josé m. caballero bonald MEMORIAL A José Agustín Goytisolo personaje de esta historia Restauraron en su común historia los desperdicios de la vida. Un sabio y arrogante culto a la transgresión, no ajeno a la delicadeza de los gestos, los hizo más insolentes y nocturnos, más ufanos también de sus estratagemas combativas. La clandestinidad, los quehaceres burgueses enemistados con la militancia, los dispendios etílicos, la dejación de los legados familiares, perpetraron el código sutil de una conducta sagazmente instalada entre la petulancia y la solvencia. Usa la vida para envenenarte mientras puedas, salta a la parte contraria mientras puedas. Así llegaron a la madurez con escaso remordimiento y abnegación ninguna, dotados de una acumulativa provisión de denuedos, cansancios, sucedáneos presuntos de mesuras. Pero otra vez la historia fue una rémora cultural: hicieron lo imposible por seguir siendo oráculos, dioses en un mísero reino de rufianes. poema de ¿Quién entre todos ellos supo que alguna vez sería promovido al rango de arquetipo? ¿Sólo quizá los que un día eligieron irrevocablemente su propia destrucción? 16 Ni los supervivientes han llegado a saberlo. carlos álvarez poema de a José Agustín Goytisolo in memoriam ¿No es más que el escabel un rascacielos donde apoya el Eterno uno cualquiera de Sus pies que descalza mientras mueve con displicencia el otro, protegido por espuelas y cuero? inundaciones, terremotos, la lluvia apocalíptica de napalm y misiles codiciosos que estalla en el cerebro, la neblina cenagosa en que al fin nos sumergimos, ¿obedecen tan sólo a la demora de Quien busca y no encuentra Sus pantuflas y establece el horror sin otra causa? Porque aunque el dios no exista, bien flagela su evocación la espalda tuya y mía ...y, a veces, alguien grita si una sombra cae del silencio y el granito sangra. Madrid, 25 de marzo de 1999 17 victoriano crémer PALABRAS PARA JOSE AGUSTÍN GOYTISOLO Dicen: “Vivir es lo que importa”, pero mueren agarrándose el alma con las manos, rota la voz y el pulso recorriendo las rutas por donde el hombre pierde la famélica sombra. Desde el monte de los pronunciamientos nos repiten: “Contempla, oh muchacho, el milagro de ese enjambre estelar pastando tiempo y cielo y los lirios del campo, bellos como niños desnudos, pero sangran las tierras y se abren para el brutal empeño de la muerte como madres irremediables condenadas a la violencia del hierro. poema de Me escondo en mis sombras rebotadas de esquina a esquina, esquivando los miedos de tanta humanidad vulnerada, por salvarme de acabar entre escombros, la más triste muerte, escuchando el consejo del sabio titulado que repite: “Vive, que es lo que importa. Mira el milagro de la rosa, indiferente a todo lo que quiebre su perfección y escucha el júbilo del agua hacia la mar, su muerte”. 18 En vano intento descolgar la estrella o descubrir los oros del sol entre la niebla de las inteligentes explosiones que los dinamiteros colocan entre gente de pavor y miseria, condenadas a no poder comprender por qué no pueden vivir, vivir, que es lo que importa. EL SEXO DE LOS ÁNGELES javier de bengoetxea (Museo sevillano) ¿TIENEN que ver el ángel y el cronopio? ¿Se reproducen –cómo– en el vacío? El ángel andaluz, su gracia y brío, de la pintura sevillana copio. ¿Contará el querubín con amor propio, o de las alas para abajo, frío? La teología sin humor, Dios mío, me los asusta con su telescopio. Frente a mi puntería –absorta queda– surcan el cielo al terminar la veda cientos y cientos de emplumadas uves. Sigue, por hoy, su sexo inexplicado. Cuando llega el invierno del pecado, los ángeles emigran a las nubes. “EL SONETO ES EL REY DE LOS DECIRES” Blas de Otero poemas de HAY sonetos que son como un diamante. Así eran los de Blas. Ensimismado, me los daba a leer. De lado a lado la luz los traspasaba lacerante. Con catorce reflejos es bastante para quedar por siempre iluminado. La forma del soneto me ha ganado. Y esa es la forma en que seguí adelante. Aprendiz de joyero, me someto al oficio admirable y preferido. Cuando el soneto está casi completo me lo llevo, melómano, al oído. Afino sus palabras. Y el soneto ya está tallado para ser leído. 19 joan margarit PIEDAD El tiempo entre dos trenes. Se ha acercado buscando aquella guerra de la infancia. Es patético hablar a los cincuenta con un padre de veinte. Junto al viejo y fangoso río de la batalla, el viento ante la lápida columpia los hierbajos. Joven eternidad que va pasando como el agua del Ebro, lejos de casa. La tarde va tornándose campana con pájaros oscuros en las cañas. Le dejó este pasado gris, pequeño, cerrado por la bala de algún mauser. De pronto siente que está llorando como un padre en la tumba de su hijo PIETAT poema de El temps entre dos trens. S’hi ha acostat buscant aquella guerra de la infància. És patètic provar de conversar, als cinquanta, amb el pare de vint anys. Vora el vell riu fangós de la batalla, gronxa herbotes el vent davant la làpida. És una jove eternitat passant com les aigües de l’Ebre, lluny de casa. La tarda va tornant-se una campana amb ocells foscos per camins de canyes. Li va deixar un passat petit i gris, acabat per la bala d’algun mauser. De sobte, descobreix que està plorant com un pare a la tomba del seu fill. 20 Piedad (pág. ) Es un intento de reflejar la situación de mi generación –quiero decir la de los hijos de los vencidos–, que de una manera a veces real, y siempre simbólica, perdió a sus padres en la guerra. La generación de nuestros padres y madres quedó enterrada en aquella catástrofe, y después, durante el resto de su vida, no fue más que una tumba de su juventud. El lugar es el de la batalla del Ebro. ana maría navales poema de En el rito de la vida se asfixian las preguntas y un día todo es oscuro y otros suena una canción. Recojo mis frases rotas como juguetes perdidos en una estancia de luces y me envuelven sombras mudas que luchan con los fantasmas. La infancia es solamente un frío jardín sin estatuas y no sirve su recuerdo ni para borrar ofensas o salvar de los naufragios. Queda como una ausencia o un palacio en la sombra. 21 SED DE MAREAS POÉTICAS maría victoria reyzabal “A los poetas dolientes y combativos” I abro el acertijo de tu piel leyendo la piedra inmemorial masticando hierbas mágicas mientras te doran las crines del ocaso desde un cielo con agujeros de muchas lunas destrozadas de muchos dormires sin sueños de muchas primaveras amarillas de tanta sed buscando tu boca II por este extremo se desborda el universo no hay cercas que frenen su estructura que le impidan caer por las rendijas que suspendan su preferir inundaciones estelares como yo anhelo tus mareas poema de III 22 siempre hablando en blanco y negro viviendo en gris o sepia por el transcurrir de esta película que no dirijo que no protagonizo que sólo gira en secuencias montadas sin lógica en la que llego a destiempo con mi monólogo filosófico y la nostalgia de aparecer a tu lado hasta the end contigo