Capítulo 4 Las habilidades de la lectura y de la escritura Luz Ernestina Fierro Murga INTRODUCCIÓN Se aprende a leer ya escribir durante los primeros años de estudio, a nivel Primaria, pero saber unir las vocales y las consonantes y reproducir sonidos o grafías con ellas, no significa que las habilidades de la lecto-escritura se hayan desarrollado. Al contrario, apenas se ha pisado el resquicio de la puerta que, de abrirse conduce a ser un hábil lector y escritor. Dominios difíciles y más cuando se considera que una vez que se aprende a reproducir, la tarea ha sido satisfecha. Mas no es así, ya que saber leer y escribir, no implica que se hayan desarrollado las habilidades. De ahí que en Secundaria y en Preparatoria estas habilidades deben seguirse estimulando, con el fin de que cuando se ingrese a nivel superior, se tenga cierto dominio sobre distintos tipos de textos, más alto nivel de comprensión, de interpretación, uso más amplio de léxico y estar básicamente ejercitado en el manejo de la redacción. El dominio básico de dichas habilidades -leer y escribir- es lo que abre las posibilidades de seguir aprendiendo y lograr la destreza para ser un lector y un redactor de acuerdo a las exigencias del nivel que se estudia, pues nada hay más paradójico que un universitario que: a) no tiene la pericia para leer e interpretar con capacidad lo que el texto comparte y b) que carece de práctica para redactar. Leer y escribir, entonces, son dos habilidades comunicativas íntimamente ligadas, distintas pero complementarias. Para ser un buen lector es necesario leer ejercitando al mismo tiempo, los distintos procesos mentales. Para ser un buen redactor, se necesita escribir pero habiendo capturado y aprendido de los distintos estilos de redacción de quienes escriben, de ahí la importancia de saber distinguir los diversos tipos de textos y, dentro de ellos, las diferentes cualidades, pues no todas las lecturas tienen calidad en la redacción. Quien lee aprende a distinguir la calidad de las distintas redacciones. Permita, pues, que sus destrezas alcancen un nivel que le ayude a destacar por su calidad codificadora, lo mismo como emisor que como receptor, ya que al mejorar sus competencias en ambos dominios -lectura y escritura- también lo hará en su dominio del habla. ¿Lo duda? Inténtelo y pruebe si lo dicho es o no mentira, pero inténtelo. LA HABILIDAD DE LA LECTURA Es un hecho que saber leer... sí lo sabemos; la pregunta es cómo se lee, para qué se lee, por qué se lee y qué se lee. Existe una creencia equivocada con respecto a la lectura, pues aunque es indudable que el hábito para leer y gustar de la lectura se forma desde los primeros años, también es cierto que si no se fortalece y se fomenta, al igual que cualquier otro hábito, se pierde. Por eso llama la atención que un niño que estudia primaria disfruta cuando aprende a leer. No hay aviso, anuncio, hoja escrita que no busque leer para demostrar lo que ya sabe, pero al pasar a cuarto o quinto año ya fue contagiado del virus anti-Iectura, síndrome que se padece en nuestro país, y que se agrava a medida que se avanza en los estudios, pues qué decir del hábito de la lectura en Secundaria y en Preparatoria. Y, así llegan a la Universidad, padeciendo esa enfermedad que los hace rechazar la actividad de la lectura. Resulta difícil concebir a un universitario que siente aversión hacia la actividad de leer y lo que implica, pues con hacerlo rechaza también elementos que serían básicos en su formación intelectual que ayudan a dar sentido y explicación a las cosas. Si carece de tal basamento, cómo conforma sus significados, qué fuentes nutren y dan elementos para que realice análisis, juicios y que elabore críticas. Sabemos su utilidad pero, por qué no lo hacemos. Un estudio realizado sobre las creencias de los estudiantes nos permitió confirmar que existe una tendencia generalizada hacia el disgusto y desagrado que sienten algunos estudiantes por el acto de leer, ya que consideran que la lectura es una actividad que no tiene nada de placentero, ni causa entusiasmo, al contrario, se realiza como algo que es: aburrido cansado no hacer nada -pasivo castigo trabajo obligatorio desagradable innecesario horroroso mortal En consecuencia, los estudiantes afirmaron que la sola petición de leer, les causa: irritación molestia fastidio desagrado miedo presión buscar distractores para retrasar este castigo dolor de cabeza/de ojos inquietud cansancio horror sueño angustia Si las creencias generadas en torno a la lectura son de esta naturaleza, y si se continúan privilegiando y dispersando hasta convencer al que recién descubre que las letras dan vida a la vida, de que no son la muerte, no es difícil imaginar por qué somos un país de pocos lectores. ¿Sabía que durante la época de la esclavitud, los amos prohibían que sus esclavos aprendieran a leer, y a quienes osaran hacerlo, si eran descubiertos les aplicaban castigos cuya dureza debía ser ejemplar para todos aquellos que se atrevieran a leer, al igual que para aquellos que enseñaban a otros? Sin embargo, todos los que aprendieron a leer descubrieron otro mundo y, por él, bien valía la pena arriesgarse. ¿Sabía también que los libros de los filósofos europeos estaban prohibidos durante la época de la colonización, en México? ¿Que los libros eran traídos como carga muy preciada, por prohibida, en los barcos que llegaban de España a México? Con base en lo anterior, responda lo siguiente: ¿Por qué considera que aprender a leer era algo prohibido para algunas clases sociales? __________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________ ¿Qué podía pasar en la mente de las personas que tenían acceso a libros que hablaban de libertad, de justicia, de respeto, de amor a la humanidad, de abolir la esclavitud y de repartir los bienes? __________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________ ¿Curioso no? Se necesita que sea algo prohibitivo para buscarse, pero no siempre ha sido así, aunque casi siempre han existido autores o libros que no son bien aceptados, no porque carezcan de calidad, sino porque su contenido se concibe como algo "peligroso para las estructuras sociales". Las generaciones que han nacido con la televisión, la computadora, el internet, los juegos de video ¿Han suplido los libros porque los distractores visuales son más eficientes, aunque muchas veces, sean de pobre calidad educativa? O bien ¿Se ha suplido el hábito de la lectura porque ya las generaciones que les preceden no lo tenían? Sé que la respuesta no es simplista, menos lineal... Es un juego de causa-efecto multifactorial. Lo invitamos a que, en algún momento, le preste atención a tal tema, pues descubrir que no se tiene el hábito, no implica saber, al menos en este momento, por qué se perdió, sino cómo se rescata. Si tuviera qué definirse como lector, en cuál rango o combinación de ellos se ubicaría. ¿Es usted de los que saben leer, pero...? a) no es lector activo (como dicen algunos sobre su religión: sí la profeso, pero no de forma activa o sea sí pero no ¿entonces?) b) sólo lo hace por obligación c) o evita al máximo d) sólo aquello que sea sencillo e) lee sólo lo necesario e indispensable para memorizar y pasar un examen f) sólo para encontrar lo que necesita copiar para realizar un trabajo g) nunca o casi nunca entiende gran parte de lo que leyó h) tiene dificultad para comprender las palabras i) tiene dificultad para entender las ideas que presentan complejidad Podríamos continuar agregando categorías, pero encontrará que las que hemos referido, además de guardar relación entre ellas, pueden ser suficientes para una definición. No obstante, no descartamos en ningún momento que quizá usted sea un lector que sabe leer, lee, comprende, analiza, interpreta, distingue, compara y construye síntesis. De ser así, va por buen camino en la construcción de su conocimiento. De no ser así, lo invitamos a la aventura de relacionarse con los libros. Un estudiante dijo en una ocasión muy molesto al ver su calificación reprobatoria: Es culpa del maestro, no explica bien. Pero al cuestionarle sobre sus lecturas, simplemente respondió que no había leído nada, que ni siquiera tenía el libro -para