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Suarez Virginia. Cuando la investigacion inspira al Diseño Interior

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Virginia Graciela Suárez. vgisuarez@hotmail.com. Arquitecta. Profesora en Enseñanza Universitaria (U. Belgrano). Máster en
Metodología de la Investigación (U. Belgrano). Especialista en Diseño de Interiores (U. Salamanca, España). Máster en Diseño
de Interiores (U. Salamanca, España). Especialista en Educación en Ambiente para el Desarrollo Sustentable (U. Nacional del
Comahue). Profesora titular de Plantas de Interior, Diseño Interior 4, Seminario Proyecto Fin de Carrera y Proyecto Fin de
Carrera. Carrera Licenciatura en Diseño de Interiores (UCALP). Directora del proyecto de investigación Principios generales
para una teoría del Diseño Interior. Titular de un despacho profesional para la solución de proyectos de interiorismo.
CUANDO LA INVESTIGACIÓN INSPIRA AL DISEÑO INTERIOR
En la actualidad, los interioristas se enfrentan con nuevos desafíos y oportunidades profesionales
cuyo rango varía desde tener que enfrentarse con la diversidad cultural de los usuarios de los
espacios interiores hasta los factores relacionados con la sustentabilidad y los avances tecnológicos.
Es por esta circunstancia que surgió la necesidad de desarrollar mejores métodos de indagación que
permitan resolver las preocupaciones que se plantean en el diseño. Este texto introduce algunas
nociones esenciales de un procedimiento que la autora considera fundamental incorporar durante la
enseñanza de la disciplina.
Dentro del aspecto que incluye la consideración de la diversidad cultural de los usuarios, es de
destacar la diferencia que se plantea entre resolver un proyecto de decoración versus uno de diseño
interior. Básicamente, la decoración implica establecer una solución funcional y estética para los
espacios interiores, o sea, proponer una distribución del equipamiento mobiliario en función de las
actividades y realizar una elección del estilo decorativo más adecuado a las preferencias estéticas de
los usuarios. En cambio, en el ámbito del diseño interior, el proceso de investigación, como concepto
general, es un componente esencial, ya que proporciona una evidencia importante para optimizar la
satisfacción del cliente y de los usuarios del proyecto, además de permitir plantear mejores
soluciones de diseño. Ello implica indagar con mayor profundidad en sus modos de vida y en sus
conductas diarias.
Fundamentalmente, la investigación en diseño interior es una tarea de recopilación de datos para el
descubrimiento de hechos y para la localización de nueva evidencia, aspectos que serán luego
aplicados en la etapa de toma de decisiones del proyecto. En el campo disciplinar del interiorismo,
este procedimiento recibe el nombre de diseño basado en la evidencia (evidence-based design o
EBD).
En el inicio, se lo aplicó en la resolución de proyectos de diseño interior dedicados al cuidado de la
salud. A partir de ese momento, los diseñadores comprendieron que la tarea de recolectar nueva
evidencia permite crear ambientes saludables y seguros para los pacientes y para el equipo médico.
Y que, aplicando este procedimiento en otros tipos de proyectos de interiorismo (tales como oficinas,
hotelería, comercios en general, escuelas), se podría mejorar la satisfacción del usuario, aumentar su
productividad laboral y escolar, incrementar las ventas y beneficiar tanto al campo del diseño como a
sus clientes de una manera más personalizada.
Fundamentación del EBD
Un principio relevante en el proceso proyectual es que toda solución en diseño interior es considerada
tan buena en función de cómo sea la calidad de investigación involucrada en tal procedimiento. De tal
manera, el EBD se convirtió en el enfoque que los diseñadores utilizaron para obtener una alta
calidad de investigación y para lograr mejores soluciones de diseño. Por lo tanto, se torna esencial
identificar aquello que es relevante en un proyecto de diseño en particular y también entender cómo
investigarlo.
