EURIDES GUERRERO PAULINO ÍNDICE Contenido Pág. DEDICATORIA………………………………..…………….02 PRÓLOGO………………………………………..…………03 NACIMIENTO DE UN VIRTUOSO…………..…….…..…05 PRUEBAS………………………………………….……..…07 CHOCUERO Y VICTORIA……………………….……..…08 CHOCUERO Y ROGELIO……………………….….…..…12 CHOCUERO Y EL ENCANTADOR………………………22 MIGRACIONES………………………………….….………26 MAESTRIA……………………………………….……….…36 EL LABRADOR…………………………………..…….……40 AMIGO FIEL………………………………………...….……47 MALDITA BENDICION………………………………..……59 LA ZULAMITA…………………………………….…..……..60 MAL INCURABLE………………………………….….……71 LO QUE QUIERO SER……………………………….……79 . 1 LABERINTO DE PENA Y DOLOR DEDICATORIA Al que siempre ha guiado mis pasos, abierto todas mis puertas y limpiado todos mis caminos. Aquel sin cuya ayuda la perención hubiese sido inminente, precoz, indetenible e inevitable: Dios. A quien amo mayúsculamente y con sinceridad de manera muy singular y particular, Miosotis Acosta de Guerrero: Mi esposa. A quienes representan el motivo para llegar a una meta, quienes con su vida alegran la mía y la hacen poseedora de objetiva significación, Mónica Miosotis, Abner Eurides, Jimmy Vladimir y Verónica Esmeralda Guerrero Acosta: Mis hijos(as). A quienes vinieron del mismo lugar que yo vine: Mis 11 hermanos(as). A quien aun con manos arrugadas, piel marchita, pelo emblanquecido y mirada caída, su cariño mostró toda vez, Vigilia Acosta: Mi suegra. A quienes cuyo camino conducen al mismo lugar que el mío… EURIDES GUERRERO PAULINO PRÓLOGO Contar, cantar, aspirar, inspirar, reír, llorar son partes supletorias de la vida. Quien aún no sabe el puerto hasta donde llega su barco, quien ignora por completo el destino final del sendero que haya tomado, no es más que un apto para sucumbir, elegido de lágrimas y llantos, pusilánime innato, heredero de perenne bastardía. Saber que un sol sale luego que se marcha la noche, que el solano es útil para esparcir hojarascas y escorias diversas, que unos ojos lloran cuando la paz y el gozo superan la capacidad de albergue del corazón, que jira sin parar el planeta que Dios dio a los hijos de mujeres para habitar, administrar y dominar. Tener presente que el ocaso tarda pero no falta, que las noches sin estrellas, son más obvias que las opuestas, que el subsuelo es hogar de todo ser viviente, que la colorida primavera es efímera, que el otoño es inmisericorde y que con inclemencia arruina el verdor de montañas, valles, prados y colinas. El pantano está reservado para los inaptos, la grosura aniquila la buena salud, memorizar situaciones estériles, esteriliza las esperanzas de débiles. Llorará algún día quien sólo ha sabido reír, a quien sólo ha llorado le está reservada la risa, quien en alturas está a las 3 LABERINTO DE PENA Y DOLOR profundidades descenderá, quien en la superficie habita, no le queda oportunidad para el descenso. El alivio llega sólo al que de dolores ha padecido. Dormir es simular la muerte, soñar es planificar la vida. Manos extendidas fuerzas recibirán, ojos cerrados pierden la virtud de la visión. Recibir es trabajo nefasto, servir es virtud, ventura, ahorro cierto, dicha, un préstamo a Dios. Hacer vallados, diseñar laberintos, negar el abrigo, desconocer al forastero, esconder el ungüento, monopolizar la comida, desviar la corriente de agua, aparar la lluvia, sembrar zarzas en el camino, concebir el yerro ajeno, ignorar la desnudes de abatidos y menesterosos, cortar el follaje al árbol que da sombras al caminante, cortar el capullo que aún no es flor. Desdeñar de cualquier modo es mal doloroso y semilla sembrada en terreno que frutos no dejará de producir para perjuicio del sembrador. EURIDES GUERRERO PAULINO CAPITULO I NACIMIENTO DE UN VIRTUOSO Un día de un radiante sol, en que la tarde se tornó gris y nubes negras poblaron el cielo, al amanecer de aquel día de verano, cuando los campos de mi pueblo no producen nada, en un mes octavo, cuando sólo tormentas y calor extremo amenazan mi patria. En ocasiones es un sol que derrite las montañas, en otras, un pulular de mal tiempo; a la sexta hora una madre salía de la consecuencia de una noche de pasión o quién sabe de qué. Fue cuando al mundo Chocuero, un niño humilde y tierno, (humilde y tierno he dicho, jamás dije menso, torpe, ni abobado). Preví en sus ojos de párpados caídos, con mirada sin rumbo, en el color negro desteñido de su piel y en su rostro huesudo, a una víctima prematura con fracaso asegurado en el corto tiempo de vida que le pronostiqué. A mí nadie me lo dijo, ni me lo notificó, el calor de la estación del año le quemó la piel y el otoño próximo lo hizo insensible frente al frío y al calor. Yo no lo pude creer, o mejor dicho no lo podía creer, pero las ratas fueron testigo de su nacimiento, la cucaracha, el mosquito y la hormiga que sin piedad lo picaron, me demostraron la veracidad de los hechos. 5 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Pero en honor a la verdad no sé qué pensar, pues nunca un hijo de humano igual conocí. Siempre recuerdo las reflexiones de Don Prudencio quien decía que las personas que nacían en el mes de agosto, habían sido concebidas en diciembre y que la temperatura de dichos meses eran muy colidantes y que tal situación hacía de la gente, seres extraños, extremadamente débiles, o extremadamente fuertes, dichosos y triunfadores o pusilánimes y tristes, objeto de sufrimientos y pesares. No sé qué tenga esto de cierto, pero me he puesto a pensar que sólo una persona con esas características podrá sobrevivir como él lo hizo; por otro lado, pienso que el aire y el agua contaminada que poblaban su hábitat inmediato al nacer lo convertían en un amorfo de espíritu, en un monstruo discordante o en aquel gigante que produjo el pecado de los ángeles con mujeres de la tierra el día que fueron derribados, en un sarcástico y execrable hombre, en aquel malhumorado que solo sabrá fumar y tomar alcohol. ¡Cuán equivocado estaba yo!, ¡Que ser tan dulce y tierno!, tan amoroso y cariñoso, perdonador, amable, apaciguador, árbitro de conflictos, agua que siempre apagaría el fuego. ¿Cómo no decir que la vida es una paradoja?, si esto es cierto, tan cierto como que al oscurecer de hoy lo sucederá el amanecer de mañana, entonces no se EURIDES GUERRERO PAULINO termina en mí la esperanza de ser como un día lo he soñado, o mejor dicho como toda la vida lo he soñado. Su madre se quedó perpleja, explotada, pues ya eran 10 muchachos que paría el día que éste nació y con el completaba 11 hijos. Ese día no llovió, a pesar de los arreboles que invadieron el cielo del Valle de Hicagua, los lloriqueos del pequeño acabaron con las ganas de dormir que tenían todos en la casa; no logro entender por qué, pero contar historias como esta son pendejadas, porque, ¿Qué le importa a nadie saber lo que le pase a nadie?, ¡Cuánta misión tiene el que no tiene nada que hacer! Los días no se paraban o no se han parado de correr, considero que el tiempo es el grande enemigo de todas las casas, puesto que a todo lo envejece, lo corrompe, lo destruye; no se vio el niño Chocuero exento de este regalo; pero a medida que pasaban los días, las semanas, los años, el pequeño mamó el seno de su madre, le quitó el sueño innumerables veces y cuántas cosas sabrá Dios llegó a pasar. A mí nadie me lo contó, yo lo vi, lo viví, yo era amigo de sus procreadores y vecino del nicho que lo albergó durante toda su vida, ¡Por supuesto…! Toda la vida que con él llegué a compartir. 7 LABERINTO DE PENA Y DOLOR CAPITULO II PRUEBAS Al cumplir su primer año de edad, el pequeño apodado Chocuero se enfrentaba a su primer vía crucis, al ser afectado de una muy rara enfermedad cual no había visto nunca ninguno de nosotros los vecinos de su entorno; su cabeza se hinchó por completo; su cuerpo adelgazaba, no le daban, no le dieron fiebres ni ningún otro síntoma que el ya mencionado acompañado de faltas de apetito e hipo actividad. Los culpables de su nacimiento no se quedaron de brazos cruzados, no puedo decir cosas injustas; lo llevaron a la capital de la provincia, donde un anciano cuyos cabellos habían sido pintados por los años con leche, su piel estaba marcada por la cantidad de días que sobre sí habían pasado, su voz estaba ya entrecortada y pausada, su caminar era superado por las tortugas, pero su mente y sus conocimientos eran frescos, cual luz del amanecer. El diagnóstico que le dio no sé cuál fue, sólo sé que los medicamentos que le aplicó dieron justo donde tenían que dar. ¡Qué bueno es hallar comida cuando se tiene hambre, o bebida cuando hay sed!. Al paso de los días los males EURIDES GUERRERO PAULINO que había que vencer no eran pocos, pero eran pequeños; ¿Qué niño no se enferma de fiebre, gripe, diarrea o cosas comunes? y al igual que cualquier otro él tenía quien se ocupara de su salud. El espacio entre sus 9 y 12 años se vio marcado por un mal muy grande y aflicciones abundantes, esta vez el anciano médico ya se hallaba en reposo perpetuo, pero en un mundo tan grande como el que habitamos nadie se puede hacer la idea de ser insustituible, por lo que apareció una joven profesional del área de la medicina; ¡Joven de verdad!, inmigrada de Europa, aunque el color de su piel me daba la impresión de que era una latina; boca de labios finos y nariz cual Keops, cabellos negros, lacios, sus ojos no sé de qué color eran. ¡Tan bellos que no resiste cualquier equilibrista observarlos! Su estatura no era más de algunos Seis pies. Esta hizo el problema de Chocuero suyo y lo puso en tratamiento por largos tres años, logrando erradicar de sus pulmones todo mal, antes de terminar su tratamiento con Chocuero, ya la bella dama había cumplido su misión en la cabeza de provincia que ya se ha especificado. ¿Cómo saber las cosas de manera tan detallada? no lo sé. No sé por qué estoy teniendo que ver con esto, si no es ni descendiente, ni ascendiente de la sangre que por 9 LABERINTO DE PENA Y DOLOR las venas me corre, pero en honor a toda verdad la casualidad nos llevó a compartir la vecindad y puso su casa muy cerca de la mía. Ese problema fue superado en su totalidad, pero a dedo malo dolores nunca le han de faltar, cual no le falta aguas al ancho mar y cuando entraba a la edad oscilante de 13 a 14 años fue invadido por una especie de hongos en la piel (pienso que eran hongos, no soy dermatólogo, ni vi el diagnostico dado), esto le llevó a poseer el cuerpo más horrible que alguien pueda imaginar, desde la cabeza entiéndase desde el cráneo hasta la planta de los pies, un sólo centímetro no quedó exento del indicado mal. A no más de Doscientos metros del bohío (residencia mísera de la familia) vivía un anciano, un señor curandero al que llamaban “Pedrito Adán” el cual no tenía menos de noventa o cien años de edad y cuya procedencia era extranjera. Pedrito Adán era conocido también como el milagro o mejor dicho como “Pedrito el milagroso” por la cantidad de enfermedades sobre las cuales tenía dominio con sus zumos de hojas y remedios “caseros” como él decía. Fue este médico al que acudieron los padres del mozalbete, el cual le preparó medio galón o mejor dicho dos litros y medio de zumo de múltiples hojas. Cuando a EURIDES GUERRERO PAULINO Chocuero le tocaba tomarlo, parecía como si ese sería un encuentro con Polifemo o con lo más horroroso que pudiera uno imaginar; todos los sabores desagradables se hallaban juntos en esa pócima, la cual duró tres semanas tomando sin mostrar el más mínimo alivio. Al poco tiempo su madre optó por otro curandero, este no era muy famoso, solo hacía escasos teses y “botellas” que supuestamente limpiaban a las mujeres de infecciones vaginales o que aumentaban en el hombre la potencia y apetencia sexual. El nombre era “Juaniquito” y le apodaban “pava de yagua” por un sombrero enorme que siempre traía en su blanca cabeza de cabellos blancos y ondulados. “Este es un caso muy extraño” comentó el curandero a la madre de Chocuero, al tiempo que puntualizó: “Yo trabajo con Dios, María Santísima y todos los santos, aquí yo no sé nada, quienes saben son ellos”. Unos Sesenta pesos, monedas de curso legal en la patria de Duarte tuvo que dejar la señora para luego de tres días volver a buscar el remedio. Durante todo el tiempo la madre bañaba a su hijo con agua lo más caliente que resistiera y zumos de hojas amargas, que si lo aliviaban no lo sé y si no lo hacían tampoco lo sé. 11 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Al buscar el remedio, el mismo consistía en azúcar, miel