico. (Hauser, 1990). Convulsiones no Provocadas. Según Campos (1994), “se caracterizan por una enfermedad en evolución”. Pueden ser debidas a trastornos progresivos del sistema nervioso central como neoplasias, infecciones por virus lentos, enfermedades por priones (proteínas capaces de causar infecciones produciendo enfermedades como Kreutzfeldt-Jacob o encefalitis espongiformes), infecciones bacterianas, micóticas o virales insatisfactoriamente tratadas, incluyendo el VIH, patología auto inmune (lupus, esclerosis múltiple), metabólicas (errores del metabolismo como lipofucinosis ceroidea, encefalopatías mitocondriales y fenilcetonuria) y degenerativas (Alzheimer o mioclonus báltico). 35 Convulsiones no provocadas de etiología desconocida. Para éstas no hay una etiología clara detectada (Medina, 1995). Cualquier tipo de crisis que la persona experimente debe ser tomado con la seriedad que amerita, acudiendo a un especialista y, sobre todo, no dejando pasar por alto cualquier detalle de la vida e historia médica del paciente, ya que no solo es importante diagnosticar a la persona, sino vital para un buen pronóstico poder señalar el tipo de epilepsia que padece, y así, tratarla adecuadamente. 1.1.8 Tipos de epilepsia: Según el centro integral de epilepsia (2006), Existen dos tipos de Epilepsia según la causa que la provoca: Primarias o Ideopáticas: mayormente relacionadas con un determinado grupo de edad. En muchos casos existe una anomalía genética subyacente. Secundarias o Sintomáticas: se dividen en: Lesionales: secundarias a una lesión de distinta etiología que afecta al sistema nervioso. Criptogenéticas: grupo de Epilepsias cuya etiología no corresponde a las idiopáticas y no se puede comprobar su carácter sintomático. Esto se debe a que, con los métodos de los que se dispone hasta el momento, no es posible encontrar una causa evidente; pero en un futuro podrían pasar a formar parte de las sintomáticas. 36 De acuerdo a su presentación clínica pueden ser: Epilepsias Primarias Generalizadas: No presentan daño cerebral y los cambios ocurren a nivel molecular. Las crisis son de características clínicas cortas y de aparición súbita. Epilepsias Secundarias o Focales: Corresponden a las secuelas de un daño cerebral que se convierte en un “marcapaso” donde se originan las crisis. Se debe tener en cuenta el foco, la lesión y la región, así como su propagación. Las crisis focales: se dividen en: Simples: el paciente recuerda todo el evento clínico y lo puede relatar detalladamente. Complejas: la persona afectada presenta manifestaciones “extrañas” que no recuerda. Muy frecuentemente es parte de los estados postictales (posterior a la crisis) prolongados. Generalización secundaria: se presenta como una manifestación tónicoclónico generalizada precedida de cualquiera de los fenómenos anteriores y conserva siempre su inicio parcial o focal. Las manifestaciones clínicas incluyen fenómenos relacionados con su localización: Crisis Frontales: componente motor, desviación ocular, cuadro de “comportamiento bizarro” y presentación nocturna en caso de ser bifrontal. Se confunden con las primarias por su rápida generalización. Crisis Temporales: se pueden dividir en dos grandes grupos: el de los fenómenos gnósicos en localizaciones hipocampales y/o amigdalares con 37 propagación límbica, y el de las perceptivas de características sensoriales que algunas veces se confunden con ausencias. Crisis Parietales: se caracteriza por fenómenos sensitivos positivos que se traducen en sensación de peso o dolor, y negativos donde se presenta un fenómeno astereognósico del hemicuerpo correspondiente. Crisis Occipitales: tienen un componente visual, se deben diferenciar de un cuadro migrañoso. 1.2 Depresión Chinchilla (2008), la depresión es uno de los mayores desafíos para la medicina moderna. Esta entre las 5 causas de discapacidad en el mundo en la actualidad y será la primera o la segunda en los próximos 10 años. La depresión es un trastorno con altísima incidencia y prevalencia en la población general. El paciente que la padece sufre gran malestar, merma en calidad de vida, mayor morbimortalidad, repercusiones sociofamiliares, laborales, conyugales, altos costos directos e indirectos, etc. Por otra parte no siempre son bien diagnosticados y con frecuencia inadecuadamente tratados. Según San y Arranz (2010), la depresión es la exageración persistente de los sentimientos habituales de tristeza. La depresión es una enfermedad grave, de varias semanas o meses de duración, y que afecta tanto al cuerpo cómo a la mente. Afecta a cómo se valora a sí mismo (autoestima) y al a forma en que uno piensa. No indica debilidad personal y no es un estado del que no se puede librar a voluntad. Las personas que padecen una depresión no pueden decir simplemente “ya basta, me voy a poner bien”. La depresión puede aparecer sin ningún desencadenante y puede conllevar un riesgo vital. No hay ningún síntoma que diferencia claramente la depresión de los estados de ánimo bajos, ya que los síntomas son similares en ambos casos, aunque 38 generalmente en la depresión los síntomas son de mayor intensidad y duración. La depresión suele ser una enfermedad crónica y recurrente. Causa falta de interés e incapacidad para concentrarse en el trabajo. Las preguntas más frecuentes formuladas por personas con depresión son: ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? Algunas veces existe una causa obvia que ha provocado la depresión, como la pérdida de un ser querido, la pérdida de empleo o una enfermedad física, pero con frecuencia no hay una causa clara. Jervis (2002). Todas las emociones del ser humano forman parte de un mecanismo de adaptación al medio, lo que no quiere decir, por otra parte, que logren siempre su objetivo. Existen emociones patológicas, desproporcionadas en su intensidad e inoportunas en su aparición que se convierten en una fuente constante de sufrimiento. El mundo actual predispone al sujeto a la depresión por varias razones. En primer lugar, el individualismo característico de las sociedades avanzadas acreciente la difusa sensación de pérdida y desamparo que constituye uno de los rasgos fenomenológicos de la experiencia depresiva. En segundo lugar, la depresión constituye habitualmente una reacción de impotencia y fracaso individual frente a intentos fallidos por controlar los hilos de nuestra existencia. En este sentido la depresión es una consecuencia más, el tributo individual que hay que pagar al sistema por seguir manteniendo unos estilos de vida plenos de materialidad y vacios de humanismo. Jervis (2002), pero ¿Qué es la depresión? En primer lugar, la depresión no es sinónimo de tristeza, aunque esta se halle presente con asiduidad en el síndrome depresivo. La tristeza constituye una emoción reactiva común a todos los seres humanos ante la pérdida de un objeto afectivo. La depresión, 