Subido por Zaida Garcia

Consultoria y el consultor

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Materia: Consultoría Empresarial
“CONSULTORIA Y EL CONSULTOR”
Profesor: Javier Valenzuela Villa
Nombre: Zaida Berenice Garcia Cuellar
Grado: 6to
Reynosa Tamps.
Grupo: A
11 de mayo del 2017
¿Qué es la consultoría?
Existen diversas definiciones con respecto a éste término, sin embargo, de una u otra
forma todas apuntan a la existencia de dos partes fundamentales: Cliente y Consultor,
que se relacionan a partir de la conciencia de uno (el primero) en cuanto a la existencia
de determinados problemas o situaciones que impiden el mejor funcionamiento de la
organización, y la posibilidad que tiene el otro (el segundo) de aportar conocimientos y
técnicas con las cuales establecer la detección de los mismos y plantear acciones para
su solución en un período de tiempo determinado.
La consultoría es un servicio profesional como cualquier otro que recibe una empresa,
sin embargo, en este caso tiene un cierto carácter estratégico, porque su objetivo final
es lograr que la organización pueda mejorar su efectividad, sea desde el punto de vista
interno, externo o ambos inclusive.
La consultoría tiene entre sus ventajas que aporta determinados conocimientos al
personal de la empresa, sobre todo la denominada Consultoría Integral Colaborativa,
en la que el trabajo se realiza con la participación activa del personal de la empresa,
interactuando constantemente con el (los) consultor (es). De ésta forma la consultoría
proporciona una forma distinta de abordar los problemas y su solución.
Principales limitaciones.
Las principales limitaciones de la consultoría son las siguientes:
1. Desconocimiento por parte de las empresas de su importancia, incluso, cuando la
organización trabaja con buenos márgenes de beneficio la consultoría puede ser
importante.
2. Cómo una (o varias) persona que no conoce la empresa podrá estar en condiciones de
proponer qué hacer.
3. Hay quienes consideran que el consultor no es más que un profesional fracasado y por
eso se dedica a ésta labor.
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4. La supuesta (o real) carencia de recursos de la empresa para costear un trabajo de éste
tipo.
5. La creencia de que la consultoría es siempre “incosteable” y de que no es una inversión,
sino un gasto.
La consultoría y el entorno.
Las empresas no solo dependen para sus resultados de lo bien que hagan su trabajo,
sino que estas están enmarcadas en un entorno, por cierto, cada vez más inestable,
impredecible e incierto. De ésta forma, la dinámica del entorno no solo puede, sino que
efectivamente determina la posición y situación de una organización. Seguramente nadie
desconoce que esto forma parte de las reglas del juego del mundo de los negocios, de
ahí que saber cómo se comporta, qué posibilidades ofrece y cuáles son sus amenazas
(reales o potenciales), resulta indispensable, sobre todo a sabiendas de que poco puede
hacer una empresa por cambiarlo, aunque sí que puede prepararse para los cambios e
incluso aprovechar las posibilidades que en un determinado momento brinda.
La crisis que desde el año 2008 afecta a países y empresas, es una muestra evidente
de las amenazas del entorno, por cierto, cada vez más amplio como resultado de la
globalización. Y siempre, los que mejor preparados estén, serán los que se
encontrarán en mejores condiciones para la subsistencia, sin que esto represente una
garantía.
El papel del consultor.
El consultor no es un gurú ni es un mago, es un profesional con un determinado nivel de
calificación y sobre todo de experiencia, alcanzada a través de años de ejercer éste tipo
de trabajo. Es más que todo un facilitador, que contribuye a poner en acción la mentalidad
colectiva dirigida a un fin: detectar reservas y plantear las posibles vías para
materializarlas, contribuyendo a escoger las que mejor se adapten a las condiciones
existentes. El consultor siempre debe partir de la premisa de que los que mejor conocen
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la organización son precisamente los que trabajan en ella, por lo tanto están en
condiciones de aportar los criterios que sirvan para determinar los problemas y aportar
elementos para descubrir las causas de los mismos, formulando las posibles soluciones.
