S E P T I E M B R E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Bob Killebrew y Jennifer Bernal Prefacio del Autor Este estudio se inició cuando unos amigos míos que viven en Tidewater y Virginia del Norte me hablaron de forma casual sobre lo que habían tenido que hacer para adaptar sus vidas a la presencia de pandillas criminales. ¿Qué estaba ocurriendo para que las pandillas tuvieran tanta influencia, desde el adormecido Condado de Surry, Virginia, hasta el Noreste de Washington? La búsqueda de una respuesta a esa pregunta, desde los departamentos de policía hasta los agentes de la lucha contra las drogas y los centros de inteligencia militar de alta seguridad, dio como resultado el presente estudio. No fue un viaje intelectual fácil para alguien adiestrado para ver las insurgencias bajo una óptica distinta. Este estudio tiene al menos dos limitaciones. En primer lugar, se circunscribe a los acontecimientos en el Hemisferio Occidental. Muchas personas cuyas opiniones respeto me han señalado que los traficantes y las pandillas son un reto mundial. Sin embargo, los cárteles regionales constituyen nuestra amenaza más cercana: se han expandido ampliamente en nuestro hemisferio, traspasan la frontera estadounidense y operan en este país. Por lo tanto, para bien o para mal, este estudio se centra en la insurgencia criminal en el Hemisferio Occidental. En segundo lugar, este estudio tiene, como dirían mis ancestros montañeses, “una milla de ancho y una pulgada de profundidad”. Abarca un gran terreno. Cada faceta de la economía criminal, el tema de la penetración venezolana e iraní, las luchas en Colombia, cada uno de los cárteles y la valiente lucha de México por ser una nación libre, todos estos son temas que merecen un tratamiento mucho mayor del que puedo darles aquí. No obstante, estoy seguro de la conclusión principal: los Estados Unidos están siendo atacados, dentro y fuera de su territorio, por una red de insurgencias criminales que debe ser derrotada. Mi certeza se fundamenta en parte en evidencias y en parte en las conversaciones que he mantenido con agentes que han estado en el campo y han sido testigos directos de los hechos. Agradecimientos Cada vez que un autor concluye un estudio, está profundamente en deuda con todos aquellos que lo han apoyado y que han evitado que cometiera un error. En primer lugar debo expresar mi agradecimiento a mi esposa, Pixie, quien sufrió una lectura tras otra mientras pasaban sus días libres y vacaciones. Quienes nos conocen a ambos están de acuerdo en que, de los dos, yo fui el afortunado al casarme con ella; también pienso lo mismo, y así lo he creído desde hace más de 40 años. Gracias una vez más, Cariño. Jennifer Bernal-García, mi ayudante de investigación, se unió a este proyecto después de graduarse de Stanford; en la actualidad, es una investigadora curtida y autora por derecho propio. De no haber sido por Jennifer, este documento tendría la mitad de su tamaño y hubiese sido mucho menos interesante. En el Centro para una Nueva Seguridad en los Estados Unidos (Center for a New American Security, CNAS), Kristin Lord, Liz Fontaine, Patrick Cronin, Brian Burton, Teniente General David Barno USA (Ret.), David Asher y Ross Brown, entre otros, hicieron valiosos aportes para dar forma al informe. Muchas otras personas nos ayudaron a lo largo del proyecto, y su experiencia técnica y calidad profesional fueron una fuente de inspiración constante para nosotros. Algunas de ellas son: Nelson Arriaga, Jimmy Bacon, Norman Bailey, Alvaro Balcazar, Scott Brady, Michael Braun, Robert Bunker, Gary Chicko, Patricia Cortés, Tom Donnelly, William Dunn, Vicente Echandía, Antulio Echevarría, Lani Elliott, Janice Elmore, Douglas Farah, Vanda Felbab-Braun, Ben Fitzgerald, Brian Fonseca, Jim Fox, Glenn Harned, Rich Higgins, Adam Isacson, Chris Lawson, María Victoria Llorente, Andrew Lomax, David Maxwell, Tony Moreno, Moisés Naím, Henry Norris, Gen. Freddy Padilla, Andres Peñate, Celina Realuyo, Jose Soto, John Stolar, Kevin Stringer, Jim Tanner y Jim Trusty. Quisiéramos expresar nuestro especial agradecimiento al Programa de Apoyo a las Guerras Irregulares (Irregular Warfare Support Program), de la Oficina de Apoyo Técnico para la Lucha contra el Terrorismo (Combating Terrorism Technical Support Office), por haber patrocinado este informe. Su ayuda fue de incalculable valor, aunque, por supuesto, yo soy el único responsable de los hechos y las conclusiones que se presentan en este informe. Bob Killebrew The research reported in this document/presentation was performed in connection with contract W911QX-07-D-0012 with the U.S. Army Research Laboratory. The views and conclusions contained in this document/presentation are those of the authors and should not be interpreted as presenting the official policies or position, either expressed or implied, of the U.S. Army Research Laboratory or the U.S. Government unless so designated by other authorized documents. Citation of manufacturer’s or trade names does not constitute an official endorsement or approval of the use thereof. The U.S. Government is authorized to reproduce and distribute reprints for Government purposes notwithstanding any copyright notation hereon. Imagen de la Portada Un policía corre tras un ataque a unas patrullas, en el que murieron dos agentes en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, México, el 15 de julio de 2010. El coche bomba marcaría una escalada sin precedentes en la guerra del narcotráfico en México y confirmó los antiguos temores de que los cárteles están comenzando a usar explosivos contra las fuerzas de seguridad. (ASSOCIATED PRESS) ÍNDICE Capítulo I: Introducción 3 Capítulo II:Geografía del Crimen Organizado en el Hemisferio Occidental 13 Capítulo III: 43 Cárteles y Pandillas en los Estados Unidos Capítulo IV:Una Estrategia Estadounidense para Contrarrestar los Cárteles 55 Capítulo V: 73 Conclusión Apéndice :Principales Tendencias Criminales Transnacionales 77 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Bob Killebrew y Jennifer Bernal S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Los Autores Bob Killebrew es Miembro sénior no residente del Centro para una Nueva Seguridad en los Estados Unidos. Jennifer Bernal es Asistente de investigación del Centro para una Nueva Seguridad en los Estados Unidos. 2 | Capítulo I: INTRODUCCIÓN S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense I . I N T R O D U CC I Ó N Las redes criminales que vinculan a los cárteles y las pandillas han dejado de ser tan sólo un problema delictivo y se han convertido en una amenaza en la forma de redes de insurgencia criminal.1 La escala y la violencia de estas redes amenazan a los gobiernos y sociedades civiles del Hemisferio Occidental, incluyendo, también, a los Estados Unidos. Los legisladores estadounidenses han tardado en reconocer la evolución de las pandillas y los cárteles de la droga, desde problemas meramente de orden público hasta la amenaza estratégica que plantean en la actualidad. El narcotráfico suele ser descrito como tan solo un problema de drogas, un reto para otros países o un problema para los estados que se encuentran a lo largo de la frontera sur de los Estados Unidos. Los grupos de narcotraficantes son, de hecho, una amenaza en todas esas categorías: forman parte de las redes que atacan en diversos frentes a los Estados Unidos y a otros países amigos. Aun cuando el gobierno estadounidense está implementando medidas para enfrentar los diversos aspectos de este problema (por ejemplo, el despliegue de unidades de la Guardia Nacional en la frontera), aún no ha diseñado una estrategia nacional e internacional verdaderamente integral para confrontar los desafíos interrelacionados que plantean el tráfico y la violencia que se extienden desde la región andina hasta las calles estadounidenses. El presente informe es producto de una investigación de un año de duración realizada por el Centro para una Nueva Seguridad en los Estados Unidos (Center for a New American Security, CNAS). El objetivo de este informe es explicar la escala del crimen organizado en países clave del Hemisferio Occidental y proporcionar elementos para formular dicha estrategia. Nuestras observaciones se basan en la investigación y el análisis de las tendencias regionales, así como también en conversaciones con funcionarios | 5 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense del gobierno y oficiales de las fuerzas del orden público, tanto en los Estados Unidos como en el exterior, que se encuentran en las primeras filas de esta batalla. La escala de los cárteles y su capacidad para desestabilizar gobiernos los han convertido no sólo en una amenaza criminal, sino también en una amenaza insurgente. En el capítulo II, se describe la geografía del crimen en Latinoamérica y se perfila la manera cómo las redes criminales de México, Colombia, Venezuela y de otros países vecinos plantean un problema común para la región y para los Estados Unidos. Aun cuando las circunstancias y los futuros posibles de cada país son diferentes, están interconectados. En el siguiente capítulo, se muestra cómo esas mismas redes también funcionan activamente y están creciendo dentro de los Estados Unidos, lo que plantea la necesidad de tomar medidas a nivel nacional e internacional. En la última parte de este estudio, se recomiendan principios rectores para una estrategia nacional contra los cárteles y las pandillas. Por último, a fin de destacar que el tráfico ilegal de drogas no es el único negocio de los cárteles, en el apéndice se resumen los principales tipos de actividades comerciales ilícitas con las que se financian los grupos criminales organizados en este hemisferio. De este estudio se desprenden cinco conclusiones. En primer lugar, el crimen, el terrorismo y la insurgencia se entrecruzan de nuevas y peligrosas 6 | maneras que amenazan no sólo el bienestar sino también la seguridad de las sociedades del Hemisferio Occidental. La escala de los cárteles y su capacidad para desestabilizar gobiernos los han convertido no sólo en una amenaza criminal, sino también en una amenaza insurgente. Los Estados Unidos deben dirigir un esfuerzo en todo el hemisferio para confrontar y derrotar la amenaza que los cárteles representan para la sociedad civil. En segundo lugar, el enorme alcance geográfico de las redes criminales hace que éste sea un reto multinacional. Los cárteles operan en, por lo menos, 14 naciones soberanas, cada una de ellas con su propia cultura, economía, gobierno, fuerzas del orden público, sistema de justicia y estructura militar, rutas y centros de transporte. Las operaciones de los cárteles también varían considerablemente, por lo que las respuestas que den los Estados Unidos y las otras naciones deben ser tan adaptables como las insurgencias criminales a las que se enfrentan. Los gobiernos deben aprovechar las organizaciones internacionales y regionales para contrarrestar las diferencias y garantizar la continuidad de las operaciones entre las naciones. En tercer lugar, toda iniciativa estratégica por parte de los Estados Unidos debe incluir una asistencia apropiada para que los países latinoamericanos refuercen sus instituciones de seguridad y del orden público. La mejor respuesta contra el terrorismo y la insurgencia es el estado de derecho y la justicia bajo la ley para las personas que podrían considerar que nunca han recibido un trato justo del gobierno en cuestión. La lucha de Colombia contra los insurgentes y los cárteles de la droga nos enseña que las naciones fuertes y democráticas que funcionan de forma legal y transparente pueden lograr el apoyo de su pueblo y, en última instancia, el rechazo de la delincuencia. Las fuerzas locales militares o policiales deben derrotar a los insurgentes de los cárteles y, mediante operaciones policiales sucesivas, fraccionarlos en grupos más y más pequeños, hasta que puedan ser encarcelados o reincorporados a la vida civil. La ayuda estadounidense, gestionada de forma discreta y receptiva a los requisitos del país que la recibe, puede tener una importancia vital a la hora de proporcionar a los gobiernos que combaten a los cárteles la capacitación, los equipos y el apoyo para desarrollar capacidades de las fuerzas del orden público. Si bien los cárteles y sus aliados representan una nueva clase de amenaza transnacional, los Estados Unidos han venido desarrollado su capacidad para luchar contra amenazas de este tipo desde antes del 11 de septiembre, y a partir de entonces han aumentado significativamente sus capacidades en este sentido. Igualmente, países como Colombia, con el apoyo discreto de los Estados Unidos, han cosechado un éxito notable en su lucha contra las narcoguerrillas y los cárteles. En cuarto lugar, los Estados Unidos deben concentrarse en limpiar su propia casa. Los Estados Unidos deben apoyar operaciones policiales más eficaces contra los cárteles, reducir drásticamente el consumo de drogas ilegales y esforzarse por reducir la influencia de la cultura de las pandillas, en especial en las escuelas y entre los jóvenes. Los Estados Unidos tienen la suerte de poseer, en general, fuerzas policiales eficaces e incorruptas, sin embargo, la naturaleza única de su sistema federal dificulta la coordinación y el intercambio de información entre las agencias de policía. Es necesario superar ese reto. Una estrategia nacional integral que abarque las fuerzas del orden público, el tratamiento, la reforma carcelaria y otras medidas, puede no sólo reducir el flujo de efectivo hacia los cárteles y las pandillas, sino también los efectos malignos que éstos tienen sobre la sociedad civil. Al mismo tiempo, el gobierno de los Estados Unidos debe esforzarse por reducir la influencia de las pandillas sobre las culturas juveniles estadounidenses, especialmente en las escuelas, donde las pandillas consiguen reclutas cada vez más jóvenes. Algunas comunidades han logrado forjar estrategias exitosas contra las pandillas que trafican drogas; particularmente gracias a departamentos de policía como los de Los Ángeles, Virginia del Norte y Nueva York. Las actitudes públicas pueden modificarse mediante una difusión persistente y hábil de mensajes; una generación que pudo reducir el consumo legal de tabaco, a pesar del poderoso lobby de la industria, debería ser capaz de reducir el uso de drogas ilegales perjudiciales y la atracción que ejercen las pandillas. En quinto lugar, derrotar a los cárteles y a sus aliados va a tomar mucho tiempo. Derrotar a los cárteles y garantizar la seguridad futura de los países del continente americano implica el desmantelamiento de sus redes y la reducción de su impacto a niveles que puedan ser manejados por las fuerzas del orden público locales. Hacer esto constituye una propuesta a largo plazo y requerirá esfuerzos permanentes por parte de una serie de gobiernos estadounidenses, de una manera similar al apoyo estadounidense a Colombia y a los programas de interdicción que han durado décadas. Como lo resumió un agente experimentado: “No existe una cronología abreviada.”2 Tanto la interdicción como los esfuerzos de cooperación bilateral ciertamente han tenido algún éxito. En las últimas décadas, agencias estadounidenses del orden público, como por ejemplo la Agencia Federal Antidrogas (Drug Enforcement Administration, DEA), que participa en operaciones en 86 países extranjeros y en una amplia variedad de actividades de las fuerzas del orden público, han aprendido a trabajar conjuntamente con las organizaciones policiales de otros estados, colocando a los Estados Unidos en un buen punto de partida para atacar a los cárteles de forma directa. Otras políticas, tales como ayudar a gobiernos amigos a mejorar sus procedimientos judiciales o brindarles asistencia en temas de contrainsurgencia militar y en sus políticas económicas para resolver las causas | 7 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense subyacentes de la ilegalidad, tomarán más tiempo. Se han obtenido éxitos en la larga lucha contra las insurgencias criminales. Es posible derrotar a los cárteles. Por lo tanto, hay razones para ser optimistas, siempre que los Estados Unidos se comprometan inmediatamente en esta lucha. El Crimen en la Era de la Globalización La “globalización” del crimen, desde los patrocinadores financieros de la piratería en Londres y Nairobi hasta los representantes de los Talibanes y el grupo Hezbollah en África Occidental, bien puede ser la tendencia emergente más importante en el entorno actual de la seguridad global. Incluso antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el contexto global de la política de seguridad estadounidense estaba cambiando en respuesta a la gran cantidad de cambios tecnológicos y sociales que revolucionaron los asuntos internacionales. Desde la década de 1990, los teoristas han escrito que las comunicaciones transnacionales modernas llevarían a las organizaciones internacionales y conglomerados corporativos a actuar con una independencia cada vez mayor de las fronteras nacionales y de la normativa internacional.3 Lo que no previeron de forma general hasta que sobrevino el 11 de septiembre fue que esa misma tecnología podría conferir suficiente poder a las organizaciones trasnacionales corruptas para amenazar el orden internacional mismo. El crimen forma parte de la condición humana: malhechores, piratas y contrabandistas siempre han estado existido. Sin embargo, el colapso del colonialismo tras la Segunda Guerra Mundial, la caída del imperio soviético en 1990 y la explosión de las tecnologías de red globales han servido de apoyo a un período de expansión y transformación del crimen internacional sin precedentes. Existe un contraste aparente entre el mayor comercio internacional y una tendencia hacia 8 | una creciente desintegración social y política, a medida que estados más débiles ceden bajo el peso de la corrupción, las armas, la presión popular y la tecnología.4 A comienzos de la era de la información, observadores informados especularon que el poder del estado desaparecería para dejar paso a entes e instrumentos internacionales benignos y progresistas.5 Este ha sido el caso en algunas áreas, pero también ha habido un mayor número de consecuencias negativas, ya que el desborde de dinero ilegal en los estados débiles ha socavado el estado de derecho y evitado que emergiera el orden civil. Los estados frágiles que luchan por controlar su territorio están en muchos casos perdiendo la batalla. En 1996, sólo 11 estados del mundo se consideraban “fallidos.” Para 2006, esta cifra había aumentado a 26, y el número de estados “no del todo fallidos” con gobiernos débiles y “espacios sin gobernar” sigue aumentando.6 Otros estados son tan permisivos con la criminalidad, que sus economías dependen de la economía ilegal.7 Particularmente las nuevas tecnologías de comunicación han conducido a nuevos modelos de negocios ilícitos de amplia distribución, con redes de contactos personales que cambian constantemente y alianzas de corta duración para producir, comercializar, transportar o distribuir mercancías ilegales: en algunos casos, drogas, en otros, seres humanos; en ocasiones haciendo uso de la extorsión, el secuestro, la falsificación o cualquier cosa que genere un beneficio. Al igual que sucede con el comercio legítimo, un mundo interconectado por la Web ha convertido el crimen global e incluso el local, al proporcionar no sólo lugares para comunicarse y coordinar, sino también espacios para nuevos tipos de crímenes, un buen ejemplo de los cuales es el robo de identidad. Dada la naturaleza distribuida de la Web, criminales ambiciosos pueden manipular y explotar los medios electrónicos exactamente como lo hacen las fuerzas del orden público, las agencias de inteligencia, las instituciones financieras y los gobiernos. Las bandas criminales que tienen conocimientos apenas suficientes y no dominan los medios electrónicos pueden contratar a otras bandas o a personas independientes que sí lo hagan. Los cárteles de la droga en este hemisferio, por ejemplo, hacen uso regular de la tecnología de los sistemas de posicionamiento global (GPS) para hacer con extrema precisión sus entregas de drogas, de precursores químicos necesarios para procesar drogas y de efectivo en áreas remotas. Este tipo de flexibilidad de la libre empresa es capaz de igualar las condiciones para malhechores y policías, generando sumas de beneficios ilícitos a través de la “economía sumergida” a una escala tal que pueden llegar a amenazar incluso la estabilidad de la economía internacional. En palabras de Moisés Naím: En última instancia, lo que está en juego es el tejido social mismo. El comercio ilícito global está hundiendo sectores industriales enteros al tiempo que potencia a otros; está asolando países y desencadenando expansiones económicas; está haciendo y deshaciendo carreras políticas, desestabilizando o apuntalando gobiernos. En el extremo se hallan los países donde las rutas del contrabando, las fábricas clandestinas, el robo de los recursos naturales y las transacciones con dinero sucio ya no pueden diferenciarse de la economía y el gobierno oficiales. Pero la cómoda vida de las clases medias en los países ricos está mucho más vinculada al tráfico ilícito –y a sus efectos globales– de lo que la mayoría imagina.8 La Amenaza Criminal en Este Hemisferio La presente investigación se centra en las redes criminales nativas de este hemisferio y particularmente de Latinoamérica, ya que dos factores relacionados con la movilidad humada –la demografía y la geografía– se combinan para hacer que la inestabilidad latinoamericana esté muy cerca de nosotros. Cuando pasa algo en esta región, afecta también a los Estados Unidos. Los cárteles criminales, las pandillas y otros grupos armados ilegales gastan en la actualidad cientos de millones de dólares al año para socavar a los gobiernos. Cuando la corrupción resulta ser insuficiente, recurren a la intimidación y la violencia. Cada vez más, en México y ocasionalmente en otros países, desafían directamente a los gobiernos atacando a las fuerzas legítimas del ejército y la policía, como lo han hecho en Colombia desde hace décadas. Si bien los estados latinoamericanos se encuentran directamente amenazados, las actividades de los cárteles en los Estados Unidos aún no han alcanzado ese nivel (aunque algunos policías de Los Ángeles y otras personas en ciudades fronterizas cuestionarían esta afirmación). Sin embargo, los legisladores estadounidenses han tardado en reconocer la evolución de los cárteles de la droga y las pandillas, de un problema de orden público a una amenaza estratégica. Los cárteles han demostrado ser adaptables a los mercados cambiantes y a las oportunidades. Son los principales empresarios del crimen violento a nivel mayorista. Las pandillas transnacionales en los Estados Unidos perpetran una amplia variedad de delitos de todo tipo “a nivel minorista” incluyendo robos, prostitución, asesinato, violación, allanamiento de morada, robo de automóviles, etc., además de la distribución de drogas. La mayoría de estos delitos son violentos y se centran en las ganancias. Por lo tanto, la eliminación de los ingresos provenientes del tráfico de drogas, por sí sólo, ralentizaría pero no detendría a estas redes criminales adaptables y emprendedoras. Ciertamente, las actividades de las redes criminales han adquirido en muchos lugares las características de la insurgencia. Muchas personas, entre ellas algunos expertos militares y legisladores de mayor experiencia, malinterpretan la palabra “insurgencia” como un intento de derrocar a un gobierno. No necesariamente es así. Una insurgencia en realidad es un intento de debilitar o desestabilizar las funciones de un gobierno, | 9 S E P T I E M B R E 10 | D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense lo que describe con precisión las acciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARD), los cárteles mexicanos y algunas bandas transnacionales.9 Las insurgencias son un tipo de conflicto armado, de guerra, entre beligerantes que tratan de obtener poder el uno sobre el otro.10 La lucha entre los cárteles y algunos estados del Hemisferio Occidental no sólo tiene que ver con las drogas ilícitas, o con el crimen, sino que ha escalado hasta el punto de que se ha convertido en una lucha por el poder ente los cárteles, las pandillas y el gobierno civil. seguridad nacional de los Estados Unidos están vinculados ahora más que nunca a la seguridad y estabilidad de sus vecinos del sur. México, los países de Centroamérica, Colombia y otras naciones no sólo son socios comerciales de los Estados Unidos y, para un segmento importante de la población estadounidense, la fuente de su cultura, sino que también protegen a los Estados Unidos de la anarquía y la violencia de los cárteles. Hasta ahora, sólo Colombia ha comenzado a hacer retroceder la ilegalidad y la violencia asociadas a la insurgencia de los cárteles. Las insurgencias criminales pueden ser derrotadas. Este tipo en particular de insurgencia sangrienta, compleja y transnacional tiene sus puntos débiles, como todas las insurgencias y redes criminales. Su debilidad radica en su ilegitimidad misma. Con la excepción de unos pocos marxistas o socialistas en las filas de las FARC y posiblemente en Venezuela, que no se avienen a negociar, no se trata de una insurgencia impulsada por la ideología, sino por la ambición. Un liderazgo político resuelto que actúe bajo la ley, una coordinación eficaz entre los poderes del gobierno, un desarrollo económico, así como operaciones de seguridad decididas y de largo plazo, pueden funcionar con la sociedad civil para desintegrar los cárteles, mantenerlos en retirada y reasimilar, encarcelar o destruir a sus miembros. Cuando tienen la oportunidad de elegir, las personas prefieren vivir en paz bajo un estado de derecho y de justicia. Para hacer frente al reto que plantean los cárteles hará falta, en primer lugar, reconocer el alcance amplio y variado, que tiene el nuevo rostro del crimen violento en el Hemisferio Occidental, desde el apoyo de Venezuela al narcocrimen hasta las actividades de reclutamientos que las pandillas llevan a cabo en las escuelas y los vecindarios estadounidenses. En segundo lugar, los Estados Unidos deben ver el problema tal como es: una insurgencia criminal contra las bases de su propia sociedad y contra las bases de las sociedades de México, Colombia y de otros países vecinos. Ahora, la motivación de la insurgencia es la “ganancia,” junto con otras causas como la religión, la ideología, el nacionalismo, etc. Por último, el gobierno estadounidense debe cambiar el enfoque de la “guerra contra las drogas” que ha mantenido desde hace décadas, y dirigir una iniciativa con una amplia base, que incluya al hemisferio entero y se prolongue a largo plazo para derrotar a los cárteles criminales y sus redes de pandillas. Una acción concertada en el hemisferio es fundamental; en palabras de un oficial colombiano: “no podemos ganar solos.”11 Las insurgencias son vulnerables a la resistencia de las democracias, siempre que éstas sean capaces de coordinar eficazmente su influencia. El primer paso es comprender la nueva naturaleza del crimen transnacional moderno a nivel global, en este hemisferio y en los Estados Unidos. Los cárteles y la cultura criminal que los acompaña no constituyen en estos momentos una amenaza directa a la seguridad nacional de los Estados Unidos. Como explica un oficial estadounidense, ahora son una amenaza para el bienestar nacional, pero pueden convertirse en una amenaza para la seguridad nacional; y es difícil discernir dónde está la línea divisoria. No obstante, para algunas otras naciones del hemisferio, los cárteles sí constituyen una amenaza directa para su seguridad nacional. De maneras que se harán obvias, el bienestar y la Delincuentes Estatales y No Estatales: la índole de las Redes Prácticamente todos los cárteles y las pandillas estudiados para este informe están organizados en redes vinculadas por delitos violentos de todo tipo (las actividades criminales más significantes en este hemisferio se reseñan en el apéndice de este documento). Aun cuando la mayoría de las redes son operadas por delincuentes, no debemos subestimarlas; para sobrevivir, se han vuelto muy inteligentes y despiadadas. Integran a delincuentes de cuello blanco que trabajan en el sector bancario y en otros negocios legítimos alrededor del mundo, incluso en los Estados Unidos. Las tecnologías de comunicación ampliamente disponibles facilitan la formación de redes; las estructuras celulares, los “núcleos” estratificados de jefes y los diversos medios de inteligencia y espionaje e intimidación las protegen. Estas organizaciones conectadas en redes adoptan formas que van desde modelos jerárquicos formales, hasta apretones de mano en plena calle en los que se intercambia dinero en efectivo o mercancía. Las redes de los cárteles tienen un gran alcance que con frecuencia traspasa fronteras entre países y límites jurisdiccionales. Dos de las principales autoridades en materia de análisis de redes y de la teoría de la “guerra en red” (“netwar”), John Arquilla y David Ronfeldt, afirmaron en un estudio de 2001 de la RAND: La capacidad para cruzar fronteras nacionales proporciona varias ventajas a las redes criminales. Les permite abastecer mercados en los que los márgenes de ganancia son mayores, operar desde y dentro de países en los que los riesgos son menores, complicar las tareas de las agencias del orden público que tratan de combatirlas, perpetrar delitos que abarcan varias jurisdicciones y, en consecuencia, aumentan de complejidad, así como adaptar su conducta para contrarrestar o neutralizar las iniciativas de las agencias de orden público.12 Aun cuando las redes normalmente operan fuera del control estatal, también pueden incluir a funcionarios públicos corruptos o activos públicos desviados. Un desarrollo importante es la emergencia de “estados delincuentes,” descendientes en la práctica de los estados de piratas berberiscos de antaño, que contravienen la legislación internacional y apoyan a las redes criminales y las insurgencias que socavan y atacan a estados legítimamente constituidos. Esto añade una nueva dimensión al reto que supone derrotar a las redes de los cárteles, ya que los estados pueden facilitar a los grupos ilícitos el uso de instituciones financieras y bancos autorizados por el gobierno, concediéndoles así acceso a los mercados financieros internacionales. Una investigación cuidadosa puede revelar actividades estatales delictivas a través de redes de enlace formadas por intereses estratégicos, acuerdos, intenciones abiertamente profesadas y vínculos personales que arrojan luz sobre las relaciones entre los estados y los grupos criminales.13 La naturaleza burocrática de los organismos públicos –fuerzas del orden público, organizaciones judiciales y fuerzas militares y paramilitares– a primera vista pareciera ponerlos en desventaja frente a estos grupos criminales, ágiles y altamente interconectados en redes. Sin embargo, actualmente hay casos, no necesariamente conocidos fuera de los cerrados círculos gubernamentales, de organizaciones públicas que operan con creciente éxito contra las redes de los cárteles. Un agente especial de la DEA comentó que los cárteles han subestimado la capacidad de los gobiernos para adaptarse de forma transnacional. “Están en esto por los beneficios a corto plazo y no planifican con antelación,” agregó.14 Sin embargo, siguen existiendo grandes deficiencias, como se explica más adelante, en las organizaciones públicas estadounidenses, tanto horizontalmente –entre las agencias federales de inteligencia, del orden público y otras agencias | 11 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense estadounidenses– y verticalmente, desde el nivel federal hasta los niveles estatales y locales de las fuerzas del orden público. La lucha contra las redes criminales precisa jerarquías “inteligentes” que puedan trascender con rapidez las fronteras burocráticas, transmitir sin demora la información y el análisis a los lugares correctos y dar la máxima libertad de acción y el máximo apoyo a los agentes u otros operadores en el campo.15 12 | Capítulo II: GEOGRAFÍA DEL CRIMEN ORGANIZADO EN EL HEMISFERIO OCCIDENTAL S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense II. GEOGRAFÍA DEL CRIMEN ORGANIZADO EN EL H E M I S F E R I O O CC I D E N TA L El crimen transnacional amenaza la seguridad de los Estados Unidos de varias maneras. Aparte de la amenaza directa de violencia y de la desestabilización de países vecinos, el crimen transnacional otorga a los estados hostiles a los Estados Unidos la capacidad de explotar redes criminales en pro de sus propios fines geopolíticos. La geografía del crimen en la región es diversa. Los retos que la conjugación de cárteles y pandillas criminales indígenas como la Mara Salvatrucha (MS-13), las enormes cantidades de dinero que genera el comercio ilícito y la emergencia de Venezuela como estado criminal plantea para el surgimiento de estados democráticos que cumplan las leyes, tienen el potencial de desestabilizar áreas de Latinoamérica y amenaza la seguridad de los Estados Unidos durante generaciones. Las redes criminales aprovechan las ventajas de la interconexión legal, económica y geográfica del hemisferio. Latinoamérica está estrechamente vinculada a los Estados Unidos. Junto con Canadá, la región es el principal proveedor extranjero de petróleo para los Estados Unidos, su socio comercial de crecimiento más rápido y su mayor proveedor de drogas ilegales.16 Los acuerdos de libre comercio celebrados con 11 países