39 sin embargo, es un complejo de experiencias que afectan a casi todos los ámbitos de la vida de las personas debido al carácter múltiple de sus manifestaciones. En la depresión hay tristeza, pero también desmotivación, somatizaciones, distorsiones de la afectividad, trastornos de las comunicaciones o de la sociabilidad y alteraciones de la forma de pensarse el propio sujeto y pensar su realidad. En suma, la depresión constituye a un empeoramiento en la instalación del ser humano en el seno de la propia sociedad y de la propia cultura, fundamentado en el hecho de que las sociedades en las que vivimos nos proporcionan más conflictos y contenidos experienciales ingratos que motivos de satisfacción. Álvarez y Gastó (2009), El inicio de las enfermedades depresivas pueden producirse a cualquier edad, pero es más frecuente a partir de los treinta años, con incrementos de incidencia en el inicio de la involución. A excepción de los pacientes que alternan su sintomatología depresiva con episodios de euforia, el comienzo acostumbra a ser insidioso y difícil de identificar por parte del afectado. El paciente suele encontrarse más cansado físicamente de lo habitual, con frecuencia debe esforzarse mas para realizar sus tareas cotidianas y su interés por ellas decrece. Se queja de molestias somáticas, como cefaleas, digestiones pesadas o estreñimiento, tienen dificultad para dormir y cuando lo consiguen dice sentirse poco “reparado” por el sueño. Este insomnio es con frecuencia de mantenimiento y, al agravarse el cuadro, el enfermo describe como un despertar brusco y precoz, seguido de una percepción inmediata de angustia intensa de localización. Al empeorar de forma gradual el cuadro, el paciente percibe en si mismo un estado de ánimo progresivamente bajo, que se establece como franca tristeza. Esta es descrita como un sentimiento muy distinto al de la tristeza que es consecuencia de una circunstancia vital, como un fallecimiento o una separación afectiva. Este sentimiento se va haciendo cada vez más 40 profundo; al principio provoca con frecuencia el llanto, pero, llegado a un punto de gravedad, esta expresión afectiva desaparece y el paciente dice que “quisiera, pero no puede ya llorar”. 1.2.1 Depresión en pacientes con epilepsia Según Nieto y Mantilla (2004), Los trastornos depresivos encabezan la lista de manifestaciones psiquiátricas de los pacientes con epilepsia. La relación entre epilepsia y depresión es reconocida desde los tiempos de Hipócrates, quien observo una frecuencia alta de “melancolía” entre los pacientes con epilepsia y también que “los melancólicos son propensos a la epilepsia”. Un estudia reciente encontró que los pacientes deprimidos, sin antecedentes de epilepsia tienen un riesgo seis veces mayor que el de la población general de presentar una crisis convulsiva espontanea. Semiología de los trastornos depresivos en epilepsia Los síntomas depresivos se pueden clasificar de acuerdo a la relación temporal que existe entre el inicio de la sintomatología psiquiátrica y la ocurrencia de crisis: Depresión interictal: trastorno depresivo mayor. Criterios diagnostico para episodios depresivo mayor según el DSM IV-TR A. Presencia de cinco o más de los siguientes síntomas durante un periodo de dos semanas, que presentan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser estado de ánimo depresivo o perdida de interés o de la capacidad para el placer. 1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el propio sujeto o la observación realizada de otros. 41 2. Disminución acusada de interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día. 3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso, o perdida o aumento del apetito casi cada día. 4. Insomnio o hipersomnia casi cada día. 5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día. 6. Fatiga o pérdida de energía casi cada día. 7. Sentimiento de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiados, casi cada día. 8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día. 9. Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse. B. Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio mixto. C. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. D. Los síntomas no son debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o una enfermedad médica. E. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo, los síntomas persisten durante más de 2 meses o se caracterizan por una acusada incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor. Depresión “menor”: distimia, trastorno adaptativo con ánimo depresivo y trastorno depresivo no especificado. Trastorno depresivo no especificado: se presenta un cuadro clínico que llena los criterios DSM IV-TR para depresión excepto por la duración, puesto que presentaba estos síntomas durante 2 a 7 días de duración en 42 los 15 exigidos por el diagnostico de trastorno depresivo mayor, en episodios recurrentes mensualmente. Adicionalmente los pacientes con epilepsia y depresión tiene mayor riesgo de hospitalización psiquiátrica que los deprimidos no epilépticos. Síntomas depresivos ictales En algunas crisis focales simples los síntomas depresivos constituyen la manifestación predominante. Se ha estimado que los síntomas psiquiátricos ocurren en el 25% de las auras; de estas 15% involucran cambios en el estado de ánimo, con mayor frecuencia ansiedad/miedo o depresión. De manera típica estos cambios de ánimo inician abruptamente, son cortos, estereotipados, ocurren fuera de contexto y se asocian con otros fenómenos ictales. Son comunes los sentimientos de anhedonia, culpa e ideación suicida, para luego dar paso a las alteraciones de la conciencia que se producen con el cambio de una crisis focal simple a una compleja. Síntomas depresivos perictales Se presentan como un episodio de animo disfórico antes o después de la crisis. En ocasiones los síntomas prodrómicos pueden extenderse por horas o aun por uno a dos días antes del inicio de la crisis. En los niños este estado de ánimo disfórico toma la forma de irritabilidad, pobre tolerancia a la frustración y comportamiento agresivo. Síntomas depresivos posictales Se ha reportado este tipo de depresión en el 56% de pacientes con crisis focales pobremente controlados, con una duración en promedio de 37 horas. La depresión posictal ha sido asociada a pacientes con focos temporales o 43 frontales, unilaterales sin predominio de un lado u otro. Esta sintomatología puede durar dos semanas y puede llevar al paciente al suicidio. Suicidio El suicidio es considerado uno de los factores más importantes que contribuyen al incremento de la mortalidad en epilepsia. Existen estudios que reportan que existen factores de riesgo como comorbilidad con trastornos psiquiátricos; el antecedente de uno de antimicóticos: inicio de la epilepsia en la adolescencia; alta frecuencia de crisis y politerapia con drogas