See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/307108315 Fiebre: actualización en el uso de antipiréticos Article · January 2012 CITATIONS READS 2 5,287 1 author: Alexander Barrios Sanjuanelo 6 PUBLICATIONS 26 CITATIONS SEE PROFILE Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Factores asociados a mortalidad en onfalocele gigante View project Uso de probioticos en mastitis puerperal View project All content following this page was uploaded by Alexander Barrios Sanjuanelo on 27 August 2016. The user has requested enhancement of the downloaded file. Fiebre: actualización en F i e b r e : a c t u a l i z a c i ó n e n el uso de antipiréticos e l u s o d e a n t i p i r é t i c o s Alexander Barrios Sanjuanelo, MD Pediatra Universidad del Norte Introducción Definición de fiebre La fiebre continúa siendo el principal motivo de consulta en los servicios de urgencias en pediatría. La fiebre puede ser definida en términos clínicos y fisiopatológicos. ■ Este síntoma genera ansiedad y temor en los padres, al desconocer su origen y sus consecuencias. Pero esta sensación de ansiedad no se limita a los padres y/o cuidadores de niños y niñas, también la experimentan los médicos, incluso los pediatras, de atención primaria y de los servicios de urgencias. Clínicamente: es el aumento de la temperatura corporal 1ºC (1,8ºF) por encima de la media en el lugar de registro de la temperatura. Los siguientes grados de temperatura son aceptados como fiebre: • Temperatura axilar: > 37,4ºC • Temperatura rectal: > 38ºC • Temperatura oral: > 37,6ºC • Temperatura timpánica: > 37,6ºC En la actualidad, tanto padres como el personal de salud padece de “fiebrefobia”. Este término descrito en 1980 por Schmitt consiste en el miedo de los padres por la fiebre en los niños. Estudios recientes sugieren que la percepción del médico por la fiebre y su tratamiento contribuyen a la “fiebrefobia” de los familiares. A pesar de todo, tres décadas más tarde, la mayoría de los conceptos erróneos y el miedo a la fiebre persiste. Un adecuado uso de los antipiréticos y la educación a los padres debe ser nuestro objetivo en atención primaria para disminuir la “fiebrefobia”. 26 ■ Precop SCP ■ La variación diaria normal de la temperatura se mantiene incluso durante la respuesta febril. Bajo circunstancias normales, la temperatura varia 0,5ºC respecto a la media, con valores bajos en la mañana (entre las 4 y 8 a.m.) y horas pico en la tarde (entre las 4 y 6 p.m.). Fisiopatológicamente: es el incremento regulado de la temperatura corporal mediado por la región anterior del hipotálamo; esta elevación del punto de control en el centro termorregulador hipotalámico es mediada por la interleuquina 1 (IL-1). En respuesta a esta elevación, se produce un proceso activo que tiene como objetivo alcanzar el nuevo punto de control. Esto se logra fisiológicamente disminuyendo las pérdidas de calor con vasoconstricción y produciendo escalofríos. Alexander Barrios Sanjuanelo Fases de la fiebre En la fiebre se presentan tres fases: ■ ■ ■ Aumento de la temperatura: se caracteriza por disconfort. Este término es utilizado para describir las manifestaciones presentes en un niño con fiebre (dolor, llanto, irritabilidad, decaimiento), resultado de los cambios fisiológicos de la fiebre. Estabilización de la temperatura: se produce al obtener un nuevo nivel en el punto de control del centro termorregulador hipotalámico. Existe un balance entre la producción y pérdida de calor, pero con un punto de ajuste más alto a nivel hipotalámico. Se manifiesta con enrojecimiento facial y, en esta fase, el niño se siente más confortable. Defervescencia: desaparición de la fiebre por lisis (caída gradual de la temperatura en 2-3 días) o por crisis (caída de la temperatura en unas pocas horas). Fisiopatología de la fiebre Interleuquinas: citoquinas mediadoras entre leucocitos. IL-1 y la IL-6 juegan un papel importante en la patogénesis de la fiebre. Interleuquina 1: la interleuquina 1 es la citoquina más importante en la patogénesis de la fiebre. Se almacena en una forma inactiva en el citoplasma de las células