y jugo puro de caña de azúcar mezclado y condimentado con el zumo puro (sin agua) de una pequeña planta a la que ellos llamaban “Morita”. La “medicina” tenía un aspecto color verde oscuro y su sabor dulce más que la misma miel, un dulce empalagador y al mismo tiempo un leve sabor amargo. Tenía que persignarse cada vez que lo iba a tomar, pero transcurridos los tres primeros días de estarlo tomando empezó el alivio y el mal pereció mucho antes de agotarse el “lamedor” como don Juanico había bautizado al producto de su imaginación. Todo marchaba bien, hasta ahora, él y yo siempre compartíamos, pues más o menos éramos coetanos y de la misma vecindad. El mes de diciembre transcurría, no recuerdo de que año, sólo sé que era un día donde las Navidades no estaban distante, el sol se hallaba en pleno dominio de la hora, pero la mañana ya descansaba en paz; al regreso de la faena al junto de su progenitor cabalgando sobre un “penkito” como era llamado el medio de transporte que se utilizaba en esa zona rural de la región oriental del país, para referirse a un caballo huesudo, flaco, con tumores en el lomo y en fin moribundo, al cruzar un puente que no muy lejos del pueblecito quedaba, he aquí un camión de EURIDES GUERRERO PAULINO esos que cargan o transportan combustibles, venía justo donde tenía que venir, el animal al encontrarse de frente con el aparato se asustó y cogió en dirección a las gomas de éste, el cual le dio un fuerte golpe, causando a dicho animal la muerte instantánea y a Chocuero heridas y fracturas que le provocaron una lesión permanente en una de sus manos, la cual no le sirvió jamás ni siquiera para llevar a su boca un vaso de agua o un bocado de pan. ¿Por qué tuvo que ser así? me pregunté cuando cuenta me di de lo acontecido, no más quería y aún quiero saber si es que hay un destino cierto e ineludible para cada uno de los que habitamos este planeta más grande que la luna y más pequeño que el sol. A esas interrogantes nunca le he hallado respuesta y ponen a juicio mi concepto sobre todo lo que existe y que no hay circunstancias, casualidades, ni destino, sino más bien causas y consecuencias pero, ¿Qué puedo yo hacer?, ¿con quién voy a altercar? ¿Ante quién pongo la querella de tantas cosas que suceden en el mundo y que a mi modo de ver las cosas son injustas? Con el mismo Chocuero he aprendido que cuando nací hallé un mundo formado, en el cual yo no tomé participación ninguna y cuando muera lo dejaré tal como está. ¡Me duele lo que a Chocuero le aconteció! ¿Porque?, ¿Por qué ese animal de Dios si de 13 LABERINTO DE PENA Y DOLOR veras se asustó con el vehículo no huyó del mismo sino que se acercó a él?, sigo sin comprender… CAPITULO III CHOCUERO Y VICTORIA La etapa más bella del ser humano (para mí que no soy psicólogo) es la niñez, por la ternura del ser humano en dicha etapa y por la facilidad para ser controlado, sin embargo, al entrar ya en la adolescencia la situación se hace tensa y casi incontrolable, situación ésta que no exceptúa a Chocuero. Desde sus doce y trece años la turbulencia y el desequilibrio (no sé si llamarlo así es correcto) hormonal, la depresión y otros actos anímicos lo hicieron su presa. Recuerdo como hoy cuando me contó: -Yo tengo un problema muy grande y quiero que sin demora me ayudes. -¿Cuál es ese problema que dices que es tan grande y que crees que yo puedo ayudarte? -Es la hija de don Chichí el gallero. Y sin dejarme hablar suspira como quien vota por la nariz toda la esperanza y agrega: EURIDES GUERRERO PAULINO - Esa muchacha es muy bella, es formidable, siento que voy a morir por ella, pero lopeor de todo Amadeo es que le tengo vergüenza de decirle cuanto la amo. – Mira Chocuero yo voy a ayudarte pero yo no sé de quién tú me hablas, además tú no le debes tener vergüenza, porque tú eres un ser humano igual que ella y nunca he oído decir que sea delito decirle a una mujer cuanto se le ama, cuanto se le quiere. - Amadeo yo te estoy hablando de Victoria, la hija de don Chichí, la que tienes el pelito negro como la noche y como mi suerte tienes los ojos, la más grande de la casa de mamá Lola. – Ya sé de quién me estás hablando Chocuero, yo la veo siempre, la voy a invitar a mi casa a cenar y te voy a avisar a ti, y no te preocupes que de esa reunión saldrá algo bueno, ya lo verás. - pero ¿Cuándo va a ser eso Amadeo? -Olvida que cuando tú menos lo esperes, en el menos tiempo posible. – Pues yo te lo voy a gradecer en el alma. Sin agregar una palabra más se apartó de mi lado irradiando felicidad y alegría. Decía mi tía Narcisa, la más 15 LABERINTO DE PENA Y DOLOR célebre, mejor y buena persona que creo que haya existido en este mundo, recuerdo que siempre me decía que “el cielo solo era para los valientes”. Vencer tanto miedo y tanto temor para Chocuero no era tan fácil y como vi que era persona de sana mente y de buenos modales, hice mío el problema, en cuestión de una semana invité a Victoria a mi casa lo que acepté con agrado e inmediatamente le mandé a visar a Chocuero con Julito la piedra, su hermano. Él llegó primero - Hola Amadeo, (me abraza, con tanto fuerza que sentí que me quebraba las costillas) – No sabe cuánto te agradezco lo que por mí estás haciendo, créeme que tú eres el Avicenaque curas mis males y dolores. - Sólo trato de ser tu amigo Chocuero, de mitigar, lo más que yo pueda tu sufrir, tus penas, tu dolor. Aun hablaba cuando se acerca Victoria, linda y bella como una fugitiva del cielo, abrásame y bésame en la mejilla al igual que a Chocuero al tiempo que me dijo: -No sabes Amadeo lo complacida siento y honrada que me EURIDES GUERRERO PAULINO -El placer es a mí que me cubre con tu presencia en mi humilde hogar. Hablamos ella y yo mientras Chocuero con el rostro pálido, un notable nerviosismo, vista al suelo, toma uno de los asientos, mudo, parece como alguien que sufre alucinaciones que no era cierto. Era la hora cero para Chocuero, ya el “Asopao” estaba sobre las ascuas, mientras sentados todos a la sombra de un árbol tomábamos unos y otros tragos preparados para la ocasión, chistábamos, nos reíamos y disfrutábamos de algunas canciones previamente elegidas. Ya Chocuero gracias al relajamiento a que todos habíamos sidosometidos había perdido el nerviosismo, aproveché antes que la niña Victoria se marchara, antes que el alcohol me aturdiera y apartándola de los demás le comuniqué lo que estaba pasando con relación a Chocuero, se lo dije en presencia de él mismo. Se pusieron de acuerdo acerca de una visita que Chocuero haría a la más bella que en esas regiones habitaba. Cada uno se fue a su casa y al joven encantando lo felicité. El tiempo transcurrió y al llegar el día de la cita, el joven enamorado visitó la niña bella, llevándole algunos presentes, luego de conversar y compartir alegremente, 17 LABERINTO DE PENA Y DOLOR de conocer a la familia de ella le dejó una carta que decía: “Victoria M. Acosta, eres cual rayo luminoso que llenó de luz mi vida, cual manantial de frescas y cristalinas aguas que mitigan mi sed de amor. Quisiera calentarme con tu piel, cual gallina a sus polluelos y bajo la sombra de tu amor descansar mi otrora cuerpo enfermo, posees la belleza de los mares y como lejano horizonte estará de mí a tu lado el dolor, recuerdo tus en cada noche sin estrellas ni luna los cuales pintaran mi postrimería con el verdor de praderas, sierras y colinas.Posee en tu piel trigueña la suavidad de la briza de la montaña la cual esparcen de mí todo desaliento. Cual ave fénix me harás rejuvenecer, cuando tan solo esté de mi cerca. Como negro es el cuervo son tus ojos, me deprimo con tu ausencia y con tu presencia he descubierto que huye de mi todo dolor. Es tu aliento cual aroma de azahares y azucenas. Como hojarascas incineradas, reducirás a la nada de mí el pesar. Cerca de ti me conforto mucho más que en la sombra de frondosos árboles de los bosques de mi valle intramontano. No conoces la maldad, de ignominia vestirás mi soledad para convertir en escorias mi pena y dolor, como aguda es la vista del águila, agudas son las armas con las que combatirás mis lágrimas y pesares, mi hábitat se hace oscuro y tenebroso cuando tan solo pienso en tus desprecios. Dios el más excelso de los excelsos y el más sublime de los sublimes con tu vida EURIDES GUERRERO PAULINO regalará a la mía todo el bien que ella ansía, pues es tu ser cual aleación de crisólitos y carbunclos que harán provisorios la totalidad de mis días. Cual aroma de vírgenes pinares libaneses es tu aliento y como mieles sé que es el sabor de tus besos. Eres la envidia de gorriones y ruiseñores y tu presencia humilla los colibríes, estar a tu lado es formidable, irresistible será estar en tus márgenes. Eres causa de la bravedad de los mares, de la calidez invernal del colorido primaveral. Amarte es amar al cielo. Tu regazo regalará a mi alma todo el descanso. Jamás pensé que ser humano alguno personificase la leyenda griega sobre Venus”. “Son tus ojos como farolitos celestiales y tus labios destilan la dulzura de panales silvestres. Antes de perderte, perder la vida sería preferible, eres dueña del sonido de las muchas aguas del Niágara y el Nilo y del tronar de los vientos de las montañas amazónicas. Sin ti soy cual barco a la deriva, cual moribundo agonizante, cual ave sin alas, cual semilla que cayó junto al camino, entre abrojos y espinos o junto a la peña. Posees en tus manos la panacea de todos mis males, eres mi amuleto de buena suerte, eres la fuerza gravitacional que me mantiene de pie sobre la superficie de la tierra. El agua me puede faltar sólo por dos o tres días, tu recuerdo es como el aire que si me falta al instante perezco. ¡Oh Dios 19 LABERINTO DE PENA Y DOLOR de los cielos, de mi amparo y mi socorro!, ¡gracias eterno creador por la sublimidad de este amor y por haberme hecho prisionero de ella y libre de pasiones viles y odio y maldito rencor! Lágrimas de emociones bañaron sus mejillas, mientras preparaba al no amado una respuesta no grata. Aun así quiso hablarme antes de hacerlo y cuando se comunicó conmigo me dejó bien claro su parecer y el desinterés que ella tenía del cantor romántico en que ya se había convertido Chocuero. “Chocuero Rafael, no sabes cuánto te agradezco el grado de amor que me consta que me tienes y no sabes lo complacida que me siento al saber que en este mundo existe alguien que hace de mí su desvelo y la causa por la cual se inspira a vivir y aspira a seguir viviendo, pero la realidad es que si Dios pusiera en mí por ti lo que ha puesto en ti por mí, de cierto te juro que jamás rehusaría en hacer mío todo ese amor que rebosa hasta el desborde tu desilusionarte corazón, y más pero aun lo que detesto detesto crearte es falsas expectativas, lo único que te promete es rogar al Santo Jesús para que le conceda a otro corazón la nobleza y generosidad para ti. Encarecidamente te pido evitar la fatiga y el sufrimiento alimentando un amor para el cual EURIDES GUERRERO PAULINO todo lo que existe es y será abstracto y percepciones ilusorias, irreales e inverosímiles”. Este mensaje le llegó inmediatamente, le fue cual puñalada al corazón, sentía que no se podía sostener de pie, que la tierra huía de debajo de sus plantas, que el sol obscurecía a medio día, que el aire se ausentaba de su nariz, sintió como todas sus fuerzas le dejaron solo, como que el corazón se había ido de dentro de su pecho, jamás nadie ha sentido depresión igual. Yo al saber la noticia le pronostiqué pocos días de vida a partir de esa fecha, yo mismo me sentí triste por no llegar hacer realidad la ilusión de un amigo humilde, sencillo, sincero, de quien siempre dijo su madre que era un ángel en la tierra, no un ángel caído del cielo, sino más bien un ángel enviado del cielo, de la morada del que vive para siempre, sin la intensión de ofender a los herejes, ni a los ateos, ni a nadie. A causa de la respuesta de Victoria escribió el siguiente poema: Esperanzas Aunque filos penetren mi piel, aunque cañones disparen a mi cabeza, no desmayará nunca en mí la fe, aunque se abra y me trague la tierra. 