Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I LA EQUIVALENCIA COMO PRINCIPIO DE COMPOSICIÓN EN EL POEMA 11-35 P.M. DE GERMÁN LIST Alberto Rodríguez González Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa C uando los estridentistas proclamaron a la Academia como su enemiga levantándose en armas contra ella, estaban marcando su propio escabroso destino que habría de perseguirlos incluso muchos años después de su propia desaparición. El contrataque de la Academia contra los irreverentes vanguardistas mexicanos se manifestó en forma de una descalificación constante de la obra que éstos produjeron, de tal suerte que hasta hace algunos años el calificativo de malos poetas era la constante en los juicios sobre la poesía estridentista. Más aún, las críticas generalmente estaban dirigidas contra Manuel Maples Arce, a quien, acaso con cierta benevolente superioridad, se le reconocía algún talento, no así al resto de los poetas del movimiento, Germán List Arzubide, Salvador Gallardo y Kin Taniya, a quienes se consideraba meros imitadores de aquél. Sin embargo, pareciera que la Revolución comienza a hacer justicia al movimiento estridentista, pues en fechas recientes, sobre todo a partir de 1997, año en que el movimiento recibe un homenaje nacional, comienzan a aparecer estudios que buscan acercarse sin prejuicios a esta vanguardia mexicana. Estos trabajos incluyen tanto valoraciones sobre la controversia que causó el movimiento, así como intentos por establecer los mecanismos de la poética estridentista; sin embargo, estos últimos esfuerzos se han concentrado en la figura de Manuel Maples Arce en cuanto fundador del movimiento y apenas tangencialmente se han ocupado de sus compañeros. Lamentablemente, al concentrarse en Maples Arce, la crítica que se ha ocupado sin prejuicios del movimiento estaría avalando la categoría de meros acólitos a que habían sido relegados el Revista destiempos.com Página 62 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I resto de los poetas estridentistas. Sin embargo, cada uno de ellos produjo una obra singular, aunque quizá el caso más significativo sea el de Germán List Arzubide, quien no sólo fue el más acérrimo animador del movimiento estridentista, más aún que el propio Maples Arce, sino que a lo largo de su vida produjo una obra poética que conservó siempre los rasgos de vanguardia. Pero, ¿efectivamente Germán List es un mal poeta, como los críticos del movimiento lo consideraban? ¿O será acaso que la poesía de Germán List, por su propia naturaleza vanguardista, resulta en cierta manera repelente a los acercamientos críticos que quieren ver en ella sólo la ausencia de las estructuras formales dictadas por el canon, de tal suerte que sus cualidades poéticas permanecieran ocultas para aquellos ojos que simplemente no pudieran verlas? Por mi parte, considero que precisamente los elementos sobre los que se fundamentan los juicios negativos contra la poesía de List, aquellos como el uso de una métrica y una versificación limitadas, la aparente agramaticalidad, así como ciertas audacias verbales, son precisamente las principales virtudes de su trabajo, y que estos elementos son parte de un procedimiento utilizado deliberadamente para generar un efecto poético específico. Para ilustrar este aserto propongo, pues, realizar un ejercicio de lectura de uno de los poemas de Germán List que nos permita identificar los procedimientos específicos utilizados por el autor. EL ALEJANDRINO Y LA AGILIDAD POÉTICA El origen del estigma de malos poetas que han sufrido los autores del estridentismo puede rastrearse tempranamente en la antología firmada por Jorge Cuesta (1985) que la revista Contemporáneos publica en 1928, un año después de que el grupo estridentista se había disgregado. En la nota de presentación de Manuel Maples Arce de esta antología se condensan los argumentos contra la poesía estridentista que ya habían Revista destiempos.com Página 63 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I sido esgrimidos durante los años de existencia del movimiento, a saber: La poesía de Maples Arce intenta una fuga de los moldes formales del modernismo pero incurre con frecuencia en deplorables regresiones románticas. El tono mismo del alejandrino que prefiere –y que desarticula con escasa agilidad– lo ata a esa tradición que continúa precisamente cuando más la ataca. (157) Antes de continuar, es preciso señalar que la intención de este trabajo no es ahondar en la polémica entre estridentistas y contemporáneos, pues ya Evodio Escalante se ha ocupado