latinoamericanos, incluyendo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (North American Free Trade Agreement, NAFTA), que entró en vigor en 1994, y el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos (Dominican Republic-Central America Free Trade Agreement, DR-CAFTA), firmado en 2005, han dado lugar a una importante integración económica en toda la región. Aun cuando el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que abarcaría al hemisferio entero sigue sin concretarse, la prosperidad económica de Latinoamérica y los Estados Unidos es cada vez más interdependiente. Latinoamérica es también la mayor fuente de inmigrantes a los Estados Unidos, tanto legales como ilegales. En 2008, | 15 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Retos Planteados a los Controles Legales en Tierra, aire y mar La geografía inmensamente variada del hemisferio se presta para la actividad criminal y la inestabilidad política. Los traficantes y contrabandistas hacen uso de vías de comunicación terrestres que desafían a los mecanismos convencionales de seguridad fronteriza. Por ejemplo, los trenes de carga proporcionan movilidad a través de México a los inmigrantes que se dirigen a los Estados Unidos procedentes de Centroamérica, donde las montañas y las densas selvas de la frontera entre Guatemala y México dificultan enormemente el control de la inmigración. Se calcula que cada año más de 400 000 personas, la mayoría de ellas procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, cruzan de forma ilegal de Guatemala a México por 200 pasos fronterizos oficiales y no oficiales.17 Los pasos fronterizos a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México, situados en Tijuana, Nogales, Juárez y otros lugares, delimitan un terreno crítico en el que las pandillas controlan la entrada de bienes ilícitos a los Estados Unidos (territorios conocidos también como “plazas”), además de servir como terminales norteños de los “corredores” de transbordo de drogas que atraviesan el corazón del territorio de México. El control aéreo también plantea problemas, ya que numerosas rutas aéreas se entrecruzan en el hemisferio. Cientos de aeropuertos catalogados, e incluso un número mucho mayor de campos de aterrizaje con una sola pista salpican las selvas y las costas, lo que dificulta el control 16 | Agentes de policía ecuatorianos pertenecientes a una unidad especial antidrogas, de pie sobre el casco varado de un sumergible de 15 metros de eslora, con capacidad para cargar hasta 12 toneladas de drogas, incautado a narcotraficantes, en San Lorenzo, Ecuador, el 2 de julio de 2010. (STR/AFP/Getty Images) de los corredores aéreos; esto es particularmente cierto en la región de Petén de Guatemala, el departamento más septentrional del país, en la frontera con México. La amplia disponibilidad de la tecnología GPS ha hecho posible volar con cualquier clima y en medio de la noche, con las consiguientes ventajas que esto supone para el transporte de drogas ilícitas. Este problema se agrava cuando las autoridades del sector público se hacen la vista gorda frente al tráfico no autorizado. Según los informes, los cárteles utilizan aeronaves jet cada vez de mayor tamaño, por ejemplo de las clases B-737, para transportar toneladas de drogas ilegales de un lugar a otro en Sudamérica, así como hacia el norte y hacia las costas de África Occidental.18 Si bien los aviones más grandes son los más rentables, su tamaño y su peso hacen inviables las operaciones que parten de pistas pequeñas y fáciles de ocultar; por lo general, aunque no siempre, el uso de este tipo de aviones está restringido a aeropuertos e instalaciones de apoyo en entornos urbanos. Para los fines de este informe, basta con apuntar que los cárteles son capaces, en connivencia con las autoridades estatales, de manejar “aerolíneas” de gran capacidad con modernos jets e instalaciones de apoyo, y abandonarlo todo en cuanto sea necesario. En cuanto a las vías marítimas, la campaña marítima que los Estados Unidos mantienen desde hace décadas, con la colaboración de las armadas de Colombia, México y otros países aliados ha degradado significativamente el uso de las rutas marítimas por parte de los cárteles en el Caribe. Desde hace más o menos una década, las operaciones de los cárteles han venido usando también un nuevo tipo de embarcación semisumergible autopropulsada (SPSS, por sus siglas en inglés) para transportar drogas. La mayoría de estas embarcaciones se construyen en las selvas colombianas, son guiadas con GPS, navegan justo por debajo de la superficie hasta los puntos de encuentro en el Pacífico o frente a las costas caribeñas de México o Centroamérica, y luego escapan rápidamente una vez que se ha traspasado su carga. Los colombianos prefieren en muchos casos la ruta del Pacífico por encima de la del Caribe occidental, y la mayoría de las capturas de estos semisumergibles se han producido en el Pacífico. Los SPSS y las lanchas rápidas, así como también las embarcaciones más lentas como las que se usan para la pesca de arrastre, normalmente llegan hasta más allá de las Islas Galápagos y entonces se devuelven hacia México o América Central a fin de evitar ser interceptadas. Los oficiales señalan la creciente sofisticación de los SPSS y creen que tarde o temprano serán capaces de llegar hasta la costa sur de los Estados Unidos.19 | 17 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense casi 16 por ciento de la población estadounidense era hispana, una cifra que refleja un incremento superior al 33 por ciento en comparación con el año 2000. Casi dos tercios de esa población se identifica a sí misma como de origen mexicano.20 Muchos miembros de esa población mantienen fuertes vínculos con sus países de origen, como lo demuestran las significativas remesas de dinero que se envían todos los años desde los Estados Unidos a Latinoamérica.21 Asimismo es importante comprender el variado paisaje social, el “terreno humano,” del hemisferio, ya que la inestabilidad geopolítica despeja el camino para que las pandillas y los cárteles desestabilicen aún más la vida civil. Muchos estados latinoamericanos están llevando a cabo con éxito la transición de dictaduras militares hacia sistemas democráticos modernos. Chile, por ejemplo, es un estado moderno desde todo punto de vista y recientemente fue admitido en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).22 Brasil, la eterna superpotencia emergente de Sudamérica, ha alcanzado estabilidad económica y política más recientemente. Colombia, con su conflicto civil cada vez más bajo control, igualmente está modernizando su economía como condición previa indispensable para conseguir justicia social y, en consecuencia, estabilidad política. La justicia social es vital para la estabilidad política en la región. La concentración de la riqueza en manos de élites fue durante siglos un rasgo característico de la política y la economía en Latinoamérica. Con el surgimiento de los medios de comunicación masiva y los movimientos democráticos del período posterior a la Guerra Fría, la región ha avanzado hacia la democracia y la adopción de nuevos modelos económicos que no siempre mejoran las vidas de los miembros más pobres de la sociedad. Algunos estados, Chile el primero, tomaron medidas activas para 18 | distribuir los beneficios del mercado libre y reducir la disparidad de los ingresos entre ricos y pobres. La mayoría, ya sea por cuestiones políticas o por mala administración, no lo han hecho. Las olas de descontento popular resultantes abrieron las puertas a la demagogia, particularmente en los casos de Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, donde la estridente “Revolución Bolivariana” anticapitalista y antiestadounidense representa no sólo una reacción contra los Estados Unidos y sus aliados, sino contra los agravios que han sufrido las clases populares tras siglos de injusta discriminación social y económica. Las desigualdades históricas ayudan a explicar la atracción que ejerce la marca del socialismo de Chávez sobre muchos campesinos y habitantes urbanos desposeídos. En esta sección se analizan países específicos de la región y se explica que los Estados Unidos enfrentan un problema común a toda la región y que cada país, desde México hasta la Cordillera Andina, enfrenta retos que son únicos debido a su geografía y su sociedad. México Ningún otro estado del hemisferio es más importante para la seguridad estadounidense que México, país que se defiende contra una insurgencia criminal ampliamente difundida. Los cárteles mexicanos de la droga dominan redes criminales que abarcan todo el hemisferio. Han adquirido una amplia influencia internacional y sus luchas por el poder, entre cárteles y contra el gobierno, cada vez con mayor frecuencia apuntan a objetivos civiles y amenazan la estabilidad política misma del país. La guerra del estado mexicano contra los cárteles no sólo ha costado la vida de decenas de miles de ciudadanos mexicanos, sino también plantea a los oficiales de las fuerzas del orden público el reto de descubrir y eliminar a los agentes de policía corruptos en todos los niveles del gobierno, FIGURA 1: ASESINATOS VINCULADOS AL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO 1400 1 400 Número de ejecuciones 1 200 1200 1 000 1000 800 800 2007 2008 2009 600 600 2010 400 400 200 200 00 Ene. jan Feb. feb Mar. mar Abr. apr May. may Jun. jun Fuente: Recuento del periódico mexicano Milenio. Jul. jul Ago. aug Sep. sep Oct. oct Nov. nov Dic. dec Mes Nota: Los periódicos mexicanos han servido para obtener algunos de los mejores estimados de las cifras mensuales de asesinatos y se aproximan bastante a las cifras recientes publicadas por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) de México. desde los policías de más bajo rango hasta los profesionales de orden público que ocupan cargos ministeriales. En parte por esta razón, el ejército mexicano, que anteriormente disfrutaba de un gran respecto por parte del público y se consideraba menos corrupto que las fuerzas policiales federales y locales, fue desplegado en 2007 para combatir a los cárteles. El resultado de tal decisión aún es incierto. Cuando se desplegó, el ejército mexicano tenía poco o ningún adiestramiento en materia de control del orden público nacional o contrainsurgencia, ya que debía actuar contra los cárteles. Los resultados han sido mixtos, aunque pueden haber ganado tiempo para que el gobierno adiestre o readiestre a fuerzas policiales especiales.23 La violencia de los cárteles ha afectado a todos, desde funcionarios públicos de alto perfil hasta inocentes transeúntes, quienes cada vez con mayor frecuencia quedan en medio del fuego cruzado. Como resultado de ello, en los últimos años han ocurrido más de 28 000 asesinatos vinculados al narcotráfico,24 como se muestra en la Figura 1. El crecimiento del tráfico de cocaína en México comenzó cuando los cárteles colombianos decidieron usar las pandillas mexicanas, en ese entonces relativamente pequeñas, para transportar sus drogas a través de México hacia los Estados Unidos. Más o menos al mismo tiempo, el desmantelamiento de los grandes cárteles colombianos (el de Medellín, el de Cali, etc.) despejó el camino para que los mexicanos | 19 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense ampliaran sus propios cárteles y sus negocios.25 En consecuencia, el negocio de producción y procesamiento de drogas, y su posterior transporte hacia los Estados Unidos a través de México, experimentó un crecimiento exponencial. En la actualidad, los cárteles mexicanos exportan a los Estados Unidos una variedad de drogas ilícitas: cocaína, heroína, marihuana y, últimamente cada vez más, drogas sintéticas. Algunas drogas, como lo marihuana –que al día de hoy representa más de la mitad de los ingresos de los cárteles26– y el opio para fabricar heroína se producen en México, mientras que otras drogas, como la cocaína, vienen de países del sur, como Colombia, y se venden en el norte. Además, los cárteles están desarrollando su propio mercado interno, de manera tal que sus ingresos ya no dependen exclusivamente de las exportaciones. La industria de los narcóticos es ahora un elemento importante de la economía nacional de México. Las estimaciones de los beneficios anuales procedentes de la venta de drogas ilícitas oscilan entre 25 mil millones y 40 mil millones de dólares, es decir, hasta 5 por ciento del PNB de México o el doble de las remesas de dinero que se reciben de emigrantes mexicanos.27 Según el Departamento de Estado, para 2009 los cárteles y las pandillas empleaban a cientos de miles de personas en el cultivo, el procesamiento y la venta de drogas ilegales.28 Los beneficios del cultivo de drogas superan con creces los provenientes de la agricultura legal; mientras un kilo de maíz puede venderse por 40 centavos, un kilo de opio alcanza un preció de 1 000 dólares.29 El desempleo, los recortes de los presupuestos públicos y la reducción de las remesas de dinero que envían a México los inmigrantes en los Estados Unidos elevan los incentivos monetarios para que los habitantes rurales participen en el narcotráfico. Sin embargo, no se trata sólo de drogas. El secuestro, la extorsión y otros tipos de delitos son desde hace tiempo actividades básicas de las 20 | operaciones de los cárteles, que incluso traspasan las fronteras y afectan a ciudades estadounidenses. La reciente ayuda que los Estados Unidos dieron al gobierno de México, bajo la forma de la Iniciativa Mérida, así como la relativa prosperidad de las empresas estadounidenses en México y a lo largo de la frontera estadounidense, aumentan las probabilidades de que los cárteles afecten directamente los intereses de los Estados Unidos. Los cárteles mexicanos en su forma actual ejemplifican los movimientos insurgentes criminales del siglo XXI. Atacan al estado desde dentro usando como armas la corrupción y la violencia, y buscan establecer áreas de influencia en las que puedan operar sin restricciones y, con ello, neutralizan a determinadas autoridades estatales a nivel local. John Sullivan, Miembro Investigador Sénior del Centro de Estudios Avanzados sobre el Terrorismo, ha señalado: Los cárteles mexicanos han utilizado operaciones psicológicas, han fomentado protestas contra el gobierno, se han enfrentado a la policía y el ejército en ataques como los de una infantería, han asesinado a funcionarios políticos [y] periodistas, han decapitado y desmembrado a sus víctimas para amplificar el impacto estratégico de sus acciones y han corrompido a militares, policías y funcionarios públicos en todos los niveles del gobierno. El resultado es un bandolerismo extremo, así como un entramado de “insurgencias criminales” que ha desembocado en una guerra civil virtual. En consecuencia, algunos cárteles mexicanos, como “La Familia,” han adoptado una violencia extrema, símbolos religiosos y de culto, así como acciones políticas con el fin de ejercer su control sobre el megaterritorio que pretenden dominar. Igualmente buscan obtener una legitimidad por parte de las comunidades, y para ello cultivan en el pueblo la percepción de que son protectores sociales.30 FIGURA 2: RUTAS DE LA DROGA EN MÉXICO San Diego Tijuana E S T A D O S Mexicali U N I D O S El Paso Nogales Douglas Juarez C ÁR T EL D E T IJUA NA FFED ED ER AC I ÓN D E S I NALOA C ÁR TEL D E JUA RE Z JUARE Laredo M É X I C O TTE E R R IITO TO R IO IO EN D IISPUTA S P U TA Tráfico de cocaína McAllen Tráfico de efedra Tráfico de Tráfico marihuana y de todo metanfetaminas tipo de drogas desde Colombia, Venezuela y Brasil Tampico TE R R I TORIO S DE LO S C ÁR T EL ES Y RUTA S D E L A DROGA desde China CÁRTEL DEL GOLFO Puerto Vallarta Ciudad de TTERRI E R R I TO R IO IO EN México PUTA DISP U TA Acapulco desde Colombia Veracruz Cancún T E R R IITO TO R IO IO EN PUTA D IISS P U TA desde Colombia, Venezuela y Brasil Fuente: Stratfor Los cárteles de México son organizaciones complejas, organizadas en redes, que combinan una sofisticación flexible orientada por objetivos y una inclinación hacia estructuras de liderazgo basadas en la familia. Sin embargo, aun cuando es posible que todavía se centren en los mismos grupos familiares que hace una década, la ejecución o el encarcelamiento de sus líderes con el tiempo los ha llevado a adoptar un modelo operativo más descentralizado.31 Los miembros de los cárteles de la droga son cada vez más jóvenes y se organizan de forma más horizontal. Los teléfonos celulares, las computadoras y otras tecnologías permiten a los miembros de los cárteles transmitir órdenes, organizar y reorganizar, así como cubrir las bajas con rapidez. Por regla general, los cárteles son dirigidos desde “oficinas corporativas” en México en lugares que son seguros para ellos gracias a la complicidad de funcionarios locales y donde se encuentran protegidos de la amenaza de extradición a los Estados Unidos. Inmediatamente por debajo de esas “sedes corporativas” se encuentran las “oficinas regionales” subcorporativas en los países objetivo, como, por ejemplo, ciudades estadounidenses cercanas a la frontera, donde operan hasta una docena de centros regionales. Por debajo de los centros regionales se sitúan varios cientos de células de control y de comando que manejan las actividades cotidianas. Algunos de estos subgrupos pueden especializarse. Un grupo determinado de miembros de la unidad pueden | 21 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense dedicarse específicamente a la intimidación y coerción de las poblaciones rurales a fin de reclutarlas en el comercio de la droga; otros pueden concentrar sus actividades en los asesinatos, como solía ser el caso de los Zetas, el grupo de mercenarios contratados de ex militares al servicio del cártel del Golfo hasta que se pusieron a trabajar por cuenta propia.32 En la actualidad, muchos de los cárteles cuentan con un grupo específico de sicarios a su disposición para proporcionarles servicios letales. 22 | que incluyó a otros peces gordos del narcotráfico y secuestradores de alto perfil como Daniel Arizmendi, quien antes no había tenido ninguna relación con el narcotráfico. Juntos, contrataron a un grupo de abogados para que los defendieran, asesinaron e intimidaron a sus enemigos dentro y fuera de la prisión, e incluso se las arreglaron en una ocasión para tomar la oficina del director de la prisión.34 Los intentos de las fuerzas del orden público de desmantelar los cárteles arrestando o matando a sus líderes han tenido resultados mixtos, debido a la estructura celular de los cárteles y a que el control efectivo de las operaciones de los cárteles cambia de manos constantemente. La eliminación de líderes muy famosos normalmente concede mayor poder a personas menos conocidas que operan de forma anónima hasta que ellos también ascienden y adquieren notoriedad.33 Por ejemplo, cuando Arturo Beltrán Leyva, “el jefe de jefes” de su cártel, fue arrestado, su hermano Héctor, hasta entonces jefe de la división encargada de lavar el dinero de la organización, ocupó su lugar. A su vez, el puesto de Héctor pasó a su otro hermano Carlos, un hombre que ni siquiera había figurado anteriormente en las listas de "los más buscados" de las fuerzas del orden público. Los cárteles de la droga mexicanos han establecido asociaciones esporádicas con una variedad de organizaciones criminales que van desde las FARC de Colombia35 hasta redes de pandillas transnacionales36 (como la Mara Salvatrucha)37 e incluso con grupos europeos (como la Mafia italiana)38 que les han ayudado a internacionalizar sus actividades de tráfico. En agosto de 2005, dos narcotraficantes mexicanos del cártel de Juárez fueron arrestados en Madrid gracias a la colaboración entre las agencias del orden público españolas y estadounidenses. Funcionarios mexicanos reconocieron que no tenían ningún conocimiento previo (y, en consecuencia, no habían emitido ninguna orden de arresto) sobre estos dos hombres.39 Hoy en día, las organizaciones de narcotráfico mexicanas, tanto los cárteles como las organizaciones más pequeñas, tienen operaciones en lugares tan lejanos como África Occidental.40 Las relaciones internas de los cárteles influyen sobre sus relaciones con los demás cárteles, lo cual puede ser igualmente complicado y volátil. La colaboración entre los cárteles de la droga comienza a veces de forma informal, por debajo del nivel “corporativo.” Algunas de las colaboraciones más notables entre cárteles comenzaron en las cárceles. Por ejemplo, en 2003, Osiel Cárdenas, miembro del cártel del Golfo, y Benjamín Arellano Félix, del cártel Arellano Félix, fueron recluidos en la prisión de máxima seguridad de La Palma, donde ambos formaron una alianza En el Hemisferio Occidental, los cárteles mexicanos llegan hasta el sur del contindente: negocian directamente con los productores de cocaína en Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, y operan en Guatemala con el fin de evitar la fuerza del orden público mexicana. De hecho, Guatemala se ha convertido en un albergue para diversas organizaciones dedicadas al narcotráfico. Las agencias del orden público de Guatemala afirman que han detectado a cientos de Zetas cruzando las fronteras del país y hasta 75 miembros residentes en Guatemala de forma más o menos La Iniciativa Mérida La Iniciativa Mérida es uno de los componentes fundamentales de la cooperación en materia de seguridad entre los Estados Unidos y México para hacer frente al narcotráfico. En septiembre de 2008, los Estados Unidos comprometieron 1 400 millones de dólares en asistencia para México y Centroamérica (y, posteriormente, Haití y República Dominicana) y bosquejaron un plan que estaría bajo la dirección del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Originalmente, sus objetivos eran: 1. fracturar el poder de la impunidad de las organizaciones criminales, 2. reforzar los controles fronterizos, aéreos y marítimos, 3. mejorar la capacidad de los sistemas de justicia y 4. reprimir la actividad de las pandillas y reducir la demanda de drogas en la región.1 La asistencia comprometida va desde la transferencia de helicópteros, escáneres y equipos de laboratorio forense hasta programas de capacitación para investigadores y oficiales de las fuerzas del orden público. Asimismo, con el fin de administrar los fondos de la Iniciativa Mérida, en abril de 2010 los Estados Unidos y México abrieron en Ciudad de México una Oficina Binacional de la Iniciativa Mérida, cuyo personal está compuesto por funcionarios estadounidenses y mexicanos. En 2009, la Iniciativa Mérida entró en una segunda fase, denominada Más allá de Mérida, con base en cuatro nuevos pilares que sustituyen a los anteriores. 1. iniciativas integrales dirigidas contra los cárteles a todos los niveles de sus jerarquías, 2. desarrollo institución y creación de capacidad, 3. construcción de una frontera “del siglo XXI” entre México y los Estados Unidos que sea al mismo tiempo segura y económicamente activa, y 4. construcción de comunidades flexibles capaces de protegerse contra el consumo y el tráfico de estupefacientes. La Iniciativa Mérida es un acuerdo de importancia primordial; aun así ha enfrentado numerosas dificultades y deficiencias. En un comienzo, los observadores permanente.41 En marzo de 2009, funcionarios guatemaltecos descubrieron un campo de entrenamiento para Zetas en su territorio, junto con cientos de granadas y fusiles, depósitos de munición y motocicletas.42 Los Zetas están reclutando cada vez a más ex kaibiles, es decir, antiguos miembros de la división de operaciones especiales del ejército de Guatemala. Panamá y Costa Rica también se han visto afectados por las guerras entre los cárteles; en abril de criticaron el gran énfasis que hace en la transferencia de equipos, como helicópteros, en detrimento de la asistencia al sector judicial y de la promoción de programas sociales. Sigue habiendo inquietud en torno a la falta de programas no relacionados con el orden público, aunque Más allá de Mérida en alguna medida se ha ocupado de este aspecto. Por último, la Iniciativa Mérida ha sido lenta: como reveló un informe reciente de la Oficina de la Contraloría General de los Estados Unidos (Government Accountability Office, GAO), para el 31 de marzo de 2010, se había comprometido tan solo 46 por ciento y se había gastado 9 por ciento de los fondos de la Iniciativa Mérida correspondientes a los años fiscales 2008-2010.”2 1. Oficina de la Contraloría General de los Estados Unidos, Iniciativa Mérida: The United States has provided Counternarcotics and Anticrime Support but Needs Better Performance Measures (“Los Estados Unidos han proporcionado apoyo para combatir el crimen y los narcóticos, aunque necesitan mejorar las medidas de desempeño,” julio de 2010). 6. 2. Ibid. 1. 2009, miembros del La Federación de Sinaloa secuestraron a dos presuntos narcotraficantes en un centro comercial de la ciudad de Panamá. La presidenta de Costa Rica declaró su preocupación por la presencia de cárteles mexicanos en su país.43 La flexibilidad de los cárteles y la índole de sus redes les permiten operar traspasando fronteras nacionales, en diversas regiones y en el mundo entero. | 23 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Los cárteles de la droga de México en la actualidad Aun cuando el liderazgo y la organización de las redes de cárteles cambian constantemente, por lo general siguen teniendo una orientación geográfica y buscan controlar los principales centros de tráfico o “plazas.” Hoy en día, éstos son los cárteles más importantes que operan en México. EL CÁRTEL DEL GOLFO Originalmente, el cártel del Golfo, con base en Tamaulipas, era la organización narcotraficante más poderosa. En los últimos años ha sufrido bajas a manos del gobierno mexicano y no se sabe con certeza quién dirige actualmente la organización. Sin embargo, este grupo sigue teniendo un gran alcance: ahora tiene presencia en Europa, donde ha establecido una importante alianza con la ‘Ndrangheta italiana.44 El cártel del Golfo inicialmente usó a los Zetas como asesinos a sueldo, pero, aunque las relaciones entre ambos grupo no se han interrumpido, los Zetas ahora han ampliado sus operaciones más allá de los ámbitos del control del cártel del Golfo. El cártel del Golfo opera en el Oriente de México, a lo largo de la costa del Golfo de México, pasa la droga por los puertos de Tampico y Veracruz, y generalmente opera en la frontera entre México y el estado de Texas, desde Matamoros-Brownsville hasta Laredo y más allá hacia el oeste. LA FEDERACIÓN DE SINALOA Es posible que la Federación de Sinaloa sea ahora dudosamente el cártel más poderoso en México. Su líder, Joaquín “El Chapo” Guzmán (quien notoriamente fue incluido en la lista Forbes de las personas 24 | más ricas del mundo en 2009), sigue eludiendo a las autoridades mexicanas, pero ha dejado de ser la figura más influyente del cártel. El cártel tomó su nombre del hecho de que, en mayor medida que los demás cárteles, es una federación de subgrupos que cooperan bajo una dirección relativamente flexible. Informes recientes han sugerido que la lucha del gobierno mexicano contra los cárteles ha favorecido a La Federación como parte de una estrategia que consiste en ocuparse primero de los cárteles más pequeños y fáciles de vencer, para después atacar al enemigo más poderoso.45 La Federación de Sinaloa controla las rutas que van desde la costa occidental mexicana, desde Puerto Vallarte, hacia el norte, siguiendo la costa del Golfo de California, y a través de los pasos fronterizos entre México y los Estados Unidos en Nogales y Douglas, Arizona. LA ORGANIZACIÓN DE LOS BELTRÁN LEYVA Originalmente parte de La Federación de Sinaloa, los hermanos Beltrán Leyva se separaron de ella tras el arresto de Alfredo Beltrán Leyva en enero de 2008. Los dos bandos se enfrentaron violentamente luego de que los Beltrán Leyva trataran de introducirse en territorio tradicional de La Federación de Sinaloa. A pesar de todo, la Organización de los Beltrán Leyva se las arregló para asegurarse rutas estratégicas en estados como Jalisco, Michoacán, Guerrero y Morelos, que utiliza para canalizar la cocaína que recibe de Colombia, principalmente del cártel del Norte del Valle hasta hace muy poco. Durante varios años, las autoridades mexicanas han sostenido que la Organización de los Beltrán Leyva posee la contrainteligencia más sofisticada de entre todos los cárteles. Sin embargo, en estos momentos el futuro de la organización es incierto. La muerte de Arturo Beltrán Leyva (el “jefe de jefes”) a manos de la Armada de México en 2010 y el subsiguiente arresto de otros líderes de la Organización (como Carlos Beltrán Leyva y Edgar Valdez Villareal) han sido un duro golpe para el grupo, decisivo, según el gobierno. LA ORGANIZACIÓN DE VICENTE CARRILLO FUENTES, CONOCIDA TAMBIÉN COMO EL CÁRTEL DE JUÁREZ Aliada con La Organización de los Beltrán Leyva, la Organización de Vicente Carrillo Fuentes ha venido combatiendo al Cártel de Sinaloa para ganar el control de la importante ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde tiene su base, y a la que sólo el Río Grande separa de El Paso, Texas. Al igual que otros cárteles, la Organización de Vicente Carrillo Fuentes ha diversificado sus actividades delictivas a fin de compensar el descenso de sus ingresos por narcotráfico, dedicándose al secuestro, la prostitución, la extorsión, el robo y el sicariato. Todo parece indicar que el Cártel de Sinaloa ganó de forma definitiva la batalla y que la Organización de Vicente Carrillo Fuentes se encuentra destruida o ha dejado de operar. LA ORGANIZACIÓN DE LOS ARELLANO FÉLIX, CONOCIDA TAMBIÉN COMO EL CÁRTEL DE TIJUANA Originalmente el cártel más importante en los estados noroccidentales de México, la Organización de los Arellano Félix, con sede en Tijuana, se ha visto muy debilitada por la competencia con el cártel de Sinaloa y la exitosa cooperación entre las agencias del orden público mexicanas y estadounidenses. En la actualidad, como varias de sus contrapartes, ha diversificado sus actividades y se dedica también al secuestro, el tráfico de personas y la extorsión, para compensar la disminución de los ingresos que percibe por el narcotráfico. LA FAMILIA DE MICHOACÁN Aunque no se considera que La Familia tenga un control territorial a una escala similar al de otros cárteles, en los últimos años ha adquirido mayor prominencia. Este grupo ha conseguido infiltrarse en las estructuras sociales, políticas y religiosas del estado de Michoacán y recientemente se expandió a los estados de México y Jalisco, y cuenta también con presencia en otros estados.46 A diferencia del resto de los cárteles mexicanos, generalmente seglares, La Familia utiliza la religión para fomentar la disciplina. Asimismo, actúa como grupo vigilante protegiendo a la población de Michoacán de otros narcotraficantes. Su uso de la religión le permite reclutar miembros en Michoacán y describir como actos de “justicia divina” los asesinatos que comete de miembros de otros cárteles y de agentes del gobierno. La Familia mantiene estrechos vínculos con La Federación de Sinaloa y la Organización de los Arellano Félix, y se opone al Cártel del Golfo, los Zetas y la Organización de los Beltrán Leyva. LOS ZETAS La mortífera organización de los Zetas constituye un buen ejemplo de organización híbrida establecida en redes (en lugar de basarse un grupo familiar) que está en constante flujo. Los Zetas originales eran miembros de la fuerza élite de operaciones especiales del gobierno Grupo Aeromóvil de Fueras Especiales (GAFES), cuyo objetivo era desmantelar las redes criminales en la región de la frontera norte. Sus miembros se dieron de baja o desertaron del GAFES para trabajar con el brazo armado del Cártel del Golfo, donde su adiestramiento militar especializado y sofisticación tecnológica les permitió una y otra vez sobrepasar en potencia a los oficiales de las fuerzas del orden público locales y federales. Por un tiempo, los Zetas se concentraron exclusivamente en los asesinatos a sueldo, ya que carecían de experiencia en los aspectos organizativos y comerciales que se requieren para dirigir un cártel de drogas. actualidad hay varias generaciones de Zetas, muchos de los cuales son reclutados y adiestrados específicamente en determinadas áreas de competencia. En 2005, los ataques de las organizaciones del orden público hicieron que los Zetas perdieran el control de sus principales proveedores de cocaína colombianos. En consecuencia, comenzaron a concentrarse en otros tipos de crímenes, incluyendo el secuestro, el tráfico de marihuana, la extorsión y la piratería.47 Sin embargo, en la actualidad los Zetas ya han completado su conversión de una fuerza contratada a cártel plenamente operativo. Aunque los Zetas solían ser una fuerza especializada, ahora cuentan con sus propias unidades especializadas. En la | 25 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense PERSPECTIVAS DE FUTURO Debido a su tamaño, su economía avanzada y su proximidad a los Estados Unidos, así como por la guerra que mantiene contra los cárteles, México sigue siendo un estado clave en la lucha contra las insurgencias criminales. Si bien su supervivencia como estado no es cuestionable, su estabilidad y la eficacia de sus instituciones sí lo son. México está librando una nueva revolución, esta vez contra la corrupción y el crimen violento, fenómenos que la cultura cívica mexicana ha tolerado por demasiado tiempo. A pesar de esfuerzos policiacos y militares cada vez mayores ejercidos sobre los cárteles en la última década, no parece que éstos hayan sido eficaces; de hecho, en tanto el número de bajas aumenta (más de 28 000 hasta el momento de la redacción de este informe), la percepción de la población en México