La cualidad más importante de un consultor no está determinada por su nivel de
conocimientos (que sin dudas es importante), sino por su capacidad para motivar al
colectivo con el que colaborará en la importancia y contenido del trabajo a realizar. Sin
la participación activa de los miembros de la organización ningún trabajo de éste tipo,
independientemente al prestigio y saber hacer de los consultores, conducirá al logro de
los objetivos propuestos. El éxito de una consultoría radica en lo fundamental en la
identificación del colectivo con el trabajo, en asumir que lo que se está realizando resulta
necesario, porque contribuirá en principio a mantener la estabilidad de la organización, y
además a su desarrollo.
10 características de un consultor:
1. Debe tener auto confianza, tanto para dar las buenas como las malas noticias
2. Conocer bien el negocio y conocerse a sí mismo.
3. Poder adaptar las soluciones a las circunstancias del cliente (no querer usar moldes
pensando que sirven para todo).
4. Saber simplificar y explicar los problemas.
5. Pensar en más de una solución a cada problema.
6. Saber escuchar.
7. Saber jugar en equipo.
8. Saber venderse.
9. Ganarse la confianza del cliente.
10. Recordar que el cliente es la estrella de esta historia (por muy listo que el consultor
se crea…).
Los grandes consultores dicen las siguientes cosas a sus clientes:
1. No lo sé, pero me enteraré.
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2. Llevar a cabo su proyecto le costará más de lo que cree: el consultor que asegura
que todo es fácil y sin problemas, o no sabe o miente.
3. No tenemos una solución llave en mano, cada situación es cambiante.
4. No acabo de entender lo que me pide: el consultor de verdad interesado hará
muchas preguntas al principio para llegar bien al final.
5. Eso lo puede hacer usted mismo: El consultor no está para cobrar por temas
simples, sino para hacer un trabajo de alto valor añadido.
6. Su equipo me dice cosas distintas, resolvamos las diferencias.
7. Querremos volver para ver cómo evoluciona el proyecto.
8. No: Puede ser decepcionante, pero es a veces la mejor respuesta a una solicitud.
Muchos consultores prefieren “digamos Sí ahora y ya lo cambiaremos luego”. Eso es
engañar al cliente.
El que saca a la luz eventos o datos: El consultor apoya a la organización para que
esta pueda conocer datos que hasta ahora le eran desconocidos y que pueden servir
de base para optimizar la información de la empresa.
Perfiles de los consultores
Especialista técnico: En este caso, el consultor pone a disposición de la empresa sus
técnicas, habilidades, experiencias, etc., mientras el cliente adquiere la destreza
necesaria para mantener por sí mismo las técnicas implementadas por el consultor; es
posible que este adopte un rol más participativo en la compañía.
Especialista de procedimiento o de proceso: El consultor fija la mirada en las
técnicas de trabajo sin la necesidad de enfocarse a profundidad en los contenidos, con
el objetivo de perfeccionarlos.
“Abogado”: En este caso el consultor influye ampliamente en las decisiones del
cliente relacionadas con los cambios requeridos en la empresa.
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Características de la actividad del consultor
El consultor usualmente se comporta como un agente de cambio, quien, en el desarrollo
normal de su ejercicio profesional, debe poner en práctica un conjunto de herramientas,
técnicas y metodologías que, soportadas en su experiencia y capacidad de gestión,
contribuirán de manera efectiva a que los directivos y colaboradores de una organización
tomen decisiones informadas y asesoradas frente a las situaciones de riesgo u
oportunidad detectadas.
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La importancia de una consultoría en el ámbito empresarial
Actualmente, la alta competitividad existente entre las distintas empresas hace necesario
que éstas deban optimizar al máximo sus recursos. Por ello, suele ser recomendable que
se dejen recomendar en diversos ámbitos laborales con el fin de exprimir la productividad
empresarial. Para ello existen unas organizaciones específicas encargadas de investigar
y velar por el buen funcionamiento competitivo de la empresa. Estos servicios son
llamados servicios de consultoría.
El proceso de consultoría suele variar en su duración e intensidad. En primer lugar es
necesario detectar posibles problemas o necesidades que se deben cubrir o que podrían
optimizarse en mayor medida. Seguidamente, se elabora y propone una estrategia de
trabajo con el objetivo de poder analizar y diagnosticar aspectos mejorables dentro de la
empresa.
De esta manera, el objetivo de contratar los servicios de un consultor va a radicar en
la necesidad de mejorar el rendimiento empresarial, así como focalizar las estrategias
propuestas dentro de la organización y llevar a cabo una planificación sólida que
garantice cierto desarrollo para la empresa.
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