21 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Aunque tus palabras sólo sean de ofensa, aunque mi amor desdeñe con insultos, yo soy aquel que no hay barrera que detenga, quien vive en la tierra, pero no en el mundo. Aunque tus miradas sólo sean odiosas, aunque tus mimos nunca hayan nacido, yo para tu descanso tengo fresca sombra suaves colchas y sábanas, domicilio y abrigo. A pesar que me odias sin ninguna piedad, a pesar que ni siquiera finges ser mi amiga, yo mucho te amo y lo hago de verdad y por ti estoy dispuesto a dar entera mi vida. Aunque mi vida la encomiendas al diablo, aunque mis caminos los colmas de espinas, más allá de la tumba sabrás que te amo y que tu inercia maldita marchitó mi vida. Aunque mil puñales claves en mi pecho, aunque toxinas viertas en mi harina y mi pan. Yo para ti sólo deseo el paraíso del cielo y que aderece tu vida eterna felicidad. Aunque hagas votos por mi deceso, aunque pagues tesoros por mi muerte. Sólo quiero para ti el inmenso cielo y que vivas en encantos, salud y suerte. Yo que no tengo en lo absoluto dinero, que mi gran patrimonio es la nada, aun así tengo un corazón en mi pecho, que paulatino lo detiene tu alma ingrata. EURIDES GUERRERO PAULINO Amor inmensurable más que los mares, fuerte más que vientos tempestuosos, tierno más que del ruiseñor sus cantares, leal más que el sol a desiertos arenosos. Hoy por ti produzco versos cual manantial, hoy por ti se detiene mi débil corazón hoy te alegra la presencia de mi mal, y el tinto agotas por mis lágrimas y dolor. 23 LABERINTO DE PENA Y DOLOR CAPITULO IV CHOCUERO Y ROGELIO Todo afán y todo pesar fueronsuperados por lo que esta vez el mozo emprendía un nuevo viaje, o no era quizás un viaje nuevo sino más bien que se hallaba en un principio de conservación de sus ideas, las cuales siempre eran de superación y de apego a la moral y la religiosidad. Los días y los años fueron pasando y ya Chocuero se hallaba cursando el antepenúltimo año de sus estudios secundarios, sus padres le habían prometido hacer todo el esfuerzo que se licenciara en algo que le garantizara condiciones de vida óptimas en el futuro. Petrona Cantalicia y Timosenco Cortez personas allegadas a él habían alcanzado la cima y ofertado ayuda a Chocuero. Dios que jamás se olvida de los hijos de los hombres le permitió conseguir un patrocinio para estudiar en la metrópolis del “país de la trayectoria del Sol” con todos los gastos pagos, incluidos vivienda, almuerzo, transporte y EURIDES GUERRERO PAULINO hasta una dieta para cubrir los costos de jabón, pasta, cepillo dental y hasta la higienización de sus calzados. Hacían ya algunos años que Chocuero pertenecía a una ecúmene religiosa, cuyo orientador y coordinador lo era un señor de nombre José Néstor Silverio, apodado Don Rogelio el contento. Chocuero siempre humilde y obediente le comunicó a dicho señor sobre sus planes de emigrar a otras tierras para hacerse de una carrera profesional que le garantizará su subsistencia, y lógicamente la de sus hijos cuando los tuviera; partiría en una fecha previamente establecida y pre avisada a Chocuero tanto por quienes costearían sus estudios, como por quienes dirigía el centro de educación superior; el telegrama de su aceptación le llegó a mitad de la mañana de un día Veintiuno del mes de diciembre de un año que no recuerdo. Con gran amor fue huyendo y le presentó el telegrama a sus familiares los cuales se regocijaron, lo mismo hizo con Don Rogelio el contento, el cual tuvo una reacción diferente y sólo se limitó a decirle que analizaría la situación y le daría su parecer después. No habían pasado de tres días, era ya el primer día de la semana, a menos de media mañana Don Rogelio de una 25 LABERINTO DE PENA Y DOLOR forma manipuladora y malintencionada convence a Chocuero de no ir a la ciudad a estudiar. ¡Que malo es ser ignorante, menso, creído y todo lo que me parezca o pueda ser “pendejura” y “bobada”!. Era el mes de diciembre y para abril próximo, habría una misión por toda Europa y Estados Unidos, para dicha misión había sido escogido Chocuero junto a dos amigos uno de los cuales respondía al nombre de Jesús Galindo y el otro su hermano Mateo Galindo. Esta promesa fue hecha a Chocuero por Don Rogelio como una forma de compensar lo de la beca para los estudios superiores y que había desertado por manipulación del mismo Don Rogelio. La gran promesa de dicha misión, sólo fueron palabras momentáneas, mentiras mediáticas y manipulación grosera. ¡Poseedor de todas las virtudes del cielo, hijo predilecto de las ciencias y las artes, muy dado a las malas casualidades, al parecer nacido bajo la maldición de Balaán! Lo vi, sí, lo vi con mis propios ojos como decía la tía Narcisa, anciana oriunda del Valle de Hicagua, hija de las piedras de la orilla de los ríos, de los humedades y la serranía, de la jungla y las estepas de la región oriental del mencionado intramontano, llorar cual pichón EURIDES GUERRERO PAULINO desplumado, hambriento y friolento y cuya madre se demora por haber sido metida en cautiverio por manos criminales. Lo escuché llorar y derramar sus lágrimas cual crecida del Amazonas y el Ganges. La verdad es la verdad, nunca había visto ser humano semejante y ni quiera parecido que fuera tan invulnerable al dolor, a las hostilidades de la senda que a veces nos toca caminar en el corto paso por la prestada vida que Dios sobre la faz de la tierra nos conceda. 27 LABERINTO DE PENA Y DOLOR CAPITULO V CHOCUERO Y EL ENCANTADOR Todo parecía como noches eternas, como desvelos e insomnios interminables, toda confianza en cualquier persona ya se había perdido, Chocuero comenzaba a dudar y a desconfiar aún de sí mismo; cada anochecer parecía sin amanecer, los días eran fríos en los que parecía no calentar un sol, ¡Oh Dios mío, padre de la caridad! ¿Cómo es posible vivir en un constante hostigamiento, en un constante sufrir, llorar, gemir, penar? ¡Ojalá se pare mi corazón de latir y mi sangre de correr por mis venas para no seguir sintiendo tan horrible diablura y tan despiadado sufrimiento! Unos cuantos días habían transcurrido de la situación con Don Rogelio, ya el verano gobernaba a las demás estaciones del año, el mes de agosto se enseñoreaba sobre sus once hermanos, cuando en un viaje de regreso EURIDES GUERRERO PAULINO a su pueblo, próximo a un área de tierra dedicada a hatos se encontró con “Celacie”, un maldito, de negro corazón, de hábitos dudosos, (pero está bien, eso no me importa; yo no puedo con la vida mía; mucho menos con la de nadie). El indicado hombre era de nacionalidad desconocida, mago, hechicero y encantador. El y Chocuero no se conocían, por causalidad se encuentran en la calle y de manera esporádica lo saluda: -Jovencite como ta´ute? Le extiende la mano a quien también Chocuero con cariño y respeto le corresponde y contesta: - Yo estoy muy bien gracias a Dios. -Pero ute no ta bien. Se asombró Chocuero y le contesta: - ¿Por qué dice usted que yo no estoy bien? -Mile niño, polque pa´mi, ute e como un niño que puede sel mi hijo, yo lo veo en su cala que ute tiene un poblemo muy glande. Temor sobrecogió a Chocuero y a seguidale contestó –Basta ya caballero sólo dígame que quiere. – “Yo te quielo ayudá muchacho - ¿En qué y cómo quiere usted ayudarme señor? 29 LABERINTO DE PENA Y DOLOR - Si tú quiele ven conmigo Chocuero le siguió, sólo una esquina doblaron y de inmediato llegaron a la casa del mago, que hasta entonces no sabía Chocuero que lo era. Entraron, ya en el interior observó la existencia de mil velas encendidas, mil cuadros, una cantidad de diabluras y las ridiculeces más grandes que ojo humano haya visto en lugar alguno. Unas cuantas mesas repletas de cuadros, allí frente al cuadro de San Elías una lámpara de aceite de olivo y un recipiente con moro de habichuelitas negras con arenques y batatas azadas, frente al cuadro de San Lázaro gran cantidad de monedas y un servicio con pedazos de coco, un pescado sancochado sin sal (supuestamente) y arroz blanco frente a la figura de San Rafael, los cuadros de Santana Ana, la Dolorosa, y otras imágenes poseían gran cantidad de bebidas alcohólicas y gaseosas, el niño de atocha, una cantina llena de mentas, chicles y golosinas y frente al cuadro de San Miguel un puñal. Un gato negro bien amarrado a la pata de la mesa, un gallo negro, grifo trancado en una jaula y mil diabluras más que si les cuento no termino. Calecié tomaba una hoja de papel sin líneas y con cera de vela o con la vela escribía sobre dicho papel dos números los cuales lógicamente no se veían y luego a la vista de sus presas quemaba otra hoja de papel y la ceniza la estrujaba sobre el papel que había EURIDES GUERRERO PAULINO puesto la cera y quedaban los números a la luz de los ojos de sus mensas presas quedando impresionados. Cuantos disparates y porquerías a nada de lo cual Chocuero temió, sólo estaba sobresaltado, nada esquivo sino con una fe inquebrantable, pues pensaba ya que si el hacer el bien no le dio resultado quizás, el mal sería entonces lo provechoso. ¡Pobre de los débiles de mente y de corazón confundido aquellos cuyos cerebros solo están llenos de esquizofrenias, paranoias y alucinaciones!, ¡Pobres de aquellos que dejan que las adversidades lo conviertan en trapos de inmundicias, en asqueantes trozos de estiércol, en putrefactos cadáveres cada vez más útiles para nada, en harapientos errantes a quienes la falta de cordura propia los convierte en seres aborrecibles y desechables; pero no quiero que nadie moleste conmigo, porque yo si no soy el hijo de machepa, ni creo en el viejo Andrés de las llanuras del Valle de Hicagua!. Chocuero entró al lugar se sentó cómodamente en un viejo sofá mientras el viejo amarra sobre su cabeza un pañuelo rojo, uno blanco y uno negro en cada antebrazo y así sucesivamente, hasta que en diversas partes del cuerpo ciñe un total de 21 pañuelos conforme de las divisiones de espíritu del mundo espiritista, untose unas 31 LABERINTO DE PENA Y DOLOR esencias y aguas aromáticas y aceites, en total 7 conforme a las siete potencias de África según las creencias de los que trabajan espiritismo. Quitase la camisa y alrededor de la parte superior de cada brazo tenía tres cuerdas amarradas de colores diferentes y una en la cintura totalizando un total de siete cuerdas conforme a los siete espíritus intranquilos, dominadores y sugestivos del espiritismo, en el suelo tenía encendido una hoguera con carbón vegetal con una barra de hierro al medio. Enciende un tabaco más hediondo que perro muerto, lo pone en su boca y de un solo sorbo se traga la mitad de media botella de ron blanco, la mitad de lo que se tomó del blanco, se lo toma de ron dorado, se toma adicionalmente el equivalente a la mitad del último tomo de vino puro añejado de uvas, el sobrante de cada botella lo hecha en un recipiente que consistía en un caparazón de hicotea que tenía de esos fines, junto al que tenía unos huevos de gallina y un maco o sapo curiosamente amarrado por las patas y unos huesos secos no sé de qué diablos. Luego de hecha esta ceremonia, visiblemente borracho y quizás poseído por el diablo se dirige a Chocuero, lo hizo despojar de su ropa, calzados, saca con sus propias manos dinero todo el dinero que había en la ropa de Chocuero. En su alocución le habló de cosas extrañas, EURIDES GUERRERO PAULINO cosas reales según me lo contó aquel cuyo corazón era generoso y cuya conciencia vivía limpia, parecía como si alguien le hubiera contado con lujos de detalles la vida de Chocuero, lo que hizo al desdichado confiar en el “pendejo” ese que, haciendo payasadas se mal gana la vida. Al concluir le dejó el pasaje para que se fuera para su pueblo y le entregó dos números y le advirtió que buscara dinero para jugarlo en la lotería, que esos serían los premios y que tenía que volver a traerle una porción de lo que se ganara en la mencionada lotería. Chocuero salió de allí, alegre y lleno de optimismo, contento el corazón y pesando que el viejo agorero sería su alquimista, pues realmente todo cuanto le estaba pasando se lo dijo y con una magia formidable y desconocida por Chocuero hizo aparecer en un papel en blanco unos números que serían los premiados en la lotería. ¡Infeliz muchacho! Porque. ¿Quién no sabe los problemas que padecen los de su edad?, no hay que ser ni mediamente inteligente para darse cuenta de los problemas que afectan a los muchachos menores de 20 años y que ya hayan superado la etapa de la infancia, la niñez y la pre-pubertad. 