Working Paper N°2: LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD HEMISFÉRICA EN AMÉRICA LATINA DURANTE LOS ´40 y ’50 por Pimp Introducción La desaparición de Roosevelt y el surgimiento del comunismo desplazaron la Política del Buen Vecino por la defensa del hemisferio contra la revolución izquierdista. De esta manera, EEUU se dedicó a la consolidación del bloque occidental en 3 áreas o dimensiones: Política: no necesitaba de la coerción (como sí la URSS) por la homogeneidad ideológica y los valores occidentales comunes del bloque. Económica: el avance sometiendo a reglas internacionales las cuestiones mediante instituciones económicas liberales como el FMI y los acuerdos de Bretton Woods. Seguridad: incrementando su propio poder militar y multilateralizando la defensa en organismos como la OEA y la OTAN. En tanto que para A. Latina, la declinación de Europa trajo la reducción de la capacidad de maniobra de los gobiernos y burguesías nacionales en estas 3 dimensiones. En dicho contexto, los gobernantes de EEUU y A. Latina adoptaron acuerdos y programas destinados a preservar a los países del hemisferio de las influencias soviéticas, como ser: el Acta de Chapultepec, la Doctrina Truman, el TIAR y la Carta de la OEA. Estos acuerdos que daban marco a la Doctrina de la de Seguridad se celebraban en pos de la solidaridad americana y contra la penetración soviética, pero en realidad, estaba en juego la defensa del monroísmo. La Doctrina de la seguridad hemisférica comprendía la supremacía de los EEUU y los intereses de los gobernantes latinoamericanos. Desarrollo Página La preocupación de EEUU sobre la seguridad del continente llevó a la celebración de varios acuerdos bilaterales para la instalación de bases a cambio de armamentos en el marco de las denominadas Reuniones de Consulta; dieciséis Estados latinoamericanos eliminaron, durante la guerra, las limitaciones comerciales y barreras aduaneras a cambio de cooperación en materia de equipos militares. Con estos tratados bilaterales EEUU se aseguró 1 Antecedentes la penetración de los capitales y mediante la creación de la Junta Interamericana de Defensa (JID - http://www.jid.org/) se facilitó el control sobre los ejércitos. Es decir, las dimensiones económicas y de seguridad se fusionaban en acuerdos multilaterales y bilaterales. En la Conferencia de Chapultepec, se comenzaba a debatir una estructura de seguridad para la región. Dicha estructura recién se va a lograr plasmar en la Conferencia Interamericana de Rio de Janeiro con la firma del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y alcanzará su grado máximo de institucionalización en 1948 con la carta constitutiva de la OEA. Implicaba la institucionalización de las asimetrías de poder y el ámbito para la lucha entre las diferentes visiones del Principio de No Intervención. EEUU había logrado cambiar el status de la JID a órgano militar permanente pero el Plan Truman iría aún más lejos, la creación de un ejército único de las Repúblicas Americanas. Ante la oposición de los países latinoamericanos liderados por Argentina, EEUU optó por bilateralizar, logrando el intercambio de planes operativos y misiones militares. Esta política es la que constituye la Doctrina de la Seguridad Nacional mediante la cual EEUU desnacionalizó el concepto de defensa nacional en Latinoamérica por el de defensa continental. Período 1947-1953 Al iniciarse la etapa de alineaciones automáticas propias del orden bipolar que surgió al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el escenario regional era dispar. México se mostraba reticente al liderazgo de EEUU pero también a adoptar un liderazgo latinoamericano. Brasil se manejaba con el esquema del “socio privilegiado” de EEUU en la región y Argentina procuraba el liderazgo latinoamericano bajo la Doctrina de la “Tercera Posición”; si bien mantenía una oposición a EEUU en el marco hemisférico, era de alineamiento en el marco del conflicto Este-Oeste. La República Argentina planteó una de las primeras visiones contrapuestas a los EEUU iniciando una etapa de relaciones conflictivas con el actor hegemónico del hemisferio. Página En 1948, durante la Novena Conferencia Panamericana que dio origen a la Carta de la OEA, se puso de manifiesto la confrontación entre las demandas de los dos escenarios. Mientras EEUU llegaba a la negociación con una estrategia monroísta proponiéndose garantizar su intervención en asuntos internos de Estados latinoamericanos bajo el “peligro comunista”, los países latinoamericanos se interesaban en sus problemas económicos, los cuales con el tiempo demostrarían ser más peligrosos en cuanto a la posible revolución. Comenzando los 50, EEUU ya convocaría a las reuniones de consulta con el objetivo adicional de aumentar la producción de “materias primas de importancia estratégica”. 2 El escenario regional comenzó a ser afectado directamente por los acontecimientos extracontinentales cuando el “apoyo” de América Latina a las posiciones de EEUU se hacía importante en la Asamblea General de la ONU. Consecuentemente, se firma el TIAR, estableciendo la defensa colectiva contra un ataque armado como contra una agresión que no fuera ataque armado. Es el primer pacto de seguridad de la Guerra Fría y una muestra de la subordinación del escenario regional al internacional. Militarismo y Política El rápido cambio y crisis social en Latinoamérica durante la década del 40 colocó a las FFAA en una posición de prominencia política, a tal punto que en 1954, trece de las veinte repúblicas estaban gobernadas por presidentes militares. El militarismo era un reflejo de las exigencias del orden tradicional que trataba de mantener el statu quo y de nuevas fuerzas sociales que intentaban alterarlo. Pero además, las razones de la seguridad hemisférica que trajeron la cooperación de países en misiones militares con EEUU, despertaron la admiración por la prominencia de los militares en los gobiernos de las grandes potencias. El primer Acuerdo de Ayuda y Defensa Mutua con un país latinoamericano se instrumentó con Ecuador en 1952. La ecuación era ayuda militar destinada a “mantener la paz” en el Hemisferio Occidental a cambio de facilitar la producción y transferencia de materiales estratégicos requeridos por EEUU. Para 1953, ya se habían firmado pactos similares con Chile, Colombia, Brasil, Uruguay, Guatemala y Honduras. De esta manera, lo que EEUU no conseguía en negociaciones multilaterales que requerían aprobaciones por unanimidad, muchas veces obstaculizadas por países como la Argentina, lo lograba mediante acuerdos militares que mezclaban el militarismo doméstico y la política intrarregional. Conclusión El análisis de los hechos demuestra que la Doctrina de la Seguridad Hemisférica tuvo un efecto psicológico en la política latinoamericana mucho más importante que la cooperación efectiva (ayuda militar) destinada a contener la amenaza comunista. La ayuda militar, lejos de equipar a Latinoamérica de la fuerza necesaria para un enfrentamiento de gran envergadura, más bien provocó el militarismo dentro de los países al incitar a las FFAA a intervenir en la política. El continuo énfasis en el papel de A. Latina en la defensa del hemisferio, transfirió a los militares de la región el sentido de crisis y amenaza que vivía EEUU. Página Estos factores convergen en una autofragmentación regional latinoamericana en cuanto a la política exterior frente a la potencia hegemónica. El multilateralismo y fragmentación fueron causa y consecuencia simultáneamente del pendularismo político en Latinoamérica en décadas posteriores. De esta manera, la cooperación interamericana demostró ser un escenario en el cual Latinoamérica, sin una postura común y bajo la influencia de la 3 La dimensión de la seguridad, sirvió a EEUU para consolidar los “valores comunes” del bloque generando un compromiso político con los sectores militares que participaban activamente en la política y que debían garantizar la estabilidad. Así mismo, desde la seguridad, EEUU fortaleció en el poder a aquellas fuerzas que luego favorecerían sus intereses económicos a través de concesiones a empresas multinacionales de base norteamericana. bipolaridad, no pudo sino asistir al resurgimiento permanente de la defensa de los intereses norteamericanos en el hemisferio. Por su parte, EEUU institucionalizó el sistema interamericano como un elemento más en la línea que dividía los dos bloques. La Conferencia de Chapultepec es el punto de partida de un sistema que, al igual que el Pacto de Varsovia, resultará un instrumento más, utilizado para disciplinar al bloque frente a cualquier manifestación de reformismo, antes que un mecanismo de defensa continental. Página 4 En los mecanismos del sistema interamericano, como la OEA y el TIAR, parecía confundirse muchas veces el interés nacional de EEUU con el interés regional del resto de los países; más aún cuando se unía bajo el rótulo de comunistas a los marxistas de Latinoamérica con aquellos que querían disminuir las cargas del bloque para posibilitar el crecimiento interno de sus propios países.