Fauvismo Definición Casi toda la renovación de la pintura de las últimas décadas del siglo XIX se había llevado a cabo a través del color frente al imperativo de la forma y el dibujo académico. El Fauvismo fue una prolongación de esta corriente desde planteamientos radicales. Es cronológicamente el primer estilo pictórico del Siglo XX puesto que alcanza su máxima difusión entre 1905 y 1907. Surge, al igual que los movimientos anteriores, como reacción contra el Impresionismo, al que en esta ocasión se le reprocha su desprecio por el mundo interior. El Fauvismo, junto con el expresionismo alemán, va a plasmar las sensaciones internas, las vivencias psicológicas del artista. Quizá por esta semejanza se ha identificado a ambos estilos: Fauvismo y Expresionismo alemán, cuando la verdad es que éste último se destaca por una visión del mundo pesimista, mientras que el Fauvismo está impregnado del típico optimismo mediterráneo. Origen del nombre El nombre del Fauvismo se debe a una ocurrencia del crítico Vauxcelles que al contemplar un pequeño bronce clasicista entre los lienzos de este grupo exclamó: "Donatello en la jaula de las fieras". Precursores Teniendo como maestros a Van Gogh (pintura como expresión de un sentimiento interior) y a Gauguin (desinterés por la fidelidad de la Naturaleza, con uso de colores no descriptivos ni naturales) este grupo heterogéneo plantea criterios revolucionarios partiendo del uso del color. Características El color de los “fauves” será el inicio de una renovación estética que marcará, junto con el dibujo del Cubismo, toda la pintura del siglo XX. El Fauvismo mantiene un mayor arraigo de lo decorativo y una ausencia total de planteamientos sociales. La exaltación del color era común a todos los artistas del movimiento, aunque éste distaba mucho de ser un grupo programático, puesto que fue constituido la suma de acciones individuales de artistas muy dispares como Matisse, Marquet, Manguin, Camión, Rouault, Derain o Vlaminck, los inicios de Braque, Dufy, etc. Las obras de Matisse, Derain y Vlamink muestran una preocupación común por basar la pintura en una expresividad del color y la pasta pictórica. La superficie del cuadro se halla fragmentada por planos encontrados y contrapuestos de color. La pintura es una suma de fragmentos que desplazan la representación de lo real por la sensación del pintor. El fundamento de este movimiento es la liberación del color respecto al dibujo exaltando los contrastes cromáticos. Los artistas fauves van a trabajar con la teoría del color interpretando qué colores son primarios, cuáles son secundarios y cuáles son complementarios. Mediante este planteamiento consiguieron una complementariedad entre colores, lo que producía un mayor contraste visual y una mayor fuerza cromática. En esta búsqueda tan dirigida hacia el color se olvidan otros aspectos como el modelado, el claroscuro o la perspectiva. La técnica pictórica fovista emplea toques rápidos y vigorosos, trazos toscos y discontinuos, aunque se cree distorsión en las figuras: se persigue dar una sensación de espontaneidad. Otra característica de esta pintura es su intención de expresar sentimiento, algo que anteriormente intentaron los pintores Nabis. Esto hace que percibieran la naturaleza y lo que les rodea en función de sus sentimientos. El dibujo será un aspecto secundario para estos artistas, sin embargo Matisse no se olvidó de su importancia. También se destacaba la función decorativa y se empleaban las líneas onduladas. Defendían una actitud rebelde, un intento de transgresión de las normas con respecto a la pintura. Buscaban en definitiva, algo diferente, que les hiciese avanzar en el ámbito artístico. Con respecto a los temas que pintaban existía gran variedad: algunos pintaron el mundo rural y otros el ámbito urbano. Algunos realizaron desnudos e interiores, mientras otros preferían la pintura al aire libre influidos por las costumbres del impresionismo, otros mostraban la importancia de sentir la alegría de vivir. Principales Autores Henry Matisse (1869-1954) es el principal exponente del fauvismo, al desarrollar una concepción más personal de la pintura al llevar los principios fauvistas a su límite. Matisse había realizado una serie de pinturas con temas clásicos que habían tenido una especial valoración, pero experimenta un gran cambio en su obra Le Luxe I en 1907 y con la Publicación de La Grande Revue (1908), afirmando que “a composición es el arte de combinar los elementos, donde cada parte será visible, ocupando el papel que le corresponde. Lo que no tiene utilidad es nocivo, ya que se busca la armonía de conjunto” Se trata de representar la idea de acumulación de sensaciones a través del color Acaso una de las obras en las que mejor se puede apreciar esta síntesis es en La Danza o en Bodegón con La Danza (ambas de 1909), que muestran un escenario casi plano de colores uniformes. El atrevido e inigualable empleo del color de Matisse no supone un capricho momentáneo de este pintor sino que responde a la necesidad de expresar de la mejor manera posible, la esencia del motivo representado. Suele utilizar los tonos fuertes (por contraposición a la tímida paleta impresionista), colores puros, a veces cubriendo con uno sólo de ellos grandes zonas. Estos colores se separan unos de otros por gruesos trazos de color negro que delimitan exageradamente las diferentes zonas cromáticas. Se entusiasmó con el Fauvismo y empezó a construir el espacio por medio del color, remplazando la perspectiva y el sombreado por los contrastes cromáticos. Matisse hizo buena su máxima de que “el color debe ser pensado, soñado, imaginado” hasta lograr una condensación cromática que le ayudó a sustituir el principio de imitación por el de la elección del color de una forma subjetiva por el artista, lo que implicaba la interiorización del Arte, la incorporación del mundo subjetivo del artista. Matisse se alejaba de la concepción sensorial de la pintura para establecer una representación de la idea de acumulación de sensaciones. Mesa servida es un ejemplo de este proceso. Vlaminck (1876-1958) es el autor de paisajes dramáticos que se inspiran en Van Gogh. Sus obras fauvistas producen brillantes contrastes cromáticos, como es el caso de Árboles rojos (1906). André Derain (1880-1954) realiza la mayor parte de su producción de época fauvista plasmando personajes campestres y urbanos, como en Puente en Londres (1906), utilizando colores puros. La influencia de Cézanne le lleva a un colorido más sosegado y a un mayor control en sus composiciones. Le influyó el cubismo produciendo obras geométricas como El puente viejo de Cagnes y el primitivismo de la escultura africana. Marquet es un gran artista del color al que sabe emplear en toda su magnitud. Ha hecho una importante cantidad de paisajes y, en forma secundaria, desnudos y retratos. Roualt (1871-1958) fue pintor francés fauvista y expresionista. Trabajó además la litografía y el aguafuerte. Desde 1895 en adelante, participó en grandes exposiciones públicas, destacadamente, en el Salon d’Automne, donde se mostraban pinturas de temas religiosos, los paisajes y los bodegones. Rouault encarnaba un estilo más espontáneo e instintivo. Su uso de bruscos contrastes y su emocionalidad se atribuyen a la influencia de van Gogh. Camino del calvario (1891) es su obra más destacada. Fin: Surgimiento del Futurismo Pero en contraposición al fauvismo, como algo propio de la complejidad y diversidad de la vanguardia, en 1909 Marinetti lanzaba el Primer manifiesto del futurismo, que planteaba una radical oposición a lo afirmado por Matisse: el mito de la negación sacrílega de toda mirada al pasado había hecho su aparición. Fuente: Apuntes de la asignatura, http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/22Vanguar.pdf UUDD, http://www.wikipedia.org, Expresionismo Alemán: Die Brücke y Der Blaue Reiter Origen y Significado Existen dos tendencias generales en el arte del siglo XX: la objetiva, preocupada por los problemas de la forma en la obra de Arte, una tendencia que busca un tipo de renovación puramente estética, formal y no relacionada con los contenidos ni con la temática; la tendencia subjetiva, que trata de analizar el contenido de dicha obra, donde la concepción formal y la técnica se ponen al servicio de un contenido concreto. Son dos caminos que siguen una evolución diferente durante el siglo XX. El Expresionismo pertenece de lleno a esta segunda modalidad estética. Toda obra artística comunica algo al espectador, pero lo característico de la obra expresionista es que es consciente de ese deseo de comunicar algo ya que los expresionistas desean una pintura de contenido que contiene mensajes que van más allá de lo estrictamente plástico (formas y colores). El Expresionismo es una actitud típicamente germánica y “romántica” frente al “clasicismo” de los fauvistas, más ligados al mundo mediterráneo, aunque los dos pertenecen a la línea subjetiva. Esto va relacionado a una forma de pensar nórdica, una concepción del mundo y de la vida más trascendental y desesperada que la de los pueblos latinos. El expresionismo presenta una visión angustiada e insegura de la vida. Se convierte en la proyección de un estado de ánimo. No es de extrañar, pues, que un movimiento que pretendía despertar al espectador de su letargo y hacerle caer en la cuenta de la injusticia y la miseria humanas, se desarrollara sobre todo en Alemania, aunque sus ramificaciones posteriores hayan sido universales. El expresionismo aparece en Alemania, se desarrolla de 1905 a 1914, y al igual que el Fauvismo, se basa en la exaltación del color, aunque difiere de éste, tanto formal como ideológicamente, en que no es una tendencia solamente plástica, sino también ética e ideológica. Los artistas de la corriente entienden el expresionismo como una actitud ante la vida, una visión del mundo, y sobre todo, una proyección de su estado de ánimo en sus obras. El expresionismo tendrá su proyección en la literatura, la música, el teatro, la arquitectura, o el cine, etc. Los miembros de la corriente buscarán la integración de diversas artes. Precursores En el expresionismo destacan las influencias de Van Gogh y Gauguin. Ya se dan trazas de expresionismo en algunas pinturas de Tintoretto o el Greco, aunque se destacan más en las pinturas negras de Goya, aunque difiere al presentarse la angustia como una actitud individual y no de grupo. En Alemania, podemos destacar a Matias Grünewald como antecedente del expresionismo. Pero los predecesores directos del Expresionismo alemán son tres pintores nórdicos que llevan a cabo su obra, muy influidos todavía por el Simbolismo: el belga James Ensor, el suizo Ferdinand Hodler y el noruego Edvard Munch. Munch, formado en un ambiente poco vanguardista, tomo contacto con las vanguardias tras sus estancias en Francia, Italia y Alemania, al tiempo que utiliza unos temas dramáticos dominados por las ideas de muerte, enfermedad y ansiedad, junto con otros típicos del final de siglo XIX como la mujer fatal y con una técnica muy personal donde se mezcla la línea curva del modernismo y el fauvismo con lo caústico y lo sentimental. Munch se interesó más por los sentimientos que por los objetos, rodeando sus figuras de referencias simbólicas como se advierte en su cuadro más popular y difundido, El grito. Cabeza de una corriente expresionista en Bélgica, James Ensor une el expresionismo de la tradición pictórica nórdica de El Bosco, con una visión algo surreal creando un mundo propio de sorprendente imaginación, y combinando una temática macabra o satírica, no exenta de carga literaria o de denuncia social, con los colores más luminosos de influencia fauvista, encontrado en máscaras (como en su obra Máscaras intrigadas), esqueletos o caricaturas los medios expresivos para provocar un arte de implicaciones sociales. El grupo Die Brücke El Expresionismo supone el desarrollo de un sistema de representación basado en la alteración de figuras y objetos en función de la expresión. Los expresionistas buscaron a través del color la deformación y una escenografía atormentada e inquietante. Los iniciadores de esta vanguardia fueron los miembros del grupo Die Brücke (“el puente”), Kirchner, Heckel, Bleyl y Schmidt-Rottluff, quienes lo fundaron en 1905, aunque para 1913 estaba ya disuelto, pues fue una exaltación intensa pero efímera y que influiría decisivamente en el arte de las vanguardias. Die Brücke fue