Stichler y Hamilton (2008, p. 3) definen al EBD como “…un proceso para el uso consciente, explícito y
juicioso de la mejor evidencia actual, desde la investigación y la práctica implica … una toma de
decisiones críticas sobre el diseño de cada proyecto único e individual”. O sea, se trata de un enfoque
utilizado en el proceso de diseño donde los diseñadores basan intencionalmente sus decisiones en la
investigación cuantitativa y cualitativa. Estas perspectivas son dos formas de realizar una indagación
sistemática que no solo crea conocimiento, sino que también permite resolver problemas. Su
propósito es dirigir la investigación, informar sus resultados y aplicarlos en la solución comprensiva de
diseño, involucrando un cuidadoso examen de las necesidades precedentes y futuras de los usuarios
y del proyecto. De aquí se desprende que la calidad de las soluciones será una lógica consecuencia
de la calidad de investigación que se realice. Por ello, es de capital importancia entender, en un
proyecto de diseño en particular, qué temas investigar y cómo hacerlo.
Etapas procesales del EBD
A continuación, se describirán someramente las fases involucradas en tal proceso de diseño interior y
se resaltará el aspecto esencial del EBD: su etapa de programación.
Cuando a los diseñadores se les presenta un problema de diseño que deben resolver, suelen utilizar
un proceso proyectual basado en un método sistemático y lógico. Contar con tal proceso les asegura
que sus soluciones de diseño puedan ser creativas, comprensivas, que satisfagan y cumplan con las
necesidades del cliente y de los usuarios. Siendo todos estos los componentes esenciales en un
proceso de diseño interior, alternativamente también involucran actividades de análisis y de síntesis.
En esencia, tal proceso en diseño interior está compuesto de las siguientes fases:
1. programación
2. desarrollo esquemático (o conceptual)
3. desarrollo del diseño
4. administración contractual
La fase de programación consiste, básicamente, en recolectar información. Se comienza por
identificar el problema de diseño y en detallar las necesidades y deseos del cliente. En esta etapa, es
importante la recolección de información de los varios componentes del proyecto, tales como el sitio y
sus necesidades contextuales y estructurales, los códigos y reglamentaciones, consideraciones del
factor humano, las necesidades económicas, los aspectos de la diversidad y los precedentes
históricos y de diseño. El diseñador de interiores analiza y luego organiza los aspectos recopilados en
un documento/programa que lista los requerimientos para llevar a cabo su tarea. Por lo tanto, la
programación refiere, predominantemente, a la recolección y análisis de nueva evidencia. Los datos
(los hechos y la nueva evidencia) se obtienen de una manera sistemática. Los hechos surgen de la
información existente en la realidad, mientras que la evidencia se produce a través de la investigación
documental o a través de nuevos descubrimientos. Los datos emergentes, que el diseñador recolecta,
analiza e integra dentro del proceso, provienen entonces de información existente, de nueva
evidencia, o de una combinación de las dos, y se utilizarán para la toma de decisiones que tendrá
lugar durante la fase de desarrollo esquemático.
Esta fase de programación es el paso más importante en el proceso de diseño. Para Pena y Parshall
(2001), consiste en la búsqueda de problemas y en que, para resolverlos exitosamente, los
diseñadores deben primero buscar sus variados aspectos. Esto se logra aprendiendo del cliente, del
sitio, del tipo de proyecto, de los problemas que puedan ocurrir y de la investigación de la evidencia.
Por lo tanto, transitar la etapa de la programación mejora de forma significativa el diseño por realizar.
Como metodología, es deseable contar con un plan de acción para recolectar sistemáticamente los
datos, y comenzar por establecer metas básicas y objetivos para el proyecto. Los criterios para
determinarlos incluyen no solo identificar las necesidades del cliente y de los usuarios, sino también
sus expectativas y decisiones.
Para Nussbaumer (2009) la programación involucra los siguientes pasos:
1. Establecimiento de metas y objetivos. Aquí la pregunta clave para indagar las metas es: ¿qué
quiere lograr el cliente y por qué?, mientras que, para establecer los objetivos, la cuestión es
¿cómo lograr la meta y en qué grado? En este momento, también cabe describir la misión del
emprendimiento y establecer el propósito del proyecto.
2. Recolección y análisis de los hechos. Se debe recopilar información con respecto al cliente y a
sus necesidades. Luego se la analiza y se determina su relevancia para la solución del proyecto.
3. Especificación de las necesidades. Se discriminan y especifican los requerimientos
estructurales, contextuales y económicos; se identifican los factores humanos antropométricos,
proxémicos y ergonómicos, todos ellos relacionados con las necesidades psicológicas,
fisiológicas y sociológicas.