qué-, explicó -si todo lo traigo guardado en la cabeza-. Tal vez el estudiante en cuestión sea un pobre intento de representar las teorías griegas sobre el alma que, como explicó Platón, antes de nacer cruza un río, el río del olvido, con el fin de que al nacer no recuerde nada, pero si se le estimula la memoria, recordará el conocimiento que tiene guardado. Esto lo ejemplifica el diálogo de Sócrates con el Esclavo. No obstante, el alumno en cuestión no logró recuperar su conocimiento, ¿sería porque no lo tenía o que alguien se lo arrebató al llegar a este mundo? Cierto, el sentido común ayudado, puede encontrar las respuestas, las respuestas de una lógica elemental, primitiva, simple; pero el sentido común que carece de información, difícilmente irá más allá de afirmaciones ingenuas, inocentes. Cuando es así, cuando se carece de marcos que nos aportan las distintas lecturas, el pensamiento se torna laxo para pensar; flojo para analizar; incompetente para juzgar con calidad; lo que conduce a posturas ligeras, inconsistentes, amorfas; es la moda -que no el pensamiento reflexivo y analítico- lo que conduce a tomar las decisiones, de ahí la importancia de leer y, más aún de aprender a reconocer textos que aportan información para ayudar a la construcción del conocimiento. Ah ... , pero no se puede obviar el impacto que entre los jóvenes y adolescentes están teniendo revistas y periódicos sensacionalistas, amarillistas, cuyo contenido es sobre violencia y sexo, mostrado con crudeza, en las cuales el lenguaje que utilizan es pobre, por no decir paupérrimo, no aportan nada más allá de sensacionalismo burdo. Las imágenes dan el impacto, hablan de todo lo que el lector quiere encontrar. Para leer, lo único que se necesita es saber unir las letras, sólo interesa encontrar lo que hala la curiosidad. Esto lo saben bien los que venden este tipo de revistas y periódicos, quienes encontraron un nicho de mercado, en una población que no gusta de leer; por lo tanto, un bajo nivel educativo puede ser cubierto con bajo nivel en el contenido de lo que se ofrece. Es papel de un estudiante ser crítico ante su contexto, pero para serlo necesita apoyarse en un conocimiento sólido que requiere contar con el sustento de textos con calidad científica, tecnológica y literaria, reconocida. Nadie puede juzgar lo que no conoce, lo que sí puede hacer es prejuiciar porque el prejuicio carece de argumentos válidos y evidenciables. Al igual que con fragilidad puede juzgarse a una persona, por lo que de ella se ha escuchado o visto, a los libros se les suele juzgar por el título, por la portada, por los colores de la portada, ¡Ah...! por el grosor, el tamaño de letra y, por supuesto, si tiene o no dibujitos. Se llevan el premio de atracción aquellos que son delgaditos, letra grande y con muchos, muchos dibujitos y, entre menos letras... mejor. Claro que éstos son pobres elementos para emitir juicios o, mejor dicho, prejuicios. La ignorancia se apoltrona ahí, en donde no tiene cabida la gana de descubrir el universo que guardan las palabras, las dimensiones que son capaces de crear, a través del lenguaje, los buenos estilos y la mejor redacción. Mas un "buen" libro sólo aporta tanto o tan poco como el lector es capaz de capturar, interpretar, sentir y crear. No cabe duda de que el aprendizaje brota de muchas fuentes, las lecturas son una de ellas; sin embargo, a diferencia de otras, éstas nos tornan hábiles críticos, allende el gusto para elegir lecturas y saber reconocer qué aportan, aun aquellas sobre las cuales se afirma que son "malas". No es lo mismo que alguien diga simplemente "no me gustó" a que explique en qué consiste y cuáles son los elementos que contiene la obra y que provocan el desagrado. Cuando se deja que otros lean por mí, y sean ellos los responsables de la interpretación, entonces, ocurre el síndrome de la dependencia. Por lo mismo, durante la época en que se temía al comunismo y, por lo tanto, a todos los libros que lo transmitieran, se mandaron quemar todos los libros rojos -que era el adjetivo aplicado al comunismo- y sucedió que, en una comunidad, llegaron a quemar libros como el de Caperucita Roja y, obviamente, todos aquellos que tuvieran pasta roja. Se prejuzga cuando no se sabe y mucho tiene que ver con la carencia de lectura la cual nos da referencias cualitativas, producto del estudio. Cuando se lee, se crea una complicidad entre el autor y el lector. ¿Usted ha sentido esa complicidad? Leer depende de: el aprendizaje los hábitos adquiridos (que pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida) las creencias sobre el acto mismo los estados anímicos que estimulen la acción volver costumbre la acción percibirla como parte de su vida misma entender el significado de las palabras Para acercarse a la lectura se necesitan: » actitud positiva » motivación Hay quienes, además del síndrome antilectura, han desarrollado otro síndrome de entendimiento acomodaticio: sólo quieren leer sobre temas que entienden y que, por lo tanto, les agradan. No leen nada más sino aquello que entra en su círculo de confort de entendimiento, de lo contrario, no lo aceptan y, en consecuencia, se niegan a leer cualquier cosa distinta a lo que conocen, pues temen enfrentarse a lo nuevo. Otros son los que, producto de una cultura frágil-como mencionábamos- antes de leer piden las características del texto para tener la certidumbre de que es fácil de leer, digamos que tienen el síndrome de la seguridad obtusa y exigen que el libro: Sea delgadito, es decir entre menos páginas mejor. Tenga letra muy grande para no dormirse y, suponen, leer más rápido. Nada de palabras -dicen- rebuscadas o complejas pues obliga a buscarlas y esto lleva tiempo. Si tiene muchos, pero muchos dibujitos y ejemplos, ejemplos, miles de ejemplos, mejor pues eso lo torna atractivo. Menos pensar, más ver. Que me diga con exactitud las respuestas, que no obligue a construir. Que no me haga pensar ni sea complicado en lo que expone. Se pueden tener varios síndromes a la vez, lo que crea una mezcla tan interesante, que a ciertas personas prácticamente las vuelve inmunes, siquiera, a abrir el libro. No obstante, resulta que no se han dado cuenta de que lo rebuscado, lo complejo, lo difícil, probablemente no resida en el texto, sino en la mente del que lee, precisamente porque no lee; porque no sabe y, por ende, su vocabulario y sus conceptos son tan limitados como su capacidad para pensar más allá de lo que sabe. Si padece de uno o varios de los síntomas que son obstáculos para desarrollar la capacidad de lectura, reconozca cuáles son y empiece a cambiar su creencia sobre tal actividad, ya que se está perdiendo una buena parte de la vida, la que no se va, la que no es etérea ni temporal: el conocimiento escrito. La lectura tiene las siguientes virtudes: Abre las puertas de la percepción. Da información distinta, novedosa o quizá confirma lo que ya se sabe. Comparte marcos comparativos y elementos para construir su propio conocimiento. Ayuda a construir más y mejores argumentos, juicios críticos y de valor. Estimula el pensamiento y la reflexión. Permite ser más flexible en sus juicios, al descubrir que lo que sabe no lo sabe y que le falta mucho por descubrir. Proporciona herramientas para más y mejor comprensión. Brinda elementos para escribir mejor, por lo tanto, para expresarse adecuadamente. Si encuentra otras virtudes de la lectura, por favor escríbalas: __________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________ OBSTÁCULOS PARA LA COMPRENSIÓN DE LA LECTURA El fracaso, la incomprensión o el poco provecho que se suele obtener de la lectura puede estar relacionado con alguno de los siguientes factores: Desconocimiento del lenguaje. Falta de manejo y construcción conceptual. Poca o nula imaginación al momento de leer. Pobre o nulo conocimiento sobre el tema. Falta de atención y concentración. Falta de motivación y curiosidad. Ausencia de disciplina y carencia de hábito. Desconocimiento del lenguaje, falta de manejo y construcción conceptual Si no comprende lo que lee, no construye conceptos, por lo tanto, necesita adquirir el hábito de convertir en amigo al diccionario, asegúrese de haber comprendido, puede