una comunidad a la manera de los nazarenos o los nabis, pues en realidad sus miembros tenían una misma forma de entender la vida, de ahí que coincidan en sus temáticas: desnudos con una original carga erótica, escenas de calles, bailarinas y artistas de circo o el pintor y la modelo. A través del color, la deformación y la escenografía atormentada e inquietante, buscan provocar un estado de ánimo desasosegado, inseguro e incierto. La concepción individual subjetiva de cada artista dificulta concretar los rasgos comunes. Utilizarán modelos y formas de expresión olvidados, como los maestros medievales, la escultura negra o el arte africano y de Oceanía. El grupo no se cerró sobre sí mismo, sino que aceptó a otros artistas como Nolde, Pechstein o Müller, y se extendió desde Dresde hacia otras ciudades. Su testigo sería recogido por otros artistas expresionistas o que derivaron hacia el realismo crítico como los de la Nueva Objetividad. Kirchner (1880-1938) llevó el expresionismo hasta sus últimas consecuencias. Fue el más activo del grupo. En Marcela (1910) aplica el color de forma arbitraria para subrayar los efectos expresivos. El espacio está formado por líneas y planos de color que aumentan la sensación de soledad del personaje. En Cinco mujeres en la calle (1913) realiza una mirada crítica a la sociedad de su tiempo. Heckel (1883-1970) presenta en sus inicios tendencias fauvistas, aunque acaba proyectando una angustia íntima propia del expresionismo. Acentuó los problemas pictóricos sin olvidar la actitud angustiada, caso de Desnudo en un sofá (1909) y de grabados como Hombre en una llanura (1917), una viva imagen de la impotencia humana ante la desolación. Schmidt-Rottluff (1884-1976) su obra es destacable por sus litografías y por su expresión, a base de color y materia, más densa y agobiante. Es así como representa la naturaleza como una realidad inquietante y nunca inerte, como en Paisaje noruego (1911). Mueller (1884-1930) realiza formas esquemáticas, angulosas y sintéticas, como en Dos chicas en la hierba (1922). Bleyl aplica una expresividad silenciosa, con una emoción intensa y atemperada. Nolde (1867-1956) tuvo una relación tangencial con Die Brücke, aunque su pintura guarda una gran afinidad con el grupo. Este pintor lleva la expresión hasta los límites del esperpento como en La Natividad (1912) o Gente del Mercado (1908). Der Blaue Reiter Der Blaue Reiter fue una tendencia sin una actitud estética concreta que dio cabida a artistas de todo tipo, por lo que fue una especie de suma de las tendencias que constituyeron las primeras vanguardias. El vínculo común fue la ciudad de Múnich, donde a partir de experiencias anteriores, en 1909 surge una agrupación que acoge a artistas como Jawlensky, Kandinsky, Kubin, von Werefkin o Münter. En 1912, tras haberse incorporado Marc, Kandinsky junto a este último realizan un almanaque que titulan Der Blaue Reiter. El grupo integró por tanto a todas las fuerzas artísticas renovadoras frente a la tradición y el academicismo, pues fue un intento por crear un ambiente abierto a la renovación artística sin condicionantes estéticos concretos, por lo que quizá por su heterogeneidad y condición transnacional no ha tenido tanto renombre como otras vanguardias. El principal teórico del grupo fue Kandinsky, quien propugnaba el sincretismo artístico y derivó como veremos más adelante en la abstracción. Por su parte Marc (El sueño, Caballos azules) fue el que se movió más en la órbita del Expresionismo, realizando una pintura que no abandona el dibujo con el que somete el intenso color y una ordenación en composiciones esquemáticas. Por su parte, Macke muestra una síntesis del color de los fauvistas y expresionistas y una construcción de la forma derivada de Cézanne; mientras que Jawlensky muestra en Las peonías ese eclecticismo de tendencias unido también por el predominio del color y la expresividad, mientras que Münter mostró una visión más introvertida e íntima en sus obras. La duración de Der Blaue Reiter fue corta, pues su propia heterogeneidad conllevó un proceso desvertebrador que el estallido de la guerra hizo finalmente disolver, aunque otros de sus miembros seguirían en activo posteriormente y tendrían una decisiva actividad en la posterior aventura del arte moderno. Fuente: Apuntes de la asignatura, http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/22Vanguar.pdf UUDD, http://www.wikipedia.org, Cubismo: Picasso y Braque Introducción Durante el primer Renacimiento italiano los maestros descubren un procedimiento para representar las tres dimensiones del espacio sobre usa superficie plana, o sea bidimensional. La nueva fórmula que será conocida de ahora en adelante como Perspectiva Renacentista o Albertiniana, cautivó las voluntades artísticas durante casi quinientos años. El Cubismo, que se desarrollará a partir de 1907, descubrirá que esa forma de representación no es la única y es tan ficticia como cualquier otra ya que considera un único punto de vista y la visión de un solo ojo. El Cubismo aporta la visión binocular y los diferentes puntos de vista reunidos en un mismo lienzo, como el sistema frontalista egipcio. Por otra parte con la aparición de este movimiento de definen las dos tendencias estéticas fundamentales de todo el siglo XX y que ya las nombramos hablando del Expresionismo: Tendencia subjetiva: en esa línea se encuadra el expresionismo, el Dadaísmo y el Surrealismo, que en nuestros días vienen a desembocar en el arte Pop y el Realismo crítico. Es la tendencia de los contenidos, de la profundidad psicológica del cuadro. Tendencia objetiva: la encabezan el Cubismo y el Futurismo italiano, que darán paso primero a los diferentes racionalismos y posteriormente al arte Óptico y Cinético. Es la tendencia preocupada sobre todo por la renovación estética, por la forma. Precursores Hay ciertos fenómenos que hacen posible la aparición del Cubismo: En 1907 se realiza una gran exposición retrospectiva de Cèzanne a la que acudirá entre otros Picasso. Cèzanne comenzó ya a reducir la Naturaleza a formas geométricas y había revelado la estructura fundamental de los objetos, adelantándose con ello al Cubismo. A partir de comienzos de nuestro siglo empieza a ser conocida la escultura negra y la Oceánica, y la civilización occidental empieza a ser reconocida como una más entre tantas otras. El Cubismo tomará de la estética negra sus aspectos formales, el tratamiento de la figura a través de planos angulares. Características y Tipos Los cubistas llevaron a cabo un estudio de la realidad a través del tiempo porque un objeto representado en el lienzo desde distintos puntos de vista no es más que un conjunto de momentos diversos incluidos en un mismo espacio que es la superficie del cuadro. Precisamente por esta valoración que se le da a la manera de representar, lo representado carece de importancia (es la tendencia objetiva, renovación de forma). El pintor ya no se sale al aire libre, como en el Impresionismo, para buscar temas nuevos, sino que se pinta la primera cosa que se encuentra en el taller, en esencia bodegones o naturalezas muertas. Tampoco interesa en absoluto el color por lo que las obras son monocromas a base de ocres, grises y verdes. Tres son las etapas por las que pasó este estilo en su no muy larga vida: Cubismo analítico. Periodo comprendido entre 1908 y 1911. Sus principales cultivadores fueron Picasso y Braque, quienes para conseguir una visión global del objeto, lo descomponen en tantos planos como puntos de vista posea Cubismo hermético. Durante el año 1911 el afán de plasmar todos los puntos de vista posibles da lugar a una abstracción cada vez mayor, hasta que el objeto llega a ser prácticamente irreconocible en medio de una maraña de líneas. Se acentúa la tendencia. a la morocromía. Se abandona el verde y se emplean sólo grises y ocres. Cubismo sintético. El último periodo cubista abarca desde 1912 hasta 1914. La confusión habla llegado tan lejos durante el hermetismo que ahora se imponía hacer más legible el objeto. Para ello se realiza una selección de los puntos de vista más importantes del mismo, al tiempo que se introducen fragmentos de la realidad en el cuadro, como trozos de periódico, los famosos Collages que serán después utilizados en el Dadaismo y en el Surrealismo. Aparece de nuevo el color. Podemos establecer una serie de características generales del Cubismo en general: Aun tomando algunos elementos del Fauvismo (colores lisos con ausencia de contrastes luminosos) su arte es una revolución contra el instinto sin control, pues pretenden representar no la apariencia de las cosas, sino lo que consideran su esencia. Hay un rechazo de la perspectiva común por artificiosa y anacrónica, superponiendo los planos y enfocando los objetos en todos sus aspectos, incluso en los invisibles. Disociación del color y la forma para yuxtaponerlos, haciendo necesaria una selección a modo de síntesis. Si el Cubismo rechaza una visión real del objeto también rechaza su colorido real. Hay un culto por el objeto fijándolo en su permanencia. Interesa la forma de representarlo pero no lo que ese objeto significa en sí mismo. Hay también un rechazo del movimiento como desnaturalizador. El movimiento no debe hallarse en el objeto sino en el espectador que lo ve desde diferentes puntos de vista a su alrededor. Hay una absoluta primacía entre línea y forma (lo inteligible para el Cubismo), sobre el color y la luz (sólo lo sensorial para este movimiento conceptual e iconoclasta cromático). Hay un retorno a la composición con factura impersonal, donde la mano del pintor no define dicha composición. Se intenta la composición despersonalizada y para ello se llega a recurrir al Collage Por todo lo dicho se ve que el Cubismo participa de características clásicas (estatismo, permanencia, tendencia a la generalidad, intelectualismo) frente a las maneras más instintivas y desordenadas de los movimientos anteriores. Puede decirse que el movimiento se inicia con las Señoritas de Avignon (1907) de Picasso, quien mantiene relación con Braque y con quien en 1908 forma el grupo de Bateau-Lavoir, en reunión de otros pintores y poetas. Picasso Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) significa la personalidad más vigorosa del arte contemporáneo. Tras unos años de residencia en Málaga y La Coruña, hacia 1895 estudió en la Lonja de Barcelona, en fecunda etapa de contactos con la bohemia catalana y los primeros atisbos vanguardistas que refrendaría en sus viajes a París a comienzos de siglo, donde recibió el influjo de Toulouse-Lautrec, Degas y otros. Entre 1901 y 1904 desarrolló una pintura extraordinariamente humana y patética debido a la muerte de su amigo Casagemas que, por tener como dominantes los tonos fríos azulados, es conocida como Periodo Azul. Hay en sus cuadros una mezcla de desesperación y dignidad que evidencian conexión con planteamientos expresivos de la época, como en La Vida o Madre con niño enfermo. Entre 1904 y 1906, con los mismos presupuestos formales pero cambiando la temática hacia temas de circo y por tanto alegres, Picasso abre su Época rosa, como ejemplifica la Familia de acróbatas, la Familia de saltimbanquis o Mujer en camisa. Picasso empezó a pintar con colores más humanos y más vivos. Usó colores diferentes y ensanchó su alcance azul. Su alcance nuevo incluyó el rosado, el anaranjado y el rojo. Pintó cuadros tranquilos de colores delicados. Las pinturas de esta época rosa son más vivas y líricas que las otras. Los personajes de las pinturas de Picasso cambiaron también. El conoció y retrató a los miembros del Circo Medrano. Las primeras pinturas de la época rosa son de artistas de circo y sus familias. Desde 1906 se inicia su ruptura con la tradición pictórica imitativa de la realidad y es sustituida por un arte más conceptual despreciando la realidad aparente. Alrededor de 1905 Picasso descubre la escultura ibérica. Le atraen las proporciones poco ortodoxas, la falta de refinamiento, la fuerza bárbara y el primitivismo. Picasso manifiesta gran interés asimismo por el arte africano primitivo. Debido a este interés que demuestra por el arte africano, así como por el uso del color negro, esta época se ha venido denominando la "época negra" de Picasso. A partir de esta época, las caras de los personajes empiezan a parecerse máscaras africanas. La evolución de esta época puede verse en la obra Retrato de Gertrude Stein (1906). Esta