4. Evaluación de los datos recolectados. Ello implica determinar la importancia y el valor del
programa. Se pueden utilizar algunas teorías de diseño (tales como la Gestalt, cambio o
ecosistema interior) para evaluar los datos y el programa realizado. El hecho de utilizarlas
provoca una retroalimentación en cuanto a las decisiones de diseño que afectan al proyecto en su
totalidad.
5. Organización y ponderación. Esta tarea implica reunir todas las partes en un significado
totalizador y determinar cuál es el dato más relevante que posibilita la mejor solución de diseño.
6. Presentación de conclusiones. Se deben comunicar los resultados obtenidos, y es conveniente
provocar una retroalimentación para determinar si la conclusión es coherente con los objetivos.
Con el objetivo de ayudar a entender la diferencia entre descubrir hechos e investigar hechos, Wang
define estas actividades de la siguiente manera: la primera trata
con hechos que ya existen (por ejemplo, el número de sillas en la mesa), mientras que la investigación
(por ejemplo, la colocación de una o varias sillas relacionadas a las necesidades psicológicas) busca
producir nuevo conocimiento de manera reconocible que pueda ser generalmente aplicado
independientemente de la configuración regional. (2004, p. 35)
A medida que se recolecta y se analiza la información, solo se consideran los hechos y la nueva
evidencia que están relacionados con el objetivo del proyecto.
El siguiente resumen detalla los aspectos a tener en cuenta para encontrar hechos y recolectar nueva
evidencia:
1. Necesidades del usuario y sus características: la información se recopila mediante la
utilización de los siguientes instrumentos: entrevistas, informes de usuario, cuestionarios y
observaciones. Estas técnicas de recolección de datos posibilitan que el diseñador identifique
hechos y una posible nueva evidencia. Para ello se examinan los perfiles organizacionales de las
instituciones, sus modos de comunicación y la información sobre sus usuarios individuales junto a
sus necesidades; esto posibilitará analizar posteriormente cómo afecta la información al diseño.
Se consideran también las adyacencias funcionales presentes, y se realiza un inventario de los
muebles, accesorios y equipamiento existentes. Demás está decir que es importante, en esta
etapa, visitar el sitio o un sitio similar.
2. Necesidades estructurales y contextuales: al examinar el sitio, también se tienen en cuenta las
necesidades estructurales y contextuales, las regulaciones (códigos de construcción y contra
incendios). Se debe investigar en la literatura cómo los aspectos del sitio, de la estructura (sus
materiales de construcción y sus métodos) y de los sistemas de instalaciones (acondicionamiento
del aire y la iluminación) pueden afectar al diseño.
3. Necesidades de sustentabilidad: es conveniente examinar cuestiones ambientales, tales como
el sitio y su orientación, la sustentabilidad y la calidad del aire interior. También es bueno
investigar en la literatura las maneras y los modos de utilización del diseño universal que otros
diseñadores han aplicado en sus interiores, como también los aspectos ambientales. Finalmente,
se investiga la nueva evidencia relativa a las soluciones para el diseño socialmente responsable,
considerando el uso de la certificación LEED en el proyecto.
4. Factores humanos: este punto implica examinar las necesidades psicológicas, antropométricas,
ergonómicas, fisiológicas y sociológicas de todos los usuarios identificados, como también
investigar en la literatura nuevas ideas o soluciones relacionadas con los factores humanos.
5. Necesidades económicas: el examen de los factores económicos implica reconocer cuál es el
costo que el cliente está dispuesto a invertir y también explorar e investigar en la literatura cuál es
el presupuesto, el costo del ciclo de vida, la productividad en el lugar de trabajo y sus efectos.
6. Necesidades funcionales: es importante determinar cuál es la función del espacio y el número
de personas que los ocupan y los requerimientos espaciales por persona. Otra tarea que realizar
es investigar en la literatura nuevos modos de crear espacios funcionales.
7. Muebles, accesorios y equipamiento apropiados: se debe determinar cuál es el uso actual de
los muebles, accesorios y equipamiento que ya están presentes y proponer la compra de nuevos
elementos. Es bueno en esta instancia explorar en la literatura cómo otros diseñadores utilizaron
las piezas existentes de nuevos y diferentes modos.
8. Investigar diferentes tipologías de diseño: implica revisar la información básica relativa al tipo
de diseño y la evidencia existente en la literatura que permita mejorar el proyecto de diseño.