complementar los significados de las palabras con la información que proporcionan las enciclopedias. Si sabe qué significan las palabras, entenderá de qué le hablan y tendrá la capacidad de construir conceptos y categorías. Además, aprenderá a pensar con y a través de ellas; a construir conscientemente y a ser responsable no sólo de lo que piensa, sino de lo que dice y escribe. El lenguaje es uno de los elementos básicos del pensamiento, y la lectura nos ayuda a su comprensión y enriquecimiento. ¿Qué son los conceptos y las categorías? Los conceptos y las categorías son los elementos clave con los que construimos e interpretamos el pensamiento. ... Los conceptos son clasificaciones de objetos, sucesos o personas que comparten propiedades entre sí. Al emplear conceptos, podemos organizar los fenómenos complejos en categorías cognitivas más simples y, por consiguiente, más fáciles de usar. Los conceptos nos permiten clasificar objetos que encontramos por primera vez con base en nuestra experiencia previa (...). Los conceptos nos permiten pensar y comprender con mayor facilidad el complejo mundo en el que vivimos." Con la ayuda de los conceptos estructuramos categorías mentales de las cuales nos valemos para clasificar todo lo que nos rodea, sean sucesos, objetos, personas. Construimos prototipos que, de acuerdo con Rosch, son modelos mentales que integran los rasgos y las características más representativas de un concepto. A través de este proceso cognitivo se generaliza sobre las cosas, a partir de la experiencia y conocimiento construido mediante experiencias previas. Si se desconoce el significado de las palabras, se carece de conceptos, por ello es importante hacer que haga del diccionario un amigo permanente. No crea que conoce el significado de las palabras, no lo infiera, consulte, revise, cuestione. En la medida que comprenda el lenguaje, así como su lengua, dominará mejor la lectura. Poca o nula imaginación al momento de leer Si carece del manejo del lenguaje, de un marco conceptual, tendrá dificultad o simplemente no podrá imaginar nada. En otras palabras, al leer no aparece ninguna representación visual en su mente. Las imágenes mentales son aquellas representaciones que se producen en la mente y que nos permiten visualizar, imaginar, ver lo que se está leyendo, ir más allá para crear y construir la comprensión. Pobre o nulo conocimiento sobre el tema Tener poco o nulo conocimiento sobre el tema, puede o no ser una limitante, es decir, puede ser un obstáculo si el conocimiento que exige su comprensión está muy por encima de lo que hasta el momento usted sabe. Pero, si está escrito en un lenguaje que no le es totalmente desconocido, es ligero, accesible, le aporta explicaciones para lo nuevo, entonces, no le será tan difícil internarse en dicho texto. Si la lectura posee elementos que no comprende, debe buscar los antecedentes para: » Comprender el lenguaje. » Tener dominio básico sobre lo conceptual y por ende de categorías. » Comprender aquello que le fue difícil descifrar, decodificar. Falta de atención y concentración, falta de motivación y curiosidad La carencia de atención y de concentración suele estar ligada a la motivación para emprender las cosas, y curiosidad para entenderlas. Entre los factores que pueden provocar lo anterior están: » Ausencia de disciplina y de hábito para realizar las actividades. » Mente indisciplinada que no sabe prestar atención a las cosas. » Aunado a lo anterior, impaciencia para permanecer en un estado aparentemente pasivo, cuando realmente es más activo, pues al concentrarse en algo, se olvida de lo que lo rodea. Conviene, de cualquier manera descartar elementos que pueden impedir la atención y la concentración: » Disfunciones físicas, debidas a mala alimentación o a algún otro trastorno fisiológico. » Exceso de funciones y falta de administración del tiempo y jerarquía de actividades. » Los problemas personales o familiares, suelen robar la atención y la concentración, si no se aprende a manejar el control. Si usted sufre de falta de atención y de concentración, antes de buscar justificantes de otra naturaleza, evalúe si no se debe a la falta de disciplina en el pensamiento y empiece por practicar el control mental, no deje que su mente lo domine y haga lo que quiera, empiece por ser el dueño de su pensamiento. Ausencia de motivación La motivación es el deseo, el interés, las ganas de hacer y lograr algo. Sin motivación, no habrá fuerza exterior que logre que usted haga las cosas. Si la lectura no se percibe como algo deseado, interesante, atractiva, como un reto; sino como algo impuesto por terceros, tenderá a buscar distractores para retrasar la tarea, aun frente al libro. Si elige estudiar y parte del estudio implica leer, debe cambiar su actitud. Sentir la emoción, ganas, interés, deseo de aprender y, por ende, de leer. Ausencia de disciplina y carencia de hábito Sólo se aprende a leer, leyendo, como sólo se aprende a estudiar, estudiando. Si carece del hábito, impóngase, a partir de ya, de hoy, la disciplina de leer las páginas que usted se fije como meta, y poco a poco vaya elevando el número hasta que, cuando menos lo piense, la lectura se torne un hábito y, por consecuencia, una necesidad. De usted depende. Aunque pueda parecer lento el proceso, y contra lo que afirman algunas escuelas que enseñan a leer rápido, asegúrese de entender las palabras, de entender conceptos, revise qué sucede mientras lee. Realmente está siendo cómplice y pareja del texto, o su mente divaga por "el infinito y más allá", mientras sus ojos se pasean por unas líneas negras con fondo blanco. O mejor dicho por un fondo blanco en el cual estorban unos pequeños lunares quizá olvidados por algunos irreverentes mosquitos. Si sucede esto, claro que le parecerá aburrida la lectura, pues no hay conexión porque carece de comprensión. No culpe a los textos, primero revise cómo realiza usted el proceso de la lectura. TIPOS Y ESTRATEGIA DE LECTURA Grosso modo, referimos cuatro tipos de lectura que lo pueden ayudar a distinguir en qué nivel de profundidad se encuentra su actividad: Lectura superficial o de reconocimiento La lectura superficial o de reconocimiento es aquella que tiene como fin el entretenimiento, la diversión o bien identificar las generalidades de un texto y enterarse, de forma sucinta, acerca de lo que versa algún escrito. Este tipo de lecturas puede ser estímulo para interesarse sobre algo. Al obtener información, claro que se aprende pero puede ser a corto plazo. Por tratarse de una lectura superficial quizá no existan objetivos explícitos; mientras que en la superficial de reconocimiento, el objetivo es dimensionar si dicho texto puede o no serie útil. Este tipo de lectura se suele emplear cuando se intenta identificar posibles fuentes escritas que ayuden en la realización de un trabajo. Lectura de comprensión La lectura de comprensión es la que se realiza cuando el objetivo es entender lo que se comparte a través del texto. Es más profunda que la anterior, porque no es ya una lectura rápida, en el sentido de pasar la vista por los párrafos para, de forma general, formarse una idea. Buscamos, ya no una mera referencia general, sino lograr conformar significado y sentido de lo expuesto. Qué dice el texto, a qué alude; cuáles son los conceptos fundamentales, de qué trata, qué refiere; éstas, entre otras, son preguntas que ayudan a establecer la comprensión de un texto. Lectura de estudio o analítica El objetivo principal de la lectura de estudio o de análisis, es la búsqueda de aprendizaje y del conocimiento. Utiliza los procesos cognitivos: razonar, entender, analizar, reflexionar, comparar, discutir, cuestionar, inferir, deducir y, por consecuencia, pensar y aprender. Este tipo de lectura exige concentración, compartir el diálogo con el autor, para ser capaces de ir más allá de la comprensión en aras de adentrarnos en el estudio profundo y en el análisis de las propuestas; estudiarlas y entender la interrelación entre las partes que la componen, descomponerlas, comprender su interacción. Se destaca la información que se percibe como valiosa, interesante y necesaria, o todo lo contrario, pero se es capaz de fundamentar