Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 Una aproximación al conocimiento Introducción El principal activo que tienen las personas es el conocimiento. Desde “saber” caminar, “saber” escribir, “saber” hablar, “saber” entender… a “saber” resolver un problema de matemáticas o “saber” hacer un armario o un mueble… todo es conocimiento. El hombre es curiosos por naturaleza, gracias a esa curiosidad el ser humano ha desarrollado la capacidad de investigar el cómo, cuándo, dónde, por qué y el para qué de la naturaleza de los objetos y seres que se encuentran a su alrededor. Mientras compartimos mucho con el resto del reino animal, somos únicos en el grado en el cual nuestro comportamiento es controlado cognoscitivamente, en oposición a lo instintivo. Tenemos opciones y la habilidad para escoger. Tenemos la capacidad de prever las consecuencias de nuestras elecciones y de evaluar nuestras opciones antes de seleccionar entre ellas. No estamos limitados para ver las cosas sólo desde nuestros propios puntos de vista, sino que somos capaces de tratar, por lo menos, de verlos desde los puntos de vista de otras personas. El conocimiento La palabra conocer, procedente del latín cognoscere, significa aprender, distinguir la esencia y las relaciones entre las cosas; otra acepción es saber algo sin profundizar en ello.1 ¿Qué es el conocimiento? Esta pregunta ha sido considerada por las mentes más privilegiadas del pensamiento occidental, desde Aristóteles y Platón hasta la actualidad. Son múltiples definiciones de conocimiento, desde las clásicas y fundamentales como una creencia cierta y justificada, a otras más recientes y pragmáticas como una mezcla de experiencia, valores, información y “saber hacer” que sirve como marco para la incorporación de nuevas experiencias e información, y es útil para la acción. Pero, ¿qué es conocer? Es una relación que se establece entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. En el proceso del conocimiento, el sujeto se apropia, en cierta forma, del objeto conocido. El conocimiento puede definirse como la capacidad de aprender las propiedades de un objeto, aprender como sinónimo de saber, pero también, mediante el conocimiento se aprehenden esas propiedades, es decir se apropian. Elementos del conocimiento: El sujeto y el objeto El conocimiento es producto de una relación entre dos elementos: el sujeto cognoscente (que es capaz de conocer) y el objeto cognoscible (que puede conocerse). Sujeto y objeto 1 Vid. Gran diccionario enciclopédico ilustrado. México. Grijalbo, p. 480 1 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 forman una unidad. No hay sujeto sin objetos, aunque los objetos existen independientemente de los sujetos. Dice Hessen al respecto: “En el conocimiento se encuentran frente a frente, la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto. El conocimiento se manifiesta como una relación entre estos dos elementos que permanecen en ella y están eternamente separados uno del otro. El dualismo de sujeto y objeto es parte de la esencia del conocimiento. A) El Sujeto Etimológicamente la palabra sujeto, proviene del el latín “subjectus”, que significa literalmente “puesto debajo”. Un ser humano lleno de inquietudes y de interrogantes frente a la incertidumbre que plantea lo desconocido, y aún, quien se atreve a dudar de sus certezas. Verbalizando es un ser humano lleno de preguntas ante la vida, por la vida y desde la vida misma. B) El Objeto por conocer o La Realidad por descubrir-describir Etimológicamente la palabra objeto, proviene del el latín “objectus”, que significa “lo que está enfrente”. ¿Qué es un objeto? Es todo aquello que capta nuestra atención. Es lo que nos incita a buscar. Es lo que le da sentido a nuestras acciones. Es lo que nos impulsa a salir en búsqueda de lo otro, para dar cuenta de su sustancialidad, de volver interesante lo que los sentidos concitan. Cada día que vivimos, nos vamos volviendo expertos en nominar objetos que se vuelven centro de interés. Si nos detenemos un poco observamos a nuestro alrededor: objetos de estudio, objetos de investigación, objetos de trabajo, objetos de formación, objetos sociales y objetos de conocimiento, entre muchos otros. Mediante el conocimiento, el hombre penetra las diversas áreas de la realidad para tomar posesión de ella. Realidad, que está y estamos en constante cambio. Es decir, los conocimientos cambian, evolucionan, aumentan y refuerzan, al mismo tiempo que provoca un desarrollo y crecimiento en el sujeto. Los tres niveles del conocimiento Como seres humanos nuestra vida es una constante producción de conocimientos podemos agregar que, de forma muy general, el conocimiento pasa por tres etapas o niveles: - Sensible o sensorial; Conceptual y Holístico. 