República Bolivariana De Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación U.E.N Liceo Antonio Arraiz Educación Física Alimentacion en el Deporte Profesor: Gilberto Pérez Alumna: Zoe Sanabria El cuerpo humano está diseñado para moverse regularmente, y desde hace miles de años así lo tienen codificado nuestros genes. Con la actividad y el movimiento se obtienen una serie de efectos beneficiosos para la salud, así como para la prevención de las enfermedades desde la infancia, pero nuestro estilo de vida actual es cada vez más sedentario. En la sociedad actual, el sedentarismo es un problema en incremento continuo, que junto a una alimentación desequilibrada, condicionan las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad. Por ello, es absolutamente prioritario diseñar estrategias encaminadas a modificar el estilo de vida y aumentar el gasto energético diario, en las actividades cotidianas y en los desplazamientos. Además de ello, en cada grupo de población es aconsejable introducir y adaptar sesiones programadas de ejercicio físico estructurado, y realizarlo a la intensidad, duración y frecuencia adecuados, igual que haríamos con cualquier otro tratamiento. Además, la alimentación puede y debe adecuarse al nivel de ejercicio practicado, y así maximizar los beneficios obtenidos, siendo un hecho constatado que la persona que inicia la actividad física, acaba modificando también sus hábitos de alimentación y está -en general-, más motivado por el cuidado de la salud. Los objetivos y motivación para la práctica de actividad física o deporte, pueden ser muy diferentes en función del colectivo que lo practica. En algunos casos, se da dentro del ámbito de la competición y mejora del rendimiento, mientras que en otros tan sólo en busca de la mejora de la salud o bienestar. Sin embargo, a una gran parte de la población esta motivación le cuesta conseguirla y en muchos casos, múltiples intentos de iniciarla van seguidos del mismo número de abandonos. Es importante la capacidad de implicación, entre otros, de colectivos médicos, entrenadores y dietistas, para llegar a involucrar en la actividad física regular a la población obesa, niños, ancianos y personas con escasez de tiempo para su práctica. En gran medida, el secreto está en localizar la personalización a cada caso y plantear objetivos y metas concretos para cada uno de ellos, al menos al inicio, hasta que sean conscientes de que los resultados obtenidos les motiven a seguir y les hayan creado una cierta dependencia, adhesión o necesidad de no abandono, porque se encuentran mejor; así, cada uno habrá conseguido “a su manera” mejorar y optimizar su estado físico e incluso psicológico. Aunque la salud y el rendimiento están condicionados en parte por la genética, la adecuada alimentación y actividad física, desempeñan un papel primordial para conseguirlos (Figura 1). Por el contrario, el hacerlo de manera inadecuada puede suponer riesgos para la salud, graves en ocasiones, como los derivados de una deshidratación severa, o la mayor predisposición a lesiones . . Si esta actividad es insuficiente, es necesario remarcar que hay que controlar la dieta, ingiriendo determinados hidratos de carbono de moderado o bajo índice glucémico como las frutas, hortalizas, verduras o legumbres y su combinación con cereales o carbohidratos ricos en fibra. En definitiva, se trataría de modular con el ejercicio físico y la dieta, la respuesta del organismo a los efectos negativos de comidas energéticamente muy densas, en el contexto de muchas horas de inactividad. El fraccionamiento de la dieta diaria en comidas menos copiosas, eligiendo el tipo de carbohidratos de índice glucémico más moderado, e intercalar sesiones de actividad física que también regulan la glucemia, pueden ejercer conjuntamente efectos saludables, pero requieren conocer qué comer en cada momento o introducir el concepto “ajuste horario” como herramienta El conjunto de alimentos que tomamos diariamente constituye nuestra dieta. Sus componente son extremadamente variados y exiten grandes diferncias entre los hábitos de las distintas épocas. Pero no todas las dietas son saludables. Una dieta equilibrada es la que aporta todos los tipos de nutrientes en las cantidades adecuadas para mantener nuestro organismo en buen estado y asegurar un desarrollo correcto. Las FUNCIONES de los alimentos: Función plástica: se utilizan para construir nuestra propia materia y así crecer, reponer materiales perdidos. (alimentos ricos en proteínas) Función energética: Liberan energía y así podemos realizar el trabajo muscular o mantener la temperatura del cuerpo. (alimentos ricos en glúcidos o lípidos) Funcíon regulardora: Hacen posible que todos los procesos que tiene lugar en nuestro cuerpo se desarrollen con normalidad. (alimentos ricos en sales y vitaminas) (PINCHA SOBRE LA PIRAMIDE, APRENDE Y DIVIERTETE) Los Grupos de alimentos. Eran tradicionalmente siete (en la antigua rueda de los alimentos), convirtiéndose en esta versión en seis Grupos: I Energético (composición predominante en hidratos de carbono: productos derivados de los cereales, patatas, azúcar) II Energético (composición predominante en lípidos: mantequilla,aceites y grasas en general) III Plásticos (composición predominante en proteínas: productos de origen lácteo) IV Plásticos (composición predominante en proteínas: cárnicos, huevos y pescados, legumbres y frutos secos) V Reguladores (hortalizas y verduras) VI Reguladores (frutas)