es que el gobierno está perdiendo la batalla en términos de protección de la economía, del territorio y de la seguridad pública.48 México –su gobierno y sus votantes– pronto deberán enfrentar una decisión importante: seguir luchando, soportando bajas cada vez mayores, pero con posibilidades de éxito en el largo plazo, o llegar a un acuerdo tácito con los cárteles, como en el pasado. Si Calderón y sus sucesores pueden o quieren pagar el precio político que supondrá mantener una lucha sangrienta y de décadas de duración para eliminar de raíz la corrupción en el estado mexicano y reestablecer el estado de derecho es materia de grave preocupación para los Estados Unidos. La decisión de tolerar a los cárteles equivaldría a abdicar a algunas funciones esenciales del gobierno a cambio de una reducción de la violencia contra el estado, aunque no del completo, ya que el conflicto entre los cárteles ha costado más vidas que el conflicto entre el estado y los cárteles. El presidente Calderón recientemente hizo un llamamiento a los legisladores mexicanos para renovar el debate sobre la legalización de las drogas como medio para restringir el poder de 26 | los cárteles; el papel que esto tendrá en la política de México aún está por verse.49 Una tercera opción, favorecer a algunos cárteles por encima de los otros, y permitir o ayudar al surgimiento de un cártel dominante, tendría la ventaja de reducir la violencia al tiempo que se reservan las posibilidades del estado para algún conflicto futuro.50 Sin embargo, no se tiene la certeza de que una política de este tipo sea sostenible desde el punto de vista político. El reto asociado a cualquiera de estas decisiones es que los cárteles no se quedarán estáticos mientras el estado mexicano pone en práctica su estrategia. Si bien una política de presión constante sobre los cárteles podría obligarlos a adoptar una posición defensiva y, en última instancia, de retirada, la decisión de “vivir y dejar vivir” o de permitir que uno de los cárteles domine la situación bien podría traer como consecuencia un “estado dentro del estado” en el que las pandillas criminales, los terroristas y el comercio ilícito se encuentren libres del escrutinio de las organizaciones del orden público.51 En ese caso, el gobierno legítimo se convierte en un cascarón –con toda su aparatosidad, pero carente de autoridad– y los ciudadanos en partes de ese estado viven sus vidas conforme a las leyes del cártel. El mejor resultado al que el estado mexicano puede aspirar sería algo similar a la experiencia emergente en Colombia: la restauración del estado de derecho y la reducción de la violencia asociada al narcotráfico a niveles similares a los del delito común. Una encrucijada importante se presentará con las elecciones presidenciales de México que se celebrarán en 2012, cuando los votantes participen en lo que, en esencia, será un plebiscito sobre la voluntad del presidente Calderón de mantener la guerra. Con dos años restantes en su cargo las políticas de Calderón en el futuro cercano deberían comenzar a mostrar de qué manera su partido piensa mantenerse en el poder y cómo pretende manejar en el futuro las relaciones con los Estados Unidos. En un plazo más largo, las decisiones que se tomen en el corto y mediano plazo influirán en gran medida en la naturaleza del estado mexicano y tendrán ramificaciones importantes para la relación entre México y los Estados Unidos y para el curso futuro de la estrategia de seguridad estadounidense. Mientras tanto, las autoridades mexicanas probablemente se concentrarán en los aspectos tácticos: readiestramiento de su ejército en doctrinas de contrainsurgencia, modernización y mejoramiento de los sistemas de inteligencia militar y policial, y mantenimiento de la cooperación con las organizaciones del orden público estadounidenses y con sus operaciones contra los cárteles. Colombia Colombia continúa su lucha luego de estar al borde de convertirse en el primer narco-estado del mundo, aun cuando sigue siendo el principal proveedor de cocaína del mundo. El acuerdo de cooperación en materia de seguridad entre los Estados Unidos y Colombia, el Plan Colombia, celebrado a comienzos de este sigl o, ha tenido éxito en reducir la amenaza de la insurgencia para la estabilidad política del país, pero no ha logrado cumplir sus objetivos en relación con la lucha contra el narcotráfico. A medida que ambos países dejan atrás el Plan Colombia para abrazar iniciativas de cooperación de plazo más largo, deben enfrentar una serie de retos que aún les quedan, entre ellos el hecho de que las FARC siguen no sólo sobreviviendo, sino también produciendo la cocaína que acaba en las calles estadounidenses, así como el surgimiento de otros grupos armados que participan en el comercio regional de drogas. El concepto del “narcoterrorismo” nació en Colombia en las décadas de los ’80 y de los ’90, cuando los traficantes de cocaína52 comenzaron a utilizar tácticas terroristas –coches bomba, masacres de civiles, ejecuciones de candidatos y otros ataques contra oficiales de las fuerzas del orden público y civiles– como medio para oponerse a la extradición a los Estados Unidos de narcotraficantes convictos.53 Al mismo tiempo, las izquierdistas FARC, la insurgencia más antigua de Latinoamérica, estaba obteniendo importantes victorias en el área rural. Por un tiempo, Colombia pareció encontrarse al borde de la anarquía; en 1999, por ejemplo, la cifra de muertes civiles ascendía a un promedio de 20 diarias, mientras la tasa de secuestros era de 200 mensuales.54 Actualmente, aunque los principales cárteles han sido derrotados y las FARC han sido obligadas a retroceder a las selvas, Colombia enfrenta un escenario social y político complejo y difícil. Aunque sigue combatiendo a las FARC y a otros cárteles cuasi-guerrilleros, el gobierno está adaptando nuevas estrategias para garantizar que sus logros sean permanentes.55 [El Plan Colombia] ha tenido éxito en reducir la amenaza de la insurgencia para la estabilidad política del país, pero no ha logrado cumplir sus objetivos en relación con la lucha contra el narcotráfico. Los Estados Unidos ha apoyado activamente durante décadas las luchas de Colombia contra sus cárteles de la droga y las FARC; la ayuda de los Estados Unidos contra los cárteles de la droga comenzó en la década de los ’90, aunque con restricciones contra su uso para combatir las | 27 S E P T I E M B R E 28 | D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense guerrillas. No sorprende que el adiestramiento y los equipos estadounidenses terminaran usándose en campañas contra las FARC, y no sólo para operaciones contra los señores de la droga, pero dichas restricciones se volvieron discutibles cuando en la década de los ’90 las FARC se convirtieron en una organización narcoterrorista productora de cocaína.56 Tras asumir su cargo en 2002, el presidente Álvaro Uribe inició una campaña contra las FARC en el marco del Plan Colombia, con apoyo de un paquete de ayudas en adiestramiento y asistencia técnica con un valor de miles de millones de dólares por parte de los Estados Unidos a los servicios militares y la Policía Nacional de Colombia. En términos generales, el Plan Colombia ha tenido éxito en contrarrestar la amenaza insurgente contra el estado colombiano, ayudándole a crear seguridad en un país que durante décadas había padecido ataques contra su población y sus instituciones, incluyendo los asesinatos de destacados políticos y de jueces de la Corte Suprema. Los datos del Departamento de Estado indican que hasta ahora el Plan Colombia ha conseguido reducciones de 80 por ciento en los secuestros, de 40 por ciento en los homicidios y de 74 por ciento en los ataques terroristas que se produjeron entre los años 2000 y 2007.59 En 2008, un informe de la Oficina del Contralor General de los Estados Unidos (GAO, por sus siglas en inglés) señala: El Plan Colombia fue diseñado en 2000 por Colombia, con apoyo de los Estados Unidos, con el propósito de “reducir la producción de drogas ilegales (principalmente cocaína) en 50 por ciento en un plazo de 6 años y mejorar las condiciones de seguridad en Colombia y recuperar las áreas del país bajo el control de los grupos armados ilegales.”57 El plan ideó una iniciativa intergubernamental compleja por parte del gobierno colombiano para recuperar el territorio controlado por las FARC y otros grupos armados, instaurar con rapidez una seguridad permanente a cargo de la Policía Nacional de Colombia y, al mismo tiempo, proporcionar sin demora asistencia de desarrollo a las poblaciones locales que habían estado bajo el control de las FARC. El Plan Colombia y otras iniciativas del gobierno combinan la acción militar y policial con incentivos sociales de amplia base para las poblaciones liberadas del control de las FARC a fin de reintroducir una vida económica y cívica viable. En el marco del plan, los Estados Unidos proporcionaron al gobierno de Colombia más de 6 mil millones de dólares en subsidios, de los cuales aproximadamente tres cuartas partes se han destinado a componentes militares de cooperación para la lucha antidrogas.58 Según funcionarios estadounidenses, Colombia mejoró su clima de seguridad gracias a su estrategia antidrogas, acciones militares y policiales y otras iniciativas (como por ejemplo sus programas para desmovilizados y desertores) que han debilitado las capacidades operativas de las FARC y de otros grupos armados ilegales. Como resultado de dichas iniciativas, varios indicadores de seguridad han reflejado una notable mejoría desde 2000. Por ejemplo, entre 2000 y 2007, el gobierno colombiano informó que las cifras de asesinatos y secuestros bajaron al menos un tercio y los ataques a oleoductos descendieron a prácticamente cero. Sin embargo, funcionarios estadounidenses y colombianos advirtieron que el progreso alcanzado no es irreversible. Funcionarios de la embajada de los Estados Unidos nos dijeron que los logros en materia de seguridad serán irreversibles únicamente cuando las FARC y otros grupos armados ilegales ya no puedan seguir amenazando directamente al gobierno central y, en su lugar, se hayan convertido en un problema de las fuerzas del orden público local que requieran la atención únicamente de la policía.60 En un principio, la asistencia estadounidense en el marco del Plan Colombia se limitaba al apoyo de las operaciones antidrogas, aunque los Estados Unidos hace tiempo reconocieron la necesidad de enfoques orientados hacia la población para combatir la producción de drogas y la insurgencia.61 Tras los ataques del 11 de septiembre 2001, y la consiguiente atención que se prestó al terrorismo mundial, la administración Bush relacionó las drogas con la insurgencia en Colombia, y los Estados Unidos y Colombia comenzaron a entrenar unidades colombianas en tácticas de contrainsurgencia. Este giro mejoró también el intercambio de información y la sincronización de los datos estadounidenses y colombianos que pudieran usarse para identificar a grupos insurgentes.62 Además, la DEA, que llevaba activa en Colombia desde 1972, intensificó sus esfuerzos junto con el Departamento de Justicia y la Policía Nacional de Colombia para aumentar la capacidad de la policía colombiana. El aumento de esta capacidad, la legislación de ambos países y el trabajo entre las organizaciones del orden público de los Estados Unidos y Colombia permitió sentenciar y extraditar a más de 500 líderes de la FARC y de los cárteles colombianos, lo que a su vez constituyó una herramienta clave para desarticular los cárteles colombianos.63 Sin embargo, el conflicto en Colombia aún está lejos de resolverse. Si bien las ofensivas del gobierno restablecieron la seguridad a lo largo de los principales corredores de la población, muchos colombianos se encuentran aún en peligro a causa de la violencia armada.64 Según el Ministerio de la Defensa colombiano, el conflicto ha costado la vida a 20 915 personas entre el año 2002 y marzo de 2010, entre ellas 13 653 miembros de “grupos subversivos,” 1 611 miembros de “grupos ilegales de autodefensa,” 1 080 miembros de “pandillas criminales” y 4 571 miembros en servicio de las fuerzas de seguridad colombianas.65 Adicionalmente, aunque las operaciones de contrainsurgencia restablecieron la estabilidad política, el Plan Colombia no cumplió sus objetivos antidrogas.66 En el mismo informe de la GAO se afirma: El objetivo del Plan Colombia de reducir el cultivo, el procesamiento y la distribución de drogas ilegales en 50 por ciento en un plazo de 6 años (hasta 2006) no se alcanzó por completo, [aunque] sí se hicieron avances importantes en materia de seguridad. Desde el año 2000 hasta 2006, el cultivo de la amapola del opio y la producción de heroína descendieron aproximadamente 50 por ciento. El cultivo estimado de coca aumentó cerca de 15 por ciento en 2006 en comparación con el año 2000, ya que los cultivadores tomaron contramedidas tales como mudarse a regiones más remotas de Colombia para evitar los esfuerzos de erradicación estadounidenses y colombianos.67 La producción estimada de cocaína fue alrededor de 4 por ciento mayor en 2006 que en el año 2000. Funcionarios de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas (Office of National Drug Control Policy, ONDCP) señalaron que las tasas de producción de cocaína no aumentaron al mismo ritmo que las de su cultivo debido a los efectos de la erradicación aérea y manual sobre las tasas de rendimiento de los campos de coca.68 Según la Organización de las Naciones Unidas y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, Colombia sigue siendo la fuente de cerca de 60 por ciento de la cocaína del mundo y de 90 por ciento de la cocaína que llega a los Estados Unidos.69 Una serie de factores explican la persistencia de la producción de cocaína, entre ellos el traslado de los cultivos de coca a áreas remotas donde se persigue menos (y más allá de la frontera, a Ecuador y Bolivia) y el desarrollo de técnicas que permiten aumentar el rendimiento de las cosechas de coca. Aun cuando los grandes cárteles fueron desmantelados, una serie de grupos que aún resisten siguen suministrando drogas a otras redes criminales de la región. | 29 S E P T I E M B R E D E Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense 2 0 1 0 80.00 $ 800.00 80.00 $ 700.00 70.00 70.00 60.00 $ 600.00 60.00 50.00 $500.00 Pureza de la cocaína Precio de la cocaína 50.00 Pureza esperada (1.0 = 100 por ciento) Precio por gramo en 2007 FIGURA 3: ESTIMACIONES ANUALES DE PRECIO Y PUREZA DE LA COCAÍNA EN POLVO AL POR MENOR, 1981-2009 40.00 $ 400.00 Series1 40.00Series1 30.00 $300.00 30.00 $200.00 20.00 20.00 $100.00 10.00 10.00 0.00 0.00 0.00 1981 1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 Año Fuente: The Price and Purity of Illicit Drugs 1981-2007, ONDCP and Institute for Defense Analyses (IDA) (Precio y pureza de las drogas ilegales 1981-2007, Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas e Instituto de Análisis de la Defensa). Datos para 2008 y 2009 tomados del Sistema para recuperar información a partir de pruebas del uso de estupefacientes (System to Retrieve Information From Drug Evidence, STRIDE). Nota: Los precios para cantidades de cocaína inferiores a 2 gramos se ajustaron de acuerdo con la inflación. LAS FARC 30 | En la actualidad, las FARC controlan la producción de cerca de 60 por ciento de la cocaína que llega a los Estados Unidos y aproximadamente 50 por ciento de la cocaína del mundo.70 Este grupo desempeña por tanto un papel principal en el comercio de la droga en el hemisferio, vinculando la producción de cocaína en Colombia a cárteles para su posterior traslado a México y Norteamérica. Una ofensiva continua por parte del gobierno colombiano, con ayuda de los Estados Unidos, ha debilitado seriamente a las FARC en los últimos años, fragmentando el grupo y llevando a miembros de tropa a desertar en cantidades masivas. Sin embargo, las FARC siguen resistiendo. Sostenidas por sus vínculos con otras organizaciones criminales internacionales y el apoyo que reciben del gobierno de Venezuela, no han dejado de ser un reto urgente para Colombia, los Estados Unidos y la comunidad internacional. Las FARC se vincularon a grupos narcotraficantes y delictivos de alto perfil durante la década de los '80 con el propósito de financiar su lucha contra el estado colombiano. Tras la derrota de los grandes cárteles de la droga en Colombia y la desmovilización de las derechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2003, las FARC FIGURA 4: CULTIVO ESTIMADO DE COCA EN LA REGIÓN ANDINA (HECTÁREAS), 1995-2006 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 Año 2002 Bolivia 2001 Perú Colombia 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 0 50 000 100 000 150 000 200 000 250 000 Hectáreas Fuente: Departamento de Estado y Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas (ONDCP) de los Estados Unidos. han pasado a ser el actor principal en un terreno que incluye a muchas otras organizaciones narcotraficantes fuertes, pero más pequeñas.71 La motivación ideológica original del movimiento se ha desvanecido con el tiempo; aun cuando el liderazgo conserva un núcleo ideológico y lleva a cabo purgas periódicas, el centro de atención ahora son los beneficios de la droga para financiar armas, reclutas y funcionarios corruptos que les permitan continuar con su perpetua lucha contra el estado colombiano. Una sentencia contra un comandante de las FARC extraditado describe la metodología operativa de las FARC: A finales de la década de los ’90, los líderes de las FARC se reunieron y votaron de forma unánime a favor de una serie de resoluciones, incluyendo resoluciones para: ampliar la producción de coca en áreas de Colombia bajo el control de las FARC; expandir las rutas de distribución internacional de las FARC; aumentar el número de laboratorios de cristalización en los que la pasta de cocaína se convertiría en cocaína; designar a miembros en cada frente para que estuviesen a cargo de la producción de coca; aumentar los precios que las FARC pagarían a los campesinos a quienes compraban la pasta de cocaína, y ordenar que se usaran mejores químicos para mejorar la calidad de la pasta de cocaína.72 El narcotráfico le ha reportado al grupo ganancias que la mayoría de los expertos estiman en alrededor de 100 millones de dólares al año.73 Si bien las drogas constituyen la principal fuente de las FARC, el movimiento también obtiene recursos del secuestro, la extorsión y otras actividades criminales en Colombia. | 31 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Las FARC han evolucionado a partir del modelo tradicional de guerrilla insurgente hasta convertirse en una organización narcoterrorista conectada en red y sumamente descentralizada. En la actualidad, el movimiento cuenta con entre 7 000 y 8 000 combatientes armados, repartidos en numerosos “bloques” o “frentes” establecidos según la geografía, que operan principalmente de las selvas del este y del sur del país.74 Los distintos frentes operan de diferentes maneras. El Frente 29 está a cargo de las operaciones, mientras que el Frente 48, cerca de la frontera con Ecuador, maneja la mayor parte de la infraestructura de narcotráfico y los suministros médicos de las FARC y mantiene una relación directa con los cárteles mexicanos.75 El comando y el control del movimiento es ostentado por una “secretaría” central o comando principal similar al que Colombia desmanteló en Ecuador en 2008. En el presente, las FARC han dejado de ser una amenaza para el estado colombiano, pero se ha replegado a las selvas y a los campamentos de descanso que tiene en las fronteras con Ecuador y Venezuela. También se ha vuelto más difícil de derrotar. Además de la producción de cocaína y su comercio a escala internacional, siguen siendo capaces de perpetrar secuestros, incursiones y actos terroristas, como el secuestro y asesinato del gobernador de Caquetá ocurrido en diciembre de 2009. La matanza de Caquetá llevó al Ministro de la Defensa, Gabriel Silva, a advertir que las FARC “ni están derrotadas ni están agonizantes.”76 Las FARC son una de las organizaciones narcotraficantes con la mayor cantidad de vínculos con otras redes criminales, lo que demuestra la versatilidad y resistencia de sus nexos. Como colaboradores ocasionales de los cárteles de la droga y de organizaciones extremistas, encarnan perfectamente la clase de amenaza no estatal híbrida que los Estados Unidos y la región puede enfrentar cada vez con mayor frecuencia en el futuro. Las FARC siguen suministrando cocaína a los cárteles de México, pero también a 32 | los de Brasil, como el que dirige Luis Fernando da Costa.77 Asimismo, las FARC y Hezbollah también colaboran entre sí. La “Operación Titán,” una investigación con una duración de dos años que culminó en octubre de 2008, dirigida conjuntamente por las autoridades estadounidenses y colombianas, redundó en más de 130 arrestos y la incautación de más de 23 millones de dólares y 360 kilos de cocaína.78 De las personas arrestadas, 21 estaban en Colombia, y de éstas, tres eran descendientes de libaneses o jordanos.79 Entre ellos se encontraba Chekry Harb, nacido en el Líbano, quien bajo el alias de “Talibán” dirigía un círculo de lavado de dinero que financiaba actividades de Hezbollah a través de una red de militantes y narcotraficantes que se extendía desde Panamá hasta Hong Kong e incluía a las FARC como productor y exportador principal.80 Más recientemente, oficiales destaparon la cooperación entre las FARC y traficantes militantes de Al Qaeda en el Magreb y otras pandillas en la región de Sahel en África.81 En la medida en que los flujos de droga migran al otro lado del Atlántico, incitados por la creciente demanda de cocaína en Europa, también lo hace la presencia internacional de las FARC. OTROS CÁRTELES, GRUPOS PARAMILITARES Y PANDILLAS EMERGENTES EN COLOMBIA Las FARC no son el único grupo dedicado a la producción y el tráfico de drogas que queda en Colombia. La proliferación –y fragmentación– de organizaciones narcotraficantes, grupos paramilitares y bandas o pandillas sigue amenazando a la seguridad colombiana y es señal de que, aunque se elimine las FARC, ello no eliminaría el flujo de cocaína fuera del país. Hay numerosos “minicárteles,” como la organización recientemente desmantelada Norte del Valle, que se había convertido en uno de los grupos criminales más poderosos en Colombia tras la desintegración de los cárteles de Cali y Medellín, a los que las fuerzas del orden público competentes deberán dedicar atención durante años.82 Según la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación de Colombia, existen otros 22 grupos armados activos en 200 municipios de todo el país, la mayoría de los cuales se concentran cerca de las regiones sin ley de la frontera con Venezuela y carecen de estructuras de autoridad comunes y raíces ideológicas.83 Algunos de estos “grupos emergentes” son los restos de milicias de derecha que no se desmovilizaron cuando el gobierno las llamó a hacerlo, sino que en lugar de ello se dedicaron al crimen organizado, mientras que otros están formados por individuos que no tenían ninguna relación con los paramilitares y se unieron a bandas delictivas atraídos por los beneficios económicos del narcotráfico. Uno de los principales es el de las Águilas Negras, formado por 4 000 hombres, según los cálculos, y cuyos líderes son ex integrantes de la organización Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).84 En un informe publicado en 2007 por el Grupo Internacional de Crisis (International Crisis Group, ICG) se señala que el hecho de que estos grupos siempre hayan estado conectados al crimen organizado y el tráfico de drogas, incluso a pesar de que en los ’90 combatían a las FARC y otros grupos de izquierda, hace que las distinciones entre los diferentes tipos de organizaciones se vuelva incluso más confusa. PERSPECTIVAS DE FUTURO Colombia seguirá reconsolidando su democracia, instituyendo reformas económicas y gradualmente restablecerá el estado de derecho en cada vez más áreas de su territorio. Continuará el proceso de reintegrar a ex miembros de los cárteles y las pandillas, con debates en torno a los detalles del proceso. A menos que el gobierno de Colombia sea capaz de extender su alcance hasta los refugios de las FARC en las selvas del interior de las áreas montañosas y a lo largo de las fronteras con Venezuela y Ecuador, probablemente las FARC sobrevivirán en el corto plazo. Asimismo, Colombia proporciona adiestramiento militar y policial a otros estados de América del Sur y Centroamérica. A menos que el gobierno de Colombia sea capaz de extender su alcance hasta los refugios de las FARC en las selvas del interior de las áreas montañosas y a lo largo de las fronteras con Venezuela y Ecuador, probablemente las FARC sobrevivirán en el corto plazo. Venezuela Venezuela plantea en la actualidad una singular combinación de dos retos: la participación en actividades delictivas a los más altos niveles del gobierno y la oposición ideológica a los intereses de los Estados Unidos como principal doctrina de su política exterior. No se trata tan sólo de un problema de corrupción. Al retirarse de los acuerdos regionales contra las drogas, refugiar a elementos de organizaciones como las FARC y tratar directamente con los cárteles mexicanos de la droga, mientras simultáneamente integra a fuerzas militares y paramilitares iraníes y cubanas en los cuerpos de seguridad propios de Venezuela, el presidente Hugo Chávez plantea una mezcla de criminalidad y de reto geopolítico para los Estados Unidos y sus aliados en la región. | 33 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Chávez fue elegido presidente de Venezuela en 1998, reelegido en 2000 y 2006, y en 2009 ganó un referendo nacional para prorrogar la duración del período presidencial.85 Su filosofía de gobierno, el “bolivarianismo,” es una mezcla de marxismo latinoamericano, populismo y nacionalismo que hace énfasis en la autosuficiencia, el patriotismo y la redistribución de los ingresos petroleros de Venezuela. Aunque bajo el mandato de Chávez se han visto reducidas las libertades políticas y de prensa y se han deteriorado las condiciones de vida para muchos venezolanos, el presidente sigue teniendo un fuerte apoyo de base, que se deriva en parte de las desigualdades económicas de larga data y de la atención que Chávez presta a las necesidades de los pobres, quienes le confieren su fuerza electoral.86 El enfoque antagónico y con frecuencia errático de Chávez con respecto a las relaciones con los Estados Unidos, su apoyo a los gobiernos antiestadounidenses de Bolivia y Nicaragua, y su alianza de alto perfil con el presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad (que analizaremos más adelante) pretenden aumentar la influencia de Venezuela, y de Chávez, en los asuntos hemisféricos y mundiales.87 La principal herramienta de Chávez para conseguirlo son los ingresos petroleros de Venezuela; este país suministra a los Estados Unidos aproximadamente 1.5 millones de barriles diarios, lo que lo convierte en uno de sus principales proveedores. Los ingresos provenientes del petróleo han sido uno de los mayores apoyos para la versión de la “petro-diplomacia” de Chávez, que por lo general consiste en descuentos sobre el precio del petróleo venezolano y préstamos multimillonarios a los países vecinos con el fin de ganar aliados en la región.88 En consecuencia, el bolivarianismo ha impulsado una serie de movimientos izquierdistas en Latinoamérica, incluyendo el Movimiento al Socialismo en Bolivia, el partido comunista cubano 34 | y el Frente Sandinista de Liberación Nacional del presidente de Nicaragua Daniel Ortega.89 Juntos, estos países han formado un frente que denuncia sistemáticamente el “imperialismo yanqui” y se opone a las iniciativas lideradas por los Estados Unidos en la región. Estas políticas han estado acompañadas por acciones que van directamente en detrimento de Venezuela y la región. El gobierno actual, decidido a suprimir a la oposición por cualquier medio que sea necesario y perpetuarse en el poder indefinidamente, ha dirigido un asalto frontal contra las instituciones democráticas del país. Chávez ha censurado a los disidentes y ha designado como ministros a sus incondicionales. La corrupción generalizada y la mala administración del estado a todos los niveles han hecho que la producción de petróleo caiga en picado, provocando el consiguiente descenso de los ingresos nacionales. El racionamiento de agua y los apagones forman ahora parte de la vida cotidiana en Venezuela.90 Además, se ha descuidado el mantenimiento de las fuerzas del orden público y las fronteras se encuentran desprotegidas. En la actualidad, Venezuela tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo y el crimen en las áreas urbanas y rurales no cesa de aumentar.91 Estas tendencias hacen que las perspectivas de largo plazo de que Venezuela participe en una estrategia regional para frenar el crimen transnacional sean poco prometedoras. Sin embargo, la mayor amenaza radica en que el gobierno venezolano ha establecido relaciones con el crimen organizado a sus niveles más altos. Miembros del gabinete de Chávez mantienen vínculos con los cárteles. El estado desvía de forma rutinaria fondos públicos para destinarlos a grupos criminales, una tendencia particularmente problemática dada la importante acumulación de armamento que ha iniciado el país a pesar de las dificultades económicas que enfrenta.92 VENEZUELA Y LAS FARC Venezuela actúa como un importante nodo para el tráfico regional de drogas, en parte por el apoyo que brinda a las FARC. Chávez y sus asesores desde hace tiempo respaldan a las FARC en Colombia, país con el que el estado venezolano mantiene una serie de desacuerdos históricos, aunque hasta hace poco ninguno de ellos había sido lo suficientemente grave como para indicar una posibilidad de guerra. Un análisis señala que la rivalidad colombovenezolana por mucho tiempo ha sido un precepto clave en la cultura estratégica de Venezuela: Las fuerzas armadas [de Venezuela] siempre han considerado a Colombia un par competidor contra el cual planificar sus estrategias, adquisiciones e infraestructura. . . esta mentalidad persiste a pesar de las décadas de migración colombiana a Venezuela, la importante integración y el considerable comercio transfronterizo, y una considerable grado de similitud cultural en las regiones andinas de ambos estados. . . Sin embargo, la cultura estratégica de defensa de los venezolanos no apoya movimientos agresivos más abiertos contra Colombia. . . Esto sugiere que la manera menos costosa políticamente para el presidente Chávez de oponerse a las políticas de la administración de Uribe es, con diferencia, hacerlo de forma encubierta, apoyando a las FARC y a otros actores políticos hostiles al gobierno colombiano.93 La asociación de Chávez con las FARC se remonta a tiempo atrás, en particular con Raúl Reyes, ex subcomandante de las FARC, quien resultó muerto en un ataque colombiano a la base de las FARC en Ecuador en 2008. El material informático incautado a los rebeldes de las FARC en esa ocasión fue revisado por la INTERPOL y otras agencias de inteligencia de diversos países y sirvió para confirmar lo que ya hacía tiempo se venía rumoreando: la estrecha colaboración entre las FARC y funcionarios venezolanos de alta jerarquía que les proveían armas y recursos. Un informe estadounidense reciente sobre los archivos de Reyes concluyó que Venezuela ayudó a las FARC a adquirir diversas armas fabricadas en China y Rusia, incluyendo misiles, lanzagranadas y ametralladoras. También reveló otras formas de asistencia que proporcionaron funcionarios venezolanos a las FARC, como la celebración de reuniones y el establecimiento de contactos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), otra organización guerrillera marxista.94 En la actualidad, integrantes de las FARC utilizan los campamentos de descanso en la frontera de Venezuela, fuera del alcance de las fuerzas militares de Colombia.95 En julio de 2010, el presidente saliente de Colombia presionó de nuevo a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que condenara la existencia de campamentos de las FARC en Venezuela.96 Estos descubrimientos implican a funcionarios venezolanos de los niveles más altos del gobierno; estos funcionarios ayudan a las FARC a salvaguardar sus áreas de operación, obtener armas y transportar drogas ilegales a través de Venezuela con rumbo hacia otros destinos. En 2008, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos formuló cargos contra dos altos funcionarios venezolanos, Hugo Armando Carvajal Barrios, director de Inteligencia Militar de Venezuela, y Henry de Jesús Silva, jefe de los Servicios de Prevención e Inteligencia, además del ex funcionario Ramón Emilio Chacín, por “ayudar de manera sustancial” a las actividades de narcotráfico de las FARC.97 Una declaración del Departamento del Tesoro estadounidense apunta que estos funcionarios “armaron, patrocinaron y financiaron a las FARC, sin importar que este grupo ha aterrorizado y secuestrado a inocentes.”98 En diciembre de 2004, Rodrigo Granda fue secuestrado por cazarrecompensas mientras asistía al Segundo Congreso Bolivariano de los Pueblos, celebrado en Caracas. En su calidad de “ministro | 35 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense de relaciones exteriores” de las FARC, la función de Granda era establecer contactos en Latinoamérica, en busca de apoyo para las actividades de su grupo. Para el momento de su secuestro, había estado viviendo en Caracas desde hacía dos años, después de que el gobierno de Chávez le hubiese concedido la