Ella tenía frío en el alma, Él no supo vestirla cuando la desnudó. Él llegó descubrir el sendero de su interior, logró perforar su armazón, más no supo cubrirla. Él, que la llamó fría y no supo calentarse en las brasas de su corazón. Él, que la llamó aburrida y no supo navegar en el océano de su alegría. Él, que la llamó caótica no supo ver que detrás de sus tormentas estaba el arcoiris de su alma. Él que no supo arder en el fuego de sus demonios, ni caminar en su lado oscuro. Él no supo cubrirla y acompañarla. Él que pensaba que era difícil desnudar su alma, Ignoraba que también había que vestirla. Ella no necesitaba mucho, Solo un poco de paciencia. Él simplemente se rindió.