BIOMETRÍA HEMÁTICA • La biometría hemática completa se puede llevar a cabo bajo muchas condiciones y para evaluar diversas enfermedades y síntomas. Por ejemplo, los resultados reflejan inconsistencias en el volumen de líquidos (como deshidratación) o pérdida de sangre, además de afecciones relacionadas con la producción y destrucción de glóbulos rojos, infecciones, alergias y problemas de coagulación. • Eritrocitos (Hematíes). Son de gran utilidad para el diagnóstico de anemias y poliglobulias (policitemia), pero por sí solos no sirven de mucho. Es importante compararlos con la hemoglobina y el hematocrito. • 4.2 a 5.4 millones de células/µl en mujeres, y 4.7 a 6.1 millones de células/µL en hombres • Hemoglobina (Hb). Es una heteroproteína de la sangre que se encarga del transporte de oxígeno desde los pulmones hacia todos los tejidos. Su concentración puede aumentar en casos de poliglobulia (de la mano de un aumento en el número de eritrocitos) y puede descender en los casos de anemia (independientemente de la cantidad de eritrocitos) para los cuales sí tiene un valor diagnóstico certero. • Hombres: 16+/- 2 g/dl • Mujeres: 14+/- 2 g/dl • Hematocrito (Hto). Es la proporción de eritrocitos en comparación con la fracción plasmática en sangre. Depende de los eritrocitos circulantes, así como de su forma y tamaño. Aumenta cuando tenemos casos de poliglobulia y desciende cuando existen anemias o estados de hemodilución. • 42-47 % • Volumen corpuscular medio (VCM). Nos dice qué tan grandes (macrocíticos) o pequeños (microcíticos) están los eritrocitos. En procesos patológicos, como las anemias, nos ayudarán a diagnosticar de manera específica y a descubrir la causa más probable del padecimiento: en anemias ferropénicas o talasemias existe microcitosis, mientras que en deficiencia de vitamina B, de ácido fólico, hipotiroidismo, hepatopatías o síndromes mielodisplásicos existirá una macrocitosis. En caso de que no haya ningún cambio aquí, lo llamarás normocitosis o anemia normocítica. • 83-97 fL • Hemoglobina corpuscular media y concentración corpuscular media de hemoglobina (HCM y CCMH). Nos dicen cuánta hemoglobina tiene, en promedio, cada eritrocito. También nos ayudan a darle apellido a las anemias; por ejemplo, la anemia ferropénica suele ser hipocrómica, por lo que verdaderamente se llama anemia microcítica hipocrómica. Cuando observas este valor elevado (sobretodo el de la CCMH) puedes orientarte hacia esferocitosis hereditaria o alguna hemoglobinopatía. • HCM: 29+/-2 pg • CCMH: 34+/-2 g/dL • Amplitud de distribución eritrocitaria (RDW o ADE). La RDW indica las posibles variaciones en tamaño que pueden tener los eritrocitos entre sí mismos en una misma muestra. Cuando se encuentra elevado, debemos pensar inmediatamente en anisocitosis. • 13+/-2 % • Reticulocitos. Son hematíes inmaduros sin núcleo pero con organelos persistentes en el citoplasma. Son más grandes que los eritrocitos maduros y tienen aún ciertas características basofílicas. Se encuentran aumentados cuando hay anemias regenerativas (de consumo, como en la hemolítica) o arregenerativas (como carenciales o mielodisplasias). • 35 mil- 75 mil/µL • Leucocitos. Cuando está muy elevada la cifra de leucocitos existe leucocitosis. Lo primero en lo que debes pensar es en infección activa; a excepción de recién nacidos, puesto que en ellos es común la leucocitosis fisiológica. En caso de no contar con antecedentes que nos orienten a infecciones, busca otros procesos inflamatorios (inclusive neoplasias). • 5000-10000 células / µL • Neutrófilos. Hay procesos patológicos con leucocitosis en los que abundan los polimorfonucleares neutrófilos. Esta neutrofilia predomina en procesos infecciosos bacterianos, pero también puede presentarse en casos de sepsis, intoxicaciones, colagenosis, quemaduras extensas, cetoacidosis diabética, hemólisis agudas o metástasis óseas. La llamamos “con desviación a la izquierda” cuando se observan neutrófilos acompañados de elementos mieloides muy inmaduros (mielocitos, cayados, metamielocitos). Dicha desviación se puede dar por infecciones, leucemia mieloide crónica o por invasión metastásica a la médula ósea. Existen causas