nacionalidad venezolana.99 En julio de 2009, el gobierno de Suecia pidió a Venezuela que explicara de qué manera armas de fabricación suecas fueron a parar a manos de rebeldes de las FARC. En clara violación a los acuerdos de licencia de usuario final, este descubrimiento puso en entredicho las ventas futuras de armas suecas a Venezuela y estiró aún más las ya tensas relaciones entre Caracas y Bogotá.100 Más recientemente, una acusación formulada por un fiscal de la Corte Suprema de España implicó a miembros de alto rango del régimen de Chávez en la cooperación entre las FARC y la ETA en España (organización separatista vasca, Euskadi Ta Askatasuna) para intercambiar conocimientos en materia de tácticas terroristas e incluso planificar el secuestro de funcionarios como el ex presidente de Colombia Andrés Pastrana.101 Las FARC también han transformado a Venezuela en un punto importante de salida para los cargamentos de drogas ilegales hacia Norteamérica y África Occidental. En 2005, Venezuela puso fin oficialmente a su cooperación con la Agencia Federal Antidrogas (Drug Enforcement Administration, mejor conocida por sus siglas en inglés, DEA) estadounidense. Desde entonces, el tráfico de drogas en territorio venezolano ha experimentado un súbito incremento, a medida que los esfuerzos estadounidenses para cerrar las rutas del Caribe comenzaron a tener efecto.102 Mientras Colombia ha tenido mayores éxitos en el control de su espacio aéreo, Venezuela se ha convertido en una ruta clave para el transporte de drogas desde los países andinos. En la Figura 5 se muestra el descenso del número de vuelos de la droga procedentes de Colombia junto con el 36 | concurrente aumento en el número de vuelos procedentes de Venezuela. LA ALIANZA IRÁN-VENEZUELA Un segundo aspecto importante en las iniciativas criminales de Venezuela es la manera como ha ofrecido una puerta de entrada al hemisferio a otro estado que patrocina el crimen: Irán. Aunque la presencia de un autoproclamado enemigo de los Estados Unidos en Venezuela causa preocupación, no es ilegal. Lo que sí es ilegal es el grado en que ambos países cooperan para patrocinar a actores criminales, estatales y no estatales, de formas que en última instancia debilitan la seguridad de la región. Hace tiempo que Irán participa en el comercio ilegal a través de Hezbollah y de ministerios que ayudan a Teherán a evadir las sanciones internacionales. Un artículo publicado recientemente en la revista Newsweek estimaba en alrededor de 12 mil millones de dólares anuales la industria del contrabando en Irán, la mayor parte de la cual se encuentra bajo el control de la Guardia Revolucionaria Iraní.103 Diversos analistas han descrito a la Guardia Revolucionaria Iraní con “la estructura de una red mafiosa, con docenas de negocios aparentemente legales que sirven de fachada para ocultar a empresas ilegales o lavanderías de dinero.”104 Según el gobierno estadounidense, Irán es también el estado exportador de terrorismo más activo del mundo.105 Venezuela, con sus vínculos con los cárteles y su asociación con las FARC, también ha brindado apoyo al terrorismo internacional, aunque los Estados Unidos no lo hayan catalogado como país patrocinante del terrorismo.106 La relación entre las redes criminales de ambos países patrocinadas por el estado magnifica las capacidades de organizaciones narcotraficantes y grupos terroristas como las FARC y Hezbollah. Las buenas relaciones entre Venezuela e Irán datan desde antes del régimen de Chávez y se remontan a la década de los ’60, cuando ambos países Porcentaje de vuelos de transporte de drogas FIGURA 5: AUMENTO EN EL NÚMERO DE VUELOS DE TRANSPORTE DE DROGAS PROCEDENTES DE VENEZUELA107 Año Fuente: Sistema Nacional de Incautaciones (National Seizure System, NSS), Centro de Inteligencia El Paso, citado en la Política Nacional para el Control de Drogas para 2010 (2010 National Drug Control Policy). fundaron conjuntamente la OPEP; sin embargo, los lazos estrechos entre Chávez y Ahmadinejad representan una nueva etapa de las relaciones. Funcionarios estadounidenses como el Fiscal del Distrito de Manhattan Robert Morgenthau han expresado su preocupación porque “nadie se ocupa lo suficiente de la amenaza que supone la conexión Irán-Venezuela” para la seguridad de los Estados Unidos.108 El Secretario de la Defensa Robert Gates también expresó su preocupación en una declaración emitida en enero de 2009 sobre las actividades internacionales de Irán.109 Chávez y Ahmadinejad son ruidosamente hostiles hacia los Estados Unidos e invocan la necesidad de “salvar a la humanidad y acabar con el imperio de los Estados Unidos.”110 Un experto resume esta relación de la siguiente manera: En los últimos años, Irán ha creado una red de infraestructuras en Latinoamérica y el Caribe, concentradas especialmente en Venezuela, pero también en Ecuador, Bolivia, Centroamérica y Panamá, y se ha implicado en el financiamiento de organizaciones terroristas, el narcotráfico, el contrabando y la fabricación de armas, el lavado de dinero, el suministro de precursores químicos a los cárteles de la droga colombianos y el contrabando de diamantes.111 Las transacciones entre Irán y Venezuela implican el movimiento internacional no controlado de drogas, dinero, armas y personas. A partir de marzo de 2007 y hasta hace muy poco, Air Iran volaba entre Teherán y Caracas haciendo escala en Damasco, Siria. Los vuelos aparentemente llevaban únicamente pasajeros oficiales, que pasaban un control de inmigración superficial.112 Los relajados controles de inmigración alarmaron a funcionarios estadounidenses, quienes señalan que los pasaportes venezolanos aparentemente son fácilmente asequibles para todas las personas que llegan y que se han emitido a una cantidad de viajeros procedentes de Siria, Yemen, Irán y otros países del Oriente Medio conocidos por cobijar a terroristas. En noviembre de 2008, las autoridades turcas interceptaron 22 contenedores de transporte | 37 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense identificados como “piezas de tractores” que partieron de Irán con destino a Venezuela y que en realidad contenían sustancias químicas y equipos de laboratorio para la fabricación de bombas.113 “Lo que había en su interior,” según se citó a un funcionario turco, “era suficiente para equipar un laboratorio de explosivos.”114 Igualmente, en septiembre de 2006, Rodolfo Sanz, Ministro de Industrias Básicas de Venezuela, anunció que “Irán nos está ayudando a hacer sondeos aéreos geofísicos y análisis geoquímicos” para buscar uranio en un área prometedora cerca de la frontera con Guyana.115 Venezuela también proporciona a Teherán una base potencial desde la cual lanzar “ataques asimétricos,” como ha dicho Ahmadinejad, en la puerta trasera de América. Un experto testificó que Irán podría estar buscando “desarrollar una capacidad rudimentaria de represalia contra los Estados Unidos a través de Latinoamérica en el caso de que Irán sufriese un ataque o fuese invadido.”116 Ejemplo de ellos sería un ataque mediante células durmientes contra intereses estadounidenses en Latinoamérica o en los mismos Estados Unidos en el caso de que se produjera un ataque aéreo estadounidense o israelí contra Irán.117 Aproximadamente desde 2006, asesores militares iraníes han servido en el ejército venezolano, y se han unido a un contingente fuerte de oficiales militares cubanos.118 La Guardia Revolucionaria Iraní, incluyendo miembros de la Fuerza Quds de élite, opera en Venezuela en funciones militares y civiles, en este último caso administrando una serie de fábricas que son propiedad o están bajo el control de Irán en áreas remotas de Venezuela. Tanto la Guardia Revolucionaria Iraní como Hezbollah, operando a través de la embajada iraní, están acusados del atentado con bombas perpetrado en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires, Argentina. La Interpol identificó a varios miembros principales del gobierno iraní, 38 | incluyendo al actual ministro de la defensa, como sospechosos de este caso.119 La presencia de la Fuerza Quds en Venezuela debería ser un tema de especial preocupación para los Estados Unidos, como se señala en informes recientes del Departamento de la Defensa.120 Mientras la Guardia Revolucionaria Iraní cumple una función mixta militar y comercial, la Fuerza Quds se especializa en operaciones de tipo terrorista y ha actuado contra fuerzas estadounidenses en Irak. Algunos grupos de inteligencia privados han especulado que las FARC y posiblemente otros grupos guerrilleros anticolombianos estén siendo entrenados por la Fuerza Quds, de manera similar al apoyo que la Fuerza Quds brinda a grupos terroristas en Irak.121 Dada la cercana relación del gobierno de Chávez con miembros de los cárteles mexicanos y la experiencia de la Fuerza Quds en artefactos explosivos improvisados transportados por vehículos, la aparición de los primeros artefactos de este tipo en México es particularmente preocupante.122 Irán también utiliza a Venezuela como facilitador para cometer otros crímenes internacionales: la circunvención de las sanciones económicas impuestas por la ONU y los Estados Unidos y el lavado de fondos ilícitos con el fin de financiar los programas armamentistas iraníes. En enero de 2008, Irán abrió en Caracas el Banco Internacional de Desarrollo C.A. (BID), una filial independiente del Banco de Desarrollo de las Exportaciones de Irán. En octubre de ese mismo año, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Office of Foreign Assets Control, OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impuso sanciones económicas estadounidenses contra ambos bancos por proporcionar servicios financieros al Ministerio de la Defensa de Irán y Logística de las Fueras Armadas, las dos oficinas militares iraníes encargadas de apoyar el programa nuclear de Irán.123 En abril de 2009, se creó el Banco IránVenezuela en ambos países con una inversión inicial de 100 millones de dólares.124 Al respecto, un experto expresó: “Toda esta actividad está concebida para facilitar el financiamiento de . . . organizaciones terroristas . . . y circunvenir las sanciones financieras impuestas por los Estados Unidos, la Unión Europea y las Naciones Unidas. El Banco de Desarrollo de las Exportaciones de Irán ahora abrió una sucursal en Quito, Ecuador. El Departamento del Tesoro ha sancionado a los bancos iraníes y a diversos individuos, pero hasta ahora no ha sancionado a ningún banco venezolano.”125 PERSPECTIVAS DE FUTURO Venezuela plantea múltiples retos para los legisladores estadounidenses. El gobierno de los Estados Unidos tradicionalmente ha tratado a Venezuela con “benigna indiferencia,” ignorando las provocaciones de Chávez para evitar un estallido regional. El problema de esta política es que ha conducido a una pobre recolección de datos de inteligencia y a una tendencia a evitar considerar otras opciones de política, como por ejemplo el costo y los beneficios de imponer sanciones orientadas hacia elementos del gobierno de Chávez. Al mismo tiempo, las posibilidades de influir contra el régimen de Chávez siguen siendo limitadas. Condenarlo públicamente es hacerle el juego a la propaganda de Chávez, quien no tarda en denunciar al “imperialismo yanqui,” mientras que si se tomaran medidas tales como las sanciones, se corre el riesgo de dañar y marginar a una parte del pueblo venezolano que, a diferencia de su presidente, mantiene una opinión en gran parte positiva o neutral sobre los Estados Unidos.126 En el futuro, los legisladores estadounidenses deberán hacer frente también a otras interrogantes. La primera de ellas es cuán ilegal se volverá el estado venezolano con el fin de perpetuar el control Aunque el gobierno venezolano actual ha sido fagocitado por intereses criminales, la ausencia de un sustituto políticamente viable para Chávez hace factible que en el futuro se produzca un peligroso vacío de poder. de Chávez sobre el poder; los fondos procedentes de actividades delictivas podrían ayudar a crear un colchón para los déficits presupuestarios. Al final, Venezuela podría involucionar para convertirse en un narcoestado fallido en la región andina, con un gobierno apoyado por servicios de seguridad al estilo cubano e iraní, mientras Chávez y sus aliados se pasan a consolidar sus relaciones con el crimen internacional en toda la región.127 La segunda interrogante es si existe algún futuro post-Chávez que suponga mayores o menores retos para la estabilidad regional. Aunque el gobierno venezolano actual ha sido fagocitado por intereses criminales, la ausencia de un sustituto políticamente viable para Chávez hace factible que en el futuro se produzca un peligroso vacío de poder. A menos que el gobierno de Chávez sea sustituido por un sucesor viable, centrista y constitucional, el futuro de Venezuela tiene el potencial de ser una lucha caótica de todos contra todos en la que el poder de los grupos delictivos campee a sus anchas. | 39 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Los demás países de la región andina: Bolivia, Ecuador y Perú BOLIVIA En Bolivia, la elección de Evo Morales le dio a Chávez un socio ideológico. Respaldado por una revuelta de votantes en la que participó la mayoría indígena más pobre del país, con frecuencia ignorada, en 2008 Morales ordenó el cese de las actividades de la DEA estadounidense en Bolivia. Esta agencia había conducido desde hacía tiempo operaciones conjuntas con oficiales de las fuerzas bolivianas del orden público contra la producción ilegal de coca. En enero de 2009, los últimos agentes de la DEA abandonaron Bolivia, poniendo así fin a una presencia de 35 años, justo cuando se legalizó la producción de coca boliviana y ésta experimentaba un aumento.128 ECUADOR Aun cuando con frecuencia no se le presta atención, Ecuador se ha convertido en un centro privilegiado para el crimen organizado debido a una serie de razones, entre ellas un sistema judicial débil, la ausencia de requisitos para obtener visa para la mayoría de los países del mundo y unas leyes financieras permisivas. La dolarización de la economía ecuatoriana tras el colapso económico nacional del año 2000 también facilitó a los grupos criminales lavar dinero sin necesidad de cambiar de divisa. A pesar de que en Ecuador pueden encontrarse sindicatos criminales que van desde las mafias rusas hasta las triadas asiáticas, las FARC siguen siendo el principal grupo armado ilegal en este país. Y aunque Ecuador no es un productor de coca importante, el conflicto colombiano desde hace tiempo ha afectado a todos su territorio. Desde que los militares colombianos lograron en años recientes reducir el territorio controlado por las FARC, Ecuador, al igual que Venezuela, se ha vuelto un albergue seguro al que las FARC se repliegan.129 Además, las incautaciones recientes de drogas demuestran que las FARC han pasado de ser meros traficantes 40 | de cocaína a través de Ecuador y han comenzado a refinarla allí mismo.130 PERÚ El gobierno de Perú coopera plenamente con el gobierno estadounidense en todo lo relativo a la lucha antidroga. Perú es el segundo país cultivador de coca y productor de cocaína más grande del mundo, aunque también es uno de los lugares donde mayor impulso han conseguido los programas de desarrollo alternativo financiados por los Estados Unidos para reconducir a los cultivadores locales hacia otros cultivos distintos de la hoja de coca. El Departamento de Estado lo ha instado a dedicar más recursos a la implantación de sus planes y operaciones antidrogas. Centroamérica La importancia de Centroamérica como principal ruta del narcotráfico está aumentando a medida que las operaciones de interdicción marítima obligan a los traficantes a usar rutas terrestres y los cárteles mexicanos se reubican en áreas menos vigiladas por las fuerzas de la ley. El Salvador, Honduras y Guatemala, que ya deben lidiar contra algunas de las tasas de homicidio más elevadas del mundo, tienen una gran cantidad de ex combatientes entre su población como personal disponible para los cárteles y las pandillas de la droga. Panamá ha estado relativamente libre de la violencia de pandillas a gran escala, aunque hay informes que indican la existencia de actividades de los principales cárteles en el sector bancario. La política inestable de Nicaragua y las próximas elecciones de 2011 dificultan hacer cualquier pronóstico. El presidente Ortega es otro aliado de Chávez, abierto a permitir la presencia de agentes iraníes en Managua. El Salvador probablemente se mantenga relativamente estable, con una democracia de inclinaciones izquierdistas débilmente asociada a Venezuela pero que sigue cada vez más su propio camino; tanto El Salvador como Honduras, que se recuperará de la sustitución ilegal de su presidente ocurrida en 2009, seguirán combatiendo a pandillas criminales como la MS-13, con sede en El Salvador. El gobierno notoriamente corrupto de Guatemala tiene poco control sobre su frontera norte, un área que es cada vez más usada como refugio por los cárteles y las pandillas.131 Ciudad de Guatemala está registrando niveles récord de crímenes violentos, al mismo tiempo que la ciudad vive un auge en la construcción de rascacielos que tienen una tasa de ocupación de apenas 25 por ciento, lo que normalmente es un síntoma de lavado de dinero a gran escala.132 A pesar de los esfuerzos de ciertos funcionarios elegidos, no es probable que Guatemala se reforme en el futuro cercano. Es posible que ocurra un colapso civil o que los cárteles de la droga tomen el control de las instituciones civiles, pero el futuro más probable es que el estado siga debatiéndose como un gobierno ineficaz y corrupto que en términos generales es incapaz de mantener la ley y el orden ni siquiera en las áreas urbanas. Belice desempeña un papel importante al apoyar la infraestructura de transbordo de la droga de los cárteles colombianos. Asimismo es un centro para la importación de cantidades masivas de pseudoefedrina fabricada en Asia para la producción de la metanfetamina mexicana. Al igual que ocurre en muchos otros países centroamericanos, su gobierno es vulnerable a la corrupción de la droga. La influencia iraní en la región va en aumento. Centroamérica será una región clave y problemática en el futuro previsible, aunque también una región donde la asistencia estadounidense será bienvenida en general. | 41 Capítulo III: CÁRTELES Y PANDILLAS EN LOS ESTADOS UNIDOS S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense I I I . C Á R T E L E S Y PA N D I L L A S E N LO S E S TA D O S U N I D O S El crimen transnacional desde la región andina hasta México repercute directamente en los Estados Unidos. Las operaciones de los cárteles en los Estados Unidos no han llegado al nivel de insurgencia, como sucede en México, ni amenazan con debilitar el gobierno o el orden cívico a nivel nacional, como lo hacen en Guatemala o en otros países de América Central. Como se mencionó anteriormente, estas operaciones desafían el bienestar nacional, en lugar de la seguridad nacional. Sin embargo, su influencia está aumentando con la difusión de la cultura de las pandillas.133 La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) informa que la actividad de las pandillas se está difundiendo a nivel nacional, tal como lo hace a nivel mundial.134 A pesar de que los abnegados profesionales de las fuerzas del orden público realicen sus mejores esfuerzos, en algunas ciudades, las pandillas –que conforman los puntos de venta minoristas de estupefacientes de los cárteles– directamente controlan grandes territorios y afectan indirectamente la conducta de gran cantidad de personas. Al conformar el mercado de drogas más amplio del hemisferio, los Estados Unidos son un imán para los cárteles y sus aliados. Actualmente, se encuentran activas “sucursales” del cártel mexicano en más de 230 ciudades estadounidenses y canadienses135 y dominan la distribución mayorista de drogas en todos los Estados Unidos, según reconoce el Departamento de Justicia y lo resume en Wall Street Journal: Los cárteles mexicanos ya están extendiendo sus tentáculos por la frontera. Recientemente, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos informó que las pandillas mexicanas son la “mayor amenaza del crimen organizado para los Estados Unidos” y operan en al menos 230 ciudades y pueblos. Los crímenes relacionados con los cárteles mexicanos se están extendiendo hacia el sudoeste. Phoenix sufrió más de 370 casos de secuestros durante el último año, | 45 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense convirtiéndose en la capital de los secuestros de los Estados Unidos. La mayoría de las víctimas eran inmigrantes ilegales o estaban vinculadas a la venta de drogas.136 La insurgencia criminal mexicana amenaza cada vez más la seguridad de la región fronteriza, en particular para las personas que deben cruzar la frontera diariamente para trabajar. A medida que la frontera se convierte en un punto crítico, es frecuente oír declaraciones como la siguiente de un residente de Arizona: Una semana antes del asesinato (de un ranchero de Arizona) Bob y su hermano Phil… sacaron del rancho una enorme cantidad de drogas que encontraron en camiones. Una semana antes, un ranchero cerca de Naco hizo lo mismo. Dos noches después, los pandilleros entraron en su casa, lo golpearon a él y a su esposa, y les dijeron que si se enteraban de que habían tocado algo de droga regresarían y los matarían.137 Calcular con exactitud la magnitud de la “ola de violencia” es difícil, en parte debido al éxito de las pandillas al mezclarse en sus entornos locales y las presiones políticas de los gobiernos locales —algunos restan importancia a la violencia para evitar estigmas, mientras que otros la exageran. Aun con una disminución general de los índices de criminalidad en la región fronteriza,138 el número de secuestros en las ciudades estadounidenses cercanas a la frontera se ha incrementado en los últimos años, debido a que los cárteles o grupos escindidos de delincuentes se han infiltrado o concentrado en las grandes poblaciones de inmigrantes. No obstante, a pesar de que los cárteles se han vuelto más organizados al atacar a rancheros aislados, hasta ahora se han abstenido de apuntar a los agentes estadounidenses. Si bien el Departamento de Justicia informa que los ataques contra los agentes de la patrulla fronteriza “aumentaron un 46 por ciento, de 752 incidentes en el año fiscal 2006 a 1 46 | 097 incidentes en el año fiscal 2008,” la mayoría de estos incidentes se caracterizó porque se arrojaron piedras,139 y el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) afirma que la probabilidad de que los agentes de la patrulla fronteriza sean atacados es mucho menor que la de sus pares de la policía en entornos urbanos más poblados.140 En general, la frontera está más segura que nunca en la historia de los Estados Unidos; sin embargo, los incidentes aislados de violencia relacionada con las drogas y que tienen gran notoriedad están en aumento, al igual que la percepción de ausencia de la ley.141 Es frecuente ver avisos que demarcan amplias áreas de parques nacionales y reservas a lo largo de la frontera, advirtiendo a los residentes que no se aventuren a pasar por estos lugares que se conocen como puntos de gran actividad de los traficantes. Una victoria significativa –aunque involuntaria– que han obtenido los cárteles es el grado de tensión que ahora existe en la frontera, lugar que antes era una zona fraternal y relativamente sin vigilancia en los dos países.142 Sin embargo, los cárteles no son sólo un problema fronterizo. Sus operaciones se han ampliado tanto y la cultura de las pandillas se ha extendido tan rápidamente en los Estados Unidos, que las ciudades más importantes del país están cada vez más preocupadas acerca de las operaciones de las pandillas y los cárteles en sus áreas. Todas las principales ciudades de los Estados Unidos y la mayoría de las demás ciudades pequeñas están experimentando la repercusión de los cárteles a medida que la violencia aumenta y su influencia se extiende.143 En Atlanta, por ejemplo, las compañías de noticias han informado que las pandillas de drogas están tan bien organizadas y armadas que “los testigos han confundido sus ataques [entre las mismas pandillas] con operaciones del equipo SWAT (agentes de armas y tácticas especiales).”144 Sin embargo, hasta ahora el impacto político de los cárteles y las pandillas en los Estados Unidos no ha alcanzado el nivel que ha logrado en el resto FIGURA 6: CIUDADES ESTADOUNIDENSES DONDE OPERAN ORGANIZACIONES DE TRÁFICO DE DROGAS MEXICANAS Alabama Albertville, Birmingham, Decatur, Dothan, Huntsville, Mobile, Montgomery Alaska Anchorage Arizona Douglas, Glendale, Naco, Nogales, Peoria, Phoenix, Sasabe, Sierra Vista, Tucson, Yuma Arkansas Fayetteville, Fort Smith, Little Rock California Alameda, Bakersfield, Calexico, Chula Vista, El Centro, Elk Grove, Escondido, Fresno, Garden Grove, Goshen, Hacienda Heights, Hayward, Los Ángeles, Oakland, Oceanside, Otay Mesa, Oxnard, Perris, Porterville, Riverside, Sacramento, San Bernardino, San Diego, San Francisco, San Jose, Santa Ana, Stockton, Temecula, Tulare, Westminster Colorado Aurora, Colorado Springs, Denver, Fort Collins, Greely, Olathe, Pueblo Connecticut Delaware Maine Nueva York Tennessee Distrito de Columbia Maryland Carolina del Norte Texas Washington Baltimore, Frederick, Greenbelt Florida Massachusetts Wilmington Fort Lauderdale, Jacksonville, Lakeland, Miami, Orlando, Tampa Georgia Atlanta Hawái Hilo, Honolulu, and Kona. Idaho Boise, Caldwell, Idaho Falls, Nampa, Pocatello, Twin Falls llinois Chicago, East St. Louis, Joliet Portland Albany, Buffalo, New York Boston, Fitchburg Asheville, Burlington, Charlotte, Durham, Greensboro, Hendersonville, Raleigh, Wilmington, Wilson, Winston-Salem Michigan Dakota del Norte Minnesota Ohio Detroit, Kalamazoo Minneapolis, St. Cloud, St. Paul Mississippi Hattiesburg, Jackson Bismark Akron, Canton, Cincinnati, Cleveland, Columbus, Dayton, Hamilton, Toledo, Youngstown Virginia Montana Oklahoma City, Ponca City, Tulsa Oregon Washington Kansas City, St. Louis Billings, Helena Nevada Pennsylvania Nuevo Hampshire Rhode Island Kentucky Nueva Jersey Carolina del Sur Lexington, Louisville Atlantic City, Camden, Newark Louisiana Nuevo México Iowa Des Moines Kansas Dodge, Kansas City, Liberal, Wichita Baton Rouge, Lafayette, New Orleans, Shreveport Utah Missouri Nebraska Fort Wayne, Gary, Indianapolis Alpine, Amarillo, Austin, Beaumont, Big Springs, Brownsville, Corpus Christi, Dallas, Del Rio, Eagle Pass, Edinburg, El Paso, Fabens, Fort Hancock, Fort Stockton, Fort Worth, Hidalgo, Houston, Laredo, Lubbock, McAllen, Midland, Midway, Mission, Odessa, Pecos, Presidio, Rio Grande City, Roma, San Antonio, Tyler, Waco Oklahoma Eugene, Klamath Falls, Medford, Portland, Roseburg, Salem Indiana Knoxville, Memphis, Nashville Omaha Las Vegas, Reno Greenville Albuquerque, Columbus, Deming, Las Cruces Philadelphia, Pittsburgh Providence Charleston, Columbia, Florence, Greenville, Myrtle Beach Dakota del Sur Sioux Falls Hartford Fuente: Informes de las fuerzas del orden público federales, estatales y locales del 1.º de enero de 2006 hasta el 8 de abril de 2008. Ogden, Provo, Salt Lake City Arlington, Galax, Richmond Auburn, Bellingham, Centralia, Ephrata, Everett, Federal Way, Ferndale, Goldendale, Milton, Monroe, Olympia, Port Angeles, Renton, Richland, Seattle, Selah, Shelton, Spokane, Sultan, Sunnyside, Tacoma, Toppenish, Vancouver, Yakima Wisconsin Milwaukee, Sheboygan Wyoming Casper, Cheyenne, Rock Springs | 47 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense del mundo.145 Los políticos estadounidenses no muestran los niveles de corrupción históricamente encontrados en México y en otros países de América Latina. Además, si bien los mismos miembros del cártel que cometen asesinatos en México también operan en los Estados Unidos, hasta ahora el poder de vigilancia más eficaz de las diversas organizaciones de orden público en los Estados Unidos –la policía local y estatal, la DEA, el FBI y otros– ha impedido, en general, la intimidación y criminalidad a gran escala que se observa en México y en otros países del mundo. Sin embargo, en los Estados Unidos las pandillas de narcotraficantes intentan continuamente corromper al personal local de las fuerzas del orden público, y en algunas ocasiones tienen éxito. Un funcionario ha advertido que “las organizaciones criminales transnacionales están realizando un esfuerzo coordinado para infiltrarse en la patrulla del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, mediante iniciativas de contratación y acuerdos con agentes y oficiales estadounidenses.”146 A pesar de que muy pocos líderes de cárteles viajan a los Estados Unidos por miedo a ser detenidos, cada año, el personal de las fuerzas del orden público de los Estados Unidos arresta a cientos de miembros de cárteles de menor rango en el país. Por ejemplo, después de una investigación que duró dos años (Operación X-Cellerator) y abarcó tres países –Los Estados Unidos, México y Colombia– la DEA arrestó a 755 personas en California, Miami y Maryland, confiscó más de 59 millones de dólares en efectivo, toneladas de diversas drogas, 149 vehículos, tres aviones, tres buques marítimos y más de 150 armas; además, la operación afectó las operaciones de un cártel de Canadá.147 La Operación X-Cellerator es apenas una de una gran cantidad de operaciones que realizan anualmente la DEA y las fuerzas del orden público. La detención de tantos agentes es un indicador de la presencia cada vez mayor de miembros de cárteles 48 | en los Estados Unidos, y demuestra que éstos están aumentando sus vínculos con las pandillas locales y transnacionales. El crecimiento de pandillas transnacionales en los Estados Unidos, los brazos “minoristas” de los cárteles, es un fenómeno relativamente nuevo y peligroso del crimen en este país. Las pandillas, en especial determinadas pandillas de latinos, fomentan su cultura violenta e inmoral, lo que amplía el alcance de los cárteles hasta lo más profundo de la sociedad cívica estadounidense. Incluso algunos cárteles son cautos y tienden a no afiliarse directamente con algunas pandillas, debido a su carácter violento e impredecible. Un ex jefe de operaciones de la DEA indicó: Existe gran cantidad de pruebas que señalan claramente la renuencia de los cárteles a desarrollar alianzas con pandillas transnacionales como la MS-13; creen que no se puede confiar en estas pandillas y las consideran una importante amenaza. Los cárteles nunca pierden la oportunidad de abastecer a las pandillas transnacionales y locales, a través de sus agentes subordinados en el área de los Estados Unidos y toda América Latina, pero se han negado a formar alianzas.148 Mientras que los Estados Unidos cuentan con gran cantidad de pandillas que operan en la mayor parte del territorio local, algunas de origen extranjero —particularmente pandillas de latinoamericanos– se han desarrollado a nivel local pero continúan actuando en un marco transnacional. La mayoría de las pandillas, ya sean locales o transnacionales, venden en forma minorista drogas que ingresan al país a través de las redes del cártel y contribuyen a los entornos que fomentan la violencia, la inestabilidad y el desorden en las ciudades y pueblos estadounidenses. A pesar de que la inestabilidad generalizada no está presente en los Estados Unidos con las mismas proporciones del cártel mexicano, algunas áreas específicas de las ciudades estadounidenses luchan por mantener la ley y el orden. Para el estadounidense promedio, las manifestaciones “tácticas,” que implican una amenaza más cercana de las redes de los cárteles, son las pandillas sobre las cuales leen en los periódicos locales o que pintan grafitis en las tiendas de autoservicio locales. PANDILLAS TRANSNACIONALES Las grandes pandillas transnacionales que ahora se encuentran en escena son diferentes de las pandillas locales en cuanto a su organización e inclinación por la violencia.149 Estas pueden incluir grupos nacionalistas más tradicionales como la mafia rusa, pero las pandillas particulares del hemisferio occidental, en las cuales se centra este estudio, son principalmente pandillas latinas como la MS-13 (Mara Salvatrucha), 18th Street Gang y otros grupos como la mafia mexicana o Mexikanemi. La MS-13 posee entre 6 000 y 10 000 miembros en los Estados Unidos y Calle 18 suma aproximadamente 30 000 miembros estadounidenses. Hay miles de otros miembros en América Central (principalmente en El Salvador, Honduras y Guatemala), en donde desafían a las autoridades locales encargadas de controlar las calles y ciudades.150 Las pandillas latinas que más preocupan se diferencian por un carácter cerrado, disciplina estricta y frecuente uso de la violencia extrema como recurso. Poseen un alcance internacional, de sur a norte, que abarca desde América del Sur y América Central hasta los Estados Unidos y Canadá. En algunos casos, los reclutas poseen entrenamiento militar previo o experiencia previa en combate en América Central, y sus empresas criminales se encargan de todo tipo de actividades, desde drogas ilegales y extorsión hasta asesinatos por encargo y robo, entre otras. Las golpizas, violaciones, asesinatos y mutilaciones se utilizan con frecuencia para reclutar miembros para la pandilla e imponer disciplina. La MS-13 es una representación del tipo de desafío para la sociedad que implican las pandillas. MS-13 Desde sus comienzos en el área de Rampart en Los Ángeles en la década de 1980, la Mara Salvatrucha (también conocida como MS-13) ha evolucionado hasta convertirse en una red criminal internacional de crecimiento descontrolado y gran