por qué lo uno, o lo otro. Cuide que sus propios gustos sobre algún tipo de lectura o sobre temas, no limiten su capacidad analítica. Antes de abordar una lectura a nivel profundo conviene que revise las siguientes orientaciones: Defina sus objetivos y sus propósitos. Familiarícese con el texto a partir de un reconocimiento general. Identifique las partes que lo conforman. Identifique con claridad su estructura y, por ende, su contenido general. Se relaciona con una sola temática o aborda varias. Los antecedentes del autor. Los comentarios con respecto al contenido del libro, elaborados por terceros. La posible actualidad o no del tema. La posible actualidad del tema en función del año de su publicación (pero no caiga en el juego de juzgar una obra sólo por el año en que fue publicada, pues una obra de principios de siglo puede contener temas de gran aplicación en la actualidad, todo depende del tratamiento). Si conoce todas las partes de un libro, cómo está compuesto un texto, le facilitará comprender la geografía de éste y ayudará en su aprendizaje. Para acercarse de manera general al reconocimiento de un libro, revise: Título: Indica la temática que aborda (igual sucede con el nombre de un artículo). Contraportada: A veces suelen contener los juicios de valor que expresan terceras personas sobre el contenido de la obra; bien vale leerlas. Solapas: Si el libro las tiene, suelen ofrecer información sobre el autor y la obra en cuestión, al tiempo que refiere otras obras del mismo autor, si las hubiere. Índice o contenido general: Muestra la estructura, composición y partes que el autor aborda, a través de los títulos y subtítulos de cada capítulo. Bibliografía: Refiere la calidad y cantidad de fuentes utilizadas por el autor. Página de derechos: Indica la editorial, el año de la publicación, el número de edición o reimpresión. En el caso de la editorial nos ayuda a identificar la reputación y experiencia de quien avala a los autores. Lectura al azar del interior: Lea, de forma breve y rápida, algunos de los párrafos para reconocer la profundidad con que un autor trata los temas, o elija el capítulo o tema que en especial le interesa y revíselo. Si busca algo específico: un dato, un concepto, una información, lo que dice otro pensador citado por el autor, consultar una gráfica, entre otros, entonces puede acudir al: Glosario de términos índice de autores índice analítico índice de tablas, cuadros o gráficas Lectura crítica Una vez realizada la lectura analítica puede usted pasar al nivel de lectura crítica, pues de facto los elementos para hacerlo se sustentan en la capacidad analítica. Como su nombre lo indica, a través de esta lectura se estructura y se emiten juicios de valor sobre el texto, pero deben estar apegados al contenido. Evite establecer valoraciones que no se apeguen al propio análisis del texto, pues de lo contrario se estaría valorando su propia interpretación y no lo dicho por el autor. La lectura crítica, si bien es cierto que intenta llegar a la estructura profunda y trabajar sobre la posible interpretación, es importante que quien la realiza separe los elementos de juicio de los subjetivos, utilizando para ello términos como: parece, se infiere, se supone, puede ser; pero nunca es, en tanto que las afirmaciones tajantes sobre lo no dicho harían tambalear toda su crítica. Para ejercitar este tipo de lectura debe tener un aceptable manejo de las palabras, los conceptos, las categorías, las estructuras y una definición clara de los estilos. Al realizar una lectura, reflexione, además, sobre las siguientes consideraciones: Más allá de la calidad de una obra, un texto dice tanto o tan poco como el lector sepa escuchar y entender. Las capacidades de escuchar y de entender, al igual que la capacidad crítica, dependen de su hábito de lectura y del tipo de textos que frecuenta. Si sus lecturas incluyen textos clásicos y aquellos que tratan con profundidad el conocimiento, esto le ayudará a tener elementos para sus propias argumentaciones y redacción. Atrévase a leer de todo un poco, el verdadero gusto se basa en un reconocimiento efectivo de los distintos tipos de textos. Desarrolle su capacidad para encontrar y distinguir Los objetivos y propósitos del autor: informar, enseñar, persuadir, convencer, compartir. Qué problemática o temática atiende. La profundidad con la que expone. Cuáles son sus hipótesis, propuestas de solución o tesis. La ideología que sustenta su propuesta. Existe coherencia en la forma en que presenta sus argumentaciones. Cuál es el estilo del autor para su exposición (científica, didáctica, entre otras, dependiendo de la obra). Cuál es la forma que utiliza (impositiva, manipuladora, negociadora, irónica, sarcástica, de convencimiento, de cuestionamiento, respetuosa). Qué da credibilidad a su escrito: la sola fama del autor -reflexione si responde a lo que expone-, los antecedentes académicos e intelectuales del autor; la fama de la editorial; la persona que prologa el texto; la mercadotecnia (lo invitamos a reflexionar en torno al fenómeno del Código DaVinci, que generó toda una mercadotecnia a su alrededor, al grado de que, al parecer, muchos lectores olvidaron que era una novela, por lo que tomaron el libro como lo verídico y, por ende, les cambió sus frágiles estructuras de pensamiento). Qué lo atrapó o lo alejó o distrajo a usted de la lectura. (Visualícese cuando realiza alguna lectura, sobre todo aquellas que le causan dificultad. Anote qué sucede mientras intenta leer. Localice sus pensamientos, sus emociones, para que encuentre las costumbres o los hábitos que debe cambiar para tener éxito en su desempeño como lector.) Evite ser de los que rechaza un texto sólo porque el autor piensa distinto a usted. Las verdades que usted tiene no necesariamente son verdades. Dése el tiempo para pensar, reflexionar, buscar más información al respecto, antes de rechazar a alguien que piensa de forma diferente. Quizá se tope con un tercero en discordia. Bienvenida la discusión intelectual. TÉCNICAS PARA LA COMPRENSIÓN Entre las técnicas auxiliares para el análisis, la comprensión y construcción de síntesis de lectura están: La clásica marcación o subrayado de texto. El resumen o síntesis. Elaborar sinopsis -cuadro sinóptico, cuadro sinóptico comparativo, diagrama general o de contenido. La elaboración de mapas conceptuales y redes semánticas. Establecer analogías. Listado de elementos o conceptos clave. Marcación o subrayado de texto Consiste, como usted sabe, en resaltar los elementos clave y las definiciones conceptuales que ayudan a construir una comprensión y la consecuente interpretación de la lectura. No subraye por subrayar. Lo que decida resaltar como elemento clave, deberá tener sentido. Cuestiónese por qué considera que es un elemento clave. En la actualidad, sobre todo en los libros de naturaleza didáctica, muchos autores le ayudan a reconocer los elementos básicos clave, pues los resaltan con negrilla, letra itálica, "entrecomillado", MAYÚSCULA o subrayado (éstas últimas ya casi en desuso). Use estas grandes pistas tipográficas y discursivas dadas en el texto, pues ello le ayudará a dar mayor sentido a su lectura. Cuide de no fragmentar, tenga presente en todo momento, el tema del capítulo, del subapartado y su relación con el capítulo; relaciónelo con el todo de su lectura. Resumen o síntesis El resumen o la síntesis, tienen como objetivo describir, en forma breve, clara y concisa, el contenido de una lectura. Lea con detenimiento, subraye o haga anotaciones generales, asegúrese de haber comprendido cuál es el sentido general de la lectura; qué intentó transmitirle; cuáles cree que son los objetivos; sobre qué trata. No llene vía trampolín o por inferencia lógica -a veces ilógica- el significado de las palabras. No se columpie por el texto, mejor asegúrese de haber comprendido cada palabra y, si es necesario, escriba un glosario de términos. Destaque las ideas que considere básicas, clave, del texto y, construya y escriba oraciones o frases con ellas. Cuando sea el caso, utilice referencias textuales, pero no abuse de ellas. A partir de las ideas fundamentales, escriba, con sus propias palabras, una breve descripción