antiepilépticas. Además, otros autores consideran como factores que incrementan el riesgo de suicidio, la epilepsia del lóbulo temporal, el antecedente de hopitalizacion psiquiátrica. La frecuencia de suicido en los pacientes con epilepsia es cinco veces más alta que en la población general, sobre todo quienes presentan epilepsia del lóbulo temporal con un riesgo hasta 25 veces mayor. Diversos autores han reportado que los suicidios tienden a ocurrir en pacientes con depresión interictal, y afirman que son raros los casos de suicidio sin esta relación casual. Además, en los breves episodios depresivos perictales pueden haber intentos de suicidio y el riesgo se incrementa en el primer años después del diagnostico de epilepsia. Factores patogénicos de depresión A pesar de que la relación epilepsia/depresión ha sido claramente establecida los mecanismos patogénicos subyacentes permanecen aun oscuros; se cree sin embargo que pueden resultar de las interacciones entre los siguientes grupos de factores: 44 Factores biológicos de la depresión: la incidencia de depresión es mayor en pacientes con crisis focales que involucran el sistema límbico como las del lóbulo temporal; de hecho, los pacientes que presentan auras con alteraciones psíquicas tienen mayor probabilidad de desarrollar depresión. Algunos autores proponen que los focos epileptogénicos localizados en el hemisferio izquierdo pueden predisponer a la depresión. Factores psicosociales de la depresión: estos factores son múltiples y complejos en los pacientes con epilepsia; entre ellos se destacan la falta de adaptación a la enfermedad, el estigma cultural, la discriminación, la percepción de falta de control sobre su vida y la falta de apoyo social. Los estudios neuropsicológicos han reportado que aun los pacientes con epilepsia e inteligencia normal tienen en promedio menor flexibilidad en los procesos mentales. 1.3 Ansiedad: Vallego y Gaston (2000), la ansiedad es una reacción adaptativa de emergencia ante situaciones que represente o sean interpretadas como una amenaza o peligro para la integridad psicofísica del individuo. Esta ansiedad pone en marcha una serie de mecanismos defensivos a través, entre otras cosas, de una estimulación del sistema nervioso simpático y de la liberación de catecolaminas, que son síntomas somáticos de las responsables de una buna parte de los la respuesta ansiosa (Tyrer, 1982). Las manifestaciones de ansiedad consisten en una respuesta vivencial, fisiológica, conductual y cognitiva, caracterizada por un estado generalizado de alerta y activación. Ortuño (2009), La ansiedad es una respuesta emocional básica, dirigida a la adaptación ante situaciones nuevas, intensas o peligrosas. Durante la ansiedad se producen cambios a otros niveles: 45 Sistema nervioso central: activación del sistema límbico y amígdala, y secundariamente del sistema nervioso autónomo o vegetativo. Cognitivo: se focaliza la atención en el peligro o la amenaza. Conductual: respuesta de lucha, de fuga o de bloqueo-inhibición. Emocional: se acompaña de miedo o activación. Conviene distinguir inicialmente la ansiedad del miedo, en el que existe una causa conocida y la respuesta es adecuada a una causa. También se puede diferenciar ansiedad y angustia, dos síntomas en parte iguales y en parte distintos: la ansiedad es más psíquica, con tendencia a aumentar la actividad, temor indefinido a algo presente y sensación de falta de aire; mientras que la angustia es más visceral y con tendencia a la inhibición de la actividad. Cuando la angustia se establece como un estado crónico, las perturbaciones sufren modificaciones debido a su duración. Dichas modificaciones construyen el substrato “actual” de la angustia neurótica o timopática. Según Pinel (2001), la ansiedad es un correlato habitual del estrés. La ansiedad es adaptativa si motiva conductas de afrontamiento afectivas; sin embargo, cuando se vuelve tan grave que altera el funcionamiento normal, se conoce como trastorno de ansiedad. Todos los trastornos de ansiedad (miedo, preocupación, abitamiento), así como diversas reacciones fisiológicas de estrés (taquicardia, hipertencion), nausea, dificultades de respiración, alteraciones del sueño, y niveles elevados de glucocorticoides. Los trastornos de ansiedad son los trastornos psiquiátricos que más predominan de todos. Cassem (1998), la ansiedad en el ámbito medico, cabe esperar que la hospitalización produzca un cierto grado de estrés y de ansiedad, pero esta puede llegar a tener importancia clínica durante el tratamiento de un paciente 46 ingresado por razones médicas. El paciente hospitalizado se toma con un mundo de peligros internos y externos: asaltos a su integridad física en forma de exploraciones incomodas y de intimidad forzada por extraños. El diagnostico de un paciente con ansiedad puede constituir todo un reto, la ansiedad puede ser la reacción del paciente frente al significado y las complicaciones de la enfermedad medica o del ámbito hospitalario, una manifestación de la enfermedad física en si misma o la expresión de un trastorno psíquico subyacente. Los cuatro trastornos de ansiedad principales son el trastorno de ansiedad generalizada, los trastornos fóbicos de ansiedad, los trastornos de pánico y los trastornos obsesivo-compulsivo. Trastorno de ansiedad generalizada: se caracteriza por respuestas de estrés y sensaciones extremas de ansiedad, que se producen en ausencia se cualquier estimulo obvio precipitador. Trastornos fóbicos de ansiedad: están provocados por la exposición a objetos determinados o situaciones. Trastornos de pánico: ataques de miedo extremos que se inician rápidamente, y síntomas graves de estrés, a menudo, forman parte de los trastornos de ansiedad generalizada y fóbicos. Trastorno obsesivo-compulsivo: pensamientos recurrentes, no controlados, que producen ansiedad e impulsos. 1.3.1 Ansiedad en pacientes con epilepsia Según Myland (2008), En diversos estudios se ha señalado que la ansiedad acompaña al a epilepsia en el 20-60% de los casos o más. La información ofrecida por el paciente y la interpretación que hace el clínico de la sintomatología pueden explicar estas variaciones frecuentes. Por ejemplo, ante una convulsión inminente es razonable que muchos pacientes sientan temor y angustia. Además, el aura de una convulsión puede tener un 47 componente de ansiedad. En otros casos, la ansiedad puede ser la manifestación de un trastorno de ansiedad generalizada o de un trastorno de angustia. Los clínicos pueden tratar adecuadamente la ansiedad asociada a la epilepsia mediante la administración de benzodiacepinas y de otros antidepresivos. La benzodiacepinas inducen efectos antiepilépticos; sin embargo, su interrupción súbita puede precipitar la aparición de convulsiones e incluso un estado epiléptico. La depresión y la ansiedad son unos de los padecimientos psicologicos que aparecen con mayor frecuencia en la epilepsia, estas son emociones normales que tienen funciones activadores en la respuesta de organismo ante diversos estímulos. En la epilepsia, la ansiedad puede aparecer en los períodos pericítales, o interictales, la cual parece ser mayor según algunas características de la epilepsia. Con frecuencia la ansiedad acompañada de la depresión interictal y en estos casos su evolución y pronóstico depende de la depresión. 