ESPÍRITU SANTO El don del buen gusto en las cosas del Espíritu. El saber discernir, disfrutar, agradar. El don de vivir, y de apreciar la vida. Es mirar el CORAZÓN de las personas y no sus apariencias. La sana sabiduría en ACCIÓN. La palabra oportuna, el consejo leal. El escuchar callado y atento, cuando alguien habla de su vida. El don que señala el camino correcto y que nos acerca a Dios. FORTALEZA El don del valor, de la constancia, de la perseverancia, de la generosidad... Es la fuerza que necesito para vivir, lleno de esperanza. Es la fuerza que Él ha puesto en mí para aliviar a los necesitados. El don que me hace fuerte, hasta la entrega total. ENTENDIMIENTO Nos hace entender a Jesús, al Padre y al Espíritu, desde la intimidad. Ayuda a reconocer la mano de Dios donde otros sólo ven casualidades. A entender las cosas desde su ser, desde su raíz y profundidad. El don de descubrir y sentir la providencia de Dios en la historia. El don que nos ayuda a admirar la maravilla de la creación. Nos hace descubrir la presencia del Creador en la naturaleza. Nos hace ver más allá de lo que a primera vista se ve. El don que nos posibilita una visión sana de nuestro caminar, de nuestra historia y de la vida. El sentirse HIJO de un Dios que ama profundamente. El don de tener a Dios por Padre, saberlo y disfrutarlo. El descubrir a Jesús pronunciando, con amor, la palabra “PADRE”. Nos hace ser y sentirnos HERMANOS y parte de la FAMILIA de Dios. TEMOR DE DIOS Bien entendido, es el “miedo” que acaba con todos los miedos. Es lo que nos hace vivir confiados, porque nos sentimos protegidos. El don de los hijos que saben que la meta es el abrazo del Padre. Es lo que nos anima a la ORACIÓN, con la seguridad de ser escuchados. ESPÍRITU SANTO