in extenso del asunto en Elevación y caída del Estridentismo (2001), la cita anterior es pertinente para mostrar aquello que la crítica más cercana a los conceptos convencionales veía en la poesía estridentista: escasa "agilidad" en el manejo del metro, el ritmo y la rima, es decir, esta crítica fijaba su atención en los elementos que la preceptiva clásica veía como deseables en la poesía. Desde tal perspectiva la ecuación es sencilla y contundente: la buena poesía es x, la poesía estridentista no es x, por lo tanto, la poesía estridentista no es buena poesía. Sin embargo, si bien es posible encontrar en la poesía estridentista elementos formales propios del canon –esto en la medida en que aún las propuestas estética más radicales tienen un antecedente, por remoto que éste sea, en la tradición– no sería en el manejo digamos puro de tales elementos canónicos sobre los que descansa la construcción de las obras con que la vanguardia estridentista quería renovar los modelos poéticos imperantes. Más aún, considero que la aparente falta de "agilidad" de las obras estridentistas obedece a la deliberada búsqueda de un efecto específico; este procedimiento, que podríamos llamar de vanguardia, tendría como soporte el enrarecimiento de los elementos rítmicos en contrapunto a un trabajo conceptual que se basa en la reelaboración compleja de los tropos y figuras usados tradicionalmente por la literatura. FORMAS VACÍAS, CONTENIDOS NUEVOS Revista destiempos.com Página 64 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I Uno de los primeros trabajos de crítica que logran distanciarse de la descalificación concertada de la poesía estridentista, es el estudio preliminar que Rubén Bonifaz Nuño realiza para la edición de la poesía reunida de Manuel Maples Arce (1983). En este trabajo, Bonifaz Nuño con su voz autorizada de estudioso de los clásicos, se refiere precisamente al uso del alejandrino que hace Maples Arce en Andamios Interiores, su primer libro de poemas, característica que los detractores del estridentismo consideraban un defecto imperdonable y considera que: Apartándose de la polimetría modernista, Andamios Interiores tiene, como base musical de su composición, el ritmo arcaico y monótono del alejandrino del mester de clerecía. No el alejandrino descoyuntado y móvil que produjo Darío con riqueza sin paralelo, sino el compuesto regularmente de dos grupos haptasílabos repetidos en invariable sucesión; de tal modo pudo demostrar que los esquemas rítmicos, como formas vacías, son capaces de recibir contenidos individuales que los singularizan haciéndolos siempre originales de nuevo. (12) En este recurso de condensación métrica, Bonifaz Nuño identifica un trabajo deliberado del poeta por establecer una cadencia rítmica específica para sus composiciones, y señala: Desde el exterior, se encuentra en estos versos la repetición de grupos de siete sílabas, ligados aquí a rimas asonantes en o-a y ea, que vienen a hacer el ritmo, ya de suyo con esas características, todavía más insistente y grave. (13) Aunque Bonifaz Nuño se refiere a la poesía de Maples Arce, es posible encontrar características similares en la construcción de la obra poética de Germán List Arzubide, quien junto con Arqueles Vela fue uno de los primeros en sumarse al llamado para conformar la vanguardia mexicana. Cuando en 1923 Germán List Arzubide, desde las páginas de su revista Ser, se declara estridentista, ya Maples Arce había publicado el manifiesto Actual número 1 (Schneider 1997: 267), donde proclamaba el programa estético al que debería aspirar el arte nuevo, además había aparecido su libro Andamios Interiores, que sería el primer intento del joven poeta por Revista destiempos.com Página 65 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I aplicar sus conceptos. En este contexto, Germán List comienza su etapa estridentista a partir de las exploraciones que había ya realizado Maples Arce, es decir, a diferencia de éste, List parte de una plataforma previa de nuevos conceptos poéticos. En este contexto es importante recordar que luego de analizar la técnica abstraccionista de los estridentistas, Clemencia Corte Velasco opina que Germán List radicaliza las propuestas que Maples comenzaba a perfilar y advierte: List Arzubide tomó muy en serio el precepto de crear y no copiar, de crear una "poesía pura de emociones imaginales, sin relación episódica, ni situación objetiva", puesto que la mayoría de sus poemas es una acumulación de imágenes aparentemente inconexas. Esta característica ha dificultado la recepción del texto