48 II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En muchas ocasiones, el paciente diagnosticado con epilepsia, debe recibir atención psicológica por los síntomas que afectan el estado emocional, la afectividad es una de las esferas mas alteradas, razón por la cual se considera de vital importancia detectar los niveles de síntomas depresivos y ansiosos que el paciente epiléptico puede presentar. Según Stokes (2011), la epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en Guatemala, los pacientes con epilepsia tienen una mayor incidencia de morbilidad psicológica que la población general, se ha establecido que más de una cuarta parte de paciente con epilepsia presenta alteraciones de depresión y ansiedad, estos cambios persisten en el periodo intrercrisis. La depresión y la ansiedad son desordenes psicológicos más frecuentes en la epilepsia, en especial en aquellos pacientes cuyas crisis tienen origen en los lóbulos temporales y frontales. La prevalencia vital de depresión y ansiedad ha sido calculada entre un 6% y un 30% en la población en general de pacientes con epilepsia. En este estudio se aplico la “Escala de Depresión y Ansiedad en pacientes hospitalarios”, realizada por Zingmond y Snaith en 1983, esta escala sustituye los síntomas que pueden ser provocados por las dolencias físicas por otros más específicos de la vivencia psíquica de la enfermedad, con la finalidad de proporcionar un instrumento para detectar los estados de depresión y ansiedad en paciente de servicio hospitalarios. Este estudio determino los niveles de depresión y ansiedad que puede llegar a presentar un paciente diagnosticado con la enfermedad de epilepsia, que asisten a consulta externa de adultos, departamento de Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios. Debido a la escasa información que relaciona la epilepsia con depresión y ansiedad, se realizó este estudio y se planteo la siguiente pregunta de investigación: ¿Que niveles de depresión y ansiedad presenta una persona 49 epiléptica que asiste a consulta externa de adultos al departamento de neurociencias del Hospital General San Juan de Dios? 2.1 Objetivos 2.1.1 Objetivo General: Determinar los niveles de depresión y ansiedad en pacientes epilépticos que asistan a consulta externa de adultos al departamento de Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios. 2.1.2 Objetivos Específicos: 2.1.2.1 Determinar los niveles de ansiedad que presentan los pacientes epilépticos que asisten a consulta externa de adultos al departamento de Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios. 2.1.2.2 Establecer los niveles de depresión que presentan los pacientes epilépticos que asisten a consulta externa de adultos al departamento de Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios. 2.1.2.3 Determinar la relación entre ansiedad y depresión según sexo y edad de los pacientes epilépticos que asisten a consulta externa de adultos al departamento de Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios. 2.2 Elementos de estudio Depresión Ansiedad Edad Sexo 50 2.3 Definición de elementos de estudio Definición conceptual Depresión Chinchilla (2008), la depresión es uno de los mayores desafíos para la medicina moderna. Esta entre las 5 causas de discapacidad en el mundo en la actualidad y será la primera o la segunda en los próximos 10 años. La depresión es un trastorno con altísima incidencia y prevalencia en la población general. El paciente que la padece sufre gran malestar, merma en calidad de vida, mayor morbimortalidad, repercusiones sociofamiliares, laborales, conyugales, altos costos directos e indirectos, etc. Por otra parte no siempre son bien diagnosticados y con frecuencia inadecuadamente tratados. Ansiedad Según Pinel (2001), la ansiedad es un correlato habitual del estrés. La ansiedad es adaptativa si motiva conductas de afrontamiento afectivas; sin embargo, cuando se vuelve tan grave que altera el funcionamiento normal, se conoce como trastorno de ansiedad. Todos los trastornos de ansiedad (miedo, preocupación, abitamiento), así como diversas reacciones fisiológicas de estrés (taquicardia, hipertencion), nausea, dificultades de respiración, alteraciones del sueño, y niveles elevados de glucocorticoides. Los trastornos de ansiedad son los trastornos psiquiátricos que más predominan de todos. 51 Definición operacional La depresión como síntoma es una manifestación normal cuando hay causas exteriores que la explican. La ansiedad es un estado de aprehensión, expectación y temor constante ante una amenaza real o imaginaria que provoca estados de angustia. 2.4 Alcances y límites En esta investigación se determinó detectar los niveles de depresión y ansiedad de paciente diagnosticados con epilepsia general, y así darles herramientas para poder llevar un nivel de vida adecuado. No se conoce la existencia de otras investigaciones relacionadas con el tema, a las cuales se pueda tener acceso al público, debido a que durante la investigación no se encontró la suficiente información para realizar dicho estudio. 2.5 Aporte Esta investigación puede llegar a ser de gran utilidad para los profesionales de la salud mental, ya que puede ser una herramienta para facilitar la tarea para no dejar a un lado las emociones y sentimientos que puede estar presentando el paciente diagnosticado con epilepsia. A su vez, puede servir como información más completa para los profesionales de la salud mental que atiendan a pacientes diagnosticados con epilepsia, quienes se ven afectados por la falta de información y empatía hacia dicho diagnostico. Este estudio también puede ayudar a futuros profesionales de la salud para que estos puedan realizar un programa para pacientes diagnosticados con epilepsia y así poder subir sus niveles de depresión y calmar la ansiedad ante el diagnostico. 