secretoras, actúa como una hormona al afectar órganos distantes. Se elimina por vía renal. IL-1 se compone de tres polipéptidos relacionados estructuralmente, dos agonistas (IL-1α y IL-1β) y un antagonista (IL-1 antagonista de los receptores = IL-1ra) que inhibe las actividades de los dos agonistas. La IL-1 se produce por: ■ ■ ■ Pirógeno: es una sustancia que provoca elevación de la temperatura corporal. ■ Pirógenos exógenos: sustancias que se originan fuera del cuerpo y que producen fiebre, induciendo la producción de interleuquinas (organismos infecciosos, toxinas). Pirógenos endógenos: sustancias que se originan en el interior del cuerpo y son capaces de inducir fiebre, actuando sobre el centro regulador hipotalámico (IL-1, factor de necrosis tumoral, interferón, citoquinas). Criógenos endógenos: péptidos que contrarrestan los pirógenos y modulan la regulación ascendente del termostato hipotalámico (vasopresina, hormona alfa melanoestimulante y somatostatina). Citoquinas: son proteínas producidas por los monocitos, macrófagos y células T, para regular la respuesta inmune y controlar procesos inflamatorios. ■ Macrófagos: principal fuente de IL-1. Células de Kupffer, queratinocitos, células de Langerhans. Astrocitos en el tejido cerebral: contribuyen a la respuesta inmunológica dentro del sistema nervioso central (SNC) y a la fiebre secundaria a hemorragia del SNC. Células tumorales (enfermedad de Hodgkin, leucemias, carcinomas). Esto explica la asociación de fiebre en ausencia de infección. Monocitos en circulación y sistema reticuloendotelial. Funciones de la IL-1: ■ Inducción de la fiebre, actuando sobre el hipotálamo para elevar su punto de ajuste. ■ Inducción de respuesta inflamatoria. ■ Activación de células B y células T. ■ Estimular al hígado para la producción de proteínas de fase aguda (fibrinógeno, haptoglobina, proteína C reactiva). ■ Supresión del apetito: resulta en una reducción importante de la ingesta de alimentos. Síntoma visto frecuentemente en enfermedades febriles. ■ Producción del factor S, un péptido similar a IL-1, con efecto en la inducción del sueño de onda lenta. Se produce en los astrocitos y puede explicar el aumento del sueño en las enfermedades febriles. CCAP Volumen 11 Número 4 ■ 27 Fiebre Actualización en el uso de antipiréticos Termorregulación La termorregulación requiere de un equilibrio entre la producción y la pérdida de calor, además de un adecuado funcionamiento del centro regulador hipotalámico para regular estos mecanismos. La producción de fiebre requiere de las siguientes etapas: ■ ■ ■ El sitio de acción de la IL-1 es el área preóptica en el hipotálamo anterior, que contiene grupos de neuronas termosensibles localizados dentro de la pared rostral del tercer ventrículo. Este sitio se conoce como organum vasculosum laminae terminalis (OVLT) y es considerado una interfaz entre la circulación y el cerebro. La IL-1 entra en el espacio perivascular del OVLT a través de capilares fenestrados y estimula la producción de prostaglandina E2 (PGE2) en el área preóptica del hipotálamo anterior para causar fiebre. El OVLT no es el principal puerto de entrada de los pirógenos. Se ha demostrado que, en las células endoteliales y perivasculares de la barrera hematoencefálica, citoquinas pirógenas cambian a PGE2. Estas células representan una estructura denominada sistema de órganos circunventriculares, constituida por un pequeño grupo de neuronas adyacente a la barrera hematoencefálica y sirve como un canal de comunicación entre la sangre y las neuronas del hipotálamo. Cuando las citoquinas pirógenas circulantes son detectadas por los órganos circunventriculares, inducen la formación de PGE2. El resultado final de estos mecanismos complejos es un aumento de la concentración de PGE2 a nivel hipotalámico, que desplaza hacia arriba el punto de ajuste del termostato generando fiebre. En respuesta a esto, fibras simpáticas eferentes, que inervan especialmente vasos sanguíneos periféricos y músculos, inician el proceso de conservación del calor con vasoconstricción y producción de calor con contracciones musculares (escalofríos). El incremento de la temperatura 28 ■ Precop SCP ■ ■ ■ resultante continúa hasta que la temperatura del cuerpo se aproxima a la temperatura del punto de ajuste elevado a nivel hipotalámico. El punto de ajuste planteado se restablece de nuevo a lo normal si las concentraciones de PGE2 caen o si se administran antipiréticos que bloquean la síntesis de prostaglandinas. Se ha encontrado que la PGE2 ejerce una retroalimentación negativa sobre la liberación de IL-1, lo que tiende a interrumpir los mecanismos que iniciaron la fiebre. Además, la vasopresina, considerada un criógeno endógeno, actúa en el SNC para reducir los pirógenos. La normalización de la temperatura se inicia con vasodilatación y sudor a través del aumento controlado del flujo sanguíneo a la piel. Medición de la temperatura corporal en niños La medición de la temperatura corporal desde los inicios de la medicina ha sido objeto de estudio de los clínicos. Inicialmente, la medición de la temperatura corporal se fundamentaba en el uso de la mano para determinar diferencias en la temperatura de la piel. Uno de los primeros intentos realizados para cuantificar la temperatura se llevó a cabo en el siglo I a. C. al inventar un termoscopio que no tuvo aplicación clínica. Fue hasta 1864 cuando Carl Reinhold August Wunderlich popularizó el uso del termómetro, demostrando que la fiebre no era una enfermedad, sino un síntoma, y estableció los límites normales de temperatura corporal. La localización anatómica para una adecuada medición de la temperatura es variable, siendo más exacta en sitios anatómicos profundos, como la arteria pulmonar, el esófago y la nasofaringe, pero con la desventaja de tener un difícil acceso. Los sitios anatómicos periféricos son los más utilizados por su fácil acceso, seguridad y comodidad para el niño. Alexander Barrios Sanjuanelo La axila es uno de los lugares más usados para la medición de la temperatura. La temperatura axilar es poco sensible y a menudo inexacta e imprecisa. El enfriamiento de la piel, la sudoración y la evaporación son los factores que afectan la precisión. La temperatura oral es cómoda y segura para niños mayores de cinco años, suele ser más precisa que la axilar, pero puede verse afectada por los líquidos consumidos y la evaporación al respirar por la boca. La temperatura rectal ha sido considerada como el estándar de oro para la medición indirecta, porque no hay factores externos que modifiquen la medición, aunque es incómoda para los niños. En la actualidad, la medición de la temperatura en la membrana timpánica, con el uso de termómetro infrarrojo, ha cobrado importancia por su rapidez. La temperatura a nivel timpánico es cercana a la temperatura corporal central debido a que el suministro de sangre es similar al del hipotálamo. Sin embargo, esta medición tiene limitantes técnicas que ponen en duda su exactitud; entre estas, se encuentra la dificultad para apuntar el termómetro en la membrana timpánica, la impactación de cerumen u otitis media y cuando el médico lucha con una adecuada colocación del termómetro en lactantes menores de dos meses de edad. Recomendaciones para la medición de la temperatura: ■ ■ ■ La vía oral y la rectal no deberían emplearse de manera rutinaria para medir la temperatura corporal en niños de 0-5 años de edad. En los niños menores de 4 semanas de vida, la temperatura corporal se debe medir con un termómetro digital en la axila. (Evidencia III; recomendación B). En niños de 4 semanas a 5 años de edad, la temperatura corporal debe medirse con termómetro digital en axila o termómetro infrarrojo timpánico. Tratamiento no farmacológico de la fiebre Teniendo en cuenta que la fiebre induce una mayor demanda metabólica en el niño, el tratamiento no solo se basa en la administración de antipiréticos, también es importante una adecuada nutrición e hidratación durante la fase febril. El uso de medios físicos antitérmicos, como el baño con agua tibia o el uso de una esponja, proporcionan una leve disminución de la temperatura corporal y suele acompañarse de malestar y escalofríos. La eficacia de los