sobre el contenido del texto. En poco se dice todo si se logró capturar el sentido básico. Sinopsis: cuadro o tabla sinóptica, cuadro o tabla sinóptica comparativa, diagrama generala de contenido Entendemos por sinopsis la capacidad de compendiar y exponer un todo para dar una visión de conjunto o general. Sinóptico es lo que nos permite apreciar, a primera vista, las diversas partes de un todo. Compendiar es abreviar, resumir, refiere una corta exposición. Al igual que la síntesis, la sinopsis es resultado de un análisis, a través de la cual se estructura el contenido de un texto, en forma organizada y sintetizada, ya sea de manera conceptual o descriptivamente. Las formas en que se puede realizar la sinopsis, son: Forma de llave Que prácticamente expresa o descompone ideas, conceptos, teorías, en sus distintas partes, de lo general o básico a lo específico. Puede realizarse como un diagrama Función de las palabras Vacías Llenas Significado Verbos Sustantivos Adjetivos Coherencia Adverbios Pronombres Conjunciones Preposiciones Artículos Interjecciones Cuadro o tabla sinóptico Generalmente es un cuadro de doble entrada que lo mismo compendia que concentra y, si es el caso, compara distintos elementos e información que guardan alguna relación entre ellos. Competencia Básica Específica Profesional Alcance Todos los universitarios Exclusiva de cada carrera Compartida por un campo de acción profesional Dominio Comunicación Administración de la agrotecnología Bioética: egresados de medicina, química, enfermería Mapas conceptuales y redes semánticas Los mapas conceptuales y las redes semánticas demandan un alto grado de síntesis, en tanto que exigen la combinación de elementos visuales y conceptuales que concentran propuestas, explicaciones, descripciones, relaciones, teorías, entre otras. Los conceptos que se utilizan para elaborar los mapas conceptuales y las redes semánticas se conciben en tres clases: a) supraordinados, b) coordinados y e) subordinados. Para elaborar un mapa conceptual se suelen utilizar círculos, a los cuales se les denomina nodos. La función de los nodos es la de representar los conceptos. Asimismo, para establecer la relación que existe entre concepto y concepto, se utilizan palabras que enlazan y se expresan mediante líneas o por flechas -que referencian jerarquía-, otro tipo de relaciones. En tal sentido, es importante que ubique con claridad cuál es el concepto nuclear, pues ello le permitirá estructurar mapas conceptuales o redes semánticas. El núcleo es aquel factor o elemento del cual dependen el resto y se desprenderán los demás conceptos. De su criterio depende la colocación del núcleo. Puede hacerlo en la parte media o en la superior. El acomodo de las partes, la jerarquización, el grado de la complejidad de las relaciones, estarán dictadas por su propia interpretación. Administración Planeación Organización Dirección Control De acuerdo con las recomendaciones de Frida Díaz Barriga Arceo y Gerardo Hernández Rojas, para elaborar los mapas conceptuales y las redes semánticas, deben tenerse en cuenta las siguientes estrategias: Mapas conceptuales Haga una lista-inventario de los conceptos involucrados. Clasifíquelos por niveles de abstracción e inclusividad (al menos dos niveles), le permitirá establecer las relaciones de subordinación existentes entre los conceptos. Identifique el concepto nuclear. Si es de mayor abstracción que los otros, ubíquelo en la parte superior del mapa, si no lo es, asígnele un color distinto al resto. El mapa debe organizarse jerárquicamente. Reelabore el mapa, con lo cual puede identificar nuevas relaciones. Todos los enlaces utilizados en el mapa deben estar rotulados. Redes semánticas Realice una lista-inventario de los conceptos implicados. Identifique el concepto nuclear. Identifique y establezca relaciones entre el concepto nuclear y los restantes conceptos, de acuerdo con los tres tipos básicos (jerarquía, secuencia y racimo). Elabore la red conceptual (no se requiere jerarquizar). Las relaciones entre conceptos deben especificarse por medio de flechas y llevar el símbolo correspondiente según el tipo de relación semántica identificada. En cuanto a los tipos de relaciones que existen en las redes semánticas, referimos la información que nos comparten los autores antes citados. Tipos de relaciones 1. De jerarquía a) Relaciones de parte-todo: Indica relaciones en las que un nodo inferior es parte del concepto contenido en un nodo superior. Conexión: parte (de) Símbolo: p Palabras claves identificables: parte de, segmento de, porción de Ejemplo: corteza cerebral encéfalo p De jerarquía… b) Relaciones de tipo (de) o ejemplo (de): Son relaciones en donde uno de los nodos se considera como un miembro o una ejemplificación del concepto contenido en otro nodo. Conexión: tipo (de) /ejemplo (de) Símbolo: t Palabras clave identificables: tipo de, ejemplo de, hay n tipos de, es una clase de Ejemplos: red semántica estrategia de enseñanza t La red semántica es un tipo de estrategia de enseñanza 2. De sucesión Establecen las relaciones para saber en qué conceptos o procesos conducen o generan la realización de otro o proceso incluido en otro nodo. Conexión: sucesión, causa. Palabras clave identificables: lleva a, produce un, es la causa de Símbolo: II Palabras clave identificables: lleva a, produce un, es la causa de Ejemplo: Procesos educativos hombre educado II Los procesos educativos producen hombres educados 3. Relaciones de racimo a) Relaciones de analogía: Aquellas en las que el concepto expresado por un nodo es análogo al concepto representado por otro. Conexión: analogía, similitud Símbolo: a Palabras clave identificables: análogo a, parecido a, semejante a Ejemplo: cámara fotográfica ojo a La cámara fotográfica es análoga a un ojo. b) Relaciones de atributo: El concepto que se encuentra contenido en un nodo es un atributo o característica del concepto expresado por otro nodo diferente. Conexión: característica, atributo Símbolo: c Palabras clave identificables: característica de, tiene, es un rasgo de Ejemplo: disposición para aprender aprendizaje significativo c La disposición para aprender es una característica del aprendizaje significativo. c) Relaciones de evidencia: Se refiere a la relación de evidencia o prueba establecida entre dos nodos conceptuales. Conexión: evidencia Símbolo: e Palabras clave identificables: indica que, demuestra, confirma, documenta Ejemplo: VIH SIDA e El virus VIH es una evidencia de SIDA Técnica heurística UVE Creada por O. Bob Gowin, propone utilizar cinco preguntas que se suelen hacer ante cualquier exposición o documento que presenta conocimiento. Útil para diseñar experimentos, prácticas de laboratorio, analizar o producir conocimiento, entre otros. 1. ¿Cuál es la pregunta determinante? 2. ¿Cuáles son los conceptos clave? 3. ¿Cuáles son los métodos de investigación (compromisos sobre el procedimiento) que se utilizan? 4. ¿Cuáles son las principales afirmaciones sobre los conocimientos? 