Analisis Clínicos El análisis clínico consiste en un examen cualitativo y cuantitativo de determinadas sustancias de nuestro organismo con el objetivo de determinar si sufrimos algún trastorno o anomalía según una referencia estándar. Los análisis forman parte de las pruebas complementarias que ayudan a diagnosticar o descartar una enfermedad. La solicitud de dichas pruebas las pueden hacer médicos, a través de consulta o mútuas y los pacientes particulares en determinadas circunstancias,. Gran parte de estos análisis clínicos es realizada por un laboratorio de análisis especializado, aunque otras determinaciones pueden hacerse en el centro de salud y en la oficina de farmacia. Existen criterios que nos ayudan a clasificar los diferentes tipos de análisis clínicos . Éstos son: el campo de estudio, el tipo de información obtenida y la complejidad del análisis. Análisis según el campo de estudio: Análisis químicos: Determinaciones de la concentración de un fármaco en sangre, o bien por ejemplo, la concentración de cloro, de nitratos, de arsénico, etc. en el agua de la red de abastecimiento pública. Análisis bioquímicos: Se centran en las concentraciones de los distintos componentes químicos de los organismos vivos como por ejemplo: iones, glucosa, vitaminas, hormonas, colesterol… Análisis hemáticos: estudian todos los componentes de la sangre tales como glóbulos rojos, hemoglobina, glóbulos blancos, plaquetas, factores de coagulación y otros elementos relacionados con la sangre. Análisis microbiológicos: Determinan los microorganismos en la muestra analizada, para evaluar la posibilidad de una infección o encontrar cualquier tipo de anomalía ajena o no al organismo. Se centran en bacterias y hongos, y poseen un peso considerable en la industria farmacéutica. Otros: Análisis genéticos, Análisis cromosómicos y Análisis funcionales (como los practicados a los espermatozoides). Análisis según el tipo de información obtenida: Análisis cualitativos: Solamente pueden indicarnos si la muestra analizada tiene la característica buscada pero no en qué concentración está en la muestra. Estos suelen ser más baratos, más rápidos y más sencillos. Como ejemplos tenemos: test de embarazo y el test de droga (ambos determinan la presencia de hormona o de droga, pero no nos facilitan datos de concentración). Análisis cuantitativos: Dan resultados numéricos y cuantificables, son más caros, lentos y complejos que los anteriores. Un claro ejemplo de ello es el análisis de sangre, ya que nos proporcionará con cifras los resultados obtenidos para poder compararlo con valores de referencia. Análisis semicuantitativos: es un intermedio entre los dos anteriores dan alguna información sobre la concentración de la sustancia buscada. Las tiras reactivas pueden ser un ejemplo de ello. Análisis según su complejidad: Análisis automatizados: Para llevarlo a cabo sólo necesitan depositar la muestra en una tira reactiva o en el apartado de inserción de muestra de una máquina. Los análisis de sangre son ejemplo de ello, además de las pruebas del azúcar donde puede practicárselo la propia persona. Análisis comunes: son aquellos realizados por profesionales pero de uso muy común y de cierta sencillez técnica. Ejemplo: autoanalizador, presión arterial, raspado, etc… Análisis especializados: Son complejos, pues el proceso de obtención de la muestra es más dificultoso o necesita un proceso muy riguroso. Ejemplo: prueba de paternidad, punción lumbar, un TAC, etc…