medios físicos para tratar la fiebre no es clara y no parece ofrecer ventajas comparada con los fármacos antipiréticos. Está contraindicado el uso de agua fría o alcohol, ya que produce vasoconstricción, en lugar de la vasodilatación que se necesita para disipar el calor, y el alcohol poder ser absorbido por la piel y generar toxicidad. Tratamiento farmacológico de la fiebre El consumo de antipiréticos es amplio en la población pediátrica y con frecuencia son automedicados por los padres, por lo que es esencial realizar un uso racional de estos medicamentos. Dentro de los antipiréticos de uso frecuente en pediatría, la actividad varía de uno a otro, sobre todo en el tiempo de disminución de la fiebre, vida media y efectos secundarios. Clasificación de los analgésicos antipiréticos y antiinflamatorios no esteroides Manejo de la fiebre Salicilatos (ácido acetilsalicílico): producen inhibición irreversible de la ciclooxigenasa plaquetaria por medio de la acetilación. El objetivo principal del tratamiento del niño febril es mejorar el confort. Pirazolonas (dipirona): son inhibidores competitivos de la ciclooxigenasa. Tienen acciones CCAP Volumen 11 Número 4 ■ 29 Fiebre Actualización en el uso de antipiréticos antiinflamatorias superiores, pero con mayor incidencia de trastornos hematológicos, como la agranulocitosis. Paraaminofenol (acetaminofén): es predominantemente antipirético. Aparentemente inhibe selectivamente la ciclooxigenasa en el área preóptica hipotalámica. Derivados del ácido propiónico (ibuprofeno): acción similar a los salicilatos. Mecanismo de acción de los antipiréticos Los antipiréticos actúan a nivel central reduciendo el punto de ajuste del centro regulador hipotalámico mediante la inhibición de la ciclooxigenasa (COX), la enzima responsable de la conversión del ácido araquidónico en prostaglandinas y leucotrienos. 3. Tener baja tasa de efectos secundarios con dosis terapéuticas y baja toxicidad cuando se toma en sobredosis. 4. Baja incidencia de interacción con otros medicamentos y rara vez contraindicación en pediatría. 5. Seguro y rentable. Indicaciones para el uso de antipiréticos Es importante reconocer que la principal indicación para la prescripción de un antipirético no es reducir la temperatura del cuerpo, sino aliviar el malestar del niño y, por lo tanto, la ansiedad de los padres. Existe poca evidencia que sustente que la reducción de la temperatura del cuerpo sea beneficiosa. Se recomienda el uso de antipiréticos en los niños cuando la temperatura es superior a 38,5ºC. Esta reducción conduce a una serie de respuestas fisiológicas, incluyendo la disminución de la producción de calor, aumento del flujo sanguíneo a la piel y la consecuente pérdida de calor por radiación, convección y evaporación. Medicamentos antipiréticos La mayoría de los antipiréticos inhiben los efectos de las prostaglandinas sobre los receptores del dolor. Parece ser que los antipiréticos tienen otros resultados clínicos, incluyendo la analgesia, mejoran las molestias asociadas con fiebre y enfermedad produciendo un mayor confort en el niño y las mejoras que se acompañan (menos irritabilidad, mejor alimentación, mejoría de la condición clínica del niño). El efecto del acetaminofén, y el ibuprofeno, puede ser más como analgesia, ya que se carece de investigación para determinar si la normalización de la temperatura realmente alivia el malestar. Acetaminofén Características de un antipirético ideal 1. Dar resultado rápido y eficaz para reducir la fiebre por lo menos 1ºC. 2. Está disponible en forma líquida y supositorios. 