2 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 Sensible o sensorial: Consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso de las imágenes captadas por medio de la vista. Gracias a ellos podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas, con color, figura y dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el tacto. El poseer los sentidos nos da la posibilidad de conocer a través del contacto directo con el medio a través de los que percibimos inmediatamente. Los sentidos son los que nos permiten percatarnos de nuestro entorno, ya que “todo conocimiento se origina en las sensaciones que el hombre obtiene del mundo exterior a través de los sentidos”. 2 Conceptual: Radica en representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales. Ya que con la experiencia acumulada (proveniente de los sentidos) y una cierta cantidad de información los seres humanos estamos en posibilidad de sintetizar los datos proporcionados por las sensaciones y podemos ordenarlos y elaborarlos; esta es la etapa en la que la clasificación, el orden y la construcción da como resultado la formulación de conceptos, juicios y razonamientos. La principal diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que caracteriza, respectivamente, a estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es singular y el conceptual universal. Por ejemplo, puedo ver y mantener la imagen de mi padre; esto es conocimiento sensible, singular. Pero además, puedo tener el concepto de padre, que abarca a todos los padres; es universal. El concepto de padre ya no tiene color o dimensiones. La imagen de padre es singular, y representa a una persona con dimensiones y figura concretas. En cambio el concepto de padre es universal (padre es el ser que da vida a otro ser). La imagen de padre sólo se aplica al que tengo en frente. En cambio, el concepto de padre se aplica a todos los padres. Por esto decimos que lo sensible es singular y el concepto es universal. Holístico: En este nivel el objeto se capta dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad. La palabra holístico se refiere a esta totalidad percibida en el momento de la intuición (holos significa totalidad en griego). La principal diferencia entre el conocimiento holístico y conceptual reside en las estructuras. El primero carece de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas. El concepto, en cambio, es un conocimiento estructurado. Debido a esto, lo percibido a nivel intuitivo no se puede definir, se capta como un elemento de una totalidad, se tiene una vivencia de una presencia, pero sin poder expresarla adecuadamente. Aquí está también la raíz de la dificultad para dar ejemplos concretos de este conocimiento. Intuir un valor, por ejemplo, es tener la vivencia o presencia de ese valor y apreciarlo como tal, pero con una escasa probabilidad de poder expresarla y comunicarla a los demás. Un ejemplo de conocimiento holístico es el caso de un descubrimiento en el terreno de la ciencia. Cuando un científico vislumbra una hipótesis explicativa de los fenómenos que estudia, podemos decir que ese momento tiene un conocimiento holístico, es decir, capta 2 Tse Tung, M. Cinco tesis filosóficas, p. 16 3 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 al objeto estudiado en un contexto amplio en donde se relaciona con otros objetos y se explica el fenómeno, sus relaciones, sus cambios y sus características. El trabajo posterior del científico, una vez que ha vislumbrado una hipótesis, consiste en traducir en términos estructurados (conceptos) la visión que ha captado en el conocimiento holístico. La captación de valores nos ofrece el mejor ejemplo de conocimiento holístico. Podemos ver a un ser humano enfrente de nosotros (esto es un conocimiento sensible o de primer nivel). Podemos captar el concepto de hombre y definirlo (esto es un conocimiento conceptual o de segundo nivel). Pero además, podemos vislumbrar el valor de este hombre en concreto dentro de sus contextos, como: laborales, familiares, amistad, religiosos, y más. Ello es lo que hace percibir su valor y apreciarlo. Esto es un conocimiento holístico o de tercer nivel. La experiencia estética nos proporciona otro ejemplo. Percibir la belleza de una obra de arte significa captar ese objeto sin estructuras, sin conceptos, simplemente deteniéndose en la armonía, congruencias y afinidades con el propio sujeto, posteriormente podremos saber conceptos (estilo de arte, del artista) y si el interés crece, se buscará más y más al respecto, es decir, se querrá saber todo (o casi). El conocimiento como objeto de estudio El conocimiento como proceso de aprendizaje y aprehensión también es objeto de estudio por parte de la filosofía. La rama de la filosofía que se encarga de estudiar los procesos de