congénitas y adquiridas para presentar disminución en el número de neutrófilos (neutropenia). • Cuando es verdadera, el número total de leucocitos también se verá afectado y disminuido. Existen numerosos síndromes causantes de las congénitas (agranulocitosis infantil, Sx. Schwachman-Diamond, Sx. Chédiak-Higashi, etc.); mientras que las adquiridas pueden deberse a fármacos, infecciones por lo regular de origen viral ( como el VIH) o casos muy severos de sepsis, por procesos tóxicos, desnutrición, enfermedades reumáticas o exposición constante a radiación. • 3000-5000 células/µL, 45-75% del total de leucocitos • Linfocitos. La linfocitosis (elevación en la cifra de linfocitos) suele tener varias causas, principalmente infecciosas. También se debe a hemopatías, enfermedades inflamatorias, algunas patologías endocrinológicas (diabetes, tirotoxicosis, enfermedad de Addison, entre otras) y por radiación. La disminución se puede dar por sepsis, tuberculosis, infección por VIH, lupus, linfoma Hodgkin, entre otros. • 1500-4000 células /µL; 25-35% • Monocitos. Los monocitos son macrófagos que viajan en el torrente sanguíneo. El aumento en su recuento suele estar relacionado con el inicio de la recuperación en procesos patológicos hematológicos, también se observa en infecciones agudas o crónicas. Los encontraremos disminuidos cuando exista exposición prolongada a corticoides, hemopatías o tratamiento con fármacos citoestáticos. • 100-500 células/µL; 4-10% • Eosinófilos. Son los principales marcadores en procesos alérgicos como asma, urticaria, hipersensibilidad o picaduras de insectos. También se observan muy elevados en las infecciones por parásitos y en algunos procesos virales o infecciones crónicas. Están inmiscuidos, además, en un proceso patológico de origen idiopático llamado “síndrome hipereosinofílico”, en el cual ellos infiltran una gran variedad de tejidos (pulmón, corazón, hígado, intestinos, entre otros) provocando inflamación y disfunción orgánica. Generalmente su conteo disminuye cuando el paciente se encuentra en la fase más crucial de cualquier infección aguda, también en tratamientos prolongados con corticoides o cuando sufren procesos de estrés metabólico. • 20-350 células/µL; 1-4% • Basófilos. Especializados en procesos de respuesta alérgica, su elevación se observa sobretodo en casos de hipersensibilidad por intoxicaciones a causa de alimentos o medicamentos. También están aumentados en el síndrome nefrótico. Son característicos de la leucemia mieloide crónica. Disminuyen por las mismas causas que los eosinófilos. Comunes en procesos de apendicitis. • 10-100 células/µL; 0-2% • Plaquetas o Trombocitos. Existen dos tipos de trombocitosis, o elevación plaquetaria: la trombocitosis primaria que se da en procesos mieloproliferativos crónicos caracterizados por episodios de trombosis y hemorragias recurrentes, y la trombocitosis secundaria causada por hemorragias severas, anemia ferropénica, infección aguda, esplenectomía, tumores, procesos autoinmunes, síndrome de Cushing o posterior a tratamiento quimioterapéutico. • Hay diversas causas que generan una disminución del número de plaquetas; las cuales se dividen en causas centrales (defecto medular) y periféricas (alteración en los trombocitos mismos). De las centrales, la primordial ocurre por depresión medular a causa de procesos infecciosos, anemias aplásicas, invasión tumoral, o por uso de medicamentos tóxicos. Cuando es periférica, debemos pensar en destrucción de muchas plaquetas o en una destrucción muy temprana; la principal causa de esta destrucción es inmunológica, aunque también la puede provocar el hiperesplenismo, sepsis, síndrome hemolítico urémico, síndrome HELLP o el uso de hemodiálisis. • 150 000- 450 000/µL QUÍMICA SANGUÍNEA • Química sanguínea A y B – A. Cuantificación de metabolismo de proteínas y carbohidratos (glucosa, urea, creatinina, ácido úrico) – B. Análisis de proteínas y enzimas para diagnóstico de enfermedades renales, hepáticas, cardiacas, pancreáticas y de coagulación (albúmina, globulinas, aminotransferasas, fosfatasa alcalina, bilirrubinas, amilasa, deshidrogenasa láctica) Glucosa • Normal 70-120 mg/dl • Aumentada – Diabetes mellitus, pancreatitis, acromegalia, Cushing, tirotoxicosis, feocromocitoma, hiperaldosteronismo, esteroides, anticonceptivos orales, insuficiencia renal crónica • Disminuida – Insulinoma, hipopituitarismo, enfermedad hepática severa, ingestión de etanol Nitrógeno Urea BUN • Normal 7-20 mg/dl • Aumentado en – Disfunción renal, hemorragia gastrointestinal, shock, deshidratación, Addison, dieta alta en proteínas, corticosteroides, tetraciclinas • Disminuido en – Embarazo, insuficiencia hepática severa, sobre hidratación, desnutrición Creatinina • Normal 0.7-1.3 mg/dl • Aumentada – Insuficiencia renal • Disminuida – Sin significado clínico Ácido úrico • Normal 3.4-7.2 mg/dl • Aumentado – Gota, enfermedad renal crónica, leucemias, linfomas, anemia hemolítica, megaloblástica, ingestión de etanol, diuréticos, saturnismo, necrosis tisular, dieta alta en proteínas • Disminuido – Administración de ACTH, salicilatos, cortisona, cumarínicos, defectos de túbulo renal, alcoholismo severo con enfermedad hepática Amilasa • Normal 60-150 U/L • Aumentada – Pancreatitis, úlcera péptica perforada, ingestión aguda de etanol, enfermedad de glándulas salivales, obstrucción de ductos pancreáticos, enfermedad renal severa, cálculos biliares • Disminuida – Destrucción masiva del páncreas, insuficiencia hepática severa Globulinas • Normal 2-5 g/dl alfa, beta y gamma • Aumentadas – Infecciones agudas y crónicas; enfermedad hepática; enfermedades autoinmunes; del colágeno; mieloma múltiple; neoplasias • Disminuidas – Agammaglobulinemia, hipogammaglobulinemia, síndrome nefrótico Bilirrubina • Normal 0.1- 1.3 mg/dl • Aumentada – Colestasis, enfermedad hepática, procesos hemolíticos, neonatos, hiperbilirrubinemia congénita • Disminuída – Sin ningún significado clínico Aminotransferasas • Normal transaminasa glutámico oxalacética (TGO) 32 UI/L, transaminasa glutámico pirúvica (TGP) 31 UI/L • Aumentada – Destrucción hepatocelular, infarto al miocardio, hemólisis, enfermedad músculo esquelética, infarto pulmonar, enfermedad biliar obstructiva post hepática • Disminuida – Enfermedad hepática terminal, hemodiálisis crónica, embarazo Fosfatasa alcalina • Normal 20-130 U/L • Aumentada – Hígado infiltrado por carcinoma, leucemia, tuberculosis, sarcoidosis, amiloidosis, cirrosis; cálculos biliares, neoplasias, atresias. Enfermedad osteoblástica maligna, hiperparatiroidismo secundario, Paget; tumores, embarazo, niños y adolescentes • Disminuida – Hipofosfatemia Albúmina • Normal 3.5 a 5 g/dl • Aumentada – Deshidratación • Disminuida – Enfermedad hepática, desnutrición, síndromes de malabsorción; enfermedad renal, quemaduras; inflamación aguda y crónica, neoplasias, embarazo Proteínas totales • Normal 6.3-8.3 g/dl • Aumentadas – Deshidratación; inflamación crónica; mieloma múltiple; sarcoidosis, enfermedades autoinmunes • Disminuida – Sobrehidratación; insuficiencia hepática; desnutrición; neoplasias; nefrosis Proteina C Reactiva • Normal 0-5 mg/L • Aumentada – Inflamación; infección; riesgo de infarto agudo al miocardio Deshidrogenasa láctica • Normal 125-220 U/L • Aumentada – Isquemia, accidente cerebrovascular, ataque cardiaco, anemia hemolítica, mononucleosis infecciosa, hepatitis, lesión muscular, cáncer • Disminución – Sin relevancia clínica Triglicéridos • Normal 45- 179 mg/dl • Aumentados – Síndrome nefrótico, diabetes mellitus, pancreatitis, embarazo, enfermedad hepática, consumo crónico de alcohol • Disminuido – Desnutrición Colesterol • Normal 140-200 mg/dl – HDL 55 mg/dl – LDL (transporte de lípidos a través de la sangre) ≤ 130 mg/dl hombres, ≤70 mg/dl mujeres – Aterioesclerosis Calcio • Normal 8.4-10.2 mg/dl • Aumentado – Addison; exceso vitamina D; VIH-SIDA; Hiperparatiroidismo, enfermedades bacterianas o micóticas, tumores de hueso, mieloma múltiple, Paget • Disminución – Hipoparatiroidismo, insuficiencia renal, enfermedad hepática, deficiencia de magnesio, malabsorción, osteomalacia, pancreatitis, raquistismo Fósforo • Niveles 2.3-4.7 mg/dl • Aumentado – Metástasis ósea, cetoacidosis diabética, hipocalcemia, hipoparatiroidismo, enfermedad hepática, insuficiencia renal, sarcoidosis • Disminución – Hipercalcemia, hiperparatiroidismo, desnutrición, MEN II Hierro • Normal 65-175 µg/dl • Aumentado – Hemocromatosis, hemólisis, anemias hemolíticas, hemosiderosis, cirrosis hepática, hepatitis, deficiencia de B12 y B6, intoxicación por hierro • Disminución – Sangrado gastrointestinal crónico, sangrado menstrual abundante, absorción insuficiente de hierro, embarazo, anemia por enfermedad crónica ELECTROLITOS • Sodio 135-145 mEq/L • Potasio 3.7-5.2 mEq/L • Cloro 96 a 106 mEq/L Diabetes • • • • Glucosa en sangre Hemoglobina glicosilada Curva de tolerancia de la glucosa Examen de microalbuminuria (orina) Sífilis • Reagina plasmática rápida (RPR), pruebas del laboratorio de investigación de enfermedades venéreas (VDRL), prueba de absorción de anticuerpos treponémicos fluorescentes (FTAABS), ensayo de aglutinación de partículas (TPPA), microscopía de campo oscuro • Inmunohistoquímica VIH • • • Prueba de anticuerpos. Esta prueba trata de detectar anticuerpos contra el VIH en la sangre o la saliva. El sistema inmunitario produce anticuerpos cuando una persona está expuesta a bacterias o virus como el VIH. La prueba de anticuerpos contra el VIH puede averiguar si una persona tiene el VIH de 3 a 12 semanas después de la infección. Eso se debe a que el sistema inmunitario puede tardar varias semanas o más en producir anticuerpos contra el VIH. Usted tal vez pueda hacerse una prueba de anticuerpos contra el VIH en la privacidad de su casa. Pregúntele a su médico o profesional de la salud sobre los kits de pruebas de VIH para el hogar. Prueba de anticuerpos y antígenos contra el VIH. Esta prueba trata de detectar anticuerpos y antígenos contra el VIH en la sangre. Un antígeno es una parte de un virus, que desencadena una respuesta inmunitaria. Cuando una persona ha estado expuesta al VIH, los antígenos aparecen en la sangre antes de que el cuerpo produzca anticuerpos contra el VIH. Esta prueba generalmente detecta el VIH de 2 a 6 semanas después de la infección. La prueba de anticuerpos y antígenos contra el VIH es uno de los tipos más comunes de pruebas de VIH. Carga viral del VIH. Esta prueba mide el nivel de VIH en la sangre. Puede detectar el VIH más rápidamente que las pruebas de anticuerpos y antígenos, pero es muy costosa. Se usa principalmente para vigilar las infecciones por VIH. • Un conteo de CD4 es una prueba que mide la cantidad de linfocitos CD4 en la sangre. Los linfocitos CD4, también conocidos como linfocitos T4, son glóbulos blancos que combaten infecciones y desempeñan un papel importante en el sistema inmunitario. El conteo de CD4 se usa para vigilar la salud del sistema inmunitario en personas infectadas con el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana). Tuberculosis • • • • • • Tuberculina dérmica Baciloscopía Tele de torax QuantiFERON (en sangre) Xpert MTB (PCR secuenciación y resistencia) Pruebas rápidas en saliva Hepatitis • • • • • • • • Prueba de anticuerpos contra la hepatitis A; Prueba de anticuerpos contra la hepatitis B; Prueba de anticuerpos contra la hepatitis C Anticuerpos IgM contra el virus de la hepatitis A (VHA): ha tenido una infección reciente con hepatitis A Anticuerpos totales (IgM e IgG) contra la hepatitis A: tuvo una infección previa o pasada o inmunidad frente a la hepatitis A Antígeno de superficie de la hepatitis B (AgHB): infección activa de hepatitis B, ya sea reciente o crónica (durante mucho tiempo) Anticuerpo contra el antígeno central de la hepatitis B (AgHBc): infección reciente o pasada de hepatitis B Anticuerpo contra el antígeno de superficie de la hepatitis B (AgHBs): tuvo una infección de hepatitis B en el pasado o usted ha recibido la vacuna contra la hepatitis B y es improbable que resulte infectado Antígeno E de la hepatitis B (AgHBe): tiene una infección crónica de hepatitis B y usted es más propenso a contagiar la infección a otros a través del contacto sexual o por compartir agujas Los anticuerpos contra la hepatitis C se pueden detectar casi siempre de 4 a 10 semanas después de que contrae la infección. Se pueden hacer otros tipos de exámenes para decidir sobre el tratamiento y vigilar la infección de la hepatitis C. Fiebre reumática • Antiestreptolisina O