sofisticación. Las agencias estadounidenses del orden público estiman que actualmente operan alrededor de 10 000 miembros de la red MS-13 en los Estados Unidos, con aproximadamente 50 000 miembros en todo el mundo.151 La MS-13 ahora opera en 30 estados de los Estados Unidos, Canadá, México y América Central, lo que incluye a pandillas de proporciones considerables en la costa oeste, el área de Washington, D.C. y todo el resto de los Estados Unidos.152 Las operaciones de las pandillas y sus miembros se encuentran cada vez más en áreas suburbanas y rurales. Según los oficiales de las fuerzas del orden público, la Mara Salvatrucha está sumamente involucrada en la distribución de drogas mexicanas, así como en casos de homicidio, prostitución, ataques, robo de automóviles, extorsión e intimidación, asaltos y hurtos.153 La MS-13 es una organización “de redes,” sumamente eficaz y bien organizada, con líderes en América Central que transmiten órdenes a líderes regionales, quienes, a su vez, están al mando de los miembros de las clicas o células. Generalmente, una célula de la MS-13 está compuesta por aproximadamente 30 miembros.154 La disciplina se impone estrictamente e incluye el asesinato de informantes. Los oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles informan que hasta un 90 por ciento de los miembros de la MS-13 en el área de Los Ángeles ingresó al país ilegalmente. PANDILAS LOCALES Las pandillas locales contribuyen con el fenómeno de las pandillas transnacionales de diversas maneras: distribuyen drogas, identifican y validan reclutas y contribuyen con el ambiente general de desorden en las áreas en donde las pandillas alteran las comunidades y ponen a prueba a las fuerzas del | 49 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense orden público. Conforman una parte importante de la red nacional de los cárteles criminales. Las pandillas locales contribuyen con el fenómeno de las pandillas transnacionales de diversas maneras: distribuyen drogas, identifican y validan reclutas y contribuyen con el ambiente general de desorden en las áreas en donde las pandillas alteran las comunidades y ponen a prueba a las fuerzas del orden público. Conforman una parte importante de la red nacional de los cárteles criminales. Las pandillas “locales” pueden estar formadas por un grupo local de jóvenes (tanto hombres como mujeres) que se unen para pasar el rato y cometer delitos menores, hasta “filiales” locales de grupos nacionales como Crips, Bloods, Gangster Disciples, Hells’ Angels y otras. Poseen colores, tatuajes y señas que los caracterizan, que pueden difundirse a través de los medios de comunicación, de boca 50 | en boca o a través de los sitios de redes sociales en Internet. La cantidad de miembros podría ascender a decenas de miles. Por ejemplo, los Black Gangster Disciples, que ahora están abocados a la distribución de drogas a nivel minorista, suman más de 30 000 miembros. Durante años, su líder los dirigió desde la celda en una cárcel estatal, desde donde solía ordenar los asesinatos y tomar las decisiones corporativas de la pandilla. Algunos miembros de los Gangster Disciples han ingresado a la política y han sido elegidos para ocupar cargos políticos.155 Algunos expertos creen que Crips y Bloods, que son ejemplos de pandillas locales, son mucho más sofisticadas desde el punto de vista de la organización y el funcionamiento, que sus rivales internacionales como la MS-13 y otros.156 Como regla, los miembros de las pandillas locales compiten por territorios, respeto o participación en los mercados de droga locales. Según las condiciones de su ciudad, las pandillas podrían incluir tanto a niños como a niñas, hombres y mujeres, y todas las razas y clases económicas, a pesar de que predominan los hombres, latinos y afroamericanos. Si bien algunas pandillas “locales” pueden no ser tan organizadas o violentas como las pandillas internacionales, éstas son lo suficientemente viciosas como para atemorizar a sus vecindarios y escuelas, llevar a cabo guerras brutales por territorios y matarse entre ellos –y, a veces, a personas inocentes que entran en la línea de fuego–. Las pandillas locales tienden a tener bases geográficas y reclutar jóvenes locales de escuelas primarias o secundarias. La policía de una localidad ha observado que si un joven comienza a participar en una pandilla ya entrado en la adolescencia –por ejemplo, a los 16 años– si sobrevive, tiende a abandonar la pandilla a los 20 años. En cambio, si comienza a participar en una pandilla antes –a los 10 años, aproximadamente– el miembro tiene a permanecer activo en la pandilla durante más tiempo.157 Las agencias estadounidenses antinarcóticos y sus responsabilidades La administración de Obama ha solicitado un financiamiento de 15 500 millones de dólares para el control del narcotráfico durante el año fiscal 2011, a fin de distribuirlo entre las ocho agencias estadounidenses, entre las que se encuentran los Departamentos de Estado, Defensa, Justicia, Seguridad Nacional y del Tesoro, la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia. Juntos, estos departamentos del gabinete incluyen la DEA, el FBI, el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la Guardia Costera de los Estados Unidos y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), así como las organizaciones menos conocidas pero fundamentales como la Oficina de Activos Extranjeros y la Red de Aplicación Legal contra Delitos Financieros (FinCEN).158 Fuera de los Estados Unidos, el Departamento de Estado tiene la responsabilidad general de coordinar los programas antinarcóticos implementados por el gobierno de los Estados Unidos, lo que incluye asistencia a los programas antinarcóticos de otros países. El Departamento de Defensa posee la función principal de detectar y controlar el contrabando aéreo y marítimo de drogas hacia los Estados Unidos, y recoger, analizar y compartir inteligencia sobre drogas ilegales con las agencias del orden público estadounidenses e internacionales. Asimismo, el Departamento de Defensa proporciona asistencia antinarcótica a otros países, a fin de entrenar, equipar y mejorar las agencias correspondientes de los gobiernos de otros países. Para llevar a cabo la misión del Departamento de Defensa, tres comandos regionales se centran, hasta cierto punto, en los narcóticos y el terrorismo en el hemisferio occidental; cada uno posee su propio personal de inteligencia y su propio enlace con otras agencias del gobierno. El Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), con base en Miami, tiene la responsabilidad de las iniciativas militares estadounidenses en América Latina, el sur de México y el Caribe; el Plan Colombia comenzó como una iniciativa entre militares, hasta que el liderazgo político colombiano amplió su alcance. El Comando Norte de los Estados Unidos (Northcom) aborda la asistencia militar que los Estados Unidos ofrecen a México y proporciona cuarteles centrales en los Estados Unidos para abordar los problemas militares dentro del país; sin embargo, no lleva a cabo operaciones militares dentro de los Estados Unidos. Por último, El Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos (SOCOM) apoya, mediante fuerzas de operaciones especiales, las iniciativas de los otros dos comandos y mantiene una función de recopilación de información de inteligencia propia. Por más de una década, los entrenadores de las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos tuvieron un papel decisivo al asistir en la reprofesionalización de la milicia colombiana, durante el período en que las FARC aparentemente adquirían poder. El Departamento de Justicia (DOJ) es la agencia federal clave en relación con las fuerzas del orden público y, específicamente, los cárteles de drogas y las pandillas. Dentro del DOJ, la DEA, el FBI, el Centro de Inteligencia Nacional de Drogas (NDIC), las Fuerzas Especiales contra el Crimen Organizado y los Delitos asociados al Narcotráfico (OCDETF) y el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC) cumplen funciones importantes en los esfuerzos antinarcóticos nacionales. En las últimas décadas, la DEA ha surgido como la agencia líder en la guerra contra los cárteles. Con 5 500 agentes especiales y 900 analistas de inteligencia extendidos en 227 oficinas dentro del país y 87 extranjeras, la DEA posee autoridad legal para perseguir miembros de cárteles tanto dentro como fuera de los Estados Unidos; junto con el FBI, es una de las pocas agencias federales en ser naturalmente “transnacionales” por sí mismas. En las embajadas estadounidenses en el extranjero, la DEA es la única agencia de coordinación para combatir las drogas ilegales. Al asistir a la policía, preparar casos y supervisar la extradición de los cerebros detrás de las drogas, la DEA se ha convertido en la “antired” transnacional estadounidense contra los cárteles, al aportar conectividad regional e internacional entre sus oficinas en embajadas estadounidenses y centros de inteligencia, y los fiscales de todo el mundo.159 En Colombia, por ejemplo, la DEA asiste a la policía colombiana en la ubicación y el inicio de acciones judiciales contra los cerebros colombianos detrás de las drogas de todo el mundo –que también podrían | 51 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 ser buscados por las autoridades militares. En los Estados Unidos, la DEA opera un sofisticado programa de análisis de inteligencia que no sólo sirve para iniciar acciones legales dentro del país, sino que asiste a agentes especiales de la DEA en el exterior. La DEA ha capacitado a más de 3 000 oficiales de las fuerzas del orden público extranjeros, que fueron sometidos a rigurosas investigaciones y trabajan para la agencia en diversos países del exterior. Estos oficiales se someten a detectores de mentiras de la DEA e investigaciones de antecedentes de rutina y reciben una amplia capacitación en la Academia de la DEA en Quantico, Virginia. Lo más importante es que trabajan en la región con agentes especiales y analistas de la DEA diariamente. Después de colaborar estrechamente con los supervisores de la DEA durante un período de tiempo, los oficiales transmiten su experiencia a sus agencias locales. El programa de la DEA para someter a investigación a los oficiales, que se realiza desde hace tres décadas, es un modelo que sirve como panorama para futuros programas de asistencia de seguridad en la región. Dentro de los Estados Unidos, la DEA está a cargo del Centro de Fusión de las Fuerzas Especiales contra el Crimen Organizado y los Delitos asociados al Narcotráfico, que consta de seis de las siete agencias federales encargadas de rastrear el crimen organizado, a través de la recopilación de datos de inteligencia y la realización de análisis. Del mismo modo, la DEA administra la Oficina de Inteligencia Especial (OSI) para producir 52 | Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense información de inteligencia sumamente clasificada sobre las vulnerabilidades contra las drogas y los cárteles. Los datos del centro de fusión y la OSI se ponen a disposición de los organismos del orden público a nivel local y estatal, a través del programa de las fuerzas especiales para el orden público local y estatal de la agencia. Por debajo del nivel federal, las redes de los departamentos de policía estatales y locales de todo el país son las que lideran la lucha diaria contra las pandillas que se encargan del lado “minorista” del negocio de las drogas ilegales dentro de los Estados Unidos. La policía local se enfrenta a los miembros de las pandillas frente a frente; la mayoría, si no todas, de las ciudades y las poblaciones de mediano y gran tamaño han formado unidades especiales para hacer frente a la diseminación de las pandillas en sus territorios. Las estrategias de los departamentos de policía son diversas, sin embargo, todos comparten la necesidad de recopilar información de inteligencia sobre la actividad de las pandillas y compartirla con otros departamentos, para contrarrestar la movilidad de las operaciones de las pandillas y los cárteles. Sin embargo, el componente más importante de la lucha contra las drogas a nivel local, por consenso general, es el policía de ronda, que conoce su vecindario, la gente y, con frecuencia, es el primero en detectar la actividad de las pandillas, particularmente en los vecindarios en donde la población local siente temor de informar dicha actividad. En una reciente conferencia de profesionales experimentados en el orden público se llegó a la conclusión de que el único componente fundamental en las estrategias policiales contra las pandillas es el “policía de pandillas” de ronda, que interactúa tanto con los miembros de los organismos del orden público como con los miembros de las pandillas; varios miembros destacaron que el trabajo de la pandilla “implica un determinado tipo de oficial... todos los policías hacen contactos por sus medios; la iniciativa individual es más importante en estos casos.”160 Tanto en la contrainsurgencia como en la actuación policial diaria, la competencia y capacidad del policía en la calle es la clave para mantener el orden público y, en última instancia, vencer tanto a los insurgentes como a los ladronzuelos. Las agencias federales del orden público, en particular la DEA, el FBI y sus agentes en todo el país, conforman el eje de los esfuerzos federales de los Estados Unidos contra los cárteles y las pandillas. Sin embargo, el sistema jurisdiccional en múltiples niveles estadounidense, coloca a los departamentos de policía locales al frente de las unidades operativas de los cárteles y las pandillas transnacionales y locales, en lo que rápidamente se está convirtiendo en una insurgencia local de menor nivel dentro de los Estados Unidos.161 Cualquiera sea la estrategia nacional que se desarrolle para contrarrestar la insurgencia de los cárteles, el objetivo final debe ser apoyar a los departamentos de policía locales y a los policías de ronda, que enfrentan a las pandillas a diario. Las pandillas, en particular las transnacionales, se han extendido por los Estados Unidos debido a mudanzas familiares, nuevos mercados criminales, para buscar áreas en donde las fuerzas del orden público sean limitadas y para evitar arrestos o represalias de pandillas rivales. Las cárceles se han convertido en importantes centros de actividad de las pandillas, en donde se reúnen los miembros de pandillas más curtidos, se reclutan y hasta dirigen se actividades de las pandillas, incluso desde el interior de celdas de máxima seguridad. Gran parte de la actividad de las pandillas en el sudoeste estadounidense, incluso en el sur de California, es coordinada desde prisiones federales por los miembros más antiguos de las pandillas de la mafia mexicana, que dirigen las actividades de las pandillas y arbitran disputas entre ellas. Una consecuencia no prevista de intentar desarticular a los miembros de las pandillas al transferir internos a distintas ubicaciones dentro del país fue la diseminación de las familias de pandillas, que se mudaban para permanecer cerca de su familiar preso.162 Muchas pandillas en los Estados Unidos, ya sean locales o transnacionales, no sólo están creciendo, sino que maduran de manera que las hace convertirse en potencialmente más aterradoras. John Sullivan, un oficial del Departamento del Sheriff de Los Ángeles y principal investigador sobre el desarrollo de las pandillas, ha formulado la teoría de que las pandillas se desarrollan en tres etapas: de pandillas locales de “territorios” verticalmente organizadas en la primera etapa, a pandillas internacionales más amplias y con mayor cobertura horizontal en la segunda etapa, hasta alcanzar la tercera etapa en la que las pandillas desafían al gobierno para controlar territorios u obtener soberanía, tal como ocurre en América Central. Mientras que las pandillas que se encuentran en los Estados Unidos oscilan entre las dos primeras etapas, el movimiento de los cárteles y, en especial, de las pandillas binacionales, como Barrio Azteca, en la frontera entre México y los Estados Unidos, podría presagiar un movimiento hacia la tercera etapa en algunas áreas.163 Un analista ha descrito la “tercera etapa” como una forma de insurgencia criminal que se mencionó anteriormente: Las pandillas de la tercera generación se encuentran sobre la línea que separa el crimen y la insurgencia. Estas organizaciones llegan a tales extremos para proteger sus actividades económicas sumamente lucrativas que terminan debilitando la autoridad y la legitimidad del estado. Asesinan a oficiales de policía, soldados y otras autoridades que intentar interferir en sus negocios; se infiltran, corrompen o, de alguna otra manera, debilitan las instituciones de gobierno; ejercen una violencia intensa y calculada para hacerse de zonas geográficas en las que puedan dominar a la población y operar completamente libres de control por parte del Estado. La mayoría de las pandillas de la tercera generación hace todo esto para obtener ganancias, y no por seguir una ideología; sin embargo, sus acciones son sumamente dañinas para la soberanía del Estado, las actividades económicas lícitas y la seguridad pública. En otras palabras, si bien las pandillas de la tercera generación con frecuencia no poseen una agenda política explícita generalmente asociada a las insurgencias, sus actividades sí tienen muchos de los mismos efectos políticos de las insurgencias.164 Mientras que los cárteles mexicanos claramente se están desplazando hacia el modelo de la “tercera generación” y la mayoría de las actividades de las pandillas de los Estados Unidos generalmente se ubican en la clase de la segunda generación, los oficiales de las fuerzas del orden público señalan con agudeza que las pandillas no siguen una evolución o doctrina lógica. Una pandilla en una localidad específica podría pasar por las tres etapas a la vez, según las condiciones locales. En | 53 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense la actualidad, algunas pandillas de los Estados Unidos son capaces de desplazarse a alguna parte del modelo de la “tercera generación.”165 Hay pasos que el gobierno de los Estados Unidos puede seguir –como parte de una estrategia de gobierno– para contener la amenaza de los cárteles extranjeros y prevenir la “maduración” de las pandillas locales de menor nivel. Todas estas tendencias implican una gran preocupación. Sin embargo, a pesar de que muchas pandillas de los Estados Unidos se están volviendo más sofisticadas e intimidatorias, esta característica no debe convertirse en una evaluación determinista. Hay pasos que el gobierno de los Estados Unidos puede seguir –como parte de una estrategia de gobierno– para contener la amenaza de los cárteles extranjeros y prevenir la “maduración” de las pandillas locales de menor nivel. 54 | Capítulo IV: UNA ESTRATEGIA ESTADOUNIDENSE PARA CONTRARRESTAR LOS CÁRTELES S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense I V. U N A E S T R AT E G I A E S TA D O U N I D E N S E PA R A CO N T R A R R E S TA R LO S C Á R T E L E S Para contrarrestar la amenaza impuesta por los cárteles y otros criminales transnacionales en el hemisferio occidental, los Estados Unidos deberían vencerlos dentro de las fronteras estadounidenses, además de ayudar a los países amigos de la región a vencer los cárteles dentro de sus territorios. Por lo tanto, la estrategia precisa del apoyo mutuo de las campañas nacionales y extranjeras. Actualmente, los Estados Unidos, sus naciones amigas y aliados hacen frente a una insurgencia organizada en redes, de alcance internacional y motivación criminal, que ha cobrado impulso en las últimas décadas. Esta situación es más evidente en México, pero generalmente sucede en todas partes del hemisferio –incluso en los Estados Unidos– excepto en Colombia, donde los cárteles y las pandillas están a la defensiva. Mientras que algunos vecinos estadounidenses en el sur lidian con amenazas fundamentalmente a sus sociedades cívicas, los Estados Unidos están bastante bien protegidos, debido a que sus fuerzas policiales y otros profesionales del orden público y el poder judicial, en todos los niveles, los tienen bien resguardados. Los insurgentes, en este caso los cárteles criminales, pueden ser vencidos; la experiencia colombiana demuestra que los gobiernos pueden, literalmente, estar casi al borde de la anarquía y restablecer el estado de derecho. En este momento, México se enfrenta a dicha prueba y todo hace parecer que éste es apenas el comienzo de sus esfuerzos. Todavía no se sabe a ciencia cierta si los Estados Unidos pueden reconocer el desafío y reaccionar eficazmente. En este caso, el enemigo tiene muchas formas, desde el gobierno de Venezuela que apoya a los cárteles de drogas y el aventurismo iraní, hasta los delincuentes locales en las calles estadounidenses; sin embargo, todo esto forma parte de una red criminal que abarca todo el hemisferio y desafía la seguridad de las comunidades estadounidenses e, incluso, sus procesos políticos. Como los expertos que aquí | 57 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense se mencionan destacaron, a la larga, los cárteles intentan corromper a los gobiernos anfitriones. Diversos elementos de esta estrategia requerirán que el gobierno estadounidense destine más recursos a sus programas. En palabras del ex director de la Política Nacional para el Control de Drogas, Gral. Barry McCaffery, los Estados Unidos deben reconocer la enorme resonancia social, médica, legal, económica, diplomática y de seguridad que barre las fronteras y abarca poblaciones completas.166 Las inversiones actuales evitarán que se necesiten inversiones mayores en el futuro, tanto a nivel nacional como internacional. Fortalecer a los estados será menos costoso que enfrentar su fracaso. Desbaratar a las pandillas también será menos costoso que intentar revertir más violencia en territorio estadounidense.167 Política y estrategias extranjeras El aumento de la insurgencia alimentada por las drogas en América Latina, apoyada por redes de estados, grupos guerrilleros y cárteles, implica una amenaza estratégica en parte geopolítica y en parte criminal. Los Estados Unidos deben cambiar sus políticas de una “guerra contra las drogas” a una estrategia más amplia que abarque todo el hemisferio y tenga dos objetivos. El objetivo a corto plazo para la política estadounidense debe ser mantener relaciones positivas con los estados latinoamericanos, contener las posibles amenazas de la presencia iraní en aumento en la región andina y asistir a otros países para que venzan las amenazas impuestas por los cárteles y sus pandillas asociadas. El Plan Colombia proporcionará un modelo para esta fase. El objetivo a largo plazo de la política estadounidense en la región debería ser asistir en el surgimiento de aliados fuertes, económicamente prósperos y democráticos, que puedan contener y vencer el crimen y la insurgencia bajo el estado de derecho. En general, las operaciones estadounidenses contra los cárteles en el exterior requieren el 58 | trabajo conjunto y un compromiso a largo plazo. El compromiso sostenido en la región es la clave. Si se tiene en cuenta el modelo de Colombia, el compromiso estadounidense no debe ser extravagante, sino estable, competente y aplicable a las circunstancias locales. Janice Elmore, una funcionaria jubilada del Departamento de Estado con una larga y continua experiencia en América Central y del Sur, señala: “A pesar de la publicidad en torno a los acontecimientos en México, del deterioro continuo de la seguridad en América Central y del aumento de la influencia de otros países en América del Sur, las prioridades de financiamiento estadounidenses aún se centran en Oriente Medio y Asia del Sur. […] El hemisferio occidental no es una prioridad de financiamiento. Ni siquiera está en los planes…”168 Los Estados Unidos deberían adoptar una estrategia hemisférica en contra de los cárteles, con cinco elementos clave: 1. Integrar la actividad militar y policial en un enfoque político más amplio que resalte el estado de derecho como alternativa al imperio de la fuerza. Debido a que los cárteles y las pandillas operan en una escala tan amplia, tanto en sus países anfitriones como internacionalmente, las estrategias contra los cárteles deben ser primero estrategias políticas. Esto se aplica tanto a los Estados Unidos como a otros países. Dado que la supervivencia de los cárteles depende del control de las regiones en donde el control del gobierno no existe y las poblaciones probablemente estén empobrecidas y alienadas, las estrategias contra los cárteles exitosas son fundamentalmente estrategias contra la insurgencia desarrolladas por los estados afectados y apoyadas por los Estados Unidos. 2. Ayudar a los países amigos del hemisferio a desarrollar instituciones estatales más funcionales, en particular los tribunales, y estimular el crecimiento económico. Los Estados Unidos deben ampliar su asistencia a la región mediante La razón de una política sostenida Independientemente de las políticas específicas que los Estados Unidos incorporen a su estrategia contra los cárteles, es fundamental que se mantengan el tiempo suficiente como para permitir que funcionen. El ex jefe de operaciones de la DEA, Michael Braun, comentó: La estrategia antidrogas [de los Estados Unidos] se modifica drásticamente con cada administración y, con frecuencia, cambia en modos que perturban significativamente la capacidad de los oficiales de las fuerzas del orden público de llevar a cabo la misión antidrogas de manera segura y eficaz. Esto siempre ha producido la pérdida de terreno y oportunidades, y se han derrochado recursos y esfuerzos. A largo plazo, carece de coherencia y erosiona constantemente la base del cumplimiento de las leyes antidrogas a nivel federal… Como ejemplos, la DEA pasó más de ocho años desarrollando una capacidad paramilitar híbrida para el cumplimiento de la ley, desde 1986 hasta 1994, en apoyo a las operaciones Snowcap y Cadence… El programa se convirtió en un éxito total, después de algunos contratiempos durante los primeros tres años, pero fue disuelto durante la administración Clinton. En consecuencia, no queda una capacidad de finalización sólida en toda América Central y el Caribe, gran parte de México, y la mayor parte de la región andina hasta la fecha.1 Las operaciones Snowcap (1988) y Cadence (1991) fueron conducidas por un cuadro conformado exclusivamente por agentes voluntarios de la DEA en la región andina y América Central, respectivamente. Diversos expertos han acordado que estas operaciones tuvieron resultados “rentables” impresionantes para el gobierno estadounidense. A pesar de ser un grupo pequeño que trabajaba con un presupuesto sumamente limitado, el equipo de agentes en servicio interino pudo embargar y destruir enormes cantidades de drogas. Ambos grupos continúan ofreciendo asesoramiento de apoyo militar al SOUTHCOM,2 pero gran parte de sus lecciones se perdieron. Las preferencias políticas han hecho que otros programas finalicen: En 1994, la DEA estableció 24 equipos de agentes especiales que contaban con entrenamiento y equipos especiales para trabajar con agencias estadounidenses del orden público, pequeñas a medianas, tanto a nivel local como estatal, a fin de hacer frente a sus pandillas relacionadas con las drogas y los niveles perceptiblemente mayores de violencia por parte de estas pandillas. El programa de Equipos Móviles de Coacción (MET) fue un éxito rotundo y fue bien recibido por los jefes de policía locales y los sheriffs de todos los Estados Unidos. En 2005, 2006 y 2007, la administración Bush fue reduciendo lentamente el programa, al insistir en que las pandillas y su violencia deberían ser manejadas por las agencias del orden público locales, estatales y otras agencias federales. El problema persiste: La mayoría de las agencias del orden público pequeñas a medianas no poseen la experiencia y los recursos necesarios para contrarrestar la amenaza que representan las pandillas de drogas, y el FBI, la ATF y la ICE únicamente participan en las iniciativas contra las pandillas que se llevan a cabo en las principales áreas metropolitanas.³ 1. Michael Braun, Successfully Attacking Drug Kingpins; Challenges and Solutions, (julio de 2010): 8. 2. David G. Bradford and William W. Mendel, Interagency cooperation – a regional model for overseas cooperation, Universidad Nacional de Defensa (1995): 12. 3. Michael Braun, Successfully Attacking Drug Kingpins; Challenges and Solutions, (julio de 2010): 8. | 59 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense la inclusión de funciones policiales y judiciales. Por ejemplo, como parte del Plan Colombia (una estrategia contra los cárteles desarrollada por Colombia), los Estados Unidos proporcionaron a la Policía Nacional de Colombia (PNC) equipos para interceptar telecomunicaciones y, junto con el DOJ, ayudó a que la PNC desarrolle un proceso judicial para investigaciones de interceptaciones telefónicas. El resultado fue una potente herramienta que sirvió de ayuda en las acusaciones contra los líderes del cártel y las extradiciones a los Estados Unidos para el juicio. De la misma manera, asistir a las naciones anfitrionas en el desarrollo de sistemas judiciales fuertes y sin corrupción es fundamental para ayudar o restablecer gobiernos estables en áreas amenazadas por un cártel u otro tipo de violencia insurgente; es improbable que se restablezca el orden civil si los policías honestos son obligados a entregar a los criminales en tribunales y juzgados corruptos. Otras agencias y contratistas estadounidenses pueden proporcionar asistencia material, capacitación, asociación y, con autorización, ayuda directa en determinadas áreas específicas, como la recopilación de determinados tipos de información estratégica de inteligencia. Actualmente, las responsabilidades de ayuda clave se dividen entre el Departamento de Estado, el DOD y el DOJ. La asistencia de seguridad estadounidense –con competencia del Estado– puede suministrar helicópteros, botes rápidos y material móvil fundamental para que la policía local cuente con movilidad similar y mejor que la de las pandillas. Es sumamente importante destacar que la relación entre el DOD y el DOJ debe ser replanteada y las fuerzas miliares estadounidenses deben apoyar a los agentes de la DEA y el FBI y a las naciones anfitrionas, cuando sea necesario.169 Los esfuerzos estadounidenses deberían dejar una “huella mínima” apropiada según las consideraciones políticas en el área, de modo que 60 | no parezcan tan invasivos. El esfuerzo de asistencia de los Estados Unidos en Filipinas y los asesores de las Fuerzas Especiales que llevan un tiempo en Colombia pueden servir como modelos, a diferencia de las operaciones en Irak y Afganistán. Los planificadores militares estadounidenses deben considerar otros tipos de integración mesurada de asesoramiento y capacidades militares en los sistemas de seguridad del país anfitrión, y –debido a los probables desafíos mundiales futuros– actualizar las doctrinas presentes contra la insurgencia para incluir la selección y capacitación de asesores militares. Sin embargo, fuera del ámbito de la seguridad, la solución a largo plazo para los cárteles de drogas neutrales es estimular el crecimiento y el desarrollo económicos y estrechar la brecha entre ricos y pobres. En ese aspecto, se puede demostrar que, históricamente, la ayuda estadounidense no ha sido eficaz. Asistir a los estados aliados en la generación de empleo y el incremento de oportunidades es clave para cortar finalmente el flujo de reclutas en los cárteles criminales. Sin embargo, los programas que sólo benefician a las elites sin distribución del ingreso provocarán más daño que ayuda; la economía “por goteo” ha sido un fracaso histórico en América Latina, y los Estados Unidos deben replantearse el modo en que proporciona ayuda económica.170 Una manera en que los Estados Unidos pueden ayudar al desarrollo macro¬económico es poniendo a disposición asesores profesionales, como se hizo con Taiwán, Corea del Sur, Vietnam del Sur y Chile en las últimas década.171 3. Aumentar los ataques directos a los cárteles. Los Estados Unidos y sus aliados deben incrementar su capacidad de operaciones de campo entre múltiples agencias, así como la profesionalización de las fuerzas militares del país anfitrión. El profesionalismo militar es crucial para las operaciones que requieren mantener la posición mientras que otras agencias nacionales se encargan de comenzar a restablecer el estado de derecho. Durante las últimas décadas, los profesionales de las fuerzas del orden público estadounidenses han desarrollado exitosas técnicas operativas que intimidan a los líderes de los cárteles: asociaciones con la policía local eficaz (a menudo con capacitación de los Estados Unidos), experiencia en interceptaciones telefónicas y vigilancia electrónica judicialmente aprobadas, programas de recompensa que hacen que los jefes criminales sean vulnerables a la traición y, sobre todo, en los casos en que la ley local lo per¬mite, extradición a los tribunales y las cárceles estadounidenses. La DEA ya opera en la región y ha forjado relaciones sólidas con sus agencias homólogas. Asimismo, la agencia ha trabajado estrechamente con los comandos de combate estadounidenses, en particular el SOUTHCOM, cuya potente autoridad con jurisdicción extraterritorial complementó los propios programas militares para ayudar a los aliados de los Estados Unidos en la región. La DEA debe continuar asesorando y asistiendo a la policía del país anfitrión y las fuerzas antinarcóticos; sin embargo, es necesario aumentar el tamaño de la agencia. Con 5 500 agentes en todo el mundo –incluso en los Estados Unidos– la agencia, que cumple una función clave en la guerra continua contra los cárteles, abarca más de lo que puede. 