33 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Se marchó a su pueblo y, cuando ya la noche había aniquilado al día, Chocuero se preparaba para apostar a los números, aunque había quedado sin un centavo, realmente era persona considerada por su forma sencilla por lo que no le dio dificultad conseguir dinero prestado para tales fines. Al amanecer del siguiente día, grande fue su sorpresa al ver que todo esfuerzo fue en vano y que toda expectativa no fue más que un sueño que tan pronto como se despierta se lleva la desilusión de tener que vivir la verdad y la realidad de las cosas. ¿En quien confiar?, otro golpe sin mano, ya no había para el cantor una razón para cantar, pero en medio de la batalla hasta no recibir el disparo que parta el corazón, o la estocada que lo haga salir del pecho, hasta que todo el aire salga por la nariz, no se puede perder la fe, la calma, la esperanza y el optimismo. Realmente no sé cuál fue la causa, pero luego de acontecido esto, escribió las siguientes estrofas: ¿Para qué? Para ser humillado sin piedad, vejado sin mínima misericordia, para alagar al diablo por mi maldad para vivir sumergido en gélida sombra. EURIDES GUERRERO PAULINO Para que se apague precoz mi tea para mantenerme en estado hostil, para que cardos produzca mi tierra, para que todo el mundo se apene por mí. Para tener a quien ferozmente golpear, para henchida y oronda presumir, para alegrar tu alma con rizas sin parar. ¡Mientras el diablo mismo se apena de mí! Para tener a quien hacer llorar y sufrir, para horadar mi corazón de formasutil, para sentirte de veras alegre y feliz. ¡Para que hasta el diablo se apene de mí! Para que mis lágrimas sean mi pan y vino, para que sigas por mi duelo gozosa y feliz, para descargar en mi espalda tu látigo maldito para que aceleradamente me llegue el fin. 35 LABERINTO DE PENA Y DOLOR CAPITULO VI MIGRACIONES Ya en las llanuras del Valle de Hicagua aquel bañado por las brisas de palmeras y cocoteros, quien por cuyos márgenes corren decenas de fuentes de agua, aquel en donde canta el ruiseñor, aquel que es tierra madre de la bella cigua palmera que en sus entrañas guarda los fósiles multicolores a veces del ámbar, que posee gente alegre que nunca dejan de bailar los atabales y de beber el caliente café en casa de los vecinos, en aquel valle hijo de san José, padre de Cristo; ya no había una esperanza para Chocuero, ya la fértil tierra rodeada por las montañas de San Rafael se había convertido para Chocuero en un “Atacama” en el que le era difícil sobrevivir; cuando me junté con él me contó lo siguiente: “Amadeo, yo pensaba que la vida en este pueblo que me vio nacer me trataría diferente, hoy que ya esta tierra que sí mana leche y miel, no me puede dar más de lo que me ha dado; estoy EURIDES GUERRERO PAULINO consciente de que la hora y el día de partir ha llegado, he de buscar otros horizontes, debo hallar el regazo del sol y el lugar donde sestea la luna, allá donde van las luces y toda incandescencia a su morada eterna, donde alma que llega no se va, donde solo hay puertas de entrada, pero no de salida”. Cuando me habló de eso era evidente que me hablaba de la muerte, tuve gran temor, pues tantos problemas para un mozalbete de su edad podía llevarlo a errar por caminos de grandes hostilidades, pensé que se suicidaría y luego el mismo me lo confirmo. Luché y luché hasta lograr eliminar de su mente esa ponzoñocidad, ese flagelo, ese pensamiento nocivo y suicida. Al cabo de algunos días logré verme con él de nuevo y esta vez me habló de su disposición a emigrar hacia otros lugares u otras ciudades donde pudiera trabajar y estudiar. La idea fue trasladarse a vivir a un pueblo lejano, bañado por aguas oceánicas, donde mares de pastos y cañaverales le daban la bienvenida al visitante, la industria, el comercio, el turismo y otras fuentes de trabajo caracterizaban ese lugar. Le ayudé a empacar su equipaje, unas monedas equivalente a poco más de doscientos pesos, de aquellos 37 LABERINTO DE PENA Y DOLOR exclusivos de la América anglosajona, con lo que tendría que sostenerse durante algún tiempo, hasta que hallara labor remunerable que realizar, pagar el costo de la matriculación universitaria la que absorbía, cual cero (0) en la multiplicación todo lo que tenía multiplicado por diez (10). La situación era horrible, pero algún día escuchédecir a la tía Narcisa que es mejor morir luchando, que no luchar por temor a morir. Era la aurora del verano de un año que realmente no recuerdo sale de su pueblo, y llegado a otro puerto, había que enfrentar la vida, enfrentarla a todo dar, sin mirar atrás, porque quien antes miraba atrás se convertía en estatua de sal, pero hoy quien mira a sus espaldas puede terminar en una conversión estercolera, putrefacta y asqueante. Ya en esta ciudad se encontró con Magino, un hermano suyo que en el otoño del año anterior había llegado a la misma ciudad. Magino se mudó a la casa de Chocuero, ya el primero ganaba muchísimos pesos, por lo que fue favorable, puesto que podía ayudarlo a costear sus estudios y lo más importante hacerle compañía y brindarle el apoyo requerido. ¡Qué hombre entre los hombres! aquel cuyas piernas y brazos nacieron con deformidades físicas y cuya lengua EURIDES GUERRERO PAULINO siempre se traba al hablar, el padre de Chocuero, quien echó sobre sus huesudos hombros la carga de doce hijos que Dios le dio, por quienes trabajó día y noche y que para darle un cariño a los hijos de sus deseos nunca se halló cansado, ni estropeado; este como siempre hizo suyo todos los gastos de su octavo hijo sobreviviente y el décimo en sentido general; no así fue Magino, quien rápidamente se convirtió en dolor de cabeza para su hermano Chocuero, pues todos los días llegaba a horas tarde de la noche, todo lo que ganaba se lo tomaba de alcohol, no limpiaba la casa, había que mantenerlo y en pocas palabras se convirtió en un parasito, en una persona no grata para el reincidente de penas y dolores. Estar fuera de su gente y su pueblo le costó cierto sacrificio para acostumbrarse, pero todo en la vida no es color de perlas, pues el señor Jesús llegó a decir que turbulencias vivía el reino de su padre y sólo los asados de valentía lograrían arrebatar la victoria. Ya añoraba el fresco amanecer y la dulce agua que caracteriza a su tierra, la niebla de las montañas de diciembre, el constante llover, la cigua palmera y el monótono y desafinado sonar de tambores y güiros de atabales. 39 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Los días transcurrían a paso del perezoso y poco a poco el sultán de las lágrimas fue haciendo costumbre en su nuevo vecindario, muy pronto el sonido de los bomberos tres veces al día, el bullicio de los vehículos todas las mañanas desde las cinco o antes fueron asimilados por Chocuero. Cuando ya tenía unos cuarenta y cinco (45) días en la metrópolis fui a una visita a su vivienda, en realidad era humilde: el mobiliario de la habitación suya era una cama vieja traída de la casa de su madre, una mesita de madera donde colocaba sus libros, su plato de comer y su caldero de cocina, una silla de madera entera y un anafe donde criminalmente encendía un fuego con carbón vegetal para coser los alimentos que de sustento le servían, debajo de la mesa unos platanitos y guineítos mareados por el tiempo, unas yuquitas añejas y sobre la mesa un par de docenas de huevos, aproximadamente dos litros de aceite y como unas cuantas libras de arroz, también de bajo de la mesa unos galones llenos de agua, bien tapados pero de agua salada, muy poco tratada, un recipiente plástico y un lebrillo cerca de la cama los cuales utilizaba para asear sus ropas. El inmobiliario de la casa era indescriptible, su techo era zinc oxidado y lleno de hoyos, sus paredes eran del mismo material y en igual condición, el piso de cemento EURIDES GUERRERO PAULINO en mal estado, el agua llegaba por un tubo a una pequeña pileta donde había que sacarla con jarritos, el baño no era más que un hoyo lleno de heces fecales y aguas negras, una casa de mugre y contaminaciones, el patio limpio y barrido, gracias a los múltiples inquilinos que vivían en ese hacinamiento propiedad de una señora a la que llamaban cocola, de color negro en el corazón. En cierta ocasión escuche decir en forma burlesca a Don Juan un gran amigo, no mío sino de su dinero, que él quería saber cómo viven los pobres; ahí, el lugar donde Chocuero vivía en la parte norte de la ciudad, casi en la periferia, ahí sabrá él si va como viven los hijos de la desdicha y el infortunio. 41 LABERINTO DE PENA Y DOLOR CAPITULO VII MAESTRIA Luego de escoger el camino ya elegido, y de haber inmigrado a con un propósito, no tardó Chocuero en matricularse en el centro de estudios superiores, en la facultar de ciencia de la salud de la dentadura. Muy esbelto, siempre reluciente, muy hermoso, muy higiénico con tierno rostro que aunque contaba el veinte del número de sus años, solo parecía un mozalbete de catorce abriles, con su maletín en manos, sus lentes transparentes y corbata al cuello, asistía todos los días a las aulas universitarias. Fue apodado por sus compañeros de estudios con diferentes nombres, yo le escuché llamar por Tácito, Sócrates, Sófocles, Diógenes, Pitágoras, Pitaco (sabios de la Grecia clásica), otros le decían el científico, el filósofo, etc. el caso es que poseía una mente tan divina que sus compañeros lo comparaban con los autodidactas clásicos de las tierras de Aristóteles y Sócrates y con los clásicos de la tierra de Eneas, nunca EURIDES GUERRERO PAULINO reprobó ningún examen y lo que es mejor aún, jamás lo vi preocupado por prueba alguna, si cabe en cualquier escala de calificación de coeficiente de inteligencia el calificativo de excesivamente inteligente, pertenece a Chocuero. Pronto halló bellas jóvenes que se enamoraron de él, muy bien recuerdo a Mirìamides, a quien apodaban princesita, de piel trigueña, de ojos grandes, color café, de pelo lacio, de una sonrisa bella y hermosa, realmente bella a Elaine color blanco en su piel, ojos color miel, pelo lacio, de aquellos que poseyeron los Arios, de boca carnosa y de aroma de azúcares; no probé su boca pero lo que a vista esta no necesita anteojos; no le hizo caso a ninguna y muy pronto se hizo popular entre hembras y varones. Al tiempo que estudiaba en la citada alta casa de estudios en donde ingresó, cuando transcurría el vigésimo quinto día del mes de su cumpleaños, estudiaba también cómputos en un instituto local que se dedicaba exclusivamente a la enseñanza de esta rama del saber e idiomas, ahí ingresó en el mes de Octavo. El tercer periodo de cuatro meses de estar estudiando los reglamentos de higiene y salud de la dentadura, el pago de la matricula se disparó en más de un setenta y cinco por ciento (75%), lo que obligó a Chocuero a semi 43 LABERINTO DE PENA Y DOLOR abandonar sus estudios, puesto que ya su anciano y quejumbroso padre no poseía las fuerzas para costear los mismos; pero eso no lo hizo detenerse, una dama que casi doblaba su edad oriunda de otras tierras lo muda para su casa, no en condición de marido, ni nada parecido, sino más bien como amigo, para ayudarlo; la dama alta, de seis pies y seis pulgadas de estatura, más de cien kilos de peso, ventruda, cabello ondulado y color amarillo de piel, se presentó como su amiga incondicional. Era el mes de mayo cuando comenzó a relacionarse con dicha señora, en el mes de septiembre del mismo año se muda para la casa, la cual siempre estaba colmada de provisiones y bien amueblada, apenas había llegado el mes de noviembre cuando dicha señora lo corre de la casa cual perro con sarna sin alegar nada. El estar con dicha señora solo pudo pagar un semestre más, para completar un cuarto y quinto, ya su índice académico había descendido, producto de los miles de trabajos y sin sabores que se hallaba pasando, y no solo eso, tuvo gran precariedad económica en que estos días le azotó. En una ocasión leía yo el libro sagrado y en los escritos de Isaías el profeta decía: EURIDES GUERRERO PAULINO “No hay paz para los malos dice Jehová” y luego al conocer esta persona añadí con el permiso de Dios y jamás en contradicción a sus palabras que tampoco hay paz para los pobres, para aquellos que al nacer no fueron favorecidos por alguna brisa fresca de paz o por alguna corriente yo no sé de qué protegido. Abandonó sus estudios, pero aún le quedaba una esperanza de algún día poder ingresar a las aulas, pensó que trabajando y dando lo mejor de sí, podría prepararse para un futuro más próspero para él y los hijos que el dador de la vida más temprano que tarde le daría. No es fácil comenzar desde antes de aprender a hablar a la edad de cinco años a estudiar