Estupendo viaje en el tren: De Pekín a Tíben con el ferrocarril más alto del mundo.... En lo alto en la meseta tibetana está situado el ferrocarril más alto del mundo. Es como viajar en el tiempo – desde el andén moderno de Pekín, cuál se parece a la última versión del hormiguero desarollado, después de unos días os encontráis en el centro de montañas fascinantes. En el aire huele a hierba himalaya, alrededor están paseando los peregrinos budistas y desde pico de montañas se oye el sonido de los platillos y las bocinas tibetanas. Eso es „Madre de miles montañas“ . El escritor americano Paul Theroux predijo que ese cinturón montañoso imponente que separa Tíben del resto de China, garantizaba que el ferrocarril a Lhasa nunca existiría. Bien desde el principio China desde sus principios en el año 1911 intentaba tener enlace ferrovariario con todas sus provincias. Tibet fue la última provincia que no era enlazada por los obstáculos enormes e invencibles, como son por ejemplo montañas imponentes, tierra conjelada e inestable, marjales y ecosistema frágil. Aproxidamamente el 85% de toda la vía está situada en „zona prohibida“ o también llamada „zona muerta“ por el aire escaso, tiempo imprevisible, por las tormentas de arena y el alto nivel de radiación UVA. La temperatura media es 0°C, pero la temperatura baja hasta los -45°C. La altura sobre el nivel del mar media de la línea ferrovariaria es de 4100 metros. El punto más alto de la vía es de 5070 metros y es el más alto del mundo. ¿Cuándo, cuánto...? El tren de Pekín a Lhasa sale cada día a las nueve y media por la noche, para pasar por las partes pintorescas de la vía durante el día. La mayoría del viaje podréis ver los rebaños de yakes, antílopes tibetanos y otros animales. Durante el viaje visitareis más ciudades como por ejemplo Xi’an, Lan-čou, Si-ning,.... hasta Lhasa. Todo el viaje tarda 2 días y el billete de ida cuesta unos 177 euros. ¿qué? ¿os decidís? pues vamos, ¡todos al tren!