El reumatismo palindrómico es una afección rara que se caracteriza por episodios agudos de inflamación de las articulaciones, dolor, calor y ocasionalmente eritema en 1 o más articulaciones. Esta afección se parece a la artritis aguda cristalina (por ejemplo, gota) pero la inflamación se resuelve más rápidamente (horas o días) que la artritis cristalina. El líquido sinovial es inflamatorio, estéril y no contiene cristales. Muchos (tal vez hasta el 30%) de los pacientes que presentan reumatismo palindrómico evolucionan hacia lo que luego se reconoce como artritis reumatoide; sin embargo, algunos continúan teniendo episodios recurrentes de artritis inflamatoria y, para algunos, la inflamación de la articulación remite. Aunque inusual, una enfermedad inflamatoria poliarticular o sistémica (por ejemplo, artritis reumatoide o una espondiloartritis) puede presentarse como una artritis monoarticular. En raras ocasiones, la malignidad puede presentarse como artritis monoarticular. Los ejemplos incluyen la artritis leucémica, en la que las células leucémicas se infiltran en el espacio articular, o la artritis paraneoplásica, con afectación directa de la articulación por cáncer metastásico (p. Ej., Cáncer de pulmón o de mama). La artritis leucémica es más común en los niños que en los adultos.18 En ocasiones, la osteoartritis se puede confundir con la artritis monoarticular inflamatoria cuando se vuelve significativamente más sintomática y se asocia con un derrame que es algo cálido. Los marcadores inflamatorios normales, el hallazgo de cambios degenerativos típicos en las radiografías y el líquido articular no inflamatorio (recuento de leucocitos sinoviales <2000) respaldan el diagnóstico. La artrocentesis es una herramienta de diagnóstico importante en un paciente con artritis monoarticular inflamatoria. La evaluación de las características del líquido articular puede confirmar la sospecha clínica de artritis monoarticular inflamatoria y ayudar a identificar la causa (p. Ej., Cristales de gota intracelular en un contexto clínico típico). La artrocentesis es necesaria en el entorno clínico en el que se sospecha una articulación infectada. El procedimiento para realizar una artrocentesis es relativamente directo: revisar la anatomía de la articulación que se va a aspirar, preparar el área con betadine o chlorhexidine, anestesiar la piel con anestesia tópica o anestesia local (p. Ej., Bupivacaína o lidocaína sin epinefrina), anestesiar la trayectoria anticipada de la aguja, y use una aguja de mayor calibre (calibre 18-20 para una junta más grande, 20-23 para una articulación más pequeña) para aspirar el líquido articular; Las agujas de menor calibre pueden ser más cómodas para el paciente. El líquido sinovial debe examinarse con prontitud porque los WBC pueden ser difíciles de identificar con el tiempo y los cristales de CPP se vuelven a solubilizar. Sin embargo, los cristales de urato monosódico pueden continuar precipitándose a medida que el líquido de la articulación se asienta sobre el portaobjetos del microscopio. El líquido sinovial debe enviarse para el recuento de células (glóbulos rojos, glóbulos rojos), tinción de Gram y cultivo; otras pruebas no han demostrado ser útiles. El análisis de cristal también debe hacerse oportunamente, ya sea por el técnico de laboratorio o por el clínico, dependiendo de su experiencia en el uso de un microscopio polarizado. La artritis monoarticular no es poco común en el ámbito ambulatorio y requiere una evaluación clínica cuidadosa para llegar al diagnóstico apropiado y para iniciar la terapia apropiada. La artritis séptica es potencialmente peligrosa y debe considerarse en un paciente con artritis monoarticular. La artritis cristalina es una causa común de artritis monoarticular, pero hay otras causas potenciales que deben tenerse en cuenta. A menudo, el primer paso y el más importante para diagnosticar a un paciente con artritis monoarticular es la artrocentesis. Differential Diagnosis of Polyarticular Arthritis