a través del tiempo y, en consecuencia, su desconocimiento (2003:138). Así, entonces, si nos atenemos a esta consideración, en la poesía de List se encontrarían decantados los procedimientos estridentistas; por lo tanto una lectura de su obra nos permitirá identificar con mayor claridad la construcción de la poesía de esta vanguardia. Para este ejercicio proponemos el poema 11-35 P.M. incluido en Esquina, el primer libro de List (1998). Este texto, que incorporo como apéndice al final de este trabajo, presenta una serie de particularidades que lo convierten en un trabajo singular en la obra poética de List; en primer lugar, se trata de una evidente reelaboración del modelo del nocturno, donde el título se presenta como una especie de sinécdoque donde en un momento específico ―las once y treinta y cinco pasado meridiano― se concentra la noche en su totalidad; por otro lado, esta representación se efectúa con números y siglas, cuyo uso fue una de los experimentos comunes a los diferentes ismos de vanguardia. En cuanto a su estructura métrica y rítmica, el poema está organizado en su mayoría, como ya señalaba Bonifaz Nuño de la poesía de Maples Arce, a partir del alejandrino compuesto de dos hemistiquios con acento en las sílabas 6 y 13, por ejemplo en la primera estrofa: Revista destiempos.com Página 66 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I El instante solemne se quiebra en sus olanes. Shakespeare hace "mutis" como un personaje que ha dicho la tremenda palabra, y en un close-up ella completa la pantalla. Aparece desde el inicio la cadencia monótona del ritmo reforzada por la rima asonante grave, que en este caso recae invariablemente en la letra a; tal planteamiento es reforzado tanto por el uso de una geminación de la triada vocálica o-a-e al final de los versos 1 y 2 (olanes y personaje) , así como de la triada a-a-a en los 3 y 4 (palabra y pantalla), así como una iteración de los fonemas n y m a lo largo de todo la estrofa. Es importante señalar la variación de la rima asonante, primero en e-a, después en a-e que se repetirá constantemente a lo largo del texto, pues es posible marcarla como una resonancia de la palabra ella, que aparece en el verso número 4. Este ella aparecerá posteriormente en este y otros libros de List, como especie de leiv-motiv; así sucede por ejemplo en su siguiente poemario, El viajero en el vértice, que inicia con un "In memoriam" dedicado a "Ella" (51); en la segunda parte de este mismo libro, titulada Los pasos divergentes, aparece de nuevo en el verso "aquel reloj fantasma/ dibujó sobre el muro/ la sombra de ELLA" (56); además en el siguiente apartado titulado la La novia extra leemos "ELLA cruzaba eternamente/ empapada en la nostalgia" (61) y finalmente en el mismo poema aparece: "ELLA no floreció en la perspectiva" (62). Adicionalmente es significativo que este último verso citado cierra, en un un juego tipográfico destacado, la crónica del movimiento estridentista escrita por el propio List (1987). Sobre este detalle, Francisco Javier Mora (1999) no duda en señalar que esta ELLA es una mujer, quizá la novia extra; en contraparte, Sergio Mondragón parece percibir mejor el carácter ambiguo, no referencial, de ELLA y se pregunta si acaso se trata de la "moda que pasa" o "la vida que aúlla" (1998). En esta primera estrofa se anuncian también los mecanismos que el poema explotará a nivel semántico, por ejemplo, aparece en el primer verso Revista destiempos.com Página 67 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I "el instante" que a partir de una metágoge se presenta como "solemne", sin embargo en el contexto del verso completo esta figura gana en complejidad, pues si bien en principio el instante, concepto eminentemente abstracto, es animado al recibir la cualidad de solemnidad, se convierte en un objeto concreto, material, susceptible de quebrarse. En el aspecto semántico, la palabra instante, al relacionarse con el título del poema establece una isotopía del tiempo, que será desarrollada a diferentes niveles en todo el texto, de tal manera aparecerán términos como "paz del tiempo", algunos "relojes bobos", un "tic-tac" y un "pasado". Como predicado del sujeto instante aparece el verbo quebrarse, el cual podemos identificar como parte de una segunda isotopía referida a la fragmentación cuando se asocia con verbos como "se deshacen" y "se diluyen" que aparecen posteriormente en el texto. La mención de Shakespeare en el segundo verso plantea una problemática especial dada la ambigüedad del contexto en que está situada, pues