4. Atacar las redes financieras y las capacidades de lavado de dinero de los cárteles. Ésta es una estrategia clave que requiere más recursos del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, en donde el aumento relativamente mínimo del personal de análisis e inteligencia podría traducirse en amplias ganancias estratégicas. Los líderes de los cárteles sienten temor de las acusaciones estadounidenses y las extradiciones a los tribunales de este país; la extradición, la exposición y el embargo de dinero “sucio” proveniente de operaciones criminales son todas estrategias eficaces que identifican a los cerebros de las operaciones y los amenazan con someterlos a juicio en los tribunales y hacerlos cumplir largas condenas en las cárceles estadounidenses.172 Los Estados Unidos han aprendido a utilizar el análisis financiero y las acusaciones como armas en contra de los cárteles, incluso si estos se encuentran más allá del alcance inmediato de la ley estadounidense. Michael Braun comentó: Los subalternos de los cárteles latinoamericanos pasan por una investigación de rutina y se ponen a disposición de la justicia de los Estados Unidos, pero el liderazgo corporativo de los cárteles aprendió hace años a permanecer en su propia tierra, desde donde pueden comandar y controlar sus operaciones globales sin temer la… intervención de las organizaciones del orden público y los procesos judiciales en su propio país. A lo que más le temen los cárteles es a las fuerzas del orden público federales y a los juicios estadounidenses tanto en sus propios países como [en los Estados Unidos]. La mayoría de los líderes de los cárteles, así como los poderosos jefes de estado como Hugo Chávez y Evo Morales en Venezuela y Bolivia, respectivamente, no pueden quitarse de la cabeza la imagen que apareció en los periódicos de todo el mundo en la que aparecen tres Agentes Especiales de la DEA… escoltando al dictador panameño Manuel Noriega hacia la parte posterior de un avión C-130 para su extradición a los Estados Unidos. Ellos comprenden claramente que la potente conspiración y las jurisdicciones extraterritoriales que el Congreso [estadounidense] creó para la agencia (DEA) es la autoridad jurisdiccional de “largo alcance” que, en última instancia, puede conducir a su extradición y juicio ante un juzgado estadounidense. Más del 85 por ciento de todas las extradiciones de líderes de cárteles, así como de las FARC, son el resultado de complejas investigaciones de conspiración de la DEA, que | 61 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Esfuerzos internacionales para contrarrestar las redes criminales LAS NACIONES UNIDAS Las Naciones Unidas estableció una cantidad de iniciativas para combatir el crimen organizado. 62 | para la no proliferación de armas de destrucción masiva, UNSCR 1540, para “abordar los déficit en las capacidades […] y fortalecer las competencias de las instituciones de gobierno” contra asuntos como el lavado de dinero y el contrabando de personas y armas.3 Esto podría ser particularmente útil para ayudar a las regiones que requieran niveles elevados de apoyo en múltiples facetas, como América Central. La Convención de Palermo, que se firmó en noviembre del año 2000 y entró en vigencia en septiembre de 2003, ha sido, tradicionalmente, el principal instrumento de combate contra el tráfico de armas transnacional, el tráfico de personas y el contrabando.1 La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC), que entró en vigencia en diciembre de 2005, requiere que los países firmantes criminalicen una gran variedad de actos de corrupción –no sólo el soborno y el desfalco, sino también el cohecho indirecto y el “ocultamiento y lavado del dinero producto de actos de corrupción.”2 Las partes de la UNCAC aceptaron cooperar en la prevención, investigación y acusación de individuos corruptos. La recuperación de activos, un principio fundamental de la convención, permite que los gobiernos puedan repatriar las ganancias por corrupción ocultas en jurisdicciones extranjeras y es particularmente importante para desarrollar países cuyas arcas nacionales hayan sido agotadas por la práctica. INTERPOL Interpol no es una agencia de policía supranacional, sino una red cooperativa que vincula a las agencias de policía de diversos países para fomentar la colaboración. Con sede principal en Lyon, Francia, y oficinas especializadas en cada país (oficinas centrales nacionales o NCB), en la actualidad, la organización cuenta con 181 agencias miembro.4 Interpol también ha firmado diversos acuerdos de cooperación con otras organizaciones, como Europol o, lo que es más pertinente, con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, con el cual se comprometió a crear una base de datos de individuos y organizaciones que proporcionan asistencia financiera a grupos terroristas.5 Otros mecanismos de las Naciones Unidas pueden servir para apoyar las iniciativas contra el crimen, aun cuando ésta no es la misión principal. Un informe reciente de Stanley Foundation recomienda que los gobiernos regionales empleen la asistencia de “doble uso” de la resolución de las Naciones Unidas Las organizaciones como Interpol permiten que los países establezcan sistemas de información en común. Por ejemplo, en 2002 Interpol anunció el lanzamiento del Sistema Global de Comunicaciones basado en Internet, una plataforma que facilita el intercambio de información seguro y rápido entre las fuerzas policiales de los países miembro. También permite que los países cooperen a pesar de sus diferencias políticas, como sucedió cuando los Estados Unidos y Francia trabajaron de manera conjunta para tomar medidas antiterroristas a mediados de la década del 2000, a pesar de sus fuertes desacuerdos en torno a la guerra en Irak.6 Sin embargo, la diver¬sidad entre las agencias miembro a menudo dificulta su eficacia debido a que predomina la desconfianza. Los Estados Unidos, en particular, a menudo operan unilateralmente, confiando en sus propias habilidades más que en las de Interpol. Si bien tiene representación mediante un subdirectorio para las Américas, Interpol “persigue criminales internacionales específicos y no se centra en el objetivo más amplio de amenazas comunes para el hemisferio.”7 Asimismo, si bien Interpol y la Organización de Estados Americanos (OEA) han acordado intercambiar información, esto realmente sucede muy raras veces y lentamente, debido a que poseen sistemas de tecnología de la información incompatibles.8 CANALES PARA COMPARTIR INFORMACIÓN NO OFICIAL Cuando las organizaciones multilaterales oficiales no logran producir resultados visibles, las personas ingeniosamente buscan otras maneras de establecer asociaciones confiables. En lugar de pasar por Interpol, por ejemplo, los oficiales de las fuerzas del orden público en los Estados Unidos y México, entre otros, han formado la Asociación Internacional para la Investigación de Pandillas Latinas (INLGIA), que ha servido para consolidar la confianza entre los funcionarios, en particular cuando se trata de países en donde la corrupción es generalizada.9 1. Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, United Nations Convention against Transnational Organized Crime and its Protocols (acceso en agosto de 2010), http://www.unodc.org/unodc/en/treaties/ CTOC/index.html. 2. Ver David Asher, Countering the Business of Irregular Warfare, presentación al autor (agosto de 2010). 3. Brian Finlay, WMD, Drugs, and Criminal Gangs in Central America: Leveraging Nonproliferation Assistance to Address Security/Development Needs with UN Security Council Resolution 1540, The Stanley Foundation (agosto de 2010): 4. 4. Mathieu Deflem, “Global Rule of Law or Global Rule of Law Enforcement? International Police Cooperation and Counterterrorism,” Annals of the American Academy of Political and Social Science 603 (enero de 2006): 240-251. 5. Ibíd.: 245. 6. Ibíd.: 248. 7. Sarah García, “Multilateral Cooperation: A New Look at Information Sharing,” Monografía del Colegio Interamericano de Defensa, mayo de 2005. 8. Ibíd. 9. Comentarios en el taller del CNAS (10 de diciembre de 2009). | 63 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense han conducido a acusaciones judiciales penales en [los Estados Unidos]. De hecho, los principales 50 miembros de la Secretaría Ejecutiva de las FARC están acusados… en un tribunal del distrito sur de la ciudad de Nueva York.”173 Los funcionarios estadounidenses pueden exponer los argumentos en contra de las transacciones de los cárteles mediante el Programa de Rastreo de Financiamiento Terrorista desarrollado por el Departamento del Tesoro después del atentado del 11 de septiembre, para identificar, rastrear y perseguir a terroristas extranjeros. Esta herramienta se interconecta con la Sociedad para las Comunicaciones Financieras Interbancarias Internacionales (SWIFT), una cooperativa de propiedad de sus miembros con más de 9 000 organizaciones financieras en 209 países, que intercambian millones de mensajes de pago estandarizados a diario. Además, el Grupo de Acción Financiera (FATF), una organización multilateral, apoya un programa contra el lavado de dinero no vinculante, al que se suscriben la mayoría de los países del mundo. Después de varios años de negarle el acceso a los investigadores estadounidenses, recientemente, la Unión Europea les volvió a otorgar acceso a la SWIFT Europea.174 De igual importancia es obtener acceso a bases de datos fundamentales de los bancos del Caribe y cerrar otras escapatorias, incluso aquellas en los Estados Unidos, un lugar seguro y estable para que los delincuentes coloquen su dinero. En un estudio, los Estados Unidos se ubicaron en segundo lugar entre cinco ubicaciones deseables para el lavado de dinero, después de Luxemburgo y antes que Suiza.175 64 | 5. Adaptar las misiones estadounidenses en el exterior para responder de mejor manera al crimen transnacional y a otras amenazas transnacionales. A fin de asociarse eficazmente con los aliados regionales y vencer a los cárteles, los Estados Unidos deben comenzar a desarrollar o reforzar sus propias “redes” hemisféricas, a fin de aumentar la flexibilidad y la capacidad de respuesta de la implementación de la política estadounidense en la región. Dado que el apoyo estadounidense a los gobiernos y las instituciones locales se debe adaptar para que cumpla eficazmente con las condiciones locales, un paso sería descentralizar lo más posible la planificación e implementación de una gama apropiada de apoyo regional diplomático, militar, económico y del orden público para los planificadores regionales y la misión estadounidense. Los embajadores de los Estados Unidos en la región deberían recibir más capacidades para integrar dicho apoyo de la agencia estadounidense. Como principal representante estadounidense en el área, un embajador debería coordinar y supervisar las actividades de todas las agencias del gobierno estadounidense representadas en la misión local de los Estados Unidos y recibir el apoyo de un personal integrado que le rinda cuentas. Políticas y Estrategias internas estadounidenses La respuesta interna de los Estados Unidos al desafío de los cárteles y las pandillas se clasifica en tres categorías. La primera es el desafío al orden público que representan los cárteles y sus pandillas asociadas; deben ser confrontados y acusados, y se debe evitar que consoliden sus “negocios” criminales como lo hacen en el sur. En segundo lugar, los Estados Unidos deben acelerar sus campañas simultáneas para reducir el consumo de drogas y encargarse de los adictos. En tercer lugar, los Estados Unidos deben apoyar los programas nacionales para reducir la influencia de las pandillas locales en las comunidades y, en especial, para prevenir el reclutamiento de las pandillas en las escuelas. Para lograr estos tres amplios objetivos de las políticas internas, se necesita implementar varias iniciativas legislativas y políticas de manera simultánea. 1. Aumentar el apoyo federal para las fuerzas del orden público locales. Los departamentos de policía locales, respaldados por asistencia estatal y federal, conforman la primera línea contra los cárteles y las pandillas. En la comunidad, los departamentos de policía compiten por recibir dinero de impuestos con otras agencias locales: departamentos de bomberos, escuelas, librerías y otros servicios esenciales. Sin embargo, lo mismo que hace que la policía sea vulnerable a las presiones –su cercanía y sensibilidad frente a los problemas de la comunidad– también las convierte en las agencias del orden público más eficaces en la lucha contra los cárteles y las pandillas. Conocen las calles, las personas, los vecindarios en donde la actividad de las pandillas es más frecuente; son el brazo del gobierno con contacto directo a diario con el público y, particularmente, con las personas con mayores probabilidades de resultar afectadas por los cárteles y las pandillas vio¬lentas. Una red de fuerzas del orden público nacional, que cuente con capacidades importantes a nivel federal y estatal pero que esté organizada y refocalizada en apoyar a los departamentos de policía locales, conformaría una potente “antired” contra los cárteles y las pandillas.176 interactúan con la policía local, como también lo hace la ICE. Sin embargo, esta organización aún no está totalmente organizada en una red. 2. Desarrollar y difundir una mejor inteligencia. Para contrarrestar de mejor manera los cárteles y las pandillas, los oficiales estadounidenses de las fuerzas del orden público necesitan información de inteligencia más eficaz, oportuna y mejor distribuida. En la primera línea, los departamentos de policía locales se esfuerzan por intercambiar y analizar datos regionales y nacionales, compitiendo con los cárteles criminales y las pandillas que no tienen límites reales de financiamiento, movilidad o acceso a equipos electrónicos modernos. Para que la policía local reciba información de inteligencia nacional de mayor nivel, la DEA cuenta con 225 oficinas locales en todos los Estados Unidos y ha implementado un programa de fuerzas especiales a nivel local y estatal durante más de 40 años, con oficiales de las fuerzas del orden público locales y estatales asignados para trabajar en conjunto con los Agentes Especiales de la DEA. Del mismo modo, los oficiales de campo del FBI los cárteles y las pandillas. Sin embargo, lo mismo que hace que la policía sea vulnerable a las presiones –su cercanía y sensibilidad frente a los problemas de la comunidad– también las convierte en las agencias del orden público más eficaces en la lucha contra Después del 11 de septiembre, la legislación federal aprobada exigió el desarrollo de un nuevo “entorno de intercambio de información” para las fuerzas del orden público y un Consejo de Intercambio de Información (ISC), que, a su vez, hizo que se estableciera el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), con una red nacional de 58 “centros de fusión” que combinan y envían información e inteligencia relacionadas con las fuerzas del orden público a las agencias de participación voluntaria. Los centros de fusión se han proliferado rápidamente, pero continúan enfrentando deficiencias. Típicamente, los centros de fusión consolidan recursos de diversas de las agencias que participan en un único centro principal, que ocasionalmente posee ubicaciones satélite adicionales. El propósito | 65 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense de dicha asociación es permitir el intercambio de información y el análisis rápido al posibilitar el acceso a fuentes de múltiples agencias casi en tiempo real. Sin embargo, incluso ahora el intercambio de información suele estar impedido por computadoras o terminales de datos autónomos de agencias individuales, que no permiten el análisis de datos automático y rápido y hacen que los usuarios deban dirigirse de un terminal a otro para integrar los datos. Estos desafíos podrían superarse fácilmente mediante el empleo de arquitecturas de tecnología de la información modernas, seguras y abiertas. Que las políticas burocráticas y las políticas administrativas anticuadas puedan modificarse lo suficientemente rápido es otra cuestión. En cambio, México está desarrollando un sistema de intercambio de datos policiales llamado “Plataforma México”: un sistema de información criminal integrado para todo el país, que rastrea estadísticas criminales y desplaza registros e información de inteligencia entre las fuerzas policiales y de seguridad. Si bien el sistema federal mexicano es muy diferente en muchos aspectos al estadounidense, los profesionales de la policía de ambos lados de la frontera reconocen el valor de la transferencia de información rápida y el intercambio de inteligencia para estar un paso adelante de los cárteles.177 66 | policía de ronda reciba datos completos desde los niveles federales; la ayuda de la DEA y el FBI son invaluables, pero todavía hay mucho por hacer. De acuerdo con los oficiales de las fuerzas del orden público en el área, los centros de fusión se enfrentan a otros problemas. Siguen sin recibir financiamiento adecuado y no poseen personal suficiente, y el hecho de que la participación en los programas sea voluntaria entre jurisdicciones suma dificultades para compartir la información. El Centro de Inteligencia de El Paso dependiente del DOJ tiene el potencial de convertirse en un “súper centro de fusión” a nivel nacional. El EPIC fue creado en 1974 y está diseñado para recoger, procesar y difundir información sobre el tráfico de drogas, los movimientos de fondos, el contrabando de personas, el tráfico de armas y otras actividades ilegales. El EPIC incluye representantes de prácticamente todas las agencias federales relacionadas con el tráfico ilegal de drogas y las operaciones contra los cárteles. Recientemente, puso en marcha una Célula de Coordinación para el Control Fronterizo (BECC) y un Equipo Nacional de Apoyo de Inteligencia (HIST) destinados a compartir información entre las agencias locales, estatales y federales. Sin embargo, las capacidades de análisis del EPIC siguen siendo limitadas: por ejemplo, no procesa toda la información sobre el embargo de drogas, no analiza documentos fraudulentos y trabaja con información que no siempre es actual.178 Por lo tanto, se debería ampliar esta capacidad de análisis y unirla a una red de centros de fusión más amplia e inclusiva, a nivel nacional. El EPIC debería ampliar su acceso a la Red de Datos de Seguridad Nacional (HSDN) y continuar avanzando para estandarizar los lenguajes y programas de procesamiento de datos con ayuda de los recursos federales. Como ya reconoció el DOJ, el EPIC también debería convertirse en el centro de las 32 fuerzas especiales autónomas del programa del Área de Tráfico de Drogas de Alta Intensidad (HIDTA).179 Además del intercambio de información, los departamentos de policía locales necesitan tener acceso a un mejor análisis de los datos, combinaciones producidas por sus propios analistas en sus propios departamentos y que el Generalmente, los oficiales de las fuerzas del orden público necesitan: (1) integración, local y nacional, de los sistemas de inteligencia, video y bases de datos; (2) maneras de abordar cuestiones de seguridad, privacidad y OPSEC (seguridad de las operaciones) a nivel local y nacional; (3) herramientas analíticas y capacidades de análisis de redes distribuidas; y (4) motores de búsqueda más potentes en redes abiertas y protegidas. El objetivo es hacer que los sistemas estandarizados y accesibles a nivel nacional lleguen hasta los niveles más bajos de la organización policial –a nivel de la comisaría o inferior, en algunos casos.180 3. Apoyar el intercambio comunitario de conocimiento sobre estrategias contra las pandillas. Mientras que la policía y otras agencias de las fuerzas del orden público son las encargadas de enfrentar los efectos directos del crimen, se necesitan esfuerzos generalizados de la comunidad para prevenir o moderar la cultura relacionada con las pandillas en los vecindarios locales. La asistencia federal a las comunidades, en forma de intercambio de conocimiento, análisis de las pandillas y desarrollo comunitario, también debería estar disponible según se necesite o en forma de lecciones aprendidas. Un programa federal para ayudar a que las comunidades y ciudades aprendan de quienes ya han vencido satisfactoriamente a las pandillas sería un aporte valioso para establecer redes de poblaciones y ciudades, y hasta condados rurales hostiles al establecimiento de la plaga de las pandillas. Por ejemplo, la ciudad de San José, California, posee un programa activo y a largo plazo para la prevención de pandillas, basado en la prevención, integración y reinserción de los miembros de las pandillas en la sociedad.181 Hasta que todas las comunidades se hayan “inmunizado contra las pandillas” eficazmente, los miembros de los cárteles y las pandillas violentas sencillamente irán de un lugar a otro. Un oficial de las fuerzas del orden público observó que “cuando echábamos a las pandillas de Nueva York, aumentaba el índice de asesinatos en Nueva Jersey.”182 4. Reducir el nivel de consumo de drogas ilegales en los Estados Unidos y, por lo tanto, el mercado de las drogas ilegales que enriquece a los cárteles. El consumo de drogas se puede reducir con el paso del tiempo mediante la combinación adecuada de prevención, tratamiento, castigo e interdicción. Esto no sólo aborda un importante problema de salud en los Estados Unidos, sino que también ataca directamente la fuente de financiamiento principal de los cárteles para sus operaciones ilegales y aumenta su vulnerabilidad frente a las iniciativas de las fuerzas del orden público, al obligarlos a diversificarse y tomar riesgos. Se ha logrado tener éxito en algunos aspectos. Si bien un estudio realizado en el año 2008 por la Organización Mundial de la Salud indicó que los Estados Unidos lideraban el porcentaje mundial de población que consumió cocaína (más del 16 por ciento) o marihuana (más del 42 por ciento),183 en 2009, la ONDCP informó una reducción en el consumo de drogas entre los adolescentes y adultos en edad activa de los Estados Unidos, lo cual refleja una tendencia que ha continuado desde 1997.184 Reducir el mercado de drogas en los Estados Unidos y el flujo de dinero a los cárteles conformaría el eje principal de la política nacional estadounidense, pero con una importante salvedad. Reducir el consumo de drogas ilegales en los Estados Unidos es importante por diversos motivos –la salud pública y la disminución del crimen son dos– pero atacar la distribución de drogas o recortar sus ganancias únicamente no terminarán con la amenaza de los cárteles y las pandillas. Muchos cárteles y pandillas no sólo son sumamente adaptables y están interconectados, sino que también son organizaciones permanentes con iniciativa, no son solamente pandilleros o traficantes casuales. Cuando las ganancias de las drogas disminuyan, los registros indican que se adaptarán para buscar otros “mercados” que reemplacen los ingresos perdidos. Mantener la presión en la interdicción. A medida que mejoran los programas de interdicción en la región, se han detenido y embargado cientos | 67 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense 68 | En los primeros dos meses de 1973, el número de muertes relacionadas por el consumo de estupefacientes en Nueva York, Cook County (Chicago), Washington y San Francisco disminuyó un 48 por ciento, en comparación con el mismo período en 1972. Además, según la Red de Advertencia sobre el Consumo de Drogas (DAWN), se redujo el número de visitas relacionadas con las drogas a las salas de emergencia de los hospitales en un 4 por ciento. Mientras tanto, en Nueva York, el número de casos de hepatitis relacionadas con el consumo de drogas cayó de 386 en el primer trimestre de 1971 a 318 en el mismo período de 1972 y, apenas, 89 en 1973.185 16 14 12 10 8 6 4 2 Heroína Heroin Inhalantes Inhalants 0 Alucinógenos Hallucinogens Además de la interdicción enérgica, los Estados Unidos deberían proporcionar tratamiento para los adictos a las drogas. Una de las ironías de la lucha de la nación contra las drogas ilegales es que ya se conoce cómo disminuir el consumo de drogas. De hecho, durante una presidencia estadounidense, fue posible reducir verdaderamente el consumo de drogas; en 1972, Richard Nixon estableció un programa nacional que combinó centros de control y tratamiento eficaces que disminuyeron el consumo de drogas en todo el país. FIGURA 7: CONSUMO DE DROGAS ILEGALES EN LOS ESTADOS UNIDOS DURANTE EL MES PASADO, 2008 Cocaína Cocaine de toneladas de cocaína y otras drogas que, de otro modo, hubieran terminado en venas estadounidenses, antes de llegar a la frontera. La interdicción marítima ha tenido tal éxito que, como se explicó anteriormente, los cárteles debieron optar por tomar rutas por tierra o dedicarse a construir submarinos. Los programas de interdicción tienen efectos beneficiosos para los Estados Unidos y también apoyan a los estados aliados en sus operaciones contra las redes criminales autóctonas. Los cárteles colombianos más peligrosos han sido desbaratados y Colombia está en las últimas etapas de recuperación de su soberanía nacional. Cientos de subalternos de los cárteles y pandillas y algunos cerebros están en cárceles estadounidenses; otros se encuentran en cárceles de la nación anfitriona o muertos. *Psicofármacos Psychotherapeutics 2 0 1 0 Marihuana Marijuana D E Millones de personas S E P T I E M B R E Fuente: Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos * * Incluye analgésicos, tranquilizantes, estimulantes y sedantes. Sin embargo, con el paso del tiempo el panorama del consumo de drogas como un problema de salud pública, versus un acto criminal, se debilitó con las guerras políticas que surgieron tras la renuncia de Nixon. A medida que las drogas se generalizaron, el público que emitía sus votos y sus representantes reaccionaron violentamente en contra de los tratamientos y esta reacción se mantuvo. La Estrategia Nacional para el Control de las Drogas recientemente publicada por la administración Obama buscar restablecer el equilibrio general entre el tratamiento y el castigo. Se debería iniciar un programa nacional para el tratamiento del consumo de drogas, abierto a todos los adictos de todos los niveles y edades, como parte necesaria de la guerra contra los cárteles. Asimismo, el gobierno debería financiar federalmente los tribunales locales especializados en drogas. Actualmente, muchos estados poseen “tribunales especializados en drogas” exclusivos y sumamente eficaces, que reúnen equipos con personal que interviene en el tratamiento, la educación, el cumplimiento de la ley y la libertad condicional determinada por el tribunal, a fin de abordar con mayor firmeza a los infractores sin antecedentes. Bajo la dirección y la supervisión rigurosa de un juez especializado en drogas, una persona que es encarcelada acusada por posesión de drogas se somete a un estricto programa de intervención dirigido por el tribunal, que generalmente dura varios meses. Si la persona completa satisfactoriamente el programa de intervención, se le retiran los cargos y se elimina el registro del arresto. Cuando se los utiliza, estos tribunales presentan bajos índices de reincidencia.186 Estos programas locales están sujetos a las presiones de los presupuestos locales y compiten con escuelas, departamentos de policía y otros servicios municipales. Con sus detallados programas de intervención, los tribunales especializados en drogas son relativamente costosos, pero eficaces. Ningún otro tema es más controversial que la cuestión de la legalización de las drogas en los Estados Unidos. Los datos de este informe refutan la creencia que frecuentemente se repite, de que sólo la legalización podría vencer a los cárteles. Como se señaló anteriormente, los cárteles de drogas han alcanzado una etapa en su desarrollo que podría garantizar su continuidad durante cualquier transición a la legalización de las drogas por parte de los Estados Unidos y de cualquier otro país. Es sumamente improbable que la legalización de las drogas en los Estados Unidos –ya sea de tan solo algunos tipos o de todos– termine con la amenaza de estas organizaciones. Los cárteles se han convertido en empresas criminales multifacéticas, dedicadas a obtener ganancias de cualquier actividad que genere mucho dinero; si bien la mayor parte de sus ingresos proviene de las drogas ilegales, también participan en otros crímenes violentos y delitos de “cuello blanco.” La gran cantidad de cárteles que figuran en este informe –los cárteles mexicanos, las FARC colombianas y otros grupos dedicados al tráfico ilícito de drogas– son un nuevo tipo de organización criminal transnacional, que aprovecha la economía informal mundial para obtener ganancias no sólo de las drogas, sino del tráfico de personas, la prostitución, el robo de identidades, la venta de armas, las transacciones financieras ilegales, etcétera. También participan en secuestros, extorsión, asaltos, intimidación y otros tipos de crímenes. Poseen patrocinadores poderosos en el estado y forman parte de una red mundial de comercio ilegal. Para los Estados Unidos, optar por la legalización como principal estrategia contra los cárteles sería un salto al vacío, en particular cuando otras estrategias destinadas a disminuir el consumo de drogas, según se analizó en esta sección, han demostrado ser eficaces. 5. Iniciar una campaña nacional coherente y a largo plazo destinada a reducir lo atractivo de la cultura de las pandillas, incluso el consumo de drogas ilegales, entre los adolescentes estadounidenses. En una de las conferencias que respaldan este estudio, un policía experimentado que se especializa en pandillas señaló: “Tenemos campañas nacionales para abandonar el cigarrillo y para fomentar el uso del cinturón de seguridad. ¿Por qué no podemos tener una campaña nacional para que nuestros hijos dejen de pensar que las pandillas son geniales?”187 Tiene sentido. En una cantidad de tiempo relativamente corta, la opinión pública estadounidense ha desalentado el consumo de una droga legal (el tabaco), el hecho de conducir bajo los efectos del alcohol (MADD), generó presión entre el público para que usen cinturones de seguridad y asientos para niños en los automóviles e influyó en otra gran cantidad de | 69 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense políticas en un esfuerzo continuo mucho mayor que aquellos destinados a desalentar el consumo de drogas ilegales o el reclutamiento de las pandillas entre los miembros más vulnerables de la población estadounidense. 6. Combatir las pandillas en las escuelas. En los Estados Unidos, la expansión de las pandillas juveniles que facilitan el consumo destructivo de drogas ilegales y de violencia no sólo debilita el futuro de muchos jóvenes y de la seguridad de las calles y los vecindarios locales, sino que implica una amenaza directa a la seguridad a largo plazo de los Estados Unidos, al proporcionar entornos que conducen a actividades violentas. En un mundo sumamente interconectado, los desafíos no se detienen en las fronteras, los límites de las ciudades ni en las escuelas estadounidenses. Las pandillas de todo tipo reclutan activamente a estudiantes de las escuelas públicas y privadas de todos los niveles: secundaria, media y primaria. Utilizan diversas técnicas, que incluyen incentivos positivos, intimidación y medios sociales. A pesar de las leyes estatales en contra del reclutamiento de pandillas, éstas continúan atrayendo a estudiantes de edades cada vez más jóvenes.188 El reclutamiento de las pandillas de la próxima generación de niños estadounidenses se debería abordar como un desafío nacional. Existen técnicas útiles y que se sabe que funcionan para contrarrestar las influencias de las pandillas; algunas de estas técnicas son el uso de Funcionarios de Recursos Escolares (SRO) destinados a identificar la actividad de las pandillas en las escuelas y combatir el reclutamiento, la mayor participación de los padres en las etapas tempranas del desarrollo de sus hijos, el uso de uniformes escolares para impedir que se lleven los “colores” y se siga la moda de las pandillas, y otra gran cantidad de medidas en beneficio del orden público y la prevención social.189 El problema, con mayor frecuencia, es local. Los obstáculos incluyen la renuencia de las comunidades a admitir la presencia de pandillas, la presión de los impuestos locales 70 | para mantener la financiación de los SRO, la falta de financiación o de tiempo para lograr la participación de los padres –un gasto clave que muchas veces no se tiene en cuenta– y la incredulidad de que la actividad de las pandillas pueda llevarse adelante tan cerca del hogar (o la incapacidad por parte de los padres de aceptar la participación de sus hijos en pandillas). 