Control de lectura 10 El problema de las Diferencias individuales La psicología tiene como objetivo la formulación de enunciados que describan las relaciones generales entre cualquier hecho individual de cierta clase y las condiciones en que dichas relaciones tienen lugar. Sin embargo, existen dos problemas exclusivos de ella. *Estudia los hechos particulares relativos a la conducta de los individuos * Incide en la singularidad de las circunstancias cotidianas Esto lleva a estudiar las invariantes de lo individual, identificando, prediciendo e interviniendo en las circunstancias singulares de lo individual. Las diferencias individuales, son significativas en el grado en que se les puede reconocer como miembros de una categoría más general. Siendo el problema, reconocer las diferencias singulares de comportamiento como diferencias características de un individuo significativas. La psicología requiere de una teoría de las diferencias individuales que tenga como objetivo el reconocer la individualidad con condición genérica de procesos compartidos, pero como estado singular, al margen de similitudes o diferencias morfológicas de conducta con la posibilidad de identificar a dos o más individuos como miembros de una categoría. Por consiguiente, la teoría de diferencias individuales debe estar en condiciones de a) Reconocer la singularidad de los individuos a partir de su forma de comportamiento en las circunstancias cotidianas. b) Identificar dicha singularidad como estado resultante de la acción de procesos generales compartidos. La teoría de las diferencias individuales es, en esencia una teoría basada en la historia interactiva como concepto central, es una teoría de la personalidad. Sin embargo, la teoría clásica de la personalidad no se ha ajustado a criterios señalados al abordar el problema de las consistencias individuales. Por lo que existen tres desviaciones respecto a dichos criterios. 1. Las taxonomías utilizadas para clasificar a los individuos son incapaces de identificar la singularidad de cada individuo 2. Los criterios que se usan para clasificar se basan en formas reactivas y modos interactivos 3. Se observan carencias se estabilidad o de generalidad en los indicadores elegidos. El concepto de estilo interactivo se aplica a los modos individuales de enfrentar situaciones contingenciales en los que lo definitorio es la manera en que un individuo se relaciona en dichas situaciones. Los motivos se manifiestan como opciones y preferencias frente a los objetos y siempre se identifican como tendencias de conducta. Las competencias son las acciones que producen resultados o logros específicos en situaciones en las que se requiere de alguna destreza o habilidad específica. El estilo, en la medida en que es un modo consistente de interactuar con situaciones contingenciales, debe ser, por definición, poco susceptible a la modificación que producen los cambios locales en el tiempo. Los motivos como las competencias no solo son, por definición, variables en su ejercicio como comportamiento concreto, sino además representan tendencias cambiantes de acuerdo con los requerimientos y contactos previos que ha tenido el individuo con las situaciones contingenciales. Los estilos interactivos, además de modular la operación de motivos y la probabilidad de que se ejerciten o no situacionalmente competencias pertinentes, siempre se expresan como la variabilidad entre sujetos en las conductas de preferencia de solución de problemas. Los estilos deben poder ser modificados, siempre y cuando se estructuren situaciones prescriptivas específicas, las cuales, de un modo u otro, implicarán casi siempre, tal como en la evolución psicológica inicial, condiciones motivacionales y el desarrollo de nuevas formas de competencia. Los estilos interactivos son susceptibles de evaluación en situaciones que cumplen dos criterios: 1. Representar situaciones contingenciales que requieren de formas de interacción no específicas. 2. Ser socialmente neutras, en la medida en que la condición con que se interactúa no implique la conducta de otro individuo. Se pueden anticipar tres áreas de aplicación del conocimiento obtenido a partir del análisis experimental de la personalidad, en la medida en que las tres implican, de un modo u otro, la pertinencia de las tendencias interactivas individuales. Estas áreas son, a saber: la educación y el desarrollo, la organización e interacción social, y la solución de problemas individuales adscrita tradicionalmente a la llamada psicología clínica. Los estilos interactivos tienen una gran importancia en la solución de problemas individuales que parcialmente han sido del dominio exclusivo de la psicología clínica en sus diversas modalidades. Sin una teoría de la individualidad carece de sentido plantearse la aplicación pertinente del conocimiento científico del comportamiento de los individuos a las circunstancias singulares y cotidianas que conforman la dimensión psicológica de la vida social.