y que luego por la voluntad de un hijo que mala madre, a mala hora parió, se tenga que desertar, frustrada la mente, el futuro… Jesús el justo llamó hijos del diablo e hipócritas, sepulcros blanqueados y hasta le volcó las mesas a aquellos que más que a verdad amaban la mentira. En más de dos o tres ocasiones se inscribió de nuevo en la universidad y en cada una de las ocasiones por circunstancias diversas tuvo que abandonar sus estudios, en cierta ocasión que me junté con el pensé que su invulnerabilidad había sido permeada. Hoy, en ese día lucia, lleno de barbas, con la cara llena de manchas, 45 LABERINTO DE PENA Y DOLOR barros, pecas y espinillas, la lucidez de su rostro se había cambiado en palidez y desaliento. Donde todo era olor de esperanza, hoy había hediondez y aquel Chocuero que lucía cual rosa entre espinas y abrojos, hoy se asemejaba a esa rosa, pero ya arrojada al suelo, quemada por la luzsolar de todo el día y pisoteado por todo caminante, todo pie o pezuña. Verlo a él me llenó de frustración, de pena, de dolor y deseos de soltar la cruz, maldecirla y dejarla sin importar que cirineo alguno la tomara o la dejara, pero aún creo que no se debe perder la fe y hay que mantener la calma. EURIDES GUERRERO PAULINO CAPÍTULO VIII EL LABRADOR “Con el sudor de tu frente te mantendrás, labrarás la tierra y ella te dará cardos y espinos”. La sentencia del dador de la vida ya de hacía extensiva para Chocuero, la hora de auto sostenerse había llegado, no obstante su Padre continuaba extendiéndole su mano amiga. Un día de septiembre había llegado, de un año que realmente no recuerdo pues es lógico que tantos detalles no pueden reposar en mi mente, con ese día le llegó también un contrato para trabajar como administrador de los bienes de dicho un señor que dinero tenía en gran cuantía, dicho señor respondía al nombre de Telesforo Catalino. Hombre de mucho dinerorepito, triunfador, emprendedor, buen administrador, contralor a la vez de dichos sus capitales, los cuales auditaba cada mes. Ya los negocios habían pasado a las manos de Chocuero, quien en lo delante los administraría a título de empleado; las auditorías se continuaban haciendo de manera normal en iguales períodos que anterior a la administración del empleado que ahora era el trigueño muchacho, oriundo 47 LABERINTO DE PENA Y DOLOR de las junglas y la ruralidad de un país pobre y en vía de desarrollo como lo es aquella media isla, aparecida en medio del mar Caribe y el Atlántico de las tierras descubiertas por un genovés del siglo XVI. En cada auditoria los beneficios sobrepasaban las expectativas y dejaban una plusvalía constante de dos dígitos porcentuales sobre el porciento de ganancias esperadas basadas en el monto total de las ventas brutas de cada mes. Cada día Chocuero sorprendía al alba, se acostaba pasada la media noche, horario corridos incluido sábados, domingos y días feriados. Ingería comidas, cocidas como para los hijos de aquellos que en la edad antigua huían de las batallas en los montes de Hebrón: “pan de aflicción y aguas de amarguras”, sin quejarse, sin doblarse, sin cansarse. Llegado el día octavo del cuarto mes, día que muy bien recuerdo por ser jueves santo de la iglesia católica, del año siguiente al de su contrato de trabajo, fue despedido bajo el alegato de darle quince días de vacaciones. Llegado el término de las supuestas vacaciones, el señor Catalino le dijo que lo colocaría en puesto mejor en otra inversión en días cercanos. EURIDES GUERRERO PAULINO La promesa de una mejor colocación laboral, durmió escaso tiempo, se esfumó como nube que se desparrama en lluvia sobre las verdes montañas del Valle de Hicagua. Violó laborales, desconoció los derechos adquiridos de Chocuero, se portó como he visto que se porta todo maldito, a que dicha acción guardaba sinonimia total con un delito, una infracción, un crimen, una ofensa a Dios. Sale el sol y pasa el día, al acostarse la luna un nuevo sol pone de pie a los hijos de la madre naturaleza, Cochero por su parte se halla compelido a buscar otro trabajo. Pasado algunos meses en los cuales pasó hambre, desnudes, humillaciones, poseedor de miserias por montón, conoce a la señora Rita Lela, de carácter varonil, incansable y trabajadora; la misma contrató los servicios de Chocuero, quien en mi criterio era como una luciérnaga en medio de noche sin estrellas, ni luna en la sociedad que vivía. El trabajo era similar al anterior, pero ésta vez con menos capital. El administrador general era Chocuero, aunque pero ella observaría constantemente la gestión del empleado. Juanita su hija, obesa y ventruda al máximo y Maribel su hermana (no sé si de mal corazón o no, no lo puedo decir), siempre estaban prejuiciadas en su contra y lo mantenían bajo lo que yo califico como acoso laboral. 49 LABERINTO DE PENA Y DOLOR ¡Dios tenga piedad de los que desconocen el significado de ese concepto! Contábamos el número diecinueve de los treinta y un día que posee octubre, ya he dicho que el número del año se borró de mi memoria, cual de borra del corazón afligido gozos y placeres por ser efímeros, esporádicos, eventuales, casualidades y no sé cuántos epítetos más podría utilizar para describir el gozo de quienes nacen en un mundo tan incoherente y al máximo equivocado, pero la realidad es que en dicho día comenzó nuevas labores, las cuales fueron muy productivas, pero el tiempo que duró en las mismas carece de dimensión, al punto que el día undécimo del undécimo mes del mismo año por ninguna otra causa más que la de que él no era el dueño de nada de lo que por sus manos pasaba, fue igualmente despedido. ¿Por qué ser el oprobio? ¿El escarnio de la gente? ¿Por qué tener que mendigar? ¡Alma de mi vida destrozada! ¡Laceraciones de mi corazón! ya yo no puedo soportar más la frialdad con la que se aniquilan las ganas de vivir de inocentes que no tienen culpa en lo absoluto de nada. Mil libras posan sobre mis hombros reduciendo mi capacidad de soporte a la semejanza de hojarasca en las ascuas. Mi corazón se lastima a causa de los tantos EURIDES GUERRERO PAULINO inocentes que en vez de vivir sobreviven, de un mundo como el de hoy, sólo apto para denigrar, humillar, vejar, estuprar los derechos de seres humanos, tan humanos como todos los que supuestamente razonamos, analizamos y pensamos en la tierra que Dios nos dio para que compartiéramos, incluso con nuestros hermanos animales y vegetales; sin embargo hoy habita el planeta azul indolentes que no les importa ver morir de hambre a niños, niñas y ancianos. ¡Demonios!, malditos cercenadores de esperanzas, asesinos de la paz, la alegría y la igualdad entre los hijos de Dios y la madre naturaleza. Todo pasó y a la velocidad de los movimientos de Plutón, que no sé si se mueve rápidoo no, sólo sé que está bien lejos de míy que su lejanía la comparo con la lentitud del paso del tiempo, cuando los segundos parecen días y los días décadas, Chocuero logró conseguir un nuevo empleo, luego de andar por fábricas, negocios, fincas, etc. logró conocer a un reverendo de la iglesia Bautista, poseedor de dinero, con residencia y casa propia en Estados Unidos de América, dueño de un colegio en la ciudad primada de América, ahí consiguió trabajo de maestro donde impartía docencia como a ochenta niños y niñas de primer grado en horas matutinas y veintisiete en 51 LABERINTO DE PENA Y DOLOR horas de la tarde. Su salario era durante el mes, el equivalente a no más de treinta dólares americanos. En agosto veinticinco de agosto de seis años antes de llegar el nuevo milenio comienza a laborar con gran entusiasmo y unos sesenta días después es despedido, esta vez con una causa justa, la cual consistía en que él no era pedagogo, ni estudiante de Educación, aunque sus compañeros ningunos lo eran, pero de ahí en adelante no sé si corrieron la misma suerte. Unos meses transcurrieron en que Chocuero se dirigió al señor Telesforo Cantalicio (quien fuera su primer empleador) a solicitarle empleo nueva vez, lo que jamás consiguió. A toda lágrima llega un pañuelo, llegado el mes en que finaliza el invierno a su tercer día, fue contratado su servicio por el señor Segundo Benito Tavares, un empresario próspero dedicado al comercio desde muy joven. Esta vez el puesto de Chocuero era humilde, tenía que trabajar dieciséis horas diarias, los siete días de la semana.No duró mucho tiempo en ganarse la confianza y el cariño de su patrón, hombre recto, sarcástico y mal humorado, sin embargo esa sonrisa y amabilidad con Chocuero era singular y muy notable. ¡Pobres de las que paren y crían en los últimos días!, pues grande fue el dolor de su madre cuando en la EURIDES GUERRERO PAULINO tercera hora del pasado meridiano del día diez del sexto mes del año ya indicado le llegó la noticia de que su hijo (Chocuero) había sufrido un accidente una hora antes, herido de gravedad, aunque con el patrocinio de su patrón, familiares y unos pocos ahorros que el tenía fue pagado el cuidado intensivo y en tiempo relativamente breve la recuperación fue total, sólo que le persistieron dolores, lo que no sé si como consecuencia del accidente. Todo tipo de penas y amarguras sufrió durante unos largos más de noventa días, al final de los cuales regresó a sus labores. Con gran entusiasmo fue recibido por sus superiores y compañeros de trabajo. Era lógico que al salir de una gravedad tan grande, convaleciente aún, su rendimiento en las labores no sería el mismo por lo que pasados treinta días de su regreso fue despedido. Ese día yo mismo fui testigo, pues siempre le seguí de cerca, indaguéla causa de su expulsión y me dijo: -Yo comprendo al señorTavares, hasta que no pase de mi esta copa al cien por ciento, yo no soy apto para estas labores, pues mi rendimiento se ha reducido considerablemente. -Pero tú y el son amigos tengo entendido. 53 LABERINTO DE PENA Y DOLOR -Con su dinero nadie es amigo de nadie. Comprendí que tenía razón por lo que no quise indagar más.Otra vez se convertía en víctima del desempleo, la miseria y el hambre. Eran los días próximos a diciembre y las fiestas de fin de año, temporada en la cual casi ninguna empresa, ni el Estado mismo emplea por lo que tuvo que esperar el inicio del siguiente año para solicitar trabajo. Su suerte era arisca, las ofertas de empleo se le dificultaban bastante, aún que esto no es extraño en los países en vías de desarrollo para jóvenes que como Chocuero no han alcanzado una preparación académica, sin embargo su decisión fue emigrar a otraciudad y allí crear un negocio de vendedor ambulante para tratar de sobrevivir. No tenía un centavo para comenzar, no tenía para dónde ir, tendría que partir del reposo. La buena samaritana esta vez respondía al nombre de a Alfonsa Negrón, quien le dio domicilio y empréstitos a intereses elevados para la compra de la materia prima con la que trabajaría.Un gran número de adictos a las bebidas y los bailes era parte del público que le servía de clientes, los cuales en toco tiempo y con la “chercha y tigueraje” que los caracteriza consumieron la totalidad del mísero capital que poseía EURIDES GUERRERO PAULINO Chocuero y en una mañana de bella luz de sol de primavera abandonó la casa de su amiga para regresar a la amarga tierra de la que se había marchado. Y aunque he dicho “amarga tierra” sólo lo era para Chocuero, pues allí se le considera zona productiva novia del mar, obsesión de la belleza, puerta deparabienes, manantial también “leche y miel”. Quiero que Dios, la sociedad y la madre naturaleza en sentido general me dispensen su perdón, pero la verdad es que jamás me he sentido tan frustrado, tan acongojado, tan descontento conmigo mismo y con el destino como el día en que me dispuse a escribir la historia de aquel jovenzuelo. Lacerado y profundamente herido ha quedado mi corazón y con una mancha imborrable, una enfermedad no benigna. Aunque mal a veces nos vaya, la vida no se detiene, el sol continúa sus imparables giros, la tierra su perenne rotación y a cada giro del reloj se nos condena a un tiempo menos de vida. La búsqueda del bien no se detiene, no sé de dónde apareció Don Flérido Cundo del Rosario, hombre risueño de agradable proceder y una grata forma de tratar con los demás para pronto hacerlo administrador de sus bienes. 