7. Reformar las políticas de inmigración. Históricamente, los inmigrantes han sido considerados como activos para los Estados Unidos; las nuevas poblaciones representan nuevas energías y juventud para el mercado estadounidense. Sin embargo, una gran cantidad de población ilegal sirve, sin darse cuenta, para cubrir elementos criminales, que hurgan en los vecindarios y se aprovechan de los inmigrantes, que son renuentes a buscar protección de las agencias encargadas del orden público. Debido a la crisis económica, el DHS informa que más de 1 millón de inmigrantes indocumentados abandonaron el país y dejaron una población indocumentada de aproximadamente 10 millones de personas.190 Los inmigrantes ilegales que permanecen no pueden regresar de forma segura a sus países de origen ni buscar la protección de la ley cuando son víctimas de las pandillas o los cárteles. Si dejamos de lado los argumentos en relación con la contribución de los inmigrantes ilegales para la sociedad y para la economía nacional, debemos reconocer que no se debe permitir que los cárteles y las pandillas se alojen y alimenten de comunidades de inmigrantes que no pueden comunicarse eficazmente con las organizaciones encargadas del orden público. La posibilidad de tener comunidades latinas permanentemente alienadas dentro de los Estados Unidos representa una vulnerabilidad estratégica importante que se debe tratar mediante una reforma del sistema y su asimilación lo más rápido posible. 8. Reformar las cárceles. Las cárceles poseen una importante función en el reclutamiento y direccionamiento de las pandillas. En cierto sentido, las cárceles se han convertido en las “escuelas de graduados” de la vida de las pandillas, quienes desempeñan un rol activo en el reclutamiento de miembros y el control de sus territorios desde la cárcel. Los líderes de los cárteles y las pandillas a menudo continúan sus actividades desde la misma cárcel. Los reclutas más jóvenes y sin antecedentes muchas veces son reclutados en las pandillas para trabajar junto a delincuentes más curtidos; con frecuencia, las cárceles no cuentan con educación ni capacitación laboral; y los internos son liberados sin posibilidades o con escasas perspectivas de reintegrarse a la sociedad.191 Estas prácticas son contraproducentes. No tiene sentido devolver a las calles a criminales que estén más curtidos de lo que estaban cuando se los encarceló inicialmente, ni tampoco resulta rentable pagar más por los prisioneros que por la educación universitaria. haya una menor cantidad de reincidencias parece depender de los programas de capacitación y educación en los centros de detención, así como de la reintegración eficaz de los criminales liberados a la sociedad, lo que incluye garantizar un trabajo o capacitación laboral, educación, etcétera.193 Debería restringirse la capacidad de los líderes de cárteles y pandillas para continuar operando desde las cárceles, por sus espacios geográficos o por medio de cualquier otro método que impida que se comuniquen con sus organizaciones. Los regímenes carcelarios deben centrarse más en la rehabilitación, la capacitación laboral y la educación (en ningún otro lugar, los pandilleros de menor rango están tan concentrados y bajo el control de las fuerzas del orden público como para poder llegar a rehabilitarse y convertirse en mejores ciudadanos). Esto no significa que todos puedan ser rehabilitados; la experiencia indica que los criminales curtidos deben permanecer recluidos y se debería restringir su capacidad de supervisar a las pandillas “de afuera.” Sin embargo, la rehabilitación debería ser un modelo aplicable a la gran mayoría de los 1.5 millones de prisioneros en los Estados Unidos, el número más elevado en relación con la población en todo el mundo.192 Que | 71 Capítulo V: CONCLUSIÓN S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense V. CO N C LU S I Ó N Al inicio de este estudio, citamos a Moisés Naím, autor de Illicit, que dijo que en última instancia, la estructura de la sociedad está en juego en la lucha contra la corrupción mundial. Sin la intención de sonar alarmistas, creemos que está en lo cierto –y, ciertamente, los residentes de Guatemala, Tegucigalpa, Managua o Barranquilla estarán de acuerdo. Los cárteles mexicanos y colombianos, y los funcionarios gubernamentales corruptos que exportan los productos de las FARC bajo la otrora orgullosa bandera venezolana, son apenas la primera ola de criminales que se aprovecha de las oportunidades sociales y tecnológicas del siglo XXI. Habrá otras y, de hecho, actualmente hay otras oportunidades en todo el mundo. Las mafias ucranianas y rusas, Hezbollah y los talibanes son síntomas de redes criminales transnacionales que deambulan por estados y gobiernos, habilitados por la última tecnología y sumamente aliados con otros grupos insurgentes extremistas o políticos. Como destacó uno de nuestros colaboradores, las mismas fuerzas que combaten los cárteles de drogas internacionales son fuerzas que luchan contra el terrorismo y la insurgencia de base ideológica. Las diferencias entre estos grupos se están volviendo cada vez menos significativas. Las redes criminales han crecido en número y sofisticación, hasta el punto en que algunas amenazan la seguridad nacional. Desafían a las autoridades estatales de diferentes niveles, a través de la corrupción de la venta de drogas al por mayor, la intimidación en los vecindarios, el asesinato de funcionarios gubernamentales y candidatos a cargos públicos y el secuestro de ciudadanos. Para superar este desafío, los Estados Unidos no sólo deben adoptar nuevos enfoques, sino ampliar aquellos que ya se practican. La DEA y otras agencias federales han creado eficaces fuerzas paramilitares antidrogas a nivel mundial. | 75 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense Para superar este desafío, los Estados Unidos no sólo deben adoptar nuevos enfoques, sino ampliar aquellos que ya se practican. El gobierno estadounidense ha demostrado su capacidad de ayudar a sus aliados cuando lo solicitan, como es el caso de Colombia. Los Estados Unidos poseen el conocimiento necesario para extraer de raíz a los subalternos de los cárteles, hacer que sus ciudades y escuelas resulten poco atractivas para las pandillas y disminuir el consumo de drogas en el país; ya lo ha hecho antes. El gobierno sabe cómo asimilar nuevos inmigrantes y convertirlos en ciudadanos legales, porque también lo ha hecho. La cuestión es si el gobierno de los Estados Unidos puede obtener la voluntad política para enfrentar este desafío, tanto a nivel nacional como de forma conjunta con otros países del hemisferio. 76 | Appendices Apéndice PRINCIPALES TENDENCIAS CRIMINALES TRANSNACIONALES S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense A P É N D I C E : P R I N C I PA L E S TENDENCIAS CRIMINALES TRANSNACIONALES La economía informal mundial es sumamente fluida y difícil de medir con precisión; prácticamente todas las organizaciones criminales cambian de un mercado ilegal a otro, cada vez que es necesario para maximizar las ganancias y evitar a las fuerzas del orden público. La Figura 8 calcula la magnitud de algunos de los flujos de tráfico más significativos de 2008. Tráfico de drogas El comercio ilegal de drogas es el mayor contribuyente a la economía informal mundial, con ganancias estimadas que varían de 100 000 millones a 500 000 millones de dólares anualmente.194 En comparación, las siguientes industrias ilegales con mayores ganancias arrojan cifras de menor magnitud. Por ejemplo, el rendimiento del tráfico de personas y de armas se estima en 32 000 millones y 10 000 millones de dólares al año respectivamente.195 El tráfico de flora y fauna oscila entre los 5 000 y 20 000 millones de dólares.196 El comercio de drogas es el principal generador de vínculos entre grupos criminales, con frecuencia a escala global. Casi todos los países del mundo actual son productores, consumidores o países de tránsito de las principales drogas: marihuana, cocaína, heroína, metanfetaminas y MDMA (éxtasis). No sólo el comercio de drogas es extremadamente lucrativo, sino que su producción y distribución sostiene infraestructuras económica s enteras en la que las personas pueden participar de muchas maneras: en la producción (cultivos intensivos en mano de obra, en el caso de la marihuana y el opio), distribución, aplicación de impuestos, seguridad, transporte, etc. 78 | La dinámica del comercio de drogas ha transformado el suministro y la demanda en las regiones de todo el mundo. Los países que en un momento eran sólo avenidas “de paso” se han convertido en centros de producción y consumo. Por ejemplo, en la actualidad Brasil es el segundo mayor consumidor de cocaína del mundo, después de los Estados Unidos.197 Europa está sustituyendo a los Estados Unidos como mercado más lucrativo para la cocaína sudamericana, y la región del Sahel en África occidental es ahora un cruce principal para el tráfico de drogas, debido a que las fuerzas del orden público están prácticamente ausentes allí. La demanda europea en rápido aumento de cocaína ha transformado el norte y oeste de África en importantes áreas de trasbordo, que las organizaciones terroristas como al Qaeda en el Maghreb islámico, Hezbollah y Hamas ahora explotan junto con las agrupaciones locales del crimen organizado. Desde un punto de vista regional, las drogas que más preocupan siguen siendo la marihuana, la cocaína y la heroína de México y la región andina, destinadas al mercado estadounidense. A pesar de las décadas de esfuerzos de erradicación e interdicción como parte de la “guerra contra las drogas” de los Estados Unidos y las campañas colombianas hasta ahora exitosas contra las pandillas y guerrillas narcoterroristas de drogas, y a pesar de que el precio nacional de la cocaína ha disminuido en los últimos años, el suministro a los mercados estadounidenses ha permanecido prácticamente intacto debido a la entrada extranjera y la producción en aumento.198 Contrabando y tráfico de personas Las redes de tráfico y contrabando de personas varían de grupos familiares a mundiales. Las organizaciones de contrabando de personas están principalmente dirigidas a trabajadores extranjeros y refugiados, que viajan por motivos económicos, para escaparse de una acción judicial o reunirse con familiares. Por otra parte, las organizaciones de tráfico de personas generan ganancias de la explotación de las víctimas, principalmente a través de trabajos forzosos o prostitución.199 Según funcionarios de los FIGURA 8: VALOR ESTIMADO DEL COMERCIO ILEGAL EN 2008 Firearms Armas de fuego from de EE.U.S. UU.Toa Mexico México Marfil deAfrica Áfricatoa Asia Ivory from Información mundial sobre identity identidades robadas Global stolen information Tráfico dewomen mujerestoa Europe Europa Trafficked Madera sudeste de Asia a Asia Europa Timber from del South East Asia to Asia andy Europe Contrabando de trabajadores extranjeros Smuggled migrants from Mexico to the desde México hacia EE. U.S. UU. Heroína desdefrom el oeste Asia Rusia Heroin Westde Asia toaRussia HeroínaHeroin desdefrom el oeste deAsia Asiatoa Europe Europa West Cocaína desdefrom América Sur hacia Europa Cocaine Southdel America to Europe Cocaína desde América del Sur Cocaine from South America to Northdel America hacia América Norte $0 0 $5 000 $10 000 $15 000 $20 000 $25 000 $30 000 $35 000 $40 000 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000 40000 Valor monetario (miles de dólares) Fuente: Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen, The Globalization of Crime (2010). Estados Unidos, la mayoría de las personas que ingresan al país ilegalmente reciben asistencia de organizaciones de contrabando de personas.200 En el hemisferio occidental, los grupos dedicados al contrabando de personas están comúnmente asociados a los cárteles o, incluso, unidos a ellos. De hecho, uno de los efectos no intencionados de un mayor cumplimiento de la ley en la frontera estadounidense durante la última década ha sido el desplazamiento de los coyotes (contrabandistas de personas) en favor de organizaciones más consolidadas con redes y capacidades más sofisticadas. Desde hace tiempo, los oficiales estadounidenses temen que las “rutas de las ratas” para el contrabando puedan ser usadas por terroristas para desplazar terroristas o armas de destrucción masiva de al Qaeda por las fronteras estadounidenses; los informes continúan afirmando que los inmigrantes ilegales de Oriente Medio han ingresado a los Estados Unidos por rutas de contrabando de drogas facilitadas por los cárteles.201 Tráfico de armas Actualmente, en todo el mundo está disponible una gran cantidad de armas, tanto legales como ilegales. El tráfico de armas es particularmente importante debido a que habilita otros tipos de crímenes: los grandes suministros de armas modernas permiten que los grupos criminales se conviertan de pandillas pequeñas a organizaciones paramilitares de facto, capaces de desafiar a la policía estatal y a las fuerzas armadas. La disponibilidad de armas ilegales no es un problema | 79 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense nuevo, pero sí lo es la cantidad disponible. Si bien se infiltraron grandes cantidades de armas ilegales en los mercados informales durante la Guerra Fría,202 el mercado mundial de las armas experimentó un gran impulso en el suministro cuando se retiró la bandera soviética del Kremlin en 1991. El colapso de la Unión Soviética posibilitó la formación de enormes almacenes de armas –grandes y pequeñas– y liberó las energías sin reglamentar de una población emprendedora que había madurado en un sistema corrupto con una ideología de “pague quien pueda.” Estas armas se comercializaron a cambio de diversas monedas: dinero, alimentos, petróleo, drogas, tráfico de personas o joyas preciosas, como diamantes.203 Una gran cantidad de estas armas se utilizó en guerras e insurgencias en todo el mundo; asimismo, la disponibilidad permanente de armas ilegales continúa siendo una fuente de inestabilidad mundial.204 Originalmente, las armas pequeñas comenzaron a circular por América Latina durante la Guerra Fría, en particular, como respuesta a las guerras civiles en América Central en la década de 1980. En la actualidad, el comercio de armas prospera en el hemisferio occidental, al suministrar armas a los cárteles mexicanos, las FARC colombianas, las pandillas centroamericanas y otros grupos paramilitares. El comercio está directamente vinculado con otros mercados ilegales –según se resume en un informe realizado en el año 2008 por el Congreso Estadounidense sobre América Latina, “las pequeñas armas se han convertido en la moneda y el producto del comercio de drogas,” que pasa por todas las etapas, desde el cultivo de la cosecha hasta su distribución.205 El Centro para la Información sobre Defensa estima que debido a la proliferación descontrolada de varias décadas, ahora existen de 45 millones a 80 millones de armas pequeñas y ligeras que circulan por la región.206 80 | Los cárteles y otros grupos ilegales del hemisferio occidental obtienen sus armas de diversas fuentes: • Otras organizaciones criminales internacionales: Las redes criminales colaboran habitualmente para obtener armas ilegales de otros grupos. Por ejemplo, se ha sabido que Hezbollah realiza acuerdos de intercambio de armas por drogas con los traficantes latinoamericanos. • Canales estatales oficiales: Por ejemplo, en cierto punto todos los países andinos han abastecido de armas pequeñas a los grupos ilegales en Colombia.207 • Funcionarios del sector público corruptos: En México, los funcionarios corruptos del orden público han transferido alijos de armas del gobierno a grupos criminales y han desviado armas embargadas que nunca se asentaron en los registros oficiales. Los robos y desvíos son igualmente frecuentes en los arsenales venezolanos, que proporcionan armas a las guerrillas colombianas.208 • Individuos: Los traficantes de armas mundiales, como el ruso Victor Bout y el sirio Monzar al Kassar, han suministrado armas durante décadas a prácticamente todos los grupos terroristas y cárteles que pudieran pagarles. (Actualmente, Kassar cumple una sentencia de 30 años como resultado de una investigación de la DEA y Bout está preso en Tailandia y espera su extradición y juicio en los Estados Unidos). A lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México, los traficantes pueden reclutar ciudadanos estadounidenses –muchos de ellos sin antecedentes– para que realicen compras en armerías o mercados de armas de los Estados Unidos (a veces compran tan solo un par de armas) y luego las pasen de contrabando por la frontera, para que sean entregadas a los cárteles.209 Si bien la afirmación que muchas veces se hace de que el 90 por ciento de las armas de los cárteles mexicanos proviene de los Estados Unidos es una exageración total, el número es significativo y se estima que es de aproximadamente el 20 por ciento.210 Más al sur en el hemisferio, se ha documentado una producción local de armas que abastece directamente al comercio ilegal en Chile, Brasil, Colombia y Honduras.211 Para liderar con el flujo de armas ilegales en el hemisferio, la Organización de los Estados Americanos (OEA), los gobiernos nacionales y las organizaciones no gubernamentales (ONG) de la región se comprometieron a renovar sus esfuerzos para el control de las armas pequeñas tras la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio Ilegal de Armas Pequeñas y Ligeras en todos sus Aspectos, realizada en julio de 2001. Un estudio realizado en el año 2003 determinó que América Central y el MERCOSUR (Mercado Común del Sur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) han desarrollado los dos mecanismos subregionales más eficaces para combatir el contrabando. Sin embargo, iniciativas similares en el Caribe y la región andina son escasas o inexistentes.212 Los enfoques nacionales dispares en torno al control de las armas deberían preocupar a los Estados Unidos, dadas las tendencias de años recientes en varios gobiernos latinoamericanos de adquirir armas con tasas elevadas. Por ejemplo, recientemente Venezuela acordó adquirir rifles de asalto AK-47 por 4 millones de dólares a Rusia y este año se alistó para producir rifles alternativos AK-103 en su país.213 No sólo las armas pequeñas como los AK-47 terminan en manos de grupos armados ilegales. Las armas más pesadas también circulan entre quienes abastecen a los mercados informales. Éstas incluyen la adquisición por parte de las FARC de misiles tierra-aire de las corruptas fuerzas de seguridad peruanas, utilizados para combatir contra los helicópteros suministrados por los Estados Unidos.214 Lavado de dinero y transacciones financieras ilegales Las redes bancarias internacionales son esenciales para los terroristas, los cárteles de drogas y los gobiernos. En el confuso mundo de la economía informal, los bancos poseen una función central en la evasión de sanciones internacionales, el lavado de fondos de transacciones ilegales y el paso de fondos hacia y entre redes criminales y terroristas. Según el Centro de Inteligencia Nacional de Drogas, los cárteles mexicanos y colombianos lavan entre 18 000 millones y 39 000 millones de dólares por año.215 En la actualidad, el lavado de dinero ha evolucionado de ser una actividad sencilla en las décadas de 1970 y 1980, hasta convertirse en un sistema mucho más complejo y descontrolado.216 Mientras que antes los bancos aceptaban el manejo de grandes depósitos, las nuevas reglamentaciones, en especial los requisitos de registro e informe, han hecho que dichas prácticas se tornen peligrosas para los traficantes. Como resultado, los cárteles comúnmente recurren a prácticas como el “smurfing,” es decir, el fraccionamiento de depósitos, que implica evadir los requisitos de registro e informe del IRS al realizar múltiples depósitos en diferentes bancos, por montos menores de 10 000 dólares cada uno. Gran parte de este dinero termina aumentando el Cambio de Pesos en el Mercado Negro (BMPE), conformado por agentes que venden dólares estadounidenses por pesos a tasas más bajas que el cambio de moneda legal, lo que fomenta el contrabando desde los Estados Unidos para evitar aranceles elevados. También es habitual que los miembros de los cárteles transporten físicamente grandes cantidades de dinero por la frontera entre los Estados Unidos y México, complicando aún más su detección por parte de las autoridades.217 | 81 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense N OTA S A L P I E 1. Las definiciones han sido un problema durante todo este estudio, debido a la variedad de organizaciones criminales en red. En la economía, el término “cártel” hace referencia específicamente a una conspiración para fijar precios, limitar la producción, o ambas opciones. Los primeros cárteles de drogas colombianos eran cárteles propiamente dichos; las organizaciones criminales actuales de las drogas ya no caben en esta definición. Si bien las fuerzas del orden público prefieren llamarlas organizaciones de tráfico de drogas (Drug Trafficking Organizations, DTO), en el lenguaje popular se ha continuado usando el término “cárteles” para referirse a ellas y así también lo hacemos en este documento, a pesar de que en algunas ocasiones aparecerá la forma “DTO.” 6. “The Failed State Index,” Foreign Policy Magazine (julio-agosto de 2007): 54-63. 13. En este sentido, los estados criminales pueden coincidir con los “estados patrocinadores del terrorismo” designados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos; “aquellos países que han apoyado en varias oportunidades los actos de terrorismo internacional.” La política y la ley estadounidense requieren la imposición de restricciones y prohibiciones a las regulaciones sobre las transacciones de estos países. Actualmente, Cuba, Irán, Sudán y Siria se encuentran en la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Durante décadas, el Departamento de Estado ha catalogado a la República Islámica de Irán como “el estado patrocinador de terrorismo más activo,” debido a que suministra habitualmente refugios seguros, recursos y asesoramiento a grupos terroristas aliados con los objetivos de política internacional de Irán. Sin embargo, la designación está sujeta a cálculos políticos internos del gobierno estadounidense. Por ejemplo, a pesar de contar con pruebas claras de apoyo a las actividades terroristas, Corea del Norte fue eliminada de la lista en el año 2008 como un incentivo para las negociaciones. Venezuela, a pesar de sus claros vínculos con las FARC, Hezbollah y la Guardia Revolucionaria y la Fuerza Quds de la República Iraní, no está en la lista. 7. Vanda Felbab-Brown, comentario para el autor (4 de agosto de 2010). 14. Notas del autor; el nombre del agente no se da a conocer. 8. Agradezco al Dr. Moisés Naím por éstas y otras explicaciones, que también aparecen en su libro Illicit: How Smugglers, Traffickers and Copycats are Hijacking the Global Economy (Nueva York: Random House, 2005): 33. 15. Sin embargo, no se debe subestimar la dificultad de adaptar las estructuras burocráticas para combatir las redes. En una revisión de este borrador, el experto en desarrollo Lani Elliott escribió: “… ¿Ustedes afirman que las redes de cárteles, que tienen movilidad y son sumamente capaces de adaptarse a los obstáculos en “tiempo neto,” pueden ser derrotadas por organizaciones burocráticas, que están atascadas y se adaptan al tiempo del siglo XIX, y que están fundamentalmente organizadas para prevenir el flujo de información completamente precisa… ¿Qué implicará este entorno sumamente móvil para la supervivencia de las naciones-estados westfálicos, especialmente aquellos cuyos elementos de gobierno locales son desafiados por redes hábiles y bien cimentadas?… ¿En qué punto, los costos de seguir siendo miembro del sistema de gobierno superarán los beneficios?... Entonces, ¿qué?” (Elliott al autor, 1 de junio de 2010). Nosotros nos atenemos a nuestra afirmación y ofrecemos contribuciones políticas más allá, pero la preocupación de Elliott ciertamente es justificada. 2. Notas del autor; entrevista a un agente de campo. 3. Ver Walter Wriston, The Twilight of Sovereignty (Nueva York: Scribner, 1992) para leer un debate agudo sobre este tema. 4. Douglas Farah, “The Criminal-Terrorist Nexus and Its Pipelines,” NEFA Foundation (14 de enero de 2008): 3. 5. Ver, por ejemplo, Wriston. 9. Ver, por ejemplo, The U.S. Army-Marine Corps Counterinsurgency Field Manual (Chicago: University of Chicago Press, 2007): 2, que define la insurgencia como “una lucha político-militar organizada y prolongada, diseñada para debilitar el control y la legitimidad de un gobierno establecido y ocupar el poder u otro poder político, incrementando el control insurgente.” 10. El teórico Colin Gray señala que la “guerra” es, esencialmente, una relación entre partes beligerantes que luchan entre sí. En Another Bloody Century: Future Warfare (Londres: Phoenix Press, 2005), dice: “La guerra se trata de política y la política se trata del poder relativo. Esa declaración… es tan básica y conocida que raya en lo banal… la guerra y el combate sólo se tratan de política… El combate es un comportamiento político, como enseñó Clausewitz, que además es social y cultural, y es ciertamente una expresión del nivel de desarrollo económico y, especialmente, tecnológico. Sin embargo, la guerra y el combate sólo se tratan de política. La guerra no tiene que ver con la cultura, o la organización social, o la tecnología, ni con nada de lo demás.” (37). 11. Entrevista al Gral. Freddy Padilla, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Colombia (27 de julio de 2010). 82 | 12. John Arquilla y David Ronfeldt, Networks and Netwars; the Future of Terror, Crime and Militancy (Santa Monica, California: RAND, 2001): 78. A pesar de ser antiguo, este libro es fundamental para comprender las teorías de las redes criminales. 16. América Latina provee el 30 por ciento del petróleo estadounidense, más que Oriente Medio o cualquier otra región. Ver “U.S.-Latin America Relations: A New Direction for a New Reality,” Consejo de Relaciones Exteriores (mayo de 2008), http://www.cfr.org/ publication/16279/. 17. El total de personas que cruza la frontera, tanto documentados como indocumentados, es de 2 millones de personas. Cifra el Instituto Mexicano de Migración, http://www.inm.gob.mx. 18. Tim Gaynor y Tiemoko Diallo, “Al Qaeda linked to rogue aviation network,” Reuters (13 de enero de 2010) http://www.reuters.com/ article/idUSTRE60C3E820100113. 19. Comentarios de policías expertos en el taller del CNAS (28 de octubre de 2009). En junio de 2010, agentes de la DEA y de las fuerzas del orden público ecuatorianas detuvieron un submarino completamente sumergible antes de partir. 20. “Statistical Portrait of Hispanics in the United States, 2008.” Pew Hispanic Center (21 de enero de 2010), http://pewhispanic.org/ factsheets/factsheet.php?FactsheetID=58. 21. Según el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo, en 2006, los países latinoamericanos y del Caribe recibieron 62.300 millones de dólares en remesas de trabajadores en el extranjero, principalmente en Norteamérica, Europa y Asia. Se espera que este número aumente a 100 000 millones de dólares en el año 2010. 22. Chile se convirtió en el segundo estado latinoamericano, después de México, en unirse a la OECD. 23. Mica Rosenberg, “Drug war abuses by Mexican army rise sharply,” Reuters (8 de diciembre de 2009), http://www.reuters.com/article/ idUSTRE5B804H20091209. 24. David Agren, “Mexico: Death Toll From Drug-Related Violence is Thousands Higher Than Was Reported Earlier,” New York Times (3 de agosto de 2010). 25. Douglas Farah al autor (junio de 2010). 26. David Luhnow, “Saving Mexico,” The Wall Street Journal (26 de diciembre de 2009). 33. Un ejemplo de esto sucedió cuando al asesinar a Rodolfo Carrillo, líder el cártel de Juárez y uno de los famosos hermanos Carrillo, el cártel quedó en manos de Ricardo García Urquiza, un empresario con título universitario y sin antecedentes. Cuando finalmente se arrestó a Garcia Urquiza en noviembre de 2005, el público mexicano (y algunas agencias de gobierno) se sorprendieron de que un individuo desconocido fuera responsable de operaciones de tráfico desde Colombia hacia los Estados Unidos. Ver Fernández y Ronquillo: 287-290. 34. Fernández y Ronquillo: 223. 35. “Reconocen relación de las FARC con narcos mexicanos,” El Universal (1 de octubre de 2007), http://www.el-universal.com.mx/ notas/452299.html. 36. Hacer frente a estos grupos se ha convertido en una prioridad de la agenda de seguridad en los países de la región. Ver Lucia Dammert y John Bailey, “Reforma policial y participación militar en el combate a la delincuencia. Análisis y desafíos para América Latina,” Revista Fuerzas Armadas y Sociedad (2005): 3. 37. “Narcotraficantes usan a maras como sicarios,” El Siglo de Torreón (14 de diciembre de 2004). 38. “El cártel del Golfo ya opera en Europa, afirma procurador italiano,” Proceso (4 de diciembre de 2008). 39. Fernández y Ronquillo: 191. 40. Douglas Farah. “Transnational Drug Enterprises: Threats to Global Stability and U.S. National Security from Southwest Asia, Latin America and West Africa,” testimonio ante el Subcomité de Seguridad Nacional y Asuntos Exteriores del Comité de la Reforma y Supervisión del Gobierno (1 de octubre de 2009). 27. Ibíd. 41. Francisco Cuevas, “Zetas, en el tráfico de armas,” Noticieros Televisa (16 de abril de 2009). 28. Departamento de Estado de los Estados Unidos. 2009 International Narcotics Control Strategy Report (febrero de 2009), http://www.state. gov/p/inl/rls/nrcrpt/2009/index.htm. 42. “Hallan 500 granadas de ‘Zetas’ en Guatemala,” Associated Press (27 de marzo de 2009), http://www2.esmas.com/noticierostelevisa/ internacional/america/051886/hallan-500-granadas-zetas-guatemala. 29. Jorge Fernández Menéndez y Victor Ronquillo, De los Maras a los Zetas: Los secretos del narcotráfico, de Colombia a Chicago (Ciudad de México: Editorial Grijalbo, 2006): 66. 43. Samuel Logan y John Sullivan, “Costa Rica, Panama in the Crossfire,” ISN Security Watch (7 de octubre de 2009). 30. John Sullivan, “Counter Supply and Counter-Violence Approaches to Narcotics Trafficking,” Small Wars and Insurgencies (12 de marzo de 2010): 190. 31. Ver, por ejemplo, John Bailey y Roy Godson, Organized Crime & Democratic Governability: Mexico and the U.S.-Mexican Borderlands (Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 2000): 300. 32. ”Narco echa raíces en tierras ociosas,” Excelsior (24 de septiembre de 2008). 44. Robin Emmott, “Cartel Inc: In the company of Narcos,” Reuters (14 de enero de 2010). 45. John Burnett, Marisa Peñaloza y Robert Benincasa, “Mexico Seems to Favor Sinaloa Cartel in Drug War,” NPR (19 de mayo de 2010). 46. “La nueva fe de los narcos: La Familia, ‘salvajes de corazón’,” Milenio Semanal (6 de junio de 2009), http://www.milenio.com/node/224241#. 47. Fernández y Ronquillo: 206. | 83 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense 48. Una encuesta realizada por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) encontró que el 75 por ciento de los mexicanos cree que su gobierno está perdiendo la guerra contra los traficantes de drogas. Ver Natalia Barragán, “La ‘guerra’ la va ganando el narco: encuesta,” Milenio (19 de mayo de 2010). 61. LA DIA y CIA estadounidenses señalaron en informes desclasificados de 1991 y 1992 que las guerrillas colombianas estaban estrechamente vinculadas al comercio de drogas y destacaron la necesidad de un “componente COIN (contra la insurgencia) en la política de los Estados Unidos.” Ver John Dolby: 20. 49. “Thinking the unthinkable,” The Economist (12 de agosto de 2010). 62. Dolby. 50. “Debe destacarse que esto nunca ha funcionado y que los PEPES (pandilla vigilante vinculada al comercio de drogas) en Colombia demostraron los enormes riesgos y costos de esta estrategia implementada por el Presidente Gaviria en relación con el uso del cártel de Cali contra el de Medellín.” Douglas Farah, nota al autor (1 de junio de 2010). 63. Nota de Michael Braun al autor (2 de julio de 2010). Pocos fuera de las comunidades judiciales y de las fuerzas del orden público reconocen la importancia que ha adquirido una herramienta de extradición en las operaciones contra los cárteles. Las extradiciones nunca son un tema popular en los países anfitriones; por ejemplo, en Colombia conforma un debate legislativo que continuamente vuelve a surgir como afrenta a la soberanía nacional. Sin embargo, como herramienta de las fuerzas del orden público es invaluable tanto para el país anfitrión como para los Estados Unidos, por cuatro motivos. En primer lugar, la distancia geográfica dificulta la capacidad de los líderes de los cárteles encarcelados para continuar dirigiendo empresas ilegales desde la cárcel –un fenómeno común en América Latina (así como en los Estados Unidos, en el caso de las pandillas con base en ese país). En segundo lugar, debido a que los líderes encarcelados pierden fuerza cuando son extraditados, las guerras de sucesión comienzan casi inmediatamente en las organizaciones abandonadas, lo que hace que los aspirantes sean más visibles y, por lo tanto, más vulnerables a la inteligencia y al encarcelamiento –si sobreviven. Según un agente que conoce el escenario, generalmente la violencia es casi inmediata. “Los cuerpos se empiezan a amontonar,” comentó. En tercer lugar, la amenaza de extradición se convierte en un valioso elemento de negociación cuando las naciones anfitrionas comienzan a negociar acuerdos de conciliación, como hicieron los colombianos con las milicias de derecha a principios de la década del 2000. Finalmente, la extradición a las cárceles de los EE. UU. coloca a los líderes criminales en una posición donde quedan eliminadas todas las posibilidades de obtener su libertad por medio de tribunales o asambleas legislativas corruptas. 51. Robert J. Bunker y John Sullivan, “Cartel Evolution Revisited, Third Phase Cartel Potentials and Alternative Futures for Mexico,” Small Wars and Insurgencies (marzo de 2010): 30-54. 52. De hecho, la planta de coca no es nativa de Colombia, sino que fue “exportada” cuando los cárteles colombianos y las FARC tomaron tierras y ampliaron sus operaciones en las décadas de 1980 y 1990. 