52 La información obtenida por dicho estudio, podrá ser utilizada para ayudar a los profesionales de la salud mental a tener una mayor cantidad de información sobre los niveles de depresión y ansiedad en pacientes diagnosticados con epilepsia, para así poder ayudar al paciente a darle las herramientas adecuadas para poder aceptar esta enfermedad que lo acompañara en su vida. 53 III. MÉTODO 3.1 SUJETOS Se selecciono al azar una muestra de 30 personas entre hombres y mujeres, que padecen Epilepsia y asisten a la consulta externa de adultos en el Hospital General San Juan de Dios. Paciente Edad Genero Ocupación Estado civil 1 65 años F Ama de casa Casada 2 34 años F Ama de casa Casada 3 18 años M Estudiante Soltero 4 18 años M Estudiante Soltero 5 21 años M Estudiante Soltero 6 46 años F Recepcionista Casada 7 25 años M Perito Casado 8 21 años M Estudiante Soltero 9 18 años M Estudiante Soltero 10 21 años M Ayudante de Soltero limpieza 11 35 años M Albañil Soltero 12 24 años F Ama de casa Soltera 13 24 años F Estudiante Soltera 14 25 años F Empleada Casada domestica 15 22 años F Cajera Soltera 16 30 años M Encargado de Casado limpieza 17 44 años F Recepcionista Casada 18 24 años F Cocinera Soltera 54 19 19 años F Ama de casa Casada 20 19 años F estudiante Soltera 21 36 años F Secretaria Casada 22 34 años F Empleada Casada domestica 23 79 años F Jubilada Casada 24 32 años F Secretaria Casada 25 62 años F Ama de casa Casada 26 45 años M Soldador Casado 27 65 años F Ama de casa Casada 28 21 años F Estudiante Soltera 29 33 años M Herrero Casado 30 25 años M Carpintero Soltero 3.2 INSTRUMENTO DESCRIPCION La valoración psiquiátrica de pacientes hospitalizados suele ser difícil, ya que los síntomas somáticos característicos de ansiedad y depresión presentes en estos pacientes, pueden estar justificados por su dolencia física. Para obviar este inconveniente, Zigmond y Snaith (1983) diseñaron una escala que sustituye los síntomas que pueden ser provocados por la dolencia física por otros más específicos de la vivencia psíquica del trastorno, con la finalidad de proporcionar un instrumento para detectar estados de depresión y ansiedad en pacientes de servicios hospitalarios no psiquiátricos. La traducción y adaptación al castellano fue realizada por Snaith, en colaboración con Bulbena A. y Berrios G., y ha sido validada por Tejero y cols (1986). 55 Es un cuestionario autoaplicado de 14 items, integrado por dos subescalas de 7 items, una de ansiedad (items impares) y otra de depresión (items pares). Los items de la subescala de ansiedad están seleccionados a partir del análisis y revisión de la escala de ansiedad de Hamilton, evitando la inclusión de síntomas físicos que puedan ser confundidos por parte del paciente con la sintomatología propia de su enfermedad física. Los items de la subescala de depresión se centran en el área de la anhedonía (pérdida de placer). La intensidad o frecuencia del síntoma se evalúa en una escala de Likert de 4 puntos (rango 0 - 3), con diferentes formulaciones de respuesta. El marco temporal, aun cuando las preguntas están planteadas en presente, debe referirse a la semana previa. INTERPRETACION El paciente tiene que seleccionar, para cada item, la alternativa de respuesta que mejor refleje su situación durante la última semana. La puntuación para cada subescala se obtiene sumando los valores de las frases seleccionadas (0-3) en los items respectivos (items pares para la de depresión, impares para la de ansiedad). El rango de puntuación es de 0-21 para cada subescala, y de 0-42 para la puntuación global. En la versión original de la escala se proponen los mismos puntos de corte para las dos subescalas: 0 – 7 Normal 8 –10 Dudoso 11 Problema clínico 56 Otros autores recomiendan la utilización de la puntuación global y no las de las subescalas por separado, ya que no se ha podido documentar un buen poder discriminativo entre ansiedad y depresión, con puntos de corte que varían entre las distintas enfermedades médico-quirúrgicas (desde 12 en pacientes médicos con síntomas somáticos inexplicados, hasta 20 en pacientes en cuidados paliativos). La Escala Hospitalaria de Depresión y Ansiedad (HADS), es una escala sencilla y de fácil aplicación, útil en pacientes médicoquirúrgicos para valorar el grado en que la enfermedad afecta a su estado emocional. Proporciona medidas dimensionales de “malestar psíquico”, mostrando una buena correlación con diferentes aspectos de severidad de la enfermedad física y con otras medidas dimensionales de calidad de vida. Puede ser utilizada para detectar cambios durante el curso de la enfermedad o en respuesta a distintos tipos de intervenciones. Su validez para detectar enfermedad psiquiátrica definida es muy cuestionada. Aunque se ha utilizado en otros ámbitos (pacientes psiquiátricos, población general, población consultante, ancianos) no parece ser ésta una elección razonable ya que en estos casos otras escalas tienen mejor documentada su validez. PROPIEDADES PSICOMETRICAS Los índices psicométricos de esta escala distan mucho de estar bien establecidos. En general, los datos de fiabilidad en términos de consistencia interna y fiabilidad test-retest son adecuados, pero la capacidad de las respectivas subescalas para discriminar entre ansiedad y depresión está muy cuestionada y su validez predictiva es 57 escasa, con cifras de sensibilidad y, sobre todo, de especificidad bajas. Esto se traduce en un bajo rendimiento a efectos de cribado o detección de casos, ya que para niveles adecuados de sensibilidad, la especificidad es baja y por tanto el porcentaje de falsos positivos es elevado. De ahí que el uso de esta escala se haya orientado más hacia la detección y cuantificación de “malestar psíquico”, mostrando por un lado buena correlación con diferentes aspectos de severidad de la enfermedad física y con otras medidas dimensionales de calidad de vida, y por otro buena sensibilidad para detectar cambios durante el curso de la enfermedad o en respuesta a intervenciones psicoterateúticas1. En este sentido su rendimiento en términos de sensibilidad / especificidad es muy similar al del G.H.Q (General Health Questionnaire), y no se ve influenciado por variables sociodemográficas (edad, sexo) . BIBLIOGRAFIA Original: Zigmond AS, Snaith RP. The Hospital Anxiety and Depression Scale. Acta Psychiatr Scand 1983; 67: 361-370. Validación: Tejero A, Guimerá EM, Farré JM et al. Uso clínico del HAD (Hospital Anxiety and Depression Scale) en población psiquiátrica: un estudio de su sensibilidad, fiabilidad y validez. Rev Depto Psiquiatría Facultad de Med Barna 1986; 13: 233-238. 58 3.3 PROCEDIMIENTO Se seleccionó la institución con las características requeridas para realizar la investigación. Se solicitó la autorización pertinente a las personas encargadas del área de neurología y neuropsicología para llevar a cabo la investigación. Se asistió los días lunes al HGSJD con el fin de solicitar a los neurólogos su ayuda para la selección de los pacientes. Se aplicó la Escala Hospitalaria de depresión y ansiedad a los pacientes que asistían a su cita con el neurólogo. Se realizó la calificación del test para así realizar las tabulaciones, gráficos, etc. Se llevó a cabo el análisis de los resultados obtenidos. Seguidamente se redactaron las conclusiones y recomendaciones 3.4 DISEÑO Achaerandio (2000), menciona que la investigación descriptiva se caracteriza por estudiar e interpretar datos según la evaluación, también analiza la conducta humana personal y social en distintos ámbitos, es descriptiva porque busca la resolución del problema y esclarece lo que se necesita hasta alcanzar objetivos, esta será el diseño de la investigación en el trabajo, utilizando la estadística descriptiva. 