en principio podría tratarse de una antonomasia para referirse al propio trabajo del poeta, que como yo lírico, en medio de la noche decide hacer "mutis" luego de pronunciar cierta "tremenda palabra" ; por otro lado pareciera ser una metonimia con cierto tono burlesco, en la que el nombre del autor se toma como representación de la tradición contra la que precisamente se rebelaban los estridentistas, de esta manera, la tradición haría "mutis", en las dos acepciones de la palabra, tanto al callar como al salir de escena. En el verso final de esta estrofa aparece este "ella" que ya habíamos mencionado, pero advirtamos además que aparece en "close-up", que muestra el gusto que por esta clase de tecnicismos propios del argot cinematográfico sentían los estridentistas como parte de la fascinación que sentían por el cine, pero además este recurso proporciona a sus trabajos ese sentido plástico que buscaban desarrollar poéticamente. Adicionalmente, la aparición de "ella" tiene la virtud de "completar la pantalla", este completar podríamos situarlo en una antítesis junto el Revista destiempos.com Página 68 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I quebrarse del primer verso, de tal suerte que se configura una tensión entre lo fragmentario y la unidad. La siguiente estrofa se compone de un solo verso heptasílabo, que sigue el esquema rítmico planteado anteriormente y continua con el esquema vocálico e-a en sus dos últimas palabras: Mi maldad está enferma. En esta declaración aparece ya de manera explícita el yo lírico, pero además tenemos de nuevo el recurso de la metágoge como la maldad que está "enferma". Es evidente, por otro lado, que entre la primera estrofa y la segunda no existe una relación de causalidad de carácter narrativo, es decir, ninguno de los elementos que aparece en la primera estrofa pareciera provocar, al menos manifestado de manera gramatical, la enfermedad de la maldad. La estrofa siguiente presenta una ruptura con respecto a la organización tradicional de los versos, pues éstos se fragmentan y se colocan diseminados espacialmente en la página: Un silbato estrangula la unidad de mis penas y arlequín uniforme un grillo en su caverna repasa inaprendible su ácido y fácil tema. A pesar de la experimentación en cuanto a la disposición de los elementos gráficos del poema, en este verso permanece dominando la estructura sonora ya planteada. Por otro lado, la ausencia de una lógica causal se radicaliza a nivel gramatical, pues a partir del uso combinado de una sínquisis y una elipsis se violenta la disposición sintáctica de las oraciones en el poema, así, leemos "arlequín uniforme un grillo/en su caverna/ repasa inaprendible su ácido y fácil tema", lo que respetando una Revista destiempos.com Página 69 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I construcción gramaticalmente correcta podría leerse: con uniforme de arlequín, un grillo repasa en su caverna su tema inaprendible, ácido y fácil, pero el texto no para ahí, sino que además utiliza una hipálage, para hacer que el adjetivo inaprendible, que semánticamente debería aplicarse a la melodía, pase al sustantivo grillo. También en el primer verso de la presente estrofa se presenta de nuevo una metágoge en la figura del "silbato que estrangula mis penas", además de que el verbo estrangular, al oponerse a unidad, refuerza la antítesis entre lo fragmentario y la unidad. La estrofa número 4 se singulariza quizá como uno de los momentos más complejos del texto, pues en ella se presenta un juego que combina diferentes figuras y tropos, que se sintetizan en una imagen compleja: La luna se deshace en ladridos lejanos, un klacson agresivo desconecta al ensueño y una lengua de bronce unta en la paz del tiempo su estéril desconsuelo. A nivel rítmico sigue dominando el alejandrino, pero se introduce una variante en la secuencia vocálica de la rima asonante, que ahora se presenta en los versos 2, 3 y 5 como un par e-o, tenemos además de nueva cuenta la iteración de los sonidos n y m. Semánticamente presenta una serie de mecanismos trópicos que combinan el ya citado recurso de la metágoge al animar objetos, mismos que a su vez son sometidos a un procedimiento secundario, como el "klacson agresivo" que funciona como sinécdoque de los autos que circulan en la calle y la "lengua de bronce", como alusión de una campana, que "unta su estéril desconsuelo". En el caso de la luna, si bien "se deshace" no es propiamente una cualidad de seres vivos o personas, la metágoge se concreta en la palabra ladridos, lo que constituiría