5. ¿Cuáles son los juicios de valor? Teórica/conceptual Pregunta Metodología Filosofía Las respuestas Juicios de valor Teoría requieren una Afirmaciones sobre Principios/ interacción acontecimientos sistemas conceptuales activa entre la parte Conceptos: derecha Regularidades y la parte percibidas en Transformaciones Registros izquierda acontecimientos u objetos Acontecimientos/objetivos Por acontecimiento se entiende un suceso y para describirlo se emplea un verbo. El objeto es una cosa, idea, sentimiento y para describirlo se utilizan sustantivos. Las técnicas, que lo mismo permiten medir el control sobre la comprensión de la lectura realizada, que aprender, pueden utilizarse de acuerdo a los objetivos que se pretenden, las necesidades de estudio, de presentación y del tipo de texto que se analiza. Pueden mezclarse las distintas técnicas, según lo que facilite más la actividad que se pretende lograr. LA HABILIDAD DE LA ESCRITURA A estas alturas de su experiencia académica, ya ha sentido la angustia que produce enfrentarse a un papel en blanco e intentar plasmar sus ideas, no las de otros. No se preocupe si siente temor, angustia, miedo, es normal, pues no es lo mismo hablar que escribir. La escritura demanda niveles más profundos de pensamiento. Redactar es como tener un diálogo con usted mismo(a) a través del cual organiza, detiene, busca, analiza, ordena, limita, selecciona, corrige el pensamiento y su consecuente expresión. Cuando el lenguaje es oral, si se atropella en su pensamiento, si se equivoca u omite palabras, tiene la posibilidad de corregir en el acto; cuando se escribe, se cobra conciencia de que quedará plasmado lo que expresa y ello crea un compromiso mayor. Cuando habla, las palabras no se quedan inscritas, salvo en la memoria de alguno de los involucrados, si tuvieron un gran efecto, pero con el tiempo pueden deformarse, tergiversarse e incluso enriquecerse lo que se dijo. Cuando se escribe, se queda la impronta y la memoria de papel. Todo universitario debe desarrollar las habilidades básicas de la redacción, pues su ejercicio, lo mismo académico que profesional, le habrá de demandar que escriba y su escrito, le guste o no, reflejará su pensamiento y su educación, que además de mostrarse mediante la estructura, el orden del pensamiento y la escritura -si es manual y si es por computadora, por el tipo de letra, tamaño y acomodo que hace de las partes-, también se proyectan por el conocimiento gramatical, la ortografía, la sintaxis, el nivel y dominio de vocabulario. Todo ello habla de usted. Quizá, por eso, muchos se sienten cómodos cuando simplemente copian los textos, pero eso no es ético ni profesional. Lamentablemente éste es un ejercicio muy utilizado, lo que evidencia que se está no sólo limitando, sino coartando la posibilidad de desarrollar esa habilidad humana de traducir nuestro pensamiento en lenguaje escrito. De forma breve, le daremos una serie de recomendaciones para redactar. Aprender el manejo del lenguaje, además de ser un reto, es una tarea que pareciera no tener conclusión. Así pues, empiece hoy -si no lo ha hecho- a descubrir que escribir implica, entre otras muchas cosas: reflexionar sobre el idioma, conocer los giros lingüísticos, organizar las ideas, utilizar lo básico de la gramática; identificar las posibles estructuras profundas del lenguaje y tener empatía. Salvo la literatura y la poesía en las cuales los creadores tienen libertad para alterar estructuras, construir metáforas y jugar con los giros del lenguaje, con los significados, con la sintaxis -hasta donde no pierda la comprensión el lenguaje-, en el resto de los géneros, sea científico, técnico, tecnológico, entre otros, la gramática nos dicta ciertas reglas que deben seguirse, so pena de perder la lógica de lo que se intenta transmitir. El término redacción proviene del latín redactum y significa compilar, poner en orden. Redactar es poner por escrito: El pensamiento El conocimiento La información Los cuales deben ordenarse previamente. BASES PARA EJERCITAR LA REDACCIÓN En tanto que afirmamos que no es lo mismo hablar que escribir, pues escribir requiere una reflexión sobre los elementos que conforman el código que habrá de utilizar para redactar, cada lengua tiene una serie de normas para estructurar. Igualmente usted decide el contenido, las palabras o símbolos que habrá de manejar, si se permite el uso de metáforas o no, si debe ser directo, parco, claro, o bien debe utilizar elementos protocolarios; así pues, usted elige el tratamiento de sus mensajes. Se sugiere, por lo tanto que: » Rescate, si las ha olvidado, las nociones básicas de la gramática, las cuales conviene revisar de tiempo en tiempo, ya que la Real Academia de la Lengua Española establece cambios en función de los dictados del uso de la lengua. » Lectura consciente y analítica del material escrito. Lea y relea lo que escribió pero no lo haga pensando en lo que sabe que quiso decir, sino como si el escrito no fuera suyo. » Tenga claridad de lo que desea comunicar, para quién y por qué, pues en esa medida elegirá palabras y tratamiento. » No copie, atrévase a escribir su propio pensamiento. Si éste se golpea y atropella en el camino; si brota sin sentido ni coherencia, es que le falta orden mental y quizá vocabulario, lo cual se evidencia por la pobreza del escrito y por las redundancias, o bien por el empleo de frases gastadas. » Escriba, escriba y escriba. Y tenga siempre presente que: » No se escribe como se habla » Hablar y escribir no es igual » Escribir es dejar huella Por lo tanto, la redacción es un ejercicio intelectual que demanda: » Jerarquizar las ideas » Estructurar previamente » Elaborar un índice » Empatía Para redactar se requiere tener respuesta a las siguientes preguntas: ¿Para quién? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Qué? - Receptor - Objetivos del emisor - Motivos e intencionalidad - Estructura y tratamiento del mensaje - Contenido La intencionalidad, el conocimiento y la capacidad de pensar en el otro, hacen la diferencia de la redacción. TIPOS DE ENUNCIADOS QUE MÁS SE UTILIZAN De observación o Expresan la identificación y clasificación de lo observado. o Su finalidad es compartir información. o La función del lenguaje a la que acuden es la denotativa, pues buscan dar referencia de lo observado, por lo tanto, evitan la función connotativa, la cual crea ambigüedad de lo expresado. o Sí pueden, pero no deben ir más allá de lo meramente observado. o Son descriptivos, no explicativos. o Los adjetivos no se utilizan pues no se califica, sino que se explica. V.gr.: Identificación: El rayo cayó sobre la hacienda Clasificación: Fue un rayo, no una centella De inferencia o o o o Se pueden formular antes, después, durante y aún sin observar. Se asume o se da por hecho algo a partir o no de los hechos observados. Interpretan, por lo tanto, van más allá de lo observado, de la información que se tiene. Se valen, indistintamente de las funciones denotativa y connotativa del lenguaje. V.gr.: Creo que María podría redactar esta carta Juicios de valor Son interpretaciones valorales, por lo tanto: o Invariablemente reflejan los valores de quien se expresa (grado de utilidad, interés, deseo, bondad, que se le confiere a las personas, cosas o hechos). o Se construye y expresa una crítica. o Suele acudirse a la función connotativa del lenguaje. o Los argumentos expresados se fundamentan en información que pueda ser contrastable de alguna manera, pues de lo contrario se estaría expresando un prejuicio y no un juicio. o Emplean adjetivos calificativos. V.gr.: María es menos inteligente que su hermana LAS FORMAS DE PENSAMIENTO QUE GUÍAN LAS ESTRUCTURAS Entre las distintas formas de pensamiento que pueden guiar las estructuras al momento de expresar nuestras ideas, están: La aprehensión: Refiere la percepción que se tiene de haber comprendido los hechos, cosas, personas u objetos, al igual que la medida o profundidad en que se presume dominar su conocimiento. El juicio: Expresa el grado de utilidad de algo, implica la estima o desestima a través de los valores implicados en el argumento. El raciocinio: Equivale a buscar y lograr la adquisición de nuevos conocimientos, teniendo como base la experiencia y el conocimiento previo que se posee. Cabe señalar que existen razonamientos que se clasifican como defectuosos, mas esta característica puede o no ser imputable a quien la expresa, es decir, puede o no ser de naturaleza intencional. Entre tales razonamientos defectuosos, podemos citar: Cuando se violenta y tergiversa el razonamiento con el fin de que la conclusión sea la deseada, a esto se le considera un sofisma. Por otra parte, es una falacia, cuando el razonamiento es falso aunque se presente como verdadero. En este caso el pensamiento ha sido alterado sin intención, en tanto que quien lo expresa está convencido de su argumento y, por ende, no advierte la falsedad que entraña. Asimismo, las falacias se clasifican en lógicas y emocionales. Falacias lógicas: Son errores del pensamiento y suelen ser causadas por: el inadecuado y desordenado uso de las palabras; por las falacias que emplean enunciados de causa falsa; generalización o analogía falsa; falacias propias de la deducción que comprende ignorancia de la cuestión, antecedentes falsos, círculo vicioso o petición de principio. Creencias y razonamientos equivocados, al igual que el manejo disfuncional del lenguaje, provocan estas falacias. Falacias Emocionales: A veces obviamos que la emoción afecta el intelecto, cuando en realidad las emociones están presentes siempre y, puede suceder que, debido a ello, se induzca al error, consciente o inconscientemente. 