53. Ver el primer informe de la Comisión Nacional Colombiana sobre Repatriaciones y Conciliación, Disidentes, rearmados y emergentes: ¿Bandas criminales o tercera generación paramilitar? (agosto de 2007). 54. Patricia Bibes, “Transnational Organized Crime and Terrorism – Colombia, a Case Study,” Journal of Contemporary Criminal Justice (agosto de 2001): 250. 55. Ver, por ejemplo, International Crisis Group, “Ending Colombia’s FARC Conflict; Dealing the Right Card,” Informe Latinoamericano N.º 30 (26 de marzo de 2009). 56. Ver cables del libro electrónico de información N.º 69 del Archivo de Seguridad Nacional, como el cable P251314Z de la Embajada de los Estados Unidos en Bogotá enviado al Secretario de Estado, que autoriza el uso de ayuda militar estadounidense en todo el país, disponible en http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB69/part3.html#doc66. 57. Oficina de Auditoría General, Plan Colombia: Los objetivos de reducción de las drogas no se cumplieron por completo, sin embargo, la seguridad ha mejorado; las agencias estadounidenses necesitan planes más detallados para reducir la asistencia (6 de octubre de 2008), http://www.gao.gov/products/GAO-09-71. 58. Ibíd. 59. John E. Dolby, “Mexico at the Precipice: Are Lessons from Plan Colombia Operationally Relevant to United States Northern Command?” Informe de la Escuela de Guerra de la Marina (4 de abril de 2009): 18. 84 | 60. Oficina de Auditoría General, Plan Colombia: Los objetivos de reducción de las drogas no se cumplieron por completo, sin embargo, la seguridad ha mejorado; las agencias estadounidenses necesitan planes más detallados para reducir la asistencia de seguridad (octubre de 2008): 5. 64 . Comentarios de Adam Isacson en la mesa redonda del CNAS (25 de febrero de 2010). 65 . Ver Adam Isacson, “20,915 people,” Plan Colombia and Beyond, Centro de política internacional (21 de abril de 2010), http://www. cipcol.org/?p=1471. 66 . Los funcionarios estadounidenses y colombianos aprendieron varias lecciones valiosas, incluso los vínculos entre la insurgencia y la producción de estupefacientes, que dio lugar al programa de erradicación en tres fases del gobierno, que ahora está en vigencia. Para un debate ampliado, ver Vanda Felbab-Brown, Shooting Up – Counterinsurgency and the War on Drugs (Washington: Brookings Press, 2010). Los programas de erradicación aéreos sin apoyo tienden a ser ineficaces, según un funcionario estrechamente vinculado al programa de erradicación actual del gobierno. Es más eficaz si los hacendados locales erradican ellos mismos los cultivos de coca, a cambio de apoyo del gobierno y programas de desarrollo. Los funcionarios colombianos, desde la jefatura de los servicios armados para abajo, destacaron que la erradicación debe ser parte de una estrategia política más amplia, destinada a reintegrar a las poblaciones a la cultura cívica (notas del autor). 67. Desde entonces, las estrategias de erradicación fueron reducidas en Colombia. 68. Oficina de Auditoría General, Plan Colombia: 5. 69. La cocaína colombiana, en lugar de la peruana o boliviana, abastece casi exclusivamente a los mercados estadounidenses. Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, Informe Mundial sobre Drogas (2010): 74. 70. Informe Mundial sobre Drogas de las Naciones Unidas. 71. Las AUC son un productor de cocaína más grande que las FARC, desde aproximadamente 1999 hasta 2003. Ver Douglas Farah, Money Laundering and Bulk Cash Smuggling; Challenges for the Mérida Initiative, Woodrow Wilson International Center for Scholars (mayo de 2010). 72. Comunicado de prensa de la Agencia Antidrogas,“Leader of Colombian Narco-Terrorist Group Extradited to United States on Cocaine Importation Charges” (17 de julio de 2009), http://www. justice.gov/dea/pubs/states/newsrel/2009/nyc071709.html. 73. Una vez más, las estimaciones sobre los ingresos de las FARC son sumamente variados. Comentario de Vanda Felbab-Brown (agosto de 2010). Ver también Stephanie Hanson, FARC, ELN: Colombia’s Left-Wing Guerrillas, Council on Foreign Relations (19 de agosto de 2009), http://www.cfr.org/publication/9272/. 74. “Ending Colombia’s FARC Conflict: Dealing the Right Card,” International Crisis Group (26 de marzo de 2009). 75. Douglas Farah, “The Death of Edgar Tovar and the FARC Cocaine Pipeline,” Counterterrorism Blog, 26 de febrero de 2010, http:// counterterrorismblog.org/2010/02/the_death_of_edgar_tovar_ and_t.php. 76. “Kidnappers slit Colombian pol Luis Francisco Cuéllar’s throat; FARC eyed in assassination,” The Associated Press (23 de diciembre 2009). 77. Phil Williams, “Violent Non-State Actors and National and International Security.” International Relations and Security Network, Swiss Federal Institute of Technology, Zúrich (25 de noviembre 2008). 78. Chris Kraul y Sebastian Rotella. “Colombia drug ring may link to Hezbollah,” Seattle Times (25 de octubre de 2008), http://seattletimes. nwsource.com/html/nationworld/2008309259_drugring25.html. 79. Ray Walser, “What to Do about Hugo Chávez: Venezuela’s Challenge to Security in the Americas,” The Heritage Foundation (19 de febrero de 2009), http://www.heritage.org/research/latinamerica/bg2243.cfm. 80. Kraul y Rotella. 81. Tim Gaynor y Tiemoko Diallo, “Al Qaeda linked to rogue air network: U.S. official, ”Reuters (14 de enero de 2010). 82. En 2004, una acusación emitida por los Estados Unidos en contra del cártel indicó que el grupo fue responsable de exportar más de 500 toneladas métricas de cocaína, con un valor de 10 000 millones de dólares desde Colombia hasta los Estados Unidos, a través de México. El cártel también utilizó los servicios de paramilitares colombianos de derecha para proteger sus rutas, instalaciones y miembros. Después del arresto del líder Diego Montoya en 2007, el gobierno colombiano ha intentado atacar de manera preventiva y arrestar a sus potenciales sucesores, antes de que se reestructure el cártel. 83. International Crisis Group, Colombia’s New Armed Groups (10 de mayo de 2007), http://www.crisisgroup.org/library/documents/ latin_america/20_colombia_s_new_armed_groups.pdf. 84. Ibíd. 85. Chávez ganó el referéndum con una victoria del 54 por ciento a 46 por ciento. 86. “Profile: Hugo Chávez,” BBC News (5 de diciembre de 2002), http:// news.bbc.co.uk/2/hi/1925236.stm. 87. Benedict Mander, “Chávez and Gaddafi urge redefining of ‘terrorism’,” The Financial Times (29 de septiembre de 2009), http:// www.ft.com/cms/s/0/5a429ac8-ad0e-11de-9caf-00144feabdc0. html?nclick_check=1. 88. Justin Blum, “Chávez Pushes Petro-Diplomacy,” The Washington Post (22 de noviembre de 2005), http://www.washingtonpost.com/ wp-dyn/content/article/2005/11/21/AR2005112101800.html. 89. Ray Walser, “Terrorism, Insurgency and Drugs Still Threaten America’s Southern Flank,” The Heritage Foundation Executive Summary Backgrounder (30 de junio de 2008): 4. 90. Rory Carroll, “Venezuelan energy crisis threatens the Chávez revolution,” The Guardian (11 de marzo de 2010), http://www.guardian. co.uk/world/2010/mar/11/venezuela-energy-crisis-Chávez. 91. Consejo Asesor de Seguridad en el Exterior, Informe sobre Crimen y Seguridad en Venezuela 2009 (6 de agosto 2009), http://www.osac.gov/ Reports/report.cfm?contentID=101856. 92. El gasto venezolano en defensa ahora se encuentra en el tercer lugar en la región, después de Brasil y Colombia. La Agencia de Inteligencia de Defensa de los Estados Unidos estima que Venezuela gastó aproximadamente 4.300 millones de dólares en armas entre 2005 y 2007. La venta de armas rusas en América del Sur aumentó aproximadamente un 900 por ciento desde 1999 hasta 2008, principalmente debido al aumento de transferencias a Venezuela. Estas transferencias incluyeron 100 000 rifles de asalto, 15 helicópteros y una licencia para producir rifles Kalashnikov (AK-103s, muy similares al modelo AK-47) en Venezuela. Además, Venezuela también adquirió unidades de patrulla naval españolas. Ver: Mark Bromley, Paul Holtom, Sam Perlo-Freeman y Pieter Wezeman, “Recent Trends in the Arms Trade,” Informe de SIPRI (abril de 2009): 3. | 85 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense 93. Harold Trinkunas, Venezuelan Strategic Culture, Florida International University (julio de 2009). 94. Oficina General de Auditoría de los Estados Unidos, Drug Control; U.S. Counternarcotics Cooperation with Venezuela has Declined (GAO 09-806, julio de 2009): 13. 95. Chris Kraul, “Venezuela tolerates FARC rebels in border region, residents say,” Los Angeles Times (21 de enero de 2009), http://articles. latimes.com/2009/jan/21/world/fg-venezuela-farc21. 96. “Colombia proves again that Venezuela is harboring FARC terrorists,” The Washington Post (30 de julio de 2010), http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/07/29/ AR2010072905211.html. 97. Comunicado de prensa del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (12 de septiembre de 2008). 98. Ibíd. 99. Juan Forero, “Capture of Rebel divides Latin American Neighbors,” New York Times (23 de enero de 2005). 100. “Swedes quiz Venezuela on weapons” BBC News (27 de julio de 2009), http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/8171580.stm. 101. Acusación del Juez Eloy Velazco de la Suprema Corte de España (marzo de 2010). 102. Sistema Nacional de Embargo (NSS), Centro de Inteligencia de El Paso. 103. Babak Dehghanpisheh, “Why Sanctions Won’t Hurt the Revolutionary Guards,” Newsweek (10 de julio de 2010). 104. Ibíd. 105. Se pueden encontrar más detalles sobre los vínculos entre IRGC, Hezbollah y otras organizaciones terroristas en Anthony H. Cordesman, Iran’s Revolutionary Guards, the al Quds Force, and other Intelligence and Paramilitary Forces (borrador), Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (16 de agosto de 2007). 106. Departamento de Estado de los Estados Unidos, “Country Reports on Terrorism” (30 de abril de 2009), http://www.state.gov/s/ct/rls/ crt/2008/122436.htm Venezuela no ha sido mencionada como estado patrocinador del terrorismo. 107. Sistema Nacional de Embargo (NSS), Centro de Inteligencia de El Paso. 108. “Venezuela called the critical link in Iran plan to duck sanctions,” World Tribune (22 de septiembre de 2009). 109. Ann Scott Tyson, “Gates Predicts ‘Slog’ in Afghanistan,” Washington Post (28 de enero de 2009), http://www.washingtonpost. com/wp-dyn/content/article/2009/01/27/AR2009012700472.html. 86 | 110. “Chávez Decorated in Iran; Initials Cooperation Pacts,” El Universal (31 de julio de 2006). http://english.eluniversal.com/2006/07/31/ en_pol_ art_31A756133.shtml. 111. “National Security Implications of the Activities of the Islamic Republic of Iran in Latin America, and Particularly Venezuela,” comentario de Norman Bailey al autor (22 de junio de 2010). 112. Ibíd.: 50. 113. Cynthia Arnson, Haleh EsfandIari, Adam Stubits, ed., Iran in Latin America; Threat or Axis of Annoyance? (Washington: The Woodrow Wilson Center, 2009): 2. 114. “The Teheran- Venezuelan Nuclear Axis,” Wall Street Journal (15 de diciembre de 2009), http://online.wsj.com/article/SB100014240527487 04869304574595652815802722.html. 115. Ibíd. 116. Mohsen Milani, testimonio ante el Comité Nacional de Asuntos Exteriores, Subcomité del Hemisferio Occidental (27 de octubre de 2009). 117. En la década de 1990, Hezbollah perpetró dos ataques en suelo argentino: el atentado a la embajada de Israel en 1992 y el atentado a un centro de la comunidad judía en 1994. 118. “Iran-Venezuela ties serve strategic aims,” UPI (14 de agosto de 2009), http://www.upi.com/Top_News/Special/2009/08/14/IranVenezuela-ties-serve-strategic-aims/UPI-91201250266165/. 119. Walser: 61. 120. Departamento de Defensa de los Estados Unidos, Unclassified Report on Military Power of Iran (abril de 2010), http://www.scribd.com/ doc/30277432/DoD-Unclassified-Report-on-Military-Power-of-Iran. 121. Ver, por ejemplo, “Iran: Quds Force in Venezuela,” Stratfor (22 de abril de 2010). 122. El coche bomba detonado en Ciudad Juárez en julio de 2010 sorprendió a los expertos de las fuerzas del orden público debido a su sofisticación y algunos especialistas en seguridad que no forman parte del gobierno conjeturaron que en su construcción pudieron haber estado involucrados elementos de las organizaciones de tráfico de drogas o las guerrillas colombianas. Ver William Booth, “Ciudad Juárez car bomb shows new sophistication in Mexican drug cartels’ tactics,” Washington Post (21 de julio de 2010), http://www.washingtonpost. com/wp-dyn/content/article/2010/07/21/AR2010072106200.html. 123. Morgenthau, Robert, “The Link between Iran and Venezuela: A Crisis in the Making?” Informe en el Brookings Institute (8 de septiembre de 2009): 3. 124. Milani: 7. 125. Norman Bailey, testimonio ante el Comité Nacional de Relaciones Exteriores, Subcomité de Oriente Medio y Asia del Sur (27 de octubre de 2009). 126. El ultimo año en que Pew Global Attitudes realizó una encuesta en Venezuela fue 2007, cuando el 56 por ciento de los encuestados respondió que tenía una opinión favorable de los Estados Unidos. En 2002, la cifra fue del 82 por ciento. “Key Indicators Database,” Pew Global Attitudes Project (acceso el 27 de agosto de 2010), http:// pewglobal.org/database/?indicator=1&country=238. 127. Douglas Farah, nota al autor (junio de 2010). 128. Chris Kraul, “DEA presence ends in Bolivia,” Los Angeles Times, (30 de enero de 2009), http://articles.latimes.com/2009/jan/30/world/ fg-bolivia-dea30. 129. Douglas Farah y Glenn Simpson, Ecuador at Risk: Drugs, Thugs, Guerillas and the Citizens’ Revolution, Centro de Evaluación y Estrategias Internacionales, (enero de 2010). Además, según Farah los principales frentes de las FARC que operan en el área son el 29 y el 48; el último es responsable de trasladar aproximadamente 200 toneladas de cocaína por año en el país y posee importantes vínculos con los cárteles mexicanos. 130. Stephan Kuffner, “Ecuador Officials Linked to Colombia Rebels,” Time Magazine, (15 de diciembre de 2009). 131. Silvia Longmire, The Irony of Mexico’s Problems along its Southern Border (7 de septiembre de 2009), http://mexidata.info/id2481.html. 132. Michael Braun, nota al autor (2 de julio de 2010). 133. Ver http://www.fbi.gov/hq/cid/ngic/violent_gangs.htm. Las pandillas organizadas atraen una importante atención de los oficiales de las fuerzas del orden público, en particular del FBI, que opera las Fuerzas Especiales MS-13, entre otras acciones. 134. Oficina Federal de Investigaciones, National Gang Threat Assessment (2009), http://www.fbi.gov/publications/ngta2009.pdf. 135. Linda Diebel, “How Mexico’s drug war washed up on Canada’s west coast,” The Star (30 de mayo de 2009), http://www.thestar.com/ article/642966. 136. David Luhnow y José de Cordoba, “The Perilous State of Mexico,” Wall Street Journal (21 de febrero de 2009), http://online.wsj.com/ article/SB123518102536038463.html. 137. Correspondencia entre un ranchero de la frontera y el autor (2 de mayo de 2010). 138. Oficina Federal de Investigaciones de los Estados Unidos, Crime in the United States – Preliminary Annual Uniform Crime Report (acceso en agosto de 2010), disponible en http://www.fbi.gov/ucr/ prelimsem2009/table_4al-ca.html. 139. National Drug Threat Assessment, “U.S. Southwest Border Smuggling and Violence” (febrero de 2010), http://www.justice.gov/ ndic/pubs38/38661/swb.htm#Top. 140. Un estudio del CBP informó que el 3 por ciento de los agentes de la patrulla fronteriza fue atacado en 2009, en comparación con el 11 por ciento de los oficiales de policía y ayudantes del sheriff. Martha Mendoza, “U.S.-Mexico border isn’t so dangerous,” Associated Press (3 de junio de 2010). 141. Randal C. Archibold, “On Border Violence, Truth pales Compared to Ideas,” New York Times (20 de junio de 2010). 142. Sam Quiñones, “Mexico Under Siege,” Los Angeles Times (12 de febrero de 2009), http://articles.latimes.com/2009/feb/12/nation/ na-drug-kidnappings12. 143. Emilio San Pedro, “Atlanta Vice: A new U.S. drugs hub?” BBC News (2 de mayo de 2009), http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/8014833.stm. 144. “Atlanta Reeling under Mexican Drug Cartel Violence,” Newsmax (10 de marzo de 2009), http://www.newsmax.com/Newsfront/atlantamexico-drug-gangs/2009/03/10/id/328722. 145. A pesar de que sucede en algunas jurisdicciones, en particular el sur de California, la actuación policial antipandillas se ha convertido en contrainsurgente. Ver, por ejemplo, Paul Harris, “Gang mayhem grips LA,” The Guardian (18 de marzo de 2007), http://www.guardian.co.uk/ world/2007/mar/18/usa.paulharris. 146. “New Border War: Corruption of U.S. Officials by Drug Cartels,” audiencia del Comité de Seguridad Nacional y Asuntos de Gobierno del Senado, el Comité Ad Hoc de Preparación e Integración Estatal, Local y del Sector Privado (11 de marzo de 2010). 147. Comunicado de pensa de la Agencia Antidrogas, Hundreds of Alleged Sinaloa Cartel Members and Associates Arrested in Nationwide Takedown of Mexican Drug Traffickers (25 de febrero de 2009), http:// www.justice.gov/dea/pubs/states/newsrel/2009/la022509.html. 148. Michael Braun, nota al autor (2 de julio de 2010). 149. Este debate excluye a las pandillas de motociclistas como los Hells Angels, una violenta pandilla de nivel transnacional, pero lo suficientemente excepcional en sus actividades de reclutamiento y criminales que ameritan su estudio por separado. 150. Celinda Franco, The MS-13 and 18th Street Gangs – Emerging Transnational Threats? Servicio de Investigación del Congreso RL34233, (30 de enero de 2008). 151. “The MS-13 Threat: A National Assessment” Oficina Federal de Investigaciones (14 de enero de 2008), http://www.fbi.gov/page2/ jan08/ms13_011408.html. 152. Ibíd. 153. Ibíd. 154. Ibíd. | 87 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense 155. Centro Nacional de Investigación de Crímenes de Pandillas, “The Gangster Disciples: A Gang Profile” (2008), http://www.ngcrc.com/ ngcrc/page13.htm. 166. Barry McCaffery, The Drug Scourge as a Hemispheric Problem, Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de los Estados Unidos (agosto de 2001). 156. Braun, nota al autor (2 de julio de 2010). 167. Por supuesto, algunas políticas serán más “rentables” para el gobierno que otras. Por ejemplo, la prevención del consumo de drogas es más rentable que el tratamiento y, por lo general, las políticas sobre drogas dirigidas al adicto son más rentables que la interdicción. 157. Agradezco al departamento de policía de Newport News (Virginia) por esta explicación y su orientación minuciosa en torno a la cultura de las pandillas. 158. “National Drug Control Strategy – FY 2011 Budget Summary,” Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, http://www. whitehousedrugpolicy.gov/publications/policy/11budget/index.html. 159. El programa “para someter a investigación a los oficiales” de la DEA comenzó en Colombia; la policía nacional colombiana está en proceso de difundir el modelo en otros países de América Latina. Después de una década, dichos programas pueden producir fuerzas policiales sumamente profesionales y no contaminadas por la corrupción. 160. Comentarios de oficiales de las fuerzas del orden público en el taller del CNAS (10 de diciembre de 2010). 161. Especialmente en diversas ciudades de la frontera sudoeste y en el sur de California, los encuentros entre la policía y las pandillas de latinos ocasionalmente han alcanzado carácter de guerra, con escaramuzas, emboscadas e interminables balaceras que a menudo no se informan. En la conferencia que se menciona anteriormente, los miembros fueron unánimes en que las autoridades locales a menudo minimizan la presencia de las pandillas debido a la repercusión sobre las economías locales. Las conferencias acordaron que el “estigma produce falta de incentivos para que las autoridades estatales y locales informen las cifras exactas de los crímenes e, incluso, admitan que tienen un problema con las pandillas, lo que dificulta la promulgación de medidas contra éstas.” Varios conferencistas destacaron que a menudo no se puede confiar en las estadísticas criminales, debido a que posiblemente reflejen presiones políticas para demostrar un progreso o minimizar determinadas categorías de crímenes. (Énfasis del autor). 162. Entrevista del autor a un oficial de la policía del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) (28 de octubre de 2009). 169. Nota del autor. Una faceta clave contra la insurgencia es la interacción entre las fuerzas militares y policiales; no existe una línea de delimitación definida y el objetivo es llevar a los insurgentes al nivel de criminales comunes. Sin embargo, hace tiempo la política estadounidense ha distinguido las actividades de “combate” de las policiales. Estas delimitaciones son antiguas. En la América Central de principios de 1990, los helicópteros militares no tenían permitido acercarse a las zona de armas pequeñas de supuestas bases de tráfico de estupefacientes y los agentes estadounidenses de las fuerzas del orden público debían recorrer a pie los miles de metros en las bases que los sospechosos ya habían abandonado hacía tiempo. Esas reglas de enfrentamiento (ROE) anticuadas aún prevalecen. El DOD debería tener más participación. 170. Un funcionario colombiano involucrado en la reconstrucción civil señaló que los programas de ayuda y reconstrucción deben implementarse rápidamente para que produzcan un impacto, pero los programas de ayuda de los Estados Unidos poseen tantas cadenas burocráticas que su utilidad es cuestionable en estos casos (notas del autor). 171. De “A Role for Foreign Assistance in Combating America’s Third War against Gangs, Drugs and the Cartel Insurgency,” comentario de Constance y Lani Elliott al autor (junio de 2010). 172. La extradición de los cerebros detrás de los cárteles también tiene el resultado beneficioso de que desencadena luchas por la sucesión de las organizaciones criminales, lo que hace que la policía pueda detectar los conflictos y los utilice para continuar sus operaciones contra los cárteles. 163. Barrio Azteca y Artistas Asesinos son pandillas bilingües que pertenecen tanto a la cultura mexicana como estadounidense. Se dice que están reclutando hombres para su servicio en el área de Fort Bliss/ El Paso, o que se unen al Servicio para obtener capacitación y luego se retiran para poder regresar a las pandillas. Correspondencia entre Douglas Farah y el autor (junio de 2010). 173. Michael Braun, nota al autor (1 de julio de 2010). 164. Hal Brands, “Third Generation Gangs and Criminal Insurgency in Latin America,” Small Wars Journal (4 de Julio de 2009). Ver también John P. Sullivan, “Third Generation Street Gangs: Turf, Cartels, and Netwarriors,” Crime and Justice International (1997): 95-108. 175. Ver John Walker y Brigette Unger, “Measuring Global Money Laundering; The Walker Gravity Model,” Review of Law and Economics (2009): 821-853. 165. Comentarios de profesionales de las fuerzas del orden público en el taller del CNAS (10 de diciembre de 2009). 88 | 168. Ex funcionaria del DOS, Janice Elmore, nota al autor (21 de junio de 2010). 174. “EU-US SWIFT Bank Data Transfer Agreement Gets Nod from Civil Liberties Committee,” Eurasia Review (5 de julio de 2010), http://www. eurasiareview.com/201007054411/eu-us-swift-bank-data-transferagreement-gets-nod-from-civil-liberties-committee.html. 176. Muchos departamentos de policía ya han adaptado el desafío de las pandillas de maneras ingeniosas y eficaces. La mayoría de los departamentos urbanos ahora tienen detectives y policías especializados en pandillas o familiarizados con ellas; la mayoría cuenta con alguna forma de personal de inteligencia centrado en las pandillas, a pesar de que dicho personal podría ir y venir según los ingresos en impuestos locales y los subsidios federales. Los organismos de coordinación entre jurisdicciones y los acuerdos locales de intercambio de información son comunes entre los departamentos de policía. Finalmente, la mayoría de los departamentos de policía ciertamente son inflexibles en relación con sus jurisdicciones y sus éxitos al proteger sus comunidades contra las amenazas. Se necesita un aumento de la asistencia federal para tecnología y recursos humanos, pero dicha asistencia no debe invadir la flexibilidad de los departamentos locales ni la experiencia obtenida con esfuerzo que hace que los policías de ronda sean tan invaluables. Agradezco inmensamente a todos los policías que han explicado esta sección, en particular al jefe del departamento de policía de Newport News (Virginia), James Fox, a Bobby Kipper del departamento de policía de Fairfax County (Virginia), a Tony Moreno del departamento de policía de Los Ángeles y a todas las personas mencionadas en los reconocimientos. Estos hombres y mujeres son profesionales y proporcionarles refuerzos –tal y como el DOD brinda apoyo a los soldados de la primera línea– debería ser el objetivo de un aumento en la asistencia federal. 177. Gregory Gardner y Robert Killebrew, “Gangs, Drugs, Terrorism – and Information-Sharing,” Joint Forces Quarterly, número 54, 3.er trimestre (2009): 71. 178. “Review of the Drug Enforcement Administration’s El Paso Intelligence Center,” Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Oficina del Inspector General (junio de 2010): iii. http://www.justice. gov/oig/reports/DEA/a1005.pdf. 179. Ibíd.: ii. 180. Conferencia Oracle sobre pandillas y terrorismo (28 de mayo de 2008). Informe posterior a la conferencia. 181. Hay una gran cantidad de sitios web con el programa de San José y otros programas de otras ciudades; un buen comienzo es “Implementar una estrategia de reducción de la violencia de las pandillas en toda la ciudad,” un archivo en formato pdf del Artículo sobre la estrategia en red para la prevención de pandillas en las ciudades de California, publicado en línea. 182. Notas del autor en la Conferencia Oracle Conference, op. cit. 183. “United States has Highest Level of Illegal Cocaine and Cannabis Use,” Science Daily (1 de julio de 2008), http://www.sciencedaily.com/ releases/2008/06/080630201007.htm. 184. Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, The President’s National Drug Control Strategy (enero de 2009): 1. 185. Michael Massing, The Fix (Nueva York: Simon and Schuster, 1998): 129. 186. Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, Tribunales especializados en drogas, http://www.whitehousedrugpolicy.gov/ enforce/drugcourt.html. La actual depresión económica ha hecho que muchos tribunales sean descartados de los presupuestos locales y estatales como medidas económicas. 187. Comentario de un oficial de las fuerzas del orden público en el taller del CNAS (diciembre de 2009). 188. George W. Knox, Findings from the K-12 Survey Project, Centro Nacional de Investigación de Crímenes de Pandillas (2009), http:// www.ngcrc.com/k12report.htm. 189. Ver http://www.dc.state.fl.us/pub/gangs/awareness2.html como un ejemplo de estrategias antipandillas en escuelas secundarias y medias. Debido a que el problema de las pandillas ha aumentado, lo mismo sucedió con el número de sitios web de la comunidad dedicados a compartir las lecciones aprendidas. 190. Steven A. Camarota y Karen Jensenius, A Shifting Tide: Recent Trends in the Illegal Immigrant Population, Centro de Estudios de Inmigración (julio de 2009), http://www.cis.org/illegalimmigrationshiftingtide. 191. Se ofrece una buena perspectiva en http://www.thenation.com/ doc/20040105/tuhusdubrow. 192. Oficina de Estadísticas sobre Justicia, Prisoners at yearend 2009 – Advance Courts (23 de junio de 2010), http://bjs.ojp.usdoj.gov/index. cfm?ty=pbdetail&iid=2272. 193. Mason Brooks y Drew Miller, “Inside the Detention Camps: A New Campaign in Iraq,” Joint Forces Quarterly, número 52, 1.er trimestre, (2009): 132. 194. Consejo Nacional de Inteligencia (http://www.dni.gov/nic/ NIC_globaltrend2015.html#link11b). Una estimación con una variación tan amplia indica que nadie está realmente seguro. 195. Afirmación del ex jefe de operaciones de la DEA, Michael Braun, en ANSER, Virginia (15 de enero de 2010). 196. Servicio de Investigación del Congreso, International Illegal Trade in Wildlife: Threats and U.S. Policy, RL34395 (22 de agosto de 2008): 2. 197. CIA World Factbook, “Field Listing – Illicit Drugs,” https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/ fields/2086.html. 198. Centro de Inteligencia Nacional de Drogas, 2010 National Drug Threat Assessment (febrero de 2010). 199. Para obtener un debate minucioso sobre el tráfico y el contrabando de personas y los riesgos asociados, ver Susan Ginsburg, Securing Human Mobility in the Age of Risk (Washington D.C.: Instituto de Políticas de Migración, 2010). | 89 S E P T I E M B R E D E 2 0 1 0 Guerras del Crimen Pandillas, Cárteles y la Seguridad Nacional Estadounidense 200. Doris Meissner, “5 Myths about immigration,” Washington Post (2 de mayo de 2010). 215. National Drug Threat Assessment (2009), http://www.justice.gov/ ndic/pubs31/31379/finance.htm. 201. Pauline Arrillaga y Olga R. Rodríguez, “Smugglers carry people with links to terror into U.S.,” San Diego Union-Tribune (3 de julio de 2005), http://legacy.signonsandiego.com/uniontrib/20050703/ news_1n3tjborder.html. 216. James McKinley y Marc Lacey, “Along U.S.-Mexico Border, a Torrent of Illicit Cash,” New York Times (25 de diciembre de 2009). 202. Phillip Killicoat, Weaponomics: The Global Market for Assault Rifles, Artículo de investigación sobre políticas N.º 10 del Banco Mundial (abril de 2007), http://www-wds.worldbank.org/external/default/ WDSContentServer/IW3P/IB/2007/04/13/000016406_20070413145045 /Rendered/PDF/wps4202.pdf. 203. Kelly y cols. 75. 204. “Armas pequeñas” hace referencia a “rifles, ametralladoras, granadas de mano y otras armas diseñadas para uso militar por parte de un combatiente individual,” según la definición que utiliza la Cruz Roja. Comité Internacional de la Cruz Roja: “Arms availability: questions and answers” (12 de enero de 2006), http://www.icrc.org/web/eng/ siteeng0.nsf/html/arms-availability-0505. 205. Rachel Stohl y Doug Tuttle, “The Small Arms Trade in Latin America,” NACLA Report on the Americas, Centro de Información sobre Defensa, Washington, (marzo/abril de 2008). 206. Ibíd. 207. William Godnick y Helena Vázquez, “Monitoring the Implementation of Small Arms Controls (MISAC) – Small Arms Control in Latin America,” (marzo de 2003), http://www.international-alert. org/pdf/SP_english.pdf. 208. Ibíd. 209. James McKinley Jr., “U.S. Is Arms Bazaar for Mexican Cartels,” New York Times (25 de febrero de 2009). 210. La ATF señaló que hasta un 90 por ciento de las armas rastreadas han vuelto a vincularse a los Estados Unidos. Esta estimación no considera las armas que no fueron rastreadas por la ATF (la mayoría) sino aquellas originadas en lugares como Rusia, China, etc. También es interesante para las autoridades mexicanas informar selectivamente aquellas armas que sí se originaron en los Estados Unidos, a fin de obtener influencias en las negociaciones bilaterales. 211. Stohl y Tuttle. 212. Godnick y Vázquez. 213. Ibíd. 214. Juan Tamayo, “FARC rebels’ missile purchase raises concerns,” Miami Herald (16 de febrero de 2010), http://www.miamiherald. com/2010/02/15/v-fullstory/1481993/farc-rebels-missile-purchaseraises.html. 90 | 217. Ibíd. Acerca del Centro para una Nueva Seguridad en los Estados Unidos (Center for a New American Security, CNAS) La misión del Centro para una Nueva Seguridad en los Estados Unidos (CNAS, pos sus siglas en inglés) es diseñar políticas de defensa y seguridad nacional que sean sólidas, pragmáticas y fundamentadas en principios. A partir de los conocimientos y la experiencia de su personal y sus asesores, el CNAS se propone motivar la participación de legisladores, expertos y público en general mediante investigaciones, ideas y análisis innovadores y basados en hechos, a fin de dar forma y elevar el debate sobre la seguridad nacional. Una parte fundamental de nuestra misión es ayudar a informar y preparar a los líderes de la seguridad nacional presentes y futuros. El CNAS se encuentra en Washington, D.C. y fue fundado en febrero 2007 de manera conjunta por Kurt M. Campbell y Michèle A. Flournoy. El CNAS es una organización sin fines de lucro exenta del pago de impuestos en virtud de la sección 501c3. Sus investigaciones no son partidistas; el CNAS no adopta ninguna posición en relación con políticas específicas. Por consiguiente, todas las opiniones, los puntos de vista y las conclusiones que se expresan en esta publicación deben atribuirse única y exclusivamente a sus autores. © 2010 Center for a New American Security. Todos los derechos reservados. Center for a New American Security 1301 Pennsylvania Avenue, NW Suite 403 Washington, DC 20004 TEL FAX CORREO ELECTRÓNICO www.cnas.org 202.457.9400 202.457.9401 info@cnas.org Notas sobre la Producción El reciclado de papel consiste en el procesamiento de fibras de papel usado para convertirlas en un producto de papel utilizable. La tinta de soya es un componente útil para el reciclado de papel, ya que puede eliminarse con mayor facilidad que las tintas normales y puede extraerse del papel durante el proceso de destintado del papel reciclado. Esto hace posible que las fibras del papel reciclado sufran menos y, por ende, que el papel reciclado tenga un acabado más brillante. Los restos de tinta de soya que deja el proceso de destintado no son peligrosos y los desechos pueden eliminarse con facilidad con el desarrollo de procesos modernos. POLÍTICAS DE DEFENSA Y SEGURIDAD NACIONAL SÓLIDAS, PRAGMÁTICAS Y FUNDAMENTADAS EN PRINCIPIOS 1301 Pennsylvania Avenue, NW Suite 403 Washington, DC 20004 Tel Fax CORREO ELECTRÓNICO www.cnas.org Printed on Post-Consumer Recycled paper with Soy Inks 202.457.9400 202.457.9401 info@cnas.org