9. Diversidad de aspectos del diseño: sería aconsejable también investigar diferentes filosofías de
diseño y sus aplicaciones en la solución de los proyectos.
10. Precedentes históricos y de diseño: mediante el examen de proyectos anteriores relacionados
con el tipo de arquitectura y diseño en cuestión, se investigan las maneras a través de las cuales
otros diseñadores aplicaron ideas del pasado en una propuesta reciente.
11. Desarrollar el documento programa: utilizando los datos recolectados tanto del cliente como
del sitio y de la investigación documental, es posible desarrollar el documento programa. Los
datos por incorporar son los recopilados como nueva evidencia de investigación y las
observaciones realizadas. Todos ellos son resumidos en una narrativa y en un listado que permita
aplicarlos a la propuesta de diseño.
12. Usar la teoría de diseño para analizar y provocar la retroalimentación: como última instancia,
se puede aplicar la teoría de diseño según su importancia y valor (tal como la Gestalt o la teoría
de ecosistemas interiores) para analizar el programa. Realizar esta tarea permite lograr una
retroalimentación sobre las tomas de decisiones que afectarán al proyecto completo. Para esta
etapa, que implica aplicar la nueva evidencia en el proyecto, Malkin (2008) propone seguir un
proceso de cambio de la información en preguntas que responder. Pueden ser las siguientes:
a) ¿Cuál es la mayor preocupación en este tipo de espacio?
b) ¿Cuál es la evidencia que se relaciona con el tema emergente?
c) ¿Es una evidencia válida? ¿Se la puede aplicar al proyecto? ¿Qué tan relevante es la
literatura para el proyecto específico y para el planteo del concepto de diseño?
d) ¿Cómo se puede determinar la integración de la evidencia con los hechos?
e) ¿En qué medida la evidencia es eficiente y efectiva para la resolución del proyecto?
f) ¿Cuáles son las diferentes maneras que permitirán mejorar el diseño?
En otras palabras, este autor sugiere que es mejor comenzar el proceso estableciendo las
necesidades para el proyecto y luego proceder a localizar la mejor evidencia que permita responder al
cuestionamiento inicial. Una vez localizada la evidencia, será necesario tomar una decisión con
respecto a su validez y a su posibilidad de poder, o no, ser aplicada al proyecto. Esto se puede lograr,
primero, escribiendo un resumen narrativo de la evidencia, para luego realizar una lista de evidencias
que se podrán aplicar al proyecto. Posteriormente, estas serán integradas y analizadas junto a los
datos descubiertos durante el estudio de los hechos. Llegados a este punto en el proceso, la
evaluación se convierte en una actividad necesaria para determinar la efectividad y eficiencia de la
evidencia localizada para el proyecto, y para establecer las maneras mediante las cuales esa
evidencia mejorará el diseño. Este proceso culmina en un documento programa donde se insertan
todos los hechos y la evidencia recopilada y evaluada. A partir de este momento, el documento
programa se convertirá en los llamados “requerimientos programáticos del proyecto”.
Después que los diseñadores han recolectado la información y completado el programa, durante la
fase de desarrollo esquemático del concepto, continúan analizando los hechos a través de la
generación de ideas (utilizando las posibilidades del torbellino de ideas) y del desarrollo de soluciones
alternativas para el problema de diseño. Para analizar las adyacencias adecuadas de las funciones,
los diseñadores desarrollan matrices que introducen el concepto de diseño y establecen los principios
subyacentes que resultarán en el diseño físico. El concepto de diseño describe las ideas funcionales
y estéticas que guiarán a los diseñadores hacia un resultado y una solución exitosa a través de las
subsecuentes fases. Se trata de una etapa identificada con la creación de dibujos esquemáticos y
bocetos conceptuales (tales como diagramas de burbujas, plantas y bocetos ilustrativos) que se usan
para analizar el problema. Estos tipos de bocetos ayudan al diseñador a identificar las relaciones
espaciales y de circulación, los requerimientos funcionales, sus relaciones, y las actividades que se
realizarán en los espacios interiores. Este es el momento de idear muchas posibilidades y no limitar la
producción de soluciones posibles. Los esquemas o bocetos de ideación no se dibujan en una escala
establecida, ya que su propósito es solo poder comunicar eficientemente los conceptos. Con variadas
opciones de solución a la mano, aquella que se seleccione será la que mejor cumpla con el
presupuesto del cliente, con sus necesidades, objetivos y deseos. Primeramente, los esquemas se
desarrollan a través de dibujos preliminares y luego, refinando los bocetos, se evoluciona en el diseño
de los detalles y se definen los espacios verticales mediante cortes-vista y elevaciones.
