Daniel Hernandez Diana Lozano Jesus Lopez Andres Mugno Belisandro Mendinueta IMPACTOS DEL RECONOCIMIENTO MULTICULTURAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS,PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA: entre la etnización y el conflicto social (Reseña) En toda América Latina con el pasar de los años algunas de las poblaciones han venido recibiendo cierto reconocimiento debido a sus diferencias culturales pudiendo así de esta manera, recibir derechos especiales para las minorías étnicas, las cuales se definieron por sus patrones de lengua, cultura y territorio. En el caso específico de Colombia dicho reconocimiento se gestó siguiendo el modelo andino para las poblaciones indígenas y poblaciones negras, según el modelo que propuso la ley 70 de 1993 o ley de comunidades negras, con la cual se pudo otorgar una titulación colectiva de territorios, pero esto también ha traído inconvenientes ya que se ponen ciertas acciones y derechos por encima del gobierno, de las administraciones territoriales colectivas de algunas poblaciones marginando aquellas que no se definen con términos étnicos,dicha ley no incluye a aquellas poblaciones las cuales habitan en contextos urbanos o regiones diferentes a la pacífica y las cuales no se definen mediante una autoadscripción étnica y las cuales en su mayoría habitan en centros urbanos como lo son: Cali, Bogotá, Medellín, cartagena, barranquilla y el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. En el caso particular de estas islas la población Isleña-Raizal son reconocidos como grupo étnico del archipiélago, lo cual permitió que el archipiélago se rigiera por normas especiales de migración y economía. Hay que resaltar que la población isleña raizal ha optado por auto denominarse p oblacion indigena al ver la falta de respuestas a sus reclamos políticos y territoriales, usandolo como estrategia para salvaguardar los territorios y derechos que les otorga el estado a estas minorías étnicas Esta población comparte dos registros lingüísticos y algunas otras tradiciones con otros lugares del Caribe. Muchas de ellas empezaron a llegar desde mediados del siglo xx atraídas por una búsqueda de mejores oportunidades de vida. Durante años estos grupos lograron cohabitar, pese a sus diferencias étnicas y religiosas, pero en los últimos años los enfrentamientos se han hecho comunes debido a una crisis económica, social y ambiental que lleva más de dos décadas arraigada en las islas. Recordemos que el archipiélago, por estar ubicado en el corazón del Caribe occidental y estar habitado por un pueblo anglófono, en su mayoría negro y protestante, más cercano a las Antillas inglesas que a la Colombia continental, se convirtió en una región problemática para los cimientos centralistas andinos, blancos y católicos con los que se estaba construyendo la nación colombiana. A pesar de la adhesión voluntaria a la República de Colombia hecha por algunos pobladores en 1822, desde comienzos del siglo xx el Estado colombiano buscó integrar el archipiélago a través de un fuerte proceso de asimilación. De hecho, tras la declaración del archipiélago como intendencia, en 1912, se comenzó a implantar una soberanía ideológica en aras de integrar las islas al territorio nacional y al imaginario de nación que se promulgaba desde el centro del país, situación que ocasionó conflictos, reclamos y movilizaciones. El mecanismo para llevar a cabo aquel propósito consistió, primero, en la instalación de la escuela, y junto con ella, de la Iglesia católica y la enseñanza del idioma español. Se impuso a los habitantes la religión católica, se prohibió el inglés como lengua en las escuelas e incluso fueron clausuradas a mediados de siglo varias iglesias bautistas, que eran el eje sociocultural y educativo del archipiélago. La declaratoria de puerto libre, además de incorporar las islas al territorio colombiano, también buscaba legalizar muchas de las actividades comerciales que allí se ejercían, para facilitar el ingreso de mercancías libres al país y fortalecer el desarrollo económico por medio del fomento de la industria turística. La irrupción de las actividades comerciales significó que algunas personas isleñas-raizales abandonaran sus actividades productivas tradicionales para dedicarse al comercio, y que otras, al no tener cómo sostenerse, vendieran las tierras. Los conflictos, entonces, comenzaron a hacerse visibles de diferentes maneras, ya no solo por la presencia de la Iglesia católica o la irrupción del idioma español, sino porque llegaban más y más personas a hacer presión sobre los recursos y el espacio. Lo cierto es que este proceso de integración o colombianización para establecer la soberanía por vías de carácter ideológico y la integración económica por la vía de la modernización y el desarrollo recrudecieron los conflictos en el archipiélago y fortalecieron la confrontación entre algunos de sus pobladores y el Estado colombiano. El comienzo del conflicto entre peñas y raizales comenzó con la implementación de políticas de colombianización, fortalecidas con el puerto libre y la migración. Así que debido a la reducción de los recursos, las tierras y el poco acceso de isleños en actividades comerciales comenzaron a desatarse inconformidades, conllevando a distintas situaciones. Una de ellas, era la idea de que la migración desde el continente era una manera del estado colombiano para despojar de las islas a los nativos isleños, con el fin de instaurar la soberanía nacional. Por otra parte la llegada de los continentales de forma no planificada, aumento la sensación de invasión y despojo entre los isleños, así que se creó la representación del migrante como un agente invasivo conflictivo, violento, ruidoso, que resolvía los conflictos con violencia y vivía en barrios subnormales. Debido a estas diferencias socioculturales también se materializó la diferencia territorial, los continentales se ubicaron en el norte, mientras los isleños se ubicaron por el centro. una tercera situación, se trata del proceso de recesión económica que vivió la isla desde 1990. el estado estaba en crisis economica, asi que la vida de la población se vio también afectada, al igual que la interrupción del narcotráfico que se había convertido en una alternativa económica. finalmente con las políticas neoliberales provocaron importantes ajustes fiscales que redujeron la burocracia estatal del archipiélago. debido a todas estas problemáticas también surgieron toda clase de relaciones sociales,dando un nuevo y complejo orden social caracterizado por muchos factores como el crecimiento urbano entre otros. Así que desde el asignamiento y el desplazamiento también nace la idea de la defensa del territorio y sobre todo la defensa de la identidad propia. La construcción y desarrollo de la propuesta político -organizativa del Proceso de las comunidades Negras ha logrado generar consensos en torno a la defensa de los derechos de esta comunidad mediante la construcción de demandas sustentadas en la construcción histórica de identidades, territorialidades, formas de sociedad y ciudadanía, desde sus particularidades como grupo étnico en el contexto de la nación colombiana. Estas formas de lucha implicaron la construcción de nuevos saberes para ejercicios democráticos y la puesta en marcha del carácter multiétnico y pluricultural de la nación colombiana planteado en la Constitución de 1991. Con base en esta experiencia el Proceso de Comunidades Negras PCN se interesó en la convocatoria de LASA “Otros Saberes” conocida a través de uno de los investigadores quienes han venido acompañando el proceso de construcción social y política del PCN. La propuesta aprobada por los convocantes tiene como temática central la experiencia política y organizativa del PCN; su sistematización y valoración de sus principales aportes giran en torno a las siguientes preguntas claves: 1) ¿Cuáles son los conocimientos y estrategias desarrollados por el PCN en la construcción de territorio y región? y¿ cuáles han sido las contra - estrategias frente a estos avances impulsadas por intereses económicos legales e ilegales tanto nacionales como internacionales representados en megaproyectos de infraestructura, agroindustria, libre mercados y narcotráfico entre otros? 2) ¿Cuáles son las estrategias de resistencia del proceso organizativo de las comunidades negras - PCN - , las de las dinámicas comunitarias desde las mujeres y los hombres, para garantizar la permanencia en el territorio en el contexto del conflicto social y armado? En este marco, cuáles han sido los mecanismos utilizados por las personas, organizaciones y comunidades para superar y hacer frente al impacto psico -social que el conflicto ha causado? 3) ¿Cuál es el impacto que tienen las cifras arrojadas por el censo poblacional del 2005 desarrollado en Colombia sobre políticas públicas y el reconocimiento de los derechos colectivos, económicos, sociales y culturales para mujeres y hombres afro - descendientes? El PCN: El Proceso de Comunidades Negras es una organización política y autónoma, de carácter nacional, que agrupa alrededor de 120 organizaciones de base – mujeres, jóvenes, grupos culturales, consejos comunitarios, colectivos tanto urbanos como rurales - que reivindican los derechos de las comunidades negras como grupo étnico, con base en ello el PCN es el pilar del quehacer del Proceso de Comunidades Negras en el ámbito nacional son las organizaciones autónomas de Comunidades Negras, que establecen su dinámica de trabajo en torno a la solución de problemáticas y al logro del conjunto de aspiraciones, que tienen como colectivo social, sin interferencia ni intermediación de ninguna entidad pública o privada. El accionar -colectivo y organizado- (misión) busca principalmente reivindicar tanto a su interior como en relación con otros grupos étnicos y la sociedad en general, el conjunto de derechos consuetudinarios es decir, ancestrales que ha ganado a través de la historia, en consecuencia con sus prácticas y costumbres culturales transmitidas de generación en generación y que se constituyen en la herencia que, sabiamente, los mayores van dejando a los renacientes. El reconocimiento social y jurídico, así como la aplicación de los derechos colectivos se logran y se expresan mediante ejercicios de poder desarrollados a través de la participación y movilización social activa de las comunidades, en las distintas esferas y espacios de relación existentes en el país.Teniendo en cuenta lo anterior, el Proceso de Comunidades Negras, definió en el mes de noviembre de 1.993, en Asamblea General, que todo el accionar que desarrollen las organizaciones hacia sus comunidades y en su relación con el Estado y los distintos sectores sociales, estarían orientadas hacia el reconocimiento y aplicación real de sus derechos particulares, como sector poblacional específico, que hace parte integral de la sociedad colombiana. Parte del reconocimiento otorgado por la constitución de 1991 para las o posicionarse políticamente en las poblaciones isleñas-raizales, se hablaba de un discurso de diferencias de poblaciones isleña y la pañacontinental y el despojo producido por el proceso de integración, donde se hace visible las organizaciones sociales raizales materializando la utilización del discurso etnicista con el fin de lograr una mayor visibilidad y participación política. Una identidad étnica es garantizar la permanencia y la autonomía de la población isleña-raizal, con el fin de demostrar los efectos negativos del proceso de integración. Donde la utilización del discurso étnico, se legitimaba debido al desplazamiento territorial, cultural, económico y político sufrido. La cual la población isleña-raizal, da la autodenominación como pueblo indígena lo fundamento el convenio 169 de la OIT, que al proponer una definición de los pueblos indígenas bastantes amplia que permitió muchas minorías étnicas se acogieran a ella. La etnicidad fue primero una estrategia para legitimar a la defensa de la identidad propia, y así proteger ciertos derechos culturales, económicos y políticos. Segundo, buscaba dar cuenta de la diferencia que la población isleña-raizal quiso establecer con los continentales y con el resto de la nación colombiana, en demostrar que tras la reivindicaciones también había una disputa sobre los el derecho a la permanencia y autonomía de decisiones relacionadas sobre el archipiélago. La utilización de la dominación de los pueblos indígenas y reivindicación de la identidad de corte étnico fue otro punto de debate en las poblaciones isleña-raizal, donde lo denomina en dos categorías la de identidad y la contradicción. Primero porque la identidad obliga a buscar los orígenes ancestrales que precisamente los isleños-raizales no poseen, l reivindicación etnicista niega toda una tradición de mestizaje e intercambios que todavía es perceptible en las islas. En segundo lugar apunta a las contracciones de posturas que señalan a los pañas-continentales como los culpables del deterioro de las islas, estos sectores decidieron recurrir a la concentración y a un discurso fundamentado en la integración con Colombia y la convivencia entre los diferentes grupos sociales. Es destacable que estas diferencias no se manifiestan solamente en la adscripción de las organizaciones, si no en los discursos étnicos y políticos, en las relaciones de poder. Así, observamos el reconocimiento etnicista designado en la constitución de 1991, también profundizó las diferencias y conflictos entre la población raizal y la de origen continental. En el archipiélago de San Andrés, providencia y santa Catalina, se encuentran unas de las poblaciones con más intercambios en las poblaciones y se juegan papeles importantes como lo son la identidad de parte de las poblaciones negras en América Latina, ya que una zona en la que se encuentra el multiculturalismo. A través de los procesos mestizajes e intercambios que se dieron en el caribe colombiano, se llegó a consolidar movimientos en los cuales se defendía la identidad de poblaciones en las cuales ya estaban reconocidas, además produjo una afirmación y producción de corte étnico, para así establecer sus derechos y ventajas que da la constitución de 1991. Un gran incidente se desarrolló en el archipiélago, debido al reconocimiento de la constitución de 1991, esta acción provocó un gran impacto en la sociedad nativa y generó una recesión económica en el archipiélago. Además de crear disputas en el archipiélago, ya que para los isleños y raizales, les pareció un punto de inflexión el reconocimiento, ya que solo fue basada en un único origen, y no una basada de intercambios. Esto se ha vuelto un problema, ya que actualmente los hijos de las uniones interétnicas, a la cual se han llamado los fifty-fiftys o miti- mitis, quieren reclamar un espacio social y territorial. En el archipiélago de San Andrés, podemos dar cuenta de los grandes sincretismos que se ha dado a través del tiempo y espacio, ya que se evidencian una unión cultural única y diferente al resto del caribe, debido a que encontramos un mundo anglófono con el hispanófono y el protestante con el católico. El gran caribe, se pueden establecer que las identidades de estas poblaciones, son ambiguas en sí mismas y no responde a un origen único y primordial, sino en diversas memorias que deben conciliarse en un post de un imaginario común. BIBLIOGRAFÍA VALENCIA P, INGE HELENA. IMPACTOS DEL RECONOCIMIENTO MULTICULTURAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA: ENTRE LA ETNIZACIÓN Y EL CONFLICTO SOCIAL. Rev. colomb. antropol. [online]. 2011, vol.47, n.2, pp.69-95. ISSN 0486-6525.