55 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Era casi media noche de ese día de noviembre cuando dejó bajo manos y responsabilidad de Chocuero su peculio y al cabo de apenas Seis (6) días de haber entregado a Chocuero sus negocios le despidió sin explicarle nada, sin razón alguna. Ese dinero y negocios no eran del greñudo muchacho y por eso lo debía entregar en el momento que se le exigiera. Todas las interrogantes quedaron en su mente, ya no sabía qué hacer, se hacia todas las preguntas sin encontrarle respuesta a ninguna, entraba de seis a siete de la mañana todos los días a trabajar y salía de once a doce de la noche de cada día, casi el sesenta y cinco por ciento del total de su tiempo lo echaba en su labor. Jamás he visto hombre igual, tan invulnerable, de tanta fe y de una fuerza de voluntad tan extraordinaria. Sin perder tiempo se dirigió a don Milán, un hacendado de la zona rural del Valle de Hicagua en busca de empleo, éste le encomendó el cuidado de sus tierras, las vacas, cerdos y caballos, además de las plantaciones de cacao, café y algunos terrenos conuqueros. Como siempre y de costumbre en él, no descansaba a ninguna hora y al cuidado de todo era eficiente en gran manera, no respetaba el Caribe del sol de ninguna hora, ni la lluvia, se levantaba de mañana, antes que el alba y todavía muy de noche se encontraba curando la perniquebrada y EURIDES GUERRERO PAULINO vendando la herida, arrancando los abrojos y eliminando del sembrado cualquier afección. Sin embargo a pesar de tanta entrega y esfuerzo, al cabo de muy poco tiempo fue despedido sin tomar en consideración los grandes aportes que le prestaba a su amo y señor. Todo esto pasó y Chocuero de vuelta a la ciudad y rápido comenzó a gestionar empleo, pues como el sol que trabajatodos los días así era o es Chocuero; en esta ocasión se relacionó con el señor Jorge de Reyes, trabajador social, líder comunitario, de muchas relaciones y sobre todo muy buena persona, el cual no duró mucho en conseguirle trabajo. Ya Chocuero se encontraba cansado de tantas cosas adversas, al llegar a este trabajo fue subestimada su capacidad y sólo se le nombró de mensajero, teniendo que recorrer calle por calle y casa por casa toda la ciudad, cabalgando única y exclusivamente en sus dos pies. Nunca se descuidó de su trabajo y cumplió con su deber, luchando tenazmente, cumpliendo con su labor hasta que un día cuando apenas comenzaba el segundo del mes noveno, la empresa que sólo hacían quince días que había sido adquirida por un nuevo dueño decidió despedirlo, dejando expuesto a las penurias que pasa un hombre pobre y sin empleo. 57 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Es duro pensar en la realidad de que en países en vías de desarrollo no se estime la capacidad de entrega y la laboriosidad de los jóvenes que como Chocuero prefieren morir de hambre y de desprecio antes que comer pan robado o de algún modo mal habido. ¡Malditas bestias! reincidentes en la indolencia, que hacen del dinero su Dios y a costo de lo que sea engordan sus malditos vientres con el pan del pobre y sacian su sed con lágrimas de los ojos de indefensos e infelices como Chocuero. Chocuero una vez más se enfrentaba a su destino, en la agonía de la siguiente primavera se relacionó con el señor Lion Adon Senó, apodado “El Buzo” hombre de mucho dinero, de muy buenas relaciones humanas, de diáfano corazón y de una conciencia que no le grita por daños que a nadie le haya hecho. Al relacionarse con “El Buzo”, éste lo puso de ayudante en uno de sus negocios donde no ganaba mucho y tenía que trabajar hasta el día de la resurrección de Jesús. Tantas labores y tan poco dinero hizo que el mismo Lion Adon Senó, apodado “El Buzo” no pudiendo hacer más nada, tuviera que en muy poco tiempo despedirlo y clausurarle el contrato laboral. Sólo nueve días de veinticuatro horas perteneció a la nómina de esa empresa. EURIDES GUERRERO PAULINO Luego de salir de aquel trabajo, escribió las siguientes estrofas: Aún en otoño me mantienes florido Aún en invierno me provees calor Por tu amor infinito, aún estoy vivo a mis noches das luna, a mis días sol Aún en el desierto me das agua fresca aún en la enfermedad siento gozo y paz Mantienes mi vida libre de maldad y vileza por tu amor odio la mentira, amo la verdad CAPITULO IX AMIGO FIEL “En aquellos días enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos”. Aquella profecía del santo libro parece haberse cumplido para Chocuero, Mateo Margarito Venzan Constante, un religiosoextranjeroal que conoce por real casualidad. Parece ser una persona de criterios piadosos y de benevolencia tangible. Pronto se convirtió en muy buen amigo de Chocuero. Benignamente lo trataba, al extremo que llegó mermar las penurias de aquel que, las suyas ningún hijo de deseo humano hubiera alcanzado. “No entiendo cómo puede subsistir una persona carente de ingresos en un mundo en el cual donde respirar aire puro y limpio tienes que comprarlo, pues, el aire gratis presente en todo lugar ha sido contaminado con premeditación y saña”; así leí una nota que tenía el señor 59 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Venzan en un cuaderno donde escribía algo sobre Chocuero y proseguía: “Por la orina que expulsa tu cuerpo ya has pagado, por las heces fecales, pagaste, pagaste por el beso que te dio la chica ayer y el vecino que te brindó la sonrisa, por ella es tu acreedor”. Un amigo en momentos de apuros es mucho más que un hermano, la eficacia de sus accionessupera el valor de piedras preciosas, contar con ese respaldo es contar con fuerzas propias, es ser poseedor de la fortaleza de Hércules y de Sansón a la vez. “Ningún mal dura Cien años, ningún cuerpo lo resistiría” realmente lamento que esta afirmación contradiga la ley física de la indestructibilidad de la materia. Pero siento frustrar mi criterio propio acerca de mi misma invulnerabilidad, hoy sé que mis debilidades superan a la capacidad de un aturdido por el vino. “Dios proveerá”. Patriarca Abraham. “Ya se me ocurrirá algo”, pensaba en su interior el señor Venzan para ayudar a ese joven. De veras no quiero mentir, desconozco del todo el plan que tenía. “No soporto Dios mío verlo así, su situación es un homicidio contra mi tranquilidad de espíritu, y… Dios tu escribes derecho en espirales, ampárame para hacer lo que sea por su bienestar” lo escuché soliloquia mente EURIDES GUERRERO PAULINO comentar un día sentado a la sombra de una caoba del parque de la ciudad, mientras prolongados sorbos de sangre de uva llevaba a su boca. Ya he dicho y reitero que nunca me di cuenta en que consistía el plan de Venzan para socorrer a Chocuero, sin embargo, la aurora de un día de primavera sorprende la muerte a dicho samaritano inerte, caído, ojos abiertos, mirada perdida, corazón en reposo, vida escapada. La situación fue motivo de depresión y llanto; yo viví su experiencia, me sentí frustrado, hice mío su dolor, sentí que el suelo se iba de debajo de mis pies, la noche cubrió mi vida a plena luz del día y desee morir por impotencia. Mil veces maldije al padre que por un maldito deseo hecha al mundo a seres tan inofensivos como mi amigo Chocuero. ¡Pobre de su madre!, todo lo sufría en carne propia. ¡Ay de las que se dejan preñar y crían en los últimos días decía el más grande de los maestros de toda la historia de la humanidad, Jesús Nazareno Su dolor corroe mis huesos, mi alma la carcome el llanto, dentro de mi corazón está su nombre. Saber que a sus manos nunca llegó ninguna posibilidad, es mal doloroso. Con las virtudes del asno hecho sólo para cargar no se debe nacer., sin embargo pienso que hay alguien cuya voz es fuerte cual estruendo de muchas aguas y cuyos 61 LABERINTO DE PENA Y DOLOR respiros son como vientos huracanados, que en todo lugar siempre está, dotó a Chocuero de gran valentía, fuerza de voluntad, optimismo y autoestima que lo condujeron a abrir un sendero más cada vez que obstáculo cualquiera serrara el camino que en su corazón se había forjado, situación que lo llevó a nunca detenerse. CAPITULO X MALDITA BENDICION Detrás de una tempestad viene una bonanza y detrás de toda noche obscura o con luna viene un día de sol que siempre, por clara que esté la noche y nublado el día, en este último reina siempre la luz. Ya Chocuero se hallaba en un estado depresivo, sentía que no habían esperanzas para él, tan grande fueron sus sufrimientos que había caído en un estado de frustración, no tenía confianza en nadie, no visitaba a su familia, fueron muchas las noches en que producto de la desconfianza que había concebido en la generalidad de las personas, su sueño no llegaba, cuando iba a su pueblo de un día para otro no llegaba donde sus padres, dormía a la intemperie en cualquier lugar a merced de lo EURIDES GUERRERO PAULINO que Dios quisiera y soportando la inclemencia de la noche, con frio y zancudos por millares. No dormía en toda la noche, se levantaba siempre dos horas antes que el alba. Jamás pensé que un eclipse tan prolongado posaría sobre nicho alguno, parece que la oscuridad maldita y la tenebrosidad de un lecho de insomnio eterno, había caído sobre el amigo a quien más he admirado sobré la faz de la tierra, obvio hablo en términos humanos. Los días parecían eternos, el reloj del tiempo estaba parado y nubes negras afeaban las tardes y las mañanas de cada día de la vida de Chocuero. El mes de marzo de uno de los años que, repito no recuerdo,jueves veintisiete que por cierto se conmemoraba en ese entonces la muerte de Jesús, un sueño profundo y reparador lo mantenía yaciente y aturdido al lado de su querida compañera a quien tanto amaba. Cual sonámbulo, en horas de la madrugada se levanta, sale a las calles tomaba un trayecto de más de diez millas de camino, cuando, no sé quién, si su ángel de la guardia, o su astro protector, o Dios que jamás se olvida de lo que es creación de sus manos, el caso es que al caminar encuentra un papel que escrito tenia no más que dos números con ausencia toral de indicación. 63 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Yo era su otro yo, su hombre de confianza, su amigo fiel, quien con él lloraba y con el reía las pocas veces que reía de tal cosa me enorgullezco, pies quisiera yo ser pañuelo para cada quien que llora y ser causa de risas para los que bajo opresión habitan. En su mente surgió la idea de jugar los dos números en la lotería, quizás sea una suerte que Dios me haya enviado, pensó. Eso se le quedó en la mente, no tenía un centavo para comprar los bolos. Pasó ese jueves, el viernes y el sábado mientras dormía en sepulcro en cuya puerta descansaba una gran piedra, el cuerpo de Jesús, A pesar de que consiguió Chocuero algo de dinero ese fin de semana, dudó mucho (con razón, pues hay que ser un enajenado mental para lo poco que le llega a sus manos tirarlo al aire) y no jugó los bolos que pensaba jugar. El amanecer del día siguiente, el primero de la semana, de semana santa, junto con el cuerpo del señor una luz de esperanza nace para Chocuero; se levanta como el río, dispuesto a no detenerse, siempre como las aves silvestres a emprender un vuelo más de los ya rutinarios, ésta vez quería jugar los números que estaban en su mente, tenía dinero para jugar pero sentía mucha duda y de veras incertidumbre, sin embargo, caminando por la EURIDES GUERRERO PAULINO calle encontró cincuenta pesos y dijo para sí: “lo que poco me cuesta no me duele que se pierda” aun así la duda estaba sobre él. Por su lado pasó un vendedor de billetes del sorteo que correspondía aquel treinta de marzo, preguntándole por los números y casualmente sólo llevaba una fracción del billete que tenía en mente comprar Chocuero, al preguntarle por el precio costaba justamente los cincuenta pesos que se había encontrado, pensó que era mucho y compro la mitad, mientras que los restantes veinticinco pesos los compró de bolos a quienes ilegalmente traficaban con dicho producto. Ese domingo pasó y por ser domingo de resurrección el sorteo de Lotería fue pospuesto para el lunes treinta y uno del mismo tercer mes del año Al caer la tarde, al ponerse el sol, con sus propios ojos vio Chocuero, salir el número que había jugado la mañana de ese mismo día, salió en primer premio; no sé la suma de cuántos miles o cientos de miles de pesos fue el monto adquirido. Al tener dinero en las manos pensó con muy buena cabeza diciendo: “lo invertiré y compraré un vehículo para ganarme la vida”. Muy bien pensado, la decisión fue rápidamente tomada y no vaciló en hacerlo. 