La fase de desarrollo del diseño involucra sintetizar los datos y refinar la respuesta posible de
diseño que sea la más adecuada para resolver el problema y justificar su solución (memoria
descriptiva). Desde lo procedimental, los dibujos preliminares devienen en los dibujos de presentación
del diseño final, a través de la definición más acabada de sus detalles, secciones y perspectivas
interiores. Luego se incorporan tareas de planificación para determinar quien hace qué y cuándo.
Para ello se incluye una narrativa con la descripción de las tareas principales, las actividades y
personas involucradas, como también la definición de los materiales de construcción y de
terminación, y de los marcos de tiempo involucrados en la ejecución del diseño.
En la fase de documentación contractual se implementa la concreción del proyecto. Los
diseñadores de interior realizan los dibujos correspondientes que permitan la construcción del
proyecto (replanteos de plantas, elevaciones y secciones, planos para la resolución de diseño de las
instalaciones, de los detalles constructivos y del mobiliario específico) y escriben las especificaciones
técnicas correspondientes (memoria técnica). Para eso, los dibujos constructivos deben proveer de
toda la información necesaria para implementar la construcción del proyecto en los aspectos
estructurales, arquitectónicos, mecánicos y eléctricos del diseño como también con las terminaciones
y mobiliario. Estos documentos técnicos son básicamente instrucciones escritas para el constructor
general y para los vendedores de materiales, donde se especifican los estándares de rendimiento y
los métodos de construcción o instalación por emplear.
La fase de la administración contractual incluye la selección del contratista y subcontratistas, la
ubicación, ordenamiento, construcción, instalación de todos los elementos constructivos y
decorativos, y la supervisión de la totalidad de los trabajos. En esta etapa, se pueden aplicar varios
métodos de evaluación a medida que el proyecto se va acercando a su completamiento. El rango
incluye desde cumplimentar inspecciones al sitio para determinar la existencia de omisiones o
errores, hasta la realización de notaciones en una forma de lista de tareas, ya que el cliente no
realizará el pago final hasta que no se completen estos ítems. Un corto tiempo después de que los
usuarios hayan comenzado a cumplir con sus tareas en el edificio, es conveniente realizar una
evaluación postocupación (post-occupancy evaluation o POE). Preiser (1995, p. 19) describe al POE
como una herramienta de diagnóstico que se utiliza para identificar y evaluar un proyecto completo.
Esta evaluación ayuda a “identificar áreas problema en edificios existentes, a probar nuevos
prototipos edilicios y a desarrollar guías de diseño y criterios para las futuras instalaciones”. Se trata
de una evaluación de seguimiento que es importante tanto para el cliente como para el diseñador a
fin de mejorar el presente y los futuros proyectos, ya que, con su aplicación, se puede examinar la
utilización que se hace del espacio, evaluar los métodos de recolección de datos utilizados y revisar
los desarrollos conceptuales propuestos.
Como conclusión, la autora desea llamar la atención de los educadores del diseño interior sobre la
necesidad de proponer y proveer formatos y bases para poder desarrollar la investigación que
demanda un EBD, y también sobre la importancia de que sus estudiantes aprendan el proceso de
investigar y que lo puedan aplicar en la solución de sus proyectos académicos y profesionales.
BIBLIOGRAFÍA
Malkin, J. (2008). A visual reference for evidence-based design. Concord, CA: The Center for
Healthcare Design.
Nussbaumer, L. (2009). Evidence-Based Design for Interior Designers. New York: Fairchild Books.
Pena, W. & Parshall, S. (2001). Problem seeking: An architectural programming primer. New York:
Wiley.
Preiser, W. (1995). Post-occupancy evaluation: How to make building work better. En Facilties, 13
(11) (pag.19)
Stichler, J. & Hamilton D. (2008). Evidence-based design: What is it? En Health Environments
Research & Design Journal (HERD), 2 (2) (pag. 3)
Wang, D. (2004). Diagramming research methods. En Journal of Interior Design, 33 (1) (pag.35)
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