conocimiento se conoce como epistemología que estudia los fundamentos y los métodos del conocimiento y proviene de dos raíces: epistéme (griego) que significa ciencia y logía (latín) que significa ciencia o estudio. Cuando se habla de cuestiones epistemológicas se hace referencia a los procesos de conocimiento y su producción. Así un problema epistemológico es algo relacionado con los procesos de conocimiento, percepción de la realidad y visiones del mundo. Tipos de Conocimiento a) b) c) d) Conocimiento empírico. Conocimiento científico. Conocimiento filosófico. Conocimiento teológico. Conocimiento empírico. El conocimiento empírico, también conocido como común cotidiano o como empíricoespontáneo, se obtiene básicamente por la práctica que el hombre realiza diariamente, lo cual ha permitido a la humanidad acumular valiosas y variadas experiencias a lo largo de su historia. 4 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 Características: - Tiene lugar en las experiencias cotidianas. Es y ha sido respuesta a necesidades vitales. Ofrece resultados prácticos y útiles. Se transmite de generación en generación. Es ametódico y asistemático. Por medio de éste el hombre común conoce los hechos, tiene explicaciones concernientes a las razones de ser de las cosas y de los hombres, todo ello logrado a través de experiencias cumplidas al azar, sin método y mediante investigaciones personales cumplidas al calor de las circunstancias de la vida. Conocimiento científico Este conocimiento va más allá del empírico: por medio de él, trascendido el fenómeno, se conocen las causas y las leyes que lo rigen. Es metódico. Conocer verdaderamente, es conocer por las causas. Conocemos una cosa de manera absoluta, dice Aristóteles, cuando sabemos cuál es la causa que la produce y el motivo por el cual no puede ser de otro modo; esto es saber por demostración; por eso, la ciencia se reduce a la demostración Características: - - Es cierto porque sabe explicar los motivos de su certeza. lo que no ocurre con el empírico. Es general, es decir, conoce en lo real lo que tiene de más universal, válido para todos los casos de la misma especie. La ciencia, partiendo de lo individual, busca en él lo que tiene en común con los demás de la misma especie. Es metódico, sistemático su objetivo es encontrar y reproducir el encadenamiento de los hechos, lo alcanza por medio del conocimiento de las leyes y principios. Por eso la ciencia constituye un sistema. Conocimiento filosófico Este conocimiento se distingue del científico por el objeto de la investigación y por el método. El objeto de las ciencias son los datos próximos, inmediatos, perceptibles por los sentidos o por los instrumentos, pues, siendo de orden material y físico, son por eso susceptibles de experimentación. El objeto de la filosofía está constituido por realidades inmediatas, no perceptibles por los sentidos, las cuales, por ser de orden suprasensible, traspasan la experiencia. En la acepción clásica, la filosofía estaba considerada como la ciencia de las causas por sus causas supremas. Modernamente, se prefiere hablar del filosofar. El filosofar es un interrogar, un continuo cuestionar sobre sí y sobre la realidad. La filosofía es una búsqueda constante de sentido, de justificación, de posibilidades, de interpretación al 5 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 respecto de todo aquello que rodea al hombre y sobre el hombre mismo, en su existencia concreta. Oportunamente Jaspers, en su Introducción a la Filosofía coloca la esencia de la filosofía en la búsqueda del saber y no en su posesión. La filosofía se traiciona a sí misma y se degenera cuando es puesta en fórmulas. La filosofía procura comprender la realidad en su contexto más universal. No da soluciones definitivas para un gran número de interrogantes. Habilita, entonces, al hombre en el uso de sus facultades para ver mejor el sentido de la vida concreta. Conocimiento teológico El conocimiento relativo a Dios, aceptado por la fe teológica, constituye el conocimiento teológico. Es aquel conjunto de verdades a las cuales los hombres llegan, no con el auxilio de su inteligencia, sino mediante la aceptación de los datos de la revelación divina. Se vale, de modo especial, del argumento de autoridad. Son los conocimientos adquiridos a través de los libros sagrados y aceptados racionalmente por los hombres, después de haber pasado por la crítica histórica más exigente. El contenido de ll revelación, hecha la crítica de los hechos allí narrados y comprobados por los signos que los acompañan, se reviste de autenticidad y de verdad. Pasan tales verdades a ser consideradas como fidedignas y por tal razón son aceptadas. Esto se cumple con base en la ley suprema de la inteligencia: aceptar la verdad venga