Academia Forpe. Lengua Castellana y Literatura Alumno: Daniel Lumbreras Martínez Texto: Iniciación El texto ofrece un tópico existencialista: la imposibilidad de comprender la existencia con los sentidos y el sufrimiento que se desprende de esta búsqueda. El poema empieza y termina con un eneasílabo relacionado con el crecimiento, sugiriendo así una estructura en círculo, un sinsentido, como el mito de Sísifo. A lo largo del poema, hay una distribución irregular de sílabas en los versos, pero siempre entre las 3 y las 7 sílabas. Esta falta de patrón se corresponde con el contenido: una búsqueda infructuosa y sin rumbo cuenta con una métrica sin seguridades. La elección del arte menor no es casual, porque no hay épica, no hay grandeza en el vagar, es un tono intimista. Aunque se pueden ver algunas repeticiones vocálicas en los finales de algunos versos, en unas ocasiones están muy alejadas las unas de las otras y en otras se trata de la repetición de la misma palabra; lo que busca el poema no es un ritmo clásico, sino dar rienda suelta a las emociones de manera libre, muy siglo XX (y XXI) y, con la insistencia, recalcar la monotonía y el absurdo de la existencia humana. En cuanto a la morfología, de 28 versos, salvo en 4, en todos hay al menos un sustantivo o un pronombre, lo cual crea una sensación de concreción dentro de lo abstracto del asunto, de apego a objetos e ideas sencillas, sin adornos apenas de adjetivos y con una presencia muy escasa de adverbios. Todo lo accesorio, lo sensorial -paradójicamentequeda relegado en favor de la experiencia interior, de ese tantear inútil de los ojos, en una sinestesia de la vista y el tacto. La presencia de 22 verbos a lo largo del poema le confiere un gran dinamismo, creando un ritmo rápido en el que se va, desde la nada, hacia el dolor y de vuelta a la nada. A esta velocidad también contribuyen el encabalgamiento prácticamente continuo a lo largo de la composición, con un orden sintáctico muy sencillo de sujeto-verbo-objeto (mis ojos tantean) en el que a veces se eliden elementos para hacerlo todavía más rápido (tanteo las estrellas o mi cuerpo agujeros). Los verbos son, podríamos llamar, en conjunción con el tema, de “descubrimiento”: tantear, penetrar, cerrar, ver… En un apartado más léxico, la búsqueda que no lleva a nada se refleja en la construcción sobre opuestos: dolor/gozo, ojos/boca, cerrar/ver, por ejemplo. Las vueltas sin sentido de la existencia humana tienen su correlato en las figuras de la repetición como la anadiplosis (descubre el mí /mi boca dice), la polisíndeton (y es el dolor /y el dolor penetra) y la catáfora (… agujeros / … agujeros).