65 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Compró un vehículo para montar de pasajeros inmediatamente compró una carta de ruta o permiso legal de rodaje. La adversidad jamás duerme , Daniel Azor y Azor, hombre que tenía conocimientos acerca de vehículos, al ver el mismo diagnosticó mala inversión y rápido deterioro de la mencionada máquina. La afirmación de Azor y Azor descontroló a aquel que ya se había convertido en un menso, en un tonto por lo que no vaciló en ir y cambiar el vehículo por otro con mayor capacidad de carga, con mayor precio y con algunos años más, no obstante a eso Chocuero era ya el centro de atención de muchos que sólo días atrás lo despreciaban y se asqueaban de él, no porque anduviera asqueante, sino más bien por la falta de qué ofrecer a quienes en sus alrededores estuviera en un momento cualquiera. Todo estaba muy bien con la nueva adquisición, el señor Pantaleón Corcino y Cedano hombre acostumbrado al volante era quien transportaba los pasajeros, ¡Maldito Sonon Augusto García! tanto que luchó en contra de la legalización del vehículo, pero todo gracias a Dios marcho bien. EURIDES GUERRERO PAULINO Doroteo apodado el rodillo (por lo pesado y lento en sus movimientos) hermano de Chocuero, sintió celos de Pantaleón Corcino y Cedano y fingió un profundo amor y cuidado por la propiedad de aquel que vivió la primera etapa de su vida en el vientre de la madre suya; primero hizo todo lo que pudo hasta que con modales no gratos consiguió quitarle el auto a Cedano y tomar la tutela. La mala fe nunca ha servido para devoción, era un dicho que siempre escuché salir de la boca de Anastasio un viejo amigo y todo parece indicar que las acciones de Doroteo fueron de mala fe, al tomar el bus propiedad de Chocuero, deslizándose, volcándose y el automóvil sufrió un daño general ascendente a más del veinticinco por ciento de su valor total. Era otro daño sufrido por Chocuero; el trauma y la desilusión era total. No vaciló, como vacilar no sabe e inmediatamente llevó el vehículo a la agencia para su devolución. Era lógico que en la devolución del mencionado bien, una porción del dinero entregado inicialmente de perdería, sin embargo, al tener el sobrante de su dinero, comenzó a pensar en otras inversiones, para la cual consultó con Daniel Rosendo y Rosendo, a quien se le conocía por el apodo Ñambolo, ésta vez ya se inclinaba a la compra de 67 LABERINTO DE PENA Y DOLOR un local comercial para detallarle provisiones a los habitantes de la vecindad. Gran parte del pequeño capital se había cantidad de dinero que poseía perdido, la no era suficiente para comprar el negocio, su capital no superaba el Veinticinco por ciento de la inversión que habría que hacer para que el plan se verificara. ¡Jamás he visto hombre tan invulnerable como Chocuero!, quien no se deja vencer ni de risas, ni de llantos, ni por el sol, ni por la luna, resistente al agua y al fuego No se quedó de brazos cruzados y tomó un préstamo al banco por un monto igual a la cantidad que poseía multiplicada por Tres a un interés anual de un veintitrés por ciento. Debo ser honesto y reconocer que el negocio fue sobrevaluado en perjuicio de Chocuero, lo que le ocasionó pérdida de una suma importante de dinero. Un negocio muy lindo y hermoso, significaba albores de una vida provisoria, próspera y grata económicamente. Los gastos del negocio no fueron calculados a tiempo, al analizarlo, pronto se dio cuenta de la factura telefónica que en determinada fecha de cada mes había que pagar, la factura de la energía eléctrica, el pago de local EURIDES GUERRERO PAULINO comercial, pago de empleados, mantenimiento propio, el pago de las cuotas bancarias. Todo indica que las ganancias del negocio son inciertas, nunca se harían presentes. Era lógico que más temprano que tarde los compromisos y las deudas absorberían hasta el más mínimo centavo que en el “lucrativo” negocio se había invertido, a todo eso se le sumaba veinticuatro horas de trabajo, sacrificio y esfuerzo de aquel que por reto de obligación tengo que llegar a la conclusión de que era hijo de Cam. Jamás se doblegó, jamás dijo basta, no se cansó, no se apesadumbró, no soltó la carga como buen caballo, no halló un cinéreo. La derrota era inminente y ante tal inminencia expuso su coraje, y decisión de seguir luchando. Don Juanico Requena era un anciano que había en la vecindad, prestador de dinero con la orientación de un Abogado cuyo corazón era con aquel que tenía limpia la conciencia, tan limpia como es aquella que cae sobre la zona boscosa de las tierras de mi pueblo y cuya piel era de color de la canela, un poco menos oscura que su suerte. Habló con don Juanico y éste le consiguió a título de la enajenación del cincuenta por ciento de las acciones 69 LABERINTO DE PENA Y DOLOR del negocio, un total igual al cincuenta por ciento del dinero que poseía dicho establecimiento. ¡Cuánta creatividad! ¡Qué deseos y ganas de progresar! Con este dinero inventó otro negocio de la misma índole en otro lugar de la ciudad. Las bases del progreso ya estaban, sólo había que preservarlas. ¡Dios mío, príncipe de paz! Jamás halló Chocuero la tranquilidad, se hizo su enemigo el doctor Anselmo Cristobalino Enesulino y Pumarol, Notario que legalizó el negocio al igual que Bernardo su hermano quien administraba uno de los negocios. Todos sus amigos y familiares lo veían como el agua al fuego. Mediante una litis judicial lo despojaron del primer negocio. El desaliento, el disgusto y haber perdido todo lo dejaron cual náufrago en el mar. Se llenó de deudas, al punto que el segundo negocio lo tuvo que vender para para que sus acreedores no le cercenaran la cabeza. Ahora se hallaba sin un sólo centavo, sin amigos ni familiares y sin ganas para continuar la vida. Había conseguido ese dinero maldito, pues desde entonces vivió cual indefenso pollito, cual indefensa avecilla acechada por águilas rapaces y gavilanes EURIDES GUERRERO PAULINO carnívoros y sanguinarios que jamás le permitieron la supervivencia. “¡Ay, ay de aquel que hiere al inocente! Maldito será y dirá todo el pueblo amen” sentenció moisés en la ley de Dios. ¡Que malo es ser tirano, traidor, envidioso! ¡Que lastimero es cortar las alas de aquel que desea volar! Una vez más quedó sentado en tierra, encerrado en aquel laberinto que parecía no tener final. CAPITULO XI LA ZULAMITA ¡Que lindas son las montañas de mi tierra!, ¡Que bellas colinas y praderas tiene la madre de otras tierras!, ¡Realmente esplendidas y deleitantes son las playas de mi patria!, pero… mucho más dulce que miel y más bellas que la belleza misma son las hijas de mi pueblo, angélicas criaturas que con su dulzura llenan de ventura la vida de cualquier afortunado elegido. Sus hembras son esencia de ternura, tangibilidad de lo excelso y lo sublime. Era saludable y grato olvidar tanto dolor y tragedias, ningún remedio mejor para ello que una chica bien bella a quien se ame de veras, que de veras también ame:Generosa Angélica Miosotis De las Santas Mercedes 71 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Acosta y Paredes, confortable, humilde, encantadora, hermosa, de bello rostro y de lindo parecer. Chocuero siempre fue un una persona tímida, de espíritu opaco, de palabras pocas, de escritura abundante, alma apacible y corazón generoso, sin embargo para conversar con chica alguna ya no sentía temor. Era una tarde dominical, donde arreboles inundaban el cielo de aquella comunidad marítima de caña de azúcar y abundantes cocoteros. Quizás hubo falsía en la vista, pero ante sus ojos una femenina figura aparece, sentada cual Buda, la ternura de su rostro hacía recordar a la dama por cuya culpa escribió Salomón los cantares del libro sagrado, su rostro cobrizo, su mirada al horizonte, su sonrisa de luna creciente presagiaba bienestar perenne para quien fuera elegido de su corazón. En ocasiones múltiples le comentó su interés más que superlativo, su razón más que lógica y completa por la que se convertía ella en la razón por la cual en lo adelante viviría, incluyendo todos los aspectos de su vida. Ante la falta de respuesta de la de lo que él consideraba “dignidad de amor y vida”, le envió el siguiente escrito: “Mi corazón no me engaña jamás, pues fuera la peor de las traiciones que se pudiera conocer en toda la historia EURIDES GUERRERO PAULINO de la humanidad, por lo que sé tú que llegarás a mi vida para inundarla de ternura, para hacer de mis días, días de paz, que aunque sé que como leño podrido son mis fortalezas, a impermeable. tu lado seré indúctil, incorroible e Mis esperanzas son que vuestro amor reduzca a la nada cual fuego a la leña mi mundo de angustia y pesaroso destino. Ante el gigante de mi mal seguro estoy que te impondrás cual ejército napoleónico y que convertirás en dulce sin igual mis hieles”. “Quiero que hagas cantar las aves de mi cielo al llegar el alba. Eres reverenciada por la luna llena de primavera, exaltada por todo ojo que mire, tus primores superan el cauce del amazona, eres para mi vida cual riachuelos de mi tierra, sin los cuales perecerían los sembrados y la fauna del entorno”. “Tu presencia opaca las orquídeas y azucenas, tus aromas superanla mirra y el comino. A tu lado se esparce todo mal. Cual cabra montés entre los peñascos estás tú en mi corazón. Sólo pensar en tus desaires expone mi vida a indecible mal. Convencido estoy que en tu formidable corazón no halla refugio ninguna maldad. Con tu llegada se llenará el hueco de mi corazón y ser entero de abundante paz, amor, quietud y alegría inmensurable. Seguro estoy que eres tú la heredad que me dio Dios como una forma de compensar mi menesterosa vida”. 73 LABERINTO DE PENA Y DOLOR “Aquel cuyas manos han creado todo lo que existe se esmeró en dotarte de las más excelsa e ilimitable hermosura.La sensación de estar a tu lado sobre pasa a los acústicos placeres de las óperas que entonan cada mañana de mi tierra ruiseñores, palmeras y gorriones. En la visión de verdes montañas, en la percepción de fresco y húmedo aire de la noche, en la suavidad de la brisa del mar, en el sueño reparador, en las sendas y caminos del cielo está tu recuerdo” “Cual no se junta la noche con el día, ni el agua con el fuego, ni el invierno con la primavera, ni el manso cordero con el leopardo, no sé juntará a mí con tu presencia el dolor, ni llanto, ni tristeza, ni lágrimas ni amargura de ninguna especie. Destruirás de mi toda pesadumbre y extirparás de mi ser toda toxina nociva y lesiva de mi paz”. “Como intocable es el viento e intangible es el amor, como abstractos son los sentimientos, pero realmente existentes todos, así eres tú ante toda angustia y dolor de mi vida” “Tengo la certeza de que condenarás al destierro perpetuo mis decepciones. Cual águila rapaz de zonas templadas, cual león de selva africana, cual tiburón en medio de los mares y océanos, cual roca de la montaña y EURIDES GUERRERO PAULINO cual azahares reinan en sus respectivos ecosistemas, así reinas tú en medio de mi corazón”. “Como viento apacible que se escapa de las tropicales montañas de la madre de otras tierras para acariciar la piel de quienes pululan por sus calles y veredas, cual bello paisaje de los mares de palmares y cocoteros, de pastos y cañaverales que sestean en las llanuras orientales de la hija de España; cual rayo de sol que calienta las frías montañas invernales de mi Valle de Hicagua, cual gotitas de rocío sobre las vegetaciones herbáceas marchitas y tristes del verano, cual ave que con su pico alimenta al hijo de sus instintos y cual vaso fresco de cristalinas aguas a la garganta sedienta; así eres tú a mi vida” “Después de las grandes tormentas que me han azotado, tu traerás a mi alma la bonanza, por ti seré cual Gautama un vencedor de todo sufrimiento. El sosiego y la paz hallarán lugar en mi ser con tu presencia. Lejos estará de mí el otoño frígido, avasallador e inclemente. Escribe por favor mi nombre en las paredes de tu corazón cual cadáver en la tumba, cual roca en las montañas, cual luz en el sol, cual estrellas en la noche, cual belleza en diamante, para siempre”. 