de donde viniere, en tanto que sea legítimamente adquirida. A pesar de todo, no podemos decir que sólo se usa un tipo de conocimiento, todos están relacionados unos con otros, de tal suerte que el científico utiliza su experiencia propia y usa la filosofía para que, ayudado por los resultados que obtuvo aplicando el método científico, de una explicación al fenómeno. Esto es igual con los demás niveles de conocimiento. Principios lógicos del conocimiento La palabra principio significa origen o “punto de partida”. Viene del latín primum caput = “el que encabeza”. Los principios lógicos están en el origen de la demostración, como condiciones necesarias y verdades evidentes. Estos principios o axiomas lógicos que han sido considerados como verdaderas leyes del pensamiento y sobre los cuales está fundado todo nuestro razonamiento y son: a) b) c) d) Identidad, Contradicción, Tercero excluido y Razón suficiente. Los tres primeros fueron formulados por Aristóteles y el de Razón Suficiente por Leibniz. 6 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 Principio de Identidad El principio de identidad es una ley lógica que, junto al principio de no contradicción y al principio del tercero excluido, constituye las bases de la lógica aristotélica clásica. Definición: Toda proposición es idéntica a sí misma y sólo a sí misma. La palabra identidad indica que una cosa es siempre la misma, no obstante los diferentes nombres que se le aplican, o bien a pesar de las diversas circunstancias en que la consideramos. El principio de identidad indica que A = A. Ejemplo: Juan es Juan. Cabe notar que toda reflexión supone el principio de identidad, que es una tautológica. Es decir, un concepto o una idea es igual a ella misma y no cambia en el momento en que se piensa. El principio de identidad cobra importancia para nuestro entendimiento en la medida que el predicado exprese notas complementarias al sujeto. De esta manera el principio de identidad amplía nuestro conocimiento. Si dentro del principio de identidad no es sustituido por nuevas notas, el principio no posee valor para nuestro conocimiento. Ejemplo: Bolívar es Bolívar (no posee valor) Bolívar es el libertador de cinco naciones. Bolívar es el libertador de la Nueva Granada. En la segunda y tercera oración, el sujeto va acompañado de dos adjetivos que al utilizarnos individualmente nos remiten al sujeto. Así si decimos: El Libertador, sabemos que se está hablando de Bolívar. Principio de No Contradicción El principio de no contradicción es una exigencia del pensamiento racional y, junto al principio de identidad y al principio del tercero excluido, constituye las bases de la lógica aristotélica clásica. Definición: Dadas dos proposiciones contradictorias entre sí, no pueden ser ambas verdaderas. El principio establece que toda proposición idéntica o analítica (es decir, toda proposición en la que la noción del predicado está contenida en el sujeto) es verdadera, y su contradictoria es falsa. Por ejemplo, las proposiciones "A es A" o "El triángulo equilátero es un triángulo" son proposiciones necesariamente verdaderas, puesto que negarlas supone caer en contradicción. Así pues, el principio de no contradicción nos permite juzgar como falso lo que encierra contradicción. 7 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 Si se tienen los juicios S es P y S no es P, es imposible que ambos juicios sean verdaderos a la vez, en el mismo tiempo y circunstancias. Ejemplo: los metales son duros, los metales no son duros. En palabras de Aristóteles el principio indica que “nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido". Entrando en detalle, Aristóteles argumenta que es imposible asegurar coherentemente que el principio de no contradicción es falso ya que esto implicaría hacer una afirmación, pero el mero acto de hacer una afirmación presupone que este principio es verdadero: si uno no creyera en el principio de no contradicción, uno no tendría razones para creer que lo que uno dice significa una cosa y no lo contrario. Aristóteles menciona que el principio de contradicción debe ser específico: Porque de no ser así se puede dar dos casos en el que uno afirma y el otro niega la misma cosa, es decir, juicios contradictorios. Así, si decimos "algunos alumnos son estudiosos", "algunos alumnos no son estudiosos". Vemos que ambos juicios son verdaderos. Pero se trata aquí de juicios particulares. La contradicción es sólo aparente porque se trata del mismo sujeto; sino que una parte de los alumnos está formada por los que son estudiosos y otra por los que no son estudiosos En suma, este principio establece que si hay 2 juicios de los cuales uno afirma y otro niega la misma cosa, no es posible que ambos sean verdaderos al mismo tiempo. Principio del Tercero