3.5 METODOLOGIA ESTADISTICA Pagano (1999), explica que la estadística descriptiva es el conjunto de métodos que permiten ordenar y presentar la información en términos 59 descriptivos, a través de tablas graficas, medias de tendencia central, medias de dispersión. Media aritmética, conocida en forma popular como el promedio, promedio aritmético, o simplemente la media. Se define como la suma de todos los datos dividida entre el número de los mismos. Medida de variabilidad cuantifican la extensión de la dispersión. Métodos gráficos Gráfica de barras, se traza una barra para cada categoría, donde la altura de la barra representa la frecuencia o número de miembros de esa categoría. Se determinara media, mediana y moda. Para establecer la relación se utilizo la correlación de Pearson a través del SPSS. 60 IV. PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS Para fundamentar el planteamiento teórico de la presente investigación, se procedió a realizar el trabajo de campo, el cual consistió en la aplicación de la Escala Hospitalaria de Depresión y Ansiedad a los pacientes diagnosticados con epilepsia en el área de neurociencias en la consulta externa de adultos del HGSJD. Con dicha escala se logro determinar la variación entre los incidentes de ansiedad y depresión presentados por los pacientes. A través de la aplicación de la escala, se obtuvo datos que se presentan en la grafica a continuación, en la cual se evidencia la frecuencia de los índices de ansiedad y depresión, mostrando la depresión como el estado emocional que mas prevalece; así como el número de pacientes que se le aplico la escala. Gráfica 4.1 18 16 14 12 10 8 Ansiedad 6 Depresión 4 2 0 M F F F F M F MM F F F F F MMM F M F F M F M F M F F F F 18 18 18 19 19 21 21 21 21 22 24 24 24 25 25 25 30 33 33 34 34 35 36 36 44 45 46 62 65 65 En la gráfica 4.1 se observa que los pacientes evaluados oscilaban entre las edades de 18 a 65 años entre hombres y mujeres. Se puede observar que 61 presentan niveles de depresión altos en la mayoría de los pacientes, mientras que los niveles ansiosos están presentes en los pacientes, pero no presentan los niveles tan elevados. A continuación se presenta las graficas de las preguntas realizadas a las personas encuestadas y los datos que se muestran proporcionaron los porcentajes a los cuestionamientos realizados. Las respuestas en la gráfica 4.1.1 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale a Nunca 1 equivale A veces 2 equivale Muchas veces 3 equivale Todos los días Gráfica 4.1.1 ¿Me siento tenso o nervioso? 3.5 3 2.5 2 Me siento tenso o nervioso? 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero uno de la prueba aplicada se puede observar que, 12 personas de la muestra se muestra tenso o nervioso a veces. En segundo lugar se observa que 9 personas se sienten tensos o nerviosos muchas veces, 8 personas se muestran nerviosos o tensos todos los días y 1 personas contesto que nunca se siente nerviosa o tensa. 62 Las respuestas en la gráfica 4.1.2 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nada 1 equivale: solo un poco 2 equivale: no lo bastante 3 equivale: como siempre Gráfica 4.1.2 Todavia disfruto de lo que antes me gustaba 3.5 3 2.5 2 Todavia disfruto de lo que antes me gustaba 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 2 de la prueba aplicada se puede observar que 10 personas contestaron que disfrutaban solo un poco de lo que antes les gustaba, 10 personas contestaron que disfrutan como siempre lo que antes les gustaba, 6 personas contestaron que no disfrutan lo bastante lo que antes les gustaba y 4 personas contestaron que disfrutan como siempre lo que antes les gustaba. 63 Las respuestas en la gráfica 4.1.3 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nada 1 equivale: un poco, pero no me preocupa 2 equivale: si, pero no es muy fuerte 3 equivale: definitivamente y es muy fuerte Gráfica 4.1.3 Tengo una sensación de miedo, como si algo horrible me fuera a suceder 3.5 3 2.5 2 Tengo una sensación de miedo, como si algo horrible me fuera a suceder 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 3 de la prueba aplicada, 14 personas contestaron que presentan un poco, y no les preocupa la sensación de miedo, como que si algo horrible les fuera a suceder, 8 personas contestaron que si presenta sensación de miedo pero que no es muy fuerte, 6 personas contestaron que definitivamente presentan la sensación de miedo y es muy fuerte y 3 personas contestaron que no presentan sensación de miedo. 64 Las respuestas en la gráfica 4.1.4 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nunca 1 equivale: casi nunca 2 equivale: no tanto ahora 3 equivale: al igual que siempre lo hice Gráfica 4.1.4 Puedo Reírme y ver el lado divertido de las cosas 3.5 3 2.5 2 Puedo Reírme y ver el lado divertido de las cosas 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 4 de la prueba aplicada se puede observar que 12 personas se ríen y ven el lado divertido de las cosas al igual que siempre lo hicieron, 10 personas respondieron que pueden reírse y ver el lado divertido de las cosas pero que ahora no tanto, 3 personas contestaron que casi nunca pueden ver el lado divertido de las cosas y reírse y 5 personas contestaron que nunca le ven el lado divertido de las cosas. 65 Las respuestas en la gráfica 4.1.5 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: solo en ocasiones 1 equivale: a veces, aunque no muy a menudo 2 equivale: con bastante frecuencia 3 equivale: la mayoría de las veces Gráfica 4.1.5 Tengo mi mente llena de preocupaciones 3.5 3 2.5 2 Tengo mi mente llena de preocupaciones 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta nuero 5 de la prueba aplicada 10 personas contestaron que la mayoría de las veces tenían su mente llena de preocupaciones, 10 personas contestaron que no muy a menudo tiene su mente llena de preocupaciones, 6 personas contestaron que a veces, pero no muy a menudo tienen su mente llena de preocupaciones y 4 contestaron que solo en ocasiones mantienen su mente llena de preocupaciones. 66 Las respuestas en la gráfica 4.1.6 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: O equivale: casi siempre 1 equivale: a veces 2 equivale: no muy a menudo 3 equivale: nunca Gráfica 4.1.6 Me siento alegre 3.5 3 2.5 2 Me siento alegre 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta nuero 6 de la prueba aplicada, 14 personas contestaron que a veces se sienten alegres, 11 personas contestaron que casi siempre se sienten alegres, 3 personas contestaron que no muy a menudo se sienten alegres y 2 personas contestaron que nunca se sienten alegres. 