30 ■ Precop SCP El acetaminofén y el ibuprofeno son los medicamentos antipiréticos recomendados en niños y solo cuando la fiebre se asocia a disconfort. El acetaminofén es el antipirético más utilizado en pediatría. Es un metabolito activo de la acetanilida y fenacetina. Es un compuesto de origen sintético derivado del p-aminofenol. El mecanismo de acción es aún desconocido, pero el efecto antipirético parece deberse a su capacidad para disminuir la síntesis cerebral de prostaglandinas, con un menor efecto inhibitorio a nivel periférico, por lo que no posee propiedades antiinflamatorias. La absorción es rápida y casi total en el tracto gastrointestinal; su distribución es uniforme en todos los líquidos corporales. Se une a las proteínas plasmáticas entre el 20-50%; su vida media es de 1-4 horas. Alexander Barrios Sanjuanelo Se metaboliza en el hígado, el 60% con ácido glucorónico, el 35% con ácido sulfúrico y el 6% con cisteína. Los niños poseen menor capacidad para la glucoronoconjugación. Una pequeña proporción sufre N-hidroxilación por el citocromo P450 y forma un metabolito intermedio altamente reactivo, pero su efecto es controlado al reaccionar con el glutatión. La eliminación es renal en un 90%. La dosis de acetaminofén recomendada es 10-15 mg/kg/dosis cada 4 a 6 horas. En el recién nacido, se aconseja una dosis a intervalos de 8-12 horas, por el aclaramiento lento del medicamento en este grupo etario. El efecto antipirético inicia 30 a 60 minutos posterior a la administración y alcanza un nivel máximo en plasma a los 30 minutos. Se han sugerido regímenes alternativos de dosificación de acetaminofén con dosis de carga inicial por vía oral de 30 mg/kg/dosis, pero no existen pruebas que avalen que estos regímenes mejoren la eficacia antipirética. Los efectos secundarios del acetaminofén son raros y muy leves cuando se administra en dosis adecuadas, por eso es seguro su uso en niños. Los más frecuentes son el vómito y el dolor abdominal, es raro que se produzcan reacciones de hipersensibilidad. Es fundamental reconocer que el acetaminofén no causa sangrado gastrointestinal, nefropatía por analgésicos o coagulopatía. La hepatotoxicidad es el efecto adverso más frecuente y suele presentarse con la administración de múltiples dosis supraterapéuticas, mayores a 15 mg/kg/dosis o que sobrepasen los 90 mg/kg/día. Se incrementa el riesgo de hepatotoxicidad con isoniacida, rifampicina y fármacos antiepilépticos. Se aumenta la absorción con metoclopramida y domperidona. Está contraindicado en insuficiencia hepática y en pacientes que poseen una limitación genética para metabolizar la fenacetina o su metabolito, el paracetamol. Acetaminofén endovenoso La Food and Drug Administration (FDA) aprobó recientemente en los Estados Unidos la preparación intravenosa del acetaminofén para el tratamiento de la fiebre y el dolor agudo moderado. La presentación para administración endovenosa está aprobada para su uso en todas las edades en muchos países, pero en los Estados Unidos no está aprobado su uso en niños menores de dos años de edad. Diferencias entre la administración oral y endovenosa Existen diferencias entre la administración oral y endovenosa. La administración oral produce un pico máximo en una hora posterior a la administración, con la particularidad de continuar subiendo durante horas después de una dosis alta. En contraste, la administración endovenosa produce un pico inmediato, pero la concentración disminuye rápidamente. La mayor concentración pico luego de la administración endovenosa puede implicar mayor toxicidad. La absorción gastrointestinal del acetaminofén se hace por circulación esplácnica, produciendo alta concentración hepática de este. El metabolismo hepático del acetaminofén produce un metabolito tóxico llamado n-acetil-p-benzoquinamina, pudiendo este ser mayor cuando la administración es por vía oral. Particularmente, la administración endovenosa obtiene concentraciones en suero más altas, pero la exposición hepática puede ser menor porque evita el metabolismo de primer paso. En modelos de investigación, se ha demostrado que la infusión endovenosa produce una concentración pico de acetaminofén en el hígado un 50% menor que la concentración producida con la administración vía oral. CCAP Volumen 11 Número 4 ■ 31 Fiebre Actualización en el uso de antipiréticos Ibuprofeno demuestran que puede ser seguro su empleo en pacientes con antecedente de asma. El ibuprofeno, derivado del ácido propiónico, se convirtió en el único medicamento antiinflamatorio no esteroide (AINE) aprobado como antipirético en los Estados Unidos desde 1984 y en el Reino Unido