escritora estadounidense fue gran amiga de Picasso. La cara es semejante a una máscara africana y contrasta con el resto del cuerpo. La llamada Época Negra culmina con las Señoritas de Avignon, su primera obra cubista e influida por Cézanne y por el arte negro. En dicha obra aparecen las formas geométricas, como talladas a cuchillo y con diferentes puntos de vista simultáneos. Hay en dicha obra una influencia clara de las máscaras negras africanas. En la obra se niega la profundidad, todas las figuras están en un mismo plano. La pintura de Cézanne sirvió a Picasso y Braque para tomar el testigo de su experimentación formal, por lo que la forma, el orden y la geometría se convirtieron en un nuevo fundamento de la pintura frente a la fragmentación plástica y formal iniciada con el Impresionismo: se trataba de eliminar el valor del color. En 1909, durante su estancia en Horta d`Ebre, Picasso acometió una verdadera arquitectura del paisaje en obras como Fábrica, donde el color se reduce a lo esencial e impera la distorsión de la perspectiva, mientras que cuadros de Braque como Casas de l`Estaque muestran esa misma visión cristalográfica del paisaje. En estas obras se definen por tanto los tres componentes decisivos para la experiencia cubista: la reducción del color, la primacía de la forma y el abandono del sistema de perspectiva monofocal. El resultado fue un nuevo lenguaje plástico en el que se recuperaban los componentes específicos de la pintura. Ya en 1908 Vauxcelles había bautizado como Cubismo esta tendencia que relativizaba la representación desde una dimensión aperspectiva, que daría a partir de entonces obras como Mujer sentada y Retrato de Ambroise Vollard de Picasso o Violín y vasija de Braque. Así, la pintura cubista hizo que la realidad representada se fuera distanciando cada vez más de la naturaleza identificable y alejándose de su apariencia, proceso que paralelamente iba a desembocar en la abstracción impulsada por Kandisky. No obstante, ni Picasso ni Braque quisieron abandonar el figurativismo. En 1912 Picasso realizó su Naturaleza muerta con silla de paja, el primer ejemplo de collage, mientras que Braque ya había introducido trozos de papel con letras para potenciar el figurativismo. La experiencia del collage tendría un significado trascendental, puesto que suponía prescindir por primera vez del objeto representado e introducir el objeto presentado, La construcción del Cubismo fue una conquista empírica en la que cada descubrimiento servía de fundamento al siguiente, por lo que los cubistas no se afanaron en crear un estilo, sino en impulsar un proceso creativo que desarrollara un nuevo lenguaje formal. Así se entienden las composiciones ovales de Braque. Tanto Picasso como Braque abandonarían a partir de 1912 las limitaciones en el uso del color para llegar a composiciones como Los tres músicos de 1921, para cuando el propio Picasso consideraba que el Cubismo estaba agotado y que debía afrontar un cambio radical en su pintura en el que pasó a recuperar formas y modelos clásicos como en su famoso Arlequín. La capacidad de renovación picassiana se desbordará con el estallido de la Gran Guerra, alternando las más variadas orientaciones (cubista, realista, clásica, expresionista). Más tarde se entregó a interpretaciones de un expresionismo subrreal con particular inclinación hacia lo monstruoso y lo simbólico para culminar en su espectacular Guernica (1937), obra que recogiendo el eco de los desastres de la guerra de Goya, en visión apocalíptica, pretende ser un grito desgarrador de denuncia contra la barbarie bélica. En 1937 la República le encargó un mural para el Pabellón Español en la Feria Mundial de París. Pero poco antes se supo el bombardeo de la Legión Condor sobre el mercado a rebosar de gente en la plaza de Guernica. Picasso empezó sus esbozos. Las figuras aparecen unidas entre sí en un esquema triangular que evoca el frontón de un templo griego. Allí se integran el alarido de un caballo mortalmente herido, el pánico de la mujer en la casa que arde, la agonía del guerrero y la mujer que llora con su hijo. La paleta, al temple, es muy austera y casi se ha suprimido el color: blanco, negro y matices de gris para acentuar el terror. Hoy en día se ha convertido en una obra pacifista contra los horrores de la guerra, a la vez que un símbolo para la Segunda República Española y para el vasquismo en particular. Braque y Juan Gris Como hemos visto, Georges Braque (1882-1963) comparte con Picasso la gloria de la creación del cubismo, presentando una evolución paralela. Hasta su muerte se mantuvo fiel al cubismo, aunque no interpretándolo dogmáticamente pero sí combinándolo con la mejor tradición cartesiana heredada de Cezanne. El madrileño José Victoriano González, conocido artísticamente como Juan Gris (1887-1927) conectó con Picasso hacia 1910 y años después se convirtió en el representante más riguroso del cubismo, pues para él no era un procedimiento ni un método sino una estética o incluso un estado de ánimo al que parece haber incorporado un rigor y una serenidad, un ascetismo casi zurbaranesco delimitando los planos y cuidando las armonías de color, sin renunciar al clarooscuro. Fuente: Apuntes de la asignatura, http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/22Vanguar.pdf UUDD, http://www.wikipedia.org, Futurismo Origen El futurismo fue un movimiento inmerso en las corrientes de vanguardia artística, fundado en Italia por Filippo Tommaso Marinetti, quien redactó el Manifeste du Futurisme, publicado el 20 de febrero de 1909. El futurismo surgió principalmente en Milán. Al año siguiente los artistas italianos Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Luigi Russolo y Gino Severini firmaron el Manifiesto de los pintores futuristas. El futurismo es el primer movimiento artístico que se organiza como tal, se reconoce y se define a través del Manifiesto Futurista. Es un movimiento, fundamentalmente, italiano. Características El futurismo buscaba romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte. Consideraba como elementos principales a la poesía, el valor, la audacia y la revolución. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica. Rechazaba la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura, urbanismo, publicidad, moda, cine, música, poesía) capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo. El futurismo procede directamente del cubismo, incluso los primeros cuadros, son de pleno derecho, cubistas, pero evolucionan rápidamente hacia una estética diferenciada, debido a su obsesión por representar la velocidad. Se busca el escándalo, se admira la velocidad y la tecnología, las señas de identidad del mundo moderno y pretende romper con el pasado. Nada del pasado merece la pena ser conservado. Condenan a los museos, a los que considera como cementerios. Pretenden, y valoran, la originalidad por encima de todo. Sus obras se caracterizan por el color y las formas geométricas, y la representación del movimiento y la velocidad. Para ello representan los objetos sucesivamente, pintándolos en varias posiciones, o emborronándolos, un código que se ha popularizado en los cómics y los dibujos animados. Tienden a utilizar colores puros. El futurismo llegará a la abstracción a través del rayonismo. Artistas Umberto Boccioni (1882-1916), además de cultivar la pintura y la escultura, fue el verdadero teórico del futurismo pictórico y el catalizador de las tendencias anteriores. Técnicamente emplea la pincelada puntillista pero el uso del color y la movilidad de las figuras se acercan al Expresionismo, mientras que la relación entre figura y espacio es plenamente cubista. Sin embargo Boccioni convierte el Cubismo en algo dinámico y transformador. Entre sus obras destacan Dinamismo de un ciclista, Dinamismo de una cabeza de hombre, Dinamismo de una cabeza de mujer, La ciudad que crece, Estados del alma: los que se van. Giácomo Balla (1871-1957) fue el más original de la agrupación llegando en las llamadas "Compenetraciones iridiscentes", a la abstracción geométrica como en su Paso de Mercurio ante el Sol. Su técnica consiste en aparentar el movimiento por medio de la reproducción del mecanismo original de la marcha humana y animal. Con este fin Balla reproduce en sus cuadros las posiciones sucesivas de las piernas al caminar o de los brazos en la evolución de su movimiento. Gino Severini (1883-1966) es el más decorativo y agradable de los pintores futuristas. Conoció en Roma a Boccioni y en París se familiarizó con la obra de Seurat y se relacionó con Picasso. El motivo que impulsó a los cubistas a introducir el color en su factura en el periodo sintético, fue la contemplación de algunas obras de Severini, como la colorista Bailarina en azul. En 1914 comienza una fase pictórica más abstracta con la introducción en sus telas de números y letras. La pincelada empleada es puntillista y las formas evocan piezas de maquinaria. Otros representantes del futurismo italiano son: Carlo Carrá (1881-1966), que quedará fascinado por la tecnología y los espectáculos nocturnos, destacando entre sus obras Jinete Rojo; y Luigi Russolo (1885-1947), que fue el que más se acercó a la abstracción destacando entre sus obras Perfume. Umberto Boccioni y escultura futurista Boccioni destaca como uno de los máximos innovadores de la escultura en la primera vanguardia. En el manifiesto "La escultura futurista" que redactó en 1912, afirmaba sin fisuras: "En la escultura de todos los países domina la imitación ciega y burda de las fórmulas heredadas del pasado, imitación que se nutre de la doble bellaquería de la facilidad". Algunas esculturas polimatéricas, aunque toscas, hacen ver una voluntad rupturista y audaz que carece de equivalentes en la preguerra. Después de 1912, tras su estancia en París y la familiarización con los métodos cubistas, su obra plástica se hizo más analítica y esmerada. Sus experimentos son, con todo, muy singulares. Una pieza emblemática es el bronce Desarrollo de una botella en el espacio (1912), con el que halla una forma de representar la interconexión de los elementos sólidos tablero, plato, botella- con bloques de atmósfera que los circundan, y de cuya imbricación múltiple surgen relaciones dinámicas entre volúmenes internos, externos y superficies concretas. Es un equivalente escultórico muy elocuente de los tanteos en el dinamismo plástico que la pintura futurista había llevado a cabo. En su obra más famosa y monumental, Formas únicas de continuidad en el espacio (1913), una figura de aspecto antropomorfo y marcial, Boccioni insistió en el propósito de plasmar la fusión de los elementos compactos con su entorno y la compenetración de los términos interiores y exteriores en la acción del movimiento. Las formas encarnan relaciones dinámicas en el espacio. Entre los futuristas se dieron otras experiencias escultóricas singulares, como los relieves con ensamblajes de Gino Severini y los relieves de metal de Giacomo Balla, más cercanos a Boccioni. Fuente: Apuntes de la asignatura, http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/22Vanguar.pdf UUDD, http://www.wikipedia.org, Abstracción: Kandinsky, Delaunay, Mondrian, Constructivismo El arte abstracto prescinde de la representación de un tema o un asunto figurativo y lo sustituye por un lenguaje visual autónomo, con significado propio. Se entiende por pintura abstracta aquella que prescinde por completo del objeto y de la figura y el cuadro se compone mediante la combinación de líneas y colores. Surge en torno a 1910, pero fueron varias las tendencias de la vanguardia histórica las que acabaron desembocando en creaciones no figurativas. La abstracción es el resultado de una tendencia a resumir y sintetizar que comienza a finales del S. XIX, con Gaugain, Van Gogh y Cézanne, y que continúa con la simplificación del tema a través del Fauvismo, Cubismo y el Futurismo. Así pues, nos encontramos ante un movimiento que ya se iba perfilando desde el siglo anterior y que busca la renovación absoluta de la pintura. La abstracción no es un movimiento único, tampoco obedece a un programa estético común. A ella podemos llegar a través de dos vías, ambas nacen de la búsqueda de un orden y de una racionalidad exenta de referencias inmediatas al mundo exterior. La primera se ha elaborado a partir de las experiencias fauvistas y expresionistas que exaltan la fuerza del color y se denomina abstracción lírica. La segunda, llamada abstracción geométrica, se apoya en la estructuración cubista. Abstracción lírica Defiende un lenguaje basado en la función expresiva y simbólica de los colores. A través de una serie de manchas de color pretende plasmar el estado anímico del artista o causar una impresión anímica en el espectador. Kandinsky Llegó a una abstracción impregnada de sentimiento, su pintura está destinada a despertar la emoción en el espectador. Para él, el arte debía expresar el espíritu, la realidad interior, los estados de ánimo, los sentimientos. En 1910 ejecutó la primera acuarela sin tema, conocida como Primera acuarela abstracta. Sobre un espacio imaginario flotan y se mueven formas abstractas coloreadas en las que no se encuentran referencias miméticas. La fluidez de las manchas de color y el gesto nervioso de la línea configuran un espacio de gran dinamismo. A partir de este momento comienza a pintar lienzos llenos de manchas cromáticas y formas simplificadas. El alejamiento del natural y su tendencia hacía lo abstracto se efectuó en una serie de obras que él mismo denominó Impresiones, Improvisaciones y Composiciones. Los años que median entre 1910, cuando Kandinsky crea su Primera acuarela abstracta, y 1914, fueron decisivos para la abstracción. Esta primera obra surgió más bien como una suma de toques de pintura de carácter expresivo en la línea del trabajo anterior del pintor. La labor teórica estuvo presente en el proceso, por lo que no es de extrañar que en 1911 publicara De lo espiritual en el arte y que en obras como Composición VII o Mancha roja las manchas de color, la línea y los trazos puramente pictóricos y esquemáticos acusen una concepción ordenada de la pintura, pues para Kandinsky expresaban una necesidad interior desvinculada de relaciones exteriores de la realidad. En la década de los veinte su pintura experimentó un cambio radical al iniciar una abstracción realizada a base de combinaciones de formas geométricas, por lo que Composición VIII es un intento de ordenación de la expresividad anterior que coincide con su trabajo en la Bauhaus y con otra de sus obras teóricas: Punto y línea en el plano. Delaunay y las formas circulares La vía inaugurada por Matisse, que exploraba la belleza serena del color, confluyeron en el tipo de pintura abstracta que practicó Robert Delaunay (1885-1941). También se sintió impresionado por el cubismo y por el dinamismo optimista de los futuristas. Todo ello se notó en la evolución de su pintura que llegó, hacia 1912, a una forma de abstracción con colores vivos, muy libremente organizados en torno a una estructura geométrica bastante elemental. En lo que se llamó orfismo se encuadró el resultado de la experimentación con los círculos cromáticos, que al girar alteran la percepción de la forma y el color. El movimiento implica la fusión de los colores que se sintetizan en una superficie blanca, en la ausencia de ellos, estamos ante la síntesis de la abstracción total. El pintor más emblemático del orfismo fue Robert Delaunay con sus obras Formas circulares, el sol y sus Prismas eléctricos. No se trataba de expresar emociones complejas, sino de transmitir la impresión de que la luz se descompone en maravillosas irisaciones cristalinas. Este propósito lo consiguió admirablemente con sus Ventanas. No es muy diferente el efecto que producen algunos cuadros del pintor suizo Paul Klee (18791940). Como muchos de sus colegas, alternó los trabajos figurativos con los abstractos. Entre los últimos está Flora sobre arena, que evidencia el gusto de este artista por las delicadas transparencias y por las armonías de tipo “musical”. Abstracción Geométrica Basada en las leyes de la geometría y en las matemáticas, busca la simplificación de las formas hasta su presentación más elemental y genérica. Los dos pioneros de la abstracción geométrica son Mondrian y Malevich. Piet Mondrian y el Neoplasticismo Holandés En Holanda surgió un grupo de artistas abstactos de una gran importancia. Su órgano de expresión fue el periódico De Stijl. Allí teorizaron mucho para justificar un arte nuevo, de pretendida validez universal, al cual denominaron neoplasticismo. Mondrian (1872-1944) alcanzó su punto de vista a través de una rápida evolución, durante la cual recapituló las varias etapas del modernismo, incluyendo el realismo, el impresionismo, el postimpresionismo y el cubismo. Su desarrollo estaba guiado por una mística filosofía calvinista, según la cual el arte le ayudaba a alcanzar la espiritualidad a través del equilibrio de los opuestos en la Cruz. Mantenía que: a) La realidad plástica del arte se puede expresar sólo a través del equilibrio de movimientos dinámicos de forma y color. b) Los medios puros proporcionan el camino más efectivo para alcanzarlo (el equilibrio). En 1911, Mondrian cayó bajo la influencia del cubismo en París y, rápidamente, desarrolló sobre la base de la segmentación cubista un estilo que redujo los planos cubistas a una cuadrícula enteramente rectilínea que cubre toda la superficie, sobre la cual flotaban todavía los suaves colores impuestos por el cubismo. En cuadros como Composición en línea y color, 1913, Mondrian ha respetado las implicaciones de su título y ha desaparecido cualquier referencia a las apariencias naturales. Es muy importante para comprender el estilo de Mondrian que ninguno de los rectángulos en el cuadro es idéntico a otro, que cada uno funciona como un objeto independiente dentro de una conglomeración urbana. La abertura o estrechamiento de los intervalos en la cuadrícula produce una impresión de oleada, flujo, constricción, sensación de distintas velocidades. En oposición al cubismo, que “no aceptó las consecuencias de sus propios descubrimientos”, Mondrian hacia 1919 había identificado el cuadro con el fondo plano. En su Composición, 1925, un sistema de extensas líneas negras que se cruzan en ángulos rectos divide la superficie en rectángulos rojos, blancos y azules. El efecto es sorprendentemente intenso y lírico. El color está aplicado con gran delicadeza. El rojo y el azul son delicadamente pesados con sumo cuidado, como si se tratara de un sistema de equilibrio. El resultado es, tal como quiso Mondrian, una expresión más dinámica que estática. Si la imitación es el más sincero de los halagos, Mondrian puede haberse sentido satisfecho por la propagación de sus ideas en todas sus formas en el arte del siglo XX. Menos le habría gustado la popularización de sus nociones, mal comprendidas y caricaturizadas, en anuncios e incluso diseños de ropa. Malevich, Tatlin y el Constructivismo Ruso Malevich creó un estilo de formas básicas y de colores puros llamado Suprematismo. Busca reducir la pintura a elementos geométricos, rectángulo, cuadrado, círculo y triángulo, hasta llegar al cuadro como único elemento geométrico. También practica un uso restrictivo del color, hasta llegar al uso exclusivo del blanco y el negro. La primera manifestación de esta tendencia es Cuadrado negro sobre fondo blanco y su obra más radical es Cuadrado blanco sobre fondo blanco. Es un cuadrado blanco suspendido en un fondo blanco con una ligera modificación en la textura y en la intensidad del blanco para distinguir las figuras y el fondo. El cuadrado es la forma más elemental, y al suprimir el color, elimina cualquier resto simbolismo cromático. Paralelamente a Malevich, Vladimir Tatlin, creó en Rusia el constructivismo con sus contrarrelieves. Se dedicó a la elaboración de piezas escultóricas abstractas por medio de la utilización de diferentes tipos de materiales industriales, y es de ahí de donde surge el nombre. La idea de los contrarrelieves es investigar las propiedades de los materiales componiendo formas geométricas totalmente abstractas buscando un arte que no fuera mimético en la naturaleza y que además no necesitasen de materiales costosos. El Constructivismo, que tenía su base en la labor de Tatlin y en su fomento de la tridimensionalidad, como ejemplificaría su ya mencionado proyecto de Monumento a la Tercera Internacional, que demuestra por tanto la ligazón inicial entre revolución política y artística, pese a que el Constructivismo apenas duraría una década. El verdadero auge del arte abstracto se producirá después de la Segunda Guerra Mundial con el Expresionismo abstracto, el Informalismo europeo, la action painting o el minimal art. El Monumento conjuga tanto la tendencia a la abstracción como al progreso, siendo evidente cómo el Constructivismo rompió con las técnicas tradicionales de la escultura al articular las piezas y al no existir una jerarquía espacial en la obra, pues en realidad es el espacio el que se hace dependiente. Pevsner y Gabo fueron los representantes más coherentes de esta tendencia. En el “Manifiesto realista de 1920” presentan una nueva idea del dinamismo en la obra de arte de acorde con la época. Realizan una escultura integrada en el espacio urbano de la ciudad con el fin de integrarlo en la vida. Este concepto de arte proponía unas posibilidades de actuación en el ámbito de la vida. Eliminan la masa y el volumen compacto de la escultura introduciendo en el espacio objetos construidos. Fuente: Apuntes de la asignatura, http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/22Vanguar.pdf, http://www.arteespana.com/pinturaabstracta.htm UUDD, http://www.wikipedia.org, Dadaísmo Definición, Origen y Características Dada es una doble afirmación que significa una negación. El dadaísmo es un movimiento cultural que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el rumano Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del Dadaísmo. Una característica fundamental del Dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. El Dadaísmo se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias y artísticas y, especialmente, por burlarse del artista burgués y de su arte. Su actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas. Para los miembros del Dadaísmo, este era un modus vivendi que hacían presente al otro a través los gestos y actos dadaístas: acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, el Dadaísmo crea una especie de antiarte, es una provocación abierta al orden establecido. Duchamp Marcel Duchamp (1887-1968): Frente al rey blanco de la modernidad representado por Pablo Picasso, está Duchamp como el rey negro. Frente al protagonismo del primero, él lanza propuestas de distinto signo y cada artista sigue su camino. Sus principios se inscriben en el Cubismo. La primera obra que le da más renombre: Desnudo bajando la escalera, junta cubismo y Dada. La ambigüedad es en Duchamp un enigma siempre abierto. Sus “ready-made” u objeto manufacturado que introduce en el terreno sagrado del arte con el doble propósito de burlarse de esa tradición y reivindicar la belleza oculta de esos objetos: Rueda de Bicicleta, Botellero, como máquinas estériles. La burla grosera en la Gioconda con bigotes y el título LHOOQ. Su gran obra “La novia puesta al desnudo por los solteros…” llamado el Gran Vidrio, dos superficies de vidrio que representan a la novia de blanco en la parte superior y a los solteros en la inferior con el deseo de desnudarla. En ella reúne la temática sexual típica de los Surrealistas, con la iconografía maquinista del Dadaísmo. Propuestas artísticas dadaístas El Dadaísmo no es sólo Duchamp, sino muchas propuestas artísticas que desde Zurich se extienden por Europa: Berlín, Colonia, Hannover, París, llegando a Nueva York. Las “Invenciones dadaístas” más importantes y su repercusión son: Cabaret: Ball y Tzara sacuden la ordenada ciudad de Zurich con extrañas actuaciones teatrales, con poemas… es el principio del teatro del absurdo, del happening. Según Ball lo que hacían era celebrar al mismo tiempo una bufonada y un oficio de difuntos. Manifiesto-visual: la expresión de las ideas Dada, se transmiten gráficamente mediante publicaciones literarias, carteles, invitaciones. Ellos separan la forma y contenido de las palabras, prevaleciendo la intención visual no sometida al texto. Así mezclan distintos tipos de letra y tamaños, escriben de derecha a izquierda, de abajo- arriba. Aunque no se entendiese nada, el impacto visual atraía inmediatamente al público. Ready-made: la intervención del artista es mínima. Lo difícil es el máximo cambio de significado con el mínimo de intervención. Otros pueden ser verdaderos collages, puzzles que buscan sorprender sin excluir el humor. Fotomontaje: Es la deconstrucción de la unidad estilística del cuadro o poema tradicional, mediante la inserción de recortes de periódico y carteles en dibujos, pinturas o acuarelas. Grosz, Haussmann y Hoch, han destacado en los fotomontajes cada uno en su estilo. Rayogramas y schadografías: Surge de una antigua técnica usada por los botánicos del XIX, que consiste en exponer al sol objetos sobre papel fotosensible. Ray y Schad realizaron interesantes obras experimentales, dándole el nombre de sus apellidos. Otros Artistas Artistas como Picabia (con su Amorous Parade), Duchamp o Max Ernst mediante violentas asociaciones, crean paralelismos entre aparatos mecánicos y figuras humanas, para señalar el aspecto maquinal del hombre que por seguir las normas alienan su autonomía convirtiéndolo en títere de su propia vida. También critican el optimismo técnico, ya que saca lo peor del ser humano, destruye y mata en mayor número, algo patente en la Primera Guerra Mundial. Los dadaístas experimentan con el arte abstracto. La obra de Hans Arp y Sophie Tauber, ejemplo de un arte que busca sus raíces en la naturaleza pero sin copiar sino captando su sentido espiritual. Fuente: Apuntes de la asignatura, UUDD, http://www.wikipedia.org, http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/22Vanguar.pdf, http://www.arteespana.com Surrealismo Origen El Surrealismo comienza en 1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de André Breton, quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad. Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad que ofrecía el psicoanálisis como método de creación artística. Características y Temas Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado, aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis, máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración, en el erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica. Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos, lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización. En torno al núcleo surrealista se mueven un gran número de artistas, hombres y mujeres de fuerte personalidad que adaptan el Surrealismo a lo aquello que les interesa desde un punto de vista personal. Entre los temas más usados encontramos los autorretratos como animales, paisajes como espacios de ensoñación y naturalezas muertas a modo de bodegón surrealista. Precedentes Los pintores se encontraron con precedentes en Los caprichos de Goya, en el Bosco y Valdés Leal, aunque los más inmediatos deben buscarse en el movimiento Dada y en Giorgio de Chirico, creador de la pintura metafísica. Chirico crea un mundo enigmático que es reflejo de la desolación provocada por la guerra, que se percibe inquietante y desolador. La pintura de Chirico es el principal antecedente del surrealismo. Vertientes En el Surrealismo observamos dos vertientes: El surrealismo abstracto, donde artistas como Tanguy o Miró crean universos figurativos personales a partir del automatismo más puro; y el surrealismo figurativo, donde Ernst, Magritte o Dalí se interesan más por la vía onírica, con obras que exhiben un realismo fotográfico, aunque totalmente alejadas de la pintura tradicional. Surrealismo Figurativo: Ernst, Dali y Magritte Ernst: se hizo rápido con el liderazgo pictórico del surrelismo, usando un estilo que se centra en dar vida en imágenes prestadas al relato surrealista, derribando tópicos y desmintiendo la razón, para lo que recurre al collage. Así, en los collages de Ernst se crea una fisura en la lógica de la representación, por lo que el significado se pierde en múltiples sugerencias. Quedan por tanto descontextualizados los convencionalismos tradicionales de la imagen, y por otra quedan libres los instintos primordiales de deseo y muerte, radicando aquí la característica metáfora surrealista. Hubo muchos seguidores de Ernst, aunque a partir de 1925 tanto él como toda la pintura surrealista cambiaron de orientación para abordar dos tendencias: o bien el desarrollo de un arte semiabstracto o bien de imágenes de vocabulario figurativo que son representaciones de sueños o visiones fantásticas construidas con elementos tomados de la realidad. Dalí: La otra tendencia a partir de 1925 fue la figurativa y se basó en la representación de sueños y visiones, entre la que destacó Magritte, Frida Kahlo y otros tantos pintores entre los que estuvo incluso Picasso, aunque el más sobresaliente será Dalí. Esta tendencia de hecho pareció hacer declinar a la abstracta, pues a partir de los años 30 incluso Breton pareció avalarla, cuando por otra parte parece que en esos momentos en todo el mundo del arte aparece un retorno a la figuración y a presupuestos más clásicos. Salvador Dalí se inicia como surrealista ya en 1929, cuando después de haberse instalado en París conoce a su musa, Gala, y se integra en el grupo exhibiendo obras como El hombre invisible en las que los objetos aparecen perfectamente representados (de hecho con una extraordinaria pericia y realismo), pero conjugando el misterio y la ambigüedad en las relaciones que mantienen entre sí en el lienzo. Dalí llegó de hecho a proponer su propio método, el crítico-paranoico, con el que logra una obra simbólica lejos de la tiranía de la racionalidad común donde campa la anamorfosis, el doble sentido e imagen, el trampantojo, la belleza, el asco, el amor y la muerte… yuxtaponiendo formas blandas e insectos, rígidos paisajes, acantilados o estatuas. En este sistema daliniano se enmarcan obras como El enigma de Hitler o El gran masturbador, cuadros que siguió realizando cuando fue expulsado del grupo en 1934, aunque a partir de su llegada a EE.UU. parece que adoptó una vía calificada a veces de Pop en la que se centró en la construcción de su personaje artístico por encima de su obra, deviniendo una marca registrada que tras volver a España parece retornar a un arte cada vez más tradicional. Magritte: El belga Magritte es también un pintor representativo de esta última etapa surrealista, pues sus principios ligados a la ilustración popular le llevaron a definir un estilo límpido y simple que fue juzgado por los surrealistas ortodoxos como poco subjetivo y banal. En su obra posa preguntas casi filosóficas sobre la paradoja de la imagen y la realidad, pues trabaja en la fisura de sentido entre ambos, como es evidente en obras como Ceci n`est pas une pipe. En otras obras como La violación aparece un trampantojo que trata de unir cuerpo y rostro en una imagen que es de ambos y de ninguno al mismo tiempo, aludiendo quizá a la violación de sentido que supone considerar a la mujer como mero objeto sexual sin atender a su identidad como persona, aunque en otras obras la interpretación es desde luego mucho más hermética que en las que acabamos de mencionar. Surrealismo Abstracto: Miro y Tanguy Miró: Las técnicas procedentes del automatismo gráfico dominan, configurando así una suerte de surrealismo abstracto que confluye con la obra de Klee al que se adscriben además de Ernst otros como Breton, Miró o Masson. Este último demostró que a partir del automatismo se podía llegar a crear una imagen, que se podía crear un puente entre el inconsciente y el consciente en una suerte de proceso de metamorfosis. Miró aunó un sentido del color primario y el amor a lo primitivo (en este caso su paisaje mediterráneo natal) con el simbolismo surrealista para crear obras tempranas como La Masía (1921), que a partir de 1925 muestran ya un vocabulario personal resultante de la radicalización de los hallazgos anteriores. En El nacimiento del mundo o en El carnaval de Arlequín encontramos un fondo simplificado sobre el que hay una serie de criaturas numerosas y pequeñas que con el paso del tiempo serán sustituidas por figuras menos numerosas y más grandes de significados más abiertos o con giros de sinécdoque. De hecho El nacimiento del mundo le granjeó su acceso al grupo surrealista y aunque Breton siempre desconfió de su supuesta incapacidad teórica y literaria, en realidad fue el pintor favorito de los poetas del grupo. Tanguy: Las características de la obra de este autor testimonian la aspiración surrealista a mostrar universos desconocidos, pero verosímiles, gracias al arte ilusionista de la pintura. Su vocación se manifestó súbitamente en 1923 cuando vio por casualidad un cuadro de De Chirico. Se lanzó entonces a una intensa exploración interior que le permitió enlazar muy bien con los surrealistas, a los cuales se unió en 1925. Fueron ellos los que le estimularon a desarrollar un estilo personal que empezó a manifestarse en 1926 con obras como La tormenta. Al mirar esta pintura no sabemos dónde nos encontramos: extraños signos filiformes flotan en un espacio subacuático o tal vez perteneciente a algún imaginario universo sideral. Tanguy mantuvo siempre este carácter onírico. En cuadros ulteriores como La extinción de las especies II presenta objetos más macizos y nítidos, con sombras alargadas que se proyectan en un plano de base aparentemente blando y de extensión indefinida. No sabríamos decir qué son esos seres pintados, pero nadie se atrevería a negar su existencia material. En cualquier caso, estas obras nos muestran el paso desde el automatismo hasta la construcción de la imagen surreal, en sintonía con la evolución misma del movimiento al que Tanguy perteneció. Otras obras: La tormenta, La extinción de las especies II, Divisibilidad indefinida… Fuente: Apuntes de la asignatura, UUDD, http://www.wikipedia.org, http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/22Vanguar.pdf, http://www.arteespana.com Informalismo Bajo este epígrafe se han agrupado una serie de tendencias como el Expresionismo Abstracto o el Arte Matérico y, que tanto en América como en Europa, se desarrollaron entre mediados de los años cuarenta y principios de los sesenta. Por –informal- se entiende la ausencia total de formas reconocibles, ya sean figurativas o geométricas. Se trata de un movimiento artístico que hace de la exaltación de los mecanismos irracionales y vitales su principal fuente creativa. Parte de esa línea subjetiva de la abstracción lírica y del expresionismo alemán. Una serie de acontecimientos políticos en Europa, como la llegada al poder Hitler en Alemania y la posterior Guerra Mundial, hizo que una cantidad considerable de intelectuales, artistas, críticos y coleccionistas europeos se trasladaran a Norteamérica. Nueva York se ve así convertida en la capital artística de Occidente. Entre 1945 y 1947, un grupo de artistas norteamericanos, la mayor parte jóvenes, expondría sus obras en la Art of This Century Gallery. La presencia allí de los grandes maestros europeos (más que su atención) confirió a estos jóvenes la sensación de ocupar el centro artístico de su época. Sus nombres eran J. Pollock, W. De Kooning, F. Kline, etc. El crítico de arte del The New Yorker, Rober Coates, fue quien acuñó el nombre de Expresionismo Abstracto, debido al interés mostrado por algunos de estos artistas por el movimiento expresionista alemán. Todos ellos no constituían un movimiento o escuela en sentido estricto pero, a pesar de ello, es posible distinguir algunas direcciones o facetas dentro del grupo: La gestual o de acción, La sígnica o caligráfica, La de los Logic Color Painters o espacialismo cromático y la surrealista. La primera era la más importante y, más que una tendencia, constituía un método: la acción de pintar es más importante que el resultado, el lienzo como el lugar donde se ejercita una actividad corporal. Las enormes dimensiones del lienzo posibilitaban que el cuerpo se involucrara en su totalidad en el acto creativo. El movimiento de muñeca o de brazo dio paso al movimiento corporal. Así en 1947, Pollock y De Kooning abandonan los pinceles para derramar las pinturas directamente en un lienzo situado en el suelo. A esta forma de pintar se la llamó el Action Painting. A finales de los años cuarenta estos artistas comenzaron a realizar así una serie de óleos casi en blanco y negro, los cuales causarían un gran impacto. Esta reducción cromática será otra de sus características más significativas. Esta gama tan sombría revelaba con mayor fuerza el dramatismo y la soledad de estos artistas. En Europa, el Informalismo surgió, en primer lugar, en la llamada escuela de París, impulsado por Michel Tapié (creador del término Informalismo). En España esta tendencia tuvo dos vertientes: la Escuela de Madrid, denominada grupo El Paso, formada por M. Millares, A. Saura, R. Canogar, L. Feito, L.Muñoz, M. Viola y M. Rivera y la Escuela Catalana o grupo Dau al Set compuesta por A. Tapies y R. Vallés, Cuixar, entre otros. Todos ellos desarrollaron varias técnicas en torno a esta línea subjetiva de abstracción: la gestual (equivalente europeo del Action Painting), la caligráfica o sígnica, la manchista y la matérica. En esta última se le da mucha importancia a la materia utilizada para componer el cuadro: cortezas, arpilleras, trapos, telas metálicas, materiales de desecho, etc Expresionismo Abstracto El estallido de la II Guerra Mundial cambió la hegemonía mantenida por París hasta entonces como centro de renovación artística y de vanguardia a Nueva York. Desde el inicio de la IIGM se fraguó la idea de que Estados Unidos tendría que ser el centro de defensa del arte frente a la barbarie nazi, y se creó la conciencia de necesidad de un arte propio americano. Desde 1945 se aprecia un interés creciente por la vanguardia norteamericana, apoyado por los medios de comunicación y por la euforia de la victoria de la guerra. La presencia en Nueva York de los grandes maestros europeos confirió a los artistas jóvenes la sensación de ocupar el centro artístico de su época. Sus nombres eran J. Pollock, W. De Kooning, F. Kline, etc. Esta vanguardia norteamericana, que pronto se conocería en París, se basaba fundamentalmente en una tendencia, el Expresionismo abstracto. El crítico de arte del The New Yorker, Rober Coates, fue quien acuñó el nombre de Expresionismo Abstracto, debido al interés mostrado por algunos de estos artistas por el movimiento expresionista alemán. Todos ellos no constituían un movimiento o escuela en sentido estricto pero, a pesar de ello, es posible distinguir algunas direcciones o facetas dentro del grupo: La pintura gestual o de acción, La sígnica o caligráfica, La de los Logic Color Painters o espacialismo cromático y la surrealista. El Expresionismo abstracto daba cabida a múltiples orientaciones pero todas ellas bajo el signo de la abstracción. Artistas Jackson Pollock (1912-1956/Estados Unidos): Fue el pintor representante de este nuevo arte norteamericano. Por su novedad y su actitud revulsiva incidió más en la idea de un arte nuevo que, desvinculado de las tradiciones artísticas, expresase el nuevo espíritu norteamericano. Es evidente, que dentro del llamado Informalismo, su Pintura de Acción, con su agresividad y la propuesta de una nueva forma de pintar, se convirtió en una referencia del nuevo arte norteamericano. Ritmo de Otoño (1950). Franz Kline (1910-1962/Estados Unidos): Pintor gestual, de honda expresividad, que parte de la combinación del blanco y el negro para construir estructuras cuyas imágenes recuerdan un desarrollo de formas propias de un mundo industrial y tecnificado pero eliminando la construcción formal y geométrica. La mancha de color, expresiva y dinámica es su principal elemento. Pintura Número 2 (1954). Willem de Kooning (1904-1997/Estados Unidos): En 1953 mostró al público un conjunto de 6 obras “mujer”, figuras demoníacas pintadas con colores violentos y grueso empaste, era una serie innovadora porque unía la pintura figurativa con el arte abstracto. Denominadas diosas negras, venus cruzadas con carteles publicitarios, ídolos contemporáneos y banales. Pintadas a contracorriente, cuando todos en América estaban en la abstracción, él se propone acabar con los tópicos tradicionales sobre el arte y la belleza. A finales de la década de 1950 evoluciona a un estilo más abstracto, que evoca formas paisajísticas y, desde entonces, los alterna, combinándolos en ocasiones. Se le observa gran influencia de Picasso. Mujer (1949). Mark Rothko (1903-1970 Estados Unidos): Máximo representante de la poesía de la mancha de color, que convierte la simplificación cromática del cuadro en páginas de un profundo lirismo. Pintura calmada, basada en el color, Argan la define como impresionismo abstracto, propio de un artista contemplativo y de gesto lento, gran observador, como han dicho de él un místico. La pintura se humaniza al suprimir el impulso irracional de la ejecución y transmitir un equilibrio entre subjetividad y racionalidad. Su ejecución era, lenta y sosegada, y las imágenes resultantes estaban dotadas de un hedonismo trascendental. Contrastan colores serenos y reposados planos de color. Se combinan planos de color de perfiles desdibujados, confusos y ambiguos. Es ejemplo de simplificación y paradigma del concepto mismo de abstracción. El plano de color tiene sus contornos y límites desdibujados. Después de la IIGM abandona la figuración (signos primitivos) y se centra en el color, y más aún en 1950. Aplica una pintura ligera en dos o tres rectángulos de contornos suaves, que llenan una tela de dimensiones cada vez mayores, según él, para estar dentro del cuadro. Superpone capas de color poco empastado, con ligeros cambios de tono brillantes y sensuales (recuerdo de Matisse), Argan escribe “su gesto calmado y seguro es como el gesto del artesano que pinta una pared, que le da una, dos, tres manos, hasta que la superficie alcanza un determinado grado de densidad o de transparencia; y allí donde había un plano rígido e impenetrable, hay ahora un telón que deja pasar la luz o que la produce por medio del color. Transmitía imágenes que revelan la expresión de una actitud y un sentimiento ante el mundo y ante la vida, como se ve en sus últimos cuadros donde el negro lo invade todo. Clifford Still (1904-1980 Estados Unidos): Máximo representante de la poesía de la mancha de color, que convierte la simplificación cromática del cuadro en páginas de un profundo lirismo. La mancha adquiere primacía al centrar la expresividad en la misma realidad del color. Muestra imágenes de gran intensidad donde los colores contrastan y se contraponen como formas vivientes y cortadas con gran dinamismo muy distinto del reposado Rothko. Sus destellos irregulares de color dan la impresión de que una capa de color se ha "roto" en la pintura, revelando los colores debajo. Utiliza un grueso empaste, que muestra sutiles tonos que brillan a través de las superficies de pintura. Las composiciones en la pintura de campos de color se caracterizan por grandes superficies planas combinadas de color, exentas de elementos sígnicos o gestuales, con las que se crean atmósferas que transmiten una gran sensación de espacio. Sus preocupaciones eran espaciales. Trabajaba su espacio pictórico en profundidad, a partir de un tono generalmente oscuro. Para él la vertical ascendente se había convertido en obligatoria, lo que le daba una sensación gótica, una metáfora sobre la aspiración al cielo y a la luz. Esa nota de ascensión gótica recibe entonces sitio para respirar y dilatarse con una expansión del espacio en sentido horizontal. Fuente: Apuntes de la asignatura, UUDD, http://www.wikipedia.org, http://clio.rediris.es, http://www.arteespana.com Pop Art Origen A mediados de los años cincuenta aparece esta tendencia, que se refería al arte popular que estaba creando la cultura de la publicidad de masas. Más tarde se amplió su uso para abarcar la actividad de aquellos artistas que empleaban imágenes populares dentro de un contexto de “arte culto” o de “élite”. El movimiento surge en Inglaterra entre un grupo de artistas y críticos entre los que destacaba Richard Hamilton. Temas El Arte Pop subraya el valor iconográfico de la sociedad de consumo. Supone la aceptación y la intelectualización por parte del artista de la realidad urbana y de la sociedad capitalista para trasladarla al arte, siendo esto era algo revolucionario. Pero a pesar de esto y de su nombre, no es un arte dirigido al pueblo, sino que toma de él, de sus intereses, la temática. Es un arte eminentemente ciudadano, nacido en las grandes urbes y ajeno totalmente a la Naturaleza. Utiliza las imágenes conocidas con un sentido diferente para lograr una nueva estética o alcanzar una postura crítica de la sociedad de consumo. Su repertorio temático, extraído del fenómeno de la propaganda industrial, de la tecnología y de la ciencia ficción, se compone de coches cromados, aviones, anuncios fluorescentes de grandes comercios, tipografías chillonas extraídas del campo de la publicidad o del mundo del cómic, fotografías estampadas en la tela, objetos de consumo como la Coca Cola, mapas de los Estados Unidos, banderas norteamericanas, hamburguesas gigantes, salchichas, batidoras, máquinas de escribir, etc. Desarrollo en EEUU Fue en los Estados Unidos donde el Pop Art arraigó de una manera especial, adquiriendo su pleno desarrollo a partir de los años sesenta. El movimiento no fue bien acogido en un principio por parte de la crítica norteamericana, pues daba la sensación de que los artistas Pop echaban por tierra los logros alcanzados en la década anterior por los artistas del Expresionismo Abstracto. Pero al final acabó por implantarse y conseguir llegar al público entendido e interesar a los grandes coleccionistas y marchantes. Muy pronto el Pop Art se convirtió en uno de los instrumentos imprescindibles para hacer frente al entorno urbano americano. Las grandes ciudades americanas, con su acumulación abigarrada de objetos, arquitectónicos o publicitarios, con la sociedad más capitalista y consumista del mundo, constituyeron, no sólo el telón de fondo natural de esta nueva tendencia, sino además su más importante fuente de inspiración. El Pop fue un medio para crear obras de arte casi totalmente a partir de elementos preexistentes, donde la contribución del artista estaría más en el hecho de establecer conexiones entre los objetos, yuxtaponiéndolos, que en hacer objetos nuevos. Artistas Los principales representantes en EEUU: Robert Rauschenberg: ropa de cama, botellas de Coca Cola; Jasper Johns: bandera americana, latas de cerveza, dianas; Roy Liechstenstein: comics sentimentales y de violencia; Andy Warhol: (serigrafías) latas de alimentos, personajes famosos (Marylin Monroe, Mao) accidentes de autos, dólares, autorretratos; Christo: esculturas envueltas en plástico o materiales biodegradables, envoltura de monumentos o edificios. Robert Rauschenberg (1925-2008): se consagra internacionalmente en 1964 en la Bienal de Venecia que le otorga el primer premio. Realiza las “combine painting” inspiradas en la “all sound music” de John Cage. No escapa al expresionismo abstracto, pero pronto se inclina por nuevas experiencias como utilizar objetos descontextualizados para producir un cambio de significación. La diferencia con Marcel Duchamp reside en que éste pretende asombrar, de subvertir la tradición, mientras que Rauschenberg trata de crear otros objetos a partir de objetos percibidos de otra manera. Son obras representativas “Coca-cola plan”, “Monograma”, “Jeroglífico” y ya más cercano al pop “Tracer” (1963, óleo y serigrafía). Jasper Johns (nacido en 1930): se interesa por la ambigüedad de los sistemas de signos que utiliza la sociedad contemporánea (números, banderas, dianas, más adelante, mapas), que para él son elementos exteriores previamente formados, convencionales, despersonalizados, objetivos, y los vacía de contenido a fuerza de repetirlos y agrandarlos en series, lo que se convertirá en una forma habitual del trabajo entre los artistas pop. Famosas son sus series de banderas americanas o de dianas como “Diana con cuatro caras” (1955), “Tres banderas” (1958). Después elige números y letras, pero pronto comienza a introducir objetos físicos como “Casa de locos” (1962) y también a mostrarlos sueltos como esculturas realizadas en bronce (“Linterna I”, “Bombilla inglesa” de 1968). Su obra es neutral, consiste en la creación de un objeto nuevo, de uso común o del imaginario del ciudadano medio americano; resulta atrayente, ingeniosa, nada emotiva, pero encierra a su vez un sentido crítico que hace plantearse una serie de preguntas nada fáciles de responder y que despejan el camino a los siguientes artistas. Andy Warhol (1930 – 1987), El autor más conocido. Tras graduarse en Arte Comercial se instaló en Nueva York, colaborando con diferentes publicaciones como ilustrador, y publicista, para 1955 ya era el pintor comercial más famoso de New York. En los años 60 se dedicó a la pintura realizando su primera pintura basada en personajes de Comic (como Popeye o Superman). Comenzó, también, a ser el pionero en el proceso del desarrollo de fotografías de grand formato, utilizándolas después como base de sus pinturas al óleo o la tinta. Fué esta técnica la que le permitió producir una serie de imagines repetitivas, con pequeñas variaciones, que comenzó en 1962 con el famoso bote de sopas Campbell En 1963 inauguró en Nueva York “La Factory”, un taller desde el que impulsó diferentes actividades artísticas. A finales de los 60's comienza a hacer cine. En 1965 comienza a trabajar en una banda de rock llamada The Velvet Underground, formada por Lou Reedo y John Cale Su labor pictórica es intencionadamente superficial, despersonalizada y repetitiva, rechaza la originalidad de la obra de arte, muchas de sus creaciones fueron reproducidas por medios mecánicos como la proyección fotográfica o la serigrafía. Las pinturas de Warhol no contienen elementos homoeróticos o que hablen claramente de su sexualidad. Esto fué algo que siempre evitó enfáticamente: renunció, pues, como muchos otros artistas (David Hockney, por ejemplo) a valerse de su vida y de sus sentimientos como tema; en cambio su obra como director de cine tuvo el efecto contrario, pues pusieron en entredicho la identidad sexual y el papel de cada sexo. Warhol fue siempre una persona muy reservada respecto a su vida. Evitaba la comunicación directa y la expresión de los sentimientos y emociones (como sus pinturas: planas y básicas). Su reacción hacia la gente, de desprecio por si mismo, seriedad calculada y una aparente tolerancia hacia todo, sugiere una defensa completa ante un universo hostil y una renuncia e incapacidad para comprometerse. Roy Lichtenstein (1923-1997), ya a finales de los cincuenta hacía cuadros de expresionismo abstracto en los que incluía personajes de Disney. A comienzos de los sesenta, conoció a Allan Kaprow y, a través de él, entró en contacto con el grupo de happenings; a partir de entonces hizo sus primeras pinturas pop con personajes de cómic y de envoltorios de chicle. En sus cuadros, como Whaam!, utiliza de manera sistemática la trama tipográfica de la imprenta como base –como estilo- y las tiras de cómic como motivo iconográfico; Lichtenstein dice “los acepto como cosas que están ahí, en el mundo... Los signos y las tiras de cómic son interesantes como tema. Hay algunas en el arte comercial que son útiles, están llenas de fuerza y vitalidad”. Su interés por el cómic le viene del contrate entre la fuerza emocional de los temas que tratan –el amor, el odio, la guerra...- y la técnica distanciada, fría, estándar e impersonal que utilizan. Igual le sucede a él en sus pinturas, presenta temas emotivos de un modo frío y formalista, simplificando al máximo el color y la forma, dando igual importancia a las cualidades abstractas y decorativas de la pintura, sin que, aparentemente, se pueda detectar la personalidad del artista. La perfecta realización, la pulcritud de los dibujos, la limpieza de los colores, las tramas exactas, los textos explicativos o las palabras onomatopéyicas son de una neutralidad tan gélida que por exagerada nos emociona, y en estos momentos, vistas con la distancia del tiempo, se tornan emotivas e íntimas. Fue un pintor en el sentido más tradicional de la palabra, lejos de trabajar como una máquina como muchos críticos le reprocharon. A él le gustaba hacer sus propias pinturas y además quería que fuesen obras de arte. La técnica que utilizaba era partiendo de un dibujo dado, de un cómic, hacía un boceto con las formas básicas y los colores, lo trasladaba con un proyector sobre un lienzo de gran tamaño y, utilizando las tintas de la imprenta –la cuatricromía de amarillo, rojo, azul y negro sobre blanco- hace primero los puntos, después las zonas de color y, por último, los contornos, con un ayudan te, como hacían los clásicos. Fuente: Apuntes de la asignatura, UUDD, www.wikipedia.org, http://clio.rediris.es Movimiento Moderno: Gropius, Le Corbusier, Mies van der Rohe Se conoce como Estilo Internacional a la corriente arquitectónica, enclavada dentro de la arquitectura moderna, que propugnaba una forma de proyectación arquitectónica universalizante y desprovista de rasgos regionales. Comenzó a tomar forma en Europa en la década de 1920 a 1930. El Estilo Internacional se caracterizó, en lo formal, por su énfasis en la ortogonalidad, el empleo de superficies lisas, pulidas, desprovistas de toda aplicación ornamental, y el efecto visual de ligereza que permitía la construcción en voladizo, para entonces novedosa. El empleo de las nuevas técnicas y materiales, como el hormigón y hormigón armado, permitían también la amplitud espacial que caracterizó a los interiores de los edificios del Estilo Internacional. El Estilo Internacional fue el resultado de varios factores que se tuvieron lugar en el mundo occidental que la industrialización, la mecánica, la ingeniería y la ciencia de los materiales estaban revolucionando. El primero, la incomodidad de algunos arquitectos con el eclecticismo y divergencia de estilos arquitectónicos en boga a finales del siglo XIX, pues se tomaban detalles ornamentales, características y elementos formales de los más diversos estilos y períodos, sin obedecer en ningún momento a la relación entre la forma y la utilidad de las edificaciones. En segundo lugar, la industrialización acelerada de las sociedades europeas y norteamericanas comenzó a crear la necesidad de nuevos tipos de edificaciones con usos hasta entonces desconocidos; entre ellos, el edificio de oficinas, el bloque de apartamentos, las nuevas fábricas, preparadas para albergar novedosas maquinarias y gran cantidad de obreros. El tercer y decisivo factor, los enormes avances técnicos en la ciencia de los materiales y la construcción, que permitieron la invención del concreto armado y el mejoramiento de las aleaciones de acero. Todo esto conllevaría nuevas posibilidades estructurales que harían realidad edificios más altos, más resistentes, más espaciosos. El Estilo Internacional fue impulsado por un pequeño grupo de destacados arquitectos, entre ellos Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe, Charles-Edouard Jeanneret (más conocido como Le Corbusier), J. J. P. Oud, Richard Neutra y Philip Johnson. La arquitectura del movimiento moderno, se sirvió de determinados caracteres programáticos de la vanguardia para proyectar sus edificios con plantas abiertas, asimétricas y una distribución libre, a partir de las funciones y necesidades de la sociedad. Así, esta arquitectura moderna adoptará modelos nuevos caracterizados por no ser naturales ni históricos, sino tecnológicamente adecuados para su función. Porque si hay algo característico en el racionalismo es su deseo de hacer una arquitectura que responda a las diferentes condiciones sociales, culturales y técnicas. No es preciso construir edificios representativos, sino bloques de viviendas, fábricas y equipamientos para la nueva ciudad que nace de lo que se ha llamado Segunda Revolución Industrial. En consecuencia, la arquitectura se convierte en un proceso industrial más realizado con los materiales propios de la industria. Gropius y la Bauhaus Si existe un nombre mítico en lo que al estudio de la arquitectura moderna hace referencia, entonces ese nombre es el de Bauhaus, la casa de la construcción. Una decidida apuesta por la renovación no sólo de la arquitectura, sino de las artes en general. La institución fue creada en la ciudad de Weimar (Alemania) en 1919 y se mantuvo abierta hasta su clausura por Hitler en 1933. Desde su creación y hasta 1928 la Bauhaus estuvo dirigida por el alemán Walter Gropius (18831969). Él fue el responsable del traslado de la institución a la ciudad de Dassau y el autor del famoso edificio que le sirvió de sede en esa ciudad. Podemos considerar a la Bauhaus como un centro de enseñanza volcado hacia todo lo que, de una manera u otra, tuviese que ver con el arte, en la más amplia acepción de la palabra: arquitectura, diseño, escultura, pintura y dibujo, decoración, artesanías diversas, fotografía e, incluso, teatro. En este centro impartieron clases algunos de los más importantes artistas del siglo XX, como Kandinsky, Mies van der Rohe o Klee. Organizados como una comunidad, se pretendía convertir la creación artística en un proceso normal de producción lejos de lo sublime, dignificando el trabajo del artesano e intentando crear objetos que ofrecer a la producción industrial, buscando siempre el llegar a un estilo internacional. Ya antes de dirigir la Bauhaus Gropius había construido algunos edificios notables, como la fábrica Fagus, en Alfeld-an-der-Leine. Aquí demuestra su predilección por el muro cortina y por la combinación de ladrillo, hierro y vidrio, que le permiten crear un ambiente diáfano y bien estructurado, puramente racionalista. A partir de ahí la fama de Gropius no paró de aumentar y se consolidó definitivamente tras pasar a crear y dirigir la Bauhaus. La sede de esta escuela en Dassau, que él mismo diseñó, es el mejor ejemplo de su estilo: consta de distintos edificios, todos de gran sencillez, no dejando lugar alguno para lo innecesario, y en los que el cristal ocupa un papel de primera importancia, al objeto de garantizar la luz natural de los interiores. La multiplicidad de puntos de vista de la escuela impide definirla como algo único, aunque todo el conjunto revela la predisposición racionalista de Gropius y su aplicación del principio de que "la forma sigue a la función". En las proximidades de la escuela Gropius construyó cuatro viviendas para profesores que luego repetiría en el barrio Törten a las afueras de Dessau, donde en un diseño poligonal se insertan las casas en hilera y se juega con el retranqueo de los volúmenes. Una vez fuera de la Bauhaus, el esfuerzo teórico de Gropius se reflejó en el barrio Dammerstock de Karlsruhe, donde evitó la centralidad y buscó la supremacía del ángulo recto en una composición abierta y extensible a voluntad, aunque no monótona gracias a las diferentes alturas de cada bloque. Gropius, un antinazi convencido, tuvo que acabar dejando Alemania en 1934 y, tras unos años en Inglaterra, pasó a los Estados Unidos, donde fue llamado para dirigir la escuela de arquitectura de la Universidad de Harvard, puesto que ocupó hasta 1952 y que le permitió ejercer una influencia decisiva en varias generaciones de arquitectos norteamericanos. En ese país murió, después de haber dejado allí algunas grandes muestras de su capacidad para crear edificios funcionales y de gran belleza formal. Le Corbusier Charles-Édouard Jeanneret, Le Corbusier (1887-1965,) Arquitecto francés de origen suizo que fue, junto a Walter Gropius, el principal protagonista del renacimiento arquitectónico internacional del siglo XX. Además de ser uno de los más grandes renovadores de la arquitectura moderna, fue un incansable agitador cultural, labor que ejerció con pasión a lo largo de toda su vida. Con una formación tan sólo artesanal, construyó su primera casa a los diecisiete años. Aprendió después con los mejores arquitectos de su época: Hoffmann, Perret y Peter Behrens. También había creado una revista, L'Esprit Nouveau, desde la que lanzaba sus proclamas contra la Escuela de Bellas Artes y fustigaba los dictados de una tradición anquilosada y obsoleta. En 1921 Le Corbusier publicó un artículo en el que exponía un concepto totalmente nuevo de vivienda. Para guardar concordancia con su tiempo, la casa debía ser una "máquina para vivir" y homologarse al resto de bienes que configuran la sociedad tecnológica. Con ello no defendía la estética ni el espíritu maquinista, sino que trataba de hacer una casa tan eficaz funcionalmente como lo eran las máquinas en las tareas para las que habían sido inventadas. La vida moderna traía consigo una serie de exigencias cuya satisfacción era imposible encontrar en la pervivencia de la arquitectura tradicional. Así, pues, era absolutamente necesario crear también una nueva arquitectura, y Le Corbusier la fundó en torno a cinco puntos básicos: utilización de pilotis (elementos de sustentación), jardines en el tejado, libre conformación de las plantas, ventanales continuos y libre formación de la fachada, todo ello dentro de un estricto orden geométrico como único generador de "volúmenes puros". Estas soluciones pasarían a ser las características fundamentales y paradigmáticas del racionalismo arquitectónico. La utopía de Le Corbusier fue crear una nueva realidad urbana, una ciudad que fuera una síntesis entre naturaleza y desarrollo tecnológico. Para ello, arquitectura y urbanismo debían estar perfectamente integrados. Su ciudad ideal, proyectada en 1922, está construida en vertical, dejando libres grandes zonas de la superficie del suelo, que se convierten en zonas verdes para discurrir por debajo de los edificios. Éstos se levantan sobre pilotis, dejando las plantas bajas como espacios de libre comunicación. Los tejados, convertidos en jardines, dejan de ser espacios inútiles; las calles son de amplias dimensiones y el tráfico se organiza en grandes vías de circulación rápida, netamente separadas de las zonas para peatones. Ante el caos de los grandes centros urbanos, incapaces de absorber la imparable aglomeración de vehículos y personas, Le Corbusier soñó una ciudad de rascacielos conectados por jardines y autopistas, pero sus sueños eran sólo de papel y, aunque proyectó decenas de rascacielos, nunca construyó ninguno. En los años veinte, aun tenía que conformarse con la construcción de casas aisladas; una de éstas, que ha pasado a la historia como magnífico ejemplo del racionalismo corbuseriano, es la Ville Savoye (1928-1929, Le Possy), una aplicación de la casa sustentada por pilotis, relacionada con el exterior a través de grandes cristaleras y con los espacios interiores conectados. Le Corbusier realizó planes urbanísticos para muchas ciudades, entre ellas París (1925), Argel (1931), Barcelona (1932), Estocolmo (1933), o Saint Dié (1945). En la Carta de Atenas (1943), su escrito más importante junto a Hacia una arquitectura (1923), Le Corbusier enunció los principios generales que inspirarían las nuevas tendencias del urbanismo moderno Tras la marcha de Gropius y van der Rohe, Le Corbusier quedó tras la guerra como el único maestro de la modernidad que permaneció en Europa. El interés del Ministerio de la Reconstrucción y de la Urbanística francés creado en 1944 para restablecer un equilibrio urbano y evitar la saturación, fue aprovechado por Le Corbusier para poner en marcha sus antiguas teorías. Así se le encargó la construcción de un centro cívico en La Rochelle, aunque su gran reto fue la construcción de la Unité d`Habitation en Marsella (1947-1953). El edificio debía elevarse en altura para dar cabida a un gran número de personas y Le Corbusier quiso imprimirle su sello moderno y hacer realidad sus ideas de los módulos de habitación, que construyó siguiendo las dimensiones del Modulor, una unidad de medida propuesta por él mismo que debería definir el espacio que el hombre necesitaba para vivir con comodidad. Sin embargo lo más renovador de la Unité fue el uso absolutamente escultórico de los materiales, dejando las marcas del encofrado del hormigón, introduciendo parasoles, colores primarios y corredores que rompieran la monotonía del diseño reticular del conjunto. En el plano más funcional la Unité era una verdadera máquina para habitar de la que sólo había que salir para ir al trabajo, pues contaba en su parte baja con tiendas y elementos de ocio, pero aunque su modelo fue copiado en otras ciudades, en realidad quedó semihabitada debido al alto coste de las viviendas. Le Corbusier volvió en los cincuenta sobre sus proyectos de los años treinta, por lo que cuando recibió el encargo de construir la Capilla de Notre-Dame-du-Haut en Ronchamp, proyectó darle un tratamiento formal escultórico al incluir formas curvas y otorgar a los muros una estructura rugosa, aunque a pesar de la diversidad de formas se basó en las proporciones del Modulor y pretendió crear un ámbito de meditación en conexión íntima con la naturaleza. En 1951 recibió el encargo de planificar la ciudad india de Chandigargh, nueva capital del Punjab, adonde pudo trasladar por fin los criterios urbanísticos del Movimiento Moderno. Tratando de integrar campo y ciudad, los edificios administrativos fueron distribuidos reticularmente conforme a su relevancia, destacando la Casa del Gobernador y el Parlamento, aunque en realidad pobló toda la ciudad de formas abstractas. Le Corbusier murió en 1965 en su Cabanon de la Costa Azul, una cabaña edificada según su Modulor, pues fue siempre coherente con su teoría de la machine à habiter Mies Van der Rohe Como testimonio más valorado del Estilo Internacional prevalece el Edificio Seagram, construido por el alemán Mies van der Rohe para la corporación de las bebidas alcohólicas. Se ubica en la Quinta Avenida de Nueva York, frente al Central Park, donde Mies ideó una gran plaza urbana que se recede de la línea edificada de la avenida permitiendo tender un punto de transición entre el edificio, una alta estructura de acero con la sencilla forma de un prisma rectangular puro, desprovista de toda ornamentación, y la masa verde del enorme parque neoyorkino. El Estilo Internacional se fue extendiendo por el mundo y tuvo en EE.UU. muchos seguidores, pues frente a figura de Wright rivalizaron otras como Mies van der Rohe, llegado en 1938 tras una carrera llena de triunfos como el Pabellón de Alemania para la Exposición Universal de Barcelona de 1929, un auténtico manifiesto del Movimiento Moderno. Su Casa Farnsworth realizada en la inmediata posguerra en Illinois se asemeja al pabellón barcelonés por su planta libre y su elevación sobre una especie de podio. Siguiendo los esquemas de estas casas de cristal aparecieron obras por parte de alguno de sus colaboradores, mientras que por estos años Neutra levantaba la Casa Kaufmann, donde alejándose de los rigores de van der Rohe trató de atender el bienestar de sus propietarios usando igualmente plantas libres y grandes ventanales. Sin embargo van der Rohe, en muy buenas relaciones con los industriales de la construcción, decidió poner al día sus anteriores proyectos para erigir rascacielos de estructura reticulada cubierta por muros cortina, como los Apartamentos Lake Shore Drive en Chicago. Profesor del Illinois Institute of Technology, ejecutó el Crown Hall, el edificio central del campus, con un planteamiento monumental y clásico aunque siguiendo los principios del Movimiento Moderno. Su consagración vendría no obstante con el Seagram Building neoyorquino (1958). Fuente: Apuntes de la asignatura, UUDD, www.wikipedia.org, www.biografiasyvidas.com, http://aprendersociales.blogspot.com.es Wright Frank Lloyd Wright (1867-1959), arquitecto estadounidense, fue uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX conocido por la arquitectura orgánica y funcional de sus diseños. La arquitectura orgánica u organicismo arquitectónico es una filosofía de la arquitectura que promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural. Mediante el diseño busca comprender e integrarse al sitio, los edificios, los mobiliarios, y los alrededores para que se conviertan en parte de una composición unificada y correlacionada. El estilo orgánico es un movimiento arquitectónico que se deriva del funcionalismo o racionalismo y que puede considerarse promovido fundamentalmente por los arquitectos escandinavos en la década 1930-40 y por el arquitecto americano Frank Lloyd Wright. El movimiento acepta muchas de las premisas del racionalismo, como son la planta libre, el predominio de lo útil sobre lo meramente ornamental, la incorporación a la arquitectura de los adelantos de la era industrial, pero procura evitar algunos de los errores en que cae el racionalismo y aportar nuevos valores a la arquitectura. Wright, nacido en el seno de una familia de pastores de origen británico, vivió en estrecho contacto con la naturaleza, algo que condicionó su posterior concepción de la arquitectura. Ingresó en la Universidad de Wisconsin para estudiar ingeniería y trabajó con Adler y L. H. Sullivan. Su primera obra en solitario fue la Charnley House de Chicago (1892), a la cual siguió, algo más tarde, toda una serie de viviendas unifamiliares que tienen en común su carácter compacto y la austeridad decorativa, en oposición al eclecticismo de la época. En estas primeras realizaciones de arquitectura doméstica, conocidas como prairies houses o «casas de las praderas», están presentes algunas de las constantes de su obra, como la concepción predominantemente horizontal, el espacio interior organizado a base de dos ejes que se cruzan y la prolongación del techo en alas que forman pórticos. Con anterioridad, su genio innovador se había puesto de manifiesto en el Larkin Company Administration Building de Buffalo (1904), donde dejó el espacio central vacío desde la planta baja hasta el techo, con el fin de que todas las plantas se abrieran mediante balconadas a este amplio ámbito. Tras un viaje a Japón en 1905 y otro por Europa en 1909-1910, se estableció en Spring Green (Wisconsin), donde realizó para él y su familia el Taliesin I, trágicamente destruido por un incendio. La pérdida de su familia en este accidente lo afectó de tal modo que decidió abandonar Estados Unidos y trasladarse a Japón, donde edificó, al estilo de los castillos tradicionales, el Imperial Hotel de Tokio. En 1921 regresó a Estados Unidos y reconstruyó en dos ocasiones el Taliesin (versiones II y III), y realizó una serie de obras como la Millard House de Pasadena. Siguió una época de reflexión y de planteamientos más teóricos que prácticos, antes de volver a la actividad con obras en las que desempeña un papel fundamental el hormigón armado. Entre ellas ocupa un lugar destacado su creación más famosa, la Casa Kaufmann o Casa de la Cascada, que se adapta a la perfección al escalonamiento del terreno y prolonga hacia el exterior el espacio interior en una búsqueda de integración entre arquitectura y naturaleza. A raíz de esta construcción, Bruno Zevi definió el concepto de arquitectura orgánica u organicismo, corriente de la que Wright es considerado el máximo exponente, pese a que no la formuló teóricamente. Esta arquitectura orgánica tuvo su máxima expresión en el complejo de Taliesin West, en Phoenix, donde logró sintetizar magistralmente todos los elementos formales que habían caracterizado su obra hasta la fecha. Frente al rigor abstracto y normativo de Mies, Wright seguía mostrando su vertiente más individualista. Tras acabar la guerra emprendió una prolífica etapa final, caracterizada por diseños de formas extravagantes y fantásticas, en las que destacan, sin embargo, dos obras singulares: la Torre Johnson y el Museo Guggenheim. Pese a haber superado con creces el presupuesto del edificio administrativo de la empresa Johnson Wax, Wright recibió el encargo de ampliar el conjunto con una torre de laboratorios (1944-1950). Haciendo realidad una idea anterior, la torre tiene una estructura literalmente arbórea, con una cimentación en forma de raíz primaria y un fuste a modo de tronco del que van siendo plataformas horizontales en voladizo como si fueran ramas. Sus catorce pisos van alternando entre la planta cuadrada y la circular, funcionando estas últimas como altillos de las primeras. El volumen exterior, de esquinas redondeadas, está revestido con bandas de ladrillo rojo y tubos de vidrio. En esta época, Wright aplicó profusamente las curvas a sus formas arquitectónicas, insistiendo en el carácter orgánico que pretendía dar a sus obras. La apoteosis de esta concepción llegó con el Museo Guggenheim en Nueva York, que le ocupó desde 1944 hasta su muerte en 1959. La imponente masa curva de su volumen principal va girando y creciendo en anchura a medida que se eleva. Su carácter macizo y la luminosidad del color crema contrastan violentamente con la austeridad rectilínea de Manhattan. El impresionante espacio interior contiene un gran vacío central, rematado con un amplio lucernario circular y delimitado por una rampa helicoidal definida por la alternancia de los parapetos claros y los vanos oscuros. Los visitantes suben en ascensor hasta la última planta, para descender después, suave y continuamente, por la rampa. Mirando hacia dentro observan el vacío a sus pies, y en la parte externa contemplan los cuadros apoyados en una pared inclinada e iluminados por una banda continua de claraboyas. Toda la estructura es de hormigón armado con forjados en voladizo, y está tan íntimamente relacionada con la forma que casi no hay distinción alguna entre ellas. Cuando le preguntaban cuál consideraba su mejor obra, Wright siempre respondía: “la próxima”, ésta fue la última. Fuente: Apuntes de la asignatura, UUDD, www.wikipedia.org, www.biografiasyvidas.com, http://aprendersociales.blogspot.com.es Otras Preguntas de Examen Picasso Escultor Julio González La escultura de Calder Nueva Objetividad Alemana Arquitectura de los totalitarismos La Extensión del Movimiento Moderno Fuera de Europa