67 Las respuestas en la gráfica 4.1.7 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nunca 1 equivale: no muy a menudo 2 equivale: por lo general 3 equivale: siempre Gráfica 4.1.7 Puedo estar sentado traquilamente y sentime relajado 3.5 3 2.5 2 Puedo estar sentado traquilamente y sentime relajado 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta 7 de la prueba aplicada, 14 personas contestaron que no muy a menudo pueden estar sentados tranquila mente y sentirse relajados, 7 personas contestaron que por lo general pueden estar sentados tranquilamente y sentirse relajados, 5 personas contestaron que siempre pueden estar sentados tranquilamente y sentirse relajados y 4 personas contestaron que siempre pueden estar sentados tranquilamente y sentirse relajados. 68 Las respuestas en la gráfica 4.1.8 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nunca 1 equivale: a veces 2 equivale: muy a menudo 3 equivale: por lo general, en todo momento Gráfica 4.1.8 Me siento como si cada día estuviera más lento 3.5 3 2.5 2 Me siento como si cada día estuviera más lento 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 8 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron que a veces se sienten como si cada día estuviera más lento, 7 personas contestaron que muy a menudo se sienten como si cada día estuvieran más lentos, 7 personas contestaron que nunca han sentido como si cada día estuvieran más lentos y 6 personas contestaron que por lo general sienten que cada día estuvieran más lentos. 69 Las respuestas en la gráfica 4.1.9 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: muy a menudo 1 equivale: con bastante frecuencia 2 equivale: en ciertas ocasiones 3 equivale: nunca Gráfica 4.1.9 Tengo una sensación extraña, como de "aleteo" en el estómago 3.5 3 2.5 2 Tengo una sensación extraña, como de "aleteo" en el estómago 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 9 de la prueba aplicada, 13 personas contestaron que en ciertas ocasiones sentían una sensación extraña en el estomago, 8 personas contestaron que nunca sienten la sensación extraña en el estomago, 5 personas contestaron que con bastante frecuencia sienten una sensación extraña en el estomago y 4 personas contestaron que muy a menudo sienten una sensación extraña en el estomago. 70 Las respuestas en la gráfica 4.1.10 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: me preocupa al igual que siempre 1 equivale: podría tener un poco más de cuidado 2 equivale: no me preocupa tanto como debería 3 equivale: totalmente Gráfica 4.1.10 He perdido interés por mi aspecto personal 3.5 3 2.5 2 He perdido interés por mi aspecto personal 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 10 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron que no se preocupan como deberían por su aspecto personal, 8 contestaron que se preocupan al igual que siempre por su aspecto personal, 8 contestaron que podrían tener un poco de más cuidado por su aspecto personal y 4 contestaron que han perdido totalmente su interés por el aspecto personal. 71 Las respuestas en la gráfica 4.1.11 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nada 1 equivale: no mucho 2 equivale: bastante 3 equivale: mucho Gráfica 4.1.11 Me siento inquito, somo si no pudiera para de moverme 3.5 3 2.5 2 Me siento inquito, somo si no pudiera para de moverme 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 11 de la prueba aplicada, 13 personas contestaron que no mucho se sienten inquietos, como si no pudieran dejar de moverse, 7 personas contestaron que si se sienten bastante inquietos como si no pudieran dejar de moverse, 5 personas contestaron que muchas veces se sienten inquietos como si no pudieran dejar de moverse, y 5 personas contestaron que para nada se sienten inquietos. 72 Las respuestas en la gráfica 4.1.12 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nada 1 equivale: mucho menos de lo que acostumbraba 2 equivale: menos de lo que acostumbraba 3 equivale: igual que siempre Gráfica 4.1.12 Me siento aptimista respecto al futuro 3.5 3 2.5 2 Me siento aptimista respecto al futuro 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 11 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron que se sienten igual que siempre con respecto a su futuro, 8 personas contestaron que se sienten optimistas menos de lo que acostumbraban con respecto a su futuro, 7 personas contestaron que se sienten mucho menos de lo que acostumbraban a ser optimistas con respecto a su futuro y 5 personas contestaron que no se sienten anda optimistas con respecto a su futuro. 73 Las respuestas en la gráfica 4.1.13 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: nada 1 equivale: no muy a menudo 2 equivale: bastante a menudo 3 equivale: muy frecuentemente Gráfica 4.1.13 Me asaltan sentimientos repentinos de pánico 3.5 3 2.5 2 Me asaltan sentimientos repentinos de pánico 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 13 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron que no les asalta sentimientos repentinos de pánico, 10 personas contestaron que no muy a menudo les asaltan los sentimientos repentinos de pánico, 6personas contestaron que muy frecuente les asaltan sentimientos de pánico y 4 personas contestaron que bastante a menudo les asaltan sentimientos de pánico. 74 Las respuestas en la gráfica 4.1.14 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes: 0 equivale: rara vez 1 equivale: no muy a menudo 2 equivale: a veces 3 equivale: a menudo Gráfica 4.1.14 Me divierto con un buen libro, la radio o un programa de televisión 3.5 3 2.5 2 Me divierto con un buen libro, la radio o un programa de televisión 1.5 1 0.5 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 En la pregunta numero 14 de la prueba aplicada, 15 personas contestaron que a menudo se divierten con un buen libro, un programa de televisión o radio, 6 personas contestaron que no muy a menudo se divierten con un buen libro, programa de televisión o radio o con un buen libro, 5 personas contestaron que a veces se divierten con un buen programa de televisión, un libro o un programa de radio, y 4 personas contestaron que rara vez se divierten con un buen libro, un programa de televisión o radio. 75 Tabla 4.2 Estadísticos ansiedad depresión Media 10.80 11.16 Mediana 10.50 12 9 12 2.68 2.30 Mínimo 6 6 Máximo 17 15 Moda Desv. típ. Tabla 4.2 muestra la media, mediana, moda, la desviación típica de los resultados obtenidos en la prueba aplicada, tomando como referencia los datos proporcionados después de realizar los resultados estadísticos que determinaron los niveles en el muestreo aplicado. Tabla 4.3 Estadísticos de grupo sexo N Media Desviación típ. femenino 19 10.73 2.35 masculino 11 10.90 3.30 femenino 19 11.26 2.25 masculino 11 11.00 2.48 Ansiedad Depresión En la tabla 4.3 presentada se puede observar que de las personas evaluadas en su mayoría fueron pacientes femeninos. La media presenta en la ansiedad que los hombres son más propensos a presentar síntomas ansiosos, a diferencia de las mujeres que presentan síntomas depresivos. 