75 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Era verídico, el hombre estaba obsesionado, totalmente enamorado de aquella trigueña, ojos envidiosos de la noche, color de su suerte, de cabello cual olas del mar, de boca carnosa sabor a miel, de pechos imponentes y erguidos como pirámide de Quetzalcóatl. La más bella de todas las bellas. Les aseguro que era la esencia de la belleza, de lo inimaginablemente hermoso. Su belleza superlativa, enamoróal joven de una forma tal que sólo sabía pensar en ella. Al cabo de cierto tiempo la indicada musa correspondía con su amor a Chocuero, quien como la levadura creció en paz y como granero que se siembra fue la muchedumbre de su quietud. El amor es eterno, el amor sólo busca la bondad para el otro, el amor no se esfuma, es impermeable, es infalible, no conoce la flexibilidad, es invulnerable ante llantos y dolor, es triunfador en todas las batallas, no cae vencido jamás, no acompaña al odio ni al rencor, ni concibe la traición. El amor no es pasión, es fuerte como el ímpetu del viento, no conoce el miedo y cual corriente de los ríos que no se cansa jamás. Un día al agonizar la tarde a causa de la puesta del sol me junté con él y me enseñó el anterior escritoa ella dirigido. EURIDES GUERRERO PAULINO La tierra fértil da buenos frutos, siempre será así, pero toda regla tiene su excepción y a la verdad es que siempre escuché decir a don Juanico que la fiesta del pobre muy poco tiempo dura, un día cuando más entusiasmado estaba Chocuero le llega una carta de su amada donde echaba por el suelo todas las ilusiones de quien con premura la amaba. Quiso morir, el poco peso del cuerpo se le convirtió en plomo, su corazón se agitó tan fuerte, cual si quisiera romper el pecho para salir, la sangre corría entre sus venas como cataratas del Niágara, sus nervios se volvieron inconsistentes y como borracho tambaleante caminó no muchos pasos para caer sentado al suelo. Mientras tanto un lamento en forma de retahíla salía de entre sus labios: “Ojalá me volviese como el guerrero azteca de Xochiquetzal, debiera yo morir en este mismo instante, quisiera que en este instante se abra la tierra y me trague. El dolor de un puñal en el corazón es menos molestoso que un amor tan grande, ¿Por qué me hizo creer que me quería?, ¿Por qué permitió Dios que llegara a conocerla?”. En medio de grande mal y horrible dolor en mi presencia escribió: “Dios proveerá conforme a su voluntad”. 77 LABERINTO DE PENA Y DOLOR Nunca he visto algo igual, la persona más sincera que he conocido. Apasionado en todos los aspectos de su vida; no le valió luchar, la decisión en su contra, adquiría la característica de la “cosa irremediablemente decidida” La dama era jovencita y hermosa, bella como canto de sirena, su hermosura era singular. Sus esplendores naturales la hacían codiciable ante los ojos de cualquier nacido de mujer. A pesar de ello, todo parecía indicar quesu corazón era negro como el cuervo al menos para con las intenciones de Chocuero el desventurado, advenedizo y esquizo en mi criterio. Las añoranzas de tan grande y puro amor, no le daban tranquilidad a Chocuero, un estado de depresión y deseos de morir le invadió. Todo el tiempo que lo vi luego de eso siempre fue triste, parece que la puerta de salir de tanto dolor no existía, en tanto se adelgazaba más cada día, no dormía, no comía, no reía, no gozaba, jamás lo vi enamorarse. La frustración le poseyó desde entonces con intensidad inmensurable y planeación suicida. EURIDES GUERRERO PAULINO CAPITULO XII MAL INCURABLE Todo parecía indicar que no había remedio para erradicar tanto mal, las desventuras de Chocuero parecían ser interminables, a pesar del paso de muchos años el término no había llegado, dada ésta situación se resignó, de lo cual no lo culpo. Se mudó en la periferia de la ciudad, su casa se asemejaba a una guarida de las zorras que habitan en las estepas verdes y húmedas de mi tierra. Muchas veces le vi cantar, llorar, reír. Me comentó en una carta que me dirigió: 79 LABERINTO DE PENA Y DOLOR “Ya me siento bien, porque estoy resignado a lo que Dios haya destinado conmigo, hoy siento pena de mí mismo”. No sé si será una misión, pero me asqueo de la sociedad en que me correspondió vivir por mezquina y altanera. Quien no tiene un centavo, quien no tiene quien le ame, aquel que sus esperanzas yacen sepultadas en la decisión de un mundo que de piedras tiene el corazón, no le queda más remedio que penar durante la minúscula estancia en el escenario de la vida, o renunciar a ella de manera cobarde. Es lamentable que haya pies que no más encuentren los caminos del Gólgota, un destino maldito, fatal, un despeñadero, un aguijón, un abismo, una muerte segura. Yo mismo siento que mi carne se derrite sobre mis huesos, a causa del enorme pesar que siento por mi amigo Chocuero. “Es penoso cuando a ser humano alguno la naturaleza le proporciona sólo dióxido de carbono para su nariz, exhalaciones inmundas e inhalaciones de toxinas y patogenia total. Seguro estoy de que el mundo y la humanidad fue creada por Dios, pero que los humanos somos expertos en la creación de maldades. La iniquidad ha sido experta en la creación e incentivo de la inequidad. La vida se muestra deleitosa para algunos, mientras para otros es un EURIDES GUERRERO PAULINO tormento y misión imposible. Sólo deseo que alguien me indique el camino por donde se ha marchado la probidad, la sepultura de la clemencia y la misericordia de seres humanos para con sus semejantes. De ningún modo seré indulgente de la mentira y el vehemente abuso contra menesterosos y débiles que por causa cualquiera no puedan competir en la carrera de la vida en igualdad de condiciones con sus semejantes, los seres humanos de cualquier lugar del mundo. Estupefacto me deja la realidad de un cielo siempre nublado, de una noche sin estrellas ni luna, de un sueño violentado, de un insomnio interminable, de un dolor sin analgésico, de un pecado sin remisión. No puede la vida de un ser humano yacer bajo invierno perpetuo, gélido del frio, descolorido por un otoño inclemente, ni seco producto de insolación. Contra nadie se debe ensañar todos y cada uno de los factores provocantes de inestabilidad, tristeza, dolor, amargura, frustración, vejación, humillación. ¡Dios no te olvides por favor de lo que tus propias manos crearon! ¡Debiera yo volverme una estrella fugaz, la que sólo se presenta como una percepción a la vista y no la vuelves a ver más! Todo daría por ser como el viento, al que nadie conoce su sepulcro! Hoy le pido a Dios que me haga 81 LABERINTO DE PENA Y DOLOR como los rayos del sol de ayer, que no hay sabio, ni mago, ni agorero alguno que pueda señalar el camino donde están marcadas sus huellas. Hoy quisiera ser cual tiniebla de la noche de ayer cuyo lugar de reposo no es conocido por hombre alguno en lo absoluto. Como el aire que se escapó de mi nariz un día cualquiera al que nunca pude palpar, así quiero ser hoy, como el canto de los ruiseñores, palmeras y gorriones que una vez alegraron los oídos de los que habitan las montañas que bordean el precioso valle de Hicagua, llanura que reposa bajo la fresca sombra de amplio bosque y planicies de mi tierra. ¡Bendito Jesús hijo de María! Tú que te enseñoreas sobre todo lo que existe, hasta lo ilimitable, dame la respuesta de todas estas interrogantes. ¡Tú que no abandonas al afligido, ni al pobre de espíritu, que das de comer al recién nacido, que no guardas enojo ni rencor, que de paz y quietud colmas a los que habitan en las profundidades marinas no me eches en el olvido! ¡Dios restaura este corazón desfallecido, caza en mí toda ave de rapiña, fumiga de mi ser todo roedor e insecto nocivo, la basura de mi corazón incinérala, crea en mi las fuerzas necesarias para afrontar todo lo que el destino y los caminos de la vida pongan frente a mis ojos. EURIDES GUERRERO PAULINO ¡Cuánto no diera yo por haber nacido ciego y nunca haber conocido la sociedad de hoy, que no respeta las canas del anciano, ni al niño inocente! Acongojada hasta la muerte está mi alma y mi espíritu decaído a causa del dolor, el hambre, el desprecio. En mis días reina la luna y mis noches carecen de estrellas que brillen en mi cielo. ¡Si algún exorcista hallara que a costo del dolor que sea, aniquilara en mí el sufrir, la pesadumbre, el llorar y gemir! Hoy todo daría por encontrar algún Simón de Cirene que de mí se apiade; ¡OH ascetismo que no halló para mí una lógica en que sustentarse! Mi alma ha sido víctima de la mentira, de la saña de la inequidad. Inicuos han violentado mis deseos de vivir, colmado estoy de pesares, me he vuelto manantial de lágrimas. Hoy siento que hasta el diablo mismo siente lástima de mí. La ponzoñocidad y veneno estaban en su mente, no había paz en su corazón a pesar de ser una persona joven, inteligente, templada, tolerante, responsable, honesta, humilde, ligera para hacer el bien y osado adversario de la injusticia y la maldad. En ocasión detesto creer en un destino, ni malo, ni bueno, muchas veces he dicho que no existen las casualidades, sino que todo en la vida viene dado por causas y consecuencias, a veces he 83 LABERINTO DE PENA Y DOLOR afirmado que cada circunstancia está escrita en el libro del porqué, que no pienso en que haya circunstancia que vaya a caer en el punto mismo que cause una acción reincidente, pero hoy dudo hasta de lo que ven mis ojos, hoy me pellizco para poder creer que no es un sueño que estoy viviendo. En honor a la verdad no sé lo que se hizo mi amigo Chocuero, la suerte que finalmente corrió, si vive o no. ¡Sepa él doquiera esté que mi corazón le pertenece y que vive en mí y si en algún lugar se halla o alguien se asemeja a él, en mi tiene un amigo fiel, real y verdadero y un genuino un defensor. Por mi amigo Chocuero me han nacido los siguientes versos: LO QUE QUIERO SER Quiero ser medicina de todo enfermo, el vendador de toda alma herida, del vagabundo y forastero ser refrigerio. Por el bien de los demás, yo daría mi vida. Ser el dulce canto que alegre los oídos, los oídos de todos los hijos de mi tierra. Hoy me proclamo de todo el mundo amigo. Yo soy un pañuelo para quien llora de penas. EURIDES GUERRERO PAULINO Quiero llorar con todo aquel que llora, las cadenas del preso con fiereza romper. Compartir con los que de la vida se enamoran y por caminos de paz al afligido guiaré. Ser el agua que calme tu angustiante sed, la artesa para amasar tu pan y tu harina, cubrir la vergüenza de tu desnudez, el samaritano que cure toda carne herida Ser de mi pueblo un dulce amanecer, la Luna llena de sus noches oscuras, vencer de él todo mal con el bien, cambiar sus miserias por riquezas y fortunas Ser la lluvia de sus bosques y sembrados, mano amiga para el que de hambre muere, por siempre al menesteroso extender mi mano, ser el bastón de quienes sus fuerzas se agotaron. Ser el gran padre del hijo de nadie, el gran hijo del que nunca ha engendrado, sustentador de la viuda que nunca fue madre, compañero fiel de quien vive a mi lado El sol que caliente tu piel por las mañanas, el cálido abrigo de tus noches invernales, 85 LABERINTO DE PENA Y DOLOR quien para ti abra camino en medio de los mares, ser heredad para el nacido en muladares Quiero ser de mi tierra el fertilizante, la sal que sabor dé a tu bocado. Quiero yo amar en vez de ser amado. ¡Que mi pueblo del polvo, ya se levante! Ser el pastor que por sus ovejas, burle los predios más inclementes, abrir con valor aquella senda donde espinas no claven los pies de mi gente. Eurides Guerrero Paulino: Abogado, educador, poeta, cuentista y escritor nacido en la República Dominicana, en el municipio de El Valle, provincia Hato Mayor el día seis de septiembre de 1972. Casado con Miosotis Acosta, de cuya unión nacieron cuatro hijos. Realizó estudios de grado en la Universidad Central del Este (UCE) en San Pedro de Macorís, República Dominicana en las Carreras de Educación y Derecho (2003 y 2008, respectivamente). Máster en Gestión de Centros Educativos en el Instituto Superior de Formación Docente Salome Ureña mismo país (ISFODOSU 2007 y 2009) de su Diplomado en EURIDES GUERRERO PAULINO Ciencias Naturales aplicada a las Matemáticas en la Universidad Central del Este especialización (UCE 2007), estudios de en el área de Dirección Educativa (Universidad de Barcelona 2008), Certificación en Gestión de Calidad Educativa (Escuela de Directores del Ministerio de Educación de la República Dominicana 2013) Enfoque de la Lectoescritura para Niños de Zona Rurales Universidad del Norte de Colorado (UNC, Greeley, Colorado, Estados Unidos de Norteamérica 2014). Ha trabajado en todos los niveles educativos de la República Dominicana, incluyendo dirección de centros educativos y acompañamiento y asesoría técnica pedagógica a nivel de distrito educativo. 87