desde 1990. El uso de ibuprofeno para manejar la fiebre ha ido en aumento, ya que parece tener un efecto más favorable en el descenso de la temperatura corporal. Es un inhibidor de la ciclooxigenasa no selectivo, inhibe la adherencia y agregación de neutrófilos. A dosis altas disminuye la producción de citoquinas y la liberación de enzimas lisosomales. Otros antipiréticos Dipirona La dipirona es un derivado de la pirazolona que tiene un alto índice de toxicidad, particularmente agranulocitosis, lo que llevó a su retirada del mercado de los Estados Unidos en 1977. Todavía se usa en muchas partes del mundo (dosis: 15 mg/kg). Este medicamento no se recomienda para su uso en niños. Este fármaco se absorbe bien en el tracto gastrointestinal, alcanzando una concentración máxima en una hora; el 98% se une a las proteínas del plasma. Se metaboliza en el hígado por hidroxilación y conjugación, siendo luego eliminado por vía renal. Combinación de antipiréticos Sus efectos analgésicos y antiinflamatorios otorgan ventajas terapéuticas en comparación con el acetaminofén. En una encuesta, el 67% de los padres respondió que alternaba antipiréticos y el 50% de los pediatras avalaron tal práctica. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes que indiquen que alternar antipiréticos es seguro o más eficaz que la monoterapia. La dosis recomendada es de 5 a 10 mg/ kg/d. Esta dosis es aceptable, eficaz y segura, cuando se usa durante un tiempo limitado como antipirético en niños mayores de seis meses de edad, a pesar de las preocupaciones teóricas sobre la nefritis intersticial. Se contraindica su uso en pacientes con insuficiencia renal, trastornos de la coagulación y úlceras gastroduodenales. Estudios recientes En los últimos años, se ha convertido en una práctica común combinar el acetaminofén y el ibuprofeno para tratar a los niños con fiebre en el hospital y en casa. Alternar antipiréticos tiene mayor riesgo de toxicidad. Específicamente, el ibuprofeno inhibe la producción de glutatión, que, en presencia de concentraciones crecientes de acetaminofén, puede conducir a toxicidad hepática o renal, especialmente en un niño febril que tiene hipovolemia. Tabla 1. Farmacodinamia de los antipiréticos Dosis Intervalo de las dosis Pico concentración plasmática Tiempo máximo para reducción de la temperatura Duración de la acción Fuente: Avner JR. Acute fever. Pediatr Rev 2009;30(1):5-13. 32 ■ Precop SCP Acetaminofén Ibuprofeno 10-15 mg/kg 5-10 mg/kg 4-6 horas 6-8 horas 30 minutos 60 minutos 2 horas 3 horas 4-6 horas 4-8 horas Alexander Barrios Sanjuanelo En conclusión, se debe reforzar la monoterapia para el manejo de la fiebre, con el antipirético correcto, con dosis e intervalos de dosificación adecuados para cada niño. Puntos clave para disminuir la fiebrefobia Acetaminofén versus ibuprofeno ■ Estudios en los que se comparó la eficacia del ibuprofeno y del acetaminofén han dado resultados variables, el consenso es que ambos fármacos son más efectivos que el placebo en la reducción de la fiebre y que el ibuprofeno es al menos tan eficaz como el acetaminofén en la reducción de la temperatura corporal. ■ El ibuprofeno no ha demostrado ser superior al acetaminofén en el control de la fiebre, excepto en una duración más larga del efecto antipirético (6-8 horas comparado con 4-6 horas del acetaminofén). La seguridad del ibuprofeno y del acetaminofén es generalmente comparable, pero la gastritis es más común con el ibuprofeno. ■ ■ ■ ■ ■ Los pediatras deben contrarrestar la fiebrefobia al enfatizar que la mayoría de la fiebre no es dañina y que el uso excesivo de antipiréticos puede causar daño a órganos. Los antipiréticos no deben ser prescritos como medida preventiva durante la vacunación, se ha demostrado que puede disminuir la respuesta de anticuerpos a varias vacunas comunes. Deben ser usados cuando aparezca fiebre posvacunación. Los antipiréticos no tienen ningún papel en la prevención de las crisis febriles. La alternancia de antipiréticos no tiene ningún beneficio clínicamente significativo, y aumenta la posibilidad de errores de dosificación. Con excepción de la hipertermia, la gravedad de la enfermedad no tiene correlación con el grado de fiebre. El tratamiento de la fiebre no mejora el curso de la enfermedad. La fiebre solo debe ser tratada con el fin de mejorar la comodidad del niño, en vez de hacer “normalizar” la temperatura. Lecturas recomendadas 1. El-Radhi AS, Carroll J, Klein N, editors. Clinical Manual of Fever in Children. Springer-Verlag Berlin Heidelberg; 2009. 