una especie de hipálage trunca, pues para cumplir cabalmente con esta figura sería necesario incluir en el contexto el sustantivo perro. Revista destiempos.com Página 70 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I Por otro lado, los versos de la estrofa continúan relacionándose de manera no causal entre sí, pues están organizados como una enumeración, sin embargo ni el "se deshace" de la luna ni el "desconecta" del klacson inciden directamente en la acción de "untar" que realiza la "lengua de bronce" y aunque sí podríamos considerar que existe una relación entre los tres elementos, ésta se da más bien como un anticlímax entre las acciones de connotación negativa, así tenemos que la luna se deshace, el klacson desconecta y la lengua de bronce unta su desconsuelo, que además es estéril. A todo esto se suma un elaborado proceso de sinestesia, pues la luna, la cual se percibe por la mirada, se deshace en el sonido de los ladridos; los sonidos de algunas campanadas aparecen como una " lengua de bronce", pero además su desconsuelo al ser untado obtiene la cualidad de la materia. La estrofa número 5 se compone de un dístico endecasílabo y aunque se modifica el metro dominante del alejandrino, se conserva el acento en la sexta sílaba y la rima asonante grave, que este caso recae en la forma oe, invirtiendo así la secuencia e-o de la estrofa anterior, observamos también que se reproduce la geminación de pares vocálicos al interior del verso, pues entre la antepenúltima palabra de cada línea existe una rima asonante en a-a. Las estrellas ensayan sus canciones que bobos acompañan los relojes. Esta organización del material sonoro del texto nos revela una composición similar a lo que muchos años después en la música formal de vanguardia se llamará minimalismo. Es decir que el poema se desarrolla sobre la base de una estructura rítmica compuesta de elementos limitados, sobre la cual se van introduciendo sutiles variantes melódicas, lo que en conjunto crea en el escucha un efecto hipnótico. Por otro lado, la escasa variabilidad en la rima y en la métrica de las diferentes series, hace que en términos sonoros cada una de ellas sea equivalente. Revista destiempos.com Página 71 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I Por otro lado, en esta parte del poema es evidente la insistencia del la metágoge como pieza fundamental del texto, pues al "instante solemne" y al "klacson agresivo", se suman las estrellas que "ensayan sus canciones", acompañadas por los "bobos relojes", mientras que en las estrofas siguientes aparecerán unos "pasos que bambolean la sombra", "la voz que todo lo infinito detiene", el tic-tac que se "debate" y finalmente para cerrar el poema, la noche que "está leyendo sus poemas del pasado". La preeminencia de este recurso, tanto en este poema y en general en la poesía estridentista, es el resultado de la propuesta de los jóvenes vanguardistas de crear un arte "paroxístico", dominado por una subjetividad extrema que permitiera proyectar el Yo sobre el mundo material, al respecto, en una conferencia sobre el movimiento estridentista, Germán List explicaba: Con las equivalencias llegamos a lo que Epstein afirmó de la metáfora: que era un eje de inducción. Para nosotros fue, además, la síntesis de nuestra relación con lo que nos rodea y pudimos ir así de nosotros hacia las cosas y sucesos; introducir la vida ambiente en nuestro ser: animar los objetos para hacerlos decir lo subjetivo o dar a lo subjetivo una calidad material. (1987: 114-115) Si atendemos a esta premisa, entonces podemos considerar que al animar los objetos y conceptos que rodean al yo poético en medio de la noche, el poema está colocando en aquellos las propias emociones y sentimientos del sujeto, así el "estéril desconsuelo" de "la lengua de bronce" y la nostalgia que se manifiesta en la noche que "lee sus versos del pasado" son las propias emociones de éste. Las estrofas 6 y 7 son dos dísticos formados por versos sin una ilación gramatical ni secuencial, pues cada uno de ellos se presenta como una imagen cerrada y autónoma en sí misma, llevando al extremo la relación no subordinante entre las estrofas anteriores, pues en esta ocasión cada uno de los versos es independiente: Revista destiempos.com Página 72 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I Unos pasos helados bambolean la sombra. Me he bebido sus labios... El oro de sus ojos tintinea en las baldosas... Igual que esas palabras se diluyen sus manos... En consecuencia, vemos la manera en que las estrofas del poema se