76 Tabla 4.4 N = 30 ansiedad depresión .011 -.009 .956 .961 Correlación de Pearson .031 -.056 Sig. (bilateral) .869 .769 Correlación de Pearson edad Sig. (bilateral) sexo La tabla 4.4 según el resultado ni la edad, ni el sexo son factores que indican en los niveles de ansiedad y depresión de la muestra no existe una relación proporcional que diga que a mayor edad mayor ansiedad o depresión, esto tampoco predomina en hombres y mujeres. 77 V. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS De acuerdo a la prueba aplicada a los pacientes diagnosticados con epilepsia en la consulta externa de adultos en el HGSJD, se pudo determinar que los pacientes presentaron niveles de ansiedad como de depresión, debido al desconocimiento de la enfermedad en general. A partir de los resultados se observó que la muestra presentó un total de 14 sujetos con niveles de ansiedad y depresión en puntuaciones similares en las escalas que miden los factores indicados. El resto de la muestra presentó una tendencia a manifestar síntomas depresivos con más casos sobre los que obtuvieron una puntuación para ubicarlos con predominio de ansiedad. 10 de los sujetos obtuvieron puntuaciones altas en la escala de depresión y 6 en la de ansiedad. Esto concuerda con lo expresado por Chacón, Muñoz, Rivas y Miranda (2007) quienes concluyeron que son más los casos de depresión que de ansiedad en los pacientes con el diagnóstico de epilepsia. En esta investigación se encontró el predominio de ansiedad respecto al desconocimiento de las causas de la enfermedad y es por ello que la muestra manifestó un comportamiento como el obtenido para esta investigación. Por lo que se considera que factores como el desconocimiento de la enfermedad, sus causas, tratamientos, etc. Puede influir en los síntomas ansiosos elevando los niveles de ansiedad. En la comparación por sexo, se encontró que en las mujeres se presentó una prevalencia de niveles altos de depresión respecto a los de ansiedad. De los 10 sujetos con predominio de depresión, 6 son mujeres y 4 hombres. Esto coincide con lo expuesto por Sagastume (2002) quien afirmó que las mujeres son más propensas a presentar niveles graves de depresión, respecto a los hombres. 78 Asimismo en la comparación por sexo se encontró que en el caso de los síntomas ansiosos, los casos, en la muestra son iguales en número. Se ha demostrado que el predominio de la sintomatología ansiosa y depresiva se debe a la carga emocional, ya que está influye gradualmente al aumentar los síntomas desde que se diagnóstica la enfermedad. El lograr controlar las convulsiones es un proceso que lleva tiempo, y desde luego esto hace un aumento de los problemas emocionales, ya que no solo les preocupa el diagnostico de la enfermedad, sino que en muchas ocasiones los pacientes empiezan a tener problemas tanto económicos, familiares y laborales debido a que paulatinamente su estado de depresión y ansiedad los aleja de las actividades normales que desarrollaban cotidianamente, lo que conlleva a que el paciente pierda el interés por las cosas que antes del diagnostico encontraba satisfactorias para realizar. Los resultados de este estudio, demostraron que tanto la ansiedad como la depresión están presentes en los pacientes con epilepsia, lo que evidencia que dificultan su calidad de vida, por lo que es importante la detección de estos trastornos que por parte del Psicólogo o el Medico tratante ya que por lo general no son descritos de forma espontanea por los pacientes en la consulta, la forma más recomendada es aplicar en todos los pacientes con epilepsia un conjunto de baterías neuropsicologícas que midan entre otras cosas los niveles de depresión y ansiedad que tienen los pacientes. El conocimiento y control de los trastornos afectivos asociados a la epilepsia denominaran una mejor calidad de vida en los pacientes. 79 VI. CONCLUSIONES En cumplimiento con el objetivo general de la investigación, se determinó, que los pacientes presentan depresión y ansiedad debido al diagnostico de epilepsia. Se observó que la muestra presentarón niveles de ansiedad y depresión en puntuaciones similares en las escalas que midieron los factores indicados. De acuerdo a los resultados la muestra presentó una tendencia a manifestar síntomas depresivos con más casos sobre los que obtuvieron una puntuación para ubicarlos con predominio de ansiedad. Se encontró un predominio de ansiedad respecto al desconocimiento de las causas de la enfermedad. Al considerar el análisis por sexo, se encontró que en las mujeres se presentó una prevalencia de los niveles de depresión respecto a los de ansiedad. Se concluyó que el predominio de la sintomatología ansiosa y depresiva se debe a la carga emocional, ya que esta influye gradualmente al aumentar los síntomas desde que se diagnostica la enfermedad. 80 VII. RECOMENDACIONES Favorecer el apoyo a pacientes con diagnóstico de epilepsia por medio de grupos que permitan informarlos sobre el padecimiento, ayudarlos a obtener recursos para un mejor manejo de las crisis, mejorar sus hábitos y lograr una mejora en su calidad de vida. Al departamento de neurociencias se recomienda implementar la creación de una base de datos actualizada de los pacientes con diagnóstico de epilepsia, con el objetivo de monitorear su evolución, su participación en grupos de apoyo y ofrecer herramientas a las familias para que puedan proveer del apoyo que este tipo de padecimiento requiere. A partir de una conveniente evaluación neuropsicológica ofrecer a los pacientes acompañamiento psicológico de calidad por medio del área de neuropsicología, utilizando métodos psicoterapéuticos adecuados a las necesidades de cada paciente. Realizar un trabajo interdisciplinar para la atención de los pacientes con epilepsia, en el que se incluya: Médicos neurólogos, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales que se considere necesaria su intervención según el caso. Promover programas de formación e información para pacientes, familiares, personal de atención en centros hospitalarios y de servicios clínicos sobre las implicaciones del padecimiento de epilepsia y lo que esta situación implica para la vida de una persona. 81 VIII. REFERENCIAS BILIOGRAFICAS Achaerandio, L (2000), Metodología de la investigación. U.R.L. Guatemala. American Psichiatric Association. (2000), “Manual Diagnostico y Estadistico de los Trastornos Mentales”, DSM IV-TR (s.f), Asociación Andaluza de Epilepsia. Consultado el dia 3 de abril de 2011 del World Wide Web: http://www.apiceepilepsia.org/etiologia.htm Bethune P, Gordon K, Dooley J, Camfield C, & Camfield P. (1993), Which child will havea febrile seizure? 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