2. Mackowiak PA, Wasserman SS, Levine MM. A critical appraisal of 98.6 degrees F, the upper limit of the normal body temperature, and other legacies of Carl Reinhold August Wunderlich. JAMA 1992;268(12):1578-80. 3. Avner JR. Acute fever. Pediatr Rev 2009;30(1):5-13. 4. Craig JV, Lancaster GA, Williamson PR, Smyth RL. Temperature measured at the axilla compared with rectum in children and young people: systematic review. BMJ 2000;320(7243):1174-8. 5. Dew PL. Is tympanic membrane thermometry the best method for recording temperature in children? J Child Health Care 2006;10(2):96-110. 6. Feverish illness in children: assessment and initial management in children younger than 5 years. NICE Clinical guideline 47. 2007. Available at: <www.nice.org.uk/CG047>. 7. Section on Clinical Pharmacology and Therapeutics; Committee on Drugs, Sullivan JE, Farrar HC. Fever and antipyretic use in children. Pediatrics 2011;127(3):580-7. 8. Tréluyer JM, Tonnelier S, d’Athis P, Leclerc B, Jolivet-Landreau I, Pons G. Antipyretic efficacy of an initial 30-mg/kg loading dose of acetaminophen versus a 15-mg/kg maintenance dose. Pediatrics 2001;108(4).E73. Available at: <www.pediatrics. org/cgi/content/ full/108/4/e73>. 9. Ofirmev (acetaminophen) injection [product label]. San Diego, CA: Cadence Pharmaceuticals, Inc.; 2010. 10. Dart RC, Rumack BH. Intravenous acetaminophen in the United States: iatrogenic dosing errors. Pediatrics 2012;129(2):349-53. 11. Royal MA, Gosselin NH, Pan CC, et al. Route of administration significantly impacts hepatic acetaminophen exposure: a simulation based on a first pass model. In: Proceedings from the American Society of Clinical Pharmacology and Therapeutics. Dallas, TX; 2011, Poster Pii-73. 12. Sherman JM, Sood SK. Current challenges in the diagnosis and management of fever. Curr Opin Pediatr 2012;24(3):400-6. CCAP Volumen 11 Número 4 ■ 33 examen consultado Fiebre Actualización en el uso de antipiréticos 21. La fiebre se define como un aumento de la temperatura corporal en el centro regulador hipotalámico mediado por: A. factor de necrosis tumoral 22. Las siguientes son recomendaciones para la medición de la temperatura en niños, excepto: A. en los niños menores de 4 semanas de vida, la temperatura corporal se debe medir con un termómetro digital en la axila B. interleuquina 1 C. exotoxinas D. células T B. niños de 4 semanas a 5 años de edad, la temperatura corporal debe medirse con termómetro digital en axila o termómetro infrarrojo timpánico C. la vía oral y la rectal deben utilizarse para medir la temperatura corporal en niños de 0 a 5 años de edad D. todas las anteriores 23. Son indicaciones para el uso de antipiréticos en niños, excepto: A. reducir la temperatura corporal B. temperatura > 38,5ºC C. aliviar el malestar del niño y por lo tanto la ansiedad de los padres D. fiebre asociada a disconfort 34 ■ Precop SCP examen consultado Alexander Barrios Sanjuanelo 24. Son factores que incrementan el riesgo de hepatotoxicidad al usar acetaminofén, excepto: A. no sobrepasar dosis de 90mg/kg/día B. dosis supra-terapéuticas C. asociaciones con fármacos antiepilépticos D. dosis mayores 15mg/kg/dosis 25. No es una conducta apropiada para el manejo de la fiebre y favorece el incremento de la fiebre fobia: A. la alternancia de antipiréticos no tiene ningún beneficio clínicamente significativo y aumenta la posibilidad de errores de dosificación B. la alternancia de antipiréticos tiene beneficios clínicamente significativos C. los antipiréticos previenen las crisis febriles. D. antipiréticos no debe ser prescritos como medida preventiva durante la vacunación. CCAP Volumen 11 Número 4 ■ View publication stats 35