1. Ad hominem: La tendencia a atacar u ofender al otro se debe a la incapacidad para rechazar los argumentos contrarios porque se carece de argumentos. 2. Ad ignorantiam: Se acepta como verdadero algo, no se busca comprobar su veracidad (¿recuerda el conocimiento inocente?). 3. Ad misericordiam: Se utiliza la función emotiva para convencer al receptor de que acepte argumentos y propuestas. 4. Ad populum: En aras de que un auditorio dé por cierto las propuestas, también se vale de la función emotiva. 5. Ad verecundiam: Una propuesta, argumento o conclusión se da por cierta dependiendo de la autoridad que tiene quien la expresa. 6. Ad baculum: Se acude a la fuerza, a la amenaza para que los receptores acepten una conclusión. ELEMENTOS GRAMATICALES Quizá después de cursar sus estudios de español o de la lengua española, dejó que el viento se llevará lo que aprendió. Si así fue, es importante que recupere las nociones básicas de la gramática, ya que ellas nos dan los elementos para utilizar la lengua y, en consecuencia, el lenguaje hablado y el escrito, que es el que aquí nos interesa. De una manera general, las palabras que utilizamos se clasifican en llenas y vacías, y su definición es la siguiente: Llenas: Son aquellas palabras que tienen la función de contener los significados. En esta clasificación están: los verbos, los sustantivos, los adjetivos, los adverbios y los pronombres. (Aunque las interjecciones se consideran vacías, suelen incluirse en esta categoría, en tanto que cumplen una función emotiva que tiene carga significativa). Vacías: Eh esta clasificación se encuentran las conjunciones, las preposiciones, los artículos y las interjecciones. Todas fungen como enlaces que permiten dar coherencia a los enunciados. Éste es un buen momento para que rescate las funciones gramaticales. Igualmente, lo invitamos a que considere que muchas de las palabras de nuestro vocabulario se forman por raíces, la unidad mínima del significado, que proviene principalmente del latín y del griego, esto le facilitaría conocerlas. Además del significado de las raíces, adquieren distintos significados, según los prefijos y los sufijos que por sí solos difícilmente dicen algo, pero al añadirlos a las palabras, las dotan de diferentes sentidos. Para identificar lo anterior, el diccionario es el mejor amigo, pues le permitirá aprender los distintos usos y comprender las funciones. V.gr Hipo. (Voz imitativa). Movimiento compulsivo del diafragma....!/ Ansia, deseo intenso de una cosa// Encono, enojo y rabia. Hipo (Proviene del griego) significa "debajo de" o "escasez de". Hipocampo. Pez teleósteo de tamaño pequeño y cuerpo comprimido....// Eminencia alargada que se sitúa junto a los ventrículos laterales del encéfalo. Hipótesis. Suposición de una cosa posible o imposible para sacar de ella una consecuencia. Por lo anterior, es importante que distinga: Qué y cuál es la función de los verbos, de los sustantivos, adjetivos, adverbios y pronombres. Igualmente, si los artículos, las preposiciones y las conjunciones no se utilizan adecuadamente, puede variar totalmente el significado de una expresión. V.gr. No es correcto escribir en base a, pues es sinónimo de fundamento y no se dice en fundamento a, sino con fundamento en, luego, lo correcto es con base en. Si usted aprende a reconocer las funciones básicas de cada uno de estos elementos gramaticales, no sólo mejorará en el uso del idioma, sino que le facilitará el aprendizaje de otros idiomas. Algunos estudiantes tienen dificultad para aprender el inglés como segunda lengua, y es fácil detectar en qué consiste su mayor dificultad. No reconocen la gramática en su lengua natal, por lo tanto, tendrán impedimentos para distinguir la gramática de un idioma que les es ajeno. Si en este momento se siente desprovisto de información, le sugiero que rescate los libros que utilizó en Primaria o en Secundaria y dé un repaso a los elementos básicos de la gramática. ACENTOS ORTOGRÁFICOS Nunca hace daño recordar la importancia de los acentos, al igual que su clasificación, ya que es lamentable descubrir que los estudiantes omiten el uso de los acentos y, con ello, problemas en el sentido y significado de las palabras. Pues, mire que no es lo mismo decir méndigo que mendigo; sí o si; usted decide si al escribir comete errores como éstos. Las palabras, por su acentuación, se clasifican en: Agudas Graves Esdrújulas Sobresdrújulas Agudas Llevan acento en la última sílaba. Llevan tilde -acento ortográfico- cuando terminan en vocal, n o s. V.gr.: papá, camión, compás. Graves Tienen acento en la penúltima sílaba. Llevan tilde si terminan en consonante, excepto n o s. V.gr: trébol, mártir. También llevan tilde cuando la palabra grave se transforma en aguda por adición del enclítico: escribióle, mandóle. Esdrújulas Llevan acento en la antepenúltima sílaba. Invariablemente llevan tilde: aeródromo, espíritu, glándula. Sobresdrújulas Su acento recae en la sílaba anterior a la antepenúltima. Siempre llevan tilde: explicáronselo, trajéronselo. Otras particularidades del acento No llevan tilde los monosílabos, salvo cuando existan con diferente significado. Fue, vio, dio. (Dé y de, sí y si. Recuérdese acento diacrítico.) Si dos palabras que llevan acento ortográfico se unen para formar un compuesto, sólo lo conservará la última: teoricopráctico. Aunque no es conveniente escribir un texto con mayúscula, porque el cerebro no distingue con igual claridad el significado, a diferencia de cuando se utilizan mayúsculas y minúsculas; algunas personas suelen hacerlo y se ha descubierto que en ocasiones lo hacen así para evitar poner acentos. Sin embargo, las mayúsculas llevan, si procede, el acento ortográfico, por lo tanto no escriba: UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIHUAHUA, lo correcto es UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA USO DE LA PUNTUACIÓN Tanto la omisión como el inadecuado uso de los signos de puntuación, alteran el sentido original de lo que se intenta expresar. Coma (,) Indica breves pausas. Se utiliza en los siguientes casos: Separa los elementos de una serie: Trae jabón, toalla, ropa, sandalias y talco. Separa los vocativos: Ya te expliqué, Juan, una y mil veces. Juan, no es así. Separa partes de una construcción: Todo el trabajo me agradó, no obstante quisiera terminar. Separa las frases incidentales: Al llegar, adusto y enfadado, me comentó que habría cambios. Suple la omisión de un verbo: Ellos irán por allá; ustedes, por acá. Se coloca antes de las conjunciones adversativas. Me cae bien, pero me cansa. Al invertir el orden de una oración: Por la tarde, a ella no le gusta salir. Las siguientes expresiones, invariablemente van seguidas por coma: Es decir, esto es, en cambio, en fin, por consiguiente, por último, sin duda, sin embargo, no obstante, Punto y coma (;) Se usa en los siguientes casos: • En la separación de frases que tratan el mismo asunto, pero con diferentes enfoques. • Entre dos expresiones contradictorias. • Si un enunciado contiene enumeración acompañada de uno o más complementos. Palabras que invariablemente van antecedidas del punto y coma, si no se usa el punto y aparte, son: ; no obstante, sin embargo. Punto (.)Existen el punto y aparte y el punto y seguido. El primero se emplea para finalizar una idea, indica terminación de párrafo; mientras que el punto y seguido separa las oraciones que conforman un párrafo. Dos puntos (:)Indican que seguirá un resumen, consecuencia, enumeración, cita, síntesis. Puntos suspensivos (...) Sólo se usan tres..., nunca más; indican expectación, suspenso, obviedad. También se suelen utilizar dentro de una cita textual para indicar que se eliminaron palabras y si se colocaran entre paréntesis (...) expresan que se eliminaron párrafos. Paréntesis ( ) Se utilizan para incluir datos complementarios o información adicional que, de omitirse, el texto no se altera. Signos de interrogación y admiración (¿? ¡!) Dan tono y expresión a lo que se expresa. Pero, por favor, no cometa el error, ya muy generalizado, de emplear únicamente el signo que cierra y, por si fuera poco, no poner uno, sino varios de cierre. Su idea quedará más claramente expresada si utiliza los signos de apertura y de cierre. No se vende!!!!!! ¡No es correcto! Guiones (- --) El guión corto sirve para: Separar palabras que terminan en el siguiente renglón, lo que ha caído en desuso si se escribe en la computadora, pues estos signos son sustituidos por la función de justificar del programa. Separa vocablos con relación antagónica. El guión largo, por su parte, se usa para: Separar elementos intercalados en el texto -frases incidentales-. Indicar, en un diálogo, lo que dice cada interlocutor. Asterisco (*) Se usa como un llamado de atención para el lector, para indicarle que al pie de página está una nota. Diagonal (/) En el caso de un poema que se escribe a renglón seguido, se utilizan para indicar la separación de renglones. Paralelas (//) Se usan para separar las diferentes acepciones de un término. Providencia. Prevención encaminada al logro de un fin. // Disposición que se toma para evitar un daño. // Remedio.