El primer gobierno liberal. El desarrollo del liberalismo El gobierno de Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876) fue el primer quinquenio presidencial. Más que el de Pérez, que fue más bien de transición, el de Errázuriz se define como netamente liberal. Aunque fue elegido con el apoyo de los conservadores, la alianza liberal-conservadora se disolvió (1873) por diferencias de opinión respecto a la enseñanza, el matrimonio y los cementerios. Los liberales, además del Partido Radical, estaban a favor de la laicización de estas materias, mientras los conservadores defendían la influencia de la Iglesia. Los siguientes presidentes hasta José Manuel Balmaceda (1886-1891) pertenecieron al Partido Liberal. Durante esta presidencia hubo tres medidas que afectaron el poder de la Iglesia: En 1873, el ministro de Educación, Joaquín Barceló, dispuso que en los colegios del Estado no sería obligatoria la enseñanza de la religión católica para los alumnos cuyos padres lo solicitaran. En 1875 comenzó a regir un nuevo Código Penal, que entre otras cosas, estableció penas para sacerdotes por determinados delitos. En 1876, la ley orgánica de Tribunales abolió el fuero eclesiástico –no podían ser juzgados ni condenados– para todas las causas civiles y criminales. En otro ámbito, en 1874 se concretaron varias reformas a la constitución de 1833, que ampliaron las atribuciones del Congreso y restringieron las del ejecutivo: Se limitó a un año de vigencia las facultades extraordinarias del Presidente (Estado de Sitio). No se podía detener a los parlamentarios ni suspender las garantías individuales. Se estableció la incompatibilidad entre ciertos cargos públicos y las funciones legislativas. En cuanto a la “Comisión Conservadora”, que representaba al Congreso mientras no sesionaba, se le agregaron siete diputados a los siete senadores que ya la integraban. Además, cuando las circunstancias lo exigieran, se le dio la facultad de solicitar al presidente la convocatoria al Congreso a sesión extraordinaria. Se estableció la incorporación de miembros del Congreso al Consejo del Estado, y se privó de voto a los ministros de Estado que lo integraban, por lo que esta institución quedó en manos del poder Legislativo. Se cambió la organización y composición del Congreso. Se redujo el quórum, o número de congresistas que deben estar presentes para poder sesionar, a la tercera parte en el caso del Senado y a un cuarto en el caso de los diputados. Se estableció la elección de los senadores por provincias, en proporción de uno por cada tres diputados. Además, se acortó la duración de ese cargo a seis años. Se simplificó el proceso de acusación de los ministros de Estado. Con esto se facilitó la fiscalización de los actos del poder Ejecutivo. Se disminuyó a un año el tiempo de residencia necesario para obtener la ciudadanía chilena. Se establecieron los derechos de reunión, asociación y enseñanza, que no estaban contemplados en la constitución de 1833. También en 1874 se reformó el sistema electoral. Para disminuir el fraude, se traspasó la organización de los procesos eleccionarios desde las municipalidades, que dependían directamente del gobierno, a las Juntas de Mayores Contribuyentes. Se hicieron cambios en el sistema de listas y votos. Además, se introdujo la presunción de que todo aquel varón que supiera leer y escribir tenía la renta exigida por la constitución para ejercer el derecho a sufragio. Las principales obras públicas de este gobierno fueron la modernización de Santiago, gracias a las obras encabezadas por el intendente Benjamín Vicuña Mackenna (ver recuadro). En regiones se extendió la línea férrea desde Curicó hasta Chillán, y desde ahí a Talcahuano y Angol, y se construyó el malecón de Valparaíso. Además, se terminaron la Quinta Normal de Agricultura con su palacio de la exposición en 1875 y los edificios de la Universidad de Chile y el Congreso. Al término del gobierno de Errázuriz, el país atravesaba una profunda crisis económica. La deuda pública absorbía gran parte de las entradas del Fisco. Muchas de las sociedades anónimas que se habían creado para la explotación de cobre y plata quebraron. Además, las salitreras de Tarapacá fueron expropiadas por el gobierno de Perú y a las de Antofagasta se les subió el impuesto. Ambos hechos fueron parte de las causas de la Guerra del Pacífico, descrita más adelante. Un gran urbanista : Benjamín Vicuña Mackenna El presidente Errázuriz Zañartu nombró intendente de Santiago a Benjamín Vicuña Mackenna, quien además de ser un político y prestigioso escritor, tenía a su favor conocer las grandes ciudades de Europa. Para modernizar la ciudad, transformó en paseo el cerro Santa Lucía (1872), mejoró el servicio de agua potable, se hicieron nuevas calles pavimentadas con adoquines y plazas públicas, a las que se sumó el Parque Cousiño, donado a la ciudad por el millonario Luis Cousiño. También se construyó: el Teatro Municipal, que reemplazó al edificio anterior que se había quemado; el Mercado Municipal, el palacio de la Exposición Internacional –destinado a ser el Museo Nacional– y el Congreso Nacional. En esta época también aparecieron los tranvías a tracción animal, conocidos como “carros de sangre”, que permitieron unir los extremos de la capital.