5) Hablando de moral, uno de sus motivos para sobrevivir fue el pensar que comer a sus compañeros de vuelo ya fallecidos según ellos no se consideraba algo malo, con respecto al prójimo, hay un ejemplo claro es el de las 2 personas que aguantan el frío y demás obstáculos para pedir ayuda y así volver a rescatar a sus compañeros, tomándolo como un acto de solidaridad. Finalizando con la dignidad humana, viéndolo desde esta perspectiva podemos pensar que los llevó a sobrevivir de tal manera fue el hecho tener dignidad por uno mismo y no darse por vencido y morir de una forma triste y sabiendo que no pudiste pelar por seguir vivo, básicamente lo que corresponde al orgullo. 6) Analizando los motivos de las personas que decidieron morir, se lo puede ver como la “contra” de los motivos anteriores, los que murieron no veían como algo bueno el comerse a sus compañeros, esas ideas no iban con su moral. En el cristianismo, por ejemplo, uno de los mandamientos de la ley de Dios es “no matarás”. Esto quiere decir debemos respetar la vida de las demás personas, así como la nuestra. Otros tomaron como un acto de solidaridad el sacrificarse para que sus compañeros puedan sobrevivir un tiempo más con la esperanza de ser rescatados. Un motivo más podría ser el considerarse una actitud digna la de respetar a los demás: tomar en consideración sus derechos, su valía, así como la propia. El último motivo en el que pienso es que aquellas personas decidieron quitarse la vida no fue por la solidaridad ni por moral, solo por el simple hecho de no entender o aceptar la situación en la que estaban y como medio acto de frustración decidieron recurrir a este método letal. 7) El valor de una “persona” depende de las circunstancias en las cuales estemos, si nos ponemos en el lugar de las personas que tuvieron que recurrir al canibalismo, es el de respetar a la persona ya fallecida y lograr sobrevivir gracias a ella, en cambio, otras personas pensaban que el valor de una persona era no comerla y dejar el cuerpo del fallecido tal como quedó, demostrando así otra forma de respeto hacia ella por todo lo que le tocó sufrir y del infortunio que tuvo en el accidente. 8) Luego de algunos años después del accidente muchos han sido los libros y documentos que trataron el tema, escritos incluso por los supervivientes. Uno de los más famosos es '¡Viven!' (1974) escrito por Piers Paul Read, basado en los testimonios de los chicos. Además, años después fue llevado al cine con un film homónimo en 1993. La madre de los jóvenes que murieron en el accidente decidió fundar una biblioteca en Uruguay en 1973. La Biblioteca Nuestros Hijos se ha dedicado a la promoción de la lectura y la instrucción de los niños y muchachos uruguayos. Los supervivientes decidieron volver un mes después para enterrar a todos los fallecidos y dejaron una cruz de metal en homenaje a ellos, en la que hay dos inscripciones: "El mundo a sus hermanos uruguayos" y "Más cerca, oh Dios, de ti". Cada verano se organizan excursiones al Glaciar de las Lágrimas como una manera de rendir homenaje a los fallecidos en la tragedia y también para vivir en primera persona el lugar en el que estuvieron aquellos muchachos. Los visitantes dejan recuerdos y regalos en la tumba, relacionados con el rugby, banderas u objetos religiosos.