//... ELEMENTOS PARA REDACTAR Tratar todos los elementos de la gramática española, nos tomaría el tiempo del curso, así pues, le damos la tarea de profundizar en la medida en que usted tenga la intención de aprender a escribir mejor. Por ello, a continuación le damos unas sencillas pero importantes orientaciones que le conviene considerar al momento de redactar. Al escribir cuide que en su escrito prevalezcan la: Claridad Precisión Sencillez Cohesión Claridad: La claridad facilita la comprensión y el entendimiento. Para lograrla se requiere: Saber el para qué y por qué se hará el escrito. -Objetivos. La primera claridad empieza en la mente del emisor. Definir el contenido y jerarquizar los temas. -Ideas principales y secundarias. Nunca mezcle temas. -Uno después de otro, es la regla. Las ideas deben estar completas, nunca incompletas. La puntuación debe ser correcta, lo contrario crea confusión. Cuidar la ortografía. No abusar de las frases incidentales demasiado largas. Revisar que no exista ambigüedad en lo expresado. Ante todo, busque coherencia. Precisión: La precisión consiste en expresar sólo lo deseado, sin que exista la posibilidad de una interpretación errónea. Para ello le sugerimos que: o o o o Evite las anfibologías. Cuide el vocabulario. Evite deficiencias en el uso del lenguaje. Evite palabras que, teniendo doble sentido, no sean las adecuadas. No diga más de lo necesario, ello le evitará correr riesgos. Sencillez: En administración se dice que lo pequeño es más hermoso, en redacción diríamos que lo sencillo es bello. Para lograr sencillez en sus escritos: Diga sólo lo que tiene que decir, evite ideas superfluas e innecesarias. Si una expresión es gratuita, elimínela. Chopin decía que si se busca corregir, no se añada, sino que se elimine. Mucho le ayudará si elige un vocabulario adecuado, use términos naturales, no ampulosos y, sobre todo, si usted logra la claridad de lo que busca expresar sin que existan elementos gratuitos en su texto. Cohesión: Todo escrito, independientemente de su longitud, debe tener unidad en su expresión. Las frases incidentales, en ocasiones, provocan que se pierda la finalidad del escrito, por lo tanto, cuide que exista coherencia, ilación, encadenamiento en sus ideas. Para ello, es útil elaborar previamente, como se mencionó, un índice sobre las ideas que se habrán de manejar en el documento. Recomendación Siempre tenga a su lado: » Diccionario de términos » Diccionario de sinónimos y antónimos » Enciclopedia, si es necesario » Diccionario de dudas e incorrecciones Es importante también que, antes de escribir, estructure las ideas, jerarquícelas, revise el material y la información de que se dispone. Si hay claridad en su mente, es muy probable que exista claridad en su redacción. Errores comunes de los escritos: Utilizar modelos de escritos y cartas ya obsoletas en su redacción. (Sin otro particular por el momento, quedo de usted. Por medio de la presente. Son frases gastadas que ya no transmiten nada.) Abusar de los lugares comunes al redactar. No anteponer o enfatizar la intencionalidad y lo que se desea destacar (tiempo, espacio, tema o asunto). Si es un texto largo, no coloque a la mitad de un párrafo el texto importante, pues, si no se lee con atención, se suele recordar con mayor facilidad el inicio y el cierre de un párrafo. El uso de "clichés" que son palabras gastadas o lugares comunes impiden que el mensaje se lea por el receptor con interés. (Tus dientes son como perlas.) El lenguaje debe refrescarse, de lo contrario se torna viejo y deja de ser atractivo para quien recibe el mensaje. No es lo mismo escribir sobre lo mismo, que escribir sobre lo mismo, de modo diferente. Evitar introducciones y cierres que carecen de significado para el receptor, por lo que ni siquiera son tomados en cuenta. Escritos que por ser demasiado breves terminan por ocultar información. Escritos que por ser largos son confusos y carentes de unidad, cohesión y estructura. No se suele releer lo escrito por quien lo escribe, utilizando la empatía; y si se lee, se lee pensando lo que se cree que se dijo, lo cual impide advertir la redacción. La obviedad a veces impera. Es decir, se da por sentado que se dijo lo que no se dijo. (Con referencia a aquello que te pedí, por favor envíamelo a donde acordamos el otro día y no allá, a donde habíamos dicho primero. Ojalá tenga buena memoria para aquello, de lo contrario tendrá problemas con eso.) Recuerde, la materia que estimula y ayuda a aprender estilos de escritura, es la lectura, pero la única forma de aprender a escribir es escribiendo. Pida a otra persona que lea sus escritos, para que realice la prueba de qué entiende, cuál es la interpretación de lo escrito. Si logra que los demás capturen el sentido, sin que haya preguntas de por medio, está avanzando en su aprendizaje. Después, dé el paso para que sus textos sean criticados por quien tiene experiencia en el manejo de la redacción. Si ha desarrollado el síndrome de que un escrito queda bien a la primera, le sugiero que empiece a buscar el antídoto para tal enfermedad, ya que debe uno de aprender a escribir, leer, corregir, releer y corregir…. cuántas veces sea necesario, en aras de lograr una mejor, más clara y limpia redacción. Por último, mencionamos algunos de los errores, sólo algunos de los muchos que prevalecen, con respecto a las palabras y que debe evitar en sus escritos. Afortunadamente, no todos los errores se perciben en el lenguaje oral: Haiga Íbanos estábanos Dijistes Pos Pa comtavilidad Zucezo Haber en base a ‘ntonces K inmediata/ stand poster haya íbamos estábamos dijiste pues para contabilidad suceso a ver con base en entonces que inmediatamente local cartel Es larga la lista, ésta es sólo una muestra de algunos de los muchos errores que se cometen en el uso incorrecto de las palabras, tales como el añadir s a la persona en segunda persona; cambiar la m por la n en la segunda persona en plural. Los apócopes, eliminar letras; no distinguir el uso de la c, z o s y el uso de neologismos, entre otros. Recuerde, para aprender a escribir hay que leer textos que nos aporten estructuras gramaticales correctas y estilos que emplean las frases y los giros gramaticales con riqueza creativa, y, escriba... escriba y escriba... BIBLIOGRAFÍA Castañeda, Juan, Habilidades Académicas, 2ª ed., México, McGraw-HiII, 2003. Díaz Barriga Arceo, Frida y Gerardo Hernández Rojas, Estrategias docentes para un aprendizaje significativo, México, McGraw-Hill. Feldman, Robert S., Psicología, con aplicaciones en países de habla hispana, 4ª ed., México, McGrawHill, 2001. Fierro Murga, Luz Ernestina, Anclajes Limitantes del Aprendizaje, Análisis cualitativo sobre las creencias que prevalecen entre los estudiantes de Educación Superior Tesis de Maestría en Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Letras, UACh, 2002. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA Álex Grijelmo, La gramática descomplicada, México, Taurus, 2006. Otreborodiclasnórrab