organizan de acuerdo a un esquema paratáctico, es decir, los diferentes cuerpos sintagamáticos que lo componen se estructuran a partir de relaciones de equivalencia, eliminando la subordinación gramatical toda vez que no existen relaciones lógico-causales entre ellos, esta fenómeno poético es estudiado a detalle por Evodio Escalante en su texto "¿Metáfora o parataxis? Instrucciones para una poetología" (2005). A esta relación de equivalencia gramatical se suma la similitud sonora de las diferentes series que componen planos el orden de el texto, lo que permitiría intercambiar en ambos las diferentes estrofas, sin que ello altere sustancialmente la lectura del conjunto. En otras palabras, todos los elementos del poema coexisten en una organización equivalente sin supeditarse a una organización progresiva, de tipo gramatical, misma que sería necesaria si existiera un ordenamiento causal. Así pues, al no existir una sintaxis interna del poema, entendida ésta como una construcción lineal, no existen un antes y un después, por lo que todos sus elementos coexisten equivalentemente en un espacio sin tiempo. En suma, el poema ofrece una visión simultánea de los diferentes planos que componen un instante de la realidad, gracias a este recurso el texto de List logra concretar la idea de que para lograr una nueva expresión de cualidad "multánime" es necesario eliminar todo elemento episódico de la poesía, tal y como planteaban los manifiestos estridentistas (Schneider, 1998: 263-283). CONCLUSIÓN Este desglose de los elementos estilísticos que componen el poema 11-35 Revista destiempos.com Página 73 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I P.M de Germán List Arzubide muestra en primera instancia que los elementos formales que los detractores del movimiento estridentista consideraban realización una "escasa agilidad" poética, en realidad obedece a la práctica de los ideales estéticos y teóricos que los vanguardistas planteaban en sus manifiestos, conferencias y escritos teóricos. En este sentido, demostramos que en el poema estudiado el uso de una estructura métrica y rítmica limitada está concebida para generar un efecto de sentido determinado, que a su vez se combina con elementos estructurales y semánticos que se caracterizan por el uso complejo de las figuras y tropos convencionales, de esta manera el texto logra una sensación de fragmentación y simultaneidad del espacio-tiempo, procedimiento que a la postre sería una de las aportaciones más significativas de las vanguardias. APÉNDICE (Tomado de Germán List Arzubide, Poemas estridentistas, Ediciones El Tucán de Virginia, México 1998. pp. 42-43). 11-35 P.M. El instante solemne se quiebra en sus olanes. Shakespeare hace "mutis" como un personaje que ha dicho la tremenda palabra, y en un close-up ella completa la pantalla. Mi maldad está enferma. Un silbato estrangula la unidad de mis penas y arlequín uniforme un grillo en su caverna repasa inaprendible su ácido y fácil tema. La luna se deshace en ladridos lejanos, un klacson agresivo desconecta al ensueño y una lengua de bronce unta en la paz del tiempo su estéril desconsuelo. Revista destiempos.com Página 74 Revista destiempos.com I Año 4 I Número 20 I Las estrellas ensayan sus canciones que bobos acompañan los relojes. Unos pasos helados bambolean las sombra. Me he bebido sus labios... El oro de sus ojos tintinea en las baldosas... Igual que esas palabras se diluyen sus manos... Lejana voz que todo lo infinito detiene oblicua caravana tapiza lo insondable una intención estruje lo que fue y parece que ansiosamente trepen las garras de unas alas. En la red de mis nervios el tic-tac se debate voy sumando palabras sonrisas ademanes. Y mientras el cansancio pesa sobre mis párpados a la luz de una vela la noche está leyendo sus versos del pasado. BIBLIOGRAFÍA Bonifaz Nuño, Rubén (1983), "Estudio preliminar", en Manuel Maples Arce, Las semillas del tiempo, Obra poética, 1919-1980, Fondo de Cultura Económica, México, pp. 934. Corte Velasco, Clemencia (2003), La poética del estridentismo ante la crítica, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla. Cuesta, Jorge (1985), Antología de la poesía mexicana moderna, Secretaría de Educación Pública-Fondo de Cultura Económica, (Lecturas mexicanas, 99), México. Escalante, Evodio (2002), Elevación y caída del Estridentismo, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes / Ediciones sin Nombre, México. ――――― (2005), "¿Metáfora o parataxis? Instrucciones para una poetología". 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