EL ESCÁNDALO DE PARMALAT La crisis de la multinacional láctea Parmalat ha puesto en tela de juicio el modelo de capitalismo familiar, tan extendido en Italia. A pesar de las diferentes artimañas llevadas a cabo por el grupo para esconder los problemas económicos que estaba atravesando la compañía, estos han terminado saliendo a la luz, y es que esconder una agujero financiero de tales dimensiones no resulta una tarea posible. Una de las primeras consecuencias que ha tenido este escándalo ha sido la puesta en entredicho del sistema de capitalismo familiar italiano, además el escándalo esta yendo mucho más halla de los limites nacionales [Parmalat es una multinacional presente en 30 países y que da trabajo a 36.000 empleados]. Además, las investigaciones que se están llevando a cabo han puesto de manifiesto la complicidad de los bancos, los “errores” cometidos por las auditoras y por las grandes consultoras. Sin esta ayuda hubiera sido francamente imposible que el grupo hubiera podido mantenerse con una deuda de más de 10.000 millones de euros. La investigación esta siendo lenta y se espera que sea larga debido a la magnitud del escándalo. Además el ex presidente de Parmalat, encarcelado sin fianza desde el pasado mes no es esta mostrando muy dispuesto a colaborar ni a concretar en donde se encuentra el capital familiar, cuyo rastreo parece dirigirse ahora hacia las Islas Caimán. LA CRISIS El primer aspecto a analizar para entender como se ha podido alcanzar esta situación es el modelo de gestión del grupo. Este está basado en el sistema del viejo capitalismo familiar italiano. A raíz de este escándalo, las dudas sobre la validez de este sistema para gestionar grandes imperios están aumentando considerablemente. Además, se puede ver en este caso un aviso para el resto de los grandes grupos italianos que utilizan este sistema y que se resisten a cambiar su forma de gestión. El ex presidente del grupo, Tanzi, rechazaba cualquier posibilidad de perder el control del grupo por parte de la familia, razón que le llevó a poner en marcha un sistema de ampliación de capital, a raíz del que surgió en gran entramado internacional. También se aplicó el sistema de las obligaciones, créditos, ligados a los paraísos fiscales y ocultos tras las falsificaciones contables. ¿NADIE LO SABÍA? Una de las preguntas que surge tras conocerse un suceso como este es ¿Cómo es posible que ni el Banco de Italia ni el organismo de control bursátil de este país, no se hayan dado cuento de lo que estaba sucediendo? En gran medida, la explicación se encuentra en el sistema económico italiano, en el que las empresas deben declarar ingresos y pérdidas, pero no deben dar detalles sobre su estado de liquidez, ni tienen que someterse a sistemas de control. 1 Las confesiones del que fue inventor de la ingeniería financiera del imperio Parmalat, Fausto Tonna, están ayudando en gran medida a desvelar los entresijos de la crisis del grupo. Según ha confesado a las autoridades, las falsificaciones en la contabilidad del grupo habrían empezado en el año 1989, año en el que el grupo tuvo que hacer frente a un momento de crisis. El directivo, que parece dispuesto a decir todo lo que sabe, esta siendo uno de los puntos más sólidos de información y gracias a sus confesiones se está consiguiendo importantes pistas para desenredar la gran trama financiera del grupo. En el año 1998 se pasó de pequeñas falsificaciones para cuadrar la contabilidad, a una nueva estrategia financiera. En este año se constituyó la filial Bonlat con sede en el paraíso fiscal de las Islas Caimán. Bonlat se convirtió en el centro de todo el sistema financiero del grupo. A partir de entonces, las irregularidades en la contabilidad empezaron a crecer de forma descomunal y la trama financiera aumento a un ritmo vertiginoso hasta que finalmente se desplomó. EL FIN DEL IMPERIO El fin del imperio llegó de manos de las autoridades americanas. El Bank of America declaró falso un documento presentado por Parmalat que avalaba un supuesto depósito de 3.950 millones de euros en Bonlat. Esta declaración puso al descubierto todas las falsificaciones de documentos, informes, etc junto con el agujero financiero de alrededor de 10.000 millones de euros. A partir de ese momento el único objetivo de Tanzi era destruir toda la información que pudiera implicarlo o desvelar información sobre la trama, por lo que ordeno a todos sus subalternos destruir toda la documentación que estuviera en sus manos. Sin embargo, algunos de los miembros del grupo prefirieron entregar esta documentación a las autoridades en lugar de destruirla. Además, el ex presidente del grupo abandonó el país, según sus abogados para huir de las presiones que generó el escándalo. Durante algunos días estuvo haciendo visitas a varias ciudades en varios países (Suiza, España, Portugal y América Latina). Se desconoce con que objetivo visitó estos países, pero los investigadores creen que fue con el fin de destruir pruebas o transferir capitales. Tras ser detenido, el ex presidente del grupo, quien no se ha mostrado muy colaborador con las autoridades, ha declarado haber desviado 500 millones de los fondos de Parmalat, aunque niega habérselos apropiado. Ha habido más detenciones y más de 20 personas están bajo sospecha y sometidas a investigación LOS BANCOS En cuanto a las entidades bancarias que se han visto inmersas en el escándalo, estas están siendo sometidas a un profundo examen y empiezan a sufrir las consecuencias. Capitalia e Intensa, implicadas en la colocación de bonos en Parmalat sufren constantes altibajos en sus títulos, además los cientos de personas a quienes 2 aconsejaron comprar bonos están empezando a organizarse para exigir indemnizaciones millonarias. Otro de los bancos objeto de investigación es Deutsche Bank. En su caso, se investiga el incremento de su participación hasta el 5%, para después reducirla al 1,2% justo el día antes de conocerse el escándalo. En último lugar, el Santander esta siendo investigado por su filial en la Isla Gran Caimán en donde se habrían transitado 250 millones de euros, dinero al que los fiscales le están siguiendo la pista. CONCLUSIÓN En conclusión, parece que la crisis va para largo y que el número de implicados puede seguir creciendo. Además, las investigaciones de Parmalat ya están teniendo importantes consecuencias para Italia, que durante los próximos años será victima de la desconfianza de los inversores y podría quedarse relegada a un segundo plano. FUENTE : EL MUNDO 3