Si no hay expectativas… ¡No hay frustración! Un gran problema de la cultura actual es que nos manejamos en todos los asuntos cotidianos, laborales, sentimentales o sociales, con la esperanza siempre presente; de obtener lo que deseamos. Esto por supuesto no es el problema en sí; pues ¿quién quiere vivir con una actitud conformista donde recibir o no lo que deseamos no tiene importancia?; más visto desde la óptica de la Programación Neuro Lingüística esta expectativa que al no verse satisfecha -en ocasiones con mayor frecuencia de lo que desearíamos- y sumando las situaciones de la historia de vida que hayan sido poco favorables a generar una actitud de motivación ante los retos en la persona, poco a poco va generando en la mente subconsciente la creencia de que la situación de no logro, no éxito en las diferentes facetas de la vida es algo normal y casi dictado por los dioses o los hados de la suerte personal. Nada más lejos de la realidad; si analizamos la historia de la mayoría de los triunfadores en cualquier área: social, económica, militar, política, del deporte, de los espectáculos, etc. Seguramente encontraremos que la suerte poco o nada tiene que ver con el alcanzar las metas anheladas; sí en cambio tiene que ver; el hecho de usar la técnica adecuada a cada situación, la motivación generada desde el propio sujeto independiente de las circunstancias externas y sobre todo una gran dosis de voluntad persistente. Una técnica que ha probado ser efectiva en mi consulta y en consultoría a empresas e independientes es el no formarse expectativas ante la situación en cuestión; más aclaro: no hablo de que deje de ser considerada como una meta por alcanzar, todo lo contrario; me refiero a ponerle inteligencia a la motivación y quitar el factor principal de disminución o pérdida de esta, es decir la frustración. El diccionario común de la Real Academia Española de la lengua define la frustración como “el fracaso en una esperanza o deseo”; puede ser el no lograr conseguir una cita con alguien que nos es atractivo, no conseguir un empleo, no lograr concretar un proyecto, etc. La técnica que hoy te recomiendo es aplicable a muchas situaciones en la vida, pero muy especialmente aquellas en las que el mismo temor al dolor que sentimos al experimentar la frustración genera en nosotros un estado de ansiedad, llevándonos a cometer errores o asumir actitudes que generalmente aseguran el fracaso en la meta anhelada y en seguida la frustración correspondiente. TÉCNICA: 1. En primer lugar es necesario que seas consciente de que esta técnica y cualquier otra de las que voy a compartirte en este blog ; aunque una vez bien aprendida y reafirmada en ti actúa con gran efectividad, requiere de practicarla un mínimo de tres ocasiones por día. 2. Inicia dándote cuenta cómo te sientes ante una situación X o sea: que no genere ansiedad alguna en ti, tal vez como el cepillarte los dientes o peinarte el cabello y repitiéndote que esa es la sensación a la que te referirás cada vez que repitas dentro de tu mente: “No hay expectativas” (Y recuerda que todo es parte de la técnica para lograr alcanzar tus metas con mayor efectividad). 3. Practica a experimentar la mencionada sensación una y otra vez sin esperar que haya un momento en que sea realmente requerido aplicar la técnica,(recuerda que los grandes guerreros no aprenden a luchar en el campo de batalla ni los deportistas de alto rendimiento desarrollan sus capacidades extraordinarias sin practicar). 4. Cierra ahora tus ojos un momento e Imagina esa situación en particular que deseas dominar: ¿Qué ves a tu alrededor? ¿Quiénes te rodean o están presentes? 5. ¿Qué escuchas en el ambiente? ¿Hay voces, música, sonidos? 6. ¿Físicamente qué sientes en tu cuerpo? ¿En qué parte exactamente lo sientes? 7. ¿Qué emociones percibes en ti? 8. ¿A qué pensamientos te llevan todas estas sensaciones y emociones antes de aplicar la técnica? 9. Respira ahora profundamente y aplica la técnica, repite en tu mente: “no hay expectativas” y entra en la sensación de calma y tranquilidad que ya practicaste antes. 10. Asegúrate de lograr esta sensación detectando el momento justo cuando comienza a presentarse la ansiedad o temor no cuando ya te avasalló, lo que queremos es que la tranquilidad sea más poderosa que la ansiedad ¿ok? y ahora: !entra en acción¡ 11. Visualízate enfrentando esa situación que te interesa, pero ahora con una actitud de total tranquilidad respecto a la respuesta que recibas, (recuerda: “no hay expectativas” y si no hay expectativas, tampoco hay frustración resultante de la respuesta). 12. Imagina que enfrentas diversas situaciones similares usando esta técnica y hay resultados distintos en cada una, en ocasiones positivos, en ocasiones no tanto. Lo importante más que visualizarte logrando siempre el éxito en cada situación (cosa que en la vida real no sucede), es que tu estado de ánimo sin importar los resultados se mantenga en calma. Lo más importante que aporta esta técnica es darte la capacidad de evitar frustrarte y darte por vencido a la primera dificultad, ¡persevera, inténtalo cuantas veces sea necesario¡ Te comparto una de las frases más famosas del gran Michael Jordan: “Siempre he creído que si trabajas, los resultados vendrán solos. No hago las cosas a medias, porque sé que si lo hago entonces sólo puedo esperar tener resultados a medias”. ¡Hasta la próxima¡ Jorge S. Bolaños Psicoterapeuta, Conferencista y Coach