Excluido Definición: Dado 2 proposiciones contrarias entre sí, ambas no pueden ser falsas. El principio del tercero excluido es el de la lógica tradicional formulado canónicamente por Leibniz como: o A es B o A no es B. Ahora lo leemos del siguiente modo: o bien P es verdadera, o bien su negación - P lo es. Entre dos proposiciones contrarias no hay una tercera posibilidad, la tercera está excluida. También se conoce como "tertium non datur" ('Una tercera (cosa) no se da'). Otra formulación del principio de tercio excluso es: Toda proposición es verdadera o falsa, y entre estos dos valores de verdad no se admite nada intermedio o “tercero”; o, en términos semánticos, si dos proposiciones son contradictorias, al menos una de ellas es falsa. Se enuncia diciendo: una cosa es o no es (quodlibet aut est aut non est) –versión ontológica- o bien: ente dos cosas contradictorias no cabe término medio, (inter duo contradictoria non este médium)-versión lógica-, lo cual quiere decir que de dos proposiciones contradictorias, necesariamente la una es verdadera y la otra falsa, y que ambas no pueden ser ni verdaderas ni falsas a la vez. Obsérvese que en la enunciación de este principio el término contradictorio se toma en su sentido técnico estricto, debiendo distinguirse por lo tanto del término contrario, puesto que, en la teoría del juicio, entre dos juicios contradictorios no puede darse término medio. 8 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 En suma, el principio establece que cuando tenemos dos juicios contradictorios tales como A es B y A no es B, no se da una tercera posibilidad, no existe un tercer modo de ser, porque uno de estos juicios necesariamente debe ser verdadero, puesto que los dos no pueden ser falsos al mismo tiempo. El Principio de la Razón Suficiente. El principio de razón suficiente, enunciado en su forma más acabada por Leibniz en su "Teodicea", afirma que no se produce ningún hecho sin que haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo. Sostiene que los eventos considerados azarosos o contingentes parecen tales porque no disponemos de un conocimiento acabado de las causas que lo motivaron. El principio de razón suficiente es complementario del principio de no contradicción y su terreno de aplicación preferente son los enunciados de hecho; el ejemplo tradicional es el enunciado "César pasó el Rubicón", del cual se afirma que, si tal cosa sucedió, algo debió motivarlo. De acuerdo a la concepción racionalista, el principio de razón suficiente es el fundamento de toda verdad, porque nos permite establecer cuál es la condición —esto es, la razón— de la verdad de una proposición. Para Leibniz, sin una razón suficiente no se puede afirmar cuándo una proposición es verdadera. Y dado que todo lo que sucede, sucede por algo, es decir, si todo lo que sucede, responde siempre a una razón determinante, conociendo esa razón se podría saber lo que sucederá en el futuro. Sin embargo, dados los límites del intelecto humano, hemos de limitarnos a aceptar que nada ocurre sin razón, a pesar de que dichas razones muy a menudo no pueden ser conocidas por nosotros. En suma, éste principio establece que para nuestro pensamiento sólo son verdaderos aquellos conocimientos que podemos probar suficientemente, basándonos en otros conocimientos reconocidos como verdaderos. Fuentes o raíces para el principio de razón suficiente: - El principio de razón suficiente aplicado al cambio, al devenir, es el principio de causa. El principio de razón suficiente aplicado al conocer, vale decir, el principio del conocimiento, este estipula que todo juicio que expresa un conocimiento debe tener su fundamento y justificación en otros juicios. En suma, este principio plantea la necesidad de justificar los conocimientos de una forma razonada, es decir, ordenada y lógica. Sólo es verdadero aquello que se puede probar suficientemente, basándose en otros conocimientos o razones ya demostradas. Por ejemplo cuando se dice que “el todo es mayor que las partes”, esta afirmación es un conocimiento verdadero, puesto que se ha comprobado que una parte es menor que el todo, ya sea por la experiencia o por pura intuición. 9 Ojeda Ramón Una aproximación al conocimiento En Límite, núm. 10, 2003 Universidad de Chile. Pp. 47-64 Bibliografía Besse, Guy. (1975). Práctica social y teoría. México: Grijalbo. Cassigoli, Armando. (1976). Conocimiento, sociedad e ideología. México: ANUIES. Cervo Amado Luis. (1980). Metodología Científica. Colombia: McGraw-hill Latinoamérica. Hessen, J. (1977). Teoría del conocimiento. México: Editores Mexicanos Unidos. Kosik, Karen. (1976). Dialéctica de